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Evaluaciones escolares Tiránicas

Por: Heriberto Prieto Zamudio

«La Tiranía de las evaluaciones es el mayor lastre educativo para el desarrollo humano y formación ciudadana que tanto demanda la era digital…»

El período evaluatorio es la parte del proceso de enseñanza aprendizaje que culmina con asignar una calificación en función de valoración a los aprendientes. ¿Pero qué pasa cuando se realiza ante el autoritarismo docente y descontento de alumnos y padres de familia?

Inicia el curso, en la primera clase el Profesor se dirige a sus alumnos dando la bienvenida, presentándose, dando a conocer el contenidos del curso, los insumos de trabajo, la forma de trabajo y de evaluación. Durante la sesión dice la siguiente frase “Esto no es una Democracia así que lo que yo diga es lo que se hace”, con ella coarta toda posibilidad de una enseñanza democrática y justa

Evaluar es parte de un proceso de un curso. El docente establece los aspectos cómo se llevará a cabo la evaluación pero también implica especificar los criterios de evaluación que se llevarán a cabo con los cuales tomará en cuenta para asignarle una calificación. Es por ello que no puede dejar lugar a duda sin especificar los medios, días y horas en los que se llevará, cualquier cambio deber ser anticipadamente previo a una semana antes por lo menos.

Pero volviendo a la frase autoritaria desgastada en el tiempo para un sistema educativo protocolario de alto rigor apegado a tradiciones que pese a los cambios con un mundo más informado por el uso de las tecnologías de la información y comunicación, en un sistemas educativos donde se promueve el cambio a la democracia. La ética profesional es considerada por el propio egocentrismo del docente al afirmar “Yo estoy bien por encima de todo es mi libertad de cátedra y nadie me puede tocar”.

Algunos docentes ante los cambios que conlleva el uso de las tecnologías, la digitalización y los cambios del modo de vida ante la nueva normalidad han tomado actitudes que en una clase presencial han replicado a sus anteriores prácticas de los espacios cerrados a un espacio en línea donde lo transmitido es visto por otros. Pero el mayor mal está en qué ante el colectivo de padres y alumnos las carencias de la capacidad del docente se refleja por sus propias excusas.

Las actitudes de los docentes se repiten durante el desarrollo de los cursos el que un alumno tiene mala conexión de internet o un dispositivo digital de limitadas capacidades sus fallas son recurrentes. Lo que origina el enfado de algunos docentes al no poder empatizar con él alumno y ser reprimidos con quedar fuera o tener menor puntaje. Una falta de consideración o empatía hacia al alumno que merma la dignidad de los alumnos, situación que desmotiva aprendizajes.

Pasamos a los extremos cuando el docente pasa a un grupo reducido o si no es que a uno solo aprobado, generando inconformidades a la mayoría de un grupo. Al no ser de la empatía del docente para motivar e incentivar al resto de sus grupos a trabajar en sus clases.

Los niveles de aprendizaje de los alumnos por los docentes que sin cambiar sus prácticas educativas (perpetuarse en el tiempo) y sin empatía con sus alumnos. Para mantener sus niveles de aprobación escolar realizan instrumentos evaluatorios con niveles que escasamente llegan a lo elemental.

El usar instrumentos evaluatorios o reactivos con niveles de complejidad elemental en los aprendizajes fundamentales están condenando a la carencia en competencias en el desarrollo del pensamiento critico y creativo dejando indefensos para los trabajos futuros.

La razón principal de una evaluación sea memorística o de desempeño de los alumnos su fin está en saber si tiene las competencias disciplinares y genéricas, también las socioemocionales que se dan en la misma proporción que el docente impacta en sus alumnos.

Cómo bien lo dice Lawrence Stenhouse en 1984:

“La evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el alumno y el medio menos apropiado para controlar las conductas de los alumnos. Hacerlo es síntoma de debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y distorsiona el significado de la evaluación.”

La Tiranía de las evaluaciones es el mayor lastre educativo para el desarrollo humano y formación ciudadana que tanto demanda la era digital.

¿Y tú docente realizas evaluaciones Tiránicas?


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Fuente e Imagen: https://profelandia.com/evaluaciones-escolares-tiranicas/

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100 años de la SEP

Por: Víctor Manuel Silva Galaviz

Mediante un decreto que se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Educación Pública se creó el 3 de octubre de 1921, por tal motivo te invito a realizar el siguiente ejercicio de reflexión.

