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Niñas en Kenia pasan de la escuela a la prostitución por covid-19

Tras el cierre de las escuelas en Kenia por la pandemia de covid-19, centenas de niñas tuvieron que dejar sus estudios para prostituirse y llevar ingresos a sus casas.

Algunas adolescentes no recuerdan con cuántos hombres han tenido sexo en los siete meses que han pasado desde que el brote de covid-19 obligó a cerrar las escuelas, ni cuántos de esos hombres usaron protección.

Señalaron que en ocasiones fueron violadas y golpeadas cuando pidieron que les pagaran, apenas un dólar a veces, para ayudar a sus familias en momentos en que los trabajos se evaporaban a causa de la pandemia.

En el cuarto que alquilan en Nairobi, la capital keniana, las niñas dijeron que no piensan demasiado en el peligro de contraer el coronavirus o el VIH cuando lo que cuenta es la supervivencia.

“Si consigues cinco dólares en la calle, es como si fuera oro”, afirmó una muchacha de 16 años en la pequeña cama que comparte con otras dos chicas, de 17 y 18 años, a quienes describe como sus “mejores amigas para toda la vida”.

Entre las tres pagan los 20 dólares del alquiler en un edificio en el que todos los cuartos están ocupados por trabajadoras sexuales.

El Organismo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que los progresos logrados en los últimos años en la lucha contra el trabajo infantil corren peligro de ser anulados por la pandemia y por primera vez en 20 años podría registrarse un aumento en la cantidad de menores que trabajan.

La ONU advirtió que millones de niños podrían ser explotados o forzados a realizar trabajos peligrosos. El cierre de las escuelas, señaló, agrava el problema.

Muchas familias en Kenia dejaron de percibir ingresos debido al confinamiento por el covid-19. (AP) Mary Mugure, una ex trabajadora sexual, lanzó Night Nurse, una iniciativa para rescatar niñas que siguen ese camino.

Comentó que desde que se suspendieron las clases en Kenia en marzo, unas mil menores empezaron a prostituirse en los tres barrios de Nairobi que monitorea.

La mayoría de las muchachas tratan de ayudar a sus padres a pagar las cuentas. La más joven tiene 11 años, según Mugure.

Las tres chicas que comparten la habitación fueron criadas por madres solteras junto con sus hermanas. Las familias se quedaron sin ingresos cuando el gobierno implementó medidas de confinamiento para frenar la propagación del virus.

Las madres de dos de ellas lavaban ropa para personas que viven cerca del barrio pobre en el que viven, llamado Dandora.

Pero cuando se confirmó el primer caso de coronavirus en la zona, nadie las quería en sus casas, comentaron las muchachas.

La madre de la tercera vendía papas en la calle, pero tuvo que dejar de hacerlo luego de que se implementaron las restricciones.

Las tres muchachas son las mayores de sus hermanos y decidieron ayudar a sus madres a alimentar a la familia. Tenían un popular grupo de baile que cobraba por sus presentaciones.

Pero cuando se prohibieron las reuniones, se quedaron sin ese ingreso. “Ahora le doy a mi madre 1.84 dólares diarios (40 pesos mexicanos) y eso la ayuda a alimentar a los demás”, dijo una de las muchachas.

En otro sector de Nairobi, la madre soltera Florence Mumbua y sus tres hijos, de 7, 10 y 12 años, parten piedras en una cantera bajo un calor sofocante.

Es un trabajo agotador y peligroso, pero ella, de 34 años, dijo que no tiene otra alternativa tras perder el empleo que tenía limpiando una escuela privada que cerró al imponerse las restricciones por el virus.

“Tengo que trabajar con ellos (los hijos) porque tienen que comer y lo que gano yo sola no alcanza”, explicó.“Trabajando en equipo, sacamos lo suficiente para comer”.

El trabajo infantil también aumentó en Kenia tras la pandemia de covid-19. (AP) De vuelta en Dandora, Dominic Munyoki, de 15 años, y Mohamed Nassur, de 17, recorren el vertedero más grande de Kenia buscando metal para vender.

Su madre, Martha Waringa, una madre soltera de 35 años que también trabaja en el vertedero, comentó que el dinero que gana su hijo la ayudará a pagar por la escuela de sus siete hermanos cuando se reanuden las clases.

