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Save the children critica la ineficacia para detectar menores víctimas de trata

Europa/España/01 Agosto 2019/Fuente: El país

Las fuerzas de seguridad identificaron a 14 niñas el año pasado pero entraron en España 6.991 sin compañía de adultos ni familia

Save the children ha reclamado esta mañana al Gobierno mejores mecanismos para detectar a los niños víctimas de redes de trata con fines sexuales, laborales o para mendigar. La ONG subraya que de las 9.315 personas en situación de riesgo identificadas en 2018 por las Fuerzas de Seguridad, solo 238 fueron identificados como víctimas reales [no estimaciones] y de ellas solo 14 eran menores, a pesar de que el año pasado cruzaron el Estrecho de Gibraltar 6.991 sin compañía adulta y sin familia procedentes de países subsaharianos y del Magreb.

“Evidentemente, esto refleja que nuestro país no es capaz de detectarlos, son muchísimos más”, ha censurado Andrés Conde, director general de esta organización, esta mañana en Sevilla. “Es profundamente grave y muy impactante. Clarísimamente las cifras no responden a la realidad. La sensibilidad de las agentes que interrogan a los menores durante sus primeras 72 horas [tras llegar en patera] es alta, pero necesitan un enfoque de infancia. Los niños con heridas físicas y psíquicas que hemos detectado no son identificados adecuadamente”, ha añadido Javier Cuenca, responsable andaluz de Save the Children, en el día internacional contra la trata de personas.

Un indicio de la captación de los niños por parte de las mafias son los 1.293 menores «en fuga», que tras haber estado en centros oficiales de protección, ahora están en paradero desconocido, según la organización. Desde 2013, solo 55 menores han sido identificadas como víctimas de trata.

La ONG pide ese protocolo de atención para identificar a los menores en situación de especial vulnerabilidad que han emigrado tras sufrir violencia o pobreza en sus países de origen y cambiar procedimientos que utiliza la policía para determinar la edad, tal y como ha recomendado Naciones Unidas para que prime el interés del menor por encima del resto de circunstancias. Es decir, «una estrategia integral de carácter estatal para proteger estos menores», expone la organización. De los 14 niños identificados como víctimas en 2018, seis fueron captadas para la explotación sexual, tres para la mendicidad, cuatro para la explotación laboral y uno para un matrimonio forzoso, según el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), de Interior.

Save the Children ha presentado su informe Contando los pasos, centrado en los niños víctimas de redes de trata, los que viajan solos sin referentes familiares y los que necesitan protección internacional. Del total de 65.400 personas que entraron de forma irregular en España en 2018, unos 7.800 fueron niños o adolescentes (el 12%), y de ellos la inmensa mayoría, 6.991, llegaron solos a las costas andaluzas. En el mundo, el 14% de la población migrante son niños.

En general, la presencia de menores captadas por las mafias de trata está orientada sobre todo a la explotación laboral, y provienen principalmente de países asiáticos como Vietnam, Pakistán, India o China, según datos de la Fiscalía de Extranjería.

Un ejemplo de la desprotección de los menores es la última operación policial de la Guardia Civil en Cantillana (Sevilla), donde una menor rumana a la que su familia quería casar por la fuerza ha sido liberada. Dos personas han sido detenidos por un delito de trata de seres humanos. El matrimonio ilegal, en contra de la voluntad de la niña, se iba a producir a cambio de 5.000 euros.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/07/30/actualidad/1564480417_230002.html

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España: La primera universidad pública que forma maestros rebeldes para romper con la escuela tradicional

Europa/ España/Por: Ana Torres Menárguez/ Fuente: elpais.com.

La pedagogía es anacrónica, siempre llega tarde, decía Ortega y Gasset. En la Universidad Complutense lo admiten: las escuelas se han adelantado y la Academia llega a marchas forzadas al cambio pedagógico. Pero llega. Desde el próximo curso, la Complutense de Madrid será la primera universidad pública que dé un vuelco a la forma de enseñar a los futuros maestros con un aula que rompe con la pedagogía tradicional. Se llama Hiperaula y es un espacio en el que no hay jerarquías; profesores y alumnos están al mismo nivel. Allí no existe un estrado para el docente. Tampoco una pizarra. Y se acaba con las clases a puerta cerrada con la introducción de la codocencia: los profesores darán clases conjuntamente.

