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Personas que sufren nuestra incredulidad injustamente (trastornos de conversión)

Por Raquel Aldana

Nos cuesta mucho creer en aquello que no proviene de nuestros sentidos, es como si cualquier información que no procediera de ellos fuera una especie de religión abierta a la fe. Con los trastornos de conversión pasa algo similar, no solo para las personas afectadas sino para la propia medicina en general.

Esta falta de credibilidad condena a los propios diagnósticos y a muchos de los especialistas que tienen la osadía de darlos pero, sobre todo, a los propios pacientes que se sienten más inseguros pisando ese suelo que lo que podrían sentirse bajo el yugo de trastornos en apariencia mucho más graves.

“Casandra, hija del rey de Troya, había sido maldecida y maldecida. Se le había otorgado la capacidad de predecir el futuro, por el contrario, su maldición sería que nadie la iba a creer. Así es como se sienten las personas con trastornos de este tipo”.

Personas con un diagnóstico de conversión
El trastorno de conversión tiene una larga tradición dentro de la psicología y en algún momento de su historia, especialmente en la época de Charcot en la Salpetriere, ocupó gran parte de la atención de los doctores. Ha recibido varias etiquetas diferenciales: trastorno disociativo, trastorno neurológico funcional, conversión histérica o histeria.

¿En qué consiste? Las personas diagnosticadas con un trastorno de conversión sufren una afección en la que la incapacidad no puede atribuirse a ninguna causa orgánica. Esta afección se expresa mediante síntomas neurológicos, como la pérdida de fuerza, convulsiones o pérdida sensorial.

El miedo frente al diagnóstico
A menudo este diagnóstico llega después de realizar una gran cantidad de pruebas, en la que el especialista intenta descartar que los signos del trastorno no tengan un origen orgánico. Muchas veces, el cuadro clínico de las personas que lo presentan se puede asemejar al de otras enfermedades que sí tienen una explicación orgánica, como pueden ser la esclerosis múltiple o la epilepsia.

Así, solo el ojo clínico especializado es capaz de profundizar en este terreno que aún hoy, pese a todas las pruebas de neuroimagen con las que contamos, sigue siendo pantanoso. Por otro lado, existe un gran miedo por parte de las personas con bata blanca a pasar algo por alto y terminar diagnosticando un trastorno de conversión cuando en realidad sí que había una causa orgánica que no han sido capaces de detectar.

Por otro lado, el estigma que recae sobre estos pacientes aún es muy grande. Desde la sociedad, e incluso desde algunos sectores de la comunidad médica, se entiende que aquello que no se explica por una afectación corporal tiene que estar bajo el control de la mente del paciente y que por lo tanto, si este no termina con la sintomatología es porque no quiere.

Cuenta Suzanne O’Sullivan en su libro, de recomendable lectura, que en uno de los cursos a los que asistió les pusieron un vídeo de una niña que estaba sufriendo convulsiones. Después del visionado, el especialista que impartía el curso les pidió a todos los presentes en la sala que intentaran emitir un diagnóstico.

Ella, por el sitio que ocupaba en el aula, fue la última el hablar. Dijo pensaba que se trataba precisamente de un trastorno por conversión. La respuesta de otro de los médicos a su diagnostico fue: “Por Dios, es imposible que esa niña esté fingiendo!”

Desgraciadamente, parece que esta reacción no es aislada sino relativamente común y que muchas personas, con formación y sin ella, piensan que hay algo de fingimiento o engaño en las personas con un trastorno de conversión.

Sin embargo, si observamos la mayoría de conductas de estas personas nos daremos cuenta de que esto no es cierto. Su sufrimiento es real, tan real como el de las personas que padecen un trastorno con explicación orgánica.

Es más, en muchos casos viven existencias igual de limitadas, sumando que tienen que cargar con el hecho de que a muchas personas las hacen culpables de tener que soportar el peso con el que cargan, y que si no se deshacen de él es porque no quieren.

Algunos apuntes sobre los trastornos de conversión
Las personas que se enfrentan a un trastorno disociativo no piensan cuando acuden a su primera consulta que van a terminar siendo tratados por un psicólogo o un psiquiatra. Tiene convulsiones, no tiene fuerza en una mano o tienen la sensación de haber perdido la sensibilidad en una parte de su cuerpo, todo perfectamente objetivo y, lo más importante, real. Nada inventado, como se piensa que “hacen las personas a las que tratan los psiquiatras o psicólogos”.

