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Entrevista a María Jesús Izquierdo: Apunten contra el patriarcado

Por: Marta Dillon.

 

La catalana María Jesús Izquierdo, doctora en Economía y profesora de Teoría Sociológica por la Universitat de Barcelona, reconoce que las tareas de cuidado que quedan sobre las espaldas de las mujeres sin ser reconocidas y tampoco remuneradas son una forma evidente de explotación. Pero plantea a la vez, estratégicamente, que esta división sexual del trabajo desprotege a todas las personas que necesitan ser cuidadas. “Aun cuando no les importen las vidas de las mujeres, sepan que la cuestión del cuidado no está resuelta y es una ilusión breve pensar en individuos autónomos, todos vamos a necesitar cuidados alguna vez”, dice y señala como responsables las democracias liberales de las que “el patriarcado es constitutivo”.

Hay una idea que María Jesús Izquierdo insiste en subrayar: “El patriarcado no es un residuo, un remanente de otras épocas, el patriarcado es constitutivo de las democracias liberales”, por lo que un replanteo de las condiciones de vida de las mujeres, la eliminación de la violencia de género y de las inequidades económicas, políticas y culturales que padecen (padecemos) no pueden pensarse sin hacer una crítica profunda a estas democracias, sin volver a fraguar un pacto democrático que vea a las personas en su fragilidad e interdependencia y no desde la ilusión de la autonomía y la libertad, paradigma sobre el que se paran los hombres -blancos y heterosexuales, agrega esta redactora- aprovechando de la fuerza de trabajo invisible que aportan las mujeres a través de las tareas de cuidado y domésticas. Pero, dice Izquierdo, para eso es necesario que las mujeres reconozcan el lugar de poder que les otorga el ser cuidadoras. Doctora en Economía y profesora de Teoría Sociológica en el Universitat de Barcelona, Izquierdo tiene un discurso provocador fundamentado en años de investigación sobre la división sexual del trabajo. Las12 la entrevistó en Buenos Aires gracias al Ministerio Público de Defensa de la CABA, que la invitó a participar del lanzamiento de la campaña “Cuidar y ser cuidado ¿Quién se hace cargo?”

-Usted habla de la necesidad de un nuevo pacto constituyente como única posibilidad para terminar con la división sexual del trabajo, ¿Podría explicar a qué se refiere?

– Porque el pacto actual se basa en el entendimiento de un individuo autónomo que pacta con otros individuos autónomos las reglas de juego para la vida en común. La idea es de libertad, no de la necesidad del otro, entonces lo que se pone en juego es interés, conveniencia respecto de la relación con el otro, en masculino, porque el pacto constituyente se hace entre varones, las mujeres en este esquema son un objeto de reparto. Pero la autonomía es un deseo, apenas se realiza, y la duración del estado de autonomía es breve, transitoria, en ocasiones somos autónomos, pero lo definitorio en los seres humanos es la interdependencia. Ahora estamos aquí sentadas cómodamente porque hay alguien que ha venido a limpiar, que hace café, tu llegaste aquí porque hay transporte… cualquier cosa que hacemos ocurre con la concurrencia de muchas personas que lo hacen posible; eso da cuenta de que estamos en permanente estado de necesidad. Sin olvidar formas precisas de necesidad, por la edad, por dificultades físicas, psíquicas. Entonces mi planteo es que requerimos un pacto constituyente basado no en la noción de autonomía si no de que somos dependientes, y esto significaría que se sitúa en el centro del escenario la dependencia y no la libertad necesariamente.

-Es un pacto, que como usted dice, se hace entre varones.

-¡Y es delirante! Yo no sé cómo ha podido funcionar tanto tiempo. Pero es que el truco ha consistido en que los fenómenos atribuidos a la dependencia se han enclaustrado en el hogar, de tal manera que ese ciudadano que pacta con otros ciudadanos es en realidad un cabeza de familia: lo vemos en la constitución española, cuando acudimos a los elementos que definirían a la persona que ocupa la posición de ciudadano, en las constituciones liberales se hace a cuenta de la posición respecto de un trabajo remunerado y la defensa del territorio nacional. Si nos vamos a la constitución española, el artículo que se refiere al trabajo dice lo siguiente: los españoles tienen el deber de trabajar, es un deber de ciudadanía, y derecho al trabajo; pero es secundario el derecho al trabajo en relación al deber de trabajar. Tu no puedes ser ciudadano si no produces, es el objeto de ciudadanía. Pero luego plantea elegir libremente ocupación u oficio, y este elemento es muy relevante, para cubrir ingresos suficientes para las propias necesidades y las de la familia.

-Estamos poniendo sobre la mesa el pacto heterosexual y patriarcal.

-No sé si heterosexual, lo que es seguro es que se pone en primer plano a un patriarca. Diríamos que el ciudadano es un patriarca, alguien que encabeza una familia de la cual se ocupa a través de sostener los recursos financieros que le permiten funcionar pero fíjate cómo cabe el artículo: sin que pueda prevalecer discriminacion por razón de sexo. Por lo tanto el pacto constitucional es un pacto que consagra la figura del patriarca, lo cual quiere decir que las democracias liberales no funcionan sin el patriarcado. El patriarcado no es un residuo, un remanente que queda de épocas anteriores si no que es constitutivo de las democracias liberales, no pueden funcionar sin la existencia de un patriarca porque hay que quitar de la escena pública el problema de la dependencia.

-O sea que la dependencia queda adentro de la casa junto las mujeres para que se arreglen ellas.

-Exacto. Pero además de manera perfecta, porque mientras la constitución es transparente en relación a la existencia del patriarca, cuando habla del cuidado de las personas no lo hace refiriéndose a las mujeres o de las amas de casa, lo define en función de la familia, como si la familia fuera una entidad viva. Lo que es llamativo de la Constitución en este artículo es que resulta que el patriarcado es constitutivo de la democracia liberal pero no el sexismo. Es decir que nos da igual que el patriarca sea una mujer o un hombre pero necesitamos establecer un vínculo patriarcal.

-Lo qué pasa es que cuando hay un hombre cabeza de familia cumple un rol pero cuando hay una mujer difícilmente le toque uno solo.

-Está claro. Tal vez no fui fina al decir “da igual”, pero parece que para la constitución no es incompatible la eliminación del sexismo con el mantenimiento de la democracia liberal por lo que acá hay que tener en cuenta que vale cualquier cosa con tal de conservar el patriarcado.

-Y de sostener la idea de familia nuclear, y el encierro doméstico para que allí se oculte la interdependencia.

Las democracias liberales se caracterizan por una falta de responsabilidad y desatención con respecto a la gente. Con todas las críticas que podemos formular a los regímenes feudales, ahí había un vínculo de responsabilidad con los siervos. En cambio en el capitalismo se prescinde del otro. Entonces la familia es un requisito indispensable porque cumple la función antes entendida como colectiva. Estamos hablando de sociedades modernas, y por eso mi insistencia: el patriarcado no es remanente si no que es base fundamental, mira por ejemplo la política tributaria. Ahí te encuentras que la pérdida de ingreso que supone la declaración conjunta de la renta de la típica familia nuclear es de 2.600.000 euros, monstruoso, y esto significa que de otro lado se está financiando a la familia nuclear y también a la figura del ama de casa. Porque tener en casa un hombre que declara y una mujer que no tiene ingresos propios hace que pagues mucho menos impuestos.

-Es una forma capitalista de preservar la división sexual del trabajo.

-Claramente.

-Sin embargo los temas de cuidado tienen visibilidad intermitente en el feminismo a lo largo de los años y ninguna salida parece ser buena: ¿Salario para amas de casa? ¿Socialización de las tareas de cuidado? ¿Usted qué piensa?

-A mí no me resulta satisfactoria la corriente general que considera que se ha de visibilizar, reconocer y valorizar la aportación de las mujeres. Porque el implícito de esa necesidad de valorización y reconocimiento es que las tareas de cuidado que realizan las mujeres las realizan bien, son deseables y deben ser tomadas como modelo.

-Eso se escucha muy esencialista: las mujeres somos buenas porque sabemos cuidar.

-Bueno, pero es muy dominante, no sé acá, pero en España te aseguro que es muy dominante. Entonces creo que hay que trabajar en el sentido opuesto: evidenciando que en condiciones de división sexual del trabajo no se puede cuidar bien. Voy a hablar no de personas empíricamente hablando si no de tipos mentales que nos ayudan a pensar la realidad. Las mujeres son como sean, pero cuando lo digo en singular me estoy refiriendo a un tipo de persona que hace posible el patriarcado y es suficientemente frecuente e intenso como para que sostenga el patriarcado.

-Un estereotipo normativo.

-Normativo, sí, no universal si no propia del patriarcado. Hecha esta aclaración deberíamos pensar que la posición mujer genera una configuración psíquica consistente en desear ser deseada. Mientras que la configuración hombre ejemplifica el deseo de poseer aquello que se desea. Luego habrá personas más cerca o más lejos pero es la disposición propia del patriarcado. Entonces a mi modo de ver, cuando alguien pone en el centro del escenario la necesidad de ser querida significa que instrumentaliza a los demás para conseguir eso. Y esto significa que cuando provee de cuidados lo hace para ser valorada, no para que la gente esté bien. No es lo mismo que un niño o una niña estén bien cuidados que que una persona sea una buena madre. Si aspiro a ser una buena madre es una posición narcisista que requiere de reconocimiento. Cuando me preocupo por las criaturas mi orientación es hacia el objeto de amor, no a mí misma. Si damos por bueno que la orientación de la mujer patriarcal es a ser querida, creo que podemos dar por válida la afirmación de que el cuidado es una actividad instrumental que no está al servicio de las personas dependientes si no al servicio del reconocimiento de ellas mismas. Y eso pondría en discusión, al margen del respeto que se pueda tener por los derechos de las mujeres, aún cuando no interese que sean explotadas, no se tiene suficiente conciencia de que el problema del cuidado, basado en la división sexual del trabajo, es dañina para ambas partes: porque ahoga la posibilidad de su desarrollo personal a quien está al servicio del cuidado -porque no puede plantear su proyecto de vida-  y para quien recibe los cuidados porque es objeto instrumental. Y esa relación es una relación de poder.

-Pero tenemos también en el universo de cuidados tareas de sostenimiento de la vida totalmente invisibles como las que reclama para sí el patriarca.

-Estoy hablando de las relaciones de dependencia. Hay que diferenciar cuidado de servicio, porque el cuidado es a cuando provees de atenciones a quienes no se las puede librar por sí mismas, si la persona puede atenderse a sí misma hablamos de servicio.

-Pero si cuidado y servidumbre quedan dentro de la casa no parece fácil separar las tareas…

-Es que hay que ver la posición narcisista del cuidado, en el sentido de que parece que tienes unas cualidades especiales que yo asocio a la omnipotencia, que las mujeres no quieren tampoco dejar.

-Es un poco complicado cargar las tintas sobre la posición de las mujeres, como decir que les gusta su propia cárcel…

-Yo creo que la pregunta es otra, es cómo se rompe la posición omnipotente. Y se rompe cuando se sale de la idea de qué hay dos posiciones excluyentes: la de quien cuida y la de quien recibe cuidados, señalando que toda persona cuida y toda persona recibe o recibirá cuidados.

-Es lo que sucede entre padres y madres con respecto a hijos e hijas, aunque siempre las que cuidan a todos son las mujeres.

-Bueno, pero por ejemplo, entre una madre que cuida a su hija cómo se rompe la omnipotencia. Pues ella se va al cine con las amigas, por ejemplo, evidenciando que tiene sus propias necesidades y la madre evidencia su posición no queriendo que vuelva antes si no al contrario, diciendo: “¿ya estás aquí? ¡Pero qué pesada! No me puedes dejar en paz un rato”. La dependencia genera hostilidad y da lugar a muchas microviolencias: por ejemplo, si a la persona cuidada le gusta la sopa caliente y se la llevas siempre fría, pues es un daño grande.

-Micropolíticas de la crueldad.

-Sí, que tienen efecto acumulativo. O inversamente, si en lugar de concentrar todas tus demandas en un lapso de tiempo estás todo el tiempo demandando, eso también mina a la persona que cuida. La relación de cuidado puede ser una verdadera tortura. Y esto me hace pensar que las feministas deberíamos contemplar que una de las formas de la violencia de género es el maltrato a las personas dependientes.

-¿Por qué lo piensa como violencia de género?

-Porque se produce en una matriz de relaciones que se funda en la división sexual del trabajo. Es decir, es esperable que una persona encerrada en el lugar de cuidadora y si eso comporta que se la marginalice de la vida social o de sus planes de vida experimente sentimientos hostiles hacia quién cuida. Lo raro sería que no los experimentara. Por lo tanto es constitutivo de la división sexual del trabajo el maltrato a las personas dependientes. Yo pienso que las feministas deberíamos denunciarlo como violencia de género porque pienso que lo es y porque estratégicamente desde el punto de vista político nos conviene: pondría en cuestión la división sexual del trabajo, porque pueden pasar de las mujeres, pero si les preocupa la cuestión del cuidado, el cuidado no está resuelto.

-El tema que aparece aquí es la violencia de género que podrían ejercer las mismas mujeres. Que de hecho la ejercemos, cada vez que se encierra a las hijas para repartir con ellas las tareas domésticas o el cuidado de hermanos y hermanas más pequeñas, por ejemplo. Eso parece que es difícil de hablar..

-Eso tiene que ver con lo que planteo. Además de no reconocer las características del mundo que queremos cambiar, políticamente creo que es un error porque consolida la división sexual del trabajo, porque si no ponemos en cuestión que las mujeres también podemos cuidar mal, cristalizamos esa división.

-Sucede que se produce un encierro: ¿es necesario revisar si cuidamos bien o mal o evidenciar la explotación que significa dar por hecho que las tareas de cuidado son para las mujeres? ¿De dónde surge que cuidamos porque lo hacemos bien? A mí me parece más un destino impuesto que una habilidad.

-Bueno, ha habido todo un proceso de naturalización, de manera que se hace extensivo que si la mujer es fecunda y engendra criaturas hace extensivo el cuidado de las criaturas. Y además tiene una gratificación libidinal muy fuerte y entonces no hace falta forzar a las mujeres para que lo hagan. Donde se rompe la dinámica es cuando lo predominante no es cuidar criaturas si no de las personas viejas o enfermas. Porque claro, acompañar a estas personas es acompañar la decrepitud y acercarse a la muerte y hay una resistencia a asumir que somos mortales.

-Y por eso interdependientes y vulnerables.

-¡Claro! Tanta resistencia hay a pensar que somos vulnerables que cuando te pones enferma te sientes culpable de estar en la cama, te sientes más culpable que mal. Parece que la vulnerabilidad fuera un defecto moral. El componente culpa habla, justamente, de omnipotencia.

-Corriéndonos un poco de la cuestión subjetiva y volviendo a cómo salir del encierro, de si cuidamos bien o mal para ser relevadas de la tarea, este año en muchos países del mundo se hizo un paro, una huelga, que evidenció las tareas domésticas y de cuidado como trabajo. ¿Cómo lo viste vos?

-Creo que pensar en una huelga de mujeres es pensar en un paro en las tareas de cuidado que implicaría una valentía y un estómago muy fuerte. Dejar los niños en la puerta de la comisaría por ejemplo…

-Eso aquí, y supongo que en la mayor parte del mundo, no es una opción…

-Pero hay que encontrar un modo de denunciar la externalizacion de costes de producción de la vida humana a las mujeres. Porque es como lo que denuncian desde los grupos ecologistas, que las empresas externalizan costes al medio ambiente. Significa que sus actividades productivas son más costosas de lo que son para ellos porque son a costa del medio ambiente. Trasladado a las mujeres sería que el mundo funciona porque se carga sobre la espalda de las mujeres el cuidado de la vida humana y esto es una transferencia sistemática de los recursos. Cuando se produce una transferencia sistemática de recursos de quien los ha producido a quienes los han producido eso es una relación de explotación. O sea que las mujeres están en una posición de explotadas, por los hombres, por el Estado y por el mercado. Entonces, claro, esto significa que las relaciones de poder se dan porque el trabajo de las mujeres empodera a los hombres, al mercado y a las empresas.

