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Educación inclusiva: respeto a la igualdad y la necesaria atención a la diversidad

Por: EducaBolivia.07.12.2016

El término que actualmente describe las características que debería tener este modelo de educación es el de la educación inclusiva. Una educación donde nadie sea excluido y todos tengan un lugar que ocupar. Por ello pretendemos con este artículo ofrecer una posición clara de la educación inclusiva y los cambios más importantes entre otros que conllevaría a su aplicación en nuestro contexto educativo.

A lo largo de la historia nuestra civilización ha negado la diversidad, la ha condenado o la ha reducido. Reconocer la igualdad entre las personas implica una determinada concepción del mundo de los seres humanos y de los valores que han de usarse como referente a la hora de convivir.
En nuestro país, a finales del siglo pasado, se han abierto nuevos caminos para trazar rutas alternativas y mucho más con la implementación de la nueva Ley Educativa Avelino Siñani  -Elizardo Pérez. Atrás quedo ya la pedagogía de la exclusión, basada fundamentalmente en la idea de que estudiar era un privilegio y que los estudiantes mal educados o con problemas en su aprendizaje debían dejar las escasas plazas escolares a otros mejor preparados o con mejores elementos de percepción para el aprendizaje.
Hemos pasado de tasas de analfabetismo muy preocupantes a datos de alta relevancia como que  en el año 2008 Bolivia fue declarada libre de analfabetismo con una tasa de 3,77%. Los datos del censo de 2012 lanzan que menos de 5 mil adolescentes son analfabetos en nuestro país. Estos hechos suponen cambios importantes en la manera de entender y concebir la educación.
Con nuestra nueva ley educativa estamos asistiendo al crecimiento de la idea de conseguir una educación abierta para todos. Muchas son sus denominaciones: educación inclusiva, educación integradora, educación en la diversidad, educación para todos, etc.
Todos los anteriores términos mantienen una idea común. Responder a las necesidades de todos los estudiantes con independencia de su naturaleza o grado de necesidad que presenten. Una educación sin exclusiones en la que conviva y aprendan estudiantes de distintas condiciones sociales, de diferentes culturas y distintas capacidades e intereses. Desde los más capaces hasta los que tienen alguna discapacidad.
Ser indígena originario o no, Síndrome de Down, padecer una enfermedad, ser paralítico cerebral o ser sencillamente niño o niña no es un defecto es un valor. Una escuela que se construya sobre la base de que todas las personas que acuden a ellas son diferentes.
Frente a la homogeneidad escolar neoliberal, creada por la exclusión, se impone la heterogeneidad del vivir bien, donde todos los problemas sociales y psicológicos están presentes en el aula. Educar en este contexto implica un cambio profundo y esencial que lleve a toda la comunidad educativa a reconsiderar el proceso de enseñanza aprendizaje en el marco de principios como la participación, las expectativas positivas, enseñanza y aprendizaje interactivo y el apoyo a los docentes.
El aprendizaje escolar inclusivo no puede quedar sólo en manos de los docentes, sino que deben participar todos los agentes educativos posibles: profesorado, familia, juntas escolares y autoridades educativas locales y nacionales.
En un aula inclusiva se acepta incondicionalmente a todos sus estudiantes, tal y como son, y se espera que den de sí lo máximo posible. Es necesario y recomendable que se trabaje en el desarrollo de todos los estudiantes a partir de sus fortalezas en lugar de buscar y remediar sus debilidades.
El docente de aula educación regular que trata de satisfacer las necesidades de una clase por si sólo está siendo reemplazado por otras características de enseñanza, aquella en la que los estudiantes trabajan juntos, se enseñan mutuamente y autoevalúan su propia educación y la de sus compañeros.
