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Mensaje y destinatario

Por: Carlos Ornelas

En contraste con campañas presidenciales anteriores, el tema de la educación enciende debates. Se discute más que nada la Reforma Educativa, si sigue, si se abroga o se modifica; que está bien, pero que hay cambiar la evaluación; que hay que seguir con ella, a pesar de la oposición de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, nos dicen.

Parece obvio que los candidatos persiguen el voto de los docentes. La mayor parte de sus mensajes se dirige a ellos, escasos a los padres de familia y a la sociedad. No obstante, a pesar del tono de campaña, aquí y allá afloran planteamientos que indican las aristas de por dónde podrá ir la política educativa en el siguiente gobierno. Indicar, en este contexto enrevesado, no quiere decir que se discuta a fondo la pedagogía, los fines de la educación o la mejor educación posible para el futuro. La puja política se destina a ganar votos.

Me pregunto a qué se deberá que la mayoría de las ofertas de los candidatos en el campo educativo se dirija a los maestros, que son pocos, en comparación con el número de votantes que pueden arrojar los paterfamilias. ¿Por qué tanta atención al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y a la CNTE y poca a otros actores?

He escuchado o leído tres conjeturas que no se excluyen entre sí. La primera: El gremio está organizado y como tal, representa una fuerza política considerable. No sólo es el número de votos, es la participación en los grupos de “a pie”, en visitas casa por casa, representantes de casillas, observadores electorales y, además, los maestros pueden convencer a sus familiares cercanos de votar por uno u otro candidato.

No obstante, el SNTE ya no es la maquinaria corporativa formidable que hizo historia electoral en el régimen de la Revolución Mexicana. No es la organización que seguía la consigna del gobierno, no es ya más un todo orgánico y bajo un control riguroso. El SNTE es una confederación de grupos con intereses más diversos cada vez.

La segunda presunción, quizá más sofisticada, reza que, al dirigirse a los maestros, los candidatos envían mensajes a toda la sociedad para mostrar su interés por la educación. Al poner esmero en los actores más importantes del sistema escolar, revelan —aunque de manera subliminal— que les concierne un asunto que atañe a la nación.

Tal vez, pero, al poner a los docentes en el centro, también indican que seguirán en la mira de la política educativa —ya como víctimas, ya como villanos— y la sociedad y los niños en segundo plano. Esto lo intuyen los activistas de las organizaciones de la sociedad civil y por eso convocaron los aspirantes a la Presidencia a que firmaran un pacto (10 por la educación) para mejorar al sistema en su conjunto y no nada más colocar el acento en el magisterio.

La tercera tesis se enfoca a la plaza pública. No importa tanto lo que digan los candidatos sobre otros asuntos: El aprendizaje, la violencia escolar o bullying, el currículum, la pedagogía o los libros de texto, la prensa y los medios destacan los puntos sobre los maestros. Por ejemplo, las notas del 9 de enero en los periódicos nacionales reportaron poco de los puntos del Foro 10 por la educación, que no tengan relación directa con los maestros. Es más, la nota principal la dio Andrés Manuel López Obrador con su ausencia.

Quizá ésta explique algo de lo que le interesa a los medios —y el medio es el mensaje, diría McLuhan—, pero es insuficiente para entender por qué otros temas no “pegan” tanto y si se habla de los maestros sí.

Mi respuesta es más sencilla. La Reforma Educativa y la evaluación docente, aunque no los hayan finiquitado, debilitaron santuarios del SNTE y la CNTE; hubo cambios, unos de fondo, otros de superficie, pero tuvieron consecuencias. Allí está la cuestión.

Fuente del Artículo:

Mensaje y destinatario

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Investigar para la vida. La mirada nuestroamericana en las universidades

