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El 40% de la población de América Latina y el Caribe podría volver a la pobreza, alerta la Cepal

Redacción: CNN en Español

 La “clase media vulnerable” “está atrapada en un círculo vicioso que incluye empleos de baja calidad, escasas competencias e ingresos inestables”, advirtió la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, este miércoles en Buenos Aires.

La conclusión que dice que el 40 % de la población de América Latina y el Caribe podría regresar a la pobreza hace parte del informe Perspectiva Económica Latinoamericana 2019: desarrollo en transición, que fue presentado en el marco de la Conferencia Sur-Sur en Argentina.

Según el informe, la región debe darle un impulso a la cooperación internacional “para abordar los desafíos económicos, sociales y ambientales, así como otras trampas que impiden el desarrollo en la región”.

La Cepal destaca que la región ha mejorado en las últimas décadas: “el ingreso per cápita de la región ha aumentado aproximadamente en un 50 %. La mayoría de los países han pasado de ser economías de bajos ingresos a ser ahora países de ingreso medio-alto. Algunos han pasado incluso de ser países de ingreso medio a economías de ingreso alto, como es el caso de Argentina, Chile, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay; mientras que otros, como Costa Rica o México, lo harán en los próximos años”.

Pero señala que ese incremento en el ingreso per cápita no se puede igualar a la mejoría del bienestar de los habitantes de la región.

“Ciertos desafíos, como el impacto desproporcionado del cambio climático, las desigualdades y otras vulnerabilidades aún persisten o están en aumento”, manifestó Neven Mimica, Comisario Europeo, citado por la página de la Cepal.

Para la Cepal, hay cuatro “trampas” que requieren acción inmediata:

1. Hay vulnerabilidad social que causaría que la población que ya salió de la pobreza vuelva a ella por “un círculo vicioso que incluye empleos de baja calidad, escasas competencias e ingresos inestables”.
2. Hay baja productividad laboral: comparada con la Unión Europea, la producción por trabajador en América Latina y el Caribe está en el 40%.
3. Hay escasa confianza en las instituciones: “el 64 % de los latinoamericanos manifiestan no tener ninguna confianza en su gobierno, más de una tercera parte no están satisfechos con la educación brindada en el país y más de la mitad no están contentos con la atención médica que reciben”, dice la Cepal.
4. Hay amenazas ambientales: la región, con una gran biodiversidad y baja huella ecológica, sufre las consecuencias de la falta de acción mundial en el campo medioambiental.

El informe de la Cepal propone que para promover la cooperación internacional y atacar estos problemas, se formen alianza multilaterales entre países, se promuevan “estrategias de desarrollo nacional y local para el desarrollo sostenible” y se amplíen las cooperaciones internacionales para incluir “intercambio de conocimientos, los diálogos multilaterales en materia de políticas, el fortalecimiento de las capacidades y la cooperación en los ámbitos de la ciencia, la tecnología y la innovación”.

La II Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cooperación Sur-Sur se celebra en Buenos Aires, Argentina, y reúne a mandatarios, cancilleres y representantes de casi 200 países.

 Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2019/03/21/el-40-de-la-poblacion-de-america-latina-y-el-caribe-podria-volver-a-la-pobreza-alerta-la-cepal/
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Gobiernos en África no responden a necesidades de los jóvenes, según informe

Redacción: La Vanguardia

El progreso de los gobiernos en África no ha respondido en la última década a las expectativas y necesidades de una creciente población compuesta principalmente por jóvenes, señala hoy el Índice Ibrahim de Gobernanza Africana (IIAG) de 2018.

«A pesar del fuerte crecimiento del PIB (producto interior bruto) en los últimos diez años, África no ha generado oportunidades económicas para su población juvenil en auge», recoge el informe divulgado hoy por la Fundación Mo Ibrahim en Dakar.

Las islas Mauricio, Seychelles y Cabo Verde encabezan la lista en cuanto al buen desempeño de sus gobiernos, mientras que Sudán del Sur y Somalia son los países del continente donde es peor, detalla el texto.

