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La educación un año después del COVID-19, según UNICEF

El progreso en la educación a nivel mundial ha retrocedido debido al cierre de las escuelas y 168 millones de niños del mundo aún no han vuelto a las aulas tras un año de pandemia, indica el organismo.

Ha pasado ya un año desde que los centros educativos y formativos cerraron a nivel mundial debido a la pandemia. Aunque en algunos países las clases presenciales se han restablecido en la mayoría de las enseñanzas, como en España, las pérdidas de aprendizaje generadas por la crisis sanitaria y las desigualdades educativas amplificadas por esta persisten en el mundo, según indica UNICEF su reciente estudio COVID-19 and School Closures. One Year of Education Disruption.

De hecho, el Banco Mundial estima que el cierre de escuelas en todo el mundo podría generar pérdidas de al menos 10 billones de dólares en ingresos de por vida para esta generación, advierte UNICEF en el informe.

El organismo internacional recuerda que las escuelas de más de 168 millones de niños del planeta continúan cerradas por completo un año después del inicio de la pandemia debido a los confinamientos impuestos por el COVID-19. Además, uno de cada siete estudiantes en el mundo ha perdido más de tres cuartas partes de la educación presencial.

UNICEF afirma que dos terceras partes de los países donde los centros educativos y universitarios que permanecían total o parcialmente cerrados hasta el 2 de febrero de 2021 (fecha de los últimos datos analizados) se encuentran en América Latina y el Caribe.

En el caso de Europa occidental, casi la mitad de las escuelas se encuentran abiertas totalmente, frente al 27,4% que está parcialmente en funcionamiento de manera presencial, y el 18% que continúa sin ofrecer clases presenciales.

«El cierre de las escuelas tiene consecuencias desastrosas para la educación y el bienestar de los niños«, afirma UNICEF en un comunicado sobre su estudio, en el que también señala que el alumnado más vulnerable y el que no puede acceder a la educación a distancia tiene más probabilidades de no regresar nunca a su centro educativo.

Por ello, el organismo aboga por que los gobiernos hagan todo lo posible para que los niños de todo el planeta puedan asistir a la escuela de forma presencial. «No debemos escatimar esfuerzos para mantener las escuelas abiertas o darles prioridad en los planes de apertura», ha señalado por su parte Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.

7 efectos de la pandemia sobre la educación a nivel mundial

educación online durante la pandemia

En general, el progreso en la educación y en otros indicadores importantes de la infancia ha retrocedido un año después del comienzo de la pandemia, asegura en un comunicado la directora ejecutiva de UNICEF. El estudio del organismo resalta algunas consecuencias y datos clave de la pandemia sobre la educación en el mundo:

1.  Las escuelas han estado cerradas por completo durante un promedio de 95 días a nivel mundial entre el 11 de marzo de 2020 y el 2 de febrero de 2021, lo que supone aproximadamente la mitad del tiempo destinado a la enseñanza-aprendizaje en el aula.

2. Los países de la región de América Latina y el Caribe han sido los más perjudicados por la pandemia a nivel educativo con 158 días de cierre de promedio, seguidos por países del sur de Asia con 146 días. Los países de la región de África oriental y meridional fueron los terceros más afectados con un promedio de 101 días.

4. A nivel mundial, 214 millones de estudiantes de Educación Infantil a Secundaria en 23 países han perdido al menos tres cuartas partes del tiempo de enseñanza-aprendizaje en la escuela desde marzo de 2020.

5. De estos 214 millones de estudiantes, 168 millones en 14 países han perdido casi todo el tiempo de enseñanza-aprendizaje en el aula debido al cierre de los centros educativos.

6. Los países que han prolongado el cierre de escuelas son en general aquellos en los que los niños tienen dificultades para acceder a internet desde su hogar. De hecho, solo uno de cada tres estudiantes en edad escolar ha podido acceder a la educación a distancia durante el cierre de su centro educativo a nivel mundial.

7. Poco más de la mitad de los países ha abierto por completo las escuelas (53%), pero el 13% a nivel mundial continuaba con sus centros educativos completamente cerrados al 2 de febrero de 2021, la fecha más reciente en la que hay datos disponibles.

El aprendizaje de la juventud española, perjudicado por el COVID-19

jóvenes afectados a nivel educativo por la pandemia

A un año de la aparición del COVID-19, el aprendizaje de la juventud española se ha visto afectado por el virus: un 60% de las personas de 15 a 29 años considera que su aprovechamiento del curso académico se ha visto significativamente perjudicado, según el informe Juventud en España 2020, publicado recientemente por el Instituto de la Juventud, Injuve.

Asimismo, el 11,2% de los y las jóvenes que ha participado en la investigación afirma haber aprendido menos de la mitad en el confinamiento que en un curso normal, «lo que profundiza la brecha educativa», afirma el estudio.

Por otro lado, la mitad de los y las jóvenes aseguran que el acompañamiento y supervisión de los docentes en la enseñanza-aprendizaje presencial es mejor que en la modalidad online. En consecuencia, 8 de cada 10 prefiere la educación presencial.

