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La batalla total de Malí contra la desnutrición infantil

África/Malí/28 Febrero 2019/Fuente: El país

Un estudio en el país africano de la ONG Acción contra el Hambre demuestra que el uso de agentes de salud comunitarios para dispensar el tratamiento es más eficaz que darlo en las clínicas

La ONG Acción Contra el Hambre lo califica como «una de mayores victorias en la lucha contra la desnutrición de las últimas décadas». Malí ha incluido el Plumpy’Nut, un alimento terapéutico a base de cacahuetes, en su Lista de Medicamentos Esenciales de 2019. Esto supone que se compromete a adquirirlo —de su propio presupuesto o con ayuda— para proporcionar el tratamiento en el sistema público de salud. Paralelamente, la organización ha concluido un estudio en el país con el que ha demostrado que diagnosticar este mal y tratarlo a través de agentes de salud en las comunidades es más eficaz que hacerlo en las clínicas. Una mayor eficiencia muy necesaria en un país en el que la situación nutricional de la población es crítica, con un 10% de desnutrición aguda y donde 160.000 niños están en riesgo, según las previsiones de Unicef, de sufrirla en su forma más grave en 2019, lo que incrementa nueve veces sus probabilidades de morir respecto a los pequeños bien nutridos.

«Hasta ahora, Malí dependía de la ayuda exterior para tratar la desnutrición aguda grave», explica Pilar Charle, coordinadora del estudio de campo de Acción Contra el Hambre (ACH) para el aprovechamiento de los agentes comunitarios de salud en la lucha contra este mortal mal. Las ONG eran, por tanto, las encargadas de proporcionar el tratamiento a las familias con niños afectados en una especie de «sistema paralelo» al público, detalla. Hasta ahora. «Junto con Unicef y Save the Children, hemos luchado para que se incluyera el alimento terapéutico en la lista de medicamentos porque así, aunque no haya ninguna organización en el país, en cualquier centro de salud lo tienen que tener», agrega la experta. Se trata, de momento, de un éxito de la llamada labor de incidencia política. El resultado que se obtenga en la reducción de las tasas de desnutrición aguda grave y las muertes a ella debida, se conocerá en los siguientes estudios de situación.

Hay una medida de la que sí se ha demostrado su eficacia: que sean agentes comunitarios de salud quienes provean el tratamiento a sus vecinos, y que no solo se dispense en los centros de salud. En 2014, Acción Contra el Hambre comenzó una investigación en la que 20 personas, referentes en su zona para temas médicos y que ya trataban dolencias como la diarrea, la neumonía o la malaria en las comunidades donde no hay instalaciones sanitarias, empezarían a diagnosticar también la desnutrición aguda grave y dar el alimento terapéutico a los niños afectados. Tras recibir formación para ello, durante un año atendieron a 500. Los resultados se compararon con los de otro grupo de críos a los que se había tratado en los centros médicos.

La conclusión fue que con el modelo de agentes comunitarios se pudo atender a más niños, menos dejaban el tratamiento antes de tiempo y más porcentaje de ellos se curó; un 95% frente al 88% de los que acudieron a las clínicas. «El tratamiento se prolonga hasta ocho semanas consecutivas para que un niño esté curado. Y para llevar a sus hijos con desnutrición aguda a los centros médicos, las mujeres tienen que caminar durante horas», explica Charle. El coste en tiempo y también dinero de estos desplazamientos provoca que las familias desistan de completar la terapia de sus pequeños. La probabilidad de que esto suceda cuando reciben atención en su comunidad es la mitad pues les supone la mitad de tiempo y un tercio del dinero de lo que les costaría tratar a sus pequeños en los centros de salud.

«Este modelo tiene, además, un componente de empoderamiento femenino», defiende Charles. Además del ya citado ahorro de tiempo y dinero que conlleva para las madres, los agentes comunitarios son, principalmente, mujeres. «El 80% de los que trabajan con ACH en Malí lo son», apunta la responsable del proyecto.  Una de ellas es Hawa Coulibaly, de 30 años y madre de tres hijos. Vive en Kourougue, una aldea remota del Malí rural, donde está al cargo de una clínica en la que diagnostica y trata a niños desnutridos.

Un día, Coulibaly estaba caminando por su pueblo cuando detectó que Fatumata, de dos años, tenía bajo peso y apenas se tenía en pie. Según el relato que le hizo a Lucy Shaverin, del equipo de comunicación de ACH, al ver tales señales, le pidió a la madre de la pequeña que la llevara a su centro de atención. Tras el examen, le diagnosticó desnutrición aguda grave y le recetó un ciclo de alimento terapéutico de tres semanas que la progenitora le pudo dar en casa. «Antes de Hawa, vivíamos en la oscuridad», le dijo Many Coulibaly, la madre de Fatumata, a Shaverin. «Desde que vino aquí, los niños están más sanos y las madres más felices». Ella sabe bien de lo que habla, su hijo mayor también padeció el mismo mal antes de la llegada de Coulibaly, y el tratamiento en la clínica —a 10 kilómetros de su vivienda— fue más costoso para la familia y su recuperación más lenta.