Y Ann Munhay, de 45 años y quien es madre de Nassur, tampoco ve nada malo en que su hijo la ayude a mantener a la familia.

“Cuando empezó a trabajar me di cuenta de que era algo positivo porque no se quedaba haciendo nada en la casa o con juegos que no lo ayudan en nada”, declaró. “Cuando va a trabajar, gana dinero que nos ayuda mucho. Y se compra ropa”.

Phillista Onyango, quien dirige la Red Africana para la Protección y Prevención del Abuso y el Abandono de Menores, señaló que con las escuelas cerradas, varios padres de familia de barrios pobres prefieren que sus hijos trabajen a que se queden en casa y corran peligro de caer en las drogas o la delincuencia.

Por su parte, las tres amigas que comparten una habitación dijeron que esperan no tener que prostituirse toda su vida, pero al mismo tiempo señalaron que es poco probable que vuelvan a la escuela.

Fuente: https://www.milenio.com/internacional/africa/kenia-ninas-dejan-escuela-prostitucion-covid-19

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Visibilizar a víctimas LGTBI del conflicto es el inicio de la reparación: Colombia Diversa

Fue entregado un informe a la Comisión de la Verdad con relatos de personas que sufrieron la violencia en distintos territorios.

Marcela Sánchez, directora de la organización Colombia Diversa que defiende los derechos de las personas LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales), aseguró que ya fue presentado un informe ante la Comisión de la Verdad con relatos de víctimas del conflicto armado pertenecientes a esta población, en el que se evidencia que hubo discriminación.

Sánchez dijo que no se trata de hechos aislados en medio de la situación de violencia que ha vivido el país por décadas y buscan que se visualice esa problemática y se implementen acciones en pro de las personas afectadas y discriminadas, como el primer paso de su reparación.

Asimismo, la directora afirmó que este fue un ejercicio bastante complejo teniendo en cuenta que las historias se tratan sobre vulneraciones y sexualidad, por lo que hay temor en quienes cuentan sus propias vivencias de violencia.

«Había casos de trabajos forzados para corregir la feminidad en los hombres, hubo violencia sexual, por supuesto, hubo control de los cuerpos, de los horarios, de las relaciones de pareja. Hubo también desplazamiento, homicidios», dijo.

«Se comparten muchas de las formas de violencia contra otras poblaciones en el conflicto: las mujeres, la población afro, los campesinos, pero en general el patrón es la discriminación. Lo que queremos poner como motivación de esa violación de los DD.HH. es la discriminación«, añadió.

Sánchez indicó que «primero, fueron todos los actores armados, tanto paramilitares como Ejército y guerrillas. Hay diferencias regionales; por ejemplo, en dónde hay más narcotráfico o control social y político de la guerrilla. Esto genera actos distintos».

Adujo, además, que una buena forma de reparar a las víctimas de la violencia, quienes hacen parte de esa población. Es que se conozca qué pasó en el conflicto y por qué se dieron los hechos de esa forma.

«Este informe es significativo justamente porque las víctimas en primer lugar quieren que los victimarios les digan qué paso y por qué pasó esto. Ese sería el primer acto de reparación y reconciliación», afirmó.

«Hay sanciones para quienes no digan la verdad y esperamos que la JEP también reconozca ese patrón o incluso pudiese pensarse en un caso nacional de violencia contra todas las formas de la sexualidad, incluida la violencia sexual contra las mujeres y la violencia reproductiva«, sentenció.

Finalmente, la directora de Colombia Diversa aseguró que se deben dar avances en cuanto a la visibilización de esas víctimas del conflicto armado, ya que se debe dar un enfoque diferencial porque los enfoques de la violencia fueron distintos.

Fuente: https://www.rcnradio.com/colombia/visibilizar-victimas-lgtbi-del-conflicto-es-el-inicio-de-la-reparacion-colombia-diversa

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Guatemala, el país centroamericano donde 14 niñas quedan embarazadas todos los días

 

Ser niña en Guatemala ya era complicado antes de la llegada del coronavirus.

Pero el riesgo de terminar siendo víctima de la violencia sexual solamente ha aumentado con la pandemia.

Según datos del Observatorio de los Derechos de la Niñez, al menos 5.133 niñas de entre 10 y 14 años resultaron embarazadas el año pasado en el país centroamericano.

