Page 303 of 2682
1 301 302 303 304 305 2.682

Educación, vacunación y muerte

Por: Dinorah García Romero

Los Ayuntamientos deben implicarse en el trabajo de educación de la ciudadanía para que responda de manera positiva a la vacunación. Su función es nula, actúan al margen de la realidad.

El mundo que habitamos es interesante por muchos factores y uno de ellos es la diversidad. Sí, el hecho de que la uniformidad tenga poco o ningún espacio para liderar el dinamismo mundial adquiere mayor relevancia en este período de pandemia. Se parte de esta consideración en el presente artículo por la singularidad que se observa en un elevado porcentaje de personas con respecto a su posición sobre la vacunación, sus repercusiones biológicas, psicológicas y de carácter cultural. Con frecuencia personas jóvenes, adultas y ancianas  plantean sus reservas sobre la vacunación. Consideran que es un mecanismo de los gobiernos para avanzar sus planes orientados a controlar y disminuir la población mundial.Este es uno de los argumentos que se expresan para negarse a la vacunación exigida por la Organización Mundial de la Salud y por los organismos de salud de los diferentes países. Esta posición antivacuna es alentada por líderes políticos y figuras presidenciales marcados por la contradicción en sus discursos y en el comportamiento, como es el caso de Jair Bolsonaro en Brasil y  Donald Trump en la época en que ostentaba la presidencia en  Estados Unidos. Este expresidente continúa su acción antivacuna con la misma fuerza, desde su posición de líder político. Se observa, con pavor, la cantidad de personas que se adhieren al rechazo de lo que hasta este momento favorece la disminución de la letalidad de la COVID-19. La pretensión no es promocionar la vacuna; el objetivo fundamental es alertar a los líderes sociales, y a las autoridades educativas y del área de la salud para que se sienten a pensar con perspectiva integral la problemática.

El incremento de la muerte de personas sin la vacunación debida urge a que se establezcan estrategias efectivas e integrales. En la base de la negación a las vacunas está el déficit de educación de los ciudadanos. Se podrá argumentar que los presidentes citados tienen una educación exquisita y, sin embargo, se niegan a la vacuna. Aun así, es posible que haya vacíos significativos en su esmerada educación; por lo cual no se puede perder tiempo. El ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, el de Educación y el de Salud Pública tienen que constituir una Mesa permanente que reconvierta las posturas antivacunación. Hay que pasar del llamado a la vacunación a la creación de una cultura de defensa y conservación de la vida. Una cultura se crea con algo más que un llamado unilateral a la vacunación. Es necesario el establecimiento de un sistema que incida en la mentalidad, en las actitudes y en la práctica de los ciudadanos. Para ello la planificación tiene que ser conjunta. Los esfuerzos desplegados para que la República Dominicana haya sido uno de los países más ágiles en la adquisición de vacunas se tienen que corresponder con una planificación sistémica.

El país cuenta con estrategas capaces de posibilitar la estructuración de un programa integral con resultados efectivos. Por ello el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo también debe integrarse a la Mesa que se propone. Este ministerio puede contribuir en el proceso de elaboración de la planificación sistémica que sugerimos. Trabajar en esta dirección es ganarle espacio a la muerte. Esta avanza y diariamente exhibe sus logros. Ante su acción avasallante, las autoridades tienen que agilizar el paso; no pueden sentirse satisfechos solo con el eslogan disecado: vacúnense. El énfasis debe hacerse en la  educación de la conciencia crítica y de la corresponsabilidad de la ciudadanía en el amor y en el respeto a la vida. La planificación sistémica requiere atención especial del proceso de acompañamiento a la ejecución de las decisiones que se toman para educar y para orientar a la población.

La eliminación del toque de queda en el Distrito Nacional se ha unido a la supresión del uso de mascarilla y al olvido de la distancia física y social. Para muchos, de pandemia no queda nada;  y, por lo tanto, se organizan para una vuelta a la normalidad creada por su imaginación. Pero esta realidad avanza sola. No se perciben estrategias de acompañamiento que  transformen esta práctica. Los Ayuntamientos deben implicarse en el trabajo de educación de la ciudadanía para que responda de manera positiva a la vacunación. Su función es nula, actúan al margen de la realidad. Hay que implicarlos para que trabajen en la articulación de más educación, respuesta positiva a la vacunación y reducción de muertes por ignorancia multiplicada. Es importante un trabajo en red para mayor cuidado y robustecimiento de la vida. La tríada educación, vacunación y muerte, demanda acción política razonada y holística.

