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Educación y Pensamiento Matemático Infantil

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«Es un libro que busca contribuir al desarrollo del pensamiento matemático temprano de las niñas y los niños.»

El título de esta colaboración, es el mismo del libro que en próximos días se dará a conocer: “Educación y Pensamiento Matemático Infantil”, una obra editada por Episistemas Educativos como parte de la serie denominada “Con razón”.

Tengo el honor de compartir los créditos de esta próxima y especial publicación con la Maestra Minerva Ramírez Meza, quien me lleva años luz en la experiencia y práctica docente, con las niñas y los niños de educación preescolar en el vínculo educativo y pedagógico.

Quizá mi aportación se limita al hecho de compartir, en el libro, las experiencias, intercambios, reflexiones y procesos generados al calor de la formación profesional y continua de cientos de docentes de educación básica, en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro, donde hemos jugado el rol de la docencia y la asesoría; así como con docentes de ese nivel educativo, entre otros, con quienes nos hemos vinculado a través de sus procesos de formación permanente en la escuela pública.

A continuación compartimos con ustedes el texto que escribimos para la presentación del libro, como un adelanto de lo que verán impreso en unas semanas.

Presentación del libro “Educación y Pensamiento Matemático Infantil”

“Este libro es el producto de más de 32 años de experiencias profesionales, como docentes, en la educación pública básica y superior. También, es una muestra del trabajo realizado tanto en los ámbitos de la formación profesional de maestras y maestros, así como con directivos escolares y asesores de educación básica, en servicio; y con estudiantes egresados de bachillerato que se incorporan, año con año, a estudiar los programas académicos, a nivel de licenciatura, en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro.

Este conjunto de textos es, así mismo, el resultado de dos y media décadas de nutritivas vivencias en la enseñanza y el aprendizaje activos con niñas y niños de Educación Preescolar y Primaria en escuelas tanto públicas como privadas del Estado de Querétaro.

La intención principal de esta obra es, por lo anterior, ofrecer a las y los docentes, asesores técnicos y directivos escolares de ambos niveles educativos de Preescolar y Primaria, entre otros profesionales de la educación, una serie de reflexiones, estrategias, propuestas e ideas teóricas y prácticas, en los planos psicopedagógicos y de planificación e intervención didácticas, para entrar en acción dentro del aula y fuera de ella.

Por fin, con esta obra, tenemos la oportunidad de compartir por escrito lo expresado verbalmente en cursos, talleres y diplomados, tanto presenciales como en línea, dirigidos a las figuras docentes, académicos y demás profesionales de la educación.

Esta labor se ha hecho a efecto de dar variedad, pertinencia, significado y profundidad a las actividades de enseñanza y aprendizaje, que llevan a cabo las y los docentes y estudiantes tanto al interior como fuera de los centros escolares; dentro y afuera de las aulas, dado que el pensamiento matemático no se reduce únicamente a los espacios escolares.

Pero, sobre todo, la intención psicopedagógica de estos textos, es compartir, con las diferentes figuras académicas, nociones y criterios de aplicación profesionales en el campo de saberes o de conocimientos (campo de formación) denominado ‘Pensamiento Matemático’, para llevar a cabo de manera sistemática, las etapas de planificación, intervención y evaluación educativas en las escuelas o en los proyectos educativos no escolarizados que correspondan.

La idea es, en resumen, contribuir al desarrollo del pensamiento matemático temprano de las niñas y los niños, así como de las y los jóvenes, en términos de los aprendizajes significativos y los saberes específicos de nociones, estrategias y procedimientos en este campo de formación y de conocimiento, a partir de criterios basados en el desarrollo psicológico (intelectual) humano.

La organización de los contenidos y actividades sugeridas abarcan los primeros propósitos establecidos en el plan y los programas vigentes de la educación básica en México (SEP, 2017); aunque también recupera algunas ideas y conceptos de los programas anteriores, tanto para la Educación Preescolar como para la Educación Primaria. Específicamente, nos referimos a los propósitos educativos que están concentrados en los aprendizajes de las relaciones cuantitativas y al desarrollo del sentido numérico.

La primera parte del libro lleva por título: ‘Pensar, enseñar y aprender a pensar’, que contiene reflexiones sobre la educación y su relación con el pensamiento matemático infantil. La segunda parte se denomina: ‘Pensar aritméticamente: saber cómo sin saber cuánto”’ que integra la primera sección de la propuesta psicopedagógica. La tercera y última parte se llama: “Pensar aritméticamente: saber cómo, saber cuánto y para qué”, que contiene la segunda sección de la propuesta.