Imagina  que si alguien hubiese invernado en la Época Victoriana y hoy lograra despertar le sería muy difícil reconocer y comprender la mayoría de las cosas y la forma de vida de hoy, tal vez abriría el cofre de los autos en la ilusión de encontrar mini caballitos reales que sean los que con algún mecanismo hagan girar las ruedas, a los focos les buscaría apagar la flama  de fuego que produce la luz, y seria sumamente divertido acompañarle por primera vez al cine imagino que al igual que las primeras personas que asistieron a la función del llamado zoopraxiscopio, que se dice que salían despavoridas de la pequeña carpa en donde se proyectaba y estas eran en blanco y negro, sin audio y una calidad muy baja, de los aviones y otras tecnologías les serian aparatos más mágicos que científicos y tristemente si  a este personaje imaginario lo pusiéramos a ver un edificio en donde existen estructuras de tipo rectangulares con ventanas  y en su interior en una de las paredes con un pizarrón, un adulto hablando frente de él varios jóvenes con una postura solemne, en un lenguaje corporal de mutis, nuestro personaje los vería a todos sentados en líneas rectas impecables hechas de manera empírica,  más pasarían controles de calidad en alineación y estos jóvenes por alguna razón se ven todos iguales muy parecido a lo que le cometan que es la producción en serie de manera masiva, visten igual cosa que nuestro personaje no entiende si solo venden ese tipo de ropa o será norma, su peinado es muy parecido entre si piensa que tal vez al llegar a este lugar tan silencioso y pulcro meten la cabeza algún tipo de tubo o casco y los peina para que se vean iguales; lo que más le llama la atención y le es inexplicable como le hacen para que todos sean de la misma edad, será que ahora se pueden también producir de manera mecánica a los hijos y que la procreación ya es también un asunto de producción, programada y con controles de estandarización y calidad y si así fuere que hacen para satisfacer el deseo sexual propio de  todo humano, mientras sigue reflexionando sobre lo que ve y sus dudas algo que si tiene la certeza que aquella escena es de una institución educativa como las que el conoció y en donde solo pocos afortunados y casi siempre en adoctrinamiento religioso ya existían en su época, sus dudas son de las formas que ve es lo mas certero que ha experimentado eso es un lugar de instrucción, el método es igual, las herramientas son las mismas, hasta el instructor o maestro se viste igual que los que el conoció, cuando le explican que la primera tercera parte de la vida actual de las personas deben asistir 8 y hasta 10 horas a clases para lograr tener un empleo, le es totalmente irónico porque desperdiciar tanto tiempo de vida entre cuatro paredes y si los preparas para laborar donde están los talleres en donde pondrán en práctica de manera lúdica los conocimientos adquiridos y por qué pasan tanto tiempo encerrados para luego salir a buscar algo que se presupone estuvieron preparándose tanto pero tanto tiempo.

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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Reimaginar la educación para ayudar a los estudiantes a prosperar

Por: Paulette Delgado

 

Se necesita una comunidad para asegurar que los estudiantes tengan un futuro exitoso.

En el último año y medio, gracias al COVID-19, pareciera que todo ha cambiado, especialmente la educación. Más allá de pasar de aulas físicas a clases en línea, la pandemia desafió a la comunidad educativa a imaginar la enseñanza y el aprendizaje de una manera distinta. Obligó a repensar qué es lo que realmente importa cuando se trata de educar a una generación de estudiantes que ha tenido que soportar la contingencia.

El rol de las universidades

Las universidades no pueden seguir descuidando su papel de preparar a los estudiantes para la fuerza laboral. Los alumnos siguen estudiando después del bachillerato para conseguir un trabajo, ganar más dinero, sin embargo, existe una desconexión entre lo que ellos quieren y lo que buscan los empleadores. Las universidades son las guardianas del talento para la fuerza laboral y deben priorizar la preparación profesional. Para los líderes de la industria, la educación superior es la fuente de habilidades profesionales.

Desde el inicio de la pandemia, los trabajos que necesitan un título profesional se desplomaron en un 45 %, lo que demuestra que cada vez son más los empleadores que valoran más las habilidades y la experiencia que completar una carrera universitaria. Es por esto que las instituciones necesitan una comprensión de qué tan bien preparan a sus estudiantes para el mundo laboral y ajustar sus programas curriculares y cocurriculares; deben estar en constante cambio de especializaciones y programas, principalmente las habilidades deseadas por los empleadores.

Actualmente la brecha de habilidades se puede resumir en dos categorías: digitales y blandas. El 66 % de los trabajos creados en la última década requieren habilidades digitales altas o moderadas. Durante la pandemia, cuando muchas empresas pasaron al teletrabajo, se demostró que la fluidez digital no se limita al sector tecnológico y empresarial, es necesario en todas las áreas. Incluso los estudiantes reconocen su necesidad de aprender habilidades digitales. En una encuesta realizada por Internships.com y General Assembly en el 2014, el 52 % de los estudiantes dijeron que estas habilidades deben ser una parte indispensable de su educación. Por otro lado, están las habilidades blandas como la comunicación escrita y oral, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la aplicación del conocimiento en un ambiente real, entre otras. Sin embargo, sólo el 14 % de los empleadores creen que los recién graduados tienen estas habilidades.

Para abordar los desafíos del futuro laboral de sus alumnos, enfocarse sólo en las habilidades no es suficiente. Las universidades deben observar el panorama institucional general, las tendencias laborales y la saturación del mercado. Deben incluir una revisión centrada en la admisión de carrera, asuntos estudiantiles, plan de estudios y calendario académico. Además de conocer de manera precisa las necesidades de los empleadores y no sólo la demanda laboral existente sino la futura. En conjunto, esta información proporcionará a las universidades una visión más clara de las ofertas curriculares y cocurriculares.

Una vez que una institución tiene una imagen funcional de las demandas laborales y de los programas, así como las habilidades que los empleadores esperan de los estudiantes que ingresan a la fuerza laboral, la próxima tarea será determinar cuándo y cómo entregar ese aprendizaje a secciones transversales más amplias de estudiantes. También es importante considerar que cada vez más trabajos requieren una capacitación constante, especialmente debido a los desarrollos tecnológicos. Por ello, las universidades deben considerar crear programas de microcredenciales que se alinean directamente con las necesidades de la industria, como bootcamps o cursos individuales. Esto abre la puerta a un mercado interminable de asociaciones corporativas que pueden crear cursos o bloques modulares según sus necesidades.

No obstante, para preparar a la fuerza laboral del futuro, es necesario no sólo enfocarse en los estudiantes universitarios, sino también en los más jóvenes. Según un estudio de la organización McKinsey, la pandemia dejó a los alumnos con un promedio de cinco meses de retraso en matemáticas y cuatro meses de retraso en lectura al final del año escolar. Las consecuencias del COVID-19 amenazan con limitar las oportunidades de estas generaciones. La posibilidad de asistir a la universidad es uno de los aspectos que resultó más afectado, lo que impacta en la posibilidad de encontrar un trabajo satisfactorio y digno. El análisis de McKinsey sugiere que los estudiantes americanos pueden ganar entre $49,000 y $61,000 dólares menos a lo largo de su vida debido al impacto de la pandemia en su educación.

