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Libro (PDF): Nuevos acercamientos a los estudios latinoamericanos. Cultura y poder

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Este volumen realiza una cartografía de los últimos veinticinco años del campo de los estudios latinoamericanos organizada por giros. Sus dieciséis capítulos, que recorren desde el giro de la memoria, el decolonial, el transatlántico, hasta el afectivo, incluyen tanto una revisión de la bibliografía clave para entender el cambio paradigmático respectivo y sus efectos en el campo más amplio de los estudios latinoamericanos, así como una evaluación sobre los logros, posibilidades y limitaciones de la mutación estudiada. A través de un panorama amplio, aunque no exento de controversias ni polémicas, de la radical transformación de los temas, problemas, alcances y presupuestos epistemológicos y metodológicos del campo en ese periodo, sugiere algunos caminos para el futuro inmediato.

Autoras(es): Juan Poblete. [Editor]

Juan Poblete. Michael J. Lazzara. Abraham Acosta. Pablo Alabarces. Sonia E. Álvarez. Claudia de Lima Costa. Nicole Fabricant. Erin Graff Zivin. Robert McKee Irwin. Nelson Maldonado-Torres. Angela Marino. Mabel Moraña. Alberto Moreiras. Berenice Ortega Bayona. Laura Podalsky. Nancy Postero. Bécquer Seguín. Mónica Szurmuk. Ana Wortman. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. UNAM.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina. México

ISBN: 978-987-813-008-8

Idioma: Español

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Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2393&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1567

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Libro(PDF): Tejiendo redes. El VIH visto a través de 14 activistas de Latinoamérica

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Tejiendo redes: el VIH visto a través de 14 activistas de Latinoamérica es un libro coral, un carrusel de anécdotas, historias, opiniones y análisis sobre una de las grandes pandemias de nuestro tiempo: el sida.

A cuarenta años de la primera descripción clínica de casos de lo que se conoció como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, nos encontramos en un momento propicio para ver con mayor perspectiva el fenómeno de esta pandemia. Definitivamente, la coyuntura es ideal para debatir el tema del VIH y quien mejor que los, las y les activistas de nuestra región para hablarnos de la desesperación y el ostracismo padecido. Pero también, para que nos cuenten cómo a pesar de los estigmas y de las limitaciones, lograron buscar soluciones, se reunieron, organizaron y crearon un mejor futuro para las nuevas generaciones. Este libro es el testimonio de que es imposible escribir sobre el VIH sin acercarse a los movimientos de activistas, a sus redes y a sus organizaciones.

Autoras(es): 

Frank Báez. [Compilador]

Frank Báez. [Presentación]

Matías Marín. Mirta Ruiz Díaz. David González. Anthony Guerrero. Yari Campos. Letis Hernández. Dionicio Ibarra. Carlos Ibarra. Fernando Chujutalli Córdova. Guiselly Flores Arroyo. Verónica Russo. Marcela Romero. Estela Carrizo. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-011-8

Idioma: Español

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Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2394&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1565

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¿Qué se enseña sobre el 12 de octubre?

Por: Tahira Vargas García 

Historia mal contada llena de vacíos y distorsiones.

El 12 de octubre, una fecha cuyo recuerdo es altamente doloroso y difícil para toda América Latina y nuestra isla.

En mi época de estudiante secundaria me enseñaron el 12 de octubre como el día del descubrimiento de América  con una alta valoración hacia Cristóbal Colón y los españoles que llegaron con él. A través del tiempo desaprendí esta historia mal contada llena de vacíos y distorsiones.

Lamentablemente todavía se enseña esta fecha ocultando todo su impacto en nuestras tierras. No se describen las consecuencias para todas las civilizaciones que residían en la región. El despojo de sus tierras, manejo de compra-venta y subastas de personas, violaciones sexuales de las mujeres y niñas, violencia y maltrato sufrido por cientos de miles de personas en esa empresa colonizadora y esclavista no se visibiliza en el tratamiento de este hecho histórico.

