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Desde Venezuela: entrevista al investigador especializado en educación Carlos Skliar, autor de Pedagogías de las diferencias

Redacción: Correo del Orinoco

En el último tiempo las ideas de especialista argentino en educación, Carlos Skliar, en torno a la educación ganaron una popularidad que todavía para él resulta extraña. Su libro Pedagogías de las diferencias (Editorial Noveduc), publicado a comienzos del año pasado, ya va por su quinta reimpresión. Investigador principal del Conicet, reconocido internacionalmente por sus aportes pedagógicos y filosóficos al campo de la educación, algunos de sus planteos parecen atentar contra el estado de las cosas de esta época en el que impera la velocidad, la hiperconectividad, el pragmatismo.

Propone la defensa de lo que considera virtudes olvidadas por la humanidad, entre otras la conversación como forma de transmitir conocimiento, y el silencio como imprescindible para indagar los desafíos vitales. Pero sus reflexiones no van dirigidas a una tribu de anacoretas sino a maestros y maestras del Sur del mundo. Porque es en las escuelas, dice, donde todavía se puede apostar por espacios de libertad, que se rebelen contra los mandatos productivistas, y que se permitan la posibilidad de mostrar otros mundos posibles.

“Hay una generación de chicos agotados, que además están confundiendo saber con saber buscar”, afirma. De lo que se trata es de que niños y niñas puedan vivir la infancia sin las urgencias adultas. Cuenta que los chicos le preguntan todo el tiempo qué les puede enseñar que no esté en Youtube. “Y lo que pienso es que lo que no está ahí son los vínculos que se han tenido, que se han dado a lo largo de la historia, con una cosa llamada libro, con una cosa llamada canción, con una cosa llamada pintura”, reflexiona en diálogo con PáginaI12.

–¿Qué significa educar hoy?

–Creo que hay una batalla muy terrible para dar, porque estamos en un mundo con apariencias engañosas, sobre qué quiere decir hoy un sujeto exitoso, un sujeto que aprende, un sujeto que se hiper adapta al mundo tal cual como se lo presentan, no como es.

–¿En qué términos se daría estaba batalla en la educación? 

–Una dimensión de esta batalla tiene que ver con la oposición que hoy veo entre mundo y vida. Me parece que hay que cuidar la vida de la infancia y no arrojarlos al mercado inmediatamente ni con todos los predecesores del mercado, el conocimiento lucrativo, la hipertecnología, sino cuidarlos de todo eso. El de la infancia es un tiempo único que hay que sostenerlo a rajatabla, y si la niñez no tiene tiempo de infancia, no hay futuro de humanidad. Hoy parece que educar es salir al mercado, ir a aprender a ganarse la vida. Yo tengo mucho dolor con eso, para mí es trágico, porque anuncia un fin de cierto humanismo. Yo creo que la educación no puede servir para eso, creo que puede reconstruirse en base a la idea de una educación para la vida y no tanto para ese mercado. Otra dimensión de esta problemática tiene que ver con el cambio crítico que se ha dado en el quién educa. A lo largo de la civilización empieza con los consejos de ancianos, que todavía uno lo ve en muchas tribus, en muchas escuelas indígenas, en muchas escuelas rurales, en donde la palabra anciana ocupa un lugar. Es un figura como la que retrata la relación abuelo-nieto como un tipo de relación que todavía puede ser narrativa, ética y estética, pero no moral. Pero frente a eso están las figuras más novedosas y pueriles que consisten en plantear, a mi modo de ver, un imposible, y es que con el esfuerzo personal se puede lograr, que todo depende de la auto capacitación o de la auto realización en un contrato privado. En esto se produce una agonía y una especie de agotamiento del individuo en nombre de todo el tiempo tener que auto capacitarse en una especie de carrera emblemática por quién se auto capacita mejor.

–Si la relación entre mundo y vida hoy está malversada, si la figura educadora se simplificó hasta convertirse en emocional y todo tiene que ver con asumir un desafío personal, ¿qué tipo de espacio es ese que llamamos escuela? 

–Mi gran pregunta hoy es si no será el caso de que las comunidades escolares se rebelen un poco frente a esa idea de mundo y frente a esa idea de niñez, frente a esa idea de líder educativo o voluntario educativo, y de coaching, para crear lo que yo llamo un espacio de libertad como lo buscaron a lo largo de la historia de la Humanidad permanentemente. Dado el agobio de lo real, ¿qué espacio de libertad se puede crear?

–¿Cómo le parece que se puede realizar esa búsqueda en una coyuntura en la que las escuelas explotan y mueren docentes y no docentes? 

–No hay metáfora en la muerte de las dos personas por la explosión de gas, es literal lo que el capitalismo hace con la gente. Pero también mata simbólicamente. Uno menciona la palabra libertad y en seguida piensa en una suerte de salvación burguesa. El lugar de los maestros ha cambiado desde una posición de pasión, tal vez mitológica, a una posición de empleo muy precaria, material y simbólicamente, donde por supuesto que hacer algunos planteos en abstracto, o que huelan a soluciones individuales, burguesas, suenan como una ofensa. Pero lo que estoy tratando es ver cómo desde una perspectiva pública, esa escuela pública se convierte. En vez de ser transparente con el mundo, con ese mundo horroroso, crear nuevas posibilidades. Yo pienso que la educación pública da una segunda oportunidad para otra vida. Que otra vida produzca otro mundo, sin dudas, y no al revés. Este mundo no va a producir mejores vidas, y ya lo sabemos.

–Entonces, ¿cómo piensa esos espacios de libertad?

