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Social mobility Our failing education system means it’s still no easier to climb life’s ladder

By: Yvonne Roberts.

You are 15, your school building is falling apart, your teachers long ago lost faith in the power of aspiration, and you learned early on that you are considered a loser in life’s game of snakes and ladders, so how do you feel? Grim, obviously– but, as we learned last week, not as grim as your peer in Turkey. That is little cause for cheer.

In its latest social mobility report, the Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) said that the poorest pupils in this country were more unhappy and discouraged than in any other developed country bar Turkey. Fewer than one in six feel resilient, satisfied with their lives and integrated at school, compared with an OECD average of one in four – one in two in the Netherlands.

One in six represents a huge swathe of our future. The OECD report also said that disadvantaged children in the UK who are educated together are two years behind those in schools with middle-class pupils.

At the current rate of “progress”, it will take 50 years to reach an equitable education system. Something is going badly wrong. It impacts on hundreds of thousands of children and young people. Yet, so far, across the political parties, and for decades, there has been a lack of imagination about what needs to be done to tackle such profound levels of misery, class division and wasted human capital.

At least in the 1940s we made no bones about it. The Education Act 1944estimated the country would need 80% manual workers and 20% clerical and professional staff for the postwar industrial economy. Now technology rules – the robots are coming. Even the middle classes are in peril of sliding down the snake, while those anchored to the bottom will continue to have little money, poor health and shocking housing.

For Labour, social mobility has traditionally meant focusing on the cleverest poorer children, measured in non-vocational terms. In 1959, the arrival of the 11 plus incensed the social entrepreneur Michael Young, Lord Young of Dartington, co-creator of the Open University among other ventures. He saw too many children prematurely branded failures.

Sixty years ago he published The Rise of the Meritocracy, a dystopian satire in which he presciently detailed the rise of women and national populism. The narrator, a sociologist, describes the negative outcomes of a system in which the elitist hereditary principle has been replaced by a society based on the formula, IQ + Effort = Merit. This system ossifies into yet another self-serving oligarchy. What Young believed is this “merit” – genes dictating the ability to pass exams, – fails to take into account the value to society of virtues such as kindness, courage, imagination, sympathy and generosity.

Education in the UK has always been a middle-class mincing machine in which too many poorer children are written off too soon because they don’t display certain habits of mind. “Effort” is very much harder in a damp, overcrowded, unheated home. Andreas Schleicher, OECD director of education and skills, said last week that, in the UK, poorer children did better in schools with a good disciplinary regime, by which he meant an environment for learning in which pupils respected and trusted teachers, and teachers had high expectations of pupils.

Arguably, what fosters that mutual respect is an understanding of the influences on children in all their diversity. For instance, a 10-year American study showed that parents of children from a low socio-economic group valued obedience, neatness and honesty, while middle class parents emphasised curiosity, self-control and consideration. We know that early years and schools can do much to compensate for this when a child does not come from a home bursting with social skills, activities, tutoring, self-discipline and ambition – so why do we still do so little?

Young, in his own patriarchal way, was trying to redefine what is meant by social mobility and “success”. How do we create a fair society in which every individual is able to develop what economist Amartya Sen called “capabilities” – the right to feel of value, to engage in society, to have the resources to live a thriving life, not merely survive? The aim, for all our sakes, ought to be that six out of six poorer pupils have the knowledge that life offers promise.

 

Fuente del artículo: https://www.theguardian.com/society/2018/oct/27/education-inequality-uk-schools-failure-of-meritocracy

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El Salvador según los ideales de San Romero

Por: Luis Armando González. 

El día ayer, en las vísperas de canonización de Monseñor Óscar Arnulfo Romero –y con motivo de tan extraordinario acontecimiento— el Presidente Salvador Sánchez Cerén dirigió un mensaje a la nación, en el cual, en una de sus partes medulares, dijo lo siguiente:

San Romero de América continúa alentando las esperanzas de los pueblos. Su identificación con las poblaciones más vulnerables, su enérgico rechazo a la violencia, su valiente defensa de las víctimas son ejemplos para millones de personas que luchan por la dignidad humana… La mejor forma de honrar a San Romero es mantener vivo su mensaje de amor y paz en nuestras acciones. En sus palabras encontramos la fortaleza para ser mejores y avanzar en el camino de la paz y el bienestar de todos los ciudadanos.

Su canonización convoca a toda nuestra sociedad a una profunda reflexión para comprender que es urgente un ¡Basta ya! a la violencia, que tanto sufrimiento provoca a muchas familias. A eso nos llama hoy San Romero, a un cambio de conducta, a sumar esfuerzos para que nuestras comunidades avancen en convivencia y con tolerancia, poniendo en práctica una nueva cultura de paz basada en el respeto a la vida, a las diferencias y a los derechos humanos”.

