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UNESCO: La Directora General de la UNESCO acoge con satisfacción el reconocimiento del papel fundamental de los periodistas por parte del Premio Nobel de la Paz

La Directora General de la UNESCO acoge con satisfacción el reconocimiento del papel fundamental de los periodistas por parte del Premio Nobel de la Paz

La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, acoge con satisfacción la decisión del Comité del Nobel de designar a dos periodistas, Maria Ressa y Dmitry Muratov, como los galardonados con el Premio Nobel de la Paz 2021. Es la primera vez que se otorga el premio a periodistas en 86 años.

«Al otorgar este premio, el Comité Nobel ha expresado con fuerza su convicción de que la libertad de expresión y el acceso a la información son la base misma de la democracia y la paz. Estos ideales reflejan plenamente el mandato de la UNESCO. Los periodistas están en la primera línea de la lucha por arrojar luz sobre los lugares más necesitados, y a menudo se enfrentan a un tremendo riesgo personal para hacerlo. Hoy, con razón se les considera defensores de la justicia y la verdad.»

Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

La Directora General elogia en particular a Maria Ressa, quien ha estado estrechamente involucrada en los esfuerzos de la Organización para combatir el acoso en línea de las mujeres periodistas, que según las  investigaciones de la UNESCO  afecta a casi tres de cada cuatro mujeres periodistas en todo el mundo. 

En mayo de este año, la Sra. Ressa recibió el  Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO / Guillermo Cano , en reconocimiento a su destacada contribución a la defensa de la libertad de prensa frente al peligro. Al aceptar el premio en vivo durante la Conferencia del Día Mundial de la Libertad de Prensa organizada por la UNESCO en Windhoek, Namibia, en mayo, denunció especialmente el acoso coordinado en línea de periodistas y la falta de respuestas efectivas de las empresas de redes sociales. 

También participó en varias ediciones anteriores de la Conferencia Mundial de Libertad de Prensa, así como en la reciente conferencia organizada por la UNESCO, el Programa Mundial de Alimentos y la Universidad de Carolina del Sur el 24 de septiembre de 2021.

 

Contacto de prensa:  Thomas Mallard,  t.mallard@unesco.org(enlace envía correo electrónico), +33 1 45 68 22 93 

Fuente de laa Información: https://en.unesco.org/news/unesco-director-general-welcomes-recognition-crucial-role-journalists-nobel-peace-prize

 

 

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Venezuela: Néstor Mendoza: “La literatura venezolana ya no tiene un solo centro”

Néstor Mendoza: “La literatura venezolana ya no tiene un solo centro”

MARITZA JIMÉNEZ 

EL UNIVERSAL

Néstor Mendoza (Mariara, 1985), radicado en Colombia desde hace dos años, donde lleva a cabo la interesante experiencia editorial de El Taller Blanco, acaba de convertirse en uno de los tres finalistas del XL Premio Internacional de Poesía “Juan Alcaide”, de España, una convocatoria de la Asociación Amigos de Juan Alcaide de Valdepeñas, la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha y la Editorial Verbum.

El concurso, en el que participó un total de 431 libros de España y Latinoamérica, designó como ganador al cubano Evelio Traba, y destacó como finalistas, además de Néstor Mendoza, a José Landa (México) y Remei González Manzanero (España).
“Una gran felicidad”, declaró Mendoza al ser consultado. “Se trata de un libro escrito totalmente en Colombia, entre 2018 y 2020, y que de alguna manera retoma el estilo de mis primeros dos libros publicados. El libro se enfoca en la fragmentación como poética: cada poema tiene un tema y un motivo concreto”.
Este joven escritor, que transita con éxito los caminos de la poesía, el ensayo y la experiencia editorial, es licenciado en Educación, en la especialidad de Lengua y Literatura, por la Universidad de Carabobo y cursó estudios de posgrado en la Maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Finalista del I Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas en 2016, ha publicado, hasta ahora, los poemarios: Andamios (Equinoccio, Caracas, 2012), merecedor del IV Premio Nacional Universitario de Literatura 2011; Pasajero (Dcir Ediciones, Caracas, 2015); Ojiva (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, 2019), que cuenta con una edición alemana, Sprengkopf (Hochroth Heidelberg, 2019), con traducción de Michael Ebmeyer, y Dípticos (Editorial Seshat, Bogotá, 2020).
Además, ha sido Compilador de la antología de poesía colombiana Nos siguen pegando abajo (LP5 Editora, Chile, 2020) y forma parte del consejo de redacción de la revista Poesía (Valencia, Venezuela) y del equipo editorial de la revista bilingüe Latin American Literature Today (LALT), editada por la Universidad de Oklahoma.
“Mi escritura -declara-, que ya se resume en cuatro libros, tiene un interés en lo concreto y la descripción. Me ha interesado el paisaje de la niñez y de la juventud, ciertas recreaciones que la memoria retiene, la muerte vista a través de un cuerpo amenazado y la propia fragilidad del cuerpo. Esto se nota especialmente en mis dos primeros libros, Andamios y Pasajero. Y en «Ojiva» planteo un escenario del caos social venezolano, desde la metáfora del proyectil y su destrucción continua.
Dípticos, su más reciente libro publicado, plantea desde la prosa poética una lectura personal del imaginario mítico. “Es decir, me enfoco en algunos personajes de la mitología griega para darles una voz activa, en primera persona”.