–Que sean espacios públicos, que la escuela no se parezca a ningún espacio de los que están disponibles en este momento, sobre todo en esta falsa división entre la intemperie de la calle para los que han nacido con mala suerte, y los centros comerciales o el mundo privado para los que han nacido con buena suerte. Es disponer que las escuelas públicas sean esos espacios de libertad en el sentido de que formen no para el mercado, no para el trabajo con el sentido clásico de la palabra, sino otra vez para la lectura, el silencio, la soledad, el juego, el arte, la comunidad y la conversación. Para mí ésta es la plataforma que se opone los currículums que hoy están bajando en imágenes por todo el país y por toda la región, que sería entrenarlos en ventas, en oratoria, en felicidad, en innovación.  Yo creo que hoy vale más un maestro que esté apasionado con algo y que pueda transmitir ese vínculo de pasión, que cualquier otro carácter vocacional ambiguo como “querer a los niños”.

–¿Le parece que hoy se pueden dar experiencias de este tipo de escuela que usted propone?

–Uno está muy acostumbrado a tomar decisiones por las escuelas ciudadanas de las grandes capitales, y pierde de vista la enorme cantidad de experiencias que existen por todos lados, que cortan con la familia. Esto me parece importante decirlo: la escuela no es continuidad de familia, yo creo en ese corte, porque es la salida al mundo de verdad, pero no al mundo del mercado, el mundo de verdad quiere decir al encuentro con la inmensa variación de lo humano, con ver que hay miles de vidas disponibles, con ver que hay formas de estar en el mundo y de hacer el mundo completamente diferentes. Ese encuentro con el mundo es lo que quiero, y entonces necesariamente hay un corte con la familia, nunca puede ser la solución que cada familia eduque como quiera, porque ahí, en nuestro países, sería como decir “bueno, que la gente de buena suerte siga en el mundo de lo privado y que después gobierne lo público”, como está pasando ahora. Existen otro tipo de experiencias, como en las veintidós escuelas de arte del Uruguay, o en la escuela de música de Neuquén, o en la frontera entre Paraguay y Chaco. Cuando uno ve esas experiencias se queda fascinado: niños con infancia haciendo arte, conversando, sentándose, con la tecnología presente pero de costado, niños leyendo, niños solidarios, niños que conocen los ciclos de la tierra, niños que se vuelven a relacionar con su ciudad, con su lugar de vida, niños sin medicalización alrededor.

–Usted suele plantear la cuestión del tiempo libre como central para la educación de los más pequeños y dice que cuando los chicos van a la escuela parece que van al tiempo libre, pero finalmente terminan saliendo del trabajo. ¿Qué se pierde cuando no se deja lugar al tiempo libre?

–Por lo que escuchamos, por lo que recordamos de nosotros mismos, evidentemente no vamos a la escuela a trabajar, a agotarnos de tareas. Vamos al único momento y casi el último que habrá en la vida de tener tiempo libre. Y tiempo libre quiere decir tiempo liberado de la responsabilidad de la vida adulta, tiempo apartado, tiempo en suspenso, tiempo detenido, tiempo parado, un tiempo inútil. Es un tiempo que no tiene que ver con la productividad ni con el consumo, y que para la mayoría de los chicos sería la única oportunidad de conocerlo, de tenerlo, porque las familias ya están infectadas de ese tiempo de trabajo o de ese tiempo de falta de trabajo. Yo creo que este es un momento crucial para volver a instalar la polémica sobre si la escuela es aliada del tiempo libre o del tiempo de trabajo, y en esa alianza ver qué tipo de construcción o de destrucción se está produciendo en la niñez. De lo que se trata es de liberar a las escuelas de la responsabilidad del mundo adulto.

–¿En qué situación se encuentran los docentes hoy?

–Docente y alumno prácticamente han creado una fusión de identidad y de semejanza, porque prácticamente hacen lo mismo, de la misma manera y con la misma apariencia. Si todos somos iguales en cuanto a los medios que usamos, las tecnologías que disponemos, lo que hemos dejado de hacer, adultos, jóvenes y niños, ¿qué tenemos para ofrecer? Porque parece estar todo disponible, y todo lo que parece estar disponible es lo que nos ha convertido en sujetos idénticos.

–¿Se refiere al uso de las tecnologías de la comunicación?

–De todos los artificios. Si todos somos hijos de las series, si todos somos hijos de la comunicación eficaz y abreviada, si todos somos hijos de la rapidez y la velocidad con la que vivimos y la prisa en la que estamos, y la urgencia que tenemos, ¿quién educa? ¿Y para qué? ¿En qué habría sentido? ¿Dónde buscar un sentido más allá del aquí y el ahora? Porque ese es el triunfo de una época. La época está diciendo que el atributo es ser innovador, acelerado, comunicativo eficaz y pragmático. Es el triunfo de la época que subjetivamente se crea que hay que ser así. Y luego están las rebeliones. Está lleno de rebeliones. Hoy, sentarse a leer en una plaza sería una rebelión. Si eso se transforma en una escuela que se parece a una plaza para que lean, sería la mayor de las rebeliones. Si volvemos a embellecer el lenguaje, si volvemos a tener una materia que se llame “Embellecimiento del lenguaje”, yo creo que estaríamos haciendo rebelión. Si celebramos la lentitud, haríamos rebelión. Creo que está lleno de rebeliones para hacerse.

–¿Por qué reivindica el silencio y la soledad en la educación?

