Page 602 of 2441
1 600 601 602 603 604 2.441

Palestina, ¿vencedores o vencidos?

Por: Daniel Seixo

«Tras 63 años de sufrimiento: basta, basta, basta. Es hora de que el pueblo palestino consiga su libertad y sus derechos. Ha llegado la hora de la primavera palestina, de la independencia.«

Mahmud Abbas

«Voy con la corriente de la historia, y aquellos que van con la corriente de la historia ganarán. Los que van en contra desaparecerán.»

«El sionismo es una encarnación del neo-nazismo …, terrorismo intelectual y explotación racial.»

Yasser Arafat

«El objetivo de la operación es que Gaza vuelva a la Edad Media. Sólo entonces Israel mantendrá la calma durante 40 años.«

Eli Yishai, ministro del Interior de Israel

«Traigo en una mano la rama de olivo y en la otra el arma de los que luchan por la libertad»

Aviones de combate, helicópteros de ataque y tanques son usados como represalia por el supuesto lanzamiento de múltiples globos incendiarios desde Palestina. La sobreactuación y la crueldad del ejército israelí contra la Franja de Gaza, hace tiempo que han dejado de resultar un acontecimiento digno de ocupar los grandes titulares de la prensa occidental, pero tras 8 días consecutivos de bombardeos indiscriminados contra distintos puntos de la franja, el dolor, la desesperación y la barbarie siguen siendo tan reales como el primer día de esta interminable pesadilla para los dos millones de palestinos que resisten heroicamente el desmedido envite del ejército sionista.

Asegura el gobierno israelí que la acción responde a las provocaciones del movimiento islamista Hamás, argumenta que las acciones militares se deben a la necesidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos y tras esto pretende con grandilocuentes declaraciones y orquestadas presiones económicas y diplomáticas, hacer olvidar al mundo la realidad de un pueblo acosado, humillado y ocupado. Los cantos de sirena que procuran que Trump establezca a Jerusalén como capital de Israel ante el mundo a cambio de unos acuerdos de paz que suponen simplemente una rendición impuesta sobre el pueblo palestino o los recientes acuerdos con Emiratos Árabes Unidos para intercambiar reconocimiento por una supuesta «ocupación comedida», responden a la misma lógica que la que se oculta tras el uso de la violencia y el terror por parte del ejecutivo sionista.

Tras el asesinato de Mohamed Al-Dura y las continuas campañas de manipulación y desprestigio sobre el joven asesinado y la causa palestina, el inevitable futuro del conflicto quedó totalmente constatado para todo aquel que quisiera abrir sus ojos a la total locura en la que se ha transformado el proyecto nacional israelí. Ningún acuerdo va a evitar que salga adelante el mega plan de asentamiento para lograr conectar los principales bloques de asentamientos ilegales en la región y tampoco eso supondrá el fin del plan de anexión de Netanyahu. El radicalismo extremo de la teocracia capitalista del sionismo, no se detendrá hasta que ningún palestino se atreva a defender como propia la tierra que legítimamente hoy habitan. La verdad apenas oculta es que no hay espacio real para el acuerdo o la paz, Israel siempre encontrará un motivo para atacar de forma desproporcionada al pueblo palestino y bien sea por agotamiento o por el poder de las armas, confían en la total eliminación de Palestina. Las puntuales negociaciones con las diversas delegaciones árabes, las fotos tras raquíticos acuerdos o los brindis al entendimiento con las autoridades palestinas, no son para ellos sino una necesidad tediosamente inevitable de cara a no perder definitivamente el rédito que la comunidad internacional les ha otorgado por el sufrimiento injusto e innecesario de sus antepasados. Un rédito que debemos percatarnos hace ya mucho tiempo resulta inmerecido y ha sido dilapidado por la sed de sangre de los falsos herederos políticos de las víctimas del holocausto.

No se trata de explicar una vez más la diferencia entre ser antisionista y antisemita, no pienso entrar aquí en esas burdas manipulaciones dialécticas a estas alturas únicamente interesantes para los propios sionistas en su campaña de manipulación o para aquellos cercanos proyectos independentistas trasnochados que llegarían a acostarse con el diablo por una pizca de reconocimiento fútil, se trata por tanto simplemente de lograr discernir entre verdugos y víctimas y no me salgan con evasivas en este caso intentando comprar dos extremos inexistentes, porque pocos conflictos sobreviven en la actualidad con una desproporción de fuerza y violencia tan clara como el que tiene lugar en Palestina.

Más de 50 000 niños palestinos detenidos desde 1967, viviendas arrasadas, asesinatos selectivos, un férreo bloqueo económico sumado al boicot diplomático internacional, un asedio digno de las campañas medievales y la brutal e incomprensible capacidad de encadenar violaciones a los Derechos Humanos sin apenas consecuencias legales para un estado que parece vivir al margen de la justicia, aun cuando inmerso en el delirio de la violencia se considera digno heredero de la atención de Dios. Personalmente no llego a comprender que clase de Dios podría aceptar en su seno a aquellos que bombardean una escuela de la ONU o paralizan infraestructuras básicas para el desarrollo de la vida diaria de la población civil. No logro comprenderlo y no creo que me equivoque cuando por ello me atrevo a asegurar que ningún Dios más allá del puro dinero se mostraría capaz de aceptar tal afrenta a nuestra humanidad más básica.

Desde que en 2007 Hamás se hiciese con el poder político en Gaza, Israel mantiene sobre el territorio palestino un bloqueo por tierra, mar y aire que sigue cobrándose vidas inocentes al tiempo que enquista irremediablemente un conflicto mucho más terrenal de lo que ambas partes se podrían llegar a permitirse reconocer, sin con ello poner sobre la mesa la inhumanidad y la responsabilidad tras cada nueva víctima. Hasta el momento, no se han registrado heridos o pérdidas materiales considerables en lado israelí por esta nueva escalada de tensión, mientras que las autoridades palestinas oficialmente reportan numerosos heridos e importantes daños materiales en la Franja de Gaza. Una desproporción demasiado habitual en este conflicto y que curiosamente señala a todo aquel que lo quiera llegar a ver, que hace tiempo que la víctima se ha convertido en el peor reflejo posible del verdugo.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/palestina-vencedores-o-vencidos/

Comparte este contenido:

Guerra contra el pueblo mapuche

Por: Raúl Zibechi

En los últimos días la ofensiva militarista del Estado de Chile contra el pueblo nación mapuche se ha intensificado con ataques racistas y fascistas a comuneros y comuneras que mantienen una resistencia pacífica en apoyo de las huelgas de hambre, desencadenada por la grave situación del machi Celestino Córdova que se acerca a los 100 días de ayuno.

Los hechos recientes muestran una inflexión profunda que puede resumirse en una escalada de guerra contra el pueblo mapuche. En la noche del 1 al 2 de agosto, civiles armados atacaron a mapuche que ocupaban las municipalidades de Curacautín, Ercilla, Victoria y Traiguén. Se trata de “militantes de la Asociación de Paz y Reconciliación en la Araucanía (APRA), organización supremacista blanca de ultraderecha, integrada por latifundistas y empresarios transnacionales, “usurpadores de las tierras mapuche en Wallmapu”, como denuncian 21 organizaciones en un comunicado (https://bit.ly/31Ap1aL).

Las organizaciones denuncian, además, que el cuerpo de Carabineros dejó actuar impunemente a los civiles violentos que golpearon a los mapuche, quemaron sus vehículos y entonaron gritos de odio y racismo, llegando a colaborara con los agresores racistas.

Recordemos que la crisis actual se desencadena con la huelga de hambre de Celestino que reclama se aplique el artículo 169 de la OIT, que permite que cumpla la pena de prisión dictada por la justicia chilena en su comunidad. A la huelga de hambre del machi Celestino se fueron sumando más de 20 presos de las cárceles de Temuco, Angol y Lebu (https://bit.ly/2DAp5zq).

A medida que la salud de los huelguistas se fue deteriorando por más de tres meses de ayuno, varios lof (comunidades) comenzaron a movilizarse, en particular en el triángulo Tirúa-Temuco-Ercilla.

Hacia fines de noviembre el gobierno de Sebastián Piñera decidió dar un giro a la derecha, por su profundo desgaste luego de la revuelta iniciada en octubre de 2019  que continúa activa, sumada al fracaso de la contención de la pandemia de coronavirus y luego de una derrota parlamentaria que permite retirar el 10% de los ahorros en los fondos previsionales. Esto fue posible por la división en su base de apoyo parlamentario.

Este viraje se concretó en el nombramiento de un pinochetista al frente del Ministerio de Interior, Víctor Pérez. Su primera actividad pública consistió en un viaje a Wallmapu, donde hizo un discurso de orden y seguridad y no dejó el menor margen para la negociación. No es ninguna casualidad que luego del viaje del ministro se hayan activado los grupos racistas de ultraderecha. El gobierno de Piñera es muy débil, acosado por la calle y por la derecha, y finalmente dejó de lado cualquier tentación dialoguista para recomponer su base de apoyo incorporando al pinochetismo al gabinete.

El Centro de Investigación Periodística (CIPER) difundió días atrás un informe de Inteligencia de Carabineros, de 2015, que individualiza agricultores que estaban formando grupos de carácter paramilitar, pero no se tomó ninguna medida para detenerlos y frenar el desarrollo de esos agrupamientos (https://bit.ly/2PDy4SG).

Pese a la brutalidad de la represión y a una escalada de terrorismo de Estado, las principales organizaciones reafirmaron su camino histórico: “Estos ataques, más que amedrentarnos, nos reafirman en nuestra lucha por la restitución de nuestros derechos territoriales y políticos, por la autonomía y la autodeterminación para el País Mapuche” (https://bit.ly/31Ap1aL).

El domingo 9, hubo una masiva concentración de diversas comunidades mapuche en la plaza de Curacautín, donde se leyó un documento que reafirma la solidaridad con los presos en huelga de hambre y denuncia a las empresas forestales y multinacionales demandando que “las 3 millones de hectáreas de las forestales sean repartidas para recuperar el territorio mapuche”.

Finalmente, hace un llamado a la organización de los mapuche de la ciudad y el campo para que recuperen la lengua (mapuzugun), la cosmovisión y la forma de ser tradicionales, “porque lo mapuche no es una raza sino una forma de entender la vida de todos los seres y las cosas” (https://bit.ly/2PHpbYA).

Los próximos meses serán muy duros para el pueblo mapuche movilizado, por lo menos hasta las elecciones de congresistas de abril, pasando por el plebiscito del 25 de octubre. La derecha se está aglutinando en torno a la defensa de la Constitución de 1980, de la era de Pinochet. Sin embargo, el pueblo nación mapuche, mucho más allá de la actual ofensiva militarista, va a persistir en sus demandas como lo viene haciendo en los últimos cuatro siglos.

Fuente: https://desinformemonos.org/guerra-contra-el-pueblo-mapuche/

Comparte este contenido:

El Exterminio: Hiroshima y México, uno instantáneo y otro en una década

Por: Pietro Ameglio

 

Hiroshima y Nagasaki: Genocidio y Militarización

El exterminio de población, en su forma masiva o selectiva, ha constituido siempre una forma extrema de expansión del sistema capitalista -y de anteriores sistemas también- y de “pedagogía social”, en cuanto a reproducción del gran negocio de la espiral de la guerra, el despojo, la explotación, el delito, la impunidad, el estigma y el castigo ejemplar. Es inherente, casi simbiótico, en esta etapa del desarrollo material de nuestra especie y la violencia normalizada en su orden social. Por otro lado, la pandemia actual es también una forma de exterminio para la especie, más silenciosa pero más letal.

Hay fechas que no se pueden olvidar o normalizar, su re-memoración y reflexión colectivas son una defensa ante el avance de la ignorancia e inhumanidad. La historia se convierte así en un “arma moral” de trascendencia para detener procesos similares que puedan estarse construyendo gracias al “olvido”; una encuesta pública de hace años en Japón marcaba que la mayoría de la población pensaba que la bomba atómica había sido lanzada por la URSS.

El 6 y 9 de agosto de 1945 Estados Unidos lanzó sobre Japón un ataque con el primer uso de armas de destrucción masiva habido en nuestra especie. En marzo de 1945 ya habían bombardeado Tokio durante 6 horas con un saldo de 100 mil muertos y un millón de heridos. En este bombardeo (300 aviones y 2 mil toneladas de bombas), según datos de Miguel Marín Bosch, murió una persona de cada diez; en el de Hiroshima (una bomba de 4400 kilos, un avión) murió el 54% de la población. Según el informe del ejército de EU, lo de Hiroshima “fue 6500 veces más eficiente”. La ONU afirma que en Hiroshima murieron 78 mil personas en el acto y luego 238 mil; en Nagasaki 27 mil en el acto. Sabemos también que hasta hoy la cantidad posterior de muertos y afectados por las radiaciones (“hibakushas”) es brutal. ¿Con qué nombre fueron bautizadas las bombas? “Niño Pequeño” y “Hombre Gordo”. No es poco lo que epistémica y moralmente hay detrás de estos nombres. Buena foto del orden social.

Está ya demostrado ampliamente que la justificación del presidente Truman sobre que esa acción era necesaria para la rendición japonesa fue totalmente falsa, pues el imperio nipón y el Eje estaban ya derrotados. Entre muchas inhumanidades, se trató de un gran experimento científico, en el primer caso con una bomba de uranio, y en el segundo de plutonio, que inauguró la era nuclear y la posibilidad cierta de la destrucción masiva de nuestra especie. Además, no sobra saber que el 8 de agosto del 45, un día antes de Nagasaki, se firmó el Acuerdo de Londres por EU, GB, URSS y Francia, donde se convertía a los crímenes de guerra y contra la humanidad en actos punibles por un tribunal internacional. Esa mayúscula hipocresía en esa fecha, lentamente ha ido tomando forma a partir de la creación del Tribunal Penal Internacional en Roma y La Haya en los 90.

Estas dos acciones de destrucción masiva nos remiten a un tema de fondo de la humanidad que es el genocidio o exeterminio. El concepto fue acuñado por el académico Rafael Lemskin después de la segunda guerra mundial, para juzgar los delitos de los nazis, y deriva de “genos”: estirpe y de “cidio”: asesinato. Se trata de la más inhumana de las acciones colectivas de la especie, pues implica aniquilar a toda una identidad humana y social (religiosa, política, étnica…) en masa, sin que necesariamente nos haya atacado directamente. Como sostiene Juan Carlos Marín, si bien se da en condiciones de guerra es un proceso distinto, pues el combate no significa el aniquilamiento del otro pero el genocidio sí; se trata además de la “acción de muchos sobre pocos”, por los diferentes grados de involucramiento y complicidad necesarios en las sociedades para que se pueda llevar a cabo. (La serie de Netflix “Black Earth Rising” es excelente para entender mejor el genocidio en Ruanda). Por lo tanto, debemos tomar permanentemente conciencia de las etapas de los procesos bélicos en los territorios donde habita nuestro cuerpo y luchar para detener cualquier acción inhumana del proceso de violencia social, para que no escale hasta extremos genocidas.

Por otro lado, Hiroshima y Nagasaki simbolizan también los nuevos procesos de victimización de las guerras contemporáneas: el blanco es la población civil. En la primera guerra mundial murieron 15% de civiles, en la segunda aumentó al 50% y en las guerras posteriores del siglo murieron 90% de civiles frente a un 10% de soldados; la famosa frase de Truman en aquel momento fue: “tenemos el monopolio de la violencia de este tipo de armas de destrucción masiva, y no nos tiembla la mano para usarlas contra la población civil”. Como escuché a un soldado de la ONU en Bosnia en 1993: “el lugar más seguro en una guerra actual es ser militar”. Cerca de Hiroshima había una base militar grande japonesa, que ni fue tocada por la bomba. El piloto Paul Tibbets del “Enola Bay”, que lanzó la primera bomba, declaró: “Nunca hemos librado una condenada guerra…sin que matáramos inocentes…Esa es su mala suerte (de los civiles) por estar ahí”. La culpa recae entonces en la víctima, algo ya casi natural en el México actual en los procesos represivos o de exterminio donde están instalados y normalizados en el poder, los medios y la sociedad civil pre-juicios o frases como: “por algo será”, “algo habrá hecho”, “quién le mandó estar ahí”, “por qué se metió en eso”, “quién sabe en qué andaba”…

Exterminio Masivo en México

En México, a pesar de intentos positivos y valiosos del nuevo gobierno por detener las dos formas de exterminio, disparadas con la muy falsamente llamada “guerra al narco”, éstas no han cesado. En las últimas cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se señala que en la última década ha habido al menos 216 mil homicidios, 1 cada 23 minutos, 68% más que en la década anterior. La gran mayoría de las organizaciones de víctimas y ddhh no hablan de menos de 300 mil asesinatos.

Dos hechos recientes ejemplifican bien esta exterminio colectivo, con masacres: en San Mateo del Mar, Tehuantepec, Oaxaca, fueron acribilladas indiscriminadamente el 21 de junio, por un grupo criminal en una asamblea opositora, 17 personas de la comunidad indígena huave (ikoots). La principal sospecha y responsabilidad recae en la propia autoridad comunitaria caciquil, a raíz de conflictos sociales y políticos fraudulentos que la población busca revertir, y hasta hoy existe total impunidad. Bien titula un importante informe al respecto de la muy comprometida organización EDUCA: “En San Mateo del Mar, hay guerra contra la Asamblea del Pueblo”.

Otro hecho reciente del exterminio masivo en México, fue la masacre de 28 jóvenes en un centro de rehabilitación de adicciones en Irapuato el 1° de julio. También hasta hoy sigue impune este asesinato en masa, perpetrado dentro de la guerra entre grupos del crimen organizado por controlar la plaza.

La otra parte del exterminio masivo la constituyen los desaparecidos: ¡México es el país del mundo con más desaparecidos! Una absoluta catástrofe nacional de magnitud e inmoralidad inimaginables. El 13 de julio pasado la SEGOB presentó un importante Informe donde apunta 73.218 personas desaparecidas desde 1964 hasta la fecha, siendo el 97% de los casos después del 2006. En el periodo de este nuevo gobierno -1° de diciembre de 2018 hasta marzo 2020- se han hallado 1027 fosas clandestinas con 1309 cuerpos, de los cuales se han entregado 311 e identificado (¡muy importante!) 483. La gran mayoría son jóvenes entre 15 y 30 años, siendo mujeres la mayoría en los menores de edad. Según declaró la Comisionada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas: “La juventud se está desapareciendo” (14-7-20). El hecho social brutal de la masacre en el albergue de Irapuato es una muy clara fotografía sobre este exterminio que algunos llaman “juvenicidio”.

Las organizaciones de víctimas hablan claramente de cifras mucho mayores. Y aún en medio de esta pandemia con el enorme riesgo que entraña para las vidas, no han cesado en todos los estados de realizar búsquedas en campo, plantones y marchas ante las distintas autoridades responsables de agilizar las búsquedas e identificaciones forenses.

Exterminio Selectivo en México

El exterminio selectivo de activistas sociales, defensores de ddhh, periodistas, miembros de la actividad política partidista o autoridades, es un hecho social recurrente en muchas partes del mundo, especialmente en las menos “desarrolladas”. Se busca con ello inhibir, aterrorizar a la población en general y con identidades similares a la víctimas, en sus protestas contra los diferentes poderes. Y dentro de ese exterminio, predomina el de los activistas ambientales; en su reciente Informe la organización Global Witness señala el asesinato de al menos 212 “defensores ambientales” en 2019 en el mundo, ocupando México el cuarto lugar con 18 casos (La Jornada, 29-7-20) y siendo América Latina la región más letal (en Colombia, Indepaz señala que ya han sido asesinados 152 líderes comunitarios en este año)Organizaciones de ddhh mexicanas, en mayo, denunciaron que durante la pandemia habían sido asesinadas “4 personas defensoras como represalia por la defensa de ddhh que realizaban…y al menos 30 defensores de ddhh y ambientalistas han sido asesinados en lo que va del sexenio” (Desinformémonos, 16-5-20).

