Page 122 of 2546
1 120 121 122 123 124 2.546

Más de 530 millones de niños viven en escenarios de crisis, Unicef

9 Diciembre 2016/UNICEF
Alrededor de 535 millones de niños, uno de cada cuatro en el planeta, viven en países afectados por conflictos o desastres, advirtió hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En una declaración, la agencia especializada de la ONU precisó que con frecuencia, los menores de edad sufren la falta de protección, asistencia médica, educación de calidad y apropiada nutrición.

De acuerdo con Unicef, en África Subsahariana se ubican 393 millones de esos niños, mientras en el Medio Oriente se encuentran 64 millones.

Siria, Nigeria, Afganistán, Yemen, Sudán del Sur y Haití están entre los países donde mayor cantidad de niños padecen las consecuencias de las guerras y de los desastres naturales, como el huracán Matthew que azotó en octubre la región del Caribe.

Pese a importantes progresos, demasiados menores de edad siguen afectados en el planeta por situaciones de crisis, pobreza y discriminación por su religión, género, raza, etnia y discapacidad, lamentó el Fondo.

Unicef presentó los nuevos datos en el contexto del 70 aniversario de su fundación, que celebrará el 11 de diciembre.

‘Fuimos creados para ayudar a niños cuyas vidas y futuro corren peligro por el impacto de conflictos y de privaciones’, señaló el director ejecutivo de la agencia, Anthony Lake.

El funcionario llamó la atención sobre el hecho de que más de 500 millones de menores de edad sufran tan adversa situación, ‘cifra que demuestra la importancia de nuestro trabajo’.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=48841&SEO=mas-de-530-millones-de-ninos-viven-en-escenarios-de-crisis-unicef
Comparte este contenido:

Pistas sobre la educación en el mundo (15)

Por: Renato Opertti

Solo se puede tener un efectivo sistema educativo si se abriga, se apropia y se desarrolla una visión educativa robusta, acordada y sostenible.

En primer lugar, el desafío principal radica en moverse desde sistemas tradicionales burocráticos donde algunos alumnos aprenden a altos niveles hacia sistemas modernos facilitadores donde todos los alumnos necesitan aprender a altos niveles (Schleicher 2011). En los modelos más tradicionales, los alumnos se ajustan a los tiempos, a los contenidos y a las estrategias de instrucción ideados sobre un perfil estándar de alumnos. En cambio, en la actualidad, la diversidad de contenidos, el amplio abanico de estrategias pedagógicas y la integración de los tiempos presenciales y en línea de instrucción se combinan de múltiples maneras para asegurar una educación y un aprendizaje personalizado en espacios colectivos de aprendizaje.

En segundo lugar, los sistemas educativos dejan de ser expresiones estado-céntricas, compartimentadas en niveles que no dialogan entre sí – por ejemplo, entre primaria y media – y acotadas al ámbito formal de la educación. Más bien, los mismos son garantes del derecho a la educación facilitando oportunidades de formación a lo largo de toda la vida que se estructuran en políticas y programas educativos de la infancia, la niñez, la adolescencia, la juventud y la adultez y que no ponen vallas entre lo público/privado y lo formal/no formal / informal. Asimismo, se reconoce la interdependencia y las sinergias entre las necesidades educativas y otras necesidades que son claves para asegurar el desarrollo armónico e integrado de las personas y de los ciudadanos.

En tercer lugar, los sistemas educativos se caracterizan actualmente por su gobernanza a múltiples niveles donde la relación entre los diversos actores tiende a ser más fluida y abierta a negociación que otrora (Burns y Köster 2016). Generalmente los sistemas educativos se organizan en tres niveles interdependientes bajo una concepción unitaria: (i) una definición políticamente consensuada sobre el para qué y qué de la educación, refrendada por el Parlamento y asumida por el liderazgo y la conducción ministerial de la política educativa; (ii) un nivel de excelencia técnica, profesionalmente resguardado en instituciones que tienen a su cargo efectivizar el cómo de la política educativa en línea de dependencia funcional ministerial; y (iii) comunidades locales y centros educativos empoderados para co-desarrollar la política educativa que surge como correlato de los dos niveles anteriores. Esencialmente esto implica que los centros disponen de autonomía y responsabilidad para reclutar y gerenciar recursos humanos y materiales.