–Porque quizás no tenemos nada para decir, quizás esté todo tan saturado de palabras que haya que replegarse un poco y buscar en la intimidad cuál sería nuestra voz si llegara el caso de que quisiéramos decir algo, y además habría que multiplicar las formas de decirlo. No es cierto que sólo las redes tecnológicas permitan decir algo. Tal vez se puede volver al dibujo, por ejemplo. Me quedó una escena de Areguá, un pueblito a treinta kilómetros de Asunción (Paraguay), de una escuela que fui a ver hace unas semanas. Allí había un chico de escuela primaria que andaba con un atril y se pasó toda la mañana buscando un lugar donde sentarse con el atril y pintar algo. Prefiero esta imagen de humanidad a la de un pibe hiper conectado, nervioso. Tal vez la única respuesta a esta época sea no ser tan transparente y entregarse tan servilmente a lo que la época exige, porque la promesa de la época siempre es finalmente destructiva, lo dice el coreano Byung-Chul Han: te morís de cansancio y luego te morís de muerte, y para colmo te piden que pongas cara de felicidad. Ahora, ¿la escuela tiene que repetir exactamente esa voluntad? Si la escuela entra en ese juego y se vuelve totalmente transparente a la época, ya no habrá ningún espacio donde respirar, y todo será idéntico a esta idea de época. (Giorgio) Agamben dice que hay que tener cuidado con las sombras de la época, y que uno tiene que formarse también poniendo un ojo en lo sombrío que tiene. Y (Peter) Sloterdijk dirá que uno tiene que ser capaz de distancia, de suspensión, no todo es esta época, hay otras épocas, se puede uno salir. Entonces, yo creo que hay muchas alternativas. No es simplemente sí o no a la época. Hay zonas para trabajar.

–Usted trabaja en la Pedagogía de las Diferencias, un campo al que llega a partir de su trabajo en lo que se conoce como Educación Especial. ¿Cómo es esta pedagogía?

–Yo quise hacer el desplazamiento del sujeto marcado como discapacitado, como individuo que carga él mismo con su casa de caracol, quitarlo de ahí y ponerlo en el tema de las diferencias de lo humano en general. Y que en ese caso sería de una diferencia de cuerpo, por supuesto que con diferencias de padecimientos, de sufrimientos, y de todo lo que ya sabemos. Pero cada vez más me empezó a parecer un atributo de la propia pedagogía y no tanto del sujeto, por lo que deberíamos ser capaces de hacer muchas pedagogías. Se trata de encontrarle sentido a la pedagogía allí a donde está, donde se está elaborando, no tanto discutiendo qué es sino estudiando muy detalladamente cómo las formas de estar y de hacer cambian las pedagogías. En una escuela en donde los chicos se sientan en ronda en el piso se produce un hacer distinto a aquel que sucede en las escuelas en la que se sientan en pupitres ordenados o en mesas de ocho. Y por lo tanto planificar las formas del estar también es un modo ético y político de hacer educación. Al fin y al cabo, entre el estar y el hacer se jugará después el quiénes somos, y no al revés. No se puede ir por la identidad en educación. La identidad siempre se va a construir, siempre va a cambiar, es móvil, muta. Pero la escuela es un lugar para estar y para hacer, y no tanto para “ser alguien en la vida”.

–¿Cómo se imagina la escuela de los próximos años?

–Yo he visto las escuelas del futuro en el presente, porque ya están, son los lofts inteligentes, con niños solitos haciendo su tarea en las tablets, casi sin maestros, abonándose la idea de que no hacen falta los maestros porque ya está todo disponible adentro de la red. Esto también es una forma de estar y de hacer. Y la escuela del futuro ya gana la partida, porque están en funcionamiento en varios países de Europa. A mí me dejó helado la sensación de que vamos a una escuela sin maestros, donde la programación es exterior a la escuela, la deciden los técnicos que en este momento son tanto del Ministerio de Educación como del de Economía, parece lo mismo, porque ejecutan y sub ejecutan de la misma manera. Y frente a eso, me imagino que sigan floreciendo experiencias alternativas. Los proyectos, la vida de las instituciones, no son decisiones políticas solamente.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/entrevista-investigador-especializado-educacion-carlos-skliar-autor-pedagogias-diferencias/

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España: La izquierda rechaza mostrar su apoyo a la enseñanza concertada

Redacción:  La Gaceta de Salamanca

El Ayuntamiento ha aprobado este viernes una moción en defensa de la libertad de educación que reconoce la Constitución y por tanto de la permanencia del sistema mixto de enseñanza pública y concertada.

El acuerdo ha salido adelante con los votos en contra del Ganemos y PSOE que han dicho que la escuela pública es la única vía para que la enseñanza no dependa de la cuna. La edil del PP ha rebatido este argumento y ha recordado que hay más de 15.000 alumnos escolarizados en centros concertados, por lo que los anuncios de la ministra de Educación ha generado inquietud y preocupación en padres y profesionales.

Fuente: https://www.lagacetadesalamanca.es/salamanca/2018/10/05/izquierda-rechaza-mostrar-apoyo-ensenanza/250016.html

 

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California: la falta de educación en primera infancia no permite nivelación de todos los estudiantes

Redacción: La Prensa Gráfica

Un estudio muestra que la educación que recibe un niño en sus primeros años de vida le permite alcanzar mejores niveles económicos y sociales en el futuro, y tener un mejor desempeño de sus habilidades.

La educación que se imparte en el estado de California es considerada una de las mejores en Estados Unidos; sin embargo, hay estudiantes que no consiguen el máximo rendimiento y no terminan de alcanzar el mismo ritmo.

Así lo revela el más reciente estudio que busca definir la nueva política de educación, que enfatice en cierta área que no se le brindaba atención: la primera infancia.

