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Entrevista a Francina Martí : “Las enseñanzas en Secundaria todavía son demasiado parceladas”

29 junio 2017/Fuente: El Diario de la Educacion

Entrevista a Francina Martí, presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat: «Una Selectividad más competencial transformará la Secundaria».

Conversamos con la presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat, Francina Martí, sobre el actual momento de cambio educativo y los retos de la educación secundaria, etapa de la que ella se profesora. Para Martí, los procesos de innovación en las aulas deberían tener como objetivo el reforzamiento de la red pública de manera que no haya escuelas “de primera y segunda liga”. “Todas deberían ser de mucha calidad y ofrecer proyectos interesantes que conecten con las necesidades de los niños”, afirma. Licenciada en Filología Catalana, Martí es profesora de Lengua y Literatura Catalana y ha trabajado durante décadas en varios institutos de Secundaria, primero como docente y más adelante como jefa de estudios y directora. Es presidenta de Rosa Sensat desde hace dos años y hace catorce que forma parte de su Comisión Ejecutiva.

Vivimos una ola de innovación. Jaume Carbonell hablaba de una tercera Primavera Pedagógica. ¿Cómo valora este momento educativo?

Muy interesante. Después de haber pasado -y aún vivir- una crisis económica y unos recortes tan duros, hay un empuje hacia lo que debería ser el papel de la educación. Me gusta que las familias estén tan implicadas. Son las que empujan para pedir una educación diferente.

Rosa Sensat es una de las entidades impulsoras de Redes para el Cambio, un programa de innovación del Consorcio de Educación de Barcelona también con Escuela Nueva 21 y el ICE de la UAB. ¿En qué momento se encuentra este proyecto?

Han empezado a funcionar las redes territoriales de la ciudad. Ahora van por el segundo encuentro. Lo que me parece más interesante es que se trata de un proyecto de co-creación. Participamos institucione diversas.

¿Cómo valora el papel de las administraciones en este proceso de cambio?

Cuando comenzó la ola decíamos que faltaban las administraciones, y de hecho estaban a la expectativa, a ver qué pasaba. Al final el Consorcio ha tomado las riendas y ha impulsado Redes para el Cambio. En Rosa Sensat nos gusta que el Consorcio lleve la iniciativa. Valoramos de manera muy positiva que la Administración haya tomado en serio el cambio educativo, y que busque que no sean sólo unas cuantas escuelas las que participen, sino la gran mayoría de escuelas. El Consorcio está ayudando, poniendo presupuesto, logística, medios, para que esto sea así.

¿Dónde cree que se debe poner más énfasis para que se extiendan las innovaciones?

Quisiera que fuera un proceso donde se vaya al fondo. Existe el peligro de quedarnos en la superficie, en cosas secundarias como tirar paredes o poner un profesor o dos en el aula. Queremos que haya una reflexión a fondo y que el cambio se dé de abajo arriba. Que la necesidad del cambio salga de los maestros, familias, niños y jóvenes.

¿Cuál debe ser el objetivo del cambio educativo?

Adaptar lo que se hace en la escuela a las necesidades formativas de los jóvenes y niños de hoy. Y además, tener en cuenta que los valores en educación estén presentes, tales como el respeto hacia los niños. Respetar significa tener en cuenta las diferencias y necesidades de cada uno. Además, hay que hacer hincapié en ayudar a la red pública. Debemos buscar el objetivo de que todas las escuelas públicas de Barcelona tengan proyectos interesantes que conecten con las necesidades de los niños, y que no sea tan diferente a una escuela u otra.

Muchos de los conceptos de los que se habla, como que el alumno debe ser el centro del aprendizaje, ya formaban parte de las ideas de los grandes pedagogos de hace un siglo: desde María Montessori a Freinet. No deja de tener su gracia que se digan innovadoras cuando tienen 100 años de historia.

En toda innovación hay una parte muy importante de respeto a los orígenes. Rosa Sensat como institución tiene unos referentes importantes. Estamos aquí para hacer de puente entre lo que se perdió con la llegada del Franquismo y el presente.

¿Por qué ahora puede ser factible que aquellas ideas tengan una presencia más generalizada en la escuela?

Bueno, no sé si podremos hacerlo. Ya hubo un intento durante la transición, de coger aquella herencia, orígenes y referentes y ponerlos en el aula. En los años 70 se dijo escuela activa. Con el paso de los años, muchos de los principios de la escuela activa y las escuelas del CEPEC (Colectivos de Escuelas por la Escuela Pública Catalana), que tenían proyectos innovadores, se estancaron. Ha habido muchos motivos. Uno es que las cosas no se pueden hacer de arriba a abajo. Por ejemplo la LOGSE, una ley muy innovadora. No se pudo llevar a la práctica del todo, porque se intentó hacer de arriba a abajo. Había más formación para los maestros que la hicieron posible.

¿En estos momentos se dan condiciones más positivas que en los tiempos de la LOGSE?

Espero que sea así. Tenemos ejemplos de escuelas que desde hace mucho tiempo han tenido proyectos innovadores y se están extendiendo. Se pueden replicar en otras escuelas.

Entrevista a Francina Martí, presidenta de Rosa Sensat / © Sandra Lázaro

¿Estamos viviendo un cambio de cultura? ¿El maestro se abre más el trabajo colaborativo y en equipo? ¿Ha abierto las puertas de su clase?

Esperamos que sí. Este es uno de los objetivos que también nos planteamos como maestros. Para enseñar a los alumnos un aprendizaje colaborativo primero debemos aplicarlo nosotros. El trabajo en redes debe ayudar a ello. Hemos vivido un tiempo en que había mucha competitividad entre escuelas. Escuelas de primera y de segunda, de diferentes ligas, como el fútbol. Lo que no podemos continuar así. El objetivo es que todas sean de alta calidad.

Rosa Sensat ha publicado recientemente el libro Neurociencia para educadores, de David Bueno, que ha sido un éxito. ¿Qué hallazgos de la neurociencia recogidas en el libro destacaría para tener en cuenta en este proceso de cambio educativo?

