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Colombia: ¡A prepararse para el nuevo tropel! Uribismo quiere prohibir paros de maestros

Redacción: Alerta Bogotá

El Centro Democrático presentará un proyecto para que la educación sea un servicio público esencial.

El Centro Democrático está preparando un ambicioso paquete de iniciativas que será presentado en el Congreso de la República cuando inicie la nueva legislatura este 20 de julio.

Algunas de esos proyectos, que pueden ser impopulares, prometen generar una enorme controversia entre los diferentes sectores políticos.

Alerta Bogotá conoció que el uribismo está preparando una reforma que en términos prácticos, prohibiría los paros de maestros en Colombia.

La iniciativa, de autoría de la senadora Paloma Valencia, está encaminada a proteger aún más el derecho a la educación estableciendo que se trata de un servicio público esencial, y por ende no puede ser susceptible de paros.

“Si la educación es un servicio público esencial, no importa que lo presten privados, como ocurre en el caso de los servicios públicos, debe tener las mismas condiciones para todos los colegios e instituciones del país”, indicó a RCN Radio- La Fm.

La senadora Valencia es consciente de que los gremios de profesores podrían atacarla fuertemente. Sin embargo, considera que los estudiantes no pueden pagar los platos rotos por las exigencias, que a través del cese de actividades, hacen los profesores.

Se me pueden venir encima Fecode y los profesores, pero aquí lo que se debe defender son los derechos de los niños, que según la Constitución, son superiores a todos los demás y los derechos de los colombianos que estudian y que quieren terminar sus carreras a tiempo”, indicó.

Si esta iniciativa se convierte en realidad, los maestros no podrían dejar de dictarle clases a los alumnos para exigir el cumplimiento de los compromisos salariales o laborales de parte del Gobierno Nacional.

Fecode rechaza el proyecto

El gremio de los profesores se mostró en total desacuerdo con el proyecto anunciado por la senadora Paloma Valencia y advirtió que se trata de un nuevo intento del Centro Democrático de coartar sus derechos.

Nelson Alarcón, presidente de Fecode, amenazó con movilizaciones en caso de que esta propuesta comience a tomar vuelo.

“Es una de las tantas tácticas que tiene el partido de gobierno del Centro Democrático de atacar al magisterio colombiano y a los trabajadores de la educación. Vemos con gran preocupación este proyecto”, indicó Alarcón en RCN Radio.

Dijo que cuando ha habido paros, el magisterio siempre ha estado dispuesto a reponer las horas que se perdieron por la falta de clases en colegios y universidades.

Si es necesario saldremos a la calle, porque el Centro Democrático no puede ser golpeando la libertad que tenemos los ciudadanos de protestar. Tienen una persecución contra los maestros de Colombia y contra el movimiento sindical del magisterio, entonces nos veríamos perjudicados, pero no nos quedaremos quietos en este escenario”, manifestó.

El proyecto de acto legislativo sería radicado una vez comiencen las sesiones ordinarias en el Congreso de la República.

Fuente: https://www.alertabogota.com/noticias/nacional/prepararse-para-el-nuevo-tropel-uribismo-quiere-prohibir-paros-de-maestros

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En España: Sanse edita una guía didáctica sobre tipos de violencias sexuales hacia las mujeres

Europa/España/madridnorte24horas.com

El cuadríptico editado, del que se repartirán 30.000 ejemplares, lleva por título «No estás jugando con muñecas» y pretende educar a los varones para que identifiquen comportamientos del violencia sexual hacia la mujer.

Además de la agresión sexual, la violación o intento de la misma o el acoso sexual, también se explica que la prostitución, la mutilación genital o el impedimento del uso de preservativos a la pareja sexual son algunas de las múltiples caras de la violencia hacia las mujeres.

La nueva campaña pone el índice en el posible agresor, de hecho los mensajes van dirigidos a este para que se dé cuenta que actos o actitudes considerados normales (como compartir contenidos pornográficos a través de redes sociales, hacer observaciones sobre el cuerpo o la vestimenta de las mujeres, mirar de forma lasciva a las mujeres de tu entorno, hacer uso de la prostitución, o contactos físicos innecesarios como roces o palmaditas) son violencia sexual hacia las mujeres.

La concejal de Igualdad en el gobierno de Sanse, Rebeca Peral, ha recordado que las redes sociales pueden ser un canal para compartir mensajes positivos pero también pueden ser utilizados de forma errónea para maltratar o abusar, y ha recordado el caso de la joven que se suicidó hace unas semanas tras ver como un vídeo sexual privado era compartido en redes sociales por sus compañeros de trabajo.

Fuente: https://madridnorte24horas.com/actualidad-159/ss-de-los-reyes/30019-sanse-edita-una-guia-didactica-sobre-violencias-sexuales-hacia-las-mujeres

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Las siete causas del matrimonio infantil en América Latina

Noticias ONU

Un nuevo estudio del Fondo de Población y la organización Plan internacional analiza las causas profundas que empujan a las niñas y jóvenes al matrimonio infantil y las llamadas uniones infantiles y forzadas en América Latina. Las normas de género establecidas desde sus propias familias, la doble moral sexual y el control de la sexualidad de las niñas, entre otras expresiones de desigualdad de género, las obliga a entrar en este tipo de relaciones.

América Latina es la única región del mundo donde no se han registrado descensos significativos en los últimos diez años en medidas contra el matrimonio infantil y las uniones tempranas. En toda la región en 2017, el 23% de las mujeres de 20 a 24 años ya había estado casada o en unión a los 18 años, y el 5% a los 15 años.

Un nuevo estudio del Fondo de Población y la ONG Plan internacional hecho en Bolivia, Brasil, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Guatemala analiza cualitativamente algunas de las causas que impulsan a las niñas y jóvenes a las uniones y matrimonios tempranos, y asegura que las normativas y la desigualdad de género están al centro de la problemática.

1. Para escapar de la violencia

De acuerdo con el informe, muchas veces las niñas ingresan en uniones tempranas o se casan para escapar del abuso y la violencia en sus casas, pero a menudo terminan enfrentándose a la violencia, el abuso y el control de sus parejas, que muchas veces no les permiten trabajar, estudiar o salir solas. Un crimen que además puede llegar a considerarse aceptado socialmente y no es reportado a las autoridades.

El sexo con niñas es consentido o tolerado por la comunidad.

“Los casos que se podrían calificar claramente de abuso físico o sexual de menores bajo la ley no se presentan judicialmente, como tampoco sucede con aquellos de violencia contra la infancia o la violencia de pareja. El sexo con niñas es consentido o tolerado por la comunidad. Los propios hombres declararon que usan la violencia y el control con sus esposas adolescentes, y que dominan en la toma de decisiones”, se lee en el documento.

2. Para huir de la pobreza

Las niñas también establecen uniones como una estrategia para escapar de la pobreza, pero pierden su autonomía económica en el proceso.

Varias encuestadas declararon haberse ofrecido voluntariamente para el matrimonio y las uniones infantiles con el fin de evitar que sus familias tengan una boca más que alimentar, sintiendo que así podrían ayudar mejor a sus madres.

Sin embargo, las niñas atrapadas en este tipo de relaciones generalmente no cuentan con autonomía en materia económica, ya sea por falta de escolaridad o por el rol de cuidado infantil que cumplen.

OPS
Una joven indígena embarazada busca ayuda en el albergue maternal del hospital de San Lorenzo, Datem del Marañón, Perú

3. Por la doble moral sexual

De acuerdo con el estudio, las normas de género definen lo que las niñas pueden y no pueden hacer, antes y dentro de las uniones.

Desde la primera infancia se les inculca normas de género no equitativas. Los niños son más valorados y se les da más libertades, mientras que las niñas deben equilibrar las tareas domésticas con la escolarización.

Los padres que temen que sus hijas puedan ser sexualmente activas responden limitándoles la movilidad y sus interacciones con niños y hombres, en lugar de brindar educación sexual.

Una doble moral sexual y el control de la sexualidad de las niñas las obliga a entrar en uniones tempranas.

“Los padres que temen que sus hijas puedan ser sexualmente activas responden limitándoles la movilidad y sus interacciones con niños y hombres, en lugar de brindar educación sexual o alentar la toma de decisiones de ellas. Las niñas idealizan el amor romántico, pero carecen de autonomía para decidir cuándo y bajo qué circunstancias mantener relaciones sexuales, y dialogar sobre sexo se considera algo vergonzoso. Los padres que descubren que sus hijas tienen relaciones sexuales presionan a los compañeros masculinos para que se casen con sus hijas, y así salvar el honor de la familia”, describe el informe.