No hay que dejar de lado la idea de que una de las señas que definen la inclusión es la enseñanza en equipo. La inclusión implica proporcionar un apoyo continuo a los docentes en sus aulas y romper las barreras de aislamiento profesional. A modo de ejemplo, se puede recurrir a un especialista del lenguaje especial (lengua de señas o lenguaje Braille)  para que se convierta en un colaborador, capaz de hacer sugerencias no sólo sobre cómo enseñar lenguajes especiales a los niños con necesidades especiales sino cómo incorporar actividades de enriquecimiento del lenguaje en todos los aspectos educativos.
Para lo anterior, la organización es muy necesaria dentro de un escenario que acogería las actividades educativo – inclusivas y en el que se desarrollaría la convivencia. Es también el requisito que hace viable llevar a la práctica los postulados que pretenden conjugar el respeto a la igualdad y la necesaria atención a la diversidad.
Durante  muchos años y todavía hoy, la organización predominante en nuestras escuelas es aquella que facilita un proceder homogéneo. Los estudiantes son distribuidos en grupos de edad, como si todos los que tienen la misma edad tuvieran las mismas capacidades y destrezas. Se pone en marcha una metodología idéntica para todo el grupo. Se hacen horarios de clase iguales para todos, asumiendo que todos los estudiantes deben acabar las tareas a la misma vez. Se supone que un año escolar debe tener la misma duración para todos los aprendices.
Los docentes utilizan libretas parecidas para calificar a todos los estudiantes de la misma edad y curso, sin tener en cuenta cuál ha sido su punto de partida al comienzo del año. Incluso la legislación es la misma y ha de ser cumplida en el mismo tiempo y de la misma forma para todos los centros.
Frente a ese proceder homogéneo se hace necesario plantear un enfoque diferente de la práctica educativa. De hecho una organización permisible con la diversidad debe ser flexible en los agrupamientos de los estudiantes.
Una estructura homogeneizadora de la escuela estimula negativamente al etiquetado: estudiantes listos, medio inteligentes, nada inteligentes. Frente a esta homogeneización va en contra la heterogeneización de las aulas, y por supuesto, constituye una alternativa. Por ejemplo: aulas compuestas por niños de diferentes edades y diferentes habilidades.
La educación inclusiva exige espacios agradables y tranquilos, ya que el estudiante ha de permanecer en su interior una gran parte del día y de su vida. No olvidemos que el nuevo enfoque educativo aconseja trabajar en espacios extra escolares. Los estudiantes deben entender que el aprendizaje no se da sólo dentro de las cuatro paredes del aula. La familia y la comunidad son también espacios educativos muy interesantes.
También es muy necesaria la flexibilidad en el manejo de tiempos en el proceso inclusivo de enseñanza – aprendizaje. El criterio de flexibilización ha de permitir organizar variaciones en los horarios y en su distribución teniendo en cuenta criterios solidarios e comprensivos. La utilización eficaz del tiempo tiene que permitir al docente disponer de más tiempo para favorecer la atención individualizada de sus estudiantes aumentando la autonomía y la responsabilidad del grupo.
La inclusión necesita un trabajo a nivel de currículo y de las prácticas de enseñanza para ser posible que responda y se adapte a todos los estudiantes. El principal objetivo de una escuela inclusiva, de una escuela para todos, no sólo debe ser el acercar los contenidos a todos los estudiantes sino poner el énfasis en la selección de esos contenidos.
Caben dos interrogantes: ¿Qué deben enseñar las escuelas inclusivas? ¿Qué deben aprender nuestros estudiantes en las escuelas inclusivas? Lo que queda claro es que con tanta información por aprender y mucho más con la aparición de las Nuevas Tecnologías, es irremediable enseñar a los estudiantes a aprender a aprender. Es decir aprender a ser aprendices e investigadores durante toda la vida.
El último consejo, sabiendo que hay mucho por decir y aconsejar sobre educación inclusiva, es que todo el plantel docente y el administrativo de una unidad educativa juegan un papel fundamental en el desarrollo de la educación inclusiva. Es necesario que la comunidad educativa comparta la filosofía de que todo alumno es capaz de aprender y que debemos facilitar el rendimiento educativo de cada uno y su adaptación personal y social.

