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Nigeria es testigo del aumento de la matrícula y la retención de niñas en la escuela

El presidente Muhammadu Buhari, dijo el jueves que Nigeria está presenciando un aumento en la matrícula y retención de niñas en las escuelas.

El presidente Buhari afirmó esto en una reunión de alto nivel de las Naciones Unidas para conmemorar el 25º aniversario de la 4ª Conferencia Mundial sobre la Mujer.

En un mensaje de video a la reunión virtual, convocada por el presidente de la 75a sesión de la Asamblea General de la ONU, Volkan Bozkir, en Nueva York, el presidente Buhari atribuyó el éxito a la implementación del Programa de Educación Básica Universal, el Proyecto de Educación de Niñas y las Iniciativas de Escuela Segura. .

Una declaración emitida por la Asesora Especial del Presidente en Medios y Publicidad, Jefa Femi Adesina, citó a Buhari diciendo: «Nuestro Gobierno está implementando enérgicamente el Programa de Educación Básica Universal, que mejora la educación de las niñas en las bases.

Además, el Proyecto de Educación de las Niñas ha contribuido al marcado aumento de la matrícula y la retención de niñas en las escuelas, así como a una capacidad productiva plena garantizada para las generaciones futuras de mujeres.

«Para garantizar la seguridad de los niños en edad escolar, especialmente de las niñas en el noreste de Nigeria, hemos ratificado la ‘Declaración de Escuela Segura’ y comenzado la implementación de nuestras Iniciativas de Escuela Segura en todo el país», dijo el líder nigeriano en la reunión en la que Participó Jefe de Estado y de Gobierno.

El Presidente señaló con satisfacción que a través de los programas de Escuela Segura, su administración había garantizado una mayor seguridad mediante la provisión de los materiales de aprendizaje necesarios para las instituciones educativas.

Sobre la lucha contra la violencia de género, el presidente nigeriano dijo que se estaba creando conciencia sobre un registro de delincuentes sexuales para desalentar y gestionar mejor los casos de violencia contra las mujeres.

«También estamos ampliando los refugios temporales existentes y construyendo otros nuevos en lugares donde no existen, para atender a las víctimas de abuso y proporcionarles la rehabilitación necesaria.

«En nuestra búsqueda para abordar la amenaza del tráfico de nuestras mujeres y niñas, Nigeria está trabajando en estrecha colaboración con socios relevantes para rescatar, rehabilitar y reubicar a las víctimas rescatadas del tráfico», dijo.

Para mitigar los efectos socioeconómicos de la pandemia de coronavirus, el presidente Buhari reveló que Nigeria priorizaba a los grupos vulnerables, incluidas las mujeres, en la prestación de asistencia médica y social.

«En el último año, más de un millón de nigerianos se han inscrito en el Registro Social Nacional de hogares pobres y vulnerables para que puedan acceder a la asistencia social necesaria.

«Bajo el Programa Nacional de Inversión Social, hemos comenzado transferencias de efectivo y distribución de alimentos a personas y familias en todos los estados de Nigeria como paliativos para amortiguar el efecto de la pandemia del coronavirus.

«Nuestra administración cree que la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales son fundamentales para el logro de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.

Es por ello que insto a la comunidad internacional a que apoye el mandato y las operaciones del Consejo de Derechos Humanos en su búsqueda por fortalecer las instituciones en relación con la igualdad de género y el empoderamiento, así como la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia contra mujeres y niñas «, dijo.

Instó a los Estados miembros a desarrollar estrategias adicionales para mejorar la calidad de vida de las mujeres y las niñas, y prometió que Nigeria redoblará los esfuerzos para mejorar el acceso a los recursos productivos para las mujeres y las niñas y continuará garantizando la protección de los derechos fundamentales.

«Nuestra administración es consciente de la necesidad de empoderar a las mujeres y las niñas para la realización de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; la Agenda 2063 de la Unión Africana; así como la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing», dijo.

La Presidenta también aprovechó la ocasión para felicitar a los Estados Miembros por los grandes avances logrados en la implementación de los resultados de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer durante las dos últimas décadas.

Señaló que las doce áreas de preocupación crítica identificadas en la Plataforma de Acción de Beijing, hace 25 años, han sido fundamentales en el progreso registrado hasta ahora en el avance de las cuestiones de las mujeres y las niñas a nivel mundial.

Sin embargo, enfatizó que el desarrollo sostenible seguiría siendo imposible si a las mujeres y las niñas se les niegan los derechos humanos.

Nigeria reconoce que el logro del pleno potencial humano y el desarrollo sostenible es imposible si a las mujeres y las niñas se les niegan sus derechos humanos y sus oportunidades.

«Desde la adopción de la Declaración de Beijing, Nigeria ha realizado esfuerzos concertados para asegurar la participación de las mujeres en todos los aspectos de la construcción de la nación, mediante una educación de calidad, el acceso a recursos económicos y la promoción de roles de liderazgo en todos los niveles.

Nuestra administración sigue comprometida con la erradicación de la pobreza y la mejora del crecimiento y el desarrollo de las mujeres y las niñas. Para abordar todas las formas de pobreza basada en el género, hemos iniciado programas como Tradermoni, Marketmoni y Farmersmoni en el marco del Programa de Empoderamiento y Empresas del Gobierno.