Esperamos que estas reflexiones, análisis y propuestas, que están integradas en este libro de manera organizada, crítica y amigable, sean del interés psicopedagógico de las y los docentes y directivos escolares de educación básica, así como de las y los profesionales de la educación, en general, interesados en la educación y el pensamiento matemático durante los primeros años de la escolaridad.”

Fuente de la información e imagen: https://www.sdpnoticias.com

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¿Cómo incentivar la lectura desde temprana edad?

Por: Sofía García-Bullé

Con las medidas correctas, se puede establecer un vínculo con la lectura desde antes de preescolar.

La lectura es un refuerzo didáctico invaluable, en artículos anteriores hemos hablado de las habilidades que se desarrollan gracias a adoptar un gusto por la lectura frecuente. La comprensión lectora, habilidades lingüísticas, pensamiento crítico, imaginación, la tolerancia a ideas distintas y más, son solo algunos de los beneficios ligados a esta práctica. También se ha comentado que la actividad no está propiamente en declive, más bien es la calidad del material de lectura. No se puede aprender lo mismo de leer los contenidos de una red social durante tres horas, que lo que puede aportar un cuento o novela bien estructurados.

Si queremos incentivar no solo la costumbre, sino el amor por la lectura en los más jóvenes, no podemos quedarnos solamente en la conversación de la calidad de los contenidos, es necesario concientizarnos de nuestro rol como embajadores y cuestionarnos qué estrategias usamos para presentar la lectura como una actividad interesante y divertida que invite a adoptarla como pasatiempo. A continuación compartimos algunas recomendaciones.

¿Qué hacer antes de empezar?

La jornada por establecer la lectura como pasatiempo no empieza desde la edad en que los estudiantes tienen la capacidad de comenzar a leer. La preparación puede iniciar mucho antes, y al hacerlo, aumentamos considerablemente las posibilidades de inculcar el gusto por la lectura.

Si hablamos de un periodo de cero a los cuatro años, la iniciativa Reading Rockets recomienda hablar con las infancias, esto les permitirá desarrollar habilidades de comprensión y expresión de lenguaje, leerles 30 minutos al día, cantar poemas o canciones con rimas y sonidos repetitivos para ayudarles a formar un patrón lingüístico. Es necesario asegurarse de que si se usan guarderías o cuidadores, también les lean. Si los docentes y cabezas de familia son modelos de la costumbre de leer, es más fácil transmitir este hábito. Las visitas a la biblioteca son de gran ayuda para que los niños se acostumbren al uso de los libros y ofrecen la oportunidad de que escojan obras que sean de su agrado y se formen un gusto propio.

¿Y quienes ya pueden leer?

Para los estudiantes de educación básica en adelante, que ya tienen edad para aprender a leer y hacerlo hábito hay recomendaciones que potencializan su vínculo con esta útil actividad. Enseñarles a usar la biblioteca de su escuela como recurso les abrirá la puerta a cientos de opciones de obras. Una vez que tenga esta variedad a su disposición, es también indispensable permitir que elija los libros que le gustan, pero siempre tener un canal abierto a la conversación sobre los contenidos que escoge y siempre ejercer un rol de guía ante los conocimientos y experiencias nuevas ligados a la lectura responsable. Seguirá siendo un ejemplo del buen lector y de los beneficios educativos y recreativos que aporta, además de ligar la lectura con la práctica y perfeccionamiento de la escritura y expresión de ideas.

Es también fundamental que las familias estén al tanto de los programas de lectura en las escuelas, tanto los contenidos como las estrategias que utilizan, de forma que puedan reforzar la labor del profesorado tomando en cuenta los intereses de las infancias con respecto a qué les gusta leer y cómo prefieren hacerlo. Aprender a leer en la escuela y realizar las lecturas asignadas es apenas el inicio del trabajo, y no asegura todos lo beneficios cognitivos y de desarrollos ligados a estas, si comprendemos esto y acercamos la actividad a los niños en sus términos, será un hábito útil que les acompañará toda su vida.