 

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La ONU advierte que el mundo está perdiendo la batalla en el cuidado de la biodiversidad

Por: VeoVerde.07-12-2016

El organismo anunció que «las especies están desapareciendo a un ritmo horrendo» durante la Cumbre de Naciones Unidas sobre Biodiversidad.

El mundo está perdiendo la batalla en la protección de la biodiversidad. Esta fue la advertencia hecha por el director adjunto del Programa de la ONU para el Medioambiente (PNUMA), Ibrahim Thiaw, durante el segundo día de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Biodiversidad.

En la cita que se lleva a cabo en Cancún, México, el funcionario del organismo agregó que «las especies están desapareciendo a un ritmo horrendo», según informa la agencia Efe.

«La pérdida de especies a una tasa diez mil veces superior a la tasa de extinción natural -es decir, una cada 20 minutos- era inaceptable, pero para 2010 seguíamos discutiendo lo urgente que era el problema, mientras la quinta parte de la población de elefantes era diezmada», añadió.

La Cumbre de Naciones Unidas sobre Biodiversidad se extenderá por casi dos semanas y en ella participarán 6.500 delegados de 96 países. La cita es presidida por el ministro mexicano de Medioambiente, Rafael Pacchiano.

Fuente: https://www.veoverde.com/2016/12/la-onu-advierte-que-el-mundo-esta-perdiendo-la-batalla-en-el-cuidado-de-la-biodiversidad/

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Los profesores universitarios que investigan enseñan mejor

Por: Red Iberoamericana de Docentes. 07/12/2016

La investigación beneficia a la enseñanza universitaria porque mejora su calidad, tal y como revela un estudio en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid. En una muestra con más de 600 docentes, los autores comprobaron cómo los profesores que investigan tienen mejor criterio y son más rigurosos a la hora de dar clases aunque, si investigan demasiado, la calidad docente empeora, al faltarles tiempo.

Una mayor producción investigadora está asociada con una mayor calidad docente. Es la principal conclusión de un estudio elaborado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Jaume I (Castellón), en el que han participado 604 profesores universitarios entre 2002 y 2006.

“Hemos descubierto que los docentes que cuentan con resultados de investigación enseñan mejor que otros profesores con menos investigación”, destaca Teodosio Pérez Amaral, del departamento de Economía Cuantitativa de la UCM. De hecho, según el estudio, los que no investigan son cinco veces más propensos a ser los peores docentes.

Los profesores que no investigan son cinco veces más propensos a ser los peores docentes

Los participantes procedían de 25 departamentos de las áreas de humanidades, ciencias sociales, económicas, gestión, ciencias naturales e ingenierías de la Universidad Jaume I (UJI). El estudio, publicado en Applied Economics, incluyó 69 variables de fuentes oficiales para medir los índices de enseñanza, tareas administrativas e investigación de los docentes.

Uno de estos índices es Teachqual, con el que los estudiantes evaluaron la calidad de la enseñanza en una escala de 0 a 9. La investigación se cuantificó con Researchl, entre otros indicadores, que da un valor a la investigación publicada en función de la calidad de las revistas científicas en las que esta aparece.

El estudio revela que, de media, los profesores que investigan imparten un 21,5% más de clases que los que no lo hacen. Además, dos tercios de los docentes podrían mejorar su enseñanza si realizaran más investigación.

Investigar hasta un límite

Diferentes argumentos justifican este resultado. “Los investigadores tienen mejor criterio para elegir qué temas abordar en la docencia, y mayor acierto y rigor por los continuos filtros y controles a los que está sujeta su actividad científica”, afirma Nikolaos Georgantzis, del Laboratorio de Economía Experimental de la UJI y coautor del trabajo.

Dada su experiencia, estos profesores pueden dirigir tesis doctores con mayores garantías de éxito que los no investigadores y orientarlos académicamente o profesionalmente con mejor criterio. 

El trabajo también revela cómo la investigación se puede volver en contra de la enseñanza cuando es excesiva, al consumir la mayor parte del tiempo y energía del docente. “Lo atribuimos a que, en algunos casos, la dedicación a la investigación puede ser tan intensa que puede dar lugar a que disminuya la calidad de la enseñanza”, alerta Aurora García Gallego, del mismo laboratorio de la UJI y coautora del trabajo.

La investigación se puede volver en contra de la enseñanza cuando es excesiva

Lo que también afecta a la excelencia educativa son las tareas administrativas, que restan tiempo al docente. No obstante, si su peso es elevado y el profesor recibe a cambio una disminución de la carga docente, el nivel de la enseñanza no empeora.

Por áreas, los profesores del departamento de Educación consiguieron los mejores resultados, y entre sexos fueron las mujeres las que registraron una docencia de más calidad. Elaborar libros y material multimedia también benefició a la enseñanza, pero no lo hicieron los cursos de mejora pedagógica en los que participaron los profesores.

El Decreto baja la calidad 

El estudio refleja que el Real Decreto 14/2012 –de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo– redujo la calidad educativa 0,75 puntos sobre 10, al disminuir la carga docente de los investigadores consolidados pero aumentarla en la mayoría de los profesores.

“Abarata la docencia, al incrementar el número de horas de la mayor parte del profesorado”, alerta Joan Martín Montaner, investigador del Instituto de Economía Internacional de la UJI y coautor del trabajo.

Como conclusión, los autores proponen que el organismo evaluador del profesorado, la ANECA, incentive la calidad docente como hace con la investigación. “Se podría controlar con encuestas o con auditorías con profesores externos”, proponen.

Referencia bibliográfica:

García-Gallego, A; Georgantzis, N; Martin-Montaner, J y Perez-Amaral, T. “(How) Do research and administrative duties affect university professors’ teaching?” Applied Economics 47 (45), 2015. DOI: 10.1080/00036846.2015.1037438.

