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Confiar en la escuela

Por: Manuel Alberto Navarro Weckmann

 

«Hace falta recordar una y otra vez, que las y los profesionales de la educación, cursaron estudios de educación superior orientados precisamente para tomar las mejores decisiones en lo que tiene que ver con el aprendizaje.»

Existe en el mundo, con respecto a las políticas públicas que se implementan en el sector educativo, muy diferentes medidas que son producto de la idiosincrasia, cosmovisión, historia, cultura, valores y principios que se definen al interior de los ministerios educación de los diferentes países, sin embargo, hay ciertas decisiones que por su contenido, presentan ciertas similitudes y grados de aplicación, también acorde a la manera en que se tiene el concepto de educación por parte de quienes toman las decisiones que impactan en gran medida a los centros educativos de su territorio.

Por ello, resulta muy importante valorar el grado y la intención de la aplicación de determinadas políticas públicas, puesto que al momento en que se implementan o se dejan de lado, tienen un fuerte impacto en el sistema de comunicación y efecto bidireccional que trasciende en cada una de las más de un cuarto de millón de centros escolares que hay en México y que apoyan o no para el fin último de su tarea, que es el aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes (NNA), por lo que dichas decisiones deben de tener eso en mente para que puedan ser acordes a las necesidades que se implementen luego en la escuela.

Así, un ejemplo claro de ello, es lo que en el mundo de las políticas educativas se ha denominado como la gestión centrada en la escuela, que, de acuerdo con Claudia Santizo (2012) se basa en un principio que señala que las comunidades escolares poseen información adecuada para seleccionar entre varias opciones aquellas que atiendan mejor los problemas que enfrentan y va desde el extremo en aquellos países que dejan en el centro escolar todas las decisiones educativas, como lo son los planes y programas de estudio, la contratación y la utilización de sus recursos económicos y humanos, la decisión del uso de libros de texto, así como el manejo de sus factores internos del manejo y control de la regulación de las condiciones de aprendizaje en sus aulas, hasta aquellos países que tienen centralizadas este tipo de decisiones y la escuela solo se convierte en una suerte de “maquila” en donde sólo se deja una mínima parte de las decisiones de política en materia educativa.

El caso mexicano, presenta ciertas variantes de dicho concepto, sin embargo, con una mayor inclinación hacia las decisiones centralizadas en donde la escuela como centro de las disposiciones para el aprendizaje en el contexto de su ubicación y relaciones tiene muy poco margen de operación para la transformación y/o aplicación en el marco de su contexto.

Por ello, hace falta recordar una y otra vez, que las y los profesionales de la educación, cursaron estudios de educación superior orientados precisamente para tomar las mejores decisiones en lo que tiene que ver con el aprendizaje. Así, sin perder la posibilidad o necesidad de regulación normativa, es conveniente migrar las decisiones hacia una mayor confianza en los centros educativos, en sus decisiones, en mirarlas en la justa dimensión de la profesión que representan y entender que las decisiones centralizadas, por muy bien intencionadas que sean, jamás tendrán el conocimiento, pulso y vinculación con el entorno de cada centro educativo.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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Perspectiva comunal de los aprendizajes

Por: Jaime Martínez Luna

Desde la Comunalidad

Guelatao de Juárez, Oaxaca

Debemos reconocer que desde que el Continente que habitamos fue invadido por una Civilización fundamentada en la visión individual de la vida, tanto las religiones, como sistema de Gobierno, la Ciencia, y por lo tanto la Educación, han tenido como fundamento filosófico, epistemológico, la idea de la humanidad en el centro del Universo, y que, por lo tanto, está llamada para apoderase de él, y el de los seres que le habitan, así sean humanos, vegetación o fauna. Hasta los elementos que lo definen habitable, son materia prima a controlar por el individuo.

El poder, la propiedad privada y el mercado, son dimensiones que fortalecen y se alimentan de la visión individual que nos envuelve por todos los poros a respirar. Es por ello difícil que se pueda distinguir el valor de un camino distante incluso opuesto al individualismo.

Aunque ya lo hemos comentado desde otras aristas, hoy por hoy, cuando el liberalismo, por lo tanto el individualismo, nos demuestra su alta capacidad para no dar marcha atrás, pues incluso las veredas colectivizantes que la llamada izquierda se ha empeñado en potenciar, aún sin abandonar su asiento liberal de razonamiento, nos ha demostrado que da continuidad a un razonamiento individual que eterniza desigualdades, discriminaciones de todo orden, encerrándonos en un laberinto sin salida.

Oaxaca, edificada por su geografía, desnuda un potencial totalmente diferente, lo Comunal, pese a sus héroes liberales Juárez y Díaz, tiene en la autonomía, Comunalmente participativa, un camino nuevo.

Este Oaxaca eminentemente Comunal, en días pasados mediante consulta formalmente realizada a sus 570 municipios, ha demostrado que sí hay caminos no liberales, no individualizantes que asientan su razonamiento en una visión Comunal cuya práctica, la Comunalidad, ha sido señalada en dicha consulta, como una nueva aunque antiquísima práctica, que ofrece a la humanidad un camino fresco y participativo, que defiende el lugar que pisa y la cultura que producen sus habitantes.

La consulta, que fortaleció planes de trabajo ya aprobados localmente, amplió y visibilizó el potencial de aprendizaje que se concretará a través de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca. Empeño de muchas Comunidades Oaxaqueñas, que a través de la consulta quedó signado como un proyecto de toda la población Oaxaqueña.

La perspectiva Comunal de los aprendizajes que concretará está Universidad, serán la base para el diseño de una Civilización Propia, que, a raíz de la invasión de 1492, ha sido negada, encubierta permanentemente, amenazada, y que en pleno siglo XXI, demuestra su integral presencia para el futuro de la Humanidad y del planeta en su conjunto.

Fuente de la información e imagen:  https://lacoperacha.org.mx

Fotografía: La coperacha. Filogonio Naxín (Mazatlán Villa de Flores, Oaxaca, 1986). Gráfica.