Ese texto condensa lo que para una gran mayoría de personas –creyentes y no creyentes— es el mensaje esencial de Monseñor Romero, quien desde el 14 de octubre de 2018 se ha convertido San Romero de América. Al transmitir ese mensaje, el Presidente Sánchez Cerén no sólo se puso en sintonía con los ideales fundamentales de San Romero, sino también en sintonía con las aspiraciones de figuras católicas de primer nivel –como el Papa Francisco, el Cardenal Gregorio Rosa Chávez y el Nuncio Apostólico, Monseñor Santo Gangemi— que, guiados por los ideales y el ejemplo del santo salvadoreño, han hecho llamados para trabajar por la paz, la justicia y la vida en El Salvador.

Y es que el desafío por edificar un país sin violencia, con justicia, sin desigualdades hirientes y con un pleno respeto a la dignidad humana sigue siendo tan actual y urgente, como lo fue en tiempos de San Romero. Eso no podrá hacerse sin un vuelco radical en los ejes configuradores de la realidad nacional: la economía, la política y la cultura.

En algunos ambientes se escucha decir que debemos edificar un país según el corazón de Dios. Para los que no son creyentes –lo cual no quiere decir que sean malas personas, que no tengan ideales o que no deseen trabajar un El Salvador distinto al actual— la apelación al “corazón de Dios”, como fuente orientadora, escapa a sus pretensiones o, más aún, no tiene ninguna fuerza para desencadenar, en ellos, un compromiso cívico o para delinear un proyecto social, cultural, político y económico, viable y realista, y para lo cual son herramientas imprescindibles el conocimiento científico, y sus aplicaciones tecnológicas, y una sólida base moral que no debe agotarse, aunque se nutra de su riqueza, en fuentes morales de procedencia religiosa.

Por otro lado, para los creyentes cristianos –sobre todo esos a los que no les son ajenas las enseñanzas de la teología negativa— la pretensión de querer conocer a Dios –su voluntad y deseos, que tiene corazón y que hay algo inscrito en ese corazón— no es más que un ejemplo de la soberbia humana y, por qué no, también de la inevitable ignorancia que se deriva de la inaccesibilidad a ese misterio en que consiste lo absolutamente absoluto.

Más prudente sería decir que, en el caso concreto de nuestro país –con su historia, condicionamientos, estructuras de poder, formas de convivencia y cultura—, una figura como San Romero podría convertirse en ese desencadenante de un proceso de transformación de El Salvador, en sus estructuras fundamentales, para lo cual –como punto de partida— no debería perderse de vista la integralidad de su trayectoria de vida y su legado, es decir, se trataría de mantenerlo vigente, actuante y operativo, como “Monseñor Romero”. La tentación de afirmar que el país debería ser edificado según el “corazón de Monseñor Romero” se impone casi automáticamente.

Pero es una tentación a la que –por lo menos en estas líneas— no hay que ceder. Por un lado, la noción está fuertemente teñida de romanticismo y sentimentalismo, lo cual fácilmente puede conducir, en el caso de Romero, a una espiritualización de su vida y legado. Por otro lado, la noción es heredera de una visión que pone al corazón (y a su lugar en el cuerpo) como centro de la voluntad y decisiones morales de las personas.

Por eso se dice de una persona que hace el mal que “no tiene corazón”; o también, cuando se quiere respaldar la solidez moral de una afirmación, se dice “te lo digo con el corazón en la mano” o “te lo digo desde el fondo de mi corazón”. En realidad, lo correcto sería decir “te lo digo desde mi cerebro”, pero hasta ahora el corazón sigue teniendo la primacía como fuente de las decisiones (y compromisos) más firmes y profundas.

Pero ciertamente, no sólo el cerebro de Monseñor Romero estuvo en la base de sus decisiones y opciones más reflexivas, sino todo su cuerpo, sus sentidos, sus emociones y sus sentimientos. Aunado todo ello a sus conocimientos filosóficos y teológicos, a su cultura –tejida a partir de sus orígenes familiares en Ciudad Barrios—, a sus gustos musicales, a sus conocimientos históricos, políticos, económicos, sociológicos, a su experiencia con las víctimas de la violencia, a las tensiones eclesiales que enfrentó, a sus lecturas del Evangelio y a su fe. Todo esto cristalizó en un conjunto de principios, valores, exigencias y obligaciones morales: los ideales de Monseñor Romero.

Son esos ideales –entre los que destacan la primacía de la dignidad de las personas, la promoción del bien común y la justicia, la opción por las víctimas, el rechazo de la violencia que genera violencia, la defensa de los derechos humanos, el compromiso con la paz justa, el respeto de la memoria histórica, la resistencia a la opresión, la solidaridad, la fraternidad y la tolerancia— los que, por universales, tienen toda la potencialidad para mover a los distintos sectores del país a un compromiso con un nuevo proyecto de nación.

Ninguna persona de buena voluntad, con una decencia mínima y con capacidad de razonar, puede sustraerse a esos ideales, independientemente de sus opciones y creencia (o increencias) religiosas. Y ello porque los ideales de San Romero –del obispo y mártir Monseñor Romero— apuntan al universo moral de las personas, es decir, al marco de principios, valores y creencias a partir del cual aquéllas actúan y toman decisiones.