-Cada uno de sus libros parece un camino distinto, ¿Cómo definiría su ars poética?
-Mi «ars poética» cambia según cada libro, según cada intención. Pero digamos que persigo la «comunicación», que el poema sea legible, nítido, que muestre y transmita un paisaje, concreto o no.
-¿Qué es, entonces, la poesía?
-La poesía, pienso yo, sigue siendo una forma distinta de comunicación. Una comunicación especial, alta, sin la presión de los intercambios económicos y sociales inmediatos. La Poesía, así en mayúsculas, es común a otros espacios discursivos. He leído alta poesía en otros géneros, en autores que escriben novelas y cuentos como Adolfo Bioy Casares y su gran novela-poética llamada La invención de Morel.
-Paralelamente, ha llevado adelante una importante obra de difusión de nuestra literatura desde su editorial El Taller Blanco. ¿Puede hablarnos de esa experiencia en la que lo acompaña la lingüista y gestora cultural Geraudí González?
-Con el Taller Blanco Ediciones nos enfocamos en la literatura hispanoamericana actual. La editorial tiene cuatro colecciones: poesía, narrativa breve, prosa de no ficción y dramaturgia. Nuestros libros tienen un formato artesanal y cada ejemplar es cosido a mano. Entre los autores de nuestro catálogo, podemos mencionar, por Venezuela, a Yolanda Pantin, José Balza, Fedosy Santaella, Víctor Manuel Pinto, Elisa Lerner y Edda Armas. También hemos publicado a poetas colombianos como Rómulo Bustos Aguirre, Camila Charry y Alejandro Cortés González, y de otros países de Latinoamérica tenemos a Manuel Iris (México), Marta Jazmín García (Puerto Rico) y Vanesa Almada (Argentina) y Rafael José Díaz y Bibiana Collado Cabrera, ambos de España.
-Desde esa perspectiva de escritor y editor, ¿cuál es su visión de la literatura venezolana actual?
-La literatura venezolana actual la concibo desde lo que se está haciendo desde la diáspora y lo que ocurre en el país. La literatura venezolana ya no tiene un único centro. Se está escribiendo desde cualquier parte del mundo. Los escritores venezolanos escriben desde Latinoamérica, Estados Unidos y España, por ejemplo, y cada quien aporta un matiz particular y amplía y diversifica sus propios temas y límites.
-Ud. nació en Mariara, tierra del fallecido poeta Harry Almela, ¿qué ha signficado para Ud. su geografía natal?
-Mariara es un municipio que se encuentra en medio de dos capitales: Valencia y Maracay. De alguna forma, Mariara tiene más de pueblo aragüeño que de pueblo carabobeño. Hay mucha cercanía geográfica y afectiva con Maracay. Mariara es la tierra de la infancia, del colegio, del bachillerato, de la juventud. Mariara es la tierra de los inicios y de la ingenuidad. También es el lugar de los primeros lugares y paisajes en mis poemas (especialmente de mi primer libro, Andamios, publicado en 2012). Personalmente, admiro mucho la obra de Harry Almela (sus poemas de La patria forajida, de Los daños colaterales, sus ensayos), lo leí con atención y visité su casa en dos oportunidades. También hay otro buen poeta y gran amigo de Mariara, Antonio González Lira, y el joven Jhon Rivera Stredel, con quienes compartí muchas lecturas y encuentros sabatinos.
 
@Weykapu
Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com/entretenimiento/109166/nestor-mendoza-la-literatura-venezolana-ya-no-tiene-un-solo-centro
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Ocio educativo e inteligencia artificial

Por: Salvador Carrasco Calvo

El mundo del ocio educativo lleva años trabajando en las plataformas digitales, al servicio de las personas y de la sociedad. Lo hace promoviendo la inclusión digital y luchando contra las brechas digitales; facilitando el acceso a las tecnologías y su utilización; capacitando en habilidades digitales a muchos niños, adolescentes y jóvenes; promoviendo, también digitalmente, el cuidado solidario del planeta, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo hace con objetivos y prioridades claras; desde una genuina inquietud ética; y con una actitud crítica, abierta y activa, a partir de la cual es posible mejorar las cosas, ahora y aquí, para aprovechar el potencial de la digitalitzación y hacer todo lo posible para que la vulnerabilidad social producida per la pandemia no llegue a ser estructural i crónica.

Educación y digitalización

Escribo tras la lectura de La era del capitalismo de la vigilancia (Paidos, Barcelona, 2020), de Shoshana Zuboff. Un libro denso, pero imprescindible para entender las mutaciones más recientes del modelo capitalista, de la mano de la gobernanza computacional, que somete a los usuarios a una vigilancia, a gran escala y a todos los niveles. En definitiva, el conductismo radical basado en B. F. Skinner, como predecesor, y en Alex Pentland, como inspirador.
Para nosotros es de especial interés el agudo análisis de Zuboff sobre la vida de los adolescentes y jóvenes (capítulo 16), atrapados en las redes sociales, muchas veces lejos del mundo de la vida, con fenómenos que muestran el precio o peaje emocional de las redes (adicción, no desconexión, aborrecimiento, confusión, aflicción y aislamiento). Lo que está en juego es la autonomía personal y la comunicación humana directa y cara a cara, cara a cara, propia de la vida social real. La obra viene a confirmar que la salvaguarda del sujeto, individual y colectivo, es una de las tareas irrenunciables del momento. Otros autores han visto en les TIC unos instrumentos que favorecen la creatividad y la realización personal de los jóvenes y un instrumento útil para el desarrollo de la investigación en campos, por ejemplo, como la salud.

Con todo, estamos ante un tema complejo en el que inciden los entornos sociales, los habitats, las diferencies sociales y las maneras como son utilitzadas. La pregunta fundamental , en el campo educativo, sigue siendo cómo se ha incorporado lo digital a la vida cotidiana de los jóvenes y cómo estos perciben su relación con las tecnologías.

El Sector del Ocio Educativo mantiene su compromiso para con el desarrollo de la personalidad de los niños y jóvenes; con los valores que siempre han definido nuestra labor educativa, a través de la formación y de nuestra participación activa en los territorios y comunidades donde estamos presentes. Desde estos mismos valores, trabajamos para lograr una sociedad democrática inclusiva también en lo digital. Trabajamos con un modelo formativo que combina presencialidad y virtualidad, al servicio de la autonomía de las personas y de la Comunidad.

El reto ético de la Inteligencia Artificial

Desde hace unos años, la Unión Europea se plantea regular la protección de los datos personales, con el fin de garantizar la privacidad y la ciberseguridad. La Inteligencia Artificial (IA) puede beneficiar a la sociedad y a la economía y plantea, al mismo tiempo, nuevos retos para el futuro del trabajo y no pocas cuestiones legales y éticas, como recordó la Comisión Europea en una Comunicación, el 24 de julio de 2020. Hoy nos interesamos por los retos éticos.