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ChatGPT: ¿Inteligencia, estupidez o malicia artificiales?

Por: Marc-André Miserez

Tiene respuesta para todo y habla como un libro abierto. El bot conversacional de OpenAI es el abanderado de una nueva era de la inteligencia artificial. Pero los expertos advierten que todavía está muy lejos de un cerebro humano y carece de marco legal.

¿Quién puede escapar a la ola del ChatGPT? Desde su lanzamiento hace cuatro meses, la prensa le ha dedicado —solo en Suiza— una media de 10 artículos diarios (contabilizados en el agregador de medios smd.ch). Si a esto añadimos todo lo que le han dedicado la radio, la televisión, los medios en línea y las redes sociales, podemos afirmar que pocas veces un producto se ha beneficiado de una campaña de lanzamiento —totalmente gratis— como esta.

Los comentarios —exagerados al principio— enseguida, a medida que la máquina revelaba sus defectos y los peligros que plantea para la fiabilidad de la información y la protección de los datos de quien lo utiliza, se volvieron tensos.

El 29 de marzo, un millar de expertos en tecnología redactaron una peticiónEnlace externo para que empresas y gobiernos suspendan durante seis meses el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Alegan “riesgos importantes para la humanidad”. Entre ellos están Steve Wozniak, cofundador de Apple, y Elon Musk, uno de los fundadores de OpenAIEnlace externo, la empresa que desarrolla ChatGPT.

Tres días después, el Garante italiano para la Protección de Datos —la autoridad nacional italiana de protección de datos— decidió bloquear el acceso al prototipo. AcusaEnlace externo a ChatGPT de recopilar y almacenar información para entrenar sus algoritmos sin ninguna base legal. La autoridad ha pedido a OpenAI que —en un plazo de 20 días— comunique las medidas adoptadas para remediar esta situación. De lo contrario, se enfrenta a una multa de hasta 20 millones de euros.

Europol —la agencia europea de policía encargada de la lucha contra la delincuencia en la Unión Europea— el 27 de marzo en un informeEnlace externo (en inglés) ya indicaba su preocupación por que los ciberdelincuentes puedan utilizar ChatGPT.

>> “No es de extrañar que, tras el prematuro lanzamiento de ChatGPT y la carrera a la baja en materia de seguridad provocada por Microsoft, Google o Facebook, GPT-4 esté fuera de juego”. Dice El Mahdi El Mhamdi, profesor en la Escuela Politécnica de París, que hizo su tesis en la EPFL de Lausana bajo la dirección de Rachid Guerraoui, y es una de las voces críticas contra la falta de regulación en torno a la inteligencia artificial. En este artículo se menciona a ambos.

¿Puede ser tan peligroso el chatbot? Con su interfaz sobria hasta la simplicidad y su amabilidad un tanto afectada —como ya ocurría con Siri, Cortana, OK Google y otros— no lo parece.

Para entenderlo mejor, hay que examinar qué es esta máquina y, sobre todo, qué no es.

¿Cerebro electrónico? En absoluto

Cuando se le pregunta, ChatGPT no esconde su condición: “Como programa informático, soy, sobre todo, diferente a un cerebro humano”. Y luego explica que puede procesar cantidades masivas de datos de manera mucho más rápida que una persona, que su memoria no olvida nada, pero que carece de inteligencia emocional, de conciencia de sí mismo, de inspiración, de pensamiento creativo y de capacidad para tomar decisiones independientes.

Se debe a que la propia arquitectura de la inteligencia artificial nada tiene que ver con la del cerebro, como de manera brillante se describe en un libro que se publicará el 13 de abril (en francés): 1000 CerveauxEnlace externo [1000 cerebros]. El libro es el resultado del trabajo reciente de los equipos de Jeff Hawkins, ingeniero informático estadounidense que en los 90 fue uno de los padres de Palm, un asistente personal de bolsillo que presagió el teléfono inteligente. En la actualidad, Hawkins trabaja como neurocientífico y está al frente de la empresa de inteligencia artificial Numenta.

Una de las ideas principales del libro es que el cerebro crea puntos de referencia, cientos de miles de “mapas” de todo lo que conocemos, que modifica constantemente con la información que recibe de nuestros sentidos. Una IA, en cambio, no tiene ni ojos ni oídos y se alimenta solo de los datos que se le proporcionan, que permanecen fijos y no evolucionan.

Ni siquiera sabe qué es un gato

Hawkins ilustra sus palabras con ejemplos sencillos. Una IA que etiqueta imágenes es capaz, por ejemplo, de reconocer un gato. Pero no sabe que es un animal, que tiene cola, patas y pulmones, que algunos humanos prefieren los gatos a los perros, o que el gato ronronea o se le cae el pelo. En otras palabras: la máquina sabe mucho menos de gatos que un niño de cinco años.

Y ¿por qué? Porque el niño ya ha visto un gato, lo ha acariciado, lo ha escuchado ronronear, y toda esta información ha enriquecido el “mapa” del gato que tiene en su cerebro. Mientras que un bot conversacional, como ChatGPT, únicamente se basa en secuencias de palabras y en la probabilidad de que aparezcan unas junto a otras.

>> Lê Nguyên Hoang, coautor de los libros de El Mahdi El Mhamdi y Rachid Guerraoui (citados más abajo), expone en este vídeo cuál es —en su opinión— el verdadero peligro de ChatGPT. [En francés]

Alan Turing —el brillante matemático británico que sentó las bases de la informática— ya predijo hace más de 70 años estos límites de la IA, tal y como se construye hoy en día. En 1950, en su artículo Computing Machinery and Intelligence [Maquinaria informática e inteligencia], Turing ya vio que si queríamos construir una máquina que pensara, no sería suficiente con programarla para hacer deducciones a partir de masas de datos. La inteligencia artificial —para merecer realmente su nombre— también tendrá que poder razonar por inducción, es decir, partir de un caso particular para llegar a una generalización. Y todavía estamos muy lejos de ello.