En fin, edificar un país según los ideales de Monseñor Romero –de San Romero— supone la permeabilización de la sociedad por esos ideales, de modo que sean el crisol de una nueva cultura, una cultura del compromiso solidario, del respeto y cuido del débil; de renuncia a la ostentación, el consumismo, el individualismo y el abuso; de la justicia económica y de la convivencia en paz.

San Salvador, 14 de octubre de 2018

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Equidad: pendiente educativo 1

Por: David Calderón. 

Esta semana, el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) presentó un estudio que entra a detalle en los datos de resultados y contexto de los estudiantes, pero con el enfoque “Equidad en la educación: superar las barreras a la movilidad social”, como llamaron al reporte. En esta colaboración comentaré la nota que sobre México presentó PISA.

Lo primero que hay que decir es que, con sus aún muy mejorables referentes, es un paso adelante que el equipo de PISA comience a integrar una perspectiva más sistémica y menos reduccionista para juzgar los resultados en desempeño sobre las competencias referidas a ciencia, matemáticas y comunicación. Como Pasi Sahlberg y mucho otros observaron hace años, muchas de las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) carecen de suficiente ajuste de contexto, y pueden, en su generalidad, convertirse en una receta inadecuada para problemas complejos, de condicionamientos históricos y políticos de gran profundidad.

El estudio global reconoce (sin cuestionar las materias de gobernanza, presupuesto y recaudación fiscal) que vivimos en un mundo de creciente desigualdad económica, y que la educación no puede renunciar a su tarea de propiciar la equidad (entendida como iguales oportunidades, de manera que el antecedente socioeconómico de las familias de origen no determine fatalmente el alcance de resultados satisfactorios en el desarrollo de competencias para la nueva generación).

La nota para México está organizada, a mi juicio, con muy poca fortuna para convocar a la acción. Pero propongo una lectura que traiga a la mesa datos inquietantes y que nos muevan a reflexión. Por ejemplo: 80 por ciento de los estudiantes mexicanos que participaron en la última edición de PISA vienen de un contexto de desventaja (es decir, son muy bajos la escolaridad e ingresos de sus padres) y 60 por ciento estudian en escuelas donde la norma es esa misma desventaja. Sorpresa (es ironía): México tiene escuelas pobres para pobres. La población escolar refleja la estratificación socioeconómica del país. Triste: el mecanismo central de movilidad social no cambia, sino en general refleja la división de fortunas entre los mexicanos. La nota asienta que, en ciencias, los resultados entre los mexicanos más desventajados y los más afortunados de sus coetáneos, 15 años cumplidos, la diferencia de puntajes en sus resultados es de 60 puntos, el equivalente a dos años de escolaridad. Venir de familia en contexto marginado prevé tener resultados al terminar el tercero de secundaria, como lo que se obtiene en primero de secundaria en un contexto favorecido.

Otra no tan sorpresa: los alumnos de contexto de desventaja, cuando están en escuelas de ventaja, tienen 71 puntos más que sus pares de origen. Es decir, aunque sea de la zona más complicada de Ixtapaluca, en una escuela pública de la Colonia Roma es previsible que no se produzca una diferencia con los jóvenes que son vecinos de la escuela, con padres de ingreso medio alto y licenciatura. No es genético, ni mucho menos: aún con posible bullying, aún con el desfase de nutrición y hasta de atención y crianza, el efecto colectivo puede “jalar” o al menos no extinguir el potencial educativo. 12% de los desventajados están en el cuarto superior de resultados; son “resilientes”, es decir, con todo y el contexto empobrecido de su vecindario y de su escuela, obtienen resultados de aceptables a superiores.

El punto está hecho: origen no tiene que ser destino. Pero no pasa mágicamente; hay políticas y prácticas que favorecen la equidad y por lo tanto la movilidad social, y descuidarlas es dejar que el sistema educativo reproduzca las pautas de subordinación y marginación.

La nota de OCDE es muy escueta al recomendar tres políticas educativas: a) invertir fuerte en educación inicial de los desfavorecidos; b) monitorear y apoyar con recursos adicionales las situaciones de desventaja, reduciendo la “concentración” y c) formar a los maestros para que tengan instrumentos efectivos para lidiar con la diversidad, comunicarse con las familias y sumarlas al proceso de sus hijos, favorecer un clima escolar de identificación y gran empatía, usar estrategias adecuadas para revertir las brechas, como la tutoría entre pares. Recetas, fáciles de decir, arduas de implementar. Pero hay experiencias ya en México, que vale la pena referir, como lo haré en mi siguiente entrega. Ya pasa; ahora es analizar dónde, por qué y qué esperanzas hay de ampliar esas buenas prácticas, especialmente en la responsabilidad del gobierno entrante.

Fuente del artículo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/david-calderon/equidad-pendiente-educativo-1

 

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Presentación a la Asamblea General ONU-2018. Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas

Por:  Victoria Tauli-Corpuz.