«Estos programas están especialmente dirigidos a proporcionar créditos sin intereses y sin garantías a los pequeños comerciantes, artesanos y agricultores, muchos de los cuales son mujeres y niñas», dijo.

Fuente: https://allafrica.com/stories/202010020288.html

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CLADE: Especialistas reclaman un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe

Por: Thais Iervolino.

En un evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020, representantes de Estados, organizaciones y redes de sociedad civil de la región analizaron las respuestas a los impactos socioeconómicos del COVID-19.

44 millones de personas sin empleo, 230 millones de personas en situación de pobreza y 96 millones viviendo en condiciones de pobreza extrema. Ese fue el escenario presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al analizar los impactos de la pandemia en la región.

Bárcena expuso en el evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), que se desarrolla virtualmente este mes de julio y se denomina “La Agenda 2030 en el nuevo contexto global y regional: escenarios y proyecciones para América Latina y el Caribe en la crisis actual”. El evento fue organizado el 10 de julio por la CEPAL y la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La secretaria ejecutiva de la CEPAL instó los Estados a garantizar el acceso a la información, a la participación y a la justicia con respeto a los derechos humanos y con base en una gobernanza democrática, y subrayó la importancia de extender el apoyo financiero a los países de ingreso medio a través de mayor liquidez (derechos especiales de giro), financiamiento concesional y alivio a la deuda, especialmente a los países del Caribe. “Debemos avanzar hacia una mayor integración regional frente a una geografía económica global distinta”, subrayó.

Junto a Alicia Bárcena también participó del evento Laura Giannecchini, coordinadora de Desarrollo Institucional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en nombre del Mecanismo de participación de la sociedad civil en la Agenda 2030 y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.

Laura Giannecchini: «Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas»

Para Laura Giannecchini, la pandemia del COVID-19 desnudó y profundizó tendencias que la CLADE y otras organizaciones y movimientos sociales habían observado en la región, como el estancamiento o regresión económica, el aumento de la pobreza y de las desigualdades, el debilitamiento de los sistemas públicos de educación, salud y protección social, y el crecimiento de tendencias autoritarias.

“Creemos que esta crisis sanitaria, que es también económica, social y política, pone en evidencia la urgencia de un cambio radical en la acción de nuestros gobiernos, camino a la adopción de nuevos modelos de desarrollo. Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas”, afirmó.

En su exposición, elaborada a partir de reflexiones colectivas que tuvieron lugar en el Marco del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil y que culminaron el la declaración «América Latina y el Caribe: Pocos avances y nuevos desafíos para la Agenda 2030lanzada en mayo del 2020″, Giannecchini destacó la importancia de realizar ocho cambios para mitigar los impactos de la crisis a la hora de garantizar los derechos humanos. Entre ellos están: la necesidad de fortalecer los sistemas democráticos, incorporando a los movimientos sociales, colectivos de la sociedad civil y poblaciones históricamente excluidas del debate y de la toma de decisión en las políticas públicas; la necesidad de fortalecer los sistemas públicos de educación, salud y protección social; la contención del avance de los fundamentalismos religiosos en los espacios políticos, que niegan evidencias científicas, fomentando el odio y dificultando la implementación de políticas con perspectiva de derechos; y el establecimiento de un compromiso financiero, político y normativo de largo plazo, y de cooperación internacional, para asegurar el cumplimiento integral de la Agenda 2030.

“Consideramos que es hora de establecer un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. Un pacto de desarrollo inclusivo, que coloque a las personas en el centro, e inste a los Estados a la acción, de manera que podamos salir de esta pandemia con nuevos paradigmas, basados en la solidaridad, la felicidad y en el bienestar de todas y todos”, subrayó.

Además de Bárcena y Giannecchini, intervinieron en el evento el embajador Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU; Pilar Garrido, ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica; Luz Keila Gramajo Vílchez, secretaria de Planificación de Guatemala; y Markova Concepción Jaramillo, comisionada presidencial para el Examen Nacional Voluntario y representante permanente designada de Panamá ante la ONU. Participaron también Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia y Rochelle Whyte, asesora técnica superior del director general del Instituto de Planificación de Jamaica.

Mira la grabación del panel con la exposición de todos los participantes:

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/especialistas-reclaman-un-nuevo-pacto-de-justicia-socioambiental-y-economica-para-los-pueblos-de-latinoamerica-y-el-caribe/

 

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La Agenda 2030 y el papel de las universidades latinoamericanas

Por: Paola Estrada Villafuerte

Las publicaciones recientes de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, ofrecen una guía para las universidades en su camino hacia la implementación de los ODS.

A cinco años de la definición de los Objetivos y Metas de Desarrollo Sostenible (ODS), las instituciones educativas continúan detallando los pasos a seguir para su implementación en las comunidades universitarias. Estos 17 objetivos, adoptados por la ONU en septiembre del 2015, forman parte de la Agenda 2030 y dan continuidad a la Declaración del Milenio. Cada uno contiene metas específicas a alcanzarse en los próximos 15 años y aborda temáticas necesarias para el desarrollo humano óptimo dentro de los actores internacionales involucrados. Se plantean líneas de desarrollo en materia de igualdad de género, reducción de desigualdades, acción por el clima, educación de calidad, entre otros.