Asimismo, la organización Consorcio Oaxaca (Yésica Sánchez) denuncia que de enero a junio de este año se han dado 266 ataques contra mujeres defensoras de ddhh (La Jornada, 15-7-20). Por su parte, en la base de datos del Serpaj (Gabriela Amor) hay registros comparativos -entre enero y abril- de 72 asesinatos de activistas sociales, periodistas y personas del ámbito político en el 2018; 36 en 2019 y 45 en 2020.

Como modo de ejemplificación, y de rescatar algunas de esas tan valiosas personas victimadas por defender causas justicieras, en tiempos recientes de México se han dado los asesinatos de: Paulina Gómez -guardiana de Wirikuta- el 19 de marzo en Zacatecas; María Elena Ferral -periodista del Diario de Xalapa- el 30 de marzo en Veracruz; Adán Vez Lira -ambientalista antiminería- en Veracruz; los ambientalistas rarámuris contra la tala de bosques Juan Zamarrón el 1° de abril, Carlos Lozano con otras 4 personas el 18 de abril, Juan Zamarripa el 22 de abril en Chihuahua; Jesús Memije -Comisión Estatal de DDHH de Guerrero- el 24 de abril junto a su hijo Uriel; Jorge Armenta -periodista de El Tiempo- el 15 de mayo en Sonora; ataques fallidos y amenazas de muerte a los periodistas Carlos Sánchez -ayuntamiento Matías Romero, Oaxaca- el 17 de junio y Luis Rodríguez -noticiero de Durango- el 18 de junio; María Martínez -rectora de la universidad Valladolid- el 29 de junio; José Trinidad -profesor CNTE- el 16 de julio en Oaxaca; Pablo Morrugares -periodista PM Noticias/Diario de Iguala- el 2 de agosto en Guerrero; balearon el Diario de Iguala el 4 de agosto; Luis Ochoa -periodista La Voz de Michoacán- el 5 de agosto en Michoacán….

En Morelos, Samir Flores Soberanes fue un gran compañero de muchos años, ejemplar en su vida, en la coherencia de su testimonio de lucha ambientalista, de los derechos humanos, y compromiso con los pueblos indígenas-campesinos, con el zapatismo y el CNI en su lucha por construir la autonomía. En los últimos años, Samir fue emblemático en su liderazgo contra el gasoducto, acueducto y termoeléctrica del Proyecto Integral Morelos. Fue asesinado por pistoleros muy temprano en la puerta de su casa en Amilcingo, el 20 de febrero del 2019, poco antes de ir a la radio comunitaria Amiltzinko, fundada por él con otros el 6 de enero del 2013. El pasado 2 de agosto hubiera cumplido 38 años, junto a su joven esposa Liliana Velázquez, sus 3 hijas y un hijo de 17, 13, 7 y 3 años. Poco días antes, se graduó la primera generación de niñas y niños de la escuela primaria dedicada a su nombre, en esa comunidad, misma que es fruto de una larga lucha de madres y padres, junto a compañerxs solidarixs, frente a grupos de poder caciquiles de la zona. El enfoque de construcción de autonomía y lucha comunitaria hacia estos niños y niñas, lo dijo bien Samir: “Enseñarles a levantar los ojos, a alzar la voz, o de lo contrario con la omisión estaríamos enseñándoles a agachar la cabeza, a parar el lomo y que nos vengan a joder en el momento que quieran”.

Ahora, un desafío muy justo donde sumarnos, es el Proyecto “Samir: en defensa de la vida y un habitar digno” (https://donadora.org/campanas/proyecto-samir), donde se busca construir colectivamente una casa para su familia en Amilcingo. Se trata de una acción de lucha para combatir el exterminio selectivo de un gran activista social indígena nahuatl, construyendo verdad, justicia, reparación y memoria, haciendo real la consigna de “La lucha sigue, sigue…y sigue”.

Fuente:  https://desinformemonos.org/el-exterminio-hiroshima-y-mexico-uno-instantaneo-y-otro-en-una-decada/

Comparte este contenido:

Desafíos, expectativas y compromisos para la educación superior

Por: Lourdes González

 

El profesor, John Mill Ackerman Rose invita a conversar virtualmente al Dr. Luciano Concheiro, Subsecretario de Educación Superior en México, para tratar algunos de los temas que el actual gobierno se comprometió a cumplir en materia de educación superior, como por ejemplo garantizar el acceso a la educación superior de todas y todos los jóvenes que egresan del nivel media superior y que quieren continuar con su preparación. Al respecto, se sumó a la conversación el tema de cómo van a resolver que los exámenes de ingreso y que se les deje de asociar con mecanismos de exclusión para la admisión a las universidades (TV UNAM, 2020). El tema importa para brindar claridad de lo que se tiene en construcción hasta el momento y tener precisión de las proyecciones que se esperan lograr con la colaboración de la Federación y las Entidades federativas. 

En mayo de 2019, en el Diario Oficial de la Federación (DOF) se reformó el artículo tercero para destacar que era obligatorio cursar la Educación Superior y se lograría en términos de la fracción X, es decir que las autoridades federales y locales sin tocar las autonomías de las universidades públicas implementasen un conjunto de políticas públicas para el logro (DOF, 2019).

 El Dr. Luciano Concheiro para ofrecer una mejor comprensión del tiempo que toman de las acciones y se valorasen las implementadas hasta el momento en el nivel superior. Recurrió hacer consciencia histórica en términos de la insuficiencia de lugares que se les ofrecían a los/las jóvenes para la continuidad sus trayectorias escolares. Fue así, que partió de explicar la universalización de la educación en sus diferentes niveles y destacó que la cobertura es casi total en educación básica, que en educación media superior es del 85%, pero le inquieta educación superior, ya que dijo que solo cuatro de cada diez jóvenes se encuentran matriculados/as en Instituciones de Educación Superior (IES) o en Instituciones Particulares de Educación Superior (IPES). 

Preocupación también comentada por el Dr. Hugo Casanova Cardiel, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, el 18 de junio de 2020, en conferencia virtual con el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO), quien lo planteó como problema estructural y que se tiene como pendiente a resolver porque explicó que las y los jóvenes al no ser admitidos en el nivel superior dejan de intentar o aceptan trabajos con sueldos precarios y con riesgo de que sumen a realizar actividades que no suman al bienestar.

 Entre las acciones que se han hecho en el presente sexenio para cumplir el compromiso que hizo a las y los jóvenes de que continúen la trayectoria educativa para el nivel superior, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México, el 10 de julio de 2019 publicó en su página el boletín 197, para señalar que iniciaba del Programa Emergente de Rechazo Cero para jóvenes de nuevo ingreso a la Educación Superior y a la par difundió una lista de universidades para que las y los aspirantes que no fueron admitidos en ellas en 2019 pudieran considerar que el Instituto de Estudios Superiores de la Ciudad de México, Rosario Castellanos ofertaba 2,300 lugares (SEP, 2019). Cabe destacar, que en varios titulares de medios de comunicación, lo publicaron (Velázquez, 2019; Wong, 2019).

Así también, el sábado 8 de agosto, en el programa que se transmite diariamente desde palacio nacional, a las 5 de la tarde, con el propósito de dar a conocer todos los detalles para el regreso a clase en México, la Directora General de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública, Carmen Rodríguez Armenta clarificó inquietudes en torno al programa de servicio social tutorial. Al respecto, acentuó que durante la contingencia sanitaria todo ha sido a distancia, que las acciones contabilizadas son más de 60,000. Así también, informó que en 2019, 548,041 fue el número de estudiantes en el programa. De igual manera, acentuó que las actividades que se les encomiendan son para fortalecer el sentido de pertenencia con las IES, por ejemplo se les pide colaboren con la difusión de las actividades académicas y extracurriculares que se ofrecen en los planteles educativos, asesoren a otros/as estudiantes para que mejoren en los aprendizajes de materias donde registran mayor deserción, decepción y problemas y compartan técnicas y materiales didácticos (Moctezuma, 2020).

El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en México, Esteban Moctezuma adelantó que pronto informarán sobre el plan que se tiene de que las y los jóvenes que estudian por ejemplo, ingenierías y prestan servicio social para que ofrezcan tutoría a las niñas y a los niños con rezago a fin de apoyarles a estudiar matemáticas, física, química, etcétera (Moctezuma, 2020). Cabe agregar que durante la conferencia del 8 de agosto también se proyectó un video que informó que son 4,136 instituciones de educación superior públicas y particulares, que el número de jóvenes que estudian licenciatura son más de 4,538,810, en posgrado se tiene un conteo de 384,600 y que las figuras docentes son 430,000 (Moctezuma, 2020).

Entre lo que destacó el video fue que la Educación Superior se compone por instituciones con objetivos diferentes porque son distintas las poblaciones educativas, por tal motivo son diversos territorios formativos en todo el país. Que son tres los pilares la política de educación superior: a) educación superior como derecho humano que propicie la emancipación de los sujetos y para garantizarla, el Estado la ofrezca con gratuidad; b) la vinculación de las instituciones de educación superior con las comunidades, como elemento estratégico de la política de estado; c) el compromiso social de las instituciones de educación superior públicas con énfasis en la atención de las prioridades nacionales (Moctezuma, 2020).

Por su parte, el Dr. Luciano Concheiro, Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública en México destacó que las acciones se enfocan a construir un gran sistema educativo a nivel nacional como quedo planteado en el artículo tercero de la constitución e invitó a visitar el portal www.rechazocero.sep.gob.mx, aseguró que el portal estará completamente listo, el 21 de agosto. Enfatizó que las personas al consultar el portal encontrarían una diversidad de carreras e instituciones, con una oferta nacional de educación superior por áreas de estudio, por estado y por municipio, con convocatorias de becas, cuestionarios de orientación vocacional y agregó lo que ya se destaca en el portal de cero rechazo:

La Subsecretaría de Educación Superior realizó un Convenio con la Alianza para la Educación Superior A.C. (ALPES) y Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior A.C. (FIMPES), para que sus Instituciones afiliadas ofrezcan cuotas preferenciales a los aspirantes que se registren en el Programa Rechazo Cero. (SEP, S/F, p. 1)

Siguiendo con los temas que pusieron sobre la mesa durante la entrevista que realizó el profesor John Mill Ackerman Rose al Subsecretario de Educación Superior el 26 de julio de 2020. Se abordaron las acciones para contrarrestar la insuficiencia en la cobertura de las instituciones de educación superior, se suma la oferta educativa con dos problemas, a veces es limitada en ciertas carreras y otras veces, no responde a las necesidades, Al respecto, el Dr. Concheiro declaró que de 32 estados, 18 tienen porcentajes por debajo de la media nacional, entre los que mencionó a Oaxaca con 18.3%, a Chiapas con 16.7%, a Guerrero con 15.8%, a Michoacán con 10.8%, a Tlaxcala con 10.3% etc.

El subsecretario de educación superior en entrevista explicó que para dar respuesta al problema de la oferta educativa, se crearon las 100 universidades para el bienestar “Benito Juárez García”, las cuales se enfocan en dar respuesta a los cambios de sustentabilidad, científicos y tecnológicos y que dado que se pensaron para cubrir necesidades, ofrecen mayores oportunidades en el ámbito laboral y generar un modelo de ciudadanía sostenible. Agregó, que las universidades para el bienestar albergan actualmente una matrícula de 140,000 estudiantes y que la meta es llegar a los 360,000.

De acuerdo a lo que señala el portal de las universidades Benito Juárez, dan prioridad a los/las jóvenes y adultos que proceden de comunidades de alta y muy alta marginación, que presentan un certificado de bachillerato, residan en el país y habiten pueblos originarios (GOB, 2020). Otra de las acciones que declaró el subsecretario de educación superior en entrevista es que se tienen prevista la creación de 40 Universidades Benito Juárez, más, porque destacó que existe demanda y subrayó que además de ofertar lugares, van a situarlas en los sitios más alejados, es decir acercarlas a la población con menos recursos y así apoyarles a evitar gastos de desplazamiento.

El subsecretario de educación superior explicó que durante su gestión la cobertura en educación superior se incrementó en un 41% porque expresó que la administración pasada le entregó que la cobertura alcanzada era de 38.4% sobre 100% estudiantes posibles a ingresar en educación superior y el compromiso entonces, fue llegar al 50%. Para hacer visible el logro del 41%, el subsecretario de educación superior señaló que de haberse mantenido la tendencia de acciones pausadas, sería hasta el 2032 que se lograría el 50%, de acuerdo las proyecciones.

El Dr. Luciano Concheiro también destacó que hay una deuda histórica con los pueblos indígenas porque recalcó que al menos el 20% tendrían que estar en la educación superior y la realidad es que solo son 4%, hecho que le inquieta porque acentuó que es un serio elemento de desventaja que se sigue reproduciendo y tratándose de un tema de género, es mayor la demanda de candidatas a ingresar a nivel superior, incluso compartió que la proporción es que por cada 18 mujeres ingresa una y un hombre por cada 10 hombres y declaró que en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por cada 12 mujeres ingresa una y uno de cada diez hombres.

En entrevista, el subsecretario de educación superior también agregó que la escasez y los recursos insuficientes limitan la oferta educativa. Sobre todo, considerando el sostenimiento de la matrícula en el ciclo 2018 – 2019 (véase figura 1).

Figura 1. Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018 – 2019 de sostenimiento de la matrícula. Fuente: (SEP, 2019, p. 12)

El Dr. Luciano Concheiro, subsecretario de educación superior en torno a los exámenes de ingreso en el nivel superior, destacó que en principio era asumir cuál es la preparación de los jóvenes a nivel media superior y relacionarlo con las ofertas educativas que se ofrecen, incluyendo a la universidad abierta y a distancia y las 100 universidades Benito Juárez García porque destacó que la experiencia puede girar en ofrecer propedéuticos para que las y los jóvenes consoliden sus conocimientos y anticipen lo que se requiere. Manifestó que el asunto con los propedéuticos es evitar la lógica de relacionar únicamente a los mejores para formarlos en el nivel superior y ofrecer bases a todos y apoyar a los que tienen desventajas para estar en el nivel. Para comprender el ingreso al nivel superior conviene hacer un análisis del comportamiento de Educación Media Superior (véase figura 2).

Figura 2. Cifras preliminares de Educación Media Superior en el ciclo 2018 – 2019 respecto al abandono escolar, reprobación, tasa de terminación y eficiencia terminal. Fuente: (SEP, 2019, p. 32)

Durante la entrevista que realizó el profesor John Ackerman al Subsecretario de Educación Superior, se plantearon otras tensiones como la relación entre la mejora educativa con la masificación o entre mejora educativa por la educación que se ofrece por parte de algunas escuelas particulares de educación superior (IPES) para conocer las acciones que se han hecho al respecto.

Al respecto el Dr. Concheiro respondió que reconoce un aumento de las Instituciones Particulares de Educación Superior (IPES), pero también acentuó que la mayor parte de la matrícula se concentra en escuelas públicas, agregó que para evitar la desigualdad el estado ofrece becas a las y los estudiantes de escuelas públicas que son alrededor de 600,000 y otro de los elementos centrales es la condición de gratuidad. Con respecto, al tema de la gratuidad, el profesor John Ackerman manifestó que en algunas universidades públicas autónomas de los estados cobran cuotas a sus jóvenes alegando crisis financieras, preguntó cómo lo resolvería el Estado porque con el artículo tercero se tiene el compromiso de lograr la gratuidad.

El Dr. Concheiro al respecto, respondió que el artículo tercero de la constitución tiene un transitorio que planea contar con un fondo para apoyar a que se logre la meta de la gratuidad e incrementar la cobertura en educación superior, mismo a ser presupuestado año con año. También, destacó que en temas de gratuidad, el problema entre la oferta educativa y el arraigo cultural de muchos/as jóvenes que quieren ingresar a ciertas carreras, que además a veces son campos saturados laboralmente. Al respecto, el subsecretario de Educación Superior sugirió como deseable generar una política vocacional para hacer visibles otras ofertas a las y los jóvenes con oportunidades para la inserción laboral y también compartió una propuesta, que es la de iniciar en una institución de educación superior como Rosario Castellanos y años después, por el plan curricular que comparte con universidades públicas, dado que el comportamiento de la matrícula es que se satura en la entrada y aproximadamente a mitad de las carreras baja, incorporarse por ejemplo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y así tener una doble titulación.

El Dr. Concheiro, además destacó que las cuotas de ingreso e inscripciones en México a nivel superior representan un monto de diecisiete mil millones de pesos y que el compromiso es no cobrar cuotas. En torno a la crisis financiera de las instituciones de educación superior, el Subsecretario de Educación Superior señala que no obedece a malos manejos, sino que se tiene que conversar con los sindicatos de las universidades para que no se traduzca en jubilaciones y pensiones impagables, también acentuó que él siempre procuró las mejores condiciones de trabajo, pero que la idea es compartir una completa transparencia el manejo de los recursos, evitar el clientelismo, es decir no es acudir con frecuencia a solicitar fondos para ser rescatados. Es así que hablo de una política de nivelación como punto central para tener las mismas oportunidades al interior de las universidades porque señala que hay sistemas en el nivel superior donde la formación de un alumno/a cuesta $7,000 y otras, donde cuesta $54,000.

Para finalizar, la entrevista el tema que se abordó fueron las condiciones en que las y los estudiantes terminan los semestres para hacer reconocer las acciones cuando no se cuenta con acceso o conexión a internet. Al respecto, el Subsecretario de Educación Superior agregó que la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) les colaboró con un sondeo nacional para reconocer las condiciones, las tensiones y la proporción de atención de las distintas carreras y subrayó entre los resultados se tuvieron que no todas las carreras pueden realizarse a la distancia, como la medicina y las ingenierías. También, hizo mención de la ley de educación superior que se va a plantear respetando las autonomías de las universidades, las reuniones que sostuvieron con todas las normales para construir toda una perspectiva de educación, con los secretarios de educación pública de los estados y los correspondientes subsecretarios de educación superior de ciencia y tecnología en algunos casos y destacó que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue fundamental por lo que agradece al rector de la UNAM, el Dr. Enrique Graue Wiechers y al Dr. Hugo Casanova Cardiel, titular del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM.