“Nada de alucinaciones”, piensan. “Mi dolor es real porque me obliga a renunciar a algo que no quiero o a tener que realizar acciones compensatorias mucho menos efectivas que las naturales”. Por eso, no solo el diagnóstico es difícil de dar para el médico sino que en ocasiones es aún más difícil de enfrentar para el paciente.

Siguiendo con la sintomatología y centrándonos en las convulsiones, por ejemplo, la realidad nos dice que es muy raro que el paciente manifieste una convulsión en el momento en el que pasa consulta o se le hacen pruebas, sin embargo en convulsiones funcionales lo habitual es lo contrario. Así, aunque parezca contradictorio, una enfermedad funcional tiende a expresarse, es como si quisiera expresarse.

De ahí y jugando con esta necesidad de expresión, que la hipnosis haya encontrado en estas personas un campo abonado y que hace años se tomara como el principal procedimiento para librar a estas personas de esta pesada carga. Se asumía que liberando a la mente del control consciente, esta dejaría que el problema se manifesta abiertamente y que, por lo tanto, pudiera ser identificado y tratado.

Sin embargo, después se ha comprobado que esta especie de “escáner hipnótico” tiene problemas. Así, parece que mediante la hipnosis sí se podrían juntar algunos de los elementos disociados para darles sentido, pero que también liberaría la fantasía. De esta manera nada nos ofrecería certeza para el “material” recogido de la persona en el proceso hipnótico.

Así, actualmente para este tipo de enfermedades se realiza un tratamiento combinado. Muchas veces interviene la fisioterapia, junto con la intervención terapéutica que busca liberar focos de tensión que hayan provocado o mantengan los síntomas. De todas formas, este es aún un campo en el que la psicología tiene un reto importante, tanto en la concienciación social de la enfermedad como en su tratamiento.

Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/personas-sufren-nuestra-incredulidad/

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España: Sindicatos de Enseñanza reclaman en el Día del Docente reconocimiento social, un pacto educativo y menos horas lectivas

España/06 octubre 2016/Fuente: Te interesa

Los sindicatos de Enseñanza reclaman reconocimiento social del trabajo de los profesores españoles, un Pacto de Estado de Educación y menos horas lectivas, con motivo de la celebración este miércoles 5 de octubre del Día Mundial de los Docentes, establecido por la Unesco.

El sindicato docente ANPE pide a los principales partidos, ante la situación de inestabilidad política, que sean capaces de consensuar «un pacto de mínimos» para dotar de estabilidad al sistema educativo contando con la implicación del profesorado.

Además, urge a reflexionar sobre la selección del nuevo profesorado ya que calcula que, en los próximos años, se necesitarán 200.000 nuevos docentes debido a que el 35% del profesorado en España es mayor de 50 años. Para todos estos docentes ANPE pide «un Estatuto Docente que regule el diseño de la profesión docente desde su ingreso hasta la jubilación».

Por su parte, la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) reclama una Ley de la Función Docente en la que todos los profesionales se vean reflejados y que permita que el sector «se dignifique», que mejore sus condiciones laborales y profesionales e incluya una «más adecuada» formación inicial y más atención a la formación permanente.

Asimismo, FSIE envía un mensaje de apoyo a todos los profesionales de la Educación «que cada día dedican su esfuerzo a la formación de miles de alumnos» y que con su labor «ayudan a que crezca la sociedad del futuro», tal y como reza el lema con el que este año FSIE festeja esta fecha. También pide a la sociedad que valore de forma «justa y positiva» la función que desarrollan los docentes.

Mientras, el Sector de Enseñanza de la Federación de empleados y empleadas de los Servicios Públicos del sindicato UGT exige «una reducción de las horas lectivas» de los profesores españoles que imparten de media 880 horas anuales, 104 más que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según los datos del informe ‘Panorama de la Educación 2016’ presentado el pasado mes de septiembre.