¿Cómo podemos asumir una investigación para la vida? La investigación dominante no sólo nos aleja de la vida, sino que hasta puede oponérsele. ¿En qué forma? Podemos reseñarlo de la siguiente manera: La investigación dominante -industrial, militar, académica- se refiere a conocimientos altamente concentrados (en los grandes complejos empresariales que pueden financiarla), que siguen la ruta del dinero (mecanismos de financiamiento internacional), que brindan conocimientos con alta tasa de retorno (máxima rentabilidad), cuya distribución es inequitativa, desigual (sigue las reglas del mercado de capitales), se apropia de conocimientos tradicionales y de investigaciones independientes, lo que algunos llaman “extractivismo” (entre otras, bajo la figura de patentes). En fin, se trata de investigaciones que favorecen el capital de empresas transnacionales, y no la vida de las grandes poblaciones humanas.
Queremos, aquí, hablar libremente de otras formas de asumir y de trabajar en el mundo del conocimiento: ejercer miradas de sociedades en proceso de transformación permanente, que se plantean una dialéctica entre emancipación y solidaridad, que asumen la inclusión como un determinante histórico, que luchan constantemente contra enemigos externos e internos y en esa lucha van generando (auto)referencias propias, originales, nuestroamericanas. Desde aquí, respaldamos una investigación diversa, plural, que surja y se alimente de la vida cotidiana, de dolores vitales, de sueños y anhelos, de microutopìas; una investigación que revele la vida en toda su complejidad, que la alimente, que la transforme mediante acciones compartidas; una investigación teñida de pueblo, de historias usualmente invisibilizadas, de tiempos sincrónicos y diacrónicos, de saberes artísticos, espirituales, tradicionales, vitales, que a la vez contribuyan al acervo universal de conocimientos sistemáticos.
Y, preguntándonos, como Simón Rodríguez, “adónde iremos a buscar modelos?”, acudiremos a referencias tangibles surgidas de búsquedas cognitivas latinoamericanas, desde el encuentro entre pueblo y academia. Y son múltiples: Investigación-Acción-Participativa, Sistematización de Experiencias, Educación para la libertad (Freire), Teología de la Liberación, Teatro del Oprimido, Teoría de la Dependencia, Filosofía de la Liberación, entre otras tantas. Y podemos aprender mucho de estas referencias…
Estas corrientes, diversas en sus orígenes y fuentes, parecen coincidir en cinco aspectos:
 El pueblo (con su gran diversidad/ complejidad) es sujeto de la historia y del conocimiento. El pueblo es el protagonista tanto de los procesos sociales vitales como de la generación y validación de saberes, formas de sentir, relaciones entre personas. Y pueblo somos todas y todos.
 Como pueblo (todas y todos), nos convocamos por un propósito histórico: la construcción de una nueva sociedad con equidad, justicia, dignidad, paz, solidaridad… que supone la superación de actuales estadios sociales de inequidad, injusticias, opresión.
 Lo anterior puede lograrse mediante una alianza plural, democrática, dialógica de personas, organizaciones, instituciones, movimientos, que converjan en el propósito histórico y puedan desarrollar la fuerza suficiente para resistir a los actuales poderes dominantes y generar nuevos espacios civilizatorios.
 Todo esto pasa por una transmutación de los modos como hemos venido concibiendo el conocimiento y el conocer; es necesario desarrollar y poner en diálogo conocimientos y saberes que usualmente asumimos por separado: artísticos, tradicionales, espirituales, académicos, vitales…
 El camino es crear, fortalecer y socializar nuevos espacios, lenguajes, saberes, sentires, esquemas de relación, que transmuten nuestros cotidianos seres y haceres de pueblo…
¿Y cómo pensamos y actuamos estas ideas desde nuestras propuestas educativas universitarias? Hay múltiples modos. La invitación abierta es a mirar y a aprender de estas referencias para humanizar y reinventar los modos y las maneras de investigar. Por ejemplo, algunos aprendizajes a considerar:
1. Apertura de espacios permanentes de reflexión sobre enfoques y miradas nuestroamericanas en ámbitos universitarios, propiciando la búsqueda de propuestas alternas en torno a metodologías, métodos, metódicas, apuntando a la conquista de soberanía cognitiva, pluralidad de caminos, dialogicidad creciente…

2. La universidad vive con formas dominantes de organizar la investigación: Educación avanzada, Consejos de Investigación, líneas de investigación; son formas que sustentan la investigación y han dado resultados. Pero, ante estas formas verticales, podemos considerar otros modos horizontales e interactivos de investigar: abrir colectivos de intercambio de saberes entre pares (por ejemplo, profesores de un área dada), o entre diversas personas (estudiantes, obreros, personal docente) que buscan soluciones a una situación dada: por ejemplo, cómo desarrollar procesos productivos.