Esto es un promedio de 14 al día.

Y el observatorio de la Coordinadora Institucional de Promoción de Derechos de la Niñez (Ciprodeni) también registró 111.216 embarazos de jóvenes entre 15 y 19 años.

Esto equivale a más de 12 embarazos adolescentes por hora, en su inmensa mayoría también atribuibles a la violencia sexual, como destaca el secretario ejecutivo de Ciprodeni, Otto Rivera.

«De acuerdo con la Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, sostener relaciones sexo-genitales con cualquier persona menor de 18 años es tipificado como violación», explica Rivera.

«Y en el contexto de la pandemia este tipo de delitos es todavía más severo», le asegura a BBC Mundo.

Multiplicar por tres

Por lo pronto, las cifras de Ciprodeni hasta el mes de julio de este año recogen 2.289 embarazos entre niñas de 10 a 14 años y 51.548 para el grupo de edad de 15 a 19.

Mientras que el Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR) ya sumaba 77.847 embarazos infantiles y adolescentes al 16 de septiembre.

Niñas en Guatemala
Pie de foto, Muchas niñas guatemaltecas son víctimas de la violencia sexual.

El confinamiento -que según Rivera está exponiendo a más menores a más riesgo- puede sin embargo haber afectado la detección de muchos otros embarazos, por lo que las cifras reales podrían ser más altas.

Ciprodeni, por ejemplo, dice ya haber detectado una reducción en el número de denuncias por violencia intrafamiliar en los últimos meses.

«En el mismo marco de la pandemia se incrementaron los casos, sabemos de casos, pero al mismo tiempo se redujeron las denuncias, porque los órganos jurisdiccionales no funcionaron en el horario habitual», asegura Rivera.

 

Y el secretario ejecutivo de la coordinadora también comparte una hipótesis de trabajo que hace todavía más evidente la gravedad del problema de la violencia sexual contra la niñez y adolescencia guatemaltecas.

«En Ciprodeni estimamos que solo una niña o adolescente de cada tres que son abusadas o violadas resulta embarazada«, le dice a BBC Mundo.

«En otras palabras no es que en lo que va del año se haya abusado o violado a 77.847 niñas y adolescentes. Eso lo tenemos que multiplicar por tres», sugiere Rivera.

«Vidas silenciadas»

Esas cifras explican por qué la investigadora de Flacso Guatemala Ana Lucía Ramazzini se refiere al problema como «otra epidemia».

Pero Ramazzini destaca además el impacto biológico, social y psicológico que esa violencia, y los embarazos que produce, tienen sobre niñas y adolescentes.

Madre adolescente en Brasil
Pie de foto, Los embarazos infantiles y adolescentes a menudo tienen indeseados efectos psicológicos.

Durante una investigación suya de 2015, por ejemplo, nueve de cada 10 adolescentes embarazadas entrevistadas dijeron haber dejado de estudiar y de participar en espacios de organización comunitaria.

Y más recientemente Ramazzini coordinó una investigación sobre la relación entre embarazos no deseados y suicidios en Guatemala, un problema que cree no está recibiendo la atención que se merece.

Según la socióloga guatemalteca, en el país no hay cifras confiables sobre el tema, porque «cuando llega muerta un mujer en edad fértil no se le hace la prueba de embarazo».

La investigadora, sin embargo, logró establecer que, en 2017, la mitad de los suicidios de mujeres adolescentes en el departamento de Alta Verapaz habían sido de mujeres embarazadas.

Mientras que en países como El Salvador una investigación de 2006 encontró que el suicidio fue la tercera causa de muerte materna, especialmente entre las adolescentes.

«Las adolescentes embarazadas tienen un riesgo de suicidio tres veces mayor que las adolescentes que no están embarazadas», le dice Ramazzini a BBC Mundo.

Con pocas opciones

Los testimonios recogidos para la investigación «Vidas sesgadas» evidencian los riesgos para la salud mental de los embarazos no deseados productos de la violencia.

Pero la interrupción de los mismos no está contemplada en la legislación guatemalteca.

Protesta contra el aborto en Guatemala
Pie de foto, La legislación Guatemalteca no contempla el aborto en casos de violación.