En general las uniones tempranas se convierten en un reflejo de opiniones adultas sobre la sexualidad de los adolescentes y sobre cómo esta se debe gestionar y sancionar. El hecho de no educar a los jóvenes sobre el sexo y la sexualidad y no proteger a las niñas del sexo coaccionado y del embarazo no deseado, refleja valores patriarcales y discriminatorios

4. Por las normas masculinas dominantes

El hecho de que las normas masculinas dominantes empujen a los hombres a unirse a las jóvenes refuerza las ventajas de poder que estos tienen en el matrimonio infantil.

Según el Fondo de Población, las niñas afrontan roles injustos de género en la unión, a veces carecen de derechos y libertades básicas, como vestirse con ropa específica o salir de sus propias casas sin permiso.

Además, existen grandes disparidades entre los hombres y las adolescentes que exacerban las desigualdades de género.

“Los hombres también se sienten validados –especialmente por otros hombres– en el matrimonio con niñas. Muchas niñas y sus parejas en los ocho países de estudio ven que los ‘verdaderos hombres’ son los que tienen dinero, pueden ayudarlas económicamente y tienen medios de transporte”, dicen los expertos.

UNICEF/Giuseppe Imperato
Los países donde las mujeres tienen derecho a interrumpir un embarazo no deseado y a todos los métodos anticonceptivos tienen las tasas más bajas de aborto.

5. Por sus propios padres

El informe recalca que los padres y las madres a menudo consienten el matrimonio o las uniones tempranas de sus hijas.

“La toma de decisiones por parte de padres y madres es indiscutible, ya que el embarazo en la adolescencia y el matrimonio y unión temprano y forzado se considera un asunto familiar privado”, se lee en el reporte, que asegura que, en algunos contextos, las uniones son hasta organizadas por el padre de la niña y las autoridades de la comunidad”, describe.
A  pesar de esto, entre los encuestados si hay madres y padres que luchan arduamente por evitar que sus hijas queden atrapadas en este tipo de relación.

6. Por la falta de educación

A menudo las normas de género estipulan que la escuela es más importante para los niños que para las niñas, ya que éstas tienen “menos probabilidades de realizar un trabajo futuro que les exija una educación”.

Además, las tareas domésticas de las niñas compiten con su escolarización, aunque en el caso de las zonas rurales, tanto las niñas como los niños abandonan la escuela por el trabajo agrícola.

Otro factor es que a pesar de que hay leyes que garantizan el derecho de las niñas embarazadas a asistir a la escuela, muchas veces son expulsadas o retiradas al ser consideradas un “ejemplo vergonzoso” para otras jóvenes.

Muchas niñas y sus parejas en los ocho países de estudio ven que los ‘verdaderos hombres’ son los que tienen dinero.

Asimismo, el acceso a la información y a servicios de salud sexual y reproductiva en los países del estudio es extremadamente limitado. A pesar de que el embarazo adolescente es cada vez más reconocido como un problema que requiere una acción estatal, las medidas puestas en marcha en materia de educación sexual no han sido suficientes para mejorar las opciones de vida de las niñas.

“El acceso de las niñas a la anticoncepción es extremadamente limitado. Los protocolos son inconsistentesy no hay suficientes proveedores de atención médica capacitados, particularmente para adolescentes muy jóvenes. Los niños y los hombres están también desatendidos en lo que respecta a la divulgación sobre salud sexual y reproductiva, y no consideran que la prevención del embarazo o la crianza sean su responsabilidad. Una vez que quedan embarazadas, las niñas casi no tienen acceso a servicios médicos ni a un aborto seguro en los lugares donde es legal”, asegura la investigación.

Además, la educación sexual es pobre, algo refleja normas culturales y temores sobre la sexualidad. Incluso cuando los Ministerios de Educación exigen que se dicte este tipo de educación en las escuelas, los presupuestos para entrenar a los maestros no se asignan, o los mismos docentes son reacios a enseñarla creyendo erróneamente que esto estimulará la actividad sexual.

Muchos padres y madres se oponen a la educación sexual por la misma razón, a pesar de las decenas de miles jóvenes y niñas que dan a luz en todos los países del estudio.

Banco Mundial/Charlotte Kesl
Hay contenidos de la educación y la pedagogía que hacen que muchas chicas no se sientan en confianza para hacer estudios de ciencias y matemáticas.

7. Por leyes débiles

Cambios legislativos recientes han elevado la edad mínima para el matrimonio a los 18 años o más, conforme a los acuerdos internacionales de los cuales hacen parte la mayoría de los países de la región.

Sin embargo, las leyes a menudo establecen excepciones en las que padres, madres, tutores, jueces o juezas pueden permitir el matrimonio antes de los 18 años, y su implementación y cumplimiento siguen siendo débiles y permiten estrategias para evitarlas.

Las uniones informales permanecen a menudo fuera del ámbito administrativo de las agencias gubernamentales, creando grandes vacíos para evitar tanto las sanciones oficiales como los servicios de apoyo.

“Las uniones informales permanecen a menudo fuera del ámbito administrativo de las agencias gubernamentales, creando grandes vacíos para evitar tanto las sanciones oficiales como los servicios de apoyo”, dice el estudio.

Los investigadores encontraron que en general los profesionales jurídicos no están relacionados con el tema y las autoridades políticas o líderes de la comunidad lo ven como un asunto “privado”. Además, poco se hace para prevenir el matrimonio infantil, sólo hay sanciones para aquellos que ya están en las uniones.

“Los gobiernos no están actuando con suficientemente determinación para prevenir o responder al abuso sexual infantil, la violación y otras formas de violencia de género (…)En muchos entornos, los/as menores no pueden por sí mismos/as buscar protección del gobierno y las leyes. Y en la mayoría de los entornos, no hay coordinación entre los servicios de salud y el sistema judicial en casos de violación”, asegura el informe.

Según el Fondo de Población  y el Plan Internacional, ninguno de los países en el estudio documentó sistemas efectivos de protección social o de seguridad para niñas, incluyendo mecanismos para ayudarlas a acceder al apoyo para los hijos nacidos de sus parejas.

Recomendaciones

El estudio propone varias recomendaciones a los países para combatir este flagelo entre las que se encuentran:

  • Trabajar para cambiar las normas comunitarias sobre el potencial y los roles de las niñas en la vida
  • Fortalecer las voces de las niñas como agentes de cambio para que ellas hablen por sí mismas y por los demás y expresen su opinión en contra del matrimonio infantil
  • Involucrar a los medios de comunicación para abordar, contrarrestar y transformar las normas que dan forma a los roles de género tradicionales y limitan las oportunidades de las niñas
  • Trabajar con líderes comunitarios para reducir la tolerancia social a estas uniones
  • Permitir y alentar a las niñas a completar la escuela secundaria, y fortalecer los sistemas educativos que lo hacen posible
  • Incluir medidas que aborden la pobreza e incentivos económicos
  •  Fortalecer las oportunidades de autonomía económica de las niñas, fomentar la solidaridad intergeneracional y fortalecer a las familias, brindándoles a padres y madres las habilidades y la información para implicarse y proteger a sus hijos
  •  Ampliar el acceso equitativo a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, asequibles, sensibles al género, y adaptados a las necesidades de adolescentes y jóvenes
  • Desarrollar y hacer cumplir un sólido marco legal en contra del matrimonio infantil que armonice las leyes pertinentes

 Vídeo relacionado

Rebeca Gyumi es la fundadora y la directora ejecutiva de la Iniciativa Msichana, una ONG tanzana que tiene por objetivo empoderar a las niñas a través de la educación y abordar los problemas que limitan el ejercicio de sus derechos. Rebeca denunció la Ley del Matrimonio de 1971 de Tanzanía, que permitía que las niñas se casaran con tan solo 14 años, y ganó la batalla legal. En 2018, fue una de las galardonadas con el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, otorgado a aquellas personas y organizaciones que alcanzan logros sobresalientes en la esfera de los derechos humanos.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2019/07/1459081

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Brasil. Ministerio de Educación lanza programa para aumentar inversión privada

América del Sur/Brasil/brasildefato.com.br

Estudiantes afirman que propuesta no resuelve los problemas y exigen al gobierno liberar el presupuesto.