¿Tienes infancias en casa en edad de aprender a leer? ¿Qué métodos y contenidos usas? Si das clases, ¿qué programa tienen en tu escuela? ¿lo complementas de alguna manera? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx
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El hambre y la violencia crecen en Brasil

Dos fenómenos se agravaron de manera contundente en Brasil a lo largo de los últimos tres años: el hambre y la violencia practicada por las fuerzas de seguridad pública.

La suma de la inflación, que se mantiene por encima de los 12% al año, a la pérdida de poder adquisitivo de manera general pero especialmente aguda en las capas de menor poder adquisitivo, que gira alrededor de los 10%, hizo que 36% de las familias brasileñas – lo que significa más de la mitad de la población total, de 212 millones – hayan entrado en lo que analistas y especialistas llaman de “inseguridad alimentaria”. Es decir, desde insuficiencia de alimentos en bases mínimas hasta directamente hambre.

Ese cuadro se acentuó principalmente a partir de 2021. Si en 2014 el número de familias en estado de “inseguridad alimentaria” en sus diferentes niveles rondaba la casa de 17%, a fines de 2021 había saltado para 36%. Y con eso supera el promedio mundial, que es de 35%.

Entre los 20% que conforman la parte más pobre de los brasileños, 75% dicen que en 2021 faltó dinero para comprar comida.

Los datos corresponden a encuestas realizadas antes de la invasión de Ucrania por las tropas rusas, lo que provocó un nuevo –y fuerte– incremento en los precios, especialmente combustible y alimentos.

Si a lo largo de siete meses de 2021 el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro concedió “auxilio de emergencia” a poco más de 39 millones de familias, ahora llega a 17 millones 500mil, o sea, menos de la mitad.

Además del hambre, otro fenómeno creciente bajo Bolsonaro alcanza, de manera dramática, precisamente a la parte más pobre de los brasileños: la violencia de las fuerzas de seguridad en las villas miseria cuya población aumentó significativamente con la debacle económica.

Esta semana hubo otra masacre en una “favela” suburbana de Río, con la muerte de 23 personas.

Desde agosto de 2020, o sea, en menos de dos años, al menos 330 civiles fueron muertos en 74 supuestos enfrentamientos entre supuestos criminales y fuerzas de seguridad pública solamente en Río.

La repetición de “supuestos” se justifica: parte substancial de los muertos no tenía ningún tipo de registro criminal, y es difícil imaginar un “enfrentamiento” como el más reciente, en la villa miseria de Cruzeiro, en que 23 habitantes murieron y ninguno de los más de 150 policías fue herido.

En este último caso, de los 23 muertos 16 fueron identificados. De ellos, siete –casi la mitad– no tenían ningún antecedente criminal. Uno de ellos era un joven de 16 años, muerto por una cuchillada, y no por tiro.

Otra víctima era una peluquera de 42 años, alcanzada dentro de su casa por una “bala perdida”, nadie sabe si disparada por narcotraficantes o por la policía. Otro fusilado era un ex militar de la Marina, que trabajaba en un negocio en la “favela”. No había arma alguna al lado de su cadáver.

Ha sido la segunda mayor masacre en Río. La anterior ocurrió en 2021, también en una “villa miseria”, y dejó 28 muertos. Entre las víctimas se encontraban narcotraficantes, pero parte considerable era de habitantes, todos trabajadores y en su mayoría negros.

Otra acción brutal de la policía –grabada en vídeo que circula por todo el país– ocurrió en Umbaúba, en el estado de Sergipe, en el nordeste.

El conductor de una moto, que padecía de esquizofrenia, fue tumbado por policías militares. Agredido, fue atado y tirado al baúl de una camioneta de la patrulla. Su esposa se acercó y, a los gritos, contó a los uniformados que el marido era enfermo.

Como el prisionero se agitaba en la baulera, los agentes dispararon spray de pimienta dentro del vehículo todo cerrado para “calmarlo”. Resultado: el hombre de 38 años murió sofocado.

Frente a la masacre de Río, Bolsonaro –un incentivador del armamentismo que destrozó el ya complicado sistema brasileño de seguridad pública– elogió a los “héroes” que garantizaron la paz de “los hombres de bien”, criticó a los medios de comunicación por no compartir su aplauso y prometió mantenerse vigilante.

Ya con relación al ciudadano sofocado en el baúl de un patrullero dijo que antes de comentar iba a “averiguar” lo sucedido.

Parece que a ninguno de sus asesores e hijos les ocurrió enseñarle el vídeo del asesinato cometido por los policiales.