«Hubo un proyecto de Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, y uno de los artículos iba en ese sentido, pero fue rechazada en el 2018«, explica Ramazzini.

Y para Carlos Gómez, subsecretario de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia de la Secretaría de Bienestar Social de Guatemala, es altamente improbable que esta opción se legalice.

«Aquí hay un actor muy importante que son las iglesias y las iglesias no son partidarias de los abortos«, le dice a BBC Mundo.

Gómez, sin embargo, asegura que el Estado guatemalteco sí reconoce el impacto de este tipo de embarazos sobre la salud mental de niñas y adolescentes.

«Con las niñas que hemos tenido nosotros bajo protección en nuestros albergues, una de las principales acciones que se hacen es sensibilizar. Y todas han decidido tener a ese bebé», ofrece como ejemplo.

Manos con bebé
Pie de foto, Guatemala tiene una de las tasas de fecundidad infantil y adolescente más alta de América Latina.

«¿Y qué pasa si esa niña no quiere tener a su bebé? Para eso existe una institución en Guatemala que se llama la Comisión Nacional de Adopciones», agrega.

«En discusión»

Gómez destaca además la existencia de una Política Pública de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, que considera clave para confrontar el problema.

Pero también reconoce que la misma «todavía está en discusión», a pesar de que Guatemala lleva años con una de las tasas de fecundidad infantil y adolescente más altas de la región latinoamericana.

Joven guatemalteca
Pie de foto, Guatemala lleva años con elevadas cifras de embarazos en niñas y adolescentes.

Y ese retraso retrata las diferencias de opiniones sobre la forma de encarar el problema que seguramente ha limitado la capacidad de respuesta de Guatemala.

Para Ramazzini, por ejemplo, un elemento clave detrás de los altos índices de embarazo infantil y adolescente es la falta de una efectiva educación integral en sexualidad, un tema que sin embargo todavía es considerado tabú por muchos sectores.

«En nuestro país se piensa que educar en sexualidad es solo educar en sexo y relaciones sexo-genitales, cuando estamos hablando de una educación integral en sexualidad que es clave para la vida», lamenta Ramazzini.

«Tiene que ver con relaciones de respeto, con compromisos a largo plazo, con consentimiento, con identificar estas relaciones de violencia, con desmontar esta idea de ser hombre que pasa por apropiarse de los cuerpos de niñas y adolescentes», explica.

Niñas en Guatemala
Pie de foto, La falta de una educación sexual integral es parte del problema.

Según Ramazzini, en el Ministerio de Educación de Guatemala existe desde hace años una estrategia sobre el tema.

«Pero hay muchas resistencias. Hay sectores antiderechos y de oposición que se niegan a que esto se implemente», le dice a BBC Mundo.

Y, para mientras, el número de niñas y adolescentes embarazadas crece y crece.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54484133

 

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Bajan los homicidios pero suben los delitos sexuales en Colombia

El informe Forensis 2019, de Medicina Legal, registra 11.880 muertes violentas y 26.158 delitos sexuales.

El Instituto de Medicina Legal publicó este jueves su informe Forensis 2019, en el que se da cuenta que se 2018 al año pasado bajaron los homicidios pero subieron los delitos sexuales.

De acuerdo con el reporte, hubo 11.880 muertes violentas en 2019 en el país, que significan un 2,06% menos que las 12.130 perpetradas en 2018.

En Barranquilla se presentaron 312 homicidios en 2019, en Cartagena 197, en Santa Marta 133, en Valledupar 82, en Riohacha 67, en Montería 90, en Sincelejo 49 y en San Andrés 21.

En cuanto a delitos sexuales, el incremento fue de 0,36%, al pasar de 26.065 casos denunciados en 2018 a 26.158 episodios reportados el año pasado.

Contra la primera infancia, se perpetraron en 2019 87 homicidios contra niños de 0 a 5 años y se cometieron 3.850 delitos sexuales contra la población infantil.

Y con víctimas de 6 a 11 años de edad hubo 27 homicidios y 8.336 delitos sexuales.

