Page 2390 of 2732
1 2.388 2.389 2.390 2.391 2.392 2.732

El cerebro en la vida

Por. Eduardo Calixto

El cerebro órgano es un maravilloso cuyo peso promedio es de 1.4 Kg, crece y madura, pero gradualmente se modifica después de cumplir 40 años; toma mejores decisiones y tal parece que poco a poco disminuye su volumen; estos cambios son semejantes en todos los seres humanos, independientemente de la cultura, la geografía y la etnia.

Después de los 35 años, en promedio, todos los días mueren entre 10 mil a 50 mil neuronas.

Nacemos con 100 mil millones de neuronas en nuestro cerebro, éstas gradualmente cambian sus conexiones para dar paso a redes neuronales especializadas que nos hacen emocionarnos, recordar, aburrirnos, odiar, llorar… entre muchas otras emociones. Después de los 35 años, en promedio, todos los días mueren entre 10 mil a 50 mil neuronas, esta pérdida es mayor si nos develamos, estamos estresados, no comemos o bebemos alcohol en exceso. Es decir, el cerebro cambia, se transforma.

Nuestro cerebro gradualmente integra exitosamente más información y la utiliza eficientemente, pero progresivamente va cambiando; recordamos con énfasis eventos pasados, significativos y llenos de emociones y, sin embargo, solemos olvidar lo que comimos ayer, a veces no recordamos el pago de la tarjeta, dejamos de lado una cita o borramos el nombre de una persona.

Reímos menos y nos preocupamos más en la medida que maduramos.

CEREBRO SOCIAL Y SU PAGO

Ser sociables, vivir en lugares cerrados y tener las comodidades de la vida cotidiana tuvo algunas consecuencias en la evolución. Por ejemplo, los mamíferos que viven cazando, con estímulos de lucha violentos y peligros constantes, tienen más redes neuronales que cuando viven en cautiverio, en donde todo se les proporciona y no sufren por obtener su alimento. Los humanos, entre más comodidades tienen, menos se esfuerzan por lograr un beneficio y sufren más en condiciones de estrés.

En nuestra vida cotidiana una amenaza vehicular, un problema con la pareja, correr el riesgo de un negocio o tomar decisiones en la escuela es un símil de evitar el ataque de un depredador a nuestros antepasados de las cavernas, nuestro cerebro esta diseñado para sufrir y al mismo tiempo para evitar peligros, para huir, luchar o adaptarnos. Las circunstancias de una vida cómoda han hecho que algunas estructuras como el giro del cíngulo, la amígdala cerebral, la ínsula, no se utilicen con frecuencia, modifiquen la secuencia de activación o disminuya la evaluación de riesgos o peligros y, en consecuencia, disminuya la capacidad de afrontar y resolver desavenencias, es decir: a más comodidades las neuronas se hacen flojas. No es malo tener problemas, estos nos ayudan a activarnos y sacarnos de la zona de confort. Es necesario ubicar el problema y la solución del mismo.

No hacer ejercicio por utilizar escaleras eléctricas, estar sentado manejando por tres horas o mantener una actividad en un escritorio por más de ocho horas al día, asociado a comer alimentos refinados evitando los integrales, desvelarnos sin motivos como leer el celular en la cama, enojarnos fácilmente sin meditar la causa de nuestra molestia, generalmente tienen consecuencias negativas neuronales: disminuye la velocidad del pensamiento, se reduce la masa muscular, se altera la liberación de hormonas que promueven la ganancia de peso y se genera una tendencia a procurar ser menos activos en el día. Seguir esta tendencia puede contribuir a cambios en la talla corporal asociado a cerebros pequeños en el futuro de la especie humana.

Las grandes ciudades además de contribuir poco a que sus pobladores hagan ejercicio, la información social predominante esta en función pensar menos y obtener mejores beneficios a expensas de un menor gasto de energía: entregas a domicilio, comidas inmediatas o núcleos comerciales que integran lo necesario para la obtención inmediata de beneficios: cine, juegos, compras, etc.

¡MOVERSE ES FUNDAMENTAL PARA EL CEREBRO!

Hacer ejercicio, caminar, movernos, pensar rápido ayuda a recibir más oxígeno al organismo, agiliza la actividad muscular, regula mejor la presión arterial, favorece la actividad inmunológica e incluso ayuda a tomar mejores decisiones. Tener dinamismo en el día activa redes neuronales, se modifica positivamente la neuroquímica cerebral, se sonríe más, se adapta más rápido a un problema e incluso, la tristeza suele pasar más rápido y sobre todo vivir puede ser un placer.

Un cerebro con metabolismo activo favorece la salud mental.

Tal vez no podamos detener algunos cambios del cerebro, consecuencia de un nivel evolutivo, pero se puede aprender a cuidarlo mejor. Leer, abrazar, manifestar nuestros sentimientos, ver fotografías, dormir adecuadamente, una sana actividad de ejercicio corporal de 30 minutos al día, dos tazas de café diariamente y sobre todo, sabernos parte de una familia, núcleo social, hacen que nuestro cerebro pueda estar mejor en la senectud.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/blog/neurociencias-en-la-vida-cotidiana/el-cerebro-en-la-vida/1102916

Imagen: www.excelsior.com.mx/media/styles/imagen-embed-nota/public/cereb1.jpg

Comparte este contenido:

El docente, entre la tensión y la incomprensión

Por: Abelardo Carro Nava

“No apruebo en absoluto que uno trate de engañarse alimentándose de falas imaginaciones. Debido a lo cual, viendo que es cosa más perfecta conocer la verdad, aun cuando resulte en contra nuestra, que ignorarla, confieso que más vale ser menos feliz y tener más conocimiento” (Pierre Bourdieu).

maestra-alumnoLa idea con la que decidí iniciar estas líneas que, pretendo, inviten a la reflexión; la retomé del libro “Aprendices de maestros, la construcción de sí”, cuyos autores, María de la Luz Jiménez Lozano y Felipe de Jesús Perales Mejía, publicaron hace unos años con la intención de abordar un tema que me parece harto pertinente retomar en estos momentos en los que el escenario educativo se encuentra en un serio conflicto del que, parece ser, poco a poco va encontrando una salida en el terreno político. Y es que mire usted, si bien es cierto que la docencia como tal está permeada por distintas dimensiones que la hacen compleja y poco comprensible para quienes no se encuentran en ella, también es cierto que quienes tenemos la fortuna de conocer un poco sobre el medio educativo, los maestros, tenemos cierta claridad en cuanto a las fortalezas y debilidades existentes en el ejercicio de nuestra labor cotidiana.

