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Infancias trans, entre la realidad y el debate

Publicado en El Diario de la Educación 

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  • La discusión -a menudo incendiaria- sobre la cuestión trans llega a la infancia desde el momento en que niños y niñas deciden su identidad. El debate sobre cómo se tiene que tratar en el aula también levanta polvareda entre el feminismo y la comunidad educativa, que se dividen entre posturas que van del adoctrinamiento a la autodeterminación.

Ares tiene 9 años. Se menea inquieta en un banco de un parque cercano a su casa, esperando que aparezcan sus amigas. Mientras no llega el rato de juego compartido, la pequeña responde, tímidamente, a algunas preguntas sobre su infancia más temprana. “No me acuerdo”, dice, previsiblemente, en referencia a cuando tenía cuatro años. Pero el P5 de Ares fue muy diferente al de sus compañeros y compañeras. Fue cuando empezó su transición de género. “No recuerdo cómo era cuando tenía el otro nombre. Lo primero que recuerdo del cole es que cogíamos pelotas y nos hacíamos masajes en la espalda después del patio”, explica, inocente, medio escondida a la espalda de su madre.

“En mi cole ser trans está bien. Quiero decir que nunca nadie me ha dicho nada ni se ha equivocado con mi nombre. Y si lo ha hecho, tampoco lo recuerdo”, dice, encogiendo los hombros. “¡Solo recuerdo que quería ponerme nombres que ahora no me gustan nada!”, exclama Ares, con una media sonrisa, como agradeciendo a su madre que la convenciera de no llamarse ‘Estrellita’ o ‘Caramela’, que eran los nombres que le gustaban. “La transición fue muy fácil y muy natural: coincidió en la época en que se estaba descubriendo a ella misma”, recuerda Marta, la madre de Ares. Y es que la pequeña, tan pronto como aprendió a hablar, se refería a ella misma en femenino. Quería ir peinada como una niña y llevar faldas.

“Pero este juego, poco a poco, se fue convirtiendo en exigencia y en malestar. Se enfadaba cuando la trataban de niño, se empezó a morder las uñas e, incluso, nos llamaron de la escuela para saber si había algo que no iba bien en casa”, explica la Marta, recordando el momento en que, por primera vez, se empezó a plantear que su hija pudiera ser trans. “Yo, como feminista, no le podía decir que un vestido es de niña y que, por lo tanto, no se lo podía poner. Pero cuando vimos que la cosa iba más allá de esto, decidimos buscar ayuda”. Así, entraron en contacto con la asociación Chrysallis de familias de menores trans. Allí conocieron otras personas y niños trans y supieron, por fin, poner nombre al malestar de Ares.

Cuando Ares entendió que era una niña trans, enseguida lo quiso explicar en la escuela. Su sufrimiento desapareció. Pero no tanto así el de su familia

“Le explicamos que, en el mundo, hay niños que tienen vulva y niñas que tienen pene. Y que esto está bien y que ella puede comportarse y ser lo que quiera. Entonces se señaló a ella misma y dijo: ‘¡Yo, mamá, yo soy así!’”. Cuando Ares entendió que era una niña trans, enseguida lo quiso explicar en la escuela y se asumió como tal sin pasar por una transición difícil. Su sufrimiento, según relata su madre, desapareció. Pero no tanto así el de su familia. “Teníamos mucho miedo por toda la carga negativa que tiene la palabra trans”, explica Marta. La exclusión, las altas tasas de paro, la discriminación y la violencia verbal, física y virtual que sufren las personas trans a diario cayó como una losa sobre la familia de Ares.

Pero ella es ajena a todo esto. Ella solo juega, feliz, sabiéndose niña, siendo niña, sin ser consciente que hay una buena parte de la sociedad que no acepta su elección y que, incluso, le llega a negar su condición y existencia. Además, dentro del feminismo mismo, la pugna entre los colectivos transinclusivos y el llamado feminismo radical (o TERF) ya hace años que dura. Y este debate -a menudo incendiario- también ha llegado a las aulas.

Un debate encendido

La discusión sobre la cuestión trans es como la llama de una vela: siempre está, pero según como vengan los vientos, crece o mengua. A principios de mes se volvió a poner sobre la mesa a raíz del anuncio de un libro polémico de la editorial Deusto y Planeta Libros. La periodista del Wall Street Journal Abigail Shier firma Un daño irreversible, un texto en el cual afirma que el “transgenerismo es una moda” que ha llegado a las escuelas para hacer pensar a muchas criaturas que “declarándose trans pueden ser más populares o ganar seguidores en las redes sociales”. Esta moda, según la autora, generará un “daño irreversible” que es que tomarán una decisión que les llevará a modificar su cuerpo.

Esta publicación ha hecho reavivar, de nuevo, el debate entre aquellos sectores del feminismo que consideran que la autodeterminación de género es válida y los que no. Entre estos últimos se encuentran personas como Sílvia Carrasco, profesora de antopologia en la UAB y miembro de DoFemCo (Docentes Feministas por la Coeducación), que apunta que “la penetración en la escuela de las ideas transgeneristas multiplica el número de niños, cada vez más pequeños, que tienen dudas sobre su identidad y que acaban en terapias hormonales y cirugía”. Según la antropóloga, el hecho de que la cuestión trans se visibilice y llegue a la escuela como una opción normalizada provoca que muchos menores “perciban que sus cuerpos no son adecuados en un momento en que, por edad, están desorientados cuando asisten a transformaciones naturales. Esto lleva a que rechacen su cuerpo sexuado y tengan dudas sobre su identidad”, afirma.

Si Ares tuviera las orejas de soplillo, como madre le diría que son las más bonitas del mundo. Pero si en algún momento le impiden ser feliz, la acompañaré de la mano al quirófano

A Ares también le han preguntado a menudo si no será demasiado pequeña para decidir todavía su identidad de género, pero su madre considera que afirmar su condición trans solo fue una “formalidad” porque “ni era un niño estereotípico ni es una niña de brilli brilli. Reconocerse como trans fue el alivio de poder poner solución y nombre a algo que no iba bien”. Y es que en casa de Ares son de la corriente que defendió el sociólogo y activista trans Miquel Missé en su libro A la conquista del cuerpo equivocado, en que defendía que muchas personas trans no necesitan modificar su cuerpo para encajar en el género sentido. “Un pene es muy importante, sí, pero si se lo amputaran a cualquier hombre cis, no se convertiría en mujer de la noche a la mañana. El género es algo más complicado”, afirma Marta.

Así, los padres de Ares procuran que “se quiera tal como es. No tiene un cuerpo equivocado, es un cuerpo de niña, diverso, pero perfecto”. Ahora bien, conscientes de que las hormonas o las cirugías de reasignación de género son opciones que su hija ahora no contempla por ser demasiado pequeña, pero que podría desear mañana, la familia ya se está informando. “Con ella no lo hemos hablado mucho, porque es avanzarle temores. No sabemos si querrá tener barba o si querrá un cuerpo estereotípico de mujer”, dice su madre, entre dudas. Estas son incógnitas a futuro, pero lo que sí tienen claro es que decida lo que decida Ares, estará acompañada. “Si tuviera las orejas de soplillo, como madre le diría que son las más bonitas del mundo. Pero si en algún momento le impiden ser feliz, la acompañaré de la mano al quirófano. A pesar de que el primer paso será aceptar sus orejas, que son funcionales”.

Marta asegura que han tenido mucha suerte con el entorno de su hija, pero que sería mejor que fuera una cuestión de derechos. Foto: Sandra Vicente

Queer o no queer, esta es la cuestión

En casa de Ares se alinean, pues, con la teoría Queer, también aplicada en la escuela. Y es que Marta, que trabaja como maestra en una escuela infantil de Barcelona, considera que falta muchísima información y formación entre el profesorado. “No hay mala idea ni ganas de hacer daño, solo desconocimiento. Pero la desinformación nunca es neutra”, dice. Y, en lugar de tener que formarse por su cuenta, como han hecho decenas de maestras que se encuentran con infancias trans en las aulas, pide formación sobre pedagogía queer en las universidades. Pero, ¿qué es la pedagogía queer?