Bajo protestas, el Ministerio de Educación brasileño presentó este miércoles (17) en Brasilia, capital del país, el programa “Future-se” que establece la creación de un fondo de R$ 102.000 millones [US$ 27.000 millones] para atraer inversiones privadas en las instituciones de enseñanza superior del país. La propuesta aún será analizada por el Congreso Nacional a través de un proyecto de ley después de una consulta pública realizada por el Ministerio.

La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) estuvo presente en la presentación del proyecto y afirmó que la medida no resuelve los problemas inmediatos de recorte presupuestario en la educación superior.

“Algunos rectores hoy no tienen para pagar la luz. Hay que debatir cómo revertir los recortes que realizaron. Nosotros estamos dispuestos a dialogar, pero nos interesa una respuesta inmediata para saber qué va a pasar con los estudiantes que no tienen becas, por ejemplo. Los rectores ya dijeron: ‘¿cómo vamos a pensar un proyecto futuro si en el presente las universidades no funcionan?’”, criticó el presidente da entidad, Iago Montalvão ante el desconcierto del ministro.

La protesta de la UNE tiene como telón de fondo una crisis en la cartera de Educación, una profundización de los problemas desde el inicio del gobierno de Jair Bolsonaro (PSL). Entre ellos, tuvieron realce en los últimos meses, los recortes del presupuesto de las instituciones de educación superior, el cambio de ministros y una disputa entre diferentes corrientes del gobierno por influencia en el MEC. Como resultado de ese conjunto de factores, la gestión del ministerio ha enfrentado fuerte oposición, con críticas de especialistas, entidades de la sociedad civil y movimientos populares.

Programa

Según el MEC, el programa “Future-se” tendrá múltiples fuentes de inversión para crear el fondo. Serán R$ 50.000 millones (13.286 millones de dólares) del patrimonio de la Unión, R$S 33.000 millones (8.780 millones de dólares) de fondos constitucionales, R$ 17.000 millones (4.520 millones de dólares) de incentivos fiscales y operaciones en efectivo, R$ 1.000 millones de recursos de la cultura (266 millones de dólares) y R$ 700 millones (186 millones de dólares)  del uso económico del espacio público y de fondos patrimoniales.

La Ley de Incentivo a la Cultura, aunque haya sido criticada por Bolsonaro durante toda su campaña electoral, está presente en el proyecto como una opción de financiamiento para espacios universitarios como museos y bibliotecas, entre otros.

Desde el punto de vista operacional, el gobierno afirma que las instituciones podrán firmar acuerdos de gestión a través de asociaciones público-privadas; crear fondos patrimoniales, con contribución de empresas y ex alumnos para financiar investigaciones y permitir los llamados derechos de denominación “naming rights” de edificios universitarios, según los cuales una entidad adquiere derechos para poner nombre a un recinto o un evento durante un periodo. La administración del fondo también será privada.

De acuerdo con el ministro de Educación, la propuesta construye una alternativa para generar “libertad, crecimiento, riqueza, desarrollo”.

“Como decía Winston Churchill, si estás atravesando un infierno, no te detengas, sigue andando. Continúa caminando”, completó Weintraub.

Dependencia privada

“Creo que [el programa] crea una dependencia del sector privado muy grande. Crea dos problemas: primero, una irresponsabilidad del Estado con relación al financiamiento, lo que hace que los rectores queden a la deriva para conseguir financiamiento y captación privada, y eso genera otro problema, que son las contrapartidas que usted necesita dar. Una empresa no dona dinero, invierte esperando retribución para optimizar sus ganancias”, argumenta el presidente de la UNE.

El proyecto prevé que la adhesión de las instituciones deberá ser voluntaria. De acuerdo con Weintraub, quien opta por no entrar en el programa quedará limitado a la dinámica presupuestaria del techo de gastos, medida aprobada en 2016, durante el gobierno de Michel Temer (MDB) – que congela el gasto público en educación y otras áreas durante un horizonte de 20 años.

Ejes

El “Future-se” deberá tener como base tres ejes principales: gestión, gobernanza y emprendedurismo; investigación e innovación; e internacionalización.

“El objetivo es poner a Brasil al nivel de otros países”, afirmó Weintraub, añadiendo que el MEC se habría basado en experiencias globales para condensar la propuesta del programa.

«Queremos premiar las buenas prácticas, no creemos en el asistencialismo. Queremos premiar la cultura del esfuerzo, el buen desempeño, por eso estamos lanzando este programa. Queremos permitir que se formen cada vez más talentos y retenerlos [en Brasil]», argumentó Arnaldo Barbosa.

La UNE se muestra preocupada con las referencias utilizadas por las dos autoridades, que, durante la presentación del programa, hicieron diferentes menciones al desempeño de instituciones estadounidenses.

“Un día, jugué fútbol y gané una beca en Estados Unidos, entonces, gran parte del programa va en esa dirección”, dijo el ministro, después de afirmar que estaba emocionado al presentar la propuesta.

“Entendemos que [el programa] no es, en un primer momento, una privatización de la universidad, pero sabemos que esas universidades que ellos usan como ejemplo, que son modelo estadounidense, tienen una enorme dependencia del sector privado. En Estados Unidos, aunque las universidades sean públicas, dependen casi exclusivamente del sector privado. La sospecha que tenemos, a priori, es que eso puede abrir un precedente peligroso para la relación de la universidad con la iniciativa privada”, enfatiza Montalvão.

Trámite

De acuerdo con el gobierno, el proyecto de ley que instituye el “Future-se” deberá ser enviado al Poder Legislativo después de cinco semanas de consulta pública. El ministro informó que aguarda un posicionamiento de los rectores respeto al tema.

El programa había sido anunciado públicamente por Weintraub en los últimos días, pero, aunque no había sido detallado, lo que cercó al gobierno de rumores sobre una posible cobranza de mensualidad e intento de privatización de las instituciones. “Privatización está totalmente equivocado. Se trata de una complementación del presupuesto”, dijo el secretario nacional de Educación Superior.

La UNE afirma que va a analizar la propuesta en detalle. La entidad se queja de que los estudiantes no fueron consultados previamente por el ministerio.

“Ellos llegaron con una propuesta lista para los rectores y para toda la comunidad [académica], para decir después que van a hacer una consulta pública. En nuestra opinión, hay que consultar a las entidades, a los especialistas, porque no basta poner una consulta en internet en la que cualquier persona va a tener el mismo peso de opinión. Existen especialistas en este tema”, señala el presidente.

Manifestaciones

La presentación del programa se dio en medio de una protesta popular en las puertas del INEP. Estudiantes de diferentes entidades se agolparon en el lugar para bramar contra la propuesta.

“Tienen que saber que no estamos desentendidos, no estamos durmiendo. Estamos bien despiertos y siguiendo cada uno de los pasos del gobierno de Bolsonaro y del ministro de Educación, que aún no presentaron a la sociedad un proyecto para una educación de calidad”, dijo la estudiante Gabriela Viena, en entrevista con Brasil de Fato.

En la ocasión, los manifestantes divulgaron que preparan, para el 13 de agosto, una nueva movilización nacional contra las medidas del gobierno Bolsonaro en el área de educación.

Edición: João Paulo Soares | Traducción: Luiza Mançano

Fuente: www.brasildefato.com.br/2019/07/17/ministerio-de-educacion-de-brasil-lanza-programa-para-aumentar-inversiones-privadas/

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Rebeca Madriz: La construcción de la paz tiene que tener la cualidad feminista.

Equipo Entrompe de Falopio


En el marco del proyecto “Mujeres y Construcción de Cultura de Paz”
presentamos la entrevista a REBECA MADRIZ:
Militante feminista, integrante de la Fundación Género con Clase creada en el año 2008, Abogada de profesión


 

Venezuela ha venido viviendo enfrentamiento y conflicto entre posiciones políticas que han conformado dos polos irreconciliables o aparentemente irreconciliables. ¿Cómo ves la etapa actual de ese conflicto o polarización?

RM: En primer lugar, efectivamente el nivel de polarización política que hay en Venezuela es muy particular, incluso en comparación con Latinoamérica. Una situación compleja con graves efectos sobre el pueblo venezolano, que se agrava por la injerencia de factores externos al país, que trasciende incluso esa polarización interna para ubicarse como un problema nacional, de amenaza a la Patria. 

