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Investigar a distancia

Mónica Delgado

En este artículo se pretende exponer un panorama acerca de la investigación a distancia como un modo de generación de conocimiento acerca de espacios en los cuales las personas no se encuentran de forma presencial. Se parte del significado que distintos autores han dado a la investigación a distancia ya sea para referir al procedimiento y/o método empleado, los temas abordados, los constructos de los que se parte, entre otras concepciones. En este sentido, es pertinente aclarar a lo que no se referirá este artículo; investigar a distancia no hace referencia a:

  • la investigación sobre la modalidad a distancia,
  • la investigación educativa exclusivamente,
  • la investigación desde un paradigma exclusivamente,
  • investigaciones abordadas desde la educación a distancia.

Se trata, entonces, de presentar las posibilidades de acceso a las que tiene un investigador cuando su contexto se sitúa a distancia, es decir en un espacio distante. A continuación se señalan algunas experiencias en este sentido:

En el año 2005, la Comunidad Iberoamericana de Naciones y su Cumbre Iberoamericana promovieron, como iniciativa, la creación del Espacio Iberoamericano del Conocimiento con el objetivo central de consolidar “la interacción y colaboración entre universidades, centros de investigación, administraciones públicas y empresas para la generación, transmisión y transferencia de conocimientos”.(parr. 1).

Esta iniciativa tiene su base en La Declaración de la Cumbre de Salamanca (2005), y, posteriormente en la XXVII Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile donde se aprueba la primera acción de este Espacio, constituido por las Becas Pablo Neruda. En el marco de esta cumbre la Organización de Estados Iberoamericanos -OEI- gestionó tres programas cuya intencionalidad estuvo fundamentada “en la convicción de que la formación de directivos es una de las estrategias fundamentales para el desarrollo de los cambios que afiancen el proceso de modernización de las Administraciones Educativas”.(parr. 6).

Lo importante a destacar en esta experiencia es lo referido a la creación de una red de colaboración en torno a unir esfuerzos que permitan acercar el conocimiento desde distintas latitudes.

Otro ejemplo de gestión en investigación a distancia es la experiencia reseñada por Gier y Kreiner (2012), de la Asociación para el Avance de la Ciencia Psicológica (AACP), a través de su programa Charlas a Distancia sobre investigación mediante el cual, un presentador (profesional psicólogo y/o investigador) expone resultados o procesos metodológicos referidos al campo psicológico, pero, sobre todo, realizan procesos investigativos a distancia empleando las tecnología de videoconferencia, las cuales pueden ser presentadas con un público o población nacional e internacional y a través de las cuales los participantes responden a distintos instrumentos o técnicas como entrevistas, cuestionarios, sesiones grupales, entre otras.

El objetivo de este programa es motivar a los estudiantes hacia la realización de investigaciones en el ámbito de su competencia y hacia la prosecución de estudios doctorales. Esta experiencia es referida por el Portal Latinoamericano para la Formación Científica en Psicología y es llevada a cabo de forma colaborativa desde la Universidad Estatal de Mississippi y la Universidad Central de Missouri.

Otra práctica de investigación a distancia es la referida por Ramirez (2009), mediante una ponencia, cuyo propósito fue presentar una iniciativa para la formación de investigadores educativos, a través de trabajos en redes y haciendo uso destacado de las innovaciones tecnológicas. El escrito cierra con unas reflexiones sobre la importancia de conjuntar esfuerzos para la formación de investigadores, donde el trabajo en red y el uso de las tecnologías permiten unir voluntades hacia un mismo fin: la generación de conocimiento. Esta actividad se realiza desde México.

En este mismo orden de ideas, se menciona el trabajo realizado por D´Onofrio y Uminsky (2009), quienes plantean un conjunto de consideraciones acerca del uso de espacios virtuales en la formación de investigadores. Dichas consideraciones se constituyen en estrategias útiles para el diseño de cursos de formación en línea. De acuerdo con los autores: una estrategia posible en este caso es “constituir núcleos de investigación integrados por investigadores en formación bajo la dirección de un científico formado.” (p. 9).

En tal sentido las tecnologías de la información y la comunicación han contribuido a la generación de comunidades virtuales en las cuales coinciden personas que físicamente se ubican en otras latitudes pero cerca cognitivamente, “emergiendo modelos colaborativos de formación de investigadores”. (p.9).

En el planteamiento de estos autores se percibe la importancia de incorporar estrategias fundamentales que sirven de base para la formación de investigadores. Es así que se resaltan también en el presente artículo porque representan procesos que contribuyen al desarrollo de investigaciones a distancia, a saber: las líneas de investigación y proyectos, las comunidades de investigación, los grupos de investigación, todos ellos confluyen en el Modelo Colaborativo de Formación de Investigadores (Pollo Catámeo et al., 2009, citado por D´Onofrio y Uminsky, 2009: 37). Esta experiencia que enriquece la investigación a distancia fue desarrollada desde la Universidad de Buenos aires- Argentina.