Bien dicho y a menudo cierto

Rachid Guerraoui dirige el Laboratorio de Sistemas de Información Distribuida de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL). Junto con Lê Nguyên Hoang, su colega que dirige el canal de Youtube Science4AllEnlace externo, en 2020 publicó Turing à la plageEnlace externo – l’IA dans un transat [Turing en la playa: la IA en una tumbona], un libro cuyo editor promete que, tras leerlo, “no se mirará [no miraremos] el ordenador de la misma manera”.

«La mayoría de las veces, lo que dice es cierto. Sin embargo, también comete grandes errores. Así que no hay que fiarse ciegamente de él».

Rachid Guerraoui, EPFLEnd of insertion

Para Guerraoui, uno de los mayores riesgos de ChatGPT es el exceso de confianza. “La mayoría de las veces, lo que dice es cierto, o al menos está tan bien escrito que parece totalmente cierto. Pero también suele cometer grandes errores. Así que no hay que fiarse ciegamente de él”. Por desgracia, no todo el mundo tiene el espíritu crítico necesario para cuestionar lo que dice la máquina, sobre todo cuando lo manifiesta claramente, sin errores ortográficos ni gramaticales.

“Otro peligro que veo es que quita responsabilidad a la gente”, prosigue el profesor. “Lo utilizarán incluso las empresas. Pero ¿quién es la fuente? ¿Quién es responsable si la información que proporciona plantea problemas? No está nada claro”.

¿Teme Guerraoui que la IA sustituya a periodistas, escritores e incluso al profesorado, como se dice? Todavía no, pero cree que “algunos trabajos pueden cambiar. El profesor o el periodista se encargará de verificar y cotejar las fuentes, porque la máquina va a ofrecer un texto que parecerá verosímil y que la mayoría de las veces será cierto. Pero habrá que comprobarlo todo”.

Hay que regularlo con urgencia

“El gran desafío actual para la IA no es el rendimiento, sino la gobernanza, la regulación y la necesidad de fiabilidad”, argumenta El Mahdi El Mhamdi, antiguo estudiante de doctorado en la EPFL y en la actualidad profesor de Matemáticas y Ciencia de Datos en la Escuela Politécnica de París.

“En mi opinión, ChatGPT no solo está sobrevalorado, sino que su despliegue temprano es irresponsable y peligroso».

El Mahdi El Mhamdi, Escuela Politécnica de ParisEnd of insertion

En 2019 publicó —también junto a Lê Nguyên Hoang— Le fabuleux chantierEnlace externo – rendre l’intelligence artificielle robustement bénéfique [La fabulosa obra en construcción: hacer que la inteligencia artificial sea fuertemente beneficiosa] un libro que aborda los peligros de los llamados algoritmos de recomendación, que permiten a las redes sociales proponernos contenidos que supuestamente nos interesan en función de nuestro perfil. El Mhamdi no esperó a ChatGPT para denunciar el impacto de estos algoritmos en “el caos informativo de nuestras sociedades”.

“En mi opinión, ChatGPT no solo está sobrevalorado, sino que su despliegue temprano es irresponsable y peligroso. Cuando veo el entusiasmo sin reservas por esta herramienta, incluso entre colegas, me pregunto si vivimos en el mismo planeta”, advierte el profesor. Recuerda los escándalos de recopilación masiva de datos de Cambridge Analytica o la proliferación de programas espía —como Pegasus— que pueden instalarse secretamente en los teléfonos móviles.

El Mhamdi admite que ChatGPT puede ser una buena herramienta de trabajo, pero señala que la ciencia que ha permitido su creación “es el resultado de un cúmulo de lo que han publicado miles de investigadores en la última década, y también de colosales recursos de ingeniería, así como del trabajo muy cuestionado éticamente de pequeñas manos mal pagadas en Kenia” (ver el recuadro más abajo).

Al final, para él, “el verdadero genio de OpenAI no está en la ciencia que hay detrás de ChatGPT, sino en el marketing, delegado en un público entusiasmado con el artilugio”. Un público y unos medios de comunicación, cabría añadir, volviendo al principio de este artículo. Es cierto, todo el mundo habla de ello, pero ¿ha visto usted alguna vez un anuncio de ChatGPT?

Texto adaptado del francés por Lupe Calvo

Fuente de la información e imagen: https://www.swissinfo.ch

Fotografía: swissinfo.  Cuando se le pregunta, ChatGPT responde: “No hay límite de edad para hablar conmigo”. Aunque nadie —ni menores ni personas adultas— debe tomarse al pie de la letra todo lo que dice. Copyright 2023 The Associated Press. All Rights Reserved.

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Aprender a leer de forma natural

Cuando nuestros alumnos conocen un número de palabras suficiente, están preparados para leer textos y otras propuestas de las editoriales – de literatura infantil, por ejemplo- pero siempre lo hacen con la intención de encontrar un contenido, un significado, porque es lo que han aprendido


Sebastián Gertrúdix Romero de Ávila, en representación del Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP)


El pasado 29 de marzo, Aina Gallego publicó el artículo “Enseñar a leer, ¿qué método funciona mejor?”, en el que exponía que los métodos fonológicos son superiores a los que enfatizan el significado. No es nuestra intención rebatir todos los puntos que no compartimos de su artículo, sino exponer desde el planteamiento de nuestra práctica, cuál es el camino hacia el aprendizaje de la lectura. Un camino avalado por pedagogos como Decroly, Freinet, Gastón Mialaret, Foucambert, Frank Smith, Glenn Doman, Rachel Cohen, entre muchos otros y por los movimientos de escuela moderna de más de setenta países en todo el mundo, incluido el Movimiento Cooperativo de Escuela Popular, en España.