La Universidad, como institución principal de difusión de conocimiento, es pieza clave en el progreso de estas metas. Desde su incorporación, la academia ha tenido que establecer nuevas medidas educativas que se acoplen a la formación de ciudadanos y comunidades de aprendizaje con consciencia humana. La Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), presentó durante el webinar, Las Universidades como Agentes del Cambio, dos distintos documentos de gran importancia en este eje temático: la guía «Cómo evaluar la contribución a los ODS de las universidades» y el dosier «Casos prácticos de Educación para los ODS». Ambos reflexionan sobre la transformación que las instituciones requieren para ocupar un papel de liderazgo en la acción de la Agenda 2030.

El papel de las universidades en la implementación de los ODS

La educación superior es incuestionablemente un potencializador de la innovación y de ciudadanos con sentido humano. Suele destacarse el papel de este actor precisamente en el cuarto ODS: educación inclusiva, equitativa y de calidad. Y para que esto se lleve a cabo, se espera que estos objetivos se aborden de forma transversal en todas las distintas áreas de la vida universitaria: formación, investigación y extensión. Siendo así que se debe involucrar a todos los que conforman las instituciones educativas de manera directa e indirecta.

“Se ha puesto en evidencia la necesidad de actuar y acelerar los procesos en marcha para lograr la transformación de nuestras sociedades, para lo cual las universidades son piezas fundamentales”.

Objetivos de Desarrollo Sostenible.

La Universidad de Alcalá, explica que la academia desempeña un papel fundamental en la formación de la ciudadanía global, misma que construye estrategias socialmente responsables en sus estudiantes, quienes serán en un futuro agentes de cambio necesarios. Gran parte la educación directa que debería abordar problemáticas trascendentes, se desarrolla en el área docente y de investigación. Para entonces, generar una retroalimentación activa en la sociedad donde la universidad se desarrolla.

En este sentido, la universidad debería entonces también incorporar en estos campo las competencias adecuadas para la transmisión de visiones en el cumplimiento de los ODS. Desde una enseñanza  y búsqueda de información orientadas a la mejora social, se logra dar respuesta a los problemas que la Agenda 2030 aborda. Utilizar estos objetivos como referentes para la administración educativa, significa no sólo un progreso notable en su implementación oportuna, sino también una ventaja para aquellas universidades que deseen propiciar la construcción de alianzas con otros actores implicados y el acceso a diversas fuentes de financiación.

“México reprueba en ocho de los 17 ODS, mientras que en los nueve restantes, obtiene un puntuación intermedia, ya que a nivel regional en América Latina y el Caribe los principales desafíos tienen que ver con los altos niveles de desigualdad, de violencia e inseguridad”.

La guía “Cómo empezar con los ODS en las universidades”, publicada en el 2017 por la SDNS Australia/Pacific, fue de las primeras en su tipo y proporcionó información en cuanto a las herramientas necesarias en el vínculo de la Agenda 2030 y las instituciones educativas. Aquí se respondió la pregunta, ¿qué pueden hacer las universidades?

¿Qué pueden hacer las universidades para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

  • Dotar al alumnado de conocimientos, habilidades y motivación para entender y abordar los ODS.

  • Crear más oportunidades para la creación de capacidades de estudiantes y profesionales de países en desarrollo para abordar los desafíos relacionados con los ODS.

  • Apoyar todo el espectro de enfoques de investigación necesarios para abordar los ODS, incluida la investigación interdisciplinar y transdisciplinar.

  • Apoyar y fomentar la innovación para soluciones de desarrollo sostenible

  • Alinear las estructuras de gobierno universitario y las políticas operativas con los ODS.

A partir de esta publicación, la Red Española para el Desarrollo Sostenible, desarrolló eventualmente la importancia del papel de la actividad docente en su dosier mencionado anteriormente. Aquí, se proyectaron experiencias sobre la implementación de los ODS en esta área. Algunos de los más significativos logran servir como inspiración para otras universidades que se encuentran en el camino de la aplicación de la Agenda 2030 en sus comunidades educativas.

Igualmente, se plantea que una correcta iniciativa gira entorno a “proporcionar  a los  estudiantes  y  al  personal  de  la  universidad  los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para abordar los complejos desafíos del desarrollo sostenible a través de cualquier carrera o trayectoria vital que tomen”. Además de “implementar los ODS en la forma más apropiada a su  propio  marco  académico: estrategia y cultura de la universidad; particularidades de cada centro, titulaciones y asignaturas; así como los intereses y capacidades de su comunidad universitaria”. De modo que cada institución diseñe sus propios medios y planes de desarrollo, construidos a partir de la información proporcionada pero siempre en función de sus capacidades.

La guía “Cómo evaluar los ODS en las universidades”, brindó una propuesta de herramientas útiles para evaluar y monitorear la contribución de las universidades en el desarrollo de los ODS. Con una serie de tres indicadores para cada objetivo y estrategias que permiten su valoración, se intenta dar el seguimiento necesario para saber si su ejecución se está cumpliendo y si se presentan resultados significativos en áreas estudiantiles, docentes y de investigación. Más que la creación de una rúbrica estricta para la designación de un ranking institucional, la REDS brinda la oportunidad a las universidades de autoevaluar su progreso en la transmutación de valores de desarrollo sostenible.

