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Javier Martínez Aldanondo (Experto en educación y tecnología): «Cosenos e integrales no tienen utilidad para el ciudadano de hoy»

Europa/Pais Vasco/5 Noviembre 2016/Autora: Ana Vozmediano/Diario Vasco

 «El profesor no puede ser una cotorra que repite una asignatura, la pregunta en el examen y luego pone una nota; no puede ser prisionero de un modelo centenario»

Lleva catorce años viviendo en Chile, «demasiados» asegura sonriente, y ha recalado en su ciudad natal, en Donostia, para participar en las jornadas sobre referentes educativos internacionales que ha organizado Axular Lizeoa. Javier Martínez Aldanondo habló del rol del educador en la sede de Orona y del papel de la tecnología, pero sobre todo del cambio de modelo que exige una educación que está en crisis. «Seguimos prisioneros de un esquema diseñado hace 150 años. Esto ocurre en todos los países».

– Eso es una sorpresa. ¡Vamos! Que no empezamos la entrevista hablando de todo lo que tenemos que copiar de Finlandia.

– No. Ellos saben que siempre aparecen a la cabeza del ranking de los países en lo que se refiere a educación, pero también que deben modificar su modelo. Y lo están haciendo, porque saben que no sirve para educar al tipo de ciudadano que quieren para el futuro. Se les ha quedado antiguo. Lo que ocurre es que en otros lugares no sabemos todavía qué tipo de personas queremos para el futuro, si deberán ser ecologistas o no, en qué tendrán que especializarse, si deberán tener un importante componente solidario. Pero eso que decidirlo y luego modificar el sistema educativo para que sirva a la sociedad.

 Estamos en lo de siempre. Usted mismo reconoce que todo el mundo coincide en que la educación no funciona bien, pero dice también que no hay acuerdo sobre cómo resolver los problemas que tiene planteados.

– Es que es así. Hay un consenso sobre la falta de respuestas que da la enseñanza actual a los desafíos de la educación. Por eso, planteo mi discurso sobre cuatro ejes: qué estamos enseñando, cómo estamos enseñando, cuál debe ser el rol de los profesores y cómo vamos a utilizar esa herramienta tan nueva y tan importante que es la tecnología.

– ¿Empezamos por una figura tan fundamental como la de los profesores y los maestros? ¿Debe cambiar tanto su papel?

– La figura del maestro como parte esencial del aprendizaje siempre va a existir. Pero el profesor no puede ser un señor o una señora que sabe mucho de una materia y la repite como una cotorra en clase. Luego la pregunta en un examen y por último pone una nota. El docente debe proponer desafíos, ayudar cuando el alumno lo necesita, ¡ojo!, no antes para dejar que sea él quien haga el esfuerzo. Creo que el profesor debe ser un diseñador de experiencias, un guionista que después evaluará la respuesta del alumno. Un poco como ocurre en los exámenes de conducir, en los que no se puntúa, sino que se verifica que ese alumno está preparado para circular con un vehículo.

¿Y por qué no lo hacen?

– Los profesores son, ahora mismo, prisioneros de un modelo que no funciona y en el que, además, son el blanco fácil de todas las críticas. Incluso las de sus alumnos. Lo cierto es que ha habido una reticencia a cambiar y se ha seguido utilizando el modelo diseñado hace 150 o 100 años. Entonces podía funcionar, con una sociedad volcada en el trabajo en las fábricas y la existencia de unas élites ilustradas, pero ahora no.

– ¿Hay que darle una vuelta de arriba abajo a las asignaturas, a los currículums exigidos para avanzar en los distintos niveles educativos?

– Ya he comentado que repetir los contenidos de una materia y evaluarla con un número sin más no tiene sentido. Los cosenos y las integrales tampoco tienen ya ninguna utilidad para el ciudadano de hoy en día. Sí la tiene, en cambio, saber comunicarse de forma adecuada, fomentar la creatividad y utilizar bien las herramientas que están a nuestro alcance, incluida la tecnología.

– No quiero decepcionarle, pero cuando se habla de cambiar el modelo educativo y la enseñanza no parece que se hable de una nueva sociedad, sino más bien de evitar el fracaso escolar… Sobre todo por parte de los padres.

