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Ecuador: El país con la tasa más alta de embarazos de adolescentes podría quedarse sin presupuesto para prevenirlo

Redacción: Rebelión

La proforma presupuestaria de 2020 ha borrado de un plumazo los fondos necesarios para prevenirlo. Pero los costos humanos, económicos y sociales podrían ser mucho más altos que los ahorros pírricos del gobierno. · 9 de diciembre del 2019.
Cuando Micaela tenía 15 años fue a un centro de salud público a pedir información sobre sexo seguro. Pero quienes la atendieron se negaron a responder sus preguntas. Tampoco quisieron entregarle anticonceptivos. En cambio, le preguntaron sobre su relación con Camilo, su novio, y su vida sexual. Micaela se sintió incómoda y se fue, sin información ni protección. Menos de un año después Micaela y Camilo —que acababa n de cumplir 16— tuvieron a su primer hijo. Micaela es una de las 158 adolescentes de entre 15 a 19 años que quedan embarazadas cada día en Ecuador, el país con la tasa de embarazo adolescente más alta de América Latina. El mismo país que podría quedarse, en 2020, sin presupuesto para prevenirlo, si se aprueba la proforma presupuestaria del Gobierno .

Ecuador está en una situación crítica. La tasa latinoamericana promedio es de 68 embarazadas por cada mil adolescentes . La de Ecuador, 111. Cada día, catorce niñas menores de 15 años quedan embarazadas. Una maternidad impuesta a tan temprana edad no solo es devastadora para la salud física y mental de las gestantes , sino que son más propensas a morir durante el parto: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo en menores de 16 años es cuatro veces mayor que en mujeres de entre 20 y 30 años. Además, la tasa de mortalidad de los recién nacidos de adolescentes es casi un 50% más alta que en nacidos de mujeres adultas. Sin presupuesto para prevenir esos embarazos, la situación difícilmente cambiará.

Pero en las sumas y restas de la burocracia esas vidas suman cero. En la proforma presupuestaria que el Gobierno envió a la Asamblea ya no se asigna presupuesto para el Proyecto de prevención del embarazo en niñas y adolescentes del Ministerio de Salud. En el de 2019 sí había.

La proforma 2020 no contiene ese rubro, a pesar de que el Ministerio de Salud Pública pidió 5 millones de dólares para la política de prevención del embarazo adolescente. De por sí, eso era ya un recorte: en 2019 el Ministerio tuvo a su disposición más de 11 millones de dólares para tan delicado asunto, pero gastó menos de la mitad. Ana Vera, directora ejecutiva de la organización Surkuna —que brinda apoyo legal a niñas, adolescentes y mujeres—, dice que la otra mitad no se usó porque no se logró comprar anticonceptivos y otros insumos por “problemas que siempre suceden en el sistema público: se demora la compra, el trámite”.

Eso no significa, dice Vera, que la estrategia de prevención no sea necesaria. Quizá demuestre cómo la ineficiencia estatal impacta directamente en la vida de miles de niñas y adolescentes.

El presupuesto que está en riesgo de ser recortado incluye la educación sexual integral. En Ecuador, la edad promedio de inicio de la vida sexual es entre 15 y 16 años para las mujeres, y entre 13 y 14 para los hombres. Virginia Gómez de la Torre, presidenta de fundación Desafío —que promueve derechos reproductivos—, dice que sin información adecuada, los adolescentes quedarán expuestos a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.

En la última década, Ecuador ha tenido tres estrategias distintas para educar y prevenir el embarazo de niñas y adolescentes. Cada una tenía un el presupuesto asignado a la entidad que la coordinaba. Entre el 2011 y el 2014 funcionó la Estrategia Intersectorial de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enipla) que promovía la educación sexual integral y era dirigida de forma conjunta por los ministerios de Salud, Educación, Inclusión Económica y Social y el desaparecido Ministerio Coordinador de Desarrollo Social.

Durante los cuatro años que duró, la Enipla creó campañas masivas sobre derechos sexuales y reproductivos. Organizó talleres públicos de salud sexual para audiencias diversas. Entregó brochures, promocionales, estadísticas para que fueran distribuidos al público por los distintos ministerios. Organizó campamentos de diálogo sobre sexualidad y dio acceso a métodos anticonceptivos. En 2014, cuando fue cancelada por el entonces presidente Rafael Correa, la tasa de embarazo era de 72 por cada mil adolescentes .

La Enipla fue reemplazada por el Proyecto Plan Nacional de Fortalecimiento de la Familia, manejado por la Presidencia entre 2015 y 2017. Conocido como Plan Familia, enfatizaba en la abstinencia. Durante su vigencia, el plan hizo talleres en afectividad y sexualidad, difundió entrevistas con expertos sobre la familia, y posteaba boletines semanales en sus redes sociales. En 2017, 80 de cada mil adolescentes estaban embarazadas. Un año después, llegamos al triste primer lugar del país con la tasa más alta de embarazo adolescente en la región: 111 de cada mil .

En mayo de 2017 se eliminó el (fracasado) Plan Familia y desde junio de 2018 funciona la Política Intersectorial del Embarazo en Niñas y Adolescentes 2018 – 2025 . Su propósito es garantizar “educación sexual, atención integral de de salud sexual y reproductiva y espacios libres de violencia para todos los niños y adolescentes del país”.

La nueva política debería durar nueve años y promover el uso de métodos anticonceptivos modernos (incluyendo los de larga duración, como implantes intrauterinos). Además, debería garantizar la existencia de servicios de protección efectivos para las niñas y adolescentes que estén en riesgo de violencia y reducir el número de madres adolescentes que abandonan sus estudios, entre otros.