El documento destaca un avance en la gobernanza global del continente, donde un 71, 6 % de los ciudadanos han visto una mejora en este parámetro en la última década, un hecho que, sin embargo, no alcanza las expectativas de la población, especialmente en el terreno económico y de la educación.

«Los jóvenes de África necesitan esperanza, perspectivas y oportunidades, por lo que sus líderes deben acelerar la creación de empleos para mantener el progreso», dijo el millonario sudanés y líder de la fundación, Mo Ibrahim, en un comunicado.

Una de las mayores preocupaciones es la educación, ya que ha empeorado en la mitad de los países del continente en los últimos cinco años.

Según el informe, la calidad de la educación está empeorando para más de la mitad de los jóvenes africanos, lo que dificulta también su acceso al mundo laboral.

La población africana se ha incrementado en un 26 % en la última década y cerca de un 60 % de los habitantes del continente tienen una edad inferior a los 25 años.

«África cuenta con una amplia fuerza de trabajo juvenil capaz de transformar el continente, pero esta oportunidad está a punto de ser desperdiciada. Este es el momento de actuar», concluye el empresario sudanés.

Creada en 2006, la fundación está encabezada por el magnate de las telecomunicaciones sudanés y trata de promover el buen gobierno y el desarrollo en África.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/politica/20181029/452633022472/gobiernos-en-africa-no-responden-a-necesidades-de-los-jovenes-segun-informe.html

 

 

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Panamá: Ser un niño pobre en tres dimensiones

Redacción: El País

Los menores más pequeños son los que presentan las mayores carencias, tanto en lo relativo a pobreza multidimensional como a la pobreza por ingresos

En la carrera de la vida no todas las pistas son iguales. Mientras unos disfrutan de condiciones que les permiten alcanzar su máximo potencial desde la infancia, otros se enfrentan a auténticas carreras de obstáculos. Estas desigualdades acaban de ser puestas de manifiesto en Panamá, donde uno de cada tres niños ve reducidas sus opciones desde la propia línea de salida. Así lo ha revelado el Índice de Pobreza Multidimensional Infantil (IPM), una métrica innovadora cuyos resultados acaba de sacar a la luz este Estado centroamericano, el primer país de América Latina y el Caribe en aplicar esta metodología.

Según este índice, el 32,8% de los menores de 17 años de Panamá se encuentra en condiciones de pobreza multidimensional, es decir, más de 450.000 niños y adolescentes se ven privados de tres o más aspectos que son vitales para su desarrollo: educación e información, salud y alimentación, agua y saneamiento, protección y recreación o vivienda. Esta situación es más aguda entre los niños de las comarcas indígenas y de las áreas rurales de difícil acceso; de hecho, la pobreza multidimensional sobrepasa el 50% en provincias como Bocas del Toro o Darién y es superior al 90% en las comarcas de Guna Yala o Ngäbe Buglé.

Los niños más pequeños son los que presentan las mayores carencias, tanto en lo relativo a pobreza multidimensional como a la pobreza por ingresos. El 35,5% de los menores de 10 años sufre pobreza multidimensional, lo que representa más del 58% de todos los niños y adolescentes en situación de pobreza. Según datos de la Encuesta de Hogares del año 2017, el 37% de los menores de cinco años vive en situación de pobreza y el 20% padece pobreza extrema.

La primera infancia ve limitado, además, el acceso a servicios básicos, alimentación adecuada y oportunidades de aprendizaje y desarrollo, elementos cruciales en esta etapa de la vida. Durante los primeros cinco años de la vida de un niño se produce un desarrollo exponencial de sus funciones cognitivas y los efectos perduran hasta la vida adulta. Los niños que reciben desde el nacimiento el afecto, nutrición, cuidados y estímulos necesarios tienen mayor probabilidad de permanecer y tener éxito en la escuela, dependen en menor medida de la asistencia social y se insertan de una manera más productiva en el mundo laboral. Los primeros años constituyen, pues, una ventana de oportunidad única en la que se debe actuar con mayor intensidad para cerrar las brechas en el desarrollo.