3. Lo anterior nos coloca en situación de diversificar las posibilidades de intercambio en torno a los procesos cognitivos en curso y a los productos resultantes de los mismos. Implica tejer redes soportadas en tecnologías accesibles (correos, blogs, facebook, etc.). Toda una red imparable de conocimiento alternativo, un espiral creciente, que mediante cátedras y seminarios permanentes libremente asumidos favorezca el mejoramiento de nuestro trabajo cotidiano, pero también las posibilidades de unirnos para transformar las prácticas universitarias.

4. Estas redes rizomáticas de diálogos de saberes no sólo tendrán su ámbito de acción puertas adentro de nuestra universidad, sino con mayor fuerza con todas las comunidades del entorno: comunidades geográficas, de intereses, de funcionamiento (por ejemplo, otras univesridades)…

5. Conviene acompañar y poner en diálogo formas diversas de conocer, como las investigaciones acostumbradas (las que llamamos cuantitativas y cualitativas, que usualmente dan soporte a trabajos de grado y de ascenso) y otros modos experienciales, colectivos, vitales, nuestroamericanos, como la investigación acción participativa, el método de proyectos y la sistematización de experiencias. Y esto implica el reto de ampliar las posibilidades metodológicas de la generación de saberes universitarios.

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How to Plan and Implement Continuous Improvement In Schools

USA / May 20, 2018 / Author: Katrina Schwartz / Source: KQED News

In the classroom, good teachers constantly test small changes to class activities, routines, and workflow. They observe how students interact with the material, identify where they trip up and adjust as they go. This on-the-fly problem solving is so common in classrooms many teachers don’t realize they’re even doing it, and the expertise they are gathering is rarely taken into account when schools or districts try to solve larger, systematic problems.

In  education research, researchers come up with ideas they think will improve teaching and then set up laboratory experiments or classroom trials to test that idea. If the trial goes well enough that idea gets put on a list of research-approved practices. While research-informed practices are important, this process can often mean that the interventions are unrealistic or disconnected from the hectic reality of many classrooms, and are rarely used. But what if teachers themselves were the research engine — the spark of continued improvement?

 

 

 

The Carnegie Foundation is trying to bridge that gap in identifying techniques that work and «create a much more democratic process in which teachers are involved in identifying and solving problems of practice that matter to them,” said Dr. Manuelito Biag, an associate in network improvement science at the foundation. Biag previously worked on developing research-practitioner partnerships for Stanford’s Graduate School of Education.

For the past several years, under the leadership of Dr. Tony Bryk, Carnegie is trying to apply a structured inquiry process to problems in education, building the capacity of teachers, principals and district administrators to continuously improve. This type of improvement science started in manufacturing and has been used to successfully change human-based systems like healthcare.

The basic tenets of the process involve understanding the problem, defining a manageable goal, identifying the drivers that could help reach that goal, and then testing small ideas to change those drivers. When done in a network, this cycle of improvement is expedited as various participants test different change ideas and share their findings with the group. Through a constant interplay of these elements a few change ideas will rise to the top and can be scaled across a system.

UNDERSTANDING THE PROBLEM

Many of the biggest problems of practice have been around a long time and aren’t easy to solve. Too often when trying to improve something leaders jump to solutions before properly examining the problem. Understanding the problem requires valuing many types of knowledge. It means doing empathy interviews with participants in the system including teachers, staff, parents, and students. It involves bringing the best research literature to bear on the problem. And sometimes representing the processes involved in the problem can illuminate areas that are breaking down.

Biag said this stage is crucial and shouldn’t be rushed. He’s seen improvement projects that require up to a year of study to fully understand the problem, its root causes and the levers of change available to leaders. Often an improvement network will know it’s time to move on when participants feel saturated — they aren’t turning up any new perspectives or information.

“Sometimes it’s good to stop doing the research and try something,” Biag said. Implementing some change ideas often helps inform the problem and may even necessitate that the team revisit and revise the problem statement.

Courtesy of Carnegie Foundation

DEFINE THE GOALS AND FOCUS COLLECTIVE EFFORT

Once the group has a “good enough” understanding of the problem it’s crucial that they write a clear, succinct aim statement. It should be specific, measurable and focus on a challenging problem, but it should be doable.

The crucial question, Biag said, is “What’s within your span of control and what’s not? So when you act on this problem you aren’t wasting your time on the things that aren’t in your control.”

