Saltar al contenido principal
Page 76 of 116
1 74 75 76 77 78 116

Campaign for Education: Global Action Week for Education 2018 (22-28th April)

GCE’s Global Action Week for Education in 2018 takes place between the 22nd and 28th of April, following up on last year’s theme of accountability for SDG4 and active citizen participation. GAWE 2018, entitled “Accountability for SDG4 through Citizen Participation” will continue focusing on holding governments and the international community to account for implementing the full SDG4 agenda – asking governments to “Keep Your Promises”.

After the Global Partnership for Education’s (GPE) Financing Conference at the start of 2018, where developing country governments, donor countries and various partners pledged to increase funds to education, it is time for governments to prove they are actually working towards financing public, equitable, inclusive and free education – it is time to act. That is why we are calling for governments to “Keep Your Promises” – pledges made towards funding SDG4 must be implemented effectively, ensuring that children and adults around the world can receive quality public education.

Education underpins many of the SDGs, and it is fundamental to the realisation of other rights. Governments must deliver on this goal, and citizens must play their part in holding them to account for it.

For this, citizen and civil society participation must be institutionalised in any decision-making process which impacts on their lives. Yet in too many countries the voice of citizens is being stifled; across all regions of the world, certain national governments have taken aggressive actions to shrink civil society spaces, from restrictions on funding, repression of ‘political activity’ or protest, and even direct criminalisation of civil society activity.

This year, the Global Campaign for Education is calling on governments to:

  • develop credible roadmaps for implementation of the full SDG4 agenda, with clear mechanisms for transparency, allowing for active meaningful participation of civil society;
  • halt the criminalisation and shrinking of civil society spaces, both nationally and internationally;
  • strengthen public systems and state capacities to ensure that education is free, quality, and equitable and reject turning towards low fee/”affordable” private schooling as an answer to the education crisis.

We are asking teachers, students, education campaigners and members of the public to take part in events happening all around the world during Global Action Week for Education, which runs from 22-28th April 2018.

For more information visit www.actionweek.campaignforeducation.org !

ABOUT GLOBAL ACTION WEEK FOR EDUCATION

Global Action Week for Education is one of the major focal points for the education movement. Created and led by the Global Campaign for Education, it provides everyone campaigning for the right to education with an opportunity to make targeted efforts to achieve change on the ground, with the added support of millions of members of the public worldwide joining together for the same cause.

From: http://www.campaignforeducation.org/en/global-action-week/global-action-week-2018

Comparte este contenido:

De libros en papel a formato digital en las aulas: ¿estamos preparados para la transición?

Reseña
Una reciente investigación demostró que los alumnos prefieren leer en pantallas, pero que asimilan la información mejor cuando lo hacen en textos impresos. Expertos en educación explicaron a Infobae si conviene hacer el pasaje y de qué manera
Siglo XXI. La tecnología ya está instalada en las calles, los hogares, los trabajos. En las aulas, en cambio, la discusión sigue abierta. Hace años, ya están las computadoras. El siguiente paso, se espera, será el abandono de los libros en papel. Todos los textos digitalizados, disponibles para su lectura en tablets, readers, incluso smartphones.

En Argentina, de acuerdo con datos que se desprenden de las pruebas Aprender 2016, entre quinto y sexto año de nivel secundario, el 60,41% de los estudiantes dispone de computadores de escritorio mientras que el 69,73% tiene una notebook o netbook. En cambio, la incidencia es mucho menor (35,32%) en tenencia de tablets, una de las plataformas más habituales de lectura digital.

Estados Unidos ya prepara su transición del papel a lo virtual. En 2009, California anunció el pasaje de sus libros a su versión digitalizada. En 2011, Florida siguió sus pasos. «Profesores, padres, legisladores y estudiantes dan por hecho que la familiaridad y preferencia por la tecnología de esta nueva generación de estudiantes se traduce en una mejor capacidad de aprendizaje», afirmó una investigación de la Universidad de Maryland, publicada en los últimos días en The Conversation. «Pero descubrimos que no siempre es así», advirtió.

Un fenómeno similar de preferencia por las pantallas se observa a nivel nacional. Más del 60% señaló que, al menos a veces, el uso de computadora ayudó a amenizar una clase. Asimismo, tan solo el 26% confesó que la utilización de tecnología dificultó la comprensión.

«Tanto la lectura en papel como en digital son igualmente válidas y deben confluir», sostuvo a Infobae Juan María Segura, experto en innovación y gestión educativa. Sin embargo, advirtió que en el soporte digital existe una «tentación muy grande a la distracción debido a la posibilidad de tener distintas pestañas abiertas al mismo tiempo».

El escritor para papel sabe que escribe para un lector cautivo, que si requiere 20 páginas extra para desarrollar un concepto, lo puede hacer. De allí, dice Segura, surge la necesidad de adaptación del autor que debe escribir en bloques, todos ellos con significados en sí mismos, para no perder la atención del lector y alentarlo a continuar con la experiencia.