Fuente de la información:  https://acento.com.do

Comparte este contenido:

El amor forma parte del ADN del ser humano

Por: Leonardo Boff

Leonardo Boff reflexiona sobre la prevalencia del odio, la exclusión y la rabia, fenómenos presentes en Brasil y el mundo.

Observamos con consternación en nuestro país y también en gran parte del mundo una ola de odio, de desprecio, de exclusión y de violencia simbólica y física que suscita la pregunta: ¿cómo se inscribe este dato siniestro dentro de la vida humana? Como veremos luego, los investigadores del secreto de la vida humana nos aseguran que por naturaleza y no simplemente por un proyecto personal o social, en nuestro DNA está inscrito el amor, la cooperación, la solidaridad y la compasión. Los que viven y alimentan el odio son enemigos de sí mismos y de la vida misma. Por eso no producen nada positivo, sino desgracias, exclusiones, crímenes y muerte. Es lo que lamentablemente estamos presenciando.

Sobre esta cuestión, el primer nombre a ser mencionado es sin duda James D.Watson con su famoso libro “ADN: el secreto de la vida” (2005). Junto con su colega Francis Crick sustentan científicamente que el amor está presente en la esencia del ADN. Ambos descodificaron en 1953 el código genético, la estructura de la molécula de ADN, la doble hélice que contiene el programa de toda vida, desde la célula primigenia surgida hace 3.800 millones de años hasta llegar a nosotros, seres humanos.

Todos estamos constituidos por el mismo código genético de base, lo que nos hace a todos parientes unos de otros. Afirma Watson: “contra el orgullo, las sublimes realizaciones del intelecto humano revelan que tenemos apenas dos veces más genes que un gusano insignificante, tres veces más genes que una mosca de frutas en descomposición y solo seis veces más genes que la simple levadura de panadería”. Una molécula de ADN estirada alcanza un metro y 85 centímetros; reducida a su forma original es una billonésima de centímetro y está presente en cada célula de nuestro cuerpo, incluso en la más superficial de la piel de nuestra mano. Watson define: “la vida así como la conocemos no es más que una vasta gama de reacciones químicas coordinadas. El secreto de esta coordinación es un complejo y arrebatador conjunto de instrucciones inscritas químicamente en nuestro ADN. Pero todavía nos queda un largo camino que recorrer hasta llegar al pleno conocimiento de cómo actúa el ADN” (p.424).

Muchos nuevos conocimientos enriquecieron la visión de Watson y Crick, especialmente los de los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela. Lo mejor de estas investigaciones fue maravillosamente resumido por el ecologista y físico cuántico Fritjof Capra en su libro La trama de la vida (1997). Él mostró didácticamente que para que surgiera la vida es necesario el patrón de organización (que nos hace distinguir una silla de un árbol) de una estructura que organiza los elementos físico-químicos que permiten la irrupción de la vida. Pero esto no basta, es necesario incluir la auto-creación. Los seres vivos, en sistemas abiertos que los hacen dialogar con todo el entorno, no son estáticos, están siempre en proceso de autocreación (autopoiesis de Maturana). No solo se adaptan a los cambios, sino que crean otros nuevos junto con los demás seres, de tal forma que continuamente co-evolucionan.

Una contribución decisiva fue aportada por Humberto Maturana que estudió la base biológica del amor. Él ve el amor presente desde los inicios del universo. Cada ser se rige por dos procesos: el primero es de necesidad de interconectarse con todos los demás para asegurar más fácilmente su supervivencia. El segundo es de pura espontaneidad. Los seres se interrelacionan por rara gratuidad, creando entre sí lazos nuevos y por afinidad, como si se enamorasen recíprocamente. Es la irrupción del amor en el proceso cosmogénico. El amor que surge entre dos seres, millones de años después, tuvo su origen en esa relación de ancestral amorosidad espontánea.

Todo esto sucede como un dato de la realidad objetiva. Al llegar al ser humano se puede transformar en algo subjetivo, en un amor conscientemente asumido y vivido conscientemente como un proyecto de vida.

Toda esta reflexión se destina a deslegitimar y acusar como inhumana, contraria al movimiento del universo y a la base biológica de la vida, la prevalencia del odio, de la exclusión y de la rabia presentes en nuestro país, animadas por un jefe de estado que se distingue por su odio y comportamientos desviados y necrófilos. Se ha hecho enemigo de la vida de sus compatriotas al aliarse con la Covid-19, presentándose como maestro curador a través de la cloroquina y compuestos, como si fuese médico y especialista. Quedó como un simple charlatán y, con referencia a los indígenas, un genocida.

