Page 966 of 2675
1 964 965 966 967 968 2.675

La importancia de la enseñanza de la Historia para el futuro de los estudiantes

Por: Naomi Schallit.

 

Cuando hablamos de investigación histórica nos vienen a la mente varios conceptos como el pasado, la historia y una serie de imágenes y nociones sobre lo que, supuestamente, ha sucedido tiempo atrás. Dicha percepción lineal, rígida, objetiva y monolítica de la historia que, a menudo, se confunde con el pasado es la introducción para este artículo. Y decimos esto ya que el pasado no se entiende en singular, sino en plural. La enseñanza de la historia en la actualidad forma parte de la enseñanza de “un pasado” específico: la historia-nación.

Tres ejes fundamentales

Se trata de un asunto que nos remonta al siglo XIX y principios del siglo XX. Para empezar a desgranar esta problemática de la historia escolar debemos señalar tres ejes fundamentales:

  1. Historia o narrativa histórica. Se trata de una dimensión que está reservada recelosamente a un pequeño colectivo intelectual (historiadores profesionales). A pesar de ello, estamos ante una dimensión académica muy influyente en el que será nuestro segundo eje.
  2. La educación. Esta situación es fruto de una especie de simbiosis política, intelectual e ideológica producida a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en la Europa occidental y el continente americano. ¿Entre quiénes exactamente se produjo esta simbiosis más allá de los conceptos abstractos “historia” y “educación”? Pues nos referimos específicamente al Estado-nación, recientemente configurado, pero todavía neonato en materia de desarrollo político, y también al colectivo académico de historiadores.

¿Qué sucederá entre el Estado y los historiadores? Nacerá la profesionalización de la historia de la mano del Estado, pero sobre todo de la nación, un concepto problemático, incluso, hasta nuestros días.

¿Entonces, por qué el Estado-nación necesita del colectivo de historiadores? Para no extendernos demasiado, esto lo resumiríamos de la siguiente manera: el Estado necesita de la nación para legitimarse como estructura de poder tras los procesos revolucionarios de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Pero, al mismo tiempo, la nación necesita de una historia, es decir, de un relato para construir una identidad nacional que sirva como verdadero pegamento social y cultural en prospectiva.

¿El resultado? La construcción de los relatos nacionales o historias generales de la nación que hoy en día conocemos como historias de países (de España, de Chile, de México, de Francia, de Marruecos, de China, de Japón y un largo etc.).

¿Pero, qué pasa con nuestro segundo eje, el de la educación? A esto se responde con una pregunta: ¿cómo hizo el Estado, y sigue haciendo, para construir ciudadanía?

Esto se llevará a cabo a través de un sistema educativo centralizado que gire, en última instancia, en torno a las naciones.

Y es aquí es donde entra nuestro tercer eje:

  1. La ciudadanía o formación ciudadana. El sistema educativo de cada país, de cada nación, de cada Estado, se encarga de construir planes educacionales-formativos en lo que se denomina escolarización. Así pues, desde la escuela, la niñez y la juventud temprana se edificará en torno a ciertos valores, conceptos, normas y percepciones.

Extensión de este sistema educativo

A lo largo del siglo XX lo que hemos podido comprobar es una evolución progresiva de la extensión y masificación de este sistema educativo en todo el mundo. Eso sí, a diferentes velocidades y con las particularidades pertinentes, pero con los mismos fines. Hoy en día nuestro mundo sigue siendo el regido bajo el ideal liberal-republicano de naciones.

Llevamos más de doscientos años bajo este modelo. Y todo ello muy a pesar de la globalización o de los procesos tecnológicos revolucionarios que avanzan a una velocidad vertiginosa sin que apenas nos demos cuenta.

¿Es la historia escolar importante en la formación de sociedades en la actualidad? Se habla mucho de la importancia de la historia ¿pero, sabemos realmente las consecuencias que tiene aquello en la construcción de percepciones de los jóvenes sobre lo que sucede en el mundo?

Hay un “gen profesionalizante” de la historia al cual todo historiador debe “lealtad académica”: la nación. Pero no solo la nación, también el Estado, e incluso el todopoderoso liberalismo republicano (o, dicho de otra forma, las repúblicas de gobierno representativo vigentes hoy en día).

¿Influye la historia escolar en la formación ciudadana de los jóvenes del siglo XXI?