Asimismo, piden que exista un «equilibrio» entre el número de horas de atención directa a los alumnos y el tiempo dedicado a la preparación de las clases, la corrección de trabajos o exámenes y las reuniones. Según los datos de la OCDE, España se sitúa por encima de la media en cuanto a las horas que dedican los profesores a la enseñanza en el aula frente a esas otras actividades.

Por otro lado, FeSP-UGT reclama «una revisión» del número de alumnos y grupos asignados a cada profesor, así como la recuperación de las decenas de miles de puestos docentes que se han perdido en los últimos años y «la ampliación y estabilidad» de las plantillas de los centros educativos para adecuarlas a las necesidades actuales.

Fuente: http://www.teinteresa.es/educa/Sindicatos-Ensenanza-Dia-Docente-reconocimiento_0_1662434104.html

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España: Docentes españoles de Primaria dan 126 horas más de clase al año que la media de la UE

Madrid / 05 de octubre de 2016 / Por: EFE / Fuente: http://www.eldiario.es/

Los profesores en España imparten más tiempo de clase al año que la media europea y de la OCDE, llegando a las 126 horas de diferencia entre el número de horas que dan los docentes españoles en Primaria, en los centros públicos, frente a los de la Unión Europea.

Es una de las principales conclusiones de la Federación de la Enseñanza de UGT en su informe «Horas de enseñanza anuales, datos OCDE y UE22», donde se recuerda que la distribución de las horas de enseñanza determinará la posibilidad de que la práctica docente incluya otras actividades como evaluaciones, revisión de trabajos, planificación y atención a familias, entre otras.

 En Primaria, la diferencia en los centros públicos es de 104 horas más respecto a la media de la OCDE (776 horas) y de 126 respecto a la media de la UE (754), ya que el número de horas de enseñanza anuales del profesorado de centros públicos en nuestro país es de 880.

En Secundaria la diferencia es menor pero los docentes españoles también imparten más horas de enseñanza: 713 frente a las 694 de media de la OCDE y las 652 de la UE.

En nuestro país, el tiempo total que un profesor dedica a la enseñanza directa es considerablemente más alta: un 62 % en Primaria, un 50 % en Secundaria y un 49 % en Bachillerato.

En la OCDE y la UE la media se sitúa en Primaria en el 49 %, en Secundaria en el 43-41 % y en Bachillerato en el 40 %.

Los países que tienen el número más alto de horas de enseñanza en Primaria son Chile (1.146 horas), Países Bajos (930), Francia (924) e Irlanda (915).

Por el contrario, en Finlandia (673), Dinamarca (663) y Grecia (569) el profesorado tiene menos horas.

En Secundaria, Chile y México son los países con mayor número de horas y, entre los países de nuestro entorno, Escocia, Inglaterra, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Alemania imparten mayor número de horas que España.

El profesorado de Grecia, Finlandia, Portugal, Italia, Francia y Noruega tiene menos horas de enseñanza que el español, recuerda UGT con el informe «Panorama de la educación 2016. Indicadores de la OCDE».

Respecto al tiempo medio dedicado a cada materia, en Primaria los estudiantes españoles dedican, por ejemplo, más horas a Lectura, escritura y literatura, 24, frente a las 22 de la OCDE y 21 en UE; a las Matemáticas se dedican 19 horas en Primaria España (15 y 14 en OCDE y UE, respectivamente).

A Artes España solo dedica dos horas en Primaria frente a las nueve horas en OCDE y UE.

En Secundaria se dedican 16 horas a Lectura, escritura y literatura (14 en OCDE y UE) y 13 horas a Matemáticas (12 y 11, respectivamente).

Asimismo, el estudio indica que España, con un mínimo de 175 días lectivos, se sitúa por debajo de la media de la OCDE y UE, aunque el número total de horas de clase obligatorias en Primaria es similar al promedio internacional y en Secundaria es muy superior.

UGT ha criticado que en los últimos años se haya producido «una mayor complejidad en el desarrollo de la tarea docente» por los recortes, incremento de las ratios de un 20 % (de 27 a 30 alumnos en Primaria y de 33 a 36 en Secundaria), aumento de horas lectivas y, a su juicio, «el desconcertante desarrollo de la Lomce».

