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Las crisis el capitalismo, la Covid y los ludópatas neoliberales de Wall Street

Por: Eduardo Camín

La pandemia del Covid está exacerbando las desigualdades ya existentes; desde enfermar del virus, hasta mantenerse vivo o padecer las dramáticas consecuencias económicas. La Covid-19 sin dudas, provoca una crisis sin precedentes, y las medidas de confinamiento han afectado a casi todos los trabajadores y las empresas.

Los tiempos en los que uno debía considerarse afortunado por el mero hecho de tener trabajo ya es cosa del pasado. Aunque, no hay que perder de vista que la pobreza ya no es sinónimo de desempleo, ay que también se da en muchos trabajadores con un empleo precario, que sufren una carencia material severa, como retraso en los pagos, no tener vacaciones o la baja intensidad en el empleo.

Por lo tanto, la temporalidad, los contratos de un día, por obra o servicio con los sueldos precarios se pueden dar en cualquier de estas situaciones. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo rector especialista en temas laborales, ha advertido a lo largo de los años la tendencia mundial hacia un aumento del empleo vulnerable.

Así la Covid 19, al igual que el colapso financiero global que desencadeno la recesión 2008- 2009, se convierten en el producto ideológico que oculta una causa endógena que explicaría la permanente recurrencia a la crisis: no es casualidad que la economía capitalista ya no avanzara a un ritmo acelerado antes de la pandemia.

Al comienzo de la actual pandemia, “los mercados bursátiles”, el faro que orienta al capitalismo cayeron hasta un 30% en el espacio de pocas semanas e hicieron saltar las alarmas mediáticas ante lo que se podría convertir, de nuevo, en una inminente crisis económica mundial.

En realidad son muchos los factores en juego que dictan el rumbo de la economía global, entre ellos las tensiones comerciales entre EEUU y China (¡antes del virus!).

La desaceleración de la economía del sector exportador, ocasionadas por el proteccionismo y las guerras comerciales ha causado un debilitamiento de las exportaciones que se trasladó a las inversiones empresariales, agravando a la vez las condiciones laborales y sociales, con el consiguiente aumento de desempleo y precarización

La situación económica

En abril 2020, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la ratio promedio de endeudamiento público con respecto al PIB aumentaría del 69,4 al 85,3 por ciento durante el año, y que muchos países alcanzarían niveles considerablemente superiores, lo que llevo a su Directora, la búlgara Kristalina Georgieva,a abogar por políticas monetarias acomodaticias y políticas fiscales que protejan a la economía de un colapso que derivaría en una ola de insolvencias y un desempleo estructural.

Algunos estados han establecido planes de estimulo fiscal y monetario sin precedentes para contrarrestar las repercusiones sociales y económicas de la pandemia de la Covid 19, de miles de millones de euros, en consonancia con los compromisos de “hacer todo posible” para proteger a sus ciudadanos, mientras que el sector empresarial se encarga de fustigar por el aumento de la deuda publica.

El resultado último de esta crisis humana es que, según el Banco Mundial, entre 71 y 100 millones de personas se verán arrastradas a la pobreza extrema, revirtiendo así los avances en materia de desarrollo registrados en los últimos años. El costo económico y social de los esfuerzos que deben desplegarse para detener la pandemia es innegable.

Esto ha generado un debate -en ocasiones arduo- sobre la interacción de los objetivos de política sanitaria y de política laboral. No obstante, si no se actúa con determinación ahora contra la pandemia, inexorablemente el costo socioeconómico tendrá proporciones aún mayores en el futuro.

La solidaridad y cooperación “nacionalizadas”

Sin duda, los estímulos fiscales y monetarios, aunados a los esfuerzos para apoyar a las empresas y favorecer el mantenimiento de los puestos de trabajo y de los ingresos, requieren una importante inversión de recursos, incluso si, lógicamente, éstos no se consideran costos sino inversiones.

Pero este tipo de medidas no puede prolongarse indefinidamente, ni tampoco es ese su objetivo. Además, algunos países no tienen la capacidad para implementarlas, o por lo menos no durante el tiempo necesario, y si se retiran demasiado pronto podría producirse otra oleada de grandes dificultades.

La creciente diversidad de formas de trabajo que han ido apareciendo en los últimos años ha supuesto un obstáculo para prestar apoyo inmediato a aquellos que lo necesitan. A menudo, los trabajadores por cuenta propia, los subcontratados, o con contratos temporales, los de plataformas y otras categorías de trabajadores con una situación laboral incierta o prestaciones insuficientes, tienen todas dificultades del mundo para acceder a las ayudas.

A éstos se suman los muchos millones de trabajadores informales que se encuentran en una situación extremadamente precaria.

Para proteger la salud de los trabajadores se han observado tres posibles opciones: retirarlos de los lugares de trabajo y permitirles trabajar desde sus domicilios; pedirles que continúen trabajando en el lugar de trabajo habitual, pero con equipos y protocolos de protección adecuados, incluido el distanciamiento físico; o simplemente interrumpir su trabajo durante el período de emergencia.

Aquí también se han observado dificultades. La OIT ha estimado que sólo un 18 por ciento de los trabajadores desempeñan tareas y se encuentran en lugares que se prestan al teletrabajo. Esto dista mucho de ser una opción al alcance de todos.

Lamentablemente las personas que han seguido trabajando como antes -los del sector de la salud, los del cuidado, los del transporte y los trabajadores de la limpieza, que hoy se consideran personal esencial- no siempre han dispuesto de equipos y procedimientos de protección adecuados.

En ocasiones, las medidas de confinamiento adoptadas por los gobiernos han supuesto fuertes restricciones a las libertades individuales. Por lo general, estas medidas han sido bien aceptadas por la población, que comprende que son adecuadas, proporcionales y limitadas en el tiempo, y, por consiguiente, resultan legítimas en la lucha contra la pandemia.

Lo que no es legítimo es que se apliquen esas restricciones a las condiciones de trabajo y que no se respeten plenamente las normas laborales, que a su vez constituyen herramientas importantes para superar la crisis.

Por último, se han observado dificultades en cuanto a la solidaridad y la cooperación internacionales en la respuesta a la crisis de la Covid-19. Si bien ha habido una movilización de recursos sin precedentes, su utilización se limitó abrumadoramente a la esfera nacional. En el sálvese quien pueda, aún no hemos presenciado una respuesta mundial a la altura del desafío al que se enfrenta el planeta.

Peor aún: el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Ghebreyesus, a propósito de las vacunas, advirtió que “el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico … y el precio de este fracaso se pagará con las vidas y el sustento de los paises más pobres”

El máximo responsable de la OMS consideró que no es justo que gente sana y joven de las naciones ricas acceda a la vacuna antes que los grupos vulnerables de los paises más pobres.

¿Qué pasará ahora en el gran casino de Wall Street?

Los países de todo el mundo y la comunidad internacional en su conjunto siguen enfrentando los desafíos sanitarios, humanitarios y socioeconómicos asociados a la crisis causada por la pandemia.

Mientras ésta siga, las respuestas adoptadas en materia de políticas deberán aplicarse de forma eficaz como preludio necesario al retorno gradual y seguro al trabajo.No obstante, ello no significa que se vuelva a trabajar como antes, al menos durante el período en que debamos seguir viviendo y trabajando con el virus, e independientemente de la vacuna .

Se está debatiendo mucho sobre cómo será el mundo del trabajo cuando superemos la pandemia, y la idea de una «nueva normalidad» en el trabajo está ganando terreno.Con demasiada frecuencia, se pasa por alto la distinción entre las nuevas prácticas que deberán adoptarse durante el período en que el virus siga planteando la amenaza que hoy supone y las perspectivas de futuro a más largo plazo que puedan imaginarse cuando ya no existan esas limitaciones.

El riesgo de ello es que podemos perder de vista que, a pesar de las limitaciones que hoy enfrentamos, el futuro del trabajo puede y debe ser lo que nosotros queramos que sea. En efecto, los planes de recuperación deben establecer, desde el principio, las bases de la «mejor normalidad» que queremos.

El punto de partida no será alentador. Independientemente de su evolución futura, la pandemia dejará un mundo del trabajo con más desempleo, más desigualdad, más pobreza, más deuda y, con toda probabilidad, más frustración e incertidumbre.

El coronavirus nos ha mostrado cuan frágil es la economía capitalista. Pero la crisis del capitalismo –con o sin coronavirus– seguirá golpeando la economía global.
En el gran casino de Wall Street sigue siendo el faro que guía a los ludópatas neoliberales, que continúan apostando en sus bolsas de valores, e incluso sus economías ‘reales’ seguirán produciendo para un mercado virtual.

La desatención selectiva pretende borrar de la experiencia aquellos elementos que pueden resultar inquietantes si se llegara a tomar conciencia de ellos. Esta desatención selectiva es una respuesta de uso múltiple frente a los problemas cotidianos que nos acucian: no veo lo que no me agrada, parece ser la consigna.

Mucho temo, que la clase trabajadora quedó atrapada, en la telaraña del virus del gran capital dando vueltas sin rumbo en la rueda de la fortuna del neoliberalismo.

 

*Periodista acreditado en la ONU-Ginebra. Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente e imagen:  http://estrategia.la/2021/01/22/las-crisis-el-capitalismo-la-covid-y-los-ludopatas-neoliberales-de-wall-street/

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La Educación que emociona

Por: Teresa Galicia

La semana pasada, escribí que, tomando en cuenta a Maturana (2016), educar implica fijar la mirada en un horizonte prometedor, donde la educación ocurre cuando se presenta una transformación con la convivencia.

Esta transformación no puede existir sin la relación pedagógica que se establece en los encuentros, como el que se forja entre el maestro y la maestra con sus alumnos, en las relaciones con sus propios compañeros y con los otros en los diversos niveles de socialización.

