La globalización, los cambios medioambientales y las crisis económicas y financieras están causando importantes transformaciones sociales que provocan el aumento de las desigualdades, la extrema pobreza, la exclusión y la negación de los derechos fundamentales. Estos cambios hacen necesarias soluciones innovadoras que respeten valores universales como la paz, la dignidad humana, la igualdad de género, la no violencia y la no discriminación. Los actores principales de las transformaciones sociales son los jóvenes, que se ven más afectados por estos cambios.
La introducción de transformaciones sociales mediante la inclusión y la innovación social, poniendo especial atención en las personas vulnerables, desfavorecidas y excluidas, es uno de los objetivos fundamentales de las actividades de la UNESCO. El programa Gestión de las Transformaciones Sociales (MOST) de la UNESCO y su Consejo Intergubernamental (CIG) son dos instrumentos únicos que permiten llevar a cabo iniciativas centradas en el aumento de las capacidades relacionadas con las transformaciones sociales, establecen vínculos entre los conocimientos en ciencias sociales, las políticas públicas y la sociedad, y aseguran su implementación.
El propósito principal del Programa MOST es suministrar los resultados de la investigación en ciencias sociales y las informaciones políticamente relevantes a los responsables de la toma de decisiones y otras partes interesadas.
MOST se centra en la producción de lazos eficientes entre la investigación, la política y la práctica, con el fin de generar una cultura de políticas basadas en pruebas empíricas –en los ámbitos nacional, regional e internacional. Como único programa de la UNESCO que realiza y fomenta la investigación en ciencias sociales, MOST tiene una posición central en la promoción general de los objetivos de la Organización.
El 17 de octubre representa una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la lucha de las personas que viven en situación de pobreza, para que hagan oír sus preocupaciones y para reconocer que las personas pobres son las primeras en luchar contra la pobreza.
La participación de las propias personas que viven en la pobreza ha estado en el centro de la celebración del Día desde sus inicios. La conmemoración del 17 de octubre refleja también la voluntad de las personas que viven en dichas condiciones de utilizar sus conocimientos especializados para contribuir a la erradicación de la pobreza.
La celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. En ese día, más de cien mil personas se reunieron en el Trocadéro de París, donde se firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, para honrar las víctimas de la extrema pobreza, la violencia y el hambre.
Proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de unirse para garantizar el respeto de esos derechos. Estas convicciones están inscritas en una piedra conmemorativa desvelada ese día. Desde entonces, personas de todos los orígenes, creencias y grupos sociales se reúnen todos los años el 17 de octubre para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con aquellas personas que viven en la pobreza. Existen réplicas de la piedra conmemorativa en varios lugares del mundo que sirven como lugar de reunión para celebrar el Día.
Fuente de la reseña: http://es.unesco.org/events/dia-internacional-erradicacion-pobreza
Premiar y reconocer la educación se ha convertido en una misión para el sector. Pero no solo en Colombia se está hablando del tema, este ha trascendido las fronteras y ha llegado hasta los lejanos rincones de Qatar, un estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña península de Qatar en el este de la también península arábiga.
Allí, cada año se celebran los Premios Wise, una cumbre para la educación que reconoce y promueve seis proyectos innovadores que abordan los desafíos mundiales del sector. Desde que inició en 2009 ha recibido más de 3.000 solicitudes procedentes de más de 150 países.
Los seis proyectos galardonados de esta edición, junto con los finalistas asistirán a la VIII Cumbre Mundial de la Innovación para la Educación, que se celebrará en Doha, Qatar, del 14 al 16 de noviembre de 2017. Estos son:
“Luces para aprender” Este programa español de la OEI que se ha desarrollado en 13 países de América Latina como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, entre otros, tiene como objetivo potenciar el desarrollo de áreas marginadas y rurales a través del suministro de electricidad y del fomento de una educación de calidad. El proyecto le ha llevado luz e internet a más de 66.000 escuelas en toda la región.