Así como los ejemplos antes referidos, se podrá hacer mención  a otras estrategias de investigación a distancia de más reciente data y con la incorporación de otros elementos. Sin embargo, vale la pena hacer una compilación de lo que hasta este momento se resalta en este escrito.

Se observan elementos coincidentes en la investigación a distancia vistos desde distintos ángulos, tales como la necesidad de conformar redes de colaboración o comunidades de aprendizaje a través de las cuales las problemáticas susceptibles de investigación se vuelven comunes en distintos contextos y latitudes con apenas variaciones debido a la naturaleza humana, a los fenómenos naturales y de otros aspectos sensibles. Estas redes cumplirán funciones de sustentación, aplicación, ejecución, colaboración, entre otros que permitirán tanto avanzar en los procesos investigativos como la difusión de los conocimientos desarrollados mediante las investigaciones.

La creación de distintas redes de investigación, en algunos casos, han recibido apoyo internacional con miras a fortalecer la solución de problemáticas regionales y garantizar el crecimiento ya sea económico, social, moral y de otra índole. Estas redes se constituyen como grupos de investigación, implican líneas de investigación, programas de beneficios, entre otros.

Otro aspecto común en las experiencias anteriores se refiere al uso de las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales potencian cada vez más y con mayor intensidad la posibilidad de intercambiar acciones entre personas, grupos e instituciones que contribuyan a la construcción de nuevos conocimiento.

A través de la consulta a distintas fuentes para fundamente este artículo, se observó que el uso de las TIC avanza incorporando formas combinadas de manera que el intercambio entre las comunidades sea enriquecedor, tal es el caso de los cada vez más numerosos entornos virtuales donde conjuntamente se emplean las videoconferencias, con chat en vivo y el empleo de redes sociales, entre otros.

Es de destacar que la investigación a distancia se vale de las TIC para potenciar de una vez la acción ilimitada en tiempo y espacio que permitan avanzar en las investigaciones. En este sentido, se destaca el uso del recurso móvil para mantener la comunicación en tiempo real con las comunidades de investigaciones. Se les llama mLearnig, y no es otra cosa que el uso de dispositivos móviles como el celular. Es así que según Kukulska-Hulme y Traxler (2007), citado por Glasserman y Ramírez (2014):

…el aprendizaje móvil (mLearning) ha sido una nueva forma de aprovechar las tecnologías de información y comunicación para acceder al conocimiento gracias al apoyo de dispositivos móviles como el celular, iPod, entre otros. El mLearning se puede definir como un medio de aprendizaje que se basa en la recepción o entrega de contenidos electrónicos con apoyo de la tecnología móvil a través de dispositivos electrónicos y con la característica de llevarse a cabo en distintos contextos con la finalidad de lograr un aprendizaje auténtico. (p. 38).

Otro elemento a resaltar y relacionado con el aspecto anterior es la importancia de la formación de investigadores, a través de la cual se espera que las personas, grupos e instituciones desarrollen competencias investigativas que conlleven a la construcción de nuevos conocimientos desde la excelencia. En este sentido, algunas de las estrategias están dirigidas a motivar a los interesados en la continuación de estudios doctorales o inserción en programas de investigación en relación con su área de incumbencia.

Cabe destacar que, aunque se mencionan experiencias en investigación a distancia donde se resalta el área de conocimiento, el medio tecnológico, la metodología empleada, entre otras concepciones de la investigación a distancia, la mayor coincidencia entre las experiencias guarda relación con los entornos educativos a distancia, modalidad que con el uso también cada vez más de las TIC, han tomado un alto vuelo para posicionarse con mayor fuerza como alternativa de formación.

 

Referencia

D´Onofrio y Uminsky, 2009. Plataforma para la formación de investigadores a distancia. Disponible: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KIsj0frrZfMJ:laboratorios.fi.uba.ar/lsi/donofrio-uminsky-trabajoprofesional.pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ve. [Consulta 2017, enero 8].

Gier, V y Kreiner, D. (2012). Conectando a estudiantes investigadores a través de charlas a distancia sobre investigación. Disponible: http://www.ipsicologia.com/tips-docentes/indicealfabetico/item/48-conectando-a-estudiantes-investigadores-a-trav%C3%A9s-de-charlas-a-distancia-sobre-investigaci%C3%B3n. [Consulta 2017, enero 9].

Glasserman M., M. y Ramírez M., S. (2014). Formación de investigadores educativos mediante el diseño de recursos educativos abiertos y móviles. Revista de Investigación Educativa de la Escuela de Graduados en Educación. Disponible: http://rieege.tecvirtual.mx/ 4. [Consulta 2017, enero 5].

