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Colombia: ¿Señora ministra de Educación, de qué se ríe?

Por: Piedad Ortega Valencia/ las2orillas.co/17-10-2018

¿Por qué tiene ese gesto en la cara cuando a las universidades públicas se les está hipotecando el porvenir?

eñora Angulo, usted tan glamurosa, tan bien preparada, que ha ejercido como exdirectora ejecutiva de la Fundación Empresarios por la Educación, como exrepresentante de la presidencia en el Consejo Superior de la Universidad Pedagógica Nacional, como exsecretaria de educación en la alcaldía de Peñalosa y ahora es ministra de Educación, déjeme que le cuente por qué estudiantes y maestros nos movilizamos y estamos indignados hasta el tuétano.

Para empezar, ¿sabe usted a qué sabe la indignación de estos tiempos?

Sabe a derechos urgentes e impostergables. Sabe a este grito en la garganta que atraviesa la piel de centenares de estudiantes y maestros. Sabe a esta angustia que a veces se queda pegada en las manos, pero que también es aire, es trigo, es huesos, y que se pega al lomo del viento para poder respirar y tomar aliento. Un aliento compartido. Un aliento colectivo.

Señora ministra, nuestro derecho a una educación pública está pendiente en un Estado ausente. Hay tantas y bellas declaraciones sobre la afirmación de nuestros derechos sin materializaciones de justicia, dignidad y equidad, que ya nos repele tanto discurso refinado y apalancado en el marco jurídico del “no se puede”.

Necesitamos descolocar y deslocalizar el lenguaje con el que hoy se nombra a la formación de una generación de jóvenes estudiantes universitarios: los leemos, los evaluamos, les construimos unos perfiles desde las 4E (eficientes, eficaces, emprendedores y exitosos), los metemos en un formato con un exceso de moral y los estamos acostumbrando a tener los labios sellados por el miedo, por el ahogo, la pesadumbre y tanta cínica mentira que se formula desde las políticas educativas.

¿Qué los profesores estamos precarizados? Usted lo sabe, pero más que saberlo, le decimos que lo sentimos en nuestra corporeidad. A nivel nacional suman más de 25 mil (25.000) profesores de universidades que los recluyen y expulsan del sistema nacional de formación de profesores y de los reconocimientos propios en cada una de las 32 universidades. Están ausentes en los programas de bienestar universitario. Están ausentes en las estrategias de reconocimiento académico, están ausentes en la formalización y estabilidad laboral. Suman en las estadísticas, pero los borran del presupuesto.

La condición de profesores, mal llamados ocasionales, significa que son contingentes, eventuales, circunstanciales, coyunturales, intermitentes. Adjetivaciones que tienen que firmar en sus contratos con un salario decorativo porque no les alcanza sino para 8 meses de vida laboral al año. Es decir, 4 meses quedan como desempleados estructurales.

Profesores que no cuentan con las garantías salariales y de protección social, porque su inserción en el mercado universitario se inscribe hoy en la categoría de excedente laboral, ejemplificado en los cuatro meses que “sobran en la universidad”, que “están por fuera”. No existen simbólica ni materialmente en las estadísticas, en el juego de la democracia, en las agendas educativas, en el inventario de recursos, etc.

Es decir, excluidos son nuestros colegas con contratos ocasionales que, dadas las transformaciones en el mercado laboral universitario, se están convirtiendo en subempleados en condiciones precarias; autoempleados en situaciones de miseria; técnicos en estándares y competencias, líderes de apoyo, gestores de currículos… en suma, desempleados crónicos.

La “ocasionalidad” del profesor se expresa también en su orfandad, en la desvalorización de su trabajo. Asfixiado por las legislaciones y en las prescripciones permanentes sobre su práctica pedagógica. Un profesional ocasional es un profesor desterritorializado, pues se le excluye simbólica y materialmente de la comunidad académica universitaria. Es un profesor que está en la intemperie.

