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Latinoamérica, más progresista

Por: Alfredo Serrano Mancilla

Ni en las urnas ni en las calles. Ni fin de época ni fin de ciclo. Ni tampoco hegemonía conservadora. Los análisis al calor de la coyuntura suelen padecer de una notable miopía: no ven más allá de lo que ocurre en el cortísimo plazo. Definitivamente, el progresismo no murió con el triunfo en las urnas de Macri en 2015.

Muchos creyeron que la victoria electoral de la propuesta conservadora en Argentina era el punto de inflexión definitivo e irreversible en el rumbo ideológico de Latinoamérica. Ese éxito electoral era muy diferente a lo que había ocurrido en la región. ¿Por qué? Porque las interrupciones del ciclo progresista en Honduras, Paraguay y Brasil no se lograron desde un inicio con votos, sino que se tuvo que acudir a vías no electorales: golpe militar, juicio político, lawfare… Ni siquiera en Ecuador el neoliberalismo ganó en las urnas: en su momento, Lenín Moreno fue elegido como la opción correísta, con un programa progresista.

Sin embargo, en Argentina, el macrismo sí había logrado llegar a ser gobierno siendo electo. Y eso es, precisamente, lo que le hizo ser el referente de todo lo que acontecía en la región. El suceso argentino se convertía, así, en el ejemplo conservador para llegar a ser gobierno, derrotando a un proyecto progresista. Incluso fue usado como regla general, eclipsando lo expuesto anteriormente: el resto de propuestas conservadoras sólo habían logrado derrotar a gobiernos progresistas por medio de interrupciones no electorales.

Sin embargo, el triunfo electoral de la propuesta neoliberal en Argentina menospreció dos aspectos que seguramente ahora explican, en parte, la reciente debacle electoral de Macri. Por un lado, la victoria tuvo lugar en un contexto caracterizado por condiciones particulares: Cristina no era la contrincante, el candidato elegido no fue el mejor y había división en el resto de fuerzas. A pesar de todo ello, Macri sólo ganó por algo menos de 3 puntos y en segunda vuelta.

Por otro lado, ganar una cita electoral no significa que se modifique inmediatamente la matriz de valores de una sociedad a favor de la propuesta vencedora. Luego de años de un Gobierno nacional y popular, existe un proceso de sedimentación de un conjunto de sentidos comunes progresistas que perduran más allá del vaivén electoral y que no admite retrocesos económicos ni sociales de la noche a la mañana. Por ejemplo, según la encuesta CELAG, el 76,4% de los argentinos piensan que el Estado debe intervenir en la economía para disminuir injusticias sociales; más de la mitad de la población considera que los planes sociales son imprescindibles para dignificar la vida de los pobres; dos tercios creen que hay que promover la industria nacional y el consumo interno frente a abrirse al mundo en base al libre comercio.

Con esas debilidades de partida, luego le llegaba la tarea de gobernar un país. Y entonces, Macri y su equipo demostraron su incapacidad. Confundieron el ejercicio de gestionar con una campaña comunicacional permanente. Cuando el relato se disocia de la cotidianeidad, la fecha de caducidad del proyecto se precipita.

Y así fue. En las pasadas elecciones el Frente de Todos obtuvo una victoria holgada en primera vuelta, derrotando en las urnas a la propuesta neoliberal. Esta vez, al contrario de lo que ocurriera hace cuatro años con la victoria de Macri, el triunfo no aconteció en soledad, no fue un hecho aislado. La victoria progresista argentina ha venido acompañada de otros tres resultados electorales que están en sintonía: la que logró Evo Morales en primera vuelta en Bolivia hace unos días; la derrota del uribismo en las elecciones seccionales colombianas, en las que una propuesta de centro-izquierda se quedó con la capital; y, por último, a falta de lo que suceda en la segunda vuelta en Uruguay, por ahora, el Frente Amplio, la fuerza progresista, es la que más votos obtuvo, con una diferencia de 10 puntos respecto a la segunda opción.

A ese escenario hay que sumarle México, con una política exterior cada vez más latinoamericanista, que permite conformar un polo geopolítico progresista sólido con capacidad de contrarrestar al gigante Brasil mientras éste sea gobernado por Bolsonaro.