La doctora en educación y sociedad por la UAB y coordinadora del grupo de educación y género de la misma universidad, Igrid Agud, apunta que la teoría queer “ofrece una manera de repensar las bases de la cultura binaria y va más allá de reconocer cualquier identidad que no se ajuste a la norma. Nos hace ver que todo el mundo está sujeto a esta norma y que, en lugar de aceptar la diversidad, lo que hace falta es cambiar los cánones normativos”. Así, Agud considera que la escuela tendría que ser el espacio para aplicar una teoría que “acepta las existencias y acoge aquello nuevo que aparece. Las aulas no tendrían que imponer nunca maneras de ser, querer, pensar o vestirse propias del binarismo, porque si no serán un espacio más de dominación y opresión”, opina.

La teoría Queer cuestiona el binarismo y, en lugar de aceptar la diversidad como algo que se sale de la norma, propone cambiar los cánones normativos

El binarismo, la teoría imperante en la sociedad según la cual solo existen dos géneros (y, por lo tanto, niega la posibilidad de ser trans o no binario) es, según la doctora, “una fuente primaria de desigualdad. No tenemos que obviar las diferencias obvias entre hombres y mujeres, pero sí que nos tenemos que dejar de leer desde esta opresión que no reconoce otras opciones. La teoría Queer nos invita a escuchar las necesidades de cada cual y no avanzarnos ni imponer ningún estereotipo ni rol. Se trata de evitar el sufrimiento de aquellos que no encajan”. Agud explica, pues, que la teoría Queer no invita a modificar el cuerpo ni la manera de ser de nadie: “Se trata de cuestionar la sociedad, no a las personas”.

Esta teoría, filosófica y compleja, puede aplicarse en el aula a través de pequeñas “acciones disruptivas”, tal como las define el docente y activista trans, Lucas Platero. “Nos tenemos que cuestionar la normalidad y la normalización, ya sea sobre nuestro comportamiento, los contenidos o el funcionamiento escolar. El uso del humor como herramienta pedagógica, hacer una educación sexual integral o reapropiarnos de insultos o palabras extrañas nos hace cuestionarnos las relaciones de poder”, explica. Pero para llevar a cabo estas acciones, Platero asegura que hace falta más formación en el profesorado. Hace falta deconstruir a los docentes antes de deconstruir la educación para que tenga “un valor en el alumnado, los equipos docentes y la comunidad”. Pero tomar esta decisión en el aula supone “costes personales, como discriminación o acoso. Aun así, es un precio que hay que pagar, porque necesitamos transformar radicalmente la escuela, a la luz de los ataques de la ultraderecha y los colectivos TERF”, expone Platero.

¿Adoctrinamiento o adelanto?

Así pues, según las palabras de Platero y Agud, la teoría Queer iría más allá de la ya aceptada y asumida coeducación, pero otras posturas como la de Sílvia Carrasco, apuntan a que “pervierten la coeduación. El transactivismo hace que nos cuelen unos protocolos en el aula en que solo queda el deseo de identidad del alumno. Pero ¿qué es exactamente esto?”, se pregunta. Si bien, ambas teorías están de acuerdo en que hay que evitar cualquier tipo de malestar a un niño o niña que no se siente dentro de la norma y que hay que atacar toda discriminación, las posturas contrarias a la autodeterminación de género consideran que las infancias trans se explican con “procesos de desorientación enmarcados en un sistema patriarcal. Hay que abordar el machismo y aceptar a todo el mundo, pero sin modificar cuerpos ni mentes ni adoctrinar en la aula”, sentencia Carrasco.

Sobre esto, defensoras de la teoría Queer como Agud aseguran que esta no puede estar más alejada del adoctrinamiento: “No hay absolutos, sino que da pie a la proliferación de identidades. Tenemos que entender qué es adoctrinamiento, porque si no, entramos en la demagogia. La teoría Queer no impone nada, sino que lo acepta todo”, dice. Ambas partes del debate, pues, posicionadas en bandos totalmente opuestos, afirman buscar lo mismo: el bienestar de las criaturas, el respeto y el fin del patriarcado. Pero con métodos y creencias incompatibles. Unas dicen que aceptar todas las identidades nos hará más libres y abolirá las discriminaciones de género y las otras que, de este modo, se borrará a las mujeres. Este debate se da, encendido y -a menudo- virulento en redes, medios de comunicación y aulas. Pero, mientras se discute sobre su existencia y su esencia, sobre su confusión o no, sobre sus derechos y posibilidades de futuro, Ares juega en los columpios. Ajena a todo ello.

“Si desmontamos el género y deja de haber hombres y mujeres tal como nos tenemos entendidos, muchas mujeres se pueden ver anuladas. Pero mujeres continuará habiendo; de hecho, habrá más. Por eso nuestro sueño es que Ares no tenga que operarse nunca para encajar en una sociedad binaria”, explica Marta. Asegura que su hija lo ha tenido muy fácil: nadie le ha cuestionado nada ni ha sufrido agresiones físicas ni verbales por ser diferente. No como otras decenas de personas trans que sí que lo sufren. “Hemos tenido mucha suerte en la escuela y entre los amigos, pero no se trata de esto. No queremos tener suerte, queremos tener derechos”, asegura Marta, mientras mira cómo su hija dibuja con el columpio una curva que sube y baja. Hoy, Ares es feliz. Hoy, de hecho, Ares es. Y con esto, de momento, basta.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/09/13/infancias-trans-entre-la-realidad-y-el-debate/

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Unidas Podemos por Andalucía denuncia que el Gobierno andaluz “financia y defiende el acoso a las mujeres que deciden abortar”

Por: Tercera Información

  • Naranjo recuerda que estas entendidas han recibido más de un millón de euros en ayudas de la Junta gracias a un acuerdo entre el Gobierno de Juanma Moreno y Vox.

La portavoz adjunta del grupo parlamentario Unidas Podemos por Andalucía, Ana Naranjo, ha denunciado en la mañana de hoy que el Gobierno de Juanma Moreno “está financiando y amparando a asociaciones ultraderechistas que se dedican a acosar a las mujeres que libremente deciden ejercer su derecho a interrumpir su embarazo”.

Para Naranjo, este tipo de políticas públicas “son propias de otro siglo”, por lo que ha reivindicado que “Andalucía no merece un Gobierno que invierta sus recursos en cuestionar los derechos conquistados por el movimiento feminista, sino en protegerlos y seguir avanzando en igualdad”.

Naranjo ha apuntado que “estas asociaciones ultraderechistas han recibido más de un millón de euros en ayudas gracias a un acuerdo entre el Gobierno andaluz y Vox”. Además, ha afeado al Ejecutivo de Moreno Bonilla que “defienda” a entidades que “solo buscan poner en la diana a las mujeres que libremente han decidido abortar”. En este sentido, ha subrayado que acciones como la que están protagonizando asociaciones de esta índole en Córdoba “cohartan la libertad de quienes deciden abortar libremente y conforme a la Ley”.

La portavoz de Igualdad de UPporA en el Parlamento ha recordado que su grupo ya presentó en el mes de junio una iniciativa para suprimir las ayudas a estas asociaciones antiabortistas. PP, C’s y Vox votaron en contra de esta propuesta en la Cámara autonómica.

Naranjo ha insistido en que asociaciones “que atentan contra los derechos de las mujeres están siendo financiadas con dinero público” y ha señalado que “lo que hacen estas entidades ultras no es informar a las mujeres, porque eso ya lo hace el sistema público de salud, sino coaccionarlas y presionarlas para impedir que ejerzan un derecho reconocido por la Ley”.

En última instancia, Naranjo ha lamentado que se trata de “un ataque más a los derechos conquistas por el movimiento feminista” y ha criticado que “Juanma Moreno y su Gobierno se han subido sin complejos a una ola reaccionaria que quiere poner en cuestión todos los avances en igualdad”.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/14/09/2021/unidas-podemos-por-andalucia-denuncia-que-el-gobierno-andaluz-financia-y-defiende-el-acoso-a-las-mujeres-que-deciden-abortar/

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Educación integral de la sexualidad hoy

Por: Natividad Guerrero Borrego

Intervención en el panel «Fundamentos teóricos, legalidad y derechos de las niñas y los niños a una educación integral de la sexualidad»

***

Introducción al panel, por Yuleidys González Estrada

Waslalas se convierte en ese espacio para dialogar sobre temas relacionados con la vida y los derechos de las mujeres en la América Latina. Hoy, por segunda ocasión, la mirada se dirige a Cuba; especialmente, por los programas que ha estado impulsando en los últimos meses en aras de contribuir a relaciones de género más equitativas y justas.

