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El racismo de Trump que nos refleja como humanidad

Por Ilka Oliva Corado

  El discurso de aceptación de Trump en la Convención Republicana fue todo un ultraje a la paz y la democracia, fue en sí un llamado a la violencia y a la continuidad de políticas racistas e injerencistas. 
Al comienzo de la carrera por la presidencia muchos lo tacharon de loco como desprestigio, no, los locos son otra cosa, Trump es la ejemplificación del  pensamiento ultraconservador que rige los cimientos de este país: a su sociedad y su sistema.  Trump lo único que he hecho es decir en voz alta lo que la mayoría en esta sociedad habla atrás de las puertas.
No voy a decir, “los republicanos” porque los demócratas son idénticos solo que lo manejan por el lado camaleónico y utilizan  la doble moral a su conveniencia, los republicanos van directo a la yugular y  escupen en la cara, mientras que los demócratas dan la mano en un gesto de conciliación y en las mismas  pegan la puñalada por la espalda. Podríamos hacer un repaso por la política externa en tiempo de gobernantes demócratas y veremos la injerencia, el terror y muerte que ha dejado a su paso. El ejemplo más reciente: Obama que no tiene nada que envidiarle a los Bush. 

El que hoy Trump sea el candidato oficial del Partido Republicano es responsabilidad absoluta de la mediatización que lo puso ahí, como contragolpe a Hillary Clinton (invisibilizando a Sanders en todo momento) los medios de comunicación jugaron en todo momento del lado de Trump, públicamente,  pero estratégicamente del lado de Clinton. Sabían que tocando la yugular del Ku klux klan lograrían la reacción en masa que beneficiara a Clinton. 

Desde los inicios sabían muy bien  que el objetivo era crear un monstruo que evidenciara el racismo y xenofobia de la sociedad estadounidense y para eso tenían que darle el mayor eco posible a los discursos segregacionistas de Trump. ¿La finalidad? Despertar el temor lo más temprano posible para que las masas vieran en Hillary Clinton la única salida. Y lo peor es que lo lograron. Lo que le espera al mundo con una presidenta como ella. Porque muchos ciudadanos darán su voto a Clinton, no porque los represente pero como castigo hacia Trump.  De una u otra manera el sistema tiene a las masas donde las quería.

Cualquiera así a ojo de buen cubero dirá que es mejor Clinton que Trump, cuidado,  que Clinton representa al capital no es ninguna pera en dulce. 

Vendrá entonces  en la Convención Demócrata con un discurso conciliador y bajado de tono, perfectamente bien estructurado para pegar fuerte en las mentes de los aún indecisos y fortalecer a sus seguidores y así asegurar el voto. Su mejor estrategia es hacerse pasar como feminista y mujer de valores morales: en una sociedad de doble moral eso es  el tiro de gracia. 

Trump expresó con claridad su odio hacia los inmigrantes indocumentados que al referirse a la frontera sur del país, habla de los latinoamericanos, quiere hacer un muro, ¿qué dice de la injerencia de su país en Latinoamérica que es la causante principal de la migración forzada? Si su país dejara la injerencia la migración forzada no existiera. ¿Por qué no promete con el mismo ahínco que su país dejará de invadir países y asesinar multitudes en su política externa? 

No es sorpresa que la Patrulla Fronteriza apoye a Trump, pues es xenófoba. No sorprende que ningún indocumentado quiera denunciar lo que sucede en la frontera, pues nunca será escuchado y al contrario será encarcelado y deportado. Es el sistema completo contra la inmigración indocumentada; desde la Patrulla Fronteriza, pasando por quien toma la denuncia y el juez que la desestima y  ordena cárcel para el “terrorista”. Porque en Estados Unidos es tan terrorista un indocumentado por el hecho de no tener papeles y un musulmán solo por su religión o país de nacimiento.  Cuando todos sabemos quiénes son los verdaderos terroristas y el capital que los crea y los mantiene. 

 Existe una película extraordinaria que es la mejor producción que se  ha podido hacer en este país referente al sistema y la migración indocumentada, se llama, “Machete”. Parece sarcasmo pero evidencia en absoluto lo que hace este sistema con los indocumentados en todos los niveles, desde que pasan la línea fronteriza. Ahí se ve a gente de la política, muy poderosa,  disparando a indocumentados en las cacerías nocturnas. Cosas  ya comunes  que realizan actores de Hollywood como Steven Seagal  que con metralleta en mano es cazador de inmigrantes en la frontera. ¿Qué dice la sociedad de esto, los religiosos, los demócratas? Ni pío. 

El problema nunca ha sido  Trump porque cualquier candidato