Sin embargo, según datos del Ministerio de Educación Panameño, en el año 2013 solo el 6% de los menores de 3 años en Panamá estaba inscrito en algún programa de educación inicial, mientras que un tercio de los niños en edad preescolar no formaba parte de esta oferta educativa. La situación se agrava según el grado de pobreza de la familia. La última Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (Encuesta MICS, por sus siglas en inglés) realizada por UNICEF en el año 2013, reveló que cuanto menor es el nivel educativo de la madre, o cuanto mayor sea la pobreza en el hogar, menor es el acceso de los niños pequeños a la estimulación temprana o a programas de cuidado o educación inicial. A modo de ejemplo, sólo 6% del total de la los matriculados en el Centro de Atención Integral de la Primera Infancia (CAIPI), que brinda atención y educación a los niños de 0 a 4 años de Panamá, corresponde a niños en áreas indígenas.

Panamá ha hecho ingentes esfuerzos para cerrar las brechas que impiden el desarrollo de la primera infancia. Desde el gobierno y con el apoyo de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo, se han impulsado políticas nacionales para la atención integral que han contribuido a aumentar progresivamente la cobertura de preescolar con aulas y nombramiento de docentes; se ha expandido la matrícula y los estándares de calidad de los CAIPI con capacitación docente, se han mejorado infraestructuras o se ha ampliado la cobertura de programas de salud infantil. Más recientemente, se han puesto en marcha programas de apoyo parental y de estimulación temprana en el hogar mediante visitas domiciliarias. Con todo, en un país donde el crecimiento económico de la última década ha permitido una reducción progresiva y sostenida de la pobreza general y extrema, revertir la situación de pobreza de la niñez sigue siendo una tarea urgente.

Los niños son más vulnerables ante la pobreza. Es una situación que no depende de ellos y carecen de los instrumentos para combatirla. Además, padecen de forma más duradera sus consecuencias puesto que se genera un ciclo nocivo de crecimiento intergeneracional de la pobreza y de la desigualdad. Los resultados del Índice de Pobreza Multidimensional Infantil, son una invitación a que otros países consideren esta metodología y marcan un camino hacia el cual continuar dirigiendo esfuerzos: vencer la carrera de obstáculos que impide a los niños panameños alcanzar su potencial y hacerlo desde muy temprano en la vida.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/03/mamas_papas/1538551878_626706.html

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Ser indígena y no hablar español, es sinónimo de pobreza en México

Redacción: El Semanario

La discriminación ha sido una de las batallas más crueles que han tenido que librar los descendientes de los pueblos originarios, pero además de esto, ser indígena y no hablar español es sinónimo de pobreza en México.

De acuerdo al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred),  “la población indígena tiene un Índice de Desarrollo Humano 11.3 por ciento menor que el de la población mexicana no indígena”, pero el “aspecto más vulnerable es el ingreso, en donde la brecha de desigualdad es del 17 por ciento”.

Esto ha ocasionado que las comunidades indígenas no tengan acceso a los servicios que marcan los derechos sociales, como educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación, lo que ocasiona que al 93.9 por ciento de la población indígena está privada al menos de uno de estos derechos, dice la Conapred.

Por lo tanto, los niveles de pobreza son mucho mayores entre la población indígena que con el resto de los mexicanos.

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Más pobres y olvidados

Cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), afirman que en México hay 7.4 millones de población indígena, de los cuales 5.2 millones son pobres.

Además, 3 de cada 10 integrantes de una comunidad indígena presentan rezago educativo, incapacidad de alimentarse y baja calidad de sus viviendas; mientras que  2 de cada 10 no tienen acceso a instituciones para la salud.

Pero de acuerdo a la Estadísticas a propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cosas empeoran cuando no hablan español y sobre todo, cuando son mujeres.