El primer ciclo de debates sobre Cuba tuvo como centro el Programa Nacional para el adelanto de las Mujeres, experiencia resultado de un trabajo conjunto con el Grupo Internacional de Investigaciones de Género, Ciencia y Sociedad y la plataforma feminista de promoción cultural «La Cuarta Lucía». Participaron en el debate la Unión de Juristas de Cuba, Universidad de Cienfuegos, Universidad de Matanzas, Centro Memorial Martin Luther King Jr., Centro de Estudios de la Economía Cubana, Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible, Universidad de La Habana, Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales de Pinar del Río, Proyecto Cultural Casa InSurGente, Proyecto Cultural Feminista Brujas, Centro Pablo, la revista La Tizza y la Editorial de la Mujer de Cuba.

Para este ciclo que iniciamos, ha crecido la alianza con la incorporación de otras organizaciones de Cuba, Perú, Brasil y Argentina. Como pudieron apreciar en nuestro flyer, este nuevo ciclo de debates se denomina «Mirada Interdisciplinar, transterritorial y popular al Programa de Educación Integral de la sexualidad en Cuba». Desde este título, estamos anunciando que no solo será un espacio interdisciplinario, sino que también contaremos con el acompañamiento de especialistas y activistas de Cuba y América Latina.

Pero, ¿qué es el Programa para la Educación Integral de la Sexualidad? El Programa para la Educación Integral de la Sexualidad fue aprobado a partir de la Resolución 16 de 2021 de la ministra de Educación de Cuba. Este tiene el objetivo de desarrollar un proceso de educación integral de la sexualidad, sobre bases científicas pedagógicas, desde una ética de la virtud dirigida a la formación y desarrollo de conocimientos, habilidades psicosociales, valores y actitudes positivas en relación con la sexualidad como aspecto central del ser humano; desde una visión positiva de la sexualidad con enfoque de género, curso de vida y derechos sexuales y reproductivos que contribuya a la autonomía, igualdad de géneros, vínculos afectivos, salud sexual y bienestar psicosexual de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el Sistema Nacional de Educación; de desarrollar el proceso de educación integral de la sexualidad y garantizar la igualdad, justicia social y emancipación plena de las mujeres en Cuba. El mismo responde, además, a los compromisos internacionales asumidos por la Isla en relación con estos temas. Este programa constituye una herramienta de trabajo que puede y debe posibilitar la articulación de las redes y proyectos feministas, tanto con las instituciones estatales como con las organizaciones que conforman la sociedad civil.

En este primer panel estaremos dialogando sobre los fundamentos, la legalidad del Programa y los derechos de las niñas y los niños a una educación integral de la sexualidad. Para motivar el diálogo contamos con tres especialistas en estas áreas: Natividad Guerrero Borrego, psicóloga, profesora e investigadora, miembro de Socumes; Ada Alfonso Rodríguez, médica especialista en Psiquiatría, profesora e investigadora del Cenesex y vicepresidenta de Socumes; y Yamila González Ferrer, jurista, profesora e investigadora, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba.

El encuentro constará de dos momentos esenciales: en el primero, escucharemos las exposiciones de las panelistas, quienes tendrán un máximo de 15 minutos para presentar sus ideas en torno a las temáticas que van a abordar y, posteriormente, daremos la palabra a todas las personas que deseen intervenir. Les recordamos las normas para el diálogo, que están basadas en el respeto a los criterios de todas las personas, y ese respeto implica también el respeto al tiempo; por eso necesitamos que, para que puedan intervenir todas las personas que hemos invitado y que van a entrar a este foro, seamos sintéticas en nuestras ideas, de manera tal que tengamos todos y todas la posibilidad de intervenir.

Natividad Guerrero Borrego: Para empezar, me gustaría decir que la educación integral de la sexualidad es un proceso educativo que contribuye a garantizar la salud sexual y reproductiva. En la definición de proceso educativo se encierran muchas cosas, porque un proceso es continuo, y largo… digo largo porque no solamente se trata de educar en la infancia, la adolescencia y la juventud, en estas etapas de la vida.

El hecho de que los seres humanos vivimos diferentes etapas durante el curso de la vida hace que en todo ese proceso de crecimiento ocurran transformaciones psicosociales, que interactuemos y que ocurran en nuestras vidas cambios increíbles desde que al principio somos estudiantes, y antes de ser estudiantes somos prescolares, luego nos incorporamos a alguna institución, luego nos graduamos en una universidad o nos preparamos para ocupar algún puesto, somos trabajadores, en fin…

En todos esos roles que el ser humano ocupa va a necesitar determinados conocimientos para interactuar con las otras personas de diferentes maneras y, como somos seres sexuados siempre —toda persona, en cualquier latitud, tiene por dimensión, por condición humana ser sexuada—, es sencillamente una realidad ineludible y se limite o no, se satanice o no el poder expresar la sexualidad en cualquier sociedad, es una realidad; o sea, se puede ocultar, se puede dañar, se puede prohibir, pero lo cierto es que todas las personas somos seres sexuados y esto hace que este proceso educativo sea una necesidad de todos y todas, en cualquier lugar del mundo.

Eso de poder contar con una educación integral de la sexualidad en todas las naciones, en todos los países y reforzarla sobre todo en la infancia, la adolescencia y la juventud, tiene que ver con que los argumentos, los elementos, los valores, la información, los conocimientos que se den en estas edades permitan crear una base para el comportamiento de estas personas en sus vidas futuras, en su adultez y su tercera edad también, o sea, en la vejez.

La educación integral de la sexualidad ofrece argumentos para el conocimiento del cuerpo y sus funciones, así como el autoconocimiento, el cuidado, el autocuidado de nuestro cuerpo y de los otros cuerpos. Son tantos los contenidos que encierra la sexualidad por la amplitud que tiene en cuanto a esta dimensión de ser una condición de la personalidad del ser humano, que no podemos limitarla, ni pensar en una sola arista. Es cierto que a veces, o en estos tiempos, hay una amplia discusión en cuanto a la diversidad sexual; pero es que cuando hablamos de educación integral de la sexualidad hablamos de mucho más, cuestiones importantes para el ser humano que no son exactamente las relacionadas con la diversidad sexual, pero estas, por supuesto, también son importantes.

Hablar de género claro que es importante, porque en el mundo está prácticamente, si no dividido, está clasificado, o se identifica mucho el ser hombre, el ser mujer y, sobre esta base, existe todo un poderío económico importante, más bien masculino, que pone y que ubica a las mujeres en una situación de desventaja, en una situación de desigualdad en muchas latitudes.

En otras, donde no es tan así, como en nuestro país, por ejemplo, se han encontrado oídos receptivos, hombres que han acompañado el proceso revolucionario, muchos han entendido la necesidad de la igualdad, la necesidad de que las mujeres también compartan la vida, la formación y el proceso revolucionario como tal y acompañen y participen con la misma energía y fuerza que los hombres en el proceso más importante de transformación social. Así que, existiendo al menos en Cuba hombres y mujeres más menos en la misma proporción, es importante para todos los procesos que asume el país —todos los procesos sociales y todos los procesos socioeconómicos—, que las mujeres estén con una participación protagónica.

No obstante, es importante, pero no es aún suficiente. Hay muchas mujeres que todavía están pensando y considerando que les toca siempre estar subordinadas al hombre; por eso claro que hay que preparar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para que en su vida adulta estas ideas que todavía existen en algunas personas puedan variar con el tiempo. Es tan fuerte que no lo hemos logrado. Creo que la sexualidad se ha satanizado desde hace mucho, desde hace muchos siglos y se han naturalizado muchas maneras de existir que no favorecen que las mujeres puedan ser libres y que realmente, desde el punto de vista de la igualdad de los sexos, se puedan eliminar desigualdades en este sentido. La mujer, a pesar de las luchas, todavía tiene mucho que hacer y existen muchas cuestiones que resolver.

Entonces, no hay que limitar la sexualidad, la educación integral de la sexualidad, a cuestiones solo relacionadas con género, o solo relacionadas con la diversidad sexual, es mucho más, y estas —insisto— también hay que pensarlas y resolverlas.

Por otra parte, la educación integral de la sexualidad brinda reflexiones en torno a la protección y la autoprotección del organismo humano. Hay mucho que aprender de cómo cuidar que nuestra vida transcurra mucho más saludable en función no solo de nuestro cuerpo, sino también de nuestra mente; en cuanto somos responsables y partícipes de esta salud que sería imposible si cada una de las personas no tomara parte en el asunto, es decir, en su autocuidado y también en el cuidado de otros cuando de relaciones de pareja se trata, inclusive relaciones familiares.

