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Argentina: Libertad de movimiento para favorecer el desarrollo

Libertad de movimiento para favorecer el desarrollo

La metodología creada por la pediatra Emmi Pikler apuesta por fomentar la autonomía de los menores para que ellos mismos marquen el ritmo de su desarrollo psicomotor y afectivo

Según Pikler, el bienestar de los bebés trascendía más allá de supervisar su peso, estatura o nutrición. Reconoció la crucial relevancia de aspectos como el movimiento y la formación de lazos emocionales en el adecuado desarrollo de los niños pequeños. De esta forma, se empezó a gestar lo que actualmente se denomina como enfoque Pikler, una metodología que integra las necesidades de afecto de los niños con la promoción de su independencia.

A pesar de que históricamente se habían seguido enfoques de crianza y educación para bebés fundamentados en la sobreprotección, Pikler sostenía que la independencia era fundamental para su desarrollo. Durante la etapa infantil, el movimiento constituye una necesidad básica que posibilita la exploración, el descubrimiento y el aprendizaje. Y es el movimiento autónomo, aquel que el bebé elige por sí mismo sin la intervención de un adulto, la manera más efectiva de fomentar su desarrollo psicomotor.

Pikler defiende la no interferencia de padres o profesores en el movimiento de los niños. Pueden actuar como compañeros, especialmente para asegurar su seguridad y apego, pero no deben dirigir sus acciones. Otro de los principios que promueve es que, durante los primeros meses de vida, no se deben colocar a los bebés en posiciones que no puedan alcanzar por sí mismos: no se les debe forzar a gatear, ponerlos boca abajo, sentarlos o incluso tomarles de la mano para que empiecen a caminar antes. De esta forma, ellos mismos desarrollarán su movimiento y posturas a su propio ritmo y de manera orgánica.

Aunque es importante que los adultos no interfieran en el movimiento de los bebés, es crucial que los bebés se sientan seguros y conectados con ellos. El apego es otro aspecto fundamental de la Metodología Pikler y se basa en una relación de respeto y acompañamiento en la que cada bebé pueda seguir su propio ritmo. Hablarles, mostrarles cariño y brindarles estímulos indirectos son las claves para construir ese tipo de relación.

Es necesario que los padres les expliquen al bebé las acciones que van a realizar y en las que él está involucrado, para que estén conscientes y receptivos, sin presionarlos. Mostrarles seguridad y crear un entorno seguro donde puedan explorar y moverse libremente, estando atentos a sus necesidades, son otras cosas que los cuidadores pueden hacer.

El juego libre 

El juego libre es otro de los principios por los que apostaba Pikler y que mejor definen esta metodología. Padres y tutores pueden proporcionar al menor un lugar adecuado y adaptado para que pueda jugar libremente y estimularse. Un espacio amplio y despejado en el que incluir determinados objetos con los que pueda interactuar. Es imprescindible que los menores vistan ropa cómoda que no limite sus movimientos a la hora de comenzar a jugar.

Una vez escogido un espacio seguro, hay que adaptar los materiales a los intereses y necesidades funcionales de cada menor, es decir, que se adapten a su momento evolutivo. Se aconseja comenzar con varios objetos no estructurados, que tengan tamaños y texturas diferentes que favorezcan su estimulación sensorial. Según vaya creciendo, se pueden incorporar otros objetos y materiales.

Fuente: educaciontrespuntocero.com
Foto de Sebastian Pandelache en Unsplash

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/libertad-de-movimiento-para-favorecer-el-desarrollo/

 

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Ecuador: Organizar la ignorancia

Organizar la ignorancia

Pedro Pierre

 

He aquí otra característica del sistema neoliberal que nos organiza, o más bien, que nos desorganiza. Una de sus mayores perversidades es justamente ‘organizar la ignorancia’. Lo hemos visto con el gobierno de Lenin Moreno. Lo primero que hizo en ese sentido fue pedir la asesoría del FMI (Fondo Monetario Internacional): reducir drásticamente el presupuesto de la educación, dejar de pagar a los maestros y profesores sin contrato permanente, reducir el presupuesto del desayuno escolar, quitar las ayudas para los arreglos de los edificios escolares, suspender la formación de maestros y profesores, detener el nombramiento de nuevos educadores, permitir el cobro de matrículas y otros gastos más…

