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Ciencia y Tecnología: Las promesas incumplidas

Por: Alejandro Canales

La política científica y tecnológica en México no parece figurar como problema a resolver, se semeja más a un misterio insondables. Por alguna razón, casi siempre injustificable, tiene un comienzo prometedor, convincente, racional, persuasivo y cargado de expectativas, para finalizar con resultados completa y absolutamente decepcionantes. También, por razones no del todo comprensibles, la temporalidad para resolver varios de los asuntos del sector, no cuadran con los sexenios, ni con las décadas o los ciclos de desarrollo; una situación que se repite una y otra vez, más o menos, desde la misma creación del Conacyt. Desafortunadamente, la actual administración no ha sido la excepción.

En las páginas de Campus hemos dado seguimiento a algunas de las acciones y errores más destacados que se han verificado en el campo científico y tecnológico, incluyendo este periodo gubernamental. En este último, lo que hasta ahora son omisiones o promesas incumplidas, cada una, por separado, no dejan de contar y ser lamentables. Sin embargo, vistas en conjunto, no solamente nos  anticipan que se producirá la conocida imagen de resultados desencantadores, lo peor es que dan la impresión de que las acciones puestas en marcha pudieron ser de otro modo. Sí, con un mejor desenlace, aunque con mayor esfuerzo y dedicación.

Veamos solamente algunas de las iniciativas más sobresalientes de esta administración que trazan el indeseado e inevitable panorama.

El uno por ciento respecto al PIB para ciencia y tecnología. Esta fue la promesa más importante de la actual administración, la que estuvo en el Pacto por México y quedó plasmada como el compromiso No. 46: “Se dará cumplimiento a la Ley de Ciencia y Tecnología con el objeto de incrementar el financiamiento para la investigación científica y el desarrollo tecnológico, a fin de alcanzar, de manera gradual, una inversión del uno por ciento del PIB. El incremento presupuestal iniciará en el presupuesto 2013. Complementariamente, se incentivará la participación intensa de los sectores productivos en la investigación científica” (pág. 12).

La promesa constituyó el primer objetivo del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (Peciti): contribuir a que la inversión nacional (pública y particular) en investigación científica y desarrollo tecnológico crezca anualmente hasta alcanzar el uno por ciento del PIB para el año 2018.

En su momento, parecía que por fin el gobierno de Peña Nieto daría cumplimiento a lo que establece la ley desde el 2002. Así que en el periodo de la actual administración la inversión pasaría de 0.45 respecto al PIB que tenía en 2013 al uno por ciento para el final del sexenio. Las expectativas y el optimismo se desbordaron.

Y sí, el Presupuesto de Egresos de la Federación en los primeros tres años de este sexenio  fue promisorio y creciente. Todo bien, pero hasta ahí llegó. A partir del 2015 llegaron los recortes al presupuesto y para el final de ese año, con la caída de los precios del petróleo, la inestabilidad de los mercados internacionales y el llamado presupuesto base cero, el panorama comenzó a complicarse todavía más. Incluso, el mismo director de Conacyt adelantó que seguramente no se alcanzaría la meta del uno por ciento y que tal vez se llegaría al 0.8 para el término del periodo (La Jornada 11.12.2015).

Ahora se ve que ni siquiera alcanzaremos el 0.8 por ciento al concluir este sexenio. En este año, según la estimación gubernamental, el indicador es de 0.54 por ciento y no es probable que para el año próximo se incremente para cumplir lo que no se hizo paulatinamente en los años anteriores. La culpa no es del organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas, se dirá. Ciertamente, el nivel de inversión puede ser cosa de la baja participación de los empresarios, el establecimiento de prioridades presupuestales que no coinciden con las del sector o la inestabilidad del entorno internacional. Sin embargo, no por ello dejará de ser una promesa incumplida. Además, no toda la responsabilidad está del lado de los recursos financieros.

El rediseño institucional del sistema. Aquí se trataba de elevar de rango la política científica y tecnológica a través de un cambio organizacional importante. Por un lado, esto fue alentado por la idea de que el organismo rector podria convertirse verdaderamente en una secretaría más. Una propuesta expesada con cierta insistencia en los tiempos de campaña de Peña Nieto, respaldada por algunos actores, pero cuya recepción general fue controvertida y después reformulada. Por otro lado, por los antecedentes académicos del actual director del Conacyt, Enrique Cabrero, todo parecía indicar que esatría en condiciones de impulsar una reingeniería institucional, la cual convertiría al organismo en una entidad más eficaz y más eficiente, capaz de revolucionar y articular un sistema frágil, disperso y altamente concentrado.

Sí se modificaron ligeramente las direcciones adjuntas y se crearon otras instancias menores, aunque no hubo tal rediseño institucional. Tampoco se advierte que en el plazo restante se pueda llevar a efecto. El cambio más notable en el sector fue la creación de la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación en abril de 2013. Una instancia vinculada al ejecutivo federal, puesto que sería dependiente de la oficina de la presidencia de la República y, según la norma correspondiente, le tocaría fundamentalmente apoyar las actividades de Conacyt.

El primer titular de la Coordinación fue Francisco Bolivar, cargo al que renunció en septiembre de 2015 para postularse como candidato a la rectoría de la UNAM. Después, en abril del año pasado, fue designado como segundo coordinador Elías Micha. Este último era director adjunto en el Conacyt y antes de ese cargo fue director del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.

Los contras
Sin embargo, lo cierto es que, con uno o con otro directivo, con poco o mucho dinero, la Coordinación no ha marcado una diferencia en el impulso a las políticas científicas y tecnológicas. La oficina está cerca del ejecutivo federal; las decisiones en la materia siguen quedando lejos, muy lejos. De hecho, la Coordinación estuvo casi un semestre sin titular y públicamente nadie hizo notar su ausencia.

El programa sectorial, la información y las convocatorias. Tal vez es otro ritmo o temporalidad las que rigen las actividades del sector, pero no parece tener demasiada importancia lo que dice la norma sobre fechas o plazos a cumplir. Así como desde el 2002 la ley establece el monto de inversión en el sector y simplemente no se cumple, lo mismo ocurre con otros aspectos.

El caso del Consejo General de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación es emblemático. Es el máximo órgano de gobierno y de política del sector, creado hace 15 años, presidido por el ejecutivo federal e integrado por los titulares de las secretarías que tienen más relación con la ciencia y la tecnología. La norma establece que el organismo se debe reunir por lo menos dos veces al año y extraordinarias las veces que sea necesario. Algunas de las decisiones clave, como el programa sectorial y la distribución de los recursos financieros pasan por ese Consejo. Pero no, desde su creación incumple lo que dice la ley. Lo mismo sigue ocurriendo en esta administración.