Los ministerios de Salud, Educación e Inclusión Social deben trabajar en conjunto para ejecutarla . “Pero eso no ha pasado”, dice Ana Vera. En 2019, el presupuesto para la prevención de embarazo en niñas y adolescentes solo fue asignado al Ministerio de Salud, el presupuesto de los otros dos ministerios no fue aprobado, y tampoco aparece en la proforma de Presupuesto General del Estado de 2020. Pero sin presupuesto, nada de lo que está en el papel se hará realidad.

La existencia de los fondos es indispensable, pero no lo único necesario. Para que la política funcione, es indispensable que los tres Ministerios trabajen en conjunto , coordinen sus planes y evitan duplicar esfuerzos . Eso no ha sucedido. El trágico liderazgo del Ecuador no parece que va cambiar.

Antes de cumplir 18 años Micaela ya tenía dos hijos, había dejado de estudiar y era madre soltera. Dos de cada ocho madres de entre 15 a 19 tiene dos o más hijos. Si se le hubiera entregado la información sobre prevención cuando la pidió, la vida de Micaela —igual que la de muchas otras— habría sido diferente.

En épocas de austeridad, recortar este presupuesto costará más de lo que ahorrará. El Estado lo sabe. En 2017 el Ministerio de Salud, la desaparecida Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), el Fondo de Planificación de las Naciones Unidas (UNFPA) y la organización social Sendas presentaron el informe Costos de Omisión en Salud Sexual y Reproductiva en Ecuador . El reporte concluyó que atender un embarazo infantil y adolescente no intencionado cuesta 5 veces más que prevenirlo: son de alto riesgo y necesitan más insumos y atención.

También tienen un altísimo costo social. Según el informe, es de más de 380 millones de dólares, por los altos índices de deserción escolar y mortalidad materna. “Estamos hablando de un proyecto de vida truncado o retrasado”, dice la doctora Mary Cabrera, directora ejecutiva de Sendas.

El estudio también dice en qué debería invertir el Estado para prevenir los embarazos. “Invertir en educación sexual de calidad, en provisión de métodos de anticoncepción modernos y en servicios de salud”, dice Cabrera. Para reducir el costo social, Cabrera dice que hay atender todas las emergencias obstétricas y trabajar sobres las consecuencias de la deserción escolar. “Hay que invertir en lugares seguros donde las madres puedan dejar a sus hijos mientras ellas asisten a clases”, dice la directora de Sendas.

En la proforma de 2020 el Estado muestra su desidia hacia las niñas, adolescentes y mujeres. El de la prevención del embarazo adolescente no es el único recorte. La partida presupuestaria para la implementación de la Ley de Prevención y Erradicación de la Violencia contra la Mujer se redujo en un 84%. El de la atención de la salud mental se eliminó totalmente. “Somos un país que a través de las políticas públicas le demuestra al entorno latinoamericano que no nos importan las mujeres, las niñas, ni la adolescencia”. dice Virginia Gómez de la Torre.

La reducción de presupuesto todavía no está escrita en la piedra de la ley. El 27 de noviembre la Asamblea Nacional devolvió la proforma al Ejecutivo con diecisiete recomendaciones de la Comisión de Desarrollo Económico. El gobierno tiene hasta el 12 de diciembre para aceptarlas, o no.

Su decisión será, más que un ejercicio contable y financiero, una declaración de principios: el país con la mayor tasa de embarazo adolescente de la región podría no invertir ni un centavo en 2020 trabajar dejar ese ignominioso liderato. Si insiste en su triste propuesta, habrá perdido mucho más de lo que creería haber ahorrado —llevándose por delante la vida de miles de niñas y adolescentes.

Fuente:  https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264615&titular=el-pa%EDs-con-la-tasa-m%E1s-alta-de-embarazos-de-adolescentes-podr%EDa-quedarse-sin-presupuesto-

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Entrevista a Eva Millet. Periodista y autora: La ansiedad en niños y adolescentes: «Los niños del siglo XXI no juegan, sus agendas de ministro no lo permiten»

Por: Èlia Pons

La periodista Eva Millet acaba de publicar el libro ‘Niños, adolescentes y ansiedad: ¿Un asunto de los hijos o de los padres?’, En el que hace una radiografía de cómo la ansiedad se manifiesta en los niños y jóvenes y destaca su relación con una crianza sobreprotectora.

Eva Millet es periodista y comenzó a escribir sobre educación en el momento en que se convirtió en madre. En 2016 publicó Hiperpaternidad, que es el término utilizado en Estados Unidos para definir una crianza intensiva y obsesiva basada en la sobreprotección de los hijos y la saturación de sus vidas con múltiples actividades. Más adelante, publicó Hiperniños: ¿hijos perfectos o hipohijos? (2018), donde analizaba el impacto de este tipo de crianza sobreprotectora en el desarrollo de los hijos. Ahora acaba de sacar Niños, adolescentes y ansiedad: ¿Un asunto de los hijos o de los padres? (Plataforma), libro en el que hace una radiografía de cómo la ansiedad se manifiesta en los niños y adolescentes y las causas que la pueden propiciar.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de doscientos setenta millones de personas en el mundo sufren trastornos de ansiedad. La misma organización calcula que entre un 10% y un 20% de niños y adolescentes en todo el mundo experimentan trastornos mentales, el más común es la ansiedad. Según Millet, se trata de un trastorno especialmente alimentado por las vidas frenéticas que llevan. Considera que la hiperpaternidad y la ansiedad van de la mano y, por ello, este último libro que publica supone, en cierto modo, el cierre de una trilogía.

Vivimos en un entorno ansioso. ¿Esto ha hecho aumentar la ansiedad?

La ansiedad es una emoción muy humana, primaria. Siempre ha estado allí. Hay dos corrientes, una que dice que ahora hay más ansiedad que nunca y otra que dice que siempre ha habido, pero que lo que pasa es que ahora se habla más, se diagnostica más y, en definitiva, hay más noción de la ansiedad. Yo creo que es una suma de las dos visiones, pero sí es cierto que hay un ingrediente fundamental que hace que haya más ansiedad, que es el ritmo frenético en el que vivimos. Este no parar, esta híper estimulación, genera mucha ansiedad.