En cuarto lugar, la planificación y gestión de las políticas educativas abandonan su impronta prescriptiva centralista y altamente jerárquica, para transformarse en un eje transversal a todas las unidades/dependencias del sistema educativo asentada en la horizontalidad, el diálogo, la circulación de información y la genuina construcción colectiva. Por ejemplo, un director de centro o un docente tienen más probabilidad de ser efectivos tomadores de decisiones si hacen suyos criterios y herramientas de planificación que le permiten administrar la diversidad de sus contextos y de sus alumnos como un activo que potencia las oportunidades de aprendizaje.

En quinto lugar, la discusión sobre los recursos educativos deja de ser dada por la manera consuetudinaria de asignar inversiones, salarios y gastos de funcionamiento para erigirse en opciones de política pública de largo aliento sobre cuáles son las maneras efectivas de alinear recursos en función de los objetivos transformacionales de la política educativa. Los «plus» de asignación presupuestal no suelen ser para hacer más de lo mismo en sistemas educativos que se precien de ser progresistas.

En sexto lugar, los sistemas educativos funcionan básicamente como una red de responsabilidades compartidas y rendiciones de cuentas recíprocas entre los gobiernos, los centros educativos, las comunidades y las familias (Bnaco Mundial 2003). Los mismos se encuentran sanamente expuestos a la evaluación de sus políticas y programas que nacen de la conjunción y del diálogo entre miradas técnicas, políticas, societales y ciudadanas. Ya no vale ni es creíble legitimarse por las evaluaciones endógenas, sino hay necesidad de tener una visión de conjunto, externa al sistema educativo, que permita entender e identificar avances, bloqueos y desafíos. La clave de las evaluaciones es apoyar y rectificar para progresar pero, en modo alguno, culpabilizar, estigmatizar o desdeñar.

Estos seis atributos son una aproximación a visualizar qué tipo de sistema educativo se tiene, y si el mismo tiene las bases y los instrumentos necesarios para generar aprendizajes relevantes y sustentables. Volvemos al principio. Solo se puede tener un efectivo sistema educativo si se abriga, se apropia y se desarrolla una visión educativa robusta, acordada y sostenible.

Tomado de: http://www.elobservador.com.uy/pistas-la-educacion-el-mundo-15-n1005736

Comparte este contenido:

Sobre la Enseñanza por Proyectos (4/12)

Por: Julio Mosquera

2. De la Universidad a la Educación Técnica

Como señalamos en la sección anterior, el método de enseñanza por proyecto se consolidó en las universidades y otras instituciones que formaban ingenieros y arquitectos. Avanzado el Siglo XIX comienza a pensarse en el uso de este método en la enseñanza secundaria dedicada a la formación de técnicos. Los educadores en tecnologías de los Estados Unidos ya estaban convencidos de la utilidad del método de proyecto. En el contexto de la Exhibición Centenaria que se realizó en Filadelfia en 1876, un grupo de educadores estadounidenses entró en contacto con el denominado Sistema Ruso de enseñanza técnica. En particular, los profesores John D. Runkle, Rector del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Calvin Woodward, Decano del Instituto Politécnico O’Fallon de la Universidad de Washington, promovieron su adopción para el entrenamiento en oficios al nivel de la educación secundaria (Knoll, 1997).

El llamado Sistema Ruso de entrenamiento en el manejo de herramientas fue desarrollado por Victor Della Vos (1829-1890) en la Escuela Técnica Imperial Rusa a finales de los años 1960. Della Vos se graduó en matemáticas y física en la Universidad de Moscú, también realizó estudios sobre la construcción de maquinarias en París y Londres. Della Vos diseño un método de enseñanza sistemático y eficiente dentro del ambiente de aula o de laboratorio, donde los estudiantes son expuestos a una serie de ejercicios sobre las diversas habilidades presentadas en un secuencia lógica y sistemática (Russian System, 2005). Este sistema estaba dirigido al entrenamiento de ingenieros en el manejo de herramientas y surgió como una alternativa al método tradicional que usaban los artesanos. Los instructores analizaban cada proceso y lo descomponían en sus partes las cuales se enseñaban separadamente. El entrenamiento se hacía en un taller particular para cada parte y cada estudiante tenía su propio lugar de trabajo y su juego de herramientas (Russian Manual Training, 2005). Este entrenamiento consistía de una secuencia de ejercicios de dificultad creciente mediante los cuales se practicaba cada habilidad manual, sólo hasta completar satisfactoriamente cada ejercicio se le permitía al estudiante pasar al siguiente. Todos los ejercicios comenzaban con planos de trabajo, no tenían valor práctico y no conducían necesariamente a la construcción de un artículo útil (American beginnings: The manual training movement, 2005).