-Por lo tanto, siendo explotadas, nos merecemos la huelga.

-¡Claro! Desde el punto de vista lógico es muy claro pero emocionalmente es muy complejo. Aunque en términos teóricos, analíticos es evidente: dejar de transferir recursos a los demás. Trabajar para una misma, no para los demás hasta que quede claro.

-Tal cómo está, si reconocemos la explotación que significa el cuidado, aunque es necesario pactar bienestar con quien se cuida y viceversa no parece suficiente; sería como dejar el problema en ese encierro privado.

-El punto de fuga es la eliminación de la división sexual del trabajo. El implícito de la división sexual del trabajo es la relación de complementariedad. Lo que venimos diciendo es el reconocimiento de relaciones de reciprocidad. La primera sería “tu aportas A, yo aporto B”, la segunda es “yo aporto lo que tú me das”, aunque no sea simultáneo. Dicho de otro modo: yo no te doy atención a la familia y tu me das dinero, yo te doy dinero y atención como tú me lo das a mí; relaciones de reciprocidad.

-¿Y qué posibilidades hay de pensar el cuidado por fuera de la familia? ¿Se puede pensar en salidas más comunitarias?

-Yo lo veo difícil porque no hay el nivel de confianza en lo social para que la gente se arriesgue a sacar la patita de la familia. Creo que hay que buscar alianzas con los trabajadores y trabajadoras asalariadas organizadas. Son cuestiones que tienen que ver con el cuidado, con sostener las jornadas de ocho horas, vacaciones pagadas y por enfermedad tiene que ver con el cuidado, cosas de cuidado propio. Lo que yo sugiero como posibilidad y no me parece delirante es que las personas reciban su paga cuando tienen que cuidar a personas dependientes, bueno, hay que generar fondos de reserva para quienes tienen que cuidar. Tiene que haber una elaboración colectiva, esto significa desprivatizar y socializar el cuidado, meterlo en el debate democrático.

-Entonces usted ve como estratégica la alianza entre las mujeres, los feminismos y los sindicatos.

-Es imprescindible, los dos colectivos sometidos a explotación se tienen que poner de acuerdo y estos dos colectivos son los asalariados y las mujeres. Y las mujeres asalariadas doblemente porque son explotadas por los varones asalariados. Los hombres traicionaron a las mujeres en su alianza con los empresarios para dejar a las mujeres en la casa. Es una alianza difícil.

-Resumiendo, podríamos decir que para eso hay que quitar al patriarcado de la base de la discusión democrática.

-¡Es lo que digo! No es residual si no la base de las democracias actuales y por eso no se piensa el cuidado, porque queda dentro de las familias. Fíjate que en Europa, con la sociedad envejecida, se han puesto a preguntar cuál sería la solución deseada para el problema del cuidado de adultos mayores y la respuesta es perversa: que se de recursos a los viejos y viejas para poder pagar a personas que se hagan cargo ellas. Es decir, buscan sostener la relación de poder a través de la posibilidad de pagar para que te atiendan. Pero no se escapa que es más importante tener poder que estar bien, pues es incompatible con estar bien, vamos.

-Esto que vos planteás no es solo sobre la división sexual del trabajo si no sobre los sujetos…

-¿Te imaginas la diferencia de pactos entre sujetos que se reconocen vulnerables, que reconocen la enfermedad y la muerte? ¡Cambia totalmente la noción de democracia!

-Mientras tanto, vamos a la huelga.

-(Se ríe) Y sí, pero ¿qué tipo de confianza social se tiene que generar para que las mujeres puedan poner en práctica una huelga de cuidados? La confianza de que comemos todos o no come nadie, la confianza de que detienen a todos o nadie. No vas a consentir que detengan a un compañero o compañera, no vas a consentir que mientras tú estás comiendo a alguien se le acabaron los recursos. Y esa confianza no se está dando en este momento. No estoy en delirium tremens pero soy consciente también de que solo a través de la huelga general indefinida se resuelve la relación de poder. Solo que emocional y prácticamente es muy difícil. Habría que prepararse con años de tiempo, con cajas de resistencia, mientras tanto es muy complicado porque no hay tejido social. Porque por ejemplo, lo primero que tendríamos que hacer las mujeres es dejar de tener hijos por lo menos por cinco años así ya no habrá bebes cuando empiece la huelga para dejar en la puerta de las comisarías.

Ella se ríe a carcajadas, y al instante siguiente, como se diría en el español ibérico, se la piensa.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/apunten-contra-el-patriarcado/

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«Cuatro países se han coordinado para quemarle en la hoguera sin que nadie proteste»

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Entrevista a Nils Meizer, relator especial de la ONU para casos de tortura, sobre el caso Assange

Por Daniel Ryser

El relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Meizer, detalla por primera vez en esta larga entrevista su investigación sobre la operación política y judicial para acabar con el fundador de Wikileaks

El relator especial de las Naciones Unidas (ONU) para la tortura, Nils Melzer. EFE

Una denuncia de violación que termina en el cajón justo a tiempo, la presión del Reino Unido para no abandonar el caso, un juez parcial, la detención en una prisión de máxima seguridad y tortura psicológica. Julian Assange ha pasado por todo esto y pronto correrá el riesgo de ser extraditado a Estados Unidos, donde se enfrenta a hasta 175 años de prisión por exponer crímenes de guerra.

Por primera vez, el relator especial de la ONU sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer, da detalles de los polémicos hallazgos de su investigación sobre el caso del fundador de Wikileaks, Julian Assange.

Nils Melzer, ¿por qué el relator especial de la ONU sobre tortura se interesa en Julian Assange?

Eso mismo me preguntaron recientemente en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania: ¿esta es realmente su principal obligación? ¿Assange es víctima de tortura?

¿Qué respondió?

El caso se encuentra dentro de mis obligaciones de tres maneras diferentes: primero, Assange publicó pruebas de tortura sistemática. Pero en lugar de ser perseguidos los responsables de la tortura, se está persiguiendo a Assange. Segundo, él mismo ha sido maltratado hasta tal punto que ahora muestra síntomas de tortura psicológica. Y tercero, puede ser extraditado a un país que mantiene a las personas como él en condiciones de prisión que Amnistía Internacional ha calificado como de tortura.

En resumen: Julian Assange destapó la tortura, él mismo ha sido torturado y podría ser torturado hasta morir en Estados Unidos. ¿Y se supone que un caso así no forma parte de mi área de responsabilidad? Más allá de eso, el caso es de importancia simbólica y afecta a todos los ciudadanos de un país democrático.

¿Por qué no asumió el caso mucho antes?

Imagine una habitación oscura. De repente, alguien ilumina a un elefante en la habitación que representa a los criminales de guerra, la corrupción. Assange es el hombre que sostiene el foco. Los Gobiernos se quedan brevemente en estado de shock, pero luego hacen girar el foco con acusaciones de violación.

Esta es una maniobra clásica cuando se trata de manipular a la opinión pública. El elefante, una vez más, desaparece en la oscuridad quedándose detrás del foco y, en su lugar, Assange se convierte en el foco de atención y comenzamos a hablar sobre si Assange está patinando en la embajada o si alimenta a su gato correctamente. De repente, todos sabemos que es un violador, un hacker, un espía y un narcisista. Pero los abusos y crímenes de guerra que descubrió se desvanecen en la oscuridad. Yo también perdí mi enfoque, a pesar de mi experiencia profesional, que debería haberme hecho estar más alerta.

Comencemos por el principio: ¿Qué le llevó a tomar el caso?

En diciembre de 2018 sus abogados me pidieron que interviniera. Al principio, me negué. Estaba muy cargado con otras peticiones y no estaba muy familiarizado con el caso. Mi impresión, en gran medida influenciada por los medios de comunicación, también estuvo influida por el prejuicio de que Julian Assange era de alguna manera culpable y de que quería manipularme.

En marzo de 2019, sus abogados se me acercaron por segunda vez porque cada vez había más indicios de que pronto Assange sería expulsado de la embajada ecuatoriana. Me enviaron algunos documentos clave y un resumen del caso y pensé que mi integridad profesional exigía que al menos le echara un vistazo al material.

¿Qué pasó entonces?

Rápidamente resultó evidente que algo no estaba bien. Mi amplia experiencia en asuntos legales me decía que había una contradicción que no tenía sentido: ¿por qué una persona estaría sujeta a nueve años de investigación preliminar por violación sin que nunca se hayan presentado cargos?

¿Eso es algo inusual?

Nunca he visto un caso similar. Cualquiera puede iniciar una investigación preliminar en contra de otra persona con tan solo ir a la policía y acusarla de un delito. Sin embargo, las autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Lo dejaron intencionalmente en el limbo. Imagínese ser acusado de violación durante nueve años y medio por todo el aparato estatal y medios de comunicación sin tener la oportunidad de defenderse porque nunca se presentaron cargos.

Está diciendo que las autoridades suecas nunca se interesaron por el testimonio de Assange. Pero los medios de comunicación y las agencias gubernamentales han descrito un escenario totalmente diferente a lo largo de los años: dicen que Julian Assange huyó del poder judicial sueco para evitar rendir cuentas.

Eso fue lo que siempre pensé, hasta que comencé a investigar. La verdad es lo contrario. Assange se entrevistó con las autoridades suecas en varias ocasiones porque quería responder ante las acusaciones. Pero las autoridades pusieron obstáculos.

¿Qué quiere decir con poner obstáculos?

Permíteme comenzar por el principio. Hablo sueco con fluidez y pude leer todos los documentos originales. Apenas podía creer lo que leía: según el testimonio de la mujer en cuestión, nunca se produjo una violación. Y no solo eso: después, la policía de Estocolmo cambió el testimonio de la mujer sin que ella participara para que de alguna manera pareciera una posible violación.

Dice que la policía de Estocolmo cambió el testimonio de la mujer, ¿cómo lo hicieron exactamente?

El 20 de agosto de 2010, una mujer llamada S.W. entró en la comisaría de Estocolmo junto con una segunda mujer llamada A.A. La primera, S.W, dijo que había tenido relaciones sexuales consentidas con Julian Assange, pero que él no había usado condón. Dijo que ahora le preocupaba que pudiera estar infectada con VIH y quería saber si podía obligar a Assange a hacerse una prueba de VIH. Ella dijo que estaba realmente preocupada. La policía anotó su declaración e inmediatamente informó a los fiscales.

Incluso antes de que pudieran terminar las preguntas, se informó a S.W. de que Assange sería arrestado bajo sospecha de violación. S.W. se sorprendió y se negó a continuar con el interrogatorio. Mientras todavía estaba en comisaría, ella le escribió un mensaje a una amiga diciéndole que no quería incriminar a Assange, que solo quería que se hiciera una prueba de VIH, pero que la policía aparentemente estaba interesada en «ponerle las manos encima».

¿Qué significa eso?

S.W. nunca acusó a Julian Assange de violación. Ella se negó a responder a más preguntas y se fue a su casa. Sin embargo, dos horas después, apareció un titular en la portada de Expressen, un tabloide sueco, que decía que Julian Assange era sospechoso de haber cometido dos violaciones.

¿Dos violaciones?

Sí, porque estaba la segunda mujer, A.A. Ella tampoco quería presentar cargos, simplemente había acompañado a S.W. a la comisaría. Ni siquiera la interrogaron ese día. Más tarde dijo que Assange la había acosado sexualmente. Por supuesto, yo no puedo decir si eso es cierto o no. Solo puedo señalar el orden de los acontecimientos: una mujer entra a una comisaría. No quiere presentar cargos, pero quiere exigir una prueba de VIH. La policía luego decide que esto podría ser un caso de violación y un asunto para los fiscales. La mujer se niega a aceptar esa versión de los hechos y luego se va a su casa y le escribe a un amigo que esa no era su intención, pero la policía quiere «ponerle las manos encima» a Assange.

Dos horas después, el caso aparece en el periódico. Como sabemos hoy en día, los fiscales filtraron la información a la prensa y lo hicieron sin siquiera invitar a Assange a declarar. Y la segunda mujer, que presuntamente había sido violada según el titular del 20 de agosto, fue interrogada el 21 de agosto.

¿Qué dijo la segunda mujer cuando fue interrogada?

Ella dijo que había puesto su apartamento a disposición de Assange, que se encontraba en Suecia para una conferencia. Se trataba de un pequeño apartamento de una habitación. Estando Assange en la casa, ella llegó antes de lo planeado, pero le dijo que no había problema y que los dos podían dormir en la misma cama.

Esa noche tuvieron sexo consentido con condón, pero ella dijo que, durante el acto, Assange había roto intencionalmente el condón. Si eso es cierto, entonces por supuesto se trata de un delito sexual conocido como stealthing. Pero la mujer también dijo que no se dio cuenta de que el condón estaba roto hasta después. Esa es una contradicción que debería haberse aclarado absolutamente. Si no lo percibo, entonces no puedo saber si el otro lo rompió intencionalmente. No se pudo detectar un solo rastro de ADN de Assange o A.A. en el condón que se presentó como evidencia.

¿Cómo se conocieron las dos mujeres?

Realmente no se conocían. A.A., que estaba acogiendo a Assange y ejercía como su secretaria de prensa, había conocido a S.W. en un evento en el que S.W. llevaba un jersey de cachemir rosa. Al parecer, ella sabía por Assange que estaba interesado en tener un encuentro sexual con S.W. porque una noche recibió un mensaje de un conocido que decía que sabía que Assange se quedaría con ella y que, a él, el conocido, le gustaría contactar con Assange. A.A. respondió: aparentemente Assange está durmiendo en este momento con la «chica de cachemir». A la mañana siguiente, S.W. habló con A.A. por teléfono y dijo que ella también se había acostado con Assange y ahora le preocupaba haberse infectado de VIH.

Esta preocupación aparentemente era real, porque S.W. incluso fue a una clínica para una consulta. A.A. entonces sugirió: ‘Vayamos a la policía, ellos pueden hacer que Assange se haga una prueba de VIH’. Sin embargo, las dos mujeres no fueron a la comisaría más cercana, sino a una muy lejana donde trabaja como policía una amiga de A.A. que luego interrogó a S.W. Al principio estaba presente A.A., lo que no es una práctica adecuada. Sin embargo, hasta este punto el único problema era, como máximo, la falta de profesionalidad.

La deliberada malicia de las autoridades solo se hizo evidente cuando difundieron de inmediato la sospecha de violación a través de la prensa sensacionalista. Y lo hicieron sin preguntar a A.A. y contradiciendo la declaración dada por S.W.

Este hecho también violó una prohibición clara de la ley sueca contra la publicación de los nombres de presuntas víctimas o perpetradores en casos de delitos sexuales. Luego el caso llegó a la fiscal general de la capital, quien suspendió la investigación de violación unos días después estableciendo que, aunque las declaraciones de S.W. eran creíbles, no había evidencia de que se hubiera cometido un delito.

Pero entonces el caso cogió carrerilla ¿Por qué?

Entonces el supervisor de la agente que realizó el interrogatorio le escribió un correo electrónico diciéndole que volvieran a escribir la declaración de S.W.

¿Qué cambios hizo la agente?

