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España: ATPTN convoca una huelga en la educación no universitaria y en la UPNA

La Asamblea de Trabajadores Públicos Temporales de Navarra comenzará las protestas el próximo 22 de abril.

La Asamblea de Trabajadores Públicos Temporales de Navarra (ATPTN) ha convocado una huelga indefinida, a partir del 22 de abril, en los centros de enseñanza pública y los servicios administrativos de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). La plataforma ha convocado un primer bloque de jornadas de paro los días 22, 27, 28 y 29 de abril para protestar por «el abuso de temporalidad en la Administración navarra» y reivindicar «la aplicación de la directiva europea 99/70 y la sentencia del Tribunal Superior de Justicia europea de 19 de marzo de 2020».

El comité de huelga de los trabajadores temporales ha exigido en un comunicado «la paralización de las plazas de estabilización ocupadas por personal en abuso de temporalidad y fraude de ley y que han sido incluidas en las OPES previstas para el mes de junio; la realización de un proceso de auditoría del personal y de las plazas en interinidad y la estabilización de los trabajadores temporales en abuso».

Asimismo, ha reclamado el inicio de conversaciones con los departamentos de Presidencia y Educación del Gobierno de Navarra, para «trasladar la realidad de los más de 4.000 maestros y profesores interinos de la red pública navarra (más del 40% de la plantilla) y colaborar en la búsqueda de soluciones al abuso de temporalidad».

«Asistimos con indignación al espectáculo de un Gobierno central superado por el acomodo e inoperancia de sucesivas administraciones, que han ejercido con impunidad el abuso de contratación temporal sobre más de 800.000 trabajadores del sector público», ha criticado ATPTN, que ha censurado, asimismo la «bochornosa actuación de unos sindicatos que han acordado sin pudor la celebración de OPES masivas de carácter eliminatorio, encaminadas a la liquidación de los derechos de esa mayoría de trabajadores abusados a los que dicen representar».

El comité de huelga ha puesto en marcha, además, una campaña de recogida de firmas entre el personal contratado temporal para apoyar el comunicado conjunto que se está coordinando a nivel estatal junto con otros comités de huelga, organizaciones sindicales y colectivos.

«La solución depende de la voluntad y decisión del Gobierno de España y de su Administración y consecuentemente de los diferentes Gobiernos y Administraciones autonómicas», ha resaltado. «Nuestro objetivo es contribuir a la solución del problema de la interinidad en la administración desde nuestra posición de trabajadores públicos abusados», ha remarcado el comité de huelga, que ha manifestado que «no somos números» sino «trabajadores que hemos demostrado efectivamente nuestra valía y competencia, y nuestra vocación de servicio público en momentos y situaciones complicados para este país».

«Es necesario el diálogo directo y estamos abiertos a la interlocución necesaria para exponer nuestra situación y encontrar con inmediatez la mejor solución a este problema que afecta a toda la sociedad», ha concluido.

CARAVANA EN PAMPLONA

Por otro lado, la plataforma Trabajo Público en Abuso de Temporalidad (TPAT) ha organizado este domingo 11 de abril  una caravana de coches en Pamplona para reclamar que se sancione con la fijeza «el abuso de temporalidad cometido con los trabajadores temporales, en todas y cada una de las administraciones públicas españolas».

La movilización responde a una convocatoria a nivel nacional que tendrá lugar en 34 ciudades de todo el país. En la capital navarra, la caravana saldrá a las 11.00 horas del aparcamiento de la UPNA y finalizará a mediodía en el aparcamiento del Decathlon.

Fuente: https://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/2021/04/10/tpat-convoca-una-huelga-educacion-no-universitaria-upna-723002-300.html

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España: Docentes piden una reunión con Sanidad y Educación por la suspensión de la vacunación a menores de 60 con AstraZeneca

  • Es la vacuna que se ha estado administrando a los docentes menores de 55 años.

Sindicatos docentes han pedido una reunión urgente con el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación y FP para que informen de primera mano sobre la suspensión de la vacunación a los menores de 60 años con la vacuna desarrollada por AstraZeneca, ya que esta es la vacuna que se ha estado administrando a los docentes menores de 55 años, entre otros colectivos profesionales, como bomberos o policías.

El pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) acordó este miércoles suspender la inoculación de esta vacuna en los menores de 60 años, después de publicarse un nuevo informe del Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

En el mismo, el organismo aseguró que existe una «posible relación» entre esta vacuna y los coágulos sanguíneos con niveles bajos de plaquetas, y señaló la necesidad de incluir estos acontecimientos adversos en la lista de efectos secundarios «muy raros» de la vacuna.

«Desde CSIF nos hacemos eco de la incertidumbre y la preocupación generada en la población general y de manera particular en los colectivos de empleados públicos, como en el ámbito de la Educación, que ya han recibido la primera dosis de esta vacuna. Exigimos mayor claridad sobre los criterios para aplicar una segunda dosis, que además coincidía con la celebración de las oposiciones a nivel nacional», ha solicitado este sindicato.

En este sentido, la organización sindical ha lamentado que desde que comenzara la campaña de vacunación contra el COVID-19, las autoridades sanitarias «no se hayan coordinado» con los representantes de salud laboral de los centros de trabajo.

Por ello, el CSIF ha exigido «coordinación, transparencia y coherencia» a las diferentes administraciones, ante la «gestión contradictoria y precipitada» que están mostrando. «Es preciso dejar de lado los criterios políticos y se atienda a la comunidad científica y a los profesionales», ha zanjado.

Por su parte, desde la Confederación STEs, el responsable del Área de Política Educativa, José Ramón Merino, critica la «improvisación» y «falta de criterio» de las autoridades sanitarias españolas con los cambios de criterio sobre la administración de la vacuna de AstraZeneca. «Aún reconociendo la celeridad que ha presidido la toma de decisiones por parte de los responsables políticos, en base a tratar de avanzar en la vacunación de toda la población, sería deseable que las decisiones que se tomen tengan continuidad en el tiempo», ha señalado a Europa Press.