Así hemos llegado al desastre educativo actual: la deserción escolar porque los padres no pueden pagar los gastos escolares, cierre de escuelas o la suspensión de materias o por la no renovación del material necesario, atraso en la entrega de diploma por falta de personal o cobros indebidos, aumento del número de estudiantes de los sectores populares que pueden entrar a la universidad o tienen que suspender sus estudios por supresión de becas, por otra parte desempleo de maestros y profesores que hacen de taxistas en carros alquilados…

El sistema neoliberal multiplica la ganancia a costa de la marginación y explotación de los pobres debidas al bajo nivel escolar. No quiere personas preparadas intelectual y profesionalmente que reclamen por sus derechos, que emprendan actividades profesionales, que investiguen caminos alternativos de economía solidaria. No le importa a un gobierno neoliberal que los pobres no puedan salir de la pobreza por falta de educación. Prefiere que se hundan en la violencia que el mismo sistema permite y fomenta.

Por este motivo Helder Cámara, gran obispo de Brasil y mentor de la Iglesia de los Pobres en América Latina, habló sobre las protestas violentas y los levantamientos de los pobres que no encuentran caminos para educarse ni alimentarse: “Hay tres tipos de violencia. La primera, madre de todas las demás, es la violencia institucional, esa que aplasta y humilla a millones de personas, violencia con ruedas silenciosas y bien engrasadas. La segunda es la violencia revolucionaria que surge del deseo de abolir la primera. La tercera es la violencia represiva, que se convierte en auxiliar y cómplice de la primera violencia, la que engendra todas las demás. No hay peor hipocresía que llamar violencia sólo a la segunda, pretendiendo olvidar la primera que la engendró y la tercera que la niega.” Martín Luther King, el líder de los afrodescendientes norteamericanos, decía en el mismo sentido: “La protesta es el lenguaje de los que no se quiere escuchar”. Por eso el papa Francisco clamó recientemente: “No dejemos robar a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor». La educación es para humanizarnos y hermanarnos.

Todo esto nos ayuda a evaluar los candidatos del proceso electoral que está en marcha: ¿Qué dicen sobre la educación? ¿Qué proyecto tienen para aumentar el presupuesto del ministerio de educación? Nos marean con soluciones ilusorias para eliminar la violencia, pero no señalan las causas. Una de las causas de la actual violencia es la falta de oportunidades para crecer en educación intelectual y profesional.

En días recientes, se nos comunicaba unos 10 caminos para crecer en educación y sabiduría. Estos son los siguientes: 1. Aprender a crecer con la sabiduría y los procesos de los pueblos. 2. Dejarnos mover por la utopía: generar alternativas y ser personas alternativas. 3. “Sin visiones nos perdemos”: mover y renovar nuestra mirada. 4. Creer en lo pequeño y crear con lo pequeño. 5. La sabiduría ancestral nos guía hacia el convivir armonioso. 6. Los conocimientos nos guían hacia el desarrollo humano integral. 7. La educación escolar nos abre al grito de los pobres, al susurro de las mujeres y a la voz de la Madre Tierra. 8. Las capacitaciones hace fluir la verdad y la bondad en un contexto de mentira y maledicencia. 9. La profesionalidad nos da la auténtica autoridad que es cercanía, servicio y coherencia de vida. 10. Los estudios nos abren a los nuevos lenguajes de la comunicación virtual y la inteligencia artificial.