Fuente: http://redesib.formacionib.org/blog/los-profesores-universitarios-que-investigan-ensenan-mejor

Fotografía: cienciaxplora

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Stephen Hawking: «Este es el momento más peligroso para nuestro planeta»

Por: VeoVerde.07/12/2016

El célebre astrofísico hizo referencia a la gravedad de las amenazas globales que acechan a la Tierra en este tiempo.

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Entrevista: A Ernesto Samper, secretario de UNASUR: «Tenemos que preservar a la región como una zona de paz en el mundo»

Por: Camila Vollenweider

Desde que asumió la Secretaría General de la UNASUR, ¿cuál cree usted que han sido los principales logros, y en qué aspectos institucionales se ha visto fortalecida?

Pienso que el principal logro es haber conseguido posicionar a UNASUR como un interlocutor político dentro de la región. UNASUR nació como resultado de una serie de procesos políticos complejos a finales del siglo pasado, que suscitaron la necesidad de crear una entidad que defendiera conceptos políticos como el de la preservación de esta región como una zona de paz en el mundo, la vigencia de la continuidad democrática como un propósito de mantener a la región dentro de unos estándares de participación ciudadana, y la vigencia de los derechos humanos en términos generales. Esa defensa, por supuesto, supone unos niveles de interlocución política que creo que de alguna manera he logrado mantener durante el tiempo que llevo en esta Secretaría.

En cuanto a lo institucional, hemos reforzado la segunda tarea más importante de UNASUR que es ser un generador de políticas públicas. UNASUR funciona con 12 Consejos Sectoriales y 6 Grupos de Trabajo, y hemos reagrupado estos Consejos en función de ciertas prioridades. Por ejemplo, hay alrededor de 3 agendas centrales: una agenda social, cuyo propósito fundamental es la inclusión; una agenda económica, cuyo propósito fundamental es la productividad, y una agenda política cuyo propósito fundamental es la participación ciudadana. A partir de esa reorganización creo que hemos fortalecido la presencia política de UNASUR.

Pasados ya 9 años de la creación de UNASUR, ¿cómo analizaría la situación actual del proceso de integración unasureño?

Yo tendría que separar lo que fue el momento en que asumí la Secretaría de UNASUR, que fue una especie de “luna de miel” donde todos los países, de alguna manera, estaban enfocados en unos logros específicos, había niveles de crecimiento importantes. Todos los países de la región -sin excepción-, habían logrado sacar cerca de 180 millones de personas de la pobreza, había unos logros específicos y una gobernabilidad relativamente garantizada. Hoy debo reconocer que la crisis económica, de alguna manera, ha “contaminado” la política y las posibilidades de mantener los logros sociales, y eso de alguna forma se ha traducido en dificultades de gobernabilidad. Por supuesto que en la región se mantienen unos propósitos comunes y no se ha renunciado a cierto tipo de principios pero estamos en dificultades porque la mala economía ha traído una mala política y esa política ha dificultado las posibilidades de mantener unos equilibrios en materia de integración.

Sabemos que dentro del grupo de países que conforman la UNASUR hay divergencias respecto de las políticas comerciales con otros países o bloques, particularmente Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Cómo afecta esto a los procesos de integración, siendo que cada vez son más los países que están manifestando su voluntad de avanzar en estos Tratados de Libre Comercio?

Hay que partir del concepto básico según el cual nuestro propósito fundamental es articular un proyecto político de región, y los temas que tienen que ver con la parte de la integración comercial y económica están en otro nivel. Podríamos sintetizar esta especie de dicotomía diciendo que nosotros somos partidarios de un regionalismo abierto en lo económico, pero con una integración política en lo regional. O sea, es válido que los países, en función de sus intereses, encuentren unos relacionamientos a través de mecanismos, como pueden ser la Alianza del Pacífico, la participación de los países petroleros en la OPEP o, de alguna forma, el liderazgo que está ejerciendo Brasil en el seno de los BRICS. Todo eso es absolutamente válido dentro de un concepto de regionalismo abierto en lo económico y cuando no haya un renunciamiento a los principios políticos fundamentales que hablábamos.

Respecto de lo que ocurrió aquí en Ecuador con el terremoto, ¿UNASUR cuenta con programas o políticas específicas para abordar este tipo de catástrofes naturales en la región?