“Está demostrado que un grupo heterogéneo de estudiantes mejora los resultados académicos; los más avanzados tiran de los otros. Pero para un solo profesor es muy difícil trabajar con diferentes capacidades y velocidades de aprendizaje”, explica Gonzalo Jover, decano de la Facultad de Educación de la Complutense. En su opinión, uno de los dramas del modelo tradicional es que no consigue retener a los alumnos —la tasa de abandono escolar española es del 17,9%, por encima del 10% de media europea—. Por eso, la Hiperaula busca promover la codocencia, que es la presencia de más de un profesor en el aula.

“El 20% de la efectividad de un profesor depende de la que tuvieron sus compañeros en años anteriores. Es lo que se llama efecto contagio entre pares, o lo que es lo mismo, todo lo que absorbe un docente al colaborar con otro”, explica Eva Flavia Martínez, investigadora en la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard. Ese dato se desprende de un estudio realizado en más de mil escuelas en Carolina del Norte publicado en 2016.

En España, inmersa en una parálisis del modelo educativo con reformas que no ponen el foco en la formación docente, solo el 19% de los profesores se forma en programas de observación entre iguales, frente al 40% de media de los países de la OCDE. La colaboración entre docentes requiere estructuras planificadas, no sale de la improvisación. “Esos procesos implican un cambio cultural, hay que poner en marcha la tutorización entre iguales y equipos dedicados a supervisar y evaluar esa colaboración”, explica la investigadora en relación al modelo educativo de Canadá, uno de los 10 países del mundo mejor posicionados en el informe PISA, el estudio elaborado por la OCDE que mide el rendimiento académico de los estudiantes en matemáticas, ciencia y comprensión lectora.

En la Complutense reconocen que se han adelantado al cambio legislativo, y que en la escuela pública es muy complejo implantar la codocencia porque necesita inversión. Más profesores por centro. De momento, es la concertada la que va por delante y en ciudades como Madrid el colegio Padre Piquer, con un perfil de alumnado con bajos ingresos, ya está practicando esas fórmulas con hasta tres docentes por clase. “Viajamos por Europa para conocer la realidad de las aulas y en un colegio público de un pueblo de Gales encontramos tres profesores para 20 niños. No podíamos esperar más para traerlo a España”, señala Jover. De los 400 docentes de la Facultad de Educación de la Complutense, ya se han formado 115 para poder hacer uso de las tecnologías que incluye la Hiperaula.

Aulas desmontables

La idea de dar un vuelco a la forma de enseñar a los maestros surgió de la indignación. La Facultad estaba anticuada, y las salas hablaban por sí mismas. En el aula de informática, los ordenadores estaban encadenados a las mesas, que a su vez estaban atornilladas al suelo junto a las sillas. Ahora en ese espacio las sillas (que son ergonómicas) tienen ruedas, hay pantallas gigantes colgando de las paredes que los estudiantes pueden usar como ordenador, mesas desmontables y hasta medidores de ruido para impedir que los debates se suban de tono. No hay un orden establecido, cada clase tiene su propia estructura.

Ese modelo pedagógico no es un invento del siglo XXI. El método Montessori, desarrollado a principios del siglo XX por la doctora italiana Maria Montessori basado en la idea de que los más pequeños aprenden de forma natural si se les permite seguir sus instintos, ya contemplaba la libertad de movimiento como clave del aprendizaje. “Montessori decía que el mobiliario clavado al suelo es un tipo de servidumbre. Hay que romper con los manuales escolares del siglo XIX, que todavía hoy seguimos usando, en los que se mostraba la forma correcta de sentarse. Hay que traer a la universidad los cambios que se están dando fuera”, explica Mariano Fernández Enguita, profesor de Educación en la Complutense e impulsor del proyecto, que le ha costado unos 100.000 euros a la universidad.

Un grupo de profesores aprende a usar las instalaciones tecnológicas de la Hiperaula de la Complutense.

Un grupo de profesores aprende a usar las instalaciones tecnológicas de la Hiperaula de la Complutense.KIKE PARA

“Los profesores fuimos buenos alumnos, aceptamos un modelo de enseñanza sin cuestionarlo y luego lo reprodujimos, pero no hay ninguna investigación que explique por qué los estudiantes están alineados frente al profesor ni por qué hay que guardar silencio durante 45 minutos”, añade Fernández Enguita. “Hay que recuperar todas las fuentes de dónde se puede extraer información, el maestro ya no es el que alimenta de contenidos. En el pasado se desterró todo lo que estaba fuera de la escuela y ahora es eso lo que hay que recuperar”.