La precarización del trabajo se materializa en la demolición de la protección social, la negación de derechos laborales ante contratos cada vez desregularizados y flexibilizados, que se expresa en bellas declaraciones que conmueven como “seamos emprendedores”, “conviértete en un mini-empresario de tu propia práctica práctica y empleo” y “sigan trabajando en torno a la excelencia, la calidad educativa y la inclusión”.

Le exigimos, señora ministra, que se cierren los circos de las simulaciones y de las mentiras permanentes. Claro que afirmamos los procesos de evaluación y autoevaluación institucional, nos interesan las interlocuciones e interpelaciones entre colegas para no mirarnos siempre en el mismo espejo. Sin embargo, lo que nos tiene agotados son las fotos con “sonrisa de ponqué”, dulzonas, radiantes y esplendorosas que entregamos frente a los procesos de acreditación. Por eso, decimos, es necesario que se muestren ya las fisuras del decorado, que se despinten las fachadas de tanta pintura falsete.

Que la sonrisa de la monalisa nos diga cuánta retórica hemos gastado en bellas alegorías sobre la autonomía universitaria, que se caricaturice su bella sonrisa ante la desconfianza que tiene en nuestra educación pública, que se almidone tanta corbata de burócrata y pragmático que ha sido cómplice en la formulación de las políticas educativas, tanto experto que ha elaborado las planillas de la rentabilidad educativa.

Señora ministra, usted que sabe de competencias en matemáticas y en educación emocional, le contamos que ya nos empalaga su sonrisa y que le exigimos ya financiación plena, digna, suficiente y sostenible para las 32 universidades públicas de nuestro país. Para cerrar, le preguntamos: ¿señora ministra, de qué se ríe cuando a las universidades públicas se les está hipotecando el porvenir?

Nos movilizamos como luciérnagas, con el resplandor colectivo, y nos quitamos la silicona de los labios. Seguiremos insistiendo con nuestras voces y corporeidades en resistencia, estando en la calle y en el aula abierta, en la asamblea y en el paro. Seremos incansables y militantes con la educación pública.

* Recreación del poema de Mario Benedetti en la voz de Nacha Guevara.

Señora Ministra

de qué se ríe

de qué se ríe

Aquí en la calle

suceden cosas

que ni siquiera

pueden decirse

los estudiantes

y los maestros

ponen los puntos

sobre las íes

Usted conoce

mejor que nadie

la ley amarga

de las políticas educativas

Ustedes duros

con nuestra gente

por qué con la OCDE y el Banco Mundial

son tan serviles.

*Fuente: https://www.las2orillas.co/senora-ministra-de-educacion-de-que-se-rie/

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Convocan nuevo paro docente de 48 horas en Argentina

Por: Telesur/17-10-2018
Los sindicatos docentes afirmaron que el paro se realizará los próximos 18 y 19 de octubre ante la ausencia de negociación por parte de las autoridades.
La Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) anunció este martes un paro de 48 horas para exigir aumentos salariales mejores a los impuestos por el gobierno estadal, tras considerar que están por debajo de la inflación que afecta a la nación. 

La medida se realizará los próximos 18 y 19 de octubre, ya que la secretaria general de la FEB, Mirta Petrocini, aseguró que hay ausencia de negociación en la provincia de Buenos Aires. «Es una paritaria que no lo es, a pesar de ser una ley», indicó.

Asimismo, informó que ofrecen a los educadores un 11 por ciento que se cobrará en noviembre próximo, sumado a un 19 por ciento que ya percibieron por decreto, pero en la propuesta inicial se estableció que tales beneficios se devengarían en octubre.

Por su parte, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) ya había anunciado un paro docente para el 24 de octubre al expresar preocupación por el recorte presupuestario en esta área para el 2019.

Los principales sindicatos que apoyan el reclamo de los educadores son: Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (Suteba), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), la Asociación de Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), entre otros.