Lo que hace el libro es derribar algunos mitos. Por ejemplo, el mito de la memoria. Los aprendizajes no son sólo memorísticos, sino que deben ser experienciales. Lo que aprendes a través de la experiencia tiene más repercusión en tu aprendizaje que lo que aprendes de manera memorística. También recoge que para aprender tienes que estar motivado, conectado con lo que aprendes. Si no, no hay aprendizajes. Son cosas que muchos maestros ya saben por la experiencia del día a día en el aula. El libro da una base científica a todos estos saberes.

Usted es profesora de Secundaria. ¿Cómo fue la experiencia como docente en esta etapa?

Soy licenciada en Filología Catalana, y di clases de Lengua y Literatura Catalana a diferentes institutos. También he sido jefa de estudios y directora de centro. Lo que me he encontrado es que las enseñanzas en la Secundaria todavía están muy parceladas, mucho contenido y encontrar este punto más de conjunto, más transversal, es uno de los retos que hay en este momento.

¿Es necesaria también una atención más individualizada e integral?

Por supuesto. Tenemos una persona en frente que se está formando, que está creciendo. Necesita la acción tutorial, guía, seguimiento. Muchas metodologías que en la Secundaria han sido olvidadas.

¿Qué es lo que más le gusta de la docencia?

El contacto con la adolescencia. Como cuando tienes hijos, ser profesor también te invita a revivir todos esos momentos, bonitos o no, de enfadarse con el mundo. O algo como la lectura. Un libro que has leído. Cuando lo vuelves a leer con un grupo de jóvenes te da otra visión, una nueva energía. Te da cosas que te habían pasado por alto.

La Secretaría de Universidades e Investigación de la Generalitat de Cataluña soltó que se planteaba avanzar hacia un nuevo tipo de Selectividad, más competencial y menos memorística. ¿Cómo lo valora?

De manera muy positiva. La Selectividad marca demasiado la agenda del día a día de los institutos. Un cambio en el examen hacia un enfoque más competencial provocará una transformación de la Secundaria. Habrá cambios en las aulas.

¿Qué otros aspectos serían necesarios para el cambio en la Secundaria?

La gestión del equipo humano. Cómo hacemos que el tiempo sea más eficiente. Que en las reuniones se hable de cosas interesantes y no tanto de temas secundarios como los conflictos, que llevan mucho tiempo y hacen que perdamos el enfoque. Los alumnos también deberían participar más en la Secundaria. No sólo dar su opinión, sino también ser partícipes de la toma de decisiones.

Entrevista a Francina Martí, presidenta de Rosa Sensat / © Sandra Lázaro

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/27/las-ensenanzas-en-secundaria-todavia-son-demasiado-parceladas/

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#HablamosDeEducación con Rafael Bisquerra

28 de junio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Rafael Bisquerra

Hoy te presentamos el diálogo que tuvimos la suerte de compartir con Rafael Bisquerra, director del Postgrado en Educación Emocional y Bienestar de la Universidad de Barcelona. Después de una primera entrevista que realizamos hace ya más de dos años, volvimos a encontrarnos con motivo de la publicación de Hablamos de educación. Reflexiones educativas para cambiar el mundo. Y las conclusiones no pudieron ser más interesantes.

Echa un vistazo al vídeo de su entrevista… ¡y ayúdanos a compartirlo!:

Algunas frases para pensar

Rafael Bisquerra nos regaló algunas ideas muy útiles en este encuentro, que hemos querido enumerar a continuación:

  1. La finalidad de la educación debe ser formar para la convivencia en un mundo caracterizado por la diversidad, donde el conflicto es inevitable. Plantear la prevención de la violencia, desde la gestión de la ira, como uno de los principales retos de la educación es ambicioso, pero muy necesario, ¿no te parece?
  2. Un buen docente debe entender que la materia es un pretexto para formar personas en su dimensión integral. Rafael Bisquerra lo tiene claro: los contenidos son solo una excusa, el punto clave de la educación es formar individuos para construir conjuntamente el bienestar, tanto personal como social. Porque a todo se aprende, también a hacer posible el bienestar.
  3. Los centros educativos deben planificarse una dimensión social, comunitaria, que permita extender la educación más allá de las 4 paredes del aula. La escuela es vida, y por ello debe implicarse en la sociedad y mantener contacto con diferentes agentes sociales externos, especialmente con la familia. Otro elemento interesante a tener en cuenta son los proyectos de aprendizaje-servicio, que permiten obtener resultados desde dos puntos de vista: el del aprendizaje de contenidos y competencias, pero también el del desarrollo emocional, social y moral.
  4. Se deben generar climas emocionales que permitan que los estudiantes tengan ganas de convivir, de aprender. Un espacio que favorezca la toma de conciencia de que el bienestar común del grupo es algo a construir conjuntamente, en el que tanto la convivencia como el aprendizaje se fomenten y se protejan.
  5. Cualquier comportamiento, de cualquier persona, es un ejemplo de educación o “deseducación”. ¡Todos contribuimos a la educación de los más pequeños! Es muy importante incidir en la idea de que más allá de la comunidad educativa propiamente dicha, cualquier persona contribuye a la educación de los niños y jóvenes, como figuras de modelo de comportamiento. ¡Es toda una responsabilidad!
  6. Para conseguir motivar a los estudiantes, hay que conectar con sus intereses, introducir emoción en el proceso de aprendizaje. Como Rafael nos enseñaba, “emoción y motivación son anverso y reverso de la misma moneda”, y es que hay un estrecho vínculo entre emoción, motivación y educación. Además, es vital la creación de los climas emocionales favorables antes mencionados.
  7. No es lo mismo valores pensados que valores sentidos. Lo importante en la educación en valores es su puesta en práctica mediante el comportamiento habitual, integrarlos en las rutinas y en las conductas de manera natural, evitando que se queden únicamente en un plano más teórico.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/hablamosdeeducacion-rafael-bisquerra/

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Jaume Funes: “Un adolescente no puede dejar de estar conectado”

28 de junio de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Jaume Funes

En resumidas cuentas, ¿qué es la adolescencia?
La adolescencia es un invento moderno. Es un tiempo de la vida que va desde el primer curso de la Educación Secundaria Obligatoria hasta los 17 o 18 años. Aunque también hay mucha gente que dice que no se acaba, porque en la práctica hay una parte de la adolescencia que es la parte que tiene que ver con las responsabilidades sociales, y que todo depende de las posibilidades que los chicos y chicas deban asumir en su vida.