Si intentásemos que nuestros pequeños aprendiesen a hablar de la misma forma que se les enseña a leer con los métodos fonéticos o fonológicos, seguro que muchos de ellos fracasarían en el intento. El niño y la niña aprenden a hablar porque, desde el primer momento, sus padres se dirigen a ellos utilizando un lenguaje significativo, que los pequeños van asimilando poco a poco, hasta que llega un momento en que se sueltan a hablar, sin necesidad de pasar por el aprendizaje de letras ni sonidos silábicos aislados. Un lenguaje, además con una importante carga afectiva, que capta la atención y el interés de los niños y niñas con gran fuerza.

Para que el aprendizaje de la lectura sea correcto, debemos hacer lo mismo, es decir, partir del lenguaje de los propios niños y niñas, utilizando sus nombres, construyendo frases y pequeños textos ligados a su realidad, que los impliquen afectivamente. Al principio los aprenderán de memoria, sin conocer las letras. ¿Cuántas palabras conocemos en otros idiomas y sabemos su significado, aun ignorando su estructura fonética? Lo verdaderamente importante, en la lectura, es conocer el significado de lo que leemos. Para que quede bien claro: leer es anterior al conocimiento de la estructura fonética. Aprendemos a leer las palabras por su contenido comunicativo y, gracias a ello, somos capaces después de deducir o descubrir las letras y las sílabas -golpes de voz- que las forman. Pero, para ello, necesitamos ver las palabras escritas tal como son, conocer su forma gráfica; solo así podremos leerlas y también escribirlas correctamente.

Los métodos fonéticos enseñan el mecanismo de la lectura, es decir los sonidos de letras y sílabas, y consiguen que aprendan dicho mecanismo, pero eso no es leer. La prueba es que, excepto pequeñas excepciones, el silabeo convierte la lectura en una actividad monótona, sin la entonación correcta, sin sentido, y a los lectores en analfabetos funcionales: son capaces de “oralizar” cualquier texto, pero no comprenden su significado. Muchos de nosotros nos hemos encontrado en nuestros años de profesor con alumnos de hasta 14 años que realizaban una lectura silábica, puramente mecánica, lo cual dificulta enormemente la comprensión.

En nuestra metodología, los nombres, las frases y los pequeños textos, son trabajados en clase y, a través de los descubrimientos que van realizando los propios niños y niñas, junto a las indicaciones del profesorado, aprenden también el mecanismo. Es un proceso totalmente diferente. Los métodos fonéticos dan prioridad al mecanismo, el método natural -o global natural- parte siempre del lenguaje del niño y de la niña. Por esta razón, el alumno que aprende a leer de forma significativa se negará a “oralizar” un texto que no comprende, pues querrá saber cuál es el significado de las palabras que lo componen antes de seguir adelante. Y recordemos que lo fundamental en la lectura es la comprensión. Cualquier alumno o persona adulta que domina la mecánica, cuando se encuentra ante una palabra desconocida, no será capaz de entender su significado por mucho que la pueda reproducir oralmente; el conocimiento fonético de la palabra no garantiza su correcta lectura -existen algunas lenguas, como la de los Íberos, cuya estructura fonética se conoce, pero no su contenido significativo-, por lo que habrá que recurrir al contexto para deducir su significado y sustituirla por un sinónimo, o en todo caso, al diccionario.

Al no presentar las letras y las sílabas de forma aislada, la metodología global natural elimina todos los problemas de confusión de letras, que manifiestan algunos aprendices, y también facilita la lectura a los niños y niñas disléxicos. De hecho, hay numerosos estudios que prueban que en las lenguas ideográficas -no alfabéticas y, por tanto, no fonológicas-, como el japonés, o el chino, no existe la dislexia, o es irrelevante.

Cuando nuestros alumnos conocen un número de palabras suficiente, están preparados para leer textos y otras propuestas de las editoriales – de literatura infantil, por ejemplo- pero siempre lo hacen con la intención de encontrar un contenido, un significado, porque es lo que han aprendido.

Hay, aún, un aspecto más, de gran importancia, que otorga a la metodología natural una ventaja incuestionable. Se trata de la velocidad lectora.

Si nos referimos a la lectura oral es absurdo plantear la velocidad lectora como objetivo, entre otras cosas porque es imposible ir más rápido de lo que nos permite la pronunciación correcta de las palabras. Cuando se lee en voz alta, si queremos que los demás se enteren del significado de lo que estamos leyendo, debemos hacerlo con entonación, con ritmo, vocalizando perfectamente y cargando los acentos en donde sea necesario. Leer en voz alta es más un ejercicio de interpretación que de velocidad. Pero, además, para hacerlo en forma correcta, es necesario conocer el texto, estar familiarizado con las palabras que lo componen y haberlo repasado previamente, de lo contrario no le sabremos dar la entonación adecuada. Podemos añadir que, incluso, en la mayoría de las ocasiones, y dado que lo que se pretende es que el significado del texto sea transmitido lo mejor posible a la persona o personas que escuchan, cierta lentitud y la realización de algunas pausas, ayudan a dar mayor carga significativa al mensaje.

Sin embargo, cuando hablamos de lectura silenciosa, sí que es importante la velocidad. La lectura silenciosa -para estudiar, para consultar o para disfrutar- tiene su fundamento en la captación visual de significados y, al no tener que pronunciar las palabras del texto, se puede leer a mucha mayor velocidad. Los que han aprendido con un método fonético arrastran la vocalización de las palabras y la subvocalización –“oralizar” mentalmente las palabras- durante mucho tiempo; algunos durante toda su vida, lo cual impide leer con fluidez. En la lectura silenciosa o visual, el ojo capta palabras y grupos de palabras en los diversos saltos que va realizando a lo largo del texto -según demostró Émile Javal, a finales del siglo XIX- y ello le permite leer mucho más rápido.