Los docentes llevan más de diez meses en la lucha por garantizar sus reivindicaciones salariales al denunciar que pierden poder adquisitivo con salarios que rivalizan con una inflación estimada en 45 por ciento.

*Fuente: https://www.telesurtv.net/news/argentina-paro-educacion-sindicatos-mejoras-salariales-20181016-0023.html

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Colombia: Hay por lo menos 500 profesores amenazados en todo el país, asegura Fecode

América del Sur/ Colombia/ 17.10.2018/ Fuente: www.pulzo.com.

“Los llaman por teléfono, llegan a su residencia y los educadores por el temor, porque esto ocurre en los pueblos, y como no tienen las condiciones para denunciar, tienen que callar”, aseguró Tarcisio Mora, segundo vicepresidente de Fecode, en Caracol Radio.

Mora agregó que las amenazas llegan por diferentes motivos y que las más recientes denuncias las tienes de docentes pensionados.

Incluso, en las últimas semanas 19 profesores tuvieron que ser trasladados de los municipios de Valencia, Tierralta, San José de Uré, Puerto Libertador, Montelíbano y San Bernardo del Viento en el departamento de Córdoba por las amenazas, indicó RCN Radio.

Además, seis profesores ya han sido asesinados, según el magisterio. El caso más reciente es el de Miguel Antonio Morales Calambás, un educador indígena de la comunidad Misak que fue asesinado mientras transitaba por la vía que comunica a los municipios de Morales y Suárez, en el Cauca, reportó El Tiempo.

Fuente de la noticia: https://www.pulzo.com/nacion/amenazas-profesores-colombia-PP563731

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Colombia: Educación la clave para cerrar brechas sociales

Por: Semana/17-10-2018

Bogotá presenta la tasa más baja de deserción escolar en los últimos 20 años. Pasó de 3,6% en 2015 a 1,6% en 2017.

Un niño pobre seguirá siendo pobre si abandona la escuela. Dramática realidad que, según Unicef, no se detiene en el mundo. Más de 123 millones de pequeños dejan las aulas cada año, lo que equivale a 11,5% de los menores en edad escolar, justamente en los países en donde las condiciones de vida de las familias son más precarias.

Colombia, un país en el que 28% de sus habitantes son pobres (Dane, 2017), no se salva de este panorama. Aunque la tasa ha descendido paulatinamente en los últimos años, más de 320 mil estudiantes desertaron el último año.

¿Las razones? Embarazos tempranos, trabajo infantil, trata de personas y sí, por la pobreza, causa y consecuencia de este fenómeno social. ¿Qué hacer? Unicef y expertos llegan a la misma conclusión: hay que invertir más y hacer más.

En Bogotá, capital y ente territorial con la matrícula más alta de todo el país (780 mil estudiantes en el sistema oficial, equivalente a cerca del 10% de la matrícula nacional), la deserción escolar no solo se detuvo, sino que alcanzó su tasa más baja en los últimos 20 años, pasando de 3,6% en 2015 a 1,6% en 2017.

Es una cifra histórica que el alcalde Enrique Peñalosa atribuye, justamente, a que en Bogotá se está haciendo más e invirtiendo más. Por esto, destinó el presupuesto más alto de la historia para la educación, que a la fecha supera los 10,5 billones de pesos, para consolidar una apuesta integral por la calidad que reduzca brechas y ofrezca verdaderas oportunidades de ser felices a niñas y niños.

El reto es convertir a Bogotá en una ciudad educadora; una que potencia los talentos, capacidades e intereses de los niños y jóvenes en todas las dimensiones (intelectual, corporal, afectiva, personal-social, creativa, entre otras) y que contribuye a alcanzar la felicidad de todos en su condición de individuos, miembros de una familia y de la sociedad. Gracias a esta apuesta, en los últimos años Bogotá no solo redujo su tasa de deserción escolar, sino también la de analfabetismo, pasando de 1,82% a 1,47%. Superó además todas las metas establecidas por el Ministerio de Educación para el Índice Sintético de Calidad Educativa y, actualmente, se sitúa entre las tres primeras ciudades del país con mejores resultados en todas las áreas evaluadas en las pruebas Saber 11 y ha aumentado el porcentaje de colegios distritales con resultados sobresalientes (B, A y A+), pasando de 74,6% en 2015 a 84,5% en 2017.