Igualmente, el documento prográmatico para el sector, el  Peciti, no se publicó en abril de 2014, cuando debió aparecer. En una situación jurídicamente anómala, el documento se conocía parcialmente, algunas de las medidas se estaban implementando, sus indicadores eran punto de referencia, pero el documento simplemente carecía de base legal porque el decreto de ley no se publicó en tiempo y forma. Al final, apareció hasta el mes de julio de 2014 y, una vez más, la anomalía careció de importancia.

También pasa con la creación del Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico para la industria petrolera que ya debeira estar en operación y no lo está. O bien, con la cuidadosa planeación del Progra estratégico para la formación de recursos humanos en materia de hidrocarburos.

Otro tanto ocurre con múltiples procedimientos y trámites vinculados a los fondos competitivos. Lo mismo pueden ser convocatorias para proyectos, para respaldo de revistas o para el fortalecimiento de redes. En algunos casos, las convocatorias se retrasan y en otros se modifican las bases y se establecen criterios irracionales. O bien, se plantean gestiones imposibles de alcanzar para ingresar la solicitud; también sucede que, una vez aprobada la solicitud, se difiere el apoyo y se entrega cuando está próximo a vencer el ejercicio fiscal. Al final los resultados son sumamente frustrantes y desalentadores.

La publicación de las estadísticas oficiales también es otro asunto. Las cifras del sector, completas y desagregadas, las que se reúnen en el reporte anual (Estado general de la ciencia, tecnología e innovación), no se publican oportunamente. De hecho, el informe más reciente es de 2014. A pesar de que la página electrónica del Conacyt contiene algunos datos, no está la información completa, no es intuitiva y es sumamente complicado encontrar lo que se busca. Una caracterítica de opacidad que comparten todas las páginas electrónicas gubernamentales.

El repositorio nacional, el comité de productividad y las cátedras Conacyt.  Finalmente, están las iniciativas que sonaban muy bien, pero sus logros han sido limitados. Desde el 2014, cuando se modificó el marco normativo para establecer lo que sería el acceso abierto a la información, Conacyt quedó como encargado de operar el Repositorio Nacional. Esto es, responsable de concentrar toda la información de interés social y cultural que se produce en México con fondos públicos, así como permitir el acceso electrónico a la misma.

La propuesta para establecer un Repositorio Nacional fue bien recibida. Sin embargo, ponerla en marcha y que funcione no ha resultado nada sencillo. Otra vez, los plazos que estaban previstos en la norma se han incumplido y a la fecha los contenidos disponibles son sumamente limitados y dispersos; en su mayoría corresponden a tesis de posgrado. Los vínculos electrónicos a los repositorios institucionales de una veintena de centros públicos de investigación aparecen en la página, el problema es que nada más no funcionan.

El CNP y las cátedras
Luego está el Comité Nacional de productividad (CNP), un organismo presidido por el secretario de Hacienda y en el que participan otros secretarios, representantes de instituciones académicas, organizaciones empresariales y el titular de Conacyt. El próximo mes de mayo cumplirá cuatro años de instaurado, con la misión de proponer iniciativas en materia de productividad y empleo, así como para sugerir acciones de coordinación entre difeentes entidades.

Al CNP le ocurre lo mismo que al Consejo General de Investigación Científica, simplemente no se reúne cuando debe hacerlo; no ha cumplido con las cuatro veces al año que prescribe la regla y menos de forma extraordinaria. Tampoco ha sido excepcionalmente activo en la formulación de propuestas. Únicamente  ha formulado medidas para tres sectores productivos.

Finalmente, la puesta en marcha del programa cátedras Conacyt. Una iniciativa que generó altas expectativas laborales en los posgraduados. A partir del 2014, el organismo sectorial, expide selectivamente nombramientos de confianza a jóvenes investigadores y los comisiona a instituciones públicas de investigación. El Conacyt se reserva para sí el papel de patrón, por lo que los jóvenes no son personal académico de las instituciones.

Independientemente de las características de la nueva figura laboral en el mercado académico y de las facilidades u obstáculos que enfrentan los jóvenes comisionados, conviene notar que el número de cátedras ha disminuido sensiblemente. Si en el primer año se asignaron más de 500 plazas, en los dos años siguientes se redujeron a poco más de la mitad. En total, el número plazas asignadas a través de este programa apenas sobrepasa el millar; una desilusión para los jóvenes.

A la actual administración le resta poco más de un año de ejercicio y no logrará cumplir con lo prometido. Al menos no en lo que concierne a las iniciativas aquí anotadas. Los recursos financieros han sido y serán un factor decisivo. Sin embargo, no todas las fallas,  omisiones y promesas incumplidas se pueden atribuir a los recursos financieros. Las decisiones pudieron tomar otro derrotero y tener otros resultados. No fue así. Ahora solamente resta esperar los componentes de una nueva versión exculpatoria.

Fuente: http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=6456:ciencia-y-tecnologia-las-promesas-incumplidas&Itemid=140

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La educación digital de los hijos

Por: Enrique Mendoza Díaz

La Federación de Castilla y León de Fútbol ha impulsado la puesta en marcha de escuelas de padres para prevenir la violencia en el fútbol base. Lamentablemente, algunas de estas situaciones tienen su origen en los propios padres de los jugadores como cuando someten a una enorme presión a sus hijos, o el comportamiento excesivamente violento (verbal y físico) para árbitros, entrenadores, jugadores o, incluso, hacia otros padres. Los padres no deben ser un elemento desequilibrante en el proceso de iniciación deportiva de sus hijos. Por el contrario, deben ser los verdaderos inductores del ambiente que propicie el desarrollo integral de sus hijos brindando su apoyo y comprensión.

El Club Atlético Reino de León, desde sus inicios, ha programado diversas actividades dirigidas a los padres de sus jugadores que desearan formarse en la difícil y, a la vez, apasionante tarea de formar y educar a sus hijos. Así, surgió su ‘Escuela de Padres’ con periódicas charlas-coloquio que pretenden contribuir a cubrir vacíos de información, aclarar ideas imprecisas, ofrecer consejos prácticos, proponer actividades padre-hijo que favorezcan la comunicación entre ellos, etc. En definitiva, abrir un espacio común de diálogo para todas aquellas personas que quieran —al menos, intentarlo— ser mejores padres.

El miércoles 22 de marzo me invitaron a que les hablara sobre el rol de los padres en la educación digital de sus hijos y fue una experiencia muy interesante, sobre todo, porque tuve una oportunidad para compartir experiencias en un asunto clave para la educación de nuestros hijos.