Hay niveles muy preocupantes de esa polarización, en cómo eso se expresa en la cotidianidad de la vida de las venezolanas y los venezolanos. En principio tiene que ver con la violencia y la intolerancia que se ha inoculado por parte de factores políticos, donde los medios de comunicación tienen un rol de primera línea. Han sido reiteradas veces denunciados los brotes de fascismo expresados en sectores muy radicales, un odio que no tiene ninguna base, ni justificación, pero que se expresa concretamente en niveles de violencia política especialmente contra sectores populares, que son muy alarmantes: violencia, discriminación extrema, incitación al odio, violencia física, racismo, misoginia; por ejemplo se han dado crímenes de odio por razones políticas que han arrebatado la vida de venezolanas y venezolanos, lo cual es un elemento de profunda preocupación.

En este sentido, la convocatoria al diálogo nacional es una prioridad, porque precisamente se trata del interés nacional, por el futuro del país y del pueblo venezolano. Lamentablemente hay sectores antidemocráticos negados a esta posibilidad. Yo no tengo la menor duda, que el diálogo es un sentimiento nacional y patriota, porque se trata de poner al pueblo venezolano por encima de las diferencias políticas, y en el marco Constitucional y democrático que tenemos, dirimir las diferencias.

En Venezuela, hay un pueblo que históricamente estuvo excluido de la política, que gracias al contexto de democracia participativa y protagónica nuestra voz también tiene validez hoy. Pero ese pueblo, no quiere ser reconocido por un sector –insisto- no democrático del país, que parece que creen que estamos en siglos pasados y que esta es una democracia censitaria que dota a un sector privilegiado de una ciudadanía que es negada a las grandes mayorías. Hay que denunciar que uno de los sectores políticos en pugna, tiene un nivel de sesgo antinacional muy grave, que se expresa en que es capaz de negarse al diálogo, lo que no convoca al espíritu democrático del país, sino que más bien va en detrimento de la democracia venezolana. Y a esto hay que sumarle –porque es imposible hablar de Venezuela sin poner esto en el contexto- la injerencia de factores extranjeros, toda una coalición internacional que pretende ponerse por encima de lo que ha sido una ruta validada por el pueblo venezolano con la Constitución de 1999.

 Ahora bien, la polarización también se expresa en la vida cotidiana, vemos las familias, el trabajo, los círculos de amistades, impregnados de esa polarización. Sin embargo, sigo creyendo que la polarización pasa a un segundo nivel de importancia cuando evaluamos que ésta es la coyuntura más compleja que hemos vivido, por las amenazas internacionales y de intervención militar que se han realizado contra el país y nosotras sabemos, más aun desde nuestra postura como militantes feministas, que todo escenario de conflicto bélico, todo escenario de guerra convencional, tiene a las mujeres en el centro de la vejación de los pueblos invadidos, de la vulneración de los derechos humanos. Nosotras hemos tenido un conjunto de conquistas significativas, no queremos sacrificarlas y mucho menos para convertir nuestros cuerpos en botín de guerra.

Esa amenaza internacional hace que las condiciones de polarización se incrementen, especialmente por la violencia expresada por los sectores más radicales antidemocráticos. En medio de esta presión internacional que no es poca cosa, porque está encarnada por los EEUU que es la primera potencia militar mundial y además más criminal que exista hoy, como se ha demostrado en otras intervenciones en países hermanos. En nuestro caso aspiramos que los conflictos internos los podamos resolver entre los venezolanos y las venezolanas.

He aquí el desafío en la cotidianidad para el movimiento social y popular. Nosotras convocamos en primer lugar a las feministas que militan en la oposición venezolana, que también luchan por una vida libre de violencia, a ubicar una agenda común, siempre en el marco del respeto a la soberanía del país, los derechos humanos, y la democracia, porque son los puntos clave, determinantes de lo que no podemos estar dispuestas como pueblo a ceder ni sacrificar. Estamos obligadas a convocarnos, con banderas básicas y fundamentales que son elementos que debemos rescatar nosotras para entender y superar lo que está en riesgo hoy en Venezuela.



En especial, el conflicto político cómo ha afectado a las mujeres y las sexualidades disidentes

RM: El nivel de polarización que hay hoy en el país, no es neutro por supuesto, se trata del ascenso al poder político de sectores del pueblo venezolano que históricamente fuimos las y los otros, los históricamente excluidos. Esa polarización produjo una reacción que se ha manifestado a lo largo de veinte años de proceso político en varios hechos de mucha gravedad para el país: el paro petrolero, golpes de estado, saboteos en distintas instancias, entre otros. Escenarios que han demostrado una pretensión de retorno al poder político de las élites de la derecha, a costa de lo que sea. Lo que ha tenido consecuencias muy graves en el pueblo venezolano. La guerra no convencional, el bloqueo económico y financiero, tiene gravísimas consecuencias sobre los derechos humanos del pueblo venezolano. En el caso específico de las mujeres, nos hemos convertido en el centro de la guerra económica y de la guerra no convencional que se ha desatado contra el pueblo venezolano.

En primer lugar, una de las fortalezas fundamentales de la Revolución Bolivariana ha sido su política social, en la que las mujeres estamos ubicadas como prioridad, porque éramos la mayoría de las pobres en el país y lo somos. Las mujeres producto de este proceso y del contexto democrático desarrollado, hemos tenido una expansión significativa de la ciudadanía. Y además el feminismo ha logrado deslastrarse un poco de la carga de prejuicios que pesaba sobre él, ha habido una explosión organizativa de mujeres luchando en la comunidad, en el centro de trabajo, contra la violencia, por los derechos sexuales y reproductivos, ha producido un empoderamiento significativo, que sumado al histórico del movimiento feminista y de mujeres en Venezuela, y la voluntad política del Presidente Hugo Chávez y su declaratoria como feminista, permitió también masificar y desmitificar un poco el feminismo, y hoy la expresión organizativa popular de las mujeres en Venezuela, es absolutamente desbordante y lo ha sido en veinte años de proceso político.

Esa explosión ha hecho que las mujeres asumamos un protagonismo clave en la jornada comunitaria, voluntaria, que está por encima del 80% de participación femenina. Por eso el movimiento de mujeres es central, estructurante de la fuerza social que acompaña a la Revolución Bolivariana, lo que se expresa en que seamos la mayoría en las misiones sociales, en los consejos comunales, en los CLAP, es decir, frente a todas las formas de organización popular que han ido mutando, cambiando, todas tienen el rostro combativo de las mujeres venezolanas. Eso es una fortaleza, sin duda, muy grande.

¿Qué hizo la guerra económica, sobre todo a partir del año 2013, con un pico muy elevado en el año 2015, y luego en 2018 y 2019, cuando se comenzó a expresar en el acaparamiento, en la especulación, el bachaqueo, el ataque a la moneda, y todos los fenómenos que fue desencadenando el sabotaje económico? Pues desmovilizaron, o pretendían desmovilizar en buena medida al movimiento popular que era el sostén social de la Revolución Bolivariana.

La intención de sacar a las mujeres de la jornada política comunitaria, que ha significado un empoderamiento colectivo, de reconstrucción colectiva de la autonomía de las mujeres como movimiento, que da cuenta del fenómeno democrático del país, se comienza a expresar en sus inicios con la desaparición de productos fundamentales para las mujeres y para las madres: las toallas sanitarias, ausencia de anticonceptivos, los pañales, la leche para los chamos. Es decir, una serie de productos que estaban especialmente vinculados a la mujer, a la jefa de hogar, al ama de casa, a la mujer trabajadora. Nos sacaron en buena medida de la actividad política comunitaria, voluntaria, para meternos en una cola de 8 horas. Recordemos el 2015 donde llegaron a haber colas de 8 y 12 horas para acceder a un paquete de pañales, a un paquete de leche. Ahí creo que hay un elemento muy clave que tiene que ver con los objetivos y los efectos de esa guerra en la vida de las mujeres.