En una segunda fase de este estudio, entre 2017 y 2019, 160 agentes formados por la ONG trataron a 2.500 niños. «Con ello, demostramos al Ministerio de Salud cómo se podía poner en marcha este sistema a mayor escala. En realidad, en todo el país», especifica Charle. Lo que ha llevado al Gobierno a modificar tanto su política de atención primaria en 2016 como la de manejo de casos de la desnutrición en 2018 para incluir esta enfermedad entre las que pueden tratar estas figuras comunitarias. Ahora queda aplicar estas normas. «El año pasado el Gobierno, y nosotros estábamos de acuerdo, no autorizó a que otras ONG empezaran a usar este sistema, hasta que ACH no tuviera mayor evidencia de cómo hacer la intervención en todo el país», detalla la responsable del programa. Es decir, la investigación dijo que sí es posible, pero en la práctica les queda definir cuántos recursos humanos harían falta, cuál sería la formación más adecuada, quién supervisaría el trabajo, cómo llegaría el Plumpy’Nut hasta los pueblos…

A falta de esa etapa final en Malí, los planes de ACH pasan por hacer esta misma demostración en otros países donde la desnutrición aguda grave es un problema de primer orden —el 45% de las muertes de los niños antes de los cinco años se producen por desnutrición—, principalmente en África subsahariana y sudeste asiático. Ya lo han conseguido en Pakistán y están en proceso en Senegal, Nigeria, Mauritania, Bangladés…

La misión de estos dos logros, que se incluya el tratamiento en la lista de medicamentos esenciales y el modelo de agentes comunitarios, es conseguir que llegue el tratamiento a todas las personas que lo necesiten. «Aunque nosotros no estemos ahí, ahora estamos seguros de que van a tenerlo», zanja Charle.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/12/planeta_futuro/1549976741_004882.html

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¿Adoctrinamiento en la educación colombiana?

Por: La Silla Vacía/27-02-2018

En la última semana se ha desatado una  polémica que gira alrededor de lo que se ha denominado como “adoctrinamiento” por parte de algunos docentes en Colombia.

Conviene reflexionar acerca de algunos aspectos que están relacionados con el término «adoctrinamiento» que, según la RAE, consiste en  “inculcar a alguien determinadas ideas o creencias”.

Si consideramos que la educación es, de acuerdo con algunos pensadores de este campo como Vigotsky, un modelo de transmisión de la cultura, el acto de educar tendrá que ver siempre con inculcar en alguien un cúmulo de ideas particulares o creencias. Es decir, siempre estará relacionada con un tipo de adoctrinamiento. Probablemente la polémica reciente tiene que ver con qué clase de ideas son las que un docente pone a circular en un aula.

Pero, ¿no es acaso cualquier proyecto educativo un adoctrinamiento en sí mismo? El proyecto de la modernidad se asentó sobre la educación como elemento fundamental. Sus  ideales de nación, patriotismo o ciudadanía, entre otros, han sido transmitidos principalmente por el sistema educativo. En este sentido, la educación es la base de la organización política, entendida esta última como la participación en la vida común, que es social por excelencia. Dicho esto, la educación es una práctica política, en esencia.

En este escenario, el docente es un actor protagónico. Incluso la decisión de ser docente implica ya una posición ideológica de cara a la sociedad. Esto es válido en el ámbito mundial ya que, salvo contadas excepciones, la profesión docente se considera en la mayoría de países, una condición de segunda categoría o de inferioridad frente a otros oficios. En Colombia, el contexto adquiere mayor relevancia si se piensa en factores relacionados como las distancias entre la educación oficial y la privada, en sus distintos niveles; las amenazas que reciben los docentes en algunas zonas urbanas o rurales o la inestabilidad laboral, principalmente en el sector privado.

Por lo tanto, es imposible concebir la educación sin adoctrinamiento. Justamente es el docente, quien se encarga de traducir en términos prácticos el legado cultural que una sociedad quiere preservar. La libertad de cátedra se constituye en una garantía para la transformación y la innovación del conocimiento que circula por los centros académicos. Es justamente, en muchos casos, el docente quien se echa al hombro la tarea de contribuir en la formación de sujetos críticos, curiosos y por qué no, rebeldes, frente a la asimilación de los contenidos culturales que una sociedad, no tan sana, pretende transmitir.

La libertad de cátedra es un bastión desde el que se propone y se transforma un ideal de mundo distinto. De no ser así, estaríamos compartiendo principios medievales y caducos. Evidentemente no se trata de formar personas con rencor social sino de incitar y seducir hacia posturas críticas y propositivas que contribuyan a transformar una sociedad que reclama generaciones que piensen y actúen distinto. Aunque en la profesión docente aún quedan cosas por mejorar y ajustar, no se puede coartar la posibilidad de que en las aulas se construya un nuevo país, un nuevo mundo.

 

*Fuente: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/historia/adoctrinamiento-en-la-educacion-colombiana-70222

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Plataformas y apps para crear mapas conceptuales y mentales

Por: Educación 3.0  28-12.2018

Los mapas mentales y conceptuales son un recurso muy valioso para el aula, pues con ellos es posible representar gráficamente cualquier idea. Las siguientes aplicaciones y plataformas han sido creadas para esta tarea.

crear mapas conceptuales esquemas onlineLos mapas conceptuales y mentales son útiles para representar de forma gráfica el conocimiento, relacionando conceptos entre sí.
Las siguientes apps y webs facilitan la tarea de organizar los conceptos y relacionarlos, resultando más fácil para los docentes elaborar esquemas y mapas conceptuales que estructuren los contenidos a impartir en el aula; además de permitir a los estudiantes utilizar esos conocimientos para dar forma a otros relacionados.

Incluye la sincronización con herramientas de uso diario, además de la integración con más de 800 aplicaciones y la posibilidad de compartir mapas conceptuales y crear alineaciones. También cuenta con una vista cronológica, filtros, navegación simplificada y modo instructivo.