– Como se suele decir, el principal problema en la enseñanza no son los alumnos sino los padres, además de que se sobrevaloran los títulos que tienen por detrás todo un montaje de la industria de la educación. Los padres han vivido un sistema educativo que quieren reproducir, probablemente han sacado buenas notas y les ha ido bien. Pero los intangibles no se evalúan con un número, hay que eliminar muchas creencias como la que dice que una persona es más inteligente si se le dan bien la física o las matemáticas. No se puede evaluar a una persona con un número, sino tener en cuenta sus capacidades y cómo las desempeña. Sea un científico o una peluquera.

– O sea, por ejemplo, un informático. ¿No se está sobrevalorando la importancia que tiene que cada niño tenga un ordenador en su aula?

– Estamos en un proceso de aprendizaje en lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías, porque llevamos muy poco tiempo con ella y menos aún desde que están tan popularizadas y forman parte de la vida cotidiana. La tecnología no es más que una herramienta que depende del puño del que la maneje pueda ser más o menos útil.

– ¿Cuál es la receta con tantos ingredientes a tener en cuenta? Nuevas herramientas, viejos sistemas…

– Primero tenemos que hacernos la pregunta fundamental: ¿Qué queremos enseñar? ¿Qué queremos saber? Para empezar, los políticos no tienen ni idea de educación y no saben como abordarla, un problema que ya resulta importante. Y si no sabemos eso, mal podremos decir a los profesores qué deben hacer.

– ¿Es tan difícil llegar a un pacto por la educación?

– Hay que repensar el modelo y determinar qué sociedad queremos preparar. Pongo un ejemplo: la empresa Orona ya sabe cómo será en 2030 y los países no han planteado como será el futuro. La educación ahora no reside en el saber sino en saber hacer. Y para ello tenemos que repensar el modelo del futuro teniendo en cuenta que la tecnología va a ser una de nuestras primeras herramientas.

Disponible en la url: http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/201611/04/javier-martinez-aldanondo-experto-20161104005057-v.html

 

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Niños angoleños participan en concurso por cumpleaños de Fidel Castro

África/Angola/05 Noviembre 2016/Prensa Latina

Comprometidos hoy con el estudio para robustecer el futuro de Angola, alumnos de una capitalina escuela primaria con el nombre de Fidel Castro, celebraron mediante un concurso el aniversario 90 del líder histórico de la Revolución cubana.
Como parte de la última etapa de festividades aquí por el cumpleaños (13 de agosto) del dirigente revolucionario se realiza el certamen ‘Nuestro Amigo Fidel’ en este centro estudiantil ubicado en el municipio Viana, dijo en el acto la profesora cubana Yanira Cuba.

Explicó que en el certamen participaron 50 estudiantes del primero al sexto grado y fueron destacadas 20 presentaciones y otras cinco recibieron premios en las categorías de poemas, pintura y trabajo manual ‘por la calidad en el tratamiento del tema y dominio de colores’.

Cuba, quien forma parte de la brigada que imparte en el territorio el método cubano de alfabetización Yo sí puedo’, indicó que también se distinguió la labor de tres maestros del colegio por la voluntad de ayudar en el desarrollo del concurso y en la investigación sobre la vida de Fidel Castro.

‘Este evento resulta muestra palpable de la cooperación entre Angola y Cuba’, señaló por su parte el director de Educación en Viana, Antonio Cahiso, quien ponderó la brillante página internacionalista que escribió en su tierra el hermano pueblo de la isla caribeña que ayudó a salvaguardar la independencia nacional.

Con verbo emotivo, la embajadora cubana Gisela García agradeció asimismo esta iniciativa del plantel que contó con la dirección de la cátedra martiana de la corporación Antex y la asesoría del programa Yo sí puedo.

Admitió sentirse conmovida por visitar la escuela con este prestigioso nombre, que la dignifica y obliga a profesores y estudiantes a conocer el ejemplo y la monumental obra de Fidel Castro.

Hizo alusión a los históricos nexos de amistad y colaboración entre Angola y Cuba, pueblos unidos en indestructibles lazos.

Por la ayuda desinteresada de Cuba ustedes pueden ahora disfrutar, vivir en paz y ser felices, subrayó la diplomática.

Tras la entrega de diplomas y otros galardones a destacados y premiados del concurso se escucharon poemas, canciones y un grupo vocal, así como actuó un cuerpo de baile tradicional integrado por alumnas del colegio.

