Por: EducaBolivia/24-02-2017
Los requerimientos nutricionales del niño o la niña varían con el incremento de las actividades, las cuales son no solo físicas sino, obviamente intelectuales.
Las dietas inadecuadas traen muchos problemas de aprendizaje. Se dan aparentes dificultades propias de los síndromes de falta de atención, o lo que es peor, la bulimia y la anorexia pueden tener origen en esta etapa de la vida humana.
Es obvio que los niños o niñas mal alimentados estarán en peores condiciones para afrontar actividades escolares y no escolares (artísticas, deportivas, aprendizaje de idiomas, informática, etc.). El éxito de estas actividades depende de una buena alimentación.
La alimentación tiene que llegar a ser una buena y gratificante costumbre familiar, ya que solo se requiere disponer de una dieta variada y de buenos hábitos alimenticios.
No es necesario ser un profesional nutricionista para administrar que los hijos estén bien alimentados. Sin embargo, es recomendable consultar con el pediatra de forma periódica para prevenir problemas, tanto del tema alimenticio como de otra índole.
El Desayuno
El desayuno es la primera comida del día, por lo tanto está establecido que es la más importante como alimento diario. Siendo la primera ingesta luego de que el cuerpo ha estado sin alimento por varias horas. El periodo donde las personas ayunan durante más tiempo se da en la noche y los niños son los que duermen mucho más que los mayores, entonces para los más pequeños del hogar el desayuno debe comerse sin apuros ni excusas.
La hora del desayuno debería ser la ideal para compartir familiarmente, mucho más sabiendo que hoy en día hay muchas familias que no pueden reunirse a la hora del almuerzo.
La actividad física no es la única que requiere energías, también la actividad mental necesita de energía saludable. Hay que asegurar, para los niños que van a las Unidades educativas por las mañanas, que se levanten con el tiempo necesario para desayunar tranquilamente. El tiempo que pasara hasta la siguiente comida estará realizando actividades físicas y mentales muy intensas.
El problema es otro para los estudiantes que estudian por la tarde ya que por lo general se levantan demasiado tarde, siendo que la mañana no alcanza para distribuir tanto el desayuno y el almuerzo. Muchos padres eligen, debido a las circunstancias, unir los dos alimentos transformándolos en una sola ingesta liviana. Lo ideal es que se regule las horas de sueño y se dé importancia a las dos comidas.
Comida sana vs. Chatarra
Los padres se enfrentan a otro problema en cuanto a la alimentación de los hijos: la “comida chatarra”. Por diferentes circunstancias los niños tienen una predilección especial por estos “alimentos”, esas circunstancias están sustentadas especialmente en la publicidad. Sería interesante imaginar qué pasaría si los alimentos nutritivos y saludables contaran con el poder de las campañas publicitarias con que cuentan las comidas no saludables, denominadas “chatarras”.
Las golosinas, las gaseosas y, por supuesto, la comida rápida. Esta comida es rica en hidratos de carbono y grasas. Lo recomendable es que estos alimentos no sean prohibidos definitivamente, para no causar un efecto contrario por la prohibición. Se sugiere que se tomen o coman en ocasiones especiales y no diariamente.
El dar dinero parece ser la salida más fácil para que compren su alimento en las escuelas o colegios. La idea es “evitar” preparar y guardar alimentos de forma diaria para que la lleven en sus mochilas.
La edad escolar impone que se alimente al niño con una variedad y cantidad de alimentos, de tal manera que este crezca saludable y pueda dar respuesta a las responsabilidades y actividades que tenga. Se necesita dotar de una adecuada proporción de vitaminas, hidratos de carbono, proteínas, minerales y lípidos a los niños, niñas y jóvenes. No es necesario buscar mucho para encontrar estos elementos en los alimentos, los cuales son ofrecidos por la naturaleza en: verduras, leche y sus derivados, carnes rojas, pollo, frutas, cereales, pescado, legumbres y otros.
Estos alimentos, la mayor parte de las veces, no son del agrado de los pequeños, por lo cual será necesario echar mano de habilidades entre quien prepara los alimentos y quien los consume.
¿Cómo debe ser el menú escolar?
Uno de los objetivos prioritarios del menú escolar debe ser fomentar el consumo de una dieta equilibrada mediante la variedad de alimentos, preparaciones y texturas, dando prioridad a los alimentos más conflictivos en la alimentación de los pequeños -legumbres, pescado, frutas y verduras-, y basándose en las raciones y en la frecuencia recomendadas para cada edad.
Es necesario que, en cada centro educativo, se cuente con asesoramiento dietético para administrar qué y cómo se venden los alimentos que llegan a la comunidad escolar. Lo que si es cierto es que los padres son responsables de inculcar buenos hábitos alimenticios a los hijos.
El 35% de la energía diaria que necesitan los niños y jóvenes se consigue con la comida del medio día, pero necesariamente son muy necesarios el desayuno y la cena como importantes complementos.
Alimentación Complementaria Escolar
El gobierno nacional, en el marco de la Soberanía Alimentaria y la Economía Plural que regula la alimentación complementaria escolar y promueve la economía social por medio de la compra de alimentos de proveedores locales, ha aprobado la Ley de Alimentación Escolar; esta ley ha sido impulsada también por la FAO que ha cooperado con los países de la región en el apoyo técnico.
Esta ley considera las características productivas y alimentarias de las comunidades bolivianas para la composición de menús nutricionalmente completos y adaptados a la cultura tradicional y la producción local. Además vela por la inocuidad de los alimentos suministrados a los menores y, entre otras medias, prohíbe la adquisición de productos transgénicos para ser administrados en las Unidades educativas.
En nuestro país, los Gobiernos departamentales y los gobiernos municipales, se encargan de proveer el alimento complementario escolar, además de controlar y regular la venta de alimentos en los quioscos instalados al interior de la Unidades Educativas con el objetivo de fomentar el consumo de alimentos saludables.