Termino con este testimonio de Watson en el libro antes mencionado:

Aunque no sea religioso, veo elementos profundamente verdaderos en las palabras sobre el amor de San Pablo en la epístola a los Corintios: “Si hablase todas las lenguas… si conociese todos los misterios y toda la ciencia… pero no tuviese amor, no sería nada. Pablo, a mi entender, reveló con claridad la esencia de nuestra humanidad. El amor, ese impulso que nos hace cuidar al otro fue lo que permitió nuestra supervivencia y éxito en el planeta. El amor es tan fundamental a nuestra naturaleza humana que estoy seguro de que la capacidad de amar está inscrita en nuestro ADN. Un Pablo secular (él, Watson) diría que el amor es la mayor dádiva de nuestros genes a la humanidad” (p.433-434).

Tales palabras nos llevan a responder al odio bolsonarista con el amor, a la ofensa de sus fans con amorosidad: Tales actitudes nos dan la certeza y garantía de que estos tiempos nefastos de ira y de odio pasarán.

Fuente de la información: https://www.alainet.org/es/articulo/214009
Comparte este contenido:

CONACyT, fiscalía y Foro Consultivo: Polvo en el viento

Por: Manuel Gil Antón

Sábado 2 de octubre, 2021

No olvidemos esta fecha. Nunca.

Infamias, vendetas revestidas de afán de justicia, desprecio a la actividad científica, pugnas, pareceres variopintos, declaraciones y posicionamientos diversos. Mucho ruido y falta de claridad. Confusión para el lego – que no desinteresado – y una serie de temas que no merecen abordarse desde la estridencia pues afectan aspectos medulares del país. Tengo claro, para mí, que:

  1. La Fiscalía de Gertz Manero hizo a un lado su autonomía por el afán de venganza (propio), y de la mano del menosprecio a la actividad de investigación (propia del gobierno federal, que no escatima descalificaciones a este sector) emprendió una acusación contra 31 personas en la que incluye presuntos delitos propios de una mente delirante, y la envía a un juez del penal donde se ubican los delincuentes más peligrosos del país. En la resistencia activa y condena a esta maniobra no hay modo de eludir el máximo repudio. Con independencia de quiénes son los ahora acusados y nuestra relación con ellos (pero incluyéndolos), al defenderlos del oprobio reivindicamos el estado de derecho que a todos nos ampara.
  2. El juez que recibe la solicitud de liberar las órdenes de aprensión es un ejemplo del acierto de la división de poderes. Enhorabuena por su entereza.
  3. El mismo juzgador refiere a la resolución que al respecto ya emitió la Supera Corte de Justicia: otra ventaja del contrapeso del sistema judicial.
  4. La legalidad de la relación entre el Conacyt y el Foro Consultivo, desde su creación en 2002 y hasta el 2018 cuando se modifican los ordenamientos, es nítida. Puede, sin duda, considerase inadecuada o perfectible, pero no ilegal, de tal modo que se abre la posibilidad de reformarl, pero de su modificación a futuro no se sigue la retroactividad que se pretende llevar a cabo.
  5. Se han desatado infundios, malentendidos, delaciones inválidas que asemejan a delincuentes a quienes han tenido una beca para estudios en el extranjero por la cuantía de la inversión que implicó. Es penoso advertir la mala entraña de los que lo hacen, pues además de mostrar su estulticia, ignoran que, por ejemplo, en Brasil, con Lula y Dilma, se enviaron a estudiar a otros países a decenas de miles de jóvenes. ¿Pueden mejorar los sistemas de obtención de esos apoyos? Por supuesto, pero no descalificarlos como resultado de medios ilícitos.

Por lo anterior, que no puede extenderse en razón del espacio del que dispongo, considero que todo este galimatías produce una polvareda que oculta tareas muy necesarias para el desarrollo de la actividad académica y científica en el país. De nuevo, a guisa de ejemplo:

  1. ¿Cómo habría de organizarse un espacio de consulta y representación de las y los investigadores, legítimamente integrado mediante procesos democráticos, que contribuya al diseño de una agenda prioritaria y sensata para la investigación científica en el país?
  2. ¿Qué riesgos contiene la idea actual de contar con una “Agenda de Estado” en materia de investigación, sin aclarar la forma en que se procesa, habida cuenta de una tendencia a confundir al Estado con el gobierno en turno y sus perspectivas unilaterales y de corto plazo?
  3. ¿Cuál es el papel que debe jugar, en el entramado institucional público, el Conacyt?