La escuela primaria 5001 Fidel Castro fue la primera de su tipo pública inaugurada en Viana, en 1976.

Actualmente en sus 24 salas estudian mil 400 alumnos, del primero al sexto grado, que reciben clases impartidas por 27 profesores.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=39941&SEO=ninos-angolenos-participan-en-concurso-por-cumpleanos-de-fidel-castro
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La escuela inteligente despega en España

Europa/España/05 Noviembre 2016/Autora: Beatriz Guillen/El país 

Grandes empresas tecnológicas como Samsung o Google dan herramientas para consolidar la revolución digital en los colegios

Parece una clase normal, pero ya no se trabaja con libros. Los pupitres de madera son los de siempre, aunque les faltan las marcas de los cuadernos. Sí se conservan los bolígrafos y la pizarra, pero ahora son digitales. Los niños parecen tranquilos ante el cambio: escuchan y apuntan concienzudos en sus tabletas. ¿Os ha costado dejar de usar libretas? «No, porque nos fuimos adaptando poco a poco, no de golpe, y así es más fácil», explica Mateo, de 12 años, del colegio público Isabel la Católica de Madrid. Este centro es uno de los 32 que se han integrado en el proyecto Smart School de Samsung que distribuye de forma gratuita tabletas y pizarras interactivas. Participan alrededor de 2.500 alumnos de 15 comunidades autónomas. Y esta es solo una de las iniciativas. Google ofrece un programa gratuito para colegios, Google Classroom, con el que ofrecen herramientas y contenidos digitales para gestionar las clases y potenciar la innovación. El objetivo es común: impedir que los colegios españoles se queden atrás en la revolución que la tecnología e Internet está llevando a las aulas.

«La mayoría de nuestros centros no ha cambiado nada en dos o tres siglos. Allí se están formando los profesionales del futuro, así que tienen que estar adaptados a las necesidades actuales», considera Arturo Cavanna, director de innovación y desarrollo tecnológico de la editorial Edelvives que participa con Google en varios proyectos. Esta adaptación debe apoyarse en varios pilares: la conectividad a Internet, la formación tecnológica de los profesores y una metodología en la que estén bien integradas las nuevas herramientas. La valoración general es que la transformación va por el buen camino, pero que todavía está lejos de consolidarse. «La escuela digital en España está despegando, pero hemos dado un cambio brutal desde hace dos años», considera Cavanna después de haber visitado más de 3.000 centros.

A los expertos no les queda ninguna duda de que esta transformación digital es necesaria. No se puede aplazar más. El principal objetivo es que los niños aprendan a manejar desde pequeños las herramientas con las que van a tener que trabajar en el futuro. Pero además de la necesidad, todos los expertos ponen de relieve algunas de los beneficios que la tecnología supone para la educación: trabajo más colaborativo, atención más individualizada, mejora de la autonomía y sobre todo, alumnos más motivados.

Alumnos más motivados

«Antes les decías a los chavales que sacaran el libro por la página 36 y la respuesta siempre era ‘¡Qué rollo!’. Ahora no hace falta que les pidamos nada y ya está la tableta encima de la mesa para trabajar», cuenta Silvia Casquete, profesora del colegio público María Sanz de Sautuola de Santander que también utiliza las tabletas de Samsung. Ese ha sido el principal cambio. No lo dicen solo sus profesores, también lo dicen ellos. «Nos aburrimos mucho menos, porque podemos buscar más cosas y aprender más rápido», dice Noa, de 12 años, del colegio Isabel la Católica. Estos proyectos están pensados para alumnos de 5º y 6º de primaria que ya son nativos digitales. Han crecido con el táctil y las pantallas. Una formación intrínseca que se nota en su forma de relacionarse con los dispositivos.

Dos alumnas trabajan con tabletas en el colegio Isabel la Católica de Madrid.
Dos alumnas trabajan con tabletas en el colegio Isabel la Católica de Madrid. CLAUDIO ALVAREZ

Otro de los puntos fuertes es una atención más personalizada. Las unidades didácticas están en la nube, por lo que cada alumno puede ir avanzando a su ritmo. «Los ejercicios que hemos metido en la tableta son infinitos y cada uno avanza a su manera. Después, corregimos algunos todos juntos y para los otros tienen el libro de soluciones», explica María Jesús Fernández, profesora de la clase de 6º de primaria del Isabel la Católica.