Volviendo a los Estados Unidos, tenemos que Woodward implemento el Sistema Ruso en la Escuela de Entrenamiento Manual en San Louis, fundada por él mismo en 1879. Woodward organizó la enseñanza en esta escuela en dos fases. En la primera fase los estudiantes recibían entrenamiento en cada uno de los componentes de diversos trabajos manuales, como señala Knoll (1997), recibían entrenamiento en el “alfabeto” de las herramientas y técnicas. En la segunda fase, al terminar cada unidad de enseñanza y del año escolar, los estudiantes tenían que dedicarle un tiempo para diseñar y realizar proyectos independientemente.

“Woodard consideró los proyectos como “ejercicios sintéticos”. Las técnicas aprendidas primero de manera aislada (por ejemplo, en la construcción de tornos, máquinas de vapor o aparatos eléctricos), eran entonces aplicadas en un contexto. Por tanto, la instrucción era diseñada para progresar sistemáticamente desde principios elementales hasta aplicaciones prácticas, o, en términos de Woodward, desde la “instrucción” hasta la “construcción”. Al final del tercer año, el curso de entrenamiento manual culminaba en lo que fue llamado el “proyecto de graduación”.” (Knoll, 1997, p. 5, traducción del autor)

Este proyecto de graduación consistía en la construcción de una máquina, la cual sería evaluada por profesores de la Escuela Politécnica. El estudiante debería entregar junto con la máquina todos los planos y los moldes usados para construir las partes de la máquina, ambos deberían ser realizados por el estudiante. El punto de partida de estos proyectos eran los requerimientos del trabajo o del estudio.

La experiencia iniciada por Woodward en la escuela técnica que fundó en Washington se propagó rápidamente por todos los Estados Unidos. El interés por el entrenamiento manual se incremento enormemente. Incluso se llegó a introducir en el nivel de preescolar y en escuelas elementales a finales del Siglo XIX. Esta rápida diseminación del método de Woodward llamó la atención de notables educadores, de entre los cuales surgieron algunos críticos. La oposición a esta propuesta pedagógica se organizó en un movimiento de reforma. El más destacado exponente de este movimiento fue John Dewey, uno de los principales representantes del pragmatismo en la educación estadounidense. Este movimiento criticaba el hecho que el punto de partida de los proyectos fueran las consideraciones del trabajo y el estudio. Más bien pensaban que el punto de partida debería ser los intereses y experiencias de los niños. Dewey (1899, citado en Knoll, 1997, p. 6) propuso como contrapartida al método de Woodward la idea de las ocupaciones constructivas. Desde este enfoque la creatividad pasaba a jugar un papel tan importante que el desarrollo de habilidades técnicas, se reduce la preponderancia de la organización sistémica por una organización que parta de la psicología del niño hasta llegar a la lógica de las materias, y se propone como punto de partida las experiencias y los intereses de los niños. Este enfoque fue adoptado por el profesor Charles R. Richard, profesor de entrenamiento manual en Colegio de Profesores de la Universidad de Columbia en Nueva York (Knoll, 1997).

Richards sostenía que la construcción debería ser el punto de partida del entrenamiento manual. Él pensaba, al igual que Dewey, que el trabajo de proyecto no debería ser un objetivo final de la educación (Knoll, 1997). Otro aspecto que diferenciaba la propuesta de Richards de otros enfoques del entrenamiento manual, era su concepción de la enseñanza a partir del todo para luego pasar al estudio de las partes. Además, según su concepción, la instrucción no precede al proyecto sino que era integrada en el trabajo de proyecto constructivo. Como resalta Knoll (1997), este enfoque se oponía notoriamente al de Woodward. Richards (1900) presenta detalles de un proyecto realizado por unos estudiantes, en la Escuela Horace Mann, sobre la vida de los indios [sic]. En la ejecución del Proyecto Indio los estudiantes discutieron acerca de las costumbres y ritos de los indios, construyeron carpas, hicieron disfraces, tallaron hachas y flechas para vivir un día como indios, visitaron el Museo de Historia Natural de la ciudad de Nueva York. Este ejemplo ilustra como los estudiantes adquirieron el conocimiento y las habilidades necesarias para la realización del proyecto propuesto.