Merino asegura que desde STEs se va a pedir una reunión «con carácter urgente» para «tratar de llevar algo de tranquilidad a las personas que trabajan en los centros docentes que se encuentran actualmente con mucha dudas con respecto a lo que va a pasar con las vacunas», así como para «exigir garantías».

«Estamos muy preocupados por esta situación y le mandamos con celeridad y urgencia que se clarifiquen todas las situaciones», ha solicitado, por otra parte, el presidente del sindicato de enseñanza ANPE, Nicolás Fernández, en declaraciones a Europa Press.

Desde ANPE exigen protocolos y criterios unificados a nivel estatal. «Nos dirigiremos al Ministerio para pedir esta coordinación y la unificación de criterios para facilitárselo a todo el profesorado en cualquier ámbito en el que estén destinados», añade Fernández.

«Si queremos garantizar la educación presencial tenemos que conseguir que todos los docentes estén vacunados antes de que finalice este curso cualquiera que sea la edad que tengan para así poder iniciar el curso próximo en las mejores condiciones sanitarias; proteger a los docente es proteger a la comunidad educativa», ha concluido.

Tras la decisión de este miércoles acordada en el seno del CISNS, la Comisión de Salud Pública se va a reunir este jueves, aunque con el propósito de analizar la posibilidad de administrar en España la vacuna de AstraZeneca a las personas mayores de 65 años.

Fuente: https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/11147672/04/21/Docentes-piden-una-reunion-con-Sanidad-y-Educacion-por-la-suspension-de-la-vacunacion-a-menores-de-60-con-AstraZeneca.html

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España: «Los niños salen del colegio con hambre», critican familias usuarias del comedor escolar

Europa/España/09-04-2021/Autora: Laura Mayordomo/Fuente: www.elcomercio.es

Protestan por la calidad de los menús y el tamaño de las raciones, mientras la adjudicataria dice ceñirse a las indicaciones nutricionales del contrato.

Los niños salen del colegio con hambre». Es una afirmación que reiteran varias asociaciones de padres y madres de centros públicos de GijónAMPAS como las de los colegios Atalía, Antonio Machado, Xove, Honesto Batalón o García Lorca a las que, a lo largo del curso, las familias han ido trasladando sus preocupaciones por el contenido y la cantidad de los menús que se sirve a sus hijos en los comedores escolares. Consideraciones como que «las raciones son escasas», «en muchos casos no tienen opción de repetir», «la comida es poco atractiva visualmente» o que «es comida de hospital, sosa y que no sabe a nada».

Podemos-Equo Xixón planteó recientemente esta cuestión al equipo de gobierno tras mantener una reunión con once AMPAS de centros públicos. «Las problemáticas que nos han trasladado necesitan de soluciones que no se dilaten en el tiempo, pero evidencian algo más importante: la necesidad de recuperar modelos de comedores con cocina propia para garantizar la calidad de un servicio tan básico como la alimentación de la infancia», defendió la portavoz del grupo municipal, Laura Tuero. Solo cuatro colegios gijoneses -el Alfonso Camín, el Cabueñes, el Tremañes y el Jacinto Benavente- cuentan con cocina propia para dar de comer a sus alumnos.

En el resto, el servicio corre desde enero de 2020 a cuenta de Serunion. En las últimas semanas, las quejas han arreciado. En parte ha tenido que ver el hecho de que algunas familias han tenido que acudir a los centros a recoger los menús por estar alguna clase confinada. «Los táper son ridículos. Yo pesé uno con una ración de pescado: 70 gramos», cuenta una madre del colegio de Xove.

Serunion asegura que ésta es la única queja que ha recibido por el tamaño de las raciones que sirve y que, en ese caso, se debió a «un error»: poner en el táper solo un trozo de pescado cuando debería haber llevado dos. Niega la empresa concesionaria que la cantidad de comida que se sirve sea escasa y subraya que, tal y como se acordó en una de las reuniones mensuales de la comisión de comedores, las raciones para los alumnos de Primaria se preparan teniendo en cuenta cuál sería el consumo «de un niño de diez años».

«Salen pidiendo la merienda»

La cuestión es que madres como Olga González, miembro de la AMPA del García Lorca, asegura que su hija, que con diez años mide casi metro setenta «y además es de buen comer, sale a las cuatro pidiendo la merienda porque dice que en el colegio pasa hambre». Eva García, del Antonio Machado, apunta que «hasta de los que comen bien los padres nos preguntan qué pasa con el comedor porque los hay que van a buscar a los hijos a las tres y media y a esa hora les están pidiendo un plato de comida, no un bocadillo».

Al AMPA del Honesto Batalón han llegado comentarios en la misma línea: «Nos dicen que los platos son pequeños, que solo pueden repetir si sobra comida y que muchos, sobre todo los de sexto, quedan con hambre», cuenta su presidenta. «Es que la comida es muy poco apetecible», apunta Ana Méndez, del Atalía,

Como en todo, hay disparidad de opiniones. María González Feito, del Príncipe de Asturias, asegura haber probado el menú escolar. Lo encontró «soso», pero considera que «para ser línea fría, el sabor era bastante bueno». «Es comida sana, con todo lo que eso conlleva, lo que puede dificultar que a algunos críos les guste», anota Brezo del Riego, del AMPA de los Pericones.

El director regional de Serunion, Luis Gómez, reconoce que los platos que se sirven en los colegios públicos de Gijón son «difíciles» y «exigentes» para los niños. Son los términos que emplea para referirse a la dieta «nutricionalmente equilibrada» que el Ayuntamiento detalló en el pliego de condiciones del contrato y al que se atienen para elaborar los menús semanales. Unos menús que «han cambiado mucho» y en los que no hay lugar para los fritos ni las grasas animales (salvo el compango que acompaña a la fabada), las legumbres se sirven estofadas y la comida, en general, «está sosa» porque se cocina con el 50% de la sal que se utilizaría para el consumo de un adulto.

