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Maite Vallet: “Es necesario que dejemos que los niños vivan la consecuencias de lo que hacen”

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Maite Vallet, Pedagoga y formadora e impulsora del método de lectoescritura Leolandia. Cuando Maite era pequeña disfrutaba mucho de una colección de cuentos tradicionales que venía con merchandaising: la caperucita roja con una caperuza o la ratita presumida con una escobita. Les gustaban mucho estos cuentos por el elemento adicional pero también por los dibujos de Ferrándiz que ilustraban cada página.

El título de tu blog es Entusiasmo por educar. ¿Se puede educar sin entusiasmo?
Yo estoy convencida de que no. Educar sin entusiasmo no es que sea malo para el niño sino que es un espanto para el docente. ¿Qué es lo que comunicas cuando no tienes entusiasmo? Los profesores tienen que ser unos entusiastas que transmiten al niño todo lo que puede aprender por sí mismo. Esa persona entusiasta va a conseguir que esos niños disfruten aprendiendo. Si no cuidamos a los profesores no estamos cuidando a los niños.

¿Este entusiasmo se puede contagiar entre profesores? ¿Y entre los niños?
Por supuesto. Ya lo decía María Montessori, que los niños aprenden por absorción, que van captando de su ambiente todo lo que hay a su alrededor. Todo lo que tiene que ver con lo sensorial por supuesto que lo absorben pero también todo lo que tiene que ver con lo emotivo. Cuando estás educando con una metodología que permite que el niño sea el protagonista, que disfrute con el aprendizaje, que disfrute haciendo, estás transmitiendo al niño esa metodología. Si la manera de enseñar está cargada de entusiasmo.

A veces se tacha la pedagogía de Montessori como una metodología blanda y algunos echan en falta la autoridad del maestro. ¿Qué diferencia hay entre autoritarismo y mostrar autoridad?
Yo tengo muy claro que debemos ser personas con autoridad, no se trata de que seamos compañeros de nuestros alumnos. La autoridad, debe entenderse como la referencia que se hace a la persona que sabe, que guía: no hace falta saberlo todo, pero si mostrar caminos para aprender.  Sabe poner límites, permite a los alumnos vivir las consecuencias de lo que hacen.
La persona autoritaria es aquella que se impone porque ella considera que solo hay un camino, que es el que presupone como bueno. Hay una diferencia abismal.

¿Es una cuestión de exigencia?
La persona con autoridad es una persona comprensiva, pero que enseña y que exige. La persona autoritaria exige sin comprensión y de una forma que hace sentir al niño que es incapaz de aprender. Cuando somos autoritarios hacemos que los niños se sientan juzgados por las cosas que todavía no saben. Maria Montessori no era nada permisiva, en absoluto. Sin embargo, la gran mayoría de los adultos son muy permisivos.

Ser permisivo se sitúa en el otro extremo. ¿Por qué tampoco es bueno?
Las personas permisivas con los niños no comprenden todo lo que el niño puede aprender, no exige nada, y hace sentir a los niños que, “pobrecitos” no tienen capacidad. Esto es lo más limitante y lo más machacante que se puede hacer con un ser humano: hacerle sentir que no puede.

¿Cuando un niño o niña se muestra disruptivo en clase es cuando más afloran estos caracteres extremos de autoritarismo y permisividad?
Hoy en día hay tantos niños que son disruptivos que nos debería hacer reflexionar. No es que estemos en una etapa histórica en que nacen más niños con comportamientos de este tipo, sino que es un problema de la pésima educación que estamos dando a los más pequeños. Yo no critico a los padres ni a los profesores porque creo que no somos conscientes de lo que supone para un niño esa sobreprotección y permisividad.

¿Por qué pasa esto?
Está sucediendo hoy en día porque nos hemos ido del extremo de ser autoritarios al extremo de permitir que el autoritario sea el niño. Estamos educando niños con una inseguridad tremenda. En la primera etapa de la vida, de 0 a 6 años, los niños no tienen empatía, no se pueden poner en el lugar del otro. No sirve que intentemos dialogar con ellos sobre esto, o de hacerle pensar cómo cree que se siente el otro porque no tienen esta capacidad. Es la etapa en la que tienes que decirles lo que sí se puede hacer y lo que no se puede hacer.
Y para hacer esto no hace falta ni ser autoritario ni ser agresivo, al contrario. Con todo el cariño del mundo el niño necesita alguien que le deje bien claro donde está el límite.

¿Y esto cómo se hace?
Es necesario que dejemos que los niños vivan la consecuencias de lo que hacen. Las consecuencias no tienen que ser rebuscadas, sencillamente que vivan las consecuencias naturales. Si tienen una rabieta, hay que dejar que se tranquilice, y que lo haga en un espacio donde lo pueda hacer solo. Porque cuando estás en una rabieta no necesitas sermones, necesitas espacio para tranquilizarte y esto es lo que hay que decirles. Retirar la atención de un niño no es un castigo, es darle espacio para que recupere la calma. Son consecuencias naturales que debemos dejar vivir al niño. Cuando son más mayores ya se les puede proponer el diálogo y la negociación.

Queremos preguntarte también sobre la metodología Leolandia. ¿Nos puede dar algunas pinceladas del programa?
Claro. Leolandia es un método que se basa en la lectura comprensiva y la escritura creativa, que sería lo opuesto a la lectura y escritura mecánica. Muchos docentes piensan que los niños leen porque decodifican, pero los niños pueden comprender desde el principio de su vida. Cuando los niños aprenden a leer con nuestro método son conscientes de que lo que leen son partes de palabras, sonidos, o onomatopeyas. La comprensión está desde el primer momento. En cuanto a la escritura, la forma clásica de enseñar a escribir es copiar: primero trazos, luego letras, luego palabras, etc.. Pero desde el primer momento se tiene que escribir de una forma creativa.

¿En que se basa la escritura con Leolandia?
Basamos la escritura en cuentos que son dibujos de los propios niños. Los niños al principio solo hacen garabatos, pero ahí te está contando una historia. Es una forma de escribir, aunque sea con dibujos. Poco a poco le irá añadiendo sonidos onomatopéyicos, palabras, frases, etc..
Mientras que la mayoría de métodos de aprender a leer y escribir se basa en las letras Leolandia, se basa en la lectura y escritura de imágenes.
Para nosotros la letra es una herramienta pero no es la protagonista del aprendizaje. El dibujo tiene que estar presente durante todo el proceso de aprendizaje.

¿Y la lectura?
La lectura de cuentos empieza también sobre los 3 años y empiezan leyendo las imágenes de los cuentos. Pero nosotros lo que hacemos es que delante de una imagen de un cuento, ellos se imaginen una historia. Esto es comprensión lectora de la imagen. Eso que están leyendo se lo pueden contar a otro niño. Entre el primer paso, que es contarse el cuento a uno mismo, el segundo, que es contárselo a otro y el último, que es escribirlo, pasan años, claro. El proceso de lectoescritura es lento pero interesantísimo.

¿Y todo esto, cómo se evalúa?
Yo creo que es muy importante que evaluemos todos los procesos. No hace falta cuantificar numéricamente nada, pero es importante hacer un seguimiento y anotar en qué punto está cada niño, dentro de su proceso. Es preciso saber si ese niño o niña ha empezado ya a desarrollar su propio proceso de aprendizaje y en qué punto se encuentra, siendo conscientes que cada niño tiene su propio ritmo.

¿Qué beneficios tiene a largo plazo?
Esta forma de aprender ayuda también a la capacidad de estructurar las ideas y los pensamientos. Los niños que aprenden copiando tienen muchas dificultades para redactar textos explicando algo concreto. Sin embargo, si aprenden de esta forma les resulta más sencillo. Cuando abocamos a los niños a aprender de formas inadecuadas les estamos abocando al fracaso escolar, luego nos preguntamos por qué tiran la toalla.
La lectura y la escritura aprendida con nuestro método lo convierte en una actividad de disfrute, desarrollamos su gusto por escribir y leer y esto es básico.