Emocionarse en estos encuentros tiene que ver con la manera en la que construimos esas relaciones, donde las preguntas que parten del cuestionamiento de nuestra realidad toman en cuenta todos los ámbitos en los que se vive y crece.

La semana pasada, dentro de la primera “Jornada de Formación Docente Integral”, sostuve una charla con los docentes del Instituto Tecnológico de Libres, donde compartí mis reflexiones en torno a lo que implica educar en este complejo año.

Sin duda, los encuentros entre maestros de una comunidad educativa son necesarios para poder compartir una visión de futuro basada en su realidad inmediata, que refiere la necesidad de repensar la formación del profesorado tomando en cuenta tanto el conocimiento técnico como una reflexión sobre las rutinas escolares, considerando la diversidad social y cultural para desarrollar prácticas pedagógicas adecuadas, tomando en cuenta el ecosistema propio de cada escuela.

Así, los encuentros permiten facilitar las   reflexiones sobre aquellos procesos de enseñanza que pueden favorecer los aprendizajes de los estudiantes. Lo que quedó claro a lo largo de nuestra charla fue que en este periodo de pandemia tanto los alumnos como los profesores tuvieron aprendizajes que es necesario reconocer para poder resignificarlos a través de sus experiencias, para seguirlos desarrollando a lo largo de este semestre escolar 2021 que inició.

Les invité a  reflexionar en esa ausencia de sentido  que a veces se presenta en la enseñanza, porque los alumnos  no pueden siempre hacer preguntas, porque en general, se les ubica y explica un mundo que nos les hace sentido, por eso la necesidad de enfrentar el reto de vivenciar un espacio emocional donde se puedan  responder a sus preguntas, que les ayuden a explicar el mundo desde su perspectiva y se les reconozca como seres humanos dentro de una educación que  emocione.

La enseñanza en una escuela que emocione, tiene que tomar en cuenta la riqueza de la diversidad humana, social y cultural que posee, por eso la formación continua de los docentes en el complejo contexto actual, implica una permanente reflexión sobre la práctica para establecimiento de puentes entre la cotidianidad escolar, el ejercicio docente y lo que piensan, sienten y hacen sus alumnos.

Si bien mi charla disertó sobre los alumnos, uno de los docentes participantes mencionó que, si bien estaba de acuerdo en que hay que tomar como centro de la educación a nuestros alumnos, pero ¿qué pasa con los maestros?, ellos también enfrentan situaciones complejas que afectan no solo su vida, también su quehacer profesional.

Les mencioné que, si bien los alumnos requieren de atención profesional para salir adelante, especialmente en lo que se refiere al aspecto socioemocional, también los docentes lo requieren, situación que hasta ahora se le ha prestado escasa atención.

Hay investigaciones que nombran lo que se denomina “malestar docente”, que afecta a buena parte del profesorado y que se origina como una respuesta a una serie de factores o acontecimientos negativos que les aquejan en el marco educativo, que pueden deteriorar la actividad docente. Ahora, ese malestar se intensifica porque estamos enfrentando a una pandemia, con sus consecuentes repercusiones.

El síndrome del “burnout” o síndrome del profesor agotado (Imbernón, 2020), aparece como una combinación de síntomas físicos (como fatiga, perturbaciones de sueño, jaqueca, disturbios gastrointestinales, tensión muscular, jaquecas etc.) y psicológicos (agotamiento, emocional, falta de motivaciones, desencanto, desilusión, ansiedad, despersonalización, irritabilidad, baja autoestima, perdida de capacidad de empatía etc.). Si nuestros docentes están afectados por este síndrome, no hay posibilidades de que se pueda realizar una educación que emocione, ya que entonces, los educadores están agotados emocionalmente: “erosionados psicológicamente” (Imbernón, 2001).

Los maestros requerimos ser, saber y desaprender para seguir aprendiendo, pero también requerimos de atención profesional, ojalá y pronto las autoridades y los sindicatos magisteriales tomen en cuenta esta situación y actúen en consecuencia.

Por lo pronto, les invito a leer la carta que mencioné en el encuentro, https://tutoria.unam.mx/sites/default/files/2020-07/14-6pablol.pdf, escrita por Don Pablo Latapí Sarre. La invitación tiene que ver con el asumir el reto de una educación que emocioné, porque como escribí, las emociones son el fundamento de todo lo que hacemos en nuestro vivir y ese fundamento tiene un trasfondo fisiológico en la configuración de nuestras vidas para que nos transformemos en la convivencia.

Cada uno de los que enfrentamos diariamente el reto de educar, podemos elegir el lado de la luna que queremos. Seguramente muchos de ustedes, estarán de acuerdo en que: “… Si tienes vocación de maestra o maestro… tú también opinarás, sin grandilocuencias ni idealizaciones, que la Luna es, decididamente, luminosa y bella.

Gracias a los docentes del Instituto Tecnológico de Libres, un placer haber compartido con ustedes.

Nota al pie. El próximo jueves a las 18 horas, el reinicio de nuestros Encuentros Educativos. Resignificar la Experiencia. Todas y todos invitados.

Referencias

Imbernón, F. (2020) El malestar del profesorado en tiempos de confinamiento y enseñanza virtual. Opinión. Periódico de Catalunya.

Imbernón, F. (Coord.) (2001), La educación en el siglo XXI. Los retos del futuro inmediato. Graó. Barcelona.

Maturana, H. (2016) La educación que emociona. https://youtu.be/nGelXaLivVM

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-educacion-que-emociona/

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Educación: Transformación sin cambios

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Si la Mtra. Delfina Gómez, próxima secretaria de Educación Pública del gobierno del presidente López Obrador, dice; “no vengo a cambiar nada”, entonces ¿todo está bien en la SEP? ¿La educación pública en México no requiere de cambios?

Algunos observadores y observadoras críticos de las políticas públicas educativas en México, dijeron al respecto que no era prudente, en su primera declaración pública, que la Mtra. Delfina se pronunciara en un tono radical ni que provocara una idea de ruptura institucional (la declaración se hizo durante una reunión virtual de la CONAEDU). Que eso era lo “políticamente correcto”. Pero ¿Es posible impulsar, desde el gobierno, una “transformación sin cambios”?

Y sí, en parte eso del “lenguaje político correcto” es cierto, pero hay formas y, sobre todo, hay contenidos de por medio. Pienso, en especial, que durante la emisión de los discursos que se lanzan, no desde cualquier tribuna, hay que cuidar tanto el cómo se dicen las cosas como la sustancia (el qué) de lo dicho. La Mtra. Gómez está en la antesala de ocupar el más alto cargo de la administración pública en materia educativa; además, se trata de asumir el liderazgo de la dependencia cuya cartera ejerce el más voluminoso presupuesto del gobierno federal, esto debido al alcance que tienen los procesos educativos en la sociedad actual. Se estiman poco más de un millón 200 mil trabajadores de la educación, y poco más de 40 millones de personas (niñas, niños, jóvenes y adultos) que, directa e indirectamente, están involucradas e impactadas por las decisiones que se toman a nivel de políticas públicas educativas en nuestro país.

A unos días de ser ubicada en la cima de la burocracia educativa nacional, me parece que a la Mtra. Delfina le hicieron falta asesoras y asesores, durante su primera declaración y durante la gestión, para imprimir su propio sello sin alterar el orden institucional; careció, en otras palabras, de tacto político y sensibilidad para ejercer o dar a conocer su estilo de trabajo como mujer de poder público (aunque implícitamente con su dicho, nos mostró su personalidad política: convalidar la gestión anterior). En este caso la declaración se hizo pública a través de las redes sociales digitales.

Lo políticamente correcto, considero, sería decir: “Voy a evaluar cómo se encuentra la educación en México. Y luego, lanzaré las iniciativas de cambio que requiera el país en un contexto complejo, pero convencida de la Cuarta Transformación de la vida pública de México”. Y más allá. Hoy son necesarias declaraciones más esperanzadoras y realistas por parte de las y los gobernantes, especialmente en un contexto donde, al parecer, se prolongarán las crisis sanitaria y económica actuales. Hizo falta, pues, una declaración equilibrada, sin romper el orden institucional, y en sintonía con las demandas sociales actuales en el ámbito magisterial y educativo.

La frase de “no vengo a cambiar nada” también puede interpretarse de dos maneras:

1) No hay necesidad de hacer cambios, puesto que éstos ya se hicieron (“la mesa ya está servida”). Como sabemos, el gobierno de la “4T” impulsó, desde 2018, reformas o cambios al texto constitucional y a las leyes secundarias relacionadas con el Artículo Tercero, luego concretadas en 2019. Mediante nuevos consensos con la oposición, la bancada de Morena y aliados políticos en el Congreso, empujaron dichas reformas constitucionales a efecto de modificar el marco legal que se había impuesto, en 2013, con la llamada “Reforma Educativa estructural” (Pacto por México). De aquellos tiempos en que el PRI, el PAN y el PRD eran las fuerzas parlamentarias hegemónicas o dominantes.

2) El papel como funcionaria pública del más alto nivel, que ocupará la nueva titular de la SEP, es de transición. Algunos observadores y observadoras han señalado que la Mtra. Gómez se perfilará nuevamente, después de su paso por la SEP, a la candidatura para ocupar la gubernatura del Estado de México. En mi colaboración anterior, donde abordo el tema de la sucesión en la SEP (1), señalé que, en los hechos, la Mtra. Delfina se encuentra también en la antesala de la disputa por la candidatura presidencial para el 2024, por Morena.

De cualquier forma, la declaración inicial me pareció desafortunada a pesar de las justificaciones que se quieran encontrar o acomodar.

¿Qué cambios urgentes se requieren en el plano educativo?

Retomo a continuación dos puntos abordados en mis colaboraciones anteriores (2), debido al corto espacio, acerca de los “cambios” que requiere la educación pública en México. En otros momentos analizaré diferentes temas urgentes y prioritarios.