Las autoras del estudio, Patricia Alexander y Lauren Singer, ambas expertas en psicología del aprendizaje, rastrearon estudios desde 1992 sobre el tema y encontraron una curiosidad. Los estudiantes dicen una cosa, pero en los hechos se refleja otra. La mayoría piensa que trabajan mejor con pantallas, aunque en realidad asimilan con mayor eficiencia los contenidos que incorporan del papel, siempre y cuando el texto supere una página.

Ello se comprobó a través de un experimento. En principio, los chicos debieron indicar su soporte predilecto. Luego, leyeron dos textos, uno digital y otro en papel. Una vez finalizada la lectura, respondieron a tres consignas: señalar la idea principal, mencionar los puntos centrales del texto y especificar los detalles secundarios que recordaban. El último paso consistió en una autoevaluación de su comprensión lectora.

Los resultados encontraron discrepancias. La mayoría prefirió leer en digital y fue en ese formato donde leyeron más rápido y aseguraron haber tenido una mayor comprensión lectora. En el análisis de las respuestas, no se registraron diferencias en las consignas generales, pero sí en las preguntas puntuales. Allí, en realidad, los textos escritos demostraron ser los más convenientes.

«Cuando la tarea requiere una comprensión lectora más profunda y una mayor dedicación, los estudiantes podrían beneficiarse más de los libros de texto impresos», escribieron las autoras. Sin embargo, también destacaron haber hallado «un grupo selecto» capaz de comprender mejor la información digital que la de papel, pero con un distintivo: necesitaban una lectura más lenta.

María Cortelezzi, directora ejecutiva de Educar 2050, dijo a Infobae: «Una de las cuestiones centrales es la formación docente. Desde que irrumpió la tecnología en el aula, el docente cambió su rol». Y lo plasmó en un ejemplo concreto: mientras una maestra dibuja un sol en el pizarrón para dar el clima, el chico ya buscó en su smartphone el pronóstico extendido de toda la semana. «Los chicos tienen toda la información. El desafío es generar valor agregado. Qué hacer con ese contenido con el que llegan».

Más tarde o más temprano, ¿los libros estarán solo en digital? ¿ La transición será total? «Yo tiendo a creer que no. Todos los pronósticos de desaparición del libro físico fallaron», respondió Segura. «Yo creo que va a desaparecer más rápido el aula que el libro físico. El espacio de aprendizaje está más en riesgo de extinción y migraría hacia otros ambientes más abiertos. Espacios que ni siquiera están dentro de la escuela como un parque, la línea de producción de una empresa, un laboratorio de investigación o mismo una feria callejera un domingo», reflexionó.

Fuente de la reseña: https://www.infobae.com/educacion/2017/10/25/de-libros-en-papel-a-formato-digital-en-las-aulas-estamos-preparados-para-la-transicion/

Fuente de las imágenes: Getty Images.

Comparte este contenido:

OMEP América Latina: Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) 2018

América Latina/ 16.04.2018/ Fuente: OMEP América Latina.

La Vicepresidencia para América Latina de la OMEP y los comités nacionales de la región participan de la iniciativa de movilización internacional coordinada por la Campaña Mundial por la Educación (CME)

Este año se celebra del 22 al 28 de abril con la consigna “¡Mantengan sus promesas por la educación!“.

El objetivo principal es exigir a los gobiernos que rindan cuentas sobre la implementación de la Agenda de Educación 2030 en sus países, teniendo como premisa la participación activa de la ciudadanía en el seguimiento e implementación de estos compromisos.

En la Semana, se realizarán actividades de incidencia política y movilización social en más de 100 países de todo el mundo, las cuales seguirán durante todo el año.

Información de la Campaña AQUÍ
Participación y recursos AQUÍ
Redes sociales, Facebook y Twitter, usar los hashtags: #SAME2018 #MantenganSusPromesas #GAWE2018 #KeepYourPromises
Fuente de la reseña: http://www.omeplatinoamerica.org/2018/04/10/semana-de-accion-mundial-por-la-educacion-same-2018
Comparte este contenido:

La Relevancia Sociocultural de la Transformación Curricular desde la Afectualidad Infantil en Indoafrolatinoamérica

Iliana Lo Priore (*)

Para nuestros efectos, el currículo puede ser conceptualizado como un dispositivo o mecanismo discursivo agenciador y regulador, reproductor o transformador, que configura la articulación de saberes –significados y sus representaciones (formas imaginarias de realización y contextos evocadores de los significados)–, prácticas y relaciones de poder en las instituciones escolares con el propósito de incidir en la conformación y control disciplinarios o normalizadores (sujeción a normas), u objetivación, de los cuerpos de los  educandos y educadores, según los requerimientos ideológico-culturales o simbólicos establecidos en la retórica discursiva (leyes, reglamentos, normativas, políticas educativas, pedagógicas, didácticas, evaluativas, etcétera) por el poder estatal o estado-docente de una nación o país en un contexto y momento históricos dados de Indoafrolatinoamérica. Por consiguiente, el currículo no es un dispositivo técnico neutral como pretende presentarlo la concepción tecnocrática de la educación.

