Page 990 of 2675
1 988 989 990 991 992 2.675

Educación Pública: “Reproducción y Resistencia”

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

“…la iglesia es reemplazada hoy por la escuela en su rol de aparato ideológico de Estado dominante. Está combinada con la familia, como antes lo estuvo la iglesia. Se puede afirmar entonces que la crisis, de una profundidad sin precedentes, que en el mundo sacude el sistema escolar en tantos Estados, a menudo paralela a la crisis que conmueve al sistema familiar (ya anunciada en el Manifiesto), tiene un sentido político si se considera que la escuela (y la pareja escuela-familia) constituye el aparato ideológico de Estado dominante, aparato que desempeña un rol determinante en la reproducción de las relaciones de producción de un modo de producción amenazado en su existencia por la lucha de clases mundial…”:  Louis Althusser

Retomo en esta ocasión algunos fragmentos de uno de mis textos, que gentilmente publicó SDP Noticias, el 23 de mayo de 2018, a 50 años del mayo francés. Dije en ese entonces lo siguiente: La conexión social e histórica (como crisis) que se dio entre educación superior, movimientos sociales y poder político se elevó, hace cinco décadas, a su máxima expresión en diferentes ciudades del mundo. El cambio impulsado por los estudiantes y no pocos profesores, se reveló en forma de protestas, consignas libertarias y huelgas cuyos contenidos giraron en torno al cuestionamiento de las estructuras del poder político y económico, el señalamiento de las relaciones sociales hegemónicas y, entre otros efectos, la decadencia de las teorías sociales monocromáticas.

En relación con las ciencias sociales, las revueltas callejeras estudiantiles que se produjeron en ciudades como París, Praga y México, en 1968, condujeron a reflexionar, críticamente y en el plano teórico, sobre una de las tesis del filósofo francés Louis Althusser, en el sentido de que la institución llamada “escuela” juega un papel social específico, a nivel de conciencia, como “aparato ideológico del Estado”, junto con otras instituciones “clasistas” como los medios de comunicación, la iglesia y demás organizaciones de la cultura. La educación y los aprendizajes escolares, estaban destinados a reproducir, según Althusser, la “ideología de la clase social dominante”. (Tesis de la educación como medio de “reproducción” ideológica)

Con los hechos, la tesis del “reproductivismo (althusseriano) entró especialmente en crisis o sufrió una cuarteadura durante esos años, debido al contraste, al desencanto y al infortunio de sus interpretaciones sobre “lo social” y “lo ideológico”, que se desarrollaron en formato “blanco y negro”. Dicha vertiente se vino a tierra por su “linealidad” o “mecanicismo” en la arena de la discusión teórica, ya que las “escuelas superiores” se convirtieron, paradójicamente y a la luz de los acontecimientos, en las instituciones más “rupturistas” o “contestatarias” del Estado. (1)

De acuerdo con una narrativa de los hechos (2), estudiantes de California protestaron también, además de los europeos: “…(Es) en EUA donde se desarrollan, a partir de 1964, los movimientos masivos y más significativos de este período. En la Universidad de Berkeley, en California, el conflicto estudiantil tomó un carácter masivo. La primera reivindicación que movilizó a los estudiantes fue la «libertad de palabra» en favor de la libertad de expresión política (en particular, contra la guerra de Vietnam y contra la segregación racial). Las autoridades reaccionan de manera extremadamente represiva, contra la ocupación pacífica de los locales, con 800 detenciones.”… “El movimiento va a desarrollarse en masa y a radicalizarse en los años siguientes en torno a la protesta contra la segregación racial, por la defensa de los derechos de las mujeres y sobre todo contra la guerra de Vietnam. Del 23 al 30 de abril de 1968, la Universidad de Columbia, en Nueva York, es ocupada, en protesta contra la contribución de sus departamentos a las actividades del Pentágono y en solidaridad con los habitantes del gueto negro vecino de Harlem.”

Es 1968, los estudiantes en México protestaban también contra la represión policiaca; luchaban contra el autoritarismo en las calles, discutían, redactaban un pliego petitorio; creaban un Consejo Nacional de Huelga (CNH), integrado por representantes de las asambleas de más de 80 escuelas y facultades; creaban también un movimiento social en el cual las diferentes expresiones ideológicas y políticas de estudiantes y profesores, marcharían unidas; se organizaban, tomaban los planteles educativos y los defendían. La dirección colegiada del movimiento pedía diálogo con las autoridades. Convocaban al presidente de la República a protagonizar un diálogo público, que rechazó. El rector de la UNAM, Ing. Javier Barros Sierra, se unía a la protesta y encabezaba una marcha por el sur de la Ciudad de México. Después de diversas movilizaciones urbanas, se vendría la ola de represión y muerte por órdenes del gobierno federal… Tlatelolco en la memoria.

La generación de estudiantes y profesores de 1968, en México y el mundo, inaugura un nuevo lenguaje y un contenido, desde la ciudadanía, en favor de las libertades y los derechos políticos. Era la “contraideología de la clase social dominante”. Las escuelas ya no eran exactamente “las correas de transmisión de las ideas hegemónicas”. Esta generación en movimiento, pese a la represión gubernamental, generó ondas expansivas hacia el ejercicio de la conciencia social, la participación crítica, la defensa de los derechos humanos y la lucha contra las desigualdades sociales en los distintos ámbitos de la vida pública. A partir de entonces, la política ya no fue más un asunto de adultos ni de un grupo de élite. El régimen autoritario, con su hegemonía política priista, se vio obligado a aceptar la apertura democrática y a recrear, con criterios limitados de pluralidad, el sistema de partidos.

Pienso en nuestras protestas universitarias locales de 1983, en la UNAM. En las movilizaciones universitarias y politécnicas, de 1985, solidarias con las víctimas y damnificados de los sismos. O las protestas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) de la UNAM, contra la “Ley Carpizo” de 1986; en los movimientos sociales, la emergencia de la disidencia magisterial y por la democratización de los sindicatos; en la participación universitaria, amplia y diversa, en el Congreso Universitario de la misma UNAM, en 1990. Hago también memoria de los diversos movimientos estudiantiles que se han dado en diferentes partes de México y el mundo durante los últimos 30 años, a veces con la misma matriz contestataria. Recuerdo con simpatía a los estudiantes críticos y activos del movimiento “#YoSoy132”, que inició en 2012, en la Universidad Iberoamericana (UIA). Y sigo sin olvidar a los 43 o más estudiantes normalistas muertos y desaparecidos, en Iguala, en septiembre de 2014.