Fuente: https://www.educaweb.com/noticia/2021/03/16/educacion-ano-despues-covid-19-segun-unicef-19484/

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Ferran Campillo: «Los niños que dan clase rodeados de naturaleza tienen menos problemas de hiperactividad y retienen mejor el contenido»

Hablamos con Ferran Campillo, pediatra y coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Medioambiental de la Sociedad Catalana de Pediatría, sobre cómo la contaminación afecta a la salud de los niños y jóvenes y sobre los beneficios que conlleva para su bienestar el contacto con la naturaleza.


Ferran Campillo es pediatra y coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Medioambiental de la Societat Catalana de Pediatria y responsable de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica en la Garrotxa. En paralelo a las protestas iniciadas por la plataforma RevoltaEscolar para reducir la contaminación y pacificar los entornos escolares, el grupo de trabajo que coordina Campillo ha elaborado un documento en el que advierte que una exposición constante a niveles de contaminación elevados provoca problemas respiratorios y un peor rendimiento académico en los niños y jóvenes. En este sentido, la Societat Catalana de Pediatria pide convertir los entornos escolares en lugares seguros y saludables para la infancia, aumentando los espacios verdes, y reducir el tráfico motorizado, entre otras propuestas.

¿Cómo afecta la contaminación del aire a la salud de los niños y adolescentes?

Hay muchas evidencias desde hace décadas de que una mala calidad del aire, un aire contaminante, genera un gran impacto de la salud de los niños. Se ha estudiado sobre todo el tema de las patologías respiratorias. Y es que los niños que están expuestos a la contaminación atmosférica, incluso durante el embarazo, tienen más problemas respiratorios, como bronquitis de repetición y, sobre todo, asma.

¿La contaminación puede provocar un peor rendimiento académico? ¿Puede afectar la capacidad de retener contenidos?

Se ha estudiado bastante también el impacto de la contaminación en el desarrollo cognitivo. Una peor calidad del aire afecta al rendimiento académico de los niños y jóvenes. Los niños que viven en entornos más expuestos a la contaminación habitualmente sacan peores notas que sus compañeros que viven en entornos con mejor calidad del aire. Cuando les hacen exámenes, determinadas funciones como la memoria o la atención parece que se ven deterioradas.

Aparte del tráfico motorizado, el ruido también tiene un impacto en la salud de los niños. Afecta también al rendimiento escolar, aparte de otras afectaciones que se pueden producir en la adolescencia o la edad adulta, como problemas cardiovasculares. También está el tema de los accidentes de tráfico, que son todavía una de las primeras causas de mortalidad infantil. Tener en torno a las escuelas un gran volumen de coches aumenta el riesgo de sufrir estos accidentes. Por tanto, el tráfico nos preocupa mucho, por la contaminación del aire, pero también por todo lo que supone en la salud de las personas.

Si los padres llevan a sus hijos a la escuela en coche, aumenta el sedentarismo y, en consecuencia, esta bomba de relojería que es la obesidad y el sobrepeso.

¿Hay que hacer un cambio en la movilidad escolar?

Sí. En las escuelas rodeadas de tráfico motorizado es menos probable que sus alumnos accedan con lo que llamamos la movilidad activa, es decir, ir a pie al centro escolar. Hay una pandemia de la que no se habla demasiado, y que con el confinamiento se ha acentuado, que es la pandemia de la obesidad y sobrepeso infantil. Uno de cada tres niños catalanes tienen un problema de sobrepeso u obesidad. Si los padres llevan a sus hijos a la escuela en coche, aumenta el sedentarismo y, en consecuencia, esta bomba de relojería que es la obesidad y el sobrepeso.

Además, ha habido muchas restricciones en la práctica habitual del deporte. Necesitamos que los niños puedan desarrollar activados al aire libre, puedan hacer deporte, caminar por el bosque o por el campo más de lo que lo están haciendo ahora. No somos conscientes de la importancia que tiene esto para la promoción de la salud.

Con la pandemia se ha insistido mucho en la necesidad de realizar parte de la actividad lectiva al aire libre, para disminuir los contagios.

Sabemos que en espacios al aire libre la probabilidad de transmisión de la Covid es veinte veces inferior que si se produce el encuentro en espacios cerrados. Por ello, insistimos mucho en el tema de la ventilación o que, incluso, se hagan clases al aire libre. Lo cierto es que, especialmente a raíz de la pandemia, se ha perdido mucho el contacto con la naturaleza y los niños cada vez pasan más tiempo cerrados y expuestos a las pantallas, sea desde el ámbito educativo o como entretenimiento. Queremos que los entornos escolares puedan ser también entornos de naturaleza. Gran parte de los entornos escolares los ocupan aparcamientos de vehículos privados y, en cambio, tenemos pocos espacios verdes.

La pandemia ha afectado muchos sectores de la sociedad, pero los niños, que no tienen derecho a voto y que, en general, han sido bastante ignorados, se han visto especialmente afectados. En España, los niños han vivido el confinamiento más estricto en toda Europa. Desde la Societat Catalana de Pediatria reclamamos dar a los niños y adolescentes la atención que se merecen.