1. Debido a que la administración de Esteban Moctezuma (2018-2021), en la SEP, mantuvo intacto el Modelo Educativo que se impuso durante la Reforma Educativa de 2013, son necesarias su revisión, discusión y, en su caso, un replanteamiento.

El Modelo Educativo (de 2016-2017) en sí mismo ha puesto una barrera, ya que su diseño y redacción son abstractos y relativamente complejos.

Como ruta de navegación es denso en su organización, estructura y significados, pero no por ello pierde su robustez pedagógica (habría que reflexionar sobre su pertinencia). Las y los maestros, sobre todo de Educación Básica, desde entonces se preguntan, por ejemplo, ¿qué diferencias y semejanzas tiene este modelo educativo con respecto a la propuesta anterior, de 2011, que versaba sobre la articulación de la Educación Básica? Si bien queda claro que el actual Modelo está diseñado para reorganizar a la Educación Obligatoria (Básica y Media Superior), aún quedan dudas acerca de los cambios conceptuales y operativos que se han introducido durante los últimos años, tantos en el papel como en las prácticas docentes.

¿Qué ventajas o desventajas tiene para la práctica docente un cambio de este calibre en el diseño pedagógico y curricular? ¿Qué implica moverse de un modelo basado en el desarrollo de competencias, a otro que hoy se ha “refinado”, pero que conserva el mismo molde, y que tiene como centro a los “aprendizajes clave”? ¿Qué relación tiene esta concepción de lo educativo con las concepciones gerencialistas que se han establecido durante las últimas décadas, en el seno de la educación pública?

2. También se requieren cambios, en consecuencia, en la estructura y operación de los subsistemas de formación inicial de docentes (Escuelas Normales, CAM y UPN) y en los programas de formación continua para docentes en servicio. Fortalecimiento y transformación de procesos, son las propuestas que se han hecho durante los últimos años. Pero, para lograrlo, se necesitan recursos financieros, visión y voluntad política. No se pueden hacer oídos sordos acerca de estos tramos esenciales de la educación, como sistema.

No es ni será suficiente sólo con “capacitar” (por primera vez) a los docentes y demás figuras educativas, sino que también habrá de desplegarse todo un programa permanente de “actualización” (una y otra vez), con un sentido profundo y de amplia discusión informada y reflexiva, tanto en la parte conceptual como en la parte instrumental o de procedimientos a seguir, y situarse en un esquema de participación “crítica y activa” de las y los docentes, lo cual implicaría, sin duda, el despliegue de todo un esfuerzo institucional para preparar a verdaderos “líderes de la transformación educativa”. Pero para ello se necesita que la cima de la burocracia educativa asuma también un papel de liderazgo, con rumbo claro.

3. La estructura burocrática de la educación. Hoy en día tanto en el gobierno federal como en las entidades federativas, las estructuras administrativas de la educación pública están anquilosadas e integradas por profesionales que no están adecuadamente preparados para atender los asuntos educativos.

Muchos grupos de funcionarios y colaboradores, no todos, de las instituciones educativas están ahí gracias a coyunturas políticas o como retribución por haber colaborado en alguna campaña electoral, pero son inexpertos o carecen de las calificaciones profesionales para llevar a cabo tareas de corte pedagógico o de apoyo a la educación. ¿Qué va a hacer la Mtra. Delfina Gómez con los grupos de trabajo que el Mtro. Moctezuma instaló en la SEP? ¿Cuál será su posición con respecto a las ambiguas nociones de “excelencia educativa” y de “Nueva Escuela Mexicana”? ¿O no hay pensamiento crítico al respecto?

Finalmente pienso que, directa o indirectamente, la nueva titular de la SEP está en una posición privilegiada, al frente de la principal institución donde se define el diseño y aplicación de las políticas públicas educativas, que es la SEP; y desde ahí puede convertirse, o no, en una catalizadora o en una resistencia al cambio educativo que requiere la nación.

Sin embargo, no hay que olvidar que más allá de las élites dirigentes (o a pesar de ellas), el papel de las maestras y los maestros en la escuela pública (presencial o a distancia), así como de las y los directivos escolares, son esenciales en el éxito o fracaso de cualquier “transformación educativa”, de acuerdo con la experiencia nacional e internacional.

Fuentes consultadas o referencias:

(1) Ver: Delfina Gómez: Las clases de la “Clase Política”, SDP Noticias.com, 8 de enero, 2021.

(2) Ver: Cuatro obstáculos de la Reforma y el Modelo Educativo 2017, SDP Noticias.com, 6 de julio, 2017.

Fuente:  http://www.educacionfutura.org/educacion-transformacion-sin-cambios/

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Reflexiones sobre la enseñanza de las matemáticas en bachillerato en tiempos de virtualización educativa.

Autor: Saúl Elizarraras Baena

Resumen

Se presentan reflexiones y aportaciones para desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo en el marco de la pandemia actual, misma que ha traído como consecuencia que se cierren las escuelas y con ello, se ha instrumentado la virtualización educativa para dar continuidad al proceso educativo con todo y las limitaciones en infraestructura tecnológica.

Se introduce una descripción general de las acciones que se llevaron a cabo por parte de las autoridades educativas de todo el país (locales y federal); principalmente, se enuncian sus efectos en los procesos de gestión educativa, así como de la enseñanza y del aprendizaje de las Matemáticas en función del sentir de la comunidad estudiantil y del propio magisterio.

A continuación, se presentan algunas reflexiones sobre la experiencia de enseñanza, así como testimonios de un reportaje periodístico y resultados de investigación educativa bajo la modalidad de aula invertida.

Posteriormente, se describen algunos referentes teóricos que permiten la advertencia de los usos perniciosos que se puede hacer con la tecnología educativa, así como aportaciones teóricas pertinentes para conceptualizar el pensamiento crítico y la educación popular con fines de transformación social.

Finalmente, se interpretan las respuestas proporcionadas en un cuestionario aplicado a un grupo de treinta y dos estudiantes, quienes enviaron sus respuestas vía correo electrónico.

Los resultados obtenidos apuntan a la necesidad de garantizar las condiciones mínimas para el adecuado desempeño de estudiantes y docentes, también es imprescindible que haya acuerdos y compromisos compartidos de parte de autoridades educativas, administradores escolares, docentes, padres de familia y estudiantes, con la finalidad de que el proceso educativo pueda mejorarse.

Palabras clave: pensamiento crítico, virtualización educativa, aprendizaje, enseñanza, matemáticas, bachillerato.

Introducción

La pandemia actual, obligó a las autoridades educativas de México a poner en práctica acciones que permitieran salvar el ciclo escolar 2019-2020. Así, la dinámica del trabajo docente se vio irrumpida por la necesidad de hacer uso de diversas plataformas tecnológicas para mantener contacto con la comunidad estudiantil.

En particular, al principio se pidió que se diseñarán por lo menos dos actividades semanales con la finalidad de garantizar los aprendizajes de los estudiantes; tal parecía que lo preocupante era que las (os, es) docentes mostraran evidencias de trabajo, pues su salario estaba garantizado.

Paralelamente, desde los mandos medios de las autoridades educativas de varios estados de la República Mexicana, por ejemplo, se promovía el uso de Google y sus aplicaciones para mantener comunicación con la comunidad estudiantil.

Martínez (2020a) describía algunas de las vicisitudes que se presentaban tanto para estudiantes como para docentes, aludía a las carencias económicas de las familias y de infraestructura en regiones rurales en las que no se contaba con acceso a internet, esto propiciaba que se acrecentara la desigualdad social.

Al regreso del periodo vacacional del mes de abril, las autoridades de salud del gobierno federal declaraban estado de emergencia por la pandemia y con ello, la imposibilidad de regresar a clases presenciales.

Muchas voces se manifestaban para criticar lo que estaba haciendo el gobierno federal para que el proceso educativo no se viera interrumpido. Por ejemplo, mexicanos primero a través de David Calderón decía entre otras cosas que los maestros no sabían aterrizar contenidos en un aula digital (Martínez, 2020a).

Curiosamente, la preocupación de las autoridades educativas se había convertido en garantizar la acreditación y erradicar la deserción escolar.

Al mismo tiempo, el Secretario de Educación Pública se presentaba ante los medios para defender la educación en línea y para dar palabras de aliento tanto a estudiantes como a docentes. Este tipo de reportajes en los periódicos de circulación nacional eran acompañados de críticas y poniendo en entredicho la educación en línea en función de la voz de algunos expertos (Velázquez, 2020).

Los colectivos docentes también se manifestaban en las redes sociales y solicitaban la clausura anticipada del ciclo escolar por no contar con la infraestructura necesaria y, sobre todo, porque consideraban que la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria impedía a los estudiantes el cumplimiento de las tareas.

Posiblemente, estos acontecimientos hayan sido la causa por la que la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunciaba la terminación del ciclo escolar 2019-2020 antes de lo establecido en el propio calendario escolar. No obstante, seguía permeando en el ambiente la idea de que debía asignar calificaciones aprobatorias.

Con base en lo expuesto, nuevamente las críticas de Mexicanos Primero se escuchaban, ahora tocaba el turno a Ruiz (2020), quien ponía en duda la efectividad de la educación en línea y anticipaba que la mayoría de los docentes optarían por liberarse de la presión y calificar de forma inercial para encubrir el rezago educativo.

Así, el autor demandaba que se extendiera el calendario escolar para que cada docente pudiera tener un contacto personalizado con cada estudiante, tomaba en cuenta que cada docente atendía 30 estudiantes (promedio por grupo), en alusión a lo que constantemente declaraba el secretario de educación pública.