Una de las estrategias específicas para detener el abandono escolar fue el diseño y puesta en marcha de la Ruta de Acceso y Permanencia, que tiene como reto garantizar a la población en edad escolar las mismas oportunidades de acceder al colegio y culminar sus estudios.

Esta iniciativa, que la Secretaría de Educación de Bogotá califica como pionera en el país, permitió identificar 36 causas diferentes por las cuales niñas y niños dejan el colegio en Bogotá e iniciar el acompañamiento a las 100 instituciones con mayores índices de deserción, logrando que más de 26 lo redujeran a menos del 1% en 2017.

La ruta también incluye la búsqueda activa casa por casa, puerta a puerta, de niñas, niños, jóvenes y adultos desescolarizados, durante todo el año y en todas las localidades de la ciudad, consiguiendo que, a la fecha, más de 10 mil personas hayan regresado a la escuela. Para atender integralmente las necesidades específicas de estas poblaciones, Bogotá cuenta con estrategias educativas flexibles en el marco de la política de educación inclusiva de la ciudad con la que se benefician a más de 20 mil personas actualmente, entre ellas, jóvenes, adultos, mujeres y hombres en ejercicio de la prostitución, mujeres víctimas de diferentes violencias, trabajadores informales y habitantes y exhabitantes de calle.

Además, ofrece atención diferencial a más de 66 mil víctimas del conflicto, cinco mil miembros de grupos étnicos, 16 mil con discapacidad, más de mil con capacidades excepcionales y 12.400 estudiantes de zonas rurales.

Como lo explica el alcalde, la capital está fortaleciendo las competencias básicas y socioemocionales de los alumnos, la cualificación de los docentes y la ampliación de la jornada y, además, está ofreciendo a niños y jóvenes oportunidades de aprender, vivir y sentir en la ciudad, más infraestructura educativa, el mejor Programa de Alimentación Escolar del país y entornos escolares seguros y protectores.

En este sentido, en Bogotá se amplió la cobertura de estudiantes del Distrito con jornada única, pasando del 4% en 2015 al 14% en la actualidad; se diseñó e implementó un plan de fortalecimiento de competencias en lectoescritura, que beneficia a alumnos de 141 instituciones y, gracias a la ‘Revolución de los colegios’, las niñas y niños de Bogotá cuentan con 12 colegios nuevos, dos en lote nuevo y diez en lote existente.

“Sabemos que la deserción escolar incide en la continuidad del ciclo de la pobreza, genera tasas más bajas de empleabilidad y menores disposiciones y capacidades para la participación ciudadana. Es urgente detener esta problemática, por nuestros niños y jóvenes, en un trabajo decidido que nos involucre a todos”, concluye el alcalde.

Este artículo hace parte de la edición 37 de la revista Semana Educación y es un contenido patrocinado por la Secretaría de Educación Distrital.

*Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-la-clave-para-cerrar-brechas-sociales/585364

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Informe rojo: Niñas libres de violencia. Derecho a la educación, garantía de igualdad

Informe/17 Octubre 2018/Fuente: Entre culturas

Las historias de vida en riesgo y vulneración de derechos humanos de las niñas son demasiado graves. El mundo globalizado e interdependiente en el que vivimos nos exige abrir los ojos y poner el foco en la violencia que mina los derechos de las niñas para que se desarrollen libres y vivan en igualdad.

Partiendo de todo lo anterior, en este informe, Entreculturas analiza las relaciones entre el derecho a la educación y la violencia hacia las niñas como continuación y ampliación del análisis realizado en 2011 con el Informe “Las niñas a clase, una cuestión de justicia”.