«¿Los niños están entusiasmados con el comedor? No. La comida que les gusta no la van a encontrar todos los días. Pero es que lo que les gusta ya lo comen los fines de semana en casa. El objetivo en el comedor es enseñarles a comer de todo. Y se consigue. Se ve sobre todo cuando empiezas a trabajar con los más pequeños, ofreciéndoles variedad de menús y texturas», asegura Luis Gómez.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/gijon/ninos-salen-colegio-hambre-familias-comedor-escolar-20210405000558-ntvo.html

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Entrevista a Joan Benach: «Para que las vacunas sean un bien común hace falta una respuesta geopolítica que libere las patentes»


Por: Elena Parreño


Hace un año, una crisis global de salud pública sacudió los cimientos de nuestras vidas. ¿Qué ha dejado al descubierto la pandemia del coronavirus? ¿Cuán determinante es la realidad económica y social para nuestra salud? La covid-19 ha mostrado la gran vulnerabilidad humana y también las deficiencias de un sistema donde quien nace pobre sufrirá las consecuencias también en su salud. Entrevistamos al investigador Joan Benach, que ha publicado el libro La salud es política (Icaria, 2020). Benach es director del Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud-Employment Conditions Network (GREDS-EMCONET), subdirector del Johns Hopkins University-UPF Public Policy Center y catedrático del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra.

Hace un año de la llegada de la pandemia e inicialmente parecía un “virus democrático”.  A menudo hemos oído que afectaba a todo el mundo por igual. ¿Ha sido así?

En sí mismo, el virus puede ser “democrático”, pero las condiciones sociales de las personas y grupos sociales que lo transmiten y generan sus efectos no lo son. La palabra pandemia hace referencia a la extensión masiva de una epidemia y esto puede hacer pensar que afecta a todo el mundo. Y es cierto, pero no en la misma medida. Por tanto, hay que mirar el problema de manera diferente a como habitualmente nos lo presentan los medios de comunicación. Estamos ante una pandemia desigual, esparcida y amplificada por la desigualdad social que, como he señalado muchas veces, es la peor de las epidemias que estamos sufriendo. Por lo tanto, hay desigualdades pandémicas o, si lo queremos decir con Mike Davis, hay una “constelación de epidemias” que viene determinada sobre todo por factores socioeconómicos y sanitarios inequitativos.

Entonces ya apuntaba a las desigualdades en salud como un factor clave de los desiguales efectos de la covid-19. ¿Qué hace que las personas más pobres sufran más los efectos de la pandemia?

Casi todas las enfermedades interactúan dentro de un contexto social caracterizado por la pobreza, las privaciones materiales y desigualdades sociales crecientes. Por ejemplo, el mayor riesgo de contagio que sufren grupos de población precarizados, desahuciados, migrantes, etc. Además, estos grupos sociales tienen más dificultades para protegerse, por ejemplo, al no poder cambiar a menudo las mascarillas, y tienen más factores de riesgo y enfermedades (hipertensión arterial, obesidad, diabetes, enfermedades del corazón, etc.) que los hacen más susceptibles a que el coronavirus produzca un impacto más grave. Los estudios científicos muestran con claridad cómo los factores sociales actúan sinérgicamente aumentando la probabilidad de ser contagiado, de enfermar y morir. Es por eso que decimos que la covid-19 más que una pandemia es una sindemia. Quizá la pandemia actual se podrá resolver con medidas biomédicas, pero el coronavirus probablemente seguirá con nosotros y aparecerán nuevas infecciones y pandemias. Más tarde o más temprano frenaremos esta pandemia, pero si no somos capaces de detener las causas políticas profundas que la han originado y las desigualdades sociales, las sindemias seguirán actuando con nuevas enfermedades y problemas de salud que afectarán mucho más, como decíamos en un artículo con Juan M Pericàs, a una población “vulnerada”.

El epidemiólogo británico Dave Gordon hizo una lista de las recomendaciones que se suelen hacer en salud y que al final culpabilizan a la víctima, como no fumar o hacer ejercicio… ¿Qué capacidad de elección tenemos en nuestras condiciones de vida?

No se puede comprender –ni resolver– un problema social y colectivo como es la salud pública con una mirada que haga hincapié en los factores personales, por relevantes que estos sean. La ideología liberal nos dice que la libertad es “hacer lo que queremos”, pero no hacemos lo que queremos sino lo que podemos o nos dejan hacer. En 1999 Dave Gordon difundió un texto en forma de broma que me gusta mucho repetir. En su artículo “Consejos alternativos para tener una salud sana” criticó la visión tradicional de los gobiernos que dan consejos “asociales” de los “estilos de vida”. El decálogo de su texto decía cosas como: “No sea pobre, pero si es pobre, procure no serlo por mucho tiempo”, o bien “no trabaje en un trabajo estresante, mal pagado y precario”. Las enfermedades y la muerte prematura se dan en personas, pero determinados grupos sociales las padecen con más frecuencia. Al tener menos derechos, recursos, oportunidades o poder, nuestros grados de libertad se reducen. Cuanto más difícil es la vida familiar, laboral, etc., más probable es que se generen sacudidas y problemas de todo tipo. Por ejemplo, las adicciones no son, como muchos creen, una simple “elección” personal, sino a menudo una respuesta para aliviar algún trauma que sufrimos que nos está generando dolor emocional y sufrimiento. Vale decir que las conductas compulsivas son hoy una verdadera pandemia social, donde nos “enganchamos” a casi todo (el juego, las compras, el sexo, la comida, el trabajo, los juegos de internet, etc), mediante los móviles, las redes sociales, internet, y todo tipo de productos y servicios donde, bajo el neoliberalismo, las grandes empresas y la publicidad nos empujan a ser adictos para así conseguir hacer más ganancias.