Fuente: https://www.elheraldo.co/colombia/bajan-los-homicidios-pero-suben-los-delitos-sexuales-en-colombia-755951

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«Si queremos reducir la violencia en los jóvenes debemos prevenir, empezando por las escuelas»

Por: ABC

El pasado jueves 25 de junio se ha celebrado una jornada de debate online bajo el título «Reducir cualquier tipo de violencia en las aulas y en la sociedad», en la que han participado diversas entidades y profesionales del sector educativo como la Fundación Edelvives, la Asociación GINSO, y el programa dide, entre otros, para compartir iniciativas enfocadas a reducir o prevenir la violencia entre los jóvenes y para destacar la importancia de la educación en este ámbito.

Juan Pedro Castellano, director general de la Fundación Edelvives, ha expuesto el programa «No te calles, cuéntalo», nacido en 2018 con el claro objetivo de combatir los abusos sexuales a menores. Este proyecto, ofrece herramientas y material didáctico, dirigido a familias, educadores y los propios mejores con el objetivo de prevenir y de denunciar este tipo de abusos. De hecho, según Arturo Cavanna, coautor del cuento #Notecalles y Director de Desarrollo Tecnológico – Transformación Digital en Grupo Edelvives de Edelvives, «gracias a este proyecto se han detectado e intervenido en más de 70 casos en escuelas españolas ya que, después de trabajar la historia en las aulas, los niños han comunicado los casos de abuso a sus padres o docentes».

Aunque queda mucho por hacer, desde la Fundación Edelvives se destaca la importancia de educar para prevenir situaciones de violencia tanto en el entorno escolar como fuera de él. «No podemos olvidar que el 70% de los casos de abuso sexual a menores se producen en el hogar. En España ha habido más de 3.000 denuncias relativas a abusos a menores durante el confinamiento». Es por ello por lo que programas como «No te calles, cuéntalo» buscan sacar a la luz estos casos de violencia a menores a través de la educación.

En esta línea, la Fundación Edelvives, junto con Google, y la colaboración de la Fundación ANAR, y la Guardia Civil, han apadrinado una herramienta llamada «Safe School» para que los niños o adultos puedan denunciar cualquier tipo de abuso. Esta plataforma desarrollada por Arturo Cavanna y seleccionada por la Academia de la Innovación de Google, contará con una aplicación y extensión para Chrome que será lanzara en octubre y que estará disponible en los dispositivos de las escuelas que los habiliten.

Educar, la clave para prevenir la violencia

En la jornada digital sobre violencia en los jóvenes también han participado José Luis Sancho, director clínico del programa RECURRA Ginso, y Javier Urra, presidente de la Comisión Rectora de Recurra GINSO. Ambos ponentes han explicado cómo abordan la prevención de la violencia desde el programa RECURRA Ginso, señalando que la educación es la clave para prevenir la violencia en los jóvenes, en concreto el acoso escolar dado que «es una de las principales causas de suicidio infanto-juvenil», según ha recordado Javier Urra durante su intervención.

Para ello, RECURRA Ginso cuenta con el programa Generación Convive, un programa de convivencia escolar que conjuga tecnología y educación y que trabaja la educación en valores y la inteligencia emocional. «Todo ello para evitar que sea necesario intervenir. Nuestra experiencia nos dice que muchas de las conductas violentas que se ven en los jóvenes son conductas aprendidas y ensayadas, por eso la prevención y la educación desde las escuelas es tan importante», ha recalcado José Luis Sancho.

Desde RECURRA Ginso han querido destacar además la importancia de recuperar en la escuela una virtud esencial, que es la humildad. «Cuando se educa a un menor en la humildad, esto les invita a auto cuestionarse, a asumir que no son poseedores de la verdad, a generar curiosidad científica y a intentar ver que el otro también es valioso y tiene algo que decir», ha puntualizado José Luis Sancho.

Identificación temprana de las dificultades

díde es una herramienta educativa de información de las necesidades educativas de los menores que ayuda a identificar tempranamente sus dificultades recogiendo información de las personas que mejor los conocen: sus padres y profesores.

Como bien es sabido, una vez que se conoce qué niños tienen predisposición a desarrollar estas conductas y se tiene conocimiento de qué le sucede al menor, se puede hacer la intervención que se requiera y manejar estos perfiles con las familias y los profesores desde los 4 años.

Con la metodología díde (creada por especialistas en educación, psicología y nuevas tecnologías) es posible, a través de unos cuestionarios digitales que responden padres y profesores, buscar un patrón en todo un curso para identificar tempranamente a niños/as que puedan presentar este perfil.