He often sees people define the problem too broadly. If the problem is an achievement gap between student populations, a group might say the root problem is inequality or poverty. Those things may contribute to the problem, but they aren’t within the control of teachers or principals or even districts to solve. A more manageable aim statement might be: “By June 2020 we’re going to increase from 45% to 90% the number of male students enrolling in credit bearing math courses at community colleges.”

“It has to be motivating enough for people to continue working on it for several months,” Biag said about the reach goal. But it must be specific and concrete enough that the group can see if change ideas are helping progress towards the goal.

“While an aim statement can look deceptively simple, you need to build trust and get on the same page with everyone in your network to even agree on where to focus your efforts,” Biag said. The network itself is important because it accelerates the pace of learning about potential solutions.

Once the aim is clear, the group brainstorms three to five primary drivers of the problem. These are the things the group believes provide the most leverage to meet the goal, and that are within the span of control. It’s crucial to only have a few of these, not twenty, because the network must work on all of them in tandem. Staying focused allows for more progress.

After identifying the most important drivers, network participants brainstorm change ideas that might affect those drivers. “The word change is very specific to improvement science,” Biag said. “It means an actual change in how you do work.” In other words, the focus is on the process and results in action. Change ideas are not things like “more money” or “more staff.” “It’s an actual change of a process or the introduction of a new process,” Biag said.

TEST AND BUILD EVIDENCE

Once the group has a good understanding of the problem, its root causes, what drives it and some ideas that will directly affect those drivers, it’s time to start testing them. Carnegie uses a “Plan, Do, Study, Act” (PDSA) cycle for testing ideas. The changes should be fairly small and the tester collects data along the way. It doesn’t have to be complicated data, just something to help analyze and track whether the change is moving the needle.

Courtesy of Carnegie Foundation

“Most schools and districts plan plan plan, then do, and then they never study,” Biag said. He advocates that planning include a prediction because participants are more likely to compare a new strategy with the expected effect. If the change idea didn’t function as expected there’s a lot to learn there.

Many of the best change ideas come from looking at what Carnegie calls “positive deviants” — the bright spots in a network. For example, if a network sets the aim of improving college readiness for English language learner students, when leaders are assembling their knowledge base they should talk to teachers who seem to be achieving better than average results with that population. Those teachers are “positive deviants” and networks should try to learn from the ways their practices differ from colleagues.

For example, High Tech High Charter Network leaders identified that they wanted to increase the number of African American and Latino males applying to four-year colleges. When they looked at drivers, they realized school attendance was lower for this group and hypothesized that the way teachers communicated with parents might be part of the issue. To try to eliminate variation in parent-teacher communication they tested a change theory that involved using a set of protocols for interacting with families.

They went through several iterations of the protocols, but when they hit on one that seemed to work they spread it throughout their network of schools. Now, when teachers meet with parents around achievement or discipline they all try to make it positive, share data about the student, and co-construct an action plan with the parent, among other things.

The key thing about working in a network is that different people can be trying different change ideas and sharing their data. “The idea is that you’re not all working on all the same things at the same time,” Biag said. “So you leverage the network, and the power of the network, to increase change ideas.”

Some ideas won’t work and will be abandoned. Others might seem promising, but more data is needed, so others in the network might try them too. Over time the change ideas that seem to really impact the drivers rise to the top.

“As you’re testing and building evidence you’re going to find ideas that work and then you can talk about spreading those ideas,” Biag said.

Courtesy of Carnegie Foundation

SPREAD AND SCALE

Even with the best ideas implementation can be hard. Biag said leaders need to weigh several factors when thinking about how to spread an idea that seems to work. How costly will it be to implement? What are the consequences of failure? How reluctant are the people involved? How confident is the leader in the change idea?

For example, if the change is a parent meeting protocol and the leader doesn’t think it’s a great idea and that the cost of failure will be high, perhaps she only tests it on her sister first. But, if teachers are ready for the change and there’s nothing to lose, then maybe the idea can scale up more quickly. This is where knowing one’s own system and culture becomes important.

It’s also worth thinking about who within the system needs to be on board for the plan to go well. Those folks can be powerful advocates if convinced that the change idea is a good one. “The best people are those who were pretty skeptical in the beginning and you were able to change them,” Biag said.