Valgan, como botones de muestra, estas tres cuestiones – hay muchas más – para advertir que la polvareda actual, a todas luces injusta, abusiva y torpe, impide atender a cuestiones de las que depende el papel de la indagación científica en México y su futuro. No es, para nada, poca cosa.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

Comparte este contenido:

A 100 años de la creación de la SEP: Necesario impulsar la oferta tecnológica de básica a superior

Por: Miguel Gallegos

Desde mi óptica, el gran reto que tiene la SEP es el de impulsar con más fuerza y rumbo la oferta tecnológica en todos los niveles, desde la educación básica hasta la superior…

El lunes 3 de octubre de 1921, el Diario Oficial, órgano del Gobierno Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, daba a conocer mediante Decreto, lo siguiente: (1) Se establece una Secretaría de Estado que se denominaría Secretaría de Educación Pública; (2) Corresponde a la Secretaría de Educación Pública, entretanto se expide la ley completa de Secretarías de Estado, que asigne definitivamente sus dependencias a dicha Secretaría, lo siguiente: Universidad Nacional de México, con todas sus dependencias actuales –además de una larga lista de más de treinta instituciones educativas, aunque ninguna enfocada a temas tecnológicos­–; (3) El lugar que ocupara la Secretaría de Educación Pública entre las demás Secretarías.

Esta es la fecha en que se estableció la fundación de la SEP, así como el patrimonio e infraestructura con que inició, por lo que, en el marco del aniversario de su fundación, es conveniente hacer una breve reflexión en cuanto al mayor reto que enfrenta la SEP a 100 años de su creación.

Don José Vasconcelos, primer secretario, fue quien propuso la federalización de la educación, a través de esta nueva Secretaría de Estado. Justo ahora, a cien años de su creación, veinte presidentes de la República han echado mano de esta dependencia para dirigir la educación, designado entre todos ellos, a cuarenta y tres secretarios, contando a la actual titular maestra Delfina Gómez Álvarez.

Cada lector juzgará a su parecer, cómo ha sido el papel que ha desempeñado cada uno de los cuarenta y tres titulares, así como de las políticas educativas que en su momento implementaron cada presidente junto con sus respectivos secretarios de educación, ya que, en estos veinte mandatos presidenciales hubo hasta cinco titulares en un mismo sexenio.

La responsabilidad de la SEP es muy grande, influye de manera transversal en diferentes dimensiones: infraestructura, enseñanza, aprendizaje, organización, administración, finanzas, modelos educativos, planes y programas de estudio, materiales y tecnologías, docencia, capacitación, recursos, economía e integración de la comunidad, todo ello para construir al fin y al cabo una mejor sociedad. Sin duda todavía hay mucho por hacer y mejorar.

Como es sabido, paralelo a la actual pandemia llegó el uso y consumo masivo de tecnologías y recursos digitales. La sociedad tecnologizada con artefactos digitales está naciendo y al mismo tiempo desde el año 2016, inicio la cuarta revolución industrial, según Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial. Ante lo cual, es de esperarse que está, como las pasadas revoluciones industriales, traerá nuevas formas de participación económica, social y por tanto educativa. La pregunta es, ¿A cien años de su fundación, esta lista la SEP para continuar impulsando la educación tecnológica que demanda la cuarta revolución industrial y la transformación socio-digital generada por la pandemia?

Aunque desde su fundación la SEP recibió una infraestructura poco enfocada en la oferta tecnológica, en estos cien años se crearon, fusionaron y conformaron algunos entramados, precedentes y aparatos educativos orientados al enfoque tecnológico, veamos:

  • 1922, Departamento de Enseñanza Técnica, Industrial y Comercial.
  • 1930, Estructuración de un sistema de Enseñanza Técnica: Institución Politécnica y Escuela Politécnica (Preparatoria Técnica).
  • 1936, Fundación del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
  • 1941, Sistema de Enseñanza Técnica Industrial.
  • 1941, Departamento de Enseñanzas Especiales: escuelas de artes y oficios, comerciales y escuelas técnicas elementales.
  • 1958, Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior.
  • 1959, Dirección General de Enseñanzas Tecnológicas Industriales y Comerciales (DGETIC).
  • 1959, Enseñanza Secundaria con actividades tecnológicas, adscrita a la DGETIC (Origen de la Secundaria Técnica en México).
  • 1966, Escuela Nacional de Maestros de Capacitación para el Trabajo Industrial (ENAMACTI).
  • 1968, Creación de los Centros de Estudios Tecnológicos.
  • 1969, Fusión de Prevocacionales del IPN y de las Escuelas Secundarias Técnicas Agropecuarias a la DGETIC.
  • 1971, Subsecretaría de Educación Media, Técnica y Superior (SEMS).
  • 1971, Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI), adscrita a SEMS.
  • 1975, Consejo del Sistema Nacional de Educación Técnica.
  • 1976, la SEMS pasa a ser la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológicas (SEIT).
  • 1976, Dirección General de Institutos Tecnológicos (DGIT).
  • 1978, Conformación de la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST).
  • 1978, Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP).
  • 1991, Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de los Estados (CECyTE).
  • 2005, Conformación de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), –absorbió a varias dependencias y direcciones generales–.
  • 2005, Transformación de la DGIT en la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST).
  • 2006, la Dirección General de Educación Secundaria Técnica fue asignada a la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal.
  • 2014, creación del Tecnológico Nacional de México (TecNM).
  • 2017, conformación de la Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México, la cual es un órgano desconcentrado de la SEP que se responsabiliza de la educación básica y de la Educación Secundaria Técnica en la CDMX.