Por último, niños y profesores destacan cómo ha mejorado el intercambio de ideas. «Utilizamos el Drive, que es como una nube, para subir las fotos de los proyectos que hacemos y así poder compartirlos con todos y explicarlos», apunta Martina, de 11 años, señalando las imágenes proyectadas en la pizarra con las felicitaciones que prepararon para el Día de la Madre.

Todo esto, se traduce, en muchos casos, en una mejora del rendimiento académico. «Teníamos clases con alumnos apáticos. Se ha conseguido engancharlos y mejorar su comportamiento. Se han convertido en una clase distinta», razona Myriam Páramos del mismo centro.

La formación de los profesores: asunto pendiente

Esta nueva forma de trabajar depende directamente de los profesores, la pieza clave del proyecto. Son ellos quienes tienen que liderar el cambio de dispositivos y metodología. «A mí me ha costado mucho adaptarme a las tabletas y las pizarras interactivas, pero hay que hacer el esfuerzo», reconoce Fernández. Por esa razón, la formación tecnológica se ha convertido en una necesidad. «Es una de las grandes carencias. Excepto algunos centros muy punteros, la impresión general es que muy pocos profesores han recibido la formación para manejar los nuevos dispositivos y adaptar las clases a ellos», explica el responsable digital de Edelvives.

Un aula con tabletas y pizarra digital del colegio público Isabel la Católica de Madrid.
Un aula con tabletas y pizarra digital del colegio público Isabel la Católica de Madrid. CLAUDIO ALVAREZ

Para combatir esto, en las 80 clases del proyecto de Samsung también se imparte formación a los docentes. «Ellos tienen que estar aprendiendo y actualizándose constantemente. El profesor se convierte más bien en un coach, donde todos aprenden», argumenta Francisco Hortigüela, director de Marketing de Samsung España.

Desde Google, por ejemplo, se apuesta por una estrategia diferente: desarrollar herramientas muy sencillas que los profesores no necesitan formación para saber manejarlas. «Así nos acercamos a la mayoría de docentes, en vez de solo a ese 10% o 20% de docentes que es más innovador», razona Marc Sanz, responsable de Google For Education para España y Sur de Europa. Estas herramientas sirven para distribuir fácilmente las tareas a los alumnos y organizar el Drive en función de asignaturas y tareas.

En el informe de Ipsos «Los profesores ante la tecnología en los colegios», de abril de 2016, se desprendía que el 54% de los profesores consideraba necesaria esta formación tecnológica. El mismo estudio, pero un 80% sostenía que una buena conexión a Internet era un elemento imprescindible para abordar el cambio.

Falla la conexión a Internet en los colegios

La falta de una buena conexión a Internet es otro de los grandes obstáculos a los que se enfrenta la transformación digital de los colegios. «La gran mayoría de centros que hemos visitado no tienen una conexión potente ni los recursos para tenerla. Falta inversión en muchos de ellos», razona el responsable digital de Edelvives. A este mismo planteamiento, se suma el representante de Google For Education en España, Marc Sanz: «Las inversiones en tecnología de los colegios no se han hecho lo mejor posible, porque se han desarrollado unos modelos anclados en el pasado, donde se han hecho grandes inversiones en servidores y hardware, cuando no era necesario».

La tecnología solo es una herramienta

Los expertos repiten la necesidad de los dispositivos, la formación y la conexión para esta transformación digital, pero, todos reconocen que no tienen sentido si no hay un proyecto educativo detrás que los sostenga. «La tecnología es solo una herramienta», se ha convertido en el lema. «Se tiene que transformar la forma entera de trabajar, el proyecto pedagógico, las herramientas solas no valen nada», comenta Cavanna.

«Meter ordenadores o tabletas en el centro no significa que ya no se vaya a escribir en boli o en lápiz. Ni utilizar un dispositivo significa que se vayan a solucionar todos los problemas de la clase», argumenta el responsable de Google. «La herramienta sola no proporciona una buena educación, pero un buen uso de la herramienta con un buen profesor tiene un potencial brutal», añade.