Descargar aquí: https://www.entreculturas.org/sites/default/files/ninas_libres_de_violencia_v-onlinelinks.pdf

Fuente e imagen: https://www.entreculturas.org/es/publicaciones/informe-rojo-ninas-libres-de-violencia-derecho-la-educacion-garantia-de-igualdad

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(Entrevista) Agustín Moreno: “Deberíamos educar críticamente ya que habría menos individualismo y más compromiso colectivo para mejorar la sociedad en la que vivimos”

Redacción: Rebelión/17-10-2018

Sindicalista, exdirigente de Comisiones Obreras y profesor jubilado de Historia en un instituto de Vallecas. Cuando Agustín era pequeño vivía en una casa baja cuyo patio, con pozo y parra incluida, era el lugar idóneo para largas horas de lectura: Stevenson, Defoe, Verne, Salgari, Zane Grey. Su proveedor de aventuras literarias era su padre, con el que compartía complicidad y libros.

¿Enseñamos a nuestros jóvenes a ser críticos con lo que les rodea?

Es importante que nos hagamos esta pregunta. Y definir que una educación crítica es aquella que se basa en valores éticos, en los derechos humanos y en la defensa de la sostenibilidad del planeta. Creo que una de nuestras funciones principales en la escuela es despertar el espíritu crítico en el alumnado, para que piensen por su cuenta, algo esencial porque la ignorancia es el caldo de cultivo de la manipulación, la explotación y la sumisión. Pero hay muchos tipos de escuela y de situaciones, por eso no es fácil que las respuestas sean generales y sirvan para todos los casos.

En las escuelas, ¿cómo cree que podríamos potenciar el pensamiento crítico?

Para que se formen jóvenes críticos, haría falta cuestionar el discurso ideológico dominante y las formas de cultura que alienan. Creo que en la mayoría de los centros prevalece el discurso plano, acrítico, falsamente neutral. Se centran en la formación académica, olvidando el componente educativo a todos los niveles, especialmente el desarrollo moral y social del alumnado. Cumplir esta función obligaría a quitar rigidez a las escuelas, jerarquización, currículos inabarcables y muchas veces ajenos a lo que realmente es esencial desde el punto de vista educativo.

¿Qué tipo de personas formamos hoy en el sistema educativo español? ¿Diría que están, en general preocupados o implicados en la sociedad que les rodea?

Creo que somos un reflejo de la sociedad en general. Pero también somos parte de una función pública que tenemos encomendada. El contacto directo con la realidad y las familias, nos obliga a una mayor sensibilidad social y a un compromiso de cambio. Como profesorado hay que ser conscientes de que otros muchos agentes intervienen en la formación de los menores. La cultura dominante vende individualismo y falsas soluciones del “sálvese quien pueda”…

Delante de esta situación que describe, ¿cómo deben actuar los docentes?

Deberíamos educar críticamente ya que habría menos individualismo y más compromiso colectivo para mejorar la sociedad en la que vivimos. Pero eso nos sitúa ante la finalidad de la educación por el bien común que trasciende en mucho la simple formación de “productores” o mano de obra para el sistema económico. Algo que no va a facilitar el poder político, ya que su intención, casi en todas partes, es controlar lo que se enseña.

¿Cómo transmitir a los adolescentes valores como la democracia, la participación en común o la libertad de expresión, si son valores en crisis en nuestra sociedad?

Sobre todo de manera muy práctica. La teoría está bien y hay que sabérsela; en este sentido son muy útiles asignaturas como la Filosofía, la Ética, los Valores, que deben ser trabajados con todo el alumnado, y no solo como alternativa a la asignatura de Religión católica como sucede ahora con alguna de estas asignaturas. Pero no es suficiente, tienen que vivirlo, practicarlo, asumirlo desde las emociones. Facilitar la cooperación con sus compañeros y compañeras, hacer que la escuela sea democrática y dialógica, ayudar a que el alumnado asuma su propio protagonismo, expresarse libremente y de forma argumentada… ese el camino.