Declaracion de Victoria Tauli-Corpuz, 
Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas

Presentación a la Tercera Comisión de la Asamblea General

en su 73º período de sesiones 
Tema 71 (a y b): Derechos de los pueblos indígenas

Nueva York, 12 de octubre de 2018

Honorable Presidente de la Tercera Comisión, el Sr. Mahmoud Saikal

Representantes Distinguidos de los Estados Miembros,

representantes indígenas y autoridades en la sala y en todo el mundo,

Excelencias, señoras y señores,

Es un placer para mí dirigirme a la Asamblea General hoy por quinta vez desde que asumí el mandato de Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas en 2014. Durante la última media década, he estado informando aquí y en el Consejo de Derechos Humanos sobre una serie de temas preocupantes para los pueblos indígenas. He tratado de arrojar luz sobre las razones estructurales detrás de las violaciones de los derechos humanos y la marginación que los pueblos indígenas siguen enfrentando en casi todos los países. He explorado temas como el impacto de la inversión internacional y los acuerdos de libre comercio en los derechos de los pueblos indígenas; el impacto de la conservación y la adaptación al cambio climático y los proyectos de mitigación; y los crecientes ataques, criminalización e incluso asesinato de pueblos indígenas, entre otros temas.

Hoy, quiero discutir lo que veo como una de las posibles soluciones para enfrentar los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas en todo el mundo: la importancia de proteger y promover el papel de las propias instituciones de los pueblos indígenas y las formas de gobernarse a sí mismos. En el centro de esto están los derechos a la libredeterminación, el autogobierno y la autonomía.

En el informe que les presento hoy ofrezco comentarios introductorios sobre el tema de los «pueblos indígenas y el autogobierno». Mi objetivo es centrarme más en este tema durante el próximo año en diálogo con los pueblos indígenas, los Estados y otros actores para proporcionar recomendaciones sobre cómo fortalecer el autogobierno indígena.

Algunos pueden decir que este es un tema muy complicado o incluso controvertido. Sin embargo, como he visto a través de mis visitas a los países, las comunicaciones con los gobiernos y los estudios temáticos durante los últimos cinco años, hay muchos buenos ejemplos de sistemas de autogobierno indígena que existen como un acuerdo formal con el Estado y que son reconocidos en la Constitución, la legislación, las políticas o en el nivel de trabajo del Estado. Me gustaría comenzar enfocándome y aprendiendo más de estos ejemplos existentes. Todos los días, y tal como hablamos aquí, estos numerosos sistemas de gobernabilidad indígena permiten a los pueblos indígenas practicar su derecho al autogobierno y lograr un desarrollo sostenible de la forma en que se definen a sí mismos.

Más aún, se reconoce que estos sistemas de gobernanza indígena desempeñan un papel positivo para garantizar resultados de desarrollo sostenible para los pueblos indígenas y para la sociedad en general. En el contexto del marco de Desarrollo Sostenible, y su enfoque en el buen gobierno, la participación, la apropiación y el hecho de no dejar a nadie atrás, considero que es muy importante comprender mejor el papel que los propios sistemas de gobierno de los pueblos indígenas pueden desempeñar para lograr un desarrollo sostenible.

Es difícil describir o definir de manera restringida qué son los «sistemas de autogobierno indígena», dada la amplia diversidad de instituciones indígenas que existen a nivel mundial y las diferentes historias, contextos y luchas en las que se han formado. A lo que me refiero en mi informe es a los sistemas de gobierno de siglos de antigüedad que establecen reglas sobre las formas en que los pueblos indígenas se relacionan entre sí y con sus vecinos, así como con la naturaleza y los ecosistemas circundantes. En muchos casos, estas instituciones incluyen leyes consuetudinarias, orales y escritas, así como mecanismos de resolución de disputas y adjudicación. Estos sistemas existían mucho antes de que los pueblos indígenas fueran colonizados por fuerzas externas y antes de que surgieran los Estados-nación poscoloniales. En muchos lugares, continúan existiendo y operando en las comunidades indígenas. Se integran a lascosmovisiones tradicionales, valores, normas, leyes de los pueblos indígenas y sus conceptos de autoridad y formas de ejercer el liderazgo. En las últimas décadas, también se han desarrollado formas contemporáneas institucionales, incluidos parlamentos, consejos y organizaciones indígenas, a menudo en cooperación con los Estados y algunos con el objetivo de aumentar el autogobierno indígena. La diversidad de los sistemas de gobierno indígenas es un reflejo de las diversas culturas, historias y realidades de los pueblos indígenas.

Muchos de los sistemas tradicionales de gobernanza indígena han demostrado ser mejores que los actores externos para garantizar el bienestar, la paz y la seguridad y los derechos de los pueblos indígenas. Además, contribuyen a la reducción de conflictos, la mitigación y adaptación al cambio climático, la conservación y los servicios de educación y salud culturalmente apropiados, el acceso a la justicia, entre muchos otros resultados positivos. El reconocimiento y el apoyo a los sistemas de gobernanza indígenas es, por lo tanto, esencial para la realización de los derechos de los pueblos indígenas y, en particular, su derecho a la libre determinación. Déjame darte algunos ejemplos de esto:

Servicios públicos mejorados: varios estudios, entre otros de América del Norte, enfatizan cómo los sistemas de gobernanza indígena administran de manera eficiente una amplia gama de servicios públicos, a menudo más efectivamente que los actores externos, dado el profundo entendimiento que los pueblos indígenas tienen de sus propias culturas, tradiciones y valores. .