Si en las guerras convencionales, nuestros cuerpos son utilizados como botín de guerra, creo que en esta guerra no convencional el sacarnos a nosotras de la esfera política, pública también forma parte de esa utilización de la mujer con fines de guerra, con fines políticos. Tiene que ver con los efectos que trajo este escenario que desde el 2015 hasta hoy ha venido en una situación de detrimento de las condiciones materiales del pueblo venezolano, de vulneración de los derechos humanos fundamentales, del derecho al acceso a la alimentación, a la salud, como consecuencia directa de la situación de bloqueo internacional, esto tuvo y tiene un impacto desgarrador en la cotidianidad de la mujer venezolana.

Los efectos sobre la vida de las mujeres es alarmante. En un contexto donde habíamos adquirido un nivel de vida muy elevado como pueblo y nos retrotraen a las necesidades más básicas: agua, luz, comida y medicina, que para nosotras son derechos humanos fundamentales, ya adquiridos, garantizados, y que nos permitía mantener una agenda histórica estratégica, hoy pasa a un segundo plano para ponernos a resolver las necesidades más básicas y desmovilizarnos. Cuando en un proceso político, un movimiento no avanza sino que se queda en el mismo lugar, eso tiende es a retroceder. No estamos en el mismo lugar, nos han traído a la defensa de unos derechos que creíamos automáticamente conquistados, por eso nos planteamos que el ataque sistemático que vive hoy el país pueda ser catalogado como un crimen de lesa humanidad. El contexto hoy nos demuestra que entonces tenemos que estar en la calle luchando para tener acceso a la alimentación, por la luz, el agua, acceder a otros productos básicos, porque el efecto sobre la vida de las mujeres ha sido regresivo, una gran vulneración de nuestros derechos humanos.

Hablar hoy de nuestras banderas de lucha históricas, pudiese parecer elementos fuera de contexto en un escenario en el que tenemos que luchar por tener la comida todos los días, por tener acceso al agua potable; sin embargo forma parte de nuestra agenda política obviamente, y con mucha más razón, pero no forma parte de la prioridad de la sociedad, que si ya en un escenario de normalidad es difícil que se asuma, pues en un escenario de conmoción, resulta más secundario. Sin embargo, la realidad es que hoy más que nunca luchar por el derecho a una vida libre de violencia para las mujeres es medular, por ejemplo. Es decir, el escenario de guerra que hay en el país complejiza más la situación, porque cuando tú tienes un sistema de salud en un estado de vulnerabilidad tan grande por falta de acceso a insumos, los indicadores históricos se están agravando. Ahí las muertes por abortos clandestinos y los embarazos no deseados se incrementan producto de que no tenemos acceso a métodos anticonceptivos. La vulneración de derechos específicos se va complejizando mucho más. Al sistema de salud le toca entonces priorizar los antibióticos, y los anticonceptivos pudiesen no ser una prioridad en un escenario en el que estamos luchando por los elementos más básicos de subsistencia.

Finalmente, el escenario de guerra y toda esa frustración que ha producido el cambio en nuestra cotidianidad, en el nivel de vida alcanzado, toda la presión psicológica a la que estamos sometidos diariamente, tienen expresiones en el lugar que debiera ser el más seguro, pero que a veces es el más peligroso para las mujeres, que es el hogar. A la carga de machismo estructural que ya teníamos hay que sumarle el escenario de frustración de macho proveedor frustrado, que descarga su violencia, sobre quienes siguen creyendo es su propiedad: el cuerpo y la vida de las mujeres.

 Nosotras llegamos a tener elevados puntos de avance y de progresividad de la conquista de los derechos de las mujeres en Venezuela, marco legal, marco institucional, un movimiento en pleno auge y en plena demanda, en plena tensión con la institucionalidad, una tensión para el avance. Sin embargo, la guerra efectivamente ha venido haciendo que esta agenda, como te decía que es nuestra agenda para el objetivo estratégico de la igualdad, se ha tenido que ajustar a esta lucha básica por la sobrevivencia, por la subsistencia de las cosas más elementales. Yo sí creo que las mujeres estamos en el centro de la guerra, creo que con intencionalidad política para desmovilizar la principal fuerza social con la que cuenta este proyecto histórico de la Revolución Bolivariana.

Hay quienes consideran que la violencia puede incrementarse bien sea por una invasión o por abierta guerra civil, ¿qué impactos tendría esto en la vida de las mujeres y las sexualidades disidentes?

RM: Cualquiera de los dos escenarios por supuesto que tiene un saldo negativo para todo el pueblo venezolano. Sin embargo, en el caso de las mujeres, la guerra convencional en el caso de una intervención militar extranjera se utiliza -la historia lo ha dicho, los números lo demuestran, los testimonios de las mujeres víctimas lo confirman- la presencia de militares extranjeros ha reportado un incremento de la violencia sexual y de la violencia física contra las mujeres. Una intervención en nuestro país significa una invasión no sólo a nuestro territorio y sino también a nuestro cuerpo. La utilización de las mujeres en esos escenarios, para socavar la dignidad de los pueblos, ha sido una práctica recurrente que se ha utilizado por todas estas coaliciones militares internacionales cuando llegan a un país. No es solamente el aniquilamiento físico, sino es el aniquilamiento moral de esa población, eso se hace sobre el cuerpo de las mujeres, para degradar, socavar la dignidad, para vejar, humillar, como el uso de la violación sistemática, la utilización de niñas con fines sexuales, la violencia física. Por supuesto que todo esto constituye un riesgo gravísimo para la vida de las mujeres venezolanas. Igualmente en el caso de una guerra civil en el país, por eso rechazamos de manera tajante que se pretenda poner como parte de las opciones políticas, como lo ha pretendido un sector antidemocrático de la oposición venezolana

Hay un elemento que es la profunda característica patriarcal de las guerras. Es parte estructural del patriarcado la utilización de las armas, ese modelo de masculinidad en el que las guerras y el enfrentamiento son la vía para la solución de cualquier diferencia. En el marco de una sociedad que ha iniciado el siglo XXI con elementos de progresividad muy grandes, no puede ser y no se lo merece este pueblo, incluso no hay ni la más mínima voluntad de la gran mayoría, más allá de la polarización, de entrar en alguno de esos dos escenarios, precisamente por la tradición democrática que tenemos como pueblo. Las mujeres venezolanas estamos negadas a cualquiera de esos dos escenarios, ambos profundamente patriarcales, de reafirmación del poder, de la fuerza, las jerarquías y la supremacía, porque entendemos que los muertos y las muertas de esa guerra son las y los hijos del pueblo. La gran mayoría de las mujeres venezolanas rechazamos que se agote la vía pacífica porque finalmente las bajas de cualquier escenario bélico, de conflicto armado, lo ponen los hombres y las mujeres del pueblo.

Sin embargo, vemos con preocupación en ese escenario de polarización gente invocando ejércitos extranjeros en Venezuela y una intervención militar, para solucionar un problema de este pueblo y de las y los venezolanos. Además teniendo los mecanismos democráticos y constitucionales para hacerlo. Efectivamente las consecuencias sobre la vida de las mujeres, sería volvernos a otro siglo y a otros escenarios. Estoy segura que existe la madurez, el nivel de conciencia y politización de un pueblo que es capaz de estar por encima de quienes invocan cualquier tipo de enfrentamiento en el país. La ruta del diálogo es el primer escenario para nosotras, y sacar del escenario cualquier opción que implique el sacrificio de vidas humanas de venezolanas y venezolanos en una intervención armada y militar.

Para nosotras la mirada es hacia el futuro, no echar derechos hacia atrás, no es la pérdida de vidas humanas en nuestro país, sino precisamente la búsqueda de soluciones y alternativas que nos permitan una salida de la situación que atravesamos. Creo que este es un pueblo con una cultura democrática y sobretodo pacífica que va privar, y tiene que privar para que nosotros/as tengamos un futuro promisorio que nos permita continuar el avance y la progresividad de nuestros derechos humanos fundamentales.

¿Ves incidencia de la geopolítica en el conflicto venezolano, cuál y cómo sería?

RM: Estoy convencida que hoy en el escenario geopolítico, en primer lugar hay una avanzada conservadora, hay un proyecto de recolonización especialmente en América Latina que ya ha tenido algunos saldos regresivos en el continente. El retorno de algunos gobiernos de derecha en AL dan cuenta de cómo esa agenda se viene imponiendo. En el caso de Brasil y Argentina, por ejemplo, hemos visto que -frente a lo que había sido una línea encabezada por Venezuela bajo el liderazgo de Hugo Chávez, de democratización y de conquistas sociales de los pueblos- se han venido sacrificando los avances en estos nuevos contextos de políticas neoliberales, mediados por una carga conservadora que les permita contener la movilización popular que defiende lo alcanzado.