No lo sabemos, porque la primera declaración se escribió directamente en el programa de ordenador y ya no existe. Solo sabemos que la declaración original, según la fiscal general, aparentemente no contenía ningún indicio de que se hubiera cometido un delito. El formulario editado dice que los dos mantuvieron relaciones sexuales varias veces, de manera consentida y con condón.

Pero a la mañana siguiente, según la declaración modificada, la mujer se despertó porque él intentó penetrarla sin condón. Ella pregunta: «¿Estás usando condón?» Él dice: «no». Entonces, ella responde: «Es mejor que no tengas VIH» y le permite a él continuar. La declaración fue modificada sin involucrar a la mujer en cuestión y no fue firmada por ella. Esta es una evidencia manipulada, a partir de la cual las autoridades suecas luego crearon una historia de violación.

¿Por qué las autoridades suecas harían algo así?

El momento es decisivo: a finales de julio, Wikileaks, en cooperación con varios medios internacionales, publicó los ‘diarios de la Guerra de Afganistán‘. Esta fue una de las filtraciones de información más grandes de la historia del ejército de EEUU.

Inmediatamente después, Estados Unidos exigió que sus aliados inundaran a Assange de casos criminales. No estamos familiarizados con toda la correspondencia, pero Stratfor, una consultora de seguridad que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos, aconsejó a los funcionarios estadounidenses aparentemente inundar a Assange con todo tipo de casos criminales durante los próximos 25 años.

¿Por qué Assange no fue a la policía en ese momento?

Lo hizo, lo mencioné anteriormente. Assange se enteró de las acusaciones de violación por la prensa. Contactó con la policía para poder dar su declaración. A pesar de que el escándalo llegó al público, solo se le permitió hacerlo nueve días después, cuando la acusación de haber violado a S.W. ya se había abandonado. Pero los procedimientos relacionados con el acoso sexual a A.A. estaban en curso.

El 30 de agosto de 2010, Assange apareció en la comisaría para declarar. Fue interrogado por el mismo policía que había ordenado la revisión de la declaración de S.W. Al comienzo de la conversación, Assange dijo que estaba listo para ofrecer su declaración, pero agregó que no quería leer nada de ella en la prensa una vez más. Ese era su derecho y se le garantizó que así sería.

Sin embargo, esa misma noche todo volvió a aparecer en los periódicos. Solo pudo haber venido de las autoridades porque nadie más estuvo presente durante su interrogatorio. Claramente, la intención era la de manchar su reputación.

¿De dónde sale la historia de que Assange buscaba evadir la justicia sueca?

Esta versión fue fabricada y no es consistente con los hechos. Si él hubiera estado intentando esconderse, no habría aparecido en la comisaría de policía por su propia voluntad. Basándose en la declaración modificada de S.W., se presentó una apelación contra el intento de la fiscal de suspender la investigación y el 2 de septiembre de 2010 se reanudaron los procedimientos sobre la violación.

Claes Borgström fue nombrado representante legal de las dos mujeres con dinero público. El hombre era socio del bufete de abogados del anterior ministro de Justicia, Thomas Bodström, bajo cuya supervisión el personal de seguridad sueco había capturado a dos hombres que Estados Unidos había declarado como sospechosos en mitad de Estocolmo. Los hombres fueron capturados sin ningún tipo de procedimiento legal y luego entregados a la CIA, que procedió a torturarlos. Eso muestra con más claridad el enorme trasfondo transatlántico de este asunto.

Después de reanudarse la investigación sobre violación, Assange indicó en varias ocasiones a través de su abogado que deseaba responder a las acusaciones. La fiscal responsable siguió retrasando el asunto. En una ocasión, no encajaba en su horario, en otra, el oficial de policía responsable estaba enfermo. Tres semanas después, su abogado escribió finalmente que Assange de verdad debía ir a Berlín para una conferencia y preguntó si se le permitía abandonar el país. La oficina del fiscal público le dio permiso por escrito para salir de Suecia por cortos períodos de tiempo.

¿Y entonces?

El punto es: el día en que Julian Assange salió de Suecia, en un momento en que no estaba claro si se iba por corto o largo plazo, se emitió una orden de arresto. Voló con Scandinavian Airlines (SAS) de Estocolmo a Berlín. Durante el vuelo, sus ordenadores portátiles desaparecieron de su equipaje facturado. Cuando llegó a Berlín, Lufthansa solicitó una investigación de SAS, pero la aerolínea aparentemente se negó a proporcionar ningún tipo de información.

¿Por qué?

Ese es exactamente el problema. En este caso, constantemente suceden cosas que no serían posibles a menos que las mires desde un ángulo diferente. De todos modos, Assange continuó hacia Londres, pero no trató de esconderse del poder judicial. A través de su abogado sueco, ofreció a los fiscales varias fechas posibles para ser interrogado en Suecia: esta correspondencia existe. Luego, sucedió lo siguiente: Assange se enteró de que se había abierto un caso criminal secreto contra él en Estados Unidos. En ese momento, no fue confirmado por EEUU, pero hoy sabemos que era cierto. A partir de ese momento, el abogado de Assange comenzó a decir que su cliente estaba preparado para testificar en Suecia, pero exigió garantías diplomáticas de que Suecia no lo extraditaría a Estados Unidos.

¿Realmente era posible que eso ocurriera?

Absolutamente. Algunos años antes, como ya mencioné, el personal de seguridad sueco había entregado a dos solicitantes de asilo –ambos registrados en Suecia– a la CIA sin ningún procedimiento legal. El abuso comenzó en el aeropuerto de Estocolmo, donde fueron maltratados, drogados y trasladados a Egipto, donde fueron torturados. No sabemos si fueron los únicos casos, pero conocemos estos casos porque los hombres sobrevivieron. Más tarde, ambos presentaron denuncias ante las agencias de derechos humanos de la ONU y ganaron su caso. Suecia se vio obligada a pagarles a cada uno medio millón de dólares por daños.

¿Aceptó Suecia las demandas de Assange?

Los abogados dicen que durante los casi siete años en que Assange vivió en la embajada ecuatoriana, hicieron más de 30 ofertas para que Assange visitara Suecia a cambio de una garantía de que no sería extraditado a Estados Unidos. Los suecos se negaron a proporcionar tal garantía argumentando que Estados Unidos no había hecho una solicitud formal de extradición.

Julian Assange a su llegada al Tribunal de Magistrados de Westminster. VICTORIA JONES / PA WIRE / DPA / EUROPA PRESS

¿Cuál es su opinión sobre la demanda hecha por los abogados de Assange?

Tales garantías diplomáticas son una práctica internacional rutinaria. Las personas solicitan garantías de que no serán extraditadas a lugares donde existe el peligro de violaciones graves de los derechos humanos, independientemente de si el país en cuestión ha presentado una solicitud de extradición o no. No es un procedimiento legal, sino político.

Este es un ejemplo: digamos que Francia exige que Suiza extradite a un empresario kazajo que vive en Suiza, pero que es buscado por Francia y Kazajstán por acusaciones de fraude fiscal. Suiza no ve peligro de tortura en Francia, pero cree que tal peligro existe en Kazajstán. Entonces Suiza le dice a Francia: vamos a extraditarlo, pero queremos una garantía diplomática de que no será extraditado a Kazajstán. La respuesta de los franceses no sería: «¡Kazajstán ni siquiera ha presentado una solicitud!» Debería ser que, por supuesto, otorgarían tal garantía.

Los argumentos procedentes de Suecia fueron tenues en el mejor de los casos. Esa es una parte del asunto. La otra, y lo digo basándome en toda la experiencia que tengo en la práctica internacional estándar, es que si un país se niega a proporcionar tal garantía diplomática, todas las dudas sobre las buenas intenciones del país en cuestión están justificadas ¿Por qué Suecia no proporcionaría tales garantías? Desde una perspectiva legal, después de todo, Estados Unidos no tiene absolutamente nada que ver con los procedimientos de delitos sexuales suecos.

¿Por qué Suecia no quiso ofrecer esa garantía?

Solo hay que ver cómo se gestionó el caso: para Suecia, nunca se trató de los intereses de las dos mujeres. Incluso después de solicitar las garantías de no ser extraditado, Assange todavía quería testificar. Él dijo: Si no pueden garantizarme que no seré extraditado, entonces estoy dispuesto a ser interrogado en Londres o por videoconferencia.

¿Pero es normal o aceptable que las autoridades suecas viajen a un país diferente para tal interrogatorio?

Ese es otro indicio de que Suecia nunca estuvo interesada en encontrar la verdad. Para exactamente este tipo de asuntos judiciales existe un tratado de cooperación entre el Reino Unido y Suecia que prevé que los funcionarios suecos puedan viajar al Reino Unido, o viceversa, para realizar interrogatorios o que el interrogatorio pueda realizarse por videoconferencia.

Durante el periodo de tiempo en cuestión se hicieron este tipo de interrogatorios entre Suecia e Inglaterra en otros 44 casos. Fue solo en el caso de Julian Assange en el que Suecia insistió en que era esencial para él presentarse personalmente.

¿Por qué sucedió de esa manera?

Solo hay una única explicación para todo esto: la negativa a otorgar garantías diplomáticas, la negativa a interrogarlo en Londres: querían detenerlo para poder extraditarlo a Estados Unidos.

El número de infracciones registradas en Suecia en las primeras semanas de la investigación criminal preliminar es simplemente grotesco. El Estado asignó un asesor legal a las mujeres que les dijo que la interpretación criminal de lo que habían vivido dependía del Estado y no de ellas.

Cuando al asesor legal se le preguntó sobre las contradicciones en el testimonio de las mujeres y la narrativa a la que se adhirieron funcionarios públicos, el asesor dijo, en referencia a las mujeres: «Ah, pero ellas no son abogadas».

Pero durante cinco largos años la Fiscalía sueca evitó interrogar a Assange sobre la supuesta violación, hasta que sus abogados finalmente solicitaron a la Corte Suprema de Suecia que obligara a la Fiscalía a presentar cargos o cerrar el caso. Cuando los suecos le dijeron al Reino Unido que podrían verse obligados a abandonar el caso, los británicos respondieron con preocupación: «¡No se atrevan a echarse atrás!».

Correo electrónico de la Fiscalía británica a la fiscal general de Suecia, Marianne Ny.

¿Está hablando en serio?

Sí, los británicos, o más específicamente el Servicio de Fiscalía de la Corona, querían evitar que Suecia abandonara el caso a toda costa. Aunque realmente los ingleses deberían haber estado contentos de que ya no tendrían que gastar millones en dinero de los contribuyentes para mantener a la embajada ecuatoriana bajo vigilancia constante para evitar que se fugara Assange.

¿Por qué los británicos estaban tan ansiosos por evitar que los suecos cerraran el caso?

Debemos dejar de creer que realmente había interés en llevar a cabo una investigación sobre un delito sexual. Lo que hizo Wikileaks es una amenaza para la élite política de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia en igual medida. Wikileaks publica información secreta de Estado. Y en un mundo, incluso en las llamadas democracias maduras, donde la expansión de secretos se ha generalizado, eso se considera una amenaza fundamental. Assange dejó en claro que los países ya no están interesados en la confidencialidad legítima, sino en la supresión de información importante sobre corrupción y delitos.

Tomemos el arquetípico caso de Wikileaks sobre las filtraciones de información proporcionadas por Chelsea Manning: el vídeo llamado «Asesinato colateral». (Nota del editor: El 5 de abril de 2010, Wikileaks publicó un vídeo clasificado del ejército estadounidense que mostraba el asesinato de varias personas en Bagdad ejecutado por soldados estadounidenses, incluidos dos empleados de la agencia de noticias Reuters).

Como asesor legal durante mucho tiempo en el Comité Internacional de la Cruz Roja y delegado en zonas de guerra, puedo decirle que el vídeo sin duda documenta un crimen de guerra. Un equipo de helicópteros simplemente acribilla a un grupo de personas. Incluso podría ser que una o dos de estas personas llevaran un arma, pero las personas heridas fueron atacadas de forma intencionada. Eso es un crimen de guerra.

«Está herido», se puede escuchar decir a un estadounidense. «Estoy disparando». Y luego se ríen. Luego, una camioneta llega para salvar a los heridos. El conductor está con sus dos hijos. Puedes escuchar a los soldados decir: Bueno, es su culpa por traer a sus hijos a una batalla. Y luego abren fuego. El padre y los heridos son asesinados de inmediato, aunque los niños sobrevivieron con heridas graves. A través de la publicación del vídeo, nos convertimos en testigos directos de una masacre criminal e inconcebible.

¿Qué debe hacer una democracia constitucional ante tal situación?

Una democracia constitucional probablemente investigaría a Chelsea Manning por violar el secreto oficial porque le pasó el vídeo a Assange. Pero ciertamente no iría tras Assange, porque publicó el vídeo como interés público, de acuerdo con las prácticas clásicas del periodismo de investigación. Sin embargo, sobre todas las cosas, una democracia constitucional investigaría y castigaría a los criminales de guerra. Estos soldados deberían estar entre rejas. Pero no se inició ninguna investigación criminal contra ninguno de ellos.

Al contrario, el hombre que informó al público está encerrado en prisión preventiva en Londres y se enfrenta a una posible sentencia en Estados Unidos de hasta 175 años de prisión. Esa es una sentencia completamente absurda. En comparación: los principales criminales de guerra en el tribunal de Yugoslavia recibieron sentencias de 45 años. 175 años en prisión en condiciones que han sido consideradas inhumanas por el relator especial de la ONU y por Amnistía Internacional. Pero lo realmente horrible de este caso es la anarquía que se ha desarrollado: los poderosos pueden asesinar sin temer a ser castigados y el periodismo se transforma en espionaje. Se está convirtiendo en un crimen decir la verdad.

¿Qué le espera a Assange una vez que sea extraditado?

No recibirá un juicio acorde a un Estado de derecho. Esa es otra razón por la cual no se debe permitir su extradición. Assange recibirá un juicio con un jurado en Alexandria, Virginia, el famoso «Tribunal de Espionaje», donde Estados Unidos juzga todos los casos de seguridad nacional. Esta ubicación no ha sido elegida al azar, porque los miembros del jurado deben elegirse en proporción a la población local y el 85% de los residentes de Alexandria trabajan en la comunidad de seguridad nacional: en la CIA, la NSA, el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado.

Cuando las personas son juzgadas por dañar la seguridad nacional frente a un jurado como ese, el veredicto es claro desde el principio. Los casos siempre se juzgan frente al mismo juez a puerta cerrada y con base a pruebas clasificadas. Nadie ha salido absuelto de allí en un caso como ese. El resultado es que la mayoría de los acusados llegan a un acuerdo, en el que admiten una culpa parcial para recibir una sentencia más leve.

¿Está diciendo que Julian Assange no recibirá un juicio justo en Estados Unidos?

Sin duda. Mientras los empleados del Gobierno estadounidense obedezcan las órdenes de sus superiores, pueden participar en guerras de agresión, crímenes de guerra y tortura sabiendo perfectamente que nunca tendrán que responder a sus acciones. ¿Qué pasó con las lecciones aprendidas en los juicios de Nuremberg? He trabajado el tiempo suficiente en zonas de conflicto como para saber que se cometen errores en las guerras. No siempre se trata de actos criminales sin escrúpulos. Muchas veces todo esto ocurre producto del estrés, el agotamiento y el pánico.

Por eso puedo entender absolutamente cuando un Gobierno dice: «Sacaremos a la luz la verdad y, como Estado, asumiremos toda la responsabilidad por el daño causado. Pero si no se puede asignar la culpa directamente a los individuos, no impondremos castigos rigurosos». Pero es extremadamente peligroso cuando se silencia la verdad y los criminales no son llevados ante la justicia. En la década de 1930, Alemania y Japón abandonaron la Liga de las Naciones. 15 años después, el mundo yacía en ruinas.