El caso de Texas: ayudando a los jóvenes a prosperar

Uno de cada diez jóvenes menores de 18 años en Estados Unidos viven en Texas, ¿cómo se prepara este estado para ofrecer educación de calidad para el 2036? Para contestar esta pregunta, el Instituto George W. Bush junto con “The 74”, una plataforma de publicación digital educativa, se dio a la tarea de mapear los puntajes de lectura de tercer grado, las tasas de graduación de la preparatoria, el nivel de educación superior y los salarios promedio de ciudades como Houston, Dallas y Austin. Los investigadores centraron su atención en examinar qué tan bien se están preparando los estudiantes de Texas para la fuerza laboral mientras el país se recupera de la pandemia.

Su investigación se centró en la coalición de organizaciones y líderes comunitarios centrados en la educación, que describen como “ecosistema”, las acciones de la junta escolar y el uso de la legislación y políticas públicas, es decir, “gobernanza” y por último, el uso de políticas sólidas, “la innovación”. Para ellos, estos tres elementos son complementarios y deberán trabajar juntos al servicio de los jóvenes porque una gobernanza escolar sólida y ecosistemas educativos eficaces son fundamentales para ayudar a los estudiantes a prosperar.

Los datos demuestran que muchos alumnos están atrasados en los niveles de lectura en tercer grado y de matemáticas en octavo grado, y aún así, lograron graduarse de la preparatoria. Para los autores del estudio esto plantea la pregunta: “¿estaban realmente preparados para la oportunidad y su próximo paso, o los preparamos para fallar al pasarlos al sistema?”  Estos datos se vuelven aún más relevantes por su conexión entre el nivel de educación y los ingresos anuales. Un mayor nivel educativo se traduce en una mayor capacidad de generar ingresos, ayudando a evaluar si los texanos tendrán una vida significativa. Entre más grandes sean sus salarios, más grande es su capacidad de tomar decisiones, mayor acceso a oportunidades y capacidad de adaptación durante crisis económicas.

Houston

Hace 15 años, la ciudad de Houston, Texas, tenía un gobierno efectivo y una comunidad de apoyo que producía innovaciones impresionantes y mejores resultados. Hoy en día, según los investigadores, el progreso de los estudiantes se ha detenido. En parte, el problema proviene del Distrito Escolar Independiente (ISD por sus siglas en inglés) de Houston; este es el sistema de escuelas públicas más grande de Texas. Durante los últimos cinco años ha tenido un superintendente que duró dos años en su cargo y dos superintendentes interinos en tan solo tres años. Aunado a esto, la Agencia de Educación de Texas tomó el control del HISD en 2019, provocando una pelea por control por los últimos dos años. Esta lucha interna ha dejado el progreso de los estudiantes y sus resultados en segundo plano.

Afortunadamente, en junio de este año el HISD nombró a Millard House, un educador con experiencia de más de 26 años, como el superintendente. House promete utilizar la investigación a la hora de crear mejores prácticas, especialmente en las escuelas de bajo rendimiento. Esto funcionó antes en la ciudad ya que, a principios de los noventas y durante las siguientes dos décadas, los líderes empresariales, las organizaciones sin fines de lucro y los filántropos se unieron para juntar información y evaluar datos para impulsar estrategias innovadoras en la educación, como el sistema de pago por mérito para los educadores.

Contar con un buen ecosistema ayuda a analizar qué es lo importante para los alumnos. Unir fuerzas con organizaciones puede realmente beneficiar la educación. Está Good Reason Houston, por ejemplo, una organización que lanzó un plan para cambiar la calidad del aprendizaje. Esta organización sugiere replicar o extender escuelas exitosas, crear sistemas para identificar y recompensar a los maestros efectivos dándoles incentivos para que enseñen en las escuelas con más dificultades de la ciudad. Aunado a eso, utilizar planes de estudio que hayan demostrado su eficacia, dar a los alumnos apoyos e intervenciones individuales en caso de que lo necesiten e involucrar a las familias en todas las tomas de decisiones de las escuelas.

Dallas

En el 2011, el ecosistema de Dallas recorrió ciudades de todo el país para conocer distintos sistemas escolares urbanos para saber qué dirección tomar ya que, en el periodo 2010-2011, 33 de sus 230 escuelas fueron calificadas como «académicamente inaceptables». Este viaje resultó en la contratación de un nuevo superintendente en el 2012, Mike Miles, y en el lanzamiento de “The Commit Partnership”, una organización sin fines de lucro que reúne a otras organizaciones para impulsar el éxito educativo y la movilidad económica del condado. Este proyecto fue impulsado por el empresario y filántropo Todd Williams. The Commit Partership se enfoca en recopilar, informar y analizar datos para ayudar a los fideicomisarios escolares a tomar decisiones basadas en investigación. En ese periodo, el alcalde de Dallas era Mike Rawlings, hijo de maestros, lo que reforzó el movimiento de repensar la educación. “No podríamos crecer con escuelas marginales. La educación es lo único para superar las brechas entre los que tienen y los que no tienen en Dallas”, señaló Rawlings en un reporte de Anne Wicks y William McKenzie.

Se empezaron a producir cambios importantes en la educación centrándose en los estudiantes, por ejemplo, Dallas ISD comenzó a diferenciar la enseñanza eficaz. Pasó de un sistema de evaluación en el que el 95 % de los maestros obtuvieron calificaciones altas, a uno de evaluación múltiple para identificar a los educadores más efectivos y con mejor desempeño. Estos recibieron incentivos para enseñar en el programa “Acelerando la Excelencia en el Campus”, creado por Mike Miles, para atender a las escuelas con menor rendimiento.