El argumento de los investigadores indica que la educación debe mejorarse antes de que los niños lleguen a las escuelas. La profesora e investigadora Deborah Stipek, de la Universidad de Stanford, considera que «no es solo un problema de familias de bajos ingresos, es un inconveniente para muchas, porque cada vez menos personas son proveedores de cuidado infantil».

Un dato que proviene de la investigación, es que los estudiantes que vienen de familias latinas o  de piel morena, que tienen bajos ingresos, obtienen menores calificaciones y su adaptación o nivelación en las escuelas es más lenta, comparado a estudiantes de origen asiáticos o nacidos en Estados Unidos que alcanzan mejores calificaciones.

Para reducir esta brecha en educación, la apuesta deberá ir enfocada a pensar bien dónde se debe invertir el dinero que se destina al aprendizaje académico.

La labor de un cuidador o cuidadora infantil es importante en el correcto desarrollo y proceso de aprendizaje de los estudiantes. En California, los niveles son bajos, comparados con otros estados.

Otras políticas previas se habían impulsado y los investigadores concluyeron que hay indicios de mejoras cuando se impulsa la educación en la primera infancia.

La investigación involucró a más de 100 expertos y busca que los resultados obtenidos se apliquen para notar mejoras en la calidad educativa.

Fuente: https://www.laprensagrafica.com/internacional/California-la-falta-de-educacion-en-primera-infancia-no-permite-nivelacion-de-todos-los-estudiantes-20181003-0066.html

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6 documentales que muestran la matanza estudiantil del 68 y gritamos #NuncaMás

Redacción: Actitud Fem

Si no quieres ver películas o series que giran en torno al movimiento estudiantil del 68, entonces te recomiendo estos 6 documentales que valen muchísimo la pena ver, pues recaban imágenes reales, que pueden ser un tanto crudas pero reflejan la masacre estudiantil de ese 2 de octubre que jamás debemos de olvidar.

 

 

El grito (1968)

 

Este documental fue filmado por los propios estudiantes del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM, lo que hace lo hace más escalofriante y crudo.

 

 

En “El grito” podrás conocer los antecedentes, así como lo ocurrido el 2 de octubre y días después de la matanza estudiantil.

En total son ocho horas de filme, pero el cineasta Leobardo López Aretche lo editó para convertirlo en este testimonio fílmico completamente real, que te dejará pasmada.

 

 

Díaz Ordaz y el 68 (1998)

 

Este es un documental de Clío en coproducción con Televisa y todo se enfoca en el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, quien a pesar de llevar en alto el desarrollo económico del país, las malas decisiones con respecto a los movimientos estudiantiles lo llevarían al violento desenlace de la masacre estudiantil ese 2 de octubre de 1968.

 

Como todo en la historia, existen personajes con sus claroscuros y Díaz Ordaz es una muestra de ello, debido al autoritarismo político que ejerció sobre todo contra los más jóvenes del país, reprimiéndolos hasta matarlos.

 

Ni olvido, ni perdón (2004)

)

 

 

Richard Dindo, director de cine documental suizo, se adentra a los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas a través de diversos testimonios y filmaciones de archivo que documentan aquella matanza y la razón por la que la sociedad mexicana jamás perdonará ni olvidará el 2 de octubre de 1968.

 

 

Tlatelolco: las claves de la masacre (2007)

 

 

El periodista Carlos Mendoza y Canal Seis de Julio A.C reunieron diversos testimonios para explicar desde diferentes puntos de vista los sucesos del 2 de octubre.

Algunas historias son verdaderamente escalofriantes que te erizarán la piel, pues de verdad te hará sentir en aquel trágico 2 de octubre de 1968, donde las balas penetraban la piel y el alma revolucionaria de los estudiantes, que sólo buscaban que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz cumpliera sus demandas.

 

 

La Matanza de Tlatelolco (2008)

 

Es un documental de Discovery Channel que se diferencia de los demás documentales, porque aquí podrás conocer la postura del propio gobierno de México con respecto a los hechos ocurridos el 2 de octubre.

 

 

Los medios difundieron tal cual lo que el gobierno quiso que la gente supiera, en un intento por manipular la información: “Sólo fallecieron 32 personas durante la masacre”, cuando en realidad se estima que fueron más de 300 muertos.

También podrás conocer qué fue lo que dijo el mundo con respecto a la matanza estudiantil.

 

 

El movimiento estudiantil de 1968 (2018)

 

“Bully Magnets”, un canal educativo de YouTube, realizó este minidocumental para explicar a los más jóvenes sobre porqué no debemos olvidar el 2 de octubre. Está muy interesante y es muy recomendable para que lo vean adolescentes, pues el lenguaje es muy coloquial y comprensible.

Fuente: https://www.actitudfem.com/guia/cine-y-television/documentales-2-de-octubre-1968

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¿Se está midiendo bien la pobreza en el mundo?

Redacción: El Espectador

Las cifras de pobreza que publicó recientemente el Banco Mundial causan controversia: un profesor de relaciones internacionales critica la forma como este organismo mide el problema; una portavoz de la institución defiende el estudio.

En el 19 de septiembre de 2018, el Banco Mundial (BM) afirmó: “El número de personas que vive en pobreza extrema, con menos de 1,90 dólares al día, se redujo hasta los 736 millones en 2015 frente a los 804 millones de 2013, lo que supone un nuevo mínimo al representar el 10 % de la población del planeta”.

Jim Yong Kim, el presidente del BM señaló que, “en los pasados 25 años, más de 1.000 millones de personas han salido de la pobreza extrema, y la tasa de pobreza global es ahora más baja”.