Conozcamos las cosmovisiones indígenas que nos abren a los nuevos horizontes del Bien vivir personalmente, el Bien actuar colectivamente, la Vida buena de las utopías de nuestro continente de “la Tierra sin Mal”, porque las utopías son la motivación de una vida con sentido y felicidad. Exijamos educación gratuita ya que la Constitución señala el mínimo del presupuesto para la educación y que no se respeta, porque para eso pagamos impuestos. Denunciemos la perversidad de un sistema que nos quita el derecho a la educación gratuita desde la escuela primaria hasta los institutos de investigación. Es hora de luchar y luchar juntos por nuestra verdadera dignidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/organizar-la-ignorancia/
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México: El docente como intelectual y la Nueva Escuela Mexicana

El docente como intelectual y la Nueva Escuela Mexicana

J. Carlos R. Acosta*

A pocos meses de arrancar con la implementación del Marco Curricular Común en Educación Media Superior (MCCEMS), la subsecretaría de éste nivel a través de la Coordinación Sectorial de Fortalecimiento Académico (COSFAC), ha puesto a disposición del personal docente una serie de “cursos” y “diplomados” exprés en modalidad virtual con la intención de capacitar al personal docente para dicha tarea. A pesar de que se han estado impartiendo estos cursos virtuales desde que se dio a conocer el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), lo cierto es que no han existido otros mecanismos más adecuados tanto para dar a conocer los fundamentos de la misma, como la forma en que se pretenden implementar tales propuestas en las aulas.

Esto en gran medida por la situación de emergencia sanitaria en la que aún nos encontrábamos hasta el año pasado, y otra por la falta de trabajo de la misma subsecretaría para llevar de manera seria y adecuada al personal docente el conocimiento del MCCEMS. Si bien los documentos se han estado revisando, comentando y analizando en foros diversos (incluyendo los “espacios” a principios del año pasado), eso no ha sido fructífero pues existen docentes que siguen sin entender muy bien de qué trata la propuesta de la NEM. A todo esto, además, debemos agregar que hasta la fecha no se han propuesto programas de estudio para las llamadas ahora “unidades de aprendizaje”, antes asignaturas (tema que debe debatirse a profundidad).

Por otra parte, también cabe decir que la atención del debate a nivel nacional se ha concentrado en la educación primaria y secundaria (y a veces más en el nivel primario), que en el nivel medio superior. No sorprende dicha situación, ya que la mayoría del gremio docente de este nivel se encuentran divididos en sindicatos estatales (charros en su mayoría), o bien a subsistemas de universidades autónomas o pertenecen al sector privado, concentrados en los asuntos locales más que los nacionales, o incluso sin inmiscuirse en asunto alguno sobre el debate educativo.

Por otro lado, es notoria la irresponsabilidad por parte de la subsecretaría al dejar a las y los docentes sin una guía concreta y segura para la implementación del MCCEMS, pues no implementaron pruebas piloto ni se tiene conocimiento hasta la fecha de la elaboración de programas de estudio, como ya mencionamos. Sin embargo, el vacío generado por la omisión de las autoridades educativas representa también una gran oportunidad para llevar acabo lo que el doctor Ángel Díaz Barriga plantea sobre el papel del docente como intelectual en la creación de planes y programas de estudio.

Díaz Barriga reflexiona en Didáctica y currículum (1984) y en El docente y los programas escolares (2005) sobre la reducción que se ha hecho de los y las docentes a simples “ejecutores y cumplidores de programas”, impuesta por la visión pragmática estadounidense sobre la educación con gran influencia en nuestro país. Y a pesar de que en la NEM se han propuesto y establecido líneas generales sobre las nuevas áreas de conocimiento, como las progresiones y algunas orientaciones pedagógicas para las unidades de aprendizaje, un área de oportunidad se presenta precisamente en la ausencia de programas de estudio. Como bien señala Díaz Barriga, el programa de estudios es el instrumento idóneo para el trabajo intelectual de las y los docentes, es donde en colectivo (esto es vital) puede recuperarse su imaginación creadora. Ahí confluyen, como lo menciona Díaz Barriga, tanto las concepciones amplias del mundo de cada docente, su análisis sociohistórico del contexto, su desarrollo intelectual, pero sobre todo lo que puede aportar desde su experiencia para el trabajo didáctico alternativo en el aula.