Y, además, hay que tener en cuenta que el neoliberalismo en la región no pasa por su mejor momento. En Chile la inestabilidad llega a su extremo; en Ecuador la gente no permitió que el FMI gobernara; en Perú, sin Congreso, el país está entrampado en sus propias reglas; e incluso en Paraguay, Mario Abdo está con serios problemas de gobernabilidad con apenas algo más de un año de mandato.

Mientras tanto, el Grupo de Lima se desvanece al mismo tiempo que Nicolás Maduro continúa ejerciendo su cargo como presidente constitucional de Venezuela.

Así está, grosso modo, el tablero regional, con un neoliberalismo en relativa dificultad para garantizar estabilidad y un progresismo in crescendo en sus múltiples variantes y que se acopla a sus nuevos desafíos. La región sigue en disputa. Siempre lo estuvo y lo estará. Y en este péndulo, a día de hoy, Latinoamérica es más progresista que ayer.

Fuente: https://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2019/11/12/latinoamerica-mas-progresista

Imagen: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-38026489

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Libro(PDF): «La integración latinoamericana en debate: Incertidumbre, formatos institucionales fragmentados y caminos alternativos latentes»

Reseña: CLACSO

Este libro retoma la temática de la integración desde una mirada sociológica para comprender, en diálogo con otras perspectivas de las ciencias sociales, las trayectorias y experiencias propias ensayadas en América Latina. Así pues, se presentan las modalidades de regionalismo poshegemónico o posneoliberal con los diversos formatos y contenidos ensayados en las iniciativas de integración en la región, y los distintos actores políticos y sociales emergentes en los diversos escenarios y escalas de los procesos de integración, y se abordan las múltiples dimensiones involucradas en los procesos de integración más allá de los aspectos exclusivamente comerciales, así como las dinámicas de las desigualdades y las disputas internas en los juegos de poder geopolítico y de actores sociales.

Autores (as):  José Briceño Ruíz. Jorge Leal. Alberto Rocha Valencia. Miguel Serna Forcheri. [Coordinadores]

Diego Hernández Nilson. Marco Narea. Daniele Benzi. Flavia Guerra Cavalcanti. Mercedes Botto. María Agustina Frisch. María Belén Herrero. Jorgelina Loza. Marcela Belardo. Bárbara Carvalho Neves. Franklin Cleber Batalha. Ignacio Mariano Sabbatella. Ana Lía del Valle Guerrero. Lincoln Bizzozero Revelez. Nicolás Pose. Evaristo Nunes de Andrade Júnior. Roberto Goulart Menezes. Pamela Torres Castillo. Juan José Abad Godoy. [Autores y autoras de Capítulo].

Editorial/Editor: CLACSO. Teseo. ALAS.

Año de publicación: 2019

País (es): Argentina

Idioma: Español/Portugués

ISBN: 978-987-723-222-6

Descarga: La integración latinoamericana en debate: Incertidumbre, formatos institucionales fragmentados y caminos alternativos latentes

Fuente: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1753&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1338

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‘La desigualdad frena el crecimiento de Latinoamérica’, BID

Redacción: Portafolio

El presidente de la entidad, Luis Alberto Moreno, recordó que este año no será bueno para la economía de la región.

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, dijo en Bogotá que el crecimiento de las economías de Latinoamérica se ha reducido en parte por la desigualdad predominante en la región.

Lo que sucede en «Latinoamérica es que ha venido cayendo (el crecimiento) de la mano de los problemas tradicionales que hemos tenido de desigualdad, que es un tema muy grave», afirmó Moreno, con motivo de la celebración de los 60 años del BID.

Al hacer referencia a la situación de Chile y un posible contagio de las protestas masivas al resto de la región, Moreno destacó que en los últimos 32 años ese país ha crecido y es una «historia de éxito». «No hay duda de que lo que vemos hoy en día en general en América Latina y en Chile, especialmente, es un proceso en el cual no solamente se redujo significativamente la pobreza, sino también que hubo un crecimiento de las clases medias», dijo Moreno.

Pese a este escenario, Chile vive un estallido social sin precedentes desde el fin de la dictadura de Pinochet en 1990, con masivas manifestaciones en las calles y disturbios que fueron reprimidos por la Policía y las Fuerzas Armadas y que hasta la fecha se han cobrado la vida de al menos 20 personas, seis de ellas extranjeras. Las protestas reclaman al Gobierno del presidente Sebastián Piñera que adopte medidas para cerrar la brecha de la desigualdad que afecta al grueso de la población.