Conservación y mantenimiento de la biodiversidad: También hay evidencia creciente de la superposición entre los territorios y áreas de los pueblos indígenas y los altos niveles de biodiversidad y bosques saludables. Mientras que los pueblos indígenas ocupan el 22 por ciento de la masa terrestre del mundo, el 80 por ciento de la biodiversidad del mundo se encuentra en sus tierras y territorios. Un factor clave que explica esta superposición es precisamente los sistemas de gobierno y las normas consuetudinarias de los pueblos indígenas, que definen la relación con sus tierras, territorios y recursos y se basan en valores de reciprocidad y solidaridad. Otro factor es la capacidad de estos sistemas para adaptarse a los cambios físicos, políticos y culturales que enfrentan. Un elemento esencial de esas leyes consuetudinarias es la propiedad colectiva y la gestión de tierras, territorios y recursos,

Adaptación y mitigación del cambio climático: el conocimiento tradicional indígena, los sistemas de gobernanza y los puntos de vista holísticos de la comunidad y el medio ambiente también han sido ampliamente reconocidos como un recurso para la mitigación y adaptación al cambio climático. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, por ejemplo, ha documentado cómo el conocimiento indígena ha sido eficaz en el desarrollo de medidas para hacer frente a las amenazas climáticas y ha contribuido a aumentar la seguridad alimentaria en muchas partes del mundo.

Los ejemplos incluyen el conocimiento de los inuit sobre la variabilidad del clima en la caza, las tradiciones incas de diversificación de cultivos y el conocimiento de la diversidad genética y, en el Sahel, el uso de estrategias de recolección de agua y el pronóstico del tiempo. A través de un mayor autogobierno, estas prácticas pueden proporcionar mejores salvaguardas contra los efectos del cambio climático.

Prevención de conflictos y acceso a la justicia: las instituciones indígenas también desempeñan un papel importante para garantizar la prevención de conflictos, el orden y la resolución de conflictos. Por ejemplo, esto se puede observar en los modelos de policía comunitaria que están prosperando en varios países latinoamericanos. Otros ejemplos incluyen modelos de justicia tradicionales que resuelven conflictos y brindan acceso a la justicia de maneras que respetan tanto la diversidad cultural como las normas de derechos humanos.

Libredeterminación: por supuesto, el derecho al autogobierno también es un derecho en sí mismo. Está estrechamente vinculado al derecho fundacional de la libredeterminación, ya que permite a los pueblos indígenas determinar libremente su condición política y perseguir libremente su desarrollo económico, social y cultural. Por lo tanto, tiene un valor intrínseco, ya que respalda la capacidad de los sistemas de gobierno indígenas para evolucionar y adaptarse a los cambios.

Estas son todavía reflexiones preliminares sobre el tema. Durante el próximo año, me gustaría recopilar mucha más información sobre los sistemas de autogobierno indígena existentes y los resultados a los que han contribuido. Además, necesitamos aprender más sobre los desafíos que enfrentan los sistemas de gobernabilidad indígena y cómo superarlos. El derecho de los pueblos indígenas a gobernarse a sí mismos está bien establecido en el derecho internacional de los derechos humanos y la jurisprudencia. Sin embargo, es cuando se pone en práctica que surgen desafíos. Estos incluyen desafíos tales como la coordinación entre las instituciones indígenas y contemporáneas del Estado; los limitados recursos financieros y humanos disponibles para administrar adecuadamente los sistemas de gobernanza indígena; la falta de control y la capacidad de autogobierno.

Espero que en este diálogo escuchemos buenos ejemplos a nivel nacional sobre cómo ha enfrentado estos desafíos. Esto puede ayudar a identificar recomendaciones que pueden aplicarse en otros contextos.

Deseo mencionar que este tema también ha sido una preocupación central para los otros mecanismos de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Se abordó en el estudio de EMRIP de 2011 sobre la participación en la toma de decisiones y el trabajo reciente del Foro Permanente de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible en los territorios de los pueblos indígenas. Espero coordinar con estos mecanismos durante el próximo año para mejorar nuestro conocimiento combinado sobre el papel que pueden desempeñar los propios sistemas de gobierno de los pueblos indígenas, en particular en lo que respecta al logro del desarrollo sostenible.

Señor presidente

Ahora quisiera decir algunas palabras sobre mis actividades generales y mi trabajo, ya que me dirigí a la Asamblea General el año pasado. En particular, me centraré en la criminalización, mis dos visitas a México y Guatemala y el tema de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario.

Violencia en contra y criminalización de los pueblos indígenas.

Mi informe al 39º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos en septiembre (A / HRC / 39/17) proporcionó un análisis de la preocupante escalada de violencia, criminalización, hostigamiento y amenazas contra los pueblos indígenas, en particular cuando defienden y ejercen sus derechos sobre Tierras, territorios y recursos naturales. Estas violaciones de los derechos humanos a menudo surgen cuando los líderes indígenas y los miembros de la comunidad expresan su preocupación por los proyectos a gran escala relacionados con las industrias extractivas, la agroindustria, la infraestructura, las represas hidroeléctricas y la tala.