¿Un invento moderno?
Sí. Es un lujo de las sociedades que tienen recursos. Lo que pasa es que se convierte en universal cuando con la crisis económica no necesitamos mano de obra barata joven y cuando las ideas se globalizan.

¿Cómo podemos conseguir que los adolescentes quieran aprender?
Hay un par de problemas que se tienen que resolver primero. Para empezar, que la escuela tenga algo que ver con su vida. La distancia entre lo que el adolescente vive y la escuela es tan enorme que es muy difícil justificarle que tiene que estudiar. Esto lleva a otra pregunta: ¿para qué le sirve al adolescente ir a la escuela? Más allá de los argumentos clásicos, como el ascensor social, que han quedado atrás, el gran reto es cómo conseguir que los adolescentes mantengan el deseo de saber y se hagan preguntas. Y además, el mercado acaba dominándolo todo e intenta que el grupo formado por los adolescentes simplemente consuma y no piense nada.

¿Se está convirtiendo la adolescencia en un nicho de mercado?
Sí. Acaba siéndolo. De hecho, las grandes multinacionales del consumo tienen la tesis de que si hacen de un adolescente un buen consumidor, lo mantendrán como tal a lo largo de toda la vida.

Los jóvenes actuales ya se han criado en un mundo digital. ¿Cómo debe la comunidad educativa actuar ante ese hecho?
Hoy, la forma en que piensa cualquier niño o niña medianamente inmerso en ese mundo, sus formas de razonar, no representan los patrones clásicos del pensamiento. Piensan virtualmente, con categorías que no son ni el tiempo ni el espacio. Es decir, las formas de razonar y comprender el mundo han cambiado sustancialmente. Hay que descubrir el proceso de razonamiento con el que llegan a asumir todo ese conocimiento.

¿Hay más grandes cambios debidos a esta inmersión en lo digital?
Otro de los grandes cambios es en el campo de la identidad. Nos preocupa que tengan amigos virtuales. Pero los buenos adolescentes tienen multiplicidad de amigos virtuales y presenciales, se mueven en redes diversas y alternan una cosa con la otra.

¿Debemos educar en la diferencia entre el mundo presencial y el virtual?
Sí. Más que nada hay que educar en que su identidad sea múltiple y que sus interacciones sean en lugares múltiples, como hacemos al decir que deben tener amigos con gustos diversos. Las dificultades aparecen cuando alguien solo es virtualmente, aunque a veces es una solución para algunos chavales que no eran ni virtualmente. Pero ser solo virtualmente es incompleto.

Usted diferencia entre estar conectado y estar disponible. ¿Puede explicar esa diferencia?
En la actualidad un adolescente no puede dejar de estar conectado. De hecho, cualquier programa para adolescentes y jóvenes debe tener wifi potente gratis. Estar conectado significa simplemente “yo sé que mis amigos saben que estoy y mis amigos saben que si quieren están”. Pero yo decido cómo gestiono esa conectividad.

¿Y hasta qué punto es eso importante para ellos?
Los adolescentes han interiorizado que su estado es estar conectado. Lo han interiorizado como un estado vital. Entonces tú no le puedes decir “ven aquí y desconecta”. Debes decir “ahora aparcas la conexión y experimentas otro tipo de experiencias y vivencias”. Porque lo que ha de aprender es que aunque estés conectado no siempre estás disponible. Deben aprender que su vida propia tiene valor, pero no sobre la base del concepto de conectar y desconectar.

¿Deberíamos dar una educación que les impulse en mayor medida a dejar a un lado las tecnologías?
Podríamos educarlos de otra manera. Pero creo que es mejor invertir los esfuerzos en que sea mejor ciudadano que no en otra cosa.

¿Cree que el fácil acceso a la pornografía hace necesaria una mejor y más temprana educación sexual?
Lo que no tiene sentido es darles educación sexual sin tener en cuenta que todos han visto vídeos porno. El riesgo de ver pornografía a estas edades es que crean e imaginen que la realidad de la sexualidad sea la que ven en el vídeo porno. El problema lo tiene quien no tenga otros estímulos que los del vídeo porno.

¿Estamos los adultos cada vez más lejos de los adolescentes?
Ese es un dilema eterno. El adolescente debe descubrir en los adultos dos cosas: primero que nos interesa su mundo y después han de vivir que verdaderamente nos preocupamos por su persona, no por los problemas que puedan tener en su historia. Los padres no se preocupan de la felicidad, solo se preocupan de las drogas, del sexo y de alguna otra cosa parecida. Entonces ellos piensan que los adultos no les pueden entender.

¿Y cómo hacemos eso?
Tan solo hay que hacer el ejercicio de escucharles, ver de qué hablan, utilizar parte de su lenguaje, hablarles de cosas que les preocupan a ellos y no de los temas que a ti te preocupan. Si no haces eso, construyen mundos paralelos a nosotros de los que no tenemos ni idea.

¿Cree que los adolescentes deben participar en más decisiones a nivel social y comunitario?
Sí. Pero los adultos tenemos primero que aceptar un principio: que tienen derecho a equivocarse. Si dejas decidir, has de asumir que no siempre decidirá como tú quieras. El problema no está en equivocarse, sino en llevarle a descubrir dónde está el error o qué costes ha tenido una experiencia o la otra.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/jaume-funes-adolescente-no-puede-dejar-estar-conectado/

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«Los niños», el documental que te hará reconsiderar tu percepción de las personas con síndrome de Down

Entrevista a la cineasta chilena Maite Alberdi, directora de la película que se proyecta en DocumentaMadrid.

El festival de cine documental DocumentaMadrid proyecta el último título de Alberdi, Los niños, donde se muestra la realidad de cuatro adultos con síndrome de Down. En tan solo una generación, la esperanza de vida de este colectivo se ha doblado y ha pasado de 25 a 60 años. El documental hace hincapié en los problemas a los que se enfrentan cuando superan el cuarto de siglo, y en cómo las familias y la sociedad gestionan esto, pues no hay casi centros para ellos a partir de esa edad.