El vehículo privado ocupa gran parte del espacio urbano y necesitamos este espacio para muchas otras cosas. En las otras y salidas de muchas escuelas se forman aglomeraciones, no porque las personas no quieran seguir las medidas de distanciamiento social, sino porque, muchas veces, tienen una acera que no llega a un metro de ancho y, a lado y lado, tienen coches. Esto se debe cambiar, y esperamos que en los próximos años haya una transformación total de nuestros entornos escolares.

¿Qué beneficios comporta para la salud y bienestar de los niños y jóvenes el hecho de estar en contacto con la naturaleza?

Las evidencias en este campo quizás son más limitadas, pero se ha demostrado que la naturaleza tiene un impacto en cuanto a la promoción de los hábitos saludables. Los niños que están más en contacto con la naturaleza hacen, en general, más actividad física y tienen unos mejores niveles de vitamina D. En estos casos también nos encontramos que disminuye el número de consultas al médico.

Hay también bastante evidencia en cuanto al ámbito de la salud mental y también en el ámbito académico. Se ha estudiado que los niños que hacen clase rodeados de naturaleza tienen menos problemas de hiperactividad o déficit de atención, se concentran más y retienen más y mejor el contenido aprendido durante la lección y, por tanto, pueden tener una cierta ventaja respecto los alumnos que hacen una clase rodeados de muros de cemento.

El acceso a un espacio verde de calidad y cercano, en muchos casos, no se da. Normalmente, en barrios más acomodados siempre es más frecuente encontrar espacios verdes, por lo tanto, hablamos también de un tema de equidad o de justicia.

Así pues, ¿faltan espacios verdes para los niños?

Sí, totalmente. El acceso a un espacio verde de calidad y cercano, en muchos casos, no se da. Normalmente, en barrios más acomodados siempre es más frecuente encontrar espacios verdes, por lo tanto, hablamos también de un tema de equidad o de justicia. Muchos niños no disponen de estos espacios verdes comunitarios en su barrio. Desgraciadamente, tampoco todas las escuelas disponen de espacios verdes. Los árboles están preparados para proteger del viento y de la lluvia cuando hace mal tiempo y de proteger del sol cuando hace calor.

Después está todo el tema de los accesos a los parques naturales. En la Garrotxa, donde vivo yo, nos encontramos que a pesar de vivir tan cerca de un parque natural, muchas familias no van, por desconocimiento o por falta de acceso. Vivimos en un momento que muchos espacios naturales se están recortando. De hecho, aquí se está planteando construir una autovía en el Parque Natural de la Garrotxa.

Hace pocos días el Ayuntamiento de Barcelona anunció que intensificaba el plan ‘Protegim les Escoles‘, presentado en enero de 2020 precisamente con este propósito de reducir el tráfico en los entornos escolares, pacificando los entornos escolares. Se espera llegar al inicio del curso 2021/22 a la cifra total de 92 escuelas protegidas. ¿Le parece que este plan es adecuado y suficiente?

No conozco con detalle el plan, pero de entrada creo que es una muy buena noticia que un Ayuntamiento dedique recursos económicos a retirar coches y crear unos entornos escolares más seguros y saludables para los niños. Ahora bien, se debe estudiar si estas medidas son suficientemente contundentes. No conozco qué criterios se han utilizado a la hora de seleccionar las escuelas, pero, de entrada, me parece una buena noticia.

La pandemia ha comportado una disminución drástica tanto de la contaminación atmosférica como de la acústica. Sin embargo, ahora los niveles de contaminación vuelven a estar como antes. ¿La pandemia puede suponer una oportunidad para remodelar las ciudades y hacer que sean espacios más sostenibles?

Completamente. Han sido necesarias medidas así de drásticas como el confinamiento para notar una mejora en la calidad del aire. Tenemos que reducir el tráfico motorizado, uno de los factores más importantes de contaminación del aire. La pandemia nos ha dado un aviso. Nos hemos dado cuenta de que llevar a cabo acciones de este calibre, reduciendo al máximo la movilidad, pueden tener un impacto muy positivo en cuanto al medio ambiente y nuestra salud.

Si no empezamos a cambiar nuestra manera de relacionarnos con el planeta, vamos hacia una situación de catástrofe. Las medidas para proteger el planeta deberían ser urgentes y drásticas y, de momento, no se está haciendo mucho, ni en el ámbito estatal, ni autonómico, ni en el ámbito local. Los ayuntamientos tienen las estructuras para hacer muchos cambios, tienen a su disposición una serie de recursos y competencias que las estructuras estatales no tienen. De un ayuntamiento depende de que haya árboles alrededor de las escuelas, que haya acceso seguro para las ciclistas… por eso, animo a los ayuntamientos a empoderarse, porque tienen mucho que hacer y mucho que decir para hacer frente a la emergencia climática.

Si no empezamos a cambiar nuestra manera de relacionarnos con el planeta, vamos hacia una situación de catástrofe. Las medidas para proteger el planeta deberían ser urgentes y drásticas y, de momento, no se está haciendo mucho.

¿Hay que hacer más pedagogía en el sentido ambiental a los niños y jóvenes?