Como se observa, se ha trabajado en el enfoque tecnológico e industrial, pero en la actualidad, la SEP administra, dirige y brinda educación concretamente desde tres niveles: Básica, Media y Superior. Sin embargo, a la fecha, en cada subsistema se atiende el ámbito tecnológico como se puede y con lo que se tiene.

En el nivel superior existe un robusto aparato de Universidades Tecnológicas, Universidades Politécnicas e Institutos Tecnológicos, sin dejar de mencionar la amplia oferta tecnológica que ofrece el IPN y el TecNM, entre otras.

En el nivel medio superior, se cuenta con una amplia estructura que brinda desde enseñanza técnica, agropecuaria, industrial y de servicios hasta capacitación para el trabajo, además de en algunos casos bachillerato junto con carrera técnica.

Sin embargo, en el nivel básico esta tarea ha estado olvidada por muchas décadas. El único sector que se sigue esmerando en sentar bases con enfoque tecnológico a la niñez –desde los años sesenta– es el de Escuelas Secundarias Técnicas, lo que es de reconocerse y de replicarse.

Sin duda que se puede mejorar lo que se ha hecho y ante la emergente necesidad de una sociedad cada vez más centrada en la tecnología, será conveniente fortalecer este ámbito con el nuevo siglo de vida que iniciará la Secretaría de Educación Pública. Por ello, desde mi óptica, el gran reto que tiene la SEP es el de impulsar con más fuerza y rumbo la oferta tecnológica en todos los niveles, desde la educación básica hasta la superior, porque es una necesidad que ha llegado junto con la Pandemia y con la Cuarta Revolución Tecno-Industrial.

Fuente de la información: https://profelandia.com

Comparte este contenido:

Opinión | El ritual escolar: Comunicación – Todo comunica (parte 1)

Por: Andrés García Barrios

El lenguaje está siendo sometido a revisión (y a una revolución) para que devenga más inclusivo, más universal, y que contenga elementos de identificación para todas las personas.

Hacia mediados del siglo pasado, millones de personas de todo el mundo (sociólogos, antropólogos, psicólogos, intelectuales, comunicadores, artistas…) se unieron entusiasmados a una nueva corriente de pensamiento que ponía a la Comunicación en la cúspide de nuestras prácticas y conocimientos. Todo comunica era la nueva consigna que regía al mundo. Según ésta, todo lo que los seres humanos hacemos, sentimos o pensamos se traduce en comportamientos que comunican algo a alguien.

Aquella nueva corriente era parte de un momento histórico. Como nos recuerda el periodista y ensayista John Higgs en su libro Historia alternativa del siglo XX, desde finales del XIX se habían venido poniendo en duda, una a una, todas las creencias, prácticas, conocimientos, tradiciones, en fin, todos los ejes culturales que con gran paciencia ―y para su tranquilidad― la humanidad había levantado durante siglos. Así habían ido cayendo Dios, la certidumbre científica, la honra militar, el orden moral, el valor del arte, la esperanza de la educación, lo sagrado de la familia, la dorada materialidad del dinero… En sólo unas décadas se había perdido todo centro, todo “eje del mundo”, y hasta la conciencia individual se sumergía en los abismos del subconsciente y corría el riesgo de perderse.