 

TV UNAM [TV UNAM]. (2020, jul 26). Diálogos por la democracia con John M. Ackerman y Luciano Concheiro. [Archivo de video] https://www.youtube.com/watch?v=Fg2mHlEKWQI&feature=youtu.be

COMECSO [Consejo Mexicano de Ciencias Sociales]. (2020, jun 18). Conferencia de Hugo Casanova. Educación y Pandemia el futuro que vendrá. [Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?v=yt_78lYBKf4

Diario Oficial de la Federación (DOF) (2019, mayo 15). Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3º, 31º y 73º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. México: autor https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5560457&fecha=15/05/2019&print=true

Gobierno de México (GOB) (2020). Presentación al Programa Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, nuestra historia. México: Autor https://ubbj.gob.mx/nuestra_historia

González, L. (2020, Jun 24). Hugo Casanova Cardiel en conferencia organizada por Consejo Mexicano de Ciencias Sociales (COMECSO). Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM. https://www.iisue.unam.mx/iisue/medios/profelandia-nota-sobre-participacion-de-hugo-casanova-en-evento-academico-896.pdf

Moctezuma, E. [Esteban Moctezuma Barragán] (2020, agosto 8). Educación y Bienestar para el pueblo de México [Archivo de video en facebook]. Recuperado de https://www.facebook.com/emoctezumab/videos/243770339935865/

Secretaría de Educación Pública (SEP) (2019). Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018 – 2019. México: SEP https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2018_2019_bolsillo.pdf

Secretaría de Educación Pública (SEP) (S/F). ¿Qué es el programa de rechazo cero? México: autor https://rechazocero.sep.gob.mx/

Secretaría de Educación Pública (SEP) (2019, jul 10). Boletín No. 97 Anuncia SEP Programa Emergente de Rechazo Cero para jóvenes de nuevo ingreso a la Educación Superior [Mensaje en un blog]. Recuperado de. https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-no-97-anuncia-sep-programa-emergente-de-rechazo-cero-para-jovenes-de-nuevo-ingreso-a-la-educacion-superior

Velázquez, M. (2019, jul 10). SEP anuncia el Programa Emergente de Rechazo Cero. EL ECONOMISTA. https://www.eleconomista.com.mx/politica/SEP-anuncia-el-Programa-Emergente-de-Rechazo-Cero-20190710-0142.html

Wong, P. (2019, jul 10). Si fuiste rechazado por alguna universidad, la SEP te ofrece esta opción. MILENIO 2020. https://www.milenio.com/politica/comunidad/sep-programa-emergente-rechazo-cero-nivel-superior


Fuente:  http://www.educacionfutura.org/desafios-expectativas-y-compromisos-para-la-educacion-superior/

Comparte este contenido:

Educação, escolaridade e revoluções industriais

Luís Bonilla Molina

(Pesquisador de Ciências Sociais, professor e ativista social. Internacionalista por uma educação pública, gratuita e de qualidade)

Tradução de Roberto Mansilla (Professor de História e militante da Resistencia/PSOL-RJ, Brasil)

 

  1. Nossa perspectiva para entender o que acontece

 

Há uma bibliografia abundante que tenta explicar as causas e o significado do que se chamou de “crise educacional”. Tenho insistido que a definição de «crise» é uma construção que o neoliberalismo usou para justificar o turbilhão de reformas educacionais e contra-reformas que foram impostas desde a década de 1980 para destruir a escola pública. Além disso, a noção de crise na educação busca desviar a atenção para a escola e a educação como se ela fosse uma ilha em si, desconectada das dinâmicas sociais, econômicas, políticas, culturais e tecnológicas. Em outros casos, a educação / escola e as “crises educacionais” são apresentadas como questões nacionais, desconectadas do sistema capitalista mundial e de sua dinâmica.

 

Quando se supera o temor de ser acusado de economicista, muitos analistas entram na dimensão econômica, mas muitas vezes ficam presos na dimensão meta-ideológica do capital e não se aprofundam nas relações específicas do modo de produção com o educação. Isso adquire dimensões preocupantes quando constatamos a desconexão existente em muitas análises educacionais, no que se refere à relação do “pedagógico” com a aceleração da inovação, seu impacto no modo de produção e acumulação, no que diz respeito à dinâmica de ensino-aprendizagem.

 

Por isso, a perspectiva que considero em meu trabalho valoriza de forma especial o impacto da aceleração da inovação científico-tecnológica no modo de produção e acumulação capitalista, bem como nas demandas que isso gera na educação. Claro que esta não é uma perspectiva neutra, ela tem a objetividade da luta de classes e da resistência anticapitalista.

 

Consequentemente, consideramos de especial significado recuperar a tradição dos estudos sobre a relação de escola com a fábrica, mas entendendo que a própria fábrica está mudando, está se transformando. As fábricas 4.0 envolvem uma redefinição de parâmetros e exigências sobre a escola que não pode ser entendida dentro da lógica da máquina educativa newtoniana. Por isso, considero que muitos das análises educacionais / escolares que descuidam desta realidade, correm o risco de fazer teoria olhando no espelho retrovisor.

 

Desde a esquerda e das pedagogias críticas sempre tivemos clareza sobre o caráter reprodutivo do sistema, atribuído pelo capitalismo à escola. Alguns o viam simplesmente como um aparelho ideológico do Estado, outros o entendiam assim, mas também como um lugar de disputa, de resistência, porque era constituído de seres humanos, a grande maioria dos quais eram explorados.

 

Defendemos a escola em sua dimensão democratizante do conhecimento a partir dos saberes que foram apropriados durante séculos pelos detentores do poder. Defendemos a escola porque ela abriu a possibilidade de milhões de trabalhadores e suas famílias compreenderem o mundo de forma científica, derrotando o obscurantismo dos dogmas religiosos. Defendemos a escola porque era um ponto de encontro, para a construção de um tecido social e para a formulação compartilhada da resistência anticapitalista.

 

Tínhamos consciência, em maior ou menor grau, que a escola do capitalismo não só procurava reproduzir o desempenho da fábrica com o peso da exploração, fragmentação e apropriação da mais-valia, nesse caso ideológica, mas também era outra máquina de controle Social. Decidimos tentar afrouxar os parafusos e porcas dessa máquina educacional newtoniana, desarmá-la caminhando, construindo saberes pedagógicos emancipatórios e práticas educacionais libertadoras. Às vezes avançamos, outras vezes ficamos presos e em alguns casos até ajustamos a máquina de dominação com palavras radicais que se tornaram significantes vazios, narrativas funcionais da própria dominação.

 

Defendemos a escola pública por suas possibilidades de construir uma educação popular, crítica, científica e alternativa. Fizemos da disputa escolar, uma possibilidade de pensar em outra escola, em outro tipo de sociedade, que para nós é a socialista democrática. Não era nossa intenção defender a máquina educacional newtoniana. O que acontece é que entramos no caos quando aquela máquina se tornou obsoleta para o capitalismo e começou a se transformar em uma nova máquina. Com o surgimento da terceira revolução industrial, a escola capitalista começou a sofrer mutações e a incompreensão estrutural da mudança em curso, em alguns casos gerou um pensamento conservador de esquerda pedagógica, o que nos levou a abraçar o antigo modelo como se fosse uma tábua de salvação antes de nossa incapacidade de pensar a alternativa no novo.

 

E estávamos numa confusão funcional paradigmática, quando a nova máquina educacional própria do capitalismo, da quarta revolução industrial, começou a ser anunciada e mostrada para nós. Buscamos, analisar a escola e os sistemas escolares em relação com às revoluções industriais e à aceleração da inovação.

 

  1. Primeiras revoluções industriais e educação

 

A  fábrica capitalista  significou um reordenamento extraordinário da economia, da cultura, das sociedades e do nível educacional. Na longa transição do feudalismo ao capitalismo, a escola adquiriu uma nova face, uma nova conceituação. O Iluminismo e o desenvolvimento científico dos séculos XVIII e XIX permitiram o surgimento da  primeira  e da  segunda revoluções industriais, que impactou diretamente na formação e promoção do  capitalismo industrial. O aprendizado baseado na memória não era mais suficiente, era necessária  memória  +  compreensão  de sua gênese e linhas de expansão para continuar expandindo e se  especializando o conhecimento que o capital exigia na época e que exigia a  aceleração da inovação tecnológica.

 

O capitalismo fabril estruturou o conhecimento de acordo com sua utilidade para melhorar, otimizar e valorizar as  máquinas  sobre as quais se estruturaram a  produção  e a  sociedade. O capitalismo fortaleceu a divisão do conhecimento em  campos  (ciências naturais, ciências sociais, ciências humanas, ciências exatas, filosofia) e estes, por sua vez, em  disciplinas. Os princípios que nortearam essa estruturação foram os precursores do que hoje conhecemos como  eficiência  e  eficácia  do conhecimento. O capitalismo estruturou o mundo e suas instituições à imagem e semelhança das máquinas que surgiram na primeira e na segunda revoluções industriais.

 

A lógica da máquina newtoniana permeou a implantação das pedagogias e da escola, ensino médio e universidade.  Enquanto o  ensino  se baseava na  pedagogia  vista como  componentes montados  (didática, currículo, avaliação, planejamento, gestão), a  aprendizagem  era valorizada como  produtos  que eram replicados e avaliados segundo a lógica de produção dos bens gerados nas fábricas-escolas. Os  sistemas escolares foram estruturados com base nas premissas Comenius (materno = pré-escolar, comum = primário, ginásio = ensino médio e academia = universidade) e como segmentos de produção separados, mas montados, estruturados de acordo com sua complexidade (idade, desenvolvimento físico). A premissa de Comenius que indicava que a  educabilidade  estava na natureza do ser humano passou a ser a alça da lógica capitalista na escola.

 

A perspectiva de Comenius foi enriquecida por outras propostas, nas quais trabalhei outras vezes. O  conhecimento  requeria então  processos mecânicos de memória, informação, compreensão e gestão de contexto, abrindo a possibilidade de experimentação e desenvolvimentos de memória, desenvolvimentos conceituais que eram avaliados pelo prisma da utilidade para o sistema, ou seja, para algumas das máquinas do capitalismo econômico, política, social, cultural e tecnológica.

 

A ideia de que para melhorar cada  todo  (máquina) era necessário aperfeiçoar as  partes  (que podem ser montadas) e evoluir detalhadamente os  mecanismos  (sistemas), facilitou a construção de uma epistemologia disciplinar da educação, dos processos de ensino-aprendizagem, dos sistemas escolares.

 

A dinâmica das escolas estruturava-se na ótica da  organização escolar  Comenius e a  lógica disciplinar  reforçava a ideia dos nós como  sujeitos. Os assuntos foram divididos em  objetivos sequenciais, à maneira de uma cadeia produtiva, e as  avaliações  cumpriram a função de  controle  na produção de conhecimento (mercadoria). A correlação de objetivos surgiu como expressão da  especialização com complementaridade  com outros saberes.

 

A  formação de professores  especializou-se nos componentes das  pedagogias, emergindo  especialistas  em cada uma das partes, a tal ponto que no final mal conheciam o todo; a ideia era que diretores, supervisores e autoridades educacionais em geral ficassem responsáveis ​​por coordenar a montagem dos processos.

 

Surgiram os especialistas em currículo, avaliação, planejamento, didática, inovações, gestão de sala de aula, gestão de campus. O  todo se fragmentou em partes  e a pedagogia deixou de ser compreendida em sua relação com o todo social. Mas era disso que o capitalismo da primeira e da segunda revoluções industriais precisava. Nos prelúdios da terceira revolução industrial, a especialização em pedagogia levaria à  autonomia das partes  da máquina pedagógica (currículo versus didática, avaliação versus gestão etc.), sem se tornarem novas máquinas, mas protótipos que competiam entre si.

 

 

 

  1. Terceira revolução industrial e processo de ensino-aprendizagem

 

 

As  máquinas da terceira revolução industrial  (1961-2021 / 2025), não eram mais de montagem e fricção, de movimento, aceleração e resistência, mas funcionavam com  circuitos  e  interconectividade, com impulsos e pulsos binários. As máquinas desse período foram construídas  fundindo princípios  que antes eram estanques, separados por disciplinas. Os parafusos, polias, engrenagens eram cada vez menos, as características das  máquinas  do capitalismo da terceira revolução industrial. As máquinas sociais, culturais, econômicas, políticas e tecnológicas que foram construídas sob a lógica da primeira e segunda revoluções industriais começaram a ver explodir suas nozes  (narrativas, imaginário) , rodas  (práticas, protocolos)  e ligamentos  (instituições).

 

A epistemologia do capitalismo da primeira e da segunda revolução industrial entrou em uma fase de mutação na terceira revolução industrial, porém, uma parte importante da resistência anticapitalista não conseguiu ver essa «evolução» do capital e continuou a fazer política para enfrentar a máquina velha; algo semelhante aconteceu com a esquerda pedagógica e um segmento significativo de  pedagogias críticas.

 

A terceira revolução industrial com o surgimento da lógica computacional construiu a sensação  de caos no ensino, aprendizagem e conhecimento. Para continuar avançando no desenvolvimento das  novas máquinas  e do capitalismo como um todo, as tabacarias disciplinares estavam obsoletas para o próprio capital. A máquina educacional newtoniana já era insuficiente para o novo, guiada pelos princípios da lógica binária e da física quântica.

 

Os jovens, meninos e meninas perceberam melhor essa  relação assíncrona, entre uma  máquina escolar newtoniana  que se desintegrava e o  novo funcionamento da máquina educacional capitalista da terceira revolução industrial. Isso estava começando a aparecer. Adultos, professores, formados em centros de formação de professores para ensinar e ver a aprendizagem segundo a velha máquina educacional, em muitos casos só conseguimos enxergar a posição dos mais jovens como déficit de atenção, problemas de sociabilidade e outras pseudo denominações, quando na realidade o que se passava era que captavam novos ritmos e características muito melhores da máquina educacional social, política, econômica, cultural e tecnológica do capitalismo do século XXI; Parecia a essas crianças (e parece) que, quando iam para a escola, estavam entrando em um museu.

 

A responsabilidade não era dos professores, mas do centro capitalista que não entendia bem como poderia formalizar, lançar e controlar as novas máquinas sociais que iam surgindo. Por isso, o período dos anos sessenta e parte dos anos setenta do século XX foi de  instabilidade , que se resolve com apelos ao  autoritarismo  ou pelo  abandono . Na educação, essa instabilidade foi encoberta com o falso rótulo de “crise educacional”.

 

O que deixamos claro a partir das pedagogias críticas é que a escola tinha que ser transformada (embora não soubéssemos bem como) para defender o direito à educação para todos, especialmente para os mais pobres e os mais excluídos que eram marginalizados do acesso ao que novamente, aos «brinquedos» e «artefatos» do mundo tecnológico da terceira revolução industrial. A escola, a  escola pública foi e, é, onde o encontro humano pode ser gerado para além da fragmentação e do domínio da sociedade de classes, para analisar, compreender, avaliar e decidir sobre aquele novo turbilhão tecnológico que não acabou de atingir casa, mas isso é determinante para ser social.

 

Mas a  vontade exige conhecimento científico  e para dizer a verdade faltaram espaço, flexibilidade conceitual e paradigmática para compreender a complexidade do novo. Mas a falta de compreensão por parte da resistência anticapitalista a este respeito não parou a luta de classes, nem parou de fazer sentir as novas formas de opressão.

 

Os campos experimentais do conhecimento vinculados ao capitalismo das décadas de setenta, oitenta e noventa do século XX, começaram a formar equipes multidisciplinares que deram lugar ao  paradigma transdisciplinar. O problema era que  escolas de máquinas,  escolas de máquinas,  universidades de máquinas, nunca sabiam por onde começar para reverter a mudança. Não entendiam quais peças deveriam ser trocadas, quais elementos deveriam ser fundidos, quais deveriam desaparecer e o que deveria ser criado, porque a autoimagem institucional sustentada por décadas era a de uma máquina educacional newtoniana. Isso foi o que foi coberto com o rótulo de “crise educacional”.

 

A morisqueta desse “debate-ação” fez, a partir das disciplinas e das disciplinas, o clichê da transdisciplinaridade ser apelado, sem terminar de construir uma  máquina escolar transdisciplinar. Mas a paralisia, a imobilidade, não são características da dominação, nem da luta de classes.

 

Éramos tão «ingênuos» na esquerda pedagógica que tentamos nos apropriar da transdisciplinaridade, dizendo que ser transdisciplinar era uma forma de resistir à visão disciplinar do capitalismo, quando na realidade estávamos nos referindo ao capitalismo da primeira e segunda revoluções industriais. Não acabamos de entender que a  transdisciplinaridade  era agora o olhar do capitalismo da terceira revolução industrial, a perspectiva, a  ontologia das novas máquinas . Assim, não resistíamos mais com o simples apelo à transdisciplinaridade porque o capitalismo havia assimilado essa premissa para melhorar seu funcionamento estrutural.

 

As reformas educacionais  poderiam apenas tentar arquivar ou polir superficialmente partes da velha máquina educacional newtoniana, mas serviram para destruir o conceito público de educação, para «expor» os professores e destruir a profissão docente, para abrir caminho ao desinvestimento em educação. Por isso, as reformas tornaram-se as contra-reformas táticas que varreram e fizeram controle de danos, enquanto  a substância da transformação radical dos processos de ensino-aprendizagem foi colocada na externalidade dos sistemas escolares.

Partindo da lógica do capital,  dois elementos  foram moldando o caminho para a construção da hegemonia no que diz respeito às supostas dimensões da «crise dos sistemas educacionais», da profissão docente e da escola. Procurou-se instalar nos cidadãos a ideia de que  “algo ia mal na educação”, para criar as condições para a possibilidade de se desenhar outra escola capitalista, abrindo caminho aos conceitos necessários para compreender e colocar em funcionamento a  nova máquina educacional do capitalismo. cognitiva da terceira revolução industrial.

 

O  primeiro, a construção de uma  cultura avaliativa  e, o  segundo, debates e iniciativas desde a externalidade escolar, desde as fronteiras institucionais para evidenciar  os impactos do mundo digital nos processos de ensino-aprendizagem  e na precária capacidade da escola pública, os centros de formação de professores(as) para se adaptarem aos novos. Vamos ver cada um deles.

 

Cultura Avaliativa

 

Em 1973, o chamado “Relatório Faure[1] da UNESCO indica que

“A revolução industrial, ao atingir um maior número de países, exige uma expansão da educação e traz consigo o surgimento do conceito de educação universal e obrigatória, historicamente vinculado ao do sufrágio universal” (p.58). Este relatório especifica que a educação “em termos orçamentais ocupa a segunda maior despesa pública do mundo, imediatamente a seguir às despesas militares (p.60), ao que acrescentam que apesar disso“ a sociedade rejeita os produtos da educação … [desde] enquanto até agora sociedades em evolução lenta (exceto para curtas fases de mutação) prontamente e voluntariamente absorvem os produtos da educação, ou pelo menos se acomodavam a eles; hoje em dia o mesmo não ocorre” (p. 62)

 

Essa perspectiva do relatório Faure nos leva a pensar na necessidade de verificar a eficiência dos  custos  educacionais quanto aos seus  resultados, elemento que viria a constituir o lugar de enunciação da  cultura avaliativa. O referido Relatório indica que dois elementos causais são evidenciados para o fato de que “a sociedade rejeita os produtos da educação”. Esses elementos, prossegue o Relatório Faure, mostram que a educação, na terceira revolução industrial, não atendeu a dois aspectos que foram referências básicas de suas ações ao longo do tempo: a) a  educação precede  e b) a  educação proporciona (p.61-62 ).

 

Na verdade, a educação precedeu o «desenvolvimento econômico»[2]  das sociedades desde a revolução industrial (justamente a primeira e a segunda revolução industrial), mas essa dinâmica começou a se romper com o desenvolvimento da terceira revolução industrial, algo que o próprio relatório Faure não consegue visualizar em toda a sua complexidade.

 

Por outro lado, o referido relatório indica que “pela primeira vez na história, a educação serve de forma consciente para preparar os homens para tipos de sociedades que ainda não existem” (p.62), o que constitui um sinal de alerta quanto à lacuna isso começa a ficar evidente entre ontem e hoje, entre a decolagem da terceira revolução industrial e o que se ensina nas escolas, colégios e universidades típicas da primeira e segunda revoluções industriais.