Asimismo, se llama la atención acerca de los límites y las interrelaciones entre las personas que, desde muy temprano, se puedan identificar con aquellos comportamientos lascivos. Siempre en asuntos de protección estamos pensando en que es importante el hecho —porque la vida lo ha demostrado, y los malestares y las dificultades que las personas plantean cuando buscan ayuda— de que a veces no se dan cuenta de cuándo un comportamiento es lascivo, cuándo alguien está haciéndole daño a otro, por ejemplo, a los niños cuando se le acercan adultos que buscan un placer sexual a partir de un tocamiento o a partir de un intercambio con un niño; una persona que a veces ellos coartan o sencillamente les dicen: «si se lo dices a alguien…» y a veces intimidan a los niños. Hay muchos niños, o hay algunos niños a los que les suceden estas cosas y que no encuentran salida, no saben cómo resolver este malestar.

La educación integral de la sexualidad contribuye a ver el intercambio sexual y la sexualidad como naturales y esto es bien importante, porque hay personas que van creciendo con determinados dogmas, ponen determinadas limitaciones y van cercenando el disfrute placentero que muestra la sexualidad en sentido general, o el comportamiento sexual lo muestra y a veces no disfruta de determinados intercambios que se pueden dar en las relaciones de pareja porque sienten miedo, sienten vergüenza, como si estuvieran haciendo algo malo; o sea, se limita el erotismo, se limita el placer y no se disfruta cuando hay alguien que cree que está haciendo algo pecaminoso. Mostrar la sexualidad como algo pecaminoso limita también la vida de las personas, el disfrute de las personas.

Por otra parte, la educación integral de la sexualidad coloca los contenidos cuidadosamente de acuerdo a las edades y a las etapas, o sea, no es que festinadamente se hable de cualquier cosa, de cualquier situación sexual o de respuesta sexual en cualquier edad, sino que hay —está demostrado científicamente— grupos de contenidos que se asimilan a determinadas edades y otros se van incorporando en la medida en que el niño se convierte en adolescente, en joven, de acuerdo a su desarrollo físico y también, por supuesto, mental.

Estimula, por supuesto, el derecho a la información, al conocimiento de todos los derechos que en este sentido tienen las personas, les muestra la vida y da argumentos para que se puedan tomar decisiones en un momento determinado.

Es el caso de las muchachas y los muchachos que pueden iniciar su vida sexual tempranamente —que ojalá no fuera así—. Quien inicia sus relaciones sexuales, inclusive quien se casa tempranamente, luego puede quedar embarazada y no tener planificado para nada, no querer un niño, no se sienten preparados para tener un hijo, y esto también se convierte en un problema. En la medida en que hay una preparación, las personas también pueden protegerse para que justamente, si no quieren tener embarazos, pues no los tengan; y, por otra parte, comenzar la vida sexual cuando estemos en condiciones de asumir las consecuencias. Esto tiene que ser con conocimientos. Las personas que no tienen información difícilmente podrán decidir lo que quieren y desean hacer en determinado momento, y no son libres; las personas sin información, sin conocimientos, sin preparación, no son personas libres, porque no son personas que pueden tomar decisiones por sí mismas. Generalmente, las toman a partir de lo que alguien les está diciendo, a veces alguien a quien se subordina, y entonces puede actuar por lo que dice otro. Estamos pensando en una adolescente que asume que tiene que «obedecer» a su pareja «porque es el hombre», es quien la mantiene, en fin. Hay un grupo de elementos que no funcionan bien, sobre todo cuando no se tiene seguridad, cuando no se tiene conocimiento y, justamente, es cuando no hay una responsabilidad sobre sí mismo, sobre lo que hago y sobre lo que comparto con otras personas. Cuando no hay seguridad, cuando no hay información, cuando no hay conocimiento, cuando fallan todos estos elementos, entonces hay otros conflictos en el curso de la vida y tener que asumir otras tareas más complejas como es la maternidad y la paternidad sin que se desee.

Cuando hablamos de educación integral de la sexualidad estamos pensando en todas las personas, en todos y todas. No se trata de dividirnos en creyentes y no creyentes, de una ideología o de otra, se trata de ofrecer argumentos a todos y a todas para que se sientan incluidos y encuentren respuestas dentro del margen de lo normado a todas las situaciones que puedan tener en un momento determinado, a sus malestares y a los problemas; puedan encontrar una solución, puedan encontrar una respuesta dada por especialistas, científicos o científicas: un jurista o una jurista, un psicólogo o una psicóloga, un psiquiatra o una psiquiatra, un educador o una educadora, en fin, encontrar respuestas a todas las situaciones que en un momento determinado se puedan presentar.

Claro que los medios de comunicación masiva constituyen una alternativa para enseñar, educar y compartir puntos de vista y conocimientos con sus interlocutores; muchos programas son interactivos, otros no tanto, pero las personas pueden escribir, pueden tener un diálogo de alguna manera con quienes conducen los programas. Los medios de comunicación contribuyen a tener argumentos, también, que puedan ayudarnos en un momento determinado a decidir.

Por otra parte, no se protege a la infancia limitándola en su formación. Creo que lo preciso y lo necesario —y no es con dogmas, justamente—, es que haya información científica para todos y todas en torno a la sexualidad. Considero que hay que educar integralmente sobre la sexualidad para poder cuidarnosprotegernostomar decisionesser libres y disfrutar de esta dimensión humana que todas y todos tenemos, que todas y todos vivimos, que todas y todos disfrutamos de alguna manera. Creo que limitarla —como se ha hecho históricamente— de una forma o de otra, excluir a alguien que pueda sentir malestar por alguna interacción social que le preocupe, donde se sienta discriminado o discriminada, donde se sienta excluido o excluida, donde sienta que no encuentra apoyo, no es bueno. Creo que se trata de algo que nos pertenece, que nos incumbe a todas y todos.

Sí, hay que incluir la educación sexual, eso es para mí una realidad incuestionable. Hay asuntos en la sexualidad que no tienen explicación científica, pero que hay consensos, y que además sí hay un grupo de argumentos, desde el punto de vista científico, que nos pueden dar la brújula de por dónde conducirnos. En ese sentido, profundizarestudiar y llegar a conclusiones que puedan facilitársele a otros y otras desde los medios, desde la propia escuela, desde la propia familia, contribuye con la intención de que se viva una vida sexual placentera, pero también mucho más saludable.

Fuente: https://rebelion.org/educacion-integral-de-la-sexualidad-hoy/

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Cuba: Educación integral de la sexualidad hoy

Educación integral de la sexualidad hoy

Intervención en el panel «Fundamentos teóricos, legalidad y derechos de las niñas y los niños a una educación integral de la sexualidad»

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Introducción al panel, por Yuleidys González Estrada

Waslalas se convierte en ese espacio para dialogar sobre temas relacionados con la vida y los derechos de las mujeres en la América Latina. Hoy, por segunda ocasión, la mirada se dirige a Cuba; especialmente, por los programas que ha estado impulsando en los últimos meses en aras de contribuir a relaciones de género más equitativas y justas.

El primer ciclo de debates sobre Cuba tuvo como centro el Programa Nacional para el adelanto de las Mujeres, experiencia resultado de un trabajo conjunto con el Grupo Internacional de Investigaciones de Género, Ciencia y Sociedad y la plataforma feminista de promoción cultural «La Cuarta Lucía». Participaron en el debate la Unión de Juristas de Cuba, Universidad de Cienfuegos, Universidad de Matanzas, Centro Memorial Martin Luther King Jr., Centro de Estudios de la Economía Cubana, Centro de Educación y Promoción para el Desarrollo Sostenible, Universidad de La Habana, Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales de Pinar del Río, Proyecto Cultural Casa InSurGente, Proyecto Cultural Feminista Brujas, Centro Pablo, la revista La Tizza y la Editorial de la Mujer de Cuba.

Para este ciclo que iniciamos, ha crecido la alianza con la incorporación de otras organizaciones de Cuba, Perú, Brasil y Argentina. Como pudieron apreciar en nuestro flyer, este nuevo ciclo de debates se denomina «Mirada Interdisciplinar, transterritorial y popular al Programa de Educación Integral de la sexualidad en Cuba». Desde este título, estamos anunciando que no solo será un espacio interdisciplinario, sino que también contaremos con el acompañamiento de especialistas y activistas de Cuba y América Latina.