Esta misma red también plantea que para que esta evaluación y el desarrollo mismo de los objetivos sean completos, se debe dar pie a la transdisciplinariedad. Las instituciones con un sistema de división rígido, podrían llegar a presentar dificultades en el desempeño por la búsqueda de los objetivos. “Es fundamental el trabajo en proyectos compartidos entre distintas facultades dentro del campus universitario, favoreciendo así los procesos de integración entre disciplinas, y contar con personas que lideren y dinamicen estos procesos de cambio”, explica Javier Benayas de la UAM.

Academia latinoamericana

Desde el 2017 en México, se implementó la Estrategia Nacional para la Puesta en Marcha de la Agenda 2030 y la instauración del Consejo Nacional de la Agenda 2030. Estas instituciones se proyectaron entonces como un paso concreto en la visión del 2030 con las universidades mexicanas. Un año después, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior publicó el documento “Visión y acción 2030”. Este sugiere y crea un trazo claro del proceso que la academia mexicana debe atravesar para convertirse en un agente de cambio activo.

“Es fundamental el trabajo en proyectos compartidos entre distintas facultades dentro del campus universitario, favoreciendo así los procesos de integración entre disciplinas, y contar con personas que lideren y dinamicen estos procesos de cambio”.

Las instituciones líderes del país, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey, se situaron en el sitio número 62 y número 101, respectivamente, en el Ranking de Impacto publicado por el Times Higher Education. Ambas universidades coordinan en conjunto la SDSN de México, establecida apenas hace un año y de primera mano con su entidad en Chile. Esta red de instituciones se mantienen desarrollando propuestas que propicien el involucramiento en problemáticas locales y globales. Desafortunadamente, “nuestro país reprueba en ocho de los 17 ODS, mientras que en los nueve restantes, obtiene un puntuación intermedia, ya que a nivel regional en América Latina y el Caribe los principales desafíos tienen que ver con los altos niveles de desigualdad, de violencia e inseguridad”, explica Miguel Ruiz Cabañas para CONECTA.

Sin embargo, las recientes publicaciones ofrecen para estos países el seguimiento oportuno para el trabajo continuo en la búsqueda de los ODS. La propuesta de evaluación, será una herramienta indispensable para todas aquellas universidades que se encuentran interesadas en la acción de la Agenda 2030 dentro de sus comunidades de aprendizaje.

¿Puede la crisis actual acelerar las acciones para contribuir a la Agenda 2030?

La REDS plantea que la pandemia de COVID-19  ha proporcionado el escenario ideal para comprender la importancia de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Es fundamental identificar y fortalecer las herramientas que serán de gran utilidad para mantener su cumplimiento sobretodo en este panorama. “Se ha puesto en evidencia la necesidad de actuar y acelerar los procesos en marcha para lograr la transformación de nuestras sociedades, para lo cual las universidades son piezas fundamentales”.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/rol-de-las-universidades-agenda2030

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Educación en Cuba «todos significa todos» (+ infografía)

Redacción: Radio Bayamo

“Ninguna medida del Gobierno Revolucionario irá jamás contra los principios de la enseñanza; ninguna medida tomará jamás el Gobierno que pueda ser en perjuicio de la enseñanza o del maestro”. Fidel Castro Ruz


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció los logros de las políticas educativas del Gobierno cubano para garantizar una Educación inclusiva y de calidad, según el Informe Mundial para el Seguimiento de la Educación 2020 (Reporte GEM, por sus siglas en inglés).

El Informe monitorea y divulga resultados sobre el desarrollo de la educación a nivel mundial y el seguimiento sobre la implementación del cuarto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Informa, además, sobre los avances en las estrategias nacionales e internacionales como parte del seguimiento, compromiso y revisión general de los ODS.

Esta edición, publicada bajo el lema Todos significa todos, evalúa los progresos globales para alcanzar una educación para todos, inclusiva, de calidad y a lo largo de toda la vida.

PANORAMA MUNDIAL

El informe de este año muestra que, a nivel mundial, las dimensiones de discriminación por motivos de género, lejanía, riqueza, discapacidad, etnia, idioma, migración, desplazamiento, encarcelamiento, orientación sexual, identidad y expresión de género, religión y otras creencias y actitudes niegan a muchos estudiantes el derecho a ser educados con sus compañeros o a recibir una educación de la misma calidad.

De igual modo se identifica se identifica una exacerbación de la exclusión durante la pandemia del COVID-19 y se estima que alrededor del 40% de los países de ingresos bajos y medios-bajos no han apoyado a los alumnos desfavorecidos durante el cierre de las escuelas.

Sin embargo, antes de la pandemia, 258 millones de niños y jóvenes estaban totalmente excluidos de la educación, siendo la pobreza el principal obstáculo para su acceso.

Otras cifras alarmantes evidencian que los estudiantes con una discapacidad también se enfrentan a desafíos. En 10 países de ingresos bajos y medios, se observó que era un 19% menos probable que los niños con discapacidades lograran un dominio mínimo de lectura que aquellos que no tenían discapacidades.