Nos encontramos ante la integración creciente —e imparable— del uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS) como herramientas de apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos. Algunos profesores ya están trabajando en ello. Es clave que los padres también nos formemos. Los profesores sólo cubren el horario escolar. Los padres lo somos 24 horas. Es necesaria nuestra urgente —vamos tarde— incorporación a este proceso, de tal manera que nuestra colaboración resulte eficaz. Es fundamental para el éxito de este proceso. Ello requiere que los padres tomemos conciencia de nuestra necesaria «alfabetización digital». Por ignorancia, el uso de las TICS es percibida, muchas veces, como una amenaza. Y así surgen las dificultades, los problemas.

Nuestros hijos son «nativos digitales». ¿Qué quiere decir esto? No entienden la vida de otra manera. Es su manera de aprender, de relacionarse. Nuestros hijos son tecnófilos. Ellos no han nacido con el concepto de «filtro». Tu preguntabas, te recomendaban un buen libro, o te informaban mediante una conversación. Ellos no, ellos encuentran respuestas a todas sus preguntas en internet. Además, buscan su identidad real en las redes sociales donde las identidades pueden ser falsas y, para ellos, sin embargo, son «los» modelos. Ya no sólo son sus padres. Ahora compiten, por ejemplo, con los «youtubers». Sus relaciones sociales son, en muchos casos, virtuales no personales. Hablan, se enamoran, se pelean, se reconcilian… Ventajas para ellos: nadie me da la «chapa», es mi zona de confort, mi entorno seguro. No tengo que aguantar las preguntas de mis padres: «¿por qué me preguntas?» «¿para qué me preguntas?».

Recordad como era la adolescencia, por ejemplo, hace 40 años: vida social en la calle de nuestro barrio, consulta de libros en la biblioteca pública, la enciclopedia en casa, fotos, posters, folletos, imaginación… Y siempre bajo la supervisión de nuestros mayores, de nuestra gente. Las nuevas tecnologías son un universo de posibilidades que, bien administrado, nos hacen más fácil la aventura de vivir. Pensad en lo que supone una tableta conectada a la red: videos, acceso a bibliotecas, a cursos (muchas veces gratuitos) de idiomas, de la universidad de Harvard…

La mayoría de los padres con hijos menores de edad desconocen el mundo virtual en el que viven sus hijos. Han oído hablar y seguro que, mayoritariamente, utilizan Wasap, Facebook, Instagram y, en menor medida, Twitter. Y también, seguramente, casi ninguno utilice Snapchat y, es más, ni siquiera sepa lo que es… Y esto sería un problema porque, precisamente, ésta es la red más utilizada por los menores de estas edades. ¿Por qué? Pues porque las publicaciones sólo se pueden visualizar durante unos segundos, no se pueden guardar: no dejan huella.

¿Qué hacer? Según los expertos, los temas claves para promover el uso seguro y responsable de Internet entre los menores son «netiqueta», privacidad, virus y fraudes y las consecuencias de un uso excesivo. Y concretando y dependiendo de la edad.

Con los más pequeños: acompañar, prestar atención a lo que hace mientras está conectado; supervisar, acompañarle durante la búsqueda y su aprendizaje, elegir contenidos apropiados a su edad.

Con los más mayores: dialogar sobre el uso de internet y el comportamiento seguro y responsable. Crear un clima de confianza y respeto mutuo. Que se sienta cómodo solicitando tu ayuda. Dialoga, interésate por lo que hace en línea, conoce su actividad en redes sociales. Enséñale a pensar sobre lo que encuentra en línea.

Y, muy importante: sé el mejor ejemplo. Busca la desconexión, fomenta la comunicación familiar. Existen ya iniciativas en algunos países europeos para regular las horas de conexión a Internet. El lado bueno de este tipo de propuestas es que empezamos a tomar conciencia del efecto invasor de internet en nuestras vidas. Lo que es un medio maravilloso y potente de información, diversión, comunicación, educación o aprendizaje va camino de transformarse en un monstruo tentacular que invade sin ningún tipo de reparo tertulias, relaciones y reuniones.

Conviene tener momento de desconexión real, total. Como, por ejemplo, en las comidas familiares, que tienen una gran importancia: ahí es donde se transmiten las buenas prácticas, los valores, la cultura.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/opinion/educacion-digital-hijos_1150695.html

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Herencias Nacionales

Por: Luis A. Montero Cabrera

Las identificaciones de estados nacionales pueden ser cosa reciente para los humanos. Países tan conocidos e importantes hoy como Italia solo llegaron a serlo hace un poco más de siglo y medio, aunque las variantes de la lengua italiana moderna, hija del latín clásico fijado por la Roma imperial y el sucedáneo cristianismo, eran ya habladas por los habitantes de sus actuales territorios y más allá. Sus hablantes tenían unidad histórica y cultural pero no estatal. Así ocurrió también hasta tiempos bastante recientes en otros países bastante establecidos. Algunos estados se harán y desharán en el futuro. Acabamos de conmemorar los 60 años del tratado de Roma que dio origen al hecho trascendental de una Europa unida y en paz. Se trata de una herencia reciente de asociación que debe conservarse para cambiar la anterior de rivalidad y guerras que solo trajo desventuras a los más expuestos, a las mayorías.

En Centro América y en los Andes se construyeron los actuales países y nacionalidades a partir del encuentro de los habitantes originarios con los europeos, desde hace poco más de cinco siglos. Esto ocurrió después de unos trece milenios de fundación, habitación y convivencia humana en estas tierras. Antes de la conquista eran naciones que se habían ido conformando autóctonamente durante el tiempo no tan largo que llevaba homo sapiens existiendo en esta parte del mundo. Las herencias nacionales en esta parte de América son compartidas entre los que llegaron después con los que ya estaban.

Singularmente, en la actual Cuba, en los actuales EEUU, y en algunas otras islas caribeñas la herencia cultural de habitación humana anterior a la conquista prácticamente se disolvió. Los que habían llegado antes nos dejaron una parte importante de sus genes y los nombres de muchos lugares pero casi nada de su lengua y cultura. Los arribantes voluntarios y forzados europeos, africanos y de todas partes han predominado aquí casi absolutamente con sus saberes, sus hábitos y sus espiritualidades.

Por alguna razón los reinados que definían las políticas europeas durante la fundación de las actuales naciones americanas difirieron en sus propios enfoques hacia la gestión de la sabiduría. Entre las potencias coloniales, los británicos de la ilustración cultivaron los nuevos conocimientos y los financiaron. Los franceses usaron los ejércitos napoleónicos y así llegaron a trasmitir a casi todo el mundo que lo nuevo era mejor que lo viejo. Los ibéricos cultivaron la belleza, el poder y los afanes de conquista y los llevaron a sus vastas tierras americanas.