Ramírez  M, M.  (2009). Formación de investigadores educativos a través de redes virtuales: El caso de la Cátedra de Investigación de Innovación  en Tecnología y Educación del Tecnológico de Monterrey. Disponible: http://www.virtualeduca.info/ponencias2009/278/Formacion%20de%20investigadores%20a%20distancia%20(Ramirez).doc. [Consulta 2017, enero 9].

Organización de Estados Iberoamericanos- Centro de Altos Estudios Universitarios (2005). Disponible: http://www.oei.es/historico/caeu.htm#. [Consulta 2017, enero 8].

Articulo inedito publicado con el consentimiento de la autora

Fuente de la imagen: http://bit.ly/2xAq79n

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Un epicentro llamado millennials

Abelardo Carro Nava

Indescriptible es todo el cúmulo de sentimientos que viví el pasado 19 de septiembre en el Estado de Morelos; esto, mientras me encontraba dando un curso a colegas normalistas de esa bella entidad porque, a fuerza de ser sincero, no existen palabras que puedan plasmar las emociones que se generaron en mi interior por el sismo que buena parte de los mexicanos vivimos ese día. Miedo, angustia, desesperación, impotencia, frustración, desazón, incertidumbre, tristeza, llanto; en fin, tantos y tantos sentimientos que, de una jalón, hicieron que mi seguridad – o al menos la que pienso tener –, se quebrantara, y no es para menos.

Algunos llaman a este fenómeno natural, el cobro de facturas por el daño que le hemos hecho al planeta; otros, un recordatorio sobre lo pequeños que somos ante los efectos del mundo moderno; unos más, consideran que es algo justo por haber perdido la fe en un ser supremo creador de todas las cosas. En cualesquiera de los casos, el hecho, el acontecimiento, el suceso, ahí quedó, como un episodio más que, con seguridad, dejó una huella profunda en alguna parte de nuestra mente y corazones.

Y en medio de todo este caos que inundó pueblos, ciudades… vaya, al país entero, estaban ellos, un grupo de millennials que ante la desgracia que embargó a familias enteras, se dieron cita para ayudar a su prójimo, a su semejante, a su igual. ¿Una lección solidaria y empática? No lo sé, y no me atrevería a calificarla de esta manera en este momento. Lo que sí es un hecho, es que su participación voluntaria y decidida, hizo que el pueblo de México volteara a verlos.

¿Habremos desestimado su configuración social a partir de lo que los estudios nos han arrojado? Es probable. Y es probable, porque buena parte de las investigaciones, nos dicen que los jóvenes que nacieron después de la década de los ochenta, tienen ciertos rasgos que indican lo contrario de lo que observamos el pasado 19 de septiembre y en los días sucesivos. En ellos, o en buena parte de ellos, se observaron algunos valores que no entran precisamente en una categoría de indiferencia, rechazo o despreocupación por lo que sucede a su alrededor – aunque sí en contra de las mismas tácticas y/o estrategias gubernamentales y políticas cuya finalidad da forma a tan conocido concepto: demagogia –. ¿Qué es lo que pasó entonces?, ¿por qué muchos hablamos de la labor tan encomiable que estos jóvenes realizaron durante y después del siniestro?, ¿qué evaluación podremos hacer con relación a la formación informal y formar que han recibido en casa y en la escuela?

Éstas, son preguntas que en lo sucesivo tendrán alguna respuesta, así como también, el que a partir de estos hechos, particularmente en México, se voltee a ver de una forma diferente a quienes, hoy por hoy, representan una fuerza ideológica y física que está aquí y que, insisto, no hemos valorado como debiera.

El uso que le dieron a las redes sociales, jugó un papel muy importante en todo esto. De hecho con este uso, confirmaron esa concepción del millennial que conocemos pero, ¿y los valores que observamos en ellos? Dese cuenta, las convocatorias que difundieron a través de Facebook o Twitter para que las personas brindaran alguna ayuda para las personas de las zonas afectadas, fue un éxito. Tan es así, que varias toneladas de víveres y demás enseres domésticos, ellos mismos las han hecho o hicieron llegar a los habitantes de la Ciudad de México, el Estado de México, Morelos o Puebla, lugares donde dicho sismo, pegó en demasía. ¿Habrá usted visto tal fuerza y empuje? Es lógico, ellos no lo habían vivido, solo visto. Y no lo habían visto porque estos jóvenes, cuyas edades oscilan entre los 15 y 29 años, no vivieron el temblor del 85. Esa tragedia que muchos tenemos fresca en nuestra memoria y que, cuando un evento de esta naturaleza llega a ocurrir en estos días, se manifiesta de la forma menos esperada en cada uno de los mexicanos que la padecimos en carne propia.