TABLETAS PARA TRABAJOS DE CAMPO

Las tabletas del proyecto de Samsung hacen las veces de cuadernos proyectables, lo que facilita la forma de corregir y también de compartir deberes, trabajos o exposiciones. Además, se han vuelto una herramienta muy útil para proyectos y excursiones. En el colegio María Sanz de Sautuola han desarrollado un proyecto sobre la historia de su barrio, La Albericia. «Sufrió un incendio en el 41 y los niños están haciendo un trabajo de campo para estudiar el antes y el después. Hablan con personas mayores, visitan laz zonas que han cambiado… Y con la tableta hacen las fotografías, los vídeos, comparten el material con sus compañeros para repartirse el trabajo, pueden comentar al instante», relata Carlos Rodríguez, embajador del proyecto en el centro de María Sanz de Sautuola de Santander.

Fuente: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/05/13/actualidad/1463136228_177046.html

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Policía brasileña ataca la Escuela Nacional del MST

América del Sur/Brasil/05 Noviembre 2016/Telesur tv

Voceros del MST consideran que la incursión de la policía es parte de la criminalización de los movimientos sociales.

Funcionarios de la Policía Civil y Militar de Brasil irrumpieron este viernes disparando contra los militantes de la Escuela Nacional Florestan Fernandes (ENFF) en la localidad de Guararema, en el estado de Sao Paulo (sur).

Según los reportes, la policía llegó a primeras horas de la mañana bloqueando la puerta principal de la escuela y saltando la ventana de recepción con disparos contra los militantes del movimiento.

Por su parte, representantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin tierra (MST) repudiaron las acciones de la policía de Sao Paulo y exigieron al Gobierno interino de Michel Temer, a tomar las medidas apropiadas en este proceso. Somos un movimiento que lucha por la democratización del acceso a la tierra en el país y no una organización criminal, resaltaron.

Los integrantes de la Escuela señalaron que “la incursión de la policía es otra acción de la criminalización de los movimientos sociales”, que mantiene el actual Gobierno de ese país suramericano.

Pidieron “la solidaridad de todos los medios de comunicación progresistas para enviar reporteros a la escena, así como grupos de derechos humanos”.

Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Policia-brasilena-ataca-la-Escuela-Nacional-del-MST-20161104-0020.html

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El secuestro de la mente y la paradoja de internet

Por: José María Agüera Lorente

Este año se cumplen diez de la publicación del libro El secuestro de la mente. Supe de él por un alumno que me recomendó su lectura hace años, porque relacionó su contenido –muy atinadamente, por cierto– con una de las cuestiones centrales que conforman la espina dorsal de la reflexión filosófica a lo largo de la historia; a saber: ¿es real todo lo que creemos? Pregunta en la que se imbrican ontología y epistemología inextricablemente, presente ya en la alegoría clásica de la caverna platónica y que en la actualidad sigue tan vigente como siempre.

El autor del susodicho libro es un psiquiatra, el doctor Fernando García de Haro. Al contrario de lo que pudiera pensarse por su profesión, a cuya práctica se dedicó durante la friolera de más de treinta y cinco años, el enfoque que desarrolla de la antes enunciada pregunta no es puramente médico, sino ampliamente filosófico, eso sí, partiendo de los conocimientos disponibles sobre el cerebro y la psicopatología, especialmente del trastorno mental que se conoce como delirio (diríase que en esto sigue a Mario Bunge, para quien –de acuerdo con lo que yo mismo le oí en una conferencia– lo que procede es «primum cognoscere, deinde philosophari»). El delirio es la capacidad de creer enferma, y la creencia, en según qué circunstancias y modos, puede acabar en delirio. En forma de eslogan el doctor García de Haro lo plasma diciendo que «si el delirio es una creencia de origen patológico, la creencia es un delirio de origen cultural». Tal delirio de origen cultural puede desembocar peligrosamente en fanatismo, el cual presenta rasgos que se asemejan a los síntomas característicos de la paranoia (léase el epígrafe titulado «sectas, paranoia, fanatismo y violencia»).

Todo el libro es interesante y está inspirado por un espíritu proveniente tanto del amor al saber que dio vida a la filosofía en sus inicios, como de los principios que engendraron el pensamiento ilustrado. A ambos alude cuando presenta su receta contra «las creencias y sus males», y que se compone de dos ingredientes esenciales: racionalidad y humanismo. Entonces puntualiza: «Esta es una vieja receta que se remonta a los llamados “filósofos griegos” y que se continúa en el Renacimiento, la Ilustración y en la actualidad en formas muy diversas. Parece evidente que sólo el pensamiento racional puede liberar al ser humano del laberinto de las creencias en el que se pierde desde el principio de su existencia sobre la Tierra».