Moreno recordó que este año no será bueno para el crecimiento de América Latina pues los grandes motores de crecimiento, «Brasil y México, no van a crecer arriba del 1%». Además, Venezuela está en «una gran recesión» y los países que están creciendo son Chile, Perú, Colombia y Panamá.

El BID, con sede en Washington, tiene representaciones en los 26 países miembros prestatarios de América Latina y el Caribe, a los que se suman 22 naciones donantes, entre ellos España, China, Japón y Estados Unidos.

Fuente: https://www.portafolio.co/internacional/la-desigualdad-frena-el-crecimiento-de-latinoamerica-bid-535314

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¿Están los ciudadanos de América Latina preparados para el siglo XXI?

Por: Mercedes Mateo

La región se enfrenta a un escenario que lastra sus oportunidades: altos niveles de desigualdad, ineficiente inversión en educación y baja productividad laboral

Vivimos en un mundo en acelerada transformación en el que los cambios se suceden a nivel tecnológico, migratorio, demográfico y climático. A pesar de la incertidumbre y desafíos que traen consigo, muchos de estas modificaciones son positivas, como una mayor esperanza de vida o la aparición de nuevas oportunidades profesionales para personas que hoy están fuera de la economía formal en ámbitos como la economía gig o economía colaborativa. Sin embargo, América Latina y el Caribe se enfrenta a un complicado escenario que podría impedir que la región aproveche las oportunidades de la cuarta revolución industrial: un escenario en el que se combinan altos niveles de desigualdad con ineficiente inversión en educación y una baja productividad laboral.

En medio de esta compleja actualidad surgen varias preguntas. ¿Están preparados nuestros jóvenes para formarse y poder navegar vidas productivas y felices en un mundo en acelerada transformación? ¿Cuáles son las habilidades clave a desarrollar para el individuo del siglo XXI? ¿Podrían estas transformaciones ayudarnos a romper con el lastre de la desigualdad y crear sociedades más prósperas?

La realidad es que el individuo del siglo XXI se desenvuelve en un entorno extremadamente dinámico en el que va a convivir con tecnologías como la inteligencia artificial que, si bien pueden a ayudar a resolver algunos de los problemas que hoy enfrenta la humanidad, también van a generar desafíos prácticos y éticos. Sabemos que, hasta ahora, el desarrollo de habilidades técnicas ha estado fuertemente relacionado con buenos resultados en el mercado laboral. Sin embargo, un estudio del BID muestra cómo su importancia ha venido cayendo en las últimas dos décadas, mientras que los retornos de la inversión en habilidades transversales o socioemocionales han ido aumentando.

Pero, ¿cuáles son estas habilidades, llamadas también habilidades blandas o, como yo prefiero llamarlas, habilidades a prueba de automatización? Se trata de herramientas como la perseverancia, la resiliencia, la capacidad de aprender a lo largo de la vida, la creatividad, el pensamiento crítico, la flexibilidad, la comunicación y la persuasión. Su desarrollo —además de tener impacto en nuestro éxito laboral— también tiene efectos sobre los distintos ámbitos del bienestar y de la vida personal y social de todos nosotros como individuos. Constituyen el equivalente al sistema operativo humano: forman la arquitectura mental del individuo y son el mejor amortiguador para responder a la incertidumbre que nos plantea el mundo actual porque soportan tanto las funciones básicas como el desarrollo de funciones más sofisticadas para el trabajo y para la vida en general.

Una oportunidad para reducir la desigualdad

América Latina y el Caribe tiene una de las brechas de habilidades más grande del mundo y los sistemas de formación de talento de la región, incluyendo la escuela, se enfocan en títulos detrás de los que hay currículos que no están adaptados a la nueva realidad. Además, el desempeño de los estudiantes es extremadamente pobre comparado con otras regiones, y la deserción escolar sigue siendo un gran desafío: en América Latina, cerca del 50% de los estudiantes abandona el sistema antes de concluir la educación secundaria. Y las brechas salariales asociadas a un abandono temprano entre un trabajador que no terminó la secundaria y la que terminó educación terciaria son del 300% en países como Chile o Colombia. Esto quiere decir que no solo convivimos con estructuras del siglo pasado: incluso dentro de esas viejas estructuras, estamos dentro del grupo de cola. Nuestros países tienen que seguir invirtiendo en conocimientos y habilidades específicas y técnicas, pero necesitan hacerlo mucho mejor y, sobre todo, no de forma exclusiva: mantener un modelo de instrucción basado solo en contenidos ya no preparará a nuestros jóvenes de hoy a enfrentarse con éxito a los retos del mañana, ese mañana que está sucediendo ya hoy, aquí.

Mientras la memorización es cada vez menos importante porque tenemos acceso ilimitado y al instante a millones de contenidos con un simple clic, la mentalidad o mindset de los estudiantes es cada vez más relevante. Un estudio de la consultora McKinsey sobre cómo mejorar los resultados escolares de los estudiantes a partir de datos de PISA 2015 muestra que el mindset de los alumnos puede llegar a ser dos veces más importante que su origen socioeconómico para predecir el desempeño académico de los jóvenes de 15 años que realizaron las pruebas. Es decir, que, al contrario de las creencias generalizadas, el origen familiar no tiene por qué definir por sí solo el futuro de los chicos, siempre que la escuela logre trabajar y fortalecer ese mindset o arquitectura mental de los jóvenes. De hecho, los chicos de cuartiles de ingreso más bajo que participaron en el estudio y que tenían una mentalidad bien calibrada, obtuvieron un mejor desempeño académico promedio que los chicos del cuartil de ingreso más alto con una mentalidad mal calibrada.

La pregunta es, ¿cómo podemos expandir estos resultados para llegar a una población más amplia? La buena noticia es que, como se muestra en una publicación reciente del BID, existen programas de desarrollo de habilidades que pueden preparar a los niños y jóvenes de la región para desarrollar todo su potencial y, en algunos casos, se pueden poner en marcha incluso con recursos humanos y financieros limitados. Los países de la región deberían invertir en programas de alfabetización digital, de ciudadanía global y valores, en programas musicales, deportivos y de formación para el emprendimiento porque a través de estos programas niños, jóvenes y adultos logran desarrollar el conjunto de habilidades que necesitan para la vida. Además, en todos ellos se pueden incluir los últimos hallazgos de las ciencias del comportamiento para incorporar estrategias de intervención que permitan derribar las barreras psicológicas que impiden a los individuos desarrollar sus habilidades y alcanzar sus objetivos a través de cambios en sus hábitos, actitudes y conductas.

Por todos estos motivos, es el momento de que nuestra región transforme sus sistemas educativos para generar una masa crítica de jóvenes líderes, de agentes de cambio e individuos activos a cualquier edad, con independencia de su origen socioeconómico. A pesar de los riesgos, tenemos ante nosotros una oportunidad única: la de lograr, en un corto periodo de tiempo, que mucha gente —gente normal para los estándares del siglo pasado— tenga la oportunidad de convertirse en gente extraordinaria que pueda desarrollar todo su potencial y contribuir a crear un mundo más próspero para las generaciones futuras. En medio de esta transición en la que nos encontramos —la transición de un mundo conocido de títulos y diplomas hacia a un nuevo mundo centrado en habilidades y en el aprendizaje a lo largo de la vida— la clave está en que, en vez de enfrentarla con miedo o suspicacia, lo veamos como una verdadera oportunidad. La oportunidad de que América Latina y el Caribe logre, por fin, comenzar a cerrar la brecha de oportunidades entre niños, jóvenes y adultos de altos y bajos ingresos para crear un nuevo espacio en el que por fin podamos combatir uno de los peores males de nuestra región: la desigualdad.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/10/21/planeta_futuro/1571676232_677064.html

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Mazotti: «La problemática de violencia de género, sexual y maltrato infantil es alarmante»

Por: Entrevista 930 en radio Monte Carlo.

La directora de Inmujeres Mariela Mazotti dijo que en Uruguay «nos tenemos que preocupar muchísimo» por los temas de violencia de género y sexual porque la problemática «es alarmante y no se mitiga comparándolo con otros países de América Latina».

«En Uruguay la problemática de violencia de género, doméstica, sexual y maltrato infantil es alarmante y no se mitiga comparándolo con otros países de América Latina. Nos tenemos que preocupar muchísimo, por eso queremos impulsar un plan de emergencia nacional. El mundo está pasando por un momento de extrema violencia social, que también es violencia de género, porque el uso del poder tiene connotaciones de autoritarismo que se asocia a la cultura patriarcal, y en la vida privada de las personas se expresa en la violencia contra niñas, niños, adolescentes, mujeres y personas mayores», dijo Mazotti.

Para la directora de Inmujeres «aumentar las penas, definir al femicidio como un homicidio especialmente agravado coloca e identifica el problema» y considera que no se puede renunciar al objetivo del «femicidio cero» aunque «sea una utopía».

Habló de llevar adelante una política integral que empiece por la prevención, que tiene que ver con la educación de mujeres y hombres, aunque consideró que la campaña educativa en estos temas «es un debe» a pesar de que se han hecho cosas, «pero todavía insuficientes».

«El fenómeno de la violencia sexual en niñas, niños y adolescentes es un secreto, una realidad oculta, porque justamente ocurre en el ámbito familiar, en personas muy cercanas a las víctimas. Hay situaciones de riesgo en la calle para las que también tenemos que prepararnos y actuar, pero el porcentaje altísimo de violencia, abuso y maltrato a la infancia y adolescencia está en vínculos cercanos, personas de confianza», dijo en Entrevista 930.

Mariela Mazotti comentó que «la sumatoria de femicidios que se dan en departamentos del interior y pequeñas localidades es un fenómeno que empieza a ser observado hace dos o tres años» y que tiene que ver con la no realización de denuncias y porque «en los lugares más alejados a las mujeres les da vergüenza, la violencia de género muchas veces genera culpa».

Fuente de la entrevista: https://www.radiomontecarlo.com.uy/2019/09/07/entrevista-930/mazotti-la-problematica-de-violencia-de-genero-sexual-y-maltrato-infantil-es-alarmante/

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«América Latina en ebullición»

Por: Alejo Vargas Velásquez.

En las últimas semanas las democracias liberales latinoamericanas han estado en la picota pública; no precisamente por sus grandes logros en crecimiento económico, en disminuir la inequidad, o por ser modelos de estímulo a la participación de los ciudadanos. No. Desafortunadamente, para ellas, ha sido, en la mayoría de los casos, por la irrupción en la escena pública de millones de protestantes, provenientes de los sectores sociales populares y especialmente de jóvenes, que han considerado que medidas de política económica de sus gobiernos los afectan de manera grave y han salido a protestar bulliciosa y masivamente.

Es lo que sucedió en Ecuador con la eliminación del subsidio a los combustibles, que llevó a reactivar las históricas manifestaciones hacia Quito de los indígenas, liderados por la CONAIE, a la cual se sumaron otros sectores populares, que obligaron al gobierno de Lenin Moreno, no sólo a refugiarse inicialmente en Guayaquil, sino finalmente a aceptar derogar estas medidas e instaurar una Mesa de Diálogo con los sectores sociales.

En Chile, considerado por algunos como el ‘modelo’ a mostrar, del país que había instaurado el llamado paquete macroeconómico neoliberal, con el pretexto de un aumento en el valor del pasaje del metro de Santiago, termino explotando, como una olla a presión, toda una inconformidad larvada, por un modelo económico que había profundizado la inequidad social y que aparentemente, por herencia perversa del modelo represivo de la dictadura pinochetista, había aceptado pasivamente todos esos ajustes, que implicaron privatización de la educación, la salud, las pensiones y finalmente que los beneficios del crecimiento económico solo acrecentarán la desigualdad y la inequidad.

En Haití hemos visto a los sectores populares manifestarse por varias semanas seguidas pidiendo la salida de su Presidente Jovenel Moise por la incapacidad mostrada para el manejo de la situación económica y política que tiene a este pequeño y pobre país más empobrecido que nunca. Pero igualmente en Uruguay se han dado masivas manifestaciones para protestar contra un eventual mayor protagonismo de los militares en la vida pública de este pequeño país. Y siguen a la espera otros países del vecindario.

Todo lo anterior, sumado a lo que hemos visto en otras latitudes, Cataluña en España, Hong Kong, Inglaterra, Libano, donde igualmente los ciudadanos parecen considerar como totalmente insuficientes los mecanismos de que dispone la democracia liberal y cada vez más consideran que la manera más eficaz para afrontar situaciones de crisis, de diverso tipo –incapacidad de los gobiernos para gestionar la economía y la política social, responder a demandas ciudadanas, o dar salidas a problemas políticos críticos-, es con su presencia protagónica y masiva en los espacios públicos, lo que sin duda le plantea un verdadero desafío a esta forma de gobierno, por cuanto está colocándose en cuestión los procedimientos, canales y sistemas de representación, los mecanismos formales de toma de decisiones y en últimas, la propia legitimidad de dichas democracias liberales.

Y por supuesto el tema va más allá de los estribillos de ‘que es la economía estúpido’, o contra el viejo o el nuevo populismo, el renacer del caudillismo, las nostalgias de la llamada vieja izquierda. Es evidente que se requieren nuevas y complejas preguntas, creativas reflexiones y respuestas mucho más audaces. Sino, la democracia liberal, especialmente la latinoamericana, seguramente seguirá por el despeñadero en que se encuentra.

Fuente del artículo: https://www.tercerainformacion.es/opinion/opinion/2019/10/28/america-latina-en-ebullicion

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Noam Chomsky y la semana negra de octubre: «No me sorprende para nada lo que ocurre en Chile»

Por: El Mostrador. 

Si bien el estallido social en Chile sorprendió al mundo político en un primer momento, no parece haber sorprendido al intelectual estadounidense –uno de los más elocuentes críticos del neoliberalismo–, quien asegura que era solo cuestión de tiempo.

-¿Le sorprende lo que está pasando en Chile?
No me sorprendente para nada lo que ocurre en Chile. Estas son las consecuencias que eran perfectamente previsibles tras el asalto neoliberal a la población en los últimos 40 años, verificadas constantemente en todo el mundo. En los Estados Unidos, por ejemplo, el 0.1 por ciento de la población ahora posee más del 20 por ciento de la riqueza, la mitad de la población tiene un patrimonio neto negativo, los salarios reales son casi los mismos que hace 40 años, por primera vez en un siglo la mortalidad está aumentando, principalmente entre los blancos en edad laboral y un largo etcétera.

-El sistema económico chileno se presentó como una fórmula exitosa en América Latina. ¿Qué tan ilusorio era?
La dictadura de Pinochet proporcionó condiciones experimentales perfectas para la aplicación de los principios neoliberales guiados por las principales figuras de la doctrina. Fue un fracaso total. Para 1982, la economía colapsó. El Estado tuvo que intervenir radicalmente. Los economistas internacionales bromearon diciendo que era «el camino de Chicago hacia el socialismo». Sin embargo, los efectos perniciosos permanecieron y continuaron.

-Pero en el caso chileno, a pesar de seguir las recetas de Friedmann, no se privatizó Codelco.
-Los expertos de Chicago fueron lo suficientemente inteligentes como para apartarse del dogma en el caso de Codelco, una productora de cobre estatal altamente eficiente y una fuente importante, si no la principal, de ingresos para el Estado.

-Ese es el único caso en Chile. ¿Cómo describe ese dogma?
-Margaret Thatcher expresó bien el dogma neoliberal: no hay sociedad, solo individuos, solos para enfrentar las devastadoras fuerzas del mercado. La solidaridad es un crimen. Es por eso que desde la década de 1920, las principales figuras del neoliberalismo, Von Mises, Hayek y otros, han acogido con satisfacción la violencia estatal a gran escala para destruir los sindicatos y otras interferencias similares a la «buena economía». Pinochet es un ejemplo clarísimo de esto.

-El neoliberalismo supone que el derecho a la propiedad es superior al derecho a la vida, ¿pero de donde viene la ira que estalló en Chile?
-Como le he comentado, el neoliberalismo fue fundado por Von Mises y otros en Viena, en la década de 1920. Es una versión particularmente salvaje del capitalismo. Ganó poder con Reagan y Thatcher, con efectos devastadores en gran parte del mundo. Esa es la razón básica de la ira, el resentimiento y el desprecio por las instituciones políticas que están barriendo gran parte del mundo, creando oportunidades para los demagogos de ultraderecha como Trump, Bolsonaro, Orban, Salvini y otros que buscan desviar la ira justificada hacia chivos expiatorios, como inmigrantes, negros, musulmanes, etcétera. Una táctica milenaria, con graves consecuencias.

Fuente de la entrevista: https://www.elmostrador.cl/destacado/2019/10/24/noam-chomsky-y-la-semana-negra-de-octubre-no-me-sorprendente-para-nada-lo-que-ocurre-en-chile/?fbclid=IwAR0N9k7nbXr9oHMwU1EHqYFHJ2TIIqNXPoSKRUcodrWyL-MYX8HlvdTfV18

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