La historia no solo importa en este ámbito, sino que es fundamental. Tal es su importancia que cuando un ministerio o gobierno la intenta eliminar del currículo, los profesores salen a la calle, tal y como está sucediendo hoy en Chile, por ejemplo.

Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile. Bombardeo del Palacio de La Moneda (palacio de gobierno)Biblioteca del Congreso Nacional de ChileCC BY

¿Pero, por qué defender la historia si lo que está haciendo es construir una ciudadanía con contenidos estancos y conceptos homogeneizantes y obsoletos?

El ejemplo de la guerra entre la ministra de Educación chilena, Marcela Cubillos, con el Colegio de Profesores de Chile y con una mayoría social bastante transversal y diversa, es una muestra empírica de que la historia es parte de la identidad chilena, de sus valores patrios, sus tradiciones, sus costumbres y, más importante, su pasado.

Es aquí cuando se establece lo que entendemos que es el primer error: el eje pasado-historia. La historia no es el espejo del pasado. Otra cosa es que las historias nacionales pretendan que así lo sea bajo un relato lineal, androcéntrico, blanco, occidentalocéntrico y que versa sobre la cronología del ejercicio de poder y los poderosos.

A pesar de que este relato ha sido objeto de críticas, no lo es en su principio fundacional. Autores como Frank AnkersmitGeorg G. IggersHayden White o Herman Paul se han dedicado a cuestionar el rol positivista e historicista de la historia, es decir, de una percepción objetiva y axiomática de la misma.

El problema que crea una historia objetiva en los estudiantes

En estudios de este tipo (Teoría de la Historia) nos encontramos precisamente con un reconocimiento literario y subjetivo de la historia. Lo que sucede es que finalmente los estudios e investigaciones acerca de la Teoría de la Historia no dialogan con los estudios sobre Didáctica de la Historia, y aún menos con estudios etnográficos acerca de lo que ocurre en la escuela y con los estudiantes. Por eso, faltan importantes esfuerzos interdisciplinares en este campo o problemática de estudio.

La historia en el sistema escolar no está creando niños, niñas y jóvenes reflexivos, creativos y pensantes. Y si lo hacen, lo harán dentro de unas limitaciones conceptuales como el liberalismo político, el republicanismo, la democracia, la ciudadanía, la nación y un largo etc.

¿Se puede ser reflexivo y crítico con estas categorías de modernidad y progreso? Sí, pero no es posible superar cognitivamente ciertas problemáticas políticas, sociales y culturales en la actualidad si no superamos este laberinto epistemológico, es decir, del origen del conocimiento enseñado.

Por esta razón, la pregunta que nos hacemos es qué se está enseñando y no tanto cómo se está enseñando. Autores como Juan Sisinio Pérez Garzón, Sebastián Plá, Joaquim Prats, Antoni Santisteban Fernández, Joan Pagès o Mario Carretero, entre otros, son protagonistas en los estudios de la didáctica de la historia. En ellos vemos una defensa generalizada de una historia escolar menos memorística y más reflexiva, sumado a una transformación al cómo ofrecer clases de Historia.

Retrocesos y limitaciones

Por esto es muy importante poner el acento en cómo muchos de esos conocimientos nos están provocando serios retrocesos y limitaciones de cara a la construcción de diferentes futuros posibles.

La historia no estaría ayudando a construir una ciudadanía verdaderamente libre, sino a seres pasivos ante lo que ocurre en el mundo, es decir ciudadanos espectadores y no activos en los principales problemas de nuestra sociedad.

Quizás parezca raro, pero hubo una vez que la historia sirvió para elaborar utopías. Hoy en día eso es sinónimo de debates metafísicos que, al final, no tienen ninguna transcendencia ni incidencia en nuestras vidas.

Finalmente, la esclavitud del siglo XXI parece no estar únicamente en lo material y financiero, sino también en lo intelectual. Estamos condenados socialmente si no logramos emanciparnos cognitivamente, ya que no podemos permitirnos como colectivo humano seguir encadenados a un pasado que nos limita, a un presente que cada vez nos oprime más y a un futuro inexistente y vacío de toda esperanza.

Fuente del artículo: https://theconversation.com/la-importancia-de-la-ensenanza-de-la-historia-para-el-futuro-de-los-estudiantes-121205

Comparte este contenido:

Educación de calidad

Por: José Martínez Olmos.