En el libro explicas que la ansiedad, en cierto modo, puede ser positiva. ¿Cuándo esta «ansiedad aliada» se convierte en negativa y se debe tratar?

Bien llevada y en las dosis adecuadas, la ansiedad es importantísima. La necesitamos para alcanzar nuestros objetivos. Pero cuando se desborda te hace la vida imposible. El problema llega cuando no te deja vivir bien. Cuando se convierte en un obstáculo en tu vida y tú ya no funcionas. Puedes tener ansiedad una semana antes de los exámenes, pero cuando ya han pasado los exámenes y sigues sin dormir, con taquicardias, con sudores o dolor de estómago, entonces, esta ansiedad se debe empezar a tratar. La máxima expresión de la ansiedad ocurre cuando se produce un ataque de pánico, esto es un aviso de que algo no va bien.

¿Crees que la precariedad laboral también influye en la ansiedad?

Sí, la idea de que el mundo se acaba y que todo es muy difícil nos crea mucha ansiedad. Estamos en tiempos particularmente ansiógenos, y por este motivo es importante aprender a lidiar con esta ansiedad y tenerla a raya, así como poner en marcha herramientas para no caer en ella. Porque la ansiedad siempre está. Y, además, es muy subjetiva. Lo que a ti te puede crear ansiedad a mí me puede parecer algo sin importancia, y viceversa. Por tanto, no sólo influye el entorno, sino también las características de la persona y la educación que ha recibido. Es una emoción muy misteriosa, muy difícil de definir, es aquello de «no sé qué me pasa, pero no estoy bien». El miedo es causado por una cosa concreta, tangible. Pero, en cambio, la ansiedad es el miedo al miedo. Es mucho más abstracto.
Foto: Èlia Pons

En tus anteriores libros hablas de la hiperpaternidad, los padres que protegen demasiado a sus hijos. ¿Qué relación hay entre hiperpaternidad y ansiedad? ¿Un niño sobreprotegido tiene más posibilidades de tener un comportamiento ansioso?

Uno de los combustibles de la hiperpaternidad es la ansiedad. Esta idea de estar muy encima del niño para que no le pase nada y que triunfe y llegue donde yo quiero es un gran generador de ansiedad. Y esta ansiedad de las familias para que su hijo sea el mejor es transmitida a los hijos. Por un lado, se traduce en unas grandes expectativas. Si tus padres están súper pendientes de ti, lo dan todo y esperan mucho de ti, tienes un peso y una presión importante. Y todo ello genera inseguridad a los hijos. Por otro lado, tenemos el estilo de vida frenético que estos niños llevan, y que es una consecuencia de esta hiperpaternidad. Este no parar, haciendo muchas actividades extraescolares, genera estrés al niño. Porque no paran, igual que no paran los adultos. Los hay que están haciendo vidas de miniadultos y tienen una agenda de ministro. Si gestionar mi estrés ya me cuesta, imagínate un niño de seis años que está todo el día arriba y abajo. La tarea de los padres es criar personas bien educadas, pero si como padre quieres tener un Einstein, esto es imposible.

También es muy interesante ver cómo la ansiedad se está convirtiendo también en un signo de cierto status. En el mundo académico anglosajón, por ejemplo, un niño o adolescente con ansiedad tiene más tiempo para hacer un examen. Hay padres locos porque diagnostiquen a sus hijos con trastornos de ansiedad, porque así tienen ciertas ventajas. Es surrealista. La ansiedad se está convirtiendo en un «bien». Se está convirtiendo casi en un producto capitalista.

¿Cómo debería cambiar la educación que reciben los niños?

Como dice el pedagogo Gregorio Luri, todos los niños tienen derecho a tener unos padres relajados. Estamos en un momento muy ansioso, y lo que yo reivindico es que paremos un poquito, que esto no es una carrera de obstáculos, que la infancia es un momento casi sagrado de la vida de cada uno y que los niños tienen derecho a vivir como niños. Tienen derecho a tener tiempo para hacer las cosas que hacen los niños, como jugar. Jugar es importantísimo y los niños del siglo XXI, del primer mundo, no juegan. No tienen tiempo, sus agendas de ministros no lo permiten.

¿Cómo gestionar y prevenir la ansiedad en los niños y adolescentes? ¿Cuál debería ser el ambiente adecuado para que crezcan?

Hay varias formas. Dormir, por ejemplo, es una manera natural de pulsar el botón reset. También ayuda llevar una buena alimentación, ya que hay una vinculación entre lo que comemos y cómo funcionan nuestro cerebro y nuestras emociones. Y, sobre todo, llevar una vida más relajada, más en contacto con la naturaleza, con unos ‘tempos’ menos enloquecidos. También se puede hacer un trabajo desde las escuelas. Hay algunas que están incorporando la educación emocional, y es una buena manera de prevenir la ansiedad. Está muy bien que se eduque en las emociones, que se explique qué es la ansiedad, pero yo pienso que esto es un trabajo básicamente de las familias. Como familias debemos arriesgarnos a que nuestros hijos se equivoquen, que sufran un poquito de vez en cuando, y educarlos en la responsabilidad, que sepan que son responsables de sus actos. Nosotros hemos de soltar esta ansiedad que llevamos encima y que transmitimos a nuestros hijos. Como no nos repensamos el modelo actual, no vamos bien.

Foto: Èli Pons

A los niños habitualmente les cuesta más expresar lo que sienten y, por tanto, puede ser más difícil detectar la ansiedad. ¿Cuáles pueden ser las señales de alerta más habituales?