De llamar la atención fueron los incontables centros de acopio que hubo en varios rincones de la República Mexicana. No, no a través del internet. Ellos, los millennnials, físicamente se encargaron de tal proeza y eso, cualquiera de nosotros, lo pudo constatar ya que su brío y solidaridad con el pueblo de México, con la energía que caracteriza esta etapa de nuestra vida, logró acrecentar el amor por nuestra gente, nuestros connacionales, nuestros mexicanos.

No, no se confunda mi estimado lector, con estas línea no pretendo desestimar ni cometer el mismo error que, supongo, hemos cometido hasta antes de este siniestro: subestimar a esta generación de mexicanos. Por el contrario, es un merecido reconocimiento a su labor, su empuje, su empeño.

Como puede darse cuenta, en absoluto estoy hablando de la misma generación de jóvenes, con los que nosotros nos formamos, eso lo tengo claro. Ésta, es una generación de jóvenes que, por alguna razón, fue catalogada de esta forma: la generación Y; sin embargo, en el ejercicio de dar un nombre a tales o cuales generaciones, se nos olvida o se nos ha olvido, que son seres humanos que, sin importar una fecha de nacimiento, una década o un siglo, sienten, piensan, reflexionan y actúan sin distingo partidista o clasista.

Sí, hubo un epicentro el pasado 19 de septiembre pero, más allá de sismo que vivimos y del cual aún seguimos padeciendo sus estragos; prefiero quedarme con éste, el de los millennials, un epicentro social que ha marcado y marcará una etapa en la vida de mi México querido.

Finalmente, y si usted me lo permite, deseo expresar mi enorme reconocimiento a los jóvenes y maestros de las diversas escuelas normales que han sumado esfuerzos y voluntades para hacer llegar algunos víveres a quienes en este momento lo necesitan, entre ellas puedo nombrar a la Escuela Normal “Lázaro Cárdenas” de Tenería; Escuela Normal Urbana Federal Cuautla, Morelos; Escuela Normal Preescolar “Profra. Francisca Madera Martínez” de Tlaxcala; Escuela Normal del Estado de Querétaro, Escuela Normal Rural Mactumactzá; Escuela Normal Rural de Tiripetío de Michoacán; en fin, a todas y cada una de las instituciones formadoras de docentes que han aportado su granito de arena con los afectados por el movimiento telúrico.

En suma, coincido con aquellos que han afirmado y afirman que la sociedad y en especial, sus jóvenes, sobrepasaron a una estructura gubernamental, vieja, anquilosada y llena de escombros que bien pueden ser removidos si nos los proponemos. Es tiempo de reflexionar o… ¿me equivoco?

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/un-epicentro-llamado-millennials/

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La voz compartida

Manuel Gil Antón

Quizá no hay tantas como expendios de alimentos chatarra, pero las escuelas son un espacio común hasta en las poblaciones más apartadas, pequeñas y pobres. Sitio compartido por un tercio de la población del país. Lugar al que acuden cientos de miles de profesores y maestras: más de un millón. Incontables aulas, algunas de bajareque y lámina, otras con piso firme y computadoras para todos. No pocas con grietas de tal magnitud que se trasladan a una casa, a la cancha de básquet, la sombra de un árbol, a otra escuela amiga.

El lunes 25, día previo al aniversario de la desgracia de Ayotzinapa, se reanudarán las clases en casi todas las zonas lastimadas, y continuarán en el resto del país. Llegaremos con imágenes en el corazón: generosidad, ansia de ayudar, lozas que no dejaron salir a los que se nos murieron, escombros y fierros retorcidos donde albañiles sencillos, pero sabios en menester de los ladrillos, varillas y polines, hicieron veredas por donde salieron tantos vivos y muertos que velar. Soldados y marinos entrones. Muchos jóvenes, y no tanto: también añosos, acarreando cascajo. Estorbando a veces, sí, pero sin trabar el sentido de su presencia como esfuerzo solidario y, también, signo complejo del dolor y azoro de estar vivo y tener casa y escuela, cuando otros las han perdido o verán caer. Oaxaca, Chiapas, Morelos, Puebla, la Ciudad de México… ciudades y aldeas donde se fincaron, con esfuerzo, casas que vieron nacer, crecer, amar y desamar. Morir también sin la trabe encima. Sitio de las estas. Paredes con fotos de su historia.La cocina donde nos juntamos a comer, hablar y ser.

En la retina llevaremos rostros de padres esperando saber de sus niños, de los hijos aguardando si acaso un bendito mueble dejo al abuelo modo de respirar y lo alcanza el topo antes que la parca.