Conocimos hace unos días en la portada de Granada hoy que uno de cada cuatro alumnos de la provincia de Granada no completa la ESO, según el último informe del menor elaborado por el Defensor del Pueblo Andaluz; y, aunque señala una ligera mejoría sobre los datos de 2014, me parece que refleja una situación preocupante y un signo de mala calidad del sistema educativo.

Tengo que confesar que cada vez que conozco alguna información relativa a problemas del sistema educativo no me resisto a la tentación de hacer la comparación con el sistema sanitario. ¿Como actúa el sistema sanitario ante situaciones de fracaso similares a la del abandono escolar en el ámbito educativo? En la columna de hoy, para polemizar y generar debate, argumentaré que la sanidad reacciona mucho mejor y con más implicación profesional.

Imaginemos que en un determinado grupo poblacional socialmente deprimido y/o geográficamente definido, la cobertura del programa de vacunas o de un screening de cáncer de mama es notablemente inferior al deseable. Este ejemplo permite describir la respuesta típica del sistema sanitario: se elabora un programa de intervención específico que, en general, cuenta con la implicación y el liderazgo de los profesionales y, muchas veces, surge por iniciativa de los profesionales y de sus organizaciones.

De tal forma suele ser así, que es difícil encontrar que el sistema sanitario tenga déficits crónicos de calidad en aspectos de carácter poblacional o preventivos. No quiero decir con esto que no haya problemas e insuficiencias que resolver en la sanidad.

Desde mi punto de vista, la mejor estructuración de las profesiones sanitarias en organizaciones profesionales y la mayor tradición organizativa con una orientación de ética social en beneficio de pacientes y ciudadanos, marca la diferencia con el sistema educativo.

En esta diferencia puede radicar una clave importante que haga más débil al sistema educativo en comparación con el sistema sanitario. En sanidad, es el empuje profesional un elemento esencial que explica muchas de las iniciativas y de las respuestas a los problemas de calidad.

Por eso, me gustaría percibir una reacción del sistema educativo y de las organizaciones profesionales similar a lo que creo que ocurre en la sanidad, para resolver el problema del abandono escolar, que muchos consideramos como un fracaso inaceptable del sistema educativo y de la sociedad. Ahora, a polemizar.

Fuente del artículo: https://www.granadahoy.com/opinion/articulos/Educacion-calidad_0_1381061946.html

Comparte este contenido:

Argentina necesita un sistema de transición de educación al trabajo

Por: Jorge Colina Idesa.

Es común escuchar las preocupaciones por la falta de trabajo para los jóvenes. No son injustificadas. La tasa de desempleo urbana entre jóvenes con entre 15 y 24 años asciende al 27% de los que se deciden entrar el mercado laboral, cuando dicha tasa entre los que tienen edades centrales, 25 a 55 años, es de apenas 8%. Pero este no es un fenómeno argentino. En el mundo, los jóvenes sufren mayores tasas de desempleo.

Lo que sí es un problema puramente argentino es la falta de un sistema de transición de la escuela al trabajo. Esto es, el conjunto de instituciones educativas y laborales que condicionan el tránsito de los jóvenes al empleo. Específicamente, son las modalidades y contenidos educativos, la institucionalidad para que las escuelas se conecten con las empresas y las regulaciones que rigen las prácticas laborales y las primeras experiencias en el empleo. La carencia es tan grave en Argentina que los dirigentes del sistema educativo y de las políticas laborales siquiera tienen conocimiento o conciencia de que debe existir un sistema para la transición de la educación al trabajo.

Para dar un ejemplo de la importancia que tiene contar con este tipo de sistema sirve observa los países de la Unión Europea (futuros socios comerciales de Argentina). Allí se identifican dos estilos muy diferenciados. En los países de tradición germánica –como Alemania, Austria, Suiza– la educación secundaria contempla explícitamente modalidades que preparan a los jóvenes para su entrada al mercado de trabajo. Estas modalidades conviven con las académicas cuya orientación es la prosecución de estudios universitarios. En cambio, un esquema alternativo es la de los países de tradición latina –como Francia, Bélgica o España– donde el foco está de manera casi excluyente en la preparación de los jóvenes para continuar con los estudios universitarios.