Sin embargo, algunas personas no están de acuerdo. El Espectador habló con Benjamin Selwyn, profesor de relaciones internacionales y autor del libro “La lucha por desarrollo”. Criticó al Banco Mundial y la manera como mide pobreza extrema en el mundo y explicó cómo el capitalismo genera nuevas formas de pobreza. Una portavoz del BM responde: “Creemos que necesitamos invertir en personas para que puedan acceder a una asistencia sanitaria, educativa y de trabajo”.

 

´Los pobres se quedan pobres porque participan en los mercados laborales´: Benjamin Selwyn

¿Este umbral de pobreza propuesto por BM es la más apropiada manera medir pobreza?

Es una medida arbitraria que no puede representar los costos reales para vivir una vida digna. No nos dice nada de pobreza actual.  Por ejemplo, la gente que consume más que $1.90 (dólares o euros) cada día aún puede ser pobre. Además, la mayoría de las personas en Sudamérica que viven en favelas o lugares hacinados consumen considerablemente más que $1.90 cada día, pero todavía son etiquetados como pobres. La línea internacional de pobreza del Banco Mundial no toma en cuenta el costo de vivienda o el costo de llevar una vida sana. Tampoco reconoce el gran esfuerzo requerido para ganar más que $1.90 cada día. Muchos trabajadores en el mundo, que ganan más que el valor de $1.90 cada día, deben trabajar horas extras y por eso sufren de degradación física. Una evidencia de eso son los trabajadores de plantaciones grandes o minas en Colombia.

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, declaró que el ritmo de descenso en los niveles de pobreza global se ha ralentizado en los últimos años. ¿Es así?

El BM formula la cuestión de la reducción de la pobreza por crear un umbral de pobreza arbitraria e inhumana y luego calcula cuántas personas se han traslado por encima de la línea.  Pienso que, una mejor manera de pensar en la reducción de la pobreza es preguntar: con los recursos disponibles en un país, ¿qué tipo de distribución de la riqueza sería necesario para poner fin a pobreza dentro un año? La mayoría de los países en el mundo, en particular países de renta media, como Colombia, podrían eliminar mucha de la pobreza por distribución de riqueza Esta distribución incluiría reforma agrícola y suministro de servicios como comida barata, vivienda, atención sanitaria y atención infantil. Medidas como esta eliminaría pobreza a tasa más rápida que las medidas prometidas del BM.

También, Kim mencionó un “crecimiento inclusivo” que se refiere a una agenda a favor de globalización que adoptaría principales neoliberal. ¿Este es el mejor enfoque?

El BM argumenta que la inclusión de ´los pobres´ en los mercados laborales les da la mejor esperanza de superar la pobreza. Promueve inversiones en capital humano para lograrlo. Sin embargo, no se menciona que la participación en los mercados laborales, por empleo, puede generar nuevas formas de pobreza. En mi libro,

“La Lucha por Desarrollo”, mencioné que las personas que trabajan en las maquilas, la agricultura de exportación y las minas, se emplean en sectores económicos muy integrados en el mercado global, pero todavía se pagan salarios de pobreza.

Mustapha Kamal Pasha, profesor en política internacional, explicó en 2013: “La conceptualización de los pobres como cifras sirven como un intento encubierto de representar los pobres en términos éticamente neutro”. ¿Hasta qué punto es de verdad?

´Los pobres´ todavía se conciben como una masa de individuos que no pueden consumir más que el dicho valor cada día—$1.90, implementado del BM. La pobreza se retrata como resultado de exclusión del mercado. La participación en los mercados laborales ofrece la manera más rápida para escapar de pobreza. El BM fomenta la inclusión de los pobres en la “estructura progresiva del mercado”. Los pobres se benefician de empleo y el mercado, (el resto de sociedad), se beneficia de la producción de cada vez más riqueza.  Hay muchos sectores económicos donde los pobres se quedan pobres porque participan en mercados laborales por empleos en industrias que les pagan salarios de pobreza.

Para reconocerlo, se necesita análisis de clases, algo que el BM evita hacer puesto que cuando se mira la división de labor y la división de riqueza dentro sociedades, pueden ver que la concentración de la riqueza se mantiene en las manos de la minoridad. En enero 2017, OXFAM publicó un informe que dijo: “ocho hombres tienen la misma riqueza como 3.6 mil millones de personas”. La concentración de esta riqueza se promueve por un enorme número de personas de clase trabajadora que recibe una paga inferior a su costo de subsistencia.

Para solucionar este problema, se necesita una transformación social, algo que no quieren ni el BM ni comentaristas convencionales, desde que se invierten en el modelo actual de económica neoliberal.

¿Qué medida de pobreza debería adoptar Colombia?

En “La Lucha para desarrollo” argumenté para una nueva medida de pobreza basada en la concepción de salario digno; si un individuo gana bastante para provenir una vida digna para su familia y sí mismo.  Sería necesario que dicho individuo tenga suficiente educación, asistencia sanitaria, fondos para pagar el alquiler, dinero para transporte al trabajo e ingesta calórica. Además, para superar este umbro de pobreza el individuo permitiría trabajar una semana laboral sola, no más de 48 horas, bajo condiciones laborales seguras.

Si un gobierno decidió adoptar otra medida de pobreza, se hace un debate profundamente político. Para asumir, un proyecto así significaría costos largos para gobiernos y empresas, pero también significaría que trabajadores se trataran más que un soporte de labor.

La medida del BM nos dice que los cientos de millones de personas que están trabajando en puestos peligrosos por poca remuneración, no se clasifican como pobres. De hecho, legitima la expansión de pobreza generalizada.