Un programa descargable para realizar mapas conceptuales y diagramas, por lo que resulta muy útil para aquellas personas que deseen incorporarlo a sus clases, trabajos o presentaciones académicas. Permite a los usuarios insertar comentarios en sus propios trabajos y en los de otros; imprimirlos en múltiples páginas; y exportarlos en los formatos de Microsoft Office y PDF

Permite trabajar de forma colaborativa a través de diversos iPad, iPhone o vía web, sincronizando en tiempo real todos los cambios que se realicen en el proyecto. La app incluye almacenamiento gratuito en la nube de los mapas conceptuales creados, que también pueden descargarse con un solo clic.

Tiene dos versiones: una gratuita y con funciones limitadas, y otra mucho más completa que permite crear documentos ilimitados, añadir hipervínculos… Su interfaz es muy intuitiva y es posible añadir notas, enlaces, imágenes, información adicional en cada uno de los cuadros de los mapas conceptuales… También existe versión para Windows

Es una herramienta para crear esquemas y mapas conceptuales que permite añadir a los textos gráficos, dibujos, presentaciones, documentos…  Luego, sincroniza todos esos contenidos entre los diferentes dispositivos que la tengan instalada, para lo que es necesario registrarse de forma gratuita. Su descarga también es gratis, tanto en dispositivos iOS como Android

Gratuita y muy fácil de utilizar, brinda la opción de arrastrar, reordenar y editar los asuntos directamente en la propia página del mapa conceptual. La versión de pago, que puede adquirirse desde la propia aplicación, ofrece un editor mejorado con enlaces cruzados, colores personalizados, imágenes, enlaces a otros mapas mentales… Los documentos pueden subirse a la nube, para acceder a ellos desde distintos dispositivos a través del servicio de Dropbox

Ofrece un espacio ilimitado para los mapas conceptuales, que se organizan de forma manual arrastrando y soltando nodos, persoalizando tanto la forma como el fondo y el estilo. Es gratuita y disponible para dispositivos Android

Para utilizar esta app hay que registrarse, aunque su uso es gratuito (eso sí, la versión Premium dispone de funcionalidades adicionales). El usuario puede exportar o compartir los mapas conceptuales, que son protegidos contra las amenazas offline

Posee la particularidad de dibujar diagramas deslizando el dedo por la superficie de la pantalla, eligiendo colores y formas para cada uno de los mapas conceptuales.

Para dibujar diagramas, mapas conceptuales… y convertirlos en esquemas o viceversa. El texto puede copiarse desde otras aplicaciones, desde un correo electrónico o un documento, y luego guardarse como fotografía, subirse a la nube o a Facebook. La descarga es gratuita, pero para realizar mapas conceptuales ilimitados es necesario comprar una actualización dentro de la app.

Para tomar notas, crear listas y recopilar información. Se puede utilizar junto con la versión para PC y sus funciones de escritorio incluyen notas, categorías, recursos y fotografías, entre otros.

Una herramienta para organizar ideas, recursos o imágenes en forma de gráficos, muros virtuales, mapas conceptuales, líneas de tiempo… Pueden utilizarla varios usuarios, por lo que es una interesante opción de trabajo colaborativo. Cuesta 5,49 euros

Tiene dos versiones: una en forma de app y otra online. Destaca por las numerosas plantillas que incorpora, más de 50 diagramas, así como por sus posibilidades colaborativas y su biblioteca de ejemplos.

Su uso es muy sencillo va guiando paso a paso: desde elegir la forma de los cuadros hasta las líneas conectoras con sólo arrastrarlas del lateral a la página principal para así crear los mapas conceptuales. Luego, pueden personalizarse en función del color, tipo de fuente…

Especialmente pensada para el aprendizaje de nueva información, permite que los profesores utilicen las cartas de KWHL para determinar lo que sabían sus estudiantes antes de la introducción del nuevo material y la comparan a lo que aprendieron.

Bubbl es un servicio para crear mapas conceptuales y mentales a través de cualquier navegador, de forma gratuita y muy sencilla. Es perfecto tanto para docentes que quieran enviar contenido a sus alumnos, como para que estos elaboren y desarrollen sus propios esquemas de mapas conceptuales como técnica de estudio.

Software de gestión gratuito para crear mapas conceptuales compatible con Windows, macOS y Linux. Dispone de un motor de addons para añadir nuevas características a la hora de crear y personalizar los mapas conceptuales

Se trata de un servicio web multidisciplinar con una interfaz parecida a Google Drive. Es multidisciplinar y la posibilidad de crear mapas conceptuales es una de las muchas funciones que permite; tan fácil como arrastrar y soltar elementos. Permite exportar los resultados de varios modos, como guardándolos en varios servicios en la nube o enviándolos a través de correo

Entre las características de GoConqr se encuentra la posibilidad de crear mapas conceptuales para “facilitar la conexión de ideas y mejorar el aprendizaje”. Para estudiantes de Secundaria y Bachillerato que quieran aprovecharla como complemento a sus apuntes

Ideado para satisfacer las necesidades de empresas que necesitan crear mapas conceptuales en equipo, Mindmanager es un completo gestor y creador de estos recursos a través de editores, disponible para Windows y Mac, con sincronización en la nube, gestión de proyectos y mucho más.