En la web de Hiperaula, por la que el próximo curso pasarán unos 500 alumnos de Magisterio y del máster en Formación del Profesorado para Secundaria, se explica el motivo de la ruptura con el modelo tradicional de enseñanza. Desde la biblioteca de Alejandría las aulas universitarias han tenido una estructura parecida: un gran auditorio en el que uno se dirige a muchos. La transformación del aula lleva años siendo promovida por instituciones como la OCDE, en su informe Innovative Learning Environments (de 2015), la red europea de escuelas European Schoolnet, en su proyecto Future Classroom, o incluso por el Ministerio de Educación en su laboratorio Aula del Futuro. Pero los cambios metodológicos y de materiales (relacionados en gran parte con el uso de tecnología) no han llegado todavía a las fábricas de maestros.

EL MODELO INNOVADOR NO SE PUEDE QUEDAR EN INFANTIL

“Hay resistencia al cambio. En Infantil el camino está hecho, sí se entienden las ventajas del modelo. Pero, ¿qué pasa con Primaria y Secundaria?”, lanza Mariano Fernández Enguita, profesor de Educación de la Universidad Complutense. Uno de los colegios que les ha servido de inspiración es el concertado Padre Piquer, en la Ventilla, un barrio humilde en el norte de Madrid. Allí acuden alumnos a partir de 12 años que no tienen asignaturas ni libros de texto. Desde 2003, trabajan con materiales digitales en grupos de unos 60 alumnos y con tres o cuatro profesores en el aula. La función del docente es guiar al estudiante para que lidere su propio proyecto de aprendizaje. Su metodología funciona: tienen un 85% de alumnos graduados y un absentismo del 0,7%. De sus 1.100 alumnos, el 77% perciben alguna beca, lo que quiere decir que la mayoría procede de familias con bajos ingresos y eso incrementa el riesgo de abandono escolar.

Los centros de la Fundación Trilema, con seis colegios concertados en diferentes autonomías, son otro ejemplo de codocencia. “Nuestro mayor problema han sido las familias, nos costó mucho que comprendieran el modelo; ven 60 niños en un aula grande y no se fijan en que hay varios profesores”, explica Carmen Pellicer, presidenta de la fundación. Cuenta que el primer año es complicado, los profesores son reacios a tener otros adultos en el aula juzgando su trabajo. Permitir que los alumnos sean autónomos es el otro gran freno. En su colegio de Soria los resultados hablan: en un solo año el fracaso escolar pasó del 60% al 10% en un centro con un 70% de alumnos inmigrantes. “La mayor ventaja de la atención personalizada es que permite aplicar diferentes metodologías según las necesidades del niño, es un gran avance”, dice Pellicer.

Fuente de la noticia: https://elpais.com/sociedad/2019/07/09/actualidad/1562693144_635772.html

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5 actividades para que niños, niñas, adolescentes y jóvenes sigan aprendiendo en las vacaciones

Por: RedClade.org.

La Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) sugiere 5 actividades que se pueden realizar para seguir aprendiendo durante el receso escolar

Julio es un mes de vacaciones para la mayoría de estudiantes de América Latina y el Caribe. Como los procesos educativos se dan más allá de los muros de la escuela – en las calles, en contacto con las artes, a través de la cultura y los medios de comunicación, entre otros espacios y maneras-, la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) sugiere 5 actividades que se pueden realizar para seguir aprendiendo durante el receso escolar.

Tomaz Silva/Agência Brasil

1. Visitas a museos

Los museos son siempre un destino turístico popular. En algunas ciudades y localidades, hay museos que los niños y niñas pueden conocer. En ellos, es posible encontrar información sobre temas de su interés (por ejemplo, ciencias naturales, historia, geografía y cultura) y ponerse en contacto con diferentes expresiones artísticas.