Ajados por la tristeza, con preguntas, corajes, rabias justas cuando lo desplomado no fue culpa del temblor, sino de la corrupción impune. Angustiados. Vulnerables. No habrá modo de iniciar las labores sin escucharnos. Lo que no alcanza a medir la examinación con guadaña, altanera, va a aparecer, intangible a la opción múltiple, y tendrá palabra. Hay tren pal norte y el sur: de los que aprenden enseñando, y los que nos enseñan tanto al aprender. ¿Por qué el dolor, maestra? ¿Qué se hace con la angustia que me atosiga? Tengo un vacío en la ilusión y un hueco en la panza. ¿Cómo se puede vivir si se ha muerto una hija? Y entonces, en el prodigio de la voz compartida, se hallará alguna respuesta o no: pero la palabra dolida que se hace común educa, forma.

El silencio que se guarda cuando no se puede hablar y un compañero llora. Ese abrazo. La palmada del profe, la torta o el taco que se comparten, son sustancia en la educación concebida como reconocimiento del otro que nos dice lo que vio, lo que le cuarteo los ojos: lo dicho y lo callado brotará ahí. Es la hora de la escuela como plaza de la voz. No de la explicación, quizá: sí de la escucha, de la pregunta que se lleva en la mochila o el morral y se abre para convidar. Ahí hay un entramado que da certidumbre de ser nosotros. Y no estar tan solos. Si la escuela abre el umbral donde se conforma lo que consuela, enoja, calla y se anuda, ese intangible que fluye y alivia en y por el vínculo con los que la habitan, se vuelve albergue del asombro y la tristeza.

El balbuceo y la duda. Del ánimo y la esperanza cuando sea posible. Será el tiempo de la escuela: vayamos listos, abiertos a esas voces y a dejar que las preguntas soterradas se abran paso. ¿Cómo evaluar lo que pasará? Imposible. Innecesario. El hogar de la voz que va y retorna, es la esencia de una escuela que vale la pena, aunque los gerentes que buscan reflectores para la foto no lo sepan ver. Ciegos a lo que importa. Cuentachiles de aciertos: ignorantes.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-voz-compartida/

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Pedagogías de una tragedia

Pedro Flores Crespo

El terremoto del 19 de septiembre que cimbró a la Ciudad de México nos está dejando múltiples lecciones. Mientras las encuestas nacionales apuntan a un perfil de mexicano apático, miles de voluntarios salieron a la calle para participar en las brigadas de rescate. Cuando el adulto de la tercera edad condenaba severamente a los jóvenes y a los millenialspor usar indiscriminadamente el celular y las redes sociales, éstos organizaban diversos canales de ayuda por medio del Twitter y del Facebook.

Por nuestra parte, los cuarentones y cincuentones que estábamos – y estamos hartos – de las autoridades políticas y del cinismo del (dis)funcionario público, observamos que las diferencias no son irreconciliables cuando se trata de ayudar y cooperar. La desgracia vivida en la capital del país fue entonces aleccionadora porque nos regresó apertura, empatía y compasión. ¿Por qué teníamos que vivir un momento tan trágico para mostrar las virtudes que como pueblo tenemos? ¿Cuánto tiempo se mantendrá el espíritu solidario y la confianza en lugar del egoísmo y la suspicacia que nos corroe?

El terremoto del 19 de septiembre puede ser la piedra de toque para replantearnos formas de actuar y vivir distintos. Me explico. Si algo se buscaba en los días siguientes al sismo era la verdad en todas sus formas; ¿cuántas personas murieron? ¿de qué intensidad fue el sismo? ¿cuántos edificios se colapsaron? ¿por qué edificaciones recientes resultaron severamente dañadas? ¿quién es Frida Sofía? ¿puede ocultar el gobierno la verdad sobre una niña? ¿qué nivel de mentira es capaz de crear Televisa? La verdad estuvo a prueba en todos los medios de comunicación masiva, redes sociales y en el vecindario. Contrario al temblor del 85, ahora el invento, chisme y especulación fueron relativamente efímeros; no pasaron la prueba de la refutación. En redes sociales e incluso en los medios de comunicación hubo un constante contrapunto de opiniones, datos y observaciones al grado que se hicieron tendencia etiquetas o hashtags como #NoDifundasMentiras o #ChorosQueNoFaltan.

Es aleccionador que se sancione socialmente la mentira; sobre todo, en un contexto como el mexicano en donde la mayoría hemos aprendido que ponerse máscaras es más rentable y racional que mirar a los ojos y ser verídico.