A todo esto, el intercambio de reflexiones y trabajo colectivo de los y las docentes en su papel de intelectuales, deberán realizar la fuerte tarea de lograr hacer confluir los fines educativos de fondo que plantea la NEM (aun no muy claros) y las diferentes estructuras institucionales, con sus marcos normativos y legales, así como las pretensiones más finas del MCCEMS y el trabajo que se realice a partir del análisis del contexto escolar particular inmerso en uno más amplio: el de la comunidad.

En relación a esto último, debemos tener conciencia que para su puesta en práctica un papel fundamental lo tiene la conexión de la vida escolar y la comunidad. Eso se logra, de acuerdo con el MCCEMS, al seleccionar las problemáticas sociales que han de abordarse desde el aula para poner en marcha las propuestas de aprendizaje a partir de la vida cotidiana, los métodos activos, la transversalidad y sobre todo la transformación social, y desde ahí el trabajo intelectual del colectivo de las y los docentes puede comenzar.

Sin duda que la premura hace prácticamente imposible que el colectivo docente realice tal tarea. Pero consideramos que parte de esta discusión puede realizarse en los espacios de formación intersemestral o aquellos que decidan los grupos docentes, para arrancar con acuerdos mínimos para la implementación del MCC. A lo largo del semestre los y las docentes a nivel plantel y regional puedan intercambiar las experiencias de éxito y de fracaso para poder ir sorteando los obstáculos de la mejor forma posible y, sobre todo, poniendo en marcha su papel como intelectual en el trabajo educativo.

Uno de los retos más fuertes es que gran parte del documento se fundamenta en conceptos filosóficos y de corrientes teóricas que pueden resultar totalmente desconocidos para los y las docentes, como se ha manifestado con los docentes de educación básica y su texto Un libro sin recetas. Las y los docentes deberán empaparse de los conceptos de las epistemologías del sur, teorías de género, transversalidad, aprendizajes activos, y un largo etcétera. Sin duda que el reto que se le ha arrojado al colectivo docente de educación media es enorme.

Aquí debe asumirse la responsabilidad por parte de las autoridades educativas a nivel federal, estatal y regional para brindar no solamente los espacios y tiempos necesarios la discusión e intercambio de ideas, sino las condiciones materiales y de formación que se requieren de acuerdo al nivel de exigencia que representa llevar a la praxis algunas de las premisas de fondo de la NEM. Sin esto, todo quedará como en el pasado: un proyecto educativo muy ambicioso en el papel y un rotundo fracaso en las aulas.

Al final, el papel protagónico es el que los y las docentes en colectivo debemos asumir como intelectuales en la construcción de no solo de los programas, sino de las condiciones para llevar a cabo esa enorme tarea y dejar de ser meros ejecutores, una forma en la que también puede hacerse efectiva la revalorización docente. Sin las exigencias de las responsabilidades que le toca a cada autoridad y sin la organización del colectivo docente, seguiremos siendo presas inconscientes de proyectos ajenos a las realidades de las escuelas y comunidades, beneficiando solamente a unos cuantos en perjuicio de las mayorías.

*Sociólogo Docente del Colegio de Bachilleres

Fuente: https://www.educacionfutura.org/el-docente-como-intelectual-y-la-nueva-escuela-mexicana-2/

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UNICEF: #ReforzarLaInmunidad

#ReforzarLaInmunidad

Una campaña mundial para llegar a los niños y niñas que han dejado de recibir vacunas

Millones de niños y niñas en todo el mundo han dejado de recibir las vacunas de rutina durante la pandemia de COVID-19.

Como consecuencia de ello han reaparecido enfermedades que hasta ahora habían estado bajo control, tales como el sarampión, la poliomielitis o la difteria.

Ha llegado el momento de poner al día a estos niños y niñas con las vacunas que no han recibido y #ReforzarLaInmunidad para protegerlos a ellos, así como a sus familias y a sus comunidades.