Me pregunto, después de 50 años de revueltas callejeras, de consignas ingeniosas e irreverentes, de construcciones y “deconstrucciones”, (como diría Jacques Derrida); de rupturas, crisis y quiebres: ¿Qué hemos aprendido, como sociedad, durante estas cinco décadas de lucha y generación de conciencias críticas desde los espacios educativos? ¿Cómo se han transformado las relaciones políticas, económicas y sociales durante este lapso? ¿Cuál es el estado de cuenta o cómo se encuentra la factura del “autoritarismo” de los gobiernos con relación a la sociedad? ¿Qué avances se han logrado en materia de educación cívica y ética al pasar el tiempo y el transcurrir de estas historias? ¿Los y las estudiantes universitarios, normalistas y polítécnicos, hoy, están de “vuelta a la normalidad”?

Estos fragmentos los recupero para plantear la pregunta que da título a este breve comentario: “Educación Pública: Reproducción y Resistencia”. También planteo esta cuestión a propósito del artículo de opinión que publicó ayer el doctor Lev Velázquez en La Jornada (17 de julio, 2019), puesto que ahí el autor emplea la expresión: “aparato ideológico del Estado”, como categoría filosófica, politológica y sociológica; concepto que no había leído desde hace muchos años en documentos de análisis sobre la coyuntura política en materia educativa.

Esto afirma el doctor Velázquez: “El papel de la escuela como aparato ideológico del Estado está desplazando la dimensión social del currículo, las nuevas identidades del capitalismo neoliberal exigen modelar como un performance los antivalores del libre mercado en todos los aspectos de la organización escolar y en los comportamientos de los actores de la educación: alumnos, familias, funcionarios y, por supuesto, de los maestros. En este sentido, dejo una provocación: la evaluación estandarizada y masiva no tuvo como objetivo primordial el despido, sino la instauración de la evaluación como instrumento para la fiscalización vertical, la precarización y creación de la identidad neoliberal.” (3)

Acepto la provocación y propongo argumentos, no necesariamente en contra, sino a favor, pero con ciertos matices: En su libro “Educación y Política en México” (Nueva Imagen, 1987), Olac Fuentes Molinar escribió (Introducción): “El intento de explicar cotidianamente la finísima dialéctica de la educación y la política me convenció, si alguna duda me quedaba, de que lo que sucede en la escuela no puede entenderse a partir de aquella noción de “aparato ideológico de Estado”, término que no volví a usar y que originalmente me había deslumbrado por su clarificadora sencillez. Reconociendo todas las funciones de reproducción que cumple el sistema escolar, hoy soy mucho más sensible a su otra naturaleza –la de institución ´civil´ y de espacio de la lucha ideológica y política-, como a la supervivencia de prácticas arcaicas, a la filtración de lo popular y dominado, y aún así, gris es la teoría…”.

Pienso que se requiere debatir con más profundidad este tipo de planeamientos o enfoques teóricos, no tanto para convencer o para persuadir a los colegas, sino para comprender de manera más completa el fenómeno de la “reproducción” ideológica y cultural que tiene lugar en las instituciones sociales (no sólo en la escuela pública), así como adentrarse en la fenomenología de las “contrapartes”, de las “rupturas”, las resistencias, las oposiciones y las crisis (del sistema educativo) como procesos complejos, que nos permiten entender y analizar la realidad social tanto en lo local como en lo nacional y global. Por ello, me inclino en pensar a la escuela pública de manera diferente a como lo sugirió Althusser; en su lugar, prefiero la aproximación que propuso en su momento Henry A. Giroux (Teoría y resistencia en educación: una pedagogía para la oposición. México: Siglo XXI, 1992), es decir, mirar a la escuela pública, en parte, como un espacio contradictorio, de resistencia, de contestación, de “antirreproducción” o de apropiación crítica de valores; como opción para ejercer el cuestionamiento a las hegemonías cognitivas, ideológicas o pragmáticas de cualquier signo. (Tesis de la educación como espacio de “resistencia” ideológica y Pedagogía de los límites).

Espero que este diálogo no termine aquí y, sobre todo, aspiro a que las concepciones “reproductivista” y de la “resistencia” se enriquezcan, porque ciertamente describen segmentos importantes de los episodios de distribución ideológica (desde la “célula escuela”); incluso diría que ambas concepciones se complementan para desarrollar el análisis de los fenómenos educativos. Ello lleva implícito dar un nuevo paso teórico de ruptura o quiebre: pasar de tener una mirada monocromática fija a otra multicolor y en movimiento. ¿O acaso la óptica desde la resistencia es la excepción que confirma la regla del reproductivismo?

Fuentes consultadas:

(1) https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/05/23/el-mayo-frances-50-anos-de-aprendizajes

(2) http://es.internationalism.org/revolucion-mundial/200805/2255/mayo-del-68-el-movimiento-de-estudiantes-en-francia-y-en-el-mundo

(3) https://www.jornada.com.mx/2019/07/17/opinion/020a2pol

Comparte este contenido:

¿Son los hombres las principales víctimas de acoso sexual en Irak?

Por. BBC Mundo/Megha Mohan y Haider Ahmed

Una encuesta hecha para la BBC en varios países y territorios del mundo árabe arrojó un resultado inesperado. En Irak, más hombres que mujeres informaron haber sufrido acoso sexual verbal y alguna agresión sexual física. ¿Puede ser esto cierto?

Sami tiene 13 años

Sami estaba en el baño de su escuela cuando tres estudiantes mayores, de entre 15 y 17 años, lo acorralan contra una pared y comienzan a toquetearlo.

Al principio, Sami se paraliza, queda en shock. Pero reacciona.

«Empecé a gritar», dice.

La conmoción alertó a otros, que llamaron al director de la escuela.