Nadie, absolutamente nadie que osé llamarse maestro, puede ignorar y desconocer los grandes problemas que enfrenta la educación en México. Vaya, tal vez estoy exagerando un poco y visualizo una “problemática” a partir de mis referentes contextuales; sin embargo, el diario trajín que vive o vivimos a diario los docentes en un aula de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato o normal, me otorgan la razón en ello.

¿Cuántos no hemos padecido en el salón de clases los problemas económicos por los que atraviesa buena parte de la sociedad mexicana?, ¿cuántos no hemos escuchado expresar a un alumno que sus padres perdieron el empleo o que no les alcanza para comprar algunos de los útiles que son indispensables para su aprendizaje?, ¿cuántos no hemos conocido de algún estudiante que fue asaltado cuando se dirigía a su escuela?, ¿cuántos no hemos visto que se duerme algún chico en el aula porque tuvo que trabajar en la noche dado que tiene que ayudar en con economía de la casa?, ¿cuántos no hemos dialogado sobre los graves problemas familiares que padecen los niños que acuden a nuestras instituciones a formarse?

Y, si esto no fuera suficiente, ¿cuántos docentes no se sienten estrangulados por las interminables “tareas” administrativas que el director, supervisor, jefe de zona o sector, y una larga lista de etcéteras más, se suman a esa tensión que a diario se genera en su labor? Hasta hace unos años, el maestro tenía una tarea en específico que, por más compleja que ésta pudiera parecer, le significaba satisfacción y gratitud: la enseñanza. Ciertamente las cosas han cambiado y, como parece obvio, la labor se ha transformado; sin embargo, las exigencias de una institución que fue pensada por Vasconcelos para cumplir con ciertos propósitos, aunado a la demanda social creciente en y para la formación de los estudiantes, han propiciado esa asfixia que hoy prevalece en el magisterio.MAESTROS DE MAESTROS.DOS

La disyuntiva es grande. El maestro se encuentra en medio de los problemas nacionales y las exigencias locales y, para redondear el asunto, tiene que generar aprendizajes en sus alumnos conforme a una curricula que la ha sido impuesta, además de atender, los parámetros de una evaluación que por más que se diga lo contrario, fue, es y será punitiva en tanto el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no goce de autonomía.

Que cosas tiene la vida; el docente que debe conocer al dedillo cada una de las materias que enseña, dominando desde luego las disciplinas; actualmente es prisionero de la burocracia aberrante que impera en el Sistema Educativo Mexicano (SEM). De la manifestación de ideas y formas de expresión en cuanto a la aceptación y/o rechazo de lo que se ha conocido como “Reforma Educativa”, mejor ni hablamos, ese es un tema que para el Secretario Nuño no es trascendental, no importa, su razón, es la que cuenta y punto. ¿Para qué pedir que los alumnos sean críticos, reflexivos y analíticos si el maestro, su maestro, no puede serlo?

Ahí tenemos los “foros” de consulta del nuevo Modelo Educativo. Una falacia que pretende legitimar lo establecido por los “genios” que construyeron dicho modelo. Si esto no fuera cierto, por qué no revisar las convocatorias estatales que pretenden obtener “propuestas” de los miles de maestros de México. Tres minutos para exponer ideas que lleven a fortalecer el documento, simple y llanamente, es una tomada de pelo.

Conocer no es pecado, al menos así lo entiendo; pero en estos días, tal parece que leer un poco más de la cuenta, criticar un modelo que no modela, manifestar ciertas ideas – con argumentos – contrarias a lo que piensa el Secretario, expresar lo que haya que expresar, importa un bledo.

Es claro que alguien trata engañarnos con falsas imaginaciones pero, en mi caso, prefiero ser menos feliz, y buscar la verdad estudiando lo que haya que estudiar, que quedarme cruzado de brazos esperando a que alguien se le ocurra descubrir el hilo negro, me refiero, a quien despacha en la calle de República de Argentina en la Ciudad de México.

De por ahí:

El lunes pasado Aurelio Nuño se presentó en programa de televisión cuyo conductor Arath de la Torre, le invitó unos taquitos al pastor para que acompañaran la charla. Si ésta no es una forma de posicionar su imagen con miras al 2018, entonces no sé qué cosa puede ser. Ojalá, que así como tiene el tiempo de visitar estos programas, acuda a las escuelas de las zonas rurales e indígenas, a conocer de viva voz los problemas que enfrentan y cómo lo están solucionando los maestros. Salir en la televisión está bien y debe ser bonito, atender los problemas, es enfrentar una realidad que, lamentablemente, no se difunden a través de un aparato televisivo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-docente-entre-la-tension-y-la-incomprension/

Imagen: ochoregiones.com/online/wp-content/uploads/2013/11/037n1soc-1.jpg

Comparte este contenido:

La tecnología en el aula ayuda a los jóvenes a aprender divirtiéndose

13 de septiembre de 2016/Fuente: elmundo

La llegada de la tecnología a las aulas, en concreto de las tabletas, ha mejorado la motivación, la atención y la actitud de los estudiantes, pero aún quedan pendientes los retos técnicos por la «falta de cobertura y conectividad a Internet así como las carencias formativas, en ciertos aspectos, por parte del profesorado». Así lo demuestra un estudio sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje, realizado por Samsung y el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

El informe, presentado este lunes, se sustenta en los resultados de la aplicación del proyecto «Samsung Smart School» en 29 centros educativos de España. El control de la muestra estudiada, 2.100 estudiantes pertenecientes a 80 aulas, se realizó gracias a visitas in situ, entrevistas telefónicas, y focus groups con padres, alumnos y personal educativo.

«Para mi, el móvil, como si fuera mi vida. Lo utilizo para un montón de cosas», asegura un estudiante gallego después de haber formado parte del proyecto. «Con la tableta es más fácil de entender, más que con en los libros. Es más divertido, mientras juegas también aprendes«, comentan otros alumnos de la muestra. El uso de tabletas en las aulas fomenta la iniciativa, la creatividad y la autonomía en el aprendizaje de los alumnos afirma el informe.

«Ya vinculan ambos procesos: aprender y estudiar«, sintetiza Mar Camacho, doctora en Tecnología Educativa y especialista en la aplicación de la tecnología emergente al servicio del aprendizaje, quien se encuentra la frente del proyecto, cuyo objetivo es la mejora de la Educación y romper la brecha digital.