El problema

Durante la pandemia de COVID-19, hemos asistido al mayor retroceso continuado de las tasas de vacunación infantil en una generación.

Durante la pandemia de COVID-19, casi 67 millones de niños y niñas dejaron de recibir las vacunas de rutina que los mantienen a salvo de enfermedades mortales.

Este retroceso se produjo debido a la incapacidad de los programas de vacunación sistemática para llegar a tantos niños y niñas como antes. Con la pandemia se interrumpieron los servicios sanitarios, se cerraron los centros médicos y se paralizaron las importaciones y exportaciones de viales, jeringuillas y otros suministros médicos. Por su parte, las familias se vieron afectadas por los confinamientos y no podían desplazarse con facilidad, al tiempo que se daba prioridad a los recursos financieros y al personal médico en la respuesta frente al COVID-19.

En estos momentos estamos viviendo las predecibles consecuencias de todo ello. Algunas enfermedades que pueden prevenirse con vacunación, como el cólera, el sarampión y la poliomielitis, están irrumpiendo justo en los países donde los niños y las niñas no han sido vacunados.

La solución

Existe una solución. Las campañas de vacunación de rescate a gran escala son una opción inmediata para proteger a los niños y niñas que no han recibido sus dosis en años anteriores.

Se trata de un primer paso importante para ayudar a las comunidades y a los sistemas sanitarios a recuperarse de la conmoción provocada por la pandemia. Las vacunas protegen a las familias y a las comunidades —a todos, en definitiva— de brotes epidémicos capaces de traspasar las fronteras nacionales, sobrecargar los sistemas sanitarios y paralizar nuestras economías y sociedades, tal y como tuvimos ocasión de ver durante la pandemia de COVID-19.

El trabajador de la salud Ghada Ali Obaid vacuna a Aheen Fahd, de 5 años, durante una campaña de vacunación contra la polio en Yemen.

Llamamiento a la acción de UNICEF

Los países con un elevado número de niños y niñas que no recibieron algunas o todas las vacunas sistemáticas durante la pandemia deben reasignar fondos y restablecer la inmunidad.

  • Reasignar fondos. El dinero sobrante de la respuesta a la COVID-19 se encuentra todavía en fondos nacionales, regionales y mundiales. Dichos fondos deben reasignarse urgentemente y canalizarse hacia actividades de inmunización sistemática, empezando por aquellos países con el mayor número de niños y niñas que no han recibido vacunas.
  • Restaurar la inmunidad. Los gobiernos deben dar prioridad y comprometerse a atender a los niños y niñas que no han recibido vacunas a través de campañas de vacunación de rescate destinadas a restablecer su inmunidad, acabar con las muertes infantiles evitables y prevenir nuevos brotes epidémicos. Se trata de un primer paso importante en lo que debería ser un plan a largo plazo destinado a retomar los esfuerzos en materia de vacunación tras la pandemia y reforzar la atención primaria de salud.

 

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Perú: Magisterio y educación pública

Un acalorado debate generó la decisión parlamentaria que dispuso que los maestros de Educación Básica pasaran a ser automáticamente nombrados luego de 3 años de contrato. Para unos, la decisión fue legítima por cuanto reconocía el derecho del maestro a contar con un puesto fijo de trabajo.

Para otros implicó el fin de la “meritocracia” y la ratificación de la mediocridad en la Educación Pública. Este debate elude el tema de fondo. Este se refiere a la calidad de la Educación Pública y al aporte con el que el docente debe contribuir a ella.

Cuando un estudiante de medicina culmina sus estudios, es nombrado como médico en un centro de salud. No se le exige un examen previo para eso. Tampoco se le evalúa periódicamente para comprobar su eficiencia.

Ya se sabe que es médico, y eso basta. ¿Por qué no ocurre eso con el maestro? Lo legítimo sería que el profesor, al terminar su carrera sea nombrado –y no contratado- en una Escuela Pública y debiera bastar su condición de docente para que no requiera evaluaciones periódicas, sino más bien cursos de perfeccionamiento.