Pero tampoco aquí debemos olvidar que lo que nos permite leer a gran velocidad no es únicamente una facultad del ojo, sino que, nuevamente, es la comprensión la que nos facilita avanzar con rapidez. Si en la escuela les acostumbramos a leer, desde el primer momento, palabras y frases con significado, estaremos preparando al niño y la niña, para que su lectura sea visual y, por lo tanto, para aprovechar las posibilidades que tiene el ojo de captar en cada golpe de vista, palabras y grupos de palabras. Esto es lo que hacen los buenos lectores.

Por otro lado, contrariamente a lo que apunta Aina, en nuestras clases no existe el fracaso escolar, todo nuestro alumnado -naturalmente, cada uno a su propio ritmo-acaba dominando la lectura de forma correcta y le encanta leer, puesto que para él es una actividad significativa y, por lo tanto, agradable y útil.

No obstante, el aprendizaje de la lectura es un proceso que no se acaba nunca; empieza cuando el niño y la niña son capaces de captar por primera vez en su vida el significado de una palabra reconociéndola por los signos gráficos que la forman, y continúa cuando se encuentran -incluso en la edad adulta- ante una palabra cuyo significado desconocen.

Alguien podrá preguntar por qué, si esto es así, no es utilizada por la gran mayoría del profesorado de educación infantil y primer ciclo de primaria, la metodología global natural. Realmente no tenemos la respuesta, pero sí podemos decir que, para todos los que utilizamos esta metodología, ayudar en el aprendizaje de la lectura a nuestro alumnado, ha supuesto una manera de encontrar sentido a nuestra profesión. Cierto es que, al partir de su lenguaje y de su entorno, los manuales al uso no sirven y hemos tenido que ir creando nuestros propios libros de lectura -de nombres, de frases, de textos libres, de cuentos inventados, de sueños…-, lo cual nos ha exigido una gran dedicación e intensidad. Pero el resultado ha sido tan positivo que todos nosotros estamos de acuerdo en que ha valido la pena.

Fuente de la información e imagen:  https://www.mcep.es

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¿Sabes identificar y actuar ante una situación de ‘bullying’?

Por: Sofía Delgado Ramírez

 

El 2 de mayo se conmemora a nivel mundial el Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar. Dicha fecha fue establecida por diversas asociaciones de familias y diferentes organizaciones no gubernamentales con la intención de sensibilizar sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en la infancia y la juventud.

De acuerdo con la Unesco, la violencia en las escuelas actualmente es una realidad que afecta a niños, niñas y adolescentes. Uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 afirman que han sufrido actos de acoso escolar. La organización Bullying sin Fronteras elaboró en 2022 un mapa en el que se afirma que México tiene el primer lugar, con un 70% de casos entre sus infantes y adolescentes.

El término bullying fue acuñado por un psicólogo noruego llamado Dan Olweus para definir una forma específica de maltrato entre pares.  Se considera bullying o acoso escolar a cualquier acto de violencia que ejerce un estudiante o un grupo de estudiantes sobre otro u otros estudiantes dentro del contexto escolar.

Existen diferentes formas de bullying o acoso escolar; las agresiones se pueden calificar de la siguiente manera:

  • Físicas: la persona que acosa golpea, empuja o patea a alguien más, puede arrebatar, aventar, romper o esconder las pertenencias de algún par.
  • Verbales: quien acosa suele poner apodos, burlarse, hacer bromas pesadas, criticar, provocar o amenazar a otras personas.
  • Sociales: incluyen la exclusión, el aislamiento, la humillación o el inventar rumores acerca de otras personas.
  • Sexuales: tienen que ver con molestar, tocar sin consentimiento o hacer burlas sobre el cuerpo, la intimidad o la orientación sexual de alguien más.

Actualmente también se tipifica el ciberacoso como un tipo de agresión entre personas que comparten entornos educativos a través de medios tecnológicos (mensajes, llamadas, envío de fotos con intención de amenazar, correos electrónicos que violentan, acoso a través de chats y/o redes sociales entre otros).

Para determinar que una persona está ejerciendo bullying o acoso escolar es necesario que se presenten las siguientes características: abuso de poder que incluye comportamientos agresivos como los mencionados anteriormente por parte de un estudiante o grupos de estudiantes de manera intencional con el propósito de someter a otros y otras compañeras en condiciones de desventaja y la repetición o sistematicidad con actitudes persistentes que tienen el propósito de vulnerar las condiciones físicas o emocionales de alguien más al violar las pautas de conducta y valores establecidos por la escuela.

El bullying o acoso escolar tiene efectos negativos en la salud física y emocional de quienes los sufren, también se ha observado que las víctimas de estas violencias pueden ver afectado su rendimiento académico, especialmente si se trata de casos severos. Además de las consecuencias individuales, a nivel social estas conductas afectan el ambiente de los colegios.

Los contextos escolares deberían de ser espacios seguros para las infancias y las y los jóvenes, por lo que es necesario generar estrategias de prevención que puedan atender esta problemática. A nivel familiar, se sugiere ser observadores y aprender a identificar las conductas antes descritas y promover con el niño, niña o joven una comunicación abierta que permita que esto se detenga; de igual forma se recomienda la intervención de especialistas que puedan acompañar a la persona víctima de bullying. En términos sociales, es importante fomentar el respeto hacia las diferencias, la compasión y la autorregulación emocional.