Parece que una vez más, los pueblos indígenas han terminado en la primera línea como objetivos de persecución. La rápida competencia que se intensifica sobre los recursos naturales en sus tierras y territorios tradicionales está impulsando esta violencia. Líderes y comunidades indígenas que se oponen a los impactos negativos de los proyectos a gran escala sobre sus derechos, medios de vida y el medio ambiente son objeto de ataques y asesinatos, desalojos forzosos, amenazas y hostigamientos insidiosos en forma de cargos criminales que a menudo son nebulosos, inflados o ficticios. El objetivo de estos ataques, ya sean violentos o legales, es silenciar cualquier oposición de los pueblos indígenas a los intereses comerciales y evitar que los pueblos indígenas ejerzan sus derechos.

Una causa subyacente crucial de los actuales ataques intensificados es la incapacidad de proporcionar a las comunidades indígenas una tenencia segura de la tierra, ya que esto, a su vez, socava su capacidad para defender efectivamente sus tierras de los daños causados ​​por proyectos a gran escala.

El informe es un primer paso para ver este problema. Me comprometo a seguir prestando atención a los ataques y la criminalización de los defensores de los derechos humanos de los indígenas ya promover soluciones para mejorar las medidas de prevención y protección.

Pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial.

En el Consejo de Derechos Humanos en septiembre, también presenté un informe temático sobre los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial en América del Sur, después de una conferencia sobre este tema en Perú el año pasado. Este es un tema poco explorado pero extremadamente importante, ya que existe una necesidad urgente de redoblar los esfuerzos para mejorar la protección de los territorios y el medio ambiente de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial, en línea con las normas internacionales. El informe recomienda que los Estados deben desarrollar e implementar adecuadamente políticas diferenciadas dirigidas a los pueblos indígenas en contacto inicial, especialmente en el área de la salud, al mismo tiempo que se abstengan de implementar acciones que afecten sus tierras y recursos.

Visitas y comunicaciones.

Permítame continuar con algunas palabras sobre mis recientes visitas a los países, así como mis comunicaciones con los gobiernos y otras entidades.

Desde que informé a la Asamblea General el año pasado, he realizado dos visitas oficiales a los países: a México del 8 al 17 de noviembre de 2017 y a Guatemala del 1 al 10 de mayo de 2018. Deseo agradecer a los gobiernos de México y Guatemala por sus invitaciones. , así como por su cooperación durante las misiones y por permitirme perseguirlos de manera independiente.

México y Guatemala han desempeñado un papel importante en el apoyo al avance de los derechos de los pueblos indígenas en el ámbito internacional, incluso en la adopción de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y en el establecimiento de mi mandato. Sin embargo, a nivel nacional, los países de ambos países aún enfrentan serios desafíos en la implementación de estos compromisos.

En México, recibí información sobre algunas medidas positivas en los campos de la salud y la educación, así como los esfuerzos para facilitar el acceso de los pueblos indígenas a la justicia. Pero pude observar que la situación real de los pueblos indígenas en el país refleja una gran brecha entre los compromisos internacionales adoptados por el Estado y la realidad sobre el terreno.

Existe la necesidad de una acción efectiva y coordinada a nivel federal, estatal y municipal para enfrentar la grave situación de los pueblos indígenas, en particular la falta de una implementación adecuada de sus derechos de autodeterminación y de sus tierras, territorios y recursos naturales, sus derechos. Participación política y acceso a la justicia. También deben adoptarse medidas urgentes para resolver los problemas de violencia e inseguridad, así como la pobreza, la marginación y la discriminación que afectan a los pueblos indígenas.

En Guatemala, los pueblos indígenas constituyen la mayoría de la población. A pesar de esto, nunca han participado en pie de igualdad en la vida política, social, cultural y económica del país. Pude observar que los pueblos indígenas enfrentan racismo estructural y discriminación en su vida cotidiana, que se refleja en la falta de protección de sus tierras, territorios y recursos naturales y en sus dificultades para acceder a la justicia, la salud y la educación, o la participación política. Me preocupa saber que, a pesar del crecimiento económico nacional general, los niveles de desigualdad están aumentando. Alrededor del 40 por ciento de los pueblos indígenas aún viven en la pobreza extrema, y ​​más de la mitad de los niños indígenas en Guatemala padecen desnutrición crónica.

Observé que la implementación de la gran mayoría de los compromisos en el Acuerdo de Paz sobre los Derechos e Identidad de los Pueblos Indígenas de 1996 siguen sin cumplirse, al igual que la mayoría de las recomendaciones emitidas en 2002 por mi predecesor, el Profesor Stavenhagen, luego de su visita al país. Resulta profundamente preocupante que hoy, 22 años después de la firma de los Acuerdos de Paz, solo el 19% de los compromisos adoptados en el Acuerdo sobre Derechos e Identidad de los Pueblos Indígenas hayan sido implementados. Ha habido un progreso insuficiente, en particular relacionado con la garantía de los derechos a la tierra y los recursos, la educación intercultural bilingüe y el reconocimiento de las autoridades indígenas y la justicia.

