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¿Quién cuidará a los niños?

Por: lahora.com.ec

La Educación debe ser una prioridad nacional, especialmente en el marco de la pandemia, cuando los niños de la Costa aún no inician el año escolar, y en la Sierra y Amazonía está por verse qué pasará el siguiente período.

El país tiene inmensas limitaciones, y una de ellas es la precaria interconexión. Según Unicef, sólo el 37% de los hogares en Ecuador tienen conexión de Internet (16% en el campo), lo que se traduce en que 6 de cada 10 niños no puedan acceder a los materiales en línea del Ministerio de Educación. La implementación de programas de televisión suple el vacío ya que, según la misma organización, 9 de cada 10 niños sí tienen acceso a un televisor o teléfono celular.

Si pensáramos a largo plazo, o en el acceso a la educación de toda la población, se hubiese incluido en el Proyecto de Ley de Apoyo Humanitario algún incentivo fiscal o tributario a aquellas empresas que inviertan en expandir el servicio de Internet a las zonas rurales más alejadas.

La interconexión es sólo parte del problema, y uno que el Ministerio de Educación ha hecho lo posible por sobrellevar. Tendrá sus falencias, pero la plataforma montada y las adaptaciones al currículo, así como la reciente implementación de la ‘teleducación’, dan cuenta de los esfuerzos por acompañar a la familia en esta crisis.

Sin embargo, las políticas educativas deben ser holísticas e integrales.

Esta semana, más cantones se preparan para cambiar su semáforo al amarillo, y el debate del cuidado infantil mientras la población adulta retoma el trabajo, debe darse al más alto nivel.

«La formación y la movilización de las masas da lugar a una dominación autoritaria, en forma democrática; es la conocida tendencia plebiscitaria.” HERBERT MARCUSE (1898-1979) Sociólogo alemán, en ‘Ética de la Revolución’.

«Los hombres son tan simples, y se sujetan en tal grado a la necesidad, que el que engaña con arte halla siempre gentes que se dejan engañar”. NICOLÁS MAQUIAVELO (1469-1529) Filósofo político italiano, en ‘El Príncipe’.

Fuente: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102318144/quien-cuidara-a-los-ninos

Imagen: Gerd Altmann en Pixabay

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Slavoj Zizek: el futuro digital de Schmidt-Cuomo es una autopista hacia Matrix

Por: Slavoj Zizek

Las funciones básicas del estado de Nueva York pronto podrían «reinventarse» bajo la alianza del gobernador Andrew Cuomo y la personificación de Big Tech. ¿Es este el campo de pruebas para un futuro distópico «sin contacto»?

Puede parecer que la opción básica que tenemos para hacer frente a la pandemia es la del camino de Trump (retorno a la actividad económica en condiciones de libertad de mercado y rentabilidad, incluso si esto significa miles de muertes más) y lo que nuestros medios denuncian como a la manera china (control estatal digitalizado total de individuos).

Sin embargo, en los Estados Unidos, el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo y el ex CEO de Google Eric Schmidt propagan una tercera opción, con Michael Bloomberg más Bill y Melinda Gates en el fondo: Naomi Klein de Intercept calificó esta opción como una «Screen New Deal». Promete seguridad contra las infecciones y al mismo tiempo mantiene todas las libertades personales que los liberales cuidan, pero ¿tiene la oportunidad de trabajar?

Cuomo y Schmidt anunciaron un proyecto para «reimaginar la realidad post-Covid del estado de Nueva York, con énfasis en la integración permanente de la tecnología en todos los aspectos de la vida cívica». Desde el punto de vista de Klein, esto conducirá a un «futuro permanente – y altamente rentable – sin contacto», en el que no hay efectivo y no es necesario salir de la casa para gastarlo. Todos los servicios y productos posibles se solicitan en línea, entregados por drones, «y luego se ‘comparten’ en una plataforma mediada». Y hacer que este futuro avance sería las masas explotadas de «trabajadores anónimos escondidos en almacenes, centros de datos, fábricas de moderación de contenido, talleres electrónicos, minas de litio, granjas industriales, plantas de procesamiento de carne y cárceles».En una de sus meditaciones sobre la muerte, el comediante Anthony Jeselnik dice sobre su abuela: “Pensamos que murió feliz mientras dormía. Pero la autopsia reveló una verdad horrible: ella murió durante la autopsia «. Este es el problema con la autopsia de Schmidt de nuestra situación: su autopsia y sus implicaciones hacen que nuestra situación sea mucho más catastrófica de lo que es.

Hay dos características clave que inmediatamente llaman la atención en esta descripción.