Por todo ello, UGT ha exigido revisar los horarios y el número de alumnos por profesor, así como recuperar el empleo perdido.

Fuente noticia: http://www.eldiario.es/sociedad/Docentes-espanoles-Primaria-media-UE_0_565893882.html

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España: Educación convoca ayudas para Proyectos de Innovación Educativa en colegios

España / 05 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.clm24.es/

El Gobierno de Castilla-La Mancha convoca ayudas para Proyectos de Innovación Educativa en los centros escolares sostenidos con fondos públicos de  la región, por un importe total de 90.000 euros. En concreto, los beneficiarios de las mismas serán centros de 2º ciclo de Educación Infantil y Primaria, Educación Secundaria y Bachillerato, Formación Profesional, Régimen Especial y Educación Especial, y el número de proyectos favorecidos se verá en función de las solicitudes y de su resolución.

El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publica en su edición de este martes las bases reguladoras de una convocatoria que desde 2012 no se llevaba a efectos, a pesar de ser un elemento básico para la mejora de la calidad educativa y el compromiso de participación del profesorado, y muy demandado por los propios centros.

La innovación educativa es consustancial al propio fin de la educación: la mejora constante del sistema educativo en su actualización permanente a la realidad del alumnado y de su entorno.

Siendo, por tanto, la innovación una necesidad, la finalidad de esta convocatoria es facilitar los cauces para la incorporación del profesorado en proyectos educativos que promuevan la innovación educativa en los centros en sus diferentes ámbitos: didácticos, organizativos, metodológicos, curriculares, mediante el uso de las herramientas más actuales, favoreciendo la incorporación de la tecnologías, los idiomas, estableciendo como eje transversal el fomento de la participación del alumnado, teniendo en cuenta sus diferentes capacidades, intereses y talentos, y bajo los valores de convivencia y conocimiento.

Asimismo, cabe destacar que el desarrollo de estos proyectos podrá girar entorno diferentes temas: Participación del  alumnado y desarrollo de la convivencia en los centros; Lectura, expresión oral y escrita; Ciencias y tecnologías; Expresión artística y cultural: desarrollo de la creatividad; Uso efectivo de idiomas extranjeros; Atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo; Desarrollo del talento y máximas capacidades; Coeducación: educar para la igualdad de derechos de mujeres y hombres; Hábitos saludables y actividades físico-deportivas; Educación para el desarrollo sostenible; Enriquecimiento de la diferencia; Desarrollo de proyectos de innovación profesional o Creación de modelos de inserción y empleabilidad.

Como novedad, todos aquellos proyectos de innovación que realicen trabajos significativos en cualquiera de las líneas de actuación propuestas, tendrán la posibilidad de ver publicados sus proyectos de innovación en la Mediateca de la Plataforma de Formación del Centro Regional de Formación del Profesorado.

Fuente noticia: http://www.clm24.es/articulo/sociedad/educacion-convoca-ayudas-proyectos-innovacion-educativa-colegios/20161004111104131471.html

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España: El Ayuntamiento pone en marcha ‘Mazo Recicla’ en los centros educativos de Primaria y Secundaria del municipio

Isla de La Palma / 05 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.eldiario.es/

El proyecto, organizado junto a Ecoembes y Fundación Canarias Recicla, incluye clases de  formación ambiental y realización de talleres de reciclaje.

El Ayuntamiento de Villa de Mazo, en colaboración con Ecoembes, ha lanzado el proyecto Mazo Recicla en los centros educativos del municipio con el objetivo de sensibilizar a los estudiantes acerca de la necesidad de cuidar y preservar el medio ambiente y de contribuir, al mismo tiempo, a mejorar las cifras de recogida selectiva de envases y embalajes en la localidad.

El proyecto,   explica en una nota de prensa, que está gestionado por la Fundación Canarias Recicla, se desarrollará a lo largo del curso 2016-2017 en los centros de Educación Primaria y Secundaria de Mazo.

 Durante el primer trimestre se impartirá formación en materia de educación ambiental, fomentando la educación en valores y la participación social e incidiendo en el respeto por el medio ambiente y la importancia de la regla de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar, en la generación de residuos.