Al optar por llamar a nuestra región continental Indoafrolatinoamérica (Díaz Piña, 2018), lo hacemos atendiendo a que somos producto principalmente de la procedencia histórico-antropológica de tres etnias y no de una sola: la indígena originaria diezmada genocidamente, la africana cazada, esclavizada, y transplantada forzosamente, ambas indignificadas hasta  en su mixtura todavía hoy, y la latina europea invasora y colonizadora de la primera “globalización”, mejor, globocolonización, como lo sugiere Dussel (1994)  en el texto 1492:El encubrimiento del otro.

La referencia que hacemos de la condición ética de las dos primeras etnias y sus mezclas  resultantes, no es casual, por cuanto de  la resistencia que presentaron a su sojuzgamiento derivaron culturalmente formas de socialidad  afectivas solidarias, fraternas y defensivas entre ellas, y que subyacen hoy como modos de relacionamiento en los sectores populares ante el riesgo disociador del individualismo competitivo invasivo, que son antecedentes histórico-culturales inobviables a la hora de comprender el sentido de la afectualidad educativa que proponemos como forma de resocialidad empática en el presente (Ver artículos al respecto de Lo Priore, 2018).

Apple (1986) en su investigación sobre el origen y difusión del currículo, publicada en su texto Ideología y currículo, da cuenta de la procedencia histórica del dispositivo curricular. Según él, el currículo surgió en los EE.UU. con relación al control social y la reproducción simbólica de una comunidad, entendida ésta socioculturalmente como homogénea respecto de valores ideológicos, ya que la clase media de esa específica comunidad se sentía amenazada por su aparente disgregación y pérdida de poder, ante la inminente migración de nuevos empresarios competitivos y de inmigrantes europeos y afrodescendientes.  Quienes eran portadores de otras ideologías que pudieran desplazarla. Para ello, un grupo de intelectuales de su clase formaron el primer grupo de curriculistas, en el cual destacaron Franklin Bobbitt y W.W. Charters, con el expreso propósito de propiciar medios para reproducir la ideología con la que se identificaban a través de la educación escolar.  Luego el dispositivo curricular se extendió al ámbito nacional, y después, hacia Indoafrolatinoamérica por medio de acciones institucionales de sus organismos internacionales y sus difusores ideológicos como Hilda Taba y otros.

Dicha homogeneidad cohesionadora, nos hace relacionarla paralelamente por su semejanza con las nociones de gubernamentalidad y de tecnologías de gobierno o de seguridad en Foucault (2006).  Para éste la gobernación de la población, no se trata principalmente de dominar a otros de manera abierta y directa por la fuerza o la coacción física del Estado y sus aparatos institucionales de gobierno, sino de dirigir invisiblemente su conducta de una manera eficaz que cuente con su consentimiento, lo cual presupone la “libertad” de quienes deben ser gobernados.  Una gubernamentalidad capaz de crear un ethos a través de técnicas de gobierno, en este caso, el currículo, que presupongan unas condiciones de aceptabilidad en las cuales la población sometida se imagina libre, a pesar de que los fines y medios de su actuación conductual sean definidos por otros, los que tienen el  poder gubernamental.

Para Bernstein (1998), el currículo es configurado con la finalidad de reproducir simbólicamente el tipo de sociedad dominante por medio de principios o reglas de poder y control a los que llama códigos. Estos códigos, regulan y modulan los cambios curriculares en el proceso de transmisión sociocultural de representaciones y significados que las instituciones escolares realizan a través de prácticas discursivas y no discursivas. Define al código como un principio regulador implícito de subjetivación que selecciona e integra significados relevantes y las correspondientes representaciones de las formas de su realización con sus contextos evocadores.

Él propone diferenciar entre dos tipos de códigos condicionados que la división en clases sociales, y  el proceso cultural de socialización inicial  de la familia, los grupos de pares y la comunidad de origen, induce tendencialmente en los niños y niñas: el código elaborado y el código restringido. El primero, da acceso a órdenes de significados y representaciones universalistas o que están menos ligados al contexto, como es el caso prevaleciente en las instituciones escolares, mientras que los segundos, dan acceso a órdenes de significados particularistas o que están más ligados a un contexto específico, como es el caso de las comunidades populares.  Estos códigos se refieren a las reglas subyacentes de interpretación y sentidización que regulan la orientación hacia un orden de significados y representaciones que sustantivan una cultura de conformidad con el contexto sociocultural de clase, étnico, etcétera, que se trate.