Por eso, cuando los científicos sociales de Palo Alto, California, anunciaron que todo en este mundo es comunicación, millones de personas se asieron a esa rotunda verdad, encontrando la solución a su creciente angustia. ¡La comunicación! Algo tan cotidiano como ella, tan universal y antiguo, seguía funcionando. El milagro se debía justamente a que la comunicación era una actividad que prescindía de todo centro, que era el reflejo mismo de lo “descentrado”, de lo que va y viene, de lo que pasa de uno a otro, de una mente a otra, en un constante fluir. En 1934, la famosa escritora danesa Isak Dinesen ponía en la mente de uno de sus personajes las siguientes palabras: “¡Qué difícil es conocer la verdad! Me gustaría saber si es posible decir absolutamente la verdad cuando se está solo. A mi entender, la verdad es una idea que nace y depende de la conversación y la comunicación humanas”. La literatura se hacía partidaria de la nueva conciencia.

Los años sesenta dieron el rotundo a esa liberación que ponía como eje del mundo al contacto humano. Con el hippiesmo, hombres y mujeres se soltaron el pelo como primer símbolo de lo que pierde el centro y vuela. Decían que cada uno de nosotros es capaz de desprenderse de su cuerpo individual y “viajar” hacia los demás seres humanos y el cosmos, y sentirse uno con ellos. “Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros. Los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia”, publicaba en 1960 el poeta mexicano Octavio Paz.

Esta nueva forma de pensar no era propia sólo de aquel movimiento juvenil, popular y espontáneo (quizás el más espontáneo de la historia, según el insigne Arnold J. Toynbee). También en los estrechos círculos de la academia empezaba a imponerse una nueva manera de pensar: desde el punto de vista de la filosofía tampoco existía el centro, ni en la realidad ni en el conocimiento: todo estaba descentrado y lo único que existía era el pensamiento, el habla, la escritura (el discurso, en suma), que no podía fijarse en ningún punto pero que sí podía hilvanarse y deshilvanarse como una madeja, y además permitía extraños “saltos” de encuentro con “el otro”.

Así, los procesos de comunicación (¡y los medios de comunicación!) iban restableciendo la confianza. Se proclamaba que todo mundo tenía derecho a hablar. Pensadores de la altura de Karl Jaspers, Erich Fromm y Ludwig Habermas, veían en ello el medio para resarcir el tejido social, tan convaleciente, tan desgreñado aquí y allá, roto en todos los sitios donde antes había un “centro”. Finalmente, en 1986, la gran psicoanalista y educadora francesa Francoise Doltó aseguraba que la misión humana en este mundo es comunicarnos y presagiaba la inminente llegada de una herramienta mundial de comunicación que pondría a todo el mundo en contacto.

En este contexto, la institución escolar se volcó a experimentar con las nuevas prácticas y a modificar la vieja visión de la educación como una disciplina supeditada al “progreso” (según esta visión, cada generación tenía el derecho y la obligación de transmitir sus logros y conocimientos a la siguiente). Con la nueva perspectiva, todo era intercambio, mutuo entendimiento; las escuelas eran tanto más innovadoras cuanto más fomentaban el trabajo en equipo y renunciaban al control que el maestro tenía sobre el alumno. Éste se convirtió en un interlocutor activo y finalmente en un verdadero constructor de su personalidad y su conocimiento, y eso no en soledad sino mediante herramientas compartidas con una comunidad de aprendizaje.

Finalmente, con la llegada de internet y de las redes sociales, el boom de la comunicación alcanzó al planeta entero. De pronto, todos teníamos a mano una cámara para registrar lo que nos ocurría (a nosotros y a nuestro alrededor). Se le juzgaba una obsesión voyeurista o un mantenerse alejado del entorno, pero en realidad era como si quisiéramos confirmar en todo momento la vieja máxima del filósofo: “Yo soy yo y mi circunstancia”. En efecto, yo no sólo era yo sino también lo que ocurría en torno a mí, lo que veía y me veía, lo que escuchaba y me escuchaba.

No sólo estábamos más interconectados que nunca y teníamos acceso a más información, sino que entrar en contacto con otras personas también adquiría un nuevo valor. Francoise Doltó ―que como vimos predijo la llegada de internet― murió antes de que un alud de selfies inundara el mundo, pero es muy probable que su mente ―tan aguda como generosa― habría visto en ellas no una manifestación narcisista (como tanto se ha dicho) sino una nueva forma de comunicación basada en atreverse, por fin, a compartirse a uno mismo. La idea es atrevida, pero tiene sentido. Como dice John Higgs en su libro arriba citado, esos autorretratos no son pura autocontemplación y autocomplacencia: “… no son meros intentos de reforzar un concepto personal del yo individual, sino que existen para ser observados (por otros) y, de este modo, fortalecer las relaciones que se dan a través de la red. Esas fotos sólo adquieren sentido cuando se comparten”.