En un entorno como el que vivimos en el que niños y adolescentes tienen tantos estímulos audiovisuales ¿Cómo podemos fomentar este amor por la escritura y la lectura?
Todo lo que tiene que ver con las máquinas les hipnotiza. Ellos no ponen la voluntad de atender es casi obligatorio. A veces nos parece que prefieren eso pero en realidad si les ofreces cuentos que pueden tocar se vuelven locos. No tenemos que promover que se dejen magnetizar por la máquina. El niño con un libro en la mano empieza a crear, y en cambio la pantalla se lo da todo creado. No es un tema de lo que prefieran sino de que los adultos les estamos ofreciendo lo que les hipnotiza porque nos resulta más cómodo.

Fuente: http://blog.tiching.com/maite-vallet/#more-21585

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Francina Martí: “Lo que pasa en la calle debe entrar en las aulas”

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Si tuviera que elegir tres grandes retos de la educación ¿cuáles serían?
El primero, sin duda, sería que de una vez por todas desde la administración se haga una apuesta decidida por la educación pública. Todo el mundo tiene muy buenas intenciones, muy buenas ideas, pero a la hora de la verdad vemos que no es una cuestión prioritaria para la Administración. Si de verdad creen que la educación es importante hay que reflejarlo en la práctica.

¿Qué más retos señalaría?
Creo que como sociedad tenemos que afrontar de forma muy seria los procesos migratorios. Desde las escuelas se ha hecho una acogida muy responsable, aunque seguro que se puede mejorar. Pero la atención a los alumnos que vienen de otras culturas, países, orígenes, etc., pasa por hacer una educación más inclusiva. Y cuando hablamos de una educación inclusiva lo hacemos pensando en los contenidos, y desde la percepción de que una cultura no es mejor que la otra ni una historia cultural más importante que la de otro. La clave es que todo el mundo se sienta acogido por la educación.

¿Y por último?
Podemos hablar de grandes retos pero también de cosas más domésticas, como por ejemplo la reforma de la jornada lectiva en clave horaria, que es un reto importante. Sin embargo, para mi hay otro reto que a veces se ha querido restringir al ámbito de las TIC y que debería formularse en un término más amplio: la importancia de que el mundo real forme parte de la escuela.

¿A qué se refiere?
Tenemos que evitar que los colegios se conviertan en islas en las que se habla de cosas intangibles. Si los móviles o internet están presentes en la vida de nuestros hijos e hijas, la escuela no puede ser ajena a esto. Igual que no puede serlo de los debates o de los sucesos que nos rodean. Lo que pasa en el colegio debe ser relevante para los niños y niñas. Y esto no es un reto del siglo XXI. Rosa Sensat, la persona que da nombre a nuestra asociación, decía que “la escuela tiene que ser la vida”.

Claro…
Vivimos aún bajo parámetros de pensamiento que consideran que la escuela debe prepararnos para el futuro. Esto es erróneo: la escuela nos tiene que preparar y ser interesante para el presente. De esta forma adquirimos herramientas que nos ayudarán a llegar donde queramos cuando finalice la etapa escolar. Esto significa que la escuela debe proponer contenidos interesantes y ricos para el alumnado. No significa que si están de moda las series, nos pongamos a trabajar sobre las series. Pero sí que debemos ser receptivos y plantearnos si el mundo de ficción debe entrar en los centros educativos. Por poner un ejemplo.

¿Debería haber asignaturas en esta clave?
Hace poco presentamos un libro sobre educación mediática y en la mesa de debate se nos preguntó si era necesaria una asignatura a medida. Mi respuesta es que no, no hace falta una asignatura pero es vital que la educación mediática esté presente en el aula. Debe ser transversal igual que lo debe ser la educación con perspectiva de género. Hay muchos prismas que deben alumbrar el trabajo diario. La escuela tiene un objetivo claro: darnos criterios para que tengamos conciencia propia. La escuela debe impregnarse de estos valores y enseñar a pensar.

Enseñar a pensar por uno mismo es imprescindible.
Sí, como también lo es no matar la curiosidad. Lo vemos mucho en secundaria, los niños y niñas entran en primero de la ESO con muchas ganas de aprender y año tras año vamos viendo como esa curiosidad se marchita. Este es otro gran reto para superar las tasas de abandono escolar que tenemos. Forjar un pensamiento propio es muy importante pero la escuela también tiene otra gran función que es la de enseñarnos a vivir en comunidad. Ahora se habla mucho del homeschooling y a mí me crea cierto desasosiego pensar que esta modalidad recorta la posibilidad de desarrollar habilidades de sociabilidad y convivencia con otros niños y niñas.

¿Cómo se enseña a pensar?
Pues tenemos bagajes y experiencias de hace muchos años. Ferrer i Guardia decía que la escuela debía formar personas emancipadas y libres. Precisamente se refiere a esto, a la capacidad de pensar por uno mismo. El “cómo” a veces nos pierde.

¿En qué sentido?
Muchos docentes explican que ellos en sus aulas trabajan en asamblea, que comentan la actualidad, etc. Pero esto no es algo que se pueda hacer de forma improvisada. Hay que ser muy cuidadoso con las formas y con las sensibilidades que puede reunir un aula. Sin embargo esto no nos puede amedrentar y no podemos obviar estos espacios por el hecho de que sean temas difíciles o incómodos. Es muy interesante toda la línea que se plantea ahora de impartir filosofía desde edades tempranas para promover esa autonomía del pensamiento. Es una actitud de los maestros, y también de la escuela: nosotros no debemos tener respuestas a todo pero sí debemos fomentar que se piense sobre ello.

¿Y esto cómo se hace?
Cuando yo era profesora comentábamos un texto literario con una serie de preguntas formuladas. Les pedí que las respondieran según su opinión, y se creó un debate muy bonito. Pero al final una alumna levantó la mano y pidió que les dijera cuál era la respuesta correcta de todas las que se habían comentado. La figura del profesor arrastra este dogma de tener la verdad absoluta y para crear mentes libres lo primero que debemos saber decir es “no hay una respuesta universal”, “ no tenemos respuesta para todo”.

¿Por qué cree que los alumnos tienen tan interiorizado que hay buenas respuestas y malas respuestas?
Porque socialmente lo vivimos todos así. Nuestra cultura occidental es muy dicotómica, de pocos matices. Es un tema de mentalidad: los buenos y los malos. Los mismos adultos les transmitimos este valor y ellos lo reflejan en lo que les afecta de forma directa. La escuela, hasta ahora, ha sido una educación muy encorsetada en este sentido y siempre hemos pretendido que los maestros puedan dar respuesta a todo y esto no es posible, porque no hay respuesta para todo.

¿Qué podemos hacer al respecto?
Lo que sí debe hacer la escuela es dar espacios para que los niños y niñas den su opinión. Los maestros tenemos que escuchar más que hablar, lo que se llama la escucha activa. ¡A veces tienen mucho más sentido común ellos que nosotros! Propiciar espacios de debate auténtico, de forma preparada, es muy necesario.

¿Los docentes están preparados para dar estos espacios de debate y para hacer esta escucha activa?
La formación inicial no es perfecta, y tiene muchos aspectos para mejorar. Pero la formación inicial no debe dar respuesta a todo. Como en todas las profesiones, vas requiriendo reforzar conocimientos y ampliar tus herramientas a medida que pasan los años. Los docentes también deberían seguir formándose y participando de espacios de investigación a lo largo de su trayectoria, y no como algo que dé méritos sino como una forma de enriquecer sus capacidades.

¿Los docentes tienen esta inquietud de continuar formándose?
Algunos sí, otros no. Depende de las personas, de la implicación, de las necesidades que tengan en un momento determinado y de la capacidad que tienen para resolverlas.

Estamos hablando todo el rato del docente como individuo pero forman parte de un equipo y de un centro, ¿no?
Sí, e históricamente hemos perdido esto de vista. En Rosa Sensat, precisamente, estamos trabajando en la línea de ofrecer formaciones para equipos y de hecho nuestra última escuela de verano giró alrededor de esta idea “La fuerza de los equipos”. El impacto que podemos tener formando a un profesor es importante pero tiene un corto recorrido. En cambio, formando a todo un equipo te aseguras que el impacto es mucho mayor y a más largo plazo.