Los cubanos heredamos de la parte española de la península una hermosa lengua, hidalguía y gustos envidiables. No es preciso detallar las consecuencias de todo esto aquí. Se dice que la infanta Eulalia, una joven hija de reina y hermana y tía de reyes, que en sus treinta de edad visitó Cuba y los EEUU a finales del siglo XIX, se felicitaba de haber “vuelto a la civilización” cuando llegó a La Habana procedente de Nueva York, en 1894.
También un cierto dislate de la historia puede resumir uno de nuestros lastres heredados. Se atribuye a un paladín del franquismo, Millán Astray, en una polémica salamantina con don Miguel de Unamuno, una exclamación con que lo insultó desde el poder: “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!”. El desprecio por la sabiduría de los reaccionarios ibéricos y americanos tiene en esa exclamación un paradigma. No es, por cierto, herencia exclusiva de nuestra cultura. Se atribuye a un famoso esbirro nazi alemán la frase de que “Cuando oigo la palabra cultura me llevo la mano al revólver”.

África central dio lugar a nuestra especie en este mundo y cultivó saberes que permitieron probablemente que nos seleccionáramos como especie y predomináramos en un entorno vitalmente riquísimo y variado. Sin embargo, como antesala de América también favoreció hechos que pusieron en desventaja al pensamiento como virtud en los lugares que permitieron y se beneficiaron durante siglos con la trata de personas. Las víctimas engañadas y exportadas como cosas trajeron a nuestras tierras sobre todo sus mentes admirables, sus músculos poderosos, y su ingenio para la supervivencia precaria, pero poco o nada escrito.

En el avatar de esta construcción nacional, ya los cubanos estamos confeccionando nuestra identidad hace más de dos siglos. La Revolución Cubana con Fidel vino a decirnos que “Nosotros no le decimos al pueblo: ¡cree! Le decimos: ¡lee!” . Fundó además todo un movimiento científico inédito, prácticamente de la nada. “¡Viva la inteligencia! ¡Viva la vida!” podríamos parafrasear al franquista desde la Revolución.

No han faltado también criterios externos (¿e internos?) de que la ciencia no es para nosotros, por ser pobres. Uno de los documentos oficiales más insultantes que se han producido contra Cuba data de la administración del presidente George W. Bush, en 2004, cuando expresaba: “…Grandes sumas [de dinero] se dirigieron también a actividades como el desarrollo de la biotecnología y centros de biociencias no apropiados en magnitud y gastos para una nación como esta, esencialmente pobre, y que han fallado en justificarse financieramente…” . Es algo así como que: “¡Muera la inteligencia de los pobres!”.

La ciencia y la tecnología cubanas aparecieron y progresaron gracias a la Revolución en ese universo de entornos hostiles y sin tradiciones ni idiosincrasia de investigación científica heredables. Ya son parte de la herencia del pueblo cubano, a más de medio siglo de que se nos propusiera que fuéramos un pueblo de hombres de ciencia y de pensamiento. Acciones, o inacciones, sobre ellas tienen que ver con la propia Revolución. Esta es de las herencias que tenemos que consolidar y desarrollar.

No estamos como desearíamos de acuerdo con esta herencia reciente. En el pasado pleno de la Academia de Ciencias de Cuba se sometió a discusión un cuidadoso trabajo elaborado por prestigiosos científicos cubanos acerca de nuestra publicación de resultados. Entre muchos datos interesantes e incontestables conocimos que los artículos de Cuba en las revistas científicas de más importancia han decrecido un 7 % en el período de 2008 a 2014 en el que América Latina como un todo creció un 30 %. En esa misma sesión también se señaló por algunos un estancamiento, por lo menos, de nuestra tecnología endógena a partir de los premios otorgados en ese sector del saber.

Nuestra herencia también es la de que en pleno año 1994, cuando se había tocado fondo en una de las crisis económicas más graves de este país, Fidel inauguró la primorosa obra del centro de investigación – producción, o empresa de alta tecnología, llamado “Centro de Inmunología Molecular”. Esa institución es hoy una de las pioneras en la posibilidad de aportar bienes de altísimo valor agregado por el conocimiento a las relaciones económicas entre Cuba y los EEUU, además de muchas otras cosas. Tenemos que ser dignos de esa herencia y marchar junto a los que más hacen por la sabiduría. También porque así seremos cada vez más ricos si la gestionamos como tiene que ser.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2017/04/05/herencias-nacionales/#.WOl4wbjau01

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Estonia, educación y tecnología

Miguel Méndez Rodulfo

Estonia es un país báltico de 1.300.000 habitantes que cuenta entre sus logros con la condición de ser el país europeo con mayor cantidad de start up por habitante, además de ser la nación que procreó a Skype. Que Estonia sea una potencia tecnológica no es por azar; se trata de un propósito deliberado que se planteó ese país hace varias décadas. Una sociedad que buscaba la manera de insertarse en el progreso, un liderazgo político que entendió el anhelo de sus ciudadanos y una nación que buscaba su lugar en el mundo, obraron el milagro. Lo demás fue que la educación tuviera un rumbo definido, que se alinearan las universidades, las empresas y el gobierno, que se diera el espacio necesario al emprendimiento, que se tuviera una cultura de tolerancia frente al fracaso, que se atrajera al talento y se le estimulara debidamente, que existiera un clima de apertura en materia racial, sexual así como de de género, que la democracia floreciera y que sus ciudades atrajeran la inversión y tomaran riesgos.

Hoy día crear una empresa tarda 18 minutos, declarar el ISLR 5, y las partidas de nacimiento son tramitadas por internet en 10 minutos. Existe un gobierno electrónico muy desarrollado, el cual proporciona a sus ciudadanos una identificación digital que es un código que se envía al celular y que mediante una clave del usuario se convierte en la firma digital de las personas. La conexión Wi Fi a internet es gratuita para todos los ciudadanos. El número de cédula de identidad permite el acceso al historial médico, pero el ciudadano controla a quien le permite acceder a sus datos. En ese país las transferencias monetarias al extranjero, hechas de manera electrónica, son más baratas que las que se hacen por vía de la banca. El gobierno digital de Estonia cuida de tener en el exterior una copia de seguridad, debido a que ya ha sido víctima de las hackers. Por otra parte el gobierno otorga la nacionalidad digital a empresas extranjeras que usen los servicios de Estonia, favoreciendo la atracción del capital foráneo. Esta práctica favorece la competitividad del país y su crecimiento económico.