Si quisiéramos seguir con la apología de las redes sociales, podríamos hablar de cómo han servido para evidenciar la cantidad de talento artístico que existe en el mundo, y cómo han democratizado la expresión pública de las artes, antes tan elitista. Como nunca, la gente lee y escribe poesía, expresa ideas, canta, baila, hace magia, seduce, cuenta chistes, expresa dolores y temores…

Esta forma tan contundente de experimentar y proclamar que yo soy yo y mi mundo, ha llegado acompañada de movimientos sociales que exigen el inmediato reconocimiento de la diversidad humana y el respeto a las diferencias. Este inédito avance sigue siendo un logro de la comunicación entendida como práctica de identidad. El lenguaje (que es quizás lo más personal y a la vez lo más común que tenemos los seres humanos) está siendo sometido a revisión (podríamos decir a una verdadera revolución, por momentos violenta) para que devenga más inclusivo, más universal, y que contenga más elementos de identificación para todos. En la mayoría de los países la exigencia es incipiente, pero ya hay muchos lugares donde yo puedo al menos reclamar que los demás se dirijan a mi como yo deseo, sin reducirme a una generalidad sino al contrario, abriéndose a mis singularidades (creo que los casos extremos no son sino elocuentes detonaciones de esta tendencia: he escuchado de una persona que pide que se le considere no un él, ella o ello, sino un ellos, así, en plural: “Call me they”, pide).

(Continuará)

Fuente de la información e imagen:

Comparte este contenido:

“En América Latina y el Caribe tenemos una deuda con la población afrodescendiente”

Por: Karina Batthyány

La realidad por suerte impone algunos temas para comentar que son noticia y que nos traen a muchas de las columnas que hemos trabajado aquí en InfoCLACSO. El primero es México. ¿Por qué? Porque este martes, 7 de septiembre, al medio día, la Suprema Corte de México dio un paso realmente histórico despenalizando el aborto. Los diez jueces se pronunciaron de manera unánime invalidando un artículo del Código Penal del Estado de Coahuila que sancionaba la Interrupción del Embarazo en la etapa inicial con uno a tres años de prisión. Hasta ese fallo, recordemos, el aborto en México había sido tratado de manera exclusiva por las legislaciones de cada uno de los Estados que conforman a la Nación Mexicana.

La sentencia entonces del Máximo Tribunal va a tener efectos generales en todos los Estados. Desde el punto de vista de los hechos prácticos, ya no se podrá encarcelar en ningún lugar del país a las mujeres que decidan practicar un aborto. De las 32 entidades federativas que integran justamente los Estados Unidos de México, sólo 4 hoy permiten el aborto legal, libre y a petición de la mujer hasta las doce semanas de gestación. Recordemos: Ciudad de México, Oaxaca, y recientemente Veracruz e Hidalgo.

Con este fallo, entonces, ahora esto va a ser posible en todo el país. Este fallo judicial es sin dudas un respaldo institucional a la lucha del Movimientos de Mujeres Mexicanas y el Movimiento de Mujeres en América Latina y el Caribe.  Fue bien interesante escuchar al Presidente de la Corte en la argumentación sobre este fallo. Y esta noticia va empezar a generar repercusiones y presiones en todo el territorio nacional de México.

En la Conferencia de Prensa que todos los miércoles da el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, declaró justamente que la decisión unánime del Tribunal debe respetarse y los representantes de las distintas bancadas en los congresos estatales comenzaron a fijar sus posturas. ¿Por qué traemos esta noticia? Porque aproximadamente el 97% de las mujeres latinoamericanas y caribeñas en edad reproductiva viven en países donde el aborto no está permitido. Y además se estima que entre 5 y 10 mil mujeres pierden la vida al año en abortos clandestinos en América Latina y el Caribe.

Entonces, como antes fue en Uruguay, más cerca en el tiempo en Argentina, esperamos que ahora en México se de este paso hacia una sociedad más democrática, más igualitaria, donde las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Y los Estados -aquí lo importante- generen las condiciones para garantizar el ejercicio de estos derechos. Creo que realmente esta noticia se imponía comentarla aquí en InfoCLACSO.

-Realmente una noticia importantísima que viene desde México. Y entiendo ahí, me gustaba tu reflexión antes de ir al segundo tema, sobre lo que significa el trabajo de los diversos feminismos que hay en Latinoamérica y el Caribe. Porque sabemos que es un trabajo entrelazado, donde se toma muy en cuenta lo que sucede en un país para poder llevar esas experiencias a otras… Y creo que es una lucha muy importante, ¿no?