Miguel Romero/Presidencia de la República

2. Lecturas

Durante las vacaciones, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes también pueden desarrollar su hábito de lectura, en contacto con libros de su preferencia y que no se incluyan entre las obras obligatorias de los programas escolares. Así la lectura debe convertirse en un placer, no una obligación. El mundo editorial ofrece diversos tipos de lectura, desde libros de historietas, como Mafalda, hasta clásicos de la literatura mundial, como las histórias, cuentos y poesías escritos por Gabriel García Marquez, Jorge Amado, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Conceição Evaristo, etc.

3. Paseos al aire libre

No hay nada mejor que un paseo para poder observar diferentes tipos de plantas y aves, colectar frutos o armar artesanias con elementos de la naturaleza. Organice un paseo a algún parque en la ciudad o lugar más agreste. Planifique con niños, niñas, adolescentes y jóvenes el paseo, elaborando una lista de libros a consultar que los entusiasmen para observar la naturaleza. Por ejemplo, libros sobre pájaros o insectos. También pueden llevar un cuento, leerlo juntos y luego hacer collages sobre el cuento, utilizando hojas y ramas.

4.Círculos de diálogo y arte

Organicen eventos al aire libre o en la propia casa para que las niñas y niños compartan cuentos e historias. Invítelos a compartir historias de cuando eran más pequeños/as. También pueden contar leyendas o anécdotas de la comunidad, del país o de l

a família. Proponga que los mayores lean a los más chiquitos. Además, pueden compartir expresiones artísticas, como danza, presentación de títeres, lectura de poesías, etc.

5. Escrita

Por fin, niños, niñas, adolescentes y jóvenes pueden practicar su escrita, registrando todas las experiencias de las vacaciones. Para ello, pueden comprar un cuaderno/diario, o elaborar uno que sea artesanal en casa. La idea es que, mientras practican la escritura, puedan retomar  las mejores vivencias de las vacaciones. Se puede acompañar los relatos de fotografías y otros pequeños recuerdos (una flor seca, huellas digitales impresas en pintura para manos, etc.).

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/5-actividades-para-que-ninos-ninas-adolescentes-y-jovenes-sigan-aprendiendo-en-las-vacaciones/

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La ciencia está en todas partes y lo sabes (o deberías)

Por: Educación 3.0.

Eduard Punset fue uno de los científicos que inició el acercamiento de la ciencia a la sociedad. Otros profesionales de renombre están siguiendo sus pasos, pero, ¿la divulgación científica goza de buena salud en la sociedad? El periodista César Brito analiza el impacto de la divulgación para el ámbito científico.

Párate a pensar un segundo. El edificio en el que estás, la pantalla en la que estás leyendo esto, el tejido de la ropa que llevas, lo que has desayunado esta mañana, el reloj que te dice la hora que es, las herramientas que te permiten hacer tu trabajo, el medicamento que palía los efectos de tu alergia… Todo, absolutamente todo lo que te rodea y hace que tu vida sea mejor es posible gracias a la ciencia y sus avances.

Puede que seas consciente o no, pero sin la ciencia nuestra vida sería muy diferente. Gracias al método científico y su aplicación en diferentes disciplinas, una cantidad ingente de investigadores y profesionales de la ciencia están haciendo que nuestra calidad de vida y nuestra visión del futuro estén plagadas de buenos presagios.

Lamentablemente, el trabajo de todos estos científicos y científicas no siempre tiene el impacto público que merece. Los motivos son muchos, pero uno de los principales lastres históricos del mundo de la ciencia ha sido su dificultad o incapacidad para comunicar a la sociedad la importancia de su trabajo o el impacto real de sus investigaciones en la vida de la ciudadanía.

Como estrellas del rock

Por suerte, Internet y la tecnología han modificado ese escenario de manera considerable. Actualmente, gracias a las redes sociales y a la proliferación de blogs, publicaciones especializadas dirigidas al gran público y eventos relativamente masivos, la ciencia y la comprensión de su importancia está causando un impacto real en los demás. Esto hace que la formación en la divulgación científica viva un buen momento.

Programas de televisión como Órbita Laika, eventos como ‘Desgranando Ciencia’, ‘Naukas’ o iniciativas como ‘Pint of Science’ están sacando a los especialistas de los laboratorios y ‘traduciendo’ su trabajo al lenguaje de la calle, más allá de los papers y los procesos de revisión por pares. La ciencia se ha puesto los vaqueros y la camiseta ‘molona’ para cobrar protagonismo y demostrar que puede ser accesible, divertida y abrir sus brazos a nuevas vocaciones.