La visión del Banco Mundial

“Hay muchas razones para un proceso más lento en la reducción de la pobreza”.

Desde el año pasado, el Banco Mundial ha dado seguimiento a la pobreza en dos líneas más altas para reflejar más las condiciones en países de renta media como Colombia. Hay 32 países de renta media inferior con un umbral mediano de pobreza de $3.21 y 32 otros países de renta media alta con un umbro mediano de pobreza de $5.48. Sin embargo, el umbral internacional de pobreza, $1.90, se queda como el principal.

“En 1990, el Banco Mundial propuso calcular la población pobre del mundo utilizando los patrones de los países más pobres. Se analizaron las líneas nacionales de pobreza de algunos de estos países y se las convirtió a una moneda común usando los tipos de cambio según la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA).

Los tipos de cambio según la PPA se construyen para garantizar que la misma cantidad de bienes y servicios se valoricen de manera equivalente en todos los países. Tras convertir las líneas nacionales de pobreza a una moneda común, los investigadores concluyeron que, en seis de estos países muy pobres, el valor de la línea nacional de pobreza era de alrededor de USD1 al día por persona, y ese resultado sentó las bases de la primera línea internacional de pobreza.

En 2005, después de recopilar una nueva ronda y un mayor volumen de precios comparables a nivel internacional, se revisó la línea internacional de pobreza sobre la base de las líneas nacionales de 15 de los países más pobres. El promedio de esas 15 líneas fue de USD 1,25 al día por persona y ese valor se convirtió en la nueva línea internacional de pobreza.

En 2015, utilizamos una vez más las líneas de pobreza de esos mismos 15 países pobres analizados en 2005 para determinar la nueva línea internacional de pobreza, de USD 1,90, según la PPA de 2011”, señaló la vocera del BM.

Hay muchas razones para un proceso más lento en la reducción de la pobreza. La pobreza se acumula en Africa Subsaharian donde es más difícil reducir debido a tasas de crecimiento más bajas y menos prosperidad compartida. Asimismo, algunos tipos de crecimiento en África (como la extracción de recursos naturales) no se benefician a los pobres tanto como otros tipos de desarrollo. La pobreza

extrema también se ha hecho asociada con fragilidad institucional y conflicto. La mayoría (54%) de los que estaban viviendo en un lugar con un entorno del conflicto se situaba en África Subsahariana en 2015.

Pero, en general, en 2015, la pobreza cayó al 10 % de la población mundial, lo que significa que unos 736 millones de personas de todo el mundo se ubican por debajo de este umbral.

El informe entero del BM, que va a ser emitido en el 17 de octubre de 2018, explicará nuevas maneras de medir pobreza y números de prosperidad compartida. El Banco Mundial trabaja hacia el objetivo de poner fin a la pobreza y reforzando la prosperidad compartida.

El Banco Mundial cree que necesitamos invertir en personas para que puedan acceder a una asistencia sanitaria, educativa y de trabajo.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/se-esta-midiendo-bien-la-pobreza-en-el-mundo-articulo-814971

 

 

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Muzoon Almellehan: «No podemos permitir que se pierda una generación de sirios por falta de estudios»

Redacción: El Mundo

  • Cuando a los 14 años tuvo que huir de Siria, Muzoon Almellehan solo llevó sus libros escolares como equipaje. Hoy, con 20, es la embajadora de Buena Voluntad de UNICEF más joven de la historia. Su labor a favor de la educación infantil, en especial la de las niñas -no en vano la llaman la Malala siria-, la hace merecedora del Premio Internacional Yo Dona-Fundación Mutua Madrileña a la Labor Humanitaria 2018.

Pese a haber vivido una guerra y a haber pasado por varios campos de refugiados, Muzoon Almellehan, de 20 años, conserva su alegría y su fuerza intactas. Sus ojos se iluminan al hablar de la importancia de la educación: «Es crucial, no podemos permitir que se pierda una generación de jóvenes sirios por falta de estudios». Ella misma estuvo a punto de ver truncados los suyos cuando su familia tuvo que huir de la guerra en su país. Muzoon, entonces de 14 años, metió en su maleta lo que consideraba más necesario para ella: sus libros escolares. Desde entonces, no ha cejado en su lucha por garantizar que niños y niñas tengan acceso a la educación. Lo hizo en los campos de refugiados jordanos por los que pasó y prosigue su lucha en Newcastle, la ciudad británica en la que fue acogida con los suyos.

Su labor no pasó desapercibida a Unicef, que apoyó su trayectoria en Jordania hasta que el año pasado le propuso ser la embajadora de Buena Voluntad más joven de la historia. Además, Muzoon es la primera persona refugiada que lo ha conseguido. Este año el Premio Internacional Yo Dona-Fundación Mutua Madrileña a la Labor Humanitaria recae en esta joven por su extraordinario compromiso con la educación infantil, en especial la de las niñas. Ellas y las mujeres son las más vulnerables en las guerras», apunta.

En la sede de Unicef Comité Español en Madrid, Muzoon desgrana sus recuerdos de la Siria de antes de la guerra. Nació y creció en Daraa, una ciudad del suroeste del país, a 13 kilómetros de la frontera con Jordania. «Cada día iba andando al colegio. Por el camino encontraba a mis amigos. Me encantaba estudiar, estar con mis primos…», resume, y señala que la educación siria estaba considerada la mejor entre los países árabes. «Vivía feliz en una casa preciosa» con sus tres hermanos y sus padres.