Para Paulo Speller, secretario general de la Organización de los Estados Iberoamericanos dijo que “que hoy en día la educación, la ciencia y la cultura son las claves para promover la inclusión social y superar las carencias en un mundo complejo y en cambio constante caracterizado por desigualdades. Desde la OEI estamos convencidos de que la educación, arraigada en las culturas de cada pueblo y orientada hacia la ciencia y la innovación, es esencial para el desarrollo sostenible de los países”.
“42” Esta iniciativa gratuita franco-estadounidense se centra en la programación de computadores abiertos a cualquier persona de 18 a 30 años, independientemente de que cuenten con un título académico. El programa se centra en el aprendizaje basado en proyectos y entre pares. En él no hay clases ni profesores. Los estudiantes aprenden abordando un proyecto específico en grupos. Actualmente acoge a 2.500 estudiantes que se entrenan todos los días para convertirse en los mejores desarrolladores web.
“A través de este reconocimiento, esperamos que las personas, las escuelas, las universidades y los ministerios confíen más en los nuevos enfoques y elijan políticas que permitan más diversidad en la educación, más experimentación e innovaciones. Creemos que esta es una de las claves para preparar a los jóvenes para este nuevo mundo globalizado y digital”, dijo Olivier Crouzet, Director de “42”.
Simulaciones interactivas PhET La solución educativa, orquestada por el premio Nóbel de Física Carl E. Wieman y con base en la Universidad Boulder de Colorado, promueve la alfabetización científica y matemática a través de simulaciones interactivas. Esta iniciativa ha desarrollado 130 simulaciones que se han traducido a 90 idiomas y han sido reproducidas más de 330 millones de veces desde 2002.
“Este Premio Wise confirma la importancia de promover el aprendizaje STEM en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas y la alfabetización en el mundo de hoy y el impacto positivo que los recursos educativos abiertos de alta calidad pueden tener a escala global”, dijo Kathy Perkins, directora de PhET.
Guía de aprendizaje Este programa ofrece un curso de 18 meses sobre habilidades para la vida para alumnos de 15 a 17 años de secundaria con especial atención a las niñas. Hasta ahora, un total de 971 guías de aprendizaje han servido a más de 100.000 niños de escuelas de secundaria en Tanzania, lugar donde se desarrolla esta innovación.
“Este programa se desarrolló con jóvenes de África, en un contexto de gran marginación. Y funciona porque es dirigido desde la raíz, pero de forma multidimensional, abordando no sólo un tema, sino proporcionando una intervención integral dirigida a todas las barreras que tienen las niñas y las mujeres jóvenes para lograr el éxito”, contó Lydia Wilbard, directora de Camfed Tanzania, escuela donde se lleva a cabo este programa.
Speed School (Escuela Rápida) A través de este programa estadounidense, niños no escolarizados han podido ponerse al día en el nivel educativo que les corresponde en las escuelas pública por medio de una pedagogía intensiva y centrada en el niño para alcanzar una alfabetización básica y aritmética. Desde mediados de los 2000, el modelo ha sido implementado en cuatro países africanos, y hasta la fecha ya ha beneficiado a más de 100.000 niños y sus familias.
“Nuestro proyecto permite a los niños que han perdido la oportunidad de ir a la escuela cubrir tres años del currículum en un año, y luego incorporándolos con sus compañeros en sus escuelas locales, hemos demostrado que los niños son capaces de aprender mucho más, y a un mayor ritmo, algo de lo que muchos creían imposible”, dijo Caitlin Baron, CEO del fondo de Luminos, organización que desarrolla este proyecto.
Ubongo Este programa ofrece contenidos de aprendizaje atractivos como historias, animaciones y música a través de plataformas, incluyendo radio, televisión, mensajes de texto y smartphones, adaptándolos al contexto y al lenguaje local. También proporciona orientación a las escuelas y comunidades para apoyar el aprendizaje y desarrollo de los niños. Más de 5 millones de hogares en África acceden a Ubongo cada semana.
Reducir las disparidades en la enseñanza es crucial para reabsorber la desigualdad de ingresos, estimó el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI), que recomienda aumentar el gasto público destinado a las instituciones para niños socialmente desfavorecidos.