 

Os “três novos fenómenos” enunciados no Relatório Faure (antecede, prevê e a sociedade rejeita os produtos da educação)  evidenciam a incoerência da relação entre aceleração da inovação científico-tecnológica e educação no quadro do capitalismo da terceira revolução industrial.

 

A chegada da  globalização econômica  e a nova  globalização cultural da terceira revolução industrial  incorporam fortemente a noção de exclusão  ao léxico educacional  como um complemento à ideia de  cobertura escolar. A ideia de exclusão desempenharia um papel central nas justificativas para o estabelecimento da cultura avaliativa, no quadro da reestruturação capitalista, cujo elemento motriz foi (e é) a  aceleração da inovação.

 

As reestruturações capitalistas derivadas do impacto da terceira revolução industrial, da internacionalização do capital, ou seja, da globalização, geram críticas aos estados-nação, sua dimensão e o cumprimento precário dos objetivos que o capital estabelece para as economias e sociedades nacionais. Esse questionamento culminou na década de oitenta do século XX em propostas  de Reforma dos  Estados Nacionais  que se justificam pelas chamadas  crises de eficácia e legitimidade  da ação pública (CEPAL, ILPES, BID, Banco Mundial, entre outros).

 

Os chamados bancos de desenvolvimento e as organizações multilaterais do sistema das Nações Unidas argumentam que a crise é de  eficácia  porque as instituições públicas não atendem ao que foram concebidas e implementadas e, de  legitimidade, porque não expressam os interesses dos cidadãos. Neste último caso, a preocupação não é com as pessoas, mas porque as instituições não servem para criar o novo paradigma de redução do gasto público e que cada um “comece a administrar” sua vida; a legitimidade burguesa está ligada à intenção de que os cidadãos assumam uma parte importante dos custos da agenda social.

 

Essas observações têm uma correlação na educação, ao apontar que a crise da efetividade do Estado se expressa na crise da  qualidade educacional  (efetividade = qualidade) e a crise da legitimidade e na precária relevância da ação escolar (legitimidade = relevância educacional). A “crise educacional” adquire categorias de força que norteiam o discurso neoliberal.

 

A qualidade educacional torna-se um curinga que serve para justificar qualquer crítica à educação, enquanto a relevância aprofunda o consenso social sobre o que Faure (1973) apontou que “a sociedade rejeita os produtos da educação”.

 

Para resolver os problemas de qualidade e relevância educacional, o Banco Mundial, a OCDE, o BID, a CAF e a própria UNESCO passaram a apontar fortemente, na década de 80, que é necessário  avaliar os sistemas educacionais e de aprendizagem. Enquanto isso, os centros capitalistas ainda não definem claramente como querem que as escolas, colégios e universidades funcionem e funcionem, isso espalha a ideia de que a educação administrada pelo setor privado é melhor do que pelo setor público.

 

A  globalização  e  a globalização cultural  exigiram a  homogeneização  da sociedade mundial e a  padronização  das políticas públicas. A cultura avaliativa torna-se uma ferramenta fundamental para esses fins. Nesse contexto, a UNESCO decide convocar a  Conferência Mundial sobre Educação para Todos: Satisfação das Necessidades Básicas de Aprendizagem[3], que foi realizada em Jomtien, Tailândia, de 5 a 9 de março de 1990.

 

A  Declaração Mundial sobre Educação para Todos, que emana desta conferência, aprovada por 155 países, conclui que “o mundo está às vésperas de um novo século, cheio de promessas e possibilidades. Hoje estamos testemunhando um progresso genuíno em direção à distensão pacífica e maior cooperação entre as nações. O próprio volume de  informações  existentes no mundo, muitas delas úteis para a sobrevivência do homem e para seu bem-estar elementar, é imensamente maior do que o disponível apenas alguns anos atrás e sua  taxa de crescimento continua a acelerar” (Jomtein, 1990).

 

A declaração de Jomtein expressa sua preocupação com o impacto educacional da inovação e da aceleração das descobertas. A Educação para Todos (EPA)  planeja atuar no âmbito governamental e com a sociedade civil para evitar que o atraso de milhões de crianças e adolescentes se amplie e para melhorar os indicadores de cobertura da educação básica em âmbito global.

 

O paradigma da EPT é que, se crianças e adolescentes forem deixados fora da escola, eles não serão capazes de entender o que há de novo que está surgindo, nem de se inserir no mundo, ampliando assim o hiato de exclusão; a educação continua a desempenhar um papel equalizador dessa perspectiva. No entanto, a EPT também surge como a afirmação que reúne o esforço de  padronização  e  homogeneização  das políticas educacionais da educação básica para tentar romper as desigualdades e exclusões.

 

Em meados dos anos noventa, a UNESCO formou uma Comissão para preparar o  Relatório Internacional sobre a Educação para o Século 21[4], composta por Jacques Delors (presidente), Al Mufti Isao Amagi, Roberto Carneiro, Fay Chung Bronislaw, Geremek William Gorham, Aleksandra Kornhauser, Michael Manley, Marisela Padrón Quero, Marie-Angélique Savané, Karan Singh, Rodolfo Stavenhagen Myong, Won Suhr Zhou Nanzhao. Esta comissão apresenta o texto denominado “A educação contém um tesouro”. O documento levanta uma série de questões [i] , mas neste ponto vou me concentrar em destacar que o chamado Relatório Delors confirma que “opções educacionais são opções para a sociedade. Como tal, eles exigem um amplo debate público em todos os países, com base na avaliação exata dos sistemas educacionais” (p.38).

 

Delors e sua equipe avançam na definição do que consideram os  pilares fundamentais da educação  para e do século 21: Aprender a saber (o que é novo), Aprender a fazer (o que é necessário agora), Aprender a viver juntos (em um novo modelo social) e Aprender a conviver com os outros (os diversos, os retardatários), ou seja, em  relevância com a equidade . Para Delors, só é possível alcançá-lo com uma cultura avaliativa nas redes de ensino.

 

O discurso  e a  institucionalização  da  cultura avaliativa  andam de mãos dadas e começam a se tornar o centro dos debates globais. Os elementos que acompanham essa operação política de reengenharia planetária dos sistemas educacionais são o discurso sobre a incapacidade das escolas, do ensino médio e das universidades de compreender o impacto da inovação, a mudança cultural dos mais jovens e dos jovens, a onda transformadora do mundo digital em sala de aula e as potencialidades da educação virtual.

 

Uma década depois de Jomtein, em Dakar, em abril de 2000, os países membros se reúnem para monitorar a EPT e traçar uma estratégia para acompanhar os dois ODM (Objetivos de Desenvolvimento do Milênio) associados à educação que as Nações Unidas estavam construindo. Em Dakar, o chamado “Marco de Ação de Dakar: Educação para Todos: cumprindo nossos compromissos comuns (com os seis marcos de ação regionais)”[5]  é aprovado. Este Marco de Ação menciona que “muitos países continuam tendo dificuldades em definir o significado, propósito e conteúdo da educação básica em um mundo em  rápida mudança , bem como em  avaliar os resultados e conquistas da educação ” (p.13) . Em Dakar, a visão do EPT de  incluir nas salas de aula,  igualar  na compreensão do que há de novo e  avaliar o  que se faz na educação.

 

Enquanto a ONU promove os Objetivos de Desenvolvimento do Milênio (ODM, 2000-2015) como um esforço planetário para padronizar práticas e decisões de governo, a EPT se constitui no espaço que desenvolve as premissas dos Relatórios Faure e Delors (que veremos adiante) em questões educacionais. Ambas as iniciativas, ODM e EFA, estão padronizando os esforços de políticas públicas.

 

Na “Reunião do Grupo de Alto Nível sobre EPT de 2011”, a Diretora-Geral da UNESCO, Dra. Irina Bokova, apelou a uma maior urgência para alcançar os objetivos de Educação para Todos, afirmando que “a educação precisa, finalmente,  abordagens inovadoras para responder às complexas demandas da globalização e aproveitar ao máximo as possibilidades oferecidas pelas tecnologias de informação e comunicação” (2011). A UNESCO continua a construir um discurso para abrir caminho para a cultura digital na sala de aula.

 

Durante o Período de Impulso da EPT (1990-2015), os indicadores de cobertura melhoraram significativamente e consolidou-se o paradigma das  competências educacionais, que nada mais é do que tentar se adequar ao que Faure considerava os novos fenômenos da educação, a capacidade de  preceder  (desenvolvimento econômico e tecnológico) e  prover  (os profissionais necessários).

 

Essa linha continuaria até o fechamento do balanço do EPT na Coreia do Sul (2015). O documento EPT (2015) especifica a que se refere quando se fala de competências, uma vez que “em muitas línguas existem diferentes termos para se referir a isso, mas lá eles especificam que as capacidades são inatas e as  competências são adquiridas através da experiência em contextos tanto escolar como não escolar.”[6] (p.129).

 

Na viagem anterior a Incheon, o discurso das competências está associado a  responsabilização, fortalecendo a  cultura avaliativa padronizada, expressa no texto da Declaração de Lima [ii]  (2014) em seu décimo nono ao afirmar que “nós somos determinados estabelecer marcos de políticas que  promovam responsabilidade  e transparência, e fortaleçam a participação de todos os atores envolvidos (como organizações da sociedade civil, comunidades, famílias, professores / as, alunos e outros parceiros locais) em todos os níveis do sistema educacional”.

 

Em Incheon, Coreia, durante o mês de maio de 2015, é realizado o balanço global final da Educação para Todos (EFA), com o objetivo de revisar as conquistas de Jomtein (1990), Dakar (2000), Jomtein (2011) até aquela data e definir metas futuras. A reunião de Incheon concorda em incorporar um objetivo educacional aos objetivos de desenvolvimento futuro das Nações Unidas e seu equilíbrio futuro é refletido no documento intitulado “Declaração de Incheon. Educação 2030: para uma educação de qualidade inclusiva e equitativa e aprendizagem ao longo da vida para todos”.[7]

 

O número 9 da Declaração de Incheon afirma que “estamos comprometidos com a educação de  qualidade  e com a melhoria dos resultados da aprendizagem, para o que é necessário fortalecer os insumos, processos e  avaliação dos resultados  e os  mecanismos para medir os resultados. progresso” (2015). Em outras palavras, o encontro da EPT com os ODS dá continuidade à linha de trabalho desenvolvida nas décadas de setenta e oitenta do século XX, de avaliação justificada da qualidade, à qual se complementam as noções de  inclusão  e  equidade.

 

Nesse mesmo ano, em Nova York, em setembro de 2015, com a aprovação de 193 países, surgiram os dezessete Objetivos de Desenvolvimento Sustentável (ODS) para o período 2015-2030. Os ODS são o consenso global para a orientação estratégica das políticas públicas dos Estados nacionais, cujo cumprimento tem impacto nos mecanismos de financiamento internacionais. Os ODS e especialmente o ODS4 parecem estar na linha de  transferir a soberania  do nacional para o supranacional, típico das demandas do modelo econômico, político, social, cultural e tecnológico da quarta revolução industrial em processo de desembarque. A apropriação da soberania nacional, algo que o primeiro Diretor-Geral da UNESCO, Sr. Julian Huxley, já havia proposto como tarefa do organismo multilateral.

 

Dentro dos ODS, está contemplado o número quatro, denominado qualidade educacional, que estabelece as  metas  e  indicadores  pactuados, na nova fase de padronização global das políticas educacionais, vinculada à avaliação da qualidade. De fato, dentro da implementação do ODS4 está contemplado que durante o período de vigência (2015-2030), todos os países devem estabelecer  órgãos locais e independentes para a  avaliação  da qualidade educacional.

 

Há três décadas, no marco da tomada do capital nacional sobre as economias e burguesias locais da América Latina e do Caribe (ALC), a Socialdemocracia promoveu duas candidaturas abertamente neoliberais nos anos oitenta do século XX: Salinas de Gortari no México e Carlos Andrés Pérez (CAP) na Venezuela. CAP o objetivo seria evasivo, enquanto Gortari conseguiu pavimentar o caminho. Salinas de Gortari constrói as condições de possibilidade para a UNESCO, em 1994, sob o mandato de seu sucessor Ernesto Zedillo, na cidade de Monterrey, México, de estabelecer o  Laboratório Latino-Americano de Avaliação da Qualidade Educacional (LLECE).

O LLECE surgiu em 1994 sob os auspícios e bênção do neoliberalismo educacional. O LLECE-UNESCO eleva a cultura avaliativa a outro patamar, conferindo-lhe uma hierarquia institucional, algo que desde a década de setenta tem representado para os sistemas escolares do mundo sem alcançar maiores resultados.

 

O LLECE propõe como rota de avaliação dos sistemas educacionais, a avaliação da aprendizagem; É assim que os testes PERCE[8]  (1997), SERCE[9] (2004/2008), TERCE[10]  (2015) e atualmente ERCE[11] surgem  em dezoito países da ALC. O LLECE se reporta ao departamento de estatísticas da UNESCO, um dos escritórios em que o Sr. Andreas Schleicher gravitaria como um funcionário deste órgão multilateral.

 

Em 1995, Schleicher, que na época fazia parte da equipe de Educação da UNESCO, levantou em reunião em Paris com representantes de 28 países pertencentes à OCDE, a possibilidade de realizar “um exame global que permita a comparação internacional dos desempenhos de cada sistema educacional e estabelecer ferramentas para a sua melhoria” 2018 (El Confidencial[12]), com base no fato de que a formação do LLECE não gerou resistências de sindicatos, sindicatos, intelectuais ou governos; em outras palavras, a hegemonia estava madura para começar a dar frutos práticos em escala planetária.

 

Schleicher não conseguiu obter apoio imediato, mas teceu um elo nunca explicitado entre a UNESCO e a OCDE, para a montagem dos testes PISA. Em 2001  seriam conhecidos os primeiros resultados da primeira geração de testes do PISA[13] [13] (2001-2007) e posteriormente, o ex-funcionário da UNESCO, Andreas Schleicher passaria a dirigir pessoalmente (não mais remotamente da UNESCO), a segunda geração dos testes PISA (2008-2020).

 

A cultura avaliativa passou a contar com instituições, uma regional, o LLECE, e outra global, o OCDE-PISA, que sob o pretexto de monitorar a aprendizagem e a qualidade educacional reforçam o que Faure definiu como “a sociedade rejeita os produtos da educação”. Essas instituições buscam construir a  nova máquina educacional da terceira revolução industrial , a partir da desmontagem da anterior, com as  ferramentas  fornecidas pela  avaliação padronizada.

Em 2014, a UNESCO convoca uma Comissão Internacional para atualizar os Relatórios Faure (1973) e Delors (1996), que colocam os desafios atuais da Educação. Esta Comissão apresentaria o documento “Repensando a Educação: Rumo a um bem comum global?” [iii] Este relatório implica um salto na conceptualização da uniformização das políticas educacionais, da  cultura  avaliativa e da governação educacional supranacional e, que destacaria o “fosso crescente entre educação e emprego”, o papel dos “educadores na sociedade do conhecimento” e “repensaria a educação para a cidadania em um mundo diverso e interconectado”. Este documento estaria muito mais orientado para o segundo dos elementos, o da educação virtual como um novo paradigma, por isso o desenvolveremos posteriormente.

 

Os resultados dos testes LLECE e PISA estão mudando o foco da avaliação da aprendizagem para a avaliação dos professores. Vai-se construindo um imaginário de que a educação tem graves problemas de qualidade e que os educadores têm um peso muito grande nessa realidade negativa. Começa agora a surgir a necessidade de avaliar professores, algo que já foi feito no Chile e que se estende por todo o continente (México, Colômbia, entre outros).

 

O caso do México é especialmente instrutivo, no qual a reforma do ex-presidente Peña Nieto, tentou desenvolver avaliações punitivas de professores por meio do Instituto Nacional de Avaliação da Educação (INEE). Algo que ele não conseguiu realizar devido à resistência da Coordenadoria Nacional dos Trabalhadores na Educação (CNTE) daquele país.

 

E nessa corrida chegamos à crise educacional, do ponto de vista educacional, associada à pandemia do Coronavírus. A forma como a suspensão das atividades presenciais tem sido gerada em diversos países e a desorientação que isso tem causado não só no sindicato educacional, mas na população em geral, tem contribuído para o fortalecimento da cultura avaliativa, neste caso sobre a capacidade de os professores prevêem  e  fornecem  (Faure, 1973).

 

A nova máquina educacional da terceira revolução industrial abre caminho com o paradigma da educação virtual. A nova máquina não é educação virtual, mas sim serve para acabar com o desalinhamento e iniciar a desinstalação da máquina educacional newtoniana.

A educação virtual como novo paradigma

 

Entre 1961 quando o Unimate era conhecido   e em que a  terceira geração de computadores surgiu  com o IBM 360, até a apresentação em 1977 do computador pessoal Apple II, o  epicentro  da inovação e do conhecimento saiu rapidamente do eixo.

 

A instalação do «Unimate», o primeiro robô industrial colocado na Ewing General Motors, permitiria  ligar  os campos da  informática  e da  robótica  nos  meios de produção . A computação de terceira geração e a robótica industrial possibilitaram o desenvolvimento da terceira revolução industrial, ampliando a automação e incorporando “trabalho” não humano aos ciclos de produção.

 

É neste contexto que se gera o Relatório Faure e as tentativas de redução da responsabilidade dos Estados-nação, assunto de que já falamos no ponto anterior. Quando Faure aponta que “a sociedade rejeita os produtos da educação”, ele se preocupa com as poucas respostas que escolas, faculdades e universidades estão dando em relação ao novo, o que preocupa o capital. Os ministérios da educação respondem lentamente às demandas do mercado, mas não param de desinvestir na educação pública, afetando assim os mais pobres.

 

Parece que para os sistemas escolares o desembarque da terceira revolução industrial foi uma questão de artefatos e equipamentos, de inovações externas ao seu trabalho, não percebendo o impacto do novo nas demandas que passaram a girar em torno das instituições de ensino e, especialmente porque a  máquina escolar newtoniana  perdeu sentido  para a nova realidade.

Quando a escola atingiu uma velocidade moderada na percepção diária da aceleração da inovação científica e tecnológica, pensava-se que todas essas “novidades” impactariam a educação décadas depois, quando os governos tivessem dinheiro para comprar os equipamentos para ensinar as escolas.

 

As  escolas  “precedentes” não entendiam que agora faziam  arqueologia conceitual e paradigmática, e que esse papel estava sendo contestado pela crescente influência dos  meios de comunicação  e pela construção de uma cultura de consumo de novas tecnologias.

O papel do  complexo industrial cultural  adquiriu uma relevância de primeira ordem na construção de  imaginários, narrativas  e  perspectivas, de apropriação do emergente, tarefas antes atribuídas às escolas. Apesar disso, várias universidades de formação de professores (inicial e contínua) e centros de formação de formadores incorporaram ao seu currículo o estudo de mercadorias do cinema, televisão, música, banda desenhada, imprensa na construção do conhecimento.

 

Os poucos estudos sobre as  mercadorias  do complexo industrial cultural foram análises críticas de seu papel, mas não compreenderam totalmente a  disputa cognitiva, a tensão que esta gerava em relação às instituições educacionais. A televisão em cores e o surgimento da indústria de videoclipes nos anos 80 reafirmaram essa tendência.