Aún con todos estos esfuerzos, el progreso académico de los alumnos ha sido desigual. Los puntajes de matemáticas de octavo grado del 2019 estuvieron por debajo del nivel de otros distritos urbanos pero los resultados de lectura de los de tercer grado mejoraron en un 9 % entre el 2012 y el 2019. La creación de un nuevo ecosistema que se basa en los resultados de los estudiantes tomando en cuenta las diferencias entre las minorías, ha ayudado a Dallas a mantener este impulso para garantizar mejores resultados a pesar de la pandemia. Pero, tomando a Houston como ejemplo, este tipo de enfoques puede evaporarse rápidamente si se debilita el ecosistema de apoyo.

Austin

A diferencia de las otras dos ciudades, Austin no ha tenido una gobernanza sólida o una cultura centrada en los resultados. Aún así, entre 1999 y el 2009, bajo la superintendencia de Pat Forgione, el condado tuvo iniciativas como jardín de niños gratuito, pequeñas comunidades de aprendizaje y más opciones de bachillerato. Durante este periodo, el distrito obtuvo dos veces el primer y segundo lugar entre los distritos urbanos en los exámenes de Evaluación Nacional del Progreso Educativo. Una intensa campaña de participación pública impulsó el crecimiento de la matriculación de estudiantes en un 8.5 %. Por otro lado, aumentaron las inscripciones de las escuelas autónomas, lo que resultó en una variedad de opciones entre escuelas. Esto ha disminuido la inscripción a escuelas dentro del Distrito Escolar Independiente de Austin, y la junta escolar se centra en cerrar las escuelas de las comunidades a medida que las inscripciones bajan, en lugar de buscar mejorar la calidad para atraer a más familias del distrito. Además, la junta no promulgó un calendario extendido para abordar las pérdidas de aprendizaje derivadas de la pandemia.

Gracias a los resultados las evaluaciones de preparación académica del estado de Texas, (STAAR por sus siglas en inglés), exámen proporcionado por la Agencia de Educación de Texas, existen datos sobre la brecha antes de la pandemia y cómo esta ha afectado a los estudiantes los últimos 18 meses. El COVID-19 afectó de manera desproporcional a los estudiantes de color de la región.

El trabajo de las escuelas es preparar a sus estudiantes para oportunidades futuras. Para lograrlo, se necesita un trabajo en conjunto entre el gobierno, organizaciones, universidades, estudiantes y familias, Como demostró Texas, tener un buen ecosistema es clave para generar un cambio sustancial. Se necesita recopilar información para reconocer lo que los estudiantes necesitan para mejorar sus resultados, o en caso de las universidades, lo que buscan los empleadores y lo que los alumnos ofrecen. Para que los estudiantes realmente prosperen, se necesita reimaginar la educación desde el jardín de niños. Si desde el tercer grado los estudiantes presentan dificultades para leer y más adelante tienen un mal desempeño en matemáticas, el ecosistema debe evaluar qué es lo que realmente necesitan y cómo mejorar. Lo mismo sucede con las universidades, si los datos demuestran que se necesitan ciertas habilidades para garantizar el éxito de los futuros egresados ¿por qué no cambiar para poder ofrecérselos?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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El dolor de los otros

Por: Carolina Vásquez Araya

Hemos nacido -los mestizos de las urbes- con un sello en la mirada.

“Cuando nací

me pusieron dos lágrimas

en los ojos

para que pudiera ver

el tamaño del dolor de mi gente.” (Humberto Ak’abal)

La vida del indígena latinoamericano trae, desde el nacimiento, el signo de la resistencia. Siglos han transcurrido y los habitantes originarios de este exuberante continente han perdido poco a poco sus territorios y, durante ese proceso cruel e injusto, les han arrancado las raíces para empobrecerlos, amansarlos y convertirlos en esclavos. Sin tierras ni poder, sus luchas acaban sobre el terreno de sus cuerpos. Así es como la colonización se hizo eterna e inevitable, apoyada sobre las columnas del racismo, la discriminación, el despojo y la garantía de impunidad para quienes perpetran su exterminio.

El proceso de “pacificación” de los territorios habitados por los pueblos originarios no ha sido más que una política genocida concebida en los núcleos de poder económico y político. Las comunidades, sin embargo, se mantienen firmes en la defensa de sus derechos y una generación tras otra logran sobrevivir a pesar de la constante amenaza del desalojo y la muerte. No hay país en el continente en donde los pueblos originarios posean el estatus de ciudadanos con plenos derechos y oportunidades. En todas nuestras naciones latinoamericanas han sido perseguidos como si fueran ellos los invasores. Y, en todas ellas se habla, sin vergüenza ni recato, del “problema indígena”.

Entretanto, los núcleos urbanos poblados por una sociedad mestiza e indiferente a la realidad de otras regiones y otras comunidades, perpetúa el estatus avalando, con su voto y su pasividad, los abusos de clases políticas vendidas a los grandes empresarios y sumisa ante los dictados de una comunidad internacional aliada con las multinacionales. La pérdida de territorios ancestrales se suma, entonces, a la irremediable destrucción del hábitat de valiosas especies y de abundantes recursos naturales, propiedad de las naciones arrasadas por la codicia.

La resistencia indígena ante la invasión de sus territorios, sus pueblos y aldeas, sus campos de cultivo y su entorno -sumido en el subdesarrollo por fuerza y voluntad de quienes intentan desalojarlos- pende de un delgado hilo: la conciencia de sus derechos. En su contra, se ha instrumentalizado desde los centros de poder todo el aparato jurídico, con el objetivo de justificar la aplicación de la represión cuando estas comunidades ejercen su derecho a protestar y exigen ser escuchadas. Mientras tanto, los sicarios a las órdenes del gran capital se dedican a identificar,

 y asesinar a sus líderes, y acosar a sus legítimas autoridades.