La educación es un pilar fundamental y tiene un impacto más grande de lo que pensamos. Nosotros, desde la Societat Catalana de Pediatria, animamos a las escuelas que instauren sensores que midan la calidad del aire o el tráfico. Esto ayuda a ver cuál es la realidad que vivimos porque, a veces, todo lo que ignoramos lo despreciamos. Si no somos conscientes de los peligros que tiene para la salud una mala calidad del aire, no tomaremos acciones. Además, cuando a los niños les impacta algo, normalmente lo transmiten a sus padres, y esto puede ayudar a los adultos a ser conscientes de esta problemática.

Se estima que la calidad del aire tiene una carga de mortalidad similar a la que ha tenido en un año el coronavirus, y esto se produce año tras año. Pero como en el certificado de defunción no aparece la palabra ‘contaminación atmosférica’, sino que aparece ictus, infarto de miocardio o cáncer, la población no toma consciencia. Y la mortalidad sólo es la punta del iceberg, si hablamos del impacto de la contaminación en la calidad de vida y en el desarrollo de enfermedades crónicas, las cifras son alarmantes. Asi pues, es necesario plantear acciones drásticas y urgentes, porque nos va la vida, nuestra salud y la del planeta.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/03/09/ferran-campillo-los-ninos-que-dan-clase-rodeados-de-naturaleza-tienen-menos-problemas-de-hiperactividad-y-retienen-mejor-el-contenido-aprendido/

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España: El colegio de Las Vegas se presenta a las nuevas familias con una visita virtual

Europa/España/19-03-2021/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

El centro educativo ha publicado un vídeo en el que muestra las instalaciones y explica su proyecto, así como los protocolos sanitarios.

El colegio público de Las Vegas abre sus puertas de manera virtual para que las familias interesadas en matricular a sus hijos en el centro el próximo curso puedan conocer la instalación y el proyecto educativo que siguen. Desde el colegio han elaborado un vídeo de presentación que han colgado en su canal de Youtube, en el que se realiza una visita por el centro y al que se accede a través de un código QR que se ha difundido en un cartel informativo.

En el vídeo, que para hacerlo más atractivo a los pequeños cuenta con un juego protagonizado por un pollito, además de presentar el proyecto educativo de la etapa infantil, se explican los protocolos sanitarios que se cumplen en el centro para evitar la propagación de la covid-19. Con esta visita virtual, el centro pretende dar a conocer su metodología de trabajo a las nuevas familias que tengan que escolarizar a sus hijos el próximo curso y que quieran saber cómo funciona el colegio corverano.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/mas-concejos/colegio-vegas-presenta-20210316001803-ntvo.html

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Educar para la igualdad entre mujeres y hombres en tiempos de la cuarta ola feminista

Por: Francesca Salvà Mut  y  Carmen Rodríguez Martínez

Por otra política educativa. Foro de sevilla

Educar en tiempos de la cuarta ola feminista significa educar en un contexto donde la problematización de la igualdad entre mujeres y hombres ocupa un lugar central en el debate social y en la construcción de la identidad de la población infantil y juvenil.

Uno de los mayores consensos en educación es que la escuela debe ser permeable a su entorno; lo que implica, entre otras cosas, desarrollar un currículum escolar contextualizado, entender los comportamientos, deseos y expectativas del alumnado y sus familias y también del profesorado en el contexto en el que se producen.  Esta permeabilidad permite que la escuela pueda contribuir a la mejora de la comunidad desde la perspectiva del derecho universal a la educación y de los derechos humanos y de ciudadanía.

Si tomamos como referencia la igualdad entre mujeres y hombres comprobamos que también en la escuela se reflejan los avances y contradicciones propios de su entorno. Con el añadido de que justamente la escuela es la institución que tiene el encargo social de educar a las jóvenes generaciones para que puedan desarrollarse plenamente a nivel personal y social. Jóvenes generaciones que en presentes y futuros más o menos cercanos tendrán en sus manos la responsabilidad de contribuir a crear una sociedad más o menos igualitaria, justa e incluyente. Por tanto, cuando la escuela aborda el tema de la igualdad entre mujeres y hombres lo hace desde el poder y responsabilidad que tiene conferido como institución social cuya función es la educación de las jóvenes generaciones.

La igualdad de género aparece en el preámbulo de la recientemente aprobada Lomloe como una perspectiva que afecta a toda la ley, junto con el enfoque de los derechos de la infancia, la sostenibilidad, las garantías de éxito educativo para todo el alumnado y la necesidad de tener en cuenta el cambio digital:

[La ley] adopta un enfoque de igualdad de género a través de la coeducación y fomenta en todas las etapas el aprendizaje de la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la prevención de la violencia de género y el respecto a la diversidad afectivo-sexual, introduciendo en educación secundaria la orientación educativa y profesional del alumnado con perspectiva inclusiva y no sexista.