La orientación codificada hacia los significados y representaciones considerados relevantes es reproducida de modo prevaleciente en las escuelas por medio del currículo, excluyendo o subordinando a los no-relevantes, coincidiendo éstos últimos, con los populares, ya que la reproducción se hace en términos de relaciones  referenciales privilegiados/privilegiantes, en el sentido de que su acceso es mediado por el poder y el control respectivamente en una escala dominantes/dominados, y en el sentido de que sus contextos están también  jerárquicamente demarcados. Las relaciones de significación y representación  privilegiantes otorgan estatus y  jerarquía  discursiva a quienes las enuncian o textualizan, y quienes no lo hacen, son relegados discursivamente o excluidos, indignificándolos socio-culturalmente de esa manera.

Bernstein (ob. cit.) agrupa a los distintos componentes o factores intervinientes en el proceso de reproducción escolar con el término genérico de categorías (agencias, agentes, discursos, sujetos, contextos y otros).  La relación entre categorías la define bajo la noción de clasificación, haciendo referencia a su jerarquización y a los nexos entre ellas, y a las relaciones dentro de las categorías, las denomina con el término enmarcación, refiriéndose a los factores posicionados en cada una de las categorías y a las vinculaciones entre sí.  Agrega el señalamiento de que la clasificación regula las relaciones de poder entre discursos y entre sujetos, manteniendo distintos grados de distanciamiento entre ellos; mientras que la enmarcación regula las prácticas comunicativas entre las categorías.

Ambos conceptos, clasificación y enmarcación,  regulan las jerarquías y las interacciones en los currículos, tanto dentro de las categorías que lo componen como entre ellas de modo fuerte o débil.  Si la clasificación es fuerte o rígida, existe un aislamiento muy marcado entre categorías. Si la enmarcación es fuerte o rígida, hay un acentuado posicionamiento en cada categoría.  Pasa inversamente cuando la clasificación y la enmarcación son débiles o flexibles.  Cuando ocurre lo primero, Bernstein (1994) califica al currículo como agregado, y cuando es lo segundo, lo denomina, integrado.  Desde esta perspectiva queda evidenciado que la intersubjetividad y el favorecimiento de un clima relacional afectivo  docente-niño/niña-estudiante y entre estudiantes es propiciado por una clasificación y un enmarcamiento débil o flexible, o currículo integrado, pese a su posible instrumentalización funcional curricular desnaturalizadora por la prevalencia de las semióticas pedagogizadas de la significación y de las representaciones correspondientes en el proceso educativo escolar.

La semiotización en el desarrollo infantil es analizada por Guattari (1996). Él utiliza las categorías de semiótica asignificante y semiótica significante para tratar los componentes semióticos que contribuyen a producir la subjetividad, teniendo en cuenta la obra de Stern (2005), El mundo interpersonal del infante. Es de aclarar que las semióticas asignificantes no significan o representan, pero inducen en los cuerpos resonancias sintientes y sentidizadoras dentro de sí,  por ejemplo, los casos de las experiencias vivificadoras individuales o colectivas con la música o la danza; siendo un caso-tipo la fiestas populares, donde se fusionan los cuerpos  animados por los deseos de expresarse libremente de manera placentera junto con los otros, así lo describe Joan Manuel Serrat en su famosa canción Fiesta, en la que “gentes de cien mil raleas” comparten su pan y su vino, y bailan,  donde transitoriamente “se olvidan que cada uno es cada cual”.  En esa obra de Stern (ob. cit), la subjetividad pre-verbal se expresa a través de semióticas simbólicas asignificantes en una relación problemática y complicada con la máquina social lingüística o semiótica significante.  Esa subjetividad pre-verbal, pre-cognitiva o pre-individual, que subyace a todos los modos de subjetivación, es encubierta e ignorada.  Antes de la adquisición del lenguaje, los niños y niñas construyen activamente formas de percibir, de expresarse y de experimentarse a sí mismos en el mundo por medio de una semiotización no verbal diversificada y diferenciada.

El texto de Stern (ob. cit.),  socava la supuesta unidad del sujeto al enumerar la multiplicidad de “sís” o “yoes”, de relaciones y de afectos pre-verbales que lo constituyen.  Él distingue tres sentidos de sí.  Un sentido de sí emergente, de sí nuclear y de sí intersubjetivo que preceden la aparición del sentido de sí verbal.  El sentido de sí, en los tres primeros casos, no significa un concepto de sí, ni un conocimiento de sí, ni una conciencia de sí ya que esas experiencias no son traducidas o expresadas por el lenguaje, la consciencia o la representación.  Los distintos sentidos de sí, anteriores al sentido lingüístico de sí, no constituyen etapas pero si son niveles de subjetivación o vectores de subjetivación no verbales que se manifiestan en el transcurrir de la vida de manera paralela con el habla y la conciencia.