El camino iniciado hace años por el desaparecido Eduard Punset -’el Félix Rodríguez de la Fuente de la divulgación científica española’- tiene su continuación en figuras como la de Antonio Martínez Ron, Clara Grima, Marián García o Aitor Sánchez, por citar sólo algunos ejemplos. Sus libros desaparecen de las estanterías en un suspiro y, a pequeña escala, desatan pasiones como auténticas estrellas del rock en todos los eventos públicos y charlas en los que participan.

Adaptarse a los nuevos tiempos

Uno de los males que ha arrastrado desde siempre la divulgación científica ha sido la incapacidad para comunicar de manera efectiva y atractiva los trabajos de científicos brillantes y la importancia de los mismos en la vida real de las personas. Esta ‘era dorada’ de la divulgación de la ciencia está empezando a quitarse de encima el marasmo académico para acoplar su mensaje a nuevos lenguajes, plataformas y públicos. Y funciona.

Hasta las más recalcitrantes y refractarias ‘ratas de laboratorio’ reconocen la importancia de esta labor. Y están empezando a tomar conciencia de lo esencial que resulta reforzar las capacidades comunicativas, aprender a contar lo que se hace de manera atractiva y a formarse, más allá de sus especialidades, para ser una potencial ‘estrella’ mediática.

César Brito
César Brito

La divulgación científica no hará que los problemas del sector científico y la alarmante carencia de medios para investigar desaparezcan. Pero sí aportará una visibilidad muchísimo mayor que la que tenía la ciencia hace veinte años. Y cuando la ciencia se convierte en un fenómeno viral es más difícil -y políticamente incómodo- ignorar las carencias, o no atenderlas mínimamente.

Aunque también tiene sus detractores, pues la acusan de banalizar un trabajo serio o de ‘espectacularizar’ un área del conocimiento que no siempre cuenta con ese glamour, la divulgación en el ámbito científico es un tren que ya ha partido y es cuestión de tiempo saber cuántas estaciones tiene por delante o dónde estará el final del trayecto.

 

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/ciencia-esta-todas-partes-cesar-brito/110517.html

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«No hacemos más que quitarles a nuestros hijos obstáculos propios de su edad para que no tropiecen»

Por: Marina Lozano.

Ramírez es licenciada en Psicología con un máster en Psicología Clínica y de la Salud y Doctorado en el departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Granada

Patricia Ramírez puede presumir de una carrera de más de 25 años plagada de éxitos. Está en Málaga promocionando su nuevo libro, Educar con serenidad, que salió a la venta el pasado mes de mayo. En él, apuesta por una educación basada en dinámicas y juegos para mejorar la comunicación entre padres e hijos y cambiar los hábitos educativos del pasado.

¿Por qué deben los padres leer acerca de cómo educar a sus hijos?

Para no repetir modelos de educación que hemos practicado en el siglo XX. Son modelos autoritarios, donde todavía existe el castigo, la comparación con los hermanos, basados en el «aquí mando yo». Eso no fomenta que una persona desarrolle su responsablidad, una sana autoestima, que aprenda a tener argumentos, a ser independiente.

¿Qué aporta este libro a los padres?

Primero aporta una visión de lo que no debemos de hacer o sí y el porqué. Las etiquetas que ponemos a los niños condicionan la visión que tienen de ellos mismos y todos tendemos a comportarnos según esas etiquetas. También aporta muchos ejercicios prácticos para conseguir que a los niños les apetezca obedecer. Fomenta la creatividad en la educación puesto que muchos padres dicen «ya no sé qué hacer», «me tiene desesperada»… Aquí hay muchos juegos y dinámicas para que los niños cambien y obedezcan en lo que tienen que obedecer.

¿Usted las lleva a cabo?

Trato de llevar una vida muy coherente con lo que predico. Tengo cuatro adolescentes de 19, 17, 15 y 14 años y me he divertido educando. Me habré equivocado muchas veces, pero he sido muy paciente, respetuosa con los tiempos y su forma de ser, he tratado de escuchar y empatizar, aunque también he puesto límites. He disfrutado mucho y lo sigo haciendo.

¿Cómo llegó usted a plantearse esas dinámicas?

Con 25 años de consulta en los que pasan muchos padres y muchos hijos. Como a mí lo que me gusta es hacer la psicología fácil y no solo decir a los padres qué tienen que decir, sino cómo, he tratado de ser muy creativa buscando esa metodología para que la gente pueda poner en práctica esta educación positiva.