Lo que ocurre es que se eluden dos temas: todos saben que la formación profesional de los maestros deja mucho que desear porque al Estado no le importa la calidad de los profesores, dado que enseñan tan solo en el sector estatal de la educación donde se educan los niños pobres.

Considerar a priori que los docentes están mal preparados, pasa por admitir primero que el culpable es el Estado. El otro tema es que, de modo general, se considera al Magisterio una profesión devaluada, inferior a las otras. De acuerdo a este criterio un Maestro de Escuela no tiene el nivel profesional de un médico graduado.

Es claro que éste, es el asunto de fondo. Estamos lejos de lo que un tiempo se llamaba El Estado Docente Democrático y Laico. En él, la educación era función pública. Hoy ocurre que se ha convertido en Negocio Privado. Ahora, la educación no es un Derecho si no un Servicio, que debe ser remunerado como una manera de acumular fortunas. En el Perú de nuestros tiempos, una Universidad Privada o un colegio del mismo signo, constituyen una fuente de riqueza. Existen clamorosas pruebas de ello.

Estamos también lejos del Maestro considerado un “Dómine empecatado y déspota”, al que aludiera Otto Rulhe. Ahora, el docente es más bien el pueblerino empeñado en servir a su comunidad modestamente, que percibe una retribución pequeña, pero carga con la responsabilidad del comportamiento social de sus alumnos. Ese docente tiene, un su más alta proyección figuras como el uruguayo Jesualdo o los peruanos Encinas o Peñaloza.

Cuando Jesualdo, el Maestro de Canteras de Riachuelo en Colonia, Uruguay, quiso afirmar su escuela, fue acusado de comunista y subrogado. Cuando Encinas se empeñó en crear la “Escuela Nueva”, sufrió similares represalias. Cuando Peñaloza convirtió a La Cantuta en un verdadero centro de formación de maestros, ella fue destruida y él mismo despedido.

Cuando en La Cantuta en los años 50’s y 60’s se formaron docentes imbuidos por la Doctrina Peñaloza, estos reunieron altas condiciones de calidad y prestancia. Por eso fueron hostilizados y perseguidos. Para la Clase Dominante lo atinado era recurrir a la creación de Institutos Pedagógicos Privados que repartieran títulos a granel. Surgieron así maestros formados en ciclos dictados de lunes a jueves, o de viernes a domingo; preparados en turnos de mañana, tarde o noche; formados con clases presenciales, virtuales o por correspondencia. Así, cayó el Magisterio y se denigró la Educación Pública.

Y eso se hizo por imposición de la Clase Dominante, con la anuencia de la sociedad y la iniciativa de los gobiernos de turno. Como resultado de esta política, el Perú pasó a tener la peor educación de América Latina. La Escuela Pública quedó descalificada; y el docente, degradado. Ese es el tema de fondo que nadie quiere discutir y que se oculta tras la estéril campaña destinada a denigrar a los maestros considerándolos poco menos que analfabetos.

Si los niños de nuestro país tienen una mala educación, ella es producto de la política oficial. Y si el maestro, no está preparado, eso es resultado de la misma. Los niños y los maestros son las víctimas de un proceso educativo dominado por el mercantilismo.

Por eso resulta curioso que algunos “Comunicadores Sociales” y otros “Expertos en Políticas Educativas”, clamen al cielo maldiciendo a los “Maestros Incapaces” y alcen voces por “sus niños”. Por lo demás, es claro que “sus niños” no estudian en la Escuela Pública sino en colegios privados. Si algo debe hacerse es emprender una gran campaña y una orquestada ofensiva por recuperar el nivel académico y pedagógico de la Educación Estatal.

La Organización Sindical de los Maestros tiene, no solo el deber de luchar por mejores salarios y condiciones de vida para los docentes, si no también combatir por una Educación Pública que responda a los verdaderos intereses nacionales.