«La tecnología debe demostrar que aprender es divertido y no un castigo divinocomo pudo pensar alguna generación anterior», ha bromeado Francisco Hortigüela, Director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Ciudadanía Corporativa de Samsung España.

El estudio demuestra la utilidad de las tablet como «elementos precursores del cambio educativo», al haberse convertido en una herramienta de uso frecuente. Ya sea para «escribir, utilizar apps, colaborar con compañeros y buscar información», su implementación en las aulas ha sido total; «desde Matemáticas, Ciencias o Lengua a Plástica, Educación Física o Música».

«La tecnología es un hallazgo en la línea de lo más valorado de la humanidad. Ha demostrado su utilidad y desarrollo constante al servicio de la Educación«, dice Angel de Miguel casa, director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación.

La doctora Camacho ha buscado medir el impacto y el rendimiento académico del alumnado a través de la transformación digital en el pasado curso 2015/2016; en las competencias comunicativas, lingüísticas y digitales, así como en la capacidad de adaptación de los jóvenes.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/09/12/57d68a4be2704e46148b45a7.html

Imagen: e03-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/09/12/14736780706263.jpg

Comparte este contenido:

Educar es amar

Por. Daniela Bermúdez

Gestos, empujones o pellizcos, ¿son normales en el preescolar?

– «Maestra, mi niña me dijo que ayer le jalaron el cabello, incluso venía despeinada».

– «Miss, me dijo Juan que un niño lo empujó y se cayó en el recreo, le encargo por favor».

Estos comentarios son frecuentes en el jardín de niños. Las educadoras solemos considerarlos tan normales como las acciones de las que hablan. Es decir, es normal que una madre de un niño pequeño se preocupe y le duela si piensa que su hijo es maltratado (incluso por niños más pequeños), pero también son normales estas conductas entre los niños de kínder.

Pensemos un poco, un ser humano de apenas tres, cuatro o cinco años de edad, no ha desarrollado el lenguaje ni las habilidades emocionales necesarias para resolver todos sus conflictos mediante el diálogo, entonces sus armas de discusión o desaprobación suelen ser un gesto, un pellizco, un empujón o un aviso a la maestra. Sería muy raro observar a la mayoría de los niños gestionando tiempo para subirse a los columpios o convenciendo sobre por qué él o ella debería estar usando cierto material didáctico. Por tal motivo, es normal que por naturaleza los niños en algún momento estén en algún lado de la situación: son agredidos y agreden.

Además, es común que aquellas situaciones de «dolor» sean blanco fácil de atención para los padres, por lo que el menor se percata de ello y enfatiza o maximiza (sin darse cuenta del sentimiento que provoca en sus padres) aquellos episodios conflictivos en la escuela.

Como padres, es conveniente recordar que la estadía del niño en el jardín es un largo periodo para él, (de tres a seis horas) tiempo en el que seguramente hubo risas, bailes, aprendizaje y uno que otro conflicto. Además, debe considerarse que el menor está rodeado no de uno, dos o tres (como puede ser en casa), sino de quince niños o más de edades similares y quienes al igual que su hijo están aprendiendo a relacionarse y a respetar reglas y en el intento pueden tener dificultades para convivir pacíficamente.

Algunos autores consideran al jardín de niños como una «jungla» en el que seres con pocas habilidades sociales intentan obtener los mayores beneficios, y la mayor atención de los pocos adultos que pueden satisfacer sus necesidades tanto emocionales, físicas y de seguridad. Aunque la comparación me parece un tanto áspera, en algunas circunstancias puede asemejarse, sobre todo en los primeros días del año con los alumnos más pequeños. No falta la niña que con tiernas miradas trata de ganar tu atención y solicita tu compañía para todos lados, sin percatarse que tus ojos deben repartirse en otros veinte niños, o aquél que te grita, llora o te jala para ser escuchado y atendido antes que todos los demás.

Por eso, para el niño que viene de casa en donde la atención es uno a uno, (e incluso en algunos hogares, tres a uno) se convierte en un verdadero reto comprender que no es el único, que no puede obtener toda la atención del adulto, y que debe encontrar métodos propios para ser autónomo y resolver sus conflictos. Estos aprendizajes forman parte de los propósitos fundamentales del preescolar, por ello, debe permitirse al niño «tropezarse» como cuando empieza a caminar. Poco a poco las situaciones conflictivas serán menos frecuentes, lo que puede observarse con los grupos de tercer grado, en donde generalmente el ambiente es más armónico, ya que los niños han incrementado su habilidad para compartir y convivir.

Con ello no estoy diciendo que el niño esté solo. Es parte esencial del trabajo de una educadora mediar en las situaciones que se presentan entre los niños, socializar los problemas y utilizarlos para reflexionar y aprender, pero también es imposible que la docente pueda evitar todas las caídas, jalones o gestos. Por tal motivo, es de gran ayuda para el infante que en casa fomenten un clima armónico, conversen sobre la mejor forma de solucionar un problema entre niños (que obviamente no es con golpes), preparen a sus hijos antes de ingresar con las destrezas de autonomía necesarias (quitarse y ponerse un suéter, abrochar y desabrochar su pantalón, limpiarse al ir al baño, abrocharse las cintas, sacar y guardar pertenencias de su mochila…), para que tenga menos motivos para esperar la intervención del adulto y su estancia en el jardín sea aún más agradable que la de por sí es relacionarse con otros niños.

En la siguiente columna, extenderé el tema para resolver la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto no son normales los conflictos en preescolar? Espérala.

Gracias por permitirme compartir mi experiencia. Si tienes algunas sugerencias o dudas, escríbeme en Facebook:/Mtra.DanielaBermudez/.

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1260694.educar-es-amar.html

Imagen: teachingconamor.blogspot.com/2016/04/educar-es-cosa-del-corazon.html

Comparte este contenido:

La escuela como trinchera pedagógica de la clase obrera

Por. Alejandro Marin

La educación de los trabajadores necesita construirse en perspectiva antagónica con los intereses de la burguesía.

Aunque todavía no está definido el escenario político de los próximos años, en relación al avance de la derecha en la región y la capacidad de organización y resistencia de las masas, es evidente que las clases dominantes comienzan a preparar el terreno ideológico para imponer un discurso, una moral, una conciencia hegemónica al conjunto de la población.

En este sentido, la escuela como espacio de producción y reproducción de los saberes forma parte de la disputa por la dirección intelectual. El debate en torno a la función docente se enmarca entonces en esa contienda, que recorre desde las originarias posiciones conservadoras que exaltaban la “vocación”, hasta los defensores del liberalismo de los 90 que se reciclan hoy en el macrismo y que vuelven a poner en el centro del debate viejas disyuntivas: ¿educadores o políticos?, ¿trabajo asalariado o misión vocacional?