En el caso de Brasil, se sacrificó un proceso democrático para acceder al poder político con el caso de Dilma Rousseff. Una de las primeras acciones con su salida fue eliminar el ministerio de la mujer. Luego con Bolsonaro, se mantiene, pero pone al frente a una fundamentalista religiosa antiderechos, que viene a desmontar los avances que tenían un enfoque feminista. En la Argentina de Mauricio Macri las condiciones de la población han venido en detrimento. Hemos visto con alarma también, el asesinato de lideresas emblemáticas del movimiento popular y feminista, como el caso de Marielle Franco en Brasil, Berta Cáceres en Honduras, que en el escenario de lo simbólico dan cuenta de la importancia del feminismo hoy en las luchas de los pueblos. Nosotras tememos, por supuesto, que ese sea el mismo libreto que se pretende aplicar en Venezuela para acallar las luchas populares. Hay otras complejidades en el continente, como el caso de Ecuador, donde se dio una reconfiguración de la política interna con un giro radical hacia la derecha.

Por otro lado, los mecanismos internacionales de integración que habían sido impulsados por Venezuela, están en un escenario de detrimento porque han venido siendo saboteados y desmontados, y se ha venido configurando una coalición de países de derecha que ha emprendido una cruzada para aislar diplomática e internacionalmente a Venezuela, han atentado contra la Celac, contra la UNASUR, han creado una coalición propia llamada Prosur. Decía un funcionario del gobierno venezolano que hubiese sido más sincero -sobre todo para este pueblo, que está profundamente politizado- que se llamara Pronorte. Sería más sincero porque finalmente es la aplicación de ese guión imperialista y de ese proceso recolonizador del continente, en el que estos gobiernos actúan como perros guardianes de intereses foráneos.

En ese escenario, Venezuela sigue siendo profundamente problemática, sigue siendo un mal ejemplo, especialmente para los pueblos que luchan y resisten, que no se van a contener por una reforma neoliberal. En este país nos han aplicado todos los formatos habidos y por haber, mediáticos, económicos, de guerra no convencional y -en medio de las más duras circunstancias que hemos tenido- vemos a un pueblo profundamente consciente, un pueblo en la calle, un pueblo defendiendo su soberanía, sus recursos naturales y defendiendo los derechos que hemos conquistado. Allí es donde está el mal ejemplo, porque seguimos planteando que pese a las circunstancias hay una alternativa de construcción para los pueblos del mundo. Ahora, sin duda debemos tener la capacidad para reparar los errores que hemos cometido como gobiernos populares y progresistas en los últimos años.

 Otro factor clave de Venezuela es el petróleo como principal recurso energético. Del que sigue estando inundado este país, con las mayores reservas del mundo, y resulta obvio que por la cercanía con los EEUU, que tienen grandes intereses de retomar el control sobre ellos.

Hay razones también históricas, porque el heroísmo de este pueblo que forma parte de la fuerza, la capacidad de resistencia y de la venezolanidad, nos hace tener seguridad de que podemos y de seguir adelante. Así lo histórico, lo económico energético con el petróleo y lo político con el mal ejemplo que significa la democracia venezolana para las pretensiones de recolonizar el continente; son los escenarios fundamentales de esta reconfiguración geopolítica, de este nuevo ajedrez que pretende aislar económica, militar, diplomática y políticamente a Venezuela.

Sin embargo, frente al escenario de amenaza de intervención extranjera, la respuesta ha sido la solidaridad de la gran mayoría de los pueblos del mundo que se niegan a que AL vuelva a ser utilizado como un escenario bélico, para satisfacer los designios internos del gobierno de los EEUU. Que frente a un escenario de elecciones interno electoral, siempre necesitan un trofeo, nosotras no estamos dispuestas a que ese trofeo sea sobre la base de la soberanía y de la vida de los venezolanos y de las venezolanas.

Hay posibilidades de diálogo entre los polos enfrentados, en todo caso, que elementos serían necesarios para concretar la posibilidad de diálogo.

RM: El escenario de diálogo siempre ha estado presente. En el escenario internacional hay toda una voluntad política de acompañar el diálogo. Nuestra principal bandera es que esa sea la forma de dirimir las diferencias y aunque parezca una obviedad, insistimos en eso porque escuchamos todos los días sectores radicales anti democráticos rechazando el diálogo, y pidiendo una intervención extranjera. Y en lo concreto, cada vez que se ha inicia un proceso de diálogo, rápidamente se abandona la mesa. Dicho eso, el escenario de diálogo en el país pasa finalmente por poner el bienestar del pueblo venezolano en el centro del debate.

Ahora bien, Venezuela tiene un profundo problema estructural con el tema económico, que sin duda debe ser un elemento central del diálogo. El tema de la recuperación del país pasa necesariamente por una revisión de la estructura económica en Venezuela. Los actores económicos tienen que jugar un papel específico, no puede ser el Estado jugando solo, nadando contra corriente, tiene que ser con los actores económicos, buscando alternativas y soluciones. Que en todo caso se ponga como interés superior al país, con la mirada puesta hacia el futuro. Porque aquí hay un conjunto de sectores que por más que han recibido financiamiento del Estado para la producción, finalmente se pliegan a acciones de sabotaje, especulación, acaparamiento, y eso tiene que pasar –la gente lo exige- por sanciones ejemplarizantes. Una cosa es no simpatizar con una opción política, y otra muy distinta jugar con el derecho a alimentación del pueblo, para forzar una opción política, eso es un delito, y debe tener respuesta. Hay un aspecto muy relevante que es la transferencia de competencias al poder popular, especialmente a través de las Comunas, que es clave para blindar el acceso a los alimentos como aspecto prioritario. Entonces creo que el diálogo debe transcender la polarización y plantearse también con los sectores que defienden este país y están dispuestos a trabajar y apostar a su recuperación, porque mientras tanto seguimos en un juego de dilatar las soluciones que requerimos.

Otro aspecto es la reparación de las víctimas. Hay casos emblemáticos, personas que han sido quemadas por su color de piel en este país, creo que es un escenario fundamental para ver los rostros de lo que ha implicado la acción irresponsable de los sectores más radicalizados de la derecha en el país. Si no hay justicia y reconocimiento de las víctimas es difícil avanzar. Pareciera que hay víctimas invisibles, mudas, a los oídos sobretodo de la comunidad internacional.

En lo político, es una situación de mucha complejidad, si alguien me preguntara en términos individuales cuál es la salida política, diría que se respete la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano. Eso pasa por una serie de elecciones que se dieron desde los consejos municipales, hasta la Presidencia de la República, en las cuales millones manifestamos nuestra voluntad, ejercimos el derecho al voto, el deber como venezolanas y venezolanos, y aspiramos que esa voluntad sea respetada y reconocida, por su legitimidad, por su constitucionalidad y porque es un riesgo para la democracia venezolana decir que, si un resultado electoral no me favorece entonces no vale la Constitución, no vale la elección. Es decir, es una vulneración de la solidez de la democracia venezolana, apostar que cuando un factor político no esté de acuerdo con un resultado electoral entonces simplemente hay que repetir las elecciones. Una decisión de esa naturaleza les corresponderá a los actores del diálogo definirla, pero creo que tiene que ser con el más férreo compromiso democrático al respeto de la institucionalidad venezolana, nuestro marco constitucional venezolano.

Planteo esto porque se ha dicho que la oposición no quiere diálogo sino elecciones libres. Y me preocupan los riegos democráticos de eso, porque yo voté, de forma libre, consciente, autónoma, con plena libertad de conciencia, y creo que una de las más grandes fortalezas que tenemos es el modelo democrático participativo y protagónico, si eso lo debilitamos corremos graves riesgos. Por lo que no queda claro qué son “elecciones libres” de acuerdo a ese sector. Sin embargo, entendería, visto el escenario de complejidad, de cerco internacional, que parte de esa voluntad hacia el diálogo ponga en el debate cualquier escenario que permita reafirmar y ratificar la necesidad de no permitir una salida violenta a la situación en el país.