Así, 13 de cada 100 indígenas no habla español, pero cuando se trata de una cuestión de género, se recalcan las complicaciones las féminas, ya que por cada 9 hombres “monolingües” hay 15 mujeres que solo hablan su lengua materna.

Esto genera que todas aquellas personas que sólo hablan una lengua indígena, “presentan mayor posibilidad de no tener educación ni acceso a servicios de salud y justicia”, dice el informe y además, esto también limita las posibilidades para que puedan acceder a oportunidades laborales y educativas que reviertan esta situación.

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La educación y el sexo

Y además, está el componente reproductivo y de educación sexual, ya que se ha convertido en otra limitante que abre aún más la brecha que existe entre los pueblos indígenas y el resto de la población en México.

Según cifras del Inegi, la edad promedio de unión en pareja de las mujeres indígenas es de 18 años que contrasta contra la cifra nacional que es de 20 años; mientras el promedio de hijos nacidos es de 2.5 mientras y el del total para la población mexicana es sólo de 1.6 hijos.

Además, “las mujeres que hablan lenguas indígenas son las que presentan un mayor número de embarazos desarrollados entre los 35 y los 49 años, situación que implica mayores riesgos durante la gestación de los hijos”, según cifras que retoma El Economista.

Y en cuanto a la educación académica, la población indígena tiene muchas carencias, ya que a 2 de cada 10 personas que hablan alguna lengua natal son analfabetas y esta proporción aumenta con las mujeres, ya que “son las más afectadas siendo el grupo con más baja escolaridad y mayor analfabetismo”.

Finalmente, tal como lo señala la Conapred, “en pleno siglo veintiuno, una gran parte de las mexicanas y mexicanos indígenas, no deja de verse expuesta, aún hoy, a vivir circunstancias de discriminación y exclusión en los ámbitos de la educación, la salud, la alimentación, el trabajo, la seguridad social, la vivienda y los servicios básicos”.

Fuente: https://elsemanario.com/economia/284840/ser-indigena-no-hablar-espanol-sinonimo-pobreza-mexico/

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‘Declaración de Panamá’ de la OIT concluye que construir un mejor futuro del trabajo ‘es posible’

Redacción: La Estrella de Panamá

para avanzar hacia un mejor futuro de la producción y del trabajo es necesario fortalecer la cultura del trabajo, el respeto de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones de las partes involucradas en la relación laboral…

En el marco de la 19ª Reunión Regional Americana de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que se realizó en Panamá esta semana, representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores reunidos en ciudad de Panamá, concluyeron en la “Declaración de Panamá” que construir un mejor futuro del trabajo, “es posible”.

El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel) explicó que se puede construir un mejor futuro del trabajo, fortaleciendo la democracia, con un trabajo colectivo; fortaleciendo la gobernanza democrática, a través del diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores con visión de largo plazo, respetando el estado de derecho, combatiendo la corrupción; y fortaleciendo las instituciones.

No obstante, añadió que para avanzar hacia un mejor futuro de la producción y del trabajo es necesario fortalecer la cultura del trabajo, el respeto de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones de las partes involucradas en la relación laboral; alentar el espíritu emprendedor, generar más y mejores espacios y capacidades de reflexión estratégica y de planificación, que contribuyan al desarrollo y ejecución de programas y políticas a largo plazo.

Por su parte, destacó que la OIT deberá seguir jugando un rol de liderazgo en el mundo del trabajo, como una organización eficaz y relevante adaptada a los desafíos contemporáneos del mundo del trabajo.

Mientras que, mitigar los efectos negativos y aprovechar las oportunidades de las revoluciones tecnológicas es uno de los mayores retos que enfrenta el presente y el futuro del trabajo y de la producción y requiere respuestas que incorporen la innovación tecnológica, los sistemas educativos, la formación profesional, y la formación a lo largo de la vida.