¿Cómo se puede medir este impacto?
Analizando las experiencias: cuando se implica todo el equipo es cuando observamos transformaciones profundas y exitosas.
A veces hablamos del maestro como un héroe solitario, pero en realidad es la escuela la que tiene que liderar la transformación. Y a su vez, la escuela no puede ir por libre porque forma parte de un entorno, de una realidad distinta en cada barrio y no puede vivir ajena a esto. Es muy importante que enlacemos las escuelas con el propio territorio. Lo que pasa en la calle, que al final es lo que viven los niños y niñas en su día a día, debe entrar en las aulas.

Últimamente vivimos conflictividades sociales muy grandes y el papel de los maestros se cuestiona al respecto. ¿Qué papel tienen los docentes y la escuela en momentos como este?
Lo que estamos viviendo estos días en Cataluña, pero también lo que ha pasado los últimos años, nos ha llevado a reflexionar mucho sobre cómo tratarlo en el aula. Lo que nos asusta un poco es que se cuestione si se tiene que tratar o no. Evidentemente que los conflictos que se viven en la calle deben tener cabida en las aulas, es imprescindible diría. Pero también afirmo que no se pueden abordar sin prepararlos previamente. Es importante que el docente tenga el papel que comentábamos antes, de escucha, que dé espacio a las reflexiones de los alumnos y que tenga claro que él no debe dar respuesta a todo. Hay muchos recursos y dinámicas que pueden ayudar en momentos así. A veces, poner un objeto de mediación en medio, como una poesía, una lectura, un libro… puede resultar muy útil.

¿Que el maestro no deba dar respuesta a todo significa que no debe posicionarse?
El papel del maestro no es posicionarse. Marta Mata decía que es bonito que los alumnos sepan que sus maestros tiene su propia ideología, que piensan por ellos mismos, pero que son tan buenos profesores que son capaces de no inculcarlas. Las personas radiamos lo que pensamos, pero los maestros y maestras debemos representar ese respeto máximo por las ideas de los otros y que los alumnos puedan confiar en ellos, piensen igual o no. Es una oportunidad buenísima para dar ejemplo en el respeto.

Fuente: http://blog.tiching.com/francina-marti/

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Entrevista a Nuria Varela: “Ya no hay ningún rincón en el mundo sin feminismo”

Entrevista/31 Octubre 2019/Autora: Pilar Álvarez/El país

Varela escribió ‘Feminismo para principiantes’ cuando casi nadie hablaba del asunto. 15 años y 50.000 ejemplares después saca la segunda parte, contada casi en tiempo real

Nuria Varela (Mieres, Asturias, 1967) escribió un libro cuando casi nadie hablaba del asunto. Feminismo para principiantes ha vendido más de 50.000 ejemplares. Tras 15 años y un despertar feminista sin precedentes, publica Feminismo 4.0. La cuarta ola (Ediciones B). “Si no contamos nosotras nuestra historia, la perdemos y tenemos que fijarla, reflexionar y avanzar”, reclama en una entrevista con EL PAÍS este miércoles en la sala Matadero de Madrid. La periodista y escritora fue la primera directora de gabinete del primer Ministerio de Igualdad, que encabezó Bibiana Aído en 2008. Desde hace un mes y medio, es directora General de Igualdad del Principado Asturias. Y sigue escribiendo, una tarea a la que anima a todas sus amigas: “Tenemos mucha historia que no está contada. Sigue muy oculto lo que hacemos las mujeres en general y el feminismo en particular”.

Pregunta. Lo dice al inicio y al final del libro: “El silencio se ha roto”. ¿Sería la característica principal de esta cuarta ola?

Respuesta. Siempre hemos puesto el foco donde nadie lo había puesto , pero nunca se había roto en las voces de millones de mujeres del mundo. En el MeToo y en iniciativas como Cuéntalo. Estamos denunciando temas como la violencia sexual, de la que no hablábamos ni entre nosotras.

P. Pero romper ese silencio tiene costes muy altos para las mujeres.

R. Para las mujeres sigue siendo muy caro ser feminista y denunciar. A pesar de eso, están denunciando por millones en los tribunales, medios y redes. La sumisión nunca nos ha salvado. Lo que debería ser a estas alturas, y más en países democráticos, es que a las mujeres se les creyera. Todavía no las creen. Se cuestiona hasta el propio concepto de violencia de género, hay negacionistas. La impunidad sigue.

P. ¿Hasta qué punto son relevantes las jóvenes en esta cuarta ola?

R.Otra característica de la cuarta ola es la toma de conciencia tan temprana. En España tenemos grupos feministas en los institutos. Es muy bueno que tengan esa herramienta pronto. Pero me preocupa mucho un aspecto para el que nos faltan más datos. Esa toma de conciencia viene provocada porque están sufriendo mucha violencia sexual y en las primeras relaciones de pareja. Están dando la voz de alarma.

P. ¿Por qué ocurre?

R. La violencia contra las mujeres sigue ocurriendo porque no hemos conseguido entrar en el aula. Desde la educación infantil a la Universidad, estamos en los márgenes, con proyectos de coeducación pero no dentro. Todo el primer capítulo de la ley integral contra la violencia de género está dedicado a la educación. Lo que tiene que ver con la igualdad parece cosa de segunda. Todo el mundo está contra la violencia , pero no lo relaciona con la igualdad. No podemos acabar con la violencia de género si no trabajamos, educamos y vivimos en igualdad.

P. No hay relevo generacional en las manifestaciones, dice usted, porque nadie se ha ido. Abuelas y nietas con la pancarta.

R. Es lo más rico que tenemos, lo que más nos está aportando. Del feminismo es difícil irse. Una vez que tomas conciencia de género y te pones las gafas moradas es bastante complicado quitártelas.

P. Considera el 8 de marzo de 2018 un punto de inflexión. ¿Fue relevante el papel de la movilización española?

R. El feminismo español no fue relevante en la época sufragista , pero en siglo XXI es muy especial. Es mucho más político que el resto. Tardamos 17 días en hacer el primer congreso feminista desde que murió Franco. El feminismo ya estaba organizado, en los partidos, en la oposición. Nos enfrentamos a un régimen que negaba los derechos a todas las mujeres. Tuvimos que hacer el discurso y la investigación pero también cambiar las costumbres y la sociedad. El feminismo español tiene una historia propia que lo hace ser vanguardia. Pero otra característica de la cuarta ola es que es global: por primera vez no hay ningún rincón en el mundo donde no haya feminismo de una u otra manera.

La escritora y periodista feminista, en un momento de la entrevista.
La escritora y periodista feminista, en un momento de la entrevista. LAURA P. MERINO

P. El 8-M puso el foco en los cuidados, de los que aún se hacen cargo sobre todo las mujeres.

R. En las políticas de igualdad nada es rápido, eso lo sabemos. Los cambios son muy profundos aunque en España vayamos tan rápidas.

P. ¿Rápidas?

R. Franco salió de la tumba hace apenas una semana. Mira el país que dejó respecto a la igualdad y a las mujeres y mira el que tenemos. Vamos muy rápido teniendo en cuenta de donde veníamos pero muy lentas con relación a donde queremos llegar. La crisis de cuidados es la más importante que tenemos encima de la mesa porque hace que el sistema sea insostenible. Hay que cambiar el análisis. Los grandes economistas, los políticos siguen sin ver que el gran agujero negro son los cuidados. Se pretende que las mujeres se incorporen al mercado laboral en las mismas condiciones en las que se incorporaron los hombres y que nadie cuide. Eso no es sostenible.

P. ¿Sería importante que hubiera más mujeres en puestos de poder para cambiar eso?

R. Lo más importante para los cuidados es que haya más hombres en las casas, no tanto más mujeres en los puestos de poder. Nosotras hemos salido pero ellos no han entrado. El PIB en Europa, por ejemplo, contabiliza la prostitución y no los cuidados. ¿Quién ha decidido eso?

P. Llegó Trump y hubo enseguida una marcha de las mujeres, la más multitudinaria desde Vietnam. Igual con Bolsonaro. Pero ambos siguen en sus puestos.