En dicha Comunicación se hacen afirmaciones muy significativas para quienes hacemos de los valores referencias vitales fundamentales: los valores en los que se basan nuestras sociedades deben integrarse plenamente en la evolución de la Inteligencia Artificial; las directrices son necesarias, como marco regulador que respete los principios y valores éticos que inspiran a la Unión Europea; también defiende un enfoque ético de la IA al afirmar la prevalencia del respeto por la dignidad humana, los derechos humanos y el Estado de Derecho; democracia y pluralismo; a la justicia y la libertad; la igualdad y la no discriminación; y la sostenibilidad.

El Código Ético de las Tecnologías Digitales obliga a ponerlas al servicio de las personas y de su bienestar, para garantizar la seguridad y la privacidad; a la transparencia de los algoritmos; al cumplimiento de las normas legales; a evitar, de acuerdo con los principios éticos, cualquier tipo de discriminación y minimizar los impactos ambientales. Recientemente, hasta se llegó a proponer un juramento hipocrático para los tecnólogos.

Más allá de la moda y los oportunismos, la mayor novedad se puede encontrar en los intentos de crear un marco legal que regule el control de los datos personales de los trabajadores en el sistema informático de las empresas. Nos gustaría pensar que, por fin, el tráfico comercial desregulado de datos personales («capitalismo de vigilancia») practicado por las multinacionales del Sector (Google, Amazon, Facebook, Appel ) desde los primeros años de este siglo, comienza a ser cuestionada, también ante los Tribunales Superiores de Alemania, Irlanda, EE.UU. y la propia UE.

Nos preguntamos si esta problemática afecta y cómo a la actividad cotidiana de nuestro Sector; cómo integramos los valores que defendemos en el desarrollo de proyectos y programas de carácter tecnológico y digital; cuál es el enfoque ético del trabajo que realizamos en este campo; y, por último, si a la luz de estas reflexiones, sería recomendable actualizar o revisar nuestros Códigos de Ética.

Una utopía creíble

Entre los valores que solemos proclamar en un lugar destacado está el de la Utopía. Decimos que queremos un mundo mejor, que aspiramos a transformar o mejorar una realidad que vemos marcada por la injusticia, la desigualdad social y el dolor de las personas que quedan en los márgenes de la sociedad. La grandilocuencia que a veces utilizamos ha acabado llevándonos a ser discretos con el lenguaje que utilizamos. Pero la dureza y la severidad de lo que sucede nos llevan a recordar la importancia recurrente del pensamiento utópico. La utopía es un valor que, de hecho, nutre e inspira los proyectos sociales emblemáticos que llevamos entre manos. Por lo tanto, haremos bien en volver a recapacitar sobre la relación entre utopía y realidad.

El análisis crítico de los avances y desarrollos de la Inteligencia Artificial, más allá de las modas y oportunismos, nos ha llevado a la relectura de los tres volúmenes de la obra de Manuel F.E. El pensamiento Utópico en el Mundo Occidental (Tauro, 1981); a la de J. Habermas Teoría y praxis. Estudios de filosofía social (Tecnos, 1987); y la de tres novelas que todavía tienen interés y actualidad: 1984 de G. Orwell; Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y Waldem Dos, de B.F. Skinner.

El primero de los libros nos da una visión histórica exhaustiva; el segundo nos permite un análisis teórico muy fino sobre la separación entre política y ética. Por su parte, Huxley se hacía «preguntas sin sentido» para Skinner, que era un behavioirista sin cotemplaciones, centrado en el comportamiento colectivo desde su «ingeniería de la conducta»: Skinner estaba interesado en planificar prácticas culturales y llevar a cabo experiencias piloto: «No estaría mal comenzar con algo como Waldem Dos«, escribió en 1976. Si, para Huxley, cada grupo humano era una sociedad de universos-islas, para Skinner era una colmena objeto de planificación. Después de comprobar cómo el conductismo más radical prescinde de la ética e inspira el captalismo de la vigilancia, no nos cabe duda alguna en el momento de traer a colación estas referencias bibliográficas.

Somos conscientes de la magnitud global y la relevancia de los retos de la Inteligencia Artificial para la construcción de una sociedad más justa y democrática. Debemos constatar el retraso, de más de una década, con que empezamos a interesarnos por estas cuestiones, si lo comparamos con la llegada de las multinacionales. Pero ello no impide que nos sintamos obligados a preguntarnos por el mundo que dejamos a las generaciones que nos siguen, por lo que podemos hacer para salvaguardar los derechos preferentes de los niños, los jóvenes y los ancianos, ignorados y olvidados con demasiada frecuencia. Se trata de hacerlo de una determinada manera: desde la acción y el servicio compartido a la comunidad, desde el compromiso con las personas y los grupos más necesitados, desde el cuidado y la atención personalizada.

La nuestra es una utopía realista, capaz de inventar, de abrir nuevos caminos e ir contracorriente, cuando hay que hacerlo. Por este realismo y por sus raíces en el tiempo y espacio en el que se formula, nuestra utopía es dinámica, fomenta la búsqueda de caminos que hagan viable lo inédito; es digna de crédito por mantenerse en el marco de lo posible, sin renunciar al contexto ético y moral correspondiente. Es la utopía de una ciudadanía libre, autónoma y plural, no desencantada, que sigue oponiéndose al divorcio entre el bien común y el ethos, al nihilismo y a la abstinencia valorativa; la utopía de un ciudadano responsable y comprometido, consciente de que la justicia es más que obediencia y sumisión a las leyes.

Se puede ver, día tras día, que hay razones para la esperanza: el sector lleva entre manos proyectos innovadores, pensados globalmente (desde los ODS), arraigados en la vida cotidiana, con los pies en el suelo; ambiciosos y realistas al mismo tiempo; basándonos en lo que mejor hemos hecho en las últimas décadas y con un coraje renovado de cara al futuro, con la vista puesta en un mañana que insta y empuja.