¿Cómo les va con la tasa de desempleo juvenil? En Alemania, Austria y Suiza la tasa de desempleo de los adultos es del 4% mientras que la tasa de desempleo juvenil es de 8% haciendo una relación de 2. En Francia, Bélgica y España la tasa de desempleo de los adultos es de 10% mientras que la juvenil es de 27% haciendo una relación de 2,7. Es importante comparar la relación entre desempleo adulto y juvenil de cada país, y no la tasa de desempleo juvenil entre países, porque parte del alto desempleo juvenil en algunos países se debe a una escasez de empleo general. De eso surge con claridad que en los países de tradición germánica los jóvenes sufren relativamente menos las dificultades para entrar al empleo que los países de tradición latina.

 

Esto es producto de que en los países germánicos hay una histórica y robusta relación del sistema educativo en sus niveles medio y superior con las empresas. Los jóvenes de la escuela secundaria, que no van a proseguir estudios superiores, son preparados y hacen prácticas en empresas para emplearse terminada la secundaria. Los que siguen estudios superiores también interrelacionan con empresas cuando avanzan sea en sus tecnicaturas superiores y en sus carreras de grado. En los países de tradición latina, en cambio, se tiende a pensar que hasta incluso la universidad es un claustro de pensamiento filosófico con objetivos mucho más integradores y superadores que el mero fin de lucro empresario. Ninguna de las dos posiciones está bien o mal. Simplemente que el camino que cada país elige va determinando su destino.

Argentina tiene la visión de los países de tradición latina. La prueba está en que, tan frecuente como la preocupación por la alta tasa de desempleo juvenil, es escuchar argumento del tipo “las escuelas no están para formar gente para las empresas” o “las pasantías son una forma de precarización laboral”.

Por esta razón, en Argentina los contenidos de las escuelas secundarias para dar empleabilidad, a pesar de que la mayoría de los jóvenes no irán a la universidad, son marginales, hechos con esfuerzos individuales, de manera pecaminosa y motivadas más por cuestiones de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) que como estrategia de formación de los recursos humanos. Los resultados son contundentes: sólo el 40% de los jóvenes termina la secundaria en tiempo y forma y el 10% adicional la termina con retraso. Esto implica que la mitad de los jóvenes no termina la secundaria y tampoco tiene formación para el trabajo.

Las instituciones laborales, a su vez, se encargan de potenciar el divorcio de la educación con las empresas. Si bien se contempla el contrato de pasantía, los requerimientos administrativos son muy restrictivos y burocráticos. Esto lleva a que las pocas instituciones educativas y empresas que se atreven a usarlos asignan más esfuerzo al papeleo que a la formación del alumno. Pero lo más grave es que es un contrato de alto riesgo. Si algo del papeleo se entiende incumplido, la pasantía pasa a ser considerada como relación de dependencia no registrada. Esto implica severas sanciones para la empresa. No aprovechar las pasantías para formar jóvenes en el empleo tiene consecuencias con posterioridad: apenas 18% de los pocos jóvenes ocupados son como asalariado registrado en una empresa. El resto se ocupa en la informalidad.

Argentina necesita construir un sistema moderno de transición de la escuela al trabajo. Esto requiere una profunda revisión de la política educativa y laboral sacándose de encima el tan atávico como equivocado prejuicio de que las escuelas no están para formar gente para las empresas y que las pasantías son una forma de precarización laboral.

Fuente del artículo: https://www.eleconomista.com.ar/2019-08-argentina-necesita-un-sistema-de-transicion-de-educacion-al-trabajo/

Comparte este contenido:

Corrupción y educación

Por: Enrique Rojas.

 

Amanecimos con nuevos titulares sobre la corrupción del gobierno anterior, y aparecen estas preguntas: ¿Cómo no los descubrieron antes? ¿Cuánto se habrá llevado cada uno? ¿Cuánto nos va a costar a nosotros esa corrupción?

Preguntas cargadas de impotencia, enojo o frustración.

Pero existe la gran ausencia de otras preguntas que aborden el origen de esos problemas y que pudieran, si quisiéramos, generar un cambio: ¿Por qué somos corruptos como sociedad? ¿Por qué no nos preguntamos el porqué somos corruptos como sociedad?

Y me atrevo a decir que la corrupción está normalizada en nuestra convivencia, desde el momento que es más importante el saber cómo lo hicieron que por qué llegaron a hacerlo.