R. Creemos que toda la sociedad está a favor de la igualdad y no es así. Hay gente que considera que tenemos distintas obligaciones, derechos y roles. El discurso profundo de los derechos humanos no está interiorizado de forma mayoritaria. Por eso se vota a líderes que cargan contra el discurso de la emancipación de las mujeres. Ellas cuidan. Nosotros ganamos dinero. Ese discurso tan casposo, tradicional y dañino para las mujeres sigue muy normalizado entre buena parte de la población.

P. Vox, ahora en las instituciones, intenta horadar el discurso feminista. ¿Hasta qué punto es peligros para las conquistas de las mujeres?

R. Vox no es peligroso para el feminismo, es peligroso para la democracia. No hay democracia sin igualad.

P. Dedica su libro “a las niñas, a las adolescentes, a las mujeres jóvenes, a las que sin duda verán la caída del patriarcado”. ¿Lo cree de verdad?

R. Lo deseo con todas mis fuerzas. Una de las características de las revoluciones es que siempre son inesperadas. Yo confío mucho tanto en las mujeres como en el feminismo, que ha hecho cosas inimaginables, aunque a veces nos dejamos caer por el desánimo, porque hay retrocesos. Pero hay que recordar que venimos de no tener alma, inteligencia o conciencia. Lo que nos costó entrar en la Universidad, en la política, en la toma de decisiones… Confío en que las mujeres jóvenes lo consigan, no creo que el mundo de ahora sea sostenible.

«SABEMOS EL CAMINO PARA ACABAR CON LA PROSTITUCIÓN»

P. “Uno de los objetivos claros de la cuarta ola sería acabar con el sistema prostitucional”, dice usted en el libro. Pero es un tema conflictivo dentro del feminismo.

R. El feminismo siempre ha debatido mucho. Es un movimiento internacional, poco jerarquizado y organizado en red. Es tan sólido porque nunca ha rehuido el debate. Llevamos varias décadas con este de la prostitución. El cambio es que quizá el debate ha aumentado porque ya no podemos hablar de prostitución sino de un sistema prostitucional. Ha crecido exponencialmente los últimos años y vemos cómo se está llevando a millones de mujeres, sobre todo pobres, en buena parte del mundo. Y está siendo una de las economías criminales más potentes en todo el mundo. El debate ha cambiado. No es un debate menor, ni donde las posturas están más suavizadas. Estamos ante un fenómeno que mueve muchísimo dinero y que tiene muchísimas herramientas para inocularse en la sociedad, sobre todo entre la gente más joven que ha banalizado completamente eso. Desde el puto de vista de las mujeres que destruye y desde el punto de vista simbólico, es uno de los mayores problemas que tenemos, pero no un problema del feminismo que genere división sino un problema social de gran calado, por eso el feminismo está trabajando más. Y, por primera vez, tenemos una ley, la sueca [abolicionista que persigue y penaliza al cliente] que se ha aprobado, se ha evaluado y sabemos que está dando resultados. En el debate se han introducido elementos potentes porque el fenómeno es distinto y sabemos el camino para acabar con él.

P. También hay división sobre los vientres de alquiler.

R. Dentro del feminismo yo creo que no hay discusión en los vientres. Hay más discusión en algunos grupos LGTBIQ y, si me apuras, dentro de algunos grupos gais. Este tema es más bien la decepción o la tristeza de ver cómo un grupo afín con el que siempre hemos trabajado enfrentándonos al patriarcado, tiene de pronto una parte que se posiciona a favor de los vientres. Ahí las posturas dentro del feminismo son muchos más unánimes.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/10/30/actualidad/1572461654_163097.html

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Entrevista a José Antonio Marina: «Google quiere ser la gran educadora; quiere ser el tercer hemisferio cerebral de todas las personas»

Entrevista/31 Octubre 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/El diario la educación

El último libro de Marina trata de explicar la historia de la inteligencia, desde la invención de la ciudad y la vida en común hastsa el papel que juegan las grandes empresas en el desarrollo de nuevas formas de pensar y enseñar.

Entrevistar a José Antonio Marina es un problema para el periodista. Cada respuesta que da este filósofo, profesor y escritor -entre otras cosas- da pie a varias preguntas más, en un bucle sin fin hasta que se acaba el tiempo y la mitad de las preguntas que se traían pensadas en origen se quedan en el tintero. Marina está promocionando su último libro, Historia Visual de la Inteligencia (Conecta), en el que reflexiona junto al arquitecto e ilustrador Marcus Carús en el doble formato escritura-dibujo (“la palabra analiza, el dibujo concentra”) sobre la inteligencia humana, su evolución a lo largo de la historia y su funcionamiento. Utilizando la figura de Usbek, un extraterrestre que trata de comprender a la humanidad en una visita a la Tierra, el filósofo alerta en este libro sobre la teórica pero inminente llegada del cuarto gran hito en la evolución de la inteligencia humana, la que nos convertirá en posthumanos, y los peligros que encierra.

Para fijar el marco en el que nos vamos a mover: ¿cómo defines la inteligencia?

La función principal de la inteligencia es dirigir bien la conducta. Y para eso necesita manejar la información, necesita aprender con rapidez, gestionar las emociones. Y necesita -y esto ya es específico del ser humano- ser capaz de dirigir todo esto hacia metas. En los animales todo eso está dirigido hacia metas ya determinadas por el impulso o los institutos, y la inteligencia humana lo que hace es crear metas tan diferentes. Cuando analizas la inteligencia a lo largo de la historia tienes que pensar por qué se le han ocurrido cosas tan raras a lo largo de la historia. Cosas que han ido tirando del ser humano para que invente cosas nuevas. Por eso es muy expansivo, no tenemos unos sistemas de comportamiento muy predeterminados. Somos bastante libres en el sentido de que podemos elegir las metas, y entonces se pone todo el mecanismo de la inteligencia en funcionamiento: busca la información, la gestiona, se equivoca y corrige… Todo ese complejo mecanismo es en lo que consiste la inteligencia.

¿Hasta qué punto se pueden elegir las metas? ¿Crees en la libre voluntad del ser humano?

Ese es el problema. Todos creemos que podemos elegir y, sin embargo, de donde nos han venido los problemas ha sido de la neurología. Toda la teoría de la inteligencia que yo manejo comienza en la neurología y termina en la ética como forma de organizar la conducta por valores. Los neurólogos, desde hace ya bastante tiempo a raíz de los trabajo de Benjamin Libet, descubrieron una cosa muy desasosegante: que alrededor de 200 milisegundos antes de que yo decida hacer una cosa se han activado ya las zonas premotoras del cerebro. El cerebro ya lo había decidido. Parece que nosotros estamos asistiendo a algo que el cerebro ha decidido por su cuenta. Por eso los neurólogos dicen que nosotros no somos libres, porque el cerebro actúa por su cuenta. Esto es irrebatible. Se han repetido y ampliado las experiencias hasta los 8-9 segundos, que para el cerebro es mucho tiempo, y parece que ya lo había decidido. Por eso en mis discusiones con los neurólogos, en particular con Joaquín Fuster, digo que eso es verdad, pero el ser humano puede conseguir un margen de libertad grande porque puede diseñar su propio cerebro. Es como si pudieras marcar los dados. Luego los dados deciden la jugada, pero los has marcado primero. De esa manera, el cerebro va a tomar las decisiones por su cuenta, pero a partir del diseño que le he dado yo. Eso es lo que a lo largo de la historia ha intentado hacer la educación, diseñar el mecanismo que me va a dirigir. Si no lo diseñas, el cerebro va a ir por su cuenta, utilizando todas sus redes, y la neurológicamente más potente pasa a la acción. Nosotros hemos establecido sistemas de salvaguardia, hemos potenciado lo que yo llamo la aduana antes del paso a la acción. Es decir, lo que nos va viniendo son deseos, impulsos, y lo que hacemos es pararnos. Lo comparamos con los criterios de evaluación que poseo y entonces hay tres opciones: o dejo pasar a los deseos, o los anulo o pido al cerebro otra solución.

Aunque no es un concepto nuevo en tu pensamiento, en el libro hablas del “bucle prodigioso” entre inteligencia y cultura. ¿Qué es?