Las consecuencias negativas del modelo expresado en la paradigmática Ley Federal, dejó al descubierto que es en la cultura donde el neoliberalismo impone sus pretendidos aprendizajes de competencia, de superación individual, de sacrificio personal, al tiempo que destruye el sentido de la justicia, la solidaridad, la cooperación y la igualdad. La intención del gobierno de reinstalar ese modelo pedagógico, con la prédica voluntarista de sacrificio nacional para superar la crisis nos exige por un lado, reafirmar posiciones teóricas críticas sobre esta concepción y por otro, recrear una praxis que dispute el currículum en las aulas y conquiste derechos en las calles.

La “educación” es una arena de disputa en la construcción de cualquier proyecto colectivo y por lo tanto el sentido de toda práctica educativa es esencialmente de naturaleza política. La defensa de la “calidad” se promueve en un ejercicio que motive a los chicos a cuestionar desde el saber, a experimentar y rebelarse frente a lo injusto para la transformación de una realidad que pide a gritos ser modificada.

En ese contexto, la implementación del Programa Nacional de Evaluación entre otros, no busca mejorar los saberes de los estudiantes, sino estandarizar contenidos y castigar a los docentes. Busca medir los saberes bajo una lógica cuantitativa que cumpla con ciertos patrones de eficiencia elaborados y predeterminados por empresas consultoras.

Un ejemplo cercano lo constituye el Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño (Sned) en Chile, que calcula el índice sobre una fórmula de siete factores en el que se destaca el de “efectividad”. Recientemente, producto de la histórica pelea que los estudiantes vienen dando hace años, las tomas y las huelgas; tres Institutos han perdido la categoría de excelencia y por lo tanto no recibirán la subvención especial que luego se traduce en un bono de incentivo salarial para los docentes.
Desinversión, ampliación de la jornada laboral, implementación de proyectos y nombramientos por fuera de los marcos normativos, salarios retrasados que obligan a trabajar en doble turno y modificación de regímenes jubilatorios en algunas provincias, son otros indicadores de la reforma que se viene. Si reconocemos que Bullrich y los Ministros que asisten al Consejo Federal de educación son los responsables de trazar las prioridades educativas. Si en el mismo sentido esos ministros son serviles a la política económica que defiende a las clases dominantes, mientras las burocracias sindicales garantizan un esquema de persecución a las organizaciones combativas, no es difícil concluir que el horizonte para los estudiantes de los sectores populares y los trabajadores docentes será profundamente regresivo en términos de derechos.
La clave para que la escuela pública siga siendo un símbolo de dignidad, se debe en gran medida a la resistencia militante que las maestras y maestros desarrollaron en los 90 y el posterior ciclo Nac & pop. Convencidos de que la realidad es dialéctica, las derrotas transitorias y los triunfos parciales nos enseñan que en condiciones de recesión, mayor pobreza y transferencia de recursos, debemos defenderla como una trinchera más de la lucha de clases, opuesta a la escuela de los demagogos que se construye en la obsecuencia, la resignación y la mutilación política de la pedagogía.

A continuación reproducimos el petitorio contra los desafueros, la exoneraciones y por a nulidad de las condenas que recibieron los miembros del SUTEF. Envía tu adhesión a: alejandrokloke@gmail.com https://www.facebook.com/sutefprensa.provincial/?ref=ts&fref=ts

Los abajo firmantes expresamos nuestra intención y nuestro reclamo para que se frenen los desafueros y exoneraciones a los 17 dirigentes del sindicato docente de la provincia de Tierra del Fuego. Al mismo tiempo exigimos la nulidad de las condenas que recibieron los miembros del SUTEF en el marco de un juicio repleto de irregularidades que viola derechos constitucionales de los mismos.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/La-escuela-como-trinchera-pedagogica-de-la-clase-obrera

Imagen: www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH441/arton53213-147a1.jpg?1473682193

 

Comparte este contenido:

Libro: La economía mundial y América Latina ante la continuidad de la crisis global

 

América del Norte /México/Septiembre 2016/Noticias/http://www.clacso.org.ar

Reseña:

 
Los veinte textos que integran el presente libro, tienen como base a las discusiones desarrolladas en el Seminario Internacional de la Red de Estudios de la Economía Mundial realizado en octubre de 2015, el cual se desarrolló en la Facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en el marco de los festejos por los 50 años de creación de dicha Facultad. El objeto principal de los capítulos de este libro, y por consiguiente de las discusiones previas en el Seminario antes mencionado, fue revisar la situación actual de la economía mundial y de las economías de América Latina, en el contexto de continuidad de la crisis global que sigue estando presente y que en el periodo reciente ha acentuado sus efectos en la región.

Jaime Estay Reyno. [Coordinador]

Jaime Estay Reyno. Alejandro Álvarez. Antonio Elías. Claudia Marín. Claudio Lara Cortés. Daniele Benzi. Eduardo Aguilar. L. Federico Manchón C.. Graciela Galarce Villavicencio. Carlos Guillermo Álvarez H.. Hilda Puerta Rodíguez. Isabel Angoa. Isaías Aguilar. Isidro Téllez. Jaime Ornelas Delgado. Jesús Rivera. Josefina Morales. Julián Paz. Julio C. Gambina. Lourdes María Regueiro Bello. Mónica Vergara. Noemi Levy. Orlando Caputo Leiva. Patrick Rodrigues. Raúl Lozada. René Arenas Rosales. Rosa María Marques. Rosalía Vázquez. Susana Edith Rappo Míguez. Teresa Cruz. Tomás Guayasamín. [Autores de Capítulo]

ISBN 978-607-525-064-9
CLACSO. BUAP.
Puebla.
Agosto de 2016
Fuente:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1139&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1110
Fuente imagen:
https://lh3.googleusercontent.com/3Y1NsKaUX_79i2bwWIQgcOgVzFJDJUMRnyEeUp_vxNSv02_ZbH1wg4LbC3K_JriNGYKwuA=s85
Comparte este contenido:

La ética dialógica de Apel Otto Karl

Europa /Alemania/ Septiembre 2016/ Karl Otto Apel/ http://www.karl-otto-apel.de/

Se debemos reconocer en Apel la influencia de los análisis que sobre el lenguaje hiciera Wittgenstein. Para este pensador en el lenguaje cotidiano las palabras adquieren significado por su uso en un contexto dado. La corrección de una expresión lingüística depende de la comunidad lingüística en la que se profiera. Los que él llama “juegos del lenguaje” tienen un control de parte de esta comunidad que determina las reglas de esos juegos.