Mi experiencia como ex Presidente de un país en el cual los desastres no son cosa excepcional, es que a veces termina siendo mayor desastre el manejo de los desastres que los desastres mismos. Por eso hemos impulsado desde UNASUR un Manual de Manejo de Riesgos Naturales que ya fue consensuado y aprobado por los Cancilleres y por los responsables del tema, que permite, hacia adelante, que haya una coordinación, inclusive un apoyo operativo cuando ocurren situaciones como la del terremoto. El martes de esta semana viajamos con los embajadores de UNASUR a las zonas cero; estuvimos en Manta y fuimos a hacer entrega de algunos apoyos que hemos conseguido con recursos que recogimos entre nosotros mismos. Pero también hablamos sobre ciertos temas, por ejemplo, experiencias que tienen algunos países en el manejo de albergues. Actualmente hay 40.000 personas en albergues de la zona del terremoto, la política hacia los sectores poblacionales que padecen alguna minusvalía, que son los que quedan doblemente minusválidos porque no tienen capacidad de movilizarse, apoyar la iniciativa que ha adoptado el Presidente Correa que haya una Secretaría Operativa que de alguna manera se adelante y permita coordinar los primeros apoyos, los primeros auxilios, que son los más importantes, y los que vienen después, cuando la gente ya se olvidó que existió la tragedia. Estamos trabajando en función de lo que tenemos para ofrecer pero, en síntesis, hay un manual que hacia el futuro va a permitir que los países respondan coordinada, oportuna y pertinentemente a la ocurrencia de este tipo de desastres naturales.

¿Cómo ve el futuro de los proceso de paz en Colombia?, ¿Cuáles cree ud. que son los principales frenos para alcanzar un acuerdo de paz y, también, los distintos “proyectos” de paz por los que clama cada uno de los actores del conflicto?

Empezaría por distinguir lo que es el proceso de paz con las FARC del proceso de paz con el ELN. El proceso de paz con las FARC es un proceso que tiene raíces en las luchas campesinas de los años cincuenta, es un movimiento principalmente rural, con una clara influencia internacional de lo que fue la Unión Soviética, en su momento, de “revolución en marcha”. El proceso del ELN es, quizás, más complejo. Tiene raíces fuertemente urbanas, muy vinculado con las reivindicaciones petroleras de los años setenta y ochenta, ahora con la minería, profesionales -muchos de ellos identificados con la línea maoísta-; o sea, que los dos orígenes de los dos procesos ponen en marcha dos agendas. Sin embargo creo que, hábilmente, se ha conseguido por parte del Gobierno y, por supuesto, de los grupos guerrilleros, coincidir en más de un 60% en las dos agendas. Vamos a trabajar con dos mesas paralelas, con dos agendas, pero con un solo proceso de reconciliación. Y en ese sentido temas como la importancia que tiene las víctimas en los dos procesos, los mecanismos de la justicia transicional para garantizar el paso del conflicto al post conflicto, me parece que, de alguna manera, ayudan a darle solidez al proceso como un todo.

Ahora, claro que la paz tiene enemigos, y tiene enemigos poderosos que han comenzado a mostrar sus dientes, en cuanto han visto que el proceso avanza en forma definitiva. Y lo hacen utilizando su condición de poderes fácticos. No son actores políticos que estén cuestionando el proceso de paz; son actores políticos sin responsabilidad política que, desde los medios, desde los grupos económicos, están de alguna manera tratando de minar el proceso por debajo. Y creo que ellos han encontrado un momento preciso porque este es el momento de la verdad, por lo menos en el de las FARC, que es cuando ya la gente no sólo tiene que pedir sino también dar, y este es el momento en el que se está pactando la desmovilización, el desescalamiento, el reintegro, que son los temas más difíciles para decidir. De tal manera que sí, es un momento delicado y difícil, pero estoy confiado y optimista de que se va a llegar a un buen puerto.

¿Cree que el proceso de destitución abierto recientemente en Brasil contra la Presidenta Rousseff puede tener implicancias en la estabilidad democrática de la región?

Es claro que el juicio apenas comienza, que en este momento esperamos que a la Presidenta se le dé el derecho a su legítima defensa y, por lo que nosotros conocemos del proceso, no hay una imputación que razonablemente pueda llevar hoy a pensar que se justifica su desvinculación permanente del Poder Ejecutivo. Nosotros vamos a seguir muy atentos al proceso, al juicio; hemos reclamado el derecho de la Presidenta a su defensa adecuada. También vamos a seguir trabajando con el nuevo gobierno en los temas que tienen que ver con UNASUR, por supuesto. Brasil es un actor muy poderoso en la región, pesa mucho, y sería ingenuo desconocer que lo que pasa en Brasil no va, de alguna manera, a afectar para bien o para mal lo que suceda en la región. Y esta no es la excepción.

¿Cómo puede incidir el giro ideológico en varios gobiernos de la región respecto de las concepciones de defensa y seguridad, teniendo en cuenta que desde la UNASUR se ha buscado impulsar una noción diferente a la planteada históricamente por Estados Unidos?