Another strategy is to roll out the idea with those eager to try it and then demonstrate success to those who are more fearful. It’s also necessary to be humble and willing to go back and test new ideas if the ones that seemed to work in the smaller group don’t work when scaled. Perhaps the aim statement needs to change, or maybe the drivers aren’t actually the most impactful.

“Our theory is possibly wrong and definitely incomplete; that’s kind of a Carnegie saying,” Biag said. He doesn’t want anyone to think this process is linear, rather it’s a cycle. And when people get comfortable with the cycle they build it into everything they do naturally. The biggest strength of continuous improvement is that it offers a path for systemic change, a way to build the capacity within the system, rather than building whole new systems.

“What we’re trying to do is implement these tools and ways of thinking to empower people to engage in this work,” Biag said. And that means having a bias towards action.

“You have to start before you feel ready. Your understanding of the problem will change over time and when you act on that problem the problem will change and so your understanding of that problem will change,” Biag said.

People learn how to think about continuous improvement through the process of doing it. They get better at narrowing in on motivating, but achievable aim statements. They learn to include more voices in the information gathering stage. The “Plan, Do, Study, Act” cycles become second nature, and analyzing data gets less scary.

Perhaps one of the best parts of continuous improvement is that it helps empower those within a system to see themselves as the drivers of change. The ideas come from practice as does the data. And while data is often associated with accountability requirements, this improvement process offers practitioners the opportunity to think about and evaluate data that are important to their practice.

In this process, the data is only worthwhile if it shines light on whether the change is working. And when data is used this way, it’s easier for educators to be transparent about what they’re seeing. Improvement is not about judgement, it’s a constant, normal aspect of professional life.

“You have to have a lot of humility to come to the realization that you don’t have the answers, and that you’re going to learn your way into this,” Biag said. “You’ve got to think about this as a learning journey. If you really had the answers to this problem we wouldn’t be talking about it.”

To see measurable progress on some of the most intransigent problems in education requires a systematic focus on improving in every aspect of the system. It’s not enough for one teacher to be amazing, or one school to outshine the others around it. All kids deserve an incredible education; and that can only happen by building on the strengths already found in the system.

Source:

https://www.kqed.org/mindshift/51115/how-to-plan-and-implement-continuous-improvement-in-schools

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Paraguay: ‘Un pupitre para mi escuela’: “La campaña que busca mejorar la educación” (Audio)

Paraguay / 20 de mayo de 2018 / Autor: Anibal Émery / Fuente: Ñanduti Digital

En el programa ‘Entre Paréntesis’ de Radio Ñandutí, Roberto Greco y Colaso Bo, explicaron en qué consiste esta campaña que tiene el apoyo del Ministerio de Educación y ciencia, y que busca aportar con la cuestión de infraestructura en las escuelas de nuestro país.

 

 

Fuente de la Noticia:

http://www.nanduti.com.py/2018/05/06/pupitre-escuela-la-campana-busca-mejorar-la-educacion/

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El avance contra la educación no formal (Audio)

Argentina / 20 de mayo de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: La Mar en Coche

La educación No Formal es un área creada en 1983 y funciona en casi todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo de esta área educativa fue siempre la inclusión y la formación de los ciudadanos de todas las edades garantizando el derecho a la educación permanente, pública y gratuita.

En el año 2012, la legislatura porteña aprobó la Ley de Educación No Formalque garantiza los derechos de sus trabajadores y de aquellos ciudadanos que participan de este proyecto educativo. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad aún no cumplió con la reglamentación de dicha ley.

Esta situación se vio agravada en el último tiempo, debido a la decisión del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires de recortar la oferta educativa.

Conversamos con José López Emprin, integrante del Cuerpo de Delegados de Educación No Formal sobre la situación actual de los centros y de los trabajadores.

 

Fuente de la Entrevista:

EL AVANCE CONTRA LA EDUCACIÓN NO FORMAL

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¿Presupuesto para promoción o para educación?

México / 20 de mayo de 2018 / Autor: Luis Eugenio Todd / Fuente: Milenio

“Me da vergüenza que tiren dinero en difusión”

Ahora resulta que el anterior secretario de Educación, Aurelio Nuño, tuvo un sobregiro del gasto de
comunicación social de la SEP de más de 2 mil setecientos por ciento y ese dinero no se utilizó en lo que es la base del sistema: la formación magisterial. Por razones políticas y de difusión de imagen personal, se despilfarran recursos que son elementales para el cambio que el país requiere.