Finalizadas las acciones formativas, se impartirán talleres de reutilización y reciclaje con el objetivo de obtener “elementos artísticos a partir de residuos de envases y embalajes y poder llevar a cabo una intervención urbana de arte efímero, que se expondrá en el mes de diciembre”.

Sobre Fundación Canarias Recicla  

La Fundación Canarias Recicla, se apunta en la nota, “es una organización sin ánimo de lucro centrada en la defensa del medio ambiente, el desarrollo sostenible y el fomento del reciclaje de residuos a través de la sensibilización y la formación de la sociedad canaria (www.fundacioncanariasrecicla.org)”.

Por su parte, Ecoembes (www.ecoembes.com), “es una entidad sin ánimo de lucro que gestiona la recuperación, recogida selectiva y reciclaje de los envases en toda España, a través de los contenedores dedicados a tal fin”.

En 2014 “se reciclaron más de 1,2 millones de toneladas de envases ligeros y envases de cartón y papel en todo el territorio nacional, alcanzando una tasa de reciclado de 73,7%. Gracias a este porcentaje, se evitó la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, que equivale a retirar el 25% de los vehículos censados en la ciudad de Madrid”. La reducción de gases contaminantes “no ha sido el único beneficio que se ha logrado a nivel ambiental. En el trascurso de 2014, también se ha evitado el consumo de tres millones de MWh, lo que equivale al gasto anual de energía del 31% de los smartphones que hay en España, y de 24,5 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente al consumo de 400.000 personas”.

Fuente noticia: http://www.eldiario.es/lapalmaahora/municipios/villa_de_mazo/Ayuntamiento-Mazo-Recicla-Primaria-Secundaria_0_565543958.html

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España: “El gasto en educación en Catalunya está al nivel de Laos”

España / lavanguardia.com / 5 de Octubre de 2016.

La crisis económica ha golpeado al sector educativo con recortes en la educación que han situado a Catalunya a niveles de gasto en educación respecto al PIB comparables a Perú, Laos o Guatemala. Si queremos seguir comparándonos con Europa, advierte el estudio encargado por la Fundació Jaume Bofill, Catalunya debería doblar su gasto actual, lo que supone inyectar 10.800 millones de euros. “El capital humano es lo más importante que tiene un país. Si tuviéramos esa consideración como sociedad, la educación sería una prioridad para el Govern”, manifiesta Josep Maria Vilalta, (Barcelona, 1965), secretario de la Associació Catalana d’Universitats Públiques y coordinador del Anuario de los retos de educación en Catalunya 2015 de la Fundació Jaume Bofill, que ha sido elaborado por 20 expertos. Entre las conclusiones destaca la influencia de las oportunidades laborales de trabajos precarios en el abandono es­colar.

¿Qué fotografía han obtenido de la educación?

Hemos definido doce retos educativos. Respecto al sistema, los re­sultados son claros: Catalunya está a la cola en financiación pública. El gasto educativo en la OCDE es del 5,6% del PIB, en la UE, del 5,25%, y nosotros estamos en el 2,8%, por debajo incluso de la media española. Por tanto, debemos doblar la financiación. Y hacerlo de forma selectiva invirtiendo para mejorar la igualdad y la equidad, para potenciar la calidad y la innovación, y para ayudar al profesorado a tener el papel relevante en esta transfor­mación.

¿Cómo debería mejorar el profesorado?

Primero, con un acceso a la universidad cualitativo mediante un filtro para que entren en la facultad aquellos que destaquen por conocimiento y capacidad. También potenciar la formación permanente.Todo está cambiando muy rápido y los docentes deben hacerlo también adaptándose. Ya no vale elegir cualquier formación, sino que esta debe servir al proyecto educativo del centro.

¿Decidiéndolo el director?

Está claro que el liderazgo del equipo directivo tiene que aumentar. Sin embargo, sus decisiones pueden ser consensuadas con el equipo docente. Esto debe ir acompañado con más autonomía de centro.

También proponen romper con el modelo clásico de apren­dizaje.

La idea es personalizar el aprendizaje atendiendo las necesidades, motivaciones y capacidades del alumnado. Eso que decimos de poner el alumno en el centro. Que a partir de cierta edad de madurez puedan hacer sus propios itinerarios, por ejemplo. Hay centros de secundaria que ya lo hacen, y en la universidad está más claro, con grados abiertos, optativas, pasarelas de una formación a otra. Además, vamos a tener que aprender toda la vida, con demandas distintas. Por tanto, la oferta del sistema debe flexibilizarse.