Espero que no tengan una mayor influencia. La región, lleva muchísimos años -no sólo los que lleva UNASUR- tratando de caracterizar un espacio distinto, independiente, en materia de defensa. Cuando estaba vigente el sistema interamericano los ejércitos de la región trabajaban con hipótesis de conflicto. Los juegos de guerra eran por ejemplo “qué pasará si Venezuela invade a Colombia o si Perú ataca a Bolivia”; en fin, eran juegos de guerra que empezaban por crear situaciones de conflicto entre nosotros mismos. Pienso que si en algo se ha avanzado en materia política en la región es que estamos trabajando con hipótesis de confianza: es la confianza que tienen los altos mandos entre sí para reunirse y encontrar las bases de una política de seguridad hemisférica que están muy lejos de ser lo que eran las viejas políticas de la seguridad nacional. A mí me parece que es una agenda que se va a mantener, entre otras cosas, porque no hay ninguna posibilidad en este momento de pensar que pueda existir un golpe militar en la región.

Finalmente, ¿cuáles son los principales desafíos que tiene la UNASUR para los próximos años?

Creo que está muy supeditado a lo que hablamos al comienzo, por eso me parece una excelente pregunta para terminar. Tenemos que preservar a la región como una zona de paz en el mundo. En un mundo lleno de conflictos étnicos, religiosos y propios de la Guerra Fría, no deja de ser una buena noticia que nuestra región sea un oasis de paz; no es que no existan conflictos, pero éstos no buscan solucionarse con violencia, de allí la importancia de cerrar el conflicto colombiano, que es el último conflicto armado importante que queda en el hemisferio. Segundo, tenemos el desafío de mantener la continuidad democrática, y esta no es una tarea fácil porque, como ya he señalado, la crisis económica ha complicado la política. El mayor desafío que tiene en este momento la región, o los dos mayores desafíos, son en primer lugar evitar que la crisis económica comience a costarnos en términos de las personas que logramos sacar de la pobreza en los últimos años. Hay cifras ya preocupantes de que, en estos meses de crisis económica, ya más de 8 o 10 millones de personas que habían dejado de ser pobres han vuelto a serlo y, en segundo lugar, superar las condiciones de este modelo extractivo de desarrollo que tenemos que nos lleva a vivir de lo que le sacamos a la tierra por encima y por debajo sin que hayamos sido capaces de agregarle valor a esto que tenemos.

Y claro, está el gran proyecto que estamos trabajando con ayuda de amigos, como Jacques Ramírez, que es el proyecto de la ciudadanía suramericana. La integración no es sólo un problema de movilidad de cosas o de servicios, sino que es esencialmente un problema de movilidad de personas y tenemos que otorgar derechos a esas personas en movilidad. Y si uno se pone a hacer una radiografía al alma de Suramérica se da cuenta de que si algo está caminando bien hoy día es el interés que tienen los suramericanos por no irse al extranjero. Y definen al extranjero como todo lo que hay por fuera de Suramérica. Entonces, que haya suramericanos que piensen que su país es Suramérica, y que lo que quieren es migrar dentro de su país y buscar oportunidades y cambiar dentro de su país, dentro de su gran país, pues creo que tenemos muchas posibilidades de fortalecer la integración.

 Fuente: http://www.celag.org/entrevista-a-ernesto-samper-secretario-general-de-unasur-tenemos-que-preservar-a-la-region-como-una-zona-de-paz-en-el-mundo-por-camila-vollenweider/

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La Revolución silenciosa de las mujeres Iraníes

Por: Florence Beaugé. Nueva Sociedad. 03/12/2016

En Irán, la creciente presencia de las mujeres en todas las esferas de la vida social resulta cada vez más relevante. Mientras el régimen persigue a las jóvenes en virtud de su «vestimenta inadecuada», muchas de ellas establecen una suerte de juego entre el gato y el ratón con las policías de costumbres, al tiempo que lograron derribar algunas de las barreras que aún les impiden avanzar. Su elevado nivel de instrucción (son mayoría en las universidades) facilita su independencia y la reivindicación de sus derechos, todavía postergados por la tradición islámica del país persa.

Un grupo de adolescentes entra riendo al vagón y se sienta alegremente en el suelo, a falta de asientos libres. Con las sacudidas del vagón, sus velos se deslizan por sus hombros, descubriendo sus cabellos. Poco importa: aquí no hay sino pasajeras. En el subterráneo de Teherán, que entró en servicio a fines de la década de 1990, los coches primero y último están reservados para las mujeres. Suben allí «para estar tranquilas», dicen ellas. La atmósfera es distendida. Los demás vagones son mixtos. En ellos, las parejas jóvenes se toman de la mano, sin problemas.