-Absolutamente. La Marea Verde como la solemos llamar específicamente en este tema y que sin lugar a dudas es un logro del Movimiento Feminista Latinoamericano que va avanzando en los distintos países. La noticia de México es para celebrar y para seguir entonces avanzando en éste, que es uno de los temas críticos y uno de los derechos que reclamamos las mujeres latinoamericanas y caribeñas.

-Tienes una segunda temática para proponernos y debatir…

-Te propongo que nos vayamos teóricamente a Durban (Sudáfrica), porque el 31 de agosto fue el Día Internacional de los Afrodescendientes que se celebra por primera vez en el 2021. Porque en 2020 justamente se llegó a la mitad de lo que se conoce como el Decenio Internacional para los Afrodescendientes que fue en Durban, y es bueno hacer una revisión de lo que está ocurriendo a propósito de la declaración de este día por parte de las Naciones Unidas como el Día Internacional de las personas afrodescendientes. En este Decenio –que así se lo ha nombrado, que llegamos a la mitad el año pasado–, si bien se han logrado progresos en los planos legislativos, normativos e institucionales, lo que tenemos para decir es que los y las afrodescendientes aún sufren formas interrelacionadas y complejas de discriminación racial (de racismo), de marginación y de exclusión.

Estos años de inicio del Decenio sumados a la pandemia del Coronavirus, pone de manifiesto la absoluta urgencia de abordar estas persistentes desigualdades estructurales y el racismo sistemático que observamos en el mundo y en particular en América Latina y el Caribe.

Recordemos que la falta de reconocimiento es todavía uno de los principales obstáculos que impiden el disfrute pleno y el disfrute efectivo de los derechos humanos por parte de las personas afrodescendientes. Han transcurrido ya 20 años de la Conferencia Mundial contra el racismo en Durban contra el racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia, y este evento que a veces no lo recordamos tanto, fue en sí mismo un hito, porque permitió sistematizar un proceso en términos de los aportes a la humanidad del programa que hasta el día de hoy se considera como el programa más potente de lucha antirracista hasta nuestros días.

Y esto fue importante porque por supuesto tuvo un amplio y un diverso consenso internacional, pero fue liderado por los y las afrodescendientes. A mitad de camino entonces de este Decenio Internacional que es entre el 2015 y 2024, las metas que dieron origen al Decenio –Reconocimiento, Justicia y Desarrollo para las personas afrodescendientes, tienen un avance muy limitado y seguimos teniendo especialmente en América Latina y el Caribe una deuda con las personas afrodescendientes. Deudas que son significativas en nuestra región, porque es la región que concentra la mayor población de afrodescendientes del mundo con estimaciones que fluctúan entre 120 y 170 millones de personas, donde Brasil justamente concentra la mayor población del continente con 112 millones.

A pesar, entonces, de que 1 de cada 4 latinoamericanos y latinoamericanas se identifica como afrodescendientes, esta situación de desigualdad estructural, de discriminación sigue presente. La pandemia lo agravó y tenemos algunas cifras que nos permiten mostrar con evidencia lo que estamos diciendo de cómo persisten estas desigualdades y estas discriminaciones. Por ejemplo, una de ellas, es que justamente las personas afrodescendientes en América Latina y el Caribe tienen 2.5 veces más probabilidades de vivir en la pobreza que las personas no afrodescendientes. Y a su vez, segunda cifra para que la tengan presente, tienen en promedio menos años de escolarización, tienen también mayores índices de desempleo y menos representación en los cargos de toma de decisiones en todos los niveles, ya sean públicos o privados. Y esto son indicadores de la discriminación y la desigualdad estructural.

Entonces, al racismo tenemos que entenderlo, es parte central también de la cultura del privilegio que tan presente está en nuestros países. Las desigualdades raciales son estructurales, afectan los derechos y se traducen en pobreza, en privación de acceso a elementos del bienestar social de los bienes públicos como el agua, el saneamiento, la electricidad, internet que hoy es tan necesario entre otros elementos.

Tenemos que seguir trabajando en torno a este tema porque queda claro en América Latina y en el mundo la imposibilidad de avanzar hacia desarrollos sostenibles, justos, democráticos, sin deconstruir la matriz de desigualdad, la cultura del privilegio y las desigualdades estructurales que remiten por ejemplo al racismo.

https://www.clacso.org/en-america-latina-y-el-caribe-tenemos-una-deuda-con-la-poblacion-afrodescendiente/

Comparte este contenido:
Page 303 of 2682
1 301 302 303 304 305 2.682