El lenguaje exige sus propias reglas en una comunidad de interlocutores, esto es lo que Apel ha llamado el a priori de la comunidad ilimitada de comunicación. La comunidad ideal presupone reglas a priori de orden trascendental, las reglas son trascendentales porque son aceptadas desde siempre (a priori) por los hablantes. Esta comunidad es ideal pues no la afectan las circunstancias socio-históricas o económicas. La comunidad ideal de lenguaje regula la comunicación y los acuerdos, todo tipo de argumentación es una apelación a esa comunidad ideal de comunicación. De esta manera Apel destaca los aspectos normativos y universalistas de la hermenéutica mientras que pensadores como Gadamer, Vattimo o Rorty han destacado los aspectos que hacen a la eliminación de todo lo que actúe como fundamentación, resaltando los que hacen a todo relativismo cultural.

Sin embargo se presentan algunas objeciones al concepto de comunidad ideal de comunicación. Según Medardo Plasencia (1995) deberíamos preguntarnos si la comunidad ideal de comunicación es una o son varias. El planteo puede resumirse así: si la comunidad surge de la intersubjetividad, de las relaciones de los sujetos concretos en un espacio y tiempo determinados ¿por qué deberíamos aceptar una comunidad ideal de comunicación válida para todas las culturas? ¿por qué no es posible, en todo caso, pensar en una diversidad de comunidades ideales de comunicación?

Estas preguntas nos llevan a considerar el difícil problema de juzgar una comunidad desde válidas para cada comunidad real respectiva se complica la posibilidad del diálogo. La comprensión de los valores de una comunidad real puede verse dificultada si se intenta desde “la” comunidad ideal considerada como única. Es por eso que el carácter ideal de la comunicación puede no implicar el de su universalidad.

En el mismo tono de la crítica moderna hacia su época precedente se ha desarrollado el pensamiento postitivista de progreso, el cual supone sociedades más desarrolladas que otras. Pero es obvio que este tipo de análisis exige un criterio, un parámetro que surge asimismo desde una comunidad de significaciones que valora tal parámetro de modo diferente a las sociedades consideradas menos avanzadas. En los tiempos que corren esto se hace patente al necesitar el capitalimso planetario incorporar al sistema a sociedades alejadas de sus pautas y criterios valorativos. En términos comunicativos podríamos hablar de imposición de significaciones, lo cual, evidentemente anularía los propósitos mismos de la comunicación entendida como participación dialógica en y por el lenguaje.

Este es el riesgo en Apel al establecer una comunidad ideal de comunicación única de carácter universal. Pero quizás sea excesivamente condenatoria la opinión de Samuel Arriarán (1995) al acusar a Apel, igual que a Habermas, de etnocentrismo enmascarado tras la noción de universalismo.

En defensa de la propuesta de Apel pensemos lo siguiente, si el lenguaje se edifica sobre significaciones y éstas son el producto de la intersubjetividad concreta y particular de una comunidad real ¿cómo podemos dialogar, es decir, compartir significaciones, con otras comunidades de lenguaje a menos que admitamos una comunidad ideal? Sin el supuesto de una comunidad ideal de lenguaje no habría posibilidad de comprender más significaciones que las propias. Por supuesto que no se trata de una puja en la que debe haber vencedores sino, en todo caso, de crear nuevas significaciones a partir de ese encuentro. La noción misma de argumentación, como forma especial de la comunicación, no tendría sentido si no hubiese la presunción de que el oyente entiende el argumento, por lo tanto, ambos se ubican más allá de lo fáctico discursivo, el diálogo los eleva a un plano ideal de comunicación donde puede producirse la comprensión.

Con todo, debemos volver a examinar, más adelante y con más detenimiento, la crítica al supuesto etnocentrismo de Apel al considerar su concepción de una superación de las éticas tradicionales.

La propuesta de Apel es llegar a establecer normas, criterios de juicio y, por ende, de acción desde una hermenéutica de la experiencia comunicativa, por eso el habla del concepto hermenéutico-trascendental del lenguaje. Esta perspectiva abre las posibilidades de una comunicación democrática que provea de acuerdos racionales no dependientes del poder o de intereses económicos.

Pero uno de los problemas que debe enfrentar su pensamiento es que intenta rescatar para la filosofía en general y para la ética en particular el carácter apriorístico, no empírico de sus afirmaciones en tiempos en que reina la necesidad de eliminar todo fundamento no sólo ontológico sino también de tipo trascendental tal como es la intención del propio Habermas. Este mismo autor ha criticado que Apel haya por un lado abandonado la filosofía de la conciencia pero no la aspiración a una fundamentación trascendental última de su pragmática. Parece necesario que la pragmática debe elaborarse desde las exigencias empíricas de las ciencias sociales. Sin embargo, Apel contestaría con el concepto de a priori situacional de Heidegger, es decir, toda situación tiene su a priori y, con ello, su aspecto universal, es la condición normativa de la argumentación.

Tanto Apel como Habermas coinciden en aceptar ciertos presupuestos de toda argumentación (inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud, a los que Apel agrega por su cuenta la pretensión de llegar a un acuerdo o pretensión de voluntad). Para Apel estas son condiciones trascendentales de validez para el pensar y para argumentar mientras que para Habermas deben ser probadas en forma empírica. Pero las cuatro pretensiones de validez aceptadas por Habermas también han de ser aplicadas a toda investigación empírica con lo que resulta que estas condiciones deben ser probadas (puesto que pueden ser falibles) por un método que las presupone probadas.

Lo que Apel no puede aceptar es una especie de invasión de las ciencias empíricas con su metodología sobre la filosofía. En cambio, defiende el método trascendental para la filosofía sin que esto implique volver a la metafísica, antes bien, prefiere hablar de una filosofía trascendental postmetafísica. Su problema es rescatar el carácter apriorístico (método trascendental) en tiempos de eliminación de todo fundamento (ontológico y trascendental). El nuevo sujeto trascendental es la comunidad ideal de comunicación.

Las pretensiones de validez son un resguardo para el relativismo extremo que impide toda comunicación. Si bien Apel postula un trascendentalismo fuerte de tipo Kantiano y Habermas postula un trascendentalismo débil, ambos aceptan la necesidad de supuestos de validez que otorgen un marco de racionalidad al debate.