Pareciera más relevante descubrir a los que delinquieron y que “paguen” que preocuparnos de que esto no vuelva a suceder, de la sociedad que estamos generando.

De ninguna manera esta columna responderá a esas preguntas, pero quiero abonar al debate poniendo sobre la hoja ciertas reflexiones del recientemente fallecido Claudio Naranjo, uno de los pioneros y referentes de la psicología transpersonal, que con respecto a la educación aborda una mirada que ha sido poco difundida y merece ser revisada.

Naranjo cuestiona el modelo de sociedad y de educación actual, plantea que la educación está diseñada para tener trabajadores, no para tener desarrollo humano, y que lo que se necesita es una educación sanadora para una sociedad que no se sabe enferma, una educación para el desarrollo de competencias existenciales, más allá de las laborales o académicas.

La civilización supo autoidealizarse, se volvió rapaz y no se reconoce como tal.

La crisis que atravesamos es la crisis de hábitos que no son legítimos y que vienen de la mente patriarcal, de un modelo de gobierno jerárquico basado en la obediencia, la acusación y el castigo.

Para que una educación sea sanadora debe proponerse trascender esta forma de ser, esta neurosis universal que ha eclipsado nuestra parte solidaria, nuestra parte naturalmente amorosa a través de la fuerza de la competitividad rapaz. Se ha vuelto el ser humano contra su naturaleza.

No tenemos un amor verdadero propio, somos capataces duros de nosotros mismos, nos explotamos por nuestra vanidad o una promoción, nos culpamos. El papel de la sicología ha sido en parte desculpabilizar a las personas por sus deseos, para que puedan integrarlos en su vida.

El cambio en la educación sería la forma de salir de este modo de funcionar del mundo.

La pregunta ante ese cambio es: ¿quién va a educar a tales nuevos educadores? ¿Cómo educar educadores para una tarea tan diferente a la que han tenido hasta ahora?

Eso, plantea Naranjo, es la prioridad, la formación de formadores que sepan transmitir competencias existenciales como el amor al prójimo y el autoconocimiento, el sentido de los valores, la libertad y el desapego.

Tenemos una educación que viene modelada por la sociedad industrial, creada por el sistema económico. Es utópico pensar en un cambio absoluto, pero sí se puede integrar un modelo que rescate otra mirada, pero para eso hay que empezar por hacerse nuevas preguntas.

Como decía Oscar Wilde, “vivimos con respuestas a preguntas que nunca nos hicimos”.

Fuente del artículo: https://www.eluniverso.com/opinion/2019/08/08/nota/7461573/corrupcion-educacion

Comparte este contenido:

Siete propuestas para continuar cambiando la realidad educativa

Por: Edgardo Zablotsky.

 

La educación debe transformarse en un servicio público, ¿o acaso el derecho a la educación es secundario al de huelga? ¿Quién puede pensar que los días perdidos se recuperan?

 El 19 de octubre de 2011 el por entonces ministro de Educación Alberto Sileoni señaló: “hay miles de alumnos y educadores que prueban que la educación pública argentina está viva y en movimiento”. El 11 de septiembre de 2012 expresó que “un buen educador es un militante que está comprometido con su trabajo”. Un año después tuiteó: “No decimos que estamos en el paraíso, pero hemos reconstruido el sistema educativo y estamos construyendo un país distinto”.

Para plantearnos hacia dónde vamos es importante recordar de dónde venimos. En educación aún estamos muy lejos de aquella ansiada revolución educativa. Pero afortunadamente también lo estamos de aquel pasado que acabo de ilustrar. Esta nota enumera siete propuestas que pueden contribuir a esa revolución.

1) Es necesario que los padres comprendan la emergencia educativa. Las evaluaciones son clave para ello, pero los resultados a nivel de escuela deben ser públicos. Es imprescindible, tal como lo solicitó el presidente Macri al Congreso los dos últimos años, modificar el artículo 97 de la ley 26.206, que prohíbe la difusión de los resultados por escuela. Su modificación despertaría a los padres y le daría al Gobierno el apoyo para enfrentar a los sindicatos docentes, los más acérrimos defensores del statu quo.

2) Frente a la irresponsable utilización del paro, muchas veces motivado en fines políticos, la educación debe transformarse en un servicio público, ¿o acaso el derecho a la educación es secundario al de huelga? ¿Quién puede pensar que los días perdidos se recuperan? Por supuesto, los niños de familias humildes son los más perjudicados. Es claro que esta no es la única forma de defender el derecho a la educación de aquellos niños de familias económicamente desfavorecidas. Las próximas dos propuestas son ejemplo de ello.