A menudo atribuimos la buena o mala salud a elementos biológicos o genéticos, pero según explica en su libro hay muchas más causas… ¿Qué otros factores, más relevantes que nuestros genes, nos generan el tener buena o mala salud?

Más tarde o más temprano frenaremos esta pandemia, pero si no somos capaces de detener las desigualdades sociales, las sindemias seguirán actuando con nuevas enfermedades

Al mencionar las causas de la salud, los medios de comunicación difunden una visión que pone excesivamente el acento en los factores biomédicos y la genética. Tanto es así, que en los últimos años se ha puesto de moda decir: “Es parte de nuestro ADN”, o expresiones similares, al hablar de temas laborales, deportivos y de todo tipo. Los factores genéticos son relevantes para la salud, pero juegan un papel menor en la producción colectiva de la enfermedad. ¿Por qué? Pues porque hay pocas enfermedades exclusivamente genéticas y porque la biología interactúa constantemente con un ambiente, que puede o no compensar una determinada desventaja biológica o genética. Estar predispuestos no quiere decir que estemos predeterminados. ¿Por qué enfermamos? La salud de la población, la salud colectiva, depende fundamentalmente de los llamados determinantes ecosociales de la salud. Por citar algunos, la precarización laboral, la pobreza, los problemas de vivienda, las injusticias ambientales o la debilidad de la “salud pública”, aquella disciplina que tiene por objetivo prevenir la enfermedad, y proteger, promover y restaurar la salud de toda la población. A su vez, estos determinantes dependen de las políticas públicas, sociales, laborales, ambientales, etc., que se elijan y, a su vez, estas políticas dependen de la distribución del poder político en sentido amplio, es decir, de la política.

Cuenta en su libro que desde antes de nacer y hasta la muerte incorporamos en los cuerpos y mentes los determinantes políticos y sociales que más tarde expresamos en forma de salud o enfermedad… ¿Tan relevante es de dónde venimos y dónde crecemos?

Es fundamental, tanto a nivel personal y familiar, como del grupo social (clase, género, etnia, situación migratoria) al que pertenecemos y del lugar (barrio, región, país) donde vivimos. Los humanos somos “seres totales”, todo está integrado, pero el modelo biomédico hegemónico separa la mente del cuerpo, desconecta las emociones de la salud física, y separa al individuo de su entorno, de manera que las personas quedan “separadas” de sus contextos. Sin embargo, la enfermedad y la salud son el resultado de muchas causas interrelacionadas de tipo sistémico e histórico que no deberían separarse. Por ejemplo, si una mujer migrante llega a urgencias de un hospital con un infarto de miocardio, es porque su cuerpo y su mente expresa todos los problemas y factores de riesgo acumulados durante su vida que, finalmente, se reflejan en su psicología y en su biología. Su historia personal es también la historia de su clase social, de su género, de su situación migratoria, y del colectivo social, comunidad y país al que pertenece.

La evolución de las ciencias lleva a una creciente superespecialización que, a pesar de ser útil y necesaria, a la vez nos hace difícil comprender de forma completa la realidad “integrada” que va desde los genes hasta la política. Como si de un virus se tratara, lo político y lo social “entra” dentro de nuestros cuerpos y se “expresa” en forma de daño psicobiológico mediante enfermedades, sufrimiento y muerte prematura. Aunque hay excepciones, los estudios de epigenética muestran que no somos “máquinas biológicas” aisladas de la sociedad donde hay efectos genéticos inevitables, sino animales sociales fuertemente condicionados por el entorno. Pongamos un ejemplo ya clásico. Durante el hambre invernal holandesa de 1944 provocada por los nazis al desviar los alimentos hacia Alemania, las mujeres embarazadas apenas si tenían casi alimentos. Los estudios científicos han mostrado como aquellos que aún no habían nacido (especialmente los que estaban en el primer trimestre del embarazo) al cabo de los años desarrollaron más obesidad y problemas de corazón. ¿Por qué? Pues porque madres y fetos “aprendieron” a “ahorrar” calorías. El cuerpo de estas personas fue “programado”, y más tarde “recuerda”, por decirlo así, la historia sufrida en el seno materno.

¿Cuál es entonces la causa original de esta pandemia? En el libro habla de “las causas de las causas”.

La salud de la población depende fundamentalmente de los llamados determinantes ecosociales como la precarización, la pobreza, los problemas de vivienda o las injusticias ambientales

Siempre ha habido –y siempre habrá– pandemias, pero durante los últimos decenios hemos visto un aumento de brotes producidos por enfermedades infecciosas. Por varias razones. Una urbanización masiva, la alteración de ecosistemas, y la deforestación y pérdida de biodiversidad que interpone especies entre los patógenos y el ser humano. Además, hay un modelo industrial de agricultura y producción ganadera mercantil donde hay un gran número de animales hacinados, así como el crecimiento del turismo de masas, con viajes que en pocas horas esparcen virus por todo el mundo, y la mercantilización y precarización de los sistemas de salud pública. Y un factor muy preocupante es el deshielo de glaciares y el permafrost debido a la crisis climática que puede poner en circulación virus hasta ahora desconocidos. Detrás de todo ello está la lógica de acumulación, crecimiento, beneficios y desigualdad de un capitalismo que choca con los límites biofísicos planetarios. De ese modo, todo apunta a pensar que esta no será la última pandemia, sino que vendrán otras y seguramente serán más virulentas. Es pues fundamental que lo sepamos y que nos preparemos.

Hay datos en su libro que impresionan, por ejemplo: una niña nacida en Suecia puede vivir 43 años más que una niña nacida en Sierra Leona. Con ello parece casi inmoral hablar tanto de la covid. ¿Hemos perdido la perspectiva o es que nunca la hemos tenido?