Así es que negros y pobres que habitan las villas miseria seguirán bajo la eterna amenaza de muerte por agentes de seguridad pública que no hacen más que fusilar en lugar de prender culpables mientras diezman inocentes. Todo siempre bajo el aplauso presidencial.

Fuente: https://rebelion.org/el-hambre-y-la-violencia-crecen-en-brasil/

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Ser madres adolescentes

Por: Tahira Vargas García

Hay una concepción en adolescentes de estratos pobres de que la maternidad debe darse en la juventud porque luego se pierde la fertilidad.

La celebración del día de las madres en la sociedad dominicana se aborda en los medios de comunicación desde estereotipos que excluyen la diversidad de prácticas de maternidad existentes en diferentes estratos sociales, grupos etarios, generacionales y estructuras familiares.

Las madres adolescentes tienden a vivir en nuestra sociedad la condena y sanción continua a su condición porque se integran a la maternidad en edades consideradas como muy “tempranas” para el modelo social de la maternidad aun cuando nuestra historia está plagada de mujeres que se convirtieron en madres en la adolescencia y que hoy son bisabuelas, abuelas o madres de las madres adolescentes.

El significado de la maternidad para madres adolescentes es uno de los temas tratados en  distintos estudios (Ramirez y Vargas 2008) (Pérez, Miric y Vargas 2010).

Encontramos que las percepciones de las adolescentes tanto en estrato pobre como en estrato medio sobre su experiencia como madres están marcadas por una alta valoración de la maternidad y el sentido de la familia. Aún en las madres adolescentes donde se percibe cierta tristeza porque han tenido que asumir una responsabilidad muy jóvenes muestran la alegría de la maternidad porque le dan mucho peso a la familia como valor, entendiendo familia como descendencia.

“Soy feliz, es una experiencia muy grande, me siento un ser maravilloso”.” Es muy bonita la experiencia, me he dado cuenta de lo lindo que es ser madre joven”. ”A veces me siento triste, porque ya no soy la misma, no puedo pensar por mi sola tengo que pensar por dos”. “Estoy feliz porque en el mañana puedo decir tengo la familia hecha”. “Me siento bien y mal, dar una vida es lo mejor pero mal porque tuve que dejar la escuela, mis estudios”.(relatos de madres adolescentes en el estudio de Ramírez y Vargas 2008: 55).

En las adolescentes de estrato pobre se identifica una valoración significativa de la maternidad en la juventud. Ser madre joven resulta importante para las adolescentes aún cuando reconocen que no estaban preparadas para ello, les tienen mucho miedo a “no tener hijos” si se ponen lo que ellas llaman “muy viejas”. Hay una concepción en adolescentes de estratos pobres de que la maternidad debe darse en la juventud porque luego se pierde la fertilidad. Esta concepción probablemente esté asociada a un patrón de maternidad adolescente presente en sus madres que en muchos casos tuvieron su primer embarazo con menos de 20 años y también en la reproducción de un patrón cultural sexista que magnifica la maternidad como condición principal de la mujer basada en las creencias religiosas que tienen mucho peso en nuestra sociedad.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/ser-madres-adolescentes-9067755.html

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El culto a los libros de texto

Por: Carlos Ornelas

En la propuesta de la Secretaría de Educación Pública del “Nuevo marco curricular y plan de estudios de la educación básica mexicana”, pone a lo común como el eje articulador de los futuros planes y programas de estudio y a la comunidad, no a la escuela, como el espacio del proceso de enseñanza y aprendizaje. A pesar de la retórica llena de adjetivos y frases mañaneras, apunta críticas de cierto valor, aunque las apuestas de cambio no parece que vayan a mejorar la educación.

Censura las reformas educativas (neoliberales) y a los libros de texto vigentes: “Los contenidos básicos en las diferentes reformas curriculares desde 1992 a 2017 han tenido más peso que la definición del currículo nacional, trayendo como consecuencia que…”. Y luego plantea la apuesta para el futuro inmediato: “Se elaboren libros de texto dirigidos a las y los maestros, cuando deben centrarse en las y los estudiantes”.

En efecto, colegas que trabajan en el campo del currículo y de la formación de docentes argumentan que el culto a los textos como fuente de verdad, en cierta forma, sacraliza al conocimiento oficial. Los maestros propenden a recalcar lo que mencionan los libros y, salvo excepciones, no ponen en duda la veracidad de esos juicios. Y esto les sucede también a los futuros maestros durante sus años de estudio, con el agravante de que los formadores de maestros califican de mediocres la mayoría de los textos.