Mesa de debate

La mesa de debate organizada por la Fundación Edelvives, Díde, GINSO y NivelA, y retransmitida a través de elcolesiguetv, ha contado además con la colaboración de Arturo Cavanna director de Desarrollo Tecnológico y Transformación Digital en GRUPO EDELVIVES, Ana Cobos, presidenta de la asociación de orientadores de España COPOE y profesora en Universidad de Málaga, Google for Education, Óscar Belmonte, especialista en educación en el departamento de sensibilización y políticas públicas de UNICEF España, Ricardo Lombardero, founder & CEO LOMBER Soluciones. Creador del Método LOMBER©, Francisca Escobero, 0rientadora educativa, presidenta de la Asociación para la defensa de la inclusión educativa de Extremadura y óscar A. Pérez Sayago, Secretario General de la Confederación Interamericana de Educación Católica – CIEC.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-si-queremos-reducir-violencia-jovenes-debemos-prevenir-empezando-escuelas-202007060211_noticia.html

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Brasil enfrenta una «epidemia silenciosa» de violencia sexual contra niñas

El aborto legal de una niña de diez años puso en evidencia nuevamente la «epidemia silenciosa» de la violencia sexual contra las menores en Brasil, un país que registra en promedio seis interrupciones voluntarias de embarazo al día y cuatro abusos a cada hora en niñas de hasta catorce años.

«Estamos frente otra epidemia. Es una violencia sistemática y Brasil no consigue ver la dimensión de esta violencia silenciosa en el que las víctimas se callan o son calladas», dijo a Efe Luciana Temer, directora de la ONG Instituto Liberta, especializada en el combate al abuso sexual infantil.

Para Temer, abogada y excomisaria policial, el caso de la niña que fue sometida el domingo a un aborto legal en Recife, capital del estado de Pernambuco, después de ser violada y quedar embarazada de su tío, preso este martes en Belo Horizonte y que confesó que abusaba de la menor desde los seis años, «no es una excepción».

«Es un caso que arroja luz sobre una violencia, pero no es un caso aislado ni individualizado. Este tipo de violencia es cotidiana y, según la plataforma Foro Brasileño de Seguridad Pública, a cada hora cuatro niñas menores de catorce años son violentadas», subrayó la especialista, también profesora universitaria de Derecho.

Violencia sexual

El país registró en 2018 su mayor índice de mujeres violadas, con 60.041 casos en el año, lo que representa 180 ataques sexuales por día, según datos del Foro Brasileño de Seguridad de Pública, publicados en 2019 y en el que se registró que el 54 % de las víctimas eran menores de trece años y el 82 % del sexo femenino.

Sin embargo, Temer considera que los datos, basados en cifras oficiales de hospitales y comisarías especializadas de Policía, reflejan cifras «infinitamente menores» porque «la realidad es mucho peor», y puso como ejemplo que la estadística es liderada por las regiones sur y sudeste (60 %), las más desarrolladas del país.

«Hay un número alto de subnotificación. Es obvio que en las regiones norte, nordeste (las más pobres) y centro-Oeste el número es mucho mayor. Existe menos notificación porque muchas veces la mayoría de casos (72 %) ocurre dentro de casa», apuntó la jurista, quien es una de las hijas del expresidente Michel Temer (2016-2018).

Pese a que el derecho al aborto legal esté garantizado en la legislación brasileña en los casos de violación, si la gestante corre riesgo de muerte o cuando el feto presenta anencefalia, muchas mujeres siguen con el acceso a la práctica negado en el país.

De acuerdo con un estudio realizado por la ONG «Artículo 19», de un total de 176 hospitales habilitados en la red pública de salud para la interrupción del embarazo, tan solo el 43 % informó que realizaba el aborto legal.

Un reciente estudio del Instituto Liberta indicó que en la ciudad de Sao Paulo, en los últimos tres meses, se presentaron 84 embarazos de niñas entre los diez y catorce años, lo que para la abogada se trata de una «violación sexual en cualquiera de las hipótesis, aún si el acto fue practicado con el consentimiento de la menor».

En ese sentido, Temer recordó que el aborto en ese tipo de casos de violencia sexual tiene que «ser respetado y obedecido».