Sabemos que la covid-19 es un problema de salud pública, económico y social muy serio, pero hay muchos efectos que apenas empezamos a conocer. Hay una parte no visible del iceberg que oculta un número de muertos muy superior al oficial, con muchas enfermedades no atendidas, y problemas de salud mental, sufrimiento, violencia y desigualdades. Además, la pandemia amplifica las desigualdades de una gran parte de la población mundial que ya sufría una “pandemia” de desigualdad. ¿Por qué? Pues, porque 2.500 millones de personas sobreviven con cinco dólares al día, cientos de millones de personas no tienen agua potable ni electricidad, la mitad de personas no pueden acceder a medicamentos esenciales, y 5.200 millones no tienen un sistema de seguridad social mínimamente adecuado. Ahora la pandemia también nos ha tocado a nosotros, y ha frenado la economía global, pero las olas de crisis post-pandémica seguirán matando más a los pobres, y especialmente a las pobres.

Entre las muchas formas de desigualdad existentes, la desigualdad de salud es la más inhumana de todas: no hay peor desigualdad que saber que enfermarás o morirás prematuramente por ser pobre. Es por ello, que a menudo decimos que la equidad en la salud, calidad de vida y bienestar es el mejor indicador de justicia social de una sociedad. Si bien es cierto que han hecho alguna fortuna frases como “es peor tu código postal que tu código genético”, el tema aún se conoce muy poco, y muy en especial en lo que se refiere a las causas que la provocan, que es un tema capital. Desde el punto de vista moral, lo peor es que se trata de desigualdades cada vez más evitables. Como comenta el filósofo Thomas Pogge, debemos valorar la capacidad de hacer frente a la pobreza en comparación con los medios que tenemos. Por ejemplo, eliminar la pobreza en 1990 habría costado el 10,5% del PIB mundial mientras que en 2013 solo habría costado el 3,3%.

Ahora que tenemos vacunas también sabemos que los países del primer mundo han acaparado prácticamente toda la producción en detrimento de los países económicamente empobrecidos. ¿Cree que puede haber solidaridad en la “nueva normalidad”?

La de salud es la desigualdad más inhumana de todas: no hay peor desigualdad que saber que enfermarás o morirás prematuramente por ser pobre

Los medios de comunicación han creado una visión distorsionada de las vacunas generando la sensación de que la pandemia ya está casi resuelta. A corto plazo, las vacunas disponibles son seguras y efectivas, pero a medio y largo plazo todavía hay muchas incertidumbres y sabemos poco sobre las nuevas variantes de los virus. Además, el ritmo de vacunación todavía es muy lento y desigual, y puede costar mucho tiempo hasta que toda la humanidad esté vacunada. Si dejamos de lado el siempre relevante tema de hacer una buena gestión, gran parte del problema se debe a las políticas neoliberales. Aunque las inversiones en investigación de vacunas han sido básicamente públicas, la producción y comercialización se halla en manos privadas. ¿Por qué? Por la puesta en marcha en 1995 del acuerdo sobre los derechos de propiedad intelectual asociados al comercio por la Organización Mundial del Comercio (OMC). La India, Sudáfrica y muchos otros países han tratado de suspender estos derechos durante la pandemia, pero la UE y los EE.UU. se han opuesto. La exitosa creación de vacunas esconde que la pandemia es un espejo de la geopolítica mundial y de cómo funciona el capitalismo neoliberal. Es necesario que las vacunas sean un bien común para la humanidad, pero para que eso ocurra será necesaria una respuesta geopolítica que libere las patentes, o una asociación de países del sur con soberanía para producir y distribuir masivamente vacunas.

Nos sentíamos invulnerables… ¿Podemos sacar algo positivo de este sentimiento de vulnerabilidad?

La pandemia deja lecciones importantes: tener más conciencia del trabajo de una clase trabajadora siempre despreciada; que la sanidad pública y los cuidados son cruciales; y que somos una especie frágil y esencialmente dependiente de los demás y de la naturaleza de la que formamos parte. Desafortunadamente, esto no es suficiente para hacer los cambios profundos que necesitamos. Vivimos en una sociedad pasiva a la que le cuesta aprender y hacer cambios. Las inercias económicas, políticas y culturales conllevan que hacer cambios profundos sea muy difícil. Vivimos en una sociedad que precariza, que genera alienación, adiciones y muerte, que nos roba el tiempo, que no deja reflexionar sobre el mundo en que vivimos. Durante la pandemia han muerto millones de personas de hambre, han muerto cientos de miles de niños por enfermedades diarreicas… fácilmente evitables. ¿Estamos dormidos? ¿Por qué no se habla más de ello? Paulo Freire decía que la ideología dominante enmascara la realidad y nos hace miopes. El neoliberalismo no solo destruye la vida, sino que “infecta” nuestras mentes y hace difícil comprender la realidad y sus causas.

El trastorno que ha supuesto la pandemia en todo el mundo, ¿puede ser bueno para despertarnos masivamente?

Si no crece la conciencia social sobre las causas y efectos profundos de la pandemia, sobre la posibilidad de que haya nuevas pandemias, o sobre la crisis ecosocial sistémica que padecemos, será muy difícil cambiar la realidad. Olvidamos y olvidamos rápido. El historiador Jacques Le Goff decía que una de las máximas preocupaciones de las clases dominantes es “apoderarse de la memoria y del olvido”. La pandemia ha producido una conmoción general que ha cambiado la sociedad, pero eso no quiere decir que el mundo vaya a cambiar a mejor. Habrá que intentarlo, habrá que cambiar radicalmente mediante una lucha organizada, inteligente y persistente, donde sepamos juntar muchas fuerzas locales y globales. Thatcher hablaba de la TINA (There is No Alternative), de que no había alternativa al capitalismo neoliberal. La paradoja es que ahora no hay alternativa: o cambiamos o vamos camino del ecocidio y el genocidio.

Hará falta una transformación ambiciosa para que la humanidad no acabe colapsando… ¿Cuáles serán las claves?