Moderno y limpio, el subterráneo de Teherán es lo único que permite escapar a los embotellamientos y la contaminación. Por el momento, hay cinco líneas en servicio. Las estaciones desfilan, bautizadas con los nombres de «mártires» de la guerra contra Irak (1980-1988). Hace 28 años que terminó el conflicto, que en total causó cerca de medio millón de muertos, pero el poder no dejó de cultivar su memoria. El subterráneo ilustra las contradicciones de la República Islámica. Allí se codean atuendos elegantes, de colores vivos, y ropa de todos los días, muy gastada. En promedio, cinco chadores negros y estrictos –la vestimenta de rigor de las empleadas de la administración– cada dos velos coloridos. No se ven figuras herméticamente cubiertas. Y luego, escenas inesperadas: vendedoras ambulantes ofrecen corpiños, pequeños culotes, carteras…

Treinta y siete años después de la Revolución Islámica, a pesar de una legislación que les concede menos derechos que a los hombres, las mujeres desempeñan un rol fundamental en Irán. Se hacen lugar en todos los sectores, aun si la mayoría de los altos cargos de la administración todavía siguen cerrados para ellas. En virtud de una lectura estricta del Corán, las mujeres no pueden ser juezas de pleno derecho ni interpretar los textos sagrados, aun si acceden al rango de ayatolá (el grado más alto en el clero chiita). Pero pueden ser arquitectas, jefas de empresa, ministras… El Parlamento cuenta con nueve diputadas (todas conservadoras) y acaba de ser designada una primera embajadora: Marzieh Afjam asumió su cargo en Kuala Lumpur en noviembre de 2015. Nada es fácil: las mujeres deben luchar para imponerse. Y, sobre todo, para hacer que se reconozcan sus derechos en un país en el que sufren discriminaciones en todos los niveles.

Para casarse, trabajar, viajar, abrir una cuenta bancaria o heredar están sometidas a leyes inicuas y dependen de la voluntad del jefe de familia. Por ejemplo, contrariamente a su marido, para divorciarse una mujer deberá fundamentar su decisión ante el juez y esperar su autorización. Los hijos le serán confiados hasta los dos años en el caso de un varón, hasta los siete en el de una niña. Luego, es el padre quien tendrá la tenencia, a menos que la rechace. En cuanto a la autoridad parental, corresponde al padre, aunque los niños vivan con su madre. «El hombre es rey en la ley», como lo resume Azadeh Kian, profesora de sociología política.

Las cifras oficiales subestiman el trabajo de las mujeres: solo 14% tendría un empleo. En realidad, sumando el trabajo en negro y la agricultura, entre 20% y 30% de ellas ejercen una actividad regular. Y esto no es más que el comienzo. La demanda femenina para integrar el mercado de trabajo aumenta muy rápido. En las universidades, 60% de los estudiantes son mujeres. «Ganaron la batalla de la licencia y de la maestría. Pronto, ganarán la del doctorado», predice el antropólogo Amir Nikpey. Para él, las iraníes se encuentran prácticamente en la situación de las francesas de los años 1940 o 1950: presentes en todas partes en el espacio público, pero sin poder real, salvo algunas pocas excepciones, y con frecuencia en lo bajo de la escala económica.

Toda la sociedad cambia

De año en año, conquistan nuevos bastiones. «Es el país que forma más ingenieras», resalta Kian, antes de recordar que la primera mujer que obtuvo la Medalla Fields (equivalente al Premio Nobel en el área de matemática), en 2014, Maryam Mirzajani, es iraní. «En las provincias del sur, en particular en Baluchistán, de mayoría sunita[mientras que Irán es chiita en 90%], predomina la cultura árabe, más machista.Además, allí hay numerosos casos de poligamia, mientras que en el resto del país los iraníes son monógamos. Pero allí también el rol de las mujeres va creciendo. Es una evolución global de la sociedad», indica el economista Thierry Coville. «El cambio más notable en Irán es la toma de conciencia de la importancia de la educación como medio para acceder a la independencia», confirma Kian. Se lo suele ignorar, pero la escolarización de las niñas es seguramente la principal conquista de la Revolución Islámica de 1979. «Paradójicamente, las familias tradicionales lo aceptaron porque ¡se trataba de la República Islámica! Cuando voy a pueblos alejados, los hombres me dicen: ‘El ayatolá Jomeini envió a las mujeres al frente y a las pequeñas a la escuela. ¡Yo hago igual!’», explica la socióloga de religiones Sara Shariati, profesora en la Universidad de Teherán.