¿Qué piensa de los padres que exponen a sus hijos en las redes sociales?

Piensa que cualquier foto que cuelgues de tus hijos, en un futuro te la pueden echar en cara. Igual deberíamos ser más prudentes hasta que nuestros hijos tuvieran el poder de decisión para saber si quieren subir esas fotos o no. Yo creo que el criterio que hay que seguir es pensar si a tu hijo le hará gracia en un futuro saber que esta foto está subida.

¿Piensa que hay mucha sobreprotección?

No hacemos más que quitarle a los niños obstáculos propios de la edad para que no tropiecen; obstáculos que ellos mismos deben resolver y que nosotros, muchas veces, lo hacemos por ellos. Puede ser una consecuencia en el colegio o para que no discuta con un amigo. Siempre les quitamos las piedras para que los niños estén bien, pero tienen que aprender que en la vida hay que estar bien y hay que estar mal, y que si estamos mal no pasa nada.

Hoy en día, los padres acostumbran a dar aparatos electrónicos a sus hijos cuando lloran.

Hacemos muchas cosas equivocadas. En primer lugar, callamos las emociones. En el libro hay un capítulo sobre ello. Las emociones están por algo y cuando un niño llora, es por algo. Tenemos que interesarnos por el motivo del llanto y enseñarle a expresar esa emoción de forma correcta. Algo me puede doler y yo como adulto tengo que enseñar a mi hijo a expresarlo de una forma correcta.

Parte de los beneficios de su libro van destinados a una ONG.

Yo colaboro con Cooperación Internacional en Zaragoza, que ayuda a jóvenes en riesgo de exclusión, les dan sesiones de estudio para que tengan un futuro. A cambio, los federan en una liga para que jueguen al fútbol y les piden también que colaboren con otras personas que lo necesitan.

Fuente de la entrevista: https://www.lne.es/sociedad/2019/07/25/quitarles-hijos-obstaculos-propios-edad/2507322.html

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Educación sexual: una asignatura pendiente

Por: Educación 3.0. 

 

Ejercicios de respiración consciente, identificación emocional, aceptación, escucha activa… Estas son sólo algunas de las herramientas que contribuyen a la educación sexual, como recoge la enfermera y sexóloga Marta Casquet en ese artículo.

Cuando un chico de 16 años me preguntó “¿qué es lo que tengo que sentir?” me di cuenta del riesgo que existe cuando te relacionas con otras personas sin saber quién eres, qué sientes y qué deseas. Por tanto, cuando se aborda la educación sexual en el aula ha de hacerse teniendo en cuenta que el objetivo es que cada uno encuentre su bienestar sexual entendido como salud y como autonomía.

Máximo bienestar

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Sexualidad como “el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicoafectivas que caracterizan cada sexo”. Es decir, sexualidad son todos los fenómenos emocionales y de conducta relacionados con el sexo que marcan de manera decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo. “Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”.

Por su parte la UNESCO, en su informe “Educación Integral de la Sexualidad: Conceptos, Enfoques y Competencias”, va un paso más allá y habla de la educación sexual “como parte integral de la educación básica, que va más allá de la adquisición de conocimientos, ya que proporciona competencias y habilidades para la vida”.

De ahí que su objetivo sea contribuir a que la persona alcance el máximo grado de bienestar posible en relación con su condición de persona sexuada. El cómo vivamos, sintamos y nos expresemos con este hecho va a condicionar desde el concepto que tenemos de nosotros mismos hasta las relaciones que establecemos con los demás.

Educando desde el acompañamiento

La sexualidad es una condición muy amplia y esta circunstancia nos recuerda la importancia y responsabilidad que tenemos de acompañar a la persona en la construcción de la misma y en su propio descubrimiento. La mejor forma de abordar este aprendizaje es hacerlo de forma transversal, y que en ello participe el centro educativo y la familia sin perder de vista que la educación sexual es cuidado y acompañamiento.

adolescentes educación sexual
Happy students studying outdoor

Cuando hablamos de “la buena educación sexual” hacemos referencia a las capacidades humanas con las que vamos a interaccionar y no sólo a los contenidos. No se limita solo a la aportación de información, si no que también se ocupa del desarrollo de capacidades que permiten a la persona conocerse, aceptarse, expresarse y relacionarse de una manera satisfactoria tanto consigo mismo como con los demás.