 

O aparecimento dos  laptops  Epson HX-20 (1981), Osborne 1 (1981) e Microtor I (1985) deixou claro que a computação e a computação logo estariam ao alcance de todos. Multiplicavam-se as críticas à incapacidade das escolas de desenvolver o novo, enquanto os centros de formação de professores a viam como uma externalidade que não chegaria às escolas antes que os atores daquele momento se aposentassem. Os sindicatos de professores começaram a desenvolver um discurso antitecnológico justificado na impossibilidade de acesso a ela pelas desigualdades sociais existentes, o que, embora fosse verdade, nos impedia de pensar na dimensão pedagógica do que estava por vir.

 

O console  Nintendo 64  colocou milhões de crianças e jovens em contato com o mundo digital, com a computação ligada ao dia a dia. Embora não tenha sido o primeiro  videogame, pelo menos o mais popular da América Latina e o que se popularizou na linguagem e ocasionalmente no uso dos setores populares.

 

As escolas viam os  videogames  como uma  distração  do tempo de aprendizagem em casa, e a formação de professores não ensinava a lógica funcional dessas dinâmicas, nem exploravam a possibilidade de seu uso para fins educacionais. Os estudos nesse sentido foram poucos, mas com impacto limitado na formação de professores e na prática diária dos educadores.

 

O advento da  Internet  nos anos 90, a passagem do sistema operacional MS-DOS (1985) para o Windows 95, a popularização das páginas web, implicou uma  ruptura no diálogo geracional  entre os chamados “nativos digitais” e seus predecessores “os imigrantes digitais”, muito mais com os “analfabetos tecnológicos”.

 

Muito poucos ministérios da educação e sindicatos de professores trabalharam no  impacto da tecnologia na educação  além da dotação como um problema, parecia que a onda de choque nunca iria chegar ou eles estavam esperando por um modelo para copiar.

 

Precisamente ONGs internacionais e corporações de TI, como Google ou Microsoft, perceberam essa lacuna no conselho e concentraram uma parte significativa de seus orçamentos no desenvolvimento de uma  nuvem educacional  e milhares de  conteúdo  digital  associado, bem como programas de alfabetização digital; a  neoprivatização da educação  estava em andamento, agora suportado pela disputa sobre o espaço e conteúdo digital. Por outro lado, da resistência anticapitalista, os esforços para apresentar alternativas para outro uso do mundo digital na sala de aula, em consonância com as propostas emancipatórias, eram praticamente inexistentes.

 

As redes sociais, e seu uso massivo, não só pelos jovens, mas diretamente por 20% e indiretamente por 80% da população mundial, mostraram que a  hegemonia da era digital  já era um fato concreto. Apesar das possibilidades de utilização de alguns deles para a construção da resistência social, como mostram os neo Zapatistas, o movimento Somos 132, a juventude do Chile, o movimento 15M, as feministas e mais recentemente os coletes amarelos, a esquerda pedagógica, mantenho distância do “vírus” da educação digital em sala de aula.

 

Quando vou dar uma palestra em qualquer país ou auditório onde estejam os professores, faço um rápido levantamento visual e descubro que pelo menos 90% deles tem celular habilitado para trabalhar com  redes sociais, vídeos, interatividade, etc. Mas, o problema é que não é apenas um grupo importante deles que não sabe como explorar seu potencial, mas muitos nem mesmo têm vontade de aprender, como se isso não os afetasse.

Para isso contribui o trabalho sindical voltado para a economia, estabilidade e carreira docente com  desprezo pela alternativa pedagógica. Isso é evidenciado nas poucas publicações pedagógicas do movimento docente anticapitalista ou em seu baixo volume impresso, bem como nas poucas páginas sindicais dedicadas ao debate pedagógico.

 

Não existe uma  cultura de leitura digital  de documentos e livros, mas também não são impressos; o pragmatismo das chamadas “cápsulas de mensagem alternativa”, tentando emular a lógica dos mais jovens, esconde que tem sido negligenciado na formação crítica das novas gerações de sindicatos e dirigentes sindicais. Claro, isso tem exceções com esforços como os realizados pela CTERA na Argentina ou FECODE na Colômbia e agora ASOPROF, porém, nos últimos tempos, com cobertura limitada.

 

Mas houve algumas reações. Em 1996, um grupo de Reitores de universidades da América Latina e do Caribe, reunido em Havana, Cuba, gerou uma declaração e convocação para uma Conferência Mundial de Educação Superior (CMES). A Declaração de Havana expressou a preocupação das autoridades universitárias com o impacto da tecnologia no direito à educação. A virtualização estava emergindo como uma preocupação.

 

O apelo ao CMES levanta uma agenda ambiciosa que contém os seguintes pontos: 1 –  As demandas do mundo do trabalho. 2 – Ensino superior e desenvolvimento sustentável. 3 – Contribuição para o desenvolvimento nacional e regional. 4 – A formação de pessoal de ensino superior: uma missão permanente. 5 – Ensino superior para uma nova sociedade: a visão do aluno. 6 –  Do tradicional ao virtual: as novas tecnologias de informação. 7 – Ensino superior e pesquisa: desafios e oportunidades. 8 – A contribuição do ensino superior para o sistema educacional como um todo. 9 – Mulheres e educação superior: questões e perspectivas. 10 – Promover uma cultura de paz. 11 –  Mobilizando o poder da cultura. 12 – Autonomia, responsabilidades sociais e liberdade acadêmica.

 

O debate sobre a virtualidade, o mundo digital e a aceleração da inovação não foi conclusivo e foi realizado nas Conferências de Cartagena (2008) e Córdoba (2018). O que ficou claro foi a  distância entre o que nós universitários estávamos discutindo e a demanda do meio ambiente  da terceira revolução industrial e o rumo a uma quarta revolução industrial.

A  academia  continuou a ser o refúgio mais importante para a defesa dos grandes valores da humanidade, a defesa dos direitos sociais incluindo a educação e a democratização do conhecimento, mas certamente expressa hoje um  déficit de atualização paradigmática.

 

Nesse percurso, a UNESCO publicou dois textos que expressam a pressão do mercado e do modo de produção capitalista pelo uso de tecnologia de ponta na educação. O primeiro, denominado “Diretrizes para políticas de aprendizagem móvel[14] (2013) e, o segundo, “O futuro da aprendizagem móvel: implicações para o planejamento e formulação de políticas[15]. Analisaremos ambos os documentos com mais detalhes posteriormente, mas neste momento estamos interessados ​​em destacá-los como antecedentes para a preparação do “Relatório da UNESCO sobre Ciências: Rumo a 2030”[16], onde é feito um inventário detalhado das capacidades institucionais existentes no mundo em termos de pesquisa, arquitetura tecnológica e inovação.

 

Nesse mesmo ano, foi realizada uma reunião na China para trabalhar a convergência do desenvolvimento científico, tecnológico e digital com o ODS4 recentemente aprovado pela ONU. Desse encontro emana a chamada “Declaração de Qingdao: 16 oportunidades digitais, transformação da educação”[17](2015). Os participantes elaboram um comunicado, no qual o número 3 de seu preâmbulo afirma que “inspirado por uma visão humanística da educação, baseada nos direitos humanos e sociais de justiça, e dados os notáveis ​​avanços nas TIC e a rápida expansão da Internet / conectividade, que hoje de fato tem o mundo cada vez mais conectado, exigindo conhecimento e familiaridade sobre as TIC de meninas e meninos, mulheres e homens ”, continuam com o numeral 4, lembrando que “para alcançar os objetivos de inclusão e equidade da qualidade da educação e da aprendizagem ao longo da vida como meta para 2030, as TIC – incluindo a aprendizagem móvel – devem ser utilizadas para fortalecer a educação”. Em seguida, no número sete, introduzem o conceito de “ Recursos Educacionais Abertos (REA) ” e soluções abertas, colocando a atualização sobre a externalidade das escolas, desconsiderando a capacidade endógena de desenvolver competências pedagógicas e institucionais para enfrentar os desafios do aceleração da inovação na educação. Este texto constitui um marco conceitual para a privatização da educação vinculada ao desenvolvimento das tecnologias de comunicação.

Em maio de 2019, a Unesco convocou em Pequim, na China, a  Conferência Internacional de Inteligência Artificial na Educação , sob o lema “ Planejando a educação na era da IA:  um passo à frente ”, que teve como objetivos: a) discutir as possibilidades de se antecipar às competências necessárias para viver na era da Inteligência Artificial (IA) e compartilhar experiências no desenvolvimento dessas competências, o que deve permitir às pessoas se adaptarem a uma sociedade em que que a IA tem seu lugar; b)  trocar informações sobre as últimas tendências em IA e como elas ajudam a moldar a educação e o aprendizado ; c)  avaliar lições aprendidas com novas políticas e estratégias nacionais que permitem o uso da IA ​​como ferramenta para atingir o ODS 4; e d) fortalecer a cooperação e alianças internacionais com o objetivo de promover o uso equitativo, inclusivo e transparente da IA ​​na educação.

 

Deste evento surgiu denominado “Primeiro consenso sobre inteligência artificial e educação” (2019). Ao contrário de outros instrumentos surgidos de conferências mundiais, esta afirmação é contundente e precisa ao apontar a iminência e impossibilidade da mudança 360º em uma espiral ascendente e concêntrica, que nós reunimos “revisamos as tendências recentes na evolução da IA ​​e seu profundo impacto nas sociedades humanas, nas economias e no mercado de trabalho, bem como nos sistemas de educação e aprendizagem ao longo da vida. Examinamos as implicações da IA ​​para o futuro do trabalho e do desenvolvimento de habilidades e consideramos  seu potencial para remodelar as bases fundamentais da educação, ensino e aprendizagem”, concluindo que deve ser levada em conta “a natureza multidisciplinar  da IA ​​e seu impacto na aprendizagem”. Em outras palavras, enquanto os sistemas educacionais do mundo estão um caos devido ao uso da virtualidade, o sistema como um todo requer o uso educacional da inteligência artificial para continuar avançando.

 

 

  1. A transição da educação entre a terceira e a quarta revolução industrial

 

A nova máquina educacional capitalista de lógica difusa e convergência caótica

 

Como apontamos anteriormente, o capitalismo estruturou a sociedade e seus sistemas (incluindo os sistemas educacionais) por meio da lógica disciplinar e em analogia ao funcionamento da máquina newtoniana (peças montadas, cintos, ponto de partida, movimentos, resistências, soluções lineares e matriciais).

 

A pedagogia e a atividade em sala de aula seguiram essa lógica sequencial. Os saltos e imprevistos foram vistos como erros, não como sinais de crescimento exponencial, na nova forma de construir e divulgar o conhecimento. Quando ocorreram em sala de aula saltos que quebraram a sequencialidade (espaço) e temporalidade (tempo) das partes que o montavam, o sistema interveio nos seus regimes de vigilância (gestão curricular, cumprimento de objetivos, entre outros), punição (notas, listas de honra, bônus, etc.) e separação (aprovado, em aprendizagem, reprovado, expulso). A fábrica da escola era uma réplica ornamentada da máquina capitalista newtoniana. Para cada um dos estágios das velhas e novas máquinas educacionais capitalistas, havia um paradigma. Vejamos uma breve tabela que nos mostra a síntese paradigmática do que estou apontando:

 

Tabela 1. Paradigmas educacionais por revoluções industriais

 

Revolução Industrial Paradigma
Primeiro e segundo Disciplina
Terceiro Congestionamento da rigidez disciplinar e da transdisciplinaridade como abertura a novos requisitos
Transição entre a terceira e a quarta revolução industrial A educação não é boa para o que é necessário. Crise educacional como síntese da transição
Trimestre Convergência e fusão disciplinar em novos campos integrados de conhecimento. Nem o disciplinar nem o transdisciplinar interpretam a nova estrutura do conhecimento e dos processos de ensino-aprendizagem. A lógica difusa e o caos convergente e móvel, singulares para cada espaço e tempo, parecem ser o corpus ontológico do novo que começa a se manifestar.

Os paradigmas nos conduzem e se expressam em conceitos. Para o capitalismo industrial, a escola está associada à instrumentalização da escolarização e a uma parte importante da educação. A escolaridade é a operacionalidade institucional do paradigma educacional do capitalismo, dirigido pelos ministérios da educação. Se revisarmos a maioria das leis e marcos constitucionais nacionais de educação, descobrimos que os elementos de força a partir dos quais o conceito de escola é elaborado em cada local é o resultado da convergência de três tarefas principais atribuídas à educação ( escola) e o campus: o primeiro, construir a cidadania pelo modelo de governança política vigente; em segundo lugar, o chamado desenvolvimento integral da personalidade, que nada mais é do que capacitar o indivíduo para o modelo de consumo; e, terceiro, construir um piso de base mínimo que permita a expansão da mentalidade mercantil do conhecimento , da ciência e da tecnologia, com o intuito de que o conhecimento que se elabora seja relevante e de qualidade para o modo de produção capitalista de cada um momento histórico.

 

Por isso, nas décadas de setenta e oitenta passou a dizer-se que a crise escolar era de qualidade (eficácia) e relevância (legitimidade), como forma de expressar que o modelo de cidadania, consumo e construção do conhecimento era a mudança e os sistemas escolares não deram resposta educacional a ela. Esse déficit instalou a necessidade, a exigência da cultura avaliativa que acabou dando argumentos para promover mudanças gatopardianas e, uma corrida imparável por reformas que não acabou explicitando o que era que deveria ser modificado estruturalmente.

 

Essa dinâmica instalou no século XXI a noção de crise educacional como um pseudoconceito que permitiria o surgimento de um novo maquinário educacional. É claro que um pseudoconceito como esse costuma ser difícil de traduzir para um professor mal treinado vincular o pensamento abstrato à realidade concreta da sala de aula. A crise educacional como um pseudoconceito expressou o paradigma de transição entre a terceira e a quarta revolução industrial.

 

O paradigma capitalista que comunica e constrói hegemonia quanto a que “a educação não serve ao necessário”, fundamenta a elaboração de um pseudoconceito de “crise educacional” que se expressa em diferentes formas de déficits de qualidade e relevância. Esse tipo de trava-língua cria um “consenso social” de que a educação deve ser radicalmente mudada, que a máquina educacional newtoniana deve ser desmontada e uma nova máquina escolar colocada em operação.

 

O conceito, ou melhor, este pseudoconceito conduz a uma lógica operacional. Essa ação tática se expressa em dois níveis: desmontar o antigo e montar o novo. Mas como não existe um conceito, mas um pseudoconceito, é difícil desenvolver e comunicar um manual de instruções. A desmontagem fica pela metade e a possibilidade de montagem se confunde com a maquiagem das antigas. A ideia de uma crise educacional permanente nos leva a pensar que devemos desmontar o que temos e montar algo novo que não esteja claro do que se trata.

 

O fio condutor entre o que se afirma nos relatos de Faure (1973), Delors (1996) e “Educação como bem público” (2015) é evidente, no que diz respeito à percepção social de que a educação prevê cada vez menos (qualidade) e tem menos capacidade de fornecer (relevância). Mas o pseudoconceito de «crise educacional» expressa uma decisão do capitalismo sistêmico de buscar um novo modelo educacional e escolar que seja útil para o desempenho do modo de produção capitalista na transição entre a terceira e a quarta revoluções industriais.

 

É preocupante que a falta de um debate deste tipo nos encontre sem ferramentas teóricas e práticas para não sermos arrastados para o moinho de uma nova lógica de funcionamento escolar, sem a possibilidade de empreender resistências reais. Em outro caso, a crítica à velha máquina educacional newtoniana sem precisão do horizonte de transformação do capitalismo, como disse antes, pode nos levar a defender formas passadas de opressão escolar diante da incompreensão das novas opressões e muito menos do caminho para construir alternativas.

 

Portanto, procuremos pensar a estrutura funcional que teria a nova máquina educacional capitalista, para tentar antecipar suas expressões na educação e suas demandas para os processos de ensino-aprendizagem, ou seja, para o ensino, a formação de formadores e as ciências pedagógicas.

 

Não queremos cumprir a tarefa do capitalismo, mas sim entender o que ele está tentando fazer, para iluminar a resistência anticapitalista e fortalecer a construção de uma escola pública, um projeto de educação libertadora e uma ação de pedagogias críticas em um contexto mundial de crescentes desigualdades e opressões, no quadro da aceleração da inovação científico-tecnológica.

 

Já explicamos a lógica das estruturas montáveis ​​e fixas dos sistemas escolares, como dinâmicas que emulam a obsoleta máquina educacional newtoniana para a lógica reprodutiva do capital no século XXI. O problema está em conhecer a estrutura da mutação e estar disposto a percorrer o caminho que nos mostra como esta se concretiza na máquina social, do saber e do saber, rompendo com o modo de agir que se instalou com a primeira e a segunda revolução industrial.

 

Vamos rever, na primeira e na segunda revoluções industriais, o desenvolvimento disciplinar serviu para ir ao detalhe do conhecimento, desenvolver as ciências e contribuir com cada um desses campos para a aceleração do conhecimento. Todo o desenvolvimento disciplinar relativo à aceleração da inovação foi concebido como partes de um todo. Cada um melhorou da melhor maneira possível o desenho e o funcionamento da peça que lhe correspondia, para que a máquina como um todo melhorasse sua velocidade, produção e eficiência. Era a lógica disciplinar dos processos de ensino-aprendizagem, o ensino por disciplina, por sua vez, era o ideal, mesmo para promover “vocações”.

 

Na terceira revolução industrial, a computação não poderia se desenvolver sozinha, sem a eletrônica, a filosofia, o estudo dos componentes químicos e das qualidades físicas dos materiais, a compreensão da cognição humana e sua ligação com a lógica binária, sem matemática e cálculo quântico. Então o software exigiria o manuseio de todo o conhecimento. Mas lá, a princípio, equipes especializadas por disciplinas ainda prevaleciam, até que em um segundo momento as equipes de trabalho se tornaram transdisciplinares para contribuir com mais eficiência em cada segmento dos processos de aceleração da inovação.

Porém, como já dissemos, as universidades e a educação pensavam que, para entender a realidade, isso agora exigia o olhar de diferentes disciplinas, mas cada uma «do seu lado». A ideia de quebra-cabeças, de peças de Lego, norteou esse olhar, que é apenas um rearranjo da lógica da máquina newtoniana. Desse ponto de vista, a realidade acabou sendo um produto feito da soma de diferentes peças para compor a pintura final.

 

Isso se expressou na educação básica nas chamadas áreas de aprendizagem como uma “tentativa” malsucedida de superação de visões disciplinares, que, em termos práticos, resultou mais em desenvolvimentos para os meninos do que em abordagens de trabalho para os professores. Nas universidades, a transdisciplinaridade se expressava nas teses de pós-graduação nos “enquadramentos” (históricos, sociais, culturais, tecnológicos etc.), mas cada um permanecia o guru de uma disciplina.

 

Na fase final da terceira revolução industrial e no surgimento da quarta revolução industrial, o funcionamento e os processos de sua construção mudaram no campo da produção e construção do conhecimento capitalista de vanguarda, se não olharmos os manuais de gestão do google , por exemplo.

 

As equipes de pesquisa e liderança da inovação capitalista eram constituídas por dinâmicas transdisciplinares, com gestão básica de diferentes campos, que apelavam a pequenos grupos especializados para resolver problemas específicos de lógica convergente. O disciplinar passou a ser um auxiliar, uma questão subordinada à condução convergente do conhecimento. Mas a escola, o liceu, a universidade, os ministérios da educação não perceberam ou a imobilidade por medo de errar os paralisou. Isso confirmou o pseudo-conceito de «crise educacional» como o originador das tentativas fracassadas de mudança.