Primero, es la paradoja de que aquellos privilegiados que pueden permitirse el lujo de vivir en el espacio sin contacto también son los más controlados: toda su vida es transparente para el verdadero asiento del poder, el Big Tech y el gobierno se combinan. Si las redes que son el alma de nuestra existencia realmente están en manos de compañías privadas como Google, Amazon y Apple, compañías que, fusionadas con las agencias de seguridad del estado, tendrán la capacidad de censurar y manipular los datos disponibles para nosotros o incluso para desconectarnos del espacio público? Recuerde que Schmidt y Cuomo exigen inmensas inversiones públicas en estas empresas: ¿el público no debería poseerlas y controlarlas? En resumen, como propone Klein, ¿no deberían transformarse en servicios públicos sin fines de lucro? Sin un movimiento similar,

En segundo lugar, el Screen New Deal interviene en la lucha de clases en un punto muy preciso. La crisis viral nos hizo plenamente conscientes del papel crucial de lo que David Harvey llamó la «nueva clase trabajadora»: cuidadores en todas sus formas, desde enfermeras hasta aquellos que entregan alimentos y otros paquetes, vacían nuestros contenedores de basura, etc. Para aquellos de nosotros que pudimos aislarnos, ellos continuaron siendo nuestro contacto principal con otros en su forma corporal, un fuente de ayuda pero también de posible contagio. The Screen New Deal es un plan para minimizar el papel visible de esta clase de cuidador que debe permanecer no aislado, en gran parte desprotegido, exponiéndose al peligro viral para que nosotros, los privilegiados, podamos sobrevivir con seguridad, algunos sueñan que los robots lo harán incluso cuidar a los viejos y hacerles compañía … Pero estos cuidadores invisibles pueden contraatacar, exigiendo una mejor protección: en la industria del envasado de carne en los EE. UU., miles de trabajadores ya contrataron a Covid y murieron docenas, y están sucediendo cosas similares. en Alemania. Nuevas formas de lucha de clases explotarán aquí.

Al final del Screen New Deal, si llevamos este proyecto a su conclusión hiperbólica, existe la idea de un cerebro conectado, de nuestros cerebros compartiendo directamente experiencias en una Singularidad, una autoconciencia colectiva divina. Elon Musk, otro genio de la tecnología percibido de nuestro tiempo, dijo recientemente que cree que el lenguaje humano quedaría obsoleto dentro de 10 años, y si algunos aún lo usarían, sería «por razones sentimentales». Siendo el jefe de Neuralink, dijo que planea conectar un dispositivo al cerebro humano dentro de los 12 meses.

En Chile, durante las protestas que estallaron en octubre de 2019, uno de los graffitis en las paredes dijo: «Otro fin del mundo es posible». Esta debería ser nuestra respuesta al Screen New Deal: sí, nuestro viejo mundo ha llegado a su fin, pero un futuro sin contacto no es la única opción, es posible otro fin del mundo.¿Esta visión, cuando se fusionó con el futuro confinado en casa extrapolado por Klein de las ambiciones de los simbiontes Big Tech de Cuomo, no recuerda la situación de los humanos en ‘The Matrix’? Protegidos, físicamente aislados y sin palabras en nuestras burbujas aisladas, estaremos espiritualmente unidos más que nunca, mientras nuestros señores de alta tecnología se benefician y una masa multimillonaria de humanos invisibles trabaja en la carpintería, una visión de pesadilla si alguna vez hubo una. .

Fuente e Imagen: https://www.rt.com/op-ed/488650-slavoj-zizek-schmidt-cuomo-matrix/

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Universidad de Arizona lanza Campus Global para estudiantes internacionales afectados por COVID-19

Por: Paola Estrada Villafuerte

El Campus Global de la Universidad de Arizona es una experiencia remota académica para aquellos estudiantes en medio de restricciones de viajes y visas internacionales.

A raíz de la crisis sanitaria, distintas opciones se han ofrecido a los estudiantes para continuar con el ciclo escolar vía online. Sin embargo, sectores estudiantiles en situaciones más vulnerables, como aquellas alumnas y alumnos internacionales sin posibilidad de regresar a su país de origen o a quienes se les efectuaron moratorias de visa, se encuentran varados frente a un panorama delicado.

Afortunadamente, vías como la implementación de campus globales, ofrecen iniciativas oportunas para todos aquellos estudiantes afectados tras las medidas aplicadas a causa del COVID-19. Este sistema, según lo explica Yong Zhao, supone la transformación del entorno de aprendizaje desde aulas físicas tradicionales hacia un entorno híbrido. Igualmente, permite a las y los alumnos, aprender con y de cualquier persona, donde sea que se encuentren ellos o los docentes. También sugiere cambios en la organización estudiantil en grupos de personas de la misma edad, ofreciendo proyectar equipos compuestos por personas de diferentes edades, antecedentes y niveles de habilidades desde distintas ubicaciones. La premisa es reformular el concepto de educación superior al combinar las ventajas del campus tradicional con las virtudes del  campus virtual, afirma Francesc Pedro para la biblioteca digital de la UNESCO.

¿Cómo funciona un Campus Global?