Tanto en México como en Guatemala, recibí numerosas quejas sobre los impactos del modelo actual de «desarrollo» en los derechos de los pueblos indígenas. El aumento drástico de proyectos extractivos y de otro tipo no respeta el derecho de los pueblos indígenas a determinar sus propias prioridades y estrategias para el desarrollo y uso de sus tierras, territorios y recursos naturales. Estos proyectos generalmente se llevan a cabo sin evaluaciones de impacto adecuadas sobre los derechos humanos ni consultas de buena fe para obtener el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas interesados.

Estor extremadamente preocupada por el aumento de los niveles de violencia, los desalojos forzosos y la criminalización de los pueblos indígenas tanto en México como en Guatemala. En Guatemala, visité a los líderes indígenas en prisión por defender sus tierras y estoy particularmente preocupado por los asesinatos de varios líderes indígenas durante y desde mi reciente visita.

Además de las visitas a los países, he seguido compartiendo información con los gobiernos y otros actores en relación con las denuncias de violaciones de los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo. Desde el año pasado, he enviado 48 comunicaciones a 19 Estados y otras entidades en relación con violaciones de una amplia gama de derechos económicos, sociales y culturales, así como civiles y políticos. Aprecio las respuestas que he recibido y el diálogo que algunas de las comunicaciones han llevado a diferentes gobiernos.

Con estas palabras, me gustaría finalizar mi informe a la Asamblea General y darles la palabra. Estoy listo para escuchar y tengo muchas esperanzas de que hoy podamos tener un diálogo constructivo sobre el derecho de los pueblos indígenas al autogobierno y su contribución al logro de un desarrollo sostenible para todos, también para los pueblos indígenas.

Gracias.

Fuente del documento: http://unsr.vtaulicorpuz.org/site/index.php?option=com_content&view=article&id=257:presentation-to-ga2018&catid=7:statements&Itemid=32&lang=es

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Pacto por la educación ¿Truco o trato? | Debate en Badajoz (Video)

España / 28 de octubre de 2018 / Autor: Coordinadora Estudiantil Badajoz / Fuente: Youtube

Publicado el 23 oct. 2018
Charla organizada el pasado 15 de marzo de 2018 por el Consejo de Estudiantes de la Facultad de Educación junto a la asociación APEVEx (Asociación Pedagógica «Escuela de Verano de Extremadura») Grabada por la Coordinadora Estudiantil de Badajoz. https://www.estudiantesbadajoz.org

ove/mahv
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Mas allá del INEE…

México / 28 de octubre de 2018 / Autor: Manuel Alberto Navarro Weckmann / Fuente: manuelnavarro.com

La evaluación en México es relativamente nueva en comparación con otros países, pero su empleo se remonta a muchos años antes de la creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y sin duda debemos tener un espacio al interior o al exterior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que vierta al Sistema Educativo Nacional, de datos que permitan dar un seguimiento y en su caso la toma de decisiones en materia educativa.

En México a partir de la década de los años ochenta, que coincide con el establecimiento en 1984 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se vio la necesidad de tener una evaluación tomada ésta como una herramienta para mejorar la educación y en los noventa  en el que podemos destacar en 1991 la creación de los Comités interinstitucionales para la Evaluación de la Educción Superior (CIEES) y en 1993 la creación del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), en donde se desarrollaron diversos programas e instrumentos de evaluación aportando importantes elementos, tanto para la planeación de la autoridad, como para la  investigación en el tema.

Durante la primera década de este siglo tuve la fortuna de estar al frente de la Dirección de Investigación y Evaluación (DIE) de la entonces Secretaría de Educación y Cultura (SEyC) en el Estado de Chihuahua y como tal, pude apreciar las tensiones que provocó a nivel nacional la creación del INEE, cuando la batuta en la materia la llevaba la Dirección General de Evaluación (DGE) de la SEP, en donde ayer como hoy se llevaban a cabo grandes discusiones sobre los medios y los fines de la evaluación de la Educación.

En aquellos días se desarrollaron valiosos instrumentos incluso de evaluación de políticas educativas en donde se ajustaría el presupuesto de los programas de acuerdo con su desempeño, sin embargo, el poder de la burocracia terminó por opacar un importante esfuerzo que minaría su poder frente a los resultados en políticas educativas. El ayer como el ahora parten del mismo problema, la autoridad educativa solo ve lo que le conviene buscando dejar en la escuela la responsabilidad de sus decisiones.

Charles Babbage decía que los datos causados por los datos inadecuados son menores que los que se deben a la total ausencia de datos, por lo que espero que más allá de las decisiones que se tomen, en México tengamos una instancia que siga brindando información y, sobre todo, que la SEP tome su papel para tomar decisiones informadas, de lo cual careció el sexenio que termina.

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Mas allá del INEE…

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INEE: dos pasos para atrás

ove/mahv

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Comunicado: Una hora estelar para las Ciencias Sociales del Caribe.