 

O problema é que na maioria dos casos se pretendia fazer uma mudança nas próprias estruturas que estavam obsoletas. Os sistemas educacionais relutaram (in) em dar lugar a essa nova lógica, pois isso implicará em colocar a mesa sobre a qual estudamos e trabalhamos “de cabeça para baixo”.

 

Poucos estudos abordaram a compreensão do problema a partir dos ciclos das revoluções industriais, seu impacto sobre o modo de produção capitalista e a mobilidade das demandas que este gerou nos sistemas educacionais. Por isso, a metáfora da máquina educacional newtoniana nos parece útil para entender o congestionamento escolar e avaliar o surgimento da nova máquina em construção. Cada revolução industrial exigia um novo tipo de máquina, mas a máquina educacional newtoniana recusou-se a se transformar.

 

 

 Tabela 2. Lógica das máquinas educacionais capitalistas

Revolução Industrial Tipo de maquinas
Primeiro e segundo Especializado para melhor cumprir tarefas precisas.
Terceiro Máquinas que podem ser utilizadas em diferentes áreas do trabalho e da sociedade. Exigem conhecimento de disciplinas em abordagens multidisciplinares e transdisciplinares, antes consideradas erráticas
Transição entre a terceira e quarta revolução industrial Integração de análise de metadados, inteligência artificial e comportamento social
Trimestre Máquinas que se adaptam a todos os territórios e contextos guiados por inteligência artificial, análise de metadados, nanotecnologia e aprendizagem. Eles serão capazes de reconstruir suas peças e desenvolver novas. A sua relação com o conhecimento humano será a inovação convergente e a antecipação de problemas multidisciplinares, algo que tem os limites da lógica binária, das estruturas hierárquicas e comparativas.

 

 

A escola / universidade como uma nova máquina educacional capitalista

 

 

Se nem o disciplinar nem o transdisciplinar são signos da nova máquina educacional capitalista, qual seria o seu formato? Abordo o assunto explorando cenários e probabilidades, cuja realização na realidade dependerá do curso da dinâmica econômica, social, política, cultural e tecnológica. Talvez o contorno dessa nova máquina adquira outras arestas ou minha antecipação falhe em alguns aspectos, mas o que é verdade é que a crise do Coronavirus deixou claro que o capitalismo decretou o declínio da velha máquina educacional newtoniana.

A máquina educacional newtoniana construiu hegemonia sobre a cidadania para o regime de governança prevalecente em todo o mundo e possibilitou a expansão global do consumo como prática que constitui o cotidiano da grande maioria da população. Essa mesma máquina funcionava como dispositivo ideológico e cultural de controle, punição, recompensa e construção do chamado horizonte de sucesso pessoal. Mas também a máquina educacional newtoniana formou o pessoal e as mentalidades para sustentar e expandir o modo de produção capitalista.

 

Este modo de produção tem como um dos seus suportes fundamentais a tecnologia e o impulso da aceleração da inovação. Consequentemente, a aprendizagem básica, a formação de estruturas mentais para abordar os saberes científicos, comunitários e ancestrais, bem como as rotinas e características da construção do conhecimento, tiveram um nicho importante na pré-escola, escola, ensino médio e universidade, reprodução e expansão cultural dominante.

 

A ciência e a máquina educacional newtoniana do capitalismo da primeira e segunda revoluções industriais eram disciplinares, enquanto a da terceira era transdisciplinar. A terceira revolução industrial colocou em crise a velha máquina educacional e começou a desmontá-la, mas a brevidade de seu ciclo antes do surgimento da quarta revolução industrial não permitiu dar uma forma estável e permanente a essa outra máquina.

 

Entre 1960 e 2020, a máquina educacional newtoniana do capitalismo da terceira revolução industrial parecia um veículo frágil que exigia um diagnóstico rápido de um mecânico; o problema era que os mecânicos sabiam consertar o antigo e as novas tarefas atribuídas ao carro eram a causa da bagunça, então cada vez mais a carroça mostrava que já havia feito seu trabalho. O design do novo carro era enigmático, não era conhecido ou oferecido em qualquer lugar. O fato de o novo não ter aparecido não significava que o antigo servisse à lógica do capital.

 

Já Adorno, Horkheimer e a “Escola de Frankfurt alertaram sobre o papel cada vez mais relevante da indústria cultural na construção da hegemonia capitalista e na reprodução de seus modelos de ensino-aprendizagem. Com a terceira revolução industrial, o complexo industrial cultural assumiu protagonismo e protagonismo na construção de mentalidades à escala global.

A nova ética, os comportamentos morais, as mutações do conceito “necessário” de cidadania, a expansão do campo do consumo, iam construindo uma outra forma de educar por meio dos bens da indústria cultural. A internet, as redes sociais, a interatividade online, o big data e a inteligência artificial foram construindo as características da nova máquina educacional capitalista. Era como na metáfora de Cortázar, um modelo a construir, ou melhor, que estava começando a se constituir.

 

Apesar desta nova dinâmica, por que a escola, o liceu, a universidade da primeira e da segunda revoluções industriais não terminaram de se desmantelar neste longo período? Porque apesar da obsolescência de seu papel de fortalecer a hegemonia capitalista em suas novas formas, as instituições educacionais continuaram a desempenhar um papel muito importante na contenção de meninas e jovens.

 

Ou seja, na medida em que o modelo de trabalho não mudou, a escola foi a instituição de contenção mais útil. Por isso, as reformas e contra-reformas revelaram-se apenas remendos, ideias a meio caminho, de que a única coisa que se procurava era construir a ideia de uma “crise educacional” que permitisse chegar a algum momento a um consenso social sobre o desmantelamento do aparelho da velha escola. Esse papel de contenção social é o que tem permitido que a velha máquina educacional newtoniana permaneça.

 

A velha máquina educacional newtoniana é como um zumbi que funciona de acordo com um padrão que não é necessariamente útil para fins econômicos, mas tem um papel na contenção social. Mas a mudança no mundo do trabalho que vai ocasionar a quarta revolução industrial coloca o desafio urgente de estabelecer novas formas de contenção.

 

Em outros escritos, sugeri que esse novo espaço de contenção parece se prefigurar em «casa», em um novo modelo de casa e em uma mudança radical no desempenho conhecido pelo lar. A destruição do mundo privado do lar, a invasão do público, serviram de preparação para a relocalização do mundo do trabalho, da sociabilidade, do consumo, da educação no lar. A crise do Coronavírus serviu de pretexto para a realização do primeiro ensaio global a este respeito. Embora em semanas ou meses a “normalidade” da escola / universidade volte, nunca mais será a mesma.

No período de transição entre a terceira e a quarta revoluções industriais (2009-2025), o capitalismo começou a propor propostas modelo para substituir a velha máquina educacional newtoniana. Algumas delas são: a) a educação como bem comum (UNESCO, 2015) que busca sustentar o papel de contenção das instituições educacionais, trabalhando nas visões de relevância e qualidadeque analisamos em outros textos; b) lógica comercial dos sistemas públicos de ensino que abre a possibilidade de modelos educacionais de neoprivatização; c) educação domiciliar, já que – apontam – não se justifica um investimento tão grande do orçamento público no apoio a escolas que não produzam o conhecimento e os valores adequados da elite dirigente (Betsy DeVos e a administração Trump); d) o modelo finlandês de escola em tempo parcial; e) uma educação baseada no território, re-desmantelando a noção de relevância. Nessa perspectiva, o local se opõe ao global como resistência à invasão da tecnologia, uma espécie de impulso para escapar da invasão da tecnologia no cotidiano e da aceleração da inovação que gera incerteza diante do novo que não se conhece.

 

Cada um desses arquétipos tem defensores e detratores, mas nenhum construiu sua própria hegemonia, mas sim subscreveu a noção de «crise escola / universidade» que alimenta o período de desmantelamento da velha máquina educacional newtoniana.

 

Acredito que a crise educacional do Coronavirus expôs as terríveis e dramáticas desigualdades, desigualdades do sistema capitalista, mas também mostrou que as instituições educacionais têm uma capacidade limitada ou nenhuma capacidade de prever e fornecer (Faure, 1973) para situações contingentes como essas.

 

A contingência será o sinal dos novos tempos, tanto pela aceleração da inovação quanto pela implantação de uma nova ordem mundial que fará das pandemias e das crises biológicas um tema cotidiano. A ideia global que a pandemia se instalou é que escolas, universidades, centros de formação de formadores e ministérios da educação pública não estão preparados para situações como esta. E surgem as corporações globais de tecnologia da informação, conectividade, o complexo industrial cultural do século 21 para mostrar como o setor privado e não o público tem respostas.

 

Mais de 90% do conteúdo educacional digitalizado está nas mãos do setor privado e foi abrupta e rapidamente implementado para solucionar grande parte da lacuna de conhecimento e da infraestrutura da educação pública. Com isso, eles aceleraram o debate sobre a nova máquina educacional capitalista.

 

Para que o novo em termos de instituições educacionais se concretize, deve haver uma volta em espiral concêntrica ascendente, de cento e oitenta graus, no mundo do trabalho e da produção. Com a chegada da quarta revolução industrial, milhões de seres humanos ampliarão significativamente os já dramáticos números do emprego informal e serão lançados no trabalho em casa, em uma nova era de maquila de bens digitais em casa. Isso, junto com o modelo de apartheid social planetário apoiado em tecnologia que começa a ser testado com a crise do Coronavirus, nos obrigará a pensar a educação a partir da nova lógica do capital.

 

A nova máquina educacional capitalista da transição para a quarta revolução industrial terá um enorme componente digital, do que hoje se chama educação virtual, mas que realmente será. Você terá uma perspectiva de profissionalismo inacabado nutrido pelo paradigma da educação ao longo da vida. A presencialidade terá uma utilidade prático-formativa, mais que conceitual, muito mais capacidade de trabalhar em equipe e, de cumprir tarefas individuais de alta precisão.

 

As disciplinas e a transdisciplinaridade darão lugar ao caos convergente do conhecimento, onde atividades que até agora pertencem a campos distintos da ciência são hibridizadas conceitualmente e na prática. O novo vai acomodar e ser aberto a outros campos, como um espaço interativo e nunca fechado.

 

A utilidade tática, temporária do que se sabe e se sabe fazer, será o motor da formação inacabada e permanente da nova elite profissional. Um novo proletariado, não como trabalhador no sentido marxista, mas excluído na velha noção de plebe, será o signo das maiorias. A ideia de sucesso para o esforço será a moralidade capitalista que alimenta a educação, não a democratização ou a eliminação das desigualdades.

 

Mas essa ideia será enfatizada e contestada por cada um dos modelos que hoje se propõem como alternativas para sair da “crise educacional”. O que proponho é que, embora o capitalismo esteja se arrastando para um canto, o jogo não está decidido e vai depender muito da correlação de forças da luta de classes na atualidade. Também da vontade com o conhecimento que os povos desenvolvem sobre o futuro que nos espera se permanecermos passivos. As cartas começam a ser lançadas, cada classe social deve saber jogá-las.

 

Notas finais

 

Nesse contexto, surge a emergência global da pandemia do Coronavirus. As redes nacionais de ensino são obrigadas a avaliar, em horas, as possibilidades de desenvolvimento de uma proposta de educação virtual, antes do fechamento das aulas presenciais no âmbito do cerco epidemiológico. O equilíbrio é péssimo, a maioria dos sistemas educacionais não tem infraestrutura para atender a essa dinâmica, as autoridades educacionais não têm experiência nesse aspecto e os professores não foram capacitados para isso. Universidades e centros de formação de professores têm treinado nos últimos anos olhando para o espelho retrovisor.

 

A  educação virtual  é vista como  televisão educativa  e com conteúdo digital conforme  gravado em “Video Tape” . O novo é visto com as lentes do passado e isso tem um impacto negativo na possibilidade de desenvolver uma aprendizagem que se conecte com o capital cultural tecnológico dos mais jovens e dos mais jovens.

 

Em 19 de março, a UNESCO expressa sua preocupação com esta realidade e com o fato de que, como resultado da pandemia do Coronavirus, «mais de 850 milhões de crianças e jovens – aproximadamente metade da população estudantil mundial – permanecem longe de escolas e universidades, com fechamentos nacionais efetivos em 102 países e fechamentos locais em outros 11 (valor atualizado na terça-feira 17 no último minuto). Isso representa mais que o dobro em quatro dias do número de alunos que foram proibidos de frequentar instituições de ensino e deve aumentar ainda mais”[18]. Posteriormente, no final de abril de 2020, a UNESCO apontaria que 1,730 milhão de alunos estão fora da escola, dos quais 800 não têm acesso a computador, ou seja, estão fora de realizar efetivamente o modelo de educação virtual em casa.

Esses 800 milhões somam-se aos 258 milhões de meninas, meninos e jovens que estavam fora da sala de aula antes da pandemia. Portanto, o suposto sucesso da abordagem educacional na pandemia mostra uma grotesca insensibilidade com a suspensão escolar abrupta de milhões de alunos. Por outro lado, quem tem a oportunidade de ter um computador e uma conexão à internet se depara com o fato de que os ministérios da educação não possuem plataformas próprias e robustas para suportar o modelo, muito menos conteúdos na lógica real da educação virtual: imagem, som, brevidade de mensagens com ideias fortes para ensinar aprender a aprender, interatividade, possibilidades de edição de conteúdos em tempo real.

 

A UNESCO aproveita a oportunidade para oferecer alternativas de educação virtual, em sua maioria oriundas do setor privado e de grandes corporações de capital transnacional. Algumas das plataformas sugeridas pela UNESCO são:   a)  Sistemas de gestão de aprendizagem digital: Blackboard, CenturyTech, ClassDojo, Edmodo, Edraak, EkStep, Google Classroom, Moodle, Nafham, Schoology, Gangorra, Skooler, Study Sapuri; b)  Sistemas especialmente concebidos para telefones móveis: Cell-Ed, Eneza Education, Funzi, KaiOS, Ubongo, Ustad Mobile; c)  sistemas que fornecem as chamadas funções offline robustas: mal posso esperar para aprender, Kolibri, Rumie, Ustad Mobile; d) Plataformas de curso aberto para todos (MOOC ): Alison, Coursera, EdX, University of the People, Icourses, Future Learn, Canvas; e) Conteúdo de aprendizagem autodirigido:  Byju’s, Discovery Education, Geekie, Khan Academy, KitKit School, LabXchange, Mindspark, Mosoteach, OneCourse, Quizlet, Siyavula, YouTube; f) aplicativos de leitura móvel:  African Storybook, Global Digital Library, Lezioni sul sofà, StoryWeaver, Worldreader; g) plataformas de colaboração com função comunicativa através de vídeos ao vivo:  Dingtalk, Lark, Hangouts Meet, Teams, Skype, Zoom; h) ferramentas para preparação de conteúdo digital de aprendizagem:  Thinglink, Buncee, EdPuzzle, Kaltura, Nearpod, Pear Deck, Squigl. A UNESCO destaca a ignorância supina das autoridades educacionais e dos centros de formação de professores neste assunto. Claro, esses últimos acabam culpando os professores pela desatualização, que é responsabilidade deles.

 

Em nossa opinião, isso mostra o início de um processo de neoprivatização educacional que terá como epicentro o orçamento para a folha de pagamento dos professores. Em um período de recessão econômica global, as fontes orçamentárias e financeiras serão escassas e a ideia de uma crise educacional e a tensão entre a educação presencial na escola e a educação virtual em casa serão utilizadas para avançar no que é “obsoleto” para o capital: os trabalhadores de Educação.

 

É por isso que temos afirmado que uma turbulência percorre os sistemas educacionais do mundo, os sindicatos e sindicatos de professores e a profissão docente. O formato dos processos de ensino-aprendizagem é alterado da noite para o dia. A crise do Coronavirus destacou a lacuna paradigmática, de habilidades, infraestrutura e financiamento para desenvolver o mundo digital na sala de aula. Imagine o que esta nova diretriz implica em termos de inteligência artificial.

 

Não é preciso estar muito “esclarecido” sobre o assunto para perceber que está em curso uma fragmentação educacional, ou seja, uma educação pré-tecnológica, uma educação que passa a transitar pelo uso da virtualidade e uma educação de ponta que se apoia na inteligência artificial.

 

Para quem diz que isso acontecerá em um futuro distante, deixe-me dizer que a conferência mundial realizada em Pequim mostrou como a inteligência artificial faz parte do dia a dia de algumas universidades chinesas.

 

Isso apresenta novos desafios teóricos para a esquerda pedagógica e para as pedagogias críticas. A máquina educacional newtoniana está saltando no ar e aqueles de nós que pensam que as alternativas têm que discutir e analisar este surto.

 

 

* https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/05/20/educacion-escolaridad-y-revoluciones-industriales/ Tradução de Roberto Mansilla (Professor de História e militante da Resistencia/PSOL-RJ

[1] https://fr.unesco.org/

 

[2] Neste trabalho não entrarei no debate sobre o desenvolvimento, sua abordagem, modelos e paradigmas.

 

[3] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000127583_eng

 

[4] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000109590_eng

 

[5]  https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000121147_eng

[6] http://www.educandoenigualdad.com/wp-content/uploads/2015/05/EPT2015.compressed.pdf

[7]   https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000233137_eng

[8]  Primeiro Estudo Comparativo Regional sobre Qualidade Educacional

[9] Segundo Estudo Comparativo Regional sobre Qualidade Educacional

 

[10] Terceiro Estudo Comparativo Regional sobre Qualidade Educacional

[11] Estudo comparativo regional sobre qualidade educacional

 

 

[12] https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2018-06-14/andreas-schleicher-pisa-exito-educativo-espana_1578377/

[13] Programa de Avaliação Internacional de Alunos

[14]   https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000219662

[15]   https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000219637_eng

[16] https://en.unesco.org/unescosciencereport

[17] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000233352

 

[18] https://radiojgm.uchile.cl/unesco-aconseja-herramdamientos-digitales-para-clases-a-distancia/

 

 

[i]  O quadro prospectivo / As tensões a serem superadas / Pensar e editar nosso futuro comum / Implementar a educação ao longo da vida na sociedade / Reconsiderar e unir as diferentes etapas da educação / Aplicar as estratégias com sucesso de reformas educacionais / Extensão da Cooperação Internacional na aldeia planetária /

Um planeta cada vez mais povoado / Rumo a uma globalização dos campos da atividade humana / Comunicação universal / As múltiplas faces da interdependência planetária / Um mundo sujeito tem muitos riscos / O global e o local / Compreendendo o mundo, Compreendendo o outro / Pistas e Recomendações / Educação perante a crise dos vínculos sociais / Educação e combate às exclusões / Educação e dinâmicas sociais: alguns princípios de ação / Participação democrática / Educação Cívica e Práticas Cidadãs / Sociedades de Informação e Sociedades Educativas : Pistas e recomendações / Um crescimento econômico mundial muito desigual /  demanda por uma educação para fins econômicos / Distribuição desigual de recursos cognitivos / A Participação das Mulheres na Educação, alavanca essencial do desenvolvimento / Um questionamento necessário: os prejuízos do progresso / Crescimento econômico e desenvolvimento humano / Educação para o desenvolvimento humano / Pistas e recomendações Aprender a saber  /  Aprender a fazer  / Da noção de qualificação à de competição /  A “desmaterialização” das atividades de Trabalho e Serviços no setor assalariado  / Trabalho na economia informal /  Aprender a conviver  /  Aprender a viver com outros  / A descoberta do outro / Tendência para objetivos comuns /  Aprendendo a ser  / Dicas e recomendações / Um imperativo democrático  /  Uma educação multidimensional  / Novos tempos, novas áreas / A educação no centro da sociedade / Rumo a sinergias educacionais / Dicas e recomendações Um passaporte para a vida: educação básica / Educação infantil / Crianças com necessidades específicas / Educação básica e alfabetização de adultos / Participação e responsabilidade da comunidade / Ensino médio, eixo de uma vida inteira / Diversidade no ensino secundário / Orientação profissional / Tradicionais e Novas Missões do ensino superior / Um lugar onde se aprende e fonte de conhecimento / O ensino superior e a evolução do mercado de trabalho / A Universidade, um espaço de cultura e estudo aberto a todos / Ensino superior e cooperação internacional / Um imperativo: Combater o fracasso escolar / Reconhecer as competências adquiridas graças aos Novos modos de qualificação. Trilhas há Recomendações.