La ética dialógica

 


En su teoría, Apel intenta superar el solipsismo del sujeto moderno y la filosofía de la conciencia. Esa visión eliminó la presencia de la comunidad en el sujeto e hizo derivar de su soliloquio la verdad, el sentido, el valor y las normas de toda acción.

Frente a lo anterior Apel propone un giro pragmático y hermenéutico. De esta manera pretende que la ciencia sea ubicada en medio de una comunidad de interpretación. En otras palabras, la ciencia no es el saber del sujeto sino acuerdo intersubjetivo no sólo entre científicos sino con toda la comunidad. El conocimiento entendido como relación sujeto-objeto supone la previa relación entre sujetos (en este caso de la ciencia). No hay conocimiento sin comunidad de intérpretes. La ciencia es el resultado de acuerdos intersubjetivos. De lo anterior se desprende que la comprensión no es un método válido solamente para las ciencias del espíritu como lo planteaba Dilthey, las ciencias naturales también interpretan en la medida que son el producto de acuerdos intersubjetivos que dan validez al conocimiento objetivo. La necesidad de validar los acuerdos intersubjetivos de la comunidad científica habla nuevamente de establecer límites para la libre interpretación de los hechos. Por lo tanto, la ciencia objetiva no monopoliza la racionalidad, se hace indispensable abrir el espectro de la racionalidad y considerar la razón hermenéutica.

La ética debe seguir un camino similar, es decir, el camino del acuerdo. Si el sujeto se constituye en la intersubjetividad, el otro me funda como sujeto. Esto significa que ese otro no me es completamente extraño como un opositor o un enemigo. Esta noción debe extenderse al cuerpo todo de una comunidad y una nación y de todos los hombres entre sí.

Pero por otra parte la ética se separa radicalmente de la ciencia en cuanto a que en la primera siempre debe haber normas éticas independientes de toda comprobación empírica.

Con la expresión pragmática trascendental del lenguaje Apel intenta reunir dos aspectos disociados en la filosofía de Kant: la teoría y la práctica. El subjetivismo de los modernos intentó ser superado por los mismos a través de una ética universal y racional. Pero la tajante separación entre una razón teórica y una razón práctica no colaboró con tal propósito.

La razón humana es dialógica, nace del encuentro intersubjetivo con el otro como sujeto al cual se presume en todo pensamiento, pues todo pensamiento es lenguaje y el lenguaje exige un interlocutor. Su ética discursiva intenta superar la reflexión abstracta alejada del mundo de la vida, más aún, la propone como un modo de solucionar los problemas actuales. Por eso su nivel de análisis no es sólo trascendental, como en Kant, sino pragmático, se trata también de volcar la mirada sobre lo contingente, esto agrega una responsabilidad histórica con la comunidad real y sus logros (especialmente los que permiten la producción de discursos argumentativos). Sin embargo, al hablar de una comunidad ideal de argumentación -supuesta en la práctica del diálogo por quienes lo practican- la concibe de tal forma que debe realizarse en la comunidad real.

La aceptación de una comunidad ideal de comunicación implica el reconocimiento de una ética que le es propia. Es decir, en el plano ideal todos los miembros de la comunidad tienen iguales derechos y responsabilidades. Esta concepción intenta ser superadora de una ética nacida del sujeto autónomo moderno, pues no se trata ya del yo pienso sino del yo argumento. Al argumentar el miembro de una comunidad real determinado y limitado por coordenadas históricas hace presente también a aquella comunidad ideal ilimitada. Toda argumentación tiene pretensiones de ser válida y pretende el derecho moral de proponerse como tal.

No es posible argumentar racionalmente sin la fundamentación del argumento en ciertas normas de carácter universal. Pero el discurso argumentativo debe sostenerse en el diálogo de manera tal que en la comunidad real es el consenso el que permitirá el establecimiento de las normas morales. Se trata de una verdadera ética de la corresponsabilidad en la que todos los miembros de la comunidad real deben participar.

Apel denuncia que lo que suele darse no es el consenso orientado por los principios éticos sino por las exigencias que imponen negociaciones, por cálculo de beneficios o riesgos. Este tipo de resultados consensuales violenta el sentido mismo de la ética del discurso. Por tal motivo Apel intenta llegar a un a priori irrebasable para acceder a un principio criterio lógico de la ética que permita alcanzar un fundamento de la misma.

La ética supone una pre-comprensión del mundo (en referencia a la comunidad real de comunicación) y la posibilidad de un acuerdo (en referencia a una comunidad ideal de comunicación). Debemos sumar a esto aquellos presupuestos éticos que surgen de las condiciones socio-históricas. Pero también debemos tener en cuenta que la comunidad ideal contrafáctamante anticipada aporta normas universales como la corresponsabilidad o la igualdad de derechos, la capacidad de consenso, que hacen a las condiciones ideales de comunicación.

La ley moral pasa a estar fundamentada así en la relación intersubjetiva como principio de una ética dialógica. La ética kantiana basada en un principio formal obviaba las condiciones situacionales. En cambio, la ética discursiva considera como tal los discursos reales y, con ello, quedan los intervinientes ligados obligatoriamente a la situación. Lo que estos discursos establecen puede ser revisado pero el procedimiento mismo mantiene su validez incondicional.

Todo lo anterior justifica la división que Apel realiza en su ética entre las partes A y B. En la primera trata de fundamentar un principio formal de procedimiento dirigido al establecimiento de normas universales a consensuar. En la segunda, trata de las cuestiones situacionales que hacen a una ética de la responsabilidad histórica.

El paradigma intersubjetivo de trascendentalidad no elimina la conciencia individual en la cual el individuo puede revisar el consenso alcanzado. Pero lo que no admite Apel es que el individuo tenga una vuelta obcecada a ese paradigma subjetivo de la conciencia desconociendo el consenso real. No existe pérdida de la autonomía porque ésta consiste en la posibilidad misma de otorgar consenso.

Apel distingue éticas tradicionales o convencionales de una ética planetaria. Las primeras responden al producto de la interacción dentro de pequeños grupos. El individuo responde en ellos convencionalmente a lo esperado por el grupo. Un momento sucesivo sería posconvencional en el que el individuo es capaz de alejarse de esas normas establecidas, tomar distancia y no actuar de modo ajustado a lo determinado. Debido a que la sociedad debería atravesar estos momentos esta posición ha sido criticada como etnocéntrica por Arriarán, como ya se ha indicado, puesto que para él implica una concepción jerárquica de sociedades inferiores y superiores. De esta manera Apel reproduciría un modelo evolutivo propio de la concepción moderna que tiene un modelo de racionalidad. En este sentido Arriarán se apoya en Charles Taylor (1989) para indicar que no existe un sujeto trascendental válido para todas las culturas. Taylor rechaza, por su parte, un solo modo de entender la racionalidad, una ética universal y un procedimiento aceptable para la obtención del consenso entre culturas.