La pandemia es un baño de humildad que nos debería hacer comprender que somos naturaleza, y que al dañarla también nos dañamos. Hay que resolver la emergencia climática generada por los países, empresas y clases sociales más ricas, y hacer frente a la crisis ecológica que provoca que “gastemos” 1,7 planetas, y una próxima crisis de energía. Todo esto es infinitamente peor que la pandemia. El peor “virus” que tenemos es un capitalismo fosilista que necesita una acumulación constante, un crecimiento ilimitado y despojar de los bienes comunes, lo que quiere decir que la “vacuna” más efectiva debe ser un cambio político profundo. Por ello, además de hacer frente a la crisis pandémica y post-pandémica que frenen la precarización laboral y vital, y la desigualdad, y fortalecer los servicios de salud y sociales golpeados por las políticas neoliberales, hay que salir de la lógica económica y cultural de un capitalismo “tecno-feudal” –dice Varoufakis– que está en guerra con la vida. Las reformas son importantes e imprescindibles, pero muy pronto nos enfrentaremos con situaciones límite que obligarán a hacer cambios sistémicos muy profundos para evitar el colapso.

¿Vienen tiempos convulsos,  pues? 

El escritor Carl Amery planteó que la lucha por los recursos escasos en una tierra finita era el tema crucial del siglo, y que un grupo superior neofascista trataría de imponer una sociedad autoritaria, represiva y racista para defender su forma de vida ante grupos “inferiores”. La pandemia ha producido miedo, mucho miedo, un miedo que oculta el dolor y el malestar. Es probable que cuando el miedo se desvanezca surja con mucha fuerza un sufrimiento oculto ahora reprimido. Las consecuencias de este dolor, con un sufrimiento que se ha ido multiplicando y con la falta de expectativas laborales y vitales, puede manifestarse en forma de diversas violencias: hacia dentro, en forma de suicidio, o hacia fuera, en forma de agresividad y destrucción. En un tiempo lleno de inseguridades, miedos, pérdida de legitimidad, desconfianzas y desigualdades crecientes donde, como ya ha anunciado el FMI, aumentarán las revueltas sociales, los movimientos populistas y neofascistas tienen un campo abonado. La alternativa es luchar por una sociedad más democrática y fraterna que tenga cuidado de la vida en todos sus niveles, con una economía homeostática y un decrecimiento selectivo y justo adaptado a los límites biofísicos de la Tierra. Tenemos que aprender a vivir mejor con muchos menos recursos y bienes y eso significa crear una sociedad no capitalista, ecofeminista y anticolonial. No será fácil. Habrá que crear una sociedad consciente y organizada, que aprenda a hacer políticas sistémicas complejas, que haga frente a los que no querrán renunciar a sus privilegios… aunque el mundo se acabe. Menciono cuatro puntos clave. Que mucha gente tome conciencia de la dimensión de la crisis actual y de que es posible vivir bien de otra manera, con mucho menos consumo, de forma más saludable, humana y realmente sostenible, con más tiempo libre y energías para aprender, crear, meditar, desarrollar relaciones más fraternas y ser más conscientes de nuestra vida y de nuestra muerte. Esto significa una reeducación ciudadana política y cultural muy profunda. Hay que seguir experimentando vivir de una manera diferente, con cooperativas de producción y consumo, nuevas formas de vida y relaciones. Es necesario disponer de grupos de análisis (think tanks) potentes que hagan análisis y propuestas para arrinconar las fuerzas reaccionarias y neofascistas. Y hay que juntarse, ganar fuerzas, y movilizarse sostenidamente con movimientos a la vez locales y globales, descentralizados y coordinados, ágiles, resistentes y capaces de adaptarse a los cambios y presionar a los gobiernos.

 Versión ampliada de la entrevista publicada originalmente en catalán en la revista Crític.

Elena Parreño (Crític)

Fuente: https://ctxt.es/es/20210401/Politica/35603/Joan-Benach-entrevista-vacunas-patentes-covid-desigualdad-miedo-neofascismo.htm

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El color púrpura

Por: Daniel Seixo

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

13 detenidos, entre ellos cuatro menores, por acorralar, insultar y abusar de una menor de 16 años en el Parque del Oeste en Madrid. Mientras bailaba despreocupada con sus amigos, la joven fue rodeada por una manada de hombres que sin mediar palabra comenzó a vejarla y agredirla sexualmente en grupo. Al día siguiente de esa misma semana santa, la Policía Nacional liberaba en el distrito de Arganzuela a una mujer bangladesí que llevaba dos años sin salir a la calle tras ser encerrada por su marido. Amenazada de muerte y agredida físicamente en numerosas ocasiones, tan solo la desesperada llamada de un amigo a las autoridades pudo poner fin a ese infierno.

Arrojo aquí el revelador dato de que en España los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual han aumentado un 11,3 por ciento durante el pasado año, a la par que diversos estudios constataban un incremento de la violencia machista entre parejas menores de 14 años. Una sociedad democrática y con un sistema educativo y político desarrollado, contempla con aparente apatía como la violencia machista y los más retrógrados resortes de la sociedad patriarcal arrinconan amenazantemente la posibilidad de una igualdad real entre hombre y mujeres, cobrándose de forma sistemática con sangre cualquier desafío a esta estructura arcaica y demencial. Una violación cada cinco horas, más de 1000 asesinadas por el terrorismo machista e innumerables muestras de incomprensión o complicidad institucional, dibujan hoy un cuadro en el que sin duda alguna podemos observar que el estado español sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres. Una sociedad en la que los buenos gestos, los anuncios de medidas políticas y los cargos ministeriales aparecen en primera página durante los diferentes 8 de marzo, pero en el que las diferentes tipologías de violencia contra la mujer continúan desarrollándose generación tras generación, sin que realmente nos atrevamos a tomar medidas radicales para atajarlo.