La institución educativa decidió expulsar a los agresores pero nunca informa a los padres la razón o la naturaleza del ataque.

Inodoros en un baño viejo.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami fue atacado sexualmente por primera vez a los 13 años en el baño de la escuela. (Imagen ilustrativa)

A Sami (que no es su nombre real) lo llamó el director a su oficina. Lo que sucedió allí, según lo sintió él, es un segundo ataque.

Le dijeron que la escuela trataría el hecho como un incidente sexual consensuado y que tenía suerte de no ser expulsado junto a sus atacantes. Sami tenía «otra oportunidad» para quedarse.

«Todos pensaron que actuaba en connivencia con ellos», dice.

Conmocionado y abrumado por el ataque, Sami decide no contárselo a su familia, guardándoselo a sí mismo y apenas comunicarse durante meses.

Esta fue la primera vez que Sami fue atacado sexualmente.

Sami tiene 15 años

Es 2007 y el padre de Sami había fallecido hacía poco más de un año. La pérdida de quien llevaba dinero a la casa es un gran golpe para toda la familia.

Al crecer en una ciudad típica en la provincia de Babilonia, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, Sami tuvo una infancia feliz.

Se despertaba a las 7 de la mañana, iba a la escuela y regresaba alrededor del mediodía. Por las tardes estudiaba y pasaba tiempo con su hermano o hermana. Y por las noches la familia visitaba a sus abuelos para cenar.

A veces ayudaba en la tienda de dulces donde su padre trabajaba para ganar donas como pago.

Vista de Babylon, Irak.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami creció en la provincia iraquí de Babilonia.

Pero la muerte de su padre significó que Sami tenía que salir y trabajar. Consiguió un empleo en una tienda en el mercado local.

Fue entonces cuando volvió a pasar.

Sami se sintió incómodo con la cantidad de atención que recibía del dueño de la tienda.

Un día, cuando estaban solos, lo acorraló y trató de besarlo y acariciarlo.

Sami actuó impulsivamente y le partió un frasco de vidrio en la cabeza. Salió corriendo.

Él no sabe lo que el dueño de la tienda fue diciendo, pero le tomó un año conseguir otro trabajo.

Sami tiene 16 años

Su madre y sus hermanos están lejos y un primo mayor vino a de visita. Sentado junto a Sami, su primo saca su teléfono y comienza a mirar imágenes pornográficas frente a él. Entonces, de repente, lo agarra, lo golpea y abusa sexualmente de él.

El ataque es demasiado doloroso para que Sami hable. Si lo recuerda demasiado, tiene pesadillas.

Sami ya no podía quedarse en la casa de su infancia.

«Logré convencer a mi familia para que nos mudáramos de casa y de barrio.Cortamos lazos con nuestros parientes y amigos del vecindario», dice.

La familia se dirigió a Bagdad donde todos encontraron trabajo.

Sami (drawn by an illustrator)

BBC
Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima, sino que incluso me mande a la cárcel»
Sami
Víctima de abuso sexual

Pero el trauma de los ataques siguió, lo que llevó a Sami a evitar las relaciones románticas.

Más tarde, a medida que creaba confianza con nuevos amigos en la ciudad, Sami toma la decisión de no seguir llevando la carga de su experiencia solo.

Empieza a contar a un pequeño grupo de amigos cercanos lo que le había pasado. Y la reacción fue inesperada. Sami se dio cuenta de que no estaba solo en esta experiencia.

Muchos de sus amigos también habían sufrido acoso o alguna agresión sexual.

Ilustración de hombres en un café de Bagdad.

Resultados sorprendentes

La encuesta para la BBC en diez países árabes, incluidos los territorios palestinos, encontró que en Túnez e Irak un mayor número de hombres que mujeres reportaron haber sufrido alguna agresión sexual, verbal o física.

En Túnez, el margen es pequeño, solo el 1%. Pero en Irak la diferencia es llamativa. El 39% de los hombres dijeron que habían experimentado acoso sexual verbal, en comparación con el 33% de las mujeres.

Y el 20% de los hombres iraquíes dijeron que habían experimentado violencia sexual física, en comparación con el 17% de las mujeres iraquíes.

Un mayor número de hombres iraquíes también informaron haber experimentado violencia doméstica.

Estos resultados sorprenden, teniendo en cuenta el grave estado de los derechos de las mujeres en el país: el artículo 41 del código penal iraquí incluso establece que no es ilegal que un hombre golpee a su esposa.

Subestimar el acoso

La doctora Kathrin Thomas, del Barómetro Árabe, la red de investigación que realizó la encuesta, advierte que las mujeres que sufren violencia sexual pueden preferir permanecer calladas.

Primero, «las personas tienden a subestimar el acoso, ya que puede ser vergonzoso y desagradable para ellas hablar del tema» y segundo «denunciar el acoso puede tener consecuencias negativas para ellas».

«Las mujeres pueden ser más propensas al acoso (…) en comparación con los hombres», solo que no está documentado, advierte.

Panorámica de Bagdad.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionSami sintió que en Bagdad podía tener una nueva vida.

Belkis Wille, investigadora en Iraq para Human Rights Watch, está de acuerdo.

«Las mujeres a menudo son reacias a admitir y clasificar sus experiencias como violencia doméstica o sexual. Incluso la terminología puede ser desconocida», dice.

Esta tendencia se ha notado en los hospitales iraquíes, señala. Por ley, los hospitales tienen policías presentes en todo momento y los médicos están obligados a informarles si una mujer dice que es víctima de abuso.

«Es muy frecuente que las mujeres mientan y protejan a los perpetradores,especialmente si es una persona conocida, ya que tienen miedo de desencadenar una investigación criminal que podría ponerlas en riesgo», dice.

Human Rights Watch también tiene conocimiento de casos de violencia sexual perpetrada contra hombres homosexuales y mujeres trans en Irak, aunque parece que estos casos tampoco son denunciados a la policía.

«Los hombres gay y transexuales siguen sufriendo acoso sexual en Irak. Los que lucen y suenan más ‘femeninos’ (basados en estereotipos locales) a menudo son objeto de violencia sexual», dice Amir Ashour, fundador de IraQueer, una ONG con sede en Suecia que se centra en las experiencias de las personas LGBT en Irak.