En las escuelas de ese pequeño país báltico, los alumnos de tercer grado se conforman en grupos para desarrollar robots que compiten con los de sus condiscípulos. Se trata de organizar torneos donde los robots, de diferentes formas, según como haya sido la inspiración del grupo, tratan de sacar de un círculo al robot rival para ganar la competencia. Por supuesto, el lenguaje de programación que los niños utilizan es adaptado a su edad, pero tiene la capacidad y complejidad de mover al androide a voluntad del creador, de manera que luche e intente ganar. Para los niños de esa nación sus héroes no son Messi y Ronaldo, sino los creadores de Skype. Otra cosa que los colegios promueven que los niños hagan es la creación de videojuegos, algo en lo que también se aplican con dedicación y creatividad.

Lo que ha hecho Estonia en estos años no es algo de extraterrestres, sino de países inteligentes, naciones que tienen una visión de largo plazo que comienzan a ejecutarla con apego a la planificación desde ya y sin pausas. Van paso a paso en pos de un norte promisorio que asegura el bienestar de su sociedad. Si esto lo promueven grupos importantes de ciudadanos y son escuchados por el liderazgo económico, social y sobre todo el político, estos objetivos se pueden alcanzar y el país puede insertarse en una dinámica de desarrollo que mejore la calidad de vida de todos sus ciudadanos. Estonia no tiene recursos naturales, ni está interesada en ser un país minero. Le interesa desarrollar una sociedad del conocimiento. En tanto que esto está ocurriendo ahora en Estonia ¿qué estamos haciendo en Venezuela para insertarnos en la modernidad?

Fuente del articulo: http://www.noticierodigital.com/2017/04/miguel-mendez-rodulfo-estonia-educacion-y-tecnologia/

Fuente de la imagen: http://omicrono.elespanol.com/wp-content/uploads/2012/09/programacion-estonia.jpg

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El modelo educativo y el papel de los docentes: reformas que vienen y van

PRORED

Proyecto La reforma educativa en el marco del derecho a la educación y el cosmopolitismo.

Universidad Iberoamericana

¿Qué cabe esperar del nuevo Modelo Educativo, ahora sí, en su versión definitiva? En la presentación del lunes 13, el presidente Enrique Peña Nieto señaló que había una necesidad de replantear el modelo. Según las voces gubernamentales, el sistema educativo se encontraba rezagado, sustentado en un sistema vertical donde las escuelas y su organización estaban en el olvido, la carrera docente no se basaba en el mérito y la promoción no era transparente. El sistema educativo perdió potencial transformador. En el siglo XX el reto fue la cobertura, hoy lo es la calidad y la equidad.

En Los fines de la educación en el siglo XXI[i], documento base para el diseño del Modelo Educativo, la SEP plantea el tipo de ciudadano que se desea formar, en función de una educación laica, gratuita, incluyente y de calidad, para que cada mexicano desarrolle su máximo potencial y tenga aprendizajes y conocimientos significativos y útiles a lo largo de la vida. A la vez el sistema educativo debe ser flexible para lograr estos propósitos en los distintos contextos del país en medio de un mundo cada vez más interconectado y desafiante. Los logros esperados al concluir su educación obligatoria, es decir, una vez culminado el nivel medio superior se expresan en tres principales ámbitos delineados por la SEP:[ii]

  • Tiene una expresión oral y escrita segura y eficiente, tiene capacidad de síntesis, domina el inglés y las TIC así como el pensamiento lógico-matemático.
  • Desarrolla el cuidado de sí, es empático y sabe trabajar en equipo, es capaz de plantearse un proyecto de vida.
  • Tiene valores éticos, es tolerante, tiene una conciencia nacional, aprecia las artes, cuida el medio ambiente, participa de manera responsable para su comunidad y el país.

Estos logros se plantean como un estándar de lo que se espera que brinde la educación obligatoria a los ciudadanos, que habrán recorrido un trayecto escolar de 15 años. Desde luego es deseable que toda persona que logre transitar por los niveles obligatorios adquiera esas virtudes y capacidades que se inscriben en los cánones de lo que es éticamente aceptable o ejemplar.[iii] A continuación, interesa dar un repaso a los lineamientos que se desprenden de los ejes del modelo educativo en relación con testimonios recabados de docentes del nivel básico en escuelas rurales.[iv] Estos 5 lineamientos o pilares del nuevo modelo son:

  • La escuela al centro.
  • El planteamiento curricular.
  • Formación y desarrollo profesional docente.
  • Inclusión y equidad.
  • La gobernanza del sistema educativo.

Un eje clave que este gobierno ha impulsado es “La escuela al centro”, que más que un programa con reglas de operación es un marco de acciones, o como la misma Secretaría de Educación Pública (SEP) lo define, “un esquema de organización y acompañamiento”[v] para las escuelas de nivel básico. Este incorpora programas como Escuelas al CIEN o el Programa Nacional de Convivencia Escolar; políticas como la autonomía de gestión; cuerpos colegiados derivados de la Ley General del Servicio Profesional Docente como el Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela (SATE) e instancias derivadas de políticas anteriores como los Consejos Escolares de Participación Social. Como se ve, resulta una articulación ambiciosa de programas, políticas e instituciones que tienen como objetivo cumplir con uno de los ejes derivados del Modelo Educativo: transitar paulatinamente de un sistema vertical a uno horizontal e incentivar la participación. Pero antes que todo, el esquema de “La escuela al centro” requiere contar con la participación de los docentes. Sin embargo, los maestros no se encuentran totalmente satisfechos con este programa. Aunque advierten las ventajas de ubicar en un espacio central a la escuela, entienden que todavía falta mucho por hacer. Así lo relata un maestro:

A mí para empezar el nombre no me gusta, pero entiendo que quien diseñó este programa quiere que todo confluya y que tenga a la escuela como centro, pero para que eso suceda, todos los actores debemos mirar a la escuela como el centro de potenciación del desarrollo, individual y social […] Sí estamos en el centro de la comunidad, es el centro cultural la escuela, pero yo quiero ver aquí a un trabajador social, quiero ver aquí a un psicólogo, quiero ver aquí a un ingeniero civil, quiero ver aquí a una persona que nos ayude a hacer todo lo que se necesita en el pueblo. Entonces Escuela al Centro es un programa que va dar recursos, que va dejar la escuela bonita. Pero quién va hacer que el maestro adquiera el compromiso de trabajar, a quién le corresponde eso.[vi]