Qué quede claro. No objetan los libros de texto, nacionales ni extranjeros, ya que son indispensables para cualquier sistema educativo. Lo que critican es que se les tome como los veneros privilegiados de conocimiento y se niegue cualquier otra aspiración para aprender. Esto ha traído como consecuencia que los niños y jóvenes se acostumbren a repetir y memorizar ciertos contenidos, en lugar de plantearles problemas y disponer mecanismos para que pongan en juego sus recursos intelectuales para resolverlos. Eso genera pasividad en la enseñanza, conduce no al aprendizaje, sino a la recitación de palabras e ideas que no llegan a convertirse en conceptos en la mente de los estudiantes. A esto se agrega que no son agentes activos en el proceso de aprendizaje, ya que no se les enseña a desentrañar los secretos de la naturaleza, las formas del lenguaje, los problemas de las matemáticas ni los elementos que gobiernan a la sociedad, sino que se les ofrecen recetas que deben aprender casi de memoria. Y la memorización, hasta donde se sabe, es lo único que se califica en las escuelas mexicanas.

Conocimientos digeridos, memorización y falta de experimentación son los rasgos dominantes en los métodos de enseñanza que implican que, aunque se cumplieran los objetivos académicos, se cubriera todo el programa y los estudiantes recordaran bien los contenidos, la calidad de la educación sería mejor, aunque aumentaran los índices de aprobación de materias.

La apuesta de la Cuarta Transformación no propone un cambio fundamental, reproduce el culto a los libros de texto: “…el plan, los programas de estudios, los libros de texto y demás materiales educativos oficiales para la educación básica en todos sus niveles, grados y modalidades, tendrán un enfoque intercultural que cruce todo el mapa curricular, sus procesos formativos, la evaluación, la gestión escolar, los materiales y tecnologías educativas”.

La novedad es que en la elaboración —dice el proyecto— participarán las comunidades indígenas y afromexicanas, y considerará la opinión de aquellos que representan la diversidad de género, clase, sexualidad, capacidad. También invita al magisterio.

El propósito: construir un nuevo conocimiento oficial que sacralice las tradiciones comunitarias al tiempo que degrade a la escuela y a los libros de texto que, aunque parcos, rinden frutos.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/el-culto-a-los-libros-de-texto/

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Qué es una mesa de luz, el material que permite captar la atención de los niños tanto en clase como en casa

Por: Carlota Fominaya

Cada vez más instituciones educativas «dejan de lado las tablets y se apuntan a estas pedagogías del asombro», sugiere María Regueiro, fundadora de MamaLuz.

Hay otras maneras de aprender y de captar la atención de los niños. Buscar cuáles y traerlas a España fue el impulso que empujó a María Regueiro a fundar MamaLuz, una empresa centrada en el desarrollo de productos para familias y escuelas basada en pedagogías como Montessori, Pikler o Reggio Emilia. La caja de madera que emite luz como superficie de trabajo es una de sus apuestas más llamativas, en un mundo donde es difícil luchar contra el interés que generan en los niños las tablets y las nuevas tecnologías. «No es “caja de luz versus pantalla” pero, al emitir también luz, blanca o de colores, esto les llama mucho la atención y hace que de manera innata se sientan atraídos», apunta Regueiro.

Sobre una caja de luz, explica esta emprendedora, «se pueden desarrollar multitud de actividades, tantas como en cualquier otra superficie. Es un mundo lleno de posibilidades, ya que fomenta el juego libre, la creatividad y, sobre todo, el aprendizaje». «Creemos que este material conduce al niño a mirar la realidad de manera diferente y a interesarse por la escena con curiosidad, con ganas de explorar y de aprender de forma activa, esa es la clave», asegura Reguero. Cuando introduces una caja de luz en el aula, afirma, «algo cambia, y los pequeños son más permeables a investigar y explorar todas sus posibilidades».

De hecho, señala, «tenemos más de 12.000 pedidos en la web, que van desde particulares, escuelas infantiles, colegios de Educación especial, centros de estimulación temprana… Siento que cada vez más instituciones educativas dejan de lado las tablets y se apuntan a estas pedagogías del asombro». Eso sí, admite, «el adulto tiene que hacer el esfuerzo de entrar y conectar con los niños, con la esencia verdadera de la infancia, saber quién es quién, cómo son, qué cosas les interesan…».