«Estos crímenes continúan siendo menos denunciados porque las normas sociales no permiten que los hombres hablen sobre estas cosas y el hecho presentar esas denuncias también podría revelar que las víctimas son homosexuales, lo que podría conducir a más violencia y discriminación».

Sami coincide con esto y agrega que a pesar de que la violación masculina es ilegal, la policía y la sociedad en general tienen poca simpatía por las víctimas.

«Si alguien presenta una denuncia ante la policía por la violación de un hombre, es probable que el policía se ría de ti», dice.

La encuesta de la BBC

  • Más de 25.000 personas participaron de la encuesta en 10 países de Medio Oriente y África del Norte: Argelia, Egipto, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Marruecos, Sudán, Túnez y Yemen, y los territorios palestinos.
  • Esta es la encuesta más grande que se hizo de la región por número de personas entrevistadas, por número de países cubiertos y en cuanto al alcance de las preguntas.
  • Fue realizada por Arab Barometer, una red de investigación con sede en la Universidad de Princeton.

Sami (drawn by an illustrator)

BBC
La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».
Sami
Víctima de abuso sexual

Sami recuerda la experiencia que tuvo en la escuela a los 13 años, cuando fue culpado por ser víctima de un ataque, y dice que podría volver a suceder en la actualidad.

«Si denunciara que fui violado, es probable que la policía no me vea como una víctima sino que incluso me mande a la cárcel porque me verían como parte de eso, que se consideraría un acto homosexual, que es ilegal», dice.

«La ley está de mi lado, pero quienes deben hacer cumplir la ley no lo están».

La policía iraquí emitió una declaración al respecto en un comunicado: «Nuestra puerta está abierta a todos los ciudadanos. Los acosadores sexuales fueron arrestados después de que las víctimas reportaron incidentes».

La declaración agrega que se adoptó una nueva estrategia en 2003, en línea con la nueva política del país sobre derechos humanos, y que se había contratado a oficiales especializados para tratar esos casos.

Sami tiene ahora 21 años

La vida es mejor ahora. A Sami le gusta vivir en Bagdad.

Tiene una carrera en una gran empresa internacional y un grupo de amigos que lo conocen y a los que no les oculta lo que le ha pasado.

Calle de Bagdad, Irak.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionA Sami le gusta vivir en Bagdad donde pudo hablar de su abuso.

Espera que al contar su historia a la BBC, anime a otros hombres a hablar sobre sus experiencias.

Pero todavía no ha podido superar del todo el pasado. Todavía no siente que esté preparado para una relación.

Tal vez algún día encuentre una pareja, dice, cuando él y la sociedad iraquí hayan cambiado.

Dice que lo pensará de nuevo cuando tenga 35 años.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48971533

 

Comparte este contenido:

Sacrosanto imperio, te entrego mi espíritu

Por: Alfonso Dávila

“Vinieron.

Ellos tenían la Biblia

Y nosotros teníamos la tierra.

Y nos dijeron:

“Cierren los ojos y recen”.

Y cuando abrimos los ojos,

ellos tenían la tierra y nosotros

teníamos la Biblia”

Eduardo Galeano (1940-2015)

Llegaron en naves impresionantes,

Resistían la furia del mar-océano,

entre jolgorios exclamó Colón

¡estamos en el paraíso, SEÑOR!

Como representante del Rey y del Poder de Dios,

clavó su espada en la blanda arena de la playa

Como felonía al suelo virgen,

Desconocido aún,

pero dispuesto a reclamar para su señor lo que no les pertenecía.

Almas, vidas, pensamientos y riquezas

Atrás vendría la jauría:

Cortés, Lozada, Pizarro y otros más

El clero para humanizar la bestia,

no podía faltar,

hay muchos salvajes para “salvar”

dicen que eran tantos,

se contaron por millones, unos 80 en total.

Se cometió un pecado,

Digno de castigo por la inquisición

Pues tan solo unos 70 millones pudieron asesinar.

A muchos su alma se pudo salvar,

Antes de ser devorada sus carnes por los canes;

Atravesados sus cuerpos por la albarda, lanza o espada.

También se privilegió algunos con el fuego purificador,

Bautizados por el santo misionero,

Dador del salvoconducto para el mismísimo Dios.

El conquistador no acumula cuerpos,

Acumula territorios y tesoros,

Por los siglos de los siglos.

El colonizador apura la perpetuidad del tiempo.

Los espíritus son livianos,

la carne sirve en el festín;

la danza de la muerte calma el alma sedienta

el cuerpo ardiente del colonizador.

El crucifijo asumió el poder Quetzalcóatl,

El ardiente Zue y la pálida Chía se lanzaron al abismo.

Los santos tomaron los aposentos de los espíritus,

sacrílegos y bestias salvajes quien no los venere;

poder religioso para dominar y civilizar.

Suman más de 500 años resistiendo,

-Pensamiento religioso transgénico-

Desde las alturas andinas y selva amazónica

Viajan los espíritus indígenas junto al otro dios,

El otro que, sirve al “modernismo y la liberación”

Natural el Dominio, Natural la Explotación.

Natural el Racismo, la Etnofobia, Misoginia,

Natural la Esclavitud.

La razón todo lo justifica,

instrumentalizar, panacea de hoy.

“la naturaleza no es para adorarla”

La simbiosis homonature es contra la moral,

Contra la axiología de la civilización.

La vida es mercancía, el pan un producto

La acumulación del capital “ídolo mayor”.

La modernidad materializó las ideas.

En 1884 Nipkow, presentó la televisión,

Para la segunda guerra teníamos el cine,

Al funcionamiento social lo dirige la voluntad,

La violencia coactiva, tabú; control mental justificado.

Escuelas para homogeneizar, transmisión de contenidos;

Necesario preparar los “buenos” ciudadanos.

Tenemos Wurdt, Pablov, Skinner, Watson y demás,

Podemos controlar comportamiento.

Llegó el siglo XXI, “Gracias a Dios

No se sufre por torturas,

No se desmembran los cuerpos,

El rebaño se eliminó,

El trabajo psicológico tiene su superación:

Los Humanos, se tratan de manera individual.