Otro ámbito en el que se desarrolló el método de proyecto en los Estados Unidos fue el de la educación agrícola. En 1908, Stimson fue designado como Director de la Escuela de Agricultura Smith, una escuela secundaria localizada en Northampton, Massachusetts. En esta escuela, Stimpson tuvo la oportunidad de implantar una nueva manera de enseñar la agricultura, la cual el denominó como el método de proyecto en el hogar (home project method). Según Moore (1988b), el concepto de método de proyecto elaborado por Stimson tuvo como fuentes sus experiencias educativas previas en el Colegio de Agricultura de Connecticut, la filosofía pragmática de Williams James, quien fuera su mentor, y su conocimiento de la obra de pedagogos como Pestalozzi. La experiencia iniciada por Stimson en el año escolar 1908-1909 resultó ser exitosa. Esta experiencia llamó la atención de las autoridades al punto que Stimson fue designado como supervisor estatal de educación agrícola. Desde esta posición, se encargó de diseminar el método de proyecto por todo el Estado. En sendas conferencias en importantes reuniones nacionales de educación en los Estados Unidos, Stimson presento una descripción detallada del método de proyecto, también describió con detalles los conceptos de proyecto de mejoramiento, proyecto experimental y proyecto productivo (Moore, 1988b). El método de proyecto fue adoptado como método de enseñanza de la agricultura en muchos estados de los Estados Unidos. Tal fue la influencia de Stimson que es considerado por algunos educadores técnicos (por ejemplo, Moore, 1988a, 1988b) como el creador de este método de enseñanza. Knoll (1997) le acredita a Stimson haber popularizado el método de proyecto en los Estado Unidos y hacerlo conocer entre profesores de las asignaturas académicas.

En 1915, W. W. Charters, Decano del Colegio de Educación de la Universidad de Missouri visitó a Stimson para conocer de primera mano el método de proyecto. Charters, quien fuera estudiante y discípulo de John Dewey, era un destacado experto en currículum y defensor del método de enseñanza basada en la resolución de problemas. Fue tan buena la impresión que le produjo el trabajo de Stimson, que Charters llegó a afirmar que el método de proyecto era la resolución de problemas elevada a la enésima potencia (Moore, 1988a). Más tarde, en 1919, apareció un libro de Stimson titulado Vocational Agricultural Education by Home Projects el cual fue publicado por Macmillan Company (Moore, 1988a). Estos hechos nos indican que el método de proyecto desarrollado por Stimson era para esta época ampliamente conocido en los Estados Unidos.

A comienzos de los años veinte, del siglo pasado, el “metod proektov” fue introducido en las escuelas de la Unión Soviética. A finales de esa década, el Instituto de Investigación Educativa de Moscú reconocía oficialmente que este método de enseñanza era el único método verdaderamente marxista y democrático. Una de las actividades dentro de este método basado proyecto contemplaba visitas de los niños a las fábricas y manifestaciones de apoyo a los obreros. Es oportuno aclarar que no se trata de una versión del método de proyectos anglosajón. La presión política por una mayor eficiencia en las escuelas para la formación de jóvenes con el conocimiento y habilidades necesarias para incrementar la producción industrial y fortalecer la conciencia comunista llevó a que se desconfiara de este método para el logro de esos objetivos. El 5 de septiembre de 1931, el Comité Central del Partido Comunista promulgó un decreto prohibiendo el uso del método de proyecto en la escuela soviética.

En América Latina, el interés por la pedagogía activa surge por razones diferentes a las vistas anteriormente. La reforma de Córdoba, que se inicia en 1918 en Argentina, aboga por la metodología activa en la enseñanza y rechaza la clase magistral como un “anacronismo pedagógico” (Tunnermann Berheim, 1979, p. 65). En el manifiesto del 21 de junio de ese mismo año, los estudiantes resaltan que “(…) se levantan contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad (…)” (Manifiesto, 1918, p. 86). La revuelta de Córdoba desencadenó una ola de protestas en casi todos los países de Nuestra América. En todos estos levantamientos estudiantiles se exigían cambios en los métodos de enseñanza, particularmente se manifestaba en contra de la clase magistral. Como nos relata José Carlos Mariátegui,