¿Esa liberación tiene asegurado su progreso? Nuestro psiquiatra parece contestar afirmativamente a esta pregunta, y halla un poderoso argumento a favor de su respuesta en el papel que otorga a las nuevas tecnologías en relación con el combate entre racionalidad y creencias. He aquí su tesis: «Las tecnologías de la comunicación, tanto de la información como Internet, la televisión por satélite o los medios de desplazamiento, hacen que las culturas cerradas sean imposibles. Este mundo permeable instala al hombre en una realidad nueva, no fijada por una manera concreta y establecida mediante una creencia de origen divino. El hombre moderno no puede continuar en mundos cerrados y diferentes entre sí por mucho que se empeñen los custodios de las creencias. Este movimiento es imparable».

Por mi parte, tengo razones para no compartir la postura optimista del doctor García de Haro. La primera de ellas es de naturaleza empírica y tiene que ver con el fenómeno del terrosimo yihadista, de rápido y preocupante crecimiento, y que tiene su base en la expansión y asimilación de creencias que pueden desembocar en el fanatismo violento. En el clarificador libro de hace apenas un año titulado Objetivo: califato universal. Claves para comprender el yihadismo, sus autores (Eduardo Martín de Pozuelo, Jordi Bordas y Eduard Yitzhak) se dedican a un preciso y riguroso análisis del fenómeno referido. En el capítulo 7 titulado «la captación: de la mezquita a internet» encontramos la disección de los modos y los medios de los que se sirven los yihadistas para atraer a los jóvenes y convertirlos en adeptos a su causa. En una de sus páginas leemos: «El elemento tecnológico fundamental que marca un antes y un después en el proselitismo radical gira en torno a internet, las redes sociales y las grandes redes mediáticas que las organizaciones terroristas yihadistas del siglo XXI tienen a su disposición».

Esas organizaciones cuentan con agencias de información que se sirven muy eficientemente del mundo virtual con dos intenciones básicas: una es publicitaria y de propaganda; la otra es la captación, reclutamiento y adoctrinamiento de simpatizantes de todo el mundo. Mediante la red también informan y entrenan militarmente a quienes convierten en armas vivientes al servicio de sus siniestros propósitos.

Los autores del libro describen, a través de casos reales, cómo jóvenes europeos –por lo demás aparentemente «normales»– que muestran indicios de predisposición a la radicalización son contactados y sometidos a un auténtico aislamiento cultural y lavado de cerebro sectario que en muchos casos no serían factibles –y, desde luego, no serían tan efectivos– sin la herramienta de internet. Ésta es imprescindible en el terrorismo global del siglo XXI para inocular y activar en la psique el germen del fanatismo, que requiere la comunicación de las creencias radicales. Se trata de radicalizaciones urgentes, porque se llevan a cabo en lapsos de tiempo que se cuentan más bien por semanas que por meses.

Hay un momento decisivo en el proceso de captación. Tras haber conseguido atraer la atención del potencial recluta en las redes sociales mediante mensajes generales, y una vez discriminados los más susceptibles, los captadores los conducen a espacios virtuales más privados. Chats, grupos de whatsapp y otros recursos nuevos diseñados por los propios especialistas de la organización terrorista, que son objeto de menos vigilancia por parte de los grupos especializados de la policía, constituyen el espacio en el que se somete, sobre todo a los jóvenes, a mensajes de gran poder seductor que, a la postre, consiguen el secuestro de sus mentes, es decir, su desconexión de todo lo que hasta ese momento conformaba su mundo. Por último, llegará el contacto personal.

Como se ve, internet no es aquí la tecnología del librepensamiento, sino, muy al contrario, el medio de cultivar y extender el fanatismo, mal que le pese al doctor García de Haro. Se trata de toda una paradoja que el politólogo Benjamin Barber reconoce de la siguiente forma: «Estamos ante la grotesca situación de que gente pone “me gusta” en sitios de la web donde se ven decapitaciones. ¡Estamos ante el movimiento simultáneamente más moderno y más reaccionario de la historia! Están intentando destruir Occidente en parte debido a su modernidad y su tecnología pero al mismo tiempo son creaciones de la tecnología moderna, y dependen de ella íntimamente para generar miedo y odio».