AMAYA V. NAVASCUÉS
Maite Alberdi en las instalaciones de Morada Films, en el madrileño barrio de Malasaña.

La cinta está cosechando innumerables premios, entre ellos el Premio a la Mejor Dirección Femenina del Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA), considerado el más importante para el cine de este género. Delante de cámara suceden cosas tan naturales y a la vez tan aparentemente difíciles de captar que el espectador se cree delante de una ficción y olvida que los personajes no son buenísimos actores, sino que las historias mostradas son sus realidades.

Los niños ofrece una visión libre de prejuicios o etiquetas sobre las personas con síndrome de Down: también beben alcohol, se casan, amañan votaciones o quieren ser libres e independientes. El Huffpost se citó con la directora en el madrileño barrio de Malasaña y estas fueron sus respuestas:
¿Qué te llevó a contar la historia de Los niños?

Los niños surge porque yo siempre he vivido con una tía que tiene síndrome de Down y la gran preocupación de mi abuela era qué iba a pasar cuando ella no estuviera. Cuando mi tía nació, a mi abuela le dijeron que la expectativa de vida era de 25 años y que no iba a vivir mucho tiempo. Lo que pasó es que hoy día la expectativa de vida es de 60 años. Mi tía y los protagonistas de la película son una generación que ahora tiene entre 40 y 50 años y que sobrevivieron a sus padres. Es la primera generación adulta de personas con síndrome de Down y todavía los seguimos viendo como niños. Desde ese contexto es desde donde surge la película.

Fotograma del documental ‘Los niños’, de Maite Alberdi

De ahí el título, ¿verdad?

Claro, el título de la película es totalmente irónico, porque se llama Los Niños pero tienen 50 años y son adultos, así que tiene que ver con cómo hemos pensado siempre en ellos como niños y cómo nos acercamos a ellos desde la infantilización. La idea es romper eso.

Mi tía y los protagonistas de la película son una generación que ahora tiene entre 40 y 50 años y que sobrevivieron a sus padres.

¿Cómo fue el proceso de investigación hasta elegir a esos protagonistas?

Fue una búsqueda larga. Busqué distintos grupos de personas adultas con síndrome de Down y este fue el único grupo que encontré que llevaba 40 años yendo al mismo colegio y haciendo toda la vida lo mismo. Me interesó esta cosa de que la vida esté siendo siempre igual y que te estén diciendo «algún día, cuando seas grande, vas a poder vivir solo», «algún día, cuando seas grande, te vas a poder casar», pero ese día nunca llega. Desde esa situación de no cambio es desde donde me interesaron estos personajes. Además era un grupo donde yo veía mucha diversidad: no podría decir un rasgo común de las personas con síndrome de Down, sino que son todos distintos. Esto me permitía no empaquetarlos, porque cada uno tiene un sueño distinto: uno quiere trabajar, otro quiere casarse, la otra solo quiere que le regalen una Barbie… y para mí son igualmente válidos. Me interesaba respetar esa diversidad.

En tu película La Once tu abuela era una de las protagonistas. ¿No pensaste en convertir aquí a tu tía con síndrome de Down en una de las protagonistas?

En un momento lo fue, porque era amiga y de hecho es novia de uno de los protagonistas, pero se parecía físicamente mucho a la Anita, que es la protagonista. Cuando lo montamos la gente las confundía y por eso la tuve que sacar. No era un personaje protagonista, porque quizás no tenía un sueño tan claro como los otros, pero siempre fue parte del relato.

La abuela de Maite, una de las protagonistas del documental ‘La Once’, en un fotograma de la película

Tu anterior documental, La Once, consiguió en 2016 ser el primer documental en colarse entre los nominados al Goya a la mejor película Iberoamericana ¿Crees que hay una tendencia entre los espectadores hacia el documental?

Yo creo que de alguna manera se está construyendo audiencia para el documental, cosa que antes no existía. La gente está dejando de entender el documental como el reportaje televisivo clásico asociado a la objetividad, que es lo que nos metieron en la cabeza. El público está entendiendo los documentales como películas y los directores estamos trabajando muy conscientes de ello: la gente va al cine y yo tengo que ofrecerles una experiencia cinematográfica con todo lo que implica, visualmente y narrativamente.

La gente está dejando de entender el documental como el reportaje televisivo clásico asociado a la objetividad

Tras 40 años asistiendo al mismo colegio, el aburrimiento se apodera de los protagonistas de ‘Los niños’. Fotograma de la película.

¿Crees que tiene más fuerza lo real en contraposición a la ficción?

A veces se vuelve difícil contar una historia así, porque la materia prima es la realidad. Uno no tiene los hilos narrativos clásicos y creo que lo que estamos construyendo realmente son ficciones, porque son narrativas creadas, aunque sea desde la realidad. Que sea real le da un valor, porque cuando la gente sabe que lo que está viendo está pasando realmente, eso facilita la identificación del espectador.

Tus películas destacan mucho estéticamente y también por la naturalidad con la que ocurren situaciones insólitas delante del objetivo. Es la eterna pregunta, pero ¿cuánto hay de realidad y cuánto hay de preparación en ello?

En mi primera película, El salvavidas, nos decían que la conversación que tenían los niños parecía ficción porque de una conversación había muchos planos distintos. Lo que ocurre es que los niños repiten las cosas 20 veces y eso permite hacer mejores planos en términos de fotografía. En los dos siguientes documentales, Los niños y La Once, los planos tan cuidados de los postres y todos los de detalle tampoco son ficción: las cosas estaban ahí, pero uno se toma el tiempo de grabar el plano perfecto o iluminarlo para que se vea bien. La cámara alcanza a filmar situaciones excepcionales porque yo soy una convencida de que la realidad es totalmente cíclica.

Planos detalle del taller de repostería en el que trabajan los protagonistas de ‘Los niños’

¿Qué implica para el documental que la realidad sea cíclica?

Esto quiere decir que lo que vi en investigación se va a volver a repetir cuando esté filmando: no sé en qué momento, pero sé que se va a repetir. Lo que hago es investigar mucho tiempo en los lugares. En este caso pasé como seis meses con ellos, conociéndolos y entendiendo cómo funcionaba este espacio. Por eso ya sabía lo que estaba buscando. Es una cámara que espera, espera y espera hasta que lo que estaba buscando aparece. Nicholas Philibert hablaba de «programar el azar» para referirse a esto.