Pero la construcción y defensa de la verdad no sólo debe ser responsabilidad del jefe o jefa de familia, docente, líder de opinión, reportero, o estudiante; sino que toca sensible y directamente a los representantes del gobierno. Si el descrédito de los políticos y sus partidos va en ascenso, ¿por qué no tratar de cambiar el código y aprovechar la situación de zozobra que vivimos los ciudadanos para comunicar con eficiencia los planes de reconstrucción, atajar suspicacias con acciones concretas y desmontar creencias superficiales con datos, argumentos y evidencia científica? Me uno a los que piensan que los gobiernos pueden y deben reconstruirse a partir de situaciones trágicas como ésta. No simpatizo con la idea de “demoler” todo lo que huele a política. Hay otras formas de interrelación entre sociedad y gobierno que podemos intentar y en donde reside, repito, hacerle honor a la verdad o de lo contrario, no habrá votos.

Practicar la verdad es un principio educador y de civilidad que puede enseñarse desde la escuela. Por esta razón, no basta con sólo reconstruir o rehabilitar físicamente las 12,931 escuelas que fueron parcial o totalmente dañadas por los sismos como reporta la Secretaría de Educación Pública (SEP), habrá que repensar qué otras lecciones nos dio la tragedia de los días pasados y discutirlas con nuestros estudiantes.

Aparte de la búsqueda incesante por la verdad, los maestros ahora tenemos la oportunidad de explicarle a los niños y jóvenes que aunque en ocasiones el Bien se vea chiquito y a punto de ser tragado por el Mal – como escribe Martín López Calva recordando a Augusto Monterroso -, el primero puede encarnar, resurgir y hacerse grande “ante nuestros ojos sorprendidos e incrédulos porque lo hacíamos moribundo en estos tiempos de decadencia”. Pero tampoco debemos engañarnos si queremos formar buenos pensadores. El Bien coexiste con el Mal, como bien afirma López Calva, pero sí hay posibilidades de que el primero triunfe sobre el segundo si hacemos de nuestras virtudes una costumbre y no la excepción, es decir, un proceder “sistemático y constante”.

El costo por rehabilitar y reconstruir las escuelas públicas será de aproximadamente 13 mil millones de pesos, ¿cuánto gastaremos al no poder aprender de nuestros errores y de la tragedia?

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/pedagogias-de-una-tragedia/

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Los rostros de la transformación educativa

Méxicanos Primero

Han pasado cuatro años desde la modificación al artículo 3º Constitucional, donde se incluyeron atributos necesarios para que el Estado (como principal obligado) asegure el proceso de transformación educativa que fortalezca y asegure en el tiempo la mejora continua del servicio para la sociedad. Sin embargo, diversos factores nos han permitido observar la complejidad y el entramado que implica una transformación de este calado en el sector educativo.

En este sentido, dimensionar la estructura humana que mantiene vivo el sistema educativo mexicano resulta importante para recordar que cualquier cambio deseable no ocurrirá solo por estar inscrito en la ley. Es decir, para que las cosas sucedan, debemos considerar a los agentes de cambio que integran el universo escolar.

Hablar de agentes de cambio, implica, por un lado, conocer sus contextos, sus perfiles, las trayectorias profesionales y por otro, sus sueños, dudas, inquietudes, deseos, incluso sus fracasos. Es decir, para hablar de los maestros en México, hace falta ir más allá de la estadística oficial, debemos darnos la oportunidad de conocer sus historias porque son ellos quienes, diariamente, viven y sienten la escuela desde sus trincheras.

En este espíritu, surge el Premio ABC. Máximo distintivo que la Sociedad Civil desde 2008, otorga a l@s maestr@s en nuestro país. Así, el miércoles 6 de septiembre, siete maestr@s han sido galardonad@s por una sola cosa: sus historias en la defensa y promoción del derecho a aprender de las niñas, niños y jóvenes en sus comunidades.

Carlos Alberto Villarreal Guajardo, maestro de primaria en Cañitas de Felipe Pescador, Zacatecas; Marbelia Molina Martínez, supervisor de preescolar en Tlapehuala, Guerrero; José Dolores Chan Cuevas, director de primaria en Motul, Yucatán; María del Rocío Hurtado Díaz, maestra de primaria en Tampico, Tamaulipas; Carlos Máximo Lozano, maestro de primaria en Ixtapaluca, Estado de México; Ricardo Enrique Cetina Flores y Rogelio Ake Mugarte, equipo de supervisores de primaria en Valladolid, Yucatán; tod@s ell@s, mujeres y hombres tan diferentes y en contextos tan diversos (adversos) comparten algo en común: la de no debilitar su pasión, su espíritu de profesionalismo y amor por su causa. Cumplir con su responsabilidad es sinónimo de vocación y entrega por los que verdaderamente importan: las niñas, niños y jóvenes.