3) En Uruguay el mecenazgo educativo es una realidad. Ello permite la existencia de escuelas gratuitas de gestión privada, religiosas y laicas, que se financian con aportes de empresas y brindan educación de excelencia a adolescentes en zonas carenciadas. La ley 18.834 del país hermano establece que por cada 100 pesos que empresas donan a escuelas en zonas carenciadas, el costo real para ellas es de 18,75, porque el 75% de lo que donan lo pueden aplicar directamente a impuestos y el otro 25% es un gasto deducible de la renta. El Gobierno incentivó fuertemente el mecenazgo cultural, una legislación como la uruguaya sería su lógica contraparte y contribuiría a generar la igualdad de oportunidades que merece todo niño independientemente de su cuna.

4) ¿No sería razonable que aquellas familias que optasen por retirar a sus hijos de una escuela de gestión pública y enviarlos a una de gestión privada reciban, por ejemplo, una reducción en su carga impositiva que represente un porcentaje del costo de educar un niño dentro del sistema público y se deposite dicho monto en una cuenta de ahorro, que tan sólo pueda ser utilizada para fines educativos? Ninguna familia estaría peor por tener la posibilidad de elegir y aquellas que optasen por hacer uso de esta prerrogativa estarían mejor por acceder a la posibilidad de decidir qué tipo de educación es más apropiada para la educación de sus hijos, en función de sus aptitudes, gustos y valores familiares.

5) Es bien sabido que la Argentina es un caso de estudio en virtud de la ley 27.204, que prohíbe cualquier tipo de evaluación para estimular un ingreso de estudiantes bien preparados a la universidad. Como señala Alieto Guadagni, no se conoce en el mundo otra ley universitaria de estas características. ¿Puede el resto del mundo estar tan equivocado? Es claro que no, la masiva deserción es evidencia de ello. La modificación de la ley 27.204 evitaría estafar a miles de jóvenes que pierden valiosos años de sus vidas realizando estudios que nunca habrán de concluir, en lugar de prepararse para desarrollarse plenamente en su vida adulta. Este hecho motiva la siguiente propuesta.

6) Adaptar el sistema de educación dual alemán a nuestra realidad, lo cual facilitaría incorporar a la sociedad productiva a miles de potenciales ni nis. En el sistema dual, los estudiantes adquieren experiencia laboral en empresas, aún antes de su graduación de la escuela secundaria. Conforme pasan los años, el joven incrementa el tiempo en la empresa y reduce el tiempo en la escuela. Las prácticas profesionalizantes de la Ciudad de Buenos Aires marcan un avance en la dirección correcta, pero aún resta mucho por recorrer para acceder a un real sistema de educación dual.

7) Incentivar la formación de capital humano de millones de adultos beneficiarios de planes sociales, muchos de los cuales conducen a la cronificación de la pobreza. En 2018 el Gobierno dio un importante paso al reemplazar tres programas por un nuevo plan que cuenta con dos ejes centrales:“Educación Formal Obligatoria”, mediante la cual los beneficiarios deberán finalizar sus estudios secundarios y“Formación Integral”, que los capacitará a través de cursos y prácticas profesionales. Es imprescindible generalizarlo. Nadie, en condiciones de trabajar, debería acceder al subsidio de no cumplir con este requisito. De lo contrario la Argentina se convertirá en una sociedad de clases donde una elite educada mantiene a una clase permanente de desempleados: un escenario fiscalmente insostenible y humanamente reprochable.

¿Se avanzó en el terreno educativo en estos cuatro años? Definitivamente sí, recordar el pasado es suficiente para afirmarlo. ¿Se llevó a cabo una revolución educativa? Es claro que aún no. Implementar alguna de estas propuestas contribuiría a ello.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/propuestas-continuar-cambiando-realidad-educativa_0_2MEL2jIw-.html

Comparte este contenido:

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación

Por: Educación 3.0. 

¿Habéis tenido la oportunidad de trabajar en el aula la igualdad y no discriminación? Si es así, ¿qué recursos habéis utilizado? En EDUCACIÓN 3.0 apostamos una vez más por el formato del cortometraje, proponiéndoos la siguiente selección de cortometrajes sobre  igualdad. Si conocéis otros, ¡no dudéis en compartirlos! 