La necesidad de que se incluya a todos los actores sociales de una comunidad en el proceso político-pedagógico se evidencia como una demanda principal de los docentes. Sin embargo, desde el nuevo Modelo Educativo, aunque se alude al desarrollo comunitario y social, la orientación del gobierno se focaliza principalmente en el papel del docente. Esta centralidad que se le otorga se relaciona con el eje del planteamiento curricular, en donde la escuela y los aprendizajes que se recrean en ella aparecen como los protagonistas. De ellos depende que se logren los resultados que plantea el documento Los fines de la educación para el Siglo XXI porque implican una organicidad entre los distintos niveles obligatorios. Este es un primer reto para una aplicación exitosa de los fines que plantea el modelo educativo, sin embargo la consistencia y organicidad entre un nivel y otro no siempre se logran, incluso dentro de una misma comunidad. Los estilos de enseñanza cambian, la concepción de lo que debe ser una buena educación tiene significados diferentes, e incluso antagónicos entre una escuela y otra. Esto, en vez de traducirse en una apuesta por la diversidad y el consenso, se refleja en acciones educativas inconsistentes y poco planeadas. Así lo perciben docentes del nivel básico:

Pero el programa, bueno la SEP, te avienta, para primer grado un programa, para segundo su programa, para tercero, no ve qué cosas, qué procesos sigue uno en el aula para poder cumplir con el programa, y que los niños salgan con el perfil para la secundaria y a veces la secundaria se queda nada más con lo que llevan de aquí.[vii]

El educando que transita por los distintos niveles es resultado de un collage de influencias de las que toma algunos elementos y rechaza otros. Sin embargo, el logro final debería ser equiparable y lo más apegado posible a los fines que se plantean alcanzar para la educación del siglo XXI. Para tal fin la coherencia, ya no se diga entre los distintos niveles sino incluso en los grados de un mismo nivel, se ve sujeta a transformaciones como señalan los docentes. De tal manera que cuando un maestro se encuentra en el proceso de asimilar un determinado programa le llega uno nuevo y se ve obligado a incorporarlo, a desaprender lo que tenía incorporado del anterior y poner en práctica el nuevo. Por mucho que intente estar actualizado, el ritmo llega a ser avasallador e incluso pone en riesgo la coherencia de los fines que se persiguen. Esto mismo relata un maestro al poner en palabras los cambios abruptos que ha experimentado con la aprobación de varias reformas y las implicancias de estas decisiones gubernamentales.

Cómo transitamos de la reforma del 93, luego la del 2008, 2009 y luego la de 2012. Cuando empezó la del 93 yo estaba en una zona de confort, tenía mi libro del maestro y era como mi Biblia, me llevaba, me llevaba, me llevaba. Viene la reforma y pues ya me ponen en el trabajo proyectos que ya se trabajaban en preescolar. Que lo que yo trabajaba, en matemáticas, por ejemplo, en primer año, eso ya se pasó a preescolar, entonces yo tenía que recibir a los niños con otro nivel para poder trabajar con la reforma.[viii]

Los maestros deben lidiar con las diferentes y en ocasiones contradictorias normativas que reciben. Este tránsito accidentado puede ser una razón para que recién hasta el ciclo escolar 2018-2019 se comience a llevar a cabo el modelo educativo en las escuelas. Mientras tanto se brindará inducción a los docentes en el uso del mismo, lo cual va de la mano con la Ruta para la implementación del modelo educativo,[ix] que se plantea como el plan de trabajo para articular los niveles obligatorios en el plano curricular, como la formación y el desarrollo docente, la inclusión, la equidad y la gobernanza educativa.

Otros discursos que se incorporaron en la presentación del Modelo Educativo 2017 son el enfoque del aprendizaje a lo largo de la vida, la educación transformadora, pues Enrique Peña Nieto señaló que los docentes son el motor para esa transformación, y una cultura cosmopolita para insertarse en la globalización. Sin embargo, esta articulación heterogénea revela que se intenta presentar como novedoso un discurso que data de 1996 en el Informe Delors, el aprender a aprender.[x] También se observa una instrumentalización del discurso transformador de la educación popular en función de un criterio economicista como la calidad.

Esta articulación de dimensiones contiene una visión integradora del derrotero a seguir con este modelo y es sintomático de las transformaciones que ha implicado la reforma educativa en su conjunto, en particular con la asimilación de la evaluación de la profesión docente y con la gobernanza que implica la relación entre la SEP y la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). En ese sentido, este modelo tiene la impronta de la gestión del secretario Nuño, pues fue él quien planteó la división del país en cinco regiones educativas, decisión que sostuvo a contrapelo de las críticas de los especialistas.[xi] Este puede ser uno de los puntos sujetos a debate en tanto que reflejan la postura de un funcionario en particular, que puede experimentar reacomodos o reinterpretaciones.

Esto se refleja claramente en los ejes del Servicio Profesional Docente y la gobernanza del sistema educativo, los cuales representan fielmente ese reacomodo político-administrativo derivado de la reforma educativa. Ese posicionamiento, hasta cierto punto fáctico, de los actores que buscan asegurar su capital político mediante el respaldo otorgado a la reforma educativa se puso de manifiesto en la presentación del modelo el 13 de marzo.

En ese sentido se explica, por ejemplo, la participación de Juan Díaz de la Torre, presidente nacional del SNTE, que apenas salió bien librado de las comparecencias que lo ligan con los cargos que enfrenta Elba Esther Gordillo.[xii] Y en relación con la nueva gobernanza del sistema educativo resultó reveladora la posición del coordinador de la Conago, Graco Ramírez, quien se desvivió en halagos al presidente de la República y al secretario de Educación. También congratuló al SNTE por abdicar de sus privilegios como las comisiones y asumir el reto de la calidad y de promover la profesionalización de los docentes. Por último, aludió a determinados antagonistas de la reforma educativa, los conservadores, que quieren un país de maquiladores; y los populistas, que buscan arrebatarle a la ciudadanía su autonomía en pos de un mesías manipulador. Estos rituales del poder representan la disputa hegemónica que ha acompañado a la implementación de la reforma educativa y son al mismo tiempo las fisuras que pueden devenir en su reconfiguración en el diseño de este nuevo Modelo.

Con este escenario, se esperaría que las diferentes consultas que le precedieron, las de 2014 y las de 2016, se vean reflejadas en los principios y objetivos que se plantea alcanzar porque ello implica recoger las aspiraciones de la población, así como los análisis del público especializado, es decir, cabe esperar que sea resultado de un ejercicio democrático. Pero para consolidar esta construcción colectiva de la democracia el modelo tendría que ser capaz de sostenerse como política de Estado. El secretario de Educación Aurelio Nuño Mayer, ha reconocido que de cambiar el partido político que llegue al poder en 2018, año en que se pondrá en marcha el modelo, éste podría ser derogado.[xiii] Desde luego, tal derogación hipotética requeriría de una justificación científica así como de su correspondiente consulta, que deberá ser amplia e incluyente.