Insisto, nuestra ruta tiene que ser el mayor apego al sistema democrático venezolano, y creo que eso no pasa porque si tú y yo somos candidatas y tú resultas electa, entonces yo te pueda desconocer y volvemos a hacer las elecciones. Es un riesgo para la democracia venezolana y ese riesgo tiene que ser la última instancia a la que se recurra, precisamente para no vulnerar nuestro sistema democrático. Sin embargo, también entiendo que la paz del pueblo venezolano es el objetivo superior al que nos debemos en este momento.

Por último la reforma del Estado, que es una agenda pendiente. La polarización que tiene hoy el país ha incidido en una situación de desestructuración del Estado, de debilitamiento de la institucionalidad, entonces creo que en este escenario, es necesaria una revisión de esa vieja institucionalidad, caduca, burocrática, deshumanizada, por una institucionalidad que permita ajustarse a estos tiempos, a las nuevas necesidades, con un marco jurídico que haga mucho más efectiva la acción del Estado.

Para nosotras es una deuda superar un Estado burgués y su lógica capitalista y patriarcal, pero además, la situación hoy hace inminente que eso sea un elemento del debate que permita poner toda la cualidad técnica y política con la que cuenta el país en un escenario de debate de los temas medulares para el país como: la economía, la agricultura, la educación, la administración pública, la salud, los derechos humanos. Considero que este tema es clave para hacer viable y factible la posibilidad de construir una ruta mucha más sólida en el camino pacífico y democrático que nosotros llevamos como pueblo.

El Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos de Granada sostiene «Existe la paz negativa (hay paz cuando no hay violencia), la paz positiva (hay paz cuando hay justicia) y la paz imperfecta” ¿Cómo aplicarías esta afirmación a Venezuela?

RM: El proyecto bolivariano tiene en su ruta la paz con justicia social. Ha sido un elemento recurrente en todos los escenarios que hemos atravesado, y es una agenda central hoy. Si tú le quitas la justicia social a la Revolución Bolivariana, es un proyecto inviable que no tendría razón de ser y que además no tendría a la gente en la calle defendiendo lo que tenemos, luchando en el CLAP, peleando por el agua, saliendo a marchar, rechazando una intervención militar en el país, porque no habría razón para acompañar un proceso si éste no tuviera un fuerte componente de identidad e inclusión con las mayorías del pueblo. La justicia social viene precisamente a equilibrar y garantizar que la paz no sea ese formalismo de la “paz negativa” donde no hay un escenario de violencia, pero donde las desigualdades sociales abran una brecha entre sectores privilegiados y excluidos.

Ahora, efectivamente existen grandes debilidades de todo el entramado estatal especialmente en el sistema de justicia, que han generado una situación de impunidad alarmante. Allí es necesario hacer esfuerzos estructurales, porque la justicia sigue siendo profundamente patriarcal y clasista.

Si en la situación que atraviesa hoy Venezuela, de bloqueo, de asedio económico, financiero, si no tuviésemos una política de protección social, especialmente para los sectores más vulnerables, cuyas condiciones son precarizadas cada vez más frente al escenario que atravesamos en términos económicos, entonces digo yo, tendríamos un pueblo movilizado masivamente contra un Gobierno, pero no es la situación, hay una polarización en el país sí, pero buena parte de la población venezolana está resistiendo y en defensa, y la otra efectivamente también golpeada y con un profundo descontento pero sin acción de masas, de calle.

Siendo también que buena parte de la movilización en Venezuela es popular, es de los sectores del pueblo que históricamente han sido los más excluidos y los más vulnerados, no porque no haya en el otro lado del polo pueblo también, quiero graficar es que la gente defiende y no como muchas veces se ha tratado de mostrar, porque tiene un “colectivo” atrás apuntándole, no, sino porque existe una identidad, un proyecto, una elección, donde esos sectores se han manifestado, han resultado las opciones mayoritarias, y eso debe tener el reconocimiento de los actores políticos internos e internacionales. La gente defiende porque hay una razón política, histórica, amorosa, y hay una razón material que también mueve a la gente. Mientras tenemos unos sectores tratando de extirpar los derechos que habíamos adquirido, también hay un sector que está tratando de contener los efectos sobre el pueblo de esas pretensiones de echar por tierra todo lo que nosotros/as hemos logrado como pueblo. Por eso creo que estamos en presencia de una paz imperfecta, que no desconoce que existe el conflicto, la contradicción, e incluso la violencia; valora las resistencias y la solidaridad de la gente por preservar las condiciones de vida y de paz; y comprende la necesidad de producir transformaciones estructurales.

¿Cuál sería el rol de las organizaciones sociales en la construcción y sostenibilidad de una cultura de paz para Venezuela?

RM: Después de la experiencia que tenemos y hemos tenido colectivamente, en el caso del movimiento feminista y de mujeres, creo que nosotras podemos dar ejemplo de lo que puede ser una ruta para el país. Pero eso pasa por unos principios y puntos que son irrenunciables, como el respeto y la defensa de la democracia y los DDHH. Por ejemplo, es posible articular una agenda concreta de acción política, de acción colectiva. Nosotras en particular como movimiento tenemos unos elementos que son sensibles a toda la sociedad, uno de ellos es la violencia contra las mujeres. Es una ruta que se agrava con la situación de guerra y de polarización que tiene el país, y creo que es una ruta en la que el movimiento popular puede aportar a un escenario de entendimiento nacional, de diálogo, de articulación de esos polos en profunda contradicción.

El aporte del movimiento popular no es sólo declarativo, se debe seguir expresando en la acción para que el país voltee a ver al movimiento feminista en una causa común, por ejemplo, creo que la reforma de la ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, pudiese ser un escenario, un mensaje que diga mucho.

La tradición pacifista del movimiento feminista, una tradición muy vinculada a la lucha contra la guerra, vinculada a combatir, a erradicar las formas de ejercicio del poder patriarcales, guerreristas, hegemónicas, jerarquizadas, nos da también una autoridad moral como movimiento, para poder erigirnos como principales promotoras de una cultura de paz en el país. Además las mujeres lo hacemos cotidianamente en el ejemplo, creo que ahí puede estar la principal potencia de dar un mensaje al país de lo que es posible hacer y estoy segura que lo podemos hacer.

La paz no es un ámbito específico del género femenino, ni las mujeres poseen una predisposición natural para la misma, sino que su construcción es una tarea que concierne a ambos sexos por igual. Sin embargo, es innegable el hecho de que las movilizaciones de mujeres han incluido muy a menudo la paz entre sus reivindicaciones, tal y como puso de manifiesto la alianza entre el sufragismo y el pacifismo primero, y las uniones recurrentes entre feminismo y pacifismo después. En conflictos que han ocurrido en AL y el Caribe, los colectivos de mujeres han jugado un papel importante para la paz ¿crees que en Venezuela sería posible replicar esas experiencias? ¿Quiénes serían las sujetas de esas experiencias? Qué condiciones deberían cumplirse?

RM: Te lo decía, forma parte incluso de la contribución cotidiana de las mujeres. Sin embargo, hay una agenda muy específica, si bien las mujeres no somos las “sujetas de la paz” sí somos unas agentes fundamentales para ella y hay ejemplos. En este contexto de conflicto, se han hecho muchos esfuerzos por la paz y la vida; y hemos visto en barriadas de Caracas con enfrentamientos entre bandas violentas, cómo el papel jugado por las madres de los jóvenes que hacen parte de esas bandas, ha permitido pacificar la comunidad a través de la intervención directa de ellas con su autoridad materna, pero también simbólica femenina. Ahí puede haber un elemento clave a explorar y concretar. 

Por otro lado, en esa construcción, esta visión de paz con justicia social pasa necesariamente porque las mujeres estemos libres de violencia por el hecho de ser mujeres. Para que haya paz en el país, para que haya soberanía en el país, sobre todo para que podamos decir que efectivamente hay justicia, una sociedad que efectivamente convoca a la paz, debemos superar el modelo hegemónico patriarcal de la violencia machista, de la violencia criminal, de la violencia social y de la violencia política e imperial. Porque si no estaríamos en un escenario de paz negativa, y hay que insistir en que esa agenda tiene que tener los elementos estructurales que apunten a la superación de las desigualdades de clase, de género, étnicas.