Van directo al pensamiento, cada neurona cuenta,

Aunque se niegue la idea, el positivismo dirige el mundo,

así lo hacen ver, mientras buscan en las entrañas

y espíritus humanos para instalar un sujeto universal.

 

 

 

 

Comparte este contenido:

La educación en derechos humanos: un reto fuera y dentro del aula

Por: Juan José Leal Martínez

En este momento existe un consenso acerca de los valiosos e innumerables aportes que tiene educar en derechos humanos y ciudadanía. Nadie cuestiona su importancia y contribución para el futuro de la región iberoamericana. Sin embargo, ¿está inserta en todos los currículos en Iberoamérica? ¿Cuentan todos los centros educativos con planes de estudio o unidades didácticas que hagan referencia a la educación en derechos humanos y ciudadanía? ¿Quiénes son los responsables de favorecer su aprendizaje?

Es muy difícil dar respuesta a todas las preguntas sin un análisis mucho más profundo. Sin embargo, el interrogante que sí podemos valorar con mayor convencimiento y sin necesidad de una investigación más exhaustiva es quiénes son los garantes de la educación en derechos humanos y ciudadanía.

Sin olvidar la decisiva importancia de los gobiernos nacionales y locales, no cabe duda que el rol protagonista recae en la comunidad educativa: docentes, alumnos, madres y padres de familia, directores y administradores, principalmente. Pero no solo. La educación en derechos humanos no es un fenómeno aislado. La construcción de una nueva ciudadanía también se aprende fuera del ámbito escolar, desde los medios de comunicación, las actividades extracurriculares, en el trabajo, con los espacios culturales que compartimos con los amigos, con las redes sociales o con las organizaciones. Existe todo un desafío, también más allá de los centros. Términos como diversidad, justicia, tolerancia, igualdad, interculturalidad, vulnerabilidad o paz también se aprenden fuera del aula.

En este sentido, tenemos que terminar de convencernos de que la educación en derechos humanos no es un simple ejercicio de enseñanza de cuáles son los derechos que tenemos, sino que es todo un proceso más amplio que necesita de alumnos y ciudadanos sensibilizados e implicados en la promoción, defensa y garantía de los mismos.

La idea de responsabilidad compartida de la que habla la Agenda 2030 se ve reflejada en iniciativas de todo tipo, como el Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero, que este año va ya por su tercera edición. Es una iniciativa conjunta entre la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), la Fundación SM y los ministerios de Educación de la región con el objeto de reconocer el trabajo de instituciones educativas que han actuado de manera ejemplar en la promoción y defensa de los derechos humanos a través de la educación en centros escolares y en organizaciones de la sociedad civil.

Nos enseñan a convivir desde pequeños, en diferentes contextos, pero continuamos aprendiendo siempre, cada día, y eso hace que nuestra participación democrática sea un activo como ciudadanos

El nombre del premio le viene dado de San Romero de las Américas, como popularmente se le conoce. Monseñor Romero fue un arzobispo salvadoreño que murió asesinado en 1980 mientras oficiaba una misa, un hito que para muchos desencadenó la guerra civil en el país que duró 12 años y dejó tras de sí unos 100.000 muertos. Fue canonizado el pasado 14 de octubre de 2018, convirtiéndose así en el primer santo de El Salvador. Su ejemplo como firme defensor de los derechos humanos y continuas denuncias de las situaciones de violencia e injusticia de los más desfavorecidos le han valido ser un referente, no sólo en El Salvador, sino en toda la región iberoamericana. Nos encontramos aquí con un ejemplo de derechos humanos y ciudadanía desde una figura religiosa. Porque cualquier persona puede contribuir.

Nos enseñan a convivir desde pequeños, en diferentes contextos, pero continuamos aprendiendo siempre, cada día, y eso hace que nuestra participación democrática sea un activo como ciudadanos. Abel Pérez Rojas, escritor y educador mexicano dice que “la participación social es pieza clave en la educación permanente de las personas”. No resulta sencillo delimitar qué porcentaje de responsabilidad tienen los centros educativos, nuestros padres o tutores, los amigos o la televisión, en su contribución a que las personas puedan establecer un diálogo, tomar decisiones, evitar conflictos, generar confianza o incluso votar.

Uno de los ganadores de la segunda edición del Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos fue Infant, institución sin fines de lucro de Perú, que trabaja para promover, defender y garantizar el ejercicio pleno de los derechos de infancia. Niñas, niños y adolescentes de la comunidad desarrollan actividades de sensibilización y cuidado del medio ambiente, que no solo les benefician a ellos, sino a sus propias familias y a todos los habitantes de esa localidad. De esta experiencia galardonada no deja de impresionarnos cómo los más jóvenes pueden llegar a involucrarse en la sociedad en la que viven, su respeto al medio ambiente y su compromiso para construir una ciudadanía activa y transformadora, un movimiento silencioso al que a nivel mundial a puesto voz Greta Thunberg, la niña sueca de 15 años que ha puesto de manifiesto la protesta adolescente contra la inacción de los Gobiernos frente al cambio climático.

Construir una sociedad iberoamericana más justa y equitativa requiere de una doble inversión de esfuerzos. De la educación en derechos humanos y ciudadanía que recibamos va a depender la igualdad de oportunidades, la democracia, el medio ambiente sostenible o la inclusión de la población más vulnerable de la región. A simple vista, parece crucial dicha inversión. El respeto por los derechos humanos y la cultura democrática de la población en Iberoamérica está en manos, por un lado, del compromiso de los ministerios de educación, la contribución de los centros educativos, el liderazgo de los directores y la formación de los docentes, aunque por otro lado, la preparación y pensamiento de la presente y futuras generaciones también depende, y mucho, de otro conjunto de actores y de la realidad que nos rodea fuera de las cuatro paredes de los diferentes niveles de la educación formal y que nos va a permitir también una verdadero cambio.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/14/planeta_futuro/1560506169_576913.html

Comparte este contenido:

El día que cambió el curso de la educación superior

Por: Observatorio de Innovación Educativa

El título universitario fue, por generaciones, el billete de entrada por excelencia al mundo laboral y un pasaporte para ingresar en la clase media. Sin embargo, los cambios políticos, sociales y económicos de la última década y un mercado laboral volátil han impactado profundamente en el valor percibido de la educación superior.