Nada la había preparado para lo que iba a llegar. Daraa se conoce como el lugar donde estalló la revolución siria. Allí, durante las manifestaciones de la Primavera Árabe, el Ejército detuvo a 15 jóvenes acusados de hacer pintadas antigubernamentales. Las protestas se sucedieron y el Gobierno atacó a la población con el resultado de 240 muertos. Aquello fue el detonante de la guerra civil siria. Muzoon tenía entonces 12 años. «Era una revolución pacífica pero se convirtió en un conflicto internacional. Mucha gente lo ha perdido todo, los niños y las niñas también el derecho a la educación», resume la activista, que afea a los políticos que busquen beneficios personales en lugar de centrarse en los problemas humanitarios y lograr el bienestar de los ciudadanos.

Con los libros a cuestas

En 2013 la guerra se recrudeció. Muzoon lo recuerda como un año muy duro, durante el cual ir al colegio se tornó en una actividad peligrosa y escuchaban cómo caían las bombas a su alrededor. «Muchas noches no podía dormir por el ruido», recuerda, «otras teníamos que escondernos porque las balas perdidas pueden matarte aunque estés en tu casa. Todos nos sentíamos tristes».

Así continuaron hasta que su padre, profesor, se quedó sin trabajo porque su escuela fue destruida. No tenían ni para comer. Él decidió irse del país y pidió a cada uno que hiciera una maleta pequeña con lo más importante. Cuando caminaban hacia la frontera vio que Muzoon iba muy despacio, casi arrastrando la suya. Al acercarse comprobó lo pesada que era. La abrió y descubrió que en ella llevaba todos sus libros escolares. «Se enfadó conmigo y me dijo que estaba loca. Le respondí que no sabía si allí donde íbamos habría escuela y quería estudiar. Entonces me ayudó», señala, y sonríe mientras explica que hoy él relata esta historia con orgullo.

Al llegar a Zaatari, el mayor campo de refugiados de Jordania, a la familia se le cayó el alma a los pies. Se vieron obligados a convivir con desconocidos, apiñados en tiendas; entonces no había ni electricidad. «Era una pesadilla. Yo no paraba de preguntar si había escuela. Dijeron que sí y que podría apuntarme. Entonces volví a ponerme contenta», cuenta Muzoon. «La educación es clave para tener la vida que deseas y convertirte en quien tú quieres. Si no, puedes perderte incluso a ti misma», insiste.

La adolescente no se limitó a estudiar, sino que, al ver lo desmotivados que estaban sus compatriotas en el campo, empezó a ir tienda por tienda explicando la importancia de ir a la escuela. «Muchos se habían rendido», explica, «como si al ser refugiados ya no tuviera sentido estudiar. Yo les explicaba la necesidad de empoderar a sus hijos. Les decía que, si amaban a Siria, tenían que hacer algo». Algunos la escuchaban y mandaban a sus hijos al colegio, otros le decían que no era asunto suyo. Aquellas negativas no le hacían rendirse: «Al contrario, me empujaban a seguir».

«No soy solo activista por Siria, sino por los niños de todo el mundo. Acepté ser embajadora de Buena Voluntad de UNICEF porque es una oportunidad para difundir mi mensaje. Detrás de mi historia están las de millones de niños que no pueden estudiar y seguro que muchas de sus vidas son más duras que la mía. Cambiar eso es lo importante», afirma.

Amiga de Malala

A Muzoon la llaman la ‘Malala siria’ y sonríe al escucharlo. «Me hace sentir orgullosa, ella es mi amiga«, reconoce. Se vieron en una visita que la Nobel de la Paz realizó al campo de refugiados de Azraq, el segundo donde estuvo Muzoon. Allí escuchó hablar sobre la labor que esta hacía y pidió conocerla. Malala la invitó a ir a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz y desde entonces no han perdido el contacto. Ambas saben lo que es empezar de nuevo, huir del horror y dedicar su vida a una causa, la de la educación infantil, especialmente la de las niñas. Además, tienen en común que son hijas de profesor -«nuestros padres se llevan muy bien», apunta Muzoon-.

«Las dos somos jóvenes y luchadoras. Malala dice que se siente orgullosa de mí. Y para mí ella es un referente, como para tantas niñas en el mundo. Es muy valiente y ha hecho muchas cosas buenas por la educación», señala Muzoon, que añade: «Siempre me repite que tenga fe en mí. Para que otros crean en ti, antes debes confiar tú en ti. Sola no puedo hacer una gran transformación, para eso necesito a más personas que me apoyen».

Malala corresponde a su cariño y admiración. «El momento más feliz de mi vida fue cuando escuché que Muzoon estaba aquí, porque recuerdo el campamento de refugiados y cómo vivía allí. Así podemos trabajar juntas», dijo la paquistaní a la BBC al conocer la noticia de la llegada de Muzoon al Reino Unido. Al poco tiempo fue a visitarla. Juntas emitieron un comunicado en el que pedían a los países ricos que donaran dinero para que los niños sirios pudieran estudiar. «Compartimos la esperanza de verlos a todos en la escuela, para que sus sueños y talentos no se pierdan», escribieron, y pusieron especial énfasis en denunciar la situación de las niñas en los campos de refugiados, donde las casan con 12 y 13 años. Entre las familias de refugiados en Jordania, las tasas de matrimonio infantil se han duplicado en los últimos tres años. La mayoría no volverá a clase. «El matrimonio temprano es la razón principal por la que las niñas abandonan la escuela. Las familias lo ven como una forma de protegerlas de la pobreza y la violencia pero, si no estudias, nada puede protegerte», explica Muzoon.