Ahondemos en el concepto de «programar el azar» en tu cine.

Es eso: lo que pasa delante de la cámara es casual pero uno también sabe lo que está esperando porque sabe las cosas que pasan en ese mundo. Hasta lo que parece extraordinario no es tan extraordinario porque está dentro de la línea de excepciones que suelen suceder en ese tipo de espacios. Lo fascinante es que pase frente a la cámara y es lo que uno como espectador también está buscando: que me muestren algo inusual o especial, no algo que pasa todo el tiempo. Eso es lo que hay que tratar de programar. Es conocer muy bien la realidad para que esa particularidad surja en pantalla.

Que me muestren algo inusual o especial, no algo que pasa todo el tiempo. Eso es lo que hay que tratar de programar.

¿Cuándo aprendiste a «programar el azar»?

Definitivamente en mi primera película, El salvavidas. Era una película cuyo protagonista era un salvavidas [un socorrista de playa] del que decían que tenía miedo al agua. Tenía que haber un rescate para ver realmente si en ese momento el salvavidas se iba meter o no al agua. Esa es la revelación del personaje, cuando está bajo presión y ves realmente cómo se comporta. Era una escena que no podía no estar en la película. Pero yo pensaba: «¿Cómo la voy a grabar?» porque es una playa de 2.000 personas. Entonces me preguntaba: «¿Cómo voy al alcanzar a correr y llegar justo cuando se esté efectuando un rescate?» Porque no puedes estar toda la vida grabando todo el tiempo.

AMAYA V. NAVASCUÉS

¿Cómo hiciste entonces para no grabar durante 24 horas en busca del momento excepcional?

Me leí todas las estadísticas de los marinos y me di cuenta de que en esa playa los rescates siempre eran entre las 17:00 y las 18:00 de la tarde. Y había más o menos dos rescates cada verano. Así que nos fuimos para allí siempre a esa hora esperando a que alguien se ahogara. Finalmente sucedió la escena en la que Mauricio, el salvavidas, se ve enfrentado a ir o no ir al agua. Si no hubiese investigado y no hubiese sabido la estadística, esa cosa que pasa de manera excepcional no la habría podido filmar. Y pasa de manera excepcional, pero a pesar de serlo, tiene una forma de comportarse y una forma de repetirse. Se trata de estudiar el ciclo para ver bajo en qué contexto y bajo qué circunstancias surge eso que es excepcional.

Coincidí contigo cuando presentabas tu película en el IFF Panamá, un festival dirigido por una amplia mayoría de mujeres que se convierte en un escenario excepcional en las altas esferas del cine, donde el hombre lidera los altos cargos. ¿Qué opinas del papel de la mujer en el cine?

Yo creo que vivo en un contexto excepcional, porque si pienso en las desventajas laborales que tienen en otros ámbitos las mujeres en Latinonamérica o en Chile, sus realidades son mucho más complejas. Yo siento que en mi medio y en mi mundo nunca he sufrido discriminación por ser mujer. Pero también me muevo en un espacio totalmente distinto, que es el del documental, donde las mujeres trabajan en un terreno, no dominado pero sí más a la par con los hombres que por ejemplo en la ficción, que ha sido un espacio históricamente más masculino.

Si pienso en las desventajas laborales que tienen en otros ámbitos las mujeres en Latinonamérica o en Chile, sus realidades son mucho más complejas.

¿Crees que las ficciones tratan de aprender algo del documental?

Las ficciones últimamente están imitando al género documental en el sentido de que hay ficciones que te dicen «basada en hechos reales». También se ha puesto de moda la ficción que ilustra un caso periodístico, como en la película Spotlight. La ficción entendió el poder del documental respecto al interés del público por el evento que realmente sucedió. Le están sacando partido en los guiones y mucho también en términos de publicidad y marketing. En ese sentido, están usando la ficción para generar conciencia social.

¿Crees que el documental es mejor vehículo para concienciar que la ficción?

Creo que uno de los roles del documental es generar conciencia social, pero no creo que sea el único. Es un arma de doble filo. Los documentalistas nos tenemos que liberar de alguna manera de esa obligación de tener que generar conciencia sobre algo. Cuando uno va a hablar de su documental para conseguir apoyos te dicen: «Ya, pero ¿de qué quieres hablar?, ¿cuál es tu tema?, ¿cómo vas a generar conciencia?» y sin embargo a los directores de ficción les preguntan por la historia. A mí me gustaría mucho más que me preguntaran por la historia o qué experiencia voy a retratar, antes que por qué conciencia temática voy a generar.

Creo que uno de los roles del documental es generar conciencia social, pero no creo que sea el único. Es un arma de doble filo.

Sí, es importante generar conciencia social y además uno tiene una herramienta importante para hacerlo, pero no es lo único. Hay ciertas películas que encajan ahí y otras que no. Me gustaría que con el tiempo se abriera la libertad creativa del documentalista con respecto a este tema. Pero reconozco que yo también tengo el chipde pensar: «OK, ¿Cómo voy a generar conciencia social?, «¿A qué tema relevante le voy a poner mi voz para que le influya al mundo?» y está bien, pero espero que en diez años uno esté liberado de eso artísticamente.

Pero en el caso de Los niños sí que es importante la concienciación social, ¿no? ¿Habéis conseguido generar cambios en la sociedad?

Sí, en el caso de Los niños es un tema que claramente está apuntando a la conciencia social. Desde el principio el proyecto estaba pensado así, tratando de generar cambios. Lo que hicimos fue trabajar una campaña para hacer ver a la sociedad la realidad de la Ley Laboral de Chile, que decía que las personas con discapacidad pueden trabajar las mismas horas que el resto pero se les paga menos que el sueldo mínimo. Se hizo una campaña de comunicación con 40 fundaciones, una red llamada Red Incluye, y también estuvimos mandando parte de la campaña al Congreso. Finalmente hace dos semanas se votó para que se aboliera ese artículo y ahora las empresas de más de 100 trabajadores están obligadas a tener un 1% de trabajadores con discapacidad intelectual y además pagarles el sueldo mínimo, cosa que antes no tenían. Eso para mí sí es un avance y es un cambio social.