México es un país de causas, en ocasiones distantes, aisladas, frías. Las cuales llegan a diluirse porque no son capaces de identificarse en la vorágine de la cotidianeidad. Sin embargo, en este escenario de sombras, reconocer rostros, nombres e historias brindan esa claridad de entendimiento hacia una causa en particular. Así, las experiencias de l@s ganador@s del premio ABC (104 a lo largo de una década) se convierten en faros a la distancia, guiándonos en la oportunidad de descubrir nuestras propias historias de éxito.

Porque en cada profesor de nuestro país, reside la maravillosa oportunidad de cambiar, de transformar, de inspirar. Al interior de cada aula, de cualquier tipo de escuela de la localidad más alejada del estado menos favorecido, existen seres humanos que dan todo por sus alumnos, que escuchan a sus compañeros, que brindan consejos, comparten materiales, se arriesgan a lo desconocido y abrazan la incertidumbre.

Este es el grandioso espíritu del Premio ABC, mostrarnos el rostro y las historias de seres humanos que hacen de lo extraordinario, algo ordinario. He aquí evidencia de cómo sí lograr cambios significativos en la práctica docente. De cómo sí utilizar la tecnología como herramienta para mejorar el aprendizaje. De cómo sí involucrar a las familias en las decisiones que impacten en la escuela. De cómo sí es posible rescatar la lengua y cultura indígena con base en la suma de voluntades. De cómo sí compartir una visión de la escuela que queremos. Sin duda, en la medida que hablemos cada vez más de las historias de éxito de l@s maestr@s, ese día sabremos que vamos en el camino correcto.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/los-rostros-de-la-transformacion-educativa.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/09/20/59c346e33f09d.jp

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El presupuesto (o el eslabón perdido en la relación entre evaluación y educación de calidad)

Blanca Heredia

En las reformas legislativas que dieron cuerpo a la reforma educativa impulsada desde fines de 2012, la evaluación, la rendición de cuentas y la transparencia aparecen explícita y reiteradamente como condiciones y garantes centrales de la calidad educativa. Ha sido así desde el principio y a todo lo largo de los procesos de cambio legislativo, normativo y programático asociados con la reforma educativa.

Por ejemplo, en los debates parlamentarios sobre la reforma del artículo 3º constitucional, en la exposición de motivos de los diversos proyectos de reforma, así como en el texto de reforma aprobado en febrero de 2013, a la evaluación, la rendición de cuentas y la transparencia se les asigna un papel clave en hacer posible y exigible el derecho constitucional de todos los mexicanos a una educación de calidad.

Ocurre, sin embargo, que en el marco legal vigente se omitió uno de los vehículos potencialmente más poderosos para hacer de la rendición de cuentas palanca efectiva para mejorar la calidad educativa. Me refiero al presupuesto y, más concretamente, a la obligación de asociar el presupuesto educativo a la evaluación y la rendición de cuentas en la materia por parte de los diversos actores gubernamentales que intervienen en ello.

No pasó desapercibido este hecho a los legisladores que, en su momento, discutieron la inclusión del derecho a una educación de calidad en el texto constitucional. De hecho, en su exposición de motivos a favor de la reforma del 3º constitucional, tanto el PRD como el PAN incluyeron posicionamientos en ese sentido.

El PRD en los siguientes términos: “Como complemento, en el artículo 73 constitucional se propone añadir el principio de que las aportaciones económicas correspondientes al servicio público de educación se harán con base en la evaluación de los diferentes componentes del Sistema Educativo Nacional, así como el desempeño de los programas, políticas, instituciones y actores educativos, buscando unificar y coordinar la educación en toda la República”.

Por su parte, el PAN lo hizo de la siguiente manera: “Los resultados de la evaluación educativa deben determinar las aportaciones económicas al servicio público de la educación; es decir, que la evaluación tenga implicaciones presupuestales”.

Nada de esto llegó al texto aprobado de la reforma del artículo 3º constitucional o a algún otro ordenamiento jurídico. La vinculación entre presupuesto y rendición de cuentas en materia de calidad educativa fue, simple y llanamente, omitida.

Diseñar un esquema que haga del presupuesto instrumento para vincular de manera justa y eficiente la evaluación y la rendición de cuentas con la calidad educativa no es, en absoluto, fácil. Lograrlo supone sortear dificultades técnicas enormes (por ejemplo, generar criterios, instrumentos e indicadores de qué se entiende por “calidad educativa”). Sin negar estas dificultades, la ausencia del tema en nuestro marco legal reformado sugiere la operación de obstáculos más de peso; es decir, políticos.

De ahí que ni se mencione el asunto. De ahí también y en mucho el que, casi por terminar el sexenio de la reforma educativa más ambiciosa en las últimas décadas, no contemos con criterios o indicadores para evaluar lo que –a nivel legal y de política pública– constituye el eje vertebrador de todo el esfuerzo: elevar la calidad educativa. ¿Si no afecta los dineros, para qué ocuparse?