No, las nuevas tecnologías por sí mismas no nos salvarán del delirio latente en las creencias irracionales. Es más, según lo dicho hasta ahora, hay que estar alerta ante su alto poder de sugestión. El universo de las pantallas puede crear auténticos mundos solipsistas que, sin darnos cuenta, nos aíslen de la realidad, ese lugar en el que nos hallamos con lo otro, y en el que hemos de convivir, lo que se hace imposible si nos enclaustramos en nuestros mundos privados.

El diálogo es imprescindible para el encuentro en el espacio objetivo de la realidad. Las redes sociales parecen, en principio, potentes recursos tecnológicos que incrementan esa capacidad nuestra de diálogo, pero hay quien detecta una deriva contraproducente en las innovaciones relativas al procesamiento de los big data incorporadas en los últimos años. En este sentido va la advertencia del activista de internet Eli Pariser, que se plasma en su teoría de la burbuja de filtros. De acuerdo con ella, existe una tendencia en la red de progresiva personalización de contenidos en los medios digitales, lo que conlleva la creación de una realidad distinta para cada internauta. Los algoritmos de Google o Facebook muestran resultados distintos para cada usuario, en relación a su historial de búsquedas y su comportamiento en la Red. Es por esto que la información que se nos ofrece a través de estos medios es sesgada: la mecánica de los motores de búsqueda hace que sólo seamos receptores de la información que se presupone de nuestro interés. Esos algoritmos acabarán decidiendo por nosotros qué es la realidad siempre en una senda de continua confirmación de nuestras creencias, reduciendo así el margen para la falsación de las mismas (para más detalle véase el vídeo en https://www.youtube.com/watch?v=S0m_nM8Dgng).

En consecuencia, no creo que las nuevas tecnologías por sí mismas tengan el poder de acabar con el efecto alienante de las creencias; pueden, incluso, potenciarlo. Es el sujeto desde la razón el que tiene que someter a esas sus creencias a juicio poniéndolas constantemente a prueba. Internet y los diversos medios digitales ayudan como herramientas que expanden nuestras capacidades cognitivas y su conexión a la realidad en toda su amplitud y diversidad de detalle, quebrantando cuando corresponda, sobre todo, nuestras más queridas expectativas sobre ella.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/el-secuestro-de-la-mente-y-la-paradoja-de-internet/

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Miguel Soler Roca: Educación, resistencia y esperanza

Autor: Soler Roca, Miguel; Autora: Rivera Quintero, Marcia.

Compiladora: Demarchi, Marta;

Año: 2014

Editorial: CLACSO

Ciudad/País: Argentina

ISBN 978-987-722-023-0

Sinopsis: La antología que nos honra presentar da cuenta de la profundidad del pensamiento, de las acciones emprendidas a lo largo de su vida, así como del verbo claro, preciso, directo y sin ambages del maestro Miguel Soler Roca. Catalán que llegó a Uruguay en su primera infancia, su prolongada y fecunda vida ha estado dedicada a la educación, en especial a aquella que transcurre en el medio rural. A través de los textos aquí incluidos podemos situarnos en los campos uruguayos de mediados del siglo XX y recorrer de su mano la situación de la educación pública de éste y de muchos países de América Latina y el Caribe desde entonces. Son escritos vibrantes, de alguien que nunca se ha callado frente a las injusticias; escritos que siguen tan vigentes como cuando fueron publicados en boletines, cuadernos mimeografiados y revistas artesanales, las más de las veces. Algunos en Uruguay, México, Bolivia, Nicaragua, Cuba, o donde le tocara estar en su largo peregrinar.

Descargar aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20140718012935/SolerRoca.pdf

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Turquía, país receptor de mano de obra infantil

Asia/Turquía/05 Noviembre 2016/bez

Niños, refugiados y esclavos, esta es la realidad de los cientos de menores empleados en los talleres de confección clandestinos en Turquía. Procedentes de Siria, el sueño europeo se ha convertido en la peor de las pesadillas para quienes huyen de la guerra.