El documento prioriza otras políticas que deben ser tomadas en cuenta, tales como: promover un entorno propicio para la creación y el desarrollo de las empresas, el respeto e implementación los principios y derechos fundamentales en el trabajo, el respeto a la libertad sindical y la negociación colectiva, la transición de la economía informal a la formal, el desarrollo de la fuerza laboral, la sostenibilidad ambiental y enfrentar los efectos en el empleo del cambio climático, responder a las nuevas y diversas formas de empleo y las políticas salariales, igualdad de género y migración laboral, entre otras.

La Declaración de Panamá incluye como líneas de acción a futuro para alcanzar estos propósitos: asegurar un estricto apego con los principios de libertad, democracia, justicia social, estado de derecho y respeto a los derechos humanos y laborales, contribuir a fortalecer las instituciones democráticas apoyando un buen funcionamiento de la administración del trabajo y crear y fortalecer espacios y capacidades de dialogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores que faciliten la participación en el diseño estratégico, planificación y ejecución de programas, y políticas de largo plazo y fortalecer las capacidades técnicas, operativas y políticas de las organizaciones de empleadores y trabajadores.

Fuente: http://laestrella.com.pa/economia/declaracion-panama-concluye-construir-mejor-futuro-trabajo-posible/24086410

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Fruta fea para los niños de los suburbios de Nairobi

Redacción: Pablo L. Orosa/El País

En Kenia, cada día 75 toneladas de alimentos acaban en el basurero solo por razones estéticas. Parte de ellos se están sirviendo en los menús escolares de los barrios más desfavorecidos del país.

Faith tiene hambre. Desde que se levantó, a las cuatro y media de la madrugada, no ha probado bocado. Y ha hecho muchas cosas. Ha caminado dos horas para llegar a la escuela. Ha correteado por el descampado y ha atendido en clase. En la de matemáticas. Y en la de inglés. Faith, 12 años y unas ganas enormes por sonreír, quiere ser una buena estudiante. Pero tiene hambre. Y así no hay quien se concentre en la pizarra. Lo que le dan en la escuela de Mcedo, en los subirbios de Nairobi, la capital de Kenia, es a menudo lo único que come en el día.

“Sí, muchos días es lo único que como”, reconoce mientras espera, con su jersey raído en el pecho, a que le llegue su ración. Hoy, como casi siempre, toca githeri, una mezcla de maíz y alubias hervidas. También hay naranjas. Y a Faith le encantan las naranjas. “Mucho. Mucho”, farfulla en inglés. A su espalda, una veintena de chicos, todos menores de 14 años, aguardan en la fila su plato de githeri. A algunos, como a Morientos Avugwi, el mayor de cinco hermanos, se les escapa una de esas barrigas hinchadas con las que ironiza la desnutrición. Mientras espera por su cuenco azul, infla los carrillos. Como si así pudiese engañar al hambre. Morientos Avugwi tiene hambre.

“Estamos hartas del githeri, es todos los días lo mismo. Queremos algo más. Queremos pollo”, se escucha desde el otro lado del patio. Es una voz que en realidad son cuatro, la de Lucy, la de Cynthia, la de Violet y la de Lydia, que es la que habla por todas. Son las compañeras de clase de Faith. Ellas también tienen hambre.

Mathare, una sucesión de slums en la periferia de Nairobi, es desde hace tiempo una de esas ciudades de sombra en las que familias llegadas desde las zonas rurales tratan de conquistar un futuro. “Nosotros llegamos hace 10 años desde una aldea de Kisumu”, en la ribera del lago Victoria, a este lado de la frontera con Uganda. Lo dice Milicent, la madre de Lydia. Pensaban que en Nairobi habría más oportunidades, pero a día de hoy apenas tienen que llevarse a la boca. “El padre está intentando ganar algo de dinero, pero no siempre lo consigue”. Trabajos precarios, en la construcción o en lo que salga, que no dan para los seis miembros de la familia. En Mathare es lo que hay: hambre.