Desde donde nos encontramos, en la comodidad de la burbuja, observamos la tragedia de nuestros compatriotas como si ellos existieran en otra galaxia, alejada de nuestra pequeña cotidianidad. No hemos entendido que el dolor de los otros es nuestro dolor. Que sus tragedias nos van a golpear en el centro mismo de nuestra indiferencia. Que también en nuestro código genético están los colores de sus textiles y la aspereza de sus destinos. Mientras negamos la realidad, esta nos coloca frente a nuestra incapacidad de aceptar una identidad rechazada por pura costumbre de repetir estigmas.

Este prurito de sentirnos ajenos es lo que condena a nuestros países a ser proveedores baratos para el primer mundo; una realidad que se asemeja a la rueda de molino en su eterno girar, sumiéndonos en la miseria. La resistencia de los pueblos originarios ante la depredación y la corrupción de las autoridades debería ser la lucha general, el campo de batalla deberían ser también las grandes avenidas, esas en donde nos sentimos ajenos al devenir de la Historia. De no hacerlo, será más temprano que tarde cuando nos veamos sumidos en la catástrofe.

La Historia se repite una y otra vez, pero las víctimas siempre son los “otros”.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com

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No hay vivir bien en educación si no se descoloniza la educación

Por: Noel Aguirre Ledezma

“…no sólo la escuela sino todas las prácticas e instituciones hegemónicas, es preciso sacarlas del pequeño espacio donde la modernidad capitalista las ha encajado, hay que reconceptualizarlas, apropiarlas y darles un nuevo sentido…”Marcelo SarzuriTweet

Desde una perspectiva general, como menciona Zacarías Alavi, “El colonialismo hace referencia a un territorio dominado y administrado por un conjunto de personas procedentes de un país que van a otro para poblarlo, cultivarlo o para establecerse en él. Se caracteriza por una profunda intolerancia, prejuicios étnicos y sociales de los grupos de poder, hacia la población indígena. La colonización política y económica se articula con la colonización mental. En realidad la colonización mental es un pedestal necesario para consolidar las formas de colonización. En este tipo de colonización la violencia física y psicológica hace que el colonizado se niegue a sí mismo y hasta se deteste profundamente. El colonizado refuerza esta situación al admitir como superior el modo de ser, la técnica, la cultura del colonizador. Así admite la dominación del ajeno. Cuando el colonizado se ha devaluado a sí mismo, duda de su propia potencia y de que su pueblo pueda ser digno de gobernarse a sí mismo”¹.

Aún más, en esta línea de pensamiento, haciendo culto al positivismo y como fieles seguidores del capitalismo industrial, algunos insinuarán que nuestros saberes y conocimientos no son “científicos”.

La descolonización es pensar al revés del colonialismo, es construir la sociedad de iguales, de verdaderamente hermanos, de trabajo y dignidad, de acción rebelde y solidaria con los pueblos, de autoestima por la identidad propia, de política con ética y principios, de despliegue de todas las fuerzas de la sociedad para construir un mundo mejor.

Pero… ¿qué ocurrió con el colonialismo en la educación boliviana?

Las teorías y metodologías sobre educación implantadas en nuestro país fueron copiadas o –en el mejor de los casos- inadecuada e insuficientemente adaptadas. Por ejemplo, esta situación obliga en su momento a Franz Tamayo (Creación de la Pedagogía Nacional) a criticar el “Bovarysmo intelectual”, actitud de intelectuales que sólo se dedican a copiar teorías extranjeras… “hasta ahora ésta ha sido una pedagogía facilísima, pues no ha habido otra labor que la de copia y de calco, y ni siquiera se ha plagiado un modelo único, sino que se ha tomado una idea de Francia o un programa en Alemania, o viceversa, sin darse siempre cuenta de las razones de ser cada uno de esos países”. En periodos recientes, podemos recordar a la Reforma Educativa aprobada mediante Ley en el año 1994, que siguiendo las tendencias mundiales de la educación de ese momento dio prioridad a la educación primaria sobre el resto del subsistema escolarizado y los otros subsistemas, y se adscribió acríticamente a las teorías del constructivismo y al modelo neoliberal.

Asumiendo que la descolonización también es una disputa del poder establecido, la descolonización de la educación contribuye a la construcción de una nueva sociedad y modelo civilizatorio de convivencia plural, por lo que será liberadora, revolucionaria y transformadora.Noel Aguirre LedezmaTweet

La educación fue asumida sólo como las acciones que se realizan al interior de la escuela. Negando que la educación es más que la escuela -mucho más si esta escuela es tradicional- se copió el modelo industrial de los años 1930. Así se trasladaron los horarios, las exigencias de los reglamentos, los uniformes, la diferencia entre el jefe y los trabajadores (profesor – alumno), la rigidez del tratamiento de tiempos y movimientos (que después en la escuela se traducen en contenidos y didáctica) a la escuela tradicional. Pero, fundamentalmente, se constituyó a esta escuela tradicional en un instrumento para perpetuar una sociedad que niega la identidad de los pueblos y la lucha por las transformaciones sociales.

Otra expresión del colonialismo en educación, es la educación dividida en categorías. Por ejemplo, aquella que diferencia la educación privada de la pública, la urbana de la rural, la de los castellano hablantes con la de los indígenas u originarios. En resumen, la educación para “ricos” frente a la de los “pobres”, que también se manifiesta en la diferencia entre los “conocimientos (dizque) científicos” frente a los saberes, obviamente desde concepciones occidentales.

Consientes de esa realidad, en el Estado Plurinacional de Bolivia se comienza a construir respuestas de la Ley de Educación y la Revolución Educativa. Comienza a construirse pensamiento educativo sustentado en lógicas de pensamiento propias de nuestras culturas, que se expresan en las dimensiones vivenciales: Espiritual (Ser), Cognitiva (Saber), Productiva (Hacer) y Organizativa (Decidir), estableciendo relaciones de carácter intercultural entre los saberes y conocimientos propios y de las otras culturas.