De forma complementaria, demandaba a la SEP que planteara con mayor claridad la acreditación universal y que incorporara en los lineamientos normativos medidas para que los maestros valoraran las necesidades reales de la comunidad estudiantil antes que asignar una calificación.

Casualmente, para darle mayor formalidad al cierre del ciclo escolar, la SEP publicó el acuerdo número 12/06/20 de fecha 5 de junio de 2020, en el cual se precisaron disposiciones para evaluar el ciclo escolar 2019-2020 en los niveles de Educación Básica, Media Superior y para las Escuelas Normales Públicas.

A pesar de que la propia SEP había dado a conocer el éxito de la educación en línea, cuyo soporte eran los resultados de una encuesta (Unión, 2020), en el acuerdo 12/06/20 se anunciaba la impartición de un curso remedial para el mes de agosto, muy probablemente por las presiones recibidas de parte de los empresarios.

Antecedentes

Sin duda que los retos y desafíos educativos para esta década se han incrementado significativamente debido a que se encuentra en marcha la Cuarta Revolución Industrial; por lo que las acciones de parte de los sistemas educativos de los países de América Latina se deberán enfrentar con mayor voluntad (Elizarrarás, 2020a).

Se reconoce la importancia de la sistematización de la planificación docente o bien, de modo específico para el diseño de situaciones de aprendizaje que puedan resultar del interés de los estudiantes y a la vez, que les permitan interactuar con otras disciplinas científicas sin menoscabo de la interacción con su entorno social.

Sin duda que las TIC representan una gran oportunidad para explorar y comprender los fenómenos sociales y naturales en función de la modelización matemática. En este sentido, es imprescindible el análisis permanente de los contenidos y sus propósitos que se deben incluir en los programas oficiales (Elizarraras, 2020a).

Elizarraras (2020b) considera trascendental la incorporación de la tecnología en el proceso educativo y de modo particular, para desarrollar el pensamiento crítico en aras de la constante transformación de la sociedad y la erradicación de las desigualdades e injusticias sociales.

El autor precisa que, el planteamiento de alternativas debe ser en función de la praxis de cada docente, es decir, a partir de los resultados obtenidos de investigación educativa y de experiencias de enseñanza, sólo así se podrán dimensionar sus alcances y limitaciones.

Martínez (2020a) recabó testimonios de estudiantes que reconocían mayores dificultades para aprender matemáticas en línea en comparación a otras materias. Por ejemplo, una estudiante de la Preparatoria 3 de la Universidad Nacional Autónoma de México manifestó que la maestra les facilitó unos apuntes que ella hizo con ejemplos para los ejercicios, pero que, si con la explicación de la maestra no entiende, en forma escrita menos.

Por su parte, un estudiante del Instituto Superior de Huichapan (Hidalgo) de la carrera de Ingeniería en energías renovables anticipó que sufrirá el semestre venidero con Cálculo vectorial, pues su aprendizaje depende de Cálculo Integral, cuya materia está llevando en el presente semestre.

No obstante, Benítez y Grajeda (2020) reportaron el impacto favorable con la metodología pedagógica denominada aula invertida en un curso de Matemáticas II para estudiantes de licenciatura del Tecnológico de Monterrey, la cual consiste en que los estudiantes estudien un tema previo a la clase y socializa sus saberes bajo la guía del docente. Su trabajo de investigación lo llevaron a cabo conforme a los pasos siguientes:

  1. Creación de material audiovisual. Los videos fueron subidos a la plataforma de YouTube y consistían en explicar la resolución de ejercicios diversos sobre Matemáticas.
  2. Implementación del aula invertida en un grupo experimental. Las (os, es) estudiantes consultaban los videos, tomaban notas, hacían resúmenes. En clase, se atendían dudas y se les resolvían ejercicios complementarios. El tiempo restante, las (os, es) estudiantes practicaban lo aprendido y profundizaban en el tema.
  3. Contraste entre el aprovechamiento del grupo experimental frente al grupo de control. Se utilizó un examen de conocimientos cuyo rango era de 0 a 100 y la calificación mínima aprobatoria era de setenta puntos porcentuales.

Los resultados obtenidos por parte de los estudiantes fueron los siguientes:

  • 50% de las mejores calificaciones obtenidas por los estudiantes en el grupo experimental son mejores que el 50% de las mejores calificaciones obtenidas por los estudiantes en el grupo de control quienes aprendían en forma tradicional.
  • 39% de los alumnos del grupo experimental llegaron aprobados al examen final mientras que en el grupo de control tan solo del 21%.

En términos generales, los autores refieren que los resultados no fueron muy significativos, lo cual se pudo deber a que el examen final representaba el 20% de la calificación y, por lo tanto, se presentaron actitudes de relajamiento o desconcentración en quienes ya habían obtenido una calificación aprobatoria.

Estas reflexiones y aportaciones teóricas permiten tener una idea sobre el balance que se hace sobre las expectativas y limitaciones que se tienen sobre la tecnología educativa en tiempos de pandemia e incluso, sobre los alcances que en algunos casos se han logrado con este tipo de modalidad educativa en instituciones educativas de alto prestigio y con la infraestructura idónea para tal efecto.

Con base en lo anterior, se hace necesario el planteamiento de una perspectiva teórica que permita dar luz a las posibilidades reales de la virtualización educativa y sobre todo, cuáles deberían ser los usos que se le pueden dar desde la postura de la Educación Popular para el desarrollo del pensamiento crítico.

Perspectiva teórica

Para Bonilla-Molina (2020a) la escuela es un espacio para el desarrollo de la educación integral y para cumplir con este propósito de hace necesario reformarla. En este sentido, la prioridad son las escuelas encargadas de la formación docente, alimentadoras de la máquina capitalista, toda vez que forman administradores del currículo con funciones de supervisión y fiscalización.

El autor señala que la escuela como máquina capitalista ha fracasado al resolver los problemas de desigualdad social, por lo que es insostenible continuar utilizándola con fines de control de los sujetos de aprendizaje.

Por su parte, Huerta (2020) refiere que las escuelas no son solo lugares para aprender a leer, escribir y hacer matemáticas, sino que en estos se debe aprender a ser activistas por la justicia social. También considera importante que se puedan ofrecer elementos para la formación docente sobre el desarrollo del pensamiento crítico y el despliegue de la praxis respectiva.

Bonilla-Molina (2020b) considera que la virtualización educativa tiene como pretensión la eliminación de los recesos que son tan necesarios para reflexionar sobre el propio ser y hacer de la práctica educativa, para el esparcimiento y el encuentro con la familia.

Estos cambios implican el planteamiento de alternativas contrahegemónicas al capitalismo cognitivo del siglo XXI que se basan en teorías del capital humano y de las competencias. en este sentido, se hace necesario conceptualizar el pensamiento crítico porque su desarrollo en el aula debe permitir el desarrollo integral de la comunidad estudiantil.

Martínez-Escarcega (2020) enfatiza que la práctica del educador debe ser predominantemente política y, en consecuencia, enfocar todo su trabajo y esfuerzo en conseguir que la educación sea un acto político con sentido ético, esto significa quitarse la idea de que el marxismo es la única perspectiva teórica, ya que de no hacerlo se estaría adoctrinando a las personas.

El autor argumenta que Marx tenía la pretensión de liberar al ser humano de las nuevas formas de esclavitud. Por el contrario, el pensamiento crítico no sabe lo que quiere y desde una perspectiva de lo complejo, se debe considera que el mundo diferente al que se aspira deberá ser producto de lo dialógico, es decir, una construcción de todos y no de uno sólo.

Ahonda sus reflexiones en cuanto al pensamiento de Freire a quien concibe como un cristiano pacifista y puntualiza que tampoco debe ser el único pensamiento que prevalezca en la búsqueda de la conformación del pensamiento crítico. De forma complementaria, Martínez-Escarcega (2020) refiere que la educación popular tiene un papel destacado para lograr su propósito, a saber:

  1. Problematiza para transformar condiciones y situaciones injustas y opresoras que impiden la vida digna de las personas y comunidades.
  2. Sus perspectivas políticas son emancipadoras (anti-capitalistas, ecologistas, feministas, decoloniales, interculturales, …).
  3. Reconoce a los estudiantes y educadores como sujetos (personas y colectivos).
  4. Contribuye a la formación de conciencia, pensamiento y subjetividades críticas.
  5. Utiliza metodologías y didácticas, contextuales, dialógicas, participativas, inter-activas que articulan, acción, conocimiento y emocionalidad.

Por su parte, Mejía (2020) señala que son muchas educaciones populares y no sólo una, todas en constante construcción. Se les define por la condición ética política y, por ende, su pretensión es la transformación de las condiciones de dominación, exclusión y abandono.

El autor, puntualiza que los seres humanos son diferentes, por lo que plantea de forma alternativa un horizonte ético, es decir, se opone a lo patriarcal, a lo colonial y al clasismo. Establece mediaciones como el diálogo de saberes y la interculturalidad; no obstante, requiere la confrontación y la conversación para construir proyectos de transformación social.

Argumenta que estamos viviendo un cambio de época, es decir, estamos transitando de la tercera a la cuarta Revolución Industrial. En este sentido, se debe considerar que las tecnologías convergentes funcionan en la Física cuántica o en la Microbiología, por tal razón, sugiere algunas pistas que pueden ser estudiadas en el marco de la Cuarta transformación de la vida, a saber:

  1. a) Conocimiento, información y tecnologías de la inteligencia artificial. En este sentido, debe coexistir una integralidad entre lo humano y el conocimiento e incluso, una valoración flexible del aprendizaje entre teoría y práctica
  2. b) Nuevos lenguajes de la tecnología. Su propósito es la construcción de un lenguaje muy diverso e incluyente para nuevas culturas.
  3. c) Innovación. Se debe distinguir del emprendimiento, pues le quita el aspecto político y se promueve lo miserable del capitalismo cognitivo. Además, la necro política incide en el patrón de acumulación económica
  4. d) Comunicación y currículo disciplinario. Se debe estudiar el discurso del capitalismo cognitivo para comprender su fundamento antropocéntrico, colonial, racista y patriarcal. Indudablemente, la disputa es contra la producción con fines de explotación laboral, por lo que se debe cambiar el enfoque de las competencias por capacidades ya que estas últimas se encuentran más cercanas a lo humano.
  5. e) Cultura del trabajo colaborativo. El conocimiento es de comunidades interdisciplinarias y transdiciplinarias. Por ejemplo, los premios nobeles se han otorgado en forma conjunta.