La relación consigo mismo presupone un posicionamiento ante los otros y lo otro que es existencial o afectivo antes de ser lingüístico o cognitivo, y que es el centro de la subjetividad. Más aún, es a partir de ese núcleo asignificante que podrá haber significación y lenguaje.  Este asunto tiene implicaciones importantes  ya que sobre esa subjetividad asignificadora que perdura a lo largo de la vida, actúa el emplazamiento del poder-saber instrumentalizador o razón funcional; por ejemplo, el poder mediático, que trata de manipular para producir efectos virtuales digitalizados de dependencia consumista de un saber informacional instrumentalizado (semióticas significantes reductoras) que no implica sabiduría informativa, al contrario, paradójicamente, puede sr desinformación, constituyendo alienadamente lo que hemos denominado en otros textos, el sujeto informacional, –sujeto, por sujetado–, a través de los afectos, las percepciones,  los ritmos, los movimientos, las duraciones, las intensidades y otras semióticas asignificantes.  Aquí se trata de la neutralización del agenciamiento de un acontecimiento frente a lo contingente  (la posible creación de lo impensado o no-significado desde la semiótica asignificante por un colectivo de enunciación autopoiético que lo significa o resignifica), por vía de imponer lo establecido o ya significado (Ver Agenciamiento autopoiético y colectivos de enunciación en educación en Lo Priore y Díaz Piña publicado en OVE).

Asimismo ocurre con la imposición de la lógica  que regula la economía política mercantil del tiempo y del espacio implicados en la comunicación instrumental a través de plataformas digitales fijas o móviles, se impide la comunicación real entre “emisores y receptores” al restringir los intercambios de los interlocutores a envíos y reenvíos de textos-mensajes de emisión rápida y breves o cortos codificados primordialmente, ya que la auténtica comunicación implica la recreación de los significados y representaciones emitidos con mayor duración y más extensión por los comunicantes en su interacción enunciativa (Maturana y Varela, 2003), porque  potencialmente de ese modo se resignifica y rehace al nombrar o renombrar imaginariamente, el acontecimiento de otro mundo posible, y de su realización (Freire, 1985) . Se actúa tratando de  controlar y modular los efectos de subjetivación y des-subjetivación de las semióticas asignificantes o afectivas por parte del poder-saber tecnologizado bajo el control de la gramática del lenguaje digital y los nodos transnacionales  del tráfico infocomunicacional instrumental.

Una afectividad asignificante y no-reprepresentacional, que por el contrario, es necesario liberar de su reductora y manipulada privacidad o privatización, potenciando su publicidad (en términos de lo público, lo que a todos concierne) y redefiniéndola como afectualidad, estado de resonancia inter y transubjetivo en tanto apertura corporal a la capacidad de afectar y ser afectados, alterados y transformados intensamente  por los flujos  relacionales o empáticos de otros cuerpos, para fundamentar nuevas relaciones sociales de convivencia. Con la finalidad de transformar la predominante sociedad mundializada por la implacable “globalización”, mejor globorrecolonización, en crisis estructural por su modelo (contra)civilizatorio vigente  industrialista-extractivo-depredador consolidado por vía de la acumulación-desposeedora   de los indebidamente llamados recursos naturales y humanos (¿bienes y seres  convertidos en “recursos” para beneficio de quienes?) y la  decadente humanidad actual donde impera el temor y la desconfianza disociadores, inducidos por los poderes interesados en la desunión, ante el otro, los otros y lo otro.

Una estrategia para neutralizar, ordenar y normalizar o disciplinar la acción de las semióticas  asignificantes de la inquietud de sí por saber de niños y niñas (deseo de experienciar sobre sí mismos individual y grupalmente para vivir los saberes-otros bajo nuevas y diversas formas instituyentes, no convencionales o instituidas, para convivir sensiblemente o sentir-ser y no tan solo “para saber”, con base en sus diferenciadas infancias), que exceden las significaciones dominantes en la escuela ya que no son saberes referenciales  exteriores para sí, esto es, los significados y sus representaciones instituidos como “legítimos”, pero ajenos a las infancias, por ser de quienes tienen poder de significación curricular, consiste en jerarquizar estos últimos privilegiadamente en el currículo explícito o en el currículo oculto (Torres, 1998). Ajenidad de los saberes debida principalmente a su falta de sintonía afectiva o energética con las inquietudes de sí por saber, o con las disposiciones inmanentes a su habitus (Bourdieu y Passeron, 2008),–esquemas perceptivos, de pensamiento y acción–, y códigos socioculturales bernsteinianos de las diferenciadas infancias, heredados y adquiridos por su condición de clase social, étnica, género, etcétera; y que no se resuelve con tan solo instrumentalizar estrategias didácticas o de aprendizaje que provocan aprendizajes mecánicos o memorísticos-repetitivos ya que exige la sintonización con las semióticas asignificativas para lograr realmente aprendizajes significativos, por paradójico que pueda parecer.