Las sonrisas en Mathare cuestan 0,016 euros

A la escuela de Mcedo acuden a diario 485 chicos de la barriada. Más de 300 comen aquí gracias al programa de menús escolares apoyado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) desde 1980. En 2009, el Gobierno de Kenia se hizo cargo del grueso del proyecto, del que se benefician 1,2 millones estudiantes, mientras el PMA se mantiene como responsable de los complementos alimentarios de las zonas más complicadas: los cuatro condados afectados por la sequía, Garissa, Mandera, Turkana y Wajir, y los barrios chabolistas de Nairobi. En total, 393.904 alumnos que reciben su ración diaria de cereales, legumbres, verduras y, desde mediados de 2016, fruta fresca.

“Los menús escolares son una red de seguridad muy efectiva: atraen y retienen a los alumnos en la escuela, contribuyen a aliviar el hambre a corto plazo y para muchos niños suponen una parte importante de su ingesta diaria de energía y nutrientes», destaca el PMA. En la práctica se trata que los alumnos de Mcedo no piensen en otra cosa que seguir estudiando. Y que cada vez obtengan mejores resultados. “Antes se enfermaban más, tenían menos fuerzas. Ahora se les ve con energía. Además, ayuda a luchar contra el abandono escolar: si no vienen al colegio, no les damos comida”, asegura Mark Okwiri, el jefe de estudios.

Al otro lado de la cocina, una estancia coloreada por el humo negro que emana de la lumbre, Milicent asiente con la cabeza. “Es verdad, los niños se sienten mejor desde que está en marcha el programa”. Ella es una de las madres voluntarias que acude cada día al centro escolar a preparar el menú para para los más de 300 alumnos. Entre ellos, dos de sus hijas.

Incorporar fruta fresca ayuda a aumentar el valor nutricional de los menús escolares, a menudo la única comida diaria de muchos chicos

Llenar de sonrisas Mathere cuesta dos chelines. 0,016 euros al cambio. Es el precio que tiene incorporar las frutas frescas al programa. En total, cada menú cuesta 11 chelines al día (0,08 euros). Una vez al trimestre, Okwiri organiza un concurso entre los proveedores locales para adquirir, con los fondos del PMA, sal, aceite, alubias y maíz. “Las verduras las compramos cada semana, también en el mercado local”, señala. Esta fórmula, de la que se sirven 88 de las 91 escuelas con 80.000 estudiantes en total adheridas a la iniciativa en los suburbios de Nairobi, sirve además de catalizador para la economía vecinal, pues son los productores locales los que venden sus cultivos a la escuela.

El problema, apuntan los técnicos de la agencia internacional, es la fluctuación de los precios y las limitaciones de muchos centros para guardar los alimentos y prepararlos cada día. No en todas las escuelas hay personas como Milicent, dispuestas a pasar la mañana cocinando para los niños del barrio.

75 toneladas de frutas tiradas a diario

En un país donde casi la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y uno de cada cuatro niños sufre problemas de crecimiento retardado a causa de la malnutrición, cada día se rechazan 75 toneladas de frutas y verduras cultivadas para su exportación por no cumplir los estándares estéticos. Esa cantidad equivale a, por ejemplo, 600.000 tomates.

El país africano es uno de los grandes suministradores de frutas y hortalizas al mercado europeo. El 43,6% de los repollos importados por la Unión Europea proceden de Kenia. El sector hortofrutícola supone el 23% del PIB y da empleo, directa e indirectamente, a ocho millones de personas. Sin embargo, casi la mitad de los cultivos, el 44,5% según un informe de Feedback Global, son rechazados para su exportación por su aspecto: por ser demasiado grandes o pequeños, por tener manchas, imperfecciones, porque su color no es el deseado o, simplemente, porque su forma no resulta atractiva.

El programa de menús escolares es una herramienta contra la desnutrición y contra el abandono escolar

Sin embargo, “son perfectamente aptos para el consumo”. Feos pero nutritivos. Hasta ahora, continúa Dina Aburmishan, nutricionista del PMA, algunos de estos excedentes eran enviados a orfanatos o utilizados para alimentar animales, aunque la mayoría acababan inevitablemente en los vertederos.