De todos modos Apel defiende la teoría del consenso como una teoría de la verdad. No es que defienda la concepción realista de verdad, de ninguna manera, antes bien, resalta que los criterios de verdad que tenemos son débiles. Esto nos llevaría a enfrentar las diferentes verdades para lograr una especie de síntesis interpretativa de la verdad, procedimiento que no se realiza desde un sujeto aislado sino que requiere del consenso.

Objeciones


Uno de los puntos más criticados es la relación que Apel supone sin conflictos entre las partes A y B de la ética discursiva. Los consensos logrados son hechos históricos y como tales dependen de la tradición de la comunidad real. Este aspecto contingente parece resistir cualquier intento de una ética discursiva con aspiración universalista.

El problema del consenso es que no se tiene en cuenta la tradición. En la hermenéutica la tradición es rescatada como aquello que constituye mi forma de ser-en-el-mundo. En otras palabra, yo soy por mi tradición.

Al respecto ya Ricoeur en Etica y cultura  había señalado algunas observaciones que son dignas de destacar. Él remonta el tema a partir de los planteos de la Ilustración del siglo XVIII indicando que en ese caso la tradición era vista como opuesta a la razón. Esta antinomia debía resolverse en favor de la razón pues la tradición trababa su desarrollo. Frente a esto el Romanticismo produjo una inversión pues encontró mayor sentido en lo antiguo que en lo nuevo, se sobrevaloró la imaginación sobre la razón, el mito sobre el logos.

Hoy la oposición puede estar dada por la hermenéutica que intenta rescatar la tradición como conciencia histórica frente a la crítica de las ideologías que ven en la tradición la fuente de las distorsiones y alienaciones.

Para Ricoeur no es posible distanciarnos de la tradición en tanto que en medio de ella nacemos y nos conformamos, no podemos salir de la historia de la que somos parte, participamos de ella. Pero si podemos volvernos conscientes de este mismo fenómeno.

La pregunta es si el consenso puede respetar las tradiciones o no. Según Apel el acuerdo puede lograrse por pactos racionales. Se refiere a la razón ilustrada ¿cómo hacer intervenir a las tradiciones? La tradición es lo diverso ¿cómo lograr consenso sobre ese aspecto?

El pensamiento actual tiende a un nuevo espacio en el que se respete la tradición en lo que tiene de diversidad.

Las consecuencias pedagógicas


Los conceptos precedentes nos llevan al planteo pedagógico en términos científicos y éticos. Desde un concepto positivista la pedagogía como ciencia social debe ajustarse a los hechos pertenecientes al orden educativo. Esto nos lleva a considerar a la pedagogía como una ciencia empírico-nomológica, en su relación con la praxis quedaría limitada a una mera técnica del adiestramiento propio de una concepción conductista.

Como para Apel, lo mismo que para Habermas, las ciencias empíricas y la filosofía no tienen métodos antagónicos, es posible pensar en la pedagogía como ciencia sin la necesidad de colocarla en uno de esos dos ámbitos excluyendo al otro.

Podríamos relacionar lo anterior con el hecho que para Apel la pedagogía es un caso paradigmático de ciencia que está colocada entre la teoría y la praxis. Pero si la pedagogía sólo atendiera a la praxis quedaría reducida a una ciencia social empírico-analítica y circunscrita a ser una técnica utilizada para operar o más claramente como técnica de adiestramiento.

Por supuesto, que esta alternativa no debe extrañarnos si consideramos a la sociedad como un sistema de manipulación tecnocrática de la masa por un grupo. De esta manera quedarían por fuera del aspecto científico de la pedagogía todos los acuerdos fruto de la comunicación intersubjetiva entre los docentes involucrados en el proceso de la educación y entre el pedagogo (docente) y el educando.

Según Apel la pedagogía debe tener un carácter emancipatorio con relación a la manipulación social. De algún modo, la manipulación de parte de una pequeña élite es el producto de la falta de acuerdo social. Destaca como forma de manipulación concreta la que se da entre el docente y el alumno, acrecentada por la juventud del discípulo. De esta manera el alumno resulta ser objetivado con los criterios de las ciencias empírico-analíticas y sometido al producto más tecnológico de la pedagogía. Lo que está anulado en estos casos es el trato comunicativo con el alumno. Pero si bien en una primera instancia es inevitable la manipulación es necesario unir a ésta una comunicación provocadora que lleve al fin al sujeto de la educación a una toma de conciencia de lo que Apel llama los motivos no transparentes del proceso, por este camino, entiende él, que se llega a una discusión intersubjetiva, este es el fin que persigue la pedagogía emancipatoria.

El planteo pedagógico de Apel intenta complementar tanto el aspecto tecnológico y manipulador con el interés cognoscitivo y emancipatorio de la teoría crítica.

De todas maneras la emancipación que busca la pedagogía debe estar complementada con la emancipación de toda la sociedad la cual es objeto de manipulación por otras vías. Sin embargo, observa Apel que para lograr una emancipación de toda la sociedad debe producirse este proceso a nivel de los individuos. La pedagogía contribuye así con la emancipación de la sociedad y puede ser considerada como una ciencia social crítica.

La educación como hecho dialógico exige una ética de la intersubjetividad presente en quienes dialogan y argumentan. Las pretensiones de validez comunicativa (inteligibilidad, verdad, veracidad y rectitud) deben estar cumplidas. En este sentido la educación es un modo de realizar en el concreto histórico la comunidad ilimitada de comunicación.

Finalmente digamos que para Apel la cooperación entre la ética discursiva y la genética estructural de Piaget (en la determinación de etapas de desarrollo moral) puede surgir una fundamentación para la pedagogía.