Mejía (2020) refiere que la crisis sanitaria puso en evidencia la crisis educativa, misma que se quiso ocultar con la virtualización educativa. La causa principal fue el efecto ideológico de las teorías del capital humano y de las competencias como única alternativa. En suma, la virtualización educativa ha visibilizado lo invisible.

Agrega que la realidad virtual se soporta a través de imágenes, pero esto no significa que la educación digital se reduzca a dar un seminario con zoom o meet. Se deben construir nuevas mediaciones, reinventar el mundo y la escuela. El maestro debe hacer política de la pedagogía, construyendo alianzas con los padres de familia.

El autor refiere que nativos de redes sociales no es lo mismo que nativos digitales, los primeros sólo son consumidores de información, por lo que es menester desintoxicar a la juventud de ahora de las redes sociales y que la comunidad docente no asuma el papel de modernizadores del capitalismo con tecnología, sino que utilice la tecnología para la transformación social.

Enfoque metodológico

Torres (2020) enfatiza que la investigación social debe instituir el cuestionamiento de las injusticias y de la opresión social, de tal manera que se pueda responder a las necesidades de los más vulnerables. Hasta ahora lo que se ha visto es la subordinación al sistema capitalista, colonial y patriarcal, carente de toda visión política con sentido ético.

Además, en toda investigación, se debe asumir que el investigador produce conocimientos en un diálogo de saberes, esto implica la consideración como sujetos en lugar de objetos tanto a los investigadores como a los investigados, por ser estos últimos, poseedores de saberes.

Sin duda que, la investigación educativa debe dar fundamento a toda idea o intento de transformar la realidad social. Las prácticas educativas deben incorporar tanto las experiencias como las teorías, toda vez que la praxis le permite al profesor comprender la realidad educativa en la que se desenvuelve para que pueda incidir en la transformación social.

Torres (2020) propone algunos principios metodológicos que deberían ser considerados o tomados en cuenta cuando se lleva a cabo una investigación participativa en el contexto latinoamericano y en el marco de las pedagogías críticas y las educaciones populares:

  • Asumir de manera auténtica el compromiso de transformar la realidad de los sujetos populares con quienes dialoga.
  • Sensibilizarse ante los problemas que viven los sujetos investigados para que, en el diálogo de saberes, puedan disponer de otros elementos que les permitan dar respuesta a sus problemas.
  • Reconocer saberes, sentires y pensares. Esto significa que el investigador debe ser empático con los sujetos investigados y sobre todo, respetar sus posturas, pues son ellos quienes han padecido los estragos de las condiciones de desigualdad y pobreza en la que el Estado los tiene inmersos.
  • Asumir una posición liberadora y emancipadora libre de todo tipo de dogmas.
  • Llevar a cabo la investigación participante debido a que también influyen las creencias y las vivencias del propio investigador, esto implica que se incluya la auto investigación, la reflexividad y el control colectivo.
  • Reconocer que las técnicas de investigación cuando son sencillas también permiten la recolección y análisis de información, su validez no se encuentra en su grado de dificultad ni necesariamente tienen que apegarse al método científico.
  • Considerar al informante con sentido de igualdad y pertenencia, dado que el investigador se realimenta de los propios hallazgos y es en ese momento cuando se presenta una devolución sistemática, dialogo y comunicación simétrica.

Por su parte, Camacho (2020) describe las características de una metodología enmarcada en la teoría fundamentada cuya didáctica debe ser con enfoque crítico para construir educación propia y sistematizar las experiencias. Como resultado de sus hallazgos pudo dar cuenta de resistencias que son manifestadas por los distintos sujetos que intervienen en el proceso educativo.

En este sentido, enfatiza que una primera dificultad a la que se enfrentó fue que el alumno está condicionado a ser enseñado y se niega a documentarse para informarse. Otra de las dificultades a las que se enfrentó fueron las resistencias que los maestros ponen de manifiesto para desarrollar su proceso de enseñanza, mismas que se describen a continuación:

  1. a) Racionalidad instrumental. Se niegan a abandonar el libro de texto o a planificar sin los programas de estudio.
  2. b) Fragmentación del conocimiento en disciplinas. Tienen la creencia y el mito de que el conocimiento es universal, es decir, prevalece su visión eurocéntrica.
  3. c) Baja expectativa sobre las capacidades de los estudiantes. Consideran demasiado complicado que la comunidad estudiantil pueda aprender bajo las condiciones que institucionalmente son normalizadas.

Para contrarrestar estas dificultades, la autora junto con sus colegas, propusieron un elemento clave para lograr el cambio en el marco de una educación alternativa, tal es el caso de un tópico generador, conceptualizado como una idea que desequilibre lo que se sabe de algo y movilice o detona la heurística del aprendizaje en términos de la contradicción (explícita o implícitamente).

El tópico debe ser abarcador y considera al aprendizaje crítico como disruptivo y transdisciplinario para preservar la vida en el marco de una cultura hibrida. En este sentido, permitieron a la comunidad estudiantil elegir libremente un tema y desarrollarlo en ambientes de colaboración, haciendo uso de sus conocimientos previos y mediante la búsqueda de información fidedigna.

De forma complementaria, la perspectiva tomó en cuenta que la evaluación es un proceso formativo de cavilación que debe tomar en cuenta la respuesta a las preguntas siguientes: ¿qué se aprendió? ¿para qué aprende? ¿cómo aprende? Esto implica una deliberación argumentativa de lo que ha realizado el estudiante.

La experiencia con la virtualización educativa: la voz de los estudiantes

Durante la contingencia sanitaria se propusieron diversas actividades en forma virtual para dar continuidad al proceso de aprendizaje de las matemáticas de estudiantes de bachillerato general del municipio de Chicoloapan, Estado de México; de igual manera, se utilizaron distintos medios de comunicación para establecer contacto con la comunidad estudiantil.

Las actividades propuestas se apegaron a los contenidos que se estaban tratando antes de iniciado el confinamiento. Se les pidió la entrega de una actividad por semana y la contestación de cuatro cuestionarios. El primero tuvo la finalidad de mejorar la calificación del primer parcial que se había concluido antes de iniciada la contingencia sanitaria.

Luego de doce semanas de trabajo continuo, se pidió a los estudiantes que manifestaran su opinión respecto a los recursos de internet que fueron utilizados para mantener comunicación. De modo específico, se les solicito que de forma complementaria a una actividad extra que se les propuso con el uso de juegos de azar disponibles en internet, describieran su experiencia con cada uno de los recursos y enunciaran algunas propuestas para mejorar la práctica educativa.

Este cuestionamiento, tenía dos intenciones: por un lado, que se pudiera conocer el sentir y pensar de cada uno de los integrantes de la comunidad estudiantil ante la virtualización educativa debido a la contingencia sanitaria y, por el otro, valorar su impacto con fines de mejorar la praxis en caso de que la pandemia se prolongara o incluso, de forma posterior a la pandemia.

Debido a que se requería disponer de conexión a internet, la actividad fue opcional y con valor de hasta un punto extra para su calificación final. La actividad citada fue enviada por cuarenta estudiantes de un total de doscientos, pero sólo se tomaron en cuenta las respuestas de treinta y dos estudiantes dado que se pudieron identificar respuestas repetidas en el caso de las ocho restantes.

Como se indicó en párrafos precedentes, las actividades de aprendizaje retomaban de forma predominante los temas que ya se habían visto antes de iniciada la contingencia, cuya finalidad era su reafirmación para avanzar gradualmente al estudio de otros, siempre relacionando con lo aprendido.

En la secuencia didáctica, en principio, se movilizaban los conocimientos previos de los estudiantes; después, se sugería la visualización de videos en YouTube y finalmente, se proponía la resolución de otros casos para evaluar el aprendizaje. A este respecto, veinte estudiantes manifestaron su aceptación y doce su rechazo.

En el caso de los videos de YouTube, veintiún estudiantes manifestaron que fueron favorecidos y once que no les ayudó. Mientras que, para el caso de los interactivos de internet, la mitad manifestó su aceptación y la otra mitad, su desacuerdo.

Cabe señalar que los interactivos recomendados tenían como finalidad que los estudiantes pudieran explorar las propiedades de las funciones en forma gráfica. Por su parte, los cuestionarios en línea fueron avalados por doce estudiantes y rechazados por veinte.

Se utilizó un micrositio de Google para mantener comunicación con los estudiantes (treinta lo consideraron adecuado y sólo dos dijeron lo contrario), el cual ya era del conocimiento de los estudiantes desde que inicio el ciclo escolar.

Adicionalmente, se creó una página de Facebook para subir la actividad semanal y sobre todo para que la comunidad estudiantil estuviera informada haciendo uso de su teléfono sin necesidad de salir de su casa. En este sentido, veinticuatro lo consideraron de mucha ayuda y ocho opinaron lo contrario.

Adicionalmente, se les pidieron comentarios generales para que manifestarán en forma libre, su sentir sobre la experiencia que tuvieron con la virtualización educativa a causa del confinamiento voluntario. Tal petición se enmarcaba en la indicación inicial de mejorar la práctica educativa en función del uso que hicieron con los medios de comunicación.