¿Por qué se ha negado y se niega la verdadera historia del impacto del 12 de octubre y la colonización?

El abordaje de los pueblos originarios en América Latina no aparece en nuestra historia, su cultura, sus creencias, sus prácticas y costumbres que son parte de nuestra identidad regional como tampoco la de los nativos de las distintas sociedades y etnias del continente africano que fueron secuestrados y trasladados en condiciones infrahumanas desde África, muchos muriendo en el trayecto para su esclavización, subasta y venta como quien vende un plátano o una yuca según el tamaño y grosor. El origen de estos hombres y mujeres traídos de distintos lugares de África, sus costumbres, idioma, creencias y prácticas sociales son totalmente desconocidas para nosotros.

Se enseña la historia y geografía de Europa (mientras la de África es débil casi totalmente ausente), aprendemos la historia de la civilización occidental como si fuera la única existente en el planeta, negándose y ocultándose con los estigmas de “culturas salvajes” y “no civilizadas” desde el menosprecio a su gran riqueza cultural que corre por nuestras venas y dan soporte a nuestros orígenes.

¿Por qué se ha negado y se niega la verdadera historia del impacto del 12 de octubre y la colonización?

Obviamente que no es por casualidad o por accidente el que no se difundan nuestros verdaderos orígenes culturales y étnico-raciales. Negar nuestras raíces desde la negritud, la africanidad, de nuestros pueblos originarios en el caso de los Taínos y la mezcla con el componente español-europeo ha tenido y tiene una intención clara de seguir reproduciendo la lógica colonialista y racista que se instaló desde el 12 de octubre en toda Latinoamérica.

Junto a ello ha estado la intención permanente de dividir nuestra sociedad con el desprecio hacia todas las manifestaciones culturales que reflejan la identidad negada convirtiéndolas en: “vulgares”, “brujería”, “de mal gusto” y “barriales”. De esa manera se silencia la historia y se ocultan nuestras raíces y nuestra identidad con el velo de la falsa hispanidad.

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/opinion/que-se-ensena-sobre-el-12-de-octubre-8994179.html

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Libro(PDF): (Des)iguales y (des)conectados. Políticas, actores y dilemas info-comunicacionales en América Latina

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

En este libro nos proponemos trabajar sobre uno de los problemas contemporáneos del campo, que quedó expuesto con crudeza a partir de la catástrofe planetaria que ha significado la pandemia «COVID 19: la desigualdad info-comunicacional, que tiene a la conectividad y a su reverso, la desconexión, como algunos de sus puntos medulares.»

Autoras(es): 

Daniela Monje. [Coordinadora]
Alina Fernández. Ana Laura Hidalgo. [Editoras]

Mariela Baladron. Diego de Charras. Ezequiel Rivero. Diego Rossi. Helena Martins. Ivonete da Silva Lopes. Manoel Dourado Bastos. Elisabet Gerber. Luis Breull. Olga Forero Contreras. Juan Diego Muñoz. Iván Jiménez Cárdenas. Hilda Saladrigas Medina. Beatriz Pérez Alonso. Fidel Alejadro Rodríguez Derivet. Willy Pedroso Aguiar. Álvaro Terán. Angy Mora. José Roberto Pérez. Carlos F. Baca Feldman. Daniela Parra Hinojosa. Erick Huerta Velázquez. Eduardo Villanueva Mansilla. Gabriel Kaplún. Federico Beltramelli. Gustavo Buquet. Daniela Monje. María Soledad Segura. César Bolaño. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-003-3

Idioma: Español

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Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2395&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1565

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Solidaridad más que nunca

Por: Dinorah García Romero

Superar una solidaridad coyuntural y con matices teatrales. Se ha de posibilitar una solidaridad pensada, que incida en la mejora de dimensiones sustantivas del desarrollo de la sociedad haitiana.