El funcionamiento de este concepto se vuelve vivencial ya en algunas instituciones, tales como en la Universidad de Arizona, donde su Campus Global fue lanzado apenas el pasado 4 de Mayo. Este se extiende a través de cinco continentes en 34 países y más de 130 ciudades como China, Irlanda, México, Emiratos Árabes Unidos, India y Japón. Además, asociándose con las mejores universidades en el mundo para proporcionar una experiencia universitaria completa a estudiantes internacionales en cualquier parte. De esta manera, se logran ofrecer programas en ubicaciones exclusivas de todo el mundo para poder obtener un título completo de Estados Unidos, o créditos de la Universidad de Arizona, en una ciudad cercana a cualquier alumno.

“Global Campus se basa en dos fortalezas existentes: nuestra red de ubicaciones de microcampus y nuestro sistema Arizona Online de primer nivel”.

Este Campus Global, ofrece 10 rutas de grado personalizadas para más de 200 carreras de pregrado, 10 certificados de posgrado y 60 títulos completamente en línea tanto en los niveles de pregrado como de posgrado. Para los alumnos matriculados en este sistema, se ofrecería una mezcla de cursos virtuales en la Universidad de Arizona y experiencias vivenciales en las universidades asociadas, que incluyen instituciones de primer nivel como la Universidad Amrita, la Universidad Jindal Global en India y el Tecnológico de Monterrey, en México. Aquellos que escojan formarse a través de clases presenciales, tendrán acceso a apoyo académico en persona, laboratorios de computación de la escuela asociada, áreas de estudio, bibliotecas, instalaciones recreativas, clubes y actividades estudiantiles. Así, teniendo un acercamiento a las mejores modalidades tanto en línea como residenciales, tal como lo explica el UA News.

Además, otra de las alternativas ofrecidas es vivir y estudiar en comunidades residenciales en otras 58 ubicaciones de Campus Global, donde se encuentran alojamientos especialmente diseñados para estudiantes, que ofrecen una comunidad segura y atractiva a través de asociaciones con Global Student Accommodations, Uninest, The Student Housing Company y Nexo, líderes mundiales en alojamiento para estudiantes en España, Inglaterra, Alemania, Irlanda, Australia, China, Japón y Dubai.

«El Campus Global es un esfuerzo a largo plazo para cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para proporcionar educación de calidad accesible al mundo», dijo el presidente de la Universidad de Arizona, Robert C. Robbins para UA News. «Realmente ponemos a disposición de los ciudadanos de todo el mundo una educación asequible y de clase mundial y, en este momento de la pandemia de COVID-19, nunca se ha necesitado más.”

Este lanzamiento fue acelerado para proveer una opción inmediata a aquellos estudiantes internacionales cuyos planes fueron interrumpidos por la pandemia y que no pueden comenzar sus estudios en el extranjero. Brent White, decano de Global Campus y vicerrector de asuntos globales de la Universidad de Arizona, menciona que “este programa está diseñado para satisfacer las necesidades de los estudiantes internacionales. Muchos no pueden darse el lujo de asistir a la universidad en los Estados Unidos; algunos no tienen acceso a Internet de alta velocidad para tomar clases en línea; y casi todos no pueden viajar internacionalmente, debido a la pandemia COVID-19. Global Campus aborda todos estos problemas.”

“Ponemos a disposición de los ciudadanos de todo el mundo una educación asequible y de clase mundial”.

Este sistema ya contaba con precedentes marcados dentro de la institución. Su primer microcampus fue iniciado en la Ocean University of China en el 2015, y el concepto de Campus Global fue alcanzado tras las ofertas de cursos online otorgados a los estudiantes. Igualmente, en latinoamérica, el proyecto fue puesto en pie con un esquema de este tipo dentro de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Su exitosa y repentina presentación, fue gracias a que “Global Campus se basa en dos fortalezas existentes: nuestra red de ubicaciones de microcampus y nuestro sistema Arizona Online de primer nivel», dijo Liesl Folks.

Por lo pronto, la Universidad de Arizona está comenzando sus procesos de admisión para el otoño de 2020. Este contará con la oferta del Campus Global a cualquier estudiante interesado, otorgando diversas opciones de ruta de grado o incluso trabajar con un asesor para crear un plan personalizado.

La transformación educativa global nos ha obligado a buscar los recursos más útiles y equitativos que hagan frente a la crisis actual y justo soluciones como estas, nos ayudan a visualizar un horizonte mucho más claro para el futuro del aprendizaje y la enseñanza.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/campus-global-universidad-de-arizona-covid19

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«El Gobierno aprovecha el estado de alarma para acabar con los centros de Educación Especial»

Por: Carlota Fominaya

Las distintas entidades afectadas se quejan del cierre de los colegios de educación especial se está pergeñando en una época en la que nadie puede defender

El vídeo de Mago More sobre el cierre de colegios especiales que no le gustará a Pedro Sánchez

«El Gobierno está aprovechando el confinamiento para acabar con los centros de Educación Especial», afirma Julián Ruiz, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial (ANCCE). «Quieren traspasar, en 10 años, a todos los alumnos con discapacidad intelectual de los centros especializados a colegios ordinarios», remarcan desde la plataforma Inclusiva sí, Especial También. Esto supondría el cierre de los 477 centros de este tipo que hay en España, donde estudian 37.136 alumnos con necesidades especiales y que suponen el 0,45% del total de la población escolar. De forma paralela, hay 1,89 millones de alumnos con necesidades educativas especiales matriculados en centros ordinarios (el 23,1% de la población escolar), a los que se adapta currículos y métodos de enseñanza.