¿Cómo fomentaría la participación de nuestros adolescentes en ámbitos que afectan a la ciudadanía y a sus derechos?

Una de las formas de tomar conciencia de los problemas que les afectan es fomentar los debates, los trabajos de investigación, trabajar por proyectos… Pero creo que también es importante abrir el centro a la realidad del entorno social. Esto no solo consiste en la entrada de expertos, agentes sociales, ONG´s para organizar talleres o charlas, proyectos concretos de solidaridad, sino fomentar la participación activa del alumnado. He vivido los talleres en las tutorías sobre educación afectivo-social, adicciones, Amnistía Internacional, El Gallinero en la Cañada Real de Vallecas, el programa de protección al lince, la recogida de móviles para apadrinar un chimpancé… Sin embargo, creo que lo principal es lograr que se sientan implicados y responsables en acciones por la igualdad, contra el racismo o a favor de la paz y la convivencia, que participen activamente.

¿Qué otras estrategias recomendaría utilizar?

También les forma y les hace crecer que se comprometan y colaboren con equipos de mediación y de alumnos ayudantes. Una de las experiencias más intensa y de mayor proyección en la que he participado fue el envío de cinco alumnos míos de 2º de bachillerato del instituto de Vallecas de voluntarios a trabajar en el verano en Bemposta, la Ciudad de los Muchachos de Colombia, que funciona como un entorno de protección a la infancia y la juventud, recogiendo a niños de la guerra.

¿Cree que desde la escuela se puede combatir el individualismo que fomenta la sociedad? ¿Cómo?

La escuela no es neutra y si se presenta así, está engañando porque toda educación tiene fines. Por supuesto que tiene que librar ese combate, aunque parezca una lucha contra molinos de viento. No es fácil, porque la (in)cultura dominante se expresa por múltiples vías: el modelo económico y social basado en el consumismo desaforado, la competitividad extrema y la destrucción del medio ambiente. Pero la juventud tiene una clara tendencia a la empatía y solidaridad que hay que sacar a flote y estimular. Se puede trabajar desde la racionalidad de que el apoyo mutuo es mejor que el individualismo, como se ha demostrado científica e históricamente; pero sobre todo hay que hacerlo desde el trabajo con las emociones.

¿Se pueden combatir las desigualdades desde la escuela o el sistema educativo actual fomenta la perpetuación de estas desigualdades?

Objetivamente la escuela reproduce el sistema social vigente. Es evidente que algunas escuelas reproducen más que otras las desigualdades, por ejemplo, las que segregan por niveles socioeconómicos, por sexo, por situación personal, y que tienen una gestión y titularidad que les permite tener un ideario que busca precisamente la formación de élites dirigentes para esa sociedad injusta y desigual. Pero ese es precisamente el gran reto: conseguir que la escuela sea un lugar de igualdad de oportunidades, de equidad entendida como dar más a quien menos tiene y más lo necesita, donde se forme un compromiso para mejorar la sociedad y evitar las desigualdades e injusticias. Hacer que la escuela sea un lugar donde nacen los sueños solo se garantiza con un escuela pública, inclusiva y con una práctica muy democrática.

Autores como Paul Goodman o Illich creen que el problema radica en el propio concepto de escuela, que ven como un mero instrumento del sistema económico. ¿Qué opina de estas teorías de desescolarización?

Puedo estar de acuerdo en el diagnóstico y la función que el sistema da a la escuela, otra cosa es cuál es la solución más correcta para combatirlo. No hay que olvidar que el derecho a la educación ha sido una conquista y no un regalo del poder. También hay que recordar que la escuela tiene una importante labor de socialización que no se asegura con otras propuestas. Por eso, no se trata de dar por muerta a la scuela para que viva la educación, sino de construir otro modelo con una función crítica hacia el sistema, que combine educación formal e informal y menos institucionalizada.