La República Dominicana se caracteriza por tener relaciones cercanas y solidarias con la mayoría de los países de la región y de otras esferas geográficas del mundo. Con los regímenes del continente que se inscriben en el círculo del socialismo, como el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela, la relación es más distante y fríamente calculada. La relación de la  República Dominicana con los tres países antes mencionados es frágil, comparada con la relación que los últimos gobiernos han exhibido con China. En el marco de las relaciones con otras naciones, se destaca la relación con Haití. Dos países en una misma isla, que, a pesar de las luchas históricas entre ambos, trabajan de forma continua para fortalecer sus respectivas identidades. Desarrollan esfuerzos para abrirle espacio al diálogo y ponerlo en ejecución en un clima de respeto y acogida. Esto ocurre a pesar de los esfuerzos de algunos sectores de las dos naciones por crear una relación tóxica entre el pueblo haitiano y el pueblo dominicano.

En este sentido, centramos nuestra atención en el momento que vive la sociedad haitiana. En el 2021, en un  corto período  se ha visto afectada por dos terremotos de gran magnitud: el terremoto político generado por el magnicidio del presidente de la República y el terremoto de magnitud 7,2 acaecido el 14 de agosto del año en curso.  Este último fenómeno agrava la situación de pobreza, de indefensión e inestabilidad política y social. A los acontecimientos actuales, se unen los problemas irresueltos generados por el terremoto de 2010. La herencia de este terremoto: alto índice de personas sin hogares e infraestructura pendiente de reparación.  Esta situación está por encima de las posibilidades del país afectado y requiere de la solidaridad de las naciones de América Latina y el Caribe.  Requiere, también, la colaboración de los países y de las personas que se han beneficiado de la riqueza natural y de la condición de empobrecimiento de ese país. Es necesario desplegar solidaridad más que nunca. Ya el discurso se agotó, ahora se impone la ayuda real aun en medio de los riesgos y de la peligrosidad presentes en el territorio haitiano.

El fortalecimiento de la solidaridad no es algo fortuito. Ha de ser una solidaridad focalizada y acompañada de un interés por el bienestar de la población de ese país. Este requiere que sus amigos y aliados decidan, de una vez y por todas, un apoyo sistemático que les permita fortalecer la institucionalidad, la democracia y la atención a las necesidades de la población. Es preciso repensar la solidaridad con un país con un empobrecimiento estructural. No abogo por una sustitución pura y dura del trabajo y de los esfuerzos que les toca a los haitianos. No. Lo que planteo es que se ha de superar una solidaridad coyuntural y con matices teatrales. Se ha de posibilitar una solidaridad pensada, que incida en la mejora de dimensiones sustantivas del desarrollo de la sociedad haitiana. En el ámbito de la solidaridad, se ha de cambiar la misma práctica ante fenómenos críticos. Se espera que el componente creativo y el contexto favorezcan la búsqueda de estrategias de solidaridad más duraderas en el tiempo y más consistentes en las acciones. Es un imperativo cualificar la solidaridad. Esta se ha de acompañar de apoyo a programas y proyectos orientados al fortalecimiento de la madurez política, socioeducativa y económica de Haití. Solidaridad más que nunca, salvando la soberanía del país hermano y con perspectiva más integral e innovadora.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/solidaridad-mas-que-nunca-8975738.html

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La escasez de vacunas y la falta de infraestructura lastran el regreso a clases en América Latina

Nodal

Escuelas sin agua, aulas mal ventiladas o muy pequeñas para garantizar la distancia social que exige la pandemia; maestros agotados y mal pagados; falta de vacunas y sistemas de salud deficientes; grandes extensiones selváticas o montañosas sin acceso a internet.

La lista de desafíos que enfrenta el regreso a clases en América Latina es enorme. En su informe regional de abril, Unicef, la oficina de la ONU para la infancia, decía que al 31 de marzo solo ocho países tenían sus escuelas totalmente abiertas (Costa Rica, Nicaragua y seis islas del caribe), 10 países las tenían cerradas (entre ellos México, Venezuela y Perú) y otros 18 países las mantenían parcialmente abiertas (Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Paraguay y Ecuador, entre otros).