Pero, ¿qué es el Programa para la Educación Integral de la Sexualidad? El Programa para la Educación Integral de la Sexualidad fue aprobado a partir de la Resolución 16 de 2021 de la ministra de Educación de Cuba. Este tiene el objetivo de desarrollar un proceso de educación integral de la sexualidad, sobre bases científicas pedagógicas, desde una ética de la virtud dirigida a la formación y desarrollo de conocimientos, habilidades psicosociales, valores y actitudes positivas en relación con la sexualidad como aspecto central del ser humano; desde una visión positiva de la sexualidad con enfoque de género, curso de vida y derechos sexuales y reproductivos que contribuya a la autonomía, igualdad de géneros, vínculos afectivos, salud sexual y bienestar psicosexual de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes en el Sistema Nacional de Educación; de desarrollar el proceso de educación integral de la sexualidad y garantizar la igualdad, justicia social y emancipación plena de las mujeres en Cuba. El mismo responde, además, a los compromisos internacionales asumidos por la Isla en relación con estos temas. Este programa constituye una herramienta de trabajo que puede y debe posibilitar la articulación de las redes y proyectos feministas, tanto con las instituciones estatales como con las organizaciones que conforman la sociedad civil.

En este primer panel estaremos dialogando sobre los fundamentos, la legalidad del Programa y los derechos de las niñas y los niños a una educación integral de la sexualidad. Para motivar el diálogo contamos con tres especialistas en estas áreas: Natividad Guerrero Borrego, psicóloga, profesora e investigadora, miembro de Socumes; Ada Alfonso Rodríguez, médica especialista en Psiquiatría, profesora e investigadora del Cenesex y vicepresidenta de Socumes; y Yamila González Ferrer, jurista, profesora e investigadora, vicepresidenta de la Unión de Juristas de Cuba.

El encuentro constará de dos momentos esenciales: en el primero, escucharemos las exposiciones de las panelistas, quienes tendrán un máximo de 15 minutos para presentar sus ideas en torno a las temáticas que van a abordar y, posteriormente, daremos la palabra a todas las personas que deseen intervenir. Les recordamos las normas para el diálogo, que están basadas en el respeto a los criterios de todas las personas, y ese respeto implica también el respeto al tiempo; por eso necesitamos que, para que puedan intervenir todas las personas que hemos invitado y que van a entrar a este foro, seamos sintéticas en nuestras ideas, de manera tal que tengamos todos y todas la posibilidad de intervenir.

Natividad Guerrero Borrego: Para empezar, me gustaría decir que la educación integral de la sexualidad es un proceso educativo que contribuye a garantizar la salud sexual y reproductiva. En la definición de proceso educativo se encierran muchas cosas, porque un proceso es continuo, y largo… digo largo porque no solamente se trata de educar en la infancia, la adolescencia y la juventud, en estas etapas de la vida.

El hecho de que los seres humanos vivimos diferentes etapas durante el curso de la vida hace que en todo ese proceso de crecimiento ocurran transformaciones psicosociales, que interactuemos y que ocurran en nuestras vidas cambios increíbles desde que al principio somos estudiantes, y antes de ser estudiantes somos prescolares, luego nos incorporamos a alguna institución, luego nos graduamos en una universidad o nos preparamos para ocupar algún puesto, somos trabajadores, en fin…

En todos esos roles que el ser humano ocupa va a necesitar determinados conocimientos para interactuar con las otras personas de diferentes maneras y, como somos seres sexuados siempre —toda persona, en cualquier latitud, tiene por dimensión, por condición humana ser sexuada—, es sencillamente una realidad ineludible y se limite o no, se satanice o no el poder expresar la sexualidad en cualquier sociedad, es una realidad; o sea, se puede ocultar, se puede dañar, se puede prohibir, pero lo cierto es que todas las personas somos seres sexuados y esto hace que este proceso educativo sea una necesidad de todos y todas, en cualquier lugar del mundo.

Eso de poder contar con una educación integral de la sexualidad en todas las naciones, en todos los países y reforzarla sobre todo en la infancia, la adolescencia y la juventud, tiene que ver con que los argumentos, los elementos, los valores, la información, los conocimientos que se den en estas edades permitan crear una base para el comportamiento de estas personas en sus vidas futuras, en su adultez y su tercera edad también, o sea, en la vejez.

La educación integral de la sexualidad ofrece argumentos para el conocimiento del cuerpo y sus funciones, así como el autoconocimiento, el cuidado, el autocuidado de nuestro cuerpo y de los otros cuerpos. Son tantos los contenidos que encierra la sexualidad por la amplitud que tiene en cuanto a esta dimensión de ser una condición de la personalidad del ser humano, que no podemos limitarla, ni pensar en una sola arista. Es cierto que a veces, o en estos tiempos, hay una amplia discusión en cuanto a la diversidad sexual; pero es que cuando hablamos de educación integral de la sexualidad hablamos de mucho más, cuestiones importantes para el ser humano que no son exactamente las relacionadas con la diversidad sexual, pero estas, por supuesto, también son importantes.

Hablar de género claro que es importante, porque en el mundo está prácticamente, si no dividido, está clasificado, o se identifica mucho el ser hombre, el ser mujer y, sobre esta base, existe todo un poderío económico importante, más bien masculino, que pone y que ubica a las mujeres en una situación de desventaja, en una situación de desigualdad en muchas latitudes.

En otras, donde no es tan así, como en nuestro país, por ejemplo, se han encontrado oídos receptivos, hombres que han acompañado el proceso revolucionario, muchos han entendido la necesidad de la igualdad, la necesidad de que las mujeres también compartan la vida, la formación y el proceso revolucionario como tal y acompañen y participen con la misma energía y fuerza que los hombres en el proceso más importante de transformación social. Así que, existiendo al menos en Cuba hombres y mujeres más menos en la misma proporción, es importante para todos los procesos que asume el país —todos los procesos sociales y todos los procesos socioeconómicos—, que las mujeres estén con una participación protagónica.

No obstante, es importante, pero no es aún suficiente. Hay muchas mujeres que todavía están pensando y considerando que les toca siempre estar subordinadas al hombre; por eso claro que hay que preparar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para que en su vida adulta estas ideas que todavía existen en algunas personas puedan variar con el tiempo. Es tan fuerte que no lo hemos logrado. Creo que la sexualidad se ha satanizado desde hace mucho, desde hace muchos siglos y se han naturalizado muchas maneras de existir que no favorecen que las mujeres puedan ser libres y que realmente, desde el punto de vista de la igualdad de los sexos, se puedan eliminar desigualdades en este sentido. La mujer, a pesar de las luchas, todavía tiene mucho que hacer y existen muchas cuestiones que resolver.

Entonces, no hay que limitar la sexualidad, la educación integral de la sexualidad, a cuestiones solo relacionadas con género, o solo relacionadas con la diversidad sexual, es mucho más, y estas —insisto— también hay que pensarlas y resolverlas.

Por otra parte, la educación integral de la sexualidad brinda reflexiones en torno a la protección y la autoprotección del organismo humano. Hay mucho que aprender de cómo cuidar que nuestra vida transcurra mucho más saludable en función no solo de nuestro cuerpo, sino también de nuestra mente; en cuanto somos responsables y partícipes de esta salud que sería imposible si cada una de las personas no tomara parte en el asunto, es decir, en su autocuidado y también en el cuidado de otros cuando de relaciones de pareja se trata, inclusive relaciones familiares.

Asimismo, se llama la atención acerca de los límites y las interrelaciones entre las personas que, desde muy temprano, se puedan identificar con aquellos comportamientos lascivos. Siempre en asuntos de protección estamos pensando en que es importante el hecho —porque la vida lo ha demostrado, y los malestares y las dificultades que las personas plantean cuando buscan ayuda— de que a veces no se dan cuenta de cuándo un comportamiento es lascivo, cuándo alguien está haciéndole daño a otro, por ejemplo, a los niños cuando se le acercan adultos que buscan un placer sexual a partir de un tocamiento o a partir de un intercambio con un niño; una persona que a veces ellos coartan o sencillamente les dicen: «si se lo dices a alguien…» y a veces intimidan a los niños. Hay muchos niños, o hay algunos niños a los que les suceden estas cosas y que no encuentran salida, no saben cómo resolver este malestar.