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

Esta misma semana 16 mujeres eran liberadas de una red de proxenitismo en la que bajo amenazas y narcotizadas con diferentes sustancias, se veían obligadas a ejercer la prostitución durante jornadas interminables de violaciones ininterrumpidas. Trasladadas desde Rumanía a Tenerife estas mujeres eran denominadas por el líder de esta organización criminal como “cajas registradoras”. Y aquí está la clave, la violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo. Para gran parte de los hombres y de la sociedad en su conjunto, el lucro económico basado en la comercialización y explotación del cuerpo de las mujeres sigue suponiendo a día de hoy una realidad aceptable o incluso beneficiosa para el desarrollo de nuestras sociedades. Siempre que hayas nacido mujer, nuestro desarrollo como especie te permitirá alquilar tu cuerpo para las más diversas tareas por un salario o por un par de monedas sueltas, dependiendo de las coordenadas geográficas o tu código postal: ser penetrada por viejos decadentes o jóvenes violentos, practicar sexo en grupo para una página web o en una habitación de hotel durante una despedida de soltero, gestar al hijo de otros, sexualizar tu existencia para ligar el precio de tu cuerpo a la promoción de otros bienes de consumo, ejercer de reclamo sexual en la puerta de un garito o detrás de la barra, todas ellas funciones legitimadas y remuneradas en una sociedad que acepta con agrado una vejación, una violación o la venta de un hijo, siempre y cuando lo puedas declarar ante Hacienda. Está semana arranca el juicio por la violación grupal de tres hombres a una joven, en febrero de 2019, en una nave abandonada de Sabadell. Una de las tantas violaciones grupales que cada día se producen en nuestro país contra mujeres indefensas. Unas dentro de prostíbulos y otras fuera, unas contempladas como un acto reprobable por la justicia de nuestro país y otras asumidas como un mero trabajo por gran parte de la sociedad.

La violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo

Y es que en este sentido, no existe otra alternativa que la abolición de la prostitución. No hay punto de negociación posible, términos medios o grandes diatribas filosóficas que puedan entorpecer este debate. Tan solo intereses económicos ye hipócritas que piensan con la polla o con la cartera. La violación sistemática de mujeres supone en la actualidad algo más del 0,35% del PIB nacional. Quienes desde el aparente marxismo se sitúan, y quieren situar a “la izquierda”, en posiciones regulacionistas, lo hacen únicamente buscando subterfugio en intencionadas confusiones acerca de la concepción marxista del trabajo, pero esta tramposa y cínica abstracción de puteros con ínfulas intelectualoides, no debe hacernos perder de vista que no existe en el marxismo, ni tampoco en ninguna teoría que mínimamente aspire a una transformación social justa y digna para el ser humano, resquicio alguno en el que la violencia sexual y la imposición de relaciones sexuales, sin el deseo como único condicionante de las mismas, pueda ser entendido como un trabajo y no como la imposición de la explotación cruenta del cuerpo y la mente de las mujeres. No debemos perder demasiado tiempo con aquellos que hablan de trabajo sexual y dicen defender los derechos de las explotadas sexualmente, mientras que únicamente defienden los impulsos de sus braguetas y esconden bajo palabrería barata sus patriarcales demonios internos. Llamemos a los puteros por su nombre y no dejemos que sus cuentos nos hagan avanzar cara a la legalización de la violación previo pago o la sindicalización de mafias de explotadores sexuales ocultas bajo la mascarada conocida del Tío Tom. Y no, no es el abolicionismo una teoría que abandone o sancione a las mujeres prostituidas, al contrario, esta corriente feminista de lucha contra la explotación sexual se ocupa de formar, atender y acompañar a todas esas compañeras violadas, agredidas, maltratadas y comercializadas impunemente en nuestras sociedades. Los cuentos de mujeres empoderadas bajo alquiler o sexualmente satisfechas previa selección de su violador, quedan en la realidad muy lejos de la vida que marcan las calles, los prostíbulos y los pisos que en nuestras ciudades se multiplican como pequeños campos de concentración en los que su hijo, sobrino, tío, padre o amigo abusan de mujeres inocentes e indefensas fomentando una transacción económica en la que únicamente buscan su placer sexual sin importarles las víctimas del mismo. Porque sí, la prostitución es un problema que silenciosamente nos toca habitualmente a todos de cerca. Nunca amparen al victimario, al menos nunca silencien una violación.

Las imágenes de cientos de mujeres orinando en la calle durante unas fiestas populares en Galiza, han terminado en numerosas páginas porno internacionales en las que anónimos hombres de todo el mundo vacían sus bajos instintos violando la intimidad unas mujeres que han visto como para la justicia española esto no constituye delito alguno. El primer paso de la violencia contra las mujeres comienza en la cosificación: la acción de ignorar que la mujer que porta ese niño que has comprado es un ser humano, focalizarte durante una noche de fiesta en tus ganas de follar y no en la mujer a la que estás violando en un club de carretera o simplemente en dividir a todas las mujeres de tu vida en putas o parejas potenciales adecuadamente puras para tus exigencias. En esta cruenta realidad se educan hoy muchos de nuestros jóvenes que se inician su experiencia sexual en el porno y basan sus relaciones afectivas en MHYV, La Isla de las tentaciones o en las ocurrencias de cualquier Youtuber de tres al cuarto erigido en influencer y referencia moral. Admitámoslo, la niña violada, la mujer explotada, las manadas, los monstruos que a diario maltratan o asesinan a miles de compañeras en todo el mundo, son directamente fruto de un sistema que sigue considerando a las mujeres seres de segunda o en el mejor de los casos meros objetos con los que comercializar para lograr conseguir un rédito económico. Es por tanto lógico comprender que no existe revolución sin feminismo, ni podrá existir a su vez una verdadera revolución feminista sin un arduo trabajo de análisis de las abundantes disfunciones sociales del patriarcado. Disfunciones únicamente sustituibles por un sistema social capaz de estructurar un modelo de convivencia basado en la igualdad real y el respeto por todos los seres humanos. Por tanto, no existe otra alternativa que socialismo o barbarie. Es por esto que el mal llamado feminismo liberal, no se trata de otra cosa que la renegociación de tarifas por la explotación de las mujeres económicamente peor situadas. No caigamos en estas burdas trampas, comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/48390-2/

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Que no decidan por ti


Por: Juan Chambe


Decía Malcolm X que «si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido». Es una reflexión que debemos tener muy presente, especialmente en estos tiempos en los que la mayor parte de la información está controlada por un puñado de empresas privadas. Estos medios quieren parecer plurales, imparciales, exentos de cualquier atisbo de sectarismo o coerción. Sin embargo, tras esa máscara de objetividad se encuentra una realidad bien diferente.