Con Coggle es posible crear todo tipo de mapas conceptuales, esquemas interactivos e incluso cualquier nota con dibujos y diagramas. Muchas posibilidades para una plataforma gratuita con opciones de pago que permiten ampliar las posibilidades añadiendo nuevas funcionalidades. Es posible compartir contenidos

Simple Mapper

Para organizar ideas a través de mapas conceptuales, diagramas de red e interacción o flujos de trabajo; todo a través de un navegador web. Con Simple Mapper todas las creaciones son públicas, de forma que se comparten con lo alumnos fácilmente. Requiere Adobe Flash.

El caso de Text 2 Mind Map es bastante curioso y también diferente al de otras opciones contempladas en esta lista. Permite escribir los elementos del diagrama en una caja de texto y la plataforma automáticamente la convierte a un mapa conceptual.

Mind42, mapas conceptuales

Tanto de forma individual como a nivel colectivo, esta plataforma permite la creación de mapas conceptuales partiendo de un nodo principal al que se pueden agregar otros secundarios y información de interés en distintos formatos. Se puede personalizar el diseño cambiando, por ejemplo, el color de las fuentes y añadir hipervínculos e iconos

Desde una burbuja inicial, situada en el centro del mapa conceptual, esta solución online permite extraer ramificaciones totalmente personalizables (en cuanto a tamaño, color de fondo y tipografía) a las que se sumar imágenes e hipervínculos.Cada creación puede desplazarse por el mapa conceptual cuando el usuario, o alguno de los miembros del grupo de trabajo, lo consideren preciso.

Esta plataforma facilita la creación de mapas conceptuales a través de la vinculación de hexágonos en los que se incluyen las las ideas. Incorpora la opción de cambiarles el color para identificar los distintos niveles. Una vez se termine, es posible exportar el resultado, compartirlo, guardarlo en formato de texto o implementarlo en otra plataforma.

PersonalBrain, mapa conceptual y mental

Gracias a su acceso multiplataforma, esta app hace posible la creación y edición de mapas conceptuales desde cualquier lugar y momento. Permite incluir imágenes, documentos de texto y páginas web a cada pensamiento , además de contar con un buscador. Para Android e iOS.

Esta página web permite la creación de mapas conceptuales programados en Java. Para su diseño, incluye una amplia gama de herramientas de formato y color. También es posible añadir hipervínculos e importar documentos e, incluso, otros mapas. A la hora de exportar los mapas conceptuales, da la opción de hacerlo en varios formatos (.html, .pdf o .jpg). Para cualquier sistema operativo.

Un sitio web que permite a los usuarios crear de forma sencilla mapas conceptuales sobre cualquier tema. Para usarlo, el usuario debe conceptualizar el tema que quiera ilustrar con los mapas mentales. Añadirá las categorías y subcategorías del tema y se van poniendo los puntos de ramificación. Cuenta con la opción de anotar cosas en cualquier punto de ramificación.

Para elaborar mapas conceptuales y diagramas. Este programa se puede utilizar para realizar planificaciones, conceptos generales y específicos sobre un determinado tema. En un simple mapa conceptual, se pueden destacar los puntos más relevantes

 

https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/apps-para-crear-mapas-conceptuales/19624.html

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Entrevista a José Yorg: “Fui un maestro rural con método de enseñanza bilingüe. Castellano – guaraní”

Noticia.  Opinión Ciudadana  27 de Febrero de 2019

Refirió el reconocido docente José Yorg que “con gran satisfacción leí en los medios comunicacionales que un equipo de investigación de la Facultad de Humanidades de la UNNE, desde el año 2001, estudia los usos del guaraní y el castellano en contextos escolares y comunitarios de la provincia de Corrientes”.

“Doblemente complacido -prosiguió Yorg- al saber que tales experiencias se realizan en dos escuelas rurales del departamento de San Luis del Palmar, Corrientes, ciudad donde me recibí de Profesor, y por tanto, conozco la idiosincrasia de ese pueblo laborioso y generoso que me acogió”.

Señaló Yorg que “instintivamente, al desempeñarme en las campiñas formoseñas, en zonas guaraníticas, establecí un puente bilingüe que me permitió un dialogo pedagógico formidable”

DISCURSO DE PROHIBICIÓN DEL GUARANÍ

“Al igual que el equipo de investigadores de la Facultad de Humanidades de la UNNE, que llevan adelante la experiencia, tropecé con discursos de resistencia y prohibición del guaraní por parte de directivos, pero con mucho tacto y respeto pude demostrar que el método ayuda a desinhibir y enriquece el horizonte cultural del educando”, comparó Yorg.

LENGUAJE CULTURAL

Puntualizó el educador que “Debemos tener en cuenta que el guaraní es una lengua riquísima en su estructura gramatical y en su vocalización y además es utilizado para designar especies animales y vegetales científicamente”.

“Constituye el guaraní en la región un vehículo transmisor de cultura e historias, por ejemplo, mi bisabuela, correntina, de San Luis del Palmar, al igual que muchas familias, se vieron obligadas a emigrar con todas sus pertenencias a Paraguay, producto de esas oleadas de conflictos políticos entre Autonomistas y Liberales correntinos, eso explica que, tanto en Paraguay como en Corrientes, existan familias del mismo apellido y origen”, concluyó Yorg.

Fuente: https://www.diariopinion.com.ar/noticias/2019/02/10/25337-yorg-fui-un-maestro-rural-con-metodo-de-ense%C3%B1anza-bilinge-castellano–

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Argentina: “Ciencia en un clic”

Santa Fe  Noticia  El Litoral  27 de febrero de 2019

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Santa Fe prorrogó hasta el sábado 30 de marzo de 2019, el plazo de inscripción a la convocatoria “Ciencia en un clic”, el concurso fotográfico que premia imágenes relacionadas con la percepción de la ciencia por parte de la sociedad.