Hace ocho años las cosas eran muy diferentes. Antes de la guerra, en Siria el índice de matrimonio infantil era muy bajo, todos los menores podían asistir gratis a la escuela hasta los 12 años y el país disfrutaba de una tasa de alfabetización del 90%. «El matrimonio temprano es el lado más oscuro de los campos de refugiados», afirma Muzoon, que recuerda a una de sus amigas en el campo de Zaatari, Abeer, una estudiante brillante que un día desapareció de la escuela: «No dejaba de preguntar por ella, preocupada, hasta que me contaron que la habían casado. Aunque nunca más volví a verla, no la olvido. Podría haber llegado a ser médica o ingeniera, pero le robaron su futuro».

Ella soñaba con ser periodista, pero ahora quiere estudiar Políticas. «Muchos piensan que debería ser primera ministra de Siria. No me apasiona, pero me pondría al servicio de mi país. Ahora estoy centrada en temas humanitarios, que deberían ser lo más importante para los políticos. Si estuvieran de verdad preocupados por los derechos humanos, todo iría mucho mejor», afirma.

Muzoon ha tenido una vida muy distinta a la de cualquier niña europea. «A veces es duro, aunque representa una oportunidad. No quería irme de Siria, pero me alegra haber superado ese desafío. Antes me sentía avergonzada por mi situación, ahora sé que los refugiados son personas muy fuertes que han luchado por sobrevivir, por eso me siento orgullosa de serlo y de apoyar a quienes buscan una nueva vida en paz».

Fuente: http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2018/09/29/5bab6ab522601da9338b45d0.html

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De la indignación de la mala reforma educativa a la Pedagogía de la esperanza

Por: Miguel Ángel Pérez

El primero de julio del año 2018 se ha presentado para nuestro país una oportunidad importante no solo de alternancia política sino también de cambiar el rumbo social de nuestra historia reciente. El triunfo contundente de Andrés Manuel López Obrador ha abierto una esperanza válida para miles de mexicanas y mexicanas.

En educación existe una necesidad legítima de cambio, la cual se reclama en toda la estructura educativa oficial pero sobre todo por los docentes, educadores, maestros, investigadores y académicos que en los distintos espacios institucionales y de manera diversa y diferenciada, contribuyen con su trabajo pero también mantienen su deseo de una mejor educación.

El gobierno que tomará posesión el primero de diciembre ha convocado a una cruzada nacional a través de Foros de consulta para conformar lo que le ha llamado un gran Acuerdo nacional por la educación, sin embargo en los hechos dichos foros no sólo han generado mayores dudas e incertidumbre lo que es pero aún, se ha recurrido a las viejas estructuras del sistema para realizarlos. El nuevo proyecto educativo nacional no puede sostenerse en torno a los viejos grupos de interés de todas aquellas instancias anquilosadas que se han enquistado en el sistema, como es la plana directiva del SNTE, las burocracias de los gobiernos locales y los cacicazgos institucionales como el que funciona en la U de G, desde hace muchos años.

¿De qué se trata entonces? Aquí asistimos ante una contradicción de fondo. El nuevo proyecto educativo no se puede fincar sobre la base de las viejas estructuras, ni tampoco del capital acumulado por las viejas instancias, ¿Por qué? No porque dichas instancias ya no sirvan, sino porque tienen vicios de origen, predominan los intereses mezquinos, las complicidades y las corruptelas, ¿Qué no es en contra de todo ello a lo que se opone sustantivamente los discursos de campaña de López Obrador?

Es obvio pensar también en la contra-parte, la responsabilidad que tenemos los actores que de manera marginal o periférica realizamos nuestra tarea, es obvio pensar y concluir que el cambio no va a venir de la nueva burocracia de la SEP, peor aún estaremos ante escenarios y posturas muy parecidas a las que van de salida. El titular de la SEP ha optado por un discurso conciliador y moderado, es decir nos quiere decir que él no pretende establecer compromisos que no va a cumplir.

Ante este escenario un poco desalentador surge la alternativa de la Pedagogía de la Esperanza, es decir, como bien nos lo enseñó el maestro Paulo Freire, regresar a los fundamentos de la participación, la organización y las iniciativas descolonizadoras, desde abajo y el diálogo, la sistematización de experiencias que si funcionan porque responden a las necesidades de los pueblos y su cultura. Arriba, los de arriba seguirán interesados en mantener y hacer uso del poder, los que estamos abajo y que siempre hemos estado, nuestro uso pedagógico (como principio y como acción) debe ser diferente. Exagerando un poco más, no creemos en la nueva SEP. Requerimos en cambio, una mejor iniciativa de reforma, la verdadera reformas que todos soñamos y necesitamos la debemos impulsar, gestionar, desarrollar y sistematizar desde nosotros mismos y nuestro trabajo pedagógico de cada día.

Me parece que el llamado gobierno de la esperanza aun sin tomar posesión comienza a desesperanzarnos. Pero la esperanza debe mantenerse por todos aquellos y aquellas que hemos luchado por muchos años, por hacer que la educación sea el instrumento de transformación social, de confluencia social y de desarrollo en beneficio de los que menos tienen y más necesitan.

Los supuestos Foros de consulta servirán de muy poco, se los podrían haber ahorrado, en educación no cabe el populismo, ya hemos tenido muchos años de engaño y el aprendizaje es que para no acumular aún más años, debemos de dinamizarnos, agruparnos en un frente común, por un verdadero proyecto de educación de la esperanza transformadora.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/de-la-indignacion-de-la-mala-reforma-educativa-a-la-pedagogia-de-la-esperanza/

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