Al igual que, como sucedió en muchos lugares de la República Mexicana, hubo quienes manifestaron de manera implícita o explícita las inconformidades que les había ocasionado el trabajo escolar a distancia. Muy parecido a una investigación periodística que se había publicado en un periódico de circulación nacional (Educación en línea, llena de obstáculos).

E5: Uno como alumno investiga por su cuenta y adquiera un poco más de conocimiento, los videos de YouTube me parecen una forma fácil de enseñar ya que es un lugar donde todos no la pasamos. A mí me pareció que se excedían en trabajos y tareas.

E7: Pues esto va para largo, las “clases en línea” es mandar trabajos sin explicar el tema, es un medio para que los estudiantes puedan seguir aprendiendo pues lo único que existe. Es complicado, es difícil organizarse bien, las actividades con fechas distintas y diferentes horas.

E19: En lo personal casi no me gustó esta manera de enseñar en línea ya que casi muchos de nosotros no aprendimos como cuando tienes clases normales, porque así el profesor nos aclara nuestras dudas y nos la repite otra vez para que quede claro el tema.

En los comentarios generales proporcionados, se podía identificar la dependencia al maestro que suele ocurrir en el aula física. A continuación, se muestran algunos ejemplos de este tipo de manifestaciones, se destaca el caso de E4 que, de forma adicional, externó la falta de concentración debido a la crisis sanitaria y económica.

E1: Pues fue un buen intento de clases en línea ya que no entendimos muchas cosas como en las clases presenciales ya que ahí el profesor nos explica una y otra vez hasta aclarar todas nuestras dudas …

E2: Sin duda es más complicado estudiar y llevar a cabo tus actividades en línea, ya que no cuentas con esa asistencia de un profesor que te pueda explicar detalle a detalle.

E4: Es demasiado complicado estudiar así para empezar de ver videos te quedas con varias dudas y no hay quien te las resuelva, me parecieron complicados porque aun así no entendía o no explicaba lo suficiente. Además, con esta crisis es difícil concentrare para poder realizar las tareas.

También hubo comentarios que reconocían las oportunidades de aprendizaje que se les habían brindado habían sido las adecuadas, pero al mismo tiempo, también manifestaban un posicionamiento de solidaridad para aquellas (os) compañeras (os) que carecieron de conectividad o de los recursos necesarios para realizar los trabajos solicitados.

E11: Durante esta cuarentena fue muy cómodo trabajar con su micrositio y su página de Facebook, son buenas herramientas de divulgación que sin duda recomiendo seguir utilizando durante los ciclos escolares que vienen.

Como propuesta seria buscar la forma de apoyar a aquellos compañeros que por diversas situaciones no pueden tener acceso a internet o poder realizar las tareas por situaciones externas a él, también determinar un listado de sitios web para la realización de tareas y búsquedas de información.

Hubo casos que también aludieron, a título personal, a las complicaciones que se generaron para ellos, simplemente por carecer de los recursos tecnológicos

E32: Fue dinámico, pero es algo estresante ya que no todos tenemos las herramientas necesarias, es mucho más entretenido en físico.

E35: Mi comentario de esta contingencia y como estamos trabajando yo siento que es algo incompleto ya que no sé cómo hacer algunos documentos… en mi casa no tengo las posibilidades de Internet no tengo ni computadora entonces se me complica lo único que si estoy dispuesta a entregar todo y hacer mucho esfuerzo.

Una situación que no se puede negar es el hecho de que hubo quienes reconocieron de forma indirecta la falta de honestidad y compromiso con su propio (o ajeno) desempeño académico; principalmente, mediante los exámenes que se aplicaron en línea. En este sentido, se debe señalar que es una debilidad de la virtualización educativa.

E17: Realizar exámenes en línea me parece una buena opción, pero es fácil distraerse y es sencillo copiar. Por lo que los resultados no pueden ser fidedignos.

En menor medida, hubo dos estudiantes quienes pidieron la impartición de clases en línea o previamente grabadas, pues de esa manera podían compensar el apoyo que recibían en forma presencial antes de iniciada la contingencia.

E34: Que de vez en cuando mande clase en video o que de clase en línea como algunos otros maestros. Los trabajos que entregamos son temas de la rúbrica, pero es mejor aprender físicamente.

A modo de conclusiones

Es indudable que esta experiencia educativa ocasionada por la pandemia del COVID 19, debe servir de punto de partida no sólo para la continuidad de la educación en línea que se avizoraba para el inicio del ciclo escolar 2020-2021 sino también para que se puedan realizar los ajustes correspondientes.

Es urgente que los gobiernos locales y federal puedan dar todos los apoyos para que estudiantes y docentes puedan desempeñarse disponer de las condiciones mínimas.

Uno de los aspectos que debe garantizar la parte gubernamental es la conectividad para todos los mexicanos independientemente de que haya o no confinamiento, sólo así se podrán contrarrestar la desigualdad social.

Estipulación de reglas claras para la evaluación de los aprendizajes desde antes de iniciado el ciclo escolar 2020-2021 con la intención de que se cuidara la dignidad del magisterio, aunque lo más recomendable es que se suspendiera la evaluación con fines de acreditación en tanto la virtualización educativa se mantuviera.

Instrumentar acciones tendientes al verdadero acompañamiento pedagógico en el marco de una flexibilidad curricular versus fiscalización educativa. Sin duda que el compromiso de estudiantes y docentes depende en gran medida del nivel de responsabilidad y formalidad que emana de las autoridades educativas.

Referencias

Benitez, R. y Grajeda, J. (2020). Impacto del aula invertida en un curso de matemáticas. Observatorio de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico de Monterrey. Recuperado de: https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/aula-invertida-en-un-curso-de-matematicas

Bonilla-Molina, L. (2020a). Pongámonos serios ¿educación virtual en casa? Otras Voces en Educación. Recuperado de:

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/343348

Bonilla-Molina, L. (2020b). Coronavirus, nuevas profesiones y máquina educativa newtoniana. Otras Voces en Educación. Recuperado de: http://otrasvoceseneducacion.org/?s=m%C3%A1quina+newtoniana&submit=Buscar

Camacho, I. (2020). Experiencias sobre la construcción de conocimientos y contenidos escolares. Conferencia del Diplomado en formación del Educador Popular. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=JhtFslruURE

DOF (2020). ACUERDO número 12/06/20 por el que se establecen diversas disposiciones para evaluar el ciclo escolar 2019-2020 y cumplir con los planes y programas de estudio de Educación Básica (preescolar, primaria y secundaria), Normal y demás para la formación de maestros de Educación Básica aplicables a toda la República, al igual que aquellos planes y programas de estudio del tipo Medio Superior que la Secretaría de Educación Pública haya emitido, en beneficio de los educandos. SEP. Recuperado de: https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5594561&fecha=05/06/2020

Elizarraras, S. (2020a). Pertinencia de la educación virtual en México: un primer acercamiento a sus alcances y posibilidades. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/pertinencia-de-la-educacion-virtual-en-mexico-un-primer-acercamiento-a-sus-alcances-y-posibilidades/

Elizarraras, S. (2020b). Prospectiva para la virtualización educativa: su praxis e incidencia en el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/prospectiva-para-la-virtualizacion-educativa-su-praxis-e-incidencia-en-el-desarrollo-del-pensamiento-critico-y-reflexivo/

Martínez-Escarcega, R. (2020). Pedagogía rupturista: más allá de la teoría de la resistencia. Conferencia del Diplomado en formación del Educador Popular. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=_4urHch58hA

Martínez, N. (2020). Educación en línea, llena de obstáculos. El Sol de México. Recuperado de: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/mexico-no-esta-listo-para-la-educacion-en-linea-cuarentena-coronavirus-covid-19-sep-aprendiendo-en-casa-5122826.html

Mejía, M. R. (2020). Pensamiento Crítico y Educación Popular como alternativa al neoliberalismo cognitivo. Conversatorio Construcciones Pedagógicas Iberoamericanas en el marco del Primer Aniversario del Centro Internacional de Pensamiento Crítico “Eduardo del Río (Rius)” CLACSO. México: Rius-CLACSO. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=V5p4NlUM9-0

Torres, A. (2020). Producir conocimiento desde abajo y desde la acción. Conferencia del Diplomado en formación del Educador Popular. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=OWwX7qLJjWA

Ruiz, F. (2020). ¿Evaluación de aprendizajes o calificación? El Heraldo de México. Recuperado de: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/maestros-escuelas-emergencia-sanitaria-vulnerables-nueva-normalidad/

Unión (2020). Aprende en casa es un éxito para maestros y alumnos, asegura la SEP. Unión Guanajuato. Recuperado de: https://www.unionguanajuato.mx/articulo/2020/05/27/educacion/aprende-en-casa-es-un-exito-para-maestros-y-alumnos-asegura-la-sep

Velázquez, I. (2020). Defiende SEP clases en línea. Reforma. Recuperado de: https://www.reforma.com/defiende-sep-clases-en-linea/ar1922826?referer=–7d616165662f3a3a6262623b727a7a7279703b767a783b786d3a–

 

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

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Libro (PDF): La Lucha por los Comunes y las Alternativas al Desarrollo frente al Extractivismo. Miradas desde las Ecología(s) Política(s) Latinoamericanas

La Lucha por los Comunes y las Alternativas al Desarrollo frente al Extractivismo.  Miradas desde las Ecología(s) Política(s) Latinoamericanas

Denisse Roca-Servat
Jenni Perdomo-Sánchez
[Comps.]

La lucha por los comunes y las alternativas al desarrollo frente al extractivismo :
miradas desde las ecología(s) política(s) latinoamericanas / Catalina Toro
Pérez… [et al.] ; compilado por Denisse Roca-Servat ; Jenni PerdomoSánchez.- 1a ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2020.
Libro digital, PDF – (Grupos de trabajo de CLACSO)
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-722-813-7
1. Agua. 2. Colombia. 3. Feminismo. I. Toro Pérez, Catalina. II. Roca-Servat,
Denisse, comp. III. Perdomo-Sánchez, Jenni, comp.