Hoy, Estados Unidos se ha retirado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y, ni la masacre del «Asesinato colateral», ni la tortura de la CIA después del 11 de septiembre, ni la guerra de agresión contra Irak han acabado en investigaciones criminales.

Ahora, el Reino Unido está siguiendo ese ejemplo. El Comité de Seguridad e Inteligencia en el propio Parlamento del país publicó dos informes extensos en 2018 que muestran que Gran Bretaña estaba mucho más involucrada en el programa secreto de tortura de la CIA de lo que se creía anteriormente. El comité recomendó una investigación formal. Lo primero que hizo Boris Johnson después de convertirse en primer ministro fue anular esa investigación.

En abril, la policía británica sacó a Julian Assange de la embajada ecuatoriana. ¿Qué opina sobre estos eventos?

En 2017 se eligió un nuevo Gobierno en Ecuador. En respuesta, Estados Unidos escribió una carta indicando que estaba ansioso por cooperar con Ecuador. Había, por supuesto, mucho dinero en juego, pero había un obstáculo en el camino: Julian Assange. El mensaje era que Estados Unidos estaba preparado para cooperar si Ecuador entregaba Assange a Estados Unidos. En ese momento, la embajada ecuatoriana comenzó a aumentar la presión sobre Assange. Le hicieron la vida difícil. Pero él se quedó. Entonces Ecuador anuló su amnistía y le dio a Gran Bretaña luz verde para arrestarlo.

Como el Gobierno anterior le había otorgado la ciudadanía ecuatoriana, debieron revocar su pasaporte porque la constitución ecuatoriana prohíbe extraditar a sus propios ciudadanos. Todo eso sucedió de la noche a la mañana y sin ningún procedimiento legal. Assange no tuvo oportunidad de hacer una declaración ni de recurrir a un procedimiento legal. Fue arrestado por los británicos y llevado ante un juez británico ese mismo día, que le condenó por violar las condiciones de la libertad condicional.

¿Qué opina de este veredicto tan rápido?

Assange solo tuvo 15 minutos para prepararse con su abogado. El juicio en sí también duró solo 15 minutos. El abogado de Assange puso un archivo grueso sobre la mesa e hizo una objeción formal a una de las juezas por conflicto de intereses porque su esposo había sido expuesto en 35 casos de Wikileaks. Pero el juez principal echó a un lado las preocupaciones sin examinarlas más a fondo. Dijo que acusar a su colega de un conflicto de intereses era una afrenta. Assange solo pronunció una frase durante todo el proceso: «Me declaro inocente». El juez se volvió hacia él y le dijo: «Eres un narcisista que no puede ver más allá de sus propios intereses. Te declaro culpable de violar la libertad condicional».

Si le entiendo correctamente, desde el inicio Julian Assange nunca tuvo una oportunidad

Ese es el punto. No estoy diciendo que Julian Assange sea un ángel o un héroe. No se trata de eso. Estamos hablando de derechos humanos y no de derechos de héroes o ángeles. Assange es una persona y tiene derecho a defenderse y ser tratado de manera humana. Independientemente de lo que se le acuse, Assange tiene derecho a un juicio justo. Pero se le ha negado deliberadamente ese derecho: en Suecia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Ecuador. Por el contrario, lo dejaron pudrirse durante casi siete años en el limbo de una habitación.

De repente, fue sacado de allí y condenado en cuestión de horas y sin ningún tipo de preparación por una violación de fianza que consistió en haber recibido asilo diplomático de otro Estado miembro de la ONU sobre la base de persecución política, tal y como lo plantea el derecho internacional y que innumerables chinos, rusos y otros disidentes han hecho en embajadas occidentales.

Es obvio que estamos tratando con un caso de persecución política. En Gran Bretaña, las infracciones por violar la libertad condicional rara vez conducen a penas de prisión, generalmente están sujetas a multas. Assange, por el contrario, fue sentenciado en un proceso rápido a 50 semanas en una prisión de máxima seguridad. Claramente se trata de una pena desproporcionada que tenía un solo propósito: mantener a Assange el tiempo suficiente para que Estados Unidos preparara su caso de espionaje contra él.

Como relator especial de la ONU sobre la tortura, ¿qué tiene que decir sobre sus condiciones actuales de encarcelamiento?

Gran Bretaña no ha permitido que Julian Assange contacte con sus abogados de Estados Unidos, donde es objeto de procedimientos secretos. Su abogada británica también se ha quejado por no tener ni siquiera acceso suficiente a su cliente para revisar documentos y pruebas judiciales con él. En octubre no se le permitió tener ningún documento de su expediente en su celda. Se le negó su derecho fundamental a preparar su propia defensa, como lo garantiza el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Además, está su casi total confinamiento en solitario y el castigo completamente desproporcionado por violar la libertad condicional. Tan pronto como sale de su celda, vacían los pasillos para evitar que tenga contacto con otros reclusos.

¿Y todo eso debido a una simple violación de la libertad bajo fianza? ¿En qué punto el encarcelamiento se convierte en tortura?

Julian Assange ha sido torturado psicológicamente de manera intencional por Suecia, Gran Bretaña, Ecuador y Estados Unidos. Primero a través del manejo altamente arbitrario de los procedimientos en su contra. La forma en que Suecia hizo seguimiento del caso, con la asistencia activa de Gran Bretaña, tenía como objetivo ponerlo bajo presión y atraparlo en la embajada. Suecia nunca estuvo interesado en encontrar la verdad y ayudar a estas mujeres, sino en colocar a Assange contra la espada y la pared.

Se ha abusado de los procesos judiciales destinados a empujar a una persona hacia una posición en la que no puede defenderse. Además de eso, están las medidas de vigilancia, los insultos, las humillaciones y los ataques de los políticos de estos países, incluso las amenazas de muerte. Este abuso constante del poder del Estado ha desencadenado un estado grave de estrés y ansiedad en Assange y ha resultado en daños cognitivos y neurológicos medibles.

Visité a Assange en su celda en Londres en mayo de 2019 junto con dos médicos experimentados y ampliamente respetados que se especializan en examen forense y psicológico de las víctimas de tortura. El diagnóstico al que llegaron los dos médicos fue claro: Julian Assange muestra síntomas típicos de tortura psicológica. Si no recibe protección pronto, es probable que su salud se deteriore rápidamente y podría morir.

Medio año después de que Assange fuera puesto en prisión preventiva en Gran Bretaña, Suecia abandonó silenciosamente el caso en su contra en noviembre de 2019, después de nueve largos años. ¿Por qué hizo eso entonces?

El Estado sueco pasó casi una década presentando intencionalmente a Julian Assange al público como un delincuente sexual. Luego, de repente, abandonaron el caso en su contra debido al mismo argumento que utilizó la primera fiscal de Estocolmo en 2010, cuando inicialmente suspendió la investigación después de solo cinco días: aunque la declaración de la mujer era creíble, no había pruebas de que hubiera cometido un delito. Es un escándalo increíble.

Pero la sincronía no fue accidental. El 11 de noviembre se hizo público un documento oficial que yo envié al Gobierno sueco dos meses antes de que se hiciera público. En el documento, solicité al Gobierno que diera explicaciones sobre unos 50 puntos relacionados con las implicaciones de derechos humanos por la forma en que manejaban el caso.

¿Cómo es posible que la prensa fuera informada de inmediato a pesar de la prohibición de hacerlo? ¿Cómo es posible que se hiciera pública una sospecha a pesar de que el interrogatorio aún no se había realizado? ¿Cómo es posible que usted diga que ocurrió una violación a pesar de que la mujer involucrada impugna esa versión de los hechos? El día en que el documento se hizo público, recibí una miserable respuesta de Suecia: el Gobierno no tiene más comentarios sobre este caso.

¿Qué significa esa respuesta?

Es una admisión de culpa.

¿De qué manera?

Como relator especial de la ONU, la comunidad internacional me ha encomendado investigar las denuncias presentadas por las víctimas de tortura y, si es necesario, solicitar explicaciones o investigaciones a los Gobiernos. Ese es el trabajo diario que hago con todos los Estados miembros de la ONU. De acuerdo con mi experiencia, puedo decir que los países que actúan de buena fe casi siempre están interesados en proporcionarme las respuestas que necesito para resaltar la legalidad de su comportamiento.

Cuando un país como Suecia se niega a responder las preguntas sobre tortura presentadas por el relator especial de la ONU, muestra que el Gobierno es consciente de la ilegalidad de su comportamiento y no quiere hacerse responsable. Se desentendieron y abandonaron el caso una semana después porque sabían que yo no desistiría. Cuando países como Suecia se dejan manipular de esa manera, nuestras democracias y nuestros derechos humanos se enfrentan a una amenaza fundamental.

¿Crees que Suecia era plenamente consciente de lo que hacía?

Sí. Desde mi punto de vista, Suecia actuó muy claramente de mala fe. Si hubieran actuado de buena fe, no hubiesen tenido ningún motivo para negarse a responder mis preguntas. Lo mismo ocurre con los británicos: después de mi visita a Assange en mayo de 2019, tardaron seis meses en responderme en una carta de una sola página que se limitaba principalmente a rechazar todas las acusaciones de tortura y todas las inconsistencias en los procedimientos legales.

Si vas a hacer las cosas de esa manera, ¿cuál es el sentido de mi mandato? Soy el relator especial sobre tortura de las Naciones Unidas. Tengo el mandato de hacer preguntas claras y exigir respuestas. ¿Cuál es la base legal para negarle a alguien su derecho fundamental a defenderse? ¿Por qué un hombre que no es peligroso ni violento está recluido en régimen de aislamiento durante varios meses cuando las normas de la ONU prohíben legalmente el régimen de aislamiento por períodos superiores a 15 días? Ninguno de estos Estados miembros de la ONU inició una investigación, ni respondieron mis preguntas ni demostraron interés en el diálogo.

¿Qué significa que los Estados miembros de la ONU se nieguen a proporcionar información a su propio relator especial sobre tortura?

Que es un asunto previamente acordado. Se usará un juicio a manera de espectáculo para colocar a Julian Assange como ejemplo. El objetivo es intimidar a los demás periodistas. La intimidación, por cierto, es uno de los propósitos principales para usar la tortura en todo el mundo. El mensaje para todos nosotros es: esto es lo que te sucederá si haces lo mismo que Wikileaks.

Es un modelo que es muy peligroso porque es muy sencillo: las personas que obtienen información confidencial de sus Gobiernos o empresas transfieren esa información a Wikileaks, pero el denunciante permanece anónimo. La reacción muestra cuán grande se percibe la amenaza: cuatro países democráticos unieron fuerzas (Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido) para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara. El caso es un gran escándalo y representa el fracaso del Estado de derecho occidental. Si Julian Assange es condenado, condenarán a muerte a la libertad de prensa.

¿Qué puede significar este posible precedente para el futuro del periodismo?

A un nivel práctico significa que usted, como periodista, debe defenderse ahora. Porque si el periodismo de investigación se clasifica como espionaje y puede ser incriminado en todo el mundo, la censura y la tiranía seguirán. Se está creando un sistema asesino ante nuestros propios ojos. Los crímenes de guerra y tortura no se están persiguiendo.

En YouTube circulan vídeos en los que los soldados estadounidenses se jactan de llevar a las mujeres iraquíes al suicidio con violaciones sistemáticas. Nadie los está investigando. Al mismo tiempo, una persona que expone tales cosas está siendo amenazada con 175 años de prisión. Durante toda una década, ha sido inundado con acusaciones que no se pueden probar. Están acabando con él y nadie se hace responsable.

Esto marca una degradación del contrato social. Otorgamos poder a los países y lo delegamos a los Gobiernos, pero a cambio deben ser responsables de cómo ejercen ese poder. Si no exigimos que se les haga responsables, perderemos nuestros derechos tarde o temprano. Los humanos no son democráticos por naturaleza. El poder se corrompe si no se supervisa. La corrupción ocurre cuando no insistimos en que se controle el poder.

Estás diciendo que atacar a Assange amenaza el núcleo mismo de las libertades de prensa.

Veamos dónde estamos dentro de 20 años si Assange es condenado y sobre lo que usted podrá escribir como periodista. Estoy convencido de que estamos en grave peligro de perder las libertades de prensa. Ya está sucediendo: de repente, la sede de ABC News en Australia fue allanada por el caso de los ‘diarios de la Guerra de Afganistán’. ¿El motivo? Una vez más, la prensa descubrió el mal comportamiento de los representantes del Estado.

Para que la división de poderes funcione, el Estado debe ser supervisado por la prensa como el cuarto poder. WikiLeaks es la consecuencia lógica de un proceso continuo de secretismo extendido: si la verdad ya no se puede examinar porque todo se mantiene en secreto, si los informes de investigación sobre la política de tortura del Gobierno de Estados Unidos se mantienen en secreto e incluso se ocultan grandes secciones del resumen publicado, en algún momento las filtraciones de información serán inevitables.

WikiLeaks es la consecuencia de ese secretismo desenfrenado y refleja la falta de transparencia en nuestro sistema político moderno. Hay, por supuesto, áreas donde el secreto puede ser vital. Pero si ya no sabemos qué están haciendo nuestros Gobiernos y los criterios que están siguiendo; si los crímenes ya no se investigan, entonces representa un grave peligro para la integridad social.

¿Cuáles son las consecuencias?

Como relator especial de la ONU sobre torturas y, antes de eso, como delegado de la Cruz Roja, he visto muchos horrores y violencia y he visto cuán rápido los países pacíficos como Yugoslavia o Ruanda pueden transformarse en infiernos.

La raíz de tales desarrollos es siempre una falta de transparencia y un poder político o económico desenfrenado combinado con la ingenuidad, la indiferencia y la maleabilidad de la población. De repente, lo que siempre sucedió al otro (tortura, violación, expulsión y asesinato impunes) puede sucedernos fácilmente a nosotros o a nuestros hijos. Y a nadie le importará. Puedo jurarte que es así.

*Esta entrevista fue originalmente publicada en inglés en Republik. Traducido del inglés por Mary Gómez, de Agência Pública

Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/Relator-ONU-Julian-Assange-condenado_0_999500818.html

Fuente de la Información: https://rebelion.org/cuatro-paises-se-han-coordinado-para-quemarle-en-la-hoguera-sin-que-nadie-proteste/
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Entrevista: Apunten contra el patriarcado

Apunten contra el patriarcado

Entrevista a María Jesús Izquierdo

Por Marta Dillon

La catalana María Jesús Izquierdo, doctora en Economía y profesora de Teoría Sociológica por la Universitat de Barcelona, reconoce que las tareas de cuidado que quedan sobre las espaldas de las mujeres sin ser reconocidas y tampoco remuneradas son una forma evidente de explotación. Pero plantea a la vez, estratégicamente, que esta división sexual del trabajo desprotege a todas las personas que necesitan ser cuidadas. “Aun cuando no les importen las vidas de las mujeres, sepan que la cuestión del cuidado no está resuelta y es una ilusión breve pensar en individuos autónomos, todos vamos a necesitar cuidados alguna vez”, dice y señala como responsables las democracias liberales de las que “el patriarcado es constitutivo”.