Sin embargo, las problemáticas planteadas en torno a cada uno de los ejes del Modelo, dejan entrever que las consultas no se vieron debidamente reflejadas en el modelo, o que, además, existe un problema estructural para definir una política de Estado en materia educativa.

Hemos visto a través de un repaso rápido que hay observaciones críticas de los docentes que podrían mejorarlo. Modelos van y vienen, pero a lo largo de las décadas la cultura docente ha sedimentado sus prácticas,[xiv] que se siguen recreando en las aulas.

¿Qué del modelo se llegará a incorporar en estas prácticas sedimentadas y qué tanto de estas prácticas se recuperaron en el modelo? Como señalan testimonios de docentes acerca del constante sometimiento de su labor a transformaciones curriculares, hay principios que tienen muy claros y que han resultado el vehículo para sostener la formación de una generación tras otra:

Hace 50 años, hace 20 años, hace 10 años, hoy, la función del maestro es la misma, qué ha cambiado, bueno, los recursos, las herramientas, las estrategias, qué es lo que yo hago, pues las tomo, las que necesito […] Pero independientemente de todas esas cuestiones, por eso yo decía, a mí la reforma, vienen reformas y van, y yo sigo trabajando con lo que los niños necesitan. Entonces con reforma o sin reforma, nosotros tenemos muy claro que el niño debe ser educado, en otras palabras, preparado para la vida.[xv]

En suma, la construcción de un modelo educativo socialmente pertinente es producto de una dialéctica entre la doxa de los docentes y la episteme de las ciencias pedagógicas, así como del conocimiento acumulado en la práctica docente que ha forjado una tradición que oscila entre el apostolado y la profesionalización[xvi] pero que es consciente de la importancia de formar a las nuevas generaciones para la vida.

[i] Secretaría de Educación Pública (2017). Los fines de la educación en el Siglo XXI. México, SEP. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/114503/Los_Fines_de_la_Educacio_n_en_el_Siglo_XXI.PDF

[ii] Cfr. Los fines de la educación… Op. Cit, p. 1.

[iii] Weber, Max (1996 [1922]). Economía y sociedad. Esbozo de sociología comprensiva, México, Fondo de Cultura Económica.

[iv] Testimonios recabados en el marco del proyecto de investigación “La reforma educativa y su recreación en el contexto escolar: estudios de caso” llevado a cabo en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

[v] Secretaría de Educación Pública, “La escuela al centro del sistema educativo”. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/51934/Presentacion_MiEscuelaAlCentro.pdf

[vi] Entrevista realizada el 23 de mayo de 2016 a docente del nivel básico en comunidad rural.

[vii] Ídem.

[viii] Ídem.

[ix] Secretaría de Educación Pública (2017). Ruta para la implementación del modelo educativo. México, SEP. Disponible en: http://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/199497/Ruta_de_Implementacio_n_del_Modelo_Educativo.pdf

[x] Delors, Jacques (1996). “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra un tesoro.

Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI,

Madrid, Santillana/UNESCO.

[xi] Garduño, Verónica, Educación Futura, “Difieren especialistas ante propuesta de crear cinco regiones educativas en el país”, 08.09.15.

[xii] Barajas, Abel, Reforma, “Suspenden audiencia en el caso de Gordillo”, 24.02.17

[xiii] Hernández, Manuel. Huffington Post, “Credibilidad del gobierno, el mayor obstáculo del Nuevo Modelo Educativo: Nuño”, 14.03.17.

[xiv] Giroux, Henri (1992). Teoría de la resistencia en educación. Una pedagogía para la oposición. México, Siglo XXI.

Para el contexto mexicano Cfr. Rockwell, Elsie, “Huellas del pasado en las culturas escolares” en Revista de Antropología Social, vol. 16, 2007, pp. 175-212 Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.

[xv] Entrevista realizada el 23 de mayo de 2016 a docente del nivel básico en comunidad rural.

[xvi] Alaníz Hernández, Claudia (2014). “Implicaciones de la política educativa del nivel básico: la percepción de los docentes” en Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad, Vol. xx No. 59 Enero / Abril.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/el-modelo-educativo-y-el-papel-de-los-docentes-reformas-que-vienen-y-van/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/10/Maestros-podran-faltar_MILIMA20140811_0356_8.jpg

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El nuevo modelo educativo: ¿retórica electoral?

Abelardo Carro Nava

En estos días he tenido la oportunidad, al igual que muchos colegas, de analizar el Modelo Educativo que presentó hace unos días, con bombos y platillos, el Secretario de Educación, Aurelio Nuño.

Muchos, hemos realizado una crítica debidamente fundamentada en los conocimientos y experiencia que poseemos por haber realizado algunos estudios sobre el tema, o bien, por encontrarnos laborando dentro del propio Sistema.

En este sentido, tengo claro que cualquier intento por mejorar la educación en nuestro país, es digno de reconocer y aplaudir; sin embargo, hay de intentos a intentos y éste, mi apreciable lector, no puede figurar dentro de ese reconocimiento y aplauso que refiero. Me explico.

Consecuencia de las políticas internacionales que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha emprendido en los últimos años, México tuvo que entrarle al ruedo de la transformación y evaluación educativa. Así, sin más ni más. Sin embargo, las preguntas que muchos nos seguimos haciendo hasta el momento siguen siendo las mismas: ¿qué transformar y qué evaluar?, ¿para qué transformar y para qué evaluar? y ¿cómo transformar y cómo evaluar?

Pareciera ser que, efectivamente, la transformación educativa se logrará en la medida en que se evalúe todo aquello que se encuentra inmerso en el Sistema Educativo Mexicano (SME). Para ello, como bien sabemos, se creó el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) cuyo propósito se halla en el nombre que se le dio al mismo. No obstante estas cuestiones, y desde mi punto de vista, ni se ha evaluado como debiera, ni se ha transformado al Sistema como el presidente Peña quisiera.

Razones que me llevan a lanzar tales afirmaciones son muchas y muy variadas y, con seguridad, usted las conoce y conoce muy bien; sin embargo, me detendré un momento en algo sencillo y hasta básico y lógico, por el que la mal llamada reforma educativa no ha avanzado en el plano áulico, en la escuela o en el sistema: la política.

Y es que mire usted, el docente, es el encargado de que tales cuestiones avancen considerablemente para el beneficio de los estudiantes que acuden a cierto centro educativo a recibir una enseñanza y, por consecuencia, un aprendizaje. ¿Cómo aborda cada uno de los contenidos que se encuentran en un currículo? Sigue siendo una interrogante que a más de uno, nos ha llevado a realizar serios estudios sobre los procesos mediante los cuales, el profesor o profesora, maneja los contenidos en sus espacios escolares.