«La educación explica en gran parte las desigualdades», resume Abdelhak Senhadji, director adjunto del FMI. «Mejorar el acceso a la enseñanza es la solución última para acabar con la desigualdad», estimó en una entrevista con la AFP.
La educación es fundamental en dos sentidos, explica, porque «permite adaptarse a la evolución tecnológica muy rápido, que es el motor del crecimiento», y porque es «una escapatoria a la pobreza ya que permite elevarse en el seno de la sociedad y trascender las condiciones de origen social».
«Capitalizar la dimensión humana es, sin duda, la mejor garantía contra la inseguridad laboral asociada a la rápida evolución tecnológica», opinó por su parte Vitor Gaspar, director del departamento de asuntos presupuestarios, en una rueda de prensa.
El FMI constata que ciertas desigualdades son inevitables en el sistema basado en la economía de mercado pero le preocupa que una «excesiva desigualdad pueda comprometer la cohesión social, conduciendo al debilitamiento del crecimiento económico», según un informe publicado en el marco de sus reuniones de otoño boreal.
El organismo observa que las desigualdades mundiales se redujeron en las últimas décadas, reflejando un sólido crecimiento de los ingresos en algunos grandes países emergentes como China e India, pero que varían según los países, habiéndose incrementado en la mayoría de los países desarrollados, mientras las tendencias son más heterogéneas en el resto.
Durante las últimas tres décadas, la desigualdad de ingresos aumentó en el 53% de los países.
Para reducir esas diferencias, el FMI subraya la importancia de la escolarización pero reconoce que las brechas de escolarización persisten «pese a los avances logrados en las últimas décadas».
Además, la diferencia de educación entre niñas y niños es todavía más patente en los países pobres, aunque se haya eliminado en gran parte en los otros países.
Frustración
La situación socio-económica es todavía un factor determinante para acceder a la educación, en particular en los países en vías de desarrollo.
El acceso sigue siendo problemático en África sub-sahariana, Medio Oriente, norte de África y en menor medida en los países en vías de desarrollo de Asia, América Latina y el Caribe, destaca el Fondo.
Y cuando los hijos de familias socialmente desfavorecidas acceden a la educación, reciben una enseñanza de menor calidad, en instituciones menos dotadas de recursos, materiales pedagógicos y educadores.
El Banco Mundial deploró recientemente las disfunciones escolares y la incompetencia de los docentes, que se traduce en millones de niños en todo el mundo incapaces de leer, escribir y contar, a pesar de haber pasado varios años en la escuela.
Y sin embargo, enfrentar la reducción de las desigualdades en la educación es posible sin afectar los presupuestos estatales, redistribuyendo por ejemplo los gastos públicos en favor de los niños socialmente desfavorecidos y de las instituciones escolares de menos recursos.
«Los gastos consagrados a la educación representan más de 5% del PIB de los países desarrollados y cerca de 4% del PIB de los países en vías de desarrollo», indica Abdelhak Senhadji, señalando que el FMI no prevé un incremento de los gastos en un momento en el que los países enfrentan el problema de la deuda (más del 110% del PIB en los países industrializados).
«Teniendo por objetivo un crecimiento que beneficie al máximo de personas, recomendamos una mejor distribución de los gastos apuntando a los niños de los medios sociales menos favorecidos», dijo.
Los estados no solo tienen que evaluar la pertinencia de los gastos en materia de educación, sino pensar en la educación teniendo por objetivo la igualdad, aclaró.
«Crea cierta frustración haber estudiado durante años para acabar quedando excluido del mercado de trabajo. Cuando conocemos la magnitud del desempleo entre los jóvenes, vemos la urgencia de plantearse el tipo de enseñanza», concluyó.
Las niñas tienen menos posibilidades de ir a la escuela y más opciones de ser casadas antes de la mayoría de edad
Nacer niña significa en muchos países del mundo tener más opciones de no ir a la escuela, de casarse antes de cumplir la mayoría de edad y en contra de su voluntad, de ver negados algunos derechos básicos como el de la salud o de ser víctimas de violencia sexual.