Hay una idea que María Jesús Izquierdo insiste en subrayar: “El patriarcado no es un residuo, un remanente de otras épocas, el patriarcado es constitutivo de las democracias liberales”, por lo que un replanteo de las condiciones de vida de las mujeres, la eliminación de la violencia de género y de las inequidades económicas, políticas y culturales que padecen (padecemos) no pueden pensarse sin hacer una crítica profunda a estas democracias, sin volver a fraguar un pacto democrático que vea a las personas en su fragilidad e interdependencia y no desde la ilusión de la autonomía y la libertad, paradigma sobre el que se paran los hombres -blancos y heterosexuales, agrega esta redactora- aprovechando de la fuerza de trabajo invisible que aportan las mujeres a través de las tareas de cuidado y domésticas. Pero, dice Izquierdo, para eso es necesario que las mujeres reconozcan el lugar de poder que les otorga el ser cuidadoras. Doctora en Economía y profesora de Teoría Sociológica en el Universitat de Barcelona, Izquierdo tiene un discurso provocador fundamentado en años de investigación sobre la división sexual del trabajo. Las12 la entrevistó en Buenos Aires gracias al Ministerio Público de Defensa de la CABA, que la invitó a participar del lanzamiento de la campaña “Cuidar y ser cuidado ¿Quién se hace cargo?”

-Usted habla de la necesidad de un nuevo pacto constituyente como única posibilidad para terminar con la división sexual del trabajo, ¿Podría explicar a qué se refiere?

– Porque el pacto actual se basa en el entendimiento de un individuo autónomo que pacta con otros individuos autónomos las reglas de juego para la vida en común. La idea es de libertad, no de la necesidad del otro, entonces lo que se pone en juego es interés, conveniencia respecto de la relación con el otro, en masculino, porque el pacto constituyente se hace entre varones, las mujeres en este esquema son un objeto de reparto. Pero la autonomía es un deseo, apenas se realiza, y la duración del estado de autonomía es breve, transitoria, en ocasiones somos autónomos, pero lo definitorio en los seres humanos es la interdependencia. Ahora estamos aquí sentadas cómodamente porque hay alguien que ha venido a limpiar, que hace café, tu llegaste aquí porque hay transporte… cualquier cosa que hacemos ocurre con la concurrencia de muchas personas que lo hacen posible; eso da cuenta de que estamos en permanente estado de necesidad. Sin olvidar formas precisas de necesidad, por la edad, por dificultades físicas, psíquicas. Entonces mi planteo es que requerimos un pacto constituyente basado no en la noción de autonomía si no de que somos dependientes, y esto significaría que se sitúa en el centro del escenario la dependencia y no la libertad necesariamente.

-Es un pacto, que como usted dice, se hace entre varones.

-¡Y es delirante! Yo no sé cómo ha podido funcionar tanto tiempo. Pero es que el truco ha consistido en que los fenómenos atribuidos a la dependencia se han enclaustrado en el hogar, de tal manera que ese ciudadano que pacta con otros ciudadanos es en realidad un cabeza de familia: lo vemos en la constitución española, cuando acudimos a los elementos que definirían a la persona que ocupa la posición de ciudadano, en las constituciones liberales se hace a cuenta de la posición respecto de un trabajo remunerado y la defensa del territorio nacional. Si nos vamos a la constitución española, el artículo que se refiere al trabajo dice lo siguiente: los españoles tienen el deber de trabajar, es un deber de ciudadanía, y derecho al trabajo; pero es secundario el derecho al trabajo en relación al deber de trabajar. Tu no puedes ser ciudadano si no produces, es el objeto de ciudadanía. Pero luego plantea elegir libremente ocupación u oficio, y este elemento es muy relevante, para cubrir ingresos suficientes para las propias necesidades y las de la familia.

-Estamos poniendo sobre la mesa el pacto heterosexual y patriarcal.

-No sé si heterosexual, lo que es seguro es que se pone en primer plano a un patriarca. Diríamos que el ciudadano es un patriarca, alguien que encabeza una familia de la cual se ocupa a través de sostener los recursos financieros que le permiten funcionar pero fíjate cómo cabe el artículo: sin que pueda prevalecer discriminacion por razón de sexo. Por lo tanto el pacto constitucional es un pacto que consagra la figura del patriarca, lo cual quiere decir que las democracias liberales no funcionan sin el patriarcado. El patriarcado no es un residuo, un remanente que queda de épocas anteriores si no que es constitutivo de las democracias liberales, no pueden funcionar sin la existencia de un patriarca porque hay que quitar de la escena pública el problema de la dependencia.

-O sea que la dependencia queda adentro de la casa junto las mujeres para que se arreglen ellas.

-Exacto. Pero además de manera perfecta, porque mientras la constitución es transparente en relación a la existencia del patriarca, cuando habla del cuidado de las personas no lo hace refiriéndose a las mujeres o de las amas de casa, lo define en función de la familia, como si la familia fuera una entidad viva. Lo que es llamativo de la Constitución en este artículo es que resulta que el patriarcado es constitutivo de la democracia liberal pero no el sexismo. Es decir que nos da igual que el patriarca sea una mujer o un hombre pero necesitamos establecer un vínculo patriarcal.

-Lo qué pasa es que cuando hay un hombre cabeza de familia cumple un rol pero cuando hay una mujer difícilmente le toque uno solo.

-Está claro. Tal vez no fui fina al decir “da igual”, pero parece que para la constitución no es incompatible la eliminación del sexismo con el mantenimiento de la democracia liberal por lo que acá hay que tener en cuenta que vale cualquier cosa con tal de conservar el patriarcado.

-Y de sostener la idea de familia nuclear, y el encierro doméstico para que allí se oculte la interdependencia.

Las democracias liberales se caracterizan por una falta de responsabilidad y desatención con respecto a la gente. Con todas las críticas que podemos formular a los regímenes feudales, ahí había un vínculo de responsabilidad con los siervos. En cambio en el capitalismo se prescinde del otro. Entonces la familia es un requisito indispensable porque cumple la función antes entendida como colectiva. Estamos hablando de sociedades modernas, y por eso mi insistencia: el patriarcado no es remanente si no que es base fundamental, mira por ejemplo la política tributaria. Ahí te encuentras que la pérdida de ingreso que supone la declaración conjunta de la renta de la típica familia nuclear es de 2.600.000 euros, monstruoso, y esto significa que de otro lado se está financiando a la familia nuclear y también a la figura del ama de casa. Porque tener en casa un hombre que declara y una mujer que no tiene ingresos propios hace que pagues mucho menos impuestos.

-Es una forma capitalista de preservar la división sexual del trabajo.

-Claramente.

-Sin embargo los temas de cuidado tienen visibilidad intermitente en el feminismo a lo largo de los años y ninguna salida parece ser buena: ¿Salario para amas de casa? ¿Socialización de las tareas de cuidado? ¿Usted qué piensa?

-A mí no me resulta satisfactoria la corriente general que considera que se ha de visibilizar, reconocer y valorizar la aportación de las mujeres. Porque el implícito de esa necesidad de valorización y reconocimiento es que las tareas de cuidado que realizan las mujeres las realizan bien, son deseables y deben ser tomadas como modelo.

-Eso se escucha muy esencialista: las mujeres somos buenas porque sabemos cuidar.

-Bueno, pero es muy dominante, no sé acá, pero en España te aseguro que es muy dominante. Entonces creo que hay que trabajar en el sentido opuesto: evidenciando que en condiciones de división sexual del trabajo no se puede cuidar bien. Voy a hablar no de personas empíricamente hablando si no de tipos mentales que nos ayudan a pensar la realidad. Las mujeres son como sean, pero cuando lo digo en singular me estoy refiriendo a un tipo de persona que hace posible el patriarcado y es suficientemente frecuente e intenso como para que sostenga el patriarcado.

-Un estereotipo normativo.

-Normativo, sí, no universal si no propia del patriarcado. Hecha esta aclaración deberíamos pensar que la posición mujer genera una configuración psíquica consistente en desear ser deseada. Mientras que la configuración hombre ejemplifica el deseo de poseer aquello que se desea. Luego habrá personas más cerca o más lejos pero es la disposición propia del patriarcado. Entonces a mi modo de ver, cuando alguien pone en el centro del escenario la necesidad de ser querida significa que instrumentaliza a los demás para conseguir eso. Y esto significa que cuando provee de cuidados lo hace para ser valorada, no para que la gente esté bien. No es lo mismo que un niño o una niña estén bien cuidados que que una persona sea una buena madre. Si aspiro a ser una buena madre es una posición narcisista que requiere de reconocimiento. Cuando me preocupo por las criaturas mi orientación es hacia el objeto de amor, no a mí misma. Si damos por bueno que la orientación de la mujer patriarcal es a ser querida, creo que podemos dar por válida la afirmación de que el cuidado es una actividad instrumental que no está al servicio de las personas dependientes si no al servicio del reconocimiento de ellas mismas. Y eso pondría en discusión, al margen del respeto que se pueda tener por los derechos de las mujeres, aún cuando no interese que sean explotadas, no se tiene suficiente conciencia de que el problema del cuidado, basado en la división sexual del trabajo, es dañina para ambas partes: porque ahoga la posibilidad de su desarrollo personal a quien está al servicio del cuidado -porque no puede plantear su proyecto de vida-  y para quien recibe los cuidados porque es objeto instrumental. Y esa relación es una relación de poder.

-Pero tenemos también en el universo de cuidados tareas de sostenimiento de la vida totalmente invisibles como las que reclama para sí el patriarca.

-Estoy hablando de las relaciones de dependencia. Hay que diferenciar cuidado de servicio, porque el cuidado es a cuando provees de atenciones a quienes no se las puede librar por sí mismas, si la persona puede atenderse a sí misma hablamos de servicio.

-Pero si cuidado y servidumbre quedan dentro de la casa no parece fácil separar las tareas…

-Es que hay que ver la posición narcisista del cuidado, en el sentido de que parece que tienes unas cualidades especiales que yo asocio a la omnipotencia, que las mujeres no quieren tampoco dejar.

-Es un poco complicado cargar las tintas sobre la posición de las mujeres, como decir que les gusta su propia cárcel…

-Yo creo que la pregunta es otra, es cómo se rompe la posición omnipotente. Y se rompe cuando se sale de la idea de qué hay dos posiciones excluyentes: la de quien cuida y la de quien recibe cuidados, señalando que toda persona cuida y toda persona recibe o recibirá cuidados.

-Es lo que sucede entre padres y madres con respecto a hijos e hijas, aunque siempre las que cuidan a todos son las mujeres.

-Bueno, pero por ejemplo, entre una madre que cuida a su hija cómo se rompe la omnipotencia. Pues ella se va al cine con las amigas, por ejemplo, evidenciando que tiene sus propias necesidades y la madre evidencia su posición no queriendo que vuelva antes si no al contrario, diciendo: “¿ya estás aquí? ¡Pero qué pesada! No me puedes dejar en paz un rato”. La dependencia genera hostilidad y da lugar a muchas microviolencias: por ejemplo, si a la persona cuidada le gusta la sopa caliente y se la llevas siempre fría, pues es un daño grande.

-Micropolíticas de la crueldad.

-Sí, que tienen efecto acumulativo. O inversamente, si en lugar de concentrar todas tus demandas en un lapso de tiempo estás todo el tiempo demandando, eso también mina a la persona que cuida. La relación de cuidado puede ser una verdadera tortura. Y esto me hace pensar que las feministas deberíamos contemplar que una de las formas de la violencia de género es el maltrato a las personas dependientes.

-¿Por qué lo piensa como violencia de género?

-Porque se produce en una matriz de relaciones que se funda en la división sexual del trabajo. Es decir, es esperable que una persona encerrada en el lugar de cuidadora y si eso comporta que se la marginalice de la vida social o de sus planes de vida experimente sentimientos hostiles hacia quién cuida. Lo raro sería que no los experimentara. Por lo tanto es constitutivo de la división sexual del trabajo el maltrato a las personas dependientes. Yo pienso que las feministas deberíamos denunciarlo como violencia de género porque pienso que lo es y porque estratégicamente desde el punto de vista político nos conviene: pondría en cuestión la división sexual del trabajo, porque pueden pasar de las mujeres, pero si les preocupa la cuestión del cuidado, el cuidado no está resuelto.

-El tema que aparece aquí es la violencia de género que podrían ejercer las mismas mujeres. Que de hecho la ejercemos, cada vez que se encierra a las hijas para repartir con ellas las tareas domésticas o el cuidado de hermanos y hermanas más pequeñas, por ejemplo. Eso parece que es difícil de hablar..

-Eso tiene que ver con lo que planteo. Además de no reconocer las características del mundo que queremos cambiar, políticamente creo que es un error porque consolida la división sexual del trabajo, porque si no ponemos en cuestión que las mujeres también podemos cuidar mal, cristalizamos esa división.

-Sucede que se produce un encierro: ¿es necesario revisar si cuidamos bien o mal o evidenciar la explotación que significa dar por hecho que las tareas de cuidado son para las mujeres? ¿De dónde surge que cuidamos porque lo hacemos bien? A mí me parece más un destino impuesto que una habilidad.

-Bueno, ha habido todo un proceso de naturalización, de manera que se hace extensivo que si la mujer es fecunda y engendra criaturas hace extensivo el cuidado de las criaturas. Y además tiene una gratificación libidinal muy fuerte y entonces no hace falta forzar a las mujeres para que lo hagan. Donde se rompe la dinámica es cuando lo predominante no es cuidar criaturas si no de las personas viejas o enfermas. Porque claro, acompañar a estas personas es acompañar la decrepitud y acercarse a la muerte y hay una resistencia a asumir que somos mortales.

-Y por eso interdependientes y vulnerables.

-¡Claro! Tanta resistencia hay a pensar que somos vulnerables que cuando te pones enferma te sientes culpable de estar en la cama, te sientes más culpable que mal. Parece que la vulnerabilidad fuera un defecto moral. El componente culpa habla, justamente, de omnipotencia.

-Corriéndonos un poco de la cuestión subjetiva y volviendo a cómo salir del encierro, de si cuidamos bien o mal para ser relevadas de la tarea, este año en muchos países del mundo se hizo un paro, una huelga, que evidenció las tareas domésticas y de cuidado como trabajo. ¿Cómo lo viste vos?

-Creo que pensar en una huelga de mujeres es pensar en un paro en las tareas de cuidado que implicaría una valentía y un estómago muy fuerte. Dejar los niños en la puerta de la comisaría por ejemplo…

-Eso aquí, y supongo que en la mayor parte del mundo, no es una opción…

-Pero hay que encontrar un modo de denunciar la externalizacion de costes de producción de la vida humana a las mujeres. Porque es como lo que denuncian desde los grupos ecologistas, que las empresas externalizan costes al medio ambiente. Significa que sus actividades productivas son más costosas de lo que son para ellos porque son a costa del medio ambiente. Trasladado a las mujeres sería que el mundo funciona porque se carga sobre la espalda de las mujeres el cuidado de la vida humana y esto es una transferencia sistemática de los recursos. Cuando se produce una transferencia sistemática de recursos de quien los ha producido a quienes los han producido eso es una relación de explotación. O sea que las mujeres están en una posición de explotadas, por los hombres, por el Estado y por el mercado. Entonces, claro, esto significa que las relaciones de poder se dan porque el trabajo de las mujeres empodera a los hombres, al mercado y a las empresas.

-Por lo tanto, siendo explotadas, nos merecemos la huelga.

-¡Claro! Desde el punto de vista lógico es muy claro pero emocionalmente es muy complejo. Aunque en términos teóricos, analíticos es evidente: dejar de transferir recursos a los demás. Trabajar para una misma, no para los demás hasta que quede claro.

-Tal cómo está, si reconocemos la explotación que significa el cuidado, aunque es necesario pactar bienestar con quien se cuida y viceversa no parece suficiente; sería como dejar el problema en ese encierro privado.