La Mtra. Sofía Delgado Ramírez es académica de la Maestría en Psicología Clínica

Referencias:

Bullying sin Fronteras (s.f.) https://bullyingsinfronteras.blogspot.com/

Comisión Nacional de Derechos Humanos (s.f.) Día internacional contra el bullying o el acoso escolar. https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-del-contra-el-bullying-o-el-acoso-escolar#_ftn2

Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (s.f.) Acosados http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=4343&id_opcion=&op=447

Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s.f.) Día Internacional contra la violencia y en la escuela en la escuela, incluido el ciberacoso.  https://www.unesco.org/es/days/againts-school-violence-and-bullying

Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (s.f.) Violencia contra los niños: nuevo informe “Ocultos a plena luz”. https://www.unicef.es/noticia/violencia-contra-los-ninos-nuevo-informe-ocultos-plena-luz

Save the Children (s.f.) Pautas para padres y madres ante el acoso escolar. https://www.savethechildren.es/sites/default/files/imce/docs/pautas_para_padres_y_madres_ante_el_acoso_escolar.pdf

Fuente de la información e imagen:  IBERO

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La justicia social y sus implicaciones educativas

Por: Teresa Galicia

 

Fui invitada a  Monterrey para participar XXVII Jornadas de Actualización Docente “Educación y Justicia Social” de la  Escuela de Ciencias de la Educación, temática que me llevó a explorar  las teorías y los enfoques  de las cuales se desprenden la fundamentación de las políticas orientadas a la justicia social que básicamente son:  la centrada en bienes sociales primarios en donde Rawls es el exponente principal; las centradas en las  capacidades humanas como la de Amartya Sen y Martha Nussbaum;  la centrada en derechos humanos  a partir de los planteamientos de la ONU, y la centrada en la justicia epistémica de Amanda Fricker.

Todas estas teorías aportan sus perspectivas, por lo que no hay una perspectiva de justicia superior a otra, pues su importancia radica en identificar la métrica de justicia (y de igualdad) en educación, así como los principios que contribuyen a fundamentar políticas educativas orientadas a la justicia social(Mendoza, 2022). Durante décadas, el principio de diferencia de la teoría de Rawls ha sido referente -implícito o explícito- de un buen número de estrategias enfocadas a lograr equidad. Actualmente en las políticas educativas en el mundo y en nuestro país, se observa la prevalencia del enfoque basado en los derechos humanos.

En los Objetivos de la Agenda ONU para 2030, se lee en el cuarto objetivo:

“Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.  

En el Artículo Tercero Constitucional de nuestro país, se remarca que toda persona tiene derecho a la educación. En la Ley General de Educación de México, en el artículo segundo y en consonancia con el Tercero Constitucional, se fundamenta que el Estado priorizará el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el ejercicio de su derecho a la educación y que está obligado a prestar servicios educativos con equidad y excelencia, y en el artículo once, que el Estado, a través de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación.

Lo anterior, fundamenta los principios en los que se basa la NEM. En el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022, se señala que en  la enseñanza y el aprendizaje  atraviesan procesos familiares, comunitarios, sociales, culturales y económicos que influyen poderosamente en la vida de las escuelas, además de que, en última instancia, un principio de justicia social es una condición para plantear un currículo con sentido de bienestar para la educación pública obligatoria, así como ser parte de diversos procesos educativos vinculados con la comunidad-territorio, para elaborar proyectos dirigidos a la justicia social y la solidaridad con el medio ambiente (p.61).

Dentro de sus  siete ejes articuladores, en tres de ellos,  se destacan de manera explícita  conceptos derivados de la justicia social:  Inclusión, que implica decolonizar el conocimiento del currículo, de los procesos de enseñanza y aprendizaje, en la práctica docente y en la evaluación de los aprendizajes de la educación básica, a nivel epistemológico, teórico, analítico y metodológico,  que derive en un pensamiento crítico aprendido desde la educación preescolar y en un sentido profundo que favorezca la inclusión de las diferenciasPensamiento crítico, entendido como la recuperación del otro desde la diversidad, que se concreta en la capacidad que desarrollan las niñas, niños y adolescentes para interrogar la realidad y oponerse a la injusticia, la desigualdad, el racismo, el machismo, la homofobia y todas aquellas formas que excluyen e invisibilizan a los otros y que pasan inadvertidas por considerarse “normales”, pero que en realidad son construcciones históricas que se generaron a partir de diversas formas de explotación, control del trabajo y relaciones de género. Interculturalidad crítica, que se  refiere a sujetos, comunidades e identidades lingüísticas, culturales, sociales y territoriales en su diversidad, que interactúan, dialogan, se interpelan y producen entre sí diferentes aprendizajes en un marco de relaciones asimétricas por motivos de clase, etnia, sexo, género, edad o capacidad, en la que el Estado se erige como el responsable social, político y jurídico, que garantiza la igualdad de derechos y favorece la creación de espacios para diversas epistemologías y el diálogo de saberes. Hasta aquí lo planteado en los enfoques, las teorías, las normativas y las narrativas vigentes, pero pensado la educación ¿qué hay más allá de lo expuesto?

La justicia  en México se relaciona con algunas de las metas que consideran aminorar la pobreza y la desigualdad en el acceso a derechos, como los  programas que buscan redistribuir recursos económicos a través del otorgamiento de transferencias monetarias directas a ciertos sectores de la población; con las Becas para el Bienestar Benito Juárez, que pretenden “promover una educación integral, equitativa y de calidad”; con el reto de lograr la universalización de la educación superior, con la promoción de una educación de calidad para los NNA, entre las más destacadas, sin embargo siguen sin aprender lo suficiente los niños, niñas y jóvenes que estudian la educación obligatoria y siguen existiendo condiciones que muestran injusticias persistentes en el sistema educativo mexicano.

Ya Pablo Latapí Sarre (1993), destacaba que la educación tiene que distribuirse con equidad, sin embargo y relacionando con la justicia educativa, la “igualdad de oportunidades” tiene implicaciones diferentes según el escenario que se escoja, que provoca que  sea  muy difícilmente aplicable a los casos individuales ya que:

a) El punto de partida de la educación individual es diferente (por el  ambiente familiar, el talento y las aptitudes etc.)
b) Las preferencias individuales son también muy diferentes, y es muy difícil —por no decir imposible—  establecer equivalencias.
c) El entorno social (incluyendo aquí las características de los compañeros de escuela y de aula, que son un muy importante factor de la calidad educativa) es también muy distinto,
d) Y, sobre todo, la educación supone siempre un esfuerzo personal; no es un bien que se dé; es una tarea que realiza cada persona, con ciertos apoyos y recursos que no necesariamente determinan los resultados (p.122).