Una fecha en particular cambiaría el curso de la historia en la próxima década. El 15 de septiembre de 2008, el banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers, se declaró en quiebra, afectando a los mercados financieros mundiales y desencadenando la Gran Recesión en Estados Unidos. Esta crisis tuvo un impacto significativo en las universidades estadounidenses. En el corto plazo, las instituciones de educación superior bajaron los costos de la matrícula para atraer a alumnos de nuevo ingreso.

En el largo plazo, las consecuencias de estas crisis fueron más trascendentes. Tras la Gran Recesión, la elección de una carrera de esta generación de estudiantes se enfocó en un solo objetivo: empleo. Un estudio realizado entre 1966 y 2015 en Estados Unidos para conocer las tendencias de más de 10 millones de estudiantes de nuevo ingreso, encontró que a partir de 2008, la razón principal para ir a la universidad es asegurar un trabajo bien remunerado. Antes de esto la motivación era aprender sobre un tema o disciplina que les interesaba en particular. Es así como la generación tras la crisis económica se enfocó en aquellas carreras mejor pagadas y con mayor demanda en el mercado laboral. Una encuesta realizada por MindAmerica de la Universidad Nazarena, encontró que de los 2000 estudiantes encuestados, el 20 % respondió que no ingresó a la carrera que pretendía estudiar. ¿La razón? El mercado laboral. El 62 % respondieron que su decisión de carrera había estado influida por el mercado laboral, mientras que el 55 % dijo que habría elegido una completamente distinta si el dinero no hubiera sido un factor. Esta mercantilización de la educación y la presión por realizar estudios en áreas “prácticas” y de alta demanda laboral, ha llevado al declive de las humanidades.

Si a estos datos agregamos la precariedad de los trabajos y las necesidades cambiantes del mundo laboral, no es de extrañar que en la actualidad se esté cuestionando el valor de ir a la universidad. La Gran Recesión no solo afectó a Estados Unidos, esta crisis financiera se expandió rápidamente por todos los países en desarrollo, siendo Europa oriental y Asia central las regiones más afectadas. El deterioro económico se vio reflejado en medidas de austeridad y altas tasas de desempleo. Entre 2008 y 2009 el desempleo aumentó más del doble en países como Estonia, Letonia y Lituania, y la región total registró un aumento de 9,4 a 12,2 millones de desempleados durante este periodo. Mientras que el desempleo juvenil alcanzó niveles récord (el 38,6 % en España). En Asia central, particularmente en Kazajistán, las mujeres y los jóvenes fueron los primeros en experimentar los efectos de la desaceleración económica. De acuerdo con datos del Banco Mundial, la tasa de participación femenina en el mercado laboral disminuyó del 66,4 % en 2014 a 65,7% en 2015. Mientras que la tasa de desempleo juvenil aumentó del 6,8% en 2013 al 8,3% en 2015. Estos son los datos de desempleo oficialmente registrados pero se estima que el porcentaje es mayor ya que el empleo informal es alto (25,1 %) en esta región y el número de trabajadores por cuenta propia es también significativamente alto. Por ejemplo, según datos de 2014, en Kazajistán el 30 % de su fuerza laboral eran trabajadores por cuenta propia. En Tayikistán y Kirguistán, el 47,8 % y el 43,3 % de la fuerza laboral, respectivamente, tiene un estatus de “autoempleados”.

A pesar de esto, la universidad sigue siendo el mejor camino, al menos el más directo, hacia el progreso económico. Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE UU, la brecha salarial entre aquellos con un título universitario y aquellos con un título de bachillerato se encuentra en un nivel récord. Según estos datos, los empleados con doctorado tienen un salario semanal promedio de 1825 dólares, los que tienen un título universitario ganan semanalmente 1198 dólares en promedio, mientras que aquellos que solo cuentan con estudios de bachillerato obtienen tan solo 730 dólares. La diferencia es significativa.

En el caso de España, la educación superior contribuye de manera similar a mejorar la empleabilidad y el nivel de progresión social. De acuerdo con el informe más reciente publicado por La Universidad Española en Cifras, elaborado por la CRUE, los españoles que cuentan con estudios superiores tienen un porcentaje de empleabilidad del 89 % a diferencia del 54 % de aquellos que solo cuentan con educación secundaria superior. En las tasas de desempleo también se puede observar el impacto del nivel de estudios. De acuerdo con el mismo informe, durante la crisis, los egresados universitarios resistieron mejor la degradación del mercado laboral. A finales de 2017, España registró que un 16,7 % de su población activa estaba en paro, contra un 9,3 % de la población activa en paro con estudios superiores.

No obstante, con la precariedad del mercado laboral mundial y los altos costos de la educación superior (en el caso de Estados Unidos, particularmente), no debe sorprendernos que tanto padres de familia como estudiantes, esperen un significativo retorno de la inversión de sus estudios universitarios. Si bien en la mayoría de los países europeos los costos de la matrícula son bajos o, en ocasiones, nulos, es importante que la crisis de la deuda estudiantil que se vive en EE UU no nos resulte ajena. Los prestatarios actualmente deben más de 1,5 mil millones de dólares en préstamos estudiantiles, un promedio de 34.000 dólares por persona. Y en este sentido, un tema que ha afectado profundamente la reputación de las universidades es la denominada “inflación de credenciales”.

La inflación del grado universitario

En todo el mundo, los empleadores exigen, cada vez más, títulos universitarios para puestos que anteriormente no requerían tales credenciales. Este fenómeno, conocido como inflación de credenciales, inflación de grados, obsesión por la certificación o simplemente “titulitis”, está afectando no solamente a las universidades sino también la competitividad laboral y perjudicando ampliamente a la clase media. Un reciente informe de la Escuela de Negocios de Harvard, encontró que el 67 % de las ofertas de trabajo para puestos de supervisor requieren hoy títulos de licenciatura, creando una “brecha de grado” del 51 %, es decir, la diferencia entre el porcentaje de ofertas de trabajo que requieren un título universitario y el porcentaje de trabajadores que tienen un título universitario. Otras ocupaciones donde la inflación de credenciales es particularmente evidente incluyen: secretarias, asistentes administrativos, supervisores de obreros y personas que trabajan cuidando niños.