Venimos diciendo, desde hace unos años, que pertenecemos a aquel espíritu que no sabe ni quiere vivir sin sueños, sin ideales; sabiendo que son u-topos, que no existen aún en lugar alguno, y que, por su carga ética y moral, son irreductibles a ideologías y al pensamiento único.

Fuente de la información e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com

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100 años de la SEP: ¿mucho que celebrar, poco que aplaudir?

Por: Abelardo Carro Nava

«En los últimos 10 años han transitado por la SEP, poco más de 10 Secretarios de Educación; ello es un fiel reflejo de la escasa importancia que se le da a la educación en nuestro país…»

Como bien sabemos, el 25 de julio de 1921 el presidente Álvaro Obregón, decretó la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), medida que fue aprobada días más tarde por la Cámara de Diputados. De esta forma, el 3 de octubre de ese mismo año, se publicó la creación de esta Dependencia en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Y bueno, para el 12 de octubre, José Vasconcelos asumió el cargo como Secretario de Educación Pública, siendo el primero en tomar las riendas de esta importante y trascendental institución educativa en la vida de los mexicanos. La historia, así lo demuestra.

Cien años han pasado desde su creación y, desde luego, hay motivos suficientes para celebrar este hecho, sin embargo, no está por demás, propiciar una serie de reflexiones en torno a los distintos eventos que han marcado la historia de esta Dependencia. Por principio de cuentas, deseo plantear dos afirmaciones y/o provocaciones que me parecen harto pertinentes pues, la comprensión de esos acontecimientos, no se logra sin analizar la época y circunstancias políticas, sociales, económicas y culturales que caracterizaron ciertos periodos de tiempo: a) la historia de la educación en México, ha estado enmarcada por grandes desigualdades y por inequidades que han evidenciado los intereses políticos (estatales, nacionales e internacionales) que han propiciado la “imitación” de diversas figuras, modelos o políticas que han sido, muchas de ellas, fallidas en nuestro territorio; b) la SEP ha sido maniatada por los gobiernos de todos los colores y sabores quienes, anteponiendo sus propios intereses o los del partido político que los llevó al poder, se olvidaron de un interés supremo: el del estado mexicano. Me explico.

Un ejercicio que, en algunas ocasiones he llegado a implementar en el aula, con mis alumnos, dependiendo del tema y asignatura que hemos trabajado en algún momento del ciclo escolar, ha sido la construcción de una línea del tiempo para conocer y comprender los distintos proyectos educativos nacionales que se han puesto en marcha en nuestro país, a partir de 1921, para garantizar el derecho a la educación del pueblo mexicano, derecho que, como bien sabemos, está plasmado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Hemos observado con detenimiento esa línea, y hemos identificado diversos proyectos educativos nacionales: el de la educación nacionalista (1921-1924), el de la educación rural e indígena (1924-1942), la educación socialista (1934-1942), la educación técnica (1915-1993), el de la unidad nacional (1942-1970), la descentralización educativa (1970-1995), las reformas educativas de la década de los 90 (1990-2000), el compromiso social por la calidad de la educación (2000-2006), la alianza por la calidad de la educación (2006-2012), la reforma educativa (2012-2018), la otra reforma educativa (2019-    ). Línea del tiempo que, como podrá deducirse, refleja con mucha claridad el tránsito de las distintas visiones que han permeado el Sistema Educativo Mexicano y, por las cuales, se han implementado diversas políticas cuyo tratamiento analítico nos llevaría muchas cuartillas pues, cada una de ellas, contendría información valiosa que aportaría elementos para un diálogo en cada uno de los salones de clase.

Desde mi perspectiva, considero que hay dos periodos importantes que marcan un parteaguas en la historia educativa de nuestro país y cuyos resultados están a la vista de todos: el que acompaña la creación de la SEP hasta la década de los 90, y el comienza a partir de esta década hasta nuestros días; este último, evidencia el declive y desastre educativo que los gobiernos, desde la era modernizadora salinista hasta nuestros tiempos, han generado en razón de esa cosa extraña que algunos llaman “calidad educativa”, ¿qué es lo que se ha implementado en nombre de esa calidad educativa?

Ahora bien, si a esa misma línea de tiempo le colocamos los distintos Secretarios que han dirigido los destinos de la educación en México, encontraríamos diversos nombres, desde José Vasconcelos, José Manuel Puig, Moisés Sáenz, Narciso Bassols, Jaime Torres Bodet, Luis Sánchez Pontón, Fernando Solana, hasta un Manuel Bertlett, Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño, Otto Granados, Esteban Moctezuma y, hoy día, la profesora Delfina Gómez. Desde luego que, como hemos observado, hay diferencias importantes en cuanto a su trayectoria académica, profesional o política, un hecho que es indiscutible porque, con esos referentes, entenderíamos algunas de las acciones, traducidas en obras, que nos llevarían a celebrar los cien años de fundación de esta institución educativa mexicana, pero, también, a ser lo suficientemente objetivos para mirar, desde una perspectiva crítica, los desaciertos que se han cometido. Y no es para menos, reitero, la SEP ha sido maniatada por los gobiernos en turno en las últimas décadas.

Algunos de los motivos que nos llevarían celebrar su creación son: las misiones culturales, la creación de cientos de bibliotecas como complemento a la escuela, las escuelas normales, la disminución del analfabetismo a través de intensas campañas, el establecimiento del Consejo Nacional de Fomento Educativo, los libros de texto gratuitos, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos la cobertura educativa nacional, la educación obligatoria, entre otros. Pero, por otra parte, algunos que no más no acaban de entenderse, porque su concepción misma no corresponde del todo a la realidad mexicana, son los que se desprenden de la implementación de ciertos modelos o políticas cuyo origen se halla en la globalización y en ciertos organismos internacionales que han dado al traste en el quehacer cotidiano que se vive en cada uno de las escuelas y salones de clase.

Aciertos y desaciertos que hoy día nos permiten comprender los enormes retos que se tienen en materia educativa en nuestro país.