Según un informe publicado recientemente por el diario británico Mail Online, decenas de menores sirios -en torno a los nueve años de edad- trabajan alrededor de 12 horas diarias en los talleres de confección situados en el sureste de Anatolia. En estas fábricas los niños preparan, entre otros pedidos, los uniformes de combate para los terroristas del Dáesh, tal y como confirma el medio. Además, los menores, explotados laboralmente, carecen de servicios básicos como acceso a la educación y están obligados a trabajar durante eternas jornadas por tan solo 15 dólares diarios.

Los menores carecen de servicios básicos como acceso a la educación y están obligados a trabajar durante eternas jornadas por tan solo 15 dólares diarios

Sin embargo, Dáesh no resulta ser el único demandante de mano de obra infantil en este infierno para los niños sirios. Según un reportaje de investigación emitido recientemente por la cadena británica BBC, los talleres de grandes firmas europeas, como la británica Marc&Spencer o las españolas Zara y Mango, han estado empleando a refugiados en los talleres textiles y lavanderías. Según la BBC, la mayoría de los refugiados que trabajan bajo estas condiciones cobran alrededor de un dólar diario y no cuentan con ninguna medida de seguridad. En concreto, la cadena Marc&Spencer emplearía a los menores planchando las prendas que posteriormente son enviadas a Inglaterra, mientras que las españolas Mango y Zara estarían exponiendo a los niños al tratamiento y lavado de pantalones vaqueros, lo que implica el contacto con fuertes productos químicos. Además, los miles de empleados no cuentan con ningún tipo de permiso de trabajo. Desde el inicio de la guerra en Siria, Turquía se ha convertido en uno de los epicentros de mano de obra esclava.

Según cuenta a bez.es el portavoz para Turquía de la organización humanitaria Save the Children, David Mariano, “si bien los compromisos asumidos y los servicios prestados por el Gobierno de Turquía a los niños sirios son amplios, la magnitud y el grado de los desafíos que enfrentan los menores y sus familias son graves. Las últimas cifras indican que medio millón de niños sirios en edad escolar no tienen acceso a la educación. Muchos niños no han puesto los pies en un aula durante varios años consecutivos y en su lugar se enfrentan a las sombrías realidades del matrimonio precoz y el trabajo infantil.

Los niños refugiados, un colectivo vulnerable

La principal barrera que impide que los niños accedan a la escuela es la pobreza: los padres son incapaces de pagar los honorarios relacionados con los centros escolares, los costos de transporte, o dependen de sus hijos para trabajar en lugar de que vayan a la escuela. Otros desafíos son las barreras lingüísticas en las escuelas públicas turcas y la falta de programas de idiomas acelerados, la falta de información sobre el registro escolar y los procedimientos y requisitos de inscripción; la no implementación de una circular para facilitar los requisitos de matriculación escolar de los sirios y las dificultades de integración social”. Estos datos han sido corroborados también por la organización Human Rights Watch, que declara que “más de la mitad de los menores refugiados procedentes de Siria no están recibiendo educación formal”, por lo que la comunidad internacional se enfrenta a un grave problema:  los niños en edad escolar que se encuentran trabajando representan para la sociedad una generación perdida.

Los padres son incapaces de pagar los honorarios relacionados con los centros escolares, los costos de transporte, o dependen de sus hijos para trabajar en lugar de que vayan a la escuela

La afluencia de 2,7 millones de refugiados de Siria y 300.000 de otras nacionalidades ha empeorado esta situación en el país, ya que muchos más niños y sus familias son vulnerables a la explotación. Según Mariano, “Turquía ha aceptado más refugiados sirios que cualquier otro país y ha invertido una cantidad sin precedentes de recursos para apoyar a estos niños y sus familias. Sin embargo, con un número tan asombroso de refugiados y los vastos presupuestos y servicios necesarios para apoyarlos, las lagunas son inevitables. Save the Children considera que el sector privado tiene un papel muy importante que desempeñar en la protección de los niños contra el trabajo forzado, en la mejora de las condiciones de trabajo y en la eliminación de los peligros del medio ambiente de los trabajadores jóvenes. En un entorno empresarial globalizado en el que muchas empresas son transnacionales, las empresas de todo el mundo se han convertido en actores cruciales en el mercado internacional que influyen en las familias y los niños en todos los niveles. En este entorno globalizado, su responsabilidad de proteger y respetar los derechos humanos se ha vuelto más urgente y pronunciada”.

Fuente: http://www.bez.es/934794597/Turquia-pais-receptor-mano-obra-infantil.html

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