Al aproximarse el Día del Maestro, y al rendir homenaje a las figuras más destacadas de la educación peruana –José Antonio Encinas y Walter Peñaloza, entre otros- hay que reivindicar también el verdadero papel del docente en la construcción de una auténtica y legítima visión del Perú.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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Revalorización magisterial: a 5 años

 

 

¿Al cursar tal o cual curso la y el docente amplía sus capacidades y logra enseñar mejor? No sabemos.

Varias propuestas educativas del actual gobierno federal no fueron originales o reconstituyentes, sino descalificadoras y reivindicativas. La ciudadanía tiene un año más para ver si esta narrativa popular puede ligarse con buenos resultados.

En 2018, se creía que “una nueva etapa” educativa se abría para revalorizar al magisterio, el cual era “la simiente de la transformación educativa y social” (Programa Sectorial de Educación 2020-2024). En materia de formación docente, se sostenía que era “injusto” esperar que un plan de estudio funcione sin una pertinente formación continua. Por ello, el programa sectorial propuso una “estrategia prioritaria”, la cual contenía diez “acciones puntuales”. La primera de ésta era “diseñar” un diagóstico de las necesidades de formación, capacitación y actualización del docente.

En segundo lugar se quería “garantizar” la oferta de formación con énfasis en “capacidades disciplinares”, pedagógicas, didácticas y digitales. Fortalecer los posgrados era la tercera acción, mientras que la cuarta era “impulsar la figura educativa con funciones de asesoría técnica pedagógica itinerante en la educación básica comunitaria”. Quinto, había que incorporar figuras educativas gracias a otros programas como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, sexto: “capacitar al personal” en temas como el desarrollo socioemocional e integral de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Las cuatro acciones restantes eran “favorecer” el intercambio de saberes mediante redes, definir “directrices” para la formación en contextos en desventaja, “incentivar” la cooperación internacional, y complementar los contenidos de la oferta de formación continua con las perspectivas intercultural, de género e inclusión.

¿Qué ha ocurrido desde entonces? De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el Programa para el Desarrollo Profesional Docente basa sus avances sólo en el porcentaje de conclusión de los cursos y en otras medidas indirectas. No hay evaluaciones de impacto. ¿Al cursar tal o cual curso la y el docente amplía sus capacidades y logra enseñar mejor? No sabemos.

Además, este programa no ha logrado atender a la población objetivo (111,232 docentes) quedándose, en 2021, con un nivel de cumplimiento de 54% y lo peor: su cobertura ha disminuido por los recortes presupuestales aunados a la pandemia. En 2018, cuando la 4T llegó al poder se asignaron 962 millones de pesos a la formación del maestro y para 2021 sólo le destinaron 141 millones. Una reducción a la séptima parte del monto original. Esto no es congruente con el discurso de la “revalorización” del magisterio. La prioridad del gobierno está en otro lado como en las grandes obras del presidente o en mantener el poder vía las campañas anticipadas (e ilegales).

En este escenario, el 15 de junio la SEP comunicó que instalaría el Comité Nacional de Formación Continua como una espacio de “deliberación” para valorar las acciones de formación docente, aunque en la composición de su Mesa Técnica no advierto la presencia de las y los maestros, sino de varios representantes de órganos dependientes de la Secretaría. Quizás valga la pena que este Comité aclare cómo va a deliberar con el docente, qué hará para mejorar la eficacia del programa diseñado para su desarrollo, qué resultados tienen en cada una de las diez “acciones puntuales” que ellos mismos propusieron, cómo se pueden fortalecer los colectivos docentes a partir de mejores condiciones de trabajo, y qué posibilidades reales existen para que la y el docente establezca libremente su trayectoria laboral y profesional. Que inicie la deliberación.

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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“Nadie lo ignora todo, nadie lo sabe todo. Por eso aprendemos siempre”

Por: Karina Fuerte

 

El aprendizaje es un proceso que nunca acaba, todas las personas somos aprendices de por vida.