¿Por qué cree que la desescolarización no es una opción a contemplar, entonces?

La dificultad de las alternativas que propone la desescolarización estriba en que la sociedad no está suficientemente estructurada y cohesionada para crearlas y organizarlas para que funcione de manera generalizada y con calidad. No se puede oponer a todo un sistema estructurado las propuestas de homeschooling, a las que puede acceder una minoría, y que no pueden asegurar una generalización educativa, ni el tiempo y la cualificación de todas las familias. Todos los niños y niñas tienen derecho a un buen profesorado y a una escolarización de calidad. Si la desescolarización o elhomeschooling no puede cubrir el papel de una educación de masas al alcance de toda la ciudadanía, no es válido como alternativa general. Aunque creo que si es necesario abrir nuevas vías que iluminen otras formas más libres de educar.

¿Se puede entonces transformar la escuela para transformar el mundo o hay que transformar el mundo para transformar la escuela?

Habría que hacer las dos cosas. Por ejemplo, se puede transformar y mejorar la escuela desde la política a todos los niveles: asegurando el derecho humano a la educación en todo el mundo, comprometiendo una mayor inversión educativa en cada país, destinando recursos en los ámbitos locales para que las escuelas refuercen la calidad y se creen entornos educativos. Todo ello mejoraría la educación en las escuelas. Pero pondría el énfasis en actuar de abajo a arriba, es decir, transformar la escuela para mejorar el mundo en la línea que hemos comentado anteriormente: espíritu crítico, compromiso con la educación pública de calidad, escuela con gestión democrática, participativa y abierta, etc

Hablamos constantemente de escuelas innovadoras. ¿Hacia dónde cree usted que innovan?

Primero habría que aclarar que se entiende por innovación. Puede parecer que se innova con nuevas tecnologías, por ejemplo, usando una pizarra digital o las tablets y, sin embargo, ser muy clásicos y acríticos con los contenidos. La innovación tiene que ver más con asegurar la finalidad de la educación, que es sacar toda la potencialidad del alumnado y que sean protagonistas de su propio desarrollo. Pero creo que, desgraciadamente, no se innova mucho y las razones son múltiples.

¿Puede mencionar alguna de estas razones?

Falta formación del profesorado y ha sido un drama como en las Comunidades Autónomas dirigidas por la derecha han liquidado la formación o ésta sólo se dirige, casi monográficamente a temas como las TIC y el inglés. Por eso, muchas veces el profesorado que quiere innovar no encuentra apoyos. También ha habido un debilitamiento de los movimientos de renovación pedagógica (Acción Educativa, MCEP, Rosa Sensat…) que jugaban un importante papel en los años 80 en España con sus escuelas de veranos, seminarios, etc.

¿Alguna otra que quiera destacar?

Otra dificultad se produce en la escuela pública porque la rigidez de los destinos y los concursos de traslados no ayuda a la consolidación de equipos en torno a proyectos educativos de innovación. A pesar de todo lo anterior, se sigue innovando en los centros, aunque a veces en régimen de guerrilla pedagógica; el problema es que no se conocen más allá de las paredes de la escuela y sería necesario divulgar y socializar estas experiencias. Reconozco que es fundamental la innovación, porque mientras haya profesorado, alumnado, familias que quieran mejorar, hay esperanza. En fin, creo que lo que realmente necesitaría la escuela es una revolución…, pero esto exigiría otra reflexión más profunda.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=24755

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El acceso a la educación en África se estanca ante la crisis económica

Redacción: Vaticannew/17-10-2018

Tras varios años de progresos, un estudio reciente de la UNESCO indica que el número de niños sin escolarizar está aumentando, especialmente en África central y subsahariana.