Si a los adultos ya nos cuesta explicar que tenemos ansiedad, para los niños es aún más difícil. No la saben expresar; entonces debemos estar alerta a una serie de síntomas como, por ejemplo, pequeñas enfermedades o molestias continuadas, como padecer dolor de estómago o dolor de cabeza constantemente. Cosas que no tienen una explicación médica clara, pero de la que los niños siempre se quejan. La reticencia de ir a lugares a los que les gustaba ir, por ejemplo, a la escuela o a una fiesta de cumpleaños, son pequeños signos de alerta que como padres debemos tener en cuenta. También el mutismo, dejar de hablar. Esto está relacionado con la fobia social, uno de los trastornos de ansiedad más comunes en los adolescentes. No dormir bien o tener muchos pesadillas también puede ser un síntoma. También puede ser la falta de apetito o, al revés, tener mucha hambre, las exageraciones. En los adolescentes los síntomas ya son más claros, son fobias específicas: tener mucho miedo a equivocarse, a hacer el ridículo… ya se manifiestan de una manera más madura. En definitiva, las señales de alerta pueden ser cualquier cosa que como padres detectamos que no se corresponden con cómo son nuestros hijos. Todo lo que nos haga formular la frase: «No reconozco mi hijo».

¿De qué manera las pantallas y las redes sociales influyen en la ansiedad de los jóvenes?

Las pantallas son grandes generadores de ansiedad. Por un lado, debido a su componente adictivo. Las redes sociales, los juegos de ordenador… están diseñados para enganchar, y cuando no puedes consultar el móvil o no puedes jugar a un juego porque no tienes batería, esto hace que se genere estrés y ansiedad. Hay esta parte puramente biológica, física, y luego está la parte que sobre todo afecta más a los adolescentes, que es la ansiedad por la necesidad de agradar, que te acepten, de no hacer el ridículo, de conseguir más likes. También existe la ansiedad que te provoca ver que los otros se están divirtiendo y tú no, que se lo están pasando mejor que tú. Y es todo mentira, pero claro, para llegar a esta conclusión debes tener una cierta madurez.

¿Qué papel juega la clase social?

Para escribir el libro hablé, por un lado, con adolescentes de una escuela de Barcelona para familias más bien acomodadas, y estaban todos poseídos por la ansiedad. Tenían mucha angustia a la hora de tomar decisiones, por miedo a equivocarse. A una chica con la que hablé, por ejemplo, elegir el tema del trabajo de investigación le provocaba una ansiedad brutal. Estos niños eran un reflejo muy claro de esta crianza fruto de la hiperpaternitat. Por otra parte, también hablé con unos adolescentes tutelados, y estos tenían una concepción muy diferente de la ansiedad. Muchos no sabían qué era exactamente. Pero esto no quiere decir que no tuvieran. De hecho, un entorno socioeconómico complicado genera más ansiedad. Lo que pasa es que esos chicos tenían tantas otras cosas por las que preocuparse, por ejemplo, qué harán cuando cumplan 18 años, que no se podían permitir tener ansiedad. Para ellos, la ansiedad era un lujo. En cambio, los niños de clases más acomodadas podían expresarse sin ningún problema. De hecho, era su principal problema, porque las otras necesidades ya las tienen cubiertas.

¿Es adecuado tratar la ansiedad infantil y juvenil con fármacos? ¿Cuál es el tratamiento más efectivo?

La terapia es mucho mejor que los fármacos, lo que pasa es que es más cara y más larga y, además, supone exponer a tu hijo. La manera más efectiva de superar la ansiedad es enfrentarte lo que te genera ansiedad y ver que eres capaz de superar este miedo al miedo. Las pastillas no se recomiendan para menores, pero se utilizan cada vez más. De hecho, según un estudio del Plan Nacional sobre Drogas de 2018, el ansiolítico es la primera droga de uso de los jóvenes españoles de 12 a 16 años, por encima del tabaco y el alcohol. Es decir, los jóvenes se han tomado antes un diazepam que una cerveza. Los ansiolíticos funcionan bien, actúan directamente sobre el sistema nervioso y te calman, pero son una ayuda puntual. Como tratamiento no es adecuado, es más recomendable hacer terapia, del tipo que sea. También hay ansiolíticos naturales. Por ejemplo, una chica con la que hablé me ​​dijo que cuando tuvo su primer ataque de pánico la ayudó más el abrazo de su madre que cualquier medicamento.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2020/01/22/la-ansiedad-en-ninos-y-adolescentes-los-ninos-del-siglo-xxi-no-juegan-sus-agendas-de-ministro-no-lo-permiten/

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MANIFIESTO. Recogida de firmas en apoyo a las niñas, niños y adolescentes del centro de menores de Hortaleza

Por: Tercera Información

Se ha puesto en marcha una recogida de firmas en apoyo a las y los menores de la casa de acogida de Hortaleza https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSceIhWTnjvsj879AOr9C4UCFO1wgw98fvptykjy67ISKNdb5A/viewfo

Un grupo de personas ha puesto en marcha una recogida de firmas en apoyo a las y los menores de la casa de acogida de Hortaleza . Reproducimos el manifiesto, a continuación:

EN APOYO A LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES DE LA CASA DE ACOGIDA DE HORTALEZA

Las vecinas y vecinos de Madrid y de muchas otras partes del mundo queremos mostrar nuestra más firme repulsa a lo ocurrido el 4 de diciembre de 2019 en el centro de primera acogida de Hortaleza.

La casa de las niñas, los niños y adolescentes que por diversas circunstancian están bajo la protección de la Comunidad de Madrid ha sido violentada con una granada, parece que anunciada con un mensaje que decía “Aquí empieza la nueva España”.

Antes de continuar, niñas, niños y adolescentes que vivís en esa casa, nuestro más fuerte abrazo. Nosotras estamos a vuestro lado y frente aquellos que piensan que una granada puede ser el principio de algo positivo y no violento.