Las distintas entidades afectadas se quejan de que el cierre de los colegios de educación especial se está pergeñando en una época en la que nadie se puede defender: «Durante este tiempo de confinamiento, concretamente el pasado jueves, 24 de Abril, el Gobierno reactivó la tramitación del Proyecto de Ley de Educación, con el que pretende eliminar los Centros de Educación Especial, para lo que se da un plazo de 10 años. Sorprende que esta tramitación se haya llevado a cabo de espaldas a la opinión pública y estableciendo unos plazos de presentación de enmiendas difíciles de cumplir», señala el presidente de ANCCE.

En efecto, corroboran desde Inclusiva sí, Especial También, «con el agravante que desde la declaración del estado de alarma histórico como el que estamos viviendo en España, el Gobierno ha suspendido los plazos administrativos y procesales, cosa que no ha sucedido con los trámites parlamentarios». Durante las semanas anteriores al estado de alarma, añaden desde esta entidad, «pedimos a la responsable de Educación y Universidades del PSOE, M. Luz Martínez Siejo, la eliminación de la controvertida y polémica disposición adicional cuarta de la Ley. Si Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias no querían cerrar los colegios de Educación Especial como venían manifestando públicamente, no tenía ningún sentido dicha disposición. Sin embargo, el texto que se está tramitando sigue incluyendo la Disposición Adicional Cuarta», advierten.

Familias de niños con dificultades y profesionales de la educación Especial ya han manifestado reiteradamente su preocupación y desacuerdo con el cierre de los colegios por una decisión que, «evidentemente no ha sido consultada ni a los padres, ni con los profesionales de los colegios». «¿Cómo va a estudiar en un colegio ordinario mi hijo Lucas, de cuatro años y con síndrome de Down? No son iguales los estímulos que necesita él que los que puedan necesitar sus hermanos mayores, sin esta discapacidad, u otros niños con autismo o con Asperger», se pregunta por ejemplo Luis Rojo, vicepresidente de la plataforma «Inclusiva Sí, Especial También».

Jose María Escudero, presidente de la plataforma Inclusiva sí, Especial También, con su hijo Jaime
Jose María Escudero, presidente de la plataforma Inclusiva sí, Especial También, con su hijo Jaime – ABC

Tampoco sería lo ideal para Jaime, el hijo con autismo de José María Escudero, presidente de esta plataforma. «Jaime estuvo feliz en un colegio ordinario con aula TEA hasta los 6 años y medio. Los niños le querían muchísimo, estaba muy integrado, pero llegó un momento que él no avanzaba al nivel de sus capacidades. En el propio colegio nos recomendaron que para que él pudiera avanzar en función de su capacidades, era mejor que acudiera a un colegio de educación especial. Y así lo hicimos. Muchas veces los padres no lo hacemos por desconocimiento. Se suele pensar que lo normal o lo estándar, es lo mejor para tu hijo. Cuesta mucho dar el paso a la educación especial, pero una vez que estás ahí, dices: «ojalá hubiera ido antes». Porque le cambia la vida al niño, para bien. Encuentras un centro donde se hace un trabajo a medida en función de sus necesidades, no solamente a nivel curricular, sino que también se trabaja la autonomía personal, el autoconocimiento, su bienestar emocional…».

Lo que ocurre es que a menudo, prosigue Escudero, «el tema educativo de estos niños solo se enfoca a nivel curricular. Es decir: si es posible que siga una clase de matemáticas o inglés en un colegio ordinario. Pero para estos alumnos son vitales los aspectos físicos emocionales, sensoriales… Es decir, sentirte integrado o que eres parte de algo. Todo eso te ayuda a desarrollarte, en estos pequeños lo mismo que a los demás o incluso más. Es muy importante que no estén continuamente estresados, con la sensación de que “no llego” o “soy el último de clase”. Eso muchas veces en un colegio ordinario se puede hacer, pero otras muchas veces, no se consigue».

Estos mismos aspectos son los que busca potenciar Alicia, madre de cinco hijos con edades comprendidas entre los 15 y los 6, una de ellas con síndrome de Down. «Para mi son muy importantes los aprendizajes, pero casi lo es más su bienestar emocional y su salud mental. En el caso de mi hija, los primeros años estuvo en un colegio ordinario, pero luego pasó a uno de educación especial, donde no solo está aprendiendo mucho, sino que ha conseguido tener una autoestima alta y sentirse muy acogida y querida entre sus amigos. Para mi es muy importante. Creo que en el colegio anterior, sinceramente, no lo hubiera logrado».

Un sistema educativo que de respuesta global

En cualquier caso, hay algo que esta madre de familia numerosa quiere recalcar: «nosotros no estamos en contra de la educación ordinaria. Ambas modalidades son imprescindibles, pero cada niño necesita una cosa diferente adecuada a su discapacidad, que puede ser una enfermedad rara, un síndrome de Down, autismo, o parálisis cerebral, entre otras muchas. Es muy importante estudiar la situación de cada menor».