El asunto educativo es una evolución de la inteligencia humana interesantísima. Una parte es biología (el cerebro ha evolucionado en tamaño, en conexiones, hemos desarrollado muchísimo los lóbulos frontales, que son el director de orquesta y donde está la aduana), pero también hemos hecho lo que he llamado en otros libros “el bucle prodigioso”, por el que la inteligencia crea cultura y la cultura crea inteligencia. Se crea entonces una especie de bucle expansivo, porque la cultura permite pensar en más cosas. Un ejemplo: hay idiomas primitivos que solo tienen palabras para distinguir “uno” y “muchos”, o “uno”, “dos”, “tres”, “cuatro” y “cinco”. Si solo puedes definir hasta cinco, el pensamiento matemático que puedes tener es pobrísimo. Cuando la cultura empieza a crear anotación algebraica, no lo hace por una cuestión para matemáticos, sino para dotarnos de herramientas para pensar en más cosas. Cuando se inventa la anotación musical se pueden componer cosas que sin anotación musical no se pueden pensar. Con la anotación gregoriana solo Beethoven no habría podido pensar en conjuntos orquestales porque no tenía herramientas mentales. Ahí se produce una especie de sinergia expansiva entre lo que crea la inteligencia y después recibe. Ahora estamos en un momento especialmente notable, porque lo que recibimos son gigantescas cantidades de información y gigantescos sistemas de inteligencia artifical (IA). Estamos dando un salto cualitativo muy imprevisible. El expresidente de Facebook, después de contar las cosas fantásticas que están haciendo, dijo: “Solo Dios sabe lo que esto está produciendo en el cerebro humano”. Porque nosotros no lo sabemos. Te quedas un poco sobrecogido.

En el libro mencionas algunos “hitos” en la historia de la inteligencia. ¿Hablamos de episodios concretos, de grandes cambios…?

Seguramente pueda haber más, pero yo creo que ha habido tres grandes giros en la marcha de la historia de la humanidad. Una vez consolidados como especie, es decir, cuando ya teníamos el cerebro que tenemos ahora (las variaciones fueron de hace unos 200.000 años), hemos creado el lenguaje, ha aparecido el Sapiens. Somos humanos. ¿Qué hacemos? Empezar a crear cultura. En esa evolución hay tres grandes giros que determinan todo lo demás. Uno es cuando nuestros antepasados dejan de vivir en hordas nómadas dedicadas a la recolección. Se estabilizan, se hacen sedentarios y crean ciudades. No es un cambio externo, influye en el modo de configurarse la inteligencia. Empieza a pensar en otras cosas, a hacerlo con otras personas. En las ciudades se estimula mucho la invención, la competición. Aparece algo importantísimo con la agricultura: empieza a haber excedentes. Hasta entonces se consumía lo del día. Cuando empiezas a tener más bienes de los que puedes consumir empieza la riqueza y la propiedad. Eso desencadena una serie de fenómenos que duran hasta ahora. Hace falta organizar la propiedad, la gente se une para defenderse. Se separan las clases, se crea el protegido y el que protege. Fuera de la ciudad están los nómadas que la quieren asaltar, hay que organizar un ejército, servicios comunes. El cerebro de nuestros antepasados no podía interaccionar con más de 100-120 personas. Cuando aparecen las ciudades tiene que crear incluso otro tipo de sentimientos para poder relacionarse con gente que no es de su familia. Y tiene que crear normas de conducta, someter los impulsos a normas establecidas para resolver conflictos. Creo que es el primer gran giro de la inteligencia. Una de las cosas que sucede es que aparece la escritura, que no es solo una herramienta para comunicarse, también para pensar. Gracias a la escritura yo puedo pensar en cosas que antes no podía. Imagina las matemáticas. Sin la escritura algebraica a partir de un punto no podemos pensar. No podemos hacer una multiplicación un poco complicada sin poder escribirla. Aparecen muchos sistemas políticos. Luego aparece otro invento casi tan importante como la escritura, el dinero. El dinero es un invento absolutamente fascinante. Supone reducir todo intercambio a un intercambio con una herramienta simbólica que no significa nada, pero a la vez puede significar todo. Es un mundo que ya entra en las ficciones.

El segundo gran eje axial es que entre el 750 y el 350 antes de nuestra era la inteligencia, que ya se había acostumbrado a tratar sociedades más extensas y se somete a normas y crea figuras de poder, parece que se vuelve hacia sí misma. Son unos siglos muy reflexivos, en los que las ficciones intentan plantear problemas nuevos, y aparecen las grandes religiones. En ese periodo aparece Buda, Confucio, los profetas de Israel… Y tienen una particularidad: en ese momento Dios se convierte en bueno. Hasta ese momento era el poder absoluto. Entonces se hace el poder bueno y los seres humanos empiezan a relacionarse de distinta manera respecto del futuro, de la muerte y del poder. Al mismo tiempo, el poderoso se aprovecha de las religiones, de manera que hay un juego muy interesante que a partir de los profetas de Israel se prolonga en la misma tradición, con Jesús de Nazaret y Mahoma, el considerado último profeta. Aparece también Sócrates como una forma de reflexión sobre uno mismo. Es un periodo sorprendente en la historia de la inteligencia, que se hace metacognitiva y el hombre empieza a reflexionar sobre sí mismo en relación con todo y los dioses.

El tercer gran cambio que me interesa destacar es cómo todo este sistema (vivir en la ciudad y los sistemas religiosos) nos está proporcionando una idea de sumisión, de obediencia a la norma y al poderoso (Dios). Aparece una cultura de la obediencia. Por ejemplo, en la filosofía escolástica la virtud principal del ser humano es la obediencia a la norma o a la verdad o a Dios. A partir del Renacimiento aparece una valoración de la inteligencia, pero ya individual. Tengo que fiarme de la inteligencia, pero de la mía, de mi capacidad de razonamiento, de alcanzar la verdad. Empiezan a pasar cosas: el individualismo del Renacimiento, la apelación a la propia conciencia del Protestantismo y el descubrimiento de la ciencia como algo más allá de la religión, como el propio desarrollo de la razón. Entonces empieza la idea de la inteligencia que se rebela, que va a definir su propia independencia. Y empieza a pensar en otro tipo de derechos. Ya no son concedidos por Dios, son inventados por la inteligencia. Aparece la Ilustración y las grandes revoluciones políticas. En esas estamos. Ahora, viendo si hay un cuarto giro, que sería el tecnológico. La idea del libro es que estamos justo en este momento y antes de meternos en otro giro vamos a comprender bien lo que nos han traído hasta aquí.

“Antes de meternos en el giro”, dices. Pensaba que los giros pasaban por sí mismos, más que meternos como una cuestión voluntaria. ¿O nunca habíamos sido conscientes y ahora sí y esa es la diferencia?

Esa es la cuestión. Ahora somos conscientes de lo que está pasando y los cambios que está habiendo. Tenemos más capacidad de reflexionar sobre las herramientas que tenemos. Se habla —con una cierta euforia un poco tonta, me parece— de que primero era en el año 2050 y ahora se ha adelantado a 2040 cuando aparecerá una nueva especie humana, eso que se llama “la singularidad”. Explicádmelo un poco. Cada vez recibo más libros sobre transhumanismo y la era posthumana. ¿Esto exactamente de qué va? Es el momento en que se apliquen a la especie humana los recursos tecnológicos que ya tenemos o los previsibles: la mejora genética, potenciadores cerebrales, sinergias entre la IA y la tecnología. Elon Musk, el dueño de Tesla, ha fundado una empresa para estudiar los microimplantes neuronales electrónicos en el cerebro directamente. ¿En serio? Y tanto. También están convencidos de que van a crear una súperinteligencia. Se leen estas cosas que parecen anecdóticas: Google va muy avanzado en la creación de la computadora cuántica. O sea, una empresa privada —la misma que maneja un porcentaje altísimo de toda la información que existe, de la que todos nuestros alumnos dicen: “¿Para que voy a aprender esto, si está en Google?”, por la que estamos desatendiendo las capacidades del individuo y vamos a empezar a confiar cada vez más en ella— te dice que puede hacer en un segundo lo que los computadores más avanzados que tenemos ahora tardarían 10.000 años. Pues no sé qué vamos a hacer con esto. Se está creando un manejo de la información en el que los únicos que van a poder comprender la información que maneja un ordenador son otros ordenadores, con lo cual todo se va a conversar entre ordenadores. Eso te deja un poco raro, porque se empieza a tratar un tema, que es: ¿Necesitamos comprender las cosas o basta con que las entienda el ordenador?