Según estudios hechos en Finlandia, los maestros deben estar muy bien pagados y la educación familiar integrada al sistema. Pero en México el entonces secretario de Educación quería ser Presidente y gastó muchos recursos de la educación para su promoción política y ahora seguramente lo está haciendo para impulsar al PRI en la siguiente elección.

Recientemente se informó que nuevamente se habían impulsado presupuestos extraordinarios para la promoción educativa, es decir, para publicidad, los que seguramente se utilizarán para que el Partido Revolucionario Institucional continúe vigente, en lugar de dedicarlos al tema espiritual básico de la educación.

Yo sugiero, con todo respeto, a ese personaje que ocupó la SEP, que aunque muy inteligente y preparado en ciencias políticas, no lo es en educación y dejó ahí encargado a alguien que no sabe del tema y también subsecretarios que no conocen los proyectos, ni la operación del sistema y utilicen los recursos para la educación.

Ojalá dejen a un lado los conflictos políticos y piensen un poco en el espíritu de la nación, que como dijo Morelos, está en su esencia espiritual y educativa.

DESCARTES: Pienso, luego existo… En la jerarquía de valores, el tema más importante de este país es mejorar la educación.

Fuente del Artículo:

http://www.milenio.com/firmas/luis_eugenio_todd_cienciaypolitica/presupuesto-promocion-educacion-aurelio_nuno-maestros_18_1176662387.html

Fuente de la Imagen:

‘Una grosería’: Expresan descontento en redes por escándalo de gastos de Aurelio Nuño

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Uruguay: Seis herramientas para la transformación educativa

Uruguay / 20 de mayo de 2018 / Autor: Patricia Gamio / Fuente: Subrayado

Tras más de un año y medio de trabajo, el colectivo que se reunió preocupado por el futuro de la educación publicó su documento con propuestas

Después de más de un año y medio de trabajo, el colectivo Eduy21presenta este miércoles su Libro Abierto (propuestas para apoyar el acuerdo educativo), que pretende trascender el diagnóstico para arribar al plano de propuestas concretas y estrategias para llevar a cabo una reforma educativa que implique mejoras en un área claramente en problemas.

Eduy21 es una iniciativa ciudadana para la transformación del sistema educativo, integrada por expertos independientes o vinculados a diferentes partidos políticos, académicos y profesionales.

Entre sus referentes se encuentran los sociólogos Renato Opertti y Fernando Filgueiras, ambos de destacada trayectoria vinculados a la educación. Opertti respondió a Subrayado algunas preguntas sobre el Libro Abierto y -entre otras consideraciones- afirmó que la implementación de los proyectos va a implicar una discusión de asignación suplementaria de recursos.

En el Libro Abierto se plantean algunas ideas o ejes para el cambio educativo. Entre ellas se destacan:

1) Organización de la educación. Eduy21 impulsa una propuesta de educación “unitaria y progresiva” para una población estudiantil desde los 3 a los 18 años. Serían dos modalidades: educación básica (de 3 a 14 años), y media superior (de 15 a 18 años).

2) Diseño institucional. Propone centralizar y cohesionar los órganos encargados de la toma de decisiones en política educativa. Fortalecer potestades del Ministerio de Educación, colocar a los directores de los consejos desconcentrados como integrantes del Codicen y no exigir como requisito que esos cargos sean ocupados por docentes. Además, cada centro de educación tendrá la potestad y la responsabilidad de implementar con la debida autonomía su “vestido a medida” de proyecto curricular y pedagógico.

3) Aprendizajes. Propone que el marco curricular de 3 a 18 años se estructure en torno a un conjunto de competencias que formen en valores, determinación personal, conocimientos y capacidades y actitudes.

4) Formación de estudiante. Eduy21 propone que la educación básica y media superior forme cuatro bloques de competencias en un continuo de 3 a 18 años, incrementando la relación vinculante y sinérgica entre los niveles

5) Espacios educativos de formación. En el Libro Abierto se plantea que los alumnos se formen bajo métodos combinados en base a tiempos presenciales y tiempos en línea.