Cortometrajes sobre igualdad y no discriminación para el aula y casa

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación 7

Este vídeo forma parte de una campaña que quiere desterrar el mensaje negativo que se esconde tras la expresión ‘hacer las cosas como una niña’. Para ello plantea a sus participantes una serie de situaciones que deben desarrollar y, a continuación, preguntan a un grupo de niñas y mujeres su percepción acerca de cuando oyen estás palabras.

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación 8

A pesar de no ser un cortometraje, hemos creído interesante incluir este vídeo. Su protagonista es la pequeña Daisy, quien muestra cómo son los mensajes que aparecen en unas camisetas según sean para chicas o chicos. En el caso de ellas, textos como ‘Hey’, ‘Hermosa’ o ‘Me siento fabulosa’ son habituales. Para ellos, lo modelos que muestra incluyen mensajes como ‘Las aventuras en el desierto te esperan’ o ‘Héroe’. Daisy reflexiona sobre esta situación y lo que le parece.

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación 9

Este cortometraje de animación 3D e imagen real busca concienciar sobre los estereotipos de género en los cuentos y reivindicar el poder de la imaginación para derribarlos. Está protagonizado por una niña que imagina un cuento de princesas donde las chicas pueden ser pilotos, las carrozas son coches deportivos y los bailes en palacio son en realidad emocionantes carreras. Se ha inspirado en la historia real de Michèle Mouton, piloto de Audi y la primera mujer en ganar una carrera del Campeonato Mundial de Rally en 1981.

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación 10

Se trata del vídeo oficial del proyecto de coeducación ‘La peluca de Luca’ y su deseo de romper y eliminar los prejuicios y estereotipos vinculados al género masculino y femenino para favorecer la igualdad y no discriminación.

10 cortometrajes sobre igualdad y no discriminación 11

“No nos hagas de menos y no piensen que por que somos niñas no vamos a jugar bien”. Esta frase es un extracto de uno de los diálogos incluidos en esta propuesta animada de valor educativo. Reflexiona acerca de la igualdad y la no discriminación en el deporte entre los niños.

5 cortometrajes para abordar la igualdad y la no discriminación 2

6Zero

Rodado con la técnica del stop-motion, se trata de un cortometraje que habla de la discriminación y la capacidad de superación que tienen las personas. En el universo que se refleja en esta cinta, cada persona al nacer tiene un número que le acompañará de por bien y en función de éste su destino (por decirlo de alguna manera) queda establecido. Por eso, la que nace con el número 0 sabe que acabará siendo marginada por el resto. Pero la vida siempre te puede sorprender…

5 cortometrajes para abordar la igualdad y la no discriminación 3

Estamos acostumbrados al conocido cuento infantil de los Hermanos Grimm, ¿pero que os parecería darle una vuelta?Entonces, no os podéis perder esta propuesta que ha sido adaptada a las diferencias de género. Su contenido, por otro lado, os vendrá bien si estáis pensando en tratar temas de diversidad.

5 cortometrajes para abordar la igualdad y la no discriminación 4

Gracias a este cortometraje escrito y dirigido por Diego García, además de trabajar con los estudiantes el valor de educar en la igualdad, lo podéis aprovechar para abordar otros temas de interés como el respeto y la tolerancia. La fotografía de esta propuesta, que también trata la violencia de género, resulta exquisita.

5 cortometrajes para abordar la igualdad y la no discriminación 5

9Swing of Change

Ambientado en la ciudad de Nueva York de los años 30, el protagonista de este largometraje es un barbero llamado Harry que no acepta a las personas de raza negra. Pero un día todo cambia y esa actitud racista derivará hacia el respeto e igualdad de las personas con independencia de su color de piel.

5 cortometrajes para abordar la igualdad y la no discriminación 6

El Príncipe Ceniciento es un libro que fue escrito por Babette Cole y posteriormente fue adaptado al formato audiovisual a través de esta pieza. Propone una versión diferente y divertida de la Cenicienta: lo hace con mucho humor, elimina estereotipos y deja entrever como las labores del hogar es cosa tanto de hombres como de mujeres.

Fuente del documento: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/cortometrajes-abordar-igualdad-no-discriminacion/61739.html

Comparte este contenido:

La educación como derecho laico, gratuito, obligatorio y político

Por: Sofía García-Bullé.