-El punto de fuga es la eliminación de la división sexual del trabajo. El implícito de la división sexual del trabajo es la relación de complementariedad. Lo que venimos diciendo es el reconocimiento de relaciones de reciprocidad. La primera sería “tu aportas A, yo aporto B”, la segunda es “yo aporto lo que tú me das”, aunque no sea simultáneo. Dicho de otro modo: yo no te doy atención a la familia y tu me das dinero, yo te doy dinero y atención como tú me lo das a mí; relaciones de reciprocidad.

-¿Y qué posibilidades hay de pensar el cuidado por fuera de la familia? ¿Se puede pensar en salidas más comunitarias?

-Yo lo veo difícil porque no hay el nivel de confianza en lo social para que la gente se arriesgue a sacar la patita de la familia. Creo que hay que buscar alianzas con los trabajadores y trabajadoras asalariadas organizadas. Son cuestiones que tienen que ver con el cuidado, con sostener las jornadas de ocho horas, vacaciones pagadas y por enfermedad tiene que ver con el cuidado, cosas de cuidado propio. Lo que yo sugiero como posibilidad y no me parece delirante es que las personas reciban su paga cuando tienen que cuidar a personas dependientes, bueno, hay que generar fondos de reserva para quienes tienen que cuidar. Tiene que haber una elaboración colectiva, esto significa desprivatizar y socializar el cuidado, meterlo en el debate democrático.

-Entonces usted ve como estratégica la alianza entre las mujeres, los feminismos y los sindicatos.

-Es imprescindible, los dos colectivos sometidos a explotación se tienen que poner de acuerdo y estos dos colectivos son los asalariados y las mujeres. Y las mujeres asalariadas doblemente porque son explotadas por los varones asalariados. Los hombres traicionaron a las mujeres en su alianza con los empresarios para dejar a las mujeres en la casa. Es una alianza difícil.

-Resumiendo, podríamos decir que para eso hay que quitar al patriarcado de la base de la discusión democrática.

-¡Es lo que digo! No es residual si no la base de las democracias actuales y por eso no se piensa el cuidado, porque queda dentro de las familias. Fíjate que en Europa, con la sociedad envejecida, se han puesto a preguntar cuál sería la solución deseada para el problema del cuidado de adultos mayores y la respuesta es perversa: que se de recursos a los viejos y viejas para poder pagar a personas que se hagan cargo ellas. Es decir, buscan sostener la relación de poder a través de la posibilidad de pagar para que te atiendan. Pero no se escapa que es más importante tener poder que estar bien, pues es incompatible con estar bien, vamos.

-Esto que vos planteás no es solo sobre la división sexual del trabajo si no sobre los sujetos…

-¿Te imaginas la diferencia de pactos entre sujetos que se reconocen vulnerables, que reconocen la enfermedad y la muerte? ¡Cambia totalmente la noción de democracia!

-Mientras tanto, vamos a la huelga.

-(Se ríe) Y sí, pero ¿qué tipo de confianza social se tiene que generar para que las mujeres puedan poner en práctica una huelga de cuidados? La confianza de que comemos todos o no come nadie, la confianza de que detienen a todos o nadie. No vas a consentir que detengan a un compañero o compañera, no vas a consentir que mientras tú estás comiendo a alguien se le acabaron los recursos. Y esa confianza no se está dando en este momento. No estoy en delirium tremens pero soy consciente también de que solo a través de la huelga general indefinida se resuelve la relación de poder. Solo que emocional y prácticamente es muy difícil. Habría que prepararse con años de tiempo, con cajas de resistencia, mientras tanto es muy complicado porque no hay tejido social. Porque por ejemplo, lo primero que tendríamos que hacer las mujeres es dejar de tener hijos por lo menos por cinco años así ya no habrá bebes cuando empiece la huelga para dejar en la puerta de las comisarías.

Ella se ríe a carcajadas, y al instante siguiente, como se diría en el español ibérico, se la piensa.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/74851-apunten-contra-el-patriarcado

Fuente de la Información: https://rebelion.org/autor/marta-dillon/

 

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Entrevista a Doña Pirigua: “La educación ambiental debe ser una política de Estado”

Por: Yaniris López.

Rosa Margarita Bonetti de Santana, presidenta de la fundación Propagás, enarbola desde hace años un discurso que tiene como protagonista a las generaciones más jóvenes.

Asegura que sin educación no hay política ambiental posible, y que ante la pérdida de biodiversidad y de los efectos ya comprobados de la crisis climática, solo hay que actuar y asumir los cambios que sean necesarios. Pero ya.

“Si nosotros no hacemos el cambio que haya que hacer, todo va a seguir de mal en peor. O sea, ya hemos llegado al último punto de poder hacer. Para que las cosas no sigan empeorando, podemos ir haciendo las cosas poco a poco”.

Y la mejor forma de hacerlo, explica doña Pirigua, es asumiendo el tema como una política de estado y dedicarle más atención a las aulas.

Con ella y con Tomiko Castro, gerente de Pedagogía de la fundación Propagás, conversamos a propósito de celebrarse ayer el Día Mundial de la Educación Ambiental.

LD: Pese a los esfuerzos, y a que algunos ambientalistas dicen que estamos mejorando, el cambio no se nota. Hay cada vez más basura en todos lados, más pérdida de biodiversidad.

Doña Pirigua: Tú das el mensaje, pero también tienes que ir a los sitios y trabajar con las personas. Si vas por ejemplo a las comunidades que están alrededor del río Ozama, eso es una fábrica de basura, 24 horas, los 365 días del año. Entonces tienes que trabajar con ellos, concientizarlos a ellos, porque no haces nada con venir aquí, dar una declaración de que se está haciendo esto y esto… ¿Anjá? Tienes que ir allá, fajarte con ellos y que ellos entiendan por qué no deben tirar la basura al río, y eso toma tiempo. Y sí, es verdad,  hablamos y se dicen las cosas, pero tenemos que ir y fajarnos y eso es la que hace la fundación la mayoría de las veces: vamos, investigamos, educamos, vamos allá, enseñamos el proceso que deben hacer y les damos el seguimiento, pero esos son 174 kilómetros a la vera del río llenos de comunidades.

LD: Si se conoce el problema, ¿por qué no actuamos?

Doña Pirigua: No puedes trabajar con todas las comunidades al mismo tiempo. No hay manera de cómo entrar a esos sitios y recogerles la basura, por ejemplo. Tienen los animales ahí, ¿pero qué hacen los animales? Van al río, y esa es la peor contaminación. Tienes que trabajar con la comunidad, enseñarlos a ellos a hacer compost, a tener al río como un amigo. El río es tu aliado, pero no tu basurero, ningún río en República Dominicana puede ser el basurero de nadie.

Tomiko: Hace falta también aunar los acuerdos, porque a veces las prácticas y las buenas iniciativas están fragmentadas. Debemos tener un sistema de acuerdos y todos debemos cumplirlos, incluyendo el Gobierno, porque los empresarios están haciendo su parte, la parte educativa también, pero tiene que haber consecuencias, hacer que todo funcione, cada quien haciendo su parte. No podemos fragmentar: tú esto y yo aquello. Hay que sentarse en una mesa y aunar los acuerdos para ese bien común que todos queremos.

Doña Pirigua: Además de las consecuencias debe haber también voluntad política para aglutinarlo todo y que las buenas prácticas que surjan se apliquen y se genere lo de la economía circular. Y todo eso lleva a la educación ambiental. La educación ambiental debe ser una política de Estado, se debe aplicar en todas las escuelas de República Dominicana. Soy muy creyente de que sin educación ambiental no hay política ambiental posible. Para eso están las escuelas, públicas y privadas. Deben ser parte de una propuesta educativa.

LD: A veces las empresas usan la responsabilidad social solo como escaparate para promocionarse.

Tomiko: Debemos comunicar los resultados. Las evidencias de las buenas prácticas pueden empujar hacia políticas públicas, porque cuando una persona demuestra que logró con buenas prácticas disminuir los residuos en una escuela y lo publica, lo comparte para enfocarnos no solamente en lo negativo, es una forma de empujar a las autoridades, a los políticos, a ver que sí es posible hacer un cambio. Y miren los resultados: tuvimos una disminución de desechos sólidos y de ruido en tal escuela, o pudimos hacer con los estudiantes una feria de arte con residuos.
UN COMPROMISO AUTÉNTICO

Tomiko Castro señala que ante el compromiso que todos debemos asumir ante  la crisis climática, la fundación Propagás no para de buscar cualquier oportunidad y cualquier espacio para aportar desde diferentes escenarios.
La fundación patrocina en tres universidades un diplomado en Educación Ambiental dirigido a docentes. Lo ofrecen gratis en colaboración con el Instituto Nacional de Formación y Capacitación del Magisterio (Inafocam).

Además de los programas de conservación en diversas áreas protegidas, la fundación ha patrocinado la creación de espacios enfocados en la educación ambiental y la protección de la naturaleza, como la sala “Historia de la vida” del Museo Nacional de Historia Natural, el parque Greta de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana; la sala “Naturaleza, relación y equilibrio” del Museo Trampolín y el pabellón de mamíferos endémicos de La Española en el Parque Zoológico Nacional.

También promueve el establecimiento de ‘minireservas’ de vida silvestre en escuelas en alianza con el Jardín Botánico Nacional y creó hace ocho años el concurso de literatura infantil “Letra Natural”, dirigido a estudiantes. Junto a otras instituciones, participa desde  2019 en el proyecto piloto que procura la recuperación de la microcuenca del Higüero.

Fuente de la entrevista: https://listindiario.com/vida-verde/2020/01/27/601378/dona-pirigua-la-educacion-ambiental-debe-ser-una-politica-de-estado

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Entrevista a Inés Dussel: «Los espacios escolares no están siendo amables para los estudiantes»

  • Inés Dussel defiende un trabajo más cercano entre arquitectos y pedagogos para pensar las escuelas de una manera más cercana a las necesidades educativas de chicas y chicos.
  • Habla de la importancia de acercar la institución a las necesidades reales de las y los estudiantes, de hacérles partícipes de la construcción del común, de la sociedad.
  • En una escuela cada espacio es una herramienta pedagógica

Ines Dussel es historiadora de la Educación, argentina aunque afincada en los últimos años en México. Ha venido a España a participar en una jornada de la Institución Libre de Enseñanza. Su currículo, podría decirse, se divide entre el estudio de los espacios escolares desde la perspectiva histórica, hasta la irrupción de la cultura digital y su impacto en la educación.

La conversación comienza con los espacios escolares, con las aulas, como lugares de aprendizaje y poco a poco va derivando hacia otros lugares no físicos en donde también se producen conocimientos. Una manera de entender cómo funcionan los centros, más como un lugar permeable, agujereado, del que salen y en el que entran otras experiencias y saberes que hay que tener en cuenta.

¿Desde cuándo tu interés por los espacios educativos?

La cuestión del espacio hace tiempo que apareció en mi perspectiva. La escuela es algo que siempre me fascinó y la historia de la materialidad de la escuela es algo que me interesó desde hace mucho tiempo. De hecho mi tesis de doctorado fue sobre los uniformes escolares y las regulaciones del cuerpo en la escuela.

Después escribí el libro La invención del aula junto con Marcelo Caruso y estaba muy presente la idea del aula como un espacio material, además de como una estructura comunicativa.

Desde hace menos tiempo empecé a trabajar con un grupo de arquitectos, de historiadores de la arquitectura escolar australianos e ingleses. Hicimos seminarios, un libro, una estancia en la que aprendí mucho en relación a pensar la historia de la estructuración de los espacios y este cruce con la historia arquitectónica, la historia urbana, una historia pedagógica. Por ahí que los arquitectos que se acercan a la arquitectura escolar no miran mucho las pedagogías y los pedagogos no miramos mucho la arquitectura y este cruce me ha resultado interesante.

Mi contribución específica fue qué pasa con el espacio escolar en la era digital. ¿Se acaba el aula y vamos al espacio virtual? ¿Qué pasa con las aulas híbridas? Ese fue un poco mi línea e trabajo.

Parece que el aula, los espacios, no han cambiado mucho en los últimos 200 años…

Bueno, la casa quizás tampoco. Hay muchas cosas que no han cambiado o que han cambiado mucho, depende de qué dimensión mires. Si miras la dimensión material yo diría que hay importantes. Una de las cosas que comento es cuando el aula empieza a ser un aula vidriada, cuando se abre al patio, cuando se plantea transformar la escuela en un aula, que todos los espacios tienen que ser educativos: los corredores, etc… Sí ha cambiado, quizá no ostensiblemente, pero si uno piensa en una estructura comunicativa que estaba muy organizada entorno a un maestro, esto tiene algunas líneas de continuidad y tiene otras en que ha cambiado bastante.

Hay pedagogías que plantean muchísimo más el trabajo horizontal, aunque no quiere decir que se logre. No todos están bien formados, otros sí lo están pero no es tan sencillo. Creo que hay mucho que pensar con respecto a este ideal de una escuela sin aula. No soy enemiga del aula. Es un espacio de trabajo importante. Incluso hay que pensar la escuela como un espacio que necesita suspenderse un poco del espacio-tiempo exterior para que haya un tiempo de otra profundidad.

Parece que esta idea de que todos los espacios educan comienza a retomarse desde hace algunos años…

Hay experiencias distintas, interesantes. Uno podría decir que a nivel más general las oficinas de arquitectura de los ministerios no siempre incluyen un buen diálogo entre educadores y arquitectos. La mayoría no lo incluyen y siempre hay una cuestión de costos. En América Latina esto es muy claro. Son estados que no son ricos y priorizan la economía de escala, hacer un diseño uniforme para que pueda hacerse en otros lugares, pero ahí pierdes precisamente lo que se pudo hacer en el Instituto Escuela o en Colegio Cervantes, que es pensar un proyecto pedagógico más estructurado desde la visión de los pedagogos.

Ahora, por supuesto que hay experiencias muy buenas. Hay edificios escolares para mí muy bellos, cada uno con su particularidad: por los materiales que trabajan, por la luz, por la posibilidad de disponer de distintos espacios, y son edificios importantes.

Conozco casos en Bélgica, en los Países Bajos, también hay muy buena arquitectura escolar en Canadá, en Japón. Creo que cuando es buena es cuando logra dialogar con las necesidades educativas.

¿Hay impacto de los espacios en el aprendizaje?

Es difícil de medir eso porque no tenemos pruebas estandarizadas universales y las que hay miden cosas que no siempre son precisamente el aprendizaje más creativo. No sé si hay una relación y no sé si debemos justificar la construcción de otros edificios escolares porque producen mejores resultados. Pero en todo caso, producen una mejor experiencia escolar sin duda.

En investigaciones que hice en Argentina con muestras grandes de alumnos, les peguntábamos qué demandan de la escuela: que haya posibilidad de tener un poco más de calefacción en el invierno, aire acondicionado en verano, que pueda tener un lugar donde descansar… no eran cosas terribles. Ahí se da cuenta uno de qué lejos está la escuela de ser una institución, un espacio más amable. Y eso tiene que ver con un clima escolar y también con edificios que están, muchas veces, en América Latina, muy decaídos, no tienen manutención… Fueron buenos en 1950 pero se vinieron abajo o fueron buenos para 200 alumnos y ahora tienen 500… Creo que no le prestamos la suficiente atención; por la negativa, aquí hay una demanda muy clara y muy uniforme: los espacios escolares no están siendo espacios amables para los estudiantes. Me parece que hay que trabajar más y me parece que no es tan caro, es cuestión de una planificación diferente.

A veces parece no haber planificación.

En América Latina pasa mucho, que la misma escuela se utiliza para inicial, primaria, secundaria y ni es buena para los niños más pequeños ni para los más grandes. Nadie está muy contento. Al mismo tiempo no hay recursos para hacer otras escuelas, pero se podrían hacer otros acuerdos de convivencia y otros equipamientos. No es tan caro.