El hecho de que una persona crezca atendiendo a los mandatos sociales en lugar de a sí misma es el origen de la mayoría de los comportamientos de riesgo. Conductas como un beso, una caricia o el coito son vías que encuentra nuestra sexualidad para expresarse. Pero no somos nuestras conductas, en cambio el modo en cómo atendemos a quiénes somos sí influye en nuestras conductas.

Entender el cuerpo

Por ello es importante enseñar a atender al cuerpo, a las sensaciones que percibe y emite, pero también a las emociones y a los sentimientos. Todas aquellas herramientas que contribuyan a entrenar esa atención estarán participando en la educación sexual, desde ejercicios de respiración consciente, identificación emocional y aceptación, hasta actividades para trabajar la paciencia, la focalización sensorial, el ejercicio físico o la escucha activa.

Por eso es importante que a la hora de transmitir la información se adopte una actitud adecuada y siempre acompañada de amabilidad, cuidado y afecto. Solo así será posible conectar y, por lo tanto, emocionar y educar.

Fuente del artículo: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/educacion-sexual-asignatura-pendiente/106624.html

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‘Proyectos felices’, la felicidad como oportunidad de aprendizaje

Por: Educación 3.0.

Observando y aprendiendo de sus estudiantes, Pedro Mundéjar, docente de Educación Infantil y Primaria, logró forjar las bases de una nueva metodología educativa en la que prima la felicidad con el fin de cumplir objetivos y llegar al éxito. Él mismo nos cuenta en qué consiste y cómo se puede llevar a cabo en el aula.

Después de muchos años leyendo libros e intentando buscar el verdadero secreto de la educación, comprendí que lo había tenido siempre delante de mis ojos: mis estudiantes. Gracias a ellos he aprendido muchas cosas y me han ido modelando para aprender a superarme hasta convertirme en el docente que soy hoy en día. Conforme aprendía de ellos, en mi cabeza se iba formando un nuevo concepto: ‘Proyectos Felices’, una metodología que se basa en el uso de la felicidad como oportunidad de aprendizaje. Si hay algo que he aprendido en todo el tiempo que llevo en la docencia es que el hecho de tener estudiantes felices dentro de las aulas, nos asegura una mejor enseñanza ya que la motivación es la herramienta base para aprender cualquier cosa de manera correcta y sencilla. Por ello, siempre he considerado que tener un alumnado feliz, es una inversión a largo plazo en lo que a educación se refiere.

Valorando al estudiante

Esta nueva metodología valora al estudiante como persona en todas sus dimensiones; no de forma cartesiana, sino como ser completo que tiene su propia entidad multidimensional. Por ello nosotros somos herramientas de compensación de desigualdades, pues muchos de nuestros alumnos, algunos conscientes y otros inconscientes de ello, necesitan ser felices y sentirse queridos, aunque solo sea por unas horas. Además, motivación y optimismo, dos de los fuertes de la felicidad, se incluyen tanto en la figura del estudiante como en la del docente.

Proyectos felices

Saber que la felicidad se consigue con voluntad, tal y como afirman los estudios de las bases cerebrales, nos abre un gran camino al saber. El conocimiento que pone en marcha estos circuitos permitirá activarla en nuestro beneficio. La cantidad de estructuras involucradas con las sensaciones placenteras pone de manifiesto la complejidad del circuito neuronal responsable de este tipo de emoción.

Tres pilares para lograr la felicidad

Como toda metodología, también requiere de una planificación para poder ponerla en práctica dentro del aula. En ella prima, sobretodo, que el docente esté seguro de cada paso y de todo lo que tiene que hacer. Por ello, está pensada también para todos los profesores que se enfrentan por primera vez al camino de la enseñanza. Planificar de forma adecuada, significa asegurarse un trabajo bien hecho y la tranquilidad del docente, ya que a través de la planificación que se ofrece, podrá controlarlo todo y estar seguro de su actuación. La misma se secuencia teniendo en cuenta tres grandes partes: diseño del proyecto; programación curricular del proyecto; y parte práctica del proyecto, en la que se incluyen las actividades propuestas.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/proyectos-felices-felicidad-oportunidad-aprendizaje/108195.html

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