Ante esta realidad, la Asamblea General de Naciones Unidas acordó en diciembre de 2011 la celebración todos los 11 de octubre del Día de la Niña, con el fin de llamar la atención sobre la situación y poner en relieve el potencial que niñas y adolescentes tienen de cara a su futuro y el de sus comunidades.
En el mundo hay 1.100 millones de niñas y «cada una de ellas merece igualdad de oportunidades para un futuro mejor» puesto que «son una fuente de poder, energía y creatividad» y «pueden impulsar el cambio y ayudar a construir un futuro mejor para todas y todos», sostiene ONU Mujeres. Sin embargo, «la mayoría de las niñas se encuentra diariamente en una situación de desventaja y de discriminación, y las que viven en entornos de crisis sufren aún más».
Según destaca la ONG Plan International, hay 62 millones de niñas en edad escolar que no van a clase y la mayoría de los 600 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años que no están escolarizados, no tienen formación o empleo son mujeres.
Este hecho se traduce en que sean mujeres el 60 por ciento de los 572 millones de trabajadores por debajo del umbral de la pobreza del mundo, y el que mujeres y niñas tengan que realizar trabajos más sin seguridad y con escasa o nula remuneración.
En contextos de desastres naturales, crisis humanitarias o conflictos, las niñas tienen 2,5 veces más posibilidades que los niños de no ir a la escuela, de ahí el que el lema elegido por la ONU para este año sea «EmPODERar a las niñas: antes, durante y después de las crisis».
Además, se calcula que tres cuartas partes de quienes tienen que abandonar sus hogares por el conflicto y las crisis, tanto dentro como fuera de sus países, son mujeres y niños. Las mujeres y las niñas desplazadas son más vulnerables y se enfrentan a mayores riesgos de sufrir violencia sexual y de género, según ONU Mujeres.
Según denuncia Plan International, el 50 por ciento de las agresiones sexuales mundiales las sufren niñas menores de 16 años. Por otra parte, se calcula que 150 millones de niñas han sufrido una violación o alguna otra forma de violencia sexual, es decir, una de cada diez.
MATRIMONIO INFANTIL
Otro de los grandes problemas a los que se enfrentan las adolescentes es el matrimonio infantil. Alrededor de 15 millones de niñas son forzadas a contraer matrimonio o permanecer en una unión, lo que supone, de acuerdo con Plan International que 41.000 niñas se ven obligadas a casarse cada día.
En los países en desarrollo, más del 30 por ciento de las niñas están casadas antes de los 18 años, uno de los motivos por los que las complicaciones en el embarazo y el parto son la causa principal de muerte de las niñas menores de 19 años.
Durante 2017, varios países, entre ellos Guatemala y Malaui, han adoptado leyes para prohibir el matrimonio infantil. En ambos casos, Plan International ha desempeñado un papel clave, movilizando a niñas y jóvenes contra de esta práctica. Sin embargo, según destaca la ONG, «al ritmo actual, no acabaremos con el matrimonio infantil hasta dentro de 80 años y nunca conseguiremos la igualdad real».
Y ello pese a que en los últimos años ha surgido «una generación de niñas y jóvenes mujeres líderes capaces de detener matrimonios infantiles, cambiar leyes que vulneran sus derechos, convencer a sus comunidades de poner fin a la práctica de la mutilación genital femenina o hablar en parlamentos y foros internacionales como la Asamblea General de Naciones Unidas, actuando como portavoces de los derechos de millones de niñas», lamenta Plan.
Desde Girls Not Brides, una alianza de organizaciones a nivel mundial contra el matrimonio infantil, inciden en que acabar con este problema es fundamental para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Según su director ejecutivo, Lakshmi Sundaram, ocho de los 17 objetivos no se cumplirán, entre ellos los relativos a la pobreza, la salud, la educación, la nutrición, la seguridad alimentaria, la desigualdad y el crecimiento económico, a menos que se ponga fin al matrimonio infantil.
«El matrimonio infantil no solo es una grave violación de los Derechos Humanos, sino que también nos impide alcanzar otros muchos objetivos de desarrollo», incide Sundaram, subrayando que no se pueden hacer progresos en materia de educación, salud o igualdad «cuando tantas niñas son casadas, mantenidas fuera de la escuela, tienen hijos antes de estar preparadas y son expuestas a la violencia y la explotación».