Trailer del documental ‘Los niños’

El mismo sistema legal que permitía que solo cobrasen lo equivalente a 6€ al mes, es el que prohibe casarse a dos personas con síndrome de Down. ¿Qué opinas de eso?

Lo de casarse es algo que también tiene que ver con las familias. Y tampoco les juzgo, porque también tenemos que entender que son padres a los que, cuando nacieron sus hijos, les dijeron que no iban a vivir mucho tiempo. Son padres mayores, les criaron de manera dependiente… La pregunta del matrimonio también tiene que ver con la crianza y es más para las nuevas generaciones: padres que se abran realmente a pensar que su hijo pueda vivir independiente y pueda vivir en pareja.

¿Por cuántos festivales ha pasado ya el documental? ¿Eso hace que se tengan más oportunidades para el siguiente proyecto?

Estrenamos en IDFA y hemos pasado por cerca de 40 festivales de todo el mundo. Es increíble cómo ha funcionado a este nivel, de tener unos 15 festivales al mes, que es mucho. Pero realmente te da más posibilidades de exhibición, de llegar a países y ciudades a los que la película no llegaría en cartelera nunca. Te da una visibilidad enorme y eso siempre ayuda.

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2017/05/11/los-ninos-el-documental-que-te-hara-reconsiderar-tu-percepcio_a_22077735/

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Entrevista a J. J. Brunner: “El sistema universitario chileno ha alcanzado una cobertura prácticamente universal”

Fuente:ellibero /Autor: Uziel Gomez

El investigador afirma que, según datos de la Unesco, el 90% de los jóvenes mayores de 18 años está en la educación superior y que los desafíos actuales no pasan por más cobertura sino por la calidad, retener a los alumnos y enseñarles contenidos que los prepararen para el mercado laboral.

a matrícula de estudiantes universitarios cae por primera vez en 34 años”. Esa fue la noticia que se regó como pólvora el pasado jueves, luego de que el Consejo Nacional de Educación informara que este año se matricularon un millón 162 mil alumnos, cifra inferior en seis mil a 2016.

La caída de -0,6% en el número de estudiantes fue destacada como la primera que ocurre en Chile desde 1983, dando cuenta, a su vez, del fuerte acceso que han tenido los jóvenes a la educación superior. Por ejemplo, si en 2005 había 637 mil alumnos, esa cifra se duplicó en poco más de una década, gracias principalmente al acceso a las becas y créditos que diferentes gobiernos fueron aumentando progresivamente.

Esta caída en la matrícula se genera, además, en medio de la reforma a la educación superior que impulsa el gobierno y que busca implementar la gratuidad universal, principalmente, para entregar más acceso a quienes no tienen recursos.

Para analizar el inédito fenómeno, “El Líbero” conversó con el profesor titular e investigador de la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales (UDP), José Joaquín Brunner.

– ¿Por qué cayó la matricula en la educación superior?

– No se puede decir que cae cuando hay una pequeña diferencia de seis mil estudiantes en un universo de más de 1,2 millón. Podría ser un movimiento insignificante y azaroso. El próximo año podría subir o bajar en 3 mil y no significaría mucho. Lo que importa saber es que el sistema universitario chileno, que desde el punto de vista del acceso es uno de los más abiertos en el mundo, ha alcanzado una cobertura prácticamente universal. La tasa bruta de participación de Chile, según la Unesco, que compara todos los países, es de cerca del 90%. Ellos son quienes están en condiciones de estudiar, en general jóvenes entre 18 y 22-23 años.

– También está el fenómeno demográfico.

– Así es. Eso hay que combinarlo con el factor estrictamente demográfico. La población de jóvenes en Chile cae cada año. Los niños y jóvenes que van a colegios y terminan su educación secundaria son menos ahora que hace cinco años, y van a ser menos en cinco años más. Eso significa que habrá una menor cantidad de jóvenes demandando ingresar a la educación superior. Eso nos está pasando y explica el hecho de que ahora crezca muy poco la educación superior. Puede llegar el momento, como ha ocurrido en países bálticos o en España, que en un momento determinado empiece a caer definitivamente la matrícula de educación superior en los jóvenes. Que tengamos el 90% de tasa de cobertura, pero que los alumnos sean 30 mil o 40 mil menos.

– ¿La caída también muestra que los desafíos de la educación superior no van por el acceso?

– Evidentemente no. Los desafíos van por la retención, que los que acceden puedan estudiar y terminar; que lo que estudien contribuya a su desarrollo personal y los preparare para el mercado laboral; y la calidad, que tiene que ver que adquieran las competencias y conocimientos necesarios para el siglo XXI.

– ¿En qué ayuda la gratuidad a esos tres desafíos?

– La gratuidad no ayuda directamente a esos objetivos, sino que tiene un objetivo de máxima importancia, que es la equidad de las oportunidades de educación superior, que se distribuyan con mayor equidad. A eso puede ayudar una gratuidad en la educación superior bien focalizada al 30, 40, 50 o 60% de los jóvenes de los hogares de menores recursos.

– Pero hay alumnos con gratuidad que están en instituciones no acreditadas y de baja calidad.

– Efectivamente, eso es un problema que tiene que ver con el aseguramiento de la calidad. Uno busca simultáneamente varios objetivos, y uno de ellos es que para que la equidad sea a la salida, es decir, que no haya solo acceso universal sino que haya aprovechamiento de oportunidades de calidad, hay que aumentar la calidad a través de mejorar los profesores, los programas y el sistema de acreditación.

– ¿El hecho de que estemos en plena cobertura, no revela que la gratuidad no es necesaria para dar acceso a los estudiantes vulnerables?

– Se puede sostener eso, efectivamente. Chile, con un sistema que combina becas, créditos, pagos de aranceles y gratuidad limitada llegó a tener una de las más altas tasas de cobertura, pero eso no significa que el sistema haya sido equitativo realmente. Porque la equidad no tiene que ver con que todos accedan sino con que se queden dentro, terminen sus estudios, que sean pertinentes y de calidad. El objetivo de la gratuidad tal como se plantea hoy, que es limitada a los que tienen mayores necesidades, en la medida que vaya combinando con mayores recursos del estado y las universidades en darles especial atención formativa a esos jóvenes, podría ayudar a lograr la equidad del sistema universitario.