Posibilidades de una mesa de luz

En edades tempranas, la caja de luz se utiliza para estimulación sensorial. «Desde experimentar con arena sobre la superficie iluminada, clocar objetiso debajo de pañuelos semitrasnlúcidos, descubrir los pequeños trazos sobre la superficie, hasta ver los cambios de colores que crean las transiciones de color».

Trabajar sobre una caja de luz, explica Marina Casas, profesional terapéutica (PT) especializada en niños con dificultades de aprendizaje, fomenta el las ganas de aprender. «A través del juego los peques van descubriendo los números y las letras, y van investigando de manera casi autónoma toda una serie de relaciones entre los objetos y los números, así como el propio trazo de la letra sobre la superficie».

La caja de luz, prosigue, «permite crear minimundos a través del juego libre o dirigido, siendo una ocasión fantástica para aprender, por ejemplo, las estaciones del año. Podemos también trabajar a través de materiales específicos las emociones y el relato de cuentos, o el teatro de sombras». Y cuando son más mayores, de 7 u 8 años, «se puede utilizar para calcar», añade. «Tanto en el aula como en casa es un gran recurso pedagógico», insiste la fundadora de MamaLuz.

En definitiva, corrobora esta PT, «es una herramienta fantástica que mejora oportunidades de aprendizaje potenciando la motivación, la atención, la concentración, la creatividad e imaginación… y como dice la frase de John Henrik Clarke, un buen maestro, como un buen actor, primero debe captar la atención de su audiencia y entonces puede enseñar su lección».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-mesa-material-permite-captar-atencion-ninos-tanto-clase-como-casa-202206030130_noticia.html

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El 25% de las y los jóvenes tomaron psicofármacos en el último año

Por:

  • La FAD publica la tercera edición de su Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar en el que certifica la «mala salud» de la población entre los 15 y los 29 años; una situación que, en algunos indicadores, ha empeorado de forma alarmante.

Que el 25 % de las y los jóvenes de entre 15 y 29 años haya consumido psicofármacos es un problema, casi se mire como se mire. Bien es cierto, como explica Anna Sanmartín, directora del centro de estudios Reina Sofía, dependiente de la FAD, que del barómetro de 2019 a este ha habido una levísima mejora. Pero ya es un porcentaje elevadísimo.

Para Sanmartín esto tiene mucho que ver con una deficiente atención psicológica desde el sistema de salud en el que falta personal de psicología y psiquiatría y, tal vez con más frecuencia de la necesaria, se recurre a recetar psicofármacos para evitar las largas listas de espera en estos servicios públicos.

La FAD acaba de publicar su Barómetro Juvenil. Salud y Bienestar, el tercero que realiza (2017 y 2019 fueron antes) con una encuesta a 1.501 jóvenes de entre 15 y 29 años. En él ha preguntado sobre salud mental, uso de fármacos, ideación suicida, o cuáles son los temas que les preocupan.

El estudio de FAD deja una foto fija de 2021 poco alentadora que, en algunos momentos, cuando se compara con las de 2019 y 2017, resulta peor. Uno de los datos más llamativos es el obtenido al preguntar a las y los jóvenes por la percepción que tienen de su propia salud. El 54% cree que es buena o muy buena. En 2019 eran algo más del 77 % y en 2017, estsaba por encima del 86 %; 32 puntos porcentuales son una bajada estrepitosa en cuanto a la percepción que tienen las y los jóvenes de su propia salud.

O el dato de que el 56,4 % crea que ha sufrido, en el último año, algún problema de salud mental. Un autodiagnóstico que no consigue una certificación médica porque, de este grupo, el 49 % no pidió ayuda (principalmente porque no tenía cómo pagarla o porque subestimó el tema).

Y como suele pasar, los datos no son iguales para ellas que para ellos. En la práctica totalidad de los indicadores, ellas se encuentran en peor situación que ellos, salvo en el consumo de psicofármacos sin receta, donde ellos están a la cabeza. Para la investigadora Anna Sanmartín la cosa está en que «ellas tienen más presión» que ellos; «están más expuestas, se sienten más vulnerables y tienen más riesgo de sufrir algún tipo de violencia».