Espero que la pregunta no sea para mí.

Hay un psico-filósofo informático, Daniel Dennet, que tiene un libro llamado De las bacterias a Bach que plantea qué pasa si de repente decidimos que ya no necesitamos nada porque basta con que lo entiendan los ordenadores. ¿Eso nos afecta? Él se asusta y cree que nos afecta y mucho, porque está bien que nos baste con usar algo como el móvil, aunque no comprenda la mecánica. Si ya pasamos a las instituciones humanas, el asunto es más complicado si no las entiendo y me limito a usarlas. ¿Y de las personas? ¿Qué pasa si no importa comprenderlas y solo necesito usarlas? Todo se complica. Yo ahora escribo muchísimo que necesitamos comprender. Este libro está en eso. Necesitamos comprender qué está pasando, qué usamos, hacia dónde vamos. Si no, se va a producir una dinámica muy autónoma que es que la técnica produce técnica. Y la técnica que produce dinero produce técnica que produce más dinero. ¿Qué pasa con esto? En las grandes universidades americanas hay departamentos enteros dedicados a averiguar cómo inducir creencias a través de procedimientos informáticos… Esto me lleva al Cambridge Analytics y a la influencia aceptada de que me cambien las reglas sin que me dé cuenta porque no me importa mucho. Si me dan comodidad, ¿para qué quiero comprender esto? Miremos, por ejemplo, el mundo educativo. Lo que está pasando sin que nos demos cuenta es muy grave. Los sistemas estatales de educación se están quedando atrás. Ni saben por dónde van, ni invierten en investigación en educación, mientras las grandes compañías informáticas se están gastando miles de millones en ver cómo se forma la gente. Han descubierto que va a ser el próximo negocio del trillón de dólares y se quieren quedar con él. Google quiere ser la gran educadora. Lo dicen con una frase que suena ingenua, pero que ellos se toman en serio: quiere ser el tercer hemisferio cerebral de todas las personas. ¿En serio? En serio. Que no podamos funcionar sin Google. Bill Gates (Microsoft) también está metido. Me da la impresión de que en el mundo educativo más formal nos vamos a ver desbordados pronto. Y tienen el afán de quedarse con el negocio, no hay teorías conspirativas. Quieren enseñar matemáticas, pero quieren que las aprendas con sus herramientas.

Última pregunta, que se me acaba el tiempo que tengo. Al final del libro planteas una conversación (no daremos más datos para no revelar demasiado) que pinta un panorama, a mi juicio acertado pero muy duro, de la situación actual de las sociedades, hablando de la desigualdad y el individualismo, aunque con un giro esperanzador al final.

Usbek [el extraterrestre que hace las funciones de hilo conductor en el libro] habla de una sociedad hacia la que previsiblemente vamos, que tiene sus cosas buenas: viviremos más tiempo, más cómodamente, pero estamos tan convencidos de que la tecnología y el conocimiento son tan importantes, que hemos olvidado otra línea de acción que la inteligencia, digamos pretecnológica, tuvo, que es que mientras había una línea que era la razón-la ciencia-la tecnología-la economía-la razón, etc. había otra que era el comportamiento-la convivencia-las emociones-los derechos-las nuevas éticas-el concepto de dignidad. Pero se han ido separando, y nos hemos puesto a pensar que la tecnología era la que nos resolvía los problemas, y hemos olvidado lo otro. Hay que cuidarlo, porque estamos aún a tiempo de no cometer esa equivocación. Sigo muy de cerca lo que está pasando en China, porque puede ser un adelanto de lo que está por venir. Todo el mundo la considera una gran potencia económica. También es una gran potencia tecnológica y, además, quiere ser una potencia cultural, demostrar que su modo de vida es mucho más beneficioso para el ciudadano que el modo de vida occidental. Y lo dicen: “Al modo de vida occidental se le sacó la idea de que el valor principal era la libertad. Nosotros -lo han explicado en los dos últimos congresos del Partido Comunista- no pensamos que el principal valor sea la libertad, como somos confucianos (ya no dicen marxistas), para nosotros el valor principal es la armonía”. Y para conseguir la armonía no necesitamos libertad, necesitamos premiar las conductas buenas y castigar las malas. ¿Cómo lo vamos a hacer? Ya han aplicado esto a 100 millones de personas: cada uno tendrá su historial propio, que incluirá las multas que tiene o las cosas buenas que haga. Y cuando vayas a pedir algo mirarán ese historial. Tienes muchos puntos a favor, te costará todo menos. Podrás ir a las mejores universidades o viajar al extranjero por ser buen ciudadano. Con otros no interesará ni que vayan a la universidad porque son un desastre. Eso nos va a tentar con mucha facilidad.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/31/google-quiere-ser-la-gran-educadora-quiere-ser-el-tercer-hemisferio-cerebral-de-todas-las-personas/

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Entrevista a Estefanía Custodio: “La obesidad es un problema del sistema, no hay que tratarla como algo individual”

Entrevista/31 Octubre 2019/Autora: Patricia Peiró/Fuente: El país 

Estefanía Custodio es especialista en nutrición y salud global. La investigadora cree que la epidemia de la malnutrición ya está aquí y que nos faltan herramientas para afrontarla

La malnutrición es una epidemia. La obesidad crece en todo el mundo a la vez que continúa habiendo gente que muere de hambre o no recibe todos los nutrientes necesarios para desarrollarse. La investigadora española Estefania Custodio (Madrid, 1974) es experta en nutrición y salud global y ha centrado su trabajo en África Subsahariana y Latinoamérica. Fue una de las pioneras en estudiar de forma conjunta la malnutrición y las enfermedades tropicales en el Instituto de Salud Carlos III. Un tema del que precisamente hablará este miércoles en Ávila en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional. Custodio trabaja desde 2014 en el Centro de Investigación Comunitario de la Comisión Europea.

Pregunta. ¿Hay alguien en el mundo que coma bien?

Respuesta. A nivel global todos comemos mal. La malnutrición afecta a todos los países del mundo, a todas las edades, independientemente del nivel social. Recoger información sobre lo que come la gente es muy costoso y difícil, pero desde hace más de 20 años sabemos que es uno de los factores fundamentales de mortalidad y enfermedad.

¿Llevamos muchos años fijándonos en la cantidad más que en la calidad?

En determinados contextos, como es el de las crisis alimentarias, el enfoque ha estado en la cantidad, básicamente, en que haya comida. Pero en los países en desarrollo también nos hemos fijado en la disponibilidad de alimentos y no en la variedad. Ha habido muchas políticas para aumentar la producción agrícola, pero luego nos dábamos cuenta de que las crisis de malnutrición no mejoraban, porque, aunque hubiera mayor acceso a un cultivo, no había diversidad en la dieta que mejorara el crecimiento de los niños.

¿La malnutrición está afectando más a los pobres?

En el mundo se ha dado una transición alimentaria: de una dieta de autosuficiencia, con tu cultivo y tus animales a la puerta de casa, a una de consumo. Este cambio histórico ya se dio en Europa, pero en los países en desarrollo se ha producido más rápido. Cuando en Europa abandonamos la autosuficiencia no teníamos a nuestra disposición inmediatamente tantos alimentos ultraprocesados y baratos.

¿Estamos poniendo las herramientas necesarias para luchar contra esta malnutrición, especialmente en la obesidad?

La epidemia ya está aquí y todavía nos faltan herramientas. No hay que poner el foco en el individuo, es un problema del sistema alimentario. Es la industria, es la cadena de producción, es la publicidad… Es un reto grande y yo creo que ahora mismo no estamos en disposición de que pueda haber un gran cambio en este aspecto.

¿Qué pueden hacer los gobiernos para contrarrestar estas tendencias?