«Es un derecho que no depende de notificación judicial. La mujer puede solicitarlo aún sin denunciar la violación. Si ella miente después la Justicia intervendrá, pero no se le puede negar el aborto», añadió.

En el caso de esta semana, la niña y su familia, oriundos de Sao Mateus, en el estado de Espírito Santo, tuvieron que viajar 1.848 kilómetros en avión hasta Recife porque en Vitoria, la capital regional, los médicos se negaron a practicar el aborto por razones éticas, según los medios locales.

«El crimen sexual está estigmatizado y eso es un equívoco. Nadie se consterna porque fue secuestrado o asaltado, pero para decir que fue abusado sexualmente hay que tomar coraje ante la sociedad y eso sólo favorece a una persona: al abusador, que puede quedar impune por décadas o hasta por toda la vida», lamentó Temer.

De los 1.024 abortos permitidos por razones médicas y judiciales en Brasil en el primer semestre, 35 fueron practicados a menores de catorce años, de acuerdo con la plataforma DataSus, del Ministerio de Salud. En 2019, el total de niñas con esas edades fue de 72, para un promedio de uno a cada cinco días.

Aborto clandestino

A pesar de la prohibición de la práctica, por lo menos una cada cinco brasileñas ya han realizado un aborto clandestino.

De acuerdo con la Investigación Nacional de Aborto, publicada en 2016 por el Instituto de Bioética Anis y la Universidad de Brasilia solo en 2015 alrededor de 503.000 mujeres interrumpieron sus gestaciones de forma clandestina en el país.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/braga/2020/08/19/brasil-enfrenta-una-epidemia-silenciosa-de-violencia-sexual-contra-ninas/

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Antes del Mediterráneo: un informe de Acnur documenta el horror en la travesía de migrantes hacia Europa

Europa/05/08/2020/Autor:Pablo Elorduy/Fuente: elsaltodiario

La iniciativa de monitorización sobre migraciones 4Mi y Acnur, agencia de la ONU para los refugiados, han hecho público un informe basado en 16.000 entrevistas que pretende arrojar luz sobre uno de los aspectos menos documentado del proceso de migraciones desde África hacia Europa: el paso por terceros países en dirección a las costas de Libia. El informe concluye que la reducción del número de personas que cruzan el mar desde Libia a Europa desde mediados de 2017 “ha enmascarado el hecho de que los refugiados y migrantes que viajan hacia y a través de Libia y otras partes del norte de África siguen siendo objeto de abusos horribles en múltiples puntos durante sus viajes”.

El documento, titulado “En este viaje a nadie le importa si vives o mueres” proporciona la cifra de 2.204 muertes documentadas por esas 16.000 personas supervivientes al trayecto, más de la mitad de las cuales tuvieron lugar en los años 2018 y 2019. Ese viaje, por tanto se ha cobrado 70 vidas cada día de los últimos dos años, estima el informe. Un 14% de las personas encuestadas refirieron haber presenciado muertes en más de una ocasión. El informe se presentó ayer en la víspera del Día Mundial contra la Trata de Seres Humanos, que tiene lugar hoy, 30 de julio.

“Forzaron a un amigo mío a que matara a su amigo con un cuchillo porque no tenía dinero para darles. Si las mujeres no tienen suficiente dinero, las violan delante de todo el mundo”

El informe incluye testimonios como el de un hombre que cruzó el desierto de Níger a Argelia: “Si pinchas un neumático en el desierto, es difícil cambiarlo en la arena; el gato se hunde. Por lo tanto, usaron un migrante que no tenía suficiente dinero para pagar el paso. Este hombre fue utilizado como apoyo para el gato para proteger que el auto no se hundiera en la arena. Este hombre no soportó el esfuerzo y fue abandonado allí para morir. Forzaron a un amigo mío a que matara a su amigo con un cuchillo porque no tenía dinero para darles. Si las mujeres no tienen suficiente dinero, las violan delante de todo el mundo”.

La zona más letal en ese camino es el área norteafricana, que incluye territorios del norte de Níger, Chad, el sur de Argelia, Libia y Egipto. Casi seis de cada diez muertes tuvieron lugar en las aproximadamente 20 rutas que transcurren por esa zona. Otro 38% de las muertes documentadas tuvieron lugar en la ruta oeste. Esta incluye a Nigeria, primer punto de partida de migrantes, Burkina Faso, Mali y todos los países de la costa occidental.