¿Y con innovación?

La innovación ha irrumpido con iniciativas muy interesantes, pero debe haber una cierta cobertura pública que asegure estándares. No todo tiene sentido. Debe haber una cierta supervisión sobre lo que se hace, y el mundo académico universitario podría ayudar en este sentido si los investigadores centran sus estudios en innovación educativa. La administración podría financiar investigaciones sobre este tema. Además, habría que velar por evitar la dualización entre los centros que tiran gracias a la innovación y aquellos que no pueden ­hacerlo por su tipo de alumnado y por el contexto socioeconómico.

En el estudio resaltan que la tasa de abandono no es tanto un problema del sistema educativo como del mercado de trabajo.

Cuando el joven tiene la oportunidad de encontrar trabajos de baja cualificación, como la de camarero, tiene más probabilidades de dejar de estudiar. El perfil del estudiante que abandona es el de un niño inmigrante con un contexto socioeconómico y cultural bajo. No hay una correlación estadística que explique por qué el mismo perfil en distintos países da una tasa de abandono tan diferente. Si le cuesta estudiar, por sus dificultades con la lengua, la cultura y sus condicionamientos familiares, y, además, el mercado laboral le facilita una salida, pues deja la escuela y se marcha de camarero a ganar cuatro duros. Por eso en la franja mediterránea, desde Valencia hasta Catalunya y Baleares, donde hay turismo, la tasa de abandono es mayor.

¿Qué propuestas se hacen en este sentido?

Aumentar el salario mínimo, porque si al empresario le cuesta más caro contratar a un camarero, lo preferirá profesionalizado. Pedir convenios colectivos que exijan titulación mínima y fomentar las becas salario. Y el sistema educativo también ha de responder con más acompañamiento, reforzando el papel del docente y las tutorías.

El estudio trata por primera vez sobre la universidad y el papel de los doctores.

En Dinamarca, Holanda o Estados Unidos, el 40% de los doctores acaba trabajando en una empresa. En Catalunya sólo un 17%. Las empresas se pierden el capital intelectual que es un doctor, con capacidad analítica y de innovación.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/vida/20161005/41786401927/el-gasto-en-educacion-en-catalunya-esta-al-nivel-de-laos.html

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Ciudadanía plurinacional

Por: Mariano Fernandez Enguita

El punto de partida es que España es un estado único, cuasi federal, en el que coexisten varias naciones o nacionalidades, entendiendo por tales a colectividades humanas, con una base territorial más o menos identificable no solo jurídica sino materialmente, y que comprenden, en distinto grado, algunos de los rasgos típicamente atribuidos a las naciones (una lengua propia, un legado histórico diferenciado, cierta especificidad cultural, una identidad colectiva asumida…). En tanto que esta realidad diferenciada coexiste con una sólida realidad común, que no es la mera yuxtaposición, prefiero hablar de plurinacionalidad que de multinacionalidad. Aunque los prefijos pluri y multi son prácticamente equivalentes, tanto en el ámbito académico como en el lingüístico, que es donde más se usan y coexisten (pluri y multidisciplinar, pluri y multilingüe…), el primero indica siempre una mayor integración operativa y en el plano individual. Podemos aplicar el adjetivo plurinacional a España, no sé si por influencia bolivariana o con intención de decir algo distinto a lo habitual, pero el hecho es que lo ha convertido en un vocablo de uso común.

Yo también prefiero ese adjetivo, por lo dicho y porque es aplicable a cada español. Tras cinco siglos de más o menos libre circulación y establecimiento (muy anteriores a otras libertades) por todo el territorio nacional y dos milenios de intensa movilidad y mezcla en la península, poco queda de pureza nacional, étnica o cultural. Millones de españoles tienen parientes consanguíneos y colaterales en todos los grados de otra nación o nacionalidad y han vivido y/o trabajado en otra comunidad, además de que todos se han beneficiado de un mercado único, una polis unificada y una herencia cultural común y mestiza. Aquí, al menos, todos y cada uno somos plurinacionales. En estas coordenadas, ¿cómo articular culturas y lenguas en la escuela? Siempre será un problema de solución incierta y proclive a tensiones y conflictos, pero no hay necesidad alguna de atascarse en la actual pelea de machos cabríos. Usaré como ejemplo Cataluña, aunque, salvo indicación contraria, pienso en todas las comunidades con otra lengua propia además del castellano.