“El Congreso Internacional de Estudiantes de México de 1921 propugnó: 1° la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades; 2° la implantación de la docencia libre y la asistencia libre. Los estudiantes de Chile declararon su adhesión a los siguientes principios: 1° autonomía de la Universidad, entendida como institución de los alumnos, profesores y diplomados; 2° reforma del sistema docente, mediante el establecimiento de la docencia libre y, por consiguiente, de la asistencia libre de los alumnos a las cátedras, de suerte que en caso de de enseñar dos maestros una misma materia la preferencia del alumnado consagre libremente la excelencia del mejor; 3° revisión de los métodos y del contenido de los estudios; y 4° extensión universitaria, actuada como medio de vinculación efectiva de la Universidad con la vida social. Los estudiantes de Cuba concretaron en 1923 sus reivindicaciones en esta fórmula: a) una verdadera democracia universitaria; b) una verdadera renovación pedagógica y científica; c) una verdadera popularización de la enseñanza. Los estudiantes de Colombia reclamaron, en su programa de 1924, la organización de la Universidad sobre bases de independencia, de participación de los estudiantes en su gobierno y de nuevos métodos de trabajo. “Que al lado de la cátedra—dice ese programa—funcione el seminario, se abran los cursos especiales, se creen revistas (…).” (Mariátegui, 1995, p. 84)

Dentro de ese espíritu de renovación surgieron diversas propuestas pedagógicas. En la misma Argentina se elaboran ideas sobre la cátedra autogestionada y el taller como pedagogía participatoria (Ander-Egg, 1979). En Venezuela, Silva Michelena y Rudolf Sontag (1970) proponen la adopción del seminario como alternativa a la clase magistral. Para estos autores,

“El seminario es el mejor instrumento conocido para eliminar los efectos nocivos de la clase magistral, porque además de esta limitación, abre simultáneamente la posibilidad de que el estudiante recree, repiense, reproduzca, en una palabra, reviva el proceso que condujo al investigador, al autor del libro o folleto, a la formación de sus ideas. De esta manera, el proceso de aprendizaje es mucho más activo y abona la imaginación creadora. El profesor, que dirige el seminario, está obligado a no presentar ideas acabadas sino a desarrollarlas conjuntamente con los estudiantes.” (Silva Michelena y Rudolf Sontag, 1970, p. 209)

Este escenario es completamente diferente al que se planteó inicialmente en los Estados Unidos y Europa, donde las reformas fueron promovidas por élites ilustradas. En nuestro continente la necesidad de asumir métodos como el de proyecto surge de un movimiento político impulsado por las bases y de carácter revolucionario. No es sino hasta mediados de los años sesenta cuando surge una rebelión estudiantil en algunos países de Europa que exige cambios radicales en la manera de enseñar en las universidades, entre ellos la inclusión de los proyectos (Mora, 2004).

Tomado de: http://www.aporrea.org/educacion/a236470.html

Comparte este contenido:

Unicef e inversión del Estado en los niños: todavía quedan importantes desafíos para el país

América del Sur/Chile/8 de diciembre de 2016/Fuente: UNICEF

¿Cuánto invierte el Estado de Chile en los niños entre 0 y 10 años? fue la pregunta que realizó Unicef, para evidenciar qué tan cubiertas están las necesidades y servicios en la primera infancia.

En conversación con Expreso Bío Bío, Patricia Núñez Oficial de Educación y Desarrollo Infantil Temprano de Unicef reveló que este estudio arrojó que una de las principales conclusiones es que efectivamente hay una inversión importante que hace Chile, en relación a Latinoamérica.

“Sabemos que es uno de los países que más invierte en primera infancia y nos acercamos bastante a lo que invierte la OCDE”, afirmó.

Sin embargo, sostuvo que hay ciertas brechas entre los recursos y un problema hacia qué se destinan.

“En términos generales hay una inversión importante, si vemos en detalle cómo se realiza la inversión y en qué temas se está enfocando ahí todavía quedan importantes desafíos para el país“.

“Chile es un país de ingresos altos y uno en ese sentido diría que es un país que tiene las capacidades para invertir y hacer que los niños estén bien y hacer que se cumpla el derecho de todos los niños, ahora, si bien se invierte bastante en relación al contexto internacional, sí tenemos que decir que hoy día hay que dar un paso más”.