En cualquier caso, «no es fácil dar una respuesta sencilla», asegura Sanmartín y, no quiere que parezca un lugar común el hecho de que son cuestiones que están atravesadas por la visión de género. Ellas tienen más presiones en los estudios, en el mundo laboral y en las relaciones afectivas. También han sufrido una mayor cantidad de estrés por la responsabilidad de los cuidados en los últimos dos año. Sanmartín asegura que estos datos, esta tendencia, es conocida en la población general, pero es preopante que ya en edades adolescentes está tan presente.

Ingesta de medicamentos

El de la salud mental es, sin duda, uno de los temas «estrella» de los últimos meses. El confinamiento y la pandemia se han limitado a sacar a la luz la situación en la que miles de personas se encuentran a diario: con necesidad de algún tipo de tratamiento y/o terapia y sin posibilidad de acceder a la segunda, aunque sí al primero. Esta es una de als realidades de muestra este barómetro, al revelar que un algo porcentaje de personas, el 25 %, ha hecho uso de psicofármacos  en los últimos 12 meses.

Los datos globales mejoran unos pocos puntos para las mujeres mientras empeoran de forma muy leve en el caso de los hombres entre la oleada de 2019 y la de 2021.

Al preguntar a estas personas cómo han tomado este tipo de medicación, en el global, el 50,4 % lo hizo sin receta médica. Hablamos de medicamentos como ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos, etc. Los datos aquí son peores para los hombres, que en un 58,9 % no tienen receta frente al 41,8 % de ellas.

Si se atiende a las edades, cuanto mayores son más consumo hacen de este tipo de medicación. El barómetro de la FAD cubre entre los 15 y los 29 años, aunque se divide en tres bloques de edades: 15-19, 20-24 y 25-29. Mientras en este último grupo las cifras se reducen del 32,6 % de 2019 al 26,1 % de 2021, en el grupo de los más jóvenes las cosas han empeorado: de 18 % a 22,3 %. Y, en este caso, todavía es peor el uso sin receta médica: el 58,9 % de las personas entre los 15 y los 19 años lo hacen.

Ideación suicida y salud mental

Y más allá del uso de medicación o incluso de psicofármacos, la FAD ha querido preguntar por la ideación suicida en los últimos 12 meses. También lo hizo en 2019, año en el que, globalmente, el 5,8 % de las personas encuestadas afirmó tener ideas suicidas continuamente o con mucha frecuencia. En 2021 el porcentaje ha llegado al 8,9 %. Datos que empeoran más en hombres que en mujeres.

Bien es cierto que otros indicadores de menor frecuencia sobre ideación suicida con mejores. La ideación de baja frecuencia pasa de 34,3 % al 35,4 %. En este caso, las cifras de las mujeres mejoran, al mismo tiempo que las de los hombres empeoran. Para el porcentaje de quienes nunca las han tenido, de media pasan del 56,6 % al 52,8 % entre 2019 y 2021.

Estos son los datos globales. En el detalle por edades, la pandemia ha supuesto un golpe más duro entre las personas más jóvenes.

Como explicita Anna Sanmartín, «la salud mental empeora, en todos los casos. Pese a todo, baja el porcentaje de quienes piden ayuda». Este es uno de los puntos en los que la investigadora pone el foco; al hablar de las dificultades de acceso a ayuda psicológica. En el último año hay un 56,4 % de personas jóvenes que cree haber sufrido algún tipo de problema de salud mental (autodiagnóstico). De estas, el 49 % no pidieron ayuda y, de estas, el 37,3 % no lo hico por el coste. El 34 %, por subestimar el problema.

En la franja de los 15 a los 19 años, la mayor parte de los jóvenes (66,9 %) siente estrés por los estudios/trabajo, su salud física o mental (46,3 %) o su situación económica (44,8 %). Puesto esto, junto con los modos que tienen de intentar lidiar con el estrés, sale a la superficie que es el colectivo que menos herramientas tienen o utiliza para combatir el estrés (como puedan ser realizar actividades deportivas, relajantes o hablar con alguna persona sobre sus problemas).

Del total de las personas que han participado en el estudio, el 37,5 % sí tiene un diagnóstico. El 17 % de depresión y el 16,5 % de ansiedad, pánico o alguna fobia.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/06/02/el-25-de-las-y-los-jovenes-tomaron-psicofarmacos-en-el-ultimo-ano/

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