– ¿Cuál es su opinión del proyecto de reforma a la educación superior que se discute en el Congreso?

– La aprobación de que todas las universidades sean complejas, que se tienen que acreditar obligatoriamente en investigación, es simplemente una aberración. No hay ningún país en el mundo donde todas las universidades tengan capacidades propias de investigación científica y técnica. De modo que creo que se está volviendo a legislar con escasísimo realismo. Son cosas que tendrán que ser corregidas profundamente o eliminadas en el Senado, porque son incompatibles con la realidad de nuestro país, respecto de que la cobertura universal requiere de universidades puramente docentes. No hay que exigirles a todas algo que en ningún país, ni en los más desarrollados, es así.

Fuente de la entrevista: http://ellibero.cl/actualidad/j-j-brunner-sobre-inedita-caida-en-matriculas-el-sistema-universitario-chileno-ha-alcanzado-una-cobertura-practicamente-universal/

Fuente de la imagen:  http://ellibero.cl/wp-content/uploads/2016/05/jose-joaquin-brunner-645×400.jpg

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Entrevista: La maestra de pueblo que logró un ‘pacto educativo’ en Twitter

Por: MARINA ALÍAS

¿En qué centro dices que trabajas?

-No, yo es que doy charlas y eso.

Este diálogo es el ‘tuit fijado’ de manera permanente por Maestra de Pueblo, la misteriosa docente que está facilitando un pacto que parecía imposible: el de la comunidad educativa. A través de sus cuentas en FacebookTwitter -donde cuenta con más de 70.00020.000 seguidores, respectivamente-, esta divertida maestra de Primaria dedica su tiempo libre a hacer reír a sus colegas de profesión con ingeniosos mensajes sobre temas relacionados con la Educación que, además de humorísticos, invitan a reflexionar.

Mis compañeros se sorprenderían si supiesen quién está detrás de la cuenta. Hay veces que comparten mis chistes en el grupo de WhatsApp y me debato entre la gracia y la vergüenza

Las faltas de ortografía, el spinner,el calor en las aulas, las evaluaciones, los grupos de WhatsApp formados por padres y madres de alumnos, la elaboración de una memoria, las oposiciones… Cualquier tema es susceptible de sus comentarios y GIFs animados, provocando un sinfín de reacciones entre los usuarios de las redes sociales. Sin embargo, salvo que trabaja en un colegio de pueblo, poco se sabe de ella. Según revela a altavoz, solo renunciaría al anonimato si se realizaran una serie de mejoras en el sistema educativo como, por ejemplo, la consecución de una «estabilidad legislativa«.

¿Qué estabas haciendo el día que se te ocurrió crear la cuenta @maestradepueblo?

Fue hace año y medio aproximadamente. Estaba buscando un regalo en una librería y me topé con un libro de Enfermera Saturada (@EnfrmraSaturada) y pensé… ¿No habrá ningún perfil en Twitter que hable de Educación en tono de humor? Y aquí estoy.

¿Qué tiene una maestra de pueblo que no tienen en la ciudad?

Una peor conexión a Internet y si tienes suerte y trabajas en un pueblo pequeño, menos alumnos.

¿Qué tienen los alumnos de pueblo que no tienen los de ciudad y viceversa?

Las ciudades te ofrecen una oferta cultural que difícilmente encuentras en los pueblos, pero los alumnos de pueblo tienen un contacto directo con la naturaleza y aún mantienen un poco de la inocencia y la curiosidad que a veces se pierde en las grandes ciudades.

¿Saben que su maestra es una ‘influencer’?

Todos los maestros tenemos algo de influencers. Cuando yo iba al colegio mi maestra era todo un referente para mí y aún todavía recuerdo sus clases. Ojalá sea yo también una influencer para mis alumnos.

¿Te ha pillado ya el director/a de tu colegio? ¿Saben en tu centro quién se esconde detrás de la cuenta?

Creo que mis compañeros se sorprenderían bastante si supiesen que yo estoy detrás de la cuenta. Hay veces que comparten chistes míos en el grupo de WhatsApp de profes y me debato entre la gracia y la vergüenza. Sobre el director de mi colegio… ¡Dudo que sepa cómo funciona Twitter!

¿Por qué prefieres mantenerte en el anonimato?

Yo no pensaba que la cuenta iba a tener tanta repercusión, ha crecido mucho en poco tiempo. El anonimato me da más tranquilidad y la libertad de decir lo que me pasa en el cole y lo que pienso sin cortarme demasiado.

Cuando te encuentras a una madre de tu clase en el Mercadona

¿Cómo es tu día a día?

Doy clase, corrijo cuadernos, cuido recreos, atiendo a las familias, programo por las tardes, me formo en mi tiempo libre… Vamos, lo que hacen todos los maestros.

¿Cuáles son las mayores «burradas» qué has tenido que corregir en clase?

Más que burradas se dan muchas situaciones graciosas en el aula. Un día pregunté en clase de los pequeños si sabían el nombre del presidente del gobierno, un niño me dijo que era «Cristiano Rajoy». Me pareció un buen candidato de consenso.

¿Por qué cambios en el sistema educativo serías capaz de salir de ese anonimato?

Si bajasen las ratios, sustituyesen las bajas sin esperar quince días, hubiese una formación de calidad en magisterio, una estabilidad legislativa o un pacto educativo teniendo en cuenta a los docentes… ¡A lo mejor me lo pensaba!

¿Cuando sueles tuitear? ¿Cuál es el objetivo de tus mensajes?

No suelo tuitear en el colegio, normalmente lo hago por la tarde-noche, cuando termino de corregir o programar el día siguiente. El objetivo es principalmente desahogarme, contar mi punto de vista sobre diversos temas de Educación y, sobre todo, divertirme. Si además mis tontunas sirven para que la gente reflexione sobre Educación, ya es la pera limonera.

La cuenta @maestradepueblo arrancó en enero de 2016
La cuenta @maestradepueblo arrancó en enero de 2016 Twitter

¿Crees que hace falta más humor en la comunidad educativa?