O corpo docente em busca de novas perspectivas / Uma escola aberta ao mundo / Expectativas e responsabilidades / O ensino: uma arte e uma ciência / A qualidade do corpo docente / Aprendendo o que ensinar e como ensinar / O corpo docente em ação / O escola e comunidade / Administração escolar / Envolvimento dos professores nas decisões relativas à educação / Condições conducentes a um ensino eficaz / dicas e recomendações

 

O papel do Político: Tomar decisões na educação / Decisões educacionais, Decisões da sociedade / A demanda pela educação /  Avaliação e debate público  / Possibilidades oferecidas pela inovação e Descentralização / Associar os diferentes agentes ao Projeto Educativo / Favorecer uma verdadeira autonomia do Estabelecimentos /  Necessidade de Regulação Geral do Sistema  / Decisões Económicas Não Financeiras / Peso das Limitações Financeiras / Orientações para o Futuro Adequado / Utilizar os meios oferecidos pela Sociedade da Informação / Repercussão das Novas Tecnologias na sociedade e na Educação / Um debate que muito preocupa o futuro / Dicas e Recomendações

 

Cooperação Internacional: educando na aldeia planetária / Mulheres e meninas: Uma educação para a igualdade / Educação e Desenvolvimento Social / Incentivo à conversão de dívidas em benefício da educação / Em favor de um observatório da UNESCO do novas tecnologias da informação / Da assistência à colaboração na busca da igualdade / Cientistas, pesquisa e intercâmbios internacionais / Uma missão renovada para a UNESCO / Dicas e Recomendações

 

[ii]  https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000230628

 

[iii]

1) Desafios e tensões do desenvolvimento sustentável; uma preocupação essencial / novos horizontes de conhecimento / estudar alternativas

2) Uma visão humanista da educação / conseguir uma educação mais inclusiva / a transformação do panorama educativo / o papel dos educadores na sociedade do conhecimento.

3) formulação de políticas educacionais em um mundo complexo / a crescente lacuna entre educação e emprego / reconhecimento e validação da aprendizagem em um mundo móvel / repensando a educação para a cidadania em um mundo diverso e interconectado / governança global da educação e formulação de políticas nacionais 4) a educação é um bem comum? / o princípio da educação como um bem público sob pressão / educação e conhecimento como bens comuns globais / considerações sobre a direção futura

 

Comparte este contenido:

Las redes sociales en tiempos de aplausos

Por: Ana Mariño

El mundo estaba cambiado tanto y tan rápido que nos costaba ponernos al día en todas las tendencias. Con esta nueva situación global, la velocidad se ha multiplicado y ha hecho modificar muchísimas cosas de nuestro día a día. Incluso la idea que tenemos de las redes sociales y su utilización se está modificando de manera irreversible

Con esta amenaza mundial, donde las prioridades y necesidades son más elementales que nunca -salud, seguridad física y alimentación, en primera instancia-, hasta nos estamos olvidando de cualquier tecnofobia para abrazarnos a las herramientas digitales más a mano; curiosamente,  dos cosas que parecen antagónicas: por un lado mantener la distancia, pues nunca tanto hemos pagado con el móvil, incluso utilizado la identidad facial o dactilar,  nunca tanto hemos solicitado recibos digitales; y por otro, mantener el contacto, y aquí las redes sociales se llevan la palma.

En un mundo donde no existe estrategia de marketing que no contenga un plan de comunicación en redes sociales, dejamos a un lado todas nuestras dudas sobre el Big data, la infoxicación, la privacidad de datos, el uso y abuso o incluso las tecnoadicciones, para suplir un mal común bastante peor: superar el trauma del aislamiento.

Ocultos quedan comportamientos tan criticados de las redes sociales como la necesidad de afiliación, admiración, presumir por un logro  y la búsqueda constante del “like”. Hoy lo que buscamos es mantener el contacto, la compañía o mitigar la soledad.

Hoy más que nunca las redes sociales nos ayudan a unirnos, a sentir que formamos parte de algo, nos avivan la esperanza, nos mantienen la confianza en el ser humano.

La organización de la no organización de nuestra casa es el espejo de lo que ocurre fuera de ella, la organización dentro caos: que a las ocho de la tarde salgamos a aplaudir ha conseguido programar eventos de nuestra cotidianidad como quedar por videoconferencia o el comienzo de programas de televisión para “después de los aplausos” con total normalidad.

Siempre me he mantenido firme en que las redes sociales van a existir, de ahí que sea importante conocerlas y, sobre todo, usarlas bien. nos proporcionan y nos quitan lo que los demás piensan de nosotros casi por partes iguales.

Este mensaje ahora adquiere más sentido. Como también el de la elaboración responsable de nuestro propio PLE, entorno personal de aprendizaje, y nuestra PLN, red personal de aprendizaje. Hoy, más que nunca, es necesario añadir y complementar a estos conceptos el de Red Social de Aprendizaje, como un entramado de relaciones sociales, con las que aprendemos, somos, vivimos, compartimos, estamos. No, no dejamos de aprender y, pasada la fase de considerar esto como una oportunidad para hacerlo, para aprender, tú decides qué aprendes, dónde y con quién..

Ahora es momento de evaluar nuestros actos, nuestro comportamiento en las redes: ni prescindir ni abusar, es momento de tener la aristotélica virtud del control, de no dejarse llevar. De hecho, en un momento en el que compartir todo tipo de información ha sido el comportamiento generalizado de la primera fase, poco a poco, se ha ido imponiendo el pensamiento crítico y se ha verificado la información a nivel colectivo. Este gesto también se mantendrá: seremos más comprometidos a la hora de compartir algo o, incluso, al recibirlo.

Cosas como la nomofobia, el miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono móvil, por ejemplo, porque se nos olvida en casa cuando nos vamos a trabajar, han dejado de manifestarse. Ahora surgen otros miedos, miedos que no tienen nombre, como el idea vivir sin wifi, hoy más que nunca podemos ser nowifóbicos.

Vivimos un momento histórico sin igual de relaciones con el mundo próximo y lejano a través de lo virtual y tecnológico. Caben riesgos, el más típico es el de la cosificación de las personas. En esto también tenemos esperanza, pues se está tomando Internet como espacio de autoaprendizaje y conocimiento.

Hay un concepto antropológico que me gustaría destacar aquí, es el del “capital social” como conjunto de los recursos obtenidos a partir de una estructura social. Pensemos en ello por un momento: ahora mismo el recurso más importante sería la cantidad de información que fluye por las redes: noticias, lecturas, enlaces, películas, posibilidad de visitar museos, sesiones de entrenamiento de cualquier deporte, tutoriales de todo tipo de destrezas, charlas de los temas más variados, mensajes, conciertos, artículos, webinars, etc.

Esto podría relacionarse con la teoría de los dones: los dones entendidos como regalos. La reciprocidad es un término muy adecuado para categorizar un tipo de relaciones entre individuos o grupos, caracterizadas por la contraprestación de bienes y servicios que no tienen la transacción económica típica, es decir, en las que no se traspasa dinero. Marcel Mauss, autor de esta teoría, realizó un estudio comparado en distintas culturas subrayando que la continuidad de la vida social se basaba en una clave de acción en secuencia indispensable para mantener el cimiento de la vida en sociedad: dar-recibir-dar.

He aquí el quid de la cuestión. La necesidad de reciprocidad como movimiento de la calidad humana, hoy más que nunca, la obligación de reciprocidad generada por la confianza mutua de los agentes de una misma red de devolver, de volver a dar, de al menos, agradecer.

Me gustaría que esta crisis sirviese para muchas cosas: la mejora del medioambiente, el fin del capitalismo patriarcal como única opción, disminución de los niveles de contaminación, generación de otros movimientos de consumo más responsables,… También me gustaría que sirviese para que, entre nuestros referentes, estuviesen más mujeres, que esto haga visibilizarlas y visibilizarnos, no por generar conflictos, sino por solucionarlos, por ayudar a conseguirlo, por ser y estar. Las mujeres, a lo largo de la historia, a lo largo de cualquier catástrofe, guerra y asedio, hemos estado silenciadas y al mismo tiempo manteniendo esos trabajos básicos para perdurar la vida como el cuidado y la alimentación, todo lo que tiene que ver con el bienestar físico y emocional. Esta vez hay algo a nuestro favor: las redes sociales y su carácter democrático: las redes sociales no discriminan, a no ser que no se esté en ellas. Es más que probable que este medio nos permita, por fin, poner en valor ese importante poder.

Vivimos en un momento clave, como antes mencionaba,  en el que si no estás en las redes, no existes. Quien no está, quien no tiene acceso a la tecnología está, por desgracia, más excluido y solo que nunca. Podríamos llegar a decir que quien esté privado de tecnología está privado de libertad. Al menos en estos tiempos donde todo pasa en o por las redes.

El empoderamiento de la red es incalculable, la red nos empodera como sociedad, como colectivo sea el que sea, como individuo seamos como seamos. Las redes nos dan voz, sobre todo han dado voz a las minorías. Espero que eso siga así, mantengámonos ahí, lo que no se silencia nos beneficia a todos y a todas.

Aunque no todo es bonito, hoy más que nunca estamos vigilados, confinados, sin poder salir, trabajar, abrazar, en definitiva, controlados. Lo privado pasa a ser público, nunca antes mostramos tanto el interior de nuestras casas. Es un momento sin igual. La cantidad de información que estamos dando de nosotros mismos no se sabe qué alcance tendrá.

Hoy más que nunca también es necesario momentos de desconexión de las redes, de cerrar los ojos y visitar con la mente (de no poder con la vista) lugares de la naturaleza, mirar por la ventana e investigar cuál es el punto más lejano al que la vista alcanza, respirar conscientemente, escuchar el interior, los sonidos internos y externos, no dejar de sonreír; pedir ayuda, encontrar apoyo en las redes, ofrecer y colaborar, encontrar la manera de ser útil. Hoy y siempre es necesario tener presentes estas cuatro ces: colaborar, comunicar, crear y mantener vivo tu pensamiento crítico.

Estoy muy agradecida por la oportunidad de escribir mis pensamientos, gracias por leer este artículo.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/espiral/2020/05/15/las-redes-sociales-en-tiempos-de-aplausos/

Comparte este contenido:

¿Sobrevivirá el pensamiento crítico a la pandemia?

Por: Ariel Petruccelli

Día tras día, a cada hora, se nos informa sobre la cantidad de muertos y contagiados de COVID-19. Supuestos expertos especulan sobre cuándo se producirá el famoso pico de contagios (que parece empeñarse en dilatarse en el tiempo).

Periodistas y comentaristas de toda laya y pelaje discurren sobre la famosa “curva” y su “aplanamiento”. Se habla todo el tiempo de la eventual saturación del sistema sanitario, y las autoridades muestras cifras en las que creen ver (aunque a veces comentan groseros errores con los datos), la confirmación de lo acertado de la decisión tomada por ellas en esta auténtica cruzada de salvación pública sin distinción de banderías políticas: en perfecta sintonía Alberto Fernández, Axel Kicillof y Rodríguez Larreta. Con ironía pudo referirse a ellos Jorge Asís como “el nuevo partido conservador”. De momento conforman un sólido bloque político. Aquí no hay grieta: ante la amenaza del COVID-19 “estamos todos juntos”. Ese es el mensaje. Como en un poema épico los generales marchan al unísono en la guerra contra el enemigo invisible. Al fin todos unidos: peronistas, radicales y prosistas. Pero, ¿y si en vez de un poema épico nos halláramos ante un cuento?

Significativamente, hay algunas cifras de las que no se habla nunca. La primera: ¿cuántos contagiados por COVID-19 podría soportar nuestro sistema sanitario sin colapsar? La segunda: ¿cuánto aumentó su capacidad en los dos meses de cuarentena? Nadie lo sabe. Secreto de estado. Tampoco se sabe cuántos contagios y cuántos decesos esperaban las autoridades. Se han filtrado estimaciones oficiosas. Pero no hay cifras oficiales. Y los rumores filtrados indican que el gobierno esperaba para el 15 de mayo entre 6.000 y 9.000 muertos. Si esta era la estimación oficial, se cometió un error de calado. Otra información que no se conoce es la magnitud del famoso pico. Y si no se sabe cuál es la capacidad de respuesta del sistema sanitario ni cuál es el pico de contagio esperado (ni en qué se fundan esas estimaciones), entonces no hay ninguna posibilidad de ningún debate público mínimamente serio sobre cómo afrontar el peligro de la pandemia. La ciudadanía está ciega y enceguecida a la vez: ciega de información relevante, y enceguecida por un bombardeo constante sobre las cifras del COVID-19.

“¿Pero las autoridades sí conocen esas cifras? ¿Y los expertos dicen …? Debemos creer en ellos”. Si algo tienen en común la democracia y la ciencia es su carácter público y comunitario. Si la información pertinente no se halla disponible para ser evaluada, analizada, criticada y discutida públicamente, no hay ni democracia ni auténtica ciencia. Lo que hay, a lo sumo, es parodia de democracia y tecnocracia. En la ciencia no hay verdades reveladas. Y las tesis no valen por los títulos que tenga quien las sostiene, sino por los argumentos y evidencias que se puedan presentar en su favor.

Entonces, ¿debemos creer? Quizá: yo estaría dispuesto a creerles, si me dieran buenas razones. Pero, ¿hay buenas razones para pensar que se ha hecho lo correcto? Veamos.

Lo primero que se debería tener en cuenta es que ninguna cuestión política se decide en base a una experticia científica. Entre evidencia científica y decisión política hay un hiato. Ha sido un logro no menor del neoconservadurismo y del neoliberalismo el instalar la idea de que las decisiones políticas se fundan el un supuesto saber experto. Y que sus supuestos críticos asuman esa premisa habla de la hegemonía neoliberal cuando nos sumergimos en las profundidades de la cultura contemporánea, más allá del espumarajo superficial de las olas que vienen y van.

Los expertos de los que tanto se habla, lo son en campos muy acotados. Las decisiones políticas integran múltiples campos y disímiles dimensiones. No hay aquí ni expertos ni demostraciones. Hay decisiones tomadas en contextos de incertidumbre, con un conocimiento parcial y aproximado y en torno a probabilidades antes que certezas. Las decisiones políticas implican un proceso de totalización. Son dialécticas, antes que analíticas. Esto no significa que se pueda o deba ignorar el conocimiento experto en campos acotados. Significa que esos múltiples conocimientos son un insumo necesario, pero no suficiente, para la toma de decisiones. Y sus datos y conclusiones deben ser objeto de un debate público no solo entre los expertos sino, a otro nivel, entre toda la ciudadanía.

Quienes, siendo de izquierdas, pensamos que ha habido una enorme desmesura entre la amenaza real del COVID-19 y las medidas implementadas para combatirlo, recibimos dos tipos de críticas:

a) eso es lo que dicen Trump y Bolsonaro

b) no puede ser que tanta gente y tantas autoridades estén engañadas.

La primer crítica es insustancial, por dos razones. La primera es que una evidencia empírica, si lo es, resulta independiente del perfil ideológico de quien la enuncia. La segunda es que no es cierto que las personas de izquierda que denunciamos lo que nos parece una hipócrita reacción ante una amenaza real pero claramente exagerada estemos diciendo lo mismo que los dos líderes derechistas. No, no decimos lo mismo. Trump y Bolsonaro prácticamente negaron el problema. Nosotros nunca lo negamos: decir que se lo exagera no es lo mismo que negarlo o ningunearlo. Trump y Bolsonaro eligieron no hacer prácticamente nada. Nosotros sostuvimos que todas las enfermedades eran merecedoras de la preocupación y atención despertadas por el COVID-19. Pero, ciertamente, es muy extraño el contraste entre la movilización que ha generado la guerra contra el coronavirus, y lo poco y nada que se hace ante enfermedades mucho más letales.

En todo el mundo han muerto, en lo que va del año (escribo el 26 de mayo) casi 24 millones de personas. De ellas, 350.000 han sido atribuidas al coronavirus. Esto significa que, hasta ahora, el COVID-19 es responsable del 1,5 % de los decesos mundiales. Supongamos que las cifras estén mal, que las víctimas sean en realidad muchas más. De ser así, ello se reflejaría en un aumento con respecto a la tasa mundial de mortalidad de 2019. Pero no es así. Las tasas son semejantes, comparando las mismas fechas.

Un 1,5 % de los decesos parece demasiado poco para un virus que ha tenido obsesionada a la humanidad por meses. Pero claro, se podría pensar que ese porcentaje es bajo gracias al estado de cuarentena en que se halla la mayor parte de la población. De no ser por ello las víctimas serían muchas más. Podría ser, pero, ¿cuántas más? Si hemos de creer a las predicciones del Imperial College, sin las medidas adoptadas ahora habría millones de muertos. Pero no es eso lo que muestran las evidencias. Como explicamos en otro artículo (Ariel Petruccelli y Federico Mare, “Covid-19: estructura y coyuntura, ideología y política”, Rebelión, 18 de mayo de 2020), las tasas de mortalidad por millón de habitantes presentan un cuadro enormemente diverso a nivel mundial, pero con claras y muy uniformes pautas regionales. Al interior de cada región, por lo demás, las tasas de muertos por millón no varían significativamente entre los países que establecieron cuarentenas y aquellos que optaron por medidas más relajadas. A una conclusión semejante ha llegado Williams Briggs, en “There Is No Evidence Lockdowns Save Lives. It Is Indisputable They Caused Great Harm”, un artículo publicado el 14 de mayo (disponible en: https://wmbriggs.com/post/30833/). Briggs no realiza un análisis regional ni le preocupa explicar por qué hay una variabilidad tan grande de muertos por millón en los distintos países, que al día de hoy van de menos de un muerto por millón a más de 800 muertos por millón de habitantes. Simplemente constata esta disparidad y agrupa a todos los países con al menos un millón de habitantes en cuatro categorías (tomando los datos hacia el 14 de mayo): aquellos que tienen más de 100 muertos por millón (12 países), aquellos que se hallan en un rango entre 11 y 99 muertos por millón (31 países), los que tienen entre 1 y 10 por millón (51 países) y aquellos que tienen menos de un muerto por millón (30 países). Luego observa cuáles países tienen cuarentena y cuáles no, y cómo se despliegan al interior de estas cuatro categorías. El resultado es sorprendente. En todas las categorías hay países con y sin cuarentena. Los países en cuarentena son la mayoría, pero en los rangos más bajos de mortalidad por millón hay más países sin cuarentena, en tanto que los países con más alta tasa de mortalidad por millón están todos en cuarentena. La conclusión de Briggs es que no hay ninguna evidencia sobre la efectividad de la cuarentena.