«Tres de cada cinco niños y niñas que perdieron un año escolar en el mundo durante la pandemia viven en América Latina y el Caribe», advertía Unicef. Cinco meses después, la región intenta revertir esa realidad, aunque con grandes diferencias entre países.

Demoras en la región andina

Venezuela es el país que más tiempo ha mantenido sus escuelas cerradas y el que más ha demorado la reapertura, en una región en la que también se puede incluir a Colombia, Ecuador y Perú. El gobierno de Nicolás Maduro cerró las aulas el 13 de marzo de 2020 y a poco más de un mes del inicio de un nuevo ciclo hay siete millones de alumnos en el limbo. El presidente ha ordenado el regreso a las clases presenciales a partir de octubre, una promesa que ha chocado con una dura realidad sanitaria: solo el 4% de la población ha recibido la vacuna completa contra la covid-19. Se suma, además, la falta de maestros.

La líder sindical Raquel Figueroa advierte de que 100.000 docentes han emigrado del país o han dejado la profesión durante los últimos cinco años, expulsados por la crisis política y económica. «Si hay un 40% de déficit de maestros, ¿cómo se van a abrir más turnos para reducir el número de alumnos por cursos, por ejemplo?», dice. Un maestro de escuela cobra en Venezuela el equivalente a ocho euros mensuales.

El Gobierno de Colombia, en tanto, anunció este mes el regreso a clases presenciales en el sistema público, tras un año y medio de suspensión. La decisión no ha caído bien en los sindicatos, que han convocado manifestaciones. Hoy, a pesar de la directiva, más de la mitad de los colegios públicos siguen cerrados, según cálculos del Ministerio de Educación. El sistema tiene además un grave déficit de infraestructuras, sobre todo en las zonas rurales. La realidad es otra en Bogotá, donde se ha avanzado desde enero hacia una reapertura gradual de los colegios: más del 99% de las escuelas públicas de la capital ya han regresado a las aulas.

Problemas similares de infraestructura afectan a Perú. Según datos oficiales, solo en Lima Metropolitana hay más de 14.600 colegios que no están en condiciones de garantizar las medidas de protección contra la covid-19 o están en barrios con alta transmisión del virus. Perú ha destinado este año unos 123 millones de dólares (unos 104 millones de euros) para que los colegios estatales habiliten lavamanos portátiles donde faltan servicios higiénicos, «pero muchos no tienen acceso directo a agua», dice José Carlos Vera, director de Gestión Descentralizada del Ministerio de Educación.

Para compensar la falta de clases, Vera indica que el ministerio ha creado el programa Aprendo en Comunidad, con 185 lugares para actividades recreativas, deportivas y de socialización. El regreso total a las aulas no será, en cualquier caso, antes de finales de año, cuando el Gobierno espera haber vacunado a los 675.022 maestros del sistema público. Al día de hoy, solo el 50% de los maestros ha recibido la inyección.

El vecino Ecuador también avanza hacia la presencialidad desde junio, por ahora en forma voluntaria. En el estreno del curso escolar, el Gobierno del conservador Guillermo Lasso dispuso que los centros de primaria y secundaria podían voluntariamente iniciar el retorno a las aulas si cumplían con los protocolos de cuidado. El proyecto arrancó con 1.301 centros públicos y privados de primaria y secundaria.

La mayoría, más de 1.000, eran establecimientos públicos y en zonas rurales, donde el acceso a internet es más limitado. «Los padres de familia que decidan no enviar a sus hijos a la escuela continuarán sus estudios en casa», anunciaba entonces el Ministerio de Educación. Casi tres meses después, hay 2.691 escuelas de primaria y secundaria autorizadas para la presencialidad. Solo 270.000 alumnos, de un total de 4,4 millones, asisten de forma completa a las aulas.