Primera consecuencia: las mujeres se casan más tarde y, sobre todo, solo tienen dos hijos en promedio, frente a los siete que tenían durante los primeros años de la Revolución Islámica, marcados por una política natalista. A intervalos regulares, las autoridades recuerdan que sería preferible que hubiera 100 millones de iraníes antes que los 78 millones actuales, pero las mujeres hacen oídos sordos. «No retrocedimos ni siquiera durante los años de [Mahmud] Ahmadineyad1. Seguimos avanzando como un auto que marcha con las luces apagadas en la noche», bromea Shahla Sherkat, directora de la revista femenina Zanan Emrouz. Su publicación cumplió una suspensión de seis meses por haber dedicado un número a un tema «candente»: la unión libre. En Teherán, serían varias decenas de miles los que viven en concubinato. La unión libre difiere del «matrimonio temporal», permitido por el chiismo, pero mal visto y poco practicado en Irán. «En nuestro dossier evitamos hacer cualquier juicio; no incitamos para nada a la unión libre, incluso alertamos sobre sus riesgos», se defiende Sherkat. Sin embargo, los conservadores protestaron y cayó la sanción. Cuando la directora de Zanan Emrouz fue convocada por la justicia, en primer lugar se le reprochó ser «feminista» –una injuria en Irán–. Para defenderse, clamó que ella no hacía otra cosa que «reflejar la realidad» de la sociedad iraní. Fue en vano. «En Irán, el problema es que las instituciones y los hombres piensan que si reclamamos nuestros derechos, vamos a descuidar nuestro rol de madres y esposas», suspira.

  • 1.Mahmud Ahmadineyad fue presidente de la República Islámica entre 2005 y 2013, de tendencia conservadora.

Fuente: http://nuso.org/articulo/la-revolucion-silenciosa-de-las-mujeres-iranies/

Fotografía: http://nuso.org/

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Peru-Brasil: La «carretera de la muerte» que dividirá a pueblos indígenas aislados

Por: Ecoportal-03.12.2016

La vía conectaría Puerto Esperanza (en el sureste de Perú) con la ruta interoceánica que atraviesa Perú y Brasil. Un nueva «carretera de la muerte» promovida por un polémico sacerdote italiano «dividirá en dos la tierra de varios pueblos indígenas aislados en el corazón de la frontera amazónica de los no contactados», según denuncia este jueves Survival International.

vía conectará Puerto Esperanza (en el sureste de Perú) con la ruta interoceánica que atraviesa Perú y Brasil. Así, según la ONG, el trayecto invadirá una parte de la denominada «Frontera Amazónica de los no contactados», una región que se ubica a lo largo del borde peruano-brasileño y que cuenta con la mayor concentración de pueblos indígenas aislados del mundo.

«Si la carretera sale adelante destruirá a los pueblos indígenas aislados y su ‘desarrollo’ terminará para siempre», denunció el director de Survival Internacional, Stephen Corry, quien pidió al Gobierno de Perú «respeto por los derechos humanos fundamentales y por el cumplimiento de la ley».

A pesar de que el Congreso peruano rechazó la construcción de la carretera en el año 2012, las obras han proseguido de forma ilegal durante estos años, y ahora el proyecto ha vuelto a ser propuesto por Carlos Tubino, del partido político Fuerza Popular.

Además, la nueva vía cuenta con el respaldo de Miguel Piovesan, un polémico cura católico que ha descrito a los pueblos indígenas de la región como «prehistóricos» y que ha arremetido contra las ONG internacionales por manifestar sus inquietudes sobre este plan.

De hecho, en su boletín parroquial, el sacerdote  declaró: «No aceptamos la idea del aislamiento como un deseo natural de ellos. No lo comprobamos. Son entelequias de quienes sólo conocen a los pueblos indígenas de visita o por investigaciones basadas en hipótesis que nunca se comprueban en el campo».

Sin embargo, según datos de Survival International, alrededor del 80% de los entre 3.000 y 4.000 habitantes de la zona son indígenas, y la mayoría se oponen a este proyecto. La ONG estima que hay alrededor de 15 tribus no contactadas en Perú, muchas de las cuales se encuentran en la región donde se construiría la carretera.

Para Emilio Montes, presidente de la organización indígena FECONAPU, esta carretera no beneficia a los indígenas, «sino más bien a los madereros, mineros y petroleros ilegales y también a los narcotráficos». «Atenta contra la vida de nuestros hermanos aislados, como los mashco-piros (…) Necesitamos otros tipo de desarrollo con manejo sostenible de nuestros recursos«, concluyó.

Foto: Indígenas aislados mashco-piros en 2011. Son una de las muchas tribus que podrían sufrir los impactos de la carretera© Jean-Paul Van Belle

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