Se enuncia también que a pesar del objetivo proclamado de la finalización universal del ciclo superior de enseñanza secundaria para 2030, casi ninguna joven de un entorno rural pobre termina la enseñanza secundaria en al menos 20 países.

Así, solo 41 países a nivel mundial reconocen oficialmente el lenguaje de señas y, mundialmente, las escuelas están más interesadas en obtener acceso a Internet que en atender a los alumnos con discapacidades.

CUBA UN ESCENARIO DIFERENTE

En Cuba, el tramo de escolarización obligatorio se extiende por nueve años, desde la educación primaria hasta la secundaria básica, mientras que la Ley de Nacionalización general y gratuita de la enseñanza, emitida en 1961 establece la gratuidad de la enseñanza y asigna al Estado la responsabilidad de proveer educación a toda la población.

El Sistema Nacional de Educación es el conjunto de estructuras, funciones, órganos, políticas, planes e instituciones que, integrados en forma de sistema, desde el Ministerio de Educación hasta los centros educacionales, tiene la responsabilidad de dirigir científicamente la educación, conscientemente organizada, de los niños, adolescentes y jóvenes en el país, para lograr el fin de la educación.

Es también el Ministerio de Educación quien dirige las políticas del Estado y el Gobierno para garantizar una educación de calidad desde la primera infancia hasta el nivel medio superior, en coordinación con organismos, entidades, organizaciones y la familia.

La política educativa está conformada por el conjunto articulado, regulado y direccionado de inversiones, bienes, servicios y transferencias que el Estado orienta a garantizar el derecho la educación de la población. Asimismo, contempla las decisiones y la capacidad que este demuestra para sostener al sistema educativo y para reducir las brechas que afectan el logro de las políticas y prioridades que traza el Ministerio de educación y el Estado Cubano.

A continuación, se presenta un conjunto relevante de acciones que el Estado cubano lleva adelante para garantizar el cumplimiento efectivo del derecho a la educación de calidad.

Dentro del sistema educativo se diferencia la educación en primera infancia, de nivel primario, secundaria básica, educación de nivel medio superior y educación superior.

En paralelo, el subsistema de educación de jóvenes y adultos está organizado en tres niveles educativos diferenciados: Educación Obrero Campesina (EOC) de nivel primario; Secundaria Obrero Campesina (SOC) de nivel medio básico, y Facultad Obrero Campesina (FOC) de nivel medio superior.

La educación de jóvenes y adultos genera oportunidades para superarse y capacitarse para la vida, tanto en el contexto económico, político como social entre la que se destacan las escuelas de idiomas, los cursos especiales, los cursos preparatorios para el ingreso a la Educación superior, a los que se incorpora la participación de diversos sectores de la sociedad.

También incluye el trabajo con los centros penitenciarios, ya sean de la educación especial, el programa “Educa tu hijo” o la educación técnico profesional.

La educación especial atiende a niños, niñas, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas o no a discapacidades, desde 0 a 18 años y excepcionalmente hasta 21 años. Se ofrece atención por la vía institucional en círculos y escuelas especiales, así como en salones de los círculos infantiles generales. También se atienden por la vía no institucional en el programa Educa a tu Hijo, en aulas hospitalarias y en atención ambulatoria.

Las escuelas especiales tienen un carácter transitorio, los alumnos permanecen en ellas hasta tanto logran un nivel de desarrollo de sus habilidades que le posibilite su inclusión en los contextos regulares o su integración a la vida social y laboral.

La Educación Especial en Cuba se muestra como una de las ideas más nobles y optimistas de Fidel y de nuestra Revolución. Los datos son un ejemplo fehaciente de los avances alcanzados. De 8 escuelas, en el año 1959 que atendían a 134 niños y 20 docentes, a la existencia en la actualidad de 357 escuelas, con 35 607 educandos y 15 278 docentes.

Los resultados de Cuba en este ámbito demuestran la voluntad política del Gobierno de asegurar la educación como un derecho humano fundamental, a pesar del impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos.

Una vez más, la Organización internacional resalta el liderazgo de la Mayor de las Antillas en esta materia. En este sentido, el informe subraya que la participación en la escuela preescolar en Cuba alcanza el 100% y resalta el programa Educa tu hijo que brinda apoyo, incluso en áreas rurales, para que los infantes con discapacidad estén incluidos en los programas principales de desarrollo de la primera infancia.

Fuente: http://www.radiobayamo.icrt.cu/2020/07/03/educacion-en-cuba-todos-significa-todos-infografia/

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Alicia Barcena CEPAL – PPT Impacto COVID-19 en ALC – 3-Abr-2020.pdf

Reseña:

Mensajes principales
1. La crisis de COVID-19 llega en momento de lento dinamismo económico
a nivel mundial
2. Respuestas internacionales: políticas monetarias, fiscales y fondos de
garantía
3. Efectos económicos en América Latina y el Caribe
 Efectos directos: la capacidad de reacción de los sistemas de salud
 Efectos indirectos: la contracción de la demanda global y las cadenas de suministro
 Efectos internos: medidas de contención e impactos en el empleo
4. Respuestas iniciales en la región: medidas de salud, sociales, fiscales y
monetarias
5. La crisis de la COVID-19 pone en riesgo la integralidad de la Agenda 2030
6. Enfrentar la crisis: acciones de corto plazo y prioridades de largo plazo

Descarga el documento en el link que se presenta a continuación

Alicia Barcena CEPAL – PPT Impacto COVID-19 en ALC – 3-Abr-2020 (1)

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Lo rural no debe ser atraso, sino otra vía de progreso

Por: Carlos Laorden. 