Creo que las mujeres tenemos un papel protagónico que jugar por la paz del país, y allí todas las mujeres del pueblo deben ser sujetas claves, y con condiciones de respeto, igualdad, no discriminación, pluralidad, multiculturalidad, respeto a la Constitución Nacional, defensa de la democracia, y de los DDHH, es posible concretarla.

Hay que partir de lo más apremiante, que comienza por la defensa común del derecho a la vida y a la dignidad, que pasa porque no queremos un enfrentamiento fratricida entre hermanas y hermanos, y pasa porque ningún ejército extranjero venga a socavar la dignidad de las mujeres venezolanas y la soberanía de la Patria.

Creo que la construcción de la paz tiene que tener la cualidad feminista. La cualidad de lo que el feminismo aporta desde su praxis, y desde el acumulado histórico y teórico a la concepción de la paz y justicia, contra la violencia, contra el modelo guerrerista que se pretende imponer, que es una cultura de dominio, una cultura de poder, una cultura profundamente patriarcal. La otra mirada, la otra lectura, hasta ahora, de esa visión hegemónica es la del feminismo, es la de las mujeres. Por eso creo que lo que podemos aportar es mucho y lo que tenemos que dar para esa construcción de la paz con justicia social pasa necesariamente porque la sociedad en su conjunto reconsidere su visión sobre las mujeres, para feminizar la paz como ruta estratégica enmarcada en la ética del cuidado.

Fuente: http://entrompedefalopio.org/2019/07/16/la-construccion-de-la-paz-tiene-que-tener-la-cualidad-feminista/?fbclid=IwAR0rD-RcrlvXM3vvpHfrPAl2j7rB4NW8EPwcXstdpdbFys4M8XF_a6ZXLyg

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El difícil tránsito de Chile de la educación privada a la gratuidad

América del sur/Chile/Fuente: Semana

En los últimos cinco años, el país austral cambió su modelo de privatización y aplicó la gratuidad en la educación básica. De esta forma espera disminuir los índices de desigualdad, sin retroceder en calidad.

El sistema educativo de Chile se ha movido hacia los extremos. En el pasado fue noticia por promover la privatización de la educación básica. Así, obtuvieron los mejores resultados en las pruebas Pisa en América Latina. Hoy, dieron un gran salto: pasaron a implementar la gratuidad universal en la educación básica. ¿Qué los motivó a cambiar de opinión?

Hoy, Chile es considerado un referente en la región, especialmente por el modelo que ahora están dejando atrás. En efecto, su esquema de privatización fue implementado hace algunos años en Colombia. De acuerdo con Cecilia María Vélez, exministra de Educación y actual rectora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la educación de Chile mejoró precisamente por ese sistema de financiamiento que les dio prioridad a las instituciones privadas.

Uno de los programas fue conocido como copago, que consistió en invertir presupuesto público en colegios privados. Esta estrategia fue adaptada en Colombia entre 2002 y 2010. “Nosotros tomamos como referente lo que ellos hicieron con este tipo de instituciones. Es decir, giramos recursos públicos a colegios privados para que la población más vulnerable tuviera educación de calidad. Aunque todavía tenemos colegios con este modelo, ya quedan muy pocos”, recordó Vélez. Le puede interesar:

Según la exministra, este modelo funcionó en Chile porque los colegios privados tienen más autonomía. “En lo público esto no funciona porque el rector no escoge sus maestros y tampoco puede sacar al docente que no le sirve”, explicó.

Por otro lado, de acuerdo con Francisco Cajiao, exasesor del Ministerio de Educación en evaluación, también se adoptó la jornada completa, un programa que Chile implementó para extender el horario escolar a más de siete horas. La intención fue mejorar los índices de calidad. En Colombia se llamó jornada única.

Algunos estudios evidencian que este programa ha tenido un alto impacto social. Pero para la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) y algunos expertos, en Colombia se aplica la jornada única sin la infraestructura requerida para atender a todos los estudiantes del país en una sola jornada y sin un currículo claro, dos ingredientes que sí existieron en Chile.

“También copiamos el sistema de evaluación de maestros. Antes hacíamos una prueba tipo Icfes para medir las competencias de los profesores, pero los chilenos establecieron un modelo más completo como el de grabar una de sus clases y contar qué hacen con los niños”, explica Cajiao.

Pero el desarrollo de programas y la inversión en instituciones privadas no fue lo único que los llevó a ser los mejores en calidad. Según Mario Waissbluth, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile y fundador de Educación 2020, Chile posee ciertos ingredientes que lo favorecen. “Tenemos una historia de larga data en mayor efectividad del Estado en general, menor corrupción, mejor gobernanza? y también un crecimiento más rápido del producto interno bruto (PIB), el cual ha sido consistente por 30 años”, explica.

 

Y es que gracias a ese crecimiento de su economía, Chile es un ejemplo de inversión en educación en los últimos años. Entre 2014 y 2018, el presupuesto para el Ministerio de Educación pasó de 7,8 billones de pesos a 10,3 billones en cuatro años. Una cuantía que, según Eugenio Severín, experto en educación de este país, los ha ayudado a ampliar la jornada escolar y el número de docentes.

Impulsaron la formación de los profesores y redujeron el número de alumnos por aula, que en este momento es de 33. “Todas estas medidas han podido ser financiadas por el aumento de los recursos y explican buena parte de los resultados. No se pueden esperar efectos de primer mundo si estás invirtiendo como tercer mundo”, asegura.

Ahora, a pesar de ser la estrella de América Latina en calidad, su modelo de privatización produjo un daño colateral que solo hasta hoy están tratando de corregir con la gratuidad. Según Waissbluth, el sistema de copago, entre otras directrices de privatización, terminó estratificando completamente el sistema escolar, y generó graves problemas de desigualdad. 

“La inequidad de resultados de aprendizaje es tan grande que los chicos del quintil más pobre que están en octavo básico solo tienen niveles de aprendizaje de segundo básico. Asimismo, la segregación social de las escuelas es terrible. Hay colegios de clase alta, semialta, media alta, media media y así hasta los guetos más pobres”, explicó Waissbluth.

Por esa razón, desde 2015 el país austral puso en marcha una reforma estructural: la gratuidad universal en la educación básica. Se implementó la Ley de Inclusión Escolar que cambió la naturaleza de los colegios privados que reciben recursos públicos. Ahora ninguna de las instituciones subvencionadas por el Estado puede lucrarse. También cambiaron la forma en la que entran los estudiantes a los colegios. Actualmente, las familias deciden a qué institución desean ingresar a sus hijos y no al revés.

Para este año, se supone que los 5.950 colegios subvencionados pasarán a ser gratuitos y sin fines de lucro. Sin embargo, hasta 2017 solo 3.020 habían comenzado este proceso. 

No obstante, ya se han evidenciado algunos atrasos e inconformismos, ya que quienes administran los colegios subvencionados, por obvias razones, no están de acuerdo con la medida.

Tras ese revolcón, Chile seguirá en la mira de los expertos, especialmente cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) revele este año los resultados de la prueba Pisa, pues demostrarán si es posible o no tener un sistema de educación de calidad y a la vez equitativo.

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Programa de la 71° Asamblea Mundial y Conferencia Internacional de la OMEP

Por: OMEP 2019.

El Comité Nacional de Panamá de la OMEP ha logrado convertirse en el país anfitrión de la 71° Asamblea Mundial y Conferencia Internacional de la OMEP, por primera vez, desde su creación.

La Conferencia Internacional se desarrollará del 24 al 26 de julio de 2019, bajo el lema: Identidades y Culturas en la Educación de la Primera Infancia. Por ello, el Comité convoca a todos los maestros y maestras, equipos directivos de escuelas, educadores populares, graduados y graduadas en Educación Infantil, Primaria y Especial, en Artes, Psicología, Pedagogía, Medicina y otros profesionales involucrados en la atención y educación de la Primera Infancia a participar activamente.

Por otra parte, se informa que la Asamblea Mundial, para presidentes y representantes oficiales de todos los Comités, se realizará del 22 al 23 de julio.

Les damos una cálida bienvenida a la Ciudad de Panamá, que también en 2019 estará cumpliendo sus 500 años de fundada.

Reciban ustedes nuestros más cordiales saludos.

Ulina Mapp

Presidenta de OMEP Panamá

Descarga el programa:

2019 PROGRAMA CONFERENCIA MUNDIAL SPA FINAL

Fuente del documento: https://omeppanama.com/

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