Según la experta, la sobrevivencia en los niños está bastante asegurada, donde las coberturas en educación y en salud son también una de las más altas en la región, pero argumenta que el foco debiera estar puesto en al calidad de esos servicios.

“Que los servicios que lleguen a los niños hagan que efectivamente ellos estén mejor. El cumplimiento de los derechos de los niños no es solamente tener acceso, si no que el acceso a esos servicios efectivamente mejore sus condiciones de vida“, dijo.

Con esto se refiere a que los servicios hagan que los niños aprendan, se desarrollen y desplieguen al máximo sus capacidades, “y cuando requieren apoyo reforzado, ya sea por problemas familiares, de salud mental, problemas de obesidad(…) que cuenten con los apoyos necesarios para que puedan estar mejor”.

Si yo invierto en esto tempranamente efectivamente el retorno de esa inversión va a ser muy alto cuando ocurre en la primera infancia“, señaló.

“Cuando hablamos de inversión en primera infancia no es porque sí, es porque es una de las formas más preventivas y promocionales en temas de salud mental, en temas de violencia, que puedan hacer que cada vez sean menos niños, los que requieran apoyo especializado más adelante en su vida”, puntualizó.

Escucha la entrevista realizada por Álvaro Escobar y Katherine Ibáñez en Expreso Bío Bío:

http://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/entrevistas/2016/12/06/unicef-e-inversion-del-estado-en-los-ninos-todavia-quedan-importantes-desafios-para-el-pais.shtml

Imagen: edia.biobiochile.cl/wp-content/uploads/2016/12/nio-1-730×350.jpg

 

Comparte este contenido:

Ataques a la escuela pública

Por Manuel Navarro Weckmann

“Existen, sin duda, escuelas privadas de alta calidad; sin embargo, la mayoría presentan resultados similares o más pobres que los de las públicas (según resultados de Enlace 2008 a 2014), bien sea por carencias de recursos o por el afán de lucro de sus dueños. Pero el modelo en que están pensando los empresarios, deseosos de invertir en educación es diferente: la creación de franquicias educativas, cadenas formadas por centenas o millares de escuelas que funcionen compartiendo una marca y un emblema en el que la calidad educativa, tan en boca entre las autoridades actuales, pueda ser fabricada y atornillada en el cerebro de los padres de familia con mensajes televisivos adecuados, lo que desde luego explica el interés en la educación de calidad de Televisa y de Mexicanos Primero”… Enrique Calderón Alzati

nuño-escuela-mayoEn la actualidad, bajo una estrategia mediática precisa y específica, vemos pasar frente a nuestros ojos, aunque disfrazada de una moderna y benévola reforma educativa, una red, finamente entretejida de ataques precisos a la escuela pública que, de no hacer algo, estaremos lamentando las consecuencias en apenas un lustro de años.

Las decisiones de la autoridad educativa federal en materia de ingreso al servicio, en donde cualquier profesionista, sin tener el más mínimo conocimiento del desarrollo psicológico, social o biológico del niño ni conocimientos pedagógicos o didácticos de enseñanza, sino sólo por pasar un simple examen, es un golpe directo al normalismo mexicano que resulta gravemente dañado y cuyo primer síntoma es la reducción, en promedio, del 50 por ciento de los aspirantes a la carrera docente. Otro factor primordial es que no existe un plan sobre cómo se va a formar en didáctica y enseñanza especializada de los docentes que están ingresando sin preparación o ¿No les importa?

Algo más, lo constituye la falta de financiamiento a las Instituciones de formación profesional docente creadas por el propio Estado Mexicano a lo largo de la historia de la educación en nuestro país en donde las propias Escuelas Normales (en sus diferentes tipos y modalidades), los Centros de Actualización del Magisterio, las sedes de la Universidad Pedagógica Nacional o, más recientemente los Centros de Maestros, poco a poco se ha reducido su presupuesto. Aunque podemos advertir un aumento de 200 a 1,800 millones de pesos para este rubro, es claro que la mayoría del presupuesto es para instituciones de carácter privado.

Aunado a ello, la decisión de “reconcentrar” la mitad de las escuelas de educación básica (100 mil) que se encuentran en zonas remotas con organización incompleta, bajo el pretexto de fomentar la movilidad social, es un duro golpe a la Escuela Rural Mexicana que, ante una cada vez más agresiva reducción de personal y nulo respaldo de infraestructura, de un plumazo van a desaparecer un espacio cultural que va más allá de las paredes de la escuela, porque representa el espacio cultural por excelencia de los poblados que, al desaparecer, se va a generar una afectación en su identidad cultural.