Los responsables en América Latina de las tres agencias de la ONU orientadas a la alimentación y la agricultura defienden la necesidad de contar con el campo para cumplir con la Agenda 2030

Durante décadas, «desarrollo» se ha entendido como antónimo de «rural». Y eso ha contribuido, al menos en América Latina y el Caribe a un cierto olvido, a una falta de integración del campo. O eso opinan, en conversación con EL PAÍS, los responsables en la región de las tres agencias de Naciones Unidas dedicadas a la alimentación y la agricultura. Cuando los países de la zona se reúnen en un foro en Santiago de Chile para ver cómo van sus deberes en cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (la agenda para un mundo mejor a cumplir en 2030) Julio Berdegué (FAO), Miguel Barreto (PMA) y Joaquín Lozano (FIDA) insisten en que mientras se margine al campo, no se alcanzarán esas metas. Pero primero hay que redefinir qué es el campo y entender todos: Gobiernos, empresas y ciudadanos que puede haber una ruralidad «moderna», sostenible y al tiempo respetuosa con las tradiciones y culturas.

La brecha entre las grandes ciudades y las zonas rurales es grande en prácticamente todos los países. En las primeras se ha avanzado en lucha contra la pobreza y el hambre, salud… y las segundas se quedan rezagadas. «Hay muchas políticas con un sesgo urbano muy fuerte, que no entienden que las características de la pobreza urbana y la rural son muy diferentes», apunta Berdegué, de FAO. «En el campo hay una mayoría de trabajadores informales, empresas muy pequeñas… Es un mercado laboral entre comillas muy distinto del de urbes como Santiago [Chile] o Guadalajara [México]».

LAS «AGENCIAS CON SEDE EN ROMA»

En la jerga de Naciones Unidas se les conoce como las «Rome-based agencies«, o agencias con sede en Roma. La FAO (agencia de la ONU para la alimentación y la agricultura, el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola se ocupan principalmente de los hambrientos y los agricultores del mundo. Quienes, paradójicamente, en la mayoría de los casos son los mismos.

Las tres organizaciones trabajan en evitar duplicidades «a veces, incluso triplicidades«, en palabras de Berdegué, de FAO— y mejorar su efectividad. Eventos como este buscan visibilizar los problemas rurales y de los pequeños agricultores, ocultos muchas veces entre las cifras macroeconómicas o los análisis a nivel nacional. Ahora trabajarán estrechamente en tres países (Colombia, Haití y Guatemala) para mejorar el trabajo conjunto.

«Y aún dentro de ese ámbito, hay dos mundos rurales muy distintos», agrega Joaquín Lozano, del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. «Por un lado hay una industria competitiva enfocada a la exportación, con acceso a tierras de calidad, y luego hay campesinos con tierras peores, a los que les falta acceso a los servicios básicos», señala. Las diferencias dentro de los países son enormes. «Si hacemos un zooming sobre Brasil, un país con éxito en lo económico y en la lucha contra la pobreza, veremos que hay municipios que se comparan con las aldeas más pobres de África», argumenta Lozano. Y muchas comunidades ni siquiera tienen acceso a los mercados para vender los productos de los que viven, añade Miguel Barreto, del Programa Mundial de Alimentos, que insiste en ello como la clave para evitar que se queden atrás.

«No se trata tanto de repensar los sistemas productivos como de adecuarlos a la modernidad», sostiene Barreto. Lozano coincide, y pide adaptar el campo a la «ambición» de los jóvenes rurales de hoy. «Hay muchas actividades de valor agregado, marketing, servicios… que se pueden llevar a cabo en el campo. Pero para eso hay que llevar internet, cultura, vías de comunicación…», apunta el responsable del FIDA, que se centra en dar créditos a proyectos de cooperativas. Porque el riesgo de que esos jóvenes vayan a las ciudades sin preparación adecuada es, según Lozano, que pasen de ser pobres a ser «aún más pobres».

“Llevamos 70 años con estrategias de desarrollo que  buscaban superar lo rural, y eso no se cambia de un día para otro”

Pero en toda esta dualidad rural – urbana, Berdegué insiste en hacer una reflexión. «Hay un concepto equivocado: en México una pequeña aldea de 2.501 habitantes se considera urbana, aunque la mitad de su población viva de la agricultura. Lo mismo en Chile», critica. Es definición hace que el ámbito rural (y sus problemas) queden minimizados por las estadísticas. «Y eso condiciona los recursos que vamos a destinar. Si creemos que el problema es pequeño, destinaremos menos esfuerzos», coincide Lozano.