También se pueden identificar ambigüedades en la aplicación de la igualdad de oportunidades, tomando en cuenta todo lo que implica: la igualdad de acceso, la igualdad de insumos, la igualdad de resultados, la igualdad de procesos, la igualdad proporcional, ya que cada una tendría que dar pie a estrategias de desarrollo y de compensación educativa enteramente diferentes.  Además de lo anterior, hay supuestos de carácter sociopolítico y cultural, como por ejemplo: que en nuestra  sociedad el individuo se confronta con instituciones sociales que velan por el bien de todos y que son capaces de responder a sus necesidades;  que la sociedad es “meritocrática” y que su dinámica real se mueve por el deseo de logro en todos los individuos, donde  la competencia, la imparcialidad o la correspondencia de méritos y recompensas son aceptadas por todos y que nuestra   sociedad responde al tipo de organización democrática y no un poder central el que concentra todos los bienes y recursos. Con todo lo anterior se puede argumentar que es insostenible que la justicia social sea para todos.

Si bien la educación es un derecho de todos los seres humanos, pero dada su naturaleza, su distribución debería conciliar los intereses de la persona, de la sociedad y del propio Estado y es aquí donde considero que las y los maestros pueden hacer la diferencia  dentro de un panorama realmente complejo, especialmente,  porque  deben de construir puntos de conexiónpara el tratamiento de los diferentes campos formativos, a través de proyectos y tomando en cuenta los ejes articuladores, de acuerdo con sus saberes, la dinámica del curso, las características de sus grupos y los contextos en los que laboran, lo que no puede sustraerse de educar para y en la justicia social.

Y la pregunta central entonces es: ¿por dónde empezar? Pienso en la necesidad de promover espacios formativos en donde se pueda explicitar la complejidad de concretar en nuestras prácticas lo anterior, ya que pocas veces somos conscientes de nuestros propios privilegios y desconocemos, invisibilizamos o reproducimos las diversas formas de discriminación que continúan manifestándose, incluso dentro de los salones de clase y no sabemos cómo responder a las desigualdades e injusticias que siguen presentes en la sociedad contemporánea.

Es necesario, por tanto, encauzar a los actores educativos a conocerse a sí mismos, partiendo de que la mayoría de las personas tenemos identidades tanto privilegiadas como en desventaja; estas confluencias de las identidades socialesafectan la vida de las personas y a esto llamamos interseccionalidad, resultado de la combinación de las identidades sociales en un individuo.

Una propuesta es trabajar desde la perspectiva interseccional, que implica un análisis que se hace sobre la interacción dinámica que las diversas características personales ejercen sobre los múltiples aspectos de la identidad (Almeida, Dolan-Del Vecchio y Parker, 2012), partiendo de que  las oportunidades y beneficios que recibe una persona serán diferentes, dependiendo de su interseccionalidad, ya que  existen personas en condiciones de vulnerabilidad y éstas tendrán más riesgo de sufrir discriminación, marginación o segregación a través de alguna de las manifestaciones de la opresión: racismo, clasismo, sexismo, etc. o bien  no tendrán acceso a las mismas opciones de empleo dos mujeres por ejemplo, una siendo heterosexual, clase media, profesionista, blanca y la otra siendo lesbiana, indígena y pobre.

Finalizo con enumerar una serie de objetivos que pueden desarrollarse a partir de estrategias dialógicas que promuevan la reflexión individual y colectiva, que permitiría adentrarse en la necesidad de profundizar en la justicia social desde nuestros diversos espacios de acción, que nos conduzcan en la resignificación y en el reaprender sobre las relaciones humanas.

*Reconocer los prejuicios y estereotipos falsos ante lo “diverso”.
*Tomar conciencia de las creencias y actitudes y evaluar su validez.
*Comparar los puntos de vista con otras versiones de la realidad y utilizar el análisis crítico para fundamentar sus opiniones
*Analizar los privilegios y reflexionar sobre cómo éstos pueden actuar en beneficio de los más vulnerables.
*Comprender el vínculo entre las oportunidades en la vida y acceso a derechos, y las categorías o identidades sociales que se poseen
*Reflexionar sobre cómo la ideología dominante moldea las conciencias individuales, las estructuras y prácticas institucionales y las normas culturales.
*Analizar cómo los problemas individuales son a menudo reflejo de temas sociales más profundos.
*Identificar cómo las injusticias sociales se manifiestan y experimentan en los niveles individual, cultural y social.

Referencias

Almeida, Dolan-Del Vecchio y Parker (2012)Foundation Concepts for Social Justice-Based Therapy: Critical Consciousness, Accountability and Empowerment. En E. Aldarondo (ed.), Advancing Social Justice through Clinical Practice (pp. 175-206). Routledge.
Mendoza, D. (2022). ¿Cómo entender y promover la justicia social en educación? Implicaciones para las políticas educativas en contextos de emergencia. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 2022, VOL. 27, NÚM. 94, PP. 829-853 (ISSN: 14056666 • ISSN-e 25942271)
Latapí, P. (1993). Reflexiones sobre la justicia en la educación.Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), Vol. XXIII, No. 2, pp. 9-41

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El programa analítico: entre orientaciones, manuales y formatos. ¿Y el docente?

Por: Abelardo Carro Nava

 

» ¿Habrá tiempo para la elaboración de un programa analítico cuando la misma SEP no ha podido comunicar la relevancia de este proceso?»

La capacidad profesional que tienen las maestras y maestros, demostrada durante los meses en que duró la contingencia sanitaria por la COVID-19, prácticamente ha quedado en el olvido o, en el mejor de los casos, en un bello recuerdo que fue documentado por algunas instancias, organizaciones, investigadores, entre otros; por ejemplo, recuerdo con mucha claridad un documento que publicó hace unos meses la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) intitulado: “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19”.