La semana pasada pude finalizar un objetivo que tenía pendiente desde hace mucho tiempo: la publicación del reporte Edu Trends sobre aprendizaje a lo largo de la vida. Inicié el primer borrador del reporte en el 2019, empecé a hacer entrevistas, visité varias universidades (principalmente en España), tuve un sin fín de videollamadas con personas interesantísimas, intercambié información por correo con otras tantas, y leí. Leí mucho. Pero luego llegó el 2020 y con él, la pandemia.

Con la llegada de la pandemia guardamos en una carpeta este reporte para dar prioridad a lo que acontecía en ese momento. Cuando por fin pude retomar el proyecto, habían pasado tantas cosas que no me fue posible simplemente continuar donde me quedé. ¿Cómo retomarlo así nada más, cuando el mundo había cambiado tanto?

Retomar el reporte me costó mucho más trabajo que iniciarlo. Tenía todavía más preguntas que cuando lo empecé a escribir. Pero este proceso de relectura y reescritura, en un mundo pospandemia, me reafirmó la importancia de escribir sobre este tema.

No quiero extenderme mucho más, pues me parece raro escribir sobre algo que yo misma escribí. Si quieren saber más sobre este reporte antes de descargarlo, les recomiendo el artículo que Andrés García Barrios escribió al respecto. Él, mejor que nadie, pudo resumir en un par de cuartillas, de qué va este reporte y su relevancia. Aprovecho para agradecer a Andrés por sus palabras, pero sobre todo, por el acompañamiento durante los últimos meses.

Para quienes quieran echar un vistazo previo a este reporte Edu Trends sobre aprendizaje a lo largo de la vida, a continuación, les comparto el prefacio.


Prefacio

Nadie ignora todo,
nadie sabe todo.
Por eso aprendemos siempre.

Paulo Freire

Inicio este mensaje con palabras del filósofo y educador brasileño Paulo Freire, no solo porque quedan como anillo al dedo al tema que analizaremos en las siguientes páginas, sino para que nos sirvan como humilde recordatorio de que el aprendizaje es un proceso que nunca acaba, que todas las personas somos aprendices de por vida.

El primer esbozo de este reporte nació en 2019, en aquel mundo prepandemia que hoy parece tan lejano, y en el que ignorábamos la crucial experiencia que estábamos por vivir como humanidad. Durante los peores meses de la pandemia de COVID-19 este reporte pasó a modo hibernación, pues había muchas otras prioridades que atender; sin embargo, el tema estuvo siempre rondando en mi cabeza (y creo que nunca saldrá de ella).

Cuando retomé el proyecto y reinicié mis lecturas de investigación, fue agridulce darme cuenta de lo mucho que ignoraba sobre la historia del aprendizaje a lo largo de la vida. Escribir este reporte fue un proceso fascinante e incómodo a la vez, pues advertí que conocía solo una mínima parte de lo que abarca ese concepto, ese nombre de moda que tanto escuchamos últimamente: lifelong learning. Durante este tiempo aprendí mucho y desaprendí todavía más. A cuatro años de aquel primer borrador, les presentamos el resultado de ese proceso intermitente de aprendizaje/desaprendizaje que culmina en este reporte.

El aprendizaje es una necesidad social, nos dice Peter Jarvis; los seres humanos aprendemos a ser y a estar en el mundo. Solo recientemente ―quizás a raíz del alud de información que permite la tecnología― la humanidad empieza a revalorar la sencillez de la vida diaria y de sus lecciones permanentes. Las enseñanzas de la vida, la escuela de la vida, han vuelto a hacer su aparición con gran fuerza. Hoy más que nunca, después de lo vivido desde 2020, necesitamos reaprender todo esto. He ahí la relevancia de la tendencia que esperamos poder reivindicar en el presente reporte. Demostrar que se trata de mucho más que una palabra de moda es el objetivo de las páginas que vienen a continuación.

 

Karina Fuerte
Editora en jefe, Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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