Aunque todos están de acuerdo en que hay otro problema de definición el que encuadra a la mayoría de los Estados de la zona como economías de renta media— que afecta a los fondos que reciben para desarrollo, Berdegué no cree que el problema principal sea la falta de recursos. «Si medimos la voluntad política en función del presupuesto, creo que hay bastante voluntad política», mantiene. «En muchos países el problema no es tanto de fondos como de la calidad de las políticas públicas. En muchos casos se hacen políticas asistenciales hacia la agricultura familiar, en lugar de en apoyarles para que ellos puedan superar la pobreza». El representante de la FAO denuncia también los «importantes» problemas de «corrupción y clientelismo» en el gasto público rural.

Una mujer junto a sus cultivos en Ecuador.
Una mujer junto a sus cultivos en Ecuador. ALEJANDRA LEÓN ©PMA/WFP

Como ejemplo de esa falta de eficiencia en el uso de recursos, Barreto aprovecha para resaltar el cambio climático como un fenómeno que no se puede obviar. «En un estudio en Perú vimos que el Estado llegaba con transferencias de dinero a ocho millones de personas en áreas rurales, sin ningún componente contra el cambio climático, y esas poblaciones, por más que recibían millones cada año, no conseguían cambiar su situación».

El PMA, centrado tradicionalmente en llevar asistencia alimentaria, quiere seguir haciéndolo mediante los programas de alimentación escolar, pero con otro enfoque: «Si lo que se da a 96 millones de niños en la región se comprara a pequeños productores, habría un mercado cautivo grandísimo para estos: Brasil ya lo hizo de forma muy eficiente», señala Barreto. Pero también ir más allá y buscar, insiste su responsable, «integrar a las poblaciones rurales en los mercados» a través de redes de protección social contra la pobreza.

“Si hacemos un zooming sobre Brasil, un país con éxito en lo económico y en la lucha contra la pobreza, veremos que hay municipios que se comparan con las aldeas más pobres de África”

Porque la pobreza (y el hambre, y la malnutrición, y los problemas de salud…) afectan mucho más a quienes viven en el campo. Y más todavía a las poblaciones indígenas. «Sigue habiendo una idea en ciertos sectores de que si el territorio es de una comunidad indígena se puede más o menos disponer de él como si no lo habitara nadie», lamenta Berdegué. «Por suerte hoy día estos pueblos y los actores ambientales han aprendido a usar las herramientas de una democracia: recursos legales, acción política prensa… Pero la brecha era tan grande que a pesar de los avances las desigualdades son enormes», asume.

En definitiva, eventos como el que estas tres agencias y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura celebran hoy en el foro organizado por la CEPAL (la comisión económica de la ONU que reúne a los países de la región), tienen que ayudar a superar una visión del desarrollo dirigida a erradicar la ruralidad. «La población tiene que entender que si no trabajamos en ello, si lo vemos solo como una carga, tendremos problemas a largo plazo, incluso de seguridad pública», advierte Barreto.

«Guste o no, la mitad de las exportaciones en esta región son agroalimentarias», apunta Berdegué para destacar el peso de la agricultura en la economía regional. «Debemos fomentar una ruralidad dinámica, innovadora, pero llevamos 70 años con estrategias de desarrollo que buscaban superar lo rural, y eso no se cambia de un día para otro», reflexiona el subdirector general de la FAO. «Esto implica vencer muchas resistencias, porque hay quienes se benefician políticamente de que las cosas sigan siendo como son. Y tenemos que vencerlas por medios democráticos, que son más lentos, pero son los únicos posibles», defiende.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/04/16/planeta_futuro/1523887469_688493.html?ssm=FB_CC

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América Latina y el Caribe: Todas las oportunidades que se pierden por no tener salud sexual

Redacción:  El País

Millones de niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe ven incumplidos sus derechos sexuales y reproductivos. Merecen atención para no quedar a la zaga del desarrollo.

A pesar del progreso global hacia la igualdad de género en las últimas décadas, las adolescentes siguen siendo un grupo extremadamente vulnerable que se está quedando atrás. Se estima que 16 millones de niñas entre 15 y 19 años dan a luz cada año en el mundo, y hasta el 90% lo hace dentro del matrimonio­.

América Latina y el Caribe es una de las regiones donde las niñas y adolescentes todavía se enfrentan un mayor número de desigualdades. A pesar de los esfuerzos y una mejor visibilidad en los últimos años para alcanzar una mayor igualdad de género, la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las jóvenes siguen siendo un tema desatendido y están lejos de ser distribuidos de manera equitativa, tanto regionalmente como dentro de los países. Las adolescentes son un grupo particularmente vulnerable en lo que respecta a la salud y los derechos sexuales y reproductivos.

La adolescencia, definida como el período de 10 a 19 años, se caracteriza por importantes desarrollos físicos y psicosociales con un impacto relevante en su futuro. Sin embargo, la violación de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes debido a modelos tradicionales, creencias religiosas e ideas de género desarrolladas históricamente a menudo conduce a matrimonios y uniones tempranas, y altas tasas de embarazo adolescente. Esto tiene un impacto significativo a largo plazo en el bienestar socioeconómico, así como en las oportunidades educativas y laborales para las mujeres jóvenes.