Hace unos días, en un foro que organizó grupo Milenio denominado 100 de la SEP, con la periodista Alma Paola Wong (https://www.youtube.com/watch?v=SwMonVXbHAM), dialogamos sobre este tipo de cuestiones. Me pareció interesante que, en dicho foro, se contara con la presencia de la actual Secretaria de Educación. Ojalá, tal y como lo planteé en este espacio, esta funcionaria se diera la oportunidad de escuchar al magisterio mexicano. No basta con reconocer que, en nuestros días, nuestro sistema educativo pasa por enormes retos derivado de los problemas que le aquejan desde hace años. Se agradece, desde luego, dicho reconocimiento. No obstante, considero se tiene que transitar del discurso a los hechos, por ejemplo, para nadie es desconocido que, en educación básica, los profesores siguen realizando su quehacer docente con base en el plan de estudios 2011 y 2017, ¿por qué no se ha concretado eso que algunos llaman Nueva Escuela Mexicana?, ¿por qué, después de tres años de gobierno autodenominado de la cuarta transformación, aun no se cuenta con un plan de estudios?, ¿por qué, después de tres años de este gobierno, aun no se cuenta con un proyecto educativo nacional que delineé las acciones a implementar en el Sistema Educativo?

En los últimos 10 años han transitado por la SEP, poco más de 10 Secretarios de Educación; ello es un fiel reflejo de la escasa importancia que se le da a la educación en nuestro país; en los últimos 20 o 30 años, se han atendido las políticas internacionales que proponen la solución de los problemas educativos nacionales a través de la calidad educativa y, debo decirlo, no más no se ha avanzado porque, dichos problemas, siguen latentes, hoy más que nunca.

Sí, celebró la creación de la SEP; en absoluto aplaudo lo que ciertos funcionarios y gobiernos han cometido en nombre de la tan renombrada calidad educativa.

¿Pensamos entonces en el diseño e implementación de un proyecto educativo nacional transexenal que beneficie a todos los mexicanos?

Al tiempo.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Los estudiantes universitarios están exhaustos emocionalmente y necesitan ayuda

Por: Paulette Delgado

A más de un año de la pandemia, los estudiantes universitarios de nuevo ingreso están exhaustos mental y físicamente.

A medida de que los estudiantes universitarios de nuevo ingreso toman sus primeras clases presenciales, muchos están emocionados por iniciar una nueva etapa pero también están sintiendo los estragos de los desafíos creados por la pandemia. Según resultados preliminares de la encuesta anual de participación estudiantil para estudiantes universitarios de nuevo ingreso (BCSSE por sus siglas en inglés) las y los estudiantes están agotados y presentan un aumento en problemas de salud mental. El estudio se aplicó a cerca de 50 mil estudiantes de nuevo ingreso desde mayo hasta septiembre de 2021. De los participantes, más del 50 % contestó que se sienten mental y físicamente exhaustos, un 30 % sufre de depresión, el 27 % se siente más solos, otro 27 % siente incapacidad para concentrarse, y un 20 % se siente desesperado.

A casi un año y medio de pandemia y cambios en la normalidad, era de esperarse que surgieran este tipo de problemas, especialmente porque el acceso a apoyo en temas de salud mental también se vio afectado. Otra encuesta que se enfoca en el impacto del COVID-19 en la salud mental de 18,764 alumnos universitarios estadounidenses. De estos, 41.8 % respondió que han buscado apoyo pero, de este porcentaje, el 60.1% dijo que obtener ayuda es algo o mucho más complicado. Por otro lado, el 69 % de los estudiantes dijeron que la administración de su institución les brindó ayuda pero de dónde más recibieron respaldo fue de sus profesores (78 %).

La Fundación JED realizó una guía sobre cómo abordar la salud mental y el bienestar en el campus. Según la Fundación, además de preocuparse por un regreso presencial sin riesgo de contagios, se necesita abordar temas de bienestar mental y emocional. En este sentido, lo primordial es la planificación estratégica. Para garantizar el éxito, el bienestar y la seguridad de los estudiantes se necesita organización, especialmente para garantizar que todos tengan la mismas oportunidades y no excluir a minorías. Este proceso debe incluir a los profesores, el personal y las familias ya que han pasado por los mismos desafíos que los estudiantes, sugiere la fundación.

Debido a que cada institución es diferente, la Fundación JED recomienda realizar encuestas, tener grupos de enfoque, o cualquier otra medida para recopilar datos para saber qué están pensando no sólo los alumnos, sino el personal educativo y las necesidades de toda la comunidad educativa. Después de tener una buena recolección de datos y se creen estrategias, es importante planear cómo comunicarse con la comunidad de manera clara y relevante. Las y los estudiantes, sus familias y el personal docente son bombardeados con actualizaciones e información que cambia constantemente, así que decirles las cosas de manera puntual y oportuna es muy importante para que no haya confusiones. Hacerlo, según la Fundación JED, mejorará la confianza de la comunidad en los procesos y decisiones de las instituciones.

Otra estrategia valiosa es enfocarse en habilidades para la vida ya que estas ayudan a los alumnos a lidiar con los factores estresantes producidos por la pandemia, a tomar decisiones, fomentar la resiliencia y lograr el éxito académico. Ofrecer programas enfocados en conexiones sociales, la empatía, el procesamiento del dolor, manejo del estrés, la atención plena, entre otros, e incluir recursos para el profesorado y el personal administrativo. El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés), por ejemplo, creó una página de recursos integrales para lidiar con el estrés. Además, es esencial recordar que probablemente muchos estudiantes perdieron a alguien cercano debido al COVID-19, por lo que es recomendable ofrecer grupos de apoyo, programas y demás servicios enfocados en el duelo.

Los sentimientos de soledad se han visto exacerbados por el distanciamiento físico durante el último año y medio, por lo que es clave que se promueva la conexión social y crear una comunidad. La Fundación JED recomienda promover programas de apoyo entre pares, siempre que sea posible, e incentivar el activismo estudiantil ya que puede fomentar conexiones y colaboraciones entre los propios alumnos. Sobre este último punto, las universidades deben trabajar con sus estudiantes para garantizar que cuenten con los apoyos y estructuras adecuadas para que se expresen. Proporcionar una variedad de recursos de apoyo, como foros o grupos estudiantiles, es fundamental para permitir que ellos procesen su activismo.