Repasemos algunos ejemplos recientes: el 17 de febrero varios medios, incluían en su portada alguna reseña de los disturbios que se vivieron en Madrid y en Barcelona tras las protestas por la detención de Pablo Hasél. Dos meses después veíamos como las portadas de esos medios silenciaban el ataque con artefactos explosivos que sufrió la sede de Podemos en Cartagena. En mayo del año pasado, pudimos ver algún artículo refiriéndose a una manifestación por la sanidad pública en Moratalaz como “convocatoria ultraizquierdista” mientras que cuando se ve a unos neonazis acosando a un Vicepresidente del Gobierno se tilda de “jarabe democrático”. Hemos visto también a varios medios llevar en sus portadas ruidosos titulares sobre causas abiertas por supuesta financiación irregular de Podemos; que casualidad que esas mismas portadas se quedan sin espacio cuando se trata de publicar el archivo de dichas causas. Por último, pero no menos importante, asistimos cada mañana a debates donde participan mentirosos profesionales, repetidamente condenados, sin que eso ponga en cuestión la veracidad de lo que se dice.

Evidentemente hay muchos más ejemplos, pero creo que los expuestos son suficientes para encontrar un patrón. Por un lado, hay numerosos programas que dan veracidad a periodistas que mienten sistemáticamente, y por ende, el debate que se genera es completamente estéril desde el punto de vista informativo. Y por otro lado, vemos que esas mentiras, medias verdades, titulares capciosos o sencillamente falsos tienen siempre la misma dirección. Los errores no tienen una dirección predilecta, las mentiras sí. Y si esos medios no sólo permiten que se mienta en sus programas, sino que además tienen permanentemente a los mentirosos en sus platós, es porque lo que se pretende es atacar al enemigo político de las elites que controlan dichos medios.

En este periodo electoral que se abre hasta el 4 de mayo vamos a ver recrudecida esta tendencia, de hecho, ya lo estamos viendo. El discurso de Ayuso se está reduciendo en generar miedo hacía el adversario, especialmente Podemos. Ese es su lema, sin propuestas. Pero detrás de Ayuso hay todo un ejército de periodistas, opinólogos, pseudoexpertos y palmeros que se están encargando de dar sustancia a ese mensaje. De ahí que en TVE ayer no viésemos el pronóstico alcista de Podemos en el CIS, sino sólo que Pablo Iglesias era el líder peor valorado. Los programas líderes de las mañanas dedican largos debates al caso Neurona, sobre el que no hay sentencia alguna, mientras ignoran informaciones clave como que Ayuso no medicalizó las residencias de ancianos durante la primera ola y que además mintió cuando fue preguntada sobre el asunto. Pero todo esto recubierto de pluralidad e imparcialidad, que si no se nota mucho.

La Comunidad de Madrid ha supuesto durante más de 20 años la simbiosis perfecta entre el Gobierno Regional y constructoras, inmobiliarias, grupos privados de salud y un largo etcétera de empresas que, gracias a esa colaboración público-privada, han obtenido grandes beneficios a costa del erario público. El Hospital Isabel Zendal es sólo el último capítulo de un libro muy largo.En las elecciones del 4 de mayo nos jugamos mucho, y las élites lo saben. Y de no tener una mirada crítica hacia los medios de comunicación corremos el riesgo de no decidir quién nos va gobernar los próximos dos años, sino que serán los medios, y las élites que los controlan, quienes lo decidan por nosotros.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/opinion/06/04/2021/que-no-decidan-por-ti/

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Recurren las oposiciones docentes en Cataluña por «abuso de temporalidad»

Por: magisnet.com

El recurso, que Pindo ha presentado junto al sindicato CGT, pretende la paralización del concurso público de oposición establecido en la resolución “EDU/182/2021, de 29 de enero, de convocatoria de concurso oposición para el ingreso y acceso a la función pública docente y adquisición de nuevas especialidades”.

En un comunicado en el que informan sobre la presentación del recurso, los demandantes han señalado que piden la “paralización inmediata del concurso de oposición”, porque “se ofertan miles de puesto de trabajos que ya están ocupados por miles de docentes interinos que llevan muchos años desarrollando esta tarea y que accedieron a través de selección en base a igualdad, mérito y capacidad, según establece el artículo 10.2 del Estatuto Básico del Empleado Público”. Por ello, han exigido que “se preserven y se blinden todas las vacantes ya ocupadas por las personas interinas docentes que se encuentran en fraude de ley por abuso de la temporalidad”.

Asimismo, han pedido que “se lleve a cabo un proceso restringido para estabilizar a los miles de interinos en abuso de temporalidad”, por lo que han solicitado la modificación de la actual convocatoria y que se convoquen pruebas en la que se valore la experiencia acumulada.

“Dada la excepcionalidad de los altos niveles de abuso de la temporalidad de los trabajadores públicos”, han exigido que se convoque un concurso de méritos como contempla el artículo 61.6 del EBEP. En este sentido, han recordado la sentencia del 19 de marzo de 2020 emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que “se reconoce abuso de temporalidad” por parte de la administración española y que “abre las puertas a que la administración que la ha facilitado sea sancionada por fraude de ley contra sus trabajadores”, ha señalado CGT.

Asimismo, los demandantes han añadido el “agravante” de que las oposiciones “se convoquen en medio de una pandemia”, por lo que “se está poniendo en riesgo la salud de decenas de miles de personas”.

Recurren las oposiciones docentes en Cataluña por “abuso de temporalidad”

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