Evidencia hay poca, pero hay un exceso de discursos ideológicamente sesgados. A modo de ejemplo: quienes se escandalizan porque Brasil no esté en cuarentena omiten decir que tampoco tiene cuarentena el México progresista de López Obrador ni la Cuba revolucionaria. Ni Taiwan, ni Japón, ni Suecia, ni Bielorrusia, si se quiere ampliar el espectro político y geográfico. No hay ningún vínculo necesario entre las medidas adoptadas y los perfiles políticos de los gobiernos. Por ejemplo, no hay nada de progresista ni de populista en el gobierno paraguayo, que ha adoptado un temprano y severo aislamiento social.

Se habla mucho de cuarentena, pero no hay ninguna claridad sobre lo que significa. De hecho, si cuarentena es lo que se estableció en Wuhan, la conclusión es que lo que hay en los otros países son diferentes grados de aislamiento social, pero no una cuarentena en el sentido estricto y radical de Wuhan. Allí la población no salía literalmente de sus casas. Se suspendieron todas las actividades y sólo circulaba el personal médico y las fuerzas armadas, que se encargaban de dejar la comida en las puertas de las casas sin trabar ningún tipo de contacto con quienes las recibían. Los médicos chinos que llegaron a Italia supuestamente cuarentenada no consideraban que eso fuera una cuarentena: la gente seguía saliendo a hacer las compras y muchos a trabajar.

Ahora bien, como casi todo en esta crisis, la discusión pública sobre la cuarentena se halla a años luz de cualquier cosa que con algún grado de verosimilitud pudiéramos llamar pensamiento crítico. Comparado con las medidas tomadas en Wuhan lo que hay en Argentina es una parodia. Pero es también una parodia costosa: los efectos sociales, económicos, psicológicos y educativos del ASPO son enormes. Y uniformemente negativos, salvo para un puñado de empresas beneficiadas con esta crisis. Pero como existe un consenso mediático y político en no analizar ni discutir con detalle ese aspecto, bajo el imperativo cuasi-religioso y falaz de “lo importante es salvar vidas”, estas consecuencias de la ASPO son objeto de un manto de silencio. Argentina entró supuestamente en cuarentena cuando todavía no había registros de circulación comunitaria del virus. Si la medida tomada hubiera sido la misma que en Wuhan, no debería haber habido contagios o, de haberlos, deberían haber virtualmente desaparecido a esta altura. Sin embargo los contagios continúan y se multiplican. Como estrategia de aniquilación del virus, la ASPO fracasó. Pero ello no es para alarmarse. Era inevitable que fracasara. Ni el Estado ni la sociedad de Argentina estaban en condiciones de establecer una cuarentena semejante a la de Wuhan. Lo que se estableció fue algo más bien orientado a mitigar el impacto del virus, antes que a cortarlo de cuajo. Pero el discurso oficial fue ambiguo: ello explica la brutalidad policial y los excesos de todo tipo que se cometieron sobre todo en los primeros días.

Dentro del amplísimo abanico de las medidas orientadas a la mitigación de los contagios implementadas en el mundo entero, la ASPO ha sido de las más severas. Pero no ha tenido la severidad de las medidas implementadas en Wuhan. Esto hace que la ASPO Argentina no tenga el mismo impacto epidemiológico que la cuarentena decretada por las autoridades chinas; aunque su impacto económico y social no es tan diferente. Por lo demás, aunque la circulación del virus no fue erradicada -como en Wuhan- luego de dos meses de cuarentena, lo más probable es que Argentina no supere la tasa de unos cien muertos por millón que tiene Wuhan, porque las condiciones son aquí diferentes, y muchas variables relevantes para explicar el impacto del coronavirus tienen en Argentina poco peso.

¿Es eficiente la ASPO como estrategia de mitigación? No es sencillo evaluarlo. El estudio de Briggs muestra a las claras, a nivel mundial, que no hay ninguna correlación entre cuarentena y menores tasas de mortalidad. Por otra parte, hay múltiples factores a la hora de entender por qué el coronavirus impacta tan desigualmente en diferentes países y sobre todo regiones: cantidad de población con enfermedades respiratorias y circulatorias preexistentes, porcentaje de población mayor de 65 años, densidad de población, cantidad de ancianos en asilos, características de los sistemas de salud, hábitos culturales, presencia del turismo internacional, etc. Comparar los resultados de dos países considerando sólo si tienen o no cuarentena no tiene mucho sentido. Pero es fácil y tranquilizador. “Miren a Brasil como le va sin cuarentena”. Y por supuesto, Brasil tiene más contagios y más muertos. Pero comparado con la mayor parte de los estados de Europa Occidental su perfomance no parece tan mala. En todo caso, podría suponerse que sin cuarentena la situación en Argentina sería semejante a la de Brasil (que de todos modos no ha colapsado). Puede ser, aunque no es seguro: después de todo Uruguay, con restricciones mucho menos severas, tiene una tasa de decesos por millón bastante más baja que la de Argentina. Pero la comparación de cuántos contagios y víctimas posee cada país está mal planteada: no se puede medir el éxito sanitario como si lo único pertinente fuera el coronavirus, y haciendo abstracción de las diferentes situaciones de los países.

En cualquier caso, es evidente que las realidades sociales, demográficas, climáticas y económicas de las diferentes regiones de la Argentina son enormemente diversas como para que haya tenido algún sentido establecer un criterio uniforme en todo el país.

Tanto Trump como Bolsonaro compararon al COVI-19 con la gripe. En un punto, la comparación no era descabellada: efectivamente, lo más parecido a un coronavirus es el virus de la influenza. Lo descabellado era pensar que siendo parecido el virus, el impacto del COVID-19 sería semejante. Esto fue un error garrafal. Sin embargo, que el impacto del coronavirus en Brasil y en USA fuera mucho mayor que el impacto de la influenza no significa que lo mismo fuera a ocurrir en todas partes. De hecho, aunque por diferentes razones, tanto USA como Brasil tienen, año tras año, relativamente pocos muertos por influenza. Muchos menos que la Argentina, en cualquier caso. Pero, por eso mismo, su población es más vulnerable al coronavirus que aquella de países en los que la influenza u otras afecciones principalmente respiratorias causan daños mayores. Si la pandemia ha impactado tan poco en África y la India, ello en buena medida se debe a que allí las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte y la población es mucho más joven en promedio: el coronavirus causa muy pocas víctimas, simplemente porque sus potenciales víctimas ya están muertas.

Ahora bien, la influenza no es en Argentina (como en USA o Brasil) un problema sanitario menor. Es un problema mayor. El año pasado provocó unos 30.000 decesos (en términos relativos, nueve veces más que USA), lo que arroja una tasa de casi 800 muertos por millón de habitantes. La misma tasa que Bélgica este año con el coronavirus. ¡Y Bégica es el país más afectado! Y el año pasado no tuvo nada de excepcional. Sin embargo, ni en 2019 ni en ningún año anterior hubo una movilizacón general para frenar la expansión de la influenza, que también es viral y contagiosa. ¿Pensaban nuestras autoridades que el coronavirus causaría una tasa mayor? Para que eso sucediera Argentina debería convertirse en el país con peores resultados en todo el mundo ante la pandemia. Lo esperable, sin embargo, más allá de las medidas de emergencia adoptadas por las autoridades, es que las tasas de muertos por millón sean mucho menores en América Latina (por las razones que hemos explicado en el artículo antes mencionado) que las de Europa y USA.

Se podría pensar que quizá las internaciones por el coronavirus no serían tantas, pero se adicionarían a las de la influenza y otras afecciones haciendo colapsar al sistema sanitario. Suena razonable. Pero, ¿lo es? No del todo. En primer lugar porque la capacidad del sistema bien puede ampliarse. En segundo lugar porque no hay nada que lleve a pensar que las víctimas del coronavirus se adicionen simplemente a las de la influenza: en muchos casos se superponen. Y en tercer y decisivo lugar, porque si el temor era la superposición del coronavirus con la influenza, entonces no tenía mucho sentido establecer restricciones severas de alto costo económico y social pero relativo efecto sanitario: era preferible establecer un aislamiento más severo en el invierno. En vez de poner toda la carne al asador de entrada, hubiera sido más sensato una cierta dosificación. Pero para dosificar es preciso no entrar en pánico: y buena parte de nuestra población ya lo estaba. Y para dosificar son necesarias, también, autoridades menos preocupadas por las encuestas.

Argentina entró en cuarentena en medio del pánico. Tras más de dos meses, la misma comienza a hacerse insostenible. Pero así como el gobierno se vio arrastrado a la cuarentena por el pánico de las clases medias, parece evidente que decretará su fin cuando ya se haya extinguido de hecho. Pese a que se diga y aparente lo contrario, las autoridades van a la saga de los acontecimientos, en lugar de orientarlos. La flexibilización real de la cuarentena es mucho mayor de lo que se declara. Las empresas violan sistemáticamente la cuarentena ante la vista gorda de las autoridades, que además las premian con subsidios de todo tipo. Todas las fuerzas políticas de peso están unidas en la cruzada sanitaria. De momento, sólo unos pocos sectores de ultraderecha llaman abiertamente a desconocer la cuarentena. Pero gran parte de la población comienza ya a salir de sus casas. Y no son pocos los movimientos sociales y grupos de trabajadores que salen a las calles contra los despidos o a reclamar las ayudas que no llegan. Aunque durante los últimos meses se repitió que el virus nos afecta a todos y todas, y que todas las vidas valen; la triste realidad es que eso no es cierto. Los millones de muertos por la desnutrición, los cientos de miles de muertos por el cólera, las víctimas del dengue y de la tuberculosis nunca han generado tanta preocupación. La pandemia no eliminó las desigualdades geopolíticas ni a las clases sociales. Tampoco puede suspender la lucha de clases. En mayor o menor medida, la población se irá hartando de una cuarentena tan costosa de la que nadie puede mostrar concluyentemente que sea efectiva. La mayoría saldrá de la cuarentena sin mucho contenido político ni por medio de acciones colectivas: simplemente pasearán más, saldrán más, volverán a trabajar, andarán por ahí. Dejarán de vivir en suspenso. Pero también habrá salidas políticas. Ya lo estamos viendo: bocinazos y llamados con tinte de derecha (a veces desopilantes, como la fallida “marcha contra el comunismo”). Con menos difusión mediática, hace ya semanas que empezaron las protestas, reclamos e incluso cortes de ruta de sectores obreros, movimientos sociales y trabajadores precarizados: mineros de Andacollo y más recientemente los obreros de Zanón en la Provincia de Neuquén; trabajadores precarizados en La Plata y otros lugares; trabajadores de la economía informal en varias ciudades; distintos tipos de reclamos y atisbos de movilizaciones docentes en difrentes distritos; el reclamo de los obreros de Meléndez Victoria, de los trabajadores de Pedidos Ya; y la lista sigue. Sale poco en los medios. Estos reclamos incomodan al gobierno, a la “derecha”, a las representaciones progresistas y a la sensibilidad de las clases medias. La solidaridad progresista clasemediera, ante ellos, suele trastabillar: ¡es tan fácil solidarizarse con los pobres que se quedan en sus casas (si es que tienen)! Pero los pobres que siguen reclamando en medio de la pandemia provocan más bien rechazo o recelo. Sólo la militancia de izquierdas los apoya sin reservas. Al otro lado de la cordillera, las barricadas de Chile nos muestran el camino.

Entre tanto, no deja de ser preocupante, en términos intelectuales, ideológicos y culturales, que haya sido la derecha libertarista la que se haya apropiado de la bandera de la defensa de la libertad. En sus versiones más políticamente incorrectas -como la del gobernador estadounidense que declaró que los ancianos debían sacrificarse para salvar la economía- dejaban un flanco fácil para al crítica. Con todo, no habría que tomarse a la ligera estas cuestiones. Los libertaristas vernáculos (como el payaso mediático de Milei) no se caracterizan por su inteligencia, pero poseen amplias usinas de difusión ideológica y sus ideas, aunque en general bastante tontas, son simples y claras: no hay que menospreciar su poder de seducción. Hay que combatir esos discursos. Pero se los puede combatir de diferentes maneras. Y bien, la respuesta que han dado los “progresistas” es para quedarse pasmados: se basa en contraponer la vida a cualquier cosa. Y en nombre de la vida se está dispuesto a aceptar todo tipo de restricciones, a renunciar alegremente a la libertad. Cualquier costo, cualquier sacrificio es poco si se trata de conservar la vida en las condiciones que sea. Esa es la premisa que hoy eleva el pensamiento progresista dominante ante la defensa de la libertad por los ideólogos de derecha. Es una actitud meramente defensiva. Y muy poco épica. La derecha ha tomado ideológicamente -incluso en medio de una crisis de la que sus agentes son primerísimos responsables- la delantera. Por supuesto que yo no haría el más insignificante sacrificio para salvar la economía capitalista. Pero ciertamente estaría dispuesto a hacer muchos sacrificios si se tratara de abolir la economía capitalista, salvar la economía de las clases trabajadoras e instaurar un nuevo sistema que nos salve del desastre al que nos conduce el capitalismo. La crítica a los discursos libertaristas filosóficamente algo más sutiles (no las declaraciones de un tosco gobernador yanqui tan bruto como Trump) no puede ser la burda contraposición de la vida a la libertad. Lo condenable de los libertaristas no es su defensa de la libertad, sino una concepción estrechamente individualista de la misma. Pero por la libertad, la igualdad y la comunidad, vale la pena arriesgar incluso la vida. Ya Hegel aclaró el punto en su dialéctica del amo y el esclavo. Y convendría no olvidar la vieja máxima de San Martín: “seamos libres, lo demás no importa nada”. La vida importa, desde luego. Pero si por conservar la vida a como sea estamos dispuestos a aceptar cualquier cosa, el resultado bien puede ser la esclavitud.

La pandemia ha ocasionado pánico. Y el pánico no es bueno: nos paraliza. O nos lleva a acciones desesperadas y contraproducentes, como las avalanchas hacia los botes salvavidas en los naufragios. Y no nos deja pensar, ni mucho menos pensar claramente. El miedo es otra cosa. El miedo nos alerta del peligro, el miedo nos pone en guardia y nos permite tomar las decisiones más inteligentes. Debemos tener miedo. Pero más que al COVID-19, debemos temer al capitalismo: ese sistema que ha convertido a nuestro planeta en un barco a punto de naufragar.

No hace falta creer que la pandemia es una invención, ni que todo se trata de una gran conspiración. Yo no lo creo. Lo que sí creo es que un problema sanitario real llevó a un estado de pánico a las clases medias y acomodadas globalizadas: luego de construir un mundo basado en la seguridad, de pronto se sintieron vulnerables. Desatado el pánico, ya fue muy difícil escapar de la lógica intrínseca de la situación. Pero puesto que el capital y sus agentes poseen estrategias pensadas a larguísimo plazo, una vez inmersos en una situación que seguramente no buscaban empezaron a ver cómo sacar el mayor provecho. En eso están. Naomi Klein lo acaba de mostrar muy bien en “Distopía de alta tecnología: la receta que se gesta en Nueva York para el post-coronavirus”, disponible enhttps://www.lavaca.org/portada/la-distopia-de-alta-tecnologia-post-coronavirus/.

Por contraste, el pensamiento crítico parece haberse paralizado. Con las debidas excepciones, desde luego. Cuesta sustraerse a la “suspensión mediática de la racionalidad”, para decirlo con las certeras palabras de Alexis Capobianco en “Reflexiones sobre la vida, la razón y la crisis del capitalismo en tiempos de coronavirus (publicado en Alai, el 14/05/2020, disponible en: http://www.redescristianas.net/reflexiones-sobre-la-vida-la-razon-y-la-crisis-del-capitalismo-en-tiempo-de-coronavirusalexis-capobianco/), quien ha señalado con gran tino:

De pronto también desaparecieron o se vieron reducidas a un minimum todas las discursividades ultrarrelativistas y subjetivistas de los tiempos postmodernos. El “todo es una construcción”, “todo es relativo”, “cada cual tiene ´su verdad´” cedió en forma silenciosa el paso a la Verdad científica con mayúsculas. En menos de lo que canta un gallo, el relativismo radical se transformó en cientificismo dogmático; un dogma ocupó el lugar del otro.

El desconcierto ante una situación inédita parece dominar. Y ante la duda, la mayoría ha optado por concluir que lo mejor es acompañar a las autoridades y hacerles caso: es como si el grueso de los intelectuales quisiera creer en la racionalidad de los líderes y lideresas. ¡Más nos valdría desconfiar! Después de todo: ¿es racional una sociedad en que el 1 % de la población es más rico que el 90 % inferior? ¿Es racional que el hambre cause millones de muertos anuales en una sociedad con capacidad para desarrollar la tecnología 5G? ¿Es racional la tecnología 5G? No deberíamos apostar por la alta racionalidad de autoridades dispuestas a administrar (en lugar de transformar o abolir) un mundo tan irracional.

Sería necio negar lo inusual de la situación. Contrariando casi todas la previsiones, el coronavirus ha afectado mucho más a los países “desarrollados” que a los periféricos. Ello explica el pánico que provocó en las clases medias y altas globalizadas, que se trasladó -si bien no uniformemente- a las autoridades políticas. Las previsiones de una catástrofe apocalíptica cuando el virus llegara a África o la India no se han cumplido. Un artículo fechado el 4 de abril afirmaba que en dos o tres semanas la situación en África sería semejante a la de Europa: han trascurrido ocho semanas y la situación es incomparable: el COVID-19 ha llegado al África, pero allí causa pocas víctimas. En los países “desarrollados” hay cierta sobre-representación de las clases más pobres entre las víctimas. Pero para tratarse de una enfermedad contagiosa (en las que las víctimas pobres son usualmente muchísimo más numerosas tanto en términos absolutos como relativos que las de las clases acomodadas), la sobre-representación de los pobres, si bien existe también en este caso, comparado con otros es más bien escasa. Los pobres, es indudable, siempre están sobre-representados en los males del capitalismo. Eso es lo que ocurre siempre. Con el coronavirus ha emergido una novedad: una enfermedad contagiosa que afecta más a los países industrializados que a los periféricos. Dentro de los primeros, la clase cuenta, pero cuenta un poco menos que en problemas semejantes. Un estudio que analizaba el impacto por quintiles de ingresos en España estableció que el quintil menos afectado era el superior, pero el segundo menos afectado era el inferior. Los más afectados era los tres quintiles intermedios. Por lo demás, las diferencias entre todos eran escasas. Estos datos pueden ser desconcertantes para las miradas apriorísticas. Nadie dice que sea fácil orientarse en un mundo tan trastornado. Pero el ejercicio de la duda, la crítica y la razón no se suspende por pandemia.

Tras décadas de formación cientificista ultra-especializada, por un lado, y de insulso discursivismo filosófico especulativo, por el otro, parece que el racionalismo crítico -aquél pensamiento capaz de análisis integradores pero fácticamente bien informados- se halla reducido a su mínima expresión. Abundan los especialistas capaces de seguir al dedillo una única variable ignorando pertinazmente todas las demás. O los ingenios especulativos que echan a rodas hipótesis de todo tipo, sin tomarse la molestia de verificar un solo dato. O los combativos ideólogos que aplican a una realidad nueva y compleja los mismos análisis y las mismas previsiones que aplicarían a cualquiera.

Así estamos.

Por suerte algunas voces se atreven a disentir. Algunas cabezas no renuncian a seguir pensando.

Fuente: https://rebelion.org/sobrevivira-el-pensamiento-critico-a-la-pandemia/

Comparte este contenido:
Page 602 of 2441
1 600 601 602 603 604 2.441