Colombia / 6 de mayo de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: RCN Radio
Se estima que cada año en el mundo, cerca de 246 millones de niñas, niños y adolescentes sufren de algún tipo de violencia en colegios.
El acoso escolar o bullying es una de las problemáticas que mayor preocupación genera en los padres de familia y docentes; se trata de cualquier forma de maltrato verbal, físico o psicológico en contra de un niño, niña o adolescente.
El acoso se puede presentar por parte de un estudiante o un grupo de ellos con quienes exista una relación de poder desigual. Hay que estar alerta si esta situación se presenta de forma reiterada.
El bullying también puede ocurrir por parte de estudiantes contra profesores o de profesores contra estudiantes y puede darse en los colegios o en otros espacios como, por ejemplo, en las redes sociales.
Según el más reciente informe de la Unesco, se estima que cada año en el mundo cerca de 246 millones de niñas, niños y adolescentes sufren de algún tipo de violencia escolar.
De enero de 2017 a marzo de 2018 el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) abrió 268 procesos administrativos de restablecimiento de derechos a menores víctimas del acoso escolar.
Si su hijo es víctima
Los padres de familia o adultos responsables deben estar atentos a las siguientes señales para identificar si un niño, niña o adolescente es víctima de acoso escolar:
Hematomas o heridas en el cuerpo.
Pérdida de apetito o sueño.
Estado permanente de alerta.
Temor manifiesto.
Vergüenza.
Irritabilidad.
Baja autoestima.
Sentimiento de culpa.
Depresión.
Dificultad para hacer amigos o hablar en público.
Rigidez.
Aislamiento.
Tendencia al bajo desempeño escolar y ausencias injustificadas.
Desconfianza, miedo y/o ansiedad ante la socialización.
Retraimiento social y desmotivación constante.
Si el niño es un acosador
Ahora, hay otras conductas que alertan a los padres y adultos responsables para que puedan identificar si el menor de edad podría tratarse de un acosador o victimario:
Conducta agresiva.
Participación en actividades impropias de la edad.
Robo de comida, objetos y dinero.
Conductas destructivas consigo mismo, con niños más pequeños o con animales.
Obligación de trabajo excesivo o asumir roles de los padres.
Consumo de sustancias psicoactivas.
Intimidar a través de la percepción de superioridad en fuerza y tamaño físico.
No tolerar opiniones distintas respecto al punto de vista propio.
Someter y discriminar constantemente a otros.
Relacionamientos exaltados impulsivos y poco empáticos.
Oposición al acatamiento de reglas.
Tendencia y miedo constante a la frustración.
Necesidad de ser vistas como personas poderosas y agresivas.
Si usted como padre, madre de familia o adulto encargado del cuidado de un menor detecta en el estudiante las anteriores señales, debe acudir al orientador o a la persona delegada para tratar estos casos en el colegio.
Lo ideal es evaluar el estado físico, emocional y material de la persona que es objeto de las agresiones y contactar a los padres de familia de los involucrados.
De acuerdo con la gravedad del caso, podrá ser remitido un reporte a las autoridades competentes como el ICBF, la Policía de Infancia y Adolescencia y la Fiscalía General de la Nación.
Fuente de la Noticia:
https://www.rcnradio.com/estilo-de-vida/educacion/esto-es-lo-que-debe-saber-sobre-el-acoso-escolar