Relación con los saberes legitimados como privilegiados-privilegiantes, que debe ser invertida por la trans-formación curricular desplazando las reglas de clasificación invisibilizadas u ocultas en la retórica discursiva y haciendo prevalecer las reglas de enmarcación débil y flexible bernsteineanas, para favorecer las resonancias afectuales inter o transcorporales, encuentros o agenciamientos de afectación de alta intensidad de los cuerpos por los flujos energéticos o vibratorios densos de empatía que los hacen reconocerse y fusionarse en planos trascendentes más allá de las convergencias afectivas o desafectivas de baja intensidad, al salir de sí para ser junto con otros cuerpos.  La subjetivación asignificante o afectual funciona fuera de la conciencia y  expresa la matriz existencial de la corporeidad (todo lo que el cuerpo puede hacer desde su inmanencia energética trascendente) desde la que se asimilan las experiencias a partir de las cuales surgen  pensamientos, formas percibidas, actos identificativos y sentimientos verbalizados.  Es un reservorio en el cual toda experiencia creativa puede prosperar.  Reivindicando que todo acto de aprendizaje de los cuerpos en última instancia, depende de los sentidos de sí que se forman en la niñez.

Guattari (ob. cit.) indica que es desde estas subjetividades de sí articuladas como universo protosocial, de carácter pre-verbal, que son  adquiridos los caracteres familiares, étnicos, de clase, etcétera, a modo de inconsciente cultural por medio de la comunicación contigua o intersubjetiva. Comunicación por contigüidad que se da primordialmente activando los “sís” o “yoes” preverbales asignificantes para establecer sintonía afectiva. No hay que olvidar que la intersubjetividad es condición básica para la supervivencia socializada y la transubjetividad o transcorporalidad es determinante para la afectualidad vitalista con/ por los otros.

Para resumir y concluir, hemos considerado la relevancia que puede tener la trans-formación curricular si se revierten  las reglas de clasificación y de enmarcación  del currículo agregado o de relaciones de poder y de saber (significados y representaciones dominantes escolarmente en los currículos explícitos y ocultos) sobre las semióticas asignificantes o afectivas reprimidas o contenidas que constituyen energéticamente la corporeidad trascendente de los niños y niñas. Semióticas corporales que pueden ser potenciadas por medio del currículo integral para desarrollar las condiciones favorecedoras del despliegue de la afectualidad en cuanto potenciación trascendente del modo de relacionamiento afectivo, por medio de propiciar pedagógicamente estados de resonancia intersubjetivas o transubjetivas de afectación empática de/por el otro-los otros-lo otro.

Con el propósito sociocultural que debe dar horizonte de sentido  a la educación infantil, consistente en incidir favorablemente en el cambio social de las naciones indoafrolatinoamericanas a través de impulsar los tipos de relaciones de carácter convivencial o vivificadoras, frente a la decadencia agónica  que expresan significativamente en la crisis estructural que atraviesan. Participando en la emergencia de una socialidad que se anuncia como empatía posmoderna ante el agotamiento y crisis disociadora de la Modernidad, y que puede servir a la  refundación  de nuevos vínculos  de la vida en común.

Referencias

Apple, M.  (1986).  Ideología y currículo.  Madrid: Editorial Akal.

Bernstein, B.  (1994).  La estructura del discurso pedagógico. Clases, códigos y control. Vol. 1.Madrid: Editorial Morata-Paideia.

—————-  (1998).  Pedagogía, control simbólico e identidad. Madrid: Ediciones Morata.

Bourdieu, P. y Passeron, J-C.  (2008).  La reproducción. Madrid: Editorial Popular.

Díaz Piña, J. (2018). Indoafrolatinoamérica: La educación entre los muros erigidos y el eterno retorno de la voluntad trágica para derribarlos. En: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/269081.

Dussel, E.   (1994).   1492: El encubrimiento del otro.  La Paz: Plural editores-CID.

Foucault, M.  (2006).  Seguridad, territorio, población: Curso en el Collége de France (1977-1978). Buenos Aires: Editorial FCE.

Freire, P.  (1985).  La importancia de leer y el proceso de liberación. México: Siglo XXI Editores.

Guattari, F.  (1996).  Caosmosis. Buenos Aires: Editorial Manantial.

Lo Priore, I. (2018).  La afectualidad como potencia social de los cuerpos para educarlos en una convivencia alternativa. En: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/269983.

Lo Priore, I. (2018). Resignificación de la afectividad infantil en la educación como base de sustentación y expansión de la socialidad empática. En: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/269074.

Maturana H. y Varela, F.  (2003). El árbol del conocimiento.  Buenos Aires: Editorial Universitaria.