Estamos a vuestro lado frente a aquellos que vomitan su odio a la diversidad de las culturas en vuestras personas.

Estamos a vuestro lado frente a los que no comprenden que el sol sale para todas y todos, que los derechos humanos no dependen del lugar de nacimiento y que la vida se defiende siempre.

Estamos a vuestro lado frente a los que piensan que la educación, la sanidad, la cultura, el pan, la naturaleza, no es para todos por igual; nosotras estamos junto a vosotros.

Estamos a vuestro lado frente a los que os intentan hacer daño, frente a los que difunden mentiras, frente a los que os odian. ¿Quién puede odiar a una niña, un niño o un adolescente por estar solo?

¿Cómo alguien puede difundir mentiras sobre vosotros hasta el punto de que estas mentiras provocan que alguien intenta haceros daño?

Gozáis de los derechos recogidos en la Convención de Derechos de los Niños de las Naciones Unidas de 20 de noviembre de 1989 y por tanto, exigimos a las administraciones públicas que incrementen los recursos necesarios para garantizar que esos derechos se cumplan.

Hoy es sin duda un mal día para la alegría. Nos hacemos cargo del susto y el miedo que tendréis en vuestro interior, pero sabed que, en esta ciudad, que en este mundo, somos más los que queremos veros sonreír, los que estamos dispuestos a compartir nuestros juegos con vosotras y vosotros que esos que hoy han violado vuestra casa con una granada.

Queremos que sepáis que contáis con nosotros para todo, que vamos a dejarnos la piel para que vuestros derechos sean respetados; que haremos todo lo que está en nuestra mano para que nadie vuelva a atacaros.

Ciudadanas y ciudadanos de Madrid y de muchas otras partes del mundo

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FIRMAS: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSceIhWTnjvsj879AOr9C4UCFO1wgw98fvptykjy67ISKNdb5A/viewfo

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2019/12/05/manifiesto-recogida-de-firmas-en-apoyo-a-las-ninas-ninos-y-adolescentes-del-centro-de-menores-de-hortaleza

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Los adolescentes de minorías sexuales, cinco veces más propensos a sufrir depresión

Europa/Reino Unido/08-12-2019/Autor(a): SINC/Fuente: www.agenciasinc.es

Por: SINC

Un nuevo estudio en Reino Unido muestra cómo los jóvenes homosexuales o bisexuales tienen cinco veces más probabilidad de estar deprimidos que los heterosexuales, y dos o tres veces más de ser intimidados y victimizados.

Los adolescentes de minorías sexuales tenían menor satisfacción con la vida y autoestima que sus contrapartes heterosexuales. / Pixabay

Una nueva investigación realizada en Reino Unido revela que los adolescentes de minorías sexuales –atraídos por el mismo o ambos sexos– son más propensos a experimentar problemas de salud mental, ambientes sociales adversos y efectos de salud negativos que sus contrapartes heterosexuales.

El objetivo del estudio, publicado en The Lancet Child and Adolescent Health, fue rectificar la falta de datos actuales sobre las minorías sexuales en la Generación Z (personas nacidas entre 1995 y 2015) que han crecido en una época de avances en los derechos universales.

A pesar de los avances conseguidos, todavía existen grandes desigualdades para los adolescentes de minorías sexuales que crecen en el siglo XXI

Los autores, investigadores de la Universidad de Liverpool y del University College de Londres, analizaron información sobre casi 10.000 adolescentes –629 de minorías sexuales versus 9.256 heterosexuales– nacidos entre 2000 y 2002 que actualmente participan en el Estudio de Cohorte del Milenio (MCS).

Los expertos analizaron la salud mental (depresión, autolesión), social (victimización, intimidación) y otros datos relacionados con la salud (percepción del peso, uso de sustancias) en los jóvenes a la edad de 14 años. Además, estimaron el número de dificultades concurrentes en cada grupo.

Los investigadores encontraron que las minorías sexuales eran alrededor de cinco veces más propensas a experimentar síntomas depresivos (54 % vs 15 %) y autolesión (54 % vs 14 %).

También tenían menor satisfacción con la vida (34 % vs 10 %), menor autoestima y eran más propensos a experimentar intimidación de compañeros (27 % vs 10 %) y victimización (es decir, agresión sexual/ o acoso, 11 % vs 3 %).

Apoyo para los jóvenes

Las minorías sexuales también tenían más probabilidad de consumir cannabis (16 % vs 6 %) o alcohol (67 % vs 52 %), de percibirse a sí mismas con sobrepeso (49 % vs 33 %), y de hacer dieta para perder peso (66 % vs 44 %).

Según la autora principal, Rebekah Amos, de la Universidad de Liverpool, estas cifras “ilustran las adversidades actuales a las que se enfrentan este grupo de adolescentes”.

La investigación muestra la necesidad de mayores esfuerzos de prevención e intervención a nivel escolar, comunitario y de políticas para garantizar que los adolescentes de minorías sexuales no se enfrenten a situaciones sociales, económicas y de salud adversas de por vida.

Son necesarios más esfuerzos de prevención para que no se enfrenten a situaciones adversas de por vida

Para Ross White, psicólogo clínico y coautor del estudio, “los profesionales de salud mental, maestros, padres y jóvenes deben trabajar juntos para crear sistemas de apoyo que permitan a los jóvenes prosperar independientemente de su orientación sexual”.

De ahí que un aspecto importante será fomentar actitudes sociales que celebren la diversidad, reconozcan la humanidad común y fomenten la compasión por uno mismo y por los demás.

“A pesar de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la introducción de la orientación sexual como una característica protegida, todavía existen grandes desigualdades sociales y de salud para los adolescentes de minorías sexuales que crecen en el siglo XXI”, concluye Rebekah Amos.