COD 304 28

 

«En esa oportunidad quisimos avanzar en la afirmación de nuestra presencia legítima en el medio académico respecto de la Ecología
Política como un terreno de pensamiento propio de relevancia internacional, como un campo de análisis crítico y de enunciados plurales, constituido a partir de las luchas y las resistencias de muy diversos movimientos que protagonizan conflictos socio-ambientales
en diferentes escalas y circunstancias, recogiendo las críticas a los
modelos de desarrollo de vigencia hegemónica y delineando con ellos
otros futuros posibles.» (Argentina 2020; Prólogo, p.16)

Descarga este interesante libro aquí: La-lucha-por-los-comunes

Fuente de la Información: CLACSO – Novedad Editorial – Colección Grupos de Trabajo.

 

 

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Es hora de volver a las aulas de clase

Es hora de volver a las aulas de clase

Sandra García

Un nuevo aplazamiento

El pasado 28 de diciembre, la alcaldesa Claudia López anunció que los colegios públicos de Bogotá volverían a abrir sus puertas el 25 de enero. En su cuenta de Twitter publicó el siguiente trino: “Nadie hizo un sacrificio más grande que los niños y niñas de Bogotá, el otro año todos tenemos que sacrificarnos un poquito para que ellos puedan volver a sus colegios”.

Esas palabras me llenaron de tranquilidad porque reconocían —por primera vez—que los niños, niñas y adolescentes quedaron de últimas en la lista de prioridades del 2020.

Pero la tranquilidad duró poco porque el 12 de enero la Alcaldía anunció que los colegios públicos retomarán las clases de forma virtual y los colegios privados, cuyo calendario escolar empieza más temprano, no podrán tener clases presenciales mientras la alerta roja esté vigente en la ciudad.

Dado que la ocupación de UCI está cerca del 95% en Bogotá, es entendible que la Alcaldía haya decidido posponer las clases presenciales. Sin embargo, esta medida debe ser levantada cuando la curva de contagios disminuya, porque no podemos permitir que se repita uno de los grandes errores del 2020, cuando se le dio prioridad al comercio sobre los colegios. Este año tenemos que reconocer que la educación es un servicio esencial para el presente y el futuro de la sociedad.

Los costos de la virtualidad

Como señalé en un artículo anterior de Razón Pública, los costos económicos y sociales de cerrar los colegios son excesivamente altos.

Esta semana, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) afirmó que no podemos permitirnos otro año sin escuela porque las consecuencias serían devastadoras: deserción escolar, pérdidas de aprendizaje, deterioro de la salud física y mental, mayores índices de pobreza y perdidas del crecimiento económico en el mediano y en el largo plazo.

Una simulación realizada por Nora Lusting, Guido Neidhöfer y Mariano Tommasi indica que prolongar el cierre de las escuelas en Latinoamérica podría ocasionar el retorno a los índices de escolaridad de los años sesenta.

Los retos de las clases presenciales

Abrir los colegios es una decisión difícil que implica tres grandes retos:

  1. Adecuar la infraestructura de las instituciones educativas y adquirir los implementos necesarios para garantizar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad;
  2. Desarrollar estrategias pedagógicas para que los estudiantes sigan aprendiendo a pesar de la incertidumbre y las múltiples prohibiciones;
  3. Motivar a los docentes y a los padres de familia para que apoyen el regreso de las clases presenciales. Eso implica divulgar información confiable sobre el comportamiento del virus en el contexto escolar y promover las medidas para reducir el contagio.

El peligro no es tan alto

Sobre el último punto importa señalar que cada vez hay más evidencia en el sentido de que los colegios no son fuentes importantes de contagio, cuando se cumplen los protocolos de bioseguridad.

Por ejemplo, un estudio publicado en Pediatrics, muestra que nueve semanas después de que los colegios volvieran a funcionar presencialmente en Carolina del Norte (donde participaron cerca de 100.000 estudiantes, profesores y personal), el índice de contagios en dichas instituciones fue mucho más bajo que las tasas de contagio en la comunidad.

«Prolongar el cierre de las escuelas en Latinoamérica podría ocasionar el retorno a los índices de escolaridad de los años sesenta.»

Así mismo, sabemos cuáles medidas son indispensables en los contextos escolares. En el estudio sobre Carolina del Norte, los colegios siguieron la regla “3W” por sus siglas en inglés: wear a mask, wait 6 feet, wash hands. En español, la regla sería: uso del tapabocas, distanciamiento físico de dos metros y lavado de manos. Adicionalmente, los expertos en salud insisten en la importancia del reporte de síntomas, el rastreo de casos y la ventilación para reducir el número de casos.

¿Qué debemos hacer?

En resumen, para volver a abrir los colegios es necesario cumplir con 5 condiciones: uso adecuado de tapabocas, distanciamiento físico, lavado de manos frecuente, buena ventilación y reporte temprano de síntomas. Se trata de medidas sencillas que podrían cumplir la mayoría de los colegios de Bogotá y del resto del país.

Naturalmente, el gobierno debe destinar recursos para los colegios que no cuentan con la infraestructura necesaria para mantener el distanciamiento físico o proveer el lavado de manos. Incluso las comunidades pueden proponer soluciones sencillas y creativas para que los niños y adolescentes puedan volver a clase. Algunos ejemplos son los lavamanos portátiles que se abastecen del agua almacenada en tanques, los tapabocas de tela, la ampliación de ventanas y el uso de espacios al aire libre.

Cada vez hay más evidencia en el sentido de que los colegios no son fuentes importantes de contagio, cuando se cumplen los protocolos de bioseguridad

Como sociedad, debemos hacer todo lo posible para que niñas y niños puedan regresar a las aulas de clase. Indudablemente, los profesores y el personal de apoyo de los colegios deben ser considerados trabajadores esenciales, como el personal de salud y las personas que trabajan en la producción y comercialización de alimentos.

Es hora de aplaudir y agradecer el trabajo y la entrega de miles de maestras y maestros en los últimos meses. La mayoría ha decidido trabajar más horas para brindar educación de calidad a sus alumnos. Tengo la certeza de que, al igual que yo, muchas personas que trabajan en educación añoran regresar a las aulas. Es hora de recuperar el tiempo perdido y evitar que el daño causado por la pandemia sea irreversible.

*Ingeniera Industrial de la Universidad de los Andes, magíster en Administración Pública de la Universidad de Columbia, PhD. en Política Social de la Universidad de Columbia, y profesora de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

Fuente de la Información: https://razonpublica.com/hora-volver-las-aulas-clase/

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Ya está, Trump se fue, ¿y ahora qué?

Ya está, Trump se fue, ¿y ahora qué?

 Roberto Montoya

Vuelta a la “normalidad”. Ya está, ya se acabaron los infernales cuatro años de Trump, quedaron atrás sus exabruptos, su creciente autoritarismo, su exacerbado machismo, su xenofobia y racismo, sus ataques a los medios de comunicación, su intolerancia, prepotencia, su apoyo al supremacismo blanco y sus milicias, su respaldo a la policía del gatillo fácil contra la comunidad afroamericana, sus sistemáticas mentiras, su criminal gestión de la pandemia del COVID-19, su política agresiva con el medioambiente, su ruptura con importantes tratados internacionales.

La salida de Trump de la Casa Blanca es un alivio para todo el mundo, sin duda y el hecho de que en el Gabinete de Biden haya más mujeres que nunca, que refleje en su seno también la gran diversidad étnica de EEUU y hasta la diversidad en orientación sexual, es, al menos simbólicamente, un cambio positivo importante.

Pero, ¿y ahora qué?, ¿qué puede esperarse de este nuevo mandato?, ¿qué será de Trump y el movimiento ultraderechista que puso en marcha?

Un discurso lleno de vaguedades y buenismo

“Sin unidad no hay paz, sólo furia y amargura. No hay progreso, sólo caos”, dijo Joe Biden en su discurso en el Capitolio al asumir su cargo como 46º presidente Estados Unidos. “Unidad”, tal vez su palabra más repetida.

“Podemos hacer de Estados Unidos una fuerza que dirige el bien en todo el mundo”,  un tipo de frase imperial que nunca falta en un discurso presidencial sea de un republicano como de un demócrata, como las invocaciones a Dios y el llamamiento a orar todos juntos.

No hubo prácticamente más mensajes. Lugares comunes, tópicos, generalidades, discurso tradicional, sin compromisos firmes, sin un mensaje movilizador.

Frente al “Volvamos a hacer a América grande” y el “America First” de Trump, el buenismo en estado puro.

Coherente con el perfil de candidato “moderado” que Biden imprimió a su campaña electoral desde el primer momento. Una moderación y una pasividad, una falta de reacción a los constantes escándalos y a la delirante gestión de la pandemia que hacía Trump que en muchos momentos exasperó a los electores demócratas y les hizo dudar de si realmente el candidato de su partido tenía un programa alternativo que ofrecer.

Cuando Trump denunciaba las desigualdades sociales

Comparemos los discursos. ¿Qué cosas dijo un millonario del mundo inmobiliario y presentador de programas de reality como Donald Trump el 20 de enero de 2017 al asumir en las escalinatas del Capitolio la presidencia?:

“Washington floreció, pero la gente no compartió esa riqueza. Los políticos prosperaron, pero se perdieron trabajos y las empresas cerraron. El “establishment” se protegió a sí mismo, pero no a los ciudadanos de nuestro país”.

“Las victorias de ellos no fueron las victorias de ustedes; los triunfos de ellos no fueron sus triunfos; y mientras ellos celebraron en la capital de nuestra nación, las familias con dificultades económicas tenían poco que celebrar en todo nuestro país”.