Asumiendo que la descolonización también es una disputa del poder establecido, la descolonización de la educación contribuye a la construcción de una nueva sociedad y modelo civilizatorio de convivencia plural, por lo que será liberadora, revolucionaria y transformadora.

La Ley de la Educación, recientemente aprobada el 27 de diciembre, no sólo retoma los principios establecidos en la Constitución Política del Estado Plurinacional cuando sostiene que la “educación es descolonizadora” sino que establece las bases para constituir este postulado en hechos. Por ejemplo, determina las condiciones para construir las pedagogías propias de nuestro Estado plurinacional, es decir las teorías y metodologías bolivianas. Señala que la educación es “transformadora de las estructuras económicas y sociales” (Art. 3; 1), y “liberadora en lo pedagógico porque promueve que la persona tome conciencia de su realidad para transformarla, desarrollando su personalidad y pensamiento crítico” (Art. 3; 14), que desarrolla “los conocimientos y saberes desde la cosmovisión de las culturas indígena originaria y campesinas, comunidades interculturales y afro bolivianas, en complementariedad
con los saberes y conocimientos universales…” (Art. 3; 10) y que tiene que “universalizar los saberes y conocimientos propios, para el desarrollo de una educación desde las identidades culturales”. (Art. 4; 3) Que no queden dudas, descolonizar la educación no es una mirada y acción que se agota sólo en lo endógeno, sino también es la capacidad de entablar, desde nuestra identidad y pensamientos, diálogo “de tú a tú” con “el otro”, con el saber y conocimiento universal.

La Ley no se queda en enunciados teóricos, plantea elementos para construirlos en la práctica. Veamos los más importantes. Plantea la promoción de “la investigación científica… y pedagógica en todo el Sistema Educativo Plurinacional, en el marco del currículo base y los currículos regionalizados” (Art. 6; 20) y crea el Instituto de Investigaciones Pedagógicas Plurinacional “para diseñar y desarrollar estrategias de apoyo a las políticas de transformación del Sistema Educativo Plurinacional” (Art. 87), así como el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Cultura “que desarrollará procesos de investigación lingüística y cultural…” (Art. 88) También propone nuevos roles para los maestros y las maestras, cuando indica que se formarán profesionales “críticos, reflexivos,… propositivos, innovadores, investigadores…” (Art. 33)

Una acción fundamental para cumplir con este propósito será retomar y releer la experiencia de la “Escuela Ayllu de Warisata” (1931), así como recuperar y sistematizar las prácticas y propuestas de las y los educadores y pedagogos que mediante procesos de innovación construyen alternativas a la educación tradicional.

Por otro lado, la Ley, retomando lo que determina la Constitución Política del Estado Plurinacional, frente a la tradición excluyente y discriminadora del sistema educativo determina de manera expresa que “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación.” (Art. 1; 1).

Además, sostiene que la educación “Es universal porque atiende a todas y todos los habitantes del Estado Plurinacional, así como a las bolivianas y bolivianos que viven en el exterior, se desarrolla a lo largo de toda la vida,…” (Art. 3, 3), que es “Diversa y plural en su aplicación y pertinencia a cada contexto geográfico, social, cultural y lingüístico, así como en relación a las modalidades de implementación en los subsistemas del Sistema Educativo Plurinacional” y que “Es inclusiva,… ofrece una educación oportuna y pertinente a las necesidades, expectativas e intereses de todas y todos los habitantes del Estado Plurinacional, con igualdad de oportunidades y equiparación de condiciones, sin discriminación alguna…” (Art. 3, 7).

En suma, de lo que se trata es desarrollar una educación democrática para todas y todos. No solo ello, de manera concreta y directa se plantea programas de educación para las poblaciones en situación de exclusión, por ejemplo, educación para migrantes (Art. 3, 3), educación para personas con discapacidad, con dificultades en el aprendizaje y con talento extraordinario (Art. 5, 14 y 21; Arts. 16 al 27), escuelas en fronteras y educación para personas en situación de vulnerabilidad social (Art. 5, 20 y Art. 15)

Si el colonialismo generó un tipo de personalidad marcado por la discriminación y la creencia que unos son mejores que los otros –corresponde generar otro tipo de personalidad e institucionalidad en el pueblo boliviano. Un pueblo que valore su propia identidad, que tenga la capacidad de establecer desde lo que somos una interacción con los otros países sin complejo alguno, que elimine toda forma de discriminación en la educación.Noel Aguirre LedezmaTweet

Así como el Estado que se construye es Plurinacional, la justicia se hace plural porque se coordina entre la justicia indígena y la justicia ordinaria, el modelo económico boliviano es plural porque reconoce las diversas formas de organización económica: comunitaria, estatal, privada y social cooperativa, en el contexto de la transformación e inclusión, la educación también es plural y, lo que es fundamental, se hace “única en cuanto a calidad, política educativa y currículo base, erradicando las diferencias entre lo fiscal y los privado, lo urbano y rural.” (Art. 3, 4)

Para finalizar, si el colonialismo generó un tipo de personalidad marcado por la discriminación y la creencia que unos son mejores que los otros –corresponde generar otro tipo de personalidad e institucionalidad en el pueblo boliviano. Un pueblo que valore su propia identidad, que tenga la capacidad de establecer desde lo que somos una interacción con los otros países sin complejo
alguno, que elimine toda forma de discriminación en la educación. El reto de “descolonizar la educación” está planteado, no solamente para los actores del sector educativo, sino para el conjunto de la población.