El pasado curso, la agencia puso en marcha una iniciativa piloto bautizada como Transformers para aprovechar estos cultivos rechazados por su aspecto. Varias empresas exportadoras pusieron a disposición sus productos, que eran enviados a una empresa de catering encargada de elaborar los menús escolares para tres escuelas de Nairobi con 2.200 alumnos.

Está previsto que este verano el Gobierno keniano se haga cargo de la alimentación de las 1.095 escuelas que todavía están bajo el mandato del PMA. A Faith poco le importa quien se encargue de la comida mientras sigan trayendo naranjas. “Me gustan mucho”, insiste. El timbre de la tarde ha sonado ya y los estudiantes de Mcedo salen a la carrera. Algunos juegan al fútbol en el descampado, mientras otros se entretienen con el pilla-pilla entre pequeñas montañas de basura.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/07/04/planeta_futuro/1530715477_282442.html

 

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Diez claves de las neurociencias para mejorar el aprendizaje: Propuestas para Maestros

Por: Norberto Pons

Investigaciones recientes aportan procedimientos que sirven para elaborar propuestas prácticas para mejorar el rendimiento escolar. Ignacio Morgado, un catedrático de Psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de «Aprender, recordar y olvidar: Claves cerebrales de la memoria y la educación» (Barcelona: Ariel, 2014), expresa en su trabajo que, la mayoría de las propuestas ofrecidas para mejorar la educación en nuestro país predominan los razonamientos teóricos y filosóficos sobre cómo lograrlo. En este artículo se pretende complementar con sugerencias prácticas. Son procedimientos avalados por la investigación en neurociencias y psicobiología, que pueden tener su versión particular en cada nivel y contexto educativo.

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1. Practicar regularmente deportes. El ejercicio físico aeróbico beneficia las capacidades cerebrales tanto en el niño como en el adulto. Logran una mejor memoria, mayor flexibilidad y velocidad de procesamiento de información mental.

2. Evitar el exceso de grasas en la alimentación. Son dietas que reducen la sensibilidad de los receptores NMDA, que son moléculas del cerebro que forman parte de los mecanismos de plasticidad neuronal que hacen posible la formación de la memoria en lugares como el hipocampo y la corteza cerebral.

3. Dormir lo necesario con regularidad. El sueño anticipado prepara al cerebro para aprender y, cuando ocurre tras el aprendizaje, potencia la formación y estabilización de las memorias.

4. Entrenar la memoria de trabajo. Esta la que utilizamos para pensar, razonar, planificar el futuro y tomar decisiones. Materias como la filosofía o las matemáticas promueven este tipo de memoria.

5. Guiar el aprendizaje con preguntas. Este procedimiento motiva al estudiante, concentra su atención y que busca en cualquier fuente de información posible, la solución a los interrogantes que se le plantean.

6. Practicar el recuerdo de lo aprendido. El preguntar sobre la información recientemente aprendida beneficia a la memoria a largo plazo.

7. Aprendizaje y memoria. En situaciones emocionales o de estrés moderado, la activación de estructuras cerebrales como la amígdala y la liberación en la sangre de hormonas como la adrenalina y los glucocorticoides pueden contribuir a la facilitación del aprendizaje y la memoria actuando directa o indirectamente sobre los circuitos neuronales del cerebro.

8. Incentivar la lectura. Esto es, de todas las actividades intelectuales potenciadoras de capacidades mentales. La que proporciona un mejor balance costo/beneficio es, sin duda, la lectura. La actividad de leer requiere poner en juego procesos mentales como percepción, memoria y razonamiento.

9. Aprender más de una lengua (Bilingüismo). Los individuos que adquieren múltiples lenguas en su infancia y las practican a lo largo de su vida tienen una mayor atención selectiva.

10. Evaluaciones orales. Los exámenes orales no sólo permiten una evaluación muy rigurosa del conocimiento adquirido por los alumnos, sino que, sobre todo, inducen en ellos un tipo de estudio mucho más basado en la comprensión e información que en su simple memorización. Son además métodos que generan una memoria a largo plazo.

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