Stern, D.  (2005).  El mundo interpersonal del infante. Buenos Aires: Editorial México Paidós.

Torres, J.  (1998).  El currículo oculto. Madrid: Ediciones Morata.

 

* OMEP, Capítulo Venezuela / Red Global-Glocal por la Calidad Educativa  / Universidad de Carabobo.

Correo: ilianalopriore11@gmail.com

Comparte este contenido:

Estudio de Adolescentes y jóvenes en realidades cambiantes: Notas para repensar la educación secundaria en América Latina

Más de mil millones de jóvenes y adolescentes en el mundo actual tienen la llave de nuestro futuro en común y del desarrollo sostenible, justo e inclusivo a nivel mundial.

Con el foco puesto en América Latina, esta publicación de la UNESCO aborda la necesidad de recuperar la confianza de las y los jóvenes y adolescentes en la educación y de llegar a construcciones sociales de la juventud más completas y positivas entre las y los educadores, los padres y madres, las comunidades y las autoridades educativas.

De este modo, el estudio analiza las experiencias educativas en cuanto productoras de significado que configuran las culturas e identidades de la juventud, al igual que sus actitudes hacia la educación y su potencial para mejorar y sostener el bienestar individual y colectivo.

Puedes leerlo aquí.

Fuente de estudio: http://juventud.campanaderechoeducacion.org/adolescentes-y-jovenes-en-realidades-cambiantes-notas-para-repensar-la-educacion-secundaria-en-america-latina

Comparte este contenido:

La Miniguía hacia el Pensamiento Crítico para Niños

La Miniguía hacia el Pensamiento Crítico para Niños es un manual escrito por la Dra Linda Elder, psicóloga y presidenta de la Fundación para el Pensamiento Crítico ( Foundation for Critical Thinking ). Una ayuda útil e importante para fomentar el desarrollo mental en tus niños. Un manual que ya ha sido probado en centros educativos y que ayuda, a través de tres personajes ( Julia Mentejusta, Erick Egoísta e Inés Ingenua ), a que el niño desarrolle sus capacidades mentales a través de las herramientas del pensamiento crítico en un lenguaje accesible para los niños.

Esta mini-guía está diseñada para su uso en aulas de primaria. Explica los principios básicos del pensamiento crítico a los niños con personajes de dibujos animados centrandose en los conceptos de la imparcialidad y el egoísmo, los elementos de razonamiento intelectual, las normas y las virtudes intelectuales.

El manual se presenta en cinco partes.

1.- Introducción a cargo de Fran Fairminded (Fran Imparcial)

Introducción a cargo de Fran Fairminded

2.- Conoce a tres pensadores

3.- Como utilizar las normas en su forma de pensar

4.- Las partes de su forma de pensar

5.- Las virtudes intelectuales

Descargar en: http://www.criticalthinking.org/resources/PDF/SP-Children_guide_all.pdf

Fuente: https://www.ateoyagnostico.com/2012/07/20/la-minigua-hacia-el-pensamiento-crtico-para-nioslinda-elder/

Comparte este contenido:

«Rita» y «Merlí»: bullying, recortes y conflictos en la educación pública del Primer Mundo

España – Dinamarca/ Autor: Guillermo E. Pintos / Fuente: Infobae

Dos series de Netflix sobre carismáticos y transgresores docentes en Cataluña y Dinamarca, revelan que no todo lo que brilla es oro en la educación europea

Dos series sobre carismáticos y transgresores docentes en Cataluña y Dinamarca, revelan que no todo lo que brilla es oro en la educación pública del Primer Mundo. Como se suele creer en esta parte del mundo, vale decir. Televisión online global mediante, Merlí y Rita se convirtieron en pequeños sucesos
también en estas latitudes, porque plantean algunas complejidades comunes al sistema educativo occidental en la acelerada segunda década del siglo XXI.

Ciertos asuntos conflictivos de la escuela pública contemporánea, de aquí y de allá, emergen por peso propio dentro de historias protagonizadas por los profesores, sus alumnos y familias, y el
Estado, es decir la comunidad educativa. Recortes presupuestarios, acosos de toda clase, presiones de los padres, conflictos hogareños, consumo de drogas, sexo adolescente y cyberbullyng en redes sociales asoman a la superficie e incluso por encima de las vidas de Rita y Merlí. El tono general de comedia que tienen ambas series deja paso, en ocasiones, a numerosas situaciones dramáticas. Que están ahí pese a que se quiera mirar para otro lado.