Referencia bibliográfica:

‘Mental health, social adversity & health-related outcomes in sexual minority adolescents: findings from a contemporary national cohort’. The Lancet Child and Adolescent Health, noviembre de 2019. DOI.org/10.1016/S2352-4642(19)30339-6

Fuente e Imagen: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-adolescentes-de-minorias-sexuales-cinco-veces-mas-propensos-a-sufrir-depresion

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¿Por qué a los adolescentes no les gusta leer?

Por: David Navarro Martínez y Carmen M Méndez García. 

Leí San Manuel Bueno, mártir (Miguel de Unamuno, 1931) por primera vez cuando tenía catorce años. En mi lista de libros obligatorios de 2º de la ESO, la lectura de Unamuno iba después de Marianela (Benito Pérez Galdós, 1878) y antes de La familia de Pascual Duarte(Camilo José Cela, 1942). El día del examen, la profesora nos preguntaba datos sobre el argumento de las obras para asegurarse de que las hubiéramos leído. Así que, más que leer las novelas, teníamos que estudiarlas.

Porque tenemos que asegurarnos de que nuestros adolescentes lean atentamente las obras cumbre de la literatura española (así lo dicen todas las legislaciones autonómicas, dado que las competencias educativas están transferidas). Como ustedes pueden suponer, pasados pocos meses ni yo ni ninguno de mis compañeros recordábamos absolutamente ningún detalle de los libros. Habíamos decidido, lógicamente, que no nos gustaba leer.

Diez años más tarde, ya en la universidad, otro profesor volvió a someterme a la tortura del San Manuel Bueno, mártir. Y así se despertaron los viejos fantasmas del pasado (¡ahora el mártir era yo!). Hice una rápida lectura transversal del texto, un mero trámite para poder “quitármelo de encima”. El día que comentamos el libro en clase, aquel profesor utilizó la novela como base para explicar el existencialismo cristiano y la relación de Unamuno con Kierkegaard. A esa edad, todos sabíamos un poquito más para entender, por fin, dónde radicaba la grandeza de esa obra. Volví a casa y leí San Manuel Bueno, mártir por tercera vez. Lo devoré. Y hoy es una de mis novelas favoritas.

La experiencia me dice que la escuela es una fábrica de lectores atormentados. Si alguien quiere odiar la literatura, lo único que tiene que hacer es ceñirse a ese canon desde niño, un canon redactado y aprobado por políticos. Pero ¿de dónde procede esta forma de acercamiento a la literatura?

La Historia de la Literatura como herramienta económica

Desde la Época Clásica hasta el siglo XVIII, el estudio de la Literatura estaba estrechamente relacionado con el estudio de la retórica y la expresión escrita. Pero la Ilustración, con sus ansias enciclopedistas, empieza a consolidar el concepto de corpus, y la literatura se empieza a percibir como un “conjunto de libros”. Y siempre que estudiamos un conjunto, debemos echar mano de la representatividad. ¿Qué obras concretas tenemos que leer para entender y conocer el conjunto? En fin, la metodología no parece descabellada.

 

 

El mito del Fausto es una de las leyendas clásicas de la cultura alemana, que Goethe recuperó en el Romanticismo. Wikimedia Commons
El mito del Fausto es una de las leyendas clásicas de la cultura alemana, que Goethe recuperó en el Romanticismo. Wikimedia Commons

 

Pero llega el siglo XIX, llega la Revolución Industrial y, con ella, el capitalismo y la primera globalización. Los países europeos necesitan posicionar su producto para hacer frente a las amenazas de la importación. Y así, los escritores se dan cuenta de que no lo tienen tan fácil para vender, que ahora son parte del sistema y que están solos y desprotegidos frente al nuevo mercado universal (el sentimiento de soledad y la quejumbre de los escritores románticos tiene que ver más con esto que con la sensibilidad poética). El precio del papel es muy bajo, la publicación se abarata y la producción industrial garantiza grandes tiradas de libros. De repente, todo el mundo es escritor. Las economías proteccionistas occidentales entran en pánico: ¿qué hacemos para proteger el producto nacional?

Dos cosas, fundamentalmente.

  • Primero: favorecer a los escritores que recuperan los grandes mitos nacionales y el folclore popular. El Romanticismo en Europa es un movimiento básicamente nacionalista, que intenta volver a las raíces de la idiosincrasia de cada país, para exaltar ciertos valores nacionales y así “animar” al lector a consumir la cultura autóctona.
  • Segundo: intervenir en los planes de estudio. Necesitamos que nuestros niños entiendan por qué nuestra literatura es mejor que la literatura del país vecino (y más aún si el país vecino es una colonia). Por eso, vamos a privilegiar el estudio de la Historia nacional de la literatura (sobre todo de los grandes clásicos) y de la Literatura comparada por encima de la Retórica, la Crítica o la Teoría Literaria. ¿Nos suena de algo?

Un replanteamiento necesario

Hoy consideramos normal que las clases de Literatura a nivel de instituto sean, en realidad, clases de Historia nacional. Nuestro modelo educativo es un modelo obsoleto que nos desconecta de la realidad global y que sigue, tal vez de manera inconsciente, haciendo publicidad de lo nuestro (nuestros escritores, nuestras obras… listas, listas, listas…).

¿Qué efecto tiene esta metodología en la motivación de los alumnos? ¿Es necesario seguir privilegiando las literaturas nacionales? ¿Deberíamos valorar otras formas de acercamiento a los libros?

Un estudio reveló en 2017 que un 53% de los niños de 9 años leen diariamente por placer, mientras que a los 17 años solamente un 19% lo hace. Los tiempos cambian, pero parece que los planes de estudio se resisten a adaptarse al nuevo paradigma, en el que teóricamente reinan la globalidad y la autonomía del alumno.