Ya existen herramientas en forma de programas. Más del 80% de los países tienen política nacional de nutrición con programas que sabemos que funcionan. Algunos están sin desarrollar, otros necesitan más tiempo… Lo difícil muchas veces es que se financien e implementen. Pero esta lucha contra la malnutrición se tiene que dar a todos los niveles.

¿Hasta que punto influyen los condicionantes culturales para acabar teniendo una mala alimentación?

Yo creo que ya no tanto, que las personas son conscientes de lo que es buena alimentación. Yo siempre me refiero a la lactancia materna. En las investigaciones que yo he hecho he visto que las madres ya saben que es lo mejor para sus hijos. Pero no tienen un entorno que les facilite ponerlo en práctica. Si tienen que volver a trabajar en la ciudad o en el campo es imposible… Aquí es donde entra la regulación. Otro ejemplo: la gente claro que sabe que es más sano hacerte una lasaña de verduras en casa, pero si vas al supermercado y te cuesta más barato comprarla ya hecha y además tus horarios no te dejan tiempo para cocinarla en casa, la gente se la acaba comprando envasada. No es una cuestión de creencias o de hábitos, sino de tener posibilidades.

Has desarrollado gran parte de su trabajo en África Subsahariana, una zona en la que se juntan los dos problemas: desnutrición y sobrepeso. Según sus investigaciones, especialmente en países africanos, ¿quién es el que decide en el hogar que es lo que se consume y cómo influye eso en la calidad de la dieta?

Más que qué se compra, lo que estudiamos es cuántos recursos se dedican a la alimentación y ese suele ser el hombre. El segundo paso es estudiar cómo se distribuye la comida en el hogar y muchas veces son las mujeres las que consumen menos nutrientes. Es el hombre al que se suele favorecer, porque es que el que sale a trabajar. Normalmente, se le da a él la proteína animal. También se beneficia a los niños, que están en pleno desarrollo. Acabamos de publicar un estudio realizado en un campo de refugiados en Somalia en el que concluimos que cuándo la mujer toma las decisiones sobre alimentación, los niños están mejor alimentados.

Sin salir de África, Ruanda es un ejemplo de país que ha mejorado y mucho sus indicadores sobre alimentación y desarrollo infantil. ¿Qué podemos aprender de ese ejemplo?

Por un lado han hecho una apuesta política. Cuentan con un programa de desarrollo del niño que depende directamente del presidente. Los planes que desarrollan incluyen muchos frentes: agricultura, educación, salud… Han aumentado mucho las políticas familiares, por ejemplo uno de los indicadores que más ha mejorado es el de la lactancia materna. Esto ha estado influenciado en gran medida por el empoderamiento de la mujer en la política.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/10/25/planeta_futuro/1571998861_368928.html

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Entrevista con Agustín Velloso: «Nicaragua ha sufrido, como otros países, la guerra por los recursos que dirige hoy el imperio»

 

El Dr. Agustín Velloso Santisteban visitó a Nicaragua durante casi dos semanas durante este mes de octubre para participar en el 4to Congreso Nacional de la Educación Superior Nicaragüense. Compartió por e-mail sus impresiones y reflexiones de la visita.

Estuviste en Nicaragua durante casi dos semanas, en Managua, Jinotepe y Estelí ¿qué fue tu impresión en general de la situación social y economica en el país?

He viajado en tres ocasiones por cortos periodos de entre dos y tres semanas a Nicaragua en 2016, 2017 y en 2019. Por ello he de ser prudente en mi respuesta ya que en ese tiempo, la mayor parte del cual he empleado en trabajar con colegas y estudiantes en la universidad, es difícil hacerse una idea.

No he apreciado ningún cambio a peor a simple vista, al contrario, algunas mejoras, por ejemplo un nuevo parque en Estelí, y obviamente el trabajo de reconstrucción de los daños causados a las instalaciones universitarias. Mi impresión es que la actividad general, económica y social, sigue siendo intensa y lo más importante es que la tendencia, tanto en el ánimo como en la productividad, es a mejor. Por lo que he sabido, deduzco que el daño a la economía ha sido menor de lo que se pretendió debido al gran peso de la economía empresarial pequeña.

Por otro lado, en conversaciones informales con gente muy variada en distintas localidades, he visto tranquilidad y confianza en el ambiente, no exentas de preocupación, aún está reciente el daño y el peligro vividos. Como suele decirse, ‘la procesión va por dentro’, pero se vive con normalidad y tranquilidad el día a día. Es lo lógico y es de esperar que el optimismo, la solidaridad y la buena voluntad se impongan paso a paso.

Te pregunto porque en Europa se maneja una versión de la realidad muy diferente a lo que se vive en Nicaragua ¿cuáles fueron los contrastes más notables que encontraste entre la versión que se proyecta del país en Europa y tu experiencia aquí?

A la primera pregunta, a riesgo de ser simplista, respondo que a la población (europea) en general le importa poco o nada lo que ocurra más allá de su barrio, no digamos en el extranjero. Desde la ola de asaltos del imperialismo a Yugoslavia, Afganistán, Oriente Medio, etc., se produce un efecto contrario a la justicia pero también al sentido común: la gente mira para otro lado con el estúpido consuelo de que a ellos no les afecta (creen ilusamente, pues se creen seres de calidad superior) y con la inconsciencia de que esa despreocupación nos hace aún más inhumanos y encima (que es lo de menos pues sería consecuencia de su comportamiento) nos pone a todos en peligro.

Como eso lo sabe el poder político y el económico, éstos apenas tienen dificultad en convencer a las masas con las mentiras más sangrantes por evidentes que sean, porque el ser humano prefiere no saber las horribles sevicias que esos poderosos infligen a multitudes. Creo que en realidad aspiran solamente a convencer a los pocos que dudan y los que albergan algún resto de humanidad. Soy pesimista, el hombre sigue siendo un lobo aún más fiero para el hombre.

La respuesta a la segunda pregunta es claramente política: el mensaje del agresor, tanto de los gobernantes como de los medios pervertidos, es justificar su crimen por parte de aquellos y darles cobertura por parte de éstos. El golpista aparece como víctima y ésta como agresora, violenta y antidemocrática. Es un esperpento que me cuesta creer que la gente se lo trague como verdad sin ni siquiera poner en duda.

Todo me llama la atención: jóvenes de un país con escasos recursos que viajan a Estados Unidos y obtienen visa, alojamiento y además aparecen hablando al mundo entero desde la CNN rodeado de políticos estadounidenses en un país que no da visas, que no da nada a los emigrantes latinoamericanos y que ha atacado con crueldad –fue condenado por ello por la Corte Internacional de Justicia- durante años al país desde el que viaja el joven ¿cómo se entiende esto?

Un tema de interés para ti durante tu estadía fue el impacto del fallido golpe de estado de 2018 en la educación superior en Nicaragua, ¿cuáles aspectos de ese impacto te impresionaron?

A pesar del daño económico que supone el destrozo de materiales e instalaciones, así como la interrupción violenta del ritmo habitual de la educación, el mayor crimen para mí ha sido la manipulación -y en algunos casos el uso- de las jóvenes generaciones mediante diversas técnicas propias de las guerras de tercera o cuarta generación o como se llamen.

Con otras palabras: ha sido un intento de usar a una parte de la población con el fin de lanzarla como arma terrorista contra el resto de la población.

Lamentablemente quizás hay que conceder que el intento ha sido inteligentemente diseñado hasta un cierto punto: se aprovecha de una población que por su juventud es vulnerable y manipulable por un lado, pero decidida y voluntariosa por otro. Mientras algunos trabajaban para lograr sus objetivos políticos, otros pensaban que estaban contribuyendo a un cambio social, a una mejora de la situación. No hay que olvidar que otros pensaban en una ganancia inmediata, otros daban rienda suelta a sus propios fines.

Participaste en intercambios con docentes y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua en sus recintos de Estelí, Managua y Jinotepe y se supone que ellas y ellos tenían experiencias diversas que reflejan diferentes aspectos de la realidad del violento intento de golpe – ¿es cierto esta suposición? ¿puedes comentar al respecto?