La educación integral de la sexualidad contribuye a ver el intercambio sexual y la sexualidad como naturales y esto es bien importante, porque hay personas que van creciendo con determinados dogmas, ponen determinadas limitaciones y van cercenando el disfrute placentero que muestra la sexualidad en sentido general, o el comportamiento sexual lo muestra y a veces no disfruta de determinados intercambios que se pueden dar en las relaciones de pareja porque sienten miedo, sienten vergüenza, como si estuvieran haciendo algo malo; o sea, se limita el erotismo, se limita el placer y no se disfruta cuando hay alguien que cree que está haciendo algo pecaminoso. Mostrar la sexualidad como algo pecaminoso limita también la vida de las personas, el disfrute de las personas.

Por otra parte, la educación integral de la sexualidad coloca los contenidos cuidadosamente de acuerdo a las edades y a las etapas, o sea, no es que festinadamente se hable de cualquier cosa, de cualquier situación sexual o de respuesta sexual en cualquier edad, sino que hay —está demostrado científicamente— grupos de contenidos que se asimilan a determinadas edades y otros se van incorporando en la medida en que el niño se convierte en adolescente, en joven, de acuerdo a su desarrollo físico y también, por supuesto, mental.

Estimula, por supuesto, el derecho a la información, al conocimiento de todos los derechos que en este sentido tienen las personas, les muestra la vida y da argumentos para que se puedan tomar decisiones en un momento determinado.

Es el caso de las muchachas y los muchachos que pueden iniciar su vida sexual tempranamente —que ojalá no fuera así—. Quien inicia sus relaciones sexuales, inclusive quien se casa tempranamente, luego puede quedar embarazada y no tener planificado para nada, no querer un niño, no se sienten preparados para tener un hijo, y esto también se convierte en un problema. En la medida en que hay una preparación, las personas también pueden protegerse para que justamente, si no quieren tener embarazos, pues no los tengan; y, por otra parte, comenzar la vida sexual cuando estemos en condiciones de asumir las consecuencias. Esto tiene que ser con conocimientos. Las personas que no tienen información difícilmente podrán decidir lo que quieren y desean hacer en determinado momento, y no son libres; las personas sin información, sin conocimientos, sin preparación, no son personas libres, porque no son personas que pueden tomar decisiones por sí mismas. Generalmente, las toman a partir de lo que alguien les está diciendo, a veces alguien a quien se subordina, y entonces puede actuar por lo que dice otro. Estamos pensando en una adolescente que asume que tiene que «obedecer» a su pareja «porque es el hombre», es quien la mantiene, en fin. Hay un grupo de elementos que no funcionan bien, sobre todo cuando no se tiene seguridad, cuando no se tiene conocimiento y, justamente, es cuando no hay una responsabilidad sobre sí mismo, sobre lo que hago y sobre lo que comparto con otras personas. Cuando no hay seguridad, cuando no hay información, cuando no hay conocimiento, cuando fallan todos estos elementos, entonces hay otros conflictos en el curso de la vida y tener que asumir otras tareas más complejas como es la maternidad y la paternidad sin que se desee.

Cuando hablamos de educación integral de la sexualidad estamos pensando en todas las personas, en todos y todas. No se trata de dividirnos en creyentes y no creyentes, de una ideología o de otra, se trata de ofrecer argumentos a todos y a todas para que se sientan incluidos y encuentren respuestas dentro del margen de lo normado a todas las situaciones que puedan tener en un momento determinado, a sus malestares y a los problemas; puedan encontrar una solución, puedan encontrar una respuesta dada por especialistas, científicos o científicas: un jurista o una jurista, un psicólogo o una psicóloga, un psiquiatra o una psiquiatra, un educador o una educadora, en fin, encontrar respuestas a todas las situaciones que en un momento determinado se puedan presentar.

Claro que los medios de comunicación masiva constituyen una alternativa para enseñar, educar y compartir puntos de vista y conocimientos con sus interlocutores; muchos programas son interactivos, otros no tanto, pero las personas pueden escribir, pueden tener un diálogo de alguna manera con quienes conducen los programas. Los medios de comunicación contribuyen a tener argumentos, también, que puedan ayudarnos en un momento determinado a decidir.

Por otra parte, no se protege a la infancia limitándola en su formación. Creo que lo preciso y lo necesario —y no es con dogmas, justamente—, es que haya información científica para todos y todas en torno a la sexualidad. Considero que hay que educar integralmente sobre la sexualidad para poder cuidarnosprotegernostomar decisionesser libres y disfrutar de esta dimensión humana que todas y todos tenemos, que todas y todos vivimos, que todas y todos disfrutamos de alguna manera. Creo que limitarla —como se ha hecho históricamente— de una forma o de otra, excluir a alguien que pueda sentir malestar por alguna interacción social que le preocupe, donde se sienta discriminado o discriminada, donde se sienta excluido o excluida, donde sienta que no encuentra apoyo, no es bueno. Creo que se trata de algo que nos pertenece, que nos incumbe a todas y todos.

Sí, hay que incluir la educación sexual, eso es para mí una realidad incuestionable. Hay asuntos en la sexualidad que no tienen explicación científica, pero que hay consensos, y que además sí hay un grupo de argumentos, desde el punto de vista científico, que nos pueden dar la brújula de por dónde conducirnos. En ese sentido, profundizarestudiar y llegar a conclusiones que puedan facilitársele a otros y otras desde los medios, desde la propia escuela, desde la propia familia, contribuye con la intención de que se viva una vida sexual placentera, pero también mucho más saludable.

Fuente: https://medium.com/la-tiza/educaci%C3%B3n-integral-de-la-sexualidad-hoy-c01b9430b7a9

Fuente de la Información: https://rebelion.org/educacion-integral-de-la-sexualidad-hoy/

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UNICEF: Declaración de la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, en la Reunión Ministerial de Alto Nivel sobre la Situación Humanitaria en Afganistán

Declaración de la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, en la Reunión Ministerial de Alto Nivel sobre la Situación Humanitaria en Afganistán

 

Contrastado con la entrega

GINEBRA, 13 de septiembre de 2021 – “Los niños de Afganistán han sufrido durante mucho tiempo de manera desproporcionada las crisis humanitarias, de seguridad, sociales y económicas que han asolado al país durante décadas. Su sufrimiento está lejos de terminar y necesitan nuestra ayuda.

“Casi 10 millones de niñas y niños dependen de la asistencia humanitaria solo para sobrevivir.

“Al menos 1 millón de niños sufrirán desnutrición aguda severa este año y podrían morir sin tratamiento.

“Casi 600.000 personas, más de la mitad de las cuales son niños, han sido desplazadas por el conflicto este año.

“El número de niños no acompañados y separados está aumentando.

“Y hemos recibido informes informales sobre el reclutamiento de niños por las partes en el conflicto y nos preocupa que los niños corran un mayor riesgo de sufrir otras violaciones graves de sus derechos.

“Sin una acción urgente, es probable que la sombría situación que enfrentan los niños de Afganistán se deteriore en los próximos meses debido a la severa sequía y la escasez de agua, las preocupaciones en torno al financiamiento para la continuidad de los servicios básicos, el inicio del invierno y las consecuencias del COVID-19. pandemia.

“Es por eso que estamos aquí hoy, para instar a la comunidad internacional a aumentar el apoyo a las agencias humanitarias de la ONU y nuestros socios para que podamos mantener y expandir programas críticos y que salvan vidas para niños y familias necesitadas.

“Es necesaria una respuesta humanitaria sólida para proteger los importantes avances en materia de desarrollo que se han logrado en los últimos años, y al mismo tiempo sembrar las semillas para una estabilidad a largo plazo.

“Por ejemplo, el número de escuelas en Afganistán se ha triplicado desde 2002 y la matrícula escolar se ha multiplicado por diez en los últimos veinte años, llegando a casi 10 millones de niños en la actualidad, incluidas casi 4 millones de niñas.

“Son mejoras importantes que no podemos perder para los niños del país y sobre las que debemos seguir construyendo porque hay mucho más espacio para crecer. Más de 4,2 millones de niños siguen sin ir a la escuela. Y según nuestros datos más recientes, casi el 50 por ciento de las niñas en Afganistán ni siquiera han ingresado a la educación primaria. Esto necesita cambiar.

“La protección y promoción de los derechos de las mujeres y las niñas son características centrales del continuo desarrollo humanitario. Continuaremos presionando y monitoreando de cerca la seguridad y el acceso de las niñas y mujeres a los servicios esenciales, así como la capacidad de las maestras y trabajadoras de la salud para regresar al trabajo.