Y Donald Trump hizo vibrar a la multitud, a cientos de miles de personas en la explanada del Capitolio cuando prometió:

“Todo eso cambia aquí mismo y ahora mismo, porque este momento es su momento: les pertenece a ustedes” “Le pertenece a todos los que se reunieron hoy aquí y a todos los que nos ven a lo largo de Estados Unidos”. “Los hombres y mujeres olvidados de nuestro país ya no serán olvidados. Todo el mundo los escucha ahora”.

Trump habló de desigualdades sociales, les dijo que “una nación existe para servirles a sus ciudadanos”,  les habló de “madres e hijos atrapados en la pobreza en nuestros centros urbanos; empresas oxidadas y dispersas como lápidas en todo el territorio nacional”.

Denunció igualmente “un sistema educativo lleno de dinero pero que priva a nuestros bellos y jóvenes estudiantes del conocimiento” y muchas cosas más.

Un discurso muy estudiado. El mundo al revés. Trump, un millonario enriquecido con la especulación inmobiliaria, un grotesco “showman” gamberro y misógino de la telerrealidad, sin experiencia política y al que incluso muchos en el propio Partido Republicano no tomaban en serio, hizo una radiografía de la situación social de EEUU con algunas frases que parecían extraídas del programa de Bernie Sanders.

Ni demócratas como Clinton, Obama, ni ahora Biden, llegaron a decir realidades como esas ni en su primer discurso ni en ninguno de sus discursos.

¿Demagogia por parte de Trump?, claro. Una verdadera burla. Trump denunciaba algunas de las nefastas consecuencias sociales de la globalización y del neoliberalismo, de la desindustrialización de importantes zonas del país, atribuyéndoselas en exclusiva a los gobiernos demócratas, aún siendo él mismo fruto, beneficiario y defensor de ese mismo sistema.

Al efectismo de su diagnóstico le añadió una buena dosis de xenofobia y racismo culpabilizando tanto al inmigrante como al capital y  gobiernos extranjeros de todos esos males.

Un discurso que compró rápidamente una parte importante de esos trabajadores y empresarios que no participaron del botín de la globalización, ni de la deslocalización y los tratados de libre comercio sino que por el contrario fueron afectados por ellos.

Trump se convirtió también rápidamente al iniciar su campaña electoral en antiabortista ferviente y defensor a ultranza de principios ideológicos ultraconservadores con lo que logró atraer el voto de las poderosas iglesias evangelistas, cada vez más influyentes en el mundo de la política, de la Justicia, de la vida cultural y social.

El trumpismo no ha muerto

Trump jugó bien su baza, funcionó.

Hizo populismo de derecha de gran eficacia. El hombre al que a pocos meses de iniciar su mandato muchos daban ya por acabado mostró que tras cuatro años dando prebendas fiscales y de todo tipo al gran capital industrial, financiero, y a las grandes fortunas, desprotegiendo sanitaria y socialmente a la población, obtuvo siete millones de votos más que en 2016.

Aún después del impeachment y de meses de escandalosa y criminal gestión de la pandemia Trump seguía teniendo sorprendentes índices de popularidad y lograba arrastrar aún en sus locuras a todo el Partido Republicano.

Pero Biden al final vio su oportunidad. El narcisismo y  omnipotencia le terminó haciendo una mala jugada a Trump; tiró de la cuerda hasta que la rompió.

El número de muertos aumentaba y aumentaba, la situación de la pandemia se descontroló totalmente, vio que perdía terreno, intentó atrasar las elecciones y al no lograrlo denunció que habría fraude, todo se precipitó.

Los últimos meses del Gobierno de Trump fueron patéticos.

El presidente se quedó cada vez más solo, fue perdiendo apoyos en su propio gobierno, en su Administración, en el Tribunal Supremo cuya mayoría conservadora fortaleció, y se hicieron ya visibles las fisuras internas en el Partido Republicano.

El no reconocer los resultados electorales y obstaculizar la transmisión de poder mostraban un descontrol político y personal inédito en un presidente derrotado en las urnas.

Muchos como el fiel y servil vicepresidente Mike Pence terminaron saltando a último momento del barco antes de que se hundiera, intentando poner a salvo su propio futuro político.

Biden tuvo así su oportunidad de oro, su táctica de ver pasar el cadáver de su adversario ante su puerta, como decíamos en estas páginas finalmente funcionó.

Trump se suicidó y su cadáver político pasó efectivamente ante la puerta de Biden.

Su último acto fue negar el triunfo electoral al punto de convocar a las milicias supremacistas y ultraderechistas a tomar por asalto el Capitolio en plena sesión.

Pero aunque Trump quede fuera de la gran escena política definitivamente, si hipotéticamente prospera el nuevo impeachment demócrata contra él y queda inhabilitado de por vida para cargo público, difícilmente el trumpismo desaparezca.

¿Será capaz un presidente como Joe Biden de adoptar medidas concretas que minen el apoyo que tiene el trumpismo en amplios sectores de la sociedad?

No es fácil ser optimista al respecto. Joe Biden no es Bernie Sanders y no está claro que este último, su gente y la presión de los movimientos sociales, aunque creciente estos últimos años, puedan influir realmente en la política del nuevo presidente.

Biden es un hombre del establishment de toda la vida, claro representante de ese modelo neoliberal con el que tanto gobiernos demócratas como republicanos han contribuido a acentuar cada vez más las desigualdades sociales en EEUU, convirtiéndolo en un imperio con pies de barro.

Trump supo pescar en el caladero de las víctimas de ese modelo y puso en marcha un movimiento que seguramente seguirá teniendo peso en el seno del Partido Republicano como lo tuvo en su momento el Tea Party. O él y sus seguidores terminarán provocando un cisma en el partido.

Biden y el Partido Demócrata tienen dos opciones:

Una, sacar lecciones del fenómeno Trump, rectificar, no repetir el modelo de Clinton u Obama, asumir de una vez que las estructuras fundamentales del sistema actual se han agotado y aceptar al menos parcialmente algunas de las reformas más importantes fiscales, laborales, medioambientales y sociales esbozadas por Sanders y el equipo de jóvenes congresistas que lo apoyan.

Dos, seguir intentando navegar a dos aguas como durante la campaña electoral. Asumiendo solo superficialmente, cara a la galería, algunas de las reformas propuestas por el ala de izquierda demócrata y los movimientos sociales, al tiempo que se hacen constantes guiños al sector más “moderado” del Partido Republicano y a disidentes del PR como el Lincoln Project y otros colectivos de la familia conservadora.

En el entorno de Biden no son pocos los que en los últimos días se inclinan por esta última opción porque argumentan que el Partido Republicano va hacia una fractura y que escorando el Gobierno hacia la derecha se podría debilitarlo aún más, facilitando así importantes acuerdos de Estado bipartitos. Sería seguir una estrategia como la que intentó en varias ocasiones durante su gobierno Obama y que fracasó.

De esa forma, dicen, se podría llegar en mejores condiciones a 2022 para lograr en las legislativas de medio mandato aumentar la mayoría demócrata en las dos Cámaras.

El hecho de que el gran capital haya votado mayoritariamente a Biden en esta ocasión no augura precisamente que pueda definirse por la primera opción, y tampoco lo augura la relación de fuerzas que sigue imperando en el seno de un anquilosado Partido Demócrata.

Los primeros 100 días de gracia para el nuevo gobierno

En cualquier caso, por el momento Biden tendrá su periodo de gracia, podrá mantener cierta ambigüedad. Trump se lo puso fácil para que el cambio de gobierno se note rápidamente.

Una nueva política firme y coherente para enfrentar la crisis sanitaria, con una coordinación federal de los 50 estados que hoy día no existe, y la aprobación de un paquete de medidas sociales para paliar las consecuencias que los estragos del Covid-19 ha provocado en millones de personas, serán seguramente algunas de las primeras medidas que le permitirán a Biden iniciar con buen pie su mandato y marcar la diferencia.

Entre sus primeras órdenes ejecutivas ya figura el uso obligatorio de mascarillas en los edificios públicos federales y el regreso a la Organización Mundial de la Salud, lo que apunta en esa dirección. También ha decidido congelar la construcción del muro en la frontera con México -una de las promesas estrella de Trump inconclusa-; acabar con la criminal política de separar a padres e hijos inmigrantes que intentan entrar a EEUU, y ha reiterado su promesa de regularizar la situación de 11 millones de sin papeles a través de la Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos.

Una promesa similar es la que hizo también Obama en 2009 al llegar al poder -con Biden como vicepresidente- y que dejó sin cumplir tras ocho años de mandato.

Entre la primera quincena de decretos presidenciales firmados ya por Biden está también el anuncio del regreso de EEUU al Acuerdo de París contra el cambio climático y la revocación del permiso concedido para la construcción del oleoducto  Keystone XL entre EEUU y Canadá.

Es de esperar que en los próximos días y semanas Biden anuncie otras medidas internas de contenido social para tranquilizar a la población, y que también lo haga en temas de política exterior para mostrar a sus aliados y al mundo entero que “Estados Unidos vuelve a la normalidad” o, como dijo en su discurso inaugural, “para dirigir el bien en el mundo”.

A Biden y al Partido Demócrata le conviene que el impeachment a Trump fructifique y este quede inhabilitado para ejercer cargo público de por vida.

Sin embargo no les conviene que el juicio político al ex presidente se solape en el tiempo y quite impacto político y mediático a este primer periodo de grandes anuncios del nuevo gobierno.

A pesar de que no se pueden esperar grandes sorpresas de un gobierno con un hombre del establishment como Biden a la cabeza, solo tras ese periodo de gracia se podrá confirmar cuál será el perfil definitivo del nuevo gobierno.

(Tomado de Público)

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/01/22/ya-esta-trump-se-fue-y-ahora-que/

 

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