EDUCACIÓN
La respuesta, según sostiene la directora ejecutiva de la UNESCO, Irina Bokova, es la educación «como factor de transformación social, económica y política de la vida de las niñas y adolescentes». Desde 2011 está en marcha una alianza mundial para la educación de niñas y mujeres «cuyo objetivo es educar a las adolescentes como elemento catalizador para romper los ciclos de pobreza y promover una mayor justicia social», explica en su mensaje por el Día de la Niña.
«Ninguna sociedad florecerá ni los acuerdos de paz serán duraderos si no se empodera a las niñas en la consolidación de la paz y la reconstrucción», previene Bokova, sosteniendo que «ha llegado el momento de situar este imperativo en el centro de toda nuestra labor destinada a hacer frente a la fragilidad, los conflictos y la violencia».
Desde Entreculturas coinciden en que la educación es un derecho de las mujeres que «las empodera para afrontar las distintas discriminaciones a las que se enfrentan» mientras que su vulneración significa más probabilidades de que tampoco se respeten otros derechos, como sucede «en el caso del matrimonio infantil o del acceso a la salud y al empleo».
«La educación de las niñas supone transformar sus vidas e impulsar el desarrollo de las sociedades en las que viven, permitiéndoles salir de la pobreza, reducir la mortalidad infantil y favorecer el crecimiento económico», añade esta organización.
También ONU Mujeres insta a «invertir en la capacitación de habilidades y la formación para niñas, así como en actividades para que las mujeres jóvenes aprendan a ganarse la vida», incluidas aquellas que están en contextos de crisis. «Lejos de ser simplemente receptoras pasivas de la asistencia, estas niñas son líderes que utilizarán las habilidades que desarrollen hoy para reconstruir sus comunidades y crear un mejor futuro para todas y todos nosotros», remacha.
Las niñas también tienen 2,5 veces más probabilidades que los niños de no asistir a la escuela durante un conflicto, comprometiendo sus perspectivas de futuro como adultas autónomas y plenas.
Como Sabah, de 13 años, que estuvo dos años sin poder ir a la escuela a causa de la guerra en Siria. Regresar a la escuela no era solo un sueño para ella: era la única forma que tenía de recuperar una mínima sensación de normalidad en su vida en medio del caos de la guerra. Pero Sabah todavía no se siente protegida; sigue viviendo en Alepo, la ciudad más peligrosa del mundo.
Como ellas, millones de niñas están pasando los primeros años (o décadas) de sus vidas viviendo en contextos de emergencia, enfrentando día a día situaciones que las dejan sin recursos o herramientas para enfrentarse a la vida tan difícil que les ha tocado vivir, en una especie de círculo perverso que las hace cada vez más y más vulnerables.
Millones de niñas necesitan herramientas para prevenir, mitigar y responder a las crecientes vulnerabilidades que sufren antes, durante y después de conflictos, desastres o desplazamientos, y nos corresponde a todos exigir que las tengan.
El Día Internacional de la Niña no debería ser solo un día para llamar la atención del mundo sobre su situación; debería marcar el inicio de un esfuerzo por parte de toda la comunidad internacional para que las niñas reciban toda la atención necesaria y se sientan siempre protegidas, también durante las situaciones de emergencia.
Cada 10 minutos muere de forma violenta una adolescente
Cada 10 minutos, en alguna parte del mundo, una adolescente muere como resultado de la violencia. Violencia de género en el contexto del desplazamiento humanitario, la explotación sexual y la trata.
Como Mary, de 17 años, que huyó de Nigeria, un país tristemente conocido por los secuestros masivos de niñas por parte de Boko Haram. Bajo la falsa promesa de un trabajo en Europa, Mary se embarcó en un peligroso viaje que se convirtió en una pesadilla: sufrió repetidas violaciones en Libia y su destino hubiera sido la prostitución en Europa de no haber sido rescatada en el Mediterráneo. Ahora Mary vive segura en una casa de acogida para víctimas del tráfico sexual en Sicilia.