“UNICEF ha estado sobre el terreno en Afganistán durante más de 70 años, trabajando en todo el país para proporcionar una amplia gama de intervenciones humanitarias y de desarrollo críticas. Sabemos lo que se debe hacer por los niños. Y podemos lograrlo, junto con nuestros socios, siempre que tengamos el apoyo financiero completo, el transporte de suministros y personal, y el acceso humanitario completo para llegar de manera segura a los necesitados.

“Necesitamos asegurarnos de que la ayuda no esté politizada; la priorización de las decisiones de financiamiento debe basarse primero en las necesidades. Debemos buscar formas de brindar asistencia oportuna y sostenida a gran escala.

“Estos esfuerzos incluirán la expansión de nuestros programas para brindar a más niños, mujeres y familias acceso a atención médica, apoyo nutricional, protección, albergue, educación, agua y saneamiento. Y estamos explorando activamente opciones para mantener a flote los servicios esenciales, a través de un esfuerzo de “toda la organización” – humanitario y de desarrollo – vidas y medios de subsistencia.

“Ya estamos viendo resultados. En las últimas dos semanas, hemos proporcionado agua potable a 170.000 personas afectadas por la sequía y hemos desplegado equipos de salud móviles en 14 provincias para seguir brindando servicios básicos de salud a niños y mujeres. Durante la última semana de agosto, UNICEF proporcionó a 4.000 niños menores de cinco años con desnutrición grave un tratamiento terapéutico que les salvó la vida, y han comenzado las misiones por carretera.

“Nada de este trabajo hubiera sido posible sin la dedicación de nuestros trabajadores de primera línea en el terreno, especialmente nuestro personal nacional. Siguen comprometidos a servir a los niños, a menudo con un gran riesgo para sus propias vidas. Les debemos una enorme deuda de gratitud y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar su seguridad y protección.

«Por favor ayudenos. Nunca ha habido un momento más urgente para apoyar a los niños de Afganistán y las personas que los sirven. Sin su apoyo, los servicios esenciales se detendrán por completo y el país se hundirá aún más en el caos. El mundo no puede permitir que eso vuelva a suceder «.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/statement-unicef-executive-director-henrietta-fore-high-level-ministerial-meeting

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Los desastres de USICAMM

Por: Erica Lavin 

Con 6 días de retraso salieron los reportes de resultados individuales de la evaluación realizada por la Unidad del Sistema para la Carrera de Maestros y Maestras (USICAMM), nuevamente a través de la plataforma digital que no satisface la demanda para consulta de información de los miles de docentes que intentan acceder y que continuamente se topan con las fallas operativas que se han presentado durante todo el proceso de Promoción Horizontal

Los indicadores a evaluar quedaron claros después de varias semanas de la emisión de la convocatoria, debido a la pandemia se dieron de facto los 20 puntos para el Reconocimiento al buen desempeño y los 20 puntos a la Entrevista por el colectivo docente; en el caso de la antigüedad se establecen 40 puntos, sin embargo se reconsidera que a partir de los 30 años de servicio ya pueden acceder al puntaje máximo y de ahí se desglosa en nivel descendente  y proporcional a los años que cada docente tenga en el servicio; el grado académico  también contempla un ajuste, se otorgan 8 puntos a nivel licenciatura, y se contemplan 16 para maestría y 20 para doctorado.

En cuanto al sistema de apreciación de conocimientos se aplicó el Instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes al que se le asignan 120 puntos, y por otro lado el Instrumento de valoración de recursos personales y práctica educativa con 80 puntos como máximo, este último constaba de las 12 preguntas  abiertas que debían ser argumentadas de acuerdo a la  experiencia, creatividad e innovación pedagógica y con base en el contexto donde  los maestros han llevado a cabo su práctica docente, respuestas que se esperaba fueran evaluadas cualitativamente.

Específicamente en este indicador,  las preguntas relacionadas con la labor educativa de los docentes en el aula, es el que generaba mas confianza ante la libertad de exponer los recursos y estrategias que utilizarían en cada caso planteado, la seguridad en la argumentación de algo que hacen cotidianamente en la escuela y el salón de clases significaba por fin, ser reconocidos a  partir de la experiencia educativa que han adquirido a través de los años; sin embargo, fue decepcionante que los puntajes asignados estén muy por debajo de los 80 puntos que se debían otorgar, la pregunta obligada ante esto es ¿Quiénes son los expertos educativos que leyeron con detenimiento las respuestas redactadas por miles de maestros? ¿Acaso no es válida la creatividad, diversidad de recursos e innovación pedagógica que cada docente puede diseñar e implementar? ¿Existía solo una respuesta correcta ante cada pregunta abierta? ¿Qué expertos la definieron?

Sabemos de antemano que la revisión de respuestas se da a partir de sistemas computacionales, pero el confinar la práctica reflexiva de los maestros y maestras a un algoritmo informático, cuyas palabras claves cargadas al sistema son las que validaran como acierto o error la respuesta que se redactó, representa una reducción de ideas y pretende la convergencia en una sola acción modelo que sería la correcta para los que están evaluando, contrario a lo que se plantea incluso en la Ley General de Educación donde explícitamente se afirma que debe reconocerse la experiencia, así como la vinculación y compromiso con la comunidad y el entorno donde labora, para proponer soluciones de acuerdo a su contexto educativo.

El programa de Promoción Horizontal se ha convertido en un embudo que en cada fase va relegando a miles de maestros cuya labor es admirable, es un espejismo que promueve una falsa esperanza de mejora salarial, la única opción que autoridades educativas y gubernamentales han diseñado pero que dista mucho de la revalorización que los docentes merecen, ante los resultados individuales que se dan a conocer se generan más dudas que certezas, empiezan comparaciones, dudas sobre el conocimiento que se tiene, incluso algunos maestros inician un proceso de autorreflexión partiendo del puntaje obtenido de una plataforma digital, calificaciones asignadas por “expertos educativos” que nadie conoce, sujetos para quienes el derecho de réplica, dudas y aclaraciones solo contemplan correo electrónico o plataforma digital como único medio.

Esta historia aún no termina, el 5 y 6 de septiembre inició la fase de entrega de reporte de resultados individuales, se darán 15 días hábiles para manifestar inconformidades o pedir aclaraciones, posteriormente para el 11 de octubre se integraran los grupos de dictaminación de acuerdo a los puntajes obtenidos y se darán a conocer listas de manera pública, durante ese mismo mes las autoridades educativas de cada estado determinaran al personal que resulte beneficiario con el incentivo, todo esto de acuerdo  a los puntajes más altos, disponibilidad presupuestaria y los criterios para la asignación del incentivo;  y, en la primera quincena del mes de noviembre se publicaran por grupos de dictaminación a los maestros que han sido incorporados al programa y se les hará la notificación respectiva, quedando sin fecha definida el pago de incentivo a los promovidos.

Ante esto, se generan varias interrogantes ¿Cuántos serán los beneficiados por el incentivo? ¿Cuál es el presupuesto destinado para el programa de promoción horizontal? ¿Existirá garantía de que el presupuesto alcance por lo menos a cubrir al 80% de todos los que cumplieron con el proceso de evaluación? Si así fuera, aun seguiría faltando equidad y justicia para todos los docentes que quedaron fuera por las fallas de la plataforma digital, más aún, la mejora salarial la merecen también los miles de maestros y maestras que sin participar en el programa,  siguen dando cada día lo mejor de sí con sus alumnos, muchos ya desde el salón de clases o en su escuela a pesar de la pandemia, y que siguen esperando la verdadera revalorización del magisterio de la que tanto se habló.

El programa de incentivos de Promoción Horizontal ha ido dándose a conocer a cuentagotas, sin  respeto por las fechas para  publicar resultados que ellos mismos establecieron, somete a los docentes a plataformas digitales que se saturan, volviéndose  ineficaces e  inoperantes, no existe claridad y transparencia en la forma en que evaluaron y quiénes evaluaron, se clasifica a los docentes a partir de puntajes asignados con programas informáticos, se diseñan filtros para que sea un mínimo porcentaje que alcancen ese tan anhelado incentivo, ocultando así las fallas sistémicas de origen del programa  y adjudicando la responsabilidad total a los docentes de ser o no promovidos en dicho proceso, normalizando la idea de que los incentivos se deben condicionar al presupuesto financiero que las autoridades educativas y gubernamentales destinaron,  aunque éste resulte insuficiente y sea al final del camino, la mayor causa de exclusión.