Efectivamente, como casi todo en la vida, la realidad es compleja y creo que hay una mezcla de experiencias. Quizás se puede decir que el golpe fue uno, pero cada participante y cada víctima reaccionó, sufrió y lo racionalizó todo según sus vivencias y circunstancias.

Creo que la mayoría de los jóvenes implicados no tenían una intención torcida y que poco a poco se fueron dando cuenta de la trampa en la que se habían metido. Otros, por el contrario, se dieron cuenta desde el comienzo. Lo mismo sucede con sus profesores: hubo algunos que se apuntaron a la agresión, cada uno en la medida que quiso, mientras que los otros la rechazaron. Afortunadamente –especialmente si se compara con el enorme daño en víctimas humanas y daños materiales de otros casos en otros países- creo que a pesar del sufrimiento humano particular y la desestabilización social, la prueba ha sido bien y prontamente superada.

Durante el Congreso de Educación y también en Estelí, hiciste una presentación sobre «La misión de la universidad ante el desorden mundial» – ¿cómo ubicas tu o como caracterizas tu a Nicaragua y los acontecimientos del 2018 en ese contexto?

He de hacer una puntualización. Mi intervención se refería al papel de la universidad de los países imperialistas, es decir Estados Unidos y los grandes de la OTAN, como cómplice en las guerras de agresión contra países presentados por ellos como Estados fallidos, dictaduras, extremistas y el resto de mentiras habituales. Nicaragua ha tenido la mala suerte y la desgracia de ser uno de los ‘elegidos’ por el imperio.

Aparte de esto me atrevo a decir que en las difíciles circunstancias en las que se encuentra la paz mundial actualmente, no sólo es Nicaragua sino cualquier nación la que se encuentra en el punto de mira de los imperialistas. Nicaragua ha sufrido ahora –como otros países- la guerra por los recursos que dirige hoy el imperio como lo hacía en otras zonas del globo en el siglo XX.

Tengo la impresión que sentiste muy contento con tu breve estadía en Nicaragua ¿cuáles han sido los motivos de tu satisfacción con la visita?

En Europa, pero es España lo que más me interesa lógicamente, se produce una y otra vez una situación entre absurda y asquerosa ante la sucesión de guerras, revoluciones de colores, primaveras, etc. Cada golpe de Estados Unidos en un país del mundo, ahora me refiero a América Latina, es secundado por el gobierno español, ¡gobierne quien gobierne! Sea la extrema derecha o la derecha ilustrada (para los confundidos: no hay izquierda, salvo la testimonial).

Absurda porque el presidente del gobierno español tiene la costumbre de presentarse el primero de todos los gobernantes del mundo ante la opinión pública nacional e internacional para apoyar cada uno de esos golpes. Aparte del infame ataque contra Iraq y otros, hace poco reconoció a Guaidó en un tiempo récord, apoyó a Moreno de la misma manera, etc., etc.

Asquerosa porque dice que lo hace en nombre de los derechos humanos, la democracia y otra sarta de mentiras de las que se avergonzaría cualquiera con una micra de humanidad. Para más INRI luego presenta a España como la madre patria, la hacedora del encuentro de culturas y otra sarta de sandeces.

Cómo no me iba a sentir contento si podía comprobar con mis propios ojos las sospechas que tenía en Madrid sobre las mentiras vertidas día tras día en la prensa, en las declaraciones de los políticos en el gobierno y en la oposición, de los ‘expertos’ y académicos…

¿Hay otro comentario sobre algún tema que no hemos tocado?

Aunque no estoy seguro porque, como he dicho, no he estado suficiente tiempo en Nicaragua, temo una cosa y creo otra.

La primera es que temo que un nuevo golpe pueda estar planificándose. Suena alarmista tras los meses transcurridos desde abril de 2018, pero precisamente me ha llamado la atención las reflexiones que he escuchado en algunas de mis conversaciones con colegas y otros nicaragüenses durante mi estancia: hay algunos signos de ello.

La segunda es que creo que sería bueno que los jóvenes implicados, especialmente las víctimas, pero también los participantes y los testigos en los sucesos, fuesen invitados a organizar en las aulas de sus facultades y otros espacios estudiantiles –voluntariamente y contando con la participación de profesores o no, según sus deseos- unas sesiones, conversatorios, incluso trabajo de grupos, como lo estimen oportuno, sobre lo ocurrido. El objetivo es doble:

Primero que el que quiera pueda sacar de su alma el dolor, el recuerdo, la reflexión… algo que podría ser sanador moral e intelectualmente.

Segundo que estén mejor preparados para que en el futuro no vuelva a suceder lo ocurrido en abril de 2018.

Fuente de la entrevista: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=261928

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Noam Chomsky y la semana negra de octubre: «No me sorprende para nada lo que ocurre en Chile»

Por: El Mostrador. 

Si bien el estallido social en Chile sorprendió al mundo político en un primer momento, no parece haber sorprendido al intelectual estadounidense –uno de los más elocuentes críticos del neoliberalismo–, quien asegura que era solo cuestión de tiempo.

-¿Le sorprende lo que está pasando en Chile?
No me sorprendente para nada lo que ocurre en Chile. Estas son las consecuencias que eran perfectamente previsibles tras el asalto neoliberal a la población en los últimos 40 años, verificadas constantemente en todo el mundo. En los Estados Unidos, por ejemplo, el 0.1 por ciento de la población ahora posee más del 20 por ciento de la riqueza, la mitad de la población tiene un patrimonio neto negativo, los salarios reales son casi los mismos que hace 40 años, por primera vez en un siglo la mortalidad está aumentando, principalmente entre los blancos en edad laboral y un largo etcétera.

-El sistema económico chileno se presentó como una fórmula exitosa en América Latina. ¿Qué tan ilusorio era?
La dictadura de Pinochet proporcionó condiciones experimentales perfectas para la aplicación de los principios neoliberales guiados por las principales figuras de la doctrina. Fue un fracaso total. Para 1982, la economía colapsó. El Estado tuvo que intervenir radicalmente. Los economistas internacionales bromearon diciendo que era «el camino de Chicago hacia el socialismo». Sin embargo, los efectos perniciosos permanecieron y continuaron.

-Pero en el caso chileno, a pesar de seguir las recetas de Friedmann, no se privatizó Codelco.
-Los expertos de Chicago fueron lo suficientemente inteligentes como para apartarse del dogma en el caso de Codelco, una productora de cobre estatal altamente eficiente y una fuente importante, si no la principal, de ingresos para el Estado.

-Ese es el único caso en Chile. ¿Cómo describe ese dogma?
-Margaret Thatcher expresó bien el dogma neoliberal: no hay sociedad, solo individuos, solos para enfrentar las devastadoras fuerzas del mercado. La solidaridad es un crimen. Es por eso que desde la década de 1920, las principales figuras del neoliberalismo, Von Mises, Hayek y otros, han acogido con satisfacción la violencia estatal a gran escala para destruir los sindicatos y otras interferencias similares a la «buena economía». Pinochet es un ejemplo clarísimo de esto.

-El neoliberalismo supone que el derecho a la propiedad es superior al derecho a la vida, ¿pero de donde viene la ira que estalló en Chile?
-Como le he comentado, el neoliberalismo fue fundado por Von Mises y otros en Viena, en la década de 1920. Es una versión particularmente salvaje del capitalismo. Ganó poder con Reagan y Thatcher, con efectos devastadores en gran parte del mundo. Esa es la razón básica de la ira, el resentimiento y el desprecio por las instituciones políticas que están barriendo gran parte del mundo, creando oportunidades para los demagogos de ultraderecha como Trump, Bolsonaro, Orban, Salvini y otros que buscan desviar la ira justificada hacia chivos expiatorios, como inmigrantes, negros, musulmanes, etcétera. Una táctica milenaria, con graves consecuencias.

Fuente de la entrevista: https://www.elmostrador.cl/destacado/2019/10/24/noam-chomsky-y-la-semana-negra-de-octubre-no-me-sorprendente-para-nada-lo-que-ocurre-en-chile/?fbclid=IwAR0N9k7nbXr9oHMwU1EHqYFHJ2TIIqNXPoSKRUcodrWyL-MYX8HlvdTfV18

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