El ejercicio educativo tiene el potencial de ser una fuerza transformadora; puede promover la solidaridad, la justicia y la democracia, entre otros valores sociales fundamentales, pero para que esto se logre, necesita ser política.

Sin embargo, la manera tradicional en que vemos la educación aboga con fuerza en contra de esta idea, argumentando que el proceso educativo debe estar libre de intereses políticos. Este punto es sólido, pero la mayoría de las veces que decimos que la educación debe ser apolítica, lo que en realidad queremos expresar es que necesita ser apartidista.

Existe una diferencia entre liberar la educación y desligarse de los intereses de la clase política, que privarla de la conciencia social necesaria para entender el sistema bajo el cual se nos gobierna y aproximarnos a este con un sentido crítico.

La educación en tiempos de Freire

Pablo Freire, uno de los teóricos de la educación más importantes del siglo XX, tenía una manera muy peculiar de ver un ejercicio educativo aparentemente neutral. Freire sostenía que lejos de proveer a los niños y jóvenes de una educación sin prejuicio político, al evadir el tema completamente, se les negaba la oportunidad de aprender sobre los mecanismos que oprimen y mantienen a un sector específico en el poder.

“La educación sistemática refleja los intereses de quienes detentan el poder y no puede cambiarse radicalmente un sistema educativo si no se transforma el sistema global de la sociedad”.

Freire agrega que sería ingenuo pensar que las clases dominantes implementaran una filosofía educativa que les trabajara en contra. Por lo que en su lugar, la educación se convierte en el recurso para mantener el orden e implantar la idea del respeto a la autoridad.

La civilidad, el respeto y el reconocimiento de las jerarquías sociales son importantes para funcionar en cualquier tipo de sociedad pero, ¿qué pasa si solo enseñamos esto y no el sentido crítico que mantiene a estos mecanismos institucionales fieles a intereses democráticos?

Así se forman estructuras basadas en liderazgos unilaterales, que facilitan una sociedad pasiva y apática, susceptible a la instauración de una clase política insuficiente, en el mejor de los casos, o de dictaduras en el peor.

A los estudiantes hay que darles guía, pero también voz

Para Henry Giroux, crítico cultural y uno de los teóricos fundadores de la pedagogía crítica en Estados Unidos, la educación es realmente la producción de agencia. El método educativo debe habilitar narrativas que amplíen las perspectivas del estudiante para consigo mismo, su lugar en relación con otros y el mundo.

Tanto Freire como Giroux se inclinan por un enfoque educativo que sea tan democrático como buscamos que sea nuestra forma de gobernarnos.

“Cuando pones a las criaturas en fila y les dices que no pueden hablar y deben escucharte a ti como profesor, el currículum oculto que se transmite es que no tienen derecho a hablar, no tienen derecho a ser parte de la forma de educar”.

El crítico sostiene que para contrarrestar los efectos de una educación neutral desprovista de nociones políticas, es necesario empezar con cosas simples. Cambios como un acomodo del aula en el que los alumnos se sienten en círculo y no en hileras, promueve el diálogo por encima de la obediencia ciega; un sistema de evaluación que tome en cuenta las habilidades obtenidas para complementar los exámenes y los valores numéricos con los que estos se califican, podría abrir la senda a un aprendizaje activo en vez de pasivo.

Es crucial que el maestro tome un rol propositivo en vez de impositivo si se busca educar para pensar y no solamente para obedecer. La conciencia social, la responsabilidad civil y el pensamiento crítico comienzan en el aula, si se toma la tarea de cultivarla.

La educación no puede separarse de su rol social y político. Bajo este contexto, la educación puede ser muchas cosas, puede ser una herramienta para mantener el statu quo de una sociedad, una fuerza para transformarla, un ecualizador, un mecanismo de descubrimiento; pero siempre es una de estas cosas, nunca neutra.

Nuestra labor como educadores es cuestionar hacia cuál de estos espectros nos estamos inclinando y por qué. Si los estudiantes son el futuro, los docentes son los que lo moldean. Ser neutros en la manera de educar es permitir que un sistema ajeno al propósito básico de la educación decida por nosotros cómo se moldea este porvenir.

Comparte este contenido:
Page 966 of 2675
1 964 965 966 967 968 2.675