Como podrá leerse en este cuaderno de investigación educativa, específicamente en su Capítulo 2 ¿Cómo vivió la comunidad escolar la experiencia durante la contingencia sanitaria?, Estrategias para dar continuidad a la enseñanza y el aprendizaje, el 75.4% de los docentes encuestados, para seguir enseñando, señalaron haber diseñado actividades y materiales adicionales a las que la Secretaría de Educación Pública (SEP) determinaba, por ejemplo: a) fichas de trabajo y guías con la programación de actividades basadas en los aprendizajes claves o esperados del plan y programas de estudios, lo cual orientó a estudiantes sin conexión a internet ni señal de televisión o con alguna discapacidad; b) incorporación de actividades enfocadas al desarrollo de habilidades socioemocionales de los estudiantes, así como lúdicas; c) creación de su propio canal de YouTube y grupos en redes sociales para mantener un contacto ágil con los estudiantes, y la generación de escuelas virtuales en las que colocaron blogs por asignatura; d) desarrollo de proyectos situados o investigaciones especiales relacionados con las preocupaciones del momento; e) aprovechamiento de Google Classroom como medio de coordinación y colaboración entre docentes, en el que compartieron materiales de apoyo y organizaron las actividades del Consejo Técnico Escolar (MEJOREDU, 2020, p. 18); esto, como ya se dijo, considerando que las maestras y maestros también desarrollaban otras tantas actividades, propias de su ejercicio, como el planear, evaluar, llenar cuanto formato enviaba la SEP, etcétera, etcétera, etcétera.

Esta emergencia sanitaria, inédita en el mundo contemporáneo, puso al descubierto la creatividad, imaginación y conocimiento de miles de profesores a lo largo y ancho de la República Mexicana; no darse cuenta de ello, sería negar que, como sujetos activos en el ámbito educativo, tienen la capacidad suficiente para desarrollar las actividades relacionadas con su quehacer profesional. Vaya, quién no recuerda a aquel maestro o maestra que durante el momento más complido de la pandemia, se trasladaba a las comunidades para dejar y recoger las guías o cuadernillos de sus estudiantes, o aquel profesor que, en su camioneta, montó un pizarrón y descargaba unas sillas para que se sentaran los niños a recibir sus clases; y bueno, ni se diga de todos los videos, audios, tutoriales, aulas virtuales, en fin, de todos aquellas acciones que, independientemente de la propuesta de gobierno Aprende en Casa, surgieron de la mente, destreza o habilidad de los docentes.

Ahora bien, si los datos o información presentada por MEJOREDU fue correcta porque reflejaba parte de una realidad latente; si lo que llegamos a observar por varias semanas y meses, en cuanto al quehacer activo de maestras y maestros como un hecho único e inigualable durante este periodo de confinamiento, ¿qué nos orilla a pensar que este mismo docente no tiene la capacidad para elaborar un programa analítico?

Cierto, como bien se dice, venimos de una larga, pero larguísima tradición prescriptiva en cuanto al currículum y planes de estudio se refiere; pero, además, de otra larguísima tradición autoritaria e impositiva de parte de las autoridades educativas que no da cabida a la propuesta, creatividad o imaginación de los profesores. Tales cuestiones, obligarían a pensar que las cosas se han hecho así porque no hay de otra; y es cierto. No verlo, sería ignorar lo que de manera “oculta” ocurre en la otra realidad educativa, la de las maestras y maestros que, a pie puntillas, tienen que atender lo que se establece en los planes de estudio porque así se les mandata, pero también, lo que determinan las autoridades educativas sobre dicho plan, además de lo que a éstas se les venga en mente. La idea es que trabajen y punto, porque ello justifica el puesto del “jefe”.

Y bueno, en medio de todo este asunto, en los últimos 20 años han aparecido quienes, por los recovecos que ha generado la SEP, han incursionado ciertas “figuras educativas” que han sabido capitalizar las demandas surgidas por el establecimiento de programas de estímulos salariales a través de carrera magisterial o de los de promoción recientemente implementados. Claro, las demandas laborales que traen a cuestas las maestras y maestros, además de las que su propio entorno social y personal les impone, obliga a buscar la manera más concreta que facilite el cumplimiento administrativo o burocrático que el mismo sistema impone.

Entonces, ¿habrá tiempo para la creatividad cuando se pide que se vea un video de la Secretaría de Educación y después se comente?, ¿habrá tiempo para la imaginación cuando en los mismos Consejos Técnicos Escolares, el supervisor de zona, requiere que los colectivos docentes se organicen para los festejos del 10 de mayo, 15 de mayo, día del estudiante, la clausura o graduación?, ¿habrá tiempo para la elaboración de un programa analítico cuando la misma SEP no ha podido comunicar la relevancia de este proceso y, por lo cual, se tiene que buscar en la red no sé cuántas orientaciones, formatos y hasta manuales cuyo costo deja a uno boquiabierto?

¿Qué pasaría si al docente se le quitara la excesiva carga administrativa que tiene asignada?, ¿qué pasaría si contara con un fortalecido sistema de formación continua que le permitiera no solo comprender lo que persigue un modelo educativo y su consecuente plan de estudio, sino todo aquello que le permite cumplir con su función?, ¿qué pasaría si le dotará de esa autonomía que tantas veces se expresa en el discurso, pero que en los hechos es relativa, y a veces hasta nula?, ¿qué pasaría con esas “figuras educativas” que hoy día, cual mercaderes o mercenarios educativos, venden manuales para la elaboración de un programa analítico si es que la SEP hiciera su trabajo y hubiera una verdadera transformación del Sistema vertical, autoritario y prescriptivo?

¡Qué cosas! Endiosamos a quienes “viven” del magisterio, sin darnos cuenta que las maestras y los maestros han sido, son y serán, los protagonistas en los distintos procesos educativos.

Referencias:

MEJOREDU. (2020). Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19. https://editorial.mejoredu.gob.mx/Cuaderno-Educacion-a-distancia.pdf

Fuente de la información:  https://profelandia.com/

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