Bajo el eufemismo de la inmersión lingüística, el nacionalismo catalán ha impuesto la supresión del castellano como lengua vehicular de la educación (una opción sectaria que se extiende de manera más difusa a otras facetas de la escuela). La racionalización, ni siquiera teoría, es que la lengua catalana está perdiendo terreno (aunque nunca, desde el pasado siglo, gozó de tan buena salud y no ha dejado de mejorar), que eso refuerza la cohesión social (pero en Cataluña se estanca la desigualdad mientras en España decrece), que los resultados son buenos para todos (pero, en las evaluaciones diagnósticas, la condición socioeconómica pesa más sobre los resultados que en el conjunto de España), que la competencia en el uso de la lengua castellana no se ve perjudicada (pero nunca se mide) y, por supuesto, que dentro de Cataluña hay un amplísimo consenso social, prácticamente unánime, a favor de tal política. Ni se menciona la universalmente aceptada importancia del uso escolar de la lengua materna, que para el 55% de los catalanes es el castellano, algo que antes de la inmersión se usaba como mantra.

Especial mención merece el presunto consenso social. Cada vez que el tema rebrota, sea por una ley estatal, una sentencia constitucional, el pronunciamiento de alguna organización o algún experto local, las autoridades y los sicofantes, que son legión, repiten la idea de que solo unas pocas familias quieren la escolarización en castellano (las cifras más repetidas son ocho y ochenta, como si quisieran subrayar de manera subliminal que da igual cuántas sean). En los últimos veinte años, en media docena de encuestas (CIS 1998, ASP 2001 y 2009, DYM-ABC, GESOP-El Periódico 2014) que preguntaban a las familias qué fórmula lingüística preferirían en su escuela, incluyendo dos posibles formas de monolingüismo (solo catalán o solo castellano) y tres de bilingüimo (mitad y mitad y predominantemente uno u otro), entre el 60% y el 90% de los entrevistados declararon preferir alguna forma de co-vehicularidad, es decir, del uso de ambas lenguas, en distintas proporciones, como lenguas vehiculares. Incluso las nada fiables encuestas de La Vanguardia (una abierta de 2011 y otra de Feedback, consultora paniaguada del soberanismo, en 2015) dan un 33 y un 19% de disconformes, lo que no es nada despreciable. La Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población (EULP, quinquenal) que realiza IDESCAT, de la Generalitat, pregunta todo lo imaginable pero no las preferencias sobre vehicularidad en la escuela; sin embargo, una encuesta similar, del mismo organismo, para Cataluña “del Norte” (EUCLN, decenal), sí que pregunta sobre “enseñanza bilingüe catalán-francés en la escuela”. Sobran comentarios.

En el lado opuesto de la pelea, el ministro Wert pretendió que cualquier familia residente en Cataluña pudiera optar por la escolarización de sus hijos en castellano como única lengua vehicular y que, de no existir plazas para ello en la escuela pública o concertada, la Generalitat sufragase el coste de su escolarización en la enseñanza privada. En realidad chocan dos visiones unilaterales: de un lado, el nacionalismo catalán utiliza el poder estatal (de la Generalitat), ignorando derechos y preferencias de los ciudadanos, para imponer el uso de la escuela en la construcción de su demos, es decir, exclusivamente de su versión del demos, que es Cataluña no en, ni con, ni junto a… sino en vez de e incluso en contra de España; del otro, el Ministerio pretende reducir la escolarización (como si no fuera obligatoria) a un derecho subjetivo o una opción individual (de las familias, para ser precisos), a la vez que confía la solución al mercado, una fórmula con la que quedaría en manos de los particulares vivir y escolarizar a sus hijos en Cataluña como si esta no existiera, si los padres no residieran o los hijos no fueran, en principio, a vivir y trabajar en ella.