El presidente de Inclusiva sí, Especial También, lo corrobora así: «Nosotros lo que decimos siempre es que la discapacidad intelectual es muy diversa, y por eso mismo se necesita un sistema educativo que dé respuesta a todas las necesidades del alumnado. El sistema que tenemos ahora mismo en España es muy amplio, hay educación ordinaria, con aulas TEA, colegios de necesidades especiales... En algunas comunidades autónomas hay educación combinada, que significa que durante un tiempo el menor está en ordinaria y otro en especial… de esa forma se puede dar respuesta. Pero a lo que se tiende con esta Ley es a un sistema único. Mire usted, igual para todos, no es posible, y la que plantea la Ley es un sistema único, sin modalidades de escolarización».

Lo único que estamos pidiendo, concreta Alicia, «es que se quite la disposición adicional cuarta, porque tiene un texto muy ambiguo, y deja la puerta abierta para que nuestros colegios se acaben vaciando tanto de profesores como de alumnos. Si realmente eso no es lo que quiere la ministra de Educación Isabel Celaá – que no hace más que decir que lo que decimos son bulos-, es tan sencillo como quitar esa disposición adicional cuarta, porque estamos en tiempo de enmiendas. Y que ponga por escrito que se van a dotar de recursos ambas modalidades educativas ya que ambas son inclusivas».

«Las decisiones en materia de educación no pueden estar basadas en razones políticas e ideológicas, sino en criterios objetivos y técnicos. Y a todos aquellos menores que necesitan una educación especial les enviamos un mensaje: no los vamos a abandonar», concluye el presidente de ANCEE.

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The snitch in your pocket: How Silicon Valley uses advertising tech to spy on your lockdown behavior

By: Russia Today

Police can’t catch everyone violating lockdown orders, but your smartphone can. Various apps give information to third parties who share it with other people who you may not want to trace you.

The US is split on how and when to lift lockdown measures. Georgia, for instance, has been reopening since last month, while the city of Los Angeles will likely force its citizens to stay at home until August, officials said on Tuesday.

Discontent with these measures has grown. Californians upset with their canceled summer have warned of the potential for riots, a warning that looks realistic after crowds of sun worshippers descended onto Orange County’s closed beaches earlier this month, in defiance of the armed police enforcing their closure. From Michigan to Massachusetts, protesters have picketed statehouses across the country, demanding their governors end the lockdown.

Amid the protests and debate, big tech is keeping a watchful eye on just how closely Americans are following the rules, and the media is watching too.

A New York Times report on Tuesday revealed that in both open and closed states, Americans are starting to venture further from their homes again. To arrive at this conclusion, the Times pored over the cellphone data of 15 million American citizens. Movement data gleaned from their smartphones was plotted against census data to calculate what percentage of people were wandering.

Implicit in the article was the shaming of those people leaving their homes. Citing “experts,” the Times noted that increased movement could lead to “additional waves in new coronavirus infections and deaths,” and reminded readers that “social distancing has proven one of the most effective means to curb the spread of the virus.”

If readers don’t remember giving the New York Times permission to track their movements, that’s because they didn’t. Rather, the data was provided by Cuebiq, an “offline intelligence and measurement company” that’s amassed a value of up to $162 million by gathering and selling cellphone data to advertisers.

Smartphone users didn’t offer this data directly to Cuebiq either. Instead, when a person installs one of around 180 mobile apps partnered up with the firm, they grant the app permission to send their data to Cuebiq. These apps include MyRadar NOAA Weather Radar, Photobucket, Tapatalk, and several popular coupon apps.

According to several reports by TechCrunch and the Guardian in 2018, these apps give “little to no mention” that sensitive data will be shared with third parties like Cuebiq.

Cuebiq’s website is a repository of Silicon Valley evangelism. Under its stated mission of “data for good,” the firm says that it provides access to location data “to the scientific community in order to share our insights and create positive action in the service of humanity.”

However, behind the humanitarian front, Cuebiq is first and foremost a money-making enterprise. Retailers, for instance, pay the firm to track the offline behavior of potential customers who’ve seen their ads. Corporations of all kinds pay to know which customers are likely to buy their products, based on their offline behavior.

Naturally, the idea that a hidden opt-in clause is all that prevents a person being analyzed, tracked, broken down into data points and sold, has raised privacy concerns. The New York Times even addressed these last month when tech writer Jennifer Valentino-DeVries discussed her use of Cuebiq’s data.

Valentino-DeVries waved away these concerns. Even though she admitted that this data is “intrusive” and far from “anonymous,” she argued that privacy is less important in the midst of a “public health crisis.” 

Readers, however, might disagree. Likewise, if corporations can use data gathered by firms like Cuebiq to predict consumer behavior as accurately as the firm boasts, it follows that such data should not be handed over to media outlets, and potentially state actors, without at least a public debate.