Que si la planeación didáctica, que si la secuencia didáctica, que si los aprendizajes esperados, que si la evaluación del aprendizaje, que si los aprendizajes clave, que si el humanismo, que si esto, que si lo otro, que si aquello. En fin, tengo claro que los saberes docentes, se manifiestan de diversas formas en las aulas de las escuelas que integran el SEM. Un asunto harto complejo de evaluar y transformar, porque si bien es cierto que la currícula establece determinados contenidos que deben abordarse con cierta precisión, también es cierto que, como seres humanos, vivimos diversos procesos para la adquisición de los aprendizajes.

En este sentido cabe preguntarse, ¿cuáles son las transformaciones educativas que se han implementado en México desde la década de los 70’s?, ¿cuáles han sido los cambios sustanciales que han sufrido los planes y programas de estudio del nivel básico de enseñanza?, ¿cuáles son los resultados que se han obtenido? Con mucha seguridad, información sobre estos temas existen, alguna puede ser consultada, gracias a las aportaciones que han realizado investigadores de renombre, así como también, organizaciones civiles cuyo propósito ha sido el de contribuir a la educación en su conjunto, pero ¿por qué estamos como estamos?, ¿por qué nuestro país ocupa un lugar que a nadie tiene contento?

La respuesta parece hallarse en la política, esa mala política que ha permeado el Sistema. El SNTE, ha jugado su parte, no lo niego; sin embargo, las políticas sexenales que cada gobierno federal ha impulsado en este terreno, han sido el principal elemento que ha generado ese “desastre educativo” que ellos mismos aluden en cada discurso político.

Sí, se trata de mejorar la educación. Sí, se trata de traer beneficio para los alumnos. Sí, se trata de abordar contenidos a partir del humanismo. Sí, se trata de éstas y otras cosas más. Créanme, los maestros y maestras de México podremos con el reto, sólo no olviden que en la calle de República de Argentina y en Palacio Nacional, a través del tiempo, se han propuesto esos cambios que tantos “beneficios” traerían al pueblo de México.

¿Por qué se dejó a un lado al humanismo, por ejemplo? Porque en su momento, dada la visión se tenía de las cosas, así se consideró viable; no obstante, al ser éste un aspecto fundamental en y para el desarrollo del ser humano, en las escuelas, seguro estoy de ello, se siguieron trabajando algunos contenidos con la idea de fortalecer los valores en los niños y jóvenes de este país.

Desconozco si el actual Secretario de Educación se ha preguntado sobre el mensaje que está mandando a la sociedad con relación a su “modelo educativo”, no lo sé y tampoco lo sabré; pero con los “Spots” que se exponen en televisión y radio – donde un salón de clases se ilumina y llena de color con la entrada del modelo educativo –, el discurso o discursos que éste ha pronunciado en los últimos días en cuanto a que dicho modelo corre peligro si es que tal o cual político gana en el 2018, con toda la parafernalia que sigue en la consecución de un logro eminentemente educativo, desde mi perspectiva, no logrará el cambio tan anhelado.

Vaya, su propuesta de “mejora educativa”, suena más a una simple y llana retórica electoral, que a una verdadera “revolución educativa” o… ¿me equivoco?

Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/el-nuevo-modelo-educativo-retorica-electoral/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/inauguracion-de-la-escuela-pri_3-300×200.jpf

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Concentración, disciplina e inteligencia

Carlos Cortés

Aplicar el talento juvenil y la madurez con creatividad por medio de la investigación, en la comunidad actual y sus valores sublimará la sabiduría de investigar para evitar la conspiración, por medios como la autopista informativa para alcanzar el saber y con él el referente del convencimiento y la verdad virtual.

Son múltiples y variadas las circunstancias que dan paso a la integración de los valores, inherentes al curso de la educación y su cultivo integral, de acuerdo a las condiciones en el gran mosaico comunitario donde privan desde tradiciones hasta tentaciones hacia la delincuencia.

En tales condiciones la Reforma Educativa plateada por el Poder Ejecutivo y aprobada por el Legislativo tiene un amplio trecho por recorrer para superar obstáculos como el propuesto por el magisterio, que ve afectados sus intereses, desde la percepción de remuneración justa, hasta el traslado de sus derechos en plan hereditario. Tampoco con son ajenas las condiciones materiales de las instalaciones físicas para la impartición del conocimiento. La propia Secretaría de Educación ha señalado un lapso de diez años para alcanzar las metas.

En ese contexto es virtual la cercanía de elecciones a puestos en la burocracia, expuestas para el año en curso en varias entidades. Sobresale, por su importancia: la cifra de ciudadanos y de empresas ubicadas en el Estado de México, cuyo resultado se estima muestra representativa con miras al resto del país para junio de 2018. Con lo anterior se vive inquietud que aleja la tranquilidad con acentos de violencia y crimen, cuestionadores de eficacia por parte de los institutos armados responsables.

Previsión y provisión de recursos exhiben insuficiencia para rescatar la anhelada seguridad, rebasando las zonas rurales y expandidas a las urbanas; éstas últimas residencia de la mayor parte de la población recurrente de mejoría para sus condiciones de existencia, pero que ven la degradación con incontenibles hechos de sangre y luto para desintegración de la familia.

En tal escenario es evidente la ausencia de unidad al interior de los partidos políticos, agravada por  denuncias y ataques cotidianos entre sus dirigentes, sin apelar a los principios ideológicos de su origen y a cambio la complicidad de conveniencia a sus propios intereses, que finalmente reducen a riñas y desconfianza entre directivos con pérdida de credibilidad por parte de seguidores al seno de la población.

El panorama resulta incierto para la mayoría de la sociedad abriendo expectativas inquietantes que puedan albergar pérdida de estabilidad para el progreso y adicional desorden con potencial inclinación a la violencia y el incremento de actividades al margen de la Ley y la prosperidad enunciada por la Educación, de acuerdo a los lineamientos expuestos por la Tecnología; ésta con la aplicación de métodos, entre otros, a través de las redes sociales que transitan por cuestionable aprovechamiento.

Dios nos guarde de la discordia.

Fuente del articulo: http://opinion.informador.com.mx/Columnas/2017/04/02/concentracion-disciplina-e-inteligencia/

Fuente de la imagen: http://mla-s1-p.mlstatic.com/suplemento-para-la-memoria-concentracion-mas-inteligencia-174221-MLA20728188718_052016-F.jp

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