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-presupuesto-o-el-eslabon-perdido-en-la-relacion-entre-evaluacion-y-educacion-de-calidad.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/09/13/59b8cfe823959.jp

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Informe alerta contra la promoción de Alianzas Público-Privadas en la financiación del desarrollo

Por: CLADE. Autora Informe: María J. Romero.

Un informe que examina el papel de las alianzas público privadas (APP) como una manera de financiar los proyectos de desarrollo muestra que dichas asociaciones son arriesgadas y costosas, instando a los gobiernos e instituciones financieras a parar de ocultar sus verdaderos costos. Las APP son acuerdos a través de los cuales los financiadores privados remplazan gobiernos en su condición de proveedores y financiadores de los servicios públicos tradicionales, como escuelas, hospitales y carreteras.

Lo que yace bajo la superficie: Una evaluación crítica de las Asociaciones Público Privadas y su impacto en el desarrollo sostenible examina la naturaleza y el impacto de las APP, de cara al marco de realización de la conferencia de ONU, Financiación para el Dessarrollo (Financing for Development – FfD) en Addis Ababa, del 13 al 16 de julio. El informe analiza la literatura existente sobre las APP y las experiencias de Tanzania y Perú, con base en los hallazgos de las redes Afrodad y Latindadd.

Los gobiernos europeos en particular, e instituciones financieras como el Banco Mundial, tienen planes de impulsar la participación del sector privado en el desarrollo durante la cumbre, a despecho de de las reservas de muchos/as expertos/as de países en desarrollo.

La autora del informe, Maria Jose Romero, Gestora de Políticas e Incidencia de la Red Europea sobre la Dívida y el Desarrollo (Eurodad), plantea que: “Las APP están siendo promovidas por nuestros líderes como una manera de financiar proyectos de infraestructura y servicios públicos, como salud y educación, que han sido tradicionalmente provisionados por el Estado. Los costos de esos proyectos suelen ser muy altos, el sector público adume todos los riesgos, y hay frecuentemente un velo que encubre los modos como dichos proyectos son negociados”.

“Nuestros gobiernos deben dar un paso atrás en la Cumbre de Addis Ababa y poner las necesidades del desarrollo – y no las necesidades de los investidores privados – en primer lugar”.

Los gobiernos a menudo ocultan los verdaderos costos de las APP ya que pueden mantener el proyecto y sus pasivos contingentes (deuda potencial) fuera de presupuesto.

Las conclusiones de este informe son:

  • En la mayoría de los casos, las APP resultan el método más costoso de financiación y aumentan significativamente el gasto público.
  • Normalmente, resulta muy complejo negociar y poner en práctica las APP y muchas veces sus costes de construcción y transacción son más elevados que los de las obras públicas.
  • Demasiado a menudo, la obtención de financiación a través de APP conlleva riesgos para las instituciones públicas.
  • Existen muy pocas pruebas de que las APP sean eficientes.
  • Las APP presentan limitaciones importantes a la hora de reducir la pobreza y la desigualdad y de prevenir un impacto negativo sobre el medio ambiente.
  • El sector público está poco capacitado para implementar APP, sobre todo en los países en desarrollo.
  • Las APP son poco transparentes y su escrutinio público es limitado, lo que tiene un impacto sobre su capacidad para rendir cuentas.

Romero afirmó: “Aunque exista alguna evidencia de que las APP pueden aumentar la eficacia de ciertos proyectos, hay diversos ejemplos de arreglos APP que han ido muy mal, y que dejaron una herencia duradera.

“Este informe muestra que promover APP de forma acrítica es un equivoco. Los gobiernos e instituciones financieras deben enfocar el desarrollo de los mecanismos adecuados al nivel del país para identificar si – y bajo qué condiciones – es deseable utilizar APP”.

Como muestran los casos de Perú y Tanzania, la experiencia al nivel del país es conflictuosa. Las APP sufren la poca transparencia y el escrutinio público limitado, que socava la rendición de cuentas democrática. En algunos casos, los proyectos APP han resultado en el descontento público, debido a sus costos más altos y alegaciones de corrupción.

El informe recomienda que los gobiernos dejen de ocultar el verdadero costo de las APP y que la toma de decisión sobre APP sea más transparente y comprometida con la rendición de cuentas. También se recomienda que los éxitos del desarrollo estén en primer plano de cualquier proyecto y que los países en desarrollo sean los responsables cuándo los principios y criterios para evaluar e implementar las APP se desarrollen.

  • Descargue aquí el informe (en inglés).
  • Para un resumen ejecutivo en español, cliquee aquí.

Fuente Informe: http://privatizacion.campanaderechoeducacion.org/nuevo-informe-alerta-contra-la-promocion-de-alianzas-publico-privadas-en-la-financiacion-del-desarrollo/

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