La Lomloe también incluye la igualdad entre mujeres y hombres como contenido de la asignatura de Educación en Valores Cívicos y Éticos, que forma parte de las materias de tercer ciclo de primaria y de educación secundaria obligatoria. Una disposición adicional específica sobre el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres prohíbe la escuela segregada por sexo y establece que los centros incorporarán medidas para la igualdad en los planes de acción tutorial y de convivencia. También fija la necesidad de incluir y justificar en su proyecto educativo las medidas para favorecer la igualdad en todas las etapas educativas, incluyendo “la educación para la eliminación de la violencia de género, el respeto por las identidades, culturas, sexualidades y su diversidad, y la participación activa para hacer realidad la igualdad”. Por otra parte, señala que las administraciones educativas impulsarán el incremento de alumnas en estudios de ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas y en las enseñanzas de formación profesional con menor demanda femenina; y el incremento de alumnos en los estudios en los que exista una “notoria mayor matrícula” de mujeres. Asimismo, establece que las administraciones educativas “promoverán que los currículos y libros de texto y demás materiales educativos fomenten el igual valor de mujeres y hombres y no contengan estereotipos sexistas o discriminatorios”. Estos contenidos se incluirán en la formación inicial del profesorado.

Esta breve síntesis (que no análisis o crítica) identifica un marco común de referencia de los centros educativos en materia de aplicación del enfoque de la igualdad entre mujeres y hombres. Pero ¿cuáles son las prácticas educativas?, ¿cómo deberían desarrollarse para avanzar en el proceso hacia una igualdad real y efectiva?

Los avances en la participación de las mujeres en la educación están indisolublemente asociados a las reivindicaciones que se han producido en las diversas etapas u olas del feminismo, entendiendo este como movimiento social y tradición intelectual. La incorporación de las mujeres a la educación -en una escuela todavía diferenciada por sexos- es hija del feminismo liberal sufragista, mientras que la escuela mixta se contextualiza en el feminismo de los 70 y se nutre de la izquierda contracultural y sesentayochista. Pero los logros positivos que a partir de los 70 ha supuesto la escuela mixta (denominación que la Lomloe, siguiendo el diccionario de la RAE, considera sinónimo de escuela coeducativa), no excluyen sus limitaciones ni su insuficiencia en relación con las características y a los retos de la sociedad del siglo XXI. El análisis de estas limitaciones e insuficiencias y su abordaje desde los planteamientos del feminismo contemporáneo (cuarta ola del feminismo) nos darán buena parte de las claves para el desarrollo de prácticas educativas a favor de la igualdad y también para la comprensión de las tensiones que se producen en el desarrollo de las mismas.

La consideración de que estamos en una cuarta ola feminista, a la que nos sumamos desde estas líneas, es defendida por un número creciente de teóricas del feminismo. De acuerdo con Rosa Cobo, una de las intelectuales más destacadas al respecto, esta cuarta ola:

  • Se caracteriza por ser un movimiento social y de pensamiento global (en todos los países hay movimiento feminista), por ser un movimiento de masas intergeneracional con una enorme presencia de mujeres jóvenes, por interpelar a muchas mujeres que no se autodefinen como feministas y por apoyarse en las redes sociales y el ciberactivismo.
  • Es una respuesta a la reacción patriarcal de los años 90 que recoge, desarrolla y populariza ideas y conceptos presentes en periodos anteriores para hacer visibles las diversas formas de opresión que sufren las mujeres y conquistar nuevos derechos. Entre estos conceptos figuran los de amor romántico, masculinidad hegemónica, acoso sexual, violencia sexual, trabajo de cuidados, brecha salarial, cultura de la violación o patriarcado.
  • Se organiza en torno a dos vindicaciones políticas: la violencia sexual contra las mujeres y la explotación económica (brecha salarial, precarización laboral de las mujeres y gratuidad del trabajo de cuidados).
  • El éxito en los avances que propone depende en gran parte de la capacidad de desenmascarar la alianza entre los intereses del capitalismo global neoliberal y del poder patriarcal que se vehiculan a través del mito de la libertad individual y de las grandes industrias como la de la prostitución, la pornografía, los vientres de alquiler o las maquilas.

Educar en tiempos de la cuarta ola feminista significa, por tanto, educar en un contexto donde la problematización de la igualdad entre mujeres y hombres ocupa un lugar central en el debate social y en la construcción de la identidad de la población infantil y juvenil. Más concretamente, esta educación debe atender a algunas realidades obvias, como son:

  • Un número creciente de adolescentes y jóvenes y también de niñas y niños de ambos sexos que viven el género como un corsé que les impide un desarrollo pleno en lo personal y en lo social y que es fuente de conflictos, de infelicidad y también de enfermedades y hasta de muerte. Recuérdese si no el vínculo entre trastornos alimentarios y modelos estéticos en las niñas y jóvenes o el elevado número de muertes por conductas de riesgo innecesarias o suicidios en los chicos.
  • Una desorientación generalizada en cuanto a las relaciones afectivo-sexuales (el libro El fin del amor de Eva Illouz, recientemente publicado, da algunas claves al respecto) que, junto con los tradicionales tabúes e hipocresías, dificultan enormemente su abordaje en la educación familiar y escolar. La población adulta desiste de una responsabilidad fundamental y atribuye a la propia juventud unas contradicciones que son las de los adultos. En este sentido no se puede infravalorar el tema de los abusos sexuales a menores en la escuela y en el seno de la familia que están saliendo a la luz pública a remolque de movimientos como el de #MeToo.
  • Una cosificación de la mujer y un modelo de masculinidad hegemónica cada vez más deslegitimado pero alentado por determinados intereses y grupos y difundidos a través de los medios y las redes sociales que, en diversos grados y de forma más o menos explícita, niegan las desigualdades y naturalizan las diferencias.