Tal vez sería interesante empezar a preguntarse de verdad dónde se encuentra el origen de nuestras decisiones y si deberíamos arriesgarnos, por el bien de las futuras generaciones, a enriquecer nuestro horizonte cultural. El gusto por los libros no se adquiere bajo ningún tipo de presión o de restricción a la hora de elegir las lecturas. Se adquiere desde la libertad (tanto de profesores como de alumnos) y desde la perspectiva crítica: ¿qué nos están contando con la literatura?

Leer libros nunca debería ser un fin. Debería ser un medio para empaparnos de pensamiento.

Fuente del artículo: https://blogs.publico.es/otrasmiradas/15585/por-que-a-los-adolescentes-no-les-gusta-leer/

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Eva Bach y Montse Jiménez: “No hay que dar la espalda a los cambios aunque supongan reaprender”

En su libro ‘Madres y padres influencers’ Eva Bach y Montse Jiménez aportan 50 herramientas prácticas para comprender el mundo en el que viven los jóvenes y convertirse en una figura influyente en sus desarrollo.

¿Alguna vez te has preguntado cómo comprender y hacer que los adolescentes de hoy te comprendan? ¿O cómo educarles de la mejor manera posible en un mundo que se presenta cambiante? Eva Bach y Montse Jiménez son educadoras y madres y han unido su experiencia a la opinión de más de 1.500 jóvenes en el libro ‘Madres y padres influencers’. En él presentan 50 herramientas prácticas para entender los conceptos y actitudes de la Generación Z (estudiantes nacidos entre 1994 y 2010), y otras para conseguir llegar al corazón de los adolescentes, ser una figura influyente para su desarrollo y reaprender a educar.

Pregunta: ¿Deberían manejarse con soltura los padres actuales en las nuevas tecnologías?

Respuesta: No solo eso, sino que deberían estar por delante de sus hijos en todos aquellos aspectos que conciernen su educación. Deberían disponer de aquellas habilidades, recursos y herramientas que los ayudaran a hacer un buen guiaje y orientación en aspectos esenciales para el buen desarrollo de la persona.

En nuevas tecnologías, seguramente será muy difícil estar por delante en habilidades técnicas, pero quizá no sea este el objetivo sino el preguntarse cómo acompañar a nuestros hijos en la gestión del tiempo, el desarrollar pensamiento crítico, el educar en el saber elegir… Lo que está claro es que no hay que dar la espalda a cualquier tipo de cambio aunque para nosotros suponga el desaprender para reaprender de nuevo. Debemos estar por delante en madurez en general y en madurez emocional en particular, y también en cuanto a lucidez, a aportar sentido y a representar modelos de vida coherentes y atractivos.

R: En la adolescencia concurren tres tipos de factores: en primer lugar, los naturales de la propia etapa psicoevolutiva. Estos son los mismos que hace 30 años. Por ejemplo, el pleno despertar vital y la necesidad de tomar las riendas de la propia vida que la adolescencia supone, con las emociones intensas y complejas que todo esto conlleva. En segundo lugar, los factores contextuales propios de cada época: sociales, culturales, políticos, económicos o laborales.

Estos varían y actualmente estamos ante cambios de paradigma muy grandes a todos niveles. Estamos creando nuevos modelos no solo de relación interpersonal, ciudadanía y participación democrática o conciencia ecológica, que ahí es nada, sino incluso un nuevo modelo de un ser humano metaconectado y emocionalmente consciente e inteligente. Y tenemos ya a muchos adolescentes comprometidos con esta labor. Finalmente, los factores familiares y personales, absolutamente singulares y diferentes en cada caso, que les hacen únicos e irrepetibles.

Eva Bach y Montse Jiménez. Padres y madres influencers

P: ¿Qué papel ocupa el smartphone en la educación de los jóvenes?

Por otro lado, podemos tener el mejor smartphone del mercado y no estar a la altura de lo que los jóvenes necesitan. Tener un smartphone por el solo hecho de tenerlo no garantiza nada. Si es una plataforma para acercarnos a nuestros jóvenes, saber qué les interesa, qué ven, qué se descargan y cómo interactúan, entonces es una buena herramienta. No tenerlo por el solo hecho de desconsiderar la herramienta y lo que implica nos puede alejar de la realidad no solo de los jóvenes sino de nuestro entorno y de un mundo que inevitablemente está hiperconectado.

P: ¿Qué consejo le daríais a las familias que no estén al día en las nuevas tecnologías?

R: Que se acerquen a los adolescentes de su entorno, que vean en la tecnología las oportunidades que puede ofrecer. Que se preocupen por el entorno virtual en el que sus hijos se mueven. Solo así podremos hacer el acompañamiento necesario e imprescindible para evitar el ser absorbidos por el ‘lado oscuro de las tecnologías’, que existe y que no deja de ser ‘el lado oscuro’ de las personas, solo que magnificado y aumentado por las posibilidades de la herramienta.

Si no se acercan por desconocimiento o desinterés, entonces les recomendaríamos que se acerquen y que intenten descubrir qué buscan y qué encuentran los jóvenes en ellas, porque solamente desde el conocimiento, el interés y la sintonía emocional con ellos (desde nuestra dimensión común de personas), lograremos ser referentes válidos y creíbles para educarlos.

P: ¿Grupos de WhatssApp de padres sí o no? ¿Por qué?

R: El problema no son los grupos de WhatsApp. El problema es el uso que hacemos de ellos. La interacción debería de ser siempre constructiva, positiva, asertiva y respetuosa, entre otras.

Y, por encima de todo no debería usarse para demonizar la escuela o el profesorado, ni para desmerecer la tarea educativa sino para reforzar nuestro vínculo, nuestra comunicación. Tampoco deberían de ser la agenda escolar de los deberes de nuestros hijos. Con estas actitudes les invalidamos y además no favorecemos para nada una educación responsable y autónoma.

P: Afirmáis en el libro que, además de las nuevas tecnologías, hay otros conceptos que es necesario aprender como ‘poliamor’, ‘Tinder’ o ‘rayarse’. ¿La educación que nos dieron nuestros padres en casa ha quedado totalmente obsoleta?