Still, as long as users continue to swipe through app permissions, these companies will continue to turn a buck at the expense of privacy.

Cubeiq is not the only firm to direct its data-gathering powers at the coronavirus issue. Norwegian startup Unacast, whose bread and butter is audience analysis, has launched an Orwellian-sounding ‘Social Distancing Scoreboard’ that rates every US state and county on how obediently its citizens are following the lockdown rules.

Source and Image: https://www.rt.com/usa/488575-big-tech-lockdown-surveillance-data/

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Los pueblos originarios de América Latina en la era Covid-19

Por: Gerardo Szalkowicz

Sin servicios básicos, excluidos por el sistema de salud, sin documentación para acceder a programas sociales y con caminos cortados que impiden abastecerse de alimentos, ¿cómo impacta la pandemia en las comunidades indígenas de Latinoamérica?

“En esta pandemia no estamos todos en el mismo barco, estamos en el mismo mar; unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas”. La sencilla metáfora a la que apelaron en un comunicado siete organizaciones indígenas en el estado mexicano de Hidalgo ayuda a problematizar a qué sectores sociales afectará más el impacto del coronavirus. En América Latina, los pueblos originarios aparecen entre quienes van tirando manotazos en el agua, resistiendo al menosprecio de gobernantes y ninguneados en pantallas y micrófonos.

Nulas o insuficientes medidas focalizadas o protocolos especiales; carencia de servicios básicos (principalmente agua potable); enfermedades preexistentes vinculadas a la pobreza y ausencia o lejanía de servicios de salud; complicaciones para la venta y compra de alimentos por el cierre de caminos y mercados; falta de documentación para acceder a programas sociales; poca difusión preventiva con enfoque intercultural y en lenguas indígenas. Un combo de problemáticas que dejan a gran parte de las comunidades originarias de la región en extrema vulnerabilidad. Si el panorama previo ya era de emergencia, la pandemia profundiza las desigualdades.

La conquista europea que arrasó con los pueblos que habitaban el continente no sólo tuvo la espada y la Biblia como armas principales. El factor epidemiológico fue clave: las enfermedades importadas (tifus, viruela, peste bubónica) ayudaron y mucho a diezmar a la población autóctona durante el mayor genocidio de la historia, de hecho se dice que fue la viruela la que realmente destruyó al imperio azteca. Otras epidemias, como malaria, sarampión e influenza, también hicieron estragos en territorios indígenas a lo largo de la historia. Por eso la irrupción del Covid-19 encendió las alarmas y multiplicó los reclamos de atención urgente. Su penetración en las comunidades sería trágica y le haría un gran favor a las trasnacionales extractivistas, siempre ávidas de tierras y bienes naturales.

La población indígena en Latinoamérica supera los 45 millones de personas, lo que representa el 8,3% de la región, siendo la zona de mayor densidad demográfica indígena del planeta. Se registran 826 pueblos indígenas distintos. En su informe anual de 2019, la CEPAL destacó que la pobreza de las y los indígenas es 26% mayor a la de las personas no indígenas.

Recientemente, el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) exhortó a los gobiernos de la región a propiciar una reunión específica sobre el tema y señaló que “ninguna de las fuentes de información globales o regionales incluye datos desagregados con relación a la población indígena”.

Perú: lavarse las manos con agua empetrolada

En la Amazonía peruana, los ríos se tiñeron de petróleo en las últimas décadas, multiplicando problemáticas y enfermedades. Cuatro federaciones indígenas del Departamento de Loreto alertaron sobre “las condiciones precarias en que nos ha encontrado la pandemia: un contexto de persistente contaminación petrolera que envenena el agua y los alimentos, focos de malaria o dengue, y la ausencia del Estado que a menudo implica días de viaje para asuntos básicos como llegar a un centro de salud”.

Las organizaciones reclaman medidas para evacuar a posibles afectados e “información para difundir en las comunidades con claridad, seguridad, pertinencia y en idioma indígena”. El Perú tiene más de 4 millones de personas que se identifican con una lengua diferente al castellano. Si bien algunos materiales de difusión fueron traducidos, aparece otro problema: muchas comunidades no cuentan con internet, electricidad o equipos electrónicos para trabajar con la plataforma educativa oficial “Aprendo en casa”. La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana, que agrupa a unas 1.800 comunidades nativas, acusó al gobierno de “desatención evidente y reiterada discriminación” y denunció ante las Naciones Unidas “el peligro de etnocidio por la inacción del Estado peruano”.

En el Perú, donde ya se reportan tres indígenas infectados, se está dando otro fenómeno: el éxodo masivo de familias pobres que huyen de Lima a pie por el hambre y la falta de trabajo. Gran parte son indígenas que retornan con lo puesto a la sierra y a la selva.