El objetivo del concurso es que niñas, niños y jóvenes integrantes de clubes de ciencia, instituciones educativas, bibliotecas populares y organizaciones no gubernamentales de la provincia se involucren activamente en el quehacer de la ciencia y la tecnología, utilizando la fotografía como medio de creatividad y expresión.

El tema de esta edición es “Ciencia, tecnología e innovación productiva: su acción en nuestra vida cotidiana” y apunta a reflejar cómo las personas percibimos la ciencia, la tecnología y la innovación; cómo impactan sus beneficios; y cómo nos apropiamos de ellos en la vida cotidiana y el mundo que nos rodea. Las fotos premiadas se sumarán a las de ediciones anteriores para conformar la muestra itinerante “Ciencia en un clic”, un recurso público para la divulgación de la ciencia.

Modalidad

Podrán participar niñas, niños y jóvenes en edad escolar, pertenecientes a clubes de ciencia, instituciones educativas, bibliotecas populares u organizaciones no gubernamentales de la provincia de Santa Fe.

La participación en esta edición es de carácter institucional, es decir que los participantes deben enviar sus fotos a través de colegios, clubes de ciencia u otras organizaciones.

Las imágenes podrán estar relacionadas a la investigación científica y sus aplicaciones tecnológicas, reflejando el objeto de estudio, las personas que realizan la actividad, los instrumentos utilizados y/o instalaciones, las tecnologías e innovaciones que resultaran de la aplicación del conocimiento científico y el impacto de éste en la comunidad. Se elegirán tres ganadores: el primero recibirá una cámara fotográfica digital, el segundo una cámara fotográfica deportiva y el tercero una tableta electrónica.

Fuente de la Noticia: https://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2019/02/26/politica/POLI-10.html

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Educación Emocional en las Escuelas. ¿sí o no?

Por: La Voz/Mariana Otero/27-02-2019

Es la estrategia pedagógica del momento, que busca mejorar el desempeño a través del desarrollo de habilidades emocionales. Se utiliza cada vez más en el mundo, pero no todos están de acuerdo: algunos afirman que persigue el disciplinamiento del sujeto.

os promotores de la educación emocional aseguran que más del 70 por ciento del “éxito” en la vida adulta depende de las habilidades emocionales desarrolladas en la niñez. Es decir que el aprendizaje estaría ligado indefectiblemente a las emociones.

La fundación Educación Emocional, que dirige el psicólogo Lucas Malaisi, promueve en la Argentina una ley de educación emocional (Corrientes y Misiones ya tienen la suya) para que todas las escuelas públicas desarrollen el conocimiento personal, la automotivación y la empatía, entre otras cosas.

El proyecto plantea la creación de un espacio, transversal y curricular para los alumnos, pero también espacios para que aprendan los padres y los docentes (fundacioneducacionemocional.org).

La educación emocional, que comenzó a difundirse en ámbitos educativos en los últimos años en la Argentina y en el mundo, busca educar las emociones, a las que se considera habilidades que permiten mejorar el desenvolvimiento social y los aprendizajes. Se basa en el autoconocimiento y en la autorregulación.

Diversos países la aplican en las aulas y hasta la incluyen en los lineamientos de sus políticas públicas. Pero, además, organismos internacionales como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) promocionan esta práctica como eficaz.

Quienes adscriben a esta idea argumentan que en los tiempos que corren es preciso promover las “inteligencias emocionales” y dejar atrás los esquemas de la escuela tradicional que pone el foco en el raciocinio.

Sin embargo, y pesar de que cada vez hay más evidencia científica del papel que juegan las emociones en la vida de las personas, no todos están de acuerdo en que es beneficioso implementar políticas y prácticas de educación emocional en los colegios.

Consultamos a dos especialistas para debatir por qué sí o por que no introducir la educación emocional en las escuelas.

Sí: una vida más plena

Iliana Bustos, abogada y coach profesional, explica que el mundo de las emociones de los seres humanos ha sido soslayado en la educación tradicional, anclada en el paradigma cartesiano de que lo privativo y distintivo del ser humano es la razón.

“En la actualidad, y en especial a partir de la difusión del concepto de inteligencia emocional planteado por Daniel Goleman, la temática vinculada al emocionar humano ha cobrado particular relevancia. De manera especial, y enfocada a obtener mejores resultados, se la considera seriamente en los ámbitos educativos, laborales, y en general en cualquier organización en la cual las personas interactúen”, plantea.

El concepto de inteligencia emocional, explica Bustos, hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos.

“Para Goleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas: descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales”, sostiene la especialista, quien asegura que estas teorías tienen jerarquía científica. “La clínica médica ha reconocido la directa incidencia del factor emocional, no sólo en la aparición y desarrollo de numerosas patologías, sino también en las posibilidades y alternativas de recuperación de enfermedades y mantenimiento de la buena salud. En cuanto a las capacidades y destrezas incluidas en el concepto de inteligencia emocional, estas revisten una influencia dirimente no sólo en el aprendizaje, sino también en todos los ámbitos del quehacer humano”, remarca. Y sostiene que las emociones predisponen a la acción.