R: Estos conceptos son palabras que lo que hacen es definir nuevas maneras de ver, vivir y entender el amor, las relaciones, el vínculo o la comunicación. La educación de nuestros padres era la educación de los tiempos de nuestros padres. En el libro citamos al pensador y filósofo Michel Serres cuando dice: “Antes de enseñar cualquier cosa, a quien sea, al menos es necesario conocerlo. ¿Quién entra hoy en la escuela, en el instituto, en la universidad?”

Sin embargo, la transmisión de valores universales, esenciales para la vidano está nunca obsoleta. Y a todas las generaciones sin excepción, nuestros padres, maestros y mayores nos los han transmitido. Esos mensajes hay que identificarlos, reconocerlos y pasarlos a las nuevas generaciones. Cualquier nueva forma de relación debe apoyarse en ellos y ceñirse a una serie de criterios fundamentales. Si sufrimos o hacemos sufrir, vamos mal. Si nos lastimamos o herimos a otros, o bien lo negativo pesa más que lo positivo, o lo que vivimos nos resta alegría, fortaleza, plenitud, dignidad, empatía, habrá algo que aprender y reconducir, y tenemos la responsabilidad moral de hacerlo.

R: Una educación demasiado autoritaria se basa en una emoción muy poderosa que es el miedo. Se puede aprender desde el miedo, por supuesto, pero hoy en día la neuroeducación nos muestra que se aprende mejor desde el placer y la alegría. Ambas contribuyen mejor a la motivación, a que sea más significativo y se grabe mejor lo aprendido, y a poder recuperarlo y utilizarlo más eficazmente. Pero es que además, es mejor educar por la alegría de educar que educar para imponer deberes u obligaciones. Si nuestro único empeño en enseñar cosas y que nos obedezcan, lo vamos a pasar mal todos. Si en cambio tratamos de crear y compartir instantes bonitos de vida mientras educamos, no solo van a aprender mejor, sino que vamos a disfrutar más de la vida y del regalo de tenernos. Muchas veces somos inflexibles porque estamos tan obcecados en cómo tienen que ser el día de mañana, que nos olvidamos de disfrutarlos cómo son hoy. La vida ya es, no es algo que será cuando terminemos de educarlos.

P: ¿Cómo conseguir que los padres se conviertan en esa figura ‘influyente’ que los adolescentes asocian a personas que salen en las redes sociales?

R: No hay que conseguirlo. ‘Influencers’ ya lo somos y así lo ratifican los propios chicos y chicas a los que hemos entrevistado para nuestro libro. Hemos escuchado a 1.500 y hemos constatado que un 75% siguen a uno o más influencers. Pero sorpresa. Cuando les preguntamos a quién admiran de su entorno cercano, un 80% responden a alguien de su familia. Padre y madre suman el 60% y luego hay abuelas/os, tías/os, etc. Además, sabemos que la influencia de la familia, sumando herencia y ambiente, genética y educación, suma más del 50%. Por tanto, nosotros ya somos sus primeros y primeras influencers. Y con nuestro libro lo que pretendemos es, por un lado, que padres, madres, educadores/as y familia en sentido extenso se lo crean. Y, por otro, ofrecerles herramientas para que ejerzan la mejor de las influencias, que tengan conocimientos, claridad y recursos personales para que las cosas bonitas y buenas que tienen que pasar en las vidas de los jóvenes, pasen. Para ello hay que empoderarles para que sean ellos y ellas quienes puedan elegir las mejores influencias para sus vidas.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/dar-espalda-cambios-reaprender-de-nuevo/118781.html

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Adolescentes son los más afectados por miopía en China

Asia/China/07 Noviembre 2019/Prensa Latina

Los adolescentes son los más afectados en China por la miopía, que continúa con una tendencia ascendente, aparece en edades mucho más tempranas y constituye un problema de salud de alta relevancia, constatan hoy estadísticas oficiales.
Datos del Ministerio de Educación revelan que 81 por ciento de los estudiantes de bachillerato y 71,6 de los de secundaria básica padecen la enfermedad.

Mientras, la proporción de afectados es de 36 por ciento entre los niños de la enseñanza primaria y 14,5 en los menores de seis años de edad.

En términos generales, el índice de miopes sobrepasa el 53,6 por ciento de la población infanto-juvenil de China.

Frente a ese panorama, el Ministerio urge esfuerzos redoblados para prevenir y reducir los problemas de la vista en las nuevas generaciones.

Anteriores estadísticas oficiales cifraron en 600 millones a los afectados por la miopía en China y se pronosticó que 20 por ciento de los pacientes jóvenes desarrollarán una condición severa de la enfermedad y tendrán alto riesgo de llegar a la ceguera.

Un estudio reveló malos hábitos como pasar más de 40 minutos centrando los ojos en objetos cercanos en 83,2 por ciento de los niños y adolescentes del país, lo cual eleva la incidencia del mal.

Según la investigación, más de la mitad de ellos fija la vista por periodos superiores a los 120 minutos y solo 45,4 por ciento de los estudiantes mantiene una distancia de más de 33,3 centímetros mientras realizan sus tareas.

La situación se mantiene pese a que en 2016 varios departamentos del Estado establecieron normas precisas de prevención en las escuelas, incluido requisitos para garantizar la iluminación, pupitres y pizarras adecuadas en las aulas.

También se aprobaron directrices sobre el uso de computadoras y el tiempo dedicado al estudio diario por parte de los estudiantes.

El último de ellas echó a andar en agosto de 2018 para controlar un aumento de la enfermedad en ese sector poblacional y fomentar hábitos correctos para la salud visual entre padres y menores.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=318767&SEO=adolescentes-son-los-mas-afectados-por-miopia-en-china
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