¹ Zacarías Alavi Mamani, Instituto de Estudios Bolivianos de la UMSA, “El Colonialismo Lingüístico y Educativo en Bolivia”. Ponencia presentada en el Simposio : La gestión del multilingüismo: ¿Qué futuro para los idiomas indígenas minorizados?
² Felix Cárdenas Aguilar, “Mirando Indio”, Aportes para el debate descolonizador, 2010

Fuente de la información: https://redclade.org

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Escolaridad, familias y pandemia: La riqueza de la multiplicación dramática

Por: María Carolina Pavlovsky

Este escrito está basado en una experiencia llevada a cabo por zoom organizada por el colectivo internacional Escenas de los pueblos, convocando abiertamente a familias con niñes en edad escolar, en el marco del conflicto social por la obligatoriedad presencial de la escolaridad en CABA y provincias. Esta red de psicodramatistas muy formados y con trayectoria trabaja con intervenciones sociodramáticas desde la crisis social del 2001, llevando a las plazas de las ciudades el sociodrama como dispositivo de expresión y canalización de la angustia social del momento socio-histórico.

Si bien teníamos con lxs coordinadorxs, un “mapa orientativo”, sabíamos que lo grupal, cuando se lo convoca, nos compromete a acompañar los emergentes grupales y no imponer consignas en el vacío.

 El objetivo era compartir dudas, necesidades, temores, y darle un espacio-tiempo expresivo- dramático a los afectos.

¿Qué los convocaban a éste encuentro a cada une? Era la primera pregunta que nos interesaba como disparador principal.

Luego de un juego de presentación a través de un objeto de su entorno real, que pudiera representar la emoción o afecto predominante, se pudo ir armando la dimensión lúdica sin la cual el psicodrama se impotentiza.

Nos preguntábamos como coordinadorxs: ¿dónde estaban las emociones auténticas que el tema despertaba en cada une hasta su médula. ¿En qué escenas estaba cada unx situadx en la problemática del tema convocante?

Pero sucede que en el flujo verbal que empieza a circular, no hay relatos, sino enunciados abstractos. No hay encarnación de afectos en la vida propia de cada une que tomaba la palabra.

Conceptos, ideas abstractas, generalizaciones, y certezas que obturan la diversidad de puntos de vista.

En el contexto de la comunicación virtual, en psicodrama trabajamos sobre un plano más cinematográfico, bidimensional, y no teatral, tridimensional. Donde los rostros en la pantalla (y nuestra imagen misma devuelta en espejo), nos captura, nos obnubila, nos perturba muchas veces.

Los rostros, focos de emisión y percepción en la comunicación verbal, delimitan un campo que neutraliza de antemano las conexiones y expresiones que se rebelan a las significaciones dominantes. las palabras entonces, contrariamente a ser medios de conexión intersubjetiva, producen enunciados altamente eficaces como mecanismos de control, censura, discriminación o enfrentamiento. Verbalizaciones ininterrumpidas, puros flujos de ruidos abstractos, régimen de cuerpos abúlicos con bocas obesas de palabras, que no abren preguntas.  La palabra pulula. Se dicen demasiadas palabras. Todo necesita ser re-interpretado, corregido, sobrecodificado. No permite intercambios verdaderos, instalan “partidismos” antagónicos y sordos, binarismos irreductibles. El humor se estanca, no circula.

Y entonces sugerimos multiplicar. La multiplicación interviene para cortar el flujo ininterrumpido de la palabra como goce. Todo lo que se tenga que decir, se transformará en una escena fractal, un gesto. De la “reflexión”, de la “racionalización”, al escenario. A los cuerpos y las acciones entre cuerpos.

Para esto nos entrenamos en psicodrama: rescatar del plano argumentativo, la dimensión de inmanencia expresiva. Las multiplicaciones son resonancias instantáneas del grupo en relación a un tema. No se explica, no tiene que comprenderse. Se expresa por sí misma. Las multiplicaciones son variaciones inventadas por el grupo. Y acontece un “contagio” de imágenes, ritmos, acciones, silencios, a manera de flashes que no tienen por qué tener un completud narrativa. Son fragmentos, no totalidades.

La Multiplicación Dramática no se agota en un recurso dramático más, es un efecto de la producción colectiva de sentidos. Acción de transversalidad, despliegue de producción rizomática, colectiva, institucional. Supera la mera devolución verbal del sharing final, posterior a la dramatización. NO es una mera catarsis grupal. No necesita un cierre con un sentido único ni conlleva mensaje alguno. Es puro contagio estético en imágenes. Muy breves fractales que fragmentan la visión monocular de cualquier relato “personal”.

Y allí comenzaron a aparecer las escenas  que mostraban los afectos encarnados en la conflictiva que atraviesa este tema: un matrimonio enfrentado por diferentes criterios en cuanto a lo presencial; niñes que piden volver a la escuela para reencontrarse con sus pares y padres impotentes y angustiados ante el peligro de contagio; adolescentes que no soportan más el confinamiento con su familia de origen; abuelas que se resisten a no ver a sus nietes, de los cuales ahora se hayan más alejadas, por la situación de escolaridad presencial.

Una lectura un poco más abarcativa mostraba claramente que éstos conflictos se daban entre “términos” ( sujetxs) que no necesariamente son opuestos, sino que, además, ambos están atrapados y despotenciados para salir del dilema. Todos los términos (familia, abuelxs, padres madres, niñxs, adolescentes, docentes,) y los afectos inherentes, quedan a merced de una trampa: la macropolítica sanitaria llevada por el gobierno de CABA es el contexto donde todo conflicto es texto de captura. Cuerpos como rehenes. Campaña mediática y política que milita el aumento de las muertes, el colapso sanitario, la persecución a docentes y familias. A escuelas. Ahora el gobierno de CABA anunció que suspenderá también las clases virtuales y el presupuesto para merenderos escolares, a modo de castigo a la población por la falta de apoyo a la obligatoriedad de la presencialidad escolar

Sabemos que los grupos son muestras poblacionales de afectos, ideologías, culturas, etc. Siempre debemos preguntarnos: ¿Qué nos enseñan hoy los grupos? ¿Qué nos enseñan los grupos como verdaderos generadores de nuevos sentidos, donde la coordinación debe sostenerse entre el caos y el desdibujamiento de nuestro narcicismo en función de una construcción colectiva de saberes?