La razón de esta “inflación de credenciales” se remonta de nuevo a la Gran Recesión, cuando la cantidad de personas que buscaban trabajo superó la cantidad de vacantes, muchos empleadores agregaron requisitos de estudios superiores a las ofertas de trabajo como una forma de reducir el número de candidatos. En consecuencia, las maestrías son hoy el grado de más rápido crecimiento. Tan solo en Estados Unidos, 2 de cada 25 personas de 25 años o más tienen una maestría. Aproximadamente la misma proporción que tenían un bachillerato en 1960. Es así como el título universitario se ha convertido en el nuevo título de bachillerato, o la mínima credencial requerida para obtener incluso el trabajo más básico.

En el caso particular de España el fenómeno de la “sobrecualificación” es preocupante. De acuerdo con un informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), en 2017 el 35,6 % de los egresados universitarios que trabajaban lo hacían en puestos para los que se requería una formación menor, en comparación con el 23,2 % que se registra en promedio en países de la Unión Europea. Mientras que, según datos del Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitario, 3 de cada 10 empleados trabajan en puestos por debajo de su cualificación.

Este panorama puede parecer, a simple vista, beneficioso para las universidades pues se pensaría que cuanto mayor sea el número de personas que ingresan a la universidad, más ingresos recibirán estas. No obstante, aunque en España el nivel de escolarización en educación superior de los jóvenes de 20 a 24 años es superior (35,8 %) al de países como Francia, Italia y Reino Unido, solo el 32,92 % de los jóvenes que ingresan a la universidad tienen la probabilidad de finalizar sus estudios de grado.

La universidad hoy

Ante este panorama, el papel actual de las universidades como principales proveedoras de profesionistas no es sostenible. Ni todos los jóvenes tienen que asistir a la universidad, ni todas las universidades tienen que cargar por sí solas con el peso de formar a la totalidad de la fuerza laboral.

Gracias a esta obsesión por la certificación y “titulitis” nos hemos olvidado de que la universidad no es el único camino hacia buenas oportunidades de desarrollo. La Formación Profesional (FP) también ofrece vías de crecimiento para quienes la universidad no es la mejor opción, ya sea por razones económicas o personales. En términos de Formación Profesional, el sistema alemán es una referencia en Europa y en el mundo. El programa de formación dual profesional de Alemania, también conocido como VET (por sus siglas en inglés) o FP Dual, es la ruta que alrededor de medio millón de jóvenes toman hacia una profesión especializada cada año. Algunos datos clave para entender el éxito de esta son: cerca del 51 % de los trabajadores en Alemania son formados en este programa. El 68 % de los estudiantes alemanes que lo cursan consiguen un empleo. Además, durante la FP Dual, los estudiantes reciben un salario promedio mensual de 908 euros brutos al mes.

Para 2030 España necesitará más empleados con estudios de Formación Profesional (el 65 %) que universitarios o profesionales con cualificaciones superiores (el 35 %). Esto, de acuerdo con datos del informe Skills Forecast, elaborado por la agencia Cedefop de la Unión Europea. Esta previsión supone nuevos desafíos para el país ya que tiene una de las peores tasas de escolarización en FP de grado medio de todos los países de la OCDE, el 12 % frente al 26 % promedio de esta organización.

Si bien los datos duros de empleabilidad indican que ir a la universidad sigue valiendo la pena, medir el valor de la universidad a través de salarios e ingresos, comercializa y minimiza el verdadero valor de la educación superior.

Más allá de encargarse de la formación de trabajadores, las universidades deben formar ciudadanos y apoyar en la construcción de soluciones a los problemas globales, sirviendo de palancas para impulsar la movilidad social y el crecimiento inclusivo de las sociedades. Pero ¿cómo pueden las universidades adaptarse a las exigencias del mundo actual sin perder su esencia?

Lifelong learning: el aprendizaje no termina en la universidad

En el pasado, una formación universitaria era suficiente para encontrar un trabajo estable que permitiera a las personas independizarse económicamente. La fórmula —ve a la universidad, estudia, gradúate, consigue un trabajo y jubílate— funcionó para muchas generaciones, pero tras la Gran Recesión la realidad hoy en día es más compleja.

Esta problemática mundial, más la brecha de habilidades que se ha desencadenado por el ritmo tan rápido de los avances tecnológicos, ha llevado a que personas que ya cuentan con estudios universitarios tengan que volver a la universidad para capacitarse, ya sea a través de un posgrado o cursos en habilidades específicas demandadas por el mercado laboral.

Es así como las unidades de formación profesional, educación continua y en línea de las universidades, tendrán un papel primordial en la formación no solo de las nuevas generaciones de profesionistas sino también en la formación continua y a lo largo de la vida de aquellas personas que necesiten actualizarse constantemente. Las universidades deben servir a todos los ciudadanos, no solo al grupo de 18 a 24 años en el que se han enfocado en el pasado.

Diversas universidades ya se están preparando para recibir a este nuevo tipo de estudiantado. Más que estudiantes “no tradicionales”, el nuevo perfil de estudiante universitario será vitalicio, un estudiante que nunca se desligue completamente de su universidad y regrese constantemente a ella conforme lo vaya necesitando.

Además, será esencial que las universidades adopten normas inclusivas de edad para dar respuesta a la diversidad no solo del estudiantado sino de todas las personas que están alrededor de la universidad. Actualmente, existen 51 universidades en todo el mundo que forman parte de lo que se conoce como la Red Global de Universidades Amigables con la Edad. Para formar parte de esta red, una universidad tiene que cumplir los 10 principios que la Universidad de la Ciudad de Dublín ideó cuando lanzó esta iniciativa en 2012. Pero además de cumplir con estos principios, ser una universidad amigable con la edad significa no solo pensar en estudiantes mayores, sino también en los profesores, el personal de apoyo y administrativo, exalumnos y residentes de la comunidad.