Por otro lado, las personas que trabajan en las universidades muchas veces son la única conexión que un estudiante tendrá, especialmente si su educación es totalmente en línea, por lo que es fundamental tener programas de capacitación y formación para la facultad. La Fundación JED también recomienda promover recursos para que las familias reconozcan las señales de advertencia en jóvenes con problemas de salud mental para que respondan y refieran a los estudiantes el apoyo que necesitan. Además, aconsejan tener información actualizada en sus sitios web principales, no sólo en centros de bienestar o asesoramiento.

También sugieren incluir el bienestar emocional en los servicios de salud del campus. Por ejemplo, dentro de las herramientas de detección del COVID-19, incluir preguntas sobre cómo se sienten emocionalmente y no sólo si han estado en contacto con alguien que haya salido positiva. Estas preguntas proporcionarán datos útiles sobre los desafíos que enfrentan las y los alumnos y no sólo ayudará a planear la mejor manera de atender sus necesidades, sino también es un recurso para que el alumnado reflexione sobre su salud mental. Como se mencionó anteriormente, el 60 % de los estudiantes encuestados informan que la pandemia aumentó la dificultad para atender su salud mental. Los campus pueden considerar la posibilidad de crear boletines o campañas de salud mental para difundir sus recursos y hacerlos más accesibles. El sitio web del Centro de asesoramiento de la Universidad de Pittsburgh es un buen ejemplo de cómo mostrar todos los servicios disponibles. Por su parte, el Tec de Monterrey creó el programa “Tqueremos” que se enfoca en el bienestar integral de los estudiantes, brindando apoyo emocional, social, financiero, ocupacional, espiritual, intelectual, física y social.

Para que los recursos de atención de salud mental sean más integrales y efectivos, la Fundación JED recomienda incrementar el personal de apoyo, que la diversidad del personal refleje la población estudiantil, flexibilidad en los enfoques de tratamiento y proveedores fuera del campus que ofrecen servicios complementarios o especializados. Por otro lado, la fundación insiste en considerar a los profesores dentro de estos programas ya que de esta manera ellos también pueden procesar sus experiencias y trauma con respecto al impacto de la pandemia al mismo tiempo que apoyan las necesidades de los estudiantes.

Por último, la Fundación JED aconseja tener un protocolo de emergencia claro y accesible para guiar a la comunidad. Proporcionar información de emergencia como números de teléfono para situaciones de crisis, chats o servicios de texto también es de gran ayuda. La información que proporcione la universidad debe ser clara de manera que sea sencillo para la comunidad universitaria encontrar estos recursos y puedan compartirlos con sus compañeros y colegas. Las universidades también deben estar preparadas con información y protocolos sobre qué hacer en caso de que algún alumno muera debido al COVID-19, cuando se presente algún caso de suicidio u otro tipo de accidente o enfermedad. Saber reconocer, responder y referir a los estudiantes que presentan problemas de salud mental y tendencias suicidas puede ayudar a prevenir crisis.

La encuesta anual de participación estudiantil para estudiantes universitarios de nuevo ingreso reporta que los estudiantes se mantienen optimistas, a pesar de estar exhaustos emocionalmente. Ahora que más universidades están retomando las clases presenciales o usan modelos híbridos, es indispensable dar prioridad a la salud mental de la comunidad, planear la mejor manera de apoyar tanto al alumnado, profesorado, así como también a las familias y la comunidad.

¿Has considerado que la pandemia te ha afectado emocionalmente? ¿Te sientes más agotado? ¿Crees que tu universidad tiene buenos recursos sobre salud mental? ¿Los conoces? Deja tus comentarios abajo.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx

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Javier Tolcachier: Por el derecho a una internet con derechos

¿Qué duda cabe que la época está atravesada por una rasante revolución tecnológica, con la irrupción de la digitalización en casi todas las actividades sociales?

Internet, un espacio tan vital para nuestra interacción social ha ido mutando en sus características, alejándose de todo posible control democrático y siendo cada vez más permeado por los intereses mercantiles corporativos. Intereses que concentran poder y riquezas en un puñado de empresas transnacionales que van ejerciendo un control de facto sobre los contenidos que circulan por la red.

¡Sí!, la internet y sus tecnologías conexas, que idealmente pudieran servir para una mayor democratización del conocimiento y del quehacer político, que pudieran contribuir a una mejor distribución del bienestar y el patrimonio colectivo de la humanidad, se encuentran intervenidas por intenciones monopólicas particulares, que impiden o dificultan que aquello se realice.

De allí que es imprescindible analizar con mayor precisión cuáles son las intenciones y procesos que subyacen a la instalación de este modelo tecno-digital, cuáles son sus principales impactos y su posible devenir.

Los procesos en curso

Suele suceder que procesos que guardan alguna similitud externa, pero que son movilizados por distintas intenciones son confundidos y asimilados como idénticos, pese a constituir direcciones históricas distintas y hasta opuestas.

Tal es el caso de procesos como la mundialización [1] y la globalización. Mientras la primera corresponde a una tendencia histórica de conexión entre pueblos y culturas, llegando en la actualidad a formar un mosaico de diversidad plenamente interconectado y en camino a una posible Nación Humana Universal, la globalización responde al interés de empresas capitalistas de ampliar sus operaciones sin límites geográficos, intentando a su vez evadir toda responsabilidad localizada.

Es obvio que mientras la mundialización tiene una clara dirección de evolución, conllevando la posibilidad de compartir la acumulación histórica de cada cultura y de colaborar mutuamente para sortear los desafíos comunes y también los particulares de cada pueblos, la globalización actúa de manera regresiva, concentrando capital y poderío y alejando de la base social las capacidades de decisión democráticas, de por sí menguadas por la propia descomposición de la democracia formal en la institución Estado.

Algo similar acontece con las tecnologías digitales y la internet, encuadradas como están en los procesos anteriormente mencionados.

Si uno observa el avance de la digitalización a la luz de la mundialización, se hace evidente la utilidad de acortamiento del tiempo y las distancias en la comunicación junto a la posibilidad de acceder a conocimientos y compartirlos de forma libre.