El 92% de las muertes referidas en la ruta del norte están relacionadas con el crimen. Las cifras son muy similares en la zona del oriente y el cuerno de África. Por el contrario, el crimen “solo” es la motivación del 27% en los puntos de origen de las migraciones, en la zona occidental. La falta de acceso a medicinas o a una cura es el principal motivo de muerte (43%), muy a menudo en combinación con condiciones de deshidratación o inanición. En un 13% de los casos las muertes fueron consecuencia de disparos o apuñalamientos en un contexto de tortura y abuso físico. Entre quienes han llegado a Libia, ocho de cada diez personas denuncia haber sufrido torturas y trato inhumano o degradante.

El desierto del Sáhara, en el paso desde Níger a Libia, ha sido el escenario del 28% de las muertes referidas por las personas encuestadas por 4Mi. Otros puntos geográficos críticos son las regiones de Sabha, en el suroeste de Libia, Trípoli y Bani Walid (Libia), Agadez (Níger), Tamanrasset (Argelia) y Bamako (Mali). “Los hombres, mujeres, niñas y niños que sobreviven, quedan a menudo afectados con trastornos de salud mental, que pueden durar mucho tiempo como consecuencia de los traumas vividos” dice Acnur en la presentación de su informe. Las entrevistas se han realizado exclusivamente a mayores de 18 años, aunque la agencia de la ONU refiere que la situación de niños y niñas es similar a lo largo de todas estas rutas.

Centro de detencon de Tajura

Centro de detención de Tajura, en Trípoli, donde 53 migrantes murieron a causa de un bombardeo en julio de 2019. Foto: HRW

ABUSOS SEXUALES

Las entrevistas detallan igualmente el uso de la violación, el abuso y la discriminación sexual de manera sistemática a lo largo de las rutas. Una de cada diez personas entrevistadas han reportado más de 6.000 casos de violencia sexual durante su trayecto, si bien se considera que las cifras infrarrepresentan la frecuencia de los casos. El 65% de las personas que refirieron haber visto estos casos son mujeres.

En el 45% de las ocasiones, los perpetradores de esa violencia sexual eran traficantes de personas, en un 19% policías y fuerzas armadas de los países de tránsito. Individuos desconocidos, grupos violentos o mafias locales y otros migrantes (10%) son los otros grupos que aparecen en los testimonios. El mayor número de casos se da en Libia.

La encuesta también refiere más de 4.400 casos de violencia física presenciados por 2.883 personas y 291 casos de secuestro referidos por 171.

Las entrevistas detallan igualmente el uso de la violación, el abuso y la discriminación sexual de manera sistemática a lo largo de las rutas.

Otro testimonio, de una mujer eritreana muestra las condiciones extremas en el viaje que sufren las mujeres: “Dejamos Eritrea a principios de marzo y hubo tres jóvenes que viajaron con nosotros pero no sabíamos quiénes eran. Cuando llegamos a la frontera, el contrabandista llamó a alguien y les dijo que vinieran con un coche. Vinieron tres hombres y nos pidieron que subiéramos e inmediatamente nuestro contrabandista desapareció. Nos vendaron los ojos y nos nos llevaron a una casa donde comenzaron a golpearnos. Nos pidieron que llamásemos a nuestras familias, exigiendo más de 6.000 dólares. Nuestras familias dijeron que no podían pagar el dinero. Mi amiga y yo estábamos atadas y fuimos violadas delante de los jóvenes. Continuaron haciendo eso durante cinco días. Una noche mi amiga y yo pedimos salir a responder una llamada de la naturaleza y saltamos rápidamente un muro. Los traficantes nos persiguieron pero encontramos un gran árbol donde nos escondimos durante varias horas. Caminamos descalzas porque los traficantes nos habían quitado los zapatos. Estuvimos muy asustadas. Caminamos un día entero antes de llegar a un granja donde una pareja salió de la casa y nos acogió. Nos dieron comida y también agua y jabón para bañarnos”.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/fronteras/informe-acnur-documenta-muertes-travesia-migrantes-desierto-paises-transito

Foto: Las manos de Samrawit, una superviviente de abusos sexuales y tortura. / UNHCR Alissa Everett

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