En este sentido, puntualiza, el alumno que se asombra, se interesa y confía en sus capacidades aprende con rapidez y es capaz de retener nuevos conceptos y relacionarlos con otros ya conocidos. Es decir que puede gestionar de manera autónoma su propio aprendizaje.

“De igual manera, logrará relaciones sanas y productivas con sus congéneres y con sus maestros desarrollando un sentido de integración y participación no sólo en la escuela, sino en su vida en general”, plantea Bustos.

Y agrega: “Los beneficios de la inteligencia emocional en los niños y adolescentes son múltiples: la mejora de la conducta, la creación de una autoestima sana, hace a los niños y adolescentes más responsables, seguros y autónomos, ayuda en el bienestar personal y a desarrollar las habilidades sociales básicas para cualquier tipo de relación”.

Bustos remarca que, cuando las personas se conectan con sus propias emociones y aprenden a reconocerlas y gestionarlas de manera eficaz, “sus vidas adquieren una dimensión más plena, se potencian sus naturales aptitudes, obtienen logros más significativos en todas sus iniciativas y se convierten en personas más activas, felices y satisfechas con su vida”.

Para la especialista, el aprendizaje emocional debe iniciarse en los docentes. “Sólo quien puede reconocer y conectarse con su propio mundo emocional puede propiciar a que otro lo haga. El docente tiene que ser capaz de generar contextos emocionales propicios al aprendizaje, generar climas emocionales que despierten interés, atención y entusiasmo por aprender”, opina.

No: es disciplinamiento

Ana Abramowski, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, Argentina), explica que la “educación emocional” propicia que los individuos deban autoexaminarse con detenimiento para apaciguar y aplacar (regular) aquellas emociones que se encuentren confusas o se consideren negativas y, por lo tanto, dañinas.

Otro pilar de esta educación, dice, es el énfasis en lo positivo: tener actitudes y conductas positivas, construir relaciones positivas, crear climas positivos.

“Mi posición es contraria a las políticas y prácticas de educación emocional”, sostiene Abramowski, quien explica que discutir este tipo de educación no significa negar que la práctica educativa, el trabajo docente, la enseñanza y el aprendizaje estén atravesados por afectos y emociones.

“Discutir con la educación emocional implica poner sobre la mesa que no hay una única manera de concebir las emociones en su vínculo con la educación. Es imperioso considerar las emociones en su ambigüedad, atravesadas por relaciones de poder, contradicciones, ideologías, políticas y disensos”, remarca. Y agrega: “En lugar de aislar e intentar regular y acallar las emociones que circulan en las escuelas, en lugar de enfatizar el carácter adaptativo de la educación, considero preciso comprender por qué se producen unas emociones y no otras, cuánto pueden estar hablando de desigualdades e injusticias como así también de experiencias movilizantes y enriquecedoras”.

Estos son algunos de los argumentos de la investigadora de Flacso:

Esta clase de educación se centra en el disciplinamiento de los individuos. Lo emocional, lejos de explorarse, comprenderse y, por qué no, amplificarse, es sometido a la autorregulación. En este sentido, se trata de una educación con una fuerte impronta adaptativa.

El énfasis en las emociones positivas niega y obtura las emociones difíciles y poco clasificables (que se califican con el simple rótulo de “negativas”), emociones que forman parte de lo humano y cuyo destino no debería ser la simple regulación.

Para la educación emocional, las emociones son simples, transparentes, auténticas y están ubicadas en el yo. No tienen historia ni están atravesadas por relaciones de poder, condiciones materiales, ideologías ni políticas.

El énfasis de la educación emocional en el trabajo de autoexamen y autorregulación de los individuos deposita en cada persona la responsabilidad de su éxito o de su fracaso, de su alegría o de su sufrimiento. Por estos motivos, la educación emocional psicologiza, individualiza, descontextualiza y emocionaliza los problemas educativos.

Fuente del artículo: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/educacion-emocional-en-escuelas-si-o-no

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Entrevista a Silvia Rivera Cusicanqui: “Tenemos que producir pensamiento a partir de lo cotidiano”

Cusicanqui es una de las referentes en el pensamiento subalterno en Bolivia. En su último libro, Un mundo ch’ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis, nos habla de lo ch’ixi como práctica descolonizadora.

Socióloga y activista de origen aymara, Silvia Rivera Cusicanqui (La Paz, Bolivia, 1949) es una de las referentes en el pensamiento subalterno en Bolivia. En su último libro Un mundo ch’ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis (Tinta Limón, 2018) nos habla de lo ch’ixi como práctica descolonizadora, una versión de la noción de lo abigarrado que ya conceptualizó el sociólogo René Zavaleta Mercado. Invita a reflexionar desde una mirada ch’ixi las realidades y coyunturas latinoamericanas. Plantea que lo ch’ixi “literalmente se refiere al gris jaspeado, formado a partir de infinidad de puntos negros y blancos que se unifican para la percepción, pero permanecen puros, separados”, y le sirve para “admitir la permanente lucha en nuestra subjetividad entre lo indio y lo europeo”.

Con un pasado muy vinculado a los movimientos kataristas, cocaleros y libertarios de Bolivia, hoy vive la militancia realizando su utopía en El Tambo, un espacio político y cultural en La Paz donde, junto a sus compañeros y compañeras del Colectivo Ch´ixi, organiza cursos y actividades, fiestas y presentaciones, uniendo los saberes teóricos con la labor manual. Ahí mismo realiza todos los años, después de su salida forzada de la Universidad Mayor de San Andrés de Bolivia, el taller de Sociología de la Imagen, un espacio de formación para descolonizar nuestras miradas. Silvia entiende la imagen como “narrativa, como sintaxis entre imagen y texto, y como modo de contar y comunicar lo vivido”.