Avanzar en el enfoque de la igualdad en la escuela implica, por tanto, deconstruir el currículum escolar (el explícito, que configura los contenidos escolares, y el oculto que se desarrolla a través de las relaciones entre profesorado y alumnado, mediante estructuras y dinámicas organizativas,…) y reconstruir los saberes poniendo el alumnado en el centro. Se trata de incluir en la socialización de niñas y niños, adolescentes y jóvenes una serie de temáticas e instrumentos de análisis propios del enfoque de la igualdad de género que les capaciten para comprender y comprenderse, para transformar y transformarse. Se trata, por tanto, de una pedagogía crítica (porque va dirigida al cambio) y experiencial (porque toma como centro la experiencia del alumnado) que toma como responsabilidad una mejor adecuación de las tareas propias de la escuela a las exigencias de la sociedad del siglo XXI.

Para avanzar en esta tarea, son especialmente recomendables los trabajos de algunas de las pioneras como Marina Subirats, Pilar Ballarín, Amparo Tomé, Elena Simón o Marian Moreno. También queremos destacar el apoyo a los procesos coeducativos (aquí en el sentido de educación en y para la igualdad) de los centros que pueden suponer los planes de coeducación autonómicos (como el programa SKOLAE en Navarra) y los grupos autoorganizados como el Claustro virtual de coeducación o Feminisme a l’escola.

Fuente e imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2021/03/08/educar-para-la-igualdad-entre-mujeres-y-hombres-en-tiempos-de-la-cuarta-ola-feminista/

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Un año de pandemia educativa

Después de doce meses desde que se declarara el estado de alarma, han comenzado, de manera desigual, los procesos de vacunación entre el personal docente en las comunidades autónomas. De momento, han quedado fuera los mayores de 55 años.Un año en el que se ha aprobado una nueva ley educativa y en el que no se han tomado en consideración algunas de las reivindicaciones más repetidas, como la bajada de las ratios.

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Un año del estado de alarma: España adapta su vida al virus con la esperanza puesta en la vacuna

Un año del estado de alarma: España adapta su vida al virus con la esperanza puesta en la vacuna

Los fallecidos oficiales se han multiplicado hasta los 72.258 y los contagios llegan un año después a los 3.183.704 infectados

La pandemia ha cambiado tanto la vida de los españoles que las vivencias previas a la declaración del primer estado de alarma de hace un año parecen casi un espejismo a la luz de cómo se han trastocado sus costumbres, sus prioridades, sus miedos, mientras ponen sus esperanzas de futuro en las vacunas.

Este aniversario coincide con un momento delicado en la gestión de la crisis sanitaria, porque aunque en las últimas semanas se ha suavizado la incidencia de la tercera ola del coronavirus, la proximidad de la Semana Santa ha empujado a un endurecimiento de las restricciones de movilidad para evitar un mal repunte.

No son estas limitaciones, en todo caso, comparables al confinamiento domiciliario masivo de hace un año, una medida inédita en democracia que enclaustró a la población en sus casas pensando que tan extrema medida sería corta, pero se alargó durante tres meses.

Los ciudadanos conservan aún en la memoria la dureza de aquel encierro y ahora tratan de aprovechar al máximo las posibilidades para salir y desplazarse que conceden las limitaciones en vigor, más o menos flexibles según cada comunidad autónoma.

Eso sí, el toque de queda nocturno activado desde octubre con el cuarto estado de alarma está plenamente asumido y resulta uno de los elementos que más está cambiando a la fuerza las relaciones sociales, los horarios y costumbres de los españoles, ya casi inmunizados frente a la adversidad.

Las víctimas, el trasfondo más trágico de la pandemia

Pero tras todo lo que está pasando persiste el doloroso trasfondo del elevado número de fallecidos diarios, que pese al tiempo transcurrido y los avances contra la covid-19 no son menos de los que había en los momentos previos al confinamiento, aunque sí se alejan de la cota alcanzada en el pico de la primera ola.

Jornada a jornada, a lo largo de 365 días, las cifras se han ido impregnando e incluso diluyendo en esta vida que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, definió como «nueva normalidad».

Cuando se activó el primer estado de alarma habían muerto en España 288 personas, 152 en un solo día; los datos recogidos el pasado viernes computan 173 fallecidos en 24 horas.

Los fallecimientos contabilizados oficialmente se ha multiplicado hasta los 72.258, y los contagios, cerca de 8.000 personas antes del confinamiento, llegan un año después a los 3.183.704 infectados, eso sí, con una capacidad mucho mayor de detección de la enfermedad.