Colombia: la pandemia de la violencia

La población indígena en Colombia –casi dos millones de habitantes, el 4,4% del total- tiene un gran desarrollo organizativo. La Organización Indígena de Colombia (ONIC) emitió por primera vez una alerta epidemiológica y activó un plan de contingencia que incluye el bloqueo de caminos permitiendo sólo el paso de transportes de alimentos y productos básicos. Desde La Guajira hasta el Amazonas, la denominada “Guardia Indígena” impide el ingreso a los poblados de turistas e instituciones privadas. Las primeras en hacerlo fueron las comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta que bloquearon el acceso al Parque Nacional Tayrona, uno de los principales atractivos turísticos. “La estrategia de prevención y contención la dividimos en tres acciones: pedagogía para entender la pandemia, control territorial a través de las guardias indígenas y movilización del conocimiento de los sabedores en medicina indígena”, explicó Ángel Jacanamejoy, dirigente de las Autoridades Tradicionales Indígenas.

La ONIC confirmó la primera muerte por coronavirus e informó que hay siete indígenas infectados y 90 bajo observación. También denunció que “la escasez de agua potable, alimentos e implementos de bioseguridad y el confinamiento por el conflicto armado agravan la situación”. Es que, más allá del Covid-19, el mayor peligro siguen siendo los grupos paramilitares. Durante el gobierno de Iván Duque ya fueron asesinados 162 indígenas. Y el hostigamiento y las muertes no amainaron durante la cuarentena. Luis Fernando Arias, consejero mayor de la ONIC, relató: “En estas últimas semanas se han venido registrando hostigamientos, sobre todo en el norte del Cauca. El genocidio contra los pueblos indígenas se ha convertido en la peor pandemia nuestra en estos últimos años”.

México: defensa zapatista

Con unas 16 millones de personas, México es el país con mayor población indígena de la región. En muchas zonas también se implementó el corte de accesos. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declaró en alerta roja a sus comunidades y cerró sus centros organizativos “considerando la falta de información veraz y oportuna así como la ausencia de un plan real para afrontar la amenaza de la pandemia”. También colocó retenes y filtros sanitarios en el ingreso a sus comunidades y activó una cuarentena preventiva para quienes regresaron a sus poblados. El EZLN exhortó además a “no dejar caer la lucha contra la violencia feminicida y en defensa del territorio y la Madre Tierra”. El comunicado finaliza diciendo: “Llamamos a no perder el contacto humano, sino a cambiar temporalmente las formas para sabernos compañeras, compañeros, hermanas y hermanos”.

Medidas similares tomó el Congreso Nacional Indígena (CNI). Carlos González, uno de sus dirigentes, coloca otro elemento importante: “En los pueblos indígenas los ancianos y las ancianas juegan un rol fundamental, vital, para la pervivencia de las comunidades y su reproducción. Es una preocupación muy seria”. González coincidió en remarcar la precariedad de las infraestructuras sanitarias pero destacó que, como contraparte, los pueblos originarios “podrán generar una mejor defensa gracias a su propia vida comunitaria”. El CNI prevé que la peor situación para las y los indígenas será en las ciudades, por lo cual realiza colectas para apoyar a las familias urbanizadas.

Desde la Patagonia hasta el Rio Bravo

Los mismos miedos, dilemas y exigencias se repiten por toda la geografía del continente.

En Bolivia, la Ley reconoce a 34 naciones y pueblos originarios. En el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que contiene a 64 comunidades, denuncian la desatención del gobierno de facto, la falta de información y el desabastecimiento de medicamentos y alimentos por la interrupción del comercio. El dirigente Pedro Moye aseguró que “al área rural no llegó ningún material de bioseguridad ni medicinas ni ningún protocolo que debamos seguir en caso de registrar algún contagio. Sólo se abocaron a capitales de provincia”. Y remarcó otra dificultad: “No hay ambulancias ni medios para sacar a un enfermo rápidamente a un hospital. Esa es la preocupación más grande”.

En Brasil, donde ya hay al menos tres indígenas fallecidos y 31 contagiados, sobrevuela el fantasma no tan lejano de la gripe A-H1N1 que provocó la muerte de cientos de indígenas principalmente guaraníes. El temor al Covid-19 se potencia ya que un tercio de las muertes de indígenas en Brasil son por enfermedades respiratorias. El Foro Nacional Permanente en Defensa de la Amazonía exigió “un plan de contingencia que tenga en cuenta las especificidades de sus pueblos y sus formas de vida comunitarias, que sin duda facilitan la rápida propagación del virus”.

La otra gran amenaza se llama Jair Bolsonaro, que además de minimizar la pandemia e ir a contramano de todas las recomendaciones, dio carta blanca a la deforestación de la Amazonía y expulsó al contingente de médicos cubanos, lo que dejó a muchas comunidades sin atención sanitaria. Nice Gonçalves, periodista y activista indígena, señala: “En 2019 aumentó en 12% la mortalidad de niños por la retirada de los médicos cubanos y el desmantelamiento de la salud indígena”.

También es crítica la situación en Paraguay, donde indígenas realizan bloqueos de rutas. La organización Tierra Viva expresó: “Las estadísticas previas a la pandemia ya señalaban que el 65% de los indígenas se encuentran en situación de pobreza y más del 30% en pobreza extrema; a lo que se suma la situación actual de aislamiento que imposibilita salir a trabajar. La exclusión estructural se profundiza y el hambre golpea fuertemente a las comunidades del Chaco”.