Desde un espíritu mundializador, internet es una vía positiva para expresarse, cotejar hábitos, compartir experiencias, fortalecer proyectos, comunicar utopías, convocar a transformaciones y percibir al mundo y la humanidad como un todo, unido por un destino común.

Pero si se mira a estos mismos portentos tecnológicos bajo la lupa de la globalización, se devela que estamos ante un momento de reconversión del sistema capitalista, inmerso en una encrucijada por la monstruosa derivación especulativa de sus excedentes, y la reducción para el capital de espacios con márgenes de ganancia apetecibles en actividades productivas de la economía real para su afán de lucro ilimitado y presuroso.

La economía digital globalizada constituye una puerta de escape, junto con la promocionada “revolución verde”, de un sistema de acumulación excluyente e injusto que tiende, por su misma esencia, a la concentración de riqueza, a la segmentación social y, contrariamente a lo que se pretende pregonar, a la depredación del hogar común, privatizando el bienestar y socializando tan solo dificultades.

No es de extrañar entonces que el mismo Foro Económico Mundial, un cónclave de los poderosos e insensibles del mundo, haya abrazado con fervor al mismo tiempo la causa digital y el discurso de transformación ecologista. Para Naomi Klein, “El gran reinicio” – programa presentado en Davos 2020 por Klaus Schwab, director del FEM y también miembro del consejo de administración del elitista club Bilderberg y el príncipe Carlos, conspicuo miembro de la realeza Británica- es un lugar para pregonar soluciones tecnológicas con fines de lucro para problemas sociales complejos; para escuchar a los jefes de los gigantes petroleros transnacionales opinar sobre la necesidad urgente de abordar el cambio climático; para escuchar a los políticos decir las cosas que dicen durante las crisis: que esto es una tragedia pero también una oportunidad, que se comprometen a reconstruir mejor y a marcar el comienzo de un «planeta más justo, más verde y más saludable».

No por nada, entre los principales oradores en esa ocasión estuvo también el presidente de Microsoft, Brad Smith, quien señaló de modo explícito: «Los datos, y la tecnología en general, son herramientas indispensables para resolver casi todos los problemas a los que nos enfrentamos».

Tampoco es casual que ya en marzo de 2017, el Foro Económico Mundial (WEF) inaugurara el primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial en San Francisco, Estados Unidos, en una zona de alta concentración de incubadoras y empresas tecnológicas.

Los dos caminos 

Estamos ante una clara bifurcación de caminos. Un camino corto y veloz, el de una tecnologización digital acrítica, que conduce a una mayor dependencia de poderes concentrados y un aumento de la desigualdad y la exclusión social. El otro camino, con la mirada puesta en el interés común y la participación social, es quizás  más largo y lento, pero conduce a más autonomía, equidad, inclusión y complementación social.

Por el camino que pretende el capital concentrado, internet perderá todo componente social y humano. La ansiada conectividad universal será entonces tan solo el aprovechamiento por parte de ávidos hombrecillos del negocio corporativo de la inversión social en infraestructura ejecutada por los Estados.

Por esta vía, se multiplicarán las plataformas digitales ofreciendo trabajo precarizado. El teletrabajo, lejos de servir a la reducción de la jornada laboral, la aumentará. Se agudizarán las diferencias salariales entre trabajadores del conocimiento y empleos de segundo o tercer orden. Para las mujeres, la nueva explotación digital se sumará al trabajo de cuidado no remunerado y las diferencias de paga con los hombres.

Si internet se convierte definitivamente en la autopista del negocio transnacional, continuarán proliferando los instrumentos de manipulación informativa, de vigilancia y control, transformando a las personas en objetos de un extractivismo de datos ilimitado.

El avance corporativo digital sobre la educación y la salud traerá consigo la intervención ideológica de sus contenidos y la invasión de la privacidad de las comunidades involucradas, siempre para mayor gloria y riqueza de los accionistas de fondos de inversión.

Por este camino, aumentará la desigualdad entre el Norte y el Sur global, que continuará abasteciendo al Norte con materia prima digital y física a través del consumo extendido sin gozar de los beneficios que otorgan la propiedad de las patentes y licencias de tecnología.

Por ese sendero, las corporaciones irán primero  invadiendo y después capturando todo resquicio de actividad democrática, tornándose en una suerte de gobierno global corporativo, avanzando sobre el sistema multilateral de relaciones internacionales  y convirtiéndolo en mera pantalla para legitimar sus intereses.

El camino alternativo es el de la apropiación común de la tecnología digital para beneficio exclusivo de la comunidad humana en su conjunto.

Para que el derecho a internet constituya una ampliación efectiva de derechos, como en cualquier otro campo y ocasión de la historia, es imprescindible la participación decidida de los pueblos y sus organizaciones.

De este modo, podrá establecerse una alianza entre el Estado y la comunidad organizada, una alianza público-comunitaria que desplace la nefasta “asociación público-privada”, que en el marco neoliberal legitimó la intromisión del capital en regiones hasta entonces vedadas a sus negocios.

Desde esa alianza público-comunitaria podrán acometerse proyectos de conectividad universal de gestión compartida o autónoma para que las infraestructuras, herramientas y conocimiento y la necesaria inversión estatal se orienten al bien común y a la formación de usuarios activos y críticos.

En esa perspectiva, las prioridades son garantizar la soberanía y la autonomía con la generación de alternativas tecnológicas descentralizadas, no invasivas, interoperables y de libre elección; forjar redes de cooperación entre organizaciones para pasar de ser meras receptoras a generadoras y hacedoras de políticas sobre tecnología y posibilitar el acceso irrestricto y compartido al conocimiento estratégico entre naciones.

Es ineludible colocar hoy fuertes impuestos a las grandes empresas tecnológicas y plataformas digitales y evitar su fuga a guaridas fiscales para financiar una Renta Básica Universal Incondicional. Asimismo exigir leyes que garanticen la protección y propiedad individual o comunitaria de los datos y regulen el accionar de plataformas digitales comerciales desde el interés público.

Es fundamental apropiarse no solo del uso, sino también de la creación de tecnología y redes sociales no tuteladas ni extractivistas para favorecer la comunicación, la organización y el acercamiento social.