En situaciones de emergencia, las niñas y jóvenes no tienen acceso a los servicios de salud básicos, tienen dificultad para acceder a información útil para su salud sexual y reproductiva, no disponen de una atención materna adecuada o se les niega algo tan básico y esencial como las condiciones necesarias para gestionar su propia higiene menstrual.
Y es que, en estos contextos, la falta de acceso a compresas o tejidos higiénicos obliga a niñas y mujeres a utilizar materiales poco salubres como periódicos, que pueden causar infecciones. Por eso es tan importante garantizar la distribución de productos de higiene menstrual durante las emergencias. Por su salud y por su dignidad.
Fuente de la reseña: https://www.unicef.es/noticia/11-de-octubre-dia-internacional-de-la-nina
Cada 11 octubre se celebra el Día Internacional de la Niña, fecha que recuerda a las más vulnerables entre los más vulnerables. Según cifras de Unicef, cada 10 minutos, en alguna parte del mundo, una adolescente muere como resultado de la violencia de género en el contexto del desplazamiento humanitario, la explotación sexual y la trata.
Es notorio que 1 de cada 4 niños vive en países afectados por conflictos, desastres naturales, epidemias y otras emergencias. Revela Unicef que 535 millones de infantes se despiertan todos los días amenazados, sin saber si van a tener que salir huyendo, testigos (o víctimas directas) de violencia diaria o de sequías, inundaciones o terremotos.
La ONU Mujeres presente
Este año la ONU Mujeres, organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, se ha centrado en el tema “Empoderar a las niñas: antes, durante y después de las crisis”.
En 2017, destacan que un aumento del conflicto, la inestabilidad y la desigualdad en diversas latitudes del mundo, y se espera que este año 128,6 millones de personas necesiten asistencia humanitaria como consecuencia de amenazas a la seguridad, el cambio climático y la pobreza.
«Desde ONU Mujeres, trabajamos para garantizar que las niñas que atraviesan crisis tengan opciones positivas que les permitan crecer y desarrollar habilidades sociales y económicas. Junto con organizaciones locales de mujeres, apoyamos a las mujeres y a las niñas refugiadas mediante nuestra iniciativa insignia mundial sobre el liderazgo, el empoderamiento, el acceso y la protección de las mujeres en la respuesta ante crisis, que impulsa la participación cívica y el liderazgo promoviendo la participación política y social de las mujeres en los planos local, nacional e internacional», destaca la Declaración de ONU Mujeres: Día Internacional de la Niña, 11 de octubre
Obligadas para el matrimonio
Conforme a una investigación realizada por la ONG Save the Children en ocasión de esta fecha, más de 20.000 niñas en el mundo son obligadas a casarse cada día sin haber alcanzado la edad mínima permitida por la ley.
Los datos anuales revelan que en torno a 7,5 millones de menores se casan por obligación -la mayoría en África-, y que, además, casi 100 millones están desprotegidas contra el matrimonio infantil por las leyes de sus países.
Según la ONG, más de dos tercios de los casamientos infantiles se hacen por debajo de la edad mínima permitida por la ley, aunque aumentan los países que ponen barreras legales a estas uniones.
Save the Children se ha propuesta erradicar el matrimonio infantil en el mundo, sin embargo, las cifras alarmantes ponen en relieve el gran desafio.
Los países con las tasas más elevadas de matrimonio infantil se encuentran en el continente africano, donde se celebran 1,7 millones de enlaces de este tipo al año.
«Tenía 15 años cuando conocí a mi marido. Ahora mismo no estoy muy feliz porque no tuve la oportunidad de hacer lo que quería en la vida y ahora estoy embarazada», ha contado una joven de Sierra Leona que se casó en 2016 a la ONG.
El Día Internacional de la Niña clama mayor atención al mundo y busca marcar el inicio de un esfuerzo por parte de toda la comunidad internacional para que las niñas reciban toda la atención necesaria y se sientan siempre protegidas, incluyendo durante las situaciones de emergencia.
Fuente de la reseña: http://globovision.com/article/dia-internacional-de-la-nina-realza-derechos-de-los-mas-vulnerables
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