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De París a Uruguay, 13 jornadas de investigación y memoria

Por: Enric Llopis

¿Pueden los lectores detectar referencias autobiográficas en las obras de un escritor? Tal vez así ocurra en el caso de la novela de 140 páginas titulada Nunca más tacones altos, de Marita Ferraro Scot, publicada en marzo por Ediciones Dyskolo.

La protagonista, Amalia, se desplaza en avión desde París a Montevideo –más de 15.000 kilómetros- con el fin de conseguir material para una investigación universitaria. La abuela de Amalia pasó casi la mitad de la vida en la capital uruguaya, y la madre de la joven dejó de muy niña esta ciudad. Para elaborar la tesina rebusca –en bibliotecas y librerías montevideanas- la narrativa del escritor Sergio Tagoni, quien publicó novelas hasta 1982 que después quedaron en el olvido.

El texto de Marita Ferraro Scot transcurre en 13 jornadas. El primer hallazgo en las pesquisas de Amalia se produce –orientada por un estudiante de Historia, Miguel- en la biblioteca de un filósofo y profesor, marxista, de Estética. Allí encuentra uno de los libros –entre novela corta y cuento extenso- de Sergio Tagoni. Otra de las pistas que sigue la investigadora es la de Irene González Ruiz, segunda mujer del escritor.

Doctora en Literatura, de origen uruguayo y residente durante más de tres décadas en Francia, la autora de Nunca más tacones altos ha ejercido en la Universidad de Grenoble Alpes, como profesora de docencia e investigación en literatura e historia de América Latina (segunda mitad del siglo XX). Dyskolo ha publicado su primera novela.

Sobre la obra de Ferraro Scot planea la la dictadura militar en Uruguay, implantada por el golpe de Estado del presidente Juan María Bordaberry con el apoyo del ejército (junio de 1973); la dictadura se prolongó durante 12 años, hasta 1985. El colectivo Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos publica en su página Web un listado con 197 casos de detenidos desaparecidos (actualizado mayo 2020), a quienes mantienen vivos en la memoria y recuerdan en las Marchas del Silencio.

En el informe titulado A todos ellos, de 2004, el colectivo de familiares denunció el “‘Terrorismo de Estado’ llevado adelante (durante la dictadura) en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional” y la “coordinación represiva entre los militares de la región”, en el denominado Plan Cóndor, del que también fueron víctimas ciudadanos uruguayos. Asimismo publicaron en 1984 el documento Muertes en prisión, en el que se afirma respecto a la tortura: “Ha sido uno de los instrumentos políticos más decisivos que ha empleado la dictadura uruguaya para gobernar”.

En una reseña de la novela, el periodista Antonio Cuesta recuerda que Marita Ferraro participó –a finales de los años 60- en las luchas estudiantiles, “fue detenida en 1976, desaparecida, torturada y encarcelada durante cuatro años y medio” (Cuando la literatura se encuentra con la historia, en Rebelion.org, mayo 2021). Ferraro es asimismo integrante de la asociación de uruguayos ¿Dónde están? de Francia, surgida en 1996, que lucha por la justicia, reparación y memoria de las personas desaparecidas.

Se incluyen, en Nunca más tacones altos, referencias a la represión ejercida por el gobierno militar. Entre otras, el testimonio de uno de los libreros a los que visita Amalia: “Tuvimos que convertirnos en artífices del disfraz, genios de alta costura para vestir con tapas insólitas los libros prohibidos por la censura”. Un amigo del vendedor de libros hace explícita, unos pocos párrafos después, la censura de obras teatrales, el cierre de salas, la vigilancia policial de ensayos e incluso el exilio de actores. También fue prohibida la novela El proceso, de Kafka, “¡no fuera que los lectores lo confundieran con el nombre oficial de la dictadura!” Y un militar se escandaliza al ver una obra de Marx –resulta ser de Groucho- en un escaparate.

Pero ello no quita para que la autora utilice recursos como el humor y la ironía. Por ejemplo, en la descripción del suizo que viaja al lado de la investigadora en el vuelo de Air France; pasó el viaje roncando y baja la mochila como si estuviera ya en el Aconcagua; o cuando la protagonista entra en una chivitería, e ingiere un plato que parece extraído de un libro de recetas “especial colesterol” y “quilos de más”. También en el penoso laberinto, burocrático y clasificatorio, que implica la búsqueda de un volumen en la Biblioteca Nacional de Uruguay.

En algunas páginas hay alusiones a otros escritores, como el “Uruguay benedettiano” –pautado y aburrido- que Amalia tiene en mente. En la novela La tregua, de 1960, Mario Benedetti sitúa en este contexto de monotonía la vida del protagonista, Martín Santomé, empleado en una oficina de Montevideo. La relación con Lucía Avellaneda, mucho más joven que éste, altera por un tiempo la existencia gris del oficinista.

Además Amalia se refiere al libro Estás acá para creerme. Mis entrevistas con Onetti, publicado en 2009. El texto da cuenta de más de tres décadas de entrevistas entre la autora, la periodista uruguaya María Esther Gilio, y Juan Carlos Onetti, desde el primer encuentro en la Rambla de Pocitos en Montevideo. El tono jocoso aparece, de nuevo en la ficción, cuando Amalia observa la portada del citado libro: “Impresionante detrás de gruesos lentes de negra montura el dedo conminatorio de Onetti me hace temblar”.

El lector de Nunca más tacones altos puede hallar alusiones a temas musicales. Así, la aspirante la profesora descubre la canción El día que Artigas se emborrachó (1996), por la que el grupo de rock El Cuarteto Nos tuvo que afrontar una denuncia penal del Ministerio de Cultura. El Gobierno uruguayo entendió que la letra difamaba al héroe nacional José Gervasio Artigas. “Lo que importa es la visión de la historia que se impuso siempre y que no admite otras lecturas”, zanja Miguel, uno de los personajes de la novela.

Ni Marita Ferraro Escot ni tampoco su personaje parecen entusiastas de la erudición literaria. Según la joven doctoranda, “mucha teoría literaria, barthes y genettes no me ayudan en lo concreto”; Roland Barthes (1915-1980) fue un filósofo y semiólogo estructuralista francés y Gérard Genette (1930-2018) un teórico literario, también galo, que destacó en el ámbito de la narratología. Amalia alberga dudas sobre la utilidad de una lectura que le recomienda su directora de estudios: Fictionnalisation, travestissement et détournement de la ‘fonction-auteur’. Y, en un pasaje de la novela, caracteriza su tesina como “sesudas y reflexivas apreciaciones científico-literarias”.

Otra clave del texto publicado por Dyskolo es la Memoria, quizá uno de los hilos conductores. “En una época la gente se iba, como en la canción, sin decir adiós y no se sabía nada de ella (…)”; o “… pero hay huellas, y si bien no lo son todo, en la realidad presente han dejado sus marcas”, afirma Sara, licenciada en Biología que trabaja en el hostal donde se aloja Amalia. O, como señala la hermana de la segunda mujer de Tagoni: “Hace tiempo, ya mucho tiempo que todo terminó. No fue fácil”.

La novela se desarrolla sin rigideces ni estructuras previsibles y cerradas. De modo que la autora hace que tenga peso el azar. Amalia accede –de manera casi fortuita- al primer título de Sergio Tagoni. “Tanta suerte junta y después dicen que el azar no existe”, afirma la investigadora cuando logra la dirección de Irene, una de las mujeres del escritor.

La experiencia de la joven no es unívoca y lineal, incluso se aprecian transiciones sobre las que reflexiona: “Todo lo que voy descubriendo de este país parece amontonarse y en mi mente choca con los buenos recuerdos que me transmitió mi familia”. Por último, un elemento que Marita Ferraro no descuida es la pincelada descriptiva (de los personajes); no resulta banal, sino que aporta información e introduce puntos de sarcasmo en el relato.

Así ocurre con una de las trabajadoras de la Biblioteca Nacional, “mujer de pelo blanco que parece arrastrar cadenas más que caminar, cansada y mustia”. O el joven recepcionista, melancólico, que se desempeña en este mismo lugar y piensa tras el mostrador en el tiempo que le queda para jubilarse. En la segunda jornada Amalia ya conoció a un hombre mayor y jovial, de bigote espeso, que vendía “libros, libritos y libracos” en su antro. También conversó con otro de costumbres fijas, lector muy habitual de Brecha y Página12.

De París a Uruguay, 13 jornadas de investigación y memoria

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