En tu reciente visita a México señalaste que en América Latina no se está en condiciones de hablar de pensamiento decolonial ni postcolonial. Afirmaste que lo decolonial es una moda, lo postcolonial un deseo y lo anticolonial una lucha. ¿Cómo seguir este camino anticolonial?
Yo creo que es una forma de poner en relieve que este proceso tiene larga data. Desde tiempos coloniales se han dado procesos de lucha anticolonial; en cambio, lo decolonial es una moda muy reciente que, de algún modo, usufructúa y reinterpreta esos procesos de lucha, pero creo que los despolitiza, puesto que lo decolonial es un estado o una situación pero no es una actividad, no implica una agencia, ni una participación consciente. Llevo la lucha anticolonial a la práctica en los hechos, de algún modo, deslegitimizando todas las formas de cosificación y del uso ornamental de lo indígena que hace el Estado. Todo eso son procesos de colonización simbólica.

Has profundizado mucho en la sociología de la imagen, tomando la imagen como teoría y no solo como ilustración. ¿De qué forma te sirve la imagen?
Es una forma de replantear el papel de la visualidad en la dominación y también sirve como forma de resistencia. Se trata de descolonizar la conciencia propia, superar el oculocentrismo occidental y convertir la mirada en parte de una experiencia completa, orgánica, que implique los otros sentidos también, como el olfato o el tacto. Es decir, reintegrar la mirada al cuerpo.

Quisiera profundizar en el concepto ch´ixi. ¿Cómo llegas a él y qué significa para ti?
Surge como una metáfora que me comunica un escultor aymara —Victor Zapana— hablando de animales como la serpiente o el lagarto, que vienen de abajo, pero también son de arriba, son masculinos y también femeninas. Es decir, tienen una dualidad implícita en su constitución. Y eso me parecía a mi una muy buena metáfora para explicar un tipo de mestizaje que reconoce la fuerza de su lado indígena y la potencia para poder equilibrarla con la fuerza de lo europeo. Entonces se propone a lo ch´ixi como una fuerza descolonizadora del mestizaje. Lejos de la fusión o de la hibridez, se trata de convivir y habitar las contradicciones. No negar una parte ni la otra, ni buscar una síntesis, sino admitir la permanente lucha en nuestra subjetividad entre lo indio y lo europeo.

Resulta interesante como varias personas han manifestado alivio y tranquilidad al comprender tu noción de lo ch´ixi, sobre todo, en relación con problemas de identificación.
A mi también me ha llamado la atención que pueda dialogar este concepto con experiencias tan distintas. Lo que pasa es que todos vivimos una contradicción muy fuerte, entre lo occidental y lo que nos da el paisaje, el ámbito local, que nos conecta con la otra cara.

El concepto ch´ixi lo has pensado desde y para Abya Yala [nombre dado a América por sus habitantes antes de la invasión europea] y los procesos que se dan en este territorio pero, ¿es posible llevarlo a otros territorios? ¿Existe una universalidad de lo ch´ixi?
Yo creo que eso depende de cada quien, cada pensamiento lo tiene que desarrollar en su territorio, fuera del ámbito andino. Yo lo he trabajado para aquí, pero sí pienso que tiene una potencia universal porque la contradicción es un hecho de nuestro tiempos. La conciencia de que la identidad es una camisa de fuerza y cada persona vive muy contradictoriamente la identidad. Eso pasa aquí y en todos los lugares.

Aludiendo al título de tu nuevo libro, ¿cómo puede ser posible un mundo ch´ixi?
Es una utopía. Es una utopía el pensar que podemos realmente colectivizar esa visión y convertirla en un recurso de acción política. No se realiza, pero creo que como horizonte es una posibilidad de rebeldía.

¿Qué aportes le puede dar esta mirada ch´ixi a los feminismos latinoamericanos?
La coexistencia entre lo masculino y lo femenino en cada subjetividad. No la separación ni la segregación, sino la yuxtaposición de las dos fuerzas, de los dos principios en cada subjetividad.

¿Cómo ves los feminismos en Latinoamérica hoy en día?
Bastante fuertes. Yo creo que es una marca y un signo de la época. Las mujeres ya están activamente y masivamente saliendo a la esfera pública a reclamar cosas que antes eran vistas como exclusivas del ámbito privado. Sobre todo en Argentina creo que es muy rico el proceso de las mujeres. En Bolivia el discurso está muy mediatizado por las ONGs y el Estado. Hay, obviamente, grupos como el de Mujeres Creando que superan eso pero todavía yo lo encuentro muy débil.

La mujer tejedora está muy presente en tus libros para reflexionar en torno al lugar de la mujer en el mundo andino. ¿Para que te sirve?
Es una gran metáfora de la interculturalidad. Las mujeres siempre tejen relaciones con el otro, con lo otro. Con lo salvaje, con lo silvestre, con el mercado, con el mundo dominante. Siento que hay una capacidad de las mujeres de elaborar relaciones de interculturalidad a través del tejido. Es un reconocer también que el cuerpo tiene sus modos de conocimiento. Aquí, en el colectivo, decimos que “la mano sabe”.

¿La opresión india y la opresión de género son homólogas?
Son equivalentes y sería prácticamente la base de una alianza muy poderosa, indios y mujeres. De algún modo, la identidad de indios y mujeres es definida desde afuera, y por eso la resistencia consiste en autodefinirse.