Brasil, a dos velocidades

Brasil ha estado 13 meses con las clases cerradas. Desde principios de agosto, finalmente, las escuelas públicas han comenzado a reabrir en casi todos los Estados; los que faltan esperan hacerlo en septiembre. No existe, sin embargo, una regla única para el regreso, en un país enorme donde las regiones tienen mucha autonomía. Algunas capitales, como Manaos (en el Estado de Amazonas), han vuelto totalmente a la presencialidad, mientras que otras como Fortaleza (en Ceará) tienen un modelo híbrido, con los alumnos por turnos y parte de las actividades a distancia.

En cualquier caso, ir al colegio no es aún obligatorio para los alumnos y varios gobernadores han optado por establecer capacidades máximas para garantizar la distancia entre los alumnos. En la ciudad más poblada del país, São Paulo, el 64% de los estudiantes ya participa en clases presenciales, mientras que el 36% todavía está en actividades en línea.

Desde el inicio de la pandemia, son los estudiantes más pobres los que han tenido menos acceso a la educación a distancia en Brasil. Muchos incluso han dejado de estudiar porque ni siquiera tienen un móvil o acceso a internet. El año pasado, 172.000 niños de entre 6 y 17 años abandonaron la escuela en el país, según una estimación de un informe del Banco Mundial. En las escuelas privadas, en cambio, las puertas se abrieron el año pasado en gran parte del país, tras una intensa presión de las empresas, que aseguraron estar mejor preparadas para seguir las medidas sanitarias. En São Paulo, por ejemplo, están autorizadas a funcionar al 100% de su capacidad.

México vuelve a clases

México es uno de los países del mundo que ha mantenido las aulas cerradas durante más tiempo, unos 17 meses, y la voluntad del Gobierno es abrirlas ya, este lunes, de forma universal. A ello están convocados todos los alumnos y profesores desde los más pequeños hasta el fin de la secundaria. El regreso a las clases ha encontrado grandes reticencias por parte de los docentes, molestos algunos por la falta de pago de su salario, y otros porque no creen que las escuelas tengan las condiciones sanitarias suficientes para volver a la normalidad. Muchos centros en México no cuentan tan siquiera con agua corriente y durante el cierre pandémico han sido saqueados.

Tampoco las familias están convencidas con la presencia de los niños en las aulas. Temen contagios entre los suyos derivados de la escuela, aunque lo cierto es que millones de niños están en las calles, en las tiendas, en cualquier sitio, porque toda la economía está abierta. Una encuesta de una asociación de nombre elocuente, AbremiEscuela, certificó 97 contagios en 23.108 escuelas que estuvieron más de un mes abiertas en estos tiempos en diferentes Estados.

«La vida es primero», dicen en la coordinadora sindical CNTE, cuyos maestros asociados han rechazado la idea de volver a las aulas y prefieren seguir dando clases en línea. Los docentes, sin embargo, ya recibieron su vacuna, aunque fue la china CanSino, que ha despertado algunas suspicacias sobre su protección. Algunos maestros han optado por añadir otra dosis de distinto laboratorio.

El Cono Sur, a ritmo de vacunas

Argentina, Uruguay y Chile avanzan, con restricciones, hacia la normalización educativa. El primero regresará a la «presencialidad plena» el 1 de septiembre, tras un año y medio de medidas excepcionales. El curso lectivo de 2020 se desarrolló, salvo las dos semanas iniciales, de forma virtual, con las aulas cerradas. En 2021, los profesores fueron incluidos entre el personal prioritario para recibir la vacuna y cada provincia organizó el cronograma de regreso a la presencialidad. Primero, con las clases divididas en burbujas repartidas en el horario escolar. A partir de la próxima semana, con el mismo número de alumnos que antes de la pandemia, pero manteniendo medidas de prevención tradicionales.

Otro país con altas tasas de vacunación ha sido Chile. El país ha reabierto el 74% de los colegios, según datos del Ministerio de Educación. La cifra coincide con la mejor situación sanitaria de toda la pandemia y masividad en la vacunación. Mientras la positividad está en el 1,1%, un 84,4% de la población objetivo (15.200.000 personas) ha terminado con su esquema de inmunización contra la covid-19. En cualquier caso, el regreso a clases ha dependido en gran medida del sistema de gestión de los colegios, con más porcentaje entre los privados y menos entre los públicos y lo concertados.