Saltando a tu trabajo sobre cultura digital, parece que nadie tiene muy claro los usos. En el aula, donde podría utilizarse esta digitalización para romper las paredes, parece que no se está consiguiendo.

Para mí no es que el aula se tiene que romper; que el aula sea un espacio que permita el trabajo. Y el aula puede tener o no paredes y muros, ventanas… y por ahí la pedagogía es igual de cerrada o es abierta. A veces un aula cerrada funciona muy creativamente y si uno mira más de cerca las experiencias de 1920, 1930, no eran necesariamente edificios en los que destacarías la apertura. Pero funcionaba porque lo hacían sus pedagogías, me parece. Y yo insistiría ahí en la idea del aula como un lugar de trabajo productivo.

Ahora, ¿por qué no se logra hacer más productivo con los medios digitales? Creo que hay un problema de formación, de poca formación en los lenguajes, por ejemplo, de la imagen como lenguaje. A lo sumo, los profesores ahí están formados en hacer la crítica ideológica de qué mensaje nos trae una imagen. Pero la imagen no funciona solamente así. Ahí es donde creo que nos quedamos bastante cortos, bastante pobres en la pedagogía que hacemos. Creo que no sabe qué hacer de manera muy distinta. Y me parece que hay muchos problemas de atención en esta nueva economía de la atención en la que estamos todo el día pendientes de los celulares y de las plataformas que nos convocan. Ahí hay una intención «desesperada», de buscar captar la atención casi a cualquier precio. «Si están trabajando, ya estoy contenta porque conseguí capturar su atención y que estén ahí». Ahora, qué están haciendo y cuánto de lo que están haciendo significa que aprendan algo más de lo que ya hacían… ahí hay una gran duda para mí. Más bien, lo que observo en las investigaciones que hice, en las que están haciendo mis tesistas, es que no hay mucha claridad respecto a cómo trabajar con esto y que, más bien, los docentes se contentan con poco, con que los estudiantes hagan poco, que no haga diferencia con lo que ya hacen en las redes.

Ahí también quiero hacer una salvedad: las herramientas tampoco son tan necesariamente creativas y de navegación. Nosotros nos quedamos con alguna idea de lo que eran los medios digitales hace 10 o 15 años y que este último tiempo ha sido de una gran concentración, de una gran algoritmización en la cual nosotros, cada vez más delegamos nuestros conocimientos en los algoritmos. Buscamos en Gooble y no nos preocupamos mucho de qué información puso Google ahí, o qué nos llega por Facebook, qué nos llega por Twitter.

De esto hablas mucho. La homogeneización del conocimiento…

Así es. Y creo que ahí hay un empobrecimiento, sin ponerme negativa. El año pasado estuve casi todo el año en Europa con una beca en la Universidad Humboltd en Berlín, fui a varias conferencias grandes sobre medios digitales y el ambiente, por lo general, era sombrío. Si en años anteriores todo el mundo era muy celebratorio, economistas, sociólogos, no solo educadores, ahora era más bien de preocupación por lo que está sucediendo :Internet no es esa herramienta participativa, creativa, que se imaginaba sino más bien hay una ‘datificación’ muy grande, y esta tendencia de hacer cada vez más simple el click con lo que te permite hacer más cosas pero con menos libertad, y más cosas que son las que quieren las plataformas, y no ser muy creativo.

Hay un proceso de concentración, de homogeneización que hace que los medios digitales haya que pensarlos. Y ahí también hace falta formación, formación docente sobre cómo uso software de visión de imágenes, sí, pero también necesitas saber cómo está funcionando hoy la plataformización de la sociedad, los problemas del big data, los problemas para la democracia, problemas epistémicos, políticos, de seguridad de datos… y el consumo como única posición posible.

Aquí se habla del tamaño de los currículos escolares y surge el mantra de para qué tan grandes si tenemos a Google ahí. La postura contraria que habla de una cultura mínima, la que debe plantearse la sociedad, necesaria para ir a Google. ¿La dicotomía es tan extrema?

A ver… yo diría que estoy de acuerdo con que los curriculo están inflados, que hay una pretensión informativa que no se condice con lo que creemos y sabemos que es bueno que aprendan las nuevas generaciones. Ahora bien, hay algo que hace la escuela: armar un común, una vida, unas referencias comunes. Si la escuela no lo enseña, ¿qué va a aparecer en Google? Google arma un conocimiento en forma de lista que nos dice: «Esto es lo importante, es la jerarquía». Quizá, una sociedad no esté de acuerdo con eso. Además, son empresas transnacionales, en la cuales la representación de los lenguajes, de las visiones del mundo, de las minoritarias, se pierde, se van a la página 20. Hay que tener cuidado con esto. Es importante que la escuela insista en una base de conocimientos mínimos. Ahora, no hace falta que sean conocimientos meramente informativos. En algún lado serán informativos, serán referencias. Tiene mucho que ver con cómo se enseña. Yo trabajo más en Ciencias Sociales, si me preguntas por la historia, las fechas, no sé si son muy importantes, las puedes buscar en Google. Pero alguna idea de la secuencia, de la cronología, creo que es importante. Y precisamente en eso Google no te va a ayudar. En su organización en forma de lista, no va a aparecer lo más importante, lo más reciente. Desde ahí reivindico que la escuela, no solo que tenga autonomía respecto a los medios, sino que promueva, que insista en una idea de lo común no sometida al algoritmo de la popularidad o de lo más votado. Me parece que hay un riesgo importante, que lo estamos viendo en las democracias, en muchos lados. Es un riesgo muy presente, no del futuro.

Ahora, no es que la escuela haga bien su trabajo. no. La escuela no hace bien su trabajo y hace las cosas a veces más pensando en formación, sin conectar con las necesidades, con dónde están hoy los estudiantes, ¿qué les dice algo que pasó hace 100 años? ¿Por qué es importante para ellos? Hay que hacérselo ver a través de una buena secuenia pedagógica y a través de un proceso educativo que lleva su tiempo.

Y en el que puede entrar la cultura digital de una manera u otra..

Así es.

¿Qué te parece la prohibición de teléfonos móviles en las aulas?

A mí me parece que los teléfonos celulares ya están muy instalados, que no hay vuelta atrás. Soy más de la autoregulación que de la prohibición, me parece que hay que tratar de enseñar a autoregularse. Y enseñar, por ejemplo, además de autoregularse, enseñar otros usos, no solo entrar en Instagram o Snapchat, sino que puedo hacer otras cosas. Conozco maestros que ponen a los alumnos a trabajar de buena manera en las aulas. Y hay ocasiones en que se pueden apargar todos, nos desconectamos y pensamos con otros sentidos, sin tener esta prótesis de memoria. Como cuando te enseñan matemáticas y de dicen que hagas el cálculo mental.

Hay algo también importante de la presencia, del poder estar aquí. Creo que, sin ponerme negativa, hay un montón de cosas que están pasando y que es difícil todavía dimensionar como el tema de la ansiedad en los chicos, que están pegados al teléfono y que esperan el reconocimiento de sus amigos… bueno, cómo enseñar eso, que esa puede ser una plataforma en la que encontrar amigos, concer muchas cosas y también exponerse a mucho sufrimiento…

Me parece a mí que es mejor no prohibirlo, enseñar a autorregularlo y enseñar otros usos activamente. Y enseñar, no sé, la economía, la política que están detrás, traer los dilemas, los problemas y lo que las compañías están temiendo y viendo. Las propias compañías se asustan, no lo dicen mucho, pero lo sabemos quienes estudiamos estos temas, cuando aparecen noticias de ingenieros o programadores que dicen que están investigando; tienen sociólogos y antropólogos trabajando y les preocupa el bullying, el efecto de los influencers en la primera adolescencia, en etapas bastante vulnerables…

Al mismo tiempo es un mercado atractivo… recogida de datos, de creación de futuros nuevos clientes…

Y luego nos preocupamos por los celulares… a mí eso me parece inconsistene (risas). Si vas a preocuparte por los celulares debes hacer políticas consistentes en términos de qué está pasando con la datificación o con estas empresas. Pero bueno…

La creación de costumbres, con público cautivo..

Fidelización… y le estás dando a Google un montón de información que no debería ser para su uso privado. Esas cosas me parecen preocupantes y no hay debate público y sí hay un debate un poco hipócrita sobre el pánico moral con respecto a los celulares cuando hay un montón de cuestiones que no estamos interrogando y que están pasando con los medios digitales que en el fondo me parece que es mucho más complicado.

Volviendo a la alfabetización audiovisual, hemos dado por hecho que las generaciones más jóvenes son nativos digitales y no hay que hacer un esfuerzo educativo. Lo hemos hecho cuando nosotros hemos sufrido esa ansiedad del click. ¿Este tipo de formación debería llegar a las escuelas como materia? ¿Los riesgos del mundo digital?

Sí, no tengo dudas. Está llegando de una manera a veces muy moralista y que no ayuda a abrir la complejidad de los problemas. Que los plantea como si fueran reglas claras, cuando lo que vemos es que son bastante opacas. En qué casos sí o en qué casos no, cómo esto me puede servir pero en determinados casos me puede dañar. Parece que habría que ir a un tipo de programa, no sé si en una materia específica o en todas las materias, pero que tiene que haber mucho más compromiso en la escuela para trabajar estos temas. Hay espacios de tutoría donde se trabaja, en la secundaria, de psicología donde a veces se tabaja. En las experiencias que conozco, que son pocas, los alumnos, los jóvenes, los niños se qujan de que no hablan en ellas de sus problemas reales. Están muy pensados desde el deber ser adulto, muy alejados de sus problemas reales.

¿Qué problemas son?

Una enorme necesidad de reconocimiento, les hablamos como si fuera tan fácil desconectarse, por ejempo, mientras muchos docentes no conocen Instagram o se habla muy en general, no se conocen las plataformas.

El otro día hablaba con una adolescente aquí en Europa y decía: «Ustedes hablan y no saben cómo funcionan estas cosa». En parte yo entiendo que es la relación adolescentes adultos: ustedes no me entienden. Es algo que lo dijimos todas las generaciones y lo seguirán haciendo, pero algo de eso hay. Es un territorio que no nos es muy conocido y habría que ver quiénes arman los programas, quiénes arman secuencias de trabajo que estén más cerca de estas cosas.

Yo, que por decisión propia no entré en la mayoría de estas plataformas, porque no quería, no estaba de acuerdo con ellas, las estudio. Pero si tuviera que hacer una unidad de trabajo, habría que hacerla con otra gente. Y me encantaría que fuera con ingenieros de Facebook y Google, para ver cómo lo ven ellos, como lo veo yo. Y con maestros, por supuesto, y con adolescentes para ver qué les preocupa..

Pero quizá lo que habría que hacer es armar pedagogías que empiecen por ahí, por preguntar: «A ustedes ¿Qué les preocupa?». «Si ustedes tuvieran que diseñar un programa, ¿cómo lo harían? ¿Qué cuestiones les surgieron, qué no supieron resolver, dónde necesitaron ayuda?»; sabiendo

que no van a querer ayudar a los adultos. Pero igual…
Y creo que hay muchas cosas en las que podemos ayudarles, cosas que conocemos de este mundo, de cómo funcionan las empresas, el lenguaje, la cultura, la propaganda, la manipulación… que además, afectivamente, hemos estado ahí, uno fue y volvió y fue y volvió.

Y más en un tiempo como este de fake news, que sospechamos que han aupado a presidentes… un problema que no es adolescente.

No, no, es un problema de nuestra sociedad. Es más, muchos maestros también votaron a estos presidentes. Hay que hacer un proceso educativo mucho más amplio, de la opinión pública.

En Finlandia ahora, por ejemplo, están haciendo mucho énfasis en enseñar sobre las fake news, cómo detectarlas… lo que pasa es que es un territorio que se mueve; puedo enseñarte cómo detectarlo hoy pero mañana ha cambiado. Igual son criterios que son importantes tener: que la verdad importa, cómo se produjo la información, las fuentes, no reenviar porque sí, no reenviar porque estés de acuerdo con lo que dice…

Me recuerda a algo que te he escuchado y leído sobre un pedagogo argentino muy crítico con el cine en los años 20…

Mercantesi, un argentino, sí…

Esto me lleva a preguntarte por qué la cultura audiovisual, el cine, la televisión, no han conseguido el lugar que parece que les correspondería como productos culturales, como la Literatura.

La escuela ha sido muy librocéntrica, como dice Jesús Martín Barbero, un gran teórico de la comunicación español-colombiano: el monoteísmo del libro. La escuela ha sido parte de ese monoteísmo, lo ha difundido, no solo ha sido parte, ha sido sacerdote, obispo de esa religión. Por eso, incluso la computadora pudo entrar, porque tenía que ver con la cultura escrita, mientras que la televisión no pudo hacerlo.

El cine yo creo que está entrando. Es un fenómeno interesante. Me gusta esa entrada del cine porque es un lenguaje que exige otra distancia, otra duración. El cine en Vimeo no funciona, no son 2 segundos… Necesitas sentarte y mirarlo, necesitas «perder el tiempo». Y hay una cuestión de la

duración en el aprendizaje que me parece importante. Trae otro tiempo y otro lugar.
Desde ahí el cine me parece interesante. Y sí hay muchos más programas. Quizá porque han aparecido otras cosas en el medio y la escuela tiende a reconciliarse. Ahora el enemigo son los videojuegos, o YouTube… Siempre hay una demonización cultural, un problema de jerarquización cultural. Pero también creo que hay algo más: no todos los sistemas son igual de permeables.

Si uno mira a Estados Unidos siempre fueron más permeables a los medios de comunicación masivos; hay desde hace muchos años programas de alfabetización en cine, dibujos animados, fotografía, etc, que en America Latina difícilmente sucedería. En Reino Unido hay una materia que es Estudios de medios y que tiene más de 50 años y que ha sido importante y es reconocida ahora como una materia high level. Hay experiencias en Francia, algunos programas interesante, también en Australia. No es uniforme. Tiene que ver con la cultura de ese país, con los docentes, cuán permeables son a otras representaciones culturales. Para mí es interesante que entren el cine, los videojuegos y es importante que aprendamos otros lenguajes. Y así sí defiendo la alfabetización multimedial, multimodal, que aprendamos más sobre imágenes, sobre los sonoro, sobre el cuerpo.

Nos educamos con todos los sentidos y aprender no es solamente con la cabeza, es con el cuerpo, con las emociones, con la vista, con el oído. Ahí también hay unas cosas para pensar. Hay una discusión, sobre si se aprende más porque se ve o porque se toca y creo que depende de qué veas y toques. Hay cuestiones que revisar de nuestras pedagogías. Toda esta demonización de dar lección, de uno que está hablando y otro escuchando y no aprende nada. No es cierto. Aquí nos estamos escuchando y aprendemos. A veces escuchas cosas muy interesantes y aprendes y a veces lo contrario. Pero estás escuchando, mirando, interactuando. Nunca es con un solo sentido.

Esta sería la primera cuestión. Lo más importatne es que pasa porque uno ofrezca algo interesante sobre lo que trabajar el conocimiento, la cultura… para que el otro pueda apropiarse, ubicarse en una posición de disponerse a trabajar. Me gusta mucho esa idea que viene de Hanna Arendt de una mesa de trabajo, la escuela es una mesa de trabajo en la que ponemos algo y los discutimos, a ver con qué lenguajes, si nos podemos distanciar… me parece que es una idea fuerte de la cultura. No es solo toco y toco. El click-click-clik es un poco lo que está pasando hoy. Pero eso no quiere decir que yo esté aprendiendo. Está cada vez más opaco todo. Los procesos de conocimiento y todos los saberes que están ahí detrás. Con el click yo llego a un resultado medio mágico que alguien decidió por mí. Me parece que lo que hay que mostrar en la escuela es algo de ese proceso, hasta dónde podemos y mostrar una autonomía, ganar esa autonomía intelectual, desde el más chiquito al más grande.