En este sentido, ¿es para ti necesario retomar el paradigma epistemológico indígena?
Claro que sí. Sobre todo en tiempos de cambio climático es un paradigma verdaderamente alternativo porque supone otra relación con el mundo de los sujetos no humanos. Hablo de la naturaleza, de las formas de sustentabilidad y del cuidado de la tierra. Se debe entender que el ser indio es un paradigma totalmente diferente para enfrentar el mundo y para relacionarse con él.

Sin embargo, dista mucho del indianismo en Bolivia.
El indianismo está atrapado en una vocación totalmente estadocéntrica y estadolátrica. Está abocado en un discurso nacionalista de buscar un estado aymara y una nación aymara, lo cual es una barbaridad a mi parecer. Porque es esencialista, es una propuesta que no condice con la realidad. La realidad boliviana es una realidad abigarrada, con identidades muy confusas y mezcladas. Entonces el indianismo tiene la camisa de fuerza de la vocación estatal.

Estás aprendiendo aymara. ¿Cómo te ha servido para entender la realidad andina?
Es fundamental para mi. Empece hace mucho tiempo y voy a seguir aprendiendo hasta que me muera. Ha sido clave porque es un idioma que tiene una estructura completamente diferente y que te permite crear palabras y darle todo un sentido metafórico al lenguaje, que es muy propio de la cultura aymara. A mi me ha permitido hurgar en muchos aspectos que parecían paradójicos y que, a través del idioma, se me han clarificado. Sobre todo conceptos de temporalidad, de espacialidad, a través del uso de sufijos. Es un idioma muy complejo pero muy rico. Es un idioma aglutinante, porque es capaz de que un mismo término varíe según los sufijos y los contextos de enunciación.

Hablando de temporalidad me viene a la mente el aforismo aymara Quipnayra uñtasis sarnaqapxañani. 
Este aforismo de la cosmovisión aymara se puede traducir como “mirando atrás y adelante podemos caminar en el presente futuro”. Quiere decir que el pasado está por delante de nosotros. Esto es común a muchas lenguas indígenas. Hay varias lenguas indígenas que conciben el pasado como algo que tu ves por delante; el futuro, sin embargo, no lo conoces y por eso está atrás, en la espalda. Además es también una celebración de un gesto anacrónico, de poner el pasado por delante, de que el pasado surge e irrumpe en el presente.

¿Qué valor tienen para ti las lenguas originarias?
Muchísimo. Todos deberíamos aprender alguna.

En tus escritos reivindicas la micropolítica como espacio de resistencia y lucha. ¿Es necesario crear pequeñas comunidades de afinidad y tejer redes?
La macropolítica busca siempre un interlocutor en el Estado, ya sea con o contra el Estado. En cambio, la micropolítica está por debajo del radar de la política y trabaja sobre colectivos pequeños y acciones corporales que permiten que florezcan espacios de libertad. Lo que buscamos es repolitizar la cotidianidad, ya sea desde la cocina, el trabajo o la huerta. Eso es lo que queremos hacer aquí, en nuestro espacio El Tambo. Articular el trabajo manual con el trabajo intelectual, producir pensamiento a partir de lo cotidiano.

¿Romper la barrera entre el trabajo manual e intelectual?
Eso es. Desde que comencé en el taller de Historia Oral Andina, hemos hechos muchas cosas por fuera de la academia. Porque la academia no puede darte todo y te aleja del pulso colectivo, de lo que pasa en realidad, de las cosas que hace la gente. La idea es practicar la descolonización a través del cuerpo y eso no se dice, se hace.

Así nacen espacios emancipatorios como puede ser El Tambo. ¿Cómo has vivido tú este espacio?
Este año cumplimos nueve años. Hemos querido tejer un espacio de encuentro y de creatividad que permita a diferentes personas desarrollar su individualidad pero, a la vez, latir con el pulso colectivo. Crear un espacio de libertad, de realización personal, de camaradería y de compañerismo con propuestas comunes. A día de hoy estamos unas 18 personas en el colectivo. Además, es cierto que he visto muchísimos colectivos en toda América Latina. Lugares muy lindos e iniciativas muy pequeñas pero poderosas, ya sea de huertos, de derechos humanos, procesos de autonomía, o de soberanía alimentaria. De algún modo todos, estos espacios interrumpen en este proceso totalizador del capital y marcan un horizonte emancipatorio.

En octubre se celebran elecciones en Bolivia. Desde la toma de poder de Evo Morales en 2006 has sido muy crítica. ¿Cómo ves la coyuntura actual?
Está muy mal, está terrible. El gobierno está tomando el control de todas las instancias, del Tribunal Electoral, de todo el sistema judicial…. Está muy fea la cosa. Se nos vienen años difíciles. Veremos qué pasa en las elecciones. Por ejemplo, con el conflicto del TIPNIS, están esperando a ganar las elecciones para entrar de una vez. Ahora está habiendo una marcha de Sucre a La Paz, conformada por todas las comunidades afectadas por megaproyectos y por toda la intromisión estatal. Yo estoy apoyando eso también. Tenemos esperanzas, la gente no se deja totalmente

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/feminismo-poscolonial/silvia-rivera-cusicanqui-producir-pensamiento-cotidiano-pensamiento-indigena?fbclid=IwAR1p99x4bVgW7hVqMzTZwIb-9p1jxR0QbpK-pVx2yMaZFVQawd1sgGpnQKU

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