En una perspectiva de resumen que elude, al menos aquí, brindar detalles argumentales de las varias temporadas de cada una de las series, la cosa es así. Rita da literatura en una escuela de Copenhague y luego vuelve a su ciudad natal; Merlí es profesor de filosofía en un bachillerato de Barcelona. Ambos son mejores docentes que padres, o al menos eso es lo que se va conociendo de sus historias personales y conflictos familiares. No siempre cuentan con la simpatía de sus colegas, la mayoría de las veces se enfrentan al poder establecido en cada escuela, actúan como «lobos solitarios» en la puesta en marcha de los planes académicos e inevitablemente terminan involucrados en las vidas de sus alumnos, con quienes
mantienen un dinámica permanente de amor-odio.

Rita, originalmente emitida por el canal público danés TV2, da un giro de 180 grados a lo que se ha visto sobre series «de escuela». Sus quehaceres diarios con los alumnos y cómo aborda su vida personal de mujer divorciada a los 42 años y con tres hijos, son apenas la punta de un iceberg. Interpretada por Mille Dinesen, muy conocida en su país por un papel muy parecido al de Reneé Zellweger en Bridget Jones, es una mujer desprejuiciada, que fuma en la puerta del colegio (y la sala de profesores con la ventana abierta: ¿desde cuándo no se veía fumar a un profesor en una serie?), que toma la iniciativa para relacionarse con el hombre que le gusta, y que se enfrenta a la autoridad —el director y la orientadora del colegio— si cree que se está cometiendo una injusticia con algún alumno. Y, además de eso, cuida (como puede) a su hijo más pequeño, el único que vive con ella.

Su autor Christian Torpe, pone el acento en la cuestión individual antes que en el contexto de la historia. «Rita es, primero, el retrato de una mujer no convencional. Después, cuando aborda temas como el sistema educativo, puede nacer un aspecto político. Pero no fue mi primer deseo. Rita no es una persona politizada. Ella siempre actúa de acuerdo a lo que parece correcto para ella». Su explosiva protagonista, Mille Dinesen, dice que «las escuelas danesas aprenden de Rita y en los episodios se destacan temas que son relevantes para padres, maestros y estudiantes. El enfoque de Rita se usa para resolver conflictos, por ejemplo».

Merlí, interpretado por Francesc Orella, es un atípico profesor de Filosofía. Amado y odiado acusado de machista y prepotente, casi no tiene amigos y lidia en casa con su hijo recién salido del closet, y una madre actriz de teatro de otro tiempo. Misántropo, un poco salvaje, lúcido y con la ironía a flor de labios, intenta transmitir el conocimiento frente a un alumnado poco interesado, a veces hostil, casi siempre «en otra», con ejemplos prácticos de cómo se aplica la filosofía a la vida cotidiana. Los chicos recurren a él para conversar de sus conflictos, sus dilemas amorosos, familiares, vitales. Cada capítulo está contextualizado por un filósofo –Nietzsche, Schopenhauer, Guy Debord– que de algún modo genera el marco teórico en el que rebotarán los asuntos de ese día.

La repercusión pública de la serie en Argentina se refleja entre otras cosas, en el reciente raid mediático de su protagonista Francesc Orella. Allí habló de todo, incluso de la situación del gremio docente. Y fue más bien explícito: «Adelante compañeros con la lucha de los docentes y de los alumnos también. Todos juntos es la misma lucha. Adelante, todos por la filosofía, por los derechos de los profesores y por salarios justos. Estoy absolutamente con vosotros en esta lucha», fue su mensaje en una entrevista concedida a una radio marplatense.

Declamaciones del tipo «Macri-oligarquía» que sembraron titulares al margen a partir de las palabras del actor, el autor Héctor Lozano fue más sutil con respecto a la relación ficción-realidad de la serie. «La semana pasada fui al teatro y precisamente una señora me felicitó y me dio las gracias. Era maestra y estaba entusiasmada. A Francesc Orella le comentaron, por ejemplo, que hay alumnos que ahora quieren tener conversaciones con los profesores en la cocina del colegio. Pero también sé que los hay que critican que no es realista. Pero esto es una serie y las series no son igual que la realidad: siempre son mejores. No puedes tomarte Merlí como si fuera un documental sobre la educación pública».

Más allá de las particularidades que rodean a los educadores (y sus mundos privados), la escenografía es más o menos la misma. Un instituto público donde resuenan los conflictos sociales tanto subjetivos como familiares: el presente se cuela por la puerta del aula y es integrado por el profesor/a. En eso no difieren, aún dentro de la idealizada construcción socialigualitaria de los países escandinavos o la agitada realidad política catalana. En ese punto surge la inevitable comparación con la realidad de la comunidad educativa regional y, variables idiosincráticas al margen, afloran las mismas cuestiones. Ese es el punto desde donde disfrutar (y pensar) ambas series.

Fuente de la Reseña:

https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/03/21/rita-y-merli-bullying-recortes-y-conflictos-en-la-educacion-publica-del-primer-mundo/

Comparte este contenido:
Page 76 of 116
1 74 75 76 77 78 116
OtrasVocesenEducacion.org