Es por ahí

El mundo que está pariendo la pandemia deja al desnudo el rostro del sistema y abre las puertas a los debates urgentes sobre la necesidad de un nuevo paradigma civilizatorio. Tal vez sea el momento oportuno para poner el foco en las filosofías de vida que pregonan los pueblos originarios, sintetizadas en conceptos como “sumak kawsay” o “buen vivir”.

Fuente: https://rebelion.org/los-pueblos-originarios-de-america-latina-en-la-era-covid-19/

 

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Il blackout pedagogico globale

Di: Luis Bonilla-Molina

Presentiamo la traduzione di una video-intervista al venezuelano Luis Bonilla-Molina, studioso di pedagogia e tematiche relative alla scuola e alla formazione in generale.

Luis Bonilla-Molina ha iniziato a insegnare a sedici anni come educatore popolare. Ha lavorato nell’educazione dei giovani con problemi comportamentali (13 anni), nell’istruzione di base, nelle scuole superiori e tecniche (25 anni) e come insegnante universitario (quasi 20 anni).

È stato un delegato sindacale e presidente del sindacato degli insegnanti, e ha ricoperto diversi ruoli nell’amministrazione in campo educativo, passando attraverso tutti i livelli, fino a quelli nazionale e internazionale: vice ministro dell’istruzione universitaria, coordinatore di consiglieri presso l’ufficio presidenziale e presidente del Consiglio IESALC UNESCO (che si occupa di istruzione superiore).

Ha un sito personale ricco di interventi, dove, tra l’altro, è possibile leggere informazioni più approfondite sul suo percorso di studioso e militante.

La video intervista di cui qui proponiamo la traduzione è stata pubblicata nel 2017 sul canale youtube del portale di pedagogia “Otras Voces En Educación”. In questo articolo l’autore presenta sinteticamente un concetto da lui coniato, quello di “blackout pedagogico globale” (Apagón Pedagógico Global), ampiamente trattato nel libro Apagón Pedagógico Global. Las instituciones educativa en la cuarta revolución industriale y la era de la singularidad (Editorial Global, 2018), messo a disposizione dall’autore sul sito del Centro de Investigación Clacso-RIUS (clicca qui).

Tale concetto ricalca il concetto di apagón cultural, che è stato coniato negli anni ‘70 per indicare la condizione della vita culturale sotto la dittatura di Pinochet, durante la quale fu soppressa ogni libertà di espressione e opposizione culturale al regime. In sintesi l’Apagón Pedagógico Global si articola in 5 punti: frammentazione pedagogica; svalorizzazione istituzionale e sociale della figura del docente; svalorizzazione della scuola; riduzione dell’insegnamento e della valutazione scolastica a due aree cognitive (logico-matematica e letto-scrittura); riducendo il contenuto dell’apprendimento alla scienza e limitando la pratica all’uso strumentale delle tecnologie, con il corollario che tutti gli altri apprendimenti sono di secondo ordine.

Luis Bonilla-Molina sta svolgendo da tempo un lavoro militante che lo ha portato a coniugare impegno politico e impegno teorico, ed è una delle figure più interessanti della pedagogia critica, ossia di quel vasto ambito di confronto teorico e politico che attraversa tutta l’America Latina e anche il mondo anglosassone, cercando di combattere l’ultradecennale attacco del neoliberismo alla scuola.

Crediamo che quanto esposto sinteticamente in questa video-intervista abbia un’importanza rilevante per diverse ragioni. Tra le tante, ne vogliamo elencare solo alcune:

1) inquadra storicamente i cambiamenti epocali del mondo della formazione all’interno di una lunga serie di trasformazioni che stanno modificando le forme della socialità;

2) ci aiuta a leggere il contesto in cui si inserisce l’introduzione della didattica a distanza;

3) ci mostra come i veri soggetti della governance mondiale della scuola sono gli organismi internazionali come OCSE, FMI, Banca Mondiale (le cui indicazioni sono alla base anche dell’attuale gestione dei governi nazionali dell’emergenza sanitaria);

4) il concetto di “depedagogizzazione” (da lui coniato) aiuta a leggere bene il percorso storico di distruzione di una visione unitaria dei problemi complessivi sull’educazione.

La pedagogia non è una scelta metodologica individuale di un insegnante, ma è un ragionamento complessivo che mette insieme il rapporto tra individuo e società, tra società e natura, e tra società e finalità complessive. Luis Bonilla-Molina intende portare il ragionamento e la critica pedagogica allo stesso livello a cui, in Italia, lo aveva portato Antonio Gramsci. Non è un caso che Gramsci oggi sia una delle figure di riferimento della pedagogia critica in America Latina e nel mondo.

Ringraziamo l’autore per averci dato il consenso alla pubblicazione.

Fonte: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/05/16/il-blackout-pedagogico-globale/

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