Ese es, en definitiva, el papel de la escuela, que tengas la herramienta para poder aprender a aprender…

Así es. Ahí por ejemplo, me gusta mucho el trabajo de Alain Bergalá, en Francia, que dirigió un programa del Ministerio de Cultura que iba a las escuelas. Él decía: «Hay que ofrecerlo, no van a llegar por sí solos». Hay que ponérselos ahí… y al principio les va a costar ver una película «vieja», es más lenta, es más oscura, el sonido… pero bueno hay que ofrecerseló, ponérselo cerca, dejar que lo frecuenten, que se vayan acercando, que se lo apropien. Si no se los ofrecemos, no van a llegar por Google. Los youtuber en general no van a haber visto esto.

Pasa un poco como con la alta literatura, los básicos…

Sí, exactamente lo mismo… aunque haya que ver qué básicos, cuáles son. Es un canon que decidimos socialmente como algo que a esta sociedad le interesa, le representa, le importa. Y también con la cuestión de la diversidad, que no se pierda la diversidad en esta época del algoritmo de la popularidad; se pierde porque vas con lo masivo y cada vez más minoritario.

Ahora que hablas de la diversidad, en España tenemos mucho alumnado de origen migrante.Choca un poco con esto de la uniformidad de los saberes. Es difícil que estas personas traigan al aula ese conocimiento y lo pongan en común.

Bueno, el común cambió. Ahí uno podría decir cómo pueden inscribirse en una idea de nación que sea plural, que reconozca que es menos blanca, menos europea, más postcolonial. Que es una idea de lo común, más que de nación. Y me parece que ahí es importante el trabajo de la escuela para que precisamente no se desafilien, no se dsenganchen. La escuela trata de tejer y hacerlo con cada uno. Es una institución, en ese sentido, magnífica. Llega a todos y tiene una posibilidad de trabajo mucho más singularizado. Hay otras instituciones que no lo tienen porque se ven una vez por año. En la escuela tienes un trabajo mucho más sostenido, muchos años, y horas por día. ¡Qué bueno si se hiciera bien! Que permitiera a cada individuo inscribirse en ese común, inscribir su parte en ese común. Y que la escuela en ese sentido sea mucho más hospitalaria. Cómo armamos y rearmamos ese común con los que hoy somos el común.

¿Qué papel tienen los alumnos ahí? ¿Pueden decidir qué estudiar, qué no?

En parte sí, en parte no. Como todos. Uno también como maestro ofrece y el otro también decide si quiere o no quiere aprender. Hay una frase maravillosa de Philipe Merié que dice: «La enseñanza es obligatoria, pero el aprendizaje es voluntario», es una decisión del sujeto que toma por razones que no le son del todo propias. Tienes un mandato familiar, esto me gusta esto no, porque era lo que te enseñaron que te tenía que gustar, o todo lo contrario, estás rebelándote contra todo y nada te gusta… en ese sentido no son propias, pero siempre hay una decisión. Los alumnos tienen una decisión sobre el currículo; a mí me gustaría que tuvieran más voz, ¿no? No quiere decir «ahora votamos y decidimos si enseñamos o no los básicos». No, los básicos es en lo que nos pusimos de acuerdo, lo siento, te toca, pero hay muchas cosas que cómo les enseñamos. Qué quiere decir los básicos. Parece que hay mucho margen para que las escuelas dieran más opciones, posibilidad de inscribirse.

Pongamos El Quijote. Vamos a leerlo. Bueno, ¿cómo lo lees hoy? Hay ejemplos maravillosos. Hagamos una obra de teatro adaptándolo a la actualidad, cuáles serían los sueños quiméricos de los jóvenes hoy; seguramente aparecería el cambio climático, las migraciones… montemos una pieza en la que ellos puedan escribir El Quijote. ¿por qué no? Pero para hacer esa pieza, que estudien mucho, que lo conozcan. Primero lo tienen que leer muy bien, y luego yo les diría: «Váyanse a ver todas las versiones del Quijote que puedan» y luego que hagan la propia.

Trabajémosla, tráigan un borrador, discutamos… me parece que ese es el trabajo de la escuela. Pero el problema que tenemos ahí es que los currículos son tan abultados que si yo paso tres meses con esto no llegué a dar nada. Ahí sí hay que hacer decisiones desde la política educativa para ofrecer importantes experiencias profundas del conocimiento, menos, pero más profundas. Bueno, y ¿qué nos importa del Quijote? ¿Que lo repitan de memoria, que sepan la fecha? Bueno, sí, pero no es solo eso. Que lo lean y ¿qué hacen con lo que leen? ¿Responden a un cuestionario prefijado?: ¿Quién fue el autor? ¿quiénes son los personajes principales? ¿cuál es la trama? Con esto los chicos se aburren; lo encuentran en Wikipedia además. Después nos quejamos de que copian y pegan, pero si les pasas un cuestionario que hacen desde hace 50 años: copian y pegan. Tienes que proponerles otra cosa. Si les dices «arma tu propia versión», luego te van a decir que es mucho trabajo, pero hay que ganarselós.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/02/27/ines-dussel-los-espacios-escolares-no-estan-siendo-amables-para-los-estudiantes/

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Gina Rippon: «No hay diferencias entre el cerebro femenino y masculino»

Por: Laura Román. 

En su libro, ‘El género y nuestros cerebros. La nueva neurociencia que rompe el mito del cerebro femenino’, Gina Rippon, catedrática de Neuroimagen en la Universidad de Aston (Reino Unido), trata de desmontar la idea de que el cerebro femenino es diferente al masculino por una mera cuestión de género.

Gina Rippon es catedrática de Neuroimagen en la Universidad de Aston (Reino Unido) y también la autora de ‘El género y nuestros cerebros. La nueva neurociencia que rompe el mito del cerebro femenino’ (Galaxia Gutenberg), un ensayo que se acompaña de datos basados en la neurociencia para mostrar que no existe la supuesta diferencia entre el cerebro de una mujer y el de un hombre por razones de género. La experta analiza cómo los mitos y las ideas preconcebidas en torno al funcionamiento del cerebro según el género han afectado al rol de la mujer en la sociedad o, incluso, cómo sigue influyendo en el ámbito educativo.

Pregunta: ¿Cuál ha sido la razón para que, durante tanto tiempo, se sostuviera el mito de que el cerebro del hombre es diferente al de la mujer?

Respuesta: El origen de esta cuestión se inició cuando los científicos (hombres) aceptaron el ‘statu quo’ en la sociedad, en la que los hombres y las mujeres no sólo eran diferentes anatómicamente sino que sus funciones sociales, las expectativas que la sociedad tendría o podría tener de ellos también eran diferentes. Y estos científicos se propusieron demostrar que estos dos diferenciadores estaban vinculados causalmente: lo que hacía a los hombres y mujeres anatómicamente diferentes también provocaba que sus cerebros fueran diferentes, y esto significaba que sus habilidades, sus temperamentos y personalidades también eran distintos. ¡La biología era el destino!

Esto de ‘cazar la diferencia’ impulsó poderosamente la investigación científica desde sus comienzos, y es posible que a día de hoy todavía la impulse aunque de una forma posiblemente más matizada.

«Creo que cada cerebro es diferente de todos los demás cerebros, pero estas diferencias no están determinadas por el sexo de sus dueños»

P: ¿Ha influido esa creencia ‘cerebral’ al papel que ha desempeñado la mujer en la sociedad? ¿En algún ámbito más que otro?

Absolutamente. Está bastante generalizado si te fijas en los datos globales relacionados con la brecha de género. Creo que el ‘lugar’ de la mujer en la ciencia, tanto históricamente como en la actualidad, es un gran caso de estudio de los estereotipos de género y que impregnan todos los niveles de una profesión, disciplina o institución.

P: Ahora bien, ¿existe alguna diferencia neurológica que diferencie el cerebro de una mujer y de un hombre? Entonces, ¿se les puede considerar como iguales?

cerebro

No existe ninguna estructura cerebral actualmente identificada ni patrón de conectividad, áreas de descanso o actividad relacionada con las tareas que identifique de manera consistente y fiable un cerebro como masculino (de un hombre) o femenino (de una mujer).

Hay algoritmos de aprendizaje automático que han alcanzado una tasa de éxito del 85%, pero se sigue hablando de datos a nivel de grupo, es decir, promedios. La cuestión es la enorme cantidad de variabilidad en los datos de los cerebros femeninos o masculinos y que hay una enorme cantidad de superposición en esos conjuntos de datos, lo que hace que las diferencias sean cada vez más pequeñas.

‘¿De qué sexo es este cerebro?’ ¡No es una pregunta útil!

Aunque no podemos encontrar diferencias entre los cerebros masculino y femenino no significa que sean lo mismo. Creo que cada cerebro es diferente de todos los demás cerebros, pero estas diferencias no están totalmente determinadas por el sexo de sus dueños.

P: En su libro menciona conceptos como el neurosexismo. ¿Cuál es su significado?

Es un término acuñado por la filósofa, psicóloga y escritora Cordelia Fine con el que pretende llamar la atención sobre las prácticas en neuroimagen y en la propia comunidad investigadora y que sirven para crear ‘una literatura sesgada sobre la presentación de las diferencias de sexo en el cerebro como extensas, funcionalmente significativas y fijas, y que por lo tanto y de manera explícita apoyan una perspectiva esencialista de género». Además Fine añade: «El neurosexismo promueve estereotipos perjudiciales, limitantes y potencialmente autocumplidos».

P: También analiza el cerebro social, en el que tienen cabida informaciones como los estereotipos, ¿cuáles son los asociados al cerebro de la mujer y cuáles a los del hombre? ¿Cree que en la escuela se enseña de manera diferente a las niñas que a los niños por la idea preconcebida del cerebro ‘distinto’?

El cerebro social procesa las reglas externas de la sociedad en un individuo, el contexto social en el que vive su vida. Esto puede incluir las distintas reglas asociadas a los diferentes sexos, las expectativas de la sociedad, las actitudes… y que un individuo interiorizará. Estas pueden y, de hecho influyen, en las prácticas educativas (¡así que sí, se enseña de manera diferente a los niños que a las niñas!).
Para entender esto último hay una frase de Reshma Saujani, fundadora de ‘Girls Who Code’, que creo que lo dice todo: «Enseñamos a nuestros chicos a ser valientes y a nuestras chicas a ser perfectas».

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/no-hay-diferencias-cerebro-femenino-masculino/

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El STEM y la investigación en la escuela: un ‘render educativo’

Las autoridades educativas crean sus “renders” que no son más que posibles realidades construidas a punta de imágenes. Imágenes que –como lo menciona Duperly (2019) en su crítica a las ciudades contemporáneas– – son “el equivalente a los menús translúcidos en los restaurantes de comida rápida, que ofrecen hamburguesas que uno jamás se va a comer”(1). La educación de “calidad” se exhibe en los muros de la ciudad, en las páginas de los periódicos, en los sitios web gubernamentales de las ciudades latinoamericanas, y sale eufórica por las bocas de sus gobernantes, mientras, de manera paralela, arrollan el saber pedagógico del profesorado y deslegitiman su profesión.

Este “render educativo” modela la educación desde discursos –que crean imágenes de lo que debe ser la educación– bastante atractivos: calidad educativa, mejoramiento continuo, excelencia, prácticas innovadoras, investigación. La educación, como aquel menú translúcido, es configurada artificialmente por proyectos quebradizos con promesas de progreso y de cambio social. Palabras que, como relatos de ficción, crean escenarios impactantes y también –esa es la idea– creíbles y alcanzables.

Hoy calidad y STEM (2) se plasman con fuerza y nitidez en el render. La calidad, un término ciego que lo ve todo, aparece entroncada con el añejo modelo STEM que ahora resurge como quintaesencia para reformar la “retrógrada” escuela. Aquel modelo de los años ochenta, de raíces gringas, es hoy adoptado sin mucho debate por muchas ciudades latinoamericanas que perciben en este la posibilidad de “desarrollo” (un ejemplo de ello es Medellín).

De la mano del STEM se inocula una suerte de investigación que despoja la dimensión pedagógica de la escuela. Esta investigación sofistica los discursos para acrisolar el quehacer educativo que, según las cuentas de los tecnócratas, se ha contaminado y envilecido y, por lo tanto, también el oficio del profesor(a), lo que supone, a su vez, un fuerte desplazamiento de la enseñanza. La calidad de la educación hoy llega emparentada con esa visión reducida de la investigación. Escuela que no investigue no es de calidad, y aquella que lo hace es innovadora. Un juego de palabras que guarda una lógica bastante compleja, pues su dinámica posibilita la producción de una desigualdad legitimada.

Para el profesor Sebastián Plá (3), la calidad en general y las políticas de la calidad educativa en particular, tienen la finalidad de producir esta desigualdad. Desde esa lógica van a existir unas escuelas buenas, otras mediocres y otras malas, en donde estas últimas nunca se acercarán a las primeras, pues la calidad es una meta inalcanzable. Es decir, mientras las escuelas allanan caminos para llegar a un punto determinado sucede que cuando creen llegar a él, entonces, tal punto ya no existe. Por tanto deben redirigir sus energías para tratar de llegar a uno nuevo (inexistente). La calidad hace de la educación un render que convierte la escuela en una selva de indicadores.

Menciona Plá que “para que la calidad educativa sea universal, debe ser al mismo tiempo un imposible de alcanzar. Esto implica, por supuesto, que de hecho no sea universal, pero lo que importa aquí es la ilusión de totalidad o universalidad, no que efectivamente se logre”. El render educativo crea esa ilusión que debemos –como profesores, como sujetos críticos– no ignorar y, por el contrario, fundar realidades que dignifiquen a los seres humanos y posibiliten cambiar sus contextos.

Discuto la denominación que pretende ubicar al profesor como investigador, y que configura nuevos atributos e identidades a los sujetos de la educación, establecidos desde un modelo de investigación que suprime el espíritu de esta, tanto que legitima el borramiento del profesor, y por lo tanto de la enseñanza. Investigar, así, desde esa orilla del STEM, se convierte más en obstáculo que en posibilidad y conduce a una pérdida del sentido crítico de la escuela. Voy a esto: la investigación escolar (atravesada por la pedagogía) hoy está sometida a juicio. Como el sentido de la escuela está en juego, entonces la pregunta por la misma es inaplazable. No es casual que el STEM esté de vuelta luego casi de cuarenta años. No es casual.

No olvidemos, y acudo a Freire, que “la de enseñar es una tarea profesional que exige amorosidad, creatividad, competencia científica, pero que rechaza la estrechez cientificista, que exige la capacidad de luchar por la libertad sin la cual la propia tarea perece”. La investigación del STEM, la que nos proponen los renders, insisto, borra la pedagogía y al profesorado e impone una mirada occidental de la constitución del saber (estrechez científica) que limita la comprensión del mundo. Así, se pone de manifiesto, que no es el profesorado el encargado de pensar la escuela ni la educación, sino los expertos de matemáticas, ingenieria y tecnología.

Queda, entonces, abierto el debate –que es también lucha– y que obliga al profesorado a pensarse en esta relación incomoda con las fuerzas economicistas del poder. Un interrogante asoma, cuya respuesta no puede ser débil ¿Cuál debe ser el sentido de la investigación en la escuela? Que sean las escuelas las que respondan, no las autoridades “educativas”.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/02/27/el-stem-y-la-investigacion-en-la-escuela-un-render-educativo/

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