Por: Luis Bonilla Molina

A continuación reproducimos el comunicado que emitiera el 26 de octubre de 2018 el Dr. Luis Bonilla-Molina, candidato a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales (CLACSO) al portal “Otras Voces en Educación” (http://www.otrasvoceseneducacion.org ) con motivo de la situación de las Ciencias Sociales en el Caribe en el marco de su candidatura a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Ciencias Sociales (CLACSO)

El Caribe es un espacio humano, cultural y geográfico de una enorme tradición en materia de resistencias a todas las formas de opresión, dominación, discriminación colonial y neocolonial. El Caribe ha sido un territorio donde las tareas descoloniales adquieren especial relevancia y dentro de esta labor, las ciencias sociales y el pensamiento crítico agrupado en CLACSO juegan un papel de primer orden. Por ello, ante la pregunta de cómo construir una agenda de trabajo desde la Secretaría Ejecutiva en el Caribe a partir del inicio de mi mandato, he señalado que:

Es importante fortalecer las iniciativas de desarrollo de las ciencias sociales en la región. Por ello nos hemos comprometido a poner en marcha una oficina de trabajo en el Caribe que permita construir con los y las investigadores e investigadoras de la región una agenda de trabajo para el periodo 2019-2021. Esta oficina se pondrá en marcha con un porcentaje de los ingresos propios que se generan en CLACSO;

Abriremos desde el primer día de nuestra gestión una consulta con las y los investigadoras e investigadores de la región y quienes laboran en los GT alrededor del tema del Caribe, para determinar los temas prioritarios a incluirse en los seminarios virtuales que realiza el CLACSO. La idea es que la formación que en este campo se desarrolle contribuya de una manera más potente a la agenda de las ciencias sociales del Caribe. La formación virtual que realiza CLACSO tendrá desde el año 2019 un segmento definido y específico sobre el Caribe.

El informe de la UNESCO sobre Ciencia 2015-2030 evidencia la brecha existente en América Latina, pero muy especialmente en el Caribe en materia de conectividad, acceso a la tecnología y posibilidades de desarrollo de las ciencias sociales en el marco del desembarco de la cuarta revolución industrial. Por ello consideramos fundamental desarrollar un conjunto de iniciativas desde CLACSO que permitan no solo visibilizar esta situación, sino allanar el camino para otras formas que permitan revertir en el corto y mediano plazo esta situación en el campo de las ciencias sociales;

Es hora que los encuentros de reflexión y pensamiento crítico sobre el Caribe se diseñen, coordinen y realicen en el Caribe con el decidido apoyo de la Secretaría Ejecutiva de CLACSO. Nos proponemos construir con las y los directoras(es) de centros miembros, los y las investigadores asociados en los GT que abordan las temáticas asociadas y, las(os) referentes investigativos(as) del Caribe una ruta de eventos que permitan colocar en la agenda pública los resultados de las investigaciones que se realizan;

La Escuela Internacional de jóvenes investigadores e investigadoras en Ciencias Sociales que pondremos en marcha en nuestra gestión, contará con una matrícula del 25% de participantes del Caribe (tanto profesores como estudiantes) como un mecanismo que permita incidir positivamente en la formación de la nueva generación estudiosa de las ciencias sociales de esta importante región;

Junto con la oficina CLACSO del Caribe diseñaremos un plan de Becas para jóvenes investigadoras(es) caribeños teniendo como países prioritarios a Cuba, Haití, República Dominicana, Puerto Rico, Santa Lucía, Trinidad y Tobago.

Garantizamos que sostendremos el apoyo de CLACSO a Cuba, Haití y Puerto Rico en materia de exoneración de pago de cuota de membresía, apoyo logístico para viaje a Asamblea de CLACSO, exoneraciones de pago de cursos virtuales y toda y cada una de las iniciativas que en esta materia se han adelantado como expresión de la solidaridad y el acompañamiento a esta sub región para el desarrollo de la Ciencias Sociales y el pensamiento crítico. Esto de manera alguna limita el desarrollo de nuevas iniciativas de acompañamiento y apoyo para profundizar el trabajo que allí se viene realizando;

En esta etapa, profundizaremos la relación México, Caribe y Secretaria Ejecutiva para el impulso de las ciencias sociales en esta región, hemos propuesto propiciar un cercamiento con la cooperación asiática, especialmente con fondos de la Asociación Estratégica China regional para apoyar investigaciones del Gran Caribe y contribuir a la formación de una nueva generación de jóvenes investigadores en ciencias sociales;
Consideramos importante retomar nuestra relación con los organismos multilaterales para acceder a fondos de investigación y/o formación que puedan desarrollarse en toda América Latina, pero muy especialmente en el Caribe.

Finalmente subrayo, que la consulta sigue abierta para construir juntos y juntas una agenda de transformaciones para el CLACSO DEL SIGLO XXI

México, 26 de Octubre de 2018.

Luis Bonilla-Molina, Candidato a la Secretaria Ejecutiva del CLACSO

Fuente: https://luisbonillacandidaturaclacso.wordpress.com/sobre-luis-bonilla/

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