A pesar de una notable disminución general de la fertilidad en América Latina y el Caribe en las últimas tres décadas —de 3,95 nacimientos por mujer en 1980-1985 a 2,15 en 2010-2015—, la adolescente solo disminuyó mínimamente durante el mismo período y sigue siendo la segunda más alta del mundo después del África subsahariana. Además, ha sido la única región del mundo donde la fertilidad de las adolescentes menores de 15 años incluso aumentó ligeramente.

Sin embargo, estas tasas de fertilidad relativamente altas no afectan a todas por igual en América Latina y el Caribe:

Los números varían significativamente entre países y dentro de ellos. Según los informes actuales, hay 63 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15-19 años en América Latina y el Caribe, en comparación con los 42 que se producen en todo el mundo. Sin embargo, encontramos grandes diferencias regionales entre países de altos ingresos como Chile (41), donde la tasa de fecundidad adolescente se sitúa por debajo del promedio mundial, y países de ingresos medios bajos como Nicaragua y Venezuela (ambos 85), que duplican el promedio global.

Los datos también revelan que el embarazo entre adolescentes ocurre principalmente en los grupos de población más pobres y vulnerables de cada país. Las niñas de hogares en el quintil de riqueza más bajo tienen tres o cuatro veces más probabilidades de verse afectadas por un embarazo temprano, en comparación con las niñas del quintil de riqueza más alto. Otros factores de riesgo son la falta de educación primaria, la vida en áreas rurales o la pertenencia a una comunidad indígena.

El embarazo temprano obstaculiza el desarrollo, ya que a menudo resulta en la interrupción de la escolaridad, el aislamiento social y la inseguridad financiera, y por lo tanto perpetúa los círculos de pobreza y dependencia. Además, el embarazo adolescente está relacionado con graves consecuencias para la salud de la madre y el niño. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que las complicaciones del embarazo y el parto continúan siendo la principal causa de muerte entre las niñas de 15 a 19 años a nivel mundial.

Las tasas de embarazo no deseado entre las adolescentes bajarían en un 58% si se satisface la necesidad de planificación familiar de cada niña

Una de las principales razones de la alta tasa de embarazo adolescente es la necesidad insatisfecha de planificación familiar entre las niñas. De los 27,5 millones de niñas de 15 a 19 años que hay en América Latina y el Caribe, hasta nueve millones necesitan anticonceptivos porque están casadas o son sexualmente activas y no quieren tener un hijo al menos durante los próximos dos años. Solo el 62% de ellas tiene acceso a métodos anticonceptivos modernos, mientras que el otro 38% tiene una necesidad insatisfecha de anticoncepción. El mayor número de necesidades insatisfechas se encuentra en América Central (49%), seguido por el Caribe (40%) y América del Sur (34%).

La falta de métodos anticonceptivos efectivos conduce a un alto número de embarazos no deseados: datos recientes revelan que casi el 80% de los embarazos entre niñas de 15 a 19 años no son intencionales y aproximadamente la mitad de estos terminan en aborto. Debido a las leyes restrictivas del aborto en América Latina, una gran parte de esos abortos no son seguros y pueden tener graves consecuencias para la salud. Sin embargo, el aborto inseguro ocurre predominantemente entre las niñas más pobres y vulnerables, ya que los abortos seguros en clínicas privadas a menudo están relacionados con altos costes y, por lo tanto, siguen siendo un privilegio para los grupos más ricos.

Como muestran estudios recientes, las tasas de embarazo no deseado entre las adolescentes bajarían en un 58% si se satisface la necesidad de planificación familiar de cada niña, y reduciría significativamente las consecuencias, como abortos inseguros e involuntarios y muertes maternas.

En los últimos años, las desigualdades en el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos entre niñas y adolescentes se están volviendo cada vez más visibles en el debate sobre la salud pública en América Latina y el Caribe. En 2018, la Organización Panamericana de la Salud presentó el Plan de acción para la salud de la mujer, el niño, la niña y adolescentes 2018-2030, que tiene como objetivo reducir las tasas de embarazo en adolescentes y promover el acceso universal a la anticoncepción, entre otro.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible estableció el acceso universal a la atención de la salud sexual y reproductiva como un objetivo, utilizando la tasa de fecundidad adolescente como indicador para medir el progreso. Sin embargo, se necesitan más datos y estudios para comprender mejor la dinámica y las causas multifactoriales de las desigualdades, si queremos alcanzar esos objetivos globales y regionales.

En este sentido, desde ISGlobal y junto con mis compañeras Anna Lucas y Clara Pons, estamos trabajando en un nuevo estudio sobre las desigualdades en las oportunidades de salud de mujeres y niñas en América Latina. Para ello, utilizaremos una metodología desarrollada por el Banco Mundial para medir las desigualdades, el Índice de Oportunidades Humanas, que también se aplicó en nuestro estudio anterior sobre las desigualdades en salud materna en África Subsahariana. Nuestro objetivo principal es contribuir, desde una nueva perspectiva, al análisis de la variedad de factores que inciden en la distribución desigual de los servicios de salud materna y reproductiva en la región, incluyendo entre los grupos de niñas y mujeres más jóvenes.

Ellas merecen atención y no deben ser dejadas atrás. Debemos priorizar sus necesidades y derechos en acciones regionales y globales para incluirlas en el progreso global hacia un mundo más equitativo.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/10/31/planeta_futuro/1572534379_073253.html

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