La respuesta sanitaria

Un año después casi todos los españoles tienen algún familiar, conocido, vecino o allegado que ha muerto o ha enfermado por el coronavirus, y su rastro emocional sigue latente, agravado porque muchos no han podido despedirse adecuadamente de sus mayores, el grupo con diferencia más castigado en toda esta crisis.

Las residencias fueron desde el primer momento el gran agujero negro de la pandemia, que se cebó con sus usuarios, mientras las autoridades centraban sus primeros esfuerzos en recomponer las infraestructuras hospitalarias ante el reto que se avecinaba, y que ya habían visto bastante cerca, en Italia.

El aluvión de enfermos en las UCI, donde permanecían ingresados mucho más tiempo que con otras patologías, amenazaba con colapsar los hospitales. No solo faltaba espacio, también material urgente, sobre todo respiradores, mascarillas, y equipos de protección.

Se vieron imágenes de sanitarios vestidos con trajes improvisados con bolsas de basura, mientras el Ejército habilitó hospitales de campaña y comenzó su despliegue en el recinto ferial de Ifema de Madrid para montar un centro exclusivo para paciente del covid.

No pasó desapercibido el enorme esfuerzo de sus sanitarios y, a partir de un sábado 14 de marzo, víspera del confinamiento masivo, una iniciativa solidaria surgida en las redes sociales, un aplauso desde los balcones, fue creciendo hasta convertirse en el mayor símbolo de aquel duro trance colectivo.

El aplauso de las ocho de la tarde ya forma parte de la memoria colectiva de la sociedad española, como un emblema espontáneo de cohesión social y empatía colectiva en favor del bien común.

El sistema sanitario se ha adaptado, con mayor o menor éxito, a las exigencias de la pandemia, sin faltar polémicas por la falta de pruebas diagnósticas PCR suficientes, pero los usuarios ya se han acostumbrado a las consultas telefónicas y a acudir solo a los centros sanitarios cuando sea imprescindible.

En Madrid, el hospital de Ifema se desmanteló en junio y en su lugar el Gobierno de la comunidad inauguró en tiempo récord el Hospital Isabel Zendal para atender en exclusiva a los enfermos del coronavirus, una iniciativa muy contestada por la oposición, porque casi todo lo que rodea la gestión de la pandemia, tanto en el ámbito nacional como autonómico, ha estado sometido a debate político.

La respuesta institucional, del mando central a la cogobernanza

También ha cambiado, y mucho, el modo en que se ha afrontado la crisis sanitaria desde las instituciones, desde un Gobierno que gracias a la activación del estado de alarma gozó de un poder nunca antes ejercido en democracia hasta un complejo ensamblaje de «cogobernanza» que hace que el peso de las decisiones descanse en las autonomías, aunque dentro de unos márgenes comunes.

El estado de alarma fue el instrumento jurídico escogido por el Gobierno para garantizar el cumplimiento de las duras medidas decretadas el 14 de marzo de 2020 y para asegurarse el control sobre sus decisiones en materia de orden público, economía o sanidad.

El mando único fue teniendo su coste, como constataban los menguantes respaldos parlamentarios logrados por el Gobierno en las prórrogas del estado de alarma desde una abrumadora mayoría inicial.

Así que tras el desconfinamiento y la relajación de un verano marcado por la «nueva normalidad», el Gobierno impulsó un nuevo modo de cogestión, la «cogobernanza», que pasaba por un marco genérico global de medidas que cada comunidad podía modular en función de su situación epidemiológica.

El decreto de octubre para un nuevo estado de alarma, de seis meses y en vigor hasta mayo, definió los límites generales, como el obligatorio toque de queda nocturno, aunque, al igual que muchas otras restricciones, puede comenzar antes o después, dentro de un margen, según el territorio del que se trate.

El Consejo Interterritorial de Salud es el órgano donde deben pactarse las medidas, principalmente las referidas a movilidad, donde nunca faltan tensiones por la abierta discrepancia de algunos gobiernos autonómicos, como el de Madrid, que se niega a cerrar su territorio.

Los horarios comerciales o los cierres de la hostelería son otras medidas que pueden adoptar las comunidades de manera independiente y que, de hecho, dibujan un panorama muy diferente de actividad económica y social y de movilidad, en función de cada área.

Restricciones a la carta

El factor territorial se ha convertido en determinante para la vida de los ciudadanos, y si en el confinamiento de hace un año todos estaban sujetos a las mismas normas, ahora la situación cambia, y mucho, en función de donde viva cada uno.

Es el índice de Incidencia Acumulada (IA) en 14 días, junto a la ocupación de enfermos en las UCI, el baremo en el que más se fijan las comunidades autónomas para endurecer o aflojar sus medidas.

El catálogo es amplio, y comprende desde horarios comerciales más o menos amplios, hasta la ocupación o cierre de establecimientos hosteleros, sin olvidar el cierre de cada territorio, de todo el perímetro de la autonomía, de sus provincias o de algún municipio.

Comunidades como Castilla y León prohibían hasta hace poco cualquier movimiento interprovincial, Extremadura pasó de unas restricciones durísimas con una de las IA más altas de toda España a abrir completamente sus fronteras tras bajar espectacularmente este índice.