Fuente de la información: https://contrahegemoniaweb.com

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Aprendizajes inesperados

Por: Lev M. Velázquez Barriga*

El coronavirus es una reacción de la naturaleza ante su mayor depredador: el ser humano. Tal aseveración pareciera un discurso de las izquierdas radicales que no comparten la visión de desarrollo del empresariado, pero no es así. Klaus Schwab, articulador del Foro Económico Mundial de Davos, donde reúne a los líderes más influyentes del mundo procapitalista, pone al descubierto en su libro Covid-19: el gran reinicio que esta pandemia y otros patógenos zoonóticos (transmisibles de un animal a personas) son producto de la invasión que hemos hecho del hábitat natural de los animales; es decir, cambios de uso de grandes extensiones de tierra para la agricultura extensiva, extractivismo, deforestación, desarrollos turísticos y habitacionales, ganadería a gran escala, industrialización, contaminación ambiental, vías de comunicación y megaproyectos.

Schwab concluye que “cuanto más alteramos el medio ambiente […] mayor es el riesgo de nuevas pandemias”. No obstante, las agendas corporativas de las industrias 4.0 del Foro de Davos, mantienen estratos de las cadenas de valor en la extracción de materias primas para producir tecnologías avanzadas o su aplicación en la agroindustria, lo que sigue agudizando la crisis ambiental y, con ello, el peligro de la extinción de todo lo vivo. Además, parecen estar más preocupados por introducir un conjunto de tecnologías del siglo XXI con formas de explotación laboral del siglo XVIII, las cuales no han sido reguladas por las legislaciones nacionales.

Lo que debió y debería ser en adelante, en palabras de Naomi Klein, “los años de la reparación” planetaria y de la humanidad, se han convertido en un laboratorio para instaurar la globalización del capitalismo informático, donde la economía de plataformas y aplicaciones organiza la esclavitud digital con base en el control virtual del trabajo, de su ampliación a jornadas que superan las ocho horas, experimentando vínculos laborales sin reconocimiento; si los millennials concibieron como precarios los contratos de renovación semestral, las generaciones posmilénicas padecen la extinción de la relación contractual y la noción de trabajador, sustituidos por la prestación de servicios individuales, también llamados “socios”, en tiempos infinitesimales, minutos u horas, tal como lo hace Uber, Rappi, DiDi o empresas similares.

Klein advierte que los tiempos de la reparación no se limitan a la restauración de los edificios de escuelas y hospitales, precisamente donde muchos hemos ubicado nuestras preocupaciones; pareciera que el reacondicionamiento de infraestructura es lo único, sino lo más importante que nos detiene para regresar a la normalidad escolar y educativa. De ser así, no habremos aprendido casi nada de la pandemia ni de aquellos primeros debates en los que juramos no volver jamás a la normalidad capitalista, porque justamente eso es lo que puso en crisis el sistema educativo.

La escuela de la pandemia y de la pospandemia no ha reaccionado frente al modelo de superexplotación de la naturaleza, productor de las enfermedades que están amenazando a la humanidad en las últimas y las posteriores décadas; a la agudización de la violencia familiar y de género; a la profundización de las desigualdades sociales históricas y de nuevas situaciones de infopobreza; al laboratorio de precariedades laborales que se experimentan en las generaciones de juventudes abandonadas a las economías digitales no reguladas por ninguna legislación laboral.

Preocupa que el regreso a las clases presenciales sea también la vuelta a los aprendizajes prestablecidos en el currículo lineal. Lo que aconteció con la pandemia fue lo inesperado, la incertidumbre como principio de una realidad en constante cambio; ni los pronósticos basados en la estadística y la ciencia cuantitativa sobre el comportamiento del virus instalado en la sociedad han sido verdades inamovibles. Lo esperado, lo cotidiano, lo de siempre y las inercias de las trayectorias escolares no caben en las emergencias, son de hecho un problema para superar las situaciones de crisis. ¿Por qué, entonces, la necedad de resituarse en los aprendizajes esperados?

En oposición a esta manifestación del pensamiento unidireccional, coincido con otros pedagogos mexicanos que han señalado que lo urgente y más importante es reconocer, reflexionar y recuperar los “aprendizajes inesperados”; es decir, los que resultaron de la inteligencia y la creatividad humana en contextos excepcionales, justamente para comprender realidades disruptivas, para enfrentarlas sin quedarse pasmados ante el advenimiento de su complejidad abrumadora y luego resolverse como colectividades emancipadoras, críticas y propositivas en constante transformación de sí y de sus contextos.

Necesitamos pensar un currículo para la emergencia; romper las dinámicas lineales, atrevernos a cambiar lo instituido. Resulta impensable enseñar historia u otras disciplinas que no sitúen críticamente los puntos de quiebre que nos llevaron a la crisis ambiental y a las reacciones de autodefensa de la naturaleza; no podemos seguir replicando la formación de habilidades digitales distanciándose de la resolución de las necesidades humanas. Es urgente aprender ciencias que expliquen los problemas de la salud de nuestro tiempo, que diserten sobre la producción y las prácticas de consumo sustentable, orientados por los conocimientos de la seguridad alimentaria; no debemos continuar con un tipo de gestión escolar gerencial, negando la imperiosa necesidad de construir posibilidades económicas cooperativas. Todo parece indicar que la emergencia no será la excepción, sino la condición característica de nuestro tiempo.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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