Desde este punto de vista el sujeto no es un sujeto aislado cerrado en sí mismo que piensa desde sus categorías la realidad. Por ser un sujeto de lenguaje es un sujeto que se instaura como tal por la comunicación. La intersubjetividad es el territorio propio del sujeto, por lo tanto, se convierte en sujeto en relación a otro sujeto. No se trata de la relación clásica entre sujeto y objeto, pues esta relación sólo cobra sentido en referencia a otro sujeto. La necesidad de objetivar ya nos está señalando la presencia del otro por la cual es necesario nombrar las cosas. Siguiendo esta línea nos encontramos con que una comunidad de comunicación es educativa “porque forma y desarrolla al sujeto mediante la intersubjetividad”.  Esto significa que la educación no se limita a un proceso de incorporación de carácter puramente lógico o gramatical, en la intersubjetividad se aprende todo lo que es humanamente significativo. La vida excede el marco de una racionalidad lógico-formal,en la comunidad el sujeto aprende sus valores, creencias y todo lo que conforma la dimensión normativa y ética.

Por supuesto que la educación basada únicamente en una racionalidad lógico-formal se ajusta mejor a los tiempos en los que rige una sociedad técnico-industrial. Ésta última requiere de la precisión y por tal motivo todo lo que puede tener varias significaciones es rechazado. En una mentalidad calculadora todo lo que es creativo y susceptible de interpretación es contraindicado pues el peligro mayor es el error. De este modo gran parte de lo que es el desarrollo humano en cuanto tal es expulsado.

Cierre y apertura


Toda conclusión supone la posibilidad de responder ciertos interrogantes, de volver sobre los objetivos propuestos y de abrir nuevos interrogantes.

La propuesta Apeliana resulta atractiva en varios sentidos. En primer lugar, es una salida racional y práctica para la resolución de problemas éticos, evitando el peligro de la manipulación.

Por otro lado, es imposible desconocer la incidencia del giero lingüístico en el pensamiento contemporáneo, la propuesta de Apel retoma desde el diálogo y la argumentación este debate, al tiempo que busca cierto resguardo trascendental ante la consecuencia indeseable del relativismo.

En tercer lugar, en el plano epistemológico supone una posición intermedia entre el solipsismo moderno (innatista o empirista) y el relativismo culturalista extremo. Lo que permite considerar las peculiaridades de la comunidad dialógica real conciliándolas con principios universalistas necesarios para toda consideración ética. La consideración de un a priori no innatista, a diferencia del Chomskiano, supone la posibilidad de una superación del dualismo innatismo versus culturalismo. La dicotomía gnoseológica sujeto objeto se reestructura desde la tríada S- S- O , haciéndose constitutiva la intersubjetividad.

La ética dialógica es propuesta por algunos autores (Candela 1999) como método de trabajo aúlico, creo que en este sentido sería necesario un análisis exhaustivo a fin de no caer en un aplicacionismo.

Resulta imprescindible para la educación universitaria y particularmente para nuestra facultad de Psicología, evaluar qué tipo de aprendizajes éticos realizan los futuros psicólogos.

Es nuestro desafío sostener en el ámbito educativo un espacio para el pensar reflexivo y creativo. En este sentido, ¿es posible plantear una educación democrática y solidaria sin considerar en su fundamento y en su praxis la necesidad de un diálogo abierto a la diversidad?

Bibliografía:
APEL, K., Una ética de la responsabilidad en la era de la ciencia, Almagesto, Bs. As., 1992.
APEL,K. El concepto hermenéutico trascendental del lenguaje en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985
APEL,K. El a priori de la comunidad de comunicación y los fundamentos de la ética,  en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985.
APEL,K. ¿ Ciencia como emancipación?  en La transformación de la filosofía, Taurús, Madrid, 1985.
APEL,K. Teoría de la verdad y ética del discurso,  Paidós ,Barcelona, 1991.
ARISTÓTELES, Peri Hermeneias, Porrúa, México, 1993.
ARRIARÁN, S. y SANABRIA, J.S. (comps.) Hemenéutica, educación y ética discursiva (En torno a un debate con Karl-Otto Apel), Universidad Iberoamericana, México, 1995.
BERNSTEIN,R. ¿Cuál es la diferencia que marca una diferencia? Gadamer, Habbermas y Rorty, en Perfiles filosóficos, De. siglo XXI, México, 1991
BUSQUET y otros. (1994) Los temas transversales. Buenos Aires. SANTILLANA.
BASANTA, Elisa y otros. (1999) La ética en la educación universitaria, en Revista del Instituto de investigaciones de la Facultad de Psicología. Año 4 Nº 2.
BORGES, Jorge Luis., Historia de la noche, Obra Poética, Emecé, Bs. As., 1999 .
CASTORINA,J. FAIGENBAUM,G. Restricciones y conocimiento de dominio: hacia una diversidad de enfoques. IRICE, Nº 14, 2000.
CHOMSKY, Noan., El lenguaje y el entendimiento, Seix Barral, Barcelona, 1977, 2ª ed.
CHOMSKY, Noan., El lenguaje y el entendimiento, Barcelona, Planeta-Agostini, 1986.
CORTINA, Adela., (epílogo de K.O. Apel), Razón comunicativa y responsabilidad solidaria, Sígueme, Salamanca, 1995.
CORTINA, Adela.( 1994) La Ética en la Sociedad Civil. Madrid. ANAYA.
DERRIDA,J. La voz y el fenómeno.  Valencia, Pretextos, 1985
DERRIDA,J. Margenes de la filosofía. Madrid, Cátedra, 1988
GADAMER. Georg Hans. Verdad y Método. Salamanca. SÍGUEME. 1994
HABERMAS, Jürgen. Conocimiento e interés. Madrid. TAURUS. 1987
HEIDEGGER, M. El ser y el tiempo. FCE, Mexico, 1980
HEIDEGGER, M. Conferencias y artículos, odós, Barcelona, 1994.
VATTIMO,G. El fin de la modernidad ,  Barcelona,Gedisa, 1987
KANT, M., Crítica de la razón pura, trad. por Manuel García Morente, Librería General Victoriano Suarez, Madrid, 1960.
NIEZSCHE, F., Crepúsculo de los ídolos, Alianza, Madrid, 1997.
RORTY,R .Objetividad, Relativismo y Verdad. Paidós. Bs.As.
RORTY,R. Contingencia, Ironía y solidaridad Paidós. Bs. As.
TAYLOR,C. Sources of the self,  Harvard University Press, Cambridge, Massachussetts, 1989

 

Fuente:

http://bitnavegante.blogspot.com/2015/01/la-etica-dialogica-de-apel-2.html

http://www.karl-otto-apel.de/

Fuente  imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/8V6SPFKd2MqkuraY9Jds8pMq7kfVTIQ9CXRD-0MfwRKL1YClnAGDTSP69bGxBN2Jab_PVA=s128

Comparte este contenido:
Page 2390 of 2732
1 2.388 2.389 2.390 2.391 2.392 2.732