Creo que nos hace falta humor, reírnos de nosotros mismos, ver las cosas desde otra perspectiva. Ya estamos bastante agobiados entre cambios legislativos y papeleo como para vivir amargados.

De todas las críticas a los docentes, ¿cuáles son las que menos te gustan?

De política, de fútbol y de educación todo el mundo entiende ¡y claro!… Pero hace tiempo que dejaron de darme rabia ciertos comentarios, me lo tomo con humor y vivo más tranquila.

Un día pregunté en clase de los pequeños si sabían el nombre del presidente del gobierno, un niño me dijo que era ‘Cristiano Rajoy'»

¿Qué les dirías a todos aquellos que no ven bien la cantidad de vacaciones de los maestros?

Que los dos primeros meses están bien, el tercero ya cansa un poco.

¿Qué piensas de los padres de los alumnos? ¿Tienes esperanza en que algún día comprendan al profesorado?

Parece que las familias son el enemigo del docente por antonomasia y es una cosa que me da un poco de pena. Hay muchas familias preocupadas por la educación de sus hijos que también están al día de los cambios que se producen en la educación y que quieren lo mejor para ellos. Nuestro reto es integrarles y hacerles partícipes de la enseñanza de sus hijos. Si los padres saben lo que se hace en el aula, pueden colaborar y se sienten parte del proceso seguro que todo funciona mejor.

¿Te escriben otros maestros para desahogarse?

Me escribe mucha gente que se siente identificada con mis publicaciones. Al final todos los docentes, de pueblo o de ciudad, tenemos los mismos problemas y las mismas preocupaciones.

 Fuente de la Entrevista:
http://www.vozpopuli.com/educacion/maestra-pueblo-meastradepueblo-educacion-twitter-facebook-alumnos-profesores-colegios_0_1039096557.html
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Entrevista a Yeap Ban Har: Involucrar al alumno, clave en el aprendizaje de matemáticas

22 junio 2017/Fuente: Atlantico.net

Los profesores deben enseñar las matemáticas en clase trabajando con los alumnos en equipo, a través de objetos concretos y aprovechando las ideas que tengan los propios menores sobre la resolución de los problemas en lugar de explicarles solo los procedimientos matemáticos que tienen que memorizar. Así lo señala Yeap Ban Har, considerado el referente mundial del modelo Singapur de matemáticas, un país que encabeza los resultados de pruebas educativas internacionales como PISA, y que defiende un aprendizaje activo de esta asignatura.

Doctor en educación matemática por la Universidad Tecnológica Nanyang (Singapur) y profesor en el Instituto Nacional de Educación de dicho centro universitario, Yeap Ban Har ha estado recientemente en España -con la editorial SM- para impartir un curso a docentes, asesores y editores de Primaria en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), y ha afirmado que los estudiantes pueden llegar a hablar de matemáticas como lo hacen de un videojuego.

¿Cómo se puede lograr que un niño no coja miedo a las matemáticas desde Primaria?
Los niños deberían tener la oportunidad de explorar ideas cuando aprenden por primera vez una nueva, utilizando en clase objetos y materiales concretos, y trabajar en equipo con otros niños. Los profesores de matemáticas deberían aprovecharse de las ideas de los niños en lugar de decirles lo que tienen que memorizar. Buscamos ese enfoque.

¿Es posible que los niños hablen de las matemáticas como pueden hablar de un videojuego?
Por supuesto. Acabo de pasar dos días en una escuela cerca de Liverpool (Reino Unido) y los profesores allí han aplicado el método tan bien que en la clase en la que estuve enseñando durante dos días estaban hablando de matemáticas. Un grupo de alumnos continuó hablando sobre un problema matemático cuando la clase terminó, y unas horas más tarde me enviaron una nota para contarme cómo resolvieron un problema añadido.

¿Qué es el método Singapur?
Realmente no existe tal cosa. El llamado método de Singapur es una buena enseñanza. Nos centramos en resolver problemas y utilizar un enfoque «CPA»: concreto, pictórico y abstracto.

¿Por qué decidió dedicarse a la docencia de las matemáticas?
Es muy satisfactorio ver a tantos niños en todo el mundo que se benefician del método que aplicamos. Por supuesto que el trabajo es hecho por sus profesores. Mi trabajo es inspirar a los docentes a querer hacerlo.

¿En Singapur es raro que un niño no apruebe matemáticas?, ¿por qué cree que en España es una asignatura considerada difícil?
Sí, es raro en comparación con otros países. E Si los profesores se centran en el procedimiento, el logro será bajo. Si se fijan sólo en el cálculo, el logro será bajo. Si no trabajan como un equipo, el logro será bajo. Y si los maestros no creen que los estudiantes son capaces, el logro será bajo. Hay que involucrar a los estudiantes durante las etapas iniciales del aprendizaje. Crear un ambiente de enseñanza seguro, donde se valoren las ideas más que las respuestas mecanizadas.

Una herramienta para resolver los problemas desde la habilidad

El método Singapur es mundialmente famoso por tratarse de una forma de enseñanza de la matemática que ha dado extraordinarios resultados, y que se aplica en cerca de 50 países. Este método se caracteriza por su concepción de la matemática y por un método específico de enseñanza.
La matemática, en el método Singapur, se concibe inicialmente como una herramienta para resolver problemas, más que como una materia abstracta que consiste en memorizar las leyes, teoremas y fórmulas asociadas a distintas propiedades matemáticas. Por lo tanto, en esta perspectiva es importante la matemática como una habilidad al servicio de las personas para resolver problemas.
La enseñanza de la matemática se basa en el método inductivo y tiene tres grandes pasos. En primer lugar, la enseñanza da inicio por lo concreto, con la utilización de materiales y ejercicios que permiten a los estudiantes familiarizarse con los conceptos matemáticos desde la vida cotidiana. En segundo lugar, se fomenta la representación visual del problema. Finalmente, se pasa de una representación gráfica a una abstracta de tipo matemático con signos y símbolos propios de la disciplina.

Fuente: http://www.Atlantico.net/articulo/sociedad/involucrar-alumno-clave-aprendizaje-matematicas/20170625000149595228.html

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