Existe una única evaluación para quien el sistema deja caer la culpa de las problemáticas educativas que es el maestro, sin poner siquiera en entredicho que los creadores de políticas públicas y los responsables de la educación en los distintos niveles tienen su responsabilidad al respecto, así como la infraestructura o las graves desigualdades sociales en donde la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Esto, además de que en este momento se está gastando 5 veces más en la evaluación docente que en la formación inicial.

Lo que se encuentra detrás de todas estas situaciones, tiene que ver con el debilitamiento de la escuela pública, buscando generar una veta de oportunidad para que empresas privadas sean contratadas por el mismo Estado para que se haga cargo de la educación, un negocio de más de 300 mil millones de pesos que se encuentra en juego. No es algo extraño, países como Liberia y Sudán han entregado a empresas todo su sistema educativo, o en Chile, donde poner una escuela es como poner una ferretería o una licorería en la búsqueda privada de los “bonos educativos”.nuño-escuela

Otro ejemplo, más cercano, es que, en varios estados de Estados Unidos, como por ejemplo Texas, una empresa que vende libros, puede contratar, directamente con una escuela pública desde los pizarrones, los materiales didácticos, la curricula hasta los maestros.

Reconozcamos la problemática que nos aqueja, la película “de panzazo” fue sólo la puerta de entrada al futuro que ya estamos viviendo; no por nada la propuesta pedagógica del gobierno federal se presentará hasta prácticamente concluido su sexenio, porqué es lo que menos les interesa. Actuar en consecuencia, antes de que sea tarde…

 

Fuernte: http://www.educacionfutura.org/ataques-a-la-escuela-publica/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/12/nuño-escuela-e1450152713499.jpg

Comparte este contenido:

Perú: Niños con discapacidad sin acceso a la educación

América del Sur/Perú/8 de diciembre de 2016/Fuente: diario uno

Solo el 22% de niños con alguna discapacidad está matriculado mientras que el 77% permanece en sus casas. Barreras mentales en autoridades son también un problema.

Solo el 23,6% de niños con alguna discapacidad accede a la educación inicial mientras que el 22% en edad escolar está registrada en el sistema educativo, revelaron especialistas de la Coalición por el Derecho a una Educación Inclusiva que participaron en el “Foro por el Derecho de la Niñez con Discapacidad a una Educación Inclusiva” con la finalidad de informar sobre la exclusión y discriminación que enfrenta la niñez con discapacidad en el Perú.

“El 77% permanece en sus casas, no van a ninguna escuela, no desarrollan capacidades, ven vulnerados sus derechos y se ven expuestos a mayores barreras para una posterior inclusión laboral”, señalaron durante el evento desarrollado el martes en el Congreso de la República.

“La comunidad debe ser consciente de la necesidad de fortalecer la educación inclusiva como modelo pedagógico que responda a las necesidades y formas de aprendizaje de todos los estudiantes”, dijo la congresista Paloma Noceda.

Señalaron, así mismo, que las autoridades del Ministerio de Educación deberían verificar que las escuelas públicas y privadas no pongan barreras a este grupo de niños a la hora de las matrículas.

120 MIL NIÑOS INVISIBLES
A principios de este año, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU dio a conocer al Estado peruano su preocupación por las altas cifras de discriminación y exclusión de los menores con discapacidad, señalando el hecho de que más del 90% no poseen un certificado de discapacidad y que el 54% de la niñez con discapacidad en Perú no sabe leer ni escribir, y recomienda –entre otras medidas- que se destinen los recursos necesarios para cambiar estas situaciones.

Liliana Peñaherrera, directora de Sociedad y Discapacidad (Sodis) advierte que 120 mil niños con discapacidad están fuera del sistema y esa es una realidad que el Ministerio de Educación no está asumiendo como debería.

“Los prejuicios, las barreras mentales y la desinformación son también factores clave”, señala.

Fuente: http://diariouno.pe/2016/12/08/ninos-con-discapacidad-sin-acceso-a-la-educacion/
Imagen: diariouno.pe/wp-content/uploads/2016/12/347.jpg
Comparte este contenido:
Page 122 of 2546
1 120 121 122 123 124 2.546