Los avances en el acceso a la educación para todos los africanos se ha visto ralentizado como consecuencia de la crisis económica que afecta a gran parte del continente, según los datos más recientes compilados por el Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU), que muestran que 61 millones de niños en edad de cursar los estudios primarios permanecían sin escolarizar en 2015, una cifra equivalente a la de años atrás en 2010.

Es un dato muy significativo, teniendo en cuenta que el número de niños sin acceso a las aulas en África había disminuido regularmente a lo largo de los últimos 15 años.

Las niñas, que en el año 2000 representaban el 58% de los menores sin escolarizar y en 2010 eran el 53%, fueron las más beneficiadas por los esfuerzos encaminados a mejorar el acceso a la enseñanza. Pero lamentablemente los progresos en ese ámbito se han detenido.

Millones de niños sin oportunidad de estudiar

La mayor parte del estancamiento puede atribuirse a la situación que prevalece en el África subsahariana, región donde vive la mayoría de los niños sin escolarizar.

“A pocos meses de cumplirse el plazo para lograr la educación primaria universal, este hecho es motivo de grave preocupación. El acceso a la educación no es sólo un derecho humano. Es una vía de escape de la pobreza que abre la puerta a una amplia gama de posibilidades de desarrollo a lo largo de toda la vida», afirma Irina Bokova, quien fue la Directora General de la UNESCO hasta 2017.

“ Casi uno de cada cuatro niños en edad de cursar la enseñanza primaria (el 23%) nunca ha asistido a la escuela o abandonó los estudios antes de terminar el ciclo de primaria, en esta región donde el número de párvulos sin escolarizar aumentó de 29 millones en 2008 a 31 millones en 2010 ”

La moraleja que encierran estos datos empíricos resulta evidente: es necesario un compromiso mundial mucho más enérgico, así como políticas nacionales que den prioridad a la tarea de llegar a los niños más marginados y velar por su formación.

Luchando por un derecho humano

Pero el actual panorama no es totalmente negativo, ni el futuro de la educación mundial es tan desolador.

Los estudios también revelan que en Asia Meridional y Occidental se lograron mejoras significativas y el número de niños sin escolarizar disminuyó de 39 a 13 millones entre 1990 y 2015.

El IEU calcula que de los 61 millones de niños en todo el mundo que no forman parte del sistema escolar, sólo el 27% podría llegar a tener acceso a la enseñanza. Otro 26% de ellos empezará los estudios pero no lo terminará, mientras que el 47% nunca tendrá oportunidad de estudiar.

Trabajando por un futuro sin marginación

La imposibilidad de acceder al sistema educativo suele deberse a la situación de marginación que padecen los más pequeños de cada sociedad.

Habitualmente, son los habitantes de las zonas rurales remotas y pobres, las personas afectadas por los conflictos, o los miembros de las minorías étnicas, raciales o lingüísticas quienes suelen quedar marginados de la enseñanza.

“ El IEU calcula que de los 61 millones de niños sin escolarizar que hay en el mundo actualmente, sólo el 27% podría llegar a tener acceso a la enseñanza. Otro 26% de ellos empezará los estudios pero no lo terminará, mientras que el 47% nunca tendrá oportunidad de estudiar ”

Si el cometido de velar por la instrucción de cada niño es un imperativo moral en sí mismo, el logro de la instrucción primaria universal también tendría consecuencias de largo alcance en materia de desarrollo. En los países de rentas bajas, cada año adicional de escolaridad añade un 10% al ingreso promedio de cada persona.

Beneficios de la educación en la salud

Por otro lado, los informes del IEU, explican que la educación beneficia además a la salud y el bienestar.

Las madres instruidas tienen más probabilidades de dar a luz en condiciones seguras. También es mucho más probable que vacunen a sus hijos.

En cuanto a la problemática mundial frente a enfermedades como el VIH y el SIDA, si bien es cierto que la educación por sí sola no puede erradicarlas, sí puede contribuir a limitar la difusión del virus.

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2018-10/acceso-a-la-educacion-en-africa-se-estanca-ante-la-crisis-unesco.html

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