Si tomamos en cuenta que la esperanza de vida ha aumentado en la mayoría de los países, no solo nuestro tiempo de vida se está alargando, también los años que estaremos activos intelectual y profesionalmente. Según datos de un estudio realizado por la Universidad de Washington, España será el país con mayor esperanza de vida en el año 2040, si las tendencias actuales continúan. ¿Están las universidades preparadas para recibir a esta nueva demografía estudiantil?

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/el-dia-que-cambio-el-curso-de-la-educacion-superior

Comparte este contenido:

Los Daños Sociales de la Des-Información. Nuevos Delitos de Lesa Humanidad

Por: Fernando Buen Abad

No se tipifican ni penalizan, con los rigores éticos o jurídicos más obvios, los daños que produce la desinformación y que son siempre muy severos contra el tejido social todo, ocurran donde ocurran. No hay atenuantes. A estas alturas de la historia la agenda temática indispensable para cualquier sociedad no es un misterio ni un enigma indescifrable. No hay territorio en el planeta que no tenga urgencia de saber qué pasa (verdaderamente) con la economía, no como la trama de negociados procaces culpables de la miseria sino como la realidad cruda y dura del paradero de las riquezas producidas por los trabajadores. Y sobre eso reina la inanición informativa. No hay territorioque no requiera saber, con nitidez escrupulosa, qué hacen los “políticos”, no por el entramado tóxico del trafico de influencias, favores u odios entre ellos, sino por la calidad y la cantidad de los problemas sociales que deben atender bajo mandato democrático. No hay palmo de planeta que pueda confiar en su estructura social sin conocer la dinámica completa del avance de sus derechos y sus responsabilidades frente a la complejidad misma de su dialéctica histórica, en las ciencias, en las artes, en la conflictividad y principalmente en la evolución de sus luchas, todas y cada una, en el espectro complejo de las conductas en comunidad. Y eso es de lo que más se silencia y tergiversa. Desfigurar los hechos es también des-informar.

Hace mucho tiempo, en los métodos y los instrumentales científicos de la producción informativa, dejo de tener valor la excusa de la ignorancia. Lo que se publica -o lo que se silencia- tiene la marca de los grupos de “inteligencia”, públicos o privados, que operan dentro y fuera de los medios de información. Ahí se cuecen los datos, su extensión, su profundidad su calidad y su cantidad. Ahí se definen los temas y se define el “canon” informativo obligatorio que una sociedad requiere para su desempeño cotidiano. Pero, bajo el capitalismo, que ha convertido la información también en mercancía, secuestrada para tribulaciones políticas o mercenarias, el “canon” (el conjunto mínimo obligatorio de información) no obedece a la producción social de conocimiento colectivo sino a la lógica de la ignorancia de mercado.

Tal “canon” y su dialéctica histórica, son hoy una referencia ineludible para medir la calidad y cantidad de la producción, la distribución y la interlocución con la información ofertada. Hay perfiles etarios, de género, de oficio, de orientaciones políticas, estéticas o científicas. Hay datos poblaciones suficientes, relevamientos geográficos, climatológicos económicos, políticos y culturales abundantes, como para proveer a las sociedades enteras con informaciones pertinentes, oportunas, amplias y críticas. Sin excusas, sin pretextos y sin omisiones. Y, sobre todo, proveer al “canon” con verdad científica, diversa, rica, consensuada y enriquecida permanentemente. Hay métodos avanzados para garantizarlo a pesar de que la niebla de mediocridad y servilismo que cubre a la mayoría de los “medios” no permita que se conozca la fuerza de la ciencia al servicio de la información social cotidiana.

Desinformar no sólo es suspender la “transmisión” de “datos”, es también sepultar un canon social informativo obligatorio. Es reducir el acto de informar al capricho convenenciero de los fabricantes de “noticias”. Es redactar corpus cercenados, al antojo de una ofensiva contra la consciencia de los interlocutores, para entregarles una visión (o noción) de la realidad deformada, desfigurada, desinformada. Es un fraude de punta a punta. No es una “omisión” más o menos interesada o tendenciosa…no es una “falla” del método; no es un accidente de la lógica narrativa; no es un incidente en la composición de la realidad; no es una “peccata minuta” del “descuido”; no es una errata del observador; no es miopía técnica ni es, desde luego, “gaje del oficio”. Es lisa y llanamente una canallada contra el conocimiento, un delito de lesa humanidad. Es como privar a los pueblos de su Derecho a la Educación.

A estas alturas de la Historia y, especialmente de la historia de los “medios de comunicación”, es insustentable e insoportable cualquier escusa para no informar oportuna, amplia y responsablemente. No hay derecho que justifique la acción deliberada de silenciar lo que ocurre y, en el poco probable caso de que un medio de información no se entere de los que ocurre, ese medio realmente no merece respeto alguno. La excusa de “no saber”, de “no conocer”, de “no tener información” para, por ello, no asumir la responsabilidad profesional y ética que le compete a un medio informativo… es francamente sospechosa y ridícula. ¡Renuncien!. Ningún pueblo debería soportar la ineficiencia inducida de un medio, concesionado por tal sociedad, para el ejercicio profesional y obligatorio de transmitir la información que es propiedad social. Hay tecnología y metodología suficientes que invalidan toda palabrería esmerada en excusar las intenciones míseras de los que desinforman. Incluso si lo hacen mintiendo con emboscadas finamenteelaboradas en laboratorios de guerra psicológica.

Artículo: 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.” Declaración Universal de los Derechos Humanos. A la vista de todas las canalladas inventadas por el capitalismo para violar el legítimo derecho de los pueblos a la mejor información evaluada ética y científicamente por las sociedades, bien vendría instruir una revolución jurídico-política hacia una nueva  Justicia Social, irreversible, que tuviera como ejes prioritarios los que competen a la Cultura y a la Comunicación como inalienables. O dicho de otro modo, que nunca más la Cultura, la Comunicación ni la Información puedan ser reducidas, retaceadas ni regateadas por el interés de la clase dominante contra las necesidades de las clases oprimidas, impunemente.

Fuente: https://nuevarevolucion.es/los-danos-sociales-de-la-des-informacion-nuevos-delitos-de-lesa-humanidad/

Comparte este contenido:
Page 990 of 2675
1 988 989 990 991 992 2.675