Solo los altos tribunales han propuesto una tercera fórmula. Aunque Superior (de Cataluña) y Supremo (de España) han desestimado diversas demandas individuales de las familias, el Constitucional afirmó en 2010 el carácter vehicular del castellano y tanto el Superior como el Supremo han fallado que este debería tener un mínimo de presencia (el segundo ha sugerido el 25% del horario lectivo). Esta fórmula ha sido aceptada por el Ministerio de Educación, junto a la antes mencionada, pero no por el Departament d’Ensenyament, que solo acepta la inmersión. El mero Estado de Derecho (el imperio de la ley), pues, una condición de la convivencia anterior lógica e históricamente a las libertades y la democracia, ya apunta en ese sentido. Pero hay dos motivos más.

El primer motivo es la plurinacionalidad misma. Si España es plurinacional, en el sentido apuntado, una comunidad compartida que coexiste con comunidades diferenciadas (y donde dice comunidad podría decirse lengua, identidad, historia, cultura…), la escuela habrá de atender a esa doble faceta. La cuestión no es, como a menudo pretende el nacionalismo, llegar a un bilingüismo terminal (si así fuera ¿por qué no desescolarizar a miles o millones de alumnos ahora que su cultura familiar o la internet les dan acceso a la misma o mejor cultura que la escuela?). La respuesta es bien sencilla: porque en la escolaridad, mucho más que en cualquier otro ámbito, el medio es el mensaje. La exclusión del castellano como lengua vehicular grita eso al alumno 24/7/365: eres catalán, no español (no importa que se llame soberanismo, desconectar, fer país o de otra manera), y su restitución es la condición para que el mensaje implícito sea la plurinacionalidad, tal como aquí la hemos definido.

El segundo motivo es atender a los deseos de la población, expresados en las encuestas antes mencionadas. El hecho de que porcentajes de dos dígitos en las encuestas, mayoritarios en las más fiables, se traduzcan apenas en un pequeño número de reclamaciones contra la inmersión no indica malas técnicas demoscópicas sino una muy mala convivencia política. La diferencia entre esa masiva respuesta anónima en las encuestas y la limitada iniciativa legal solo se explica por un clima intimidatorio en el que las familias temen singularizarse reclamando algo a lo que las autoridades se oponen y buena parte de los docentes, sin duda, también. Será difícil restablecer la confianza, pero una escuela en la que todos los alumnos y las familias se sientan a gusto con independencia de su lengua, su cultura, su origen o sus preferencias es irrenunciable.

Esto no implica que la vehicularidad deba repartirse a partes iguales entre las lenguas oficiales, algo que en realidad nadie reclama. El desequilibrio entre la lengua propia y la común, donde y cuando quiera que lo haya, puede compensarse con una covehicularidad ponderada, compensatoria, como sugieren la razón y los tribunales, y con otras medidas adicionales si hace falta. Si en Cataluña esta política supondría el abandono de la inmersión excluyente, en otras comunidades, particularmente de lengua catalana y gallega, significaría, por el contrario, la generalización del bilingüismo.

La segunda mejor opción, o tal vez el mal menor, es la elección por las familias de la lengua principal con la otra como asignatura obligatoria y tal vez vehículo de algunas otras actividades. Grosso modo es el modelo del País Vasco, quizá propiciado por la disimilitud entre euskera y castellano, que no sea da entre lenguas romances. Puede que a día de hoy también fuera posible ahí la covehicularidad, o algo parecido, pero esto ya es tema para los profesionales sobre el terreno, no para mí.

Finalmente, el reconocimiento de las implicaciones de la plurinacionalidad para la coexistencia de las lenguas vehiculares aconsejaría también –o al menos sería compatible con ello–, el establecimiento de centros bilingües, fuera de las comunidades de doble lengua, allí donde una demanda suficiente y viable (una cantidad suficiente de población desplazada y concentrada) lo hiciera posible. Por aclararlo con un sencillo ejemplo, la presencia de catalanes, valencianos y baleares en Madrid daría para un buen número de centros o grupos bilingües en catalán y castellano en la conurbación de Madrid y, en menor medida, en otros muchos núcleos demográficos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/2016/09/19/3-ciudadania-plurinacional/
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