En el municipio de Santiago, el centro de la ciudad donde se encuentran muchos de los privados más emblemáticos, ninguno de los 44 municipales han abierto. En el sur de la ciudad, Patricia Herrera, por ejemplo, tiene a su cargo a sus nietos de 7 y 8 años. «No han pisado el colegio desde los primeros días de marzo de 2020, al inicio de la pandemia», relata al teléfono desde el municipio de La Cisterna. Acuden a un establecimiento en La Pintana, una zona popular de la capital, que no ha abierto en estos 16 meses. «En diciembre terminan las clases, no creo que se reincorporen hasta 2022», se lamenta.

En la región, Uruguay, es el país que menos días ha tenido escuelas cerradas

Uruguay, en tanto, ha sido el país de Sudamérica que menos días ha mantenido las escuelas cerradas. En junio de 2020, cuando gran parte del continente luchaba por detener la expansión del coronavirus y evitar el colapso de sus sistemas hospitalarios, el número de casos en ese país era muy bajo y el Ejecutivo liderado por Luis Lacalle Pou anunció el regreso de las clases presenciales.

Fue un caso único y la decisión se mantuvo el resto del año, pero el panorama cambió en los primeros meses de 2021, cuando el país alcanzó su pico de contagios. A finales de marzo, el Gobierno decidió el cierre de todas las escuelas y el regreso ha sido escalonado. La vuelta fue acompañada del anuncio de que los jóvenes de entre 12 y 18 años serían incluidos en la campaña de vacunación.

La presencialidad de los alumnos de las escuelas primarias se retomó el pasado lunes 7 de junio, día en que retornaron los alumnos de 1º, 2º y 3º año de Primaria de Montevideo, Canelones y Salto. Posteriormente, el lunes 14 regresaron los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria de todo el país, salvo en Montevideo y Canelones. Finalmente, el día lunes 21 de ese mismo mes retornaron esos grupos en los departamentos de Montevideo y Canelones. Las vacaciones de invierno fueron entre el 28 de junio y el 10 de julio, tanto en las instituciones públicas como privadas de todo el país.

Desde el lunes 12 de julio se concretó el retorno a la presencialidad de la Educación Básica de Secundaria y Técnico Profesional. También primero y tercero de educación media superior de Secundaria y técnico profesional. Además, en esa fecha retornó la educación técnica Profesional (UTU) inició las prácticas en distintas especialidades. En tanto, el 19 de julio, retornaron los estudiantes de segundo y tercer año de Educación Media Básica de Secundaria y Técnico Profesional, y también el segundo año de Educación Media Superior de Secundaria de Técnico Profesional. Una vez cumplido los procesos de regreso a la presencialidad, las autoridades de Primaria y Secundaria apuestan a este formato, al tiempo que la virtualidad se mantiene pero en casos puntuales.

Por su parte, en la educación terciaria, estas fueron retomando la presencialidad desde mitad del mes de julio, pero no en todas las facultades. Mientras algunas mantienen un segundo semestre con virtualidad, otras ya están trabajando en formato presencial, pero con los protocolos y medidas dispuestas por el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Las medidas, tomadas entre las autoridades de la educación (ANEP – CODICEN) y el Poder Ejecutivo, fueron acompañando la caída de casos positivos, pacientes internados y fallecimientos, y al mismo tiempo el avance de la campaña nacional de vacunación contra el Covid-19, impulsada desde el MSP.

República

La escasez de vacunas y la falta de infraestructura complican el regreso a clases en América Latina

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La educación de calidad contra la manipulación

Por: KELLY CRUZ

Es fácil manipular a una población ignorante, pero no a una capaz de responder hacia los abusos de poder y las injusticias, dado que tiene el conocimiento para hacerlo.