Caso aparte es el de Madrid, cuyo Ejecutivo se ha resistido al cierre perimetral y ha mantenido abiertos los establecimientos hosteleros, proporcionado una imagen de terrazas llenas de gente en los días de buen tiempo a las que se apuntan los pocos turistas extranjeros que en estos tiempos pueden viajar a España.

Lejos queda el encierro a cal y canto de hace un año, cuando se agotaba el papel higiénico en los supermercados, los vecinos miraban desde sus ventanas con envidia a los paseantes de perros y las redes sociales se convertían en un vehículo esencial para canalizar las preocupaciones, los temores y también los bulos sobre la pandemia.

El futuro tiene nombre de vacuna

Consolidado el modelo de cogobernanza, los esfuerzos de las autoridades siguen centrados en sujetar la curva de contagios e impulsar la vacunación masiva, en un proceso que avanza lentamente, sometido a frenazos por los vaivenes del suministro por parte de las farmacéuticas.

Ya cuando el 12 de marzo de 2020 Pedro Sánchez anunció la activación del estado de alarma aseguró que la victoria contra la pandemia sería «total» cuando estuviera lista la vacuna.

Un año después no hay una, sino cuatro vacunas disponibles en España (Pfizer/Biontech, Moderna y AstraZeneca), todas adquiridas por la UE, en abril llegará la de Janssen, con la ventaja de que solo requiere de una dosis para lograr la inmunidad completa, y en los próximos meses se esperan otras en el mercado.

El objetivo del Gobierno es tener inmunizado al 70 % de la población en verano, pero las vacunas disponibles por ahora requieren dos dosis separadas, y la oposición advierte que al ritmo actual de vacunación este objetivo puede resultar inalcanzable.

Pero la esperanza está ahí, sobre todo después de comprobar que la inmunización de los mayores alojados en residencias ha hecho bajar sus contagios y mortalidad, así que en el horizonte de un futuro que se podría contar en meses todos quieren ver aquella victoria de la que hace un año habló Sánchez.

Fuente de la Información: https://www.republica.com/2021/03/14/los-espanoles-adaptan-sus-vidas-a-la-nueva-normalidad-del-coronavirus-con-todas-las-esperanzas-puestas-en-la-vacuna/

 

 

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Optimismo tóxico

Por: Esther Ruiz Moya

Ya se ha pasado el 8-M y hoy es otro día, un día más de los 365 que tiene el año para ser lo que queremos ser y cómo queremos ser, sin que nadie nos diga la mujer que tenemos que ser… de eso se trata.

La pasada semana se publicaba la encuesta del CIS sobre nuestra salud mental y entre las muchas conclusiones a las que llegaba, una de ellas es que estamos, nos sentimos y yo diría que somos un poco más tristes después de casi un año de pandemia. La ausencia de relaciones sociales, la falta de piel, la imposibilidad de hacer planes, el teletrabajo o los cierres perimetrales comienzan a pasar factura. Y para combatir esta tristeza nos envolvemos en una felicidad irreal para no reconocer que lo que realmente sentimos es hartazgo, apatía, frustración, aburrimiento… Parece que todo nos empuja a que tenemos que ser felices, que la felicidad está en nosotros y resulta que esto, como todo últimamente, también tiene un nombre “optimismo tóxico”.

Y es que por muchas ganas que le pongamos, no todos somos capaces de ver este encierro forzoso como un retiro espiritual en el que encontrarnos con nosotros mismos y sacarle partido. No todos tenemos esa fuerza mental para vivir en un permanente mundo “Mr. Wonderful”. Estamos rodeados de frases positivas, de empoderamiento, de likes, del “no es tu aptitud sino tu actitud”, del “tú puedes”, y ya, lo más de lo más “si la vida te da limones, haz limonada”. Y ese optimismo en exceso se vuelve una emoción deshonesta, porque realmente no lo sentimos y lo que hace es ocultar nuestro verdadero estado de ánimo o peor aún, reprimirlo.

A veces el vaso no está ni medio lleno ni medio vacío, simplemente está a la mitad. Estamos tan acostumbrados a catalogarlo todo que no nos permitimos que las cosas sean como son, ni más ni menos. Que si no lo ves todo positivo no es porque seas negativo, igual es que también es necesario un punto de equilibrio. Y puede que con la que tenemos encima, sea normal no estar feliz y no por eso dejar de serlo o renunciar a ello. Disfrazar las emociones negativas puede ser contraproducente y generar un sufrimiento innecesario.

No quiero ser como “el grinch” del coach, pero creo que tanto exceso de buen rollo, de optimismo y de actitud positiva puede darse la vuelta y generar el efecto contrario si no lo sentimos de verdad. No es vivir en una queja constante porque eso sólo trae amargura y es cierto que en este exceso de realidad necesitamos esperanza, sueños, ilusiones pero no pasa nada por estar de bajón, por sentirnos mal y exteriorizarlo, por permitirnos mostrar nuestras emociones reales… porque a veces, para pensar en positivo, lo primero que necesitamos es un abrazo que cure nuestro mal.

Fuente:  https://www.diariocritico.com/opinion/esther-ruiz/optimismo-toxico

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