6) Modelo de formación docente. Ofrecer a los docentes de educación básica y de media superior un enfoque integrado de lo disciplinar y pedagógico.

7) Condiciones laborales. Eduy21 reconoce las importantes mejoras salariales registradas en los últimos años, pero señala que la mejora sustantiva y continua de las condiciones laborales debe ser de “alta prioridad”, a través de: mejoras salariales, beneficios sociales, incentivo a la estabilidad y permanencia en centros educativos, oportunidades de desarrollo profesional, etcétera.

Para comprender la dimensión y las características de la propuesta, Subrayado formuló algunas preguntas al sociólogo y magíster en investigación educativa, Renato Opertti. A continuación, la entrevista.

¿Cuáles son los cambios a nivel de estructura del sistema educativo mas importantes que se proponen en el Libro Abierto? ¿Y en cuanto al contenido de la currícula ?

Esencialmente los cambios de estructura del sistema educativo se resumen en cuatro:

(1) Dotar de iniciativa y responsabilidad política al Ministerio de Educación en la conducción de la educación como política pública

(2) Fortalecer al CODICEN como responsable de la implementación de la política educativa en su conjunto

(3)Conformar dos Consejos, de Educación Básica de 3 a 14 y de Media Superior de 15 a 18, como los brazos ejecutores del CODICEN en la implementación de la política

(4)Dotar al centro educativo de autonomía con contrapartidas, espacios y apoyos para que lidere la propuesta educativa en los niveles locales.

En cuanto al contenido de la currícula, se promoverá una educación unitaria y progresiva de 3 a 18, con dos tramos (Básica de 4 a 14, y Media Superior de 15 a 18), que propenda a desarrollar cuatro bloques de competencias y conocimientos para apoyar la vida individual y en sociedad, el ejercicio de la ciudadanía. el trabajo y la integración a la comunidad. Estos bloques son: (i) las alfabetizaciones fundamentales que son la base de todo aprendizaje; (ii) maneras de pensar, actuar y trabajar frente a desafíos complejos y cambiantes; (iii) autocuidado, autonomía y responsabilidad para desarrollar estilos de vida sostenibles, saludables y solidarios; (iv) ciudadanía global y local asumiendo que vivimos en un mundo de interdependencias.

¿De qué manera debe trabajarse en esta reforma para contar con el apoyo de actores fundamentales como docentes y estudiantes?

Se debe trabajar en clave de entender, dialogar e incorporar la diversidad de perspectivas y expectativas que abrigan docentes y estudiantes. Asimismo, compartirles claramente que todo lo que propone que haga el sistema educativo tiene como fin último apoyar al docente como el educador que guía y anima los aprendizajes, y al alumno como su protagonista y responsable.

¿Qué marcos de referencia -en sistemas educativos internacionales- tomaron para desarrollar este nuevo modelo?

Se estudiaron experiencias nacionales de variados orígenes así como a escala internacional de países de contextos diversos, de sociedades del sur y del norte que enfrentan los desafíos de democratizar las oportunidades, los procesos y los resultados de aprendizaje. No se intenta imitar otros modelos sino de aprender de los procesos de cambio de otro países.

Generalmente ocurre que estamos acostumbrados a escuchar diagnósticos y propuestas, pero no el «cómo» llevarlas a cabo.¿Qué plantea Eduy21 al respecto?

EDUY21 plantea concretamente seis instrumentos para implementar una propuesta de cambio sistémico, profundo y realizable. Estos son: (1) una nueva ley de educación; (2) un marco curricular de 3 a 18 años; (3) un nuevo estatuto docente; (4) la creación de un estatuto de centro educativo; (5) un sistema universitario de formación docente; y (6) un marco presupuestal alineado con la propuesta de cambio educativo.

El presupuesto actual de la educación ¿permite pensar en una reforma de estas dimensiones?

Estamos trabajando en la estimación de los costos que implicaría el cambio educativo propuesto. Entendemos que el mismo va implicar una discusión de asignación suplementaria así como de reasignación de recursos al interior de la educación y del Estado. Cantidad y calidad del gasto se alinean con el cambio educativo.

Descarga el Libro Abierto (Primera Versión) de EDUY 21 haciendo click en el siguiente enlace:

0002004582

Fuente de la Entrevista:

https://www.subrayado.com.uy/seis-herramientas-la-transformacion-educativa-n504175

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