En definitiva, el progreso científico-tecnológico es un logro de los pueblos y de su acumulación histórica. Las herramientas digitales deben servir para la plena realización del ser humano. De lo contrario, no solo son inútiles, sino también perjudiciales.

Esta ponencia fue expuesta el 6/10/21 en el marco de la sesión del Grupo de Educación, Academia, Ciencia y Tecnología (GEACT), mecanismo de la sociedad civil en la agenda de desarrollo sostenible (Agenda 2030) y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre Desarrollo Sostenible (FPALCDS). Algunos de los contenidos vertidos forman parte de los diagnósticos y propuestas colectivas de las Jornadas “Utopías o distopías. Los Pueblos de América Latina y el Caribe ante la era digital” organizadas por el espacio Internet Ciudadana.

Nota:

[1] Para ampliar el concepto de mundialización ver: Silo, Diccionario del nuevo humanismo. Obras completas Vol. II. pag. 538 (2002)  México. Editorial Plaza y Valdés.

Javier Tolcachier es investigador en el Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias de Paz y No Violencia Pressenza.

Fuente: https://rebelion.org/por-el-derecho-a-una-internet-con-derechos/

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La pobreza multidimensional también es problema étnico

En India, cinco de cada seis personas que viven en pobreza multidimensional -que mide ingresos, salud, educación y nivel de vida- pertenecen a las llamadas «tribus o castas bajas», de acuerdo con un índice del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

El origen étnico, la casta y el género tienen un impacto enorme en la probabilidad de que las personas vivan en pobreza multidimensional, la que es medida con indicadores de ingreso, salud, educación y nivel de vida, expuso un nuevo informe del PNUD divulgado este jueves 7.

En nueve grupos étnicos encuestados por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y la Iniciativa de Oxford para la Pobreza y el Desarrollo Humano, más de 90 por ciento de su población está atrapada en la pobreza.

La investigación para el informe se realizó en 109 países donde viven 5900 millones de personas, hizo un desglose por etnia, raza y casta en 41 naciones, y dio como resultado el Índice de Pobreza Multidimensional del PNUD.

En los países en desarrollo hay 1309 millones de personas en situación de pobreza multidimensional, y de ellos 1100 millones viven en zonas rurales y 209 millones en áreas urbanas. Dentro de un país, esa pobreza puede variar enormemente entre los distintos grupos étnicos.

Los pueblos indígenas de América Latina, por ejemplo, se encuentran entre los más pobres. En Bolivia, las comunidades indígenas constituyen 44 por ciento de la población, pero representan 75 por ciento de los pobres multidimensionales.

En India, cinco de cada seis personas en situación de pobreza pertenecen a “tribus o castas inferiores”, de acuerdo con la investigación.

Los dos grupos étnicos de Gambia tienen más o menos el mismo valor en el Índice, pero con diferentes privaciones, mostrando que se necesitan diferentes acciones políticas para encontrar soluciones efectivas en casos distintos.

En Vietnam, las minorías étnicas constituyen una sexta parte de la población total, pero casi la mitad viven en pobreza multidimensional.

El Índice “nos recuerda que, si queremos aprovechar esta crisis para construir mejor en el futuro y diseñar respuestas efectivas que no dejen a nadie atrás, es necesario obtener una imagen general de los efectos de la pobreza sobre las personas, saber quiénes son y dónde viven”, dijo Achim Steiner, administrador del PNUD.

En cuanto a la cuestión del género, el estudio muestra que cerca de dos tercios de las personas multidimensionalmente pobres, es decir, 836 millones, viven en hogares donde ninguna mujer o niña ha completado al menos seis años de escolarización.

“El Índice de Pobreza Multidimensional nos recuerda que, si queremos aprovechar esta crisis para construir mejor en el futuro y diseñar respuestas efectivas que no dejen a nadie atrás, es necesario obtener una imagen general de los efectos de la pobreza sobre las personas, saber quiénes son y dónde viven”: Achim Steiner.

Además, una sexta parte de todas las personas en esta situación, unos 215 millones, viven en hogares en los que al menos un niño o un hombre completó seis o más años de escolarización, pero ninguna niña o mujer lo ha hecho.

El informe también constata que estas mujeres y niñas corren un mayor riesgo de sufrir violencia doméstica.

En África subsahariana, 556 millones de personas (53 por ciento de la población) viven en pobreza multidimensional, y 532 millones en el sur de Asia (29 por ciento). Los países con más personas en esa condición son India, Nigeria, Pakistán, Etiopía y la República Democrática del Congo.

En América Latina y el Caribe la pobreza multidimensional alcanza a 37,4millones de personas, y en los Estados árabes a 45,6 millones,

Vivir en la pobreza multidimensional puede significar cosas muy distintas, pues por ejemplo 1000 millones de personas se ven expuestas a riesgos sanitarios debido al uso de combustibles sólidos para cocinar, otros 1000 millones viven con un saneamiento inadecuado, y otros 1000 millones habitan en viviendas precarias.

Unos 788 millones viven en hogares con al menos una persona desnutrida, y 568 millones carecen de fuentes de agua potable en un radio de 30 minutos a pie.

Casi la mitad de las personas que viven en la pobreza multidimensional (644 millones) son niños: uno de cada tres es multidimensionalmente pobre, en comparación con uno de cada seis adultos.

El PNUD expuso que la pandemia covid-19 evidenció que, más allá de los ingresos, las personas experimentan la pobreza de formas superpuestas, al quedarse atrás en salud, educación y nivel de vida, de acuerdo con indicadores como la falta de agua potable, adecuadas nutrición y vivienda, o la educación primaria.

Para esa entidad de las Naciones Unidas “la pandemia covid-19 ha revelado que nos estamos quedando cortos en nuestro compromiso de no dejar a nadie atrás”, y ofreció el Índice como “ayuda a los legisladores para abordar las brechas a través de evidencias que colocan a las personas en el centro de la planificación”.

Fuente: https://ipsnoticias.net/2021/10/la-pobreza-multidimensional-tambien-es-problema-etnico/

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