Dicen que siempre hay opciones al elegir, pero ¿qué pasa cuando esas opciones se ven limitadas o se reducen a una sola por las condiciones políticas y sociales? En nuestro país, esto puede llevar a las personas a orientar sus acciones, sus pensamientos o sus ideas hacia un cierto paradigma político, cuando, en realidad, no lo tienen.

Según los últimos datos publicados por la UNESCO, El Salvador tiene una tasa de alfabetización del 89,01% en adultos y del 97,97% en jóvenes, la cual es bastante buena en comparación con la de otros países latinoamericanos o con la de países de otras regiones como África. Sin embargo, también son notables los pocos cambios o reformas que se han producido en el sistema educativo en los últimos años.

Con los conflictos sociales que se han desbordado alrededor del mundo en los últimos dos años, y más concretamente en América Latina, resulta indispensable expandir la idea de la importancia de tener una población educada. La educación no solo facilita el desarrollo de las personas, sino que también cambia constructos sociales y políticas desfasadas, que hoy en día son la forma de funcionar de muchos países.

Utilizar la educación para hacerle frente a la manipulación política es posible, sobre todo en países subdesarrollados donde la población acepta políticas sin entenderlas, lo cual se vuelve peligroso en el momento que atenta contra los derechos de las personas, sobre todo de quienes no son conscientes de ello. Es fácil manipular a una población ignorante, pero no a una capaz de responder hacia los abusos de poder y las injusticias, dado que tiene el conocimiento para hacerlo.

Esta educación no solo debe ser impartida así, sin más. Quienes la garantizan deben buscar que sea de calidad, lo cual implica mucho, empezando con un cambio de la educación tradicional a una más moderna, con reformas adecuadas a la necesidad de nuestro país. Si bien se pueden tomar como ejemplos los sistemas educacionales de Europa, es importante no ser una réplica, pues debemos entender que nuestra situación económica y social es distinta.

Es también notable que pocos han sido los gobernantes que han prestado atención al sistema educativo. Muchos se han limitado a brindar herramientas para que el mismo sistema siga funcionando, lo cual no es lo mismo. Esto se debe a que invertir en educación no rinde frutos en el corto plazo. El progreso que resulte de tomar hoy la decisión de modificar el sistema no puede ser percibido dentro de un mismo periodo administrativo y no resulta rentable para quienes quieren gobernar con efectos inmediatos y reprochando lo que los anteriores han hecho mal, sin simpatizar con los que vendrán en un futuro. Por lo anterior, los cambios y las reformas caen en un punto muerto, ya que se necesitan políticas públicas impulsadas por quienes hoy en día mantienen politizado el país para sus propios intereses. Nadie utiliza armas para vencerse a sí mismo.

Por tanto, para solucionar este problema, los cambios y reformas del sistema educativo deben empezar por quienes están a cargo de brindar la educación de primera mano. Esto implica, por su parte, la tarea de cultivar una mejor preparación de los educadores, sin prejuicios, sin sesgos políticos o sociales y, sobre todo, con tolerancia. Así también, implica un cambio de mentalidad de los adultos, uno que ayude a crear espacios que permitan a los más pequeños descubrir lo que realmente les apasiona y así tener mayor probabilidad de que en un futuro nuestro país no tenga personas trabajando como máquinas por un salario, sino porque quieren voluntariamente construir un mejor El Salvador, tomando las decisiones correctas y no las políticas. Por último, es también indispensable crear un espacio en el que los jóvenes se sientan seguros, que les permita expresar lo que piensan sobre las decisiones de nuestros gobiernos y cómo les afecta. Esto puede ser un gran primer paso para tener ciudadanos responsables, que busquen la verdad más allá de la que escuchan y, sobre todo, ciudadanos que sean conscientes de lo que pasa en su país y pueden ser capaces de, como mínimo, intentar un buen cambio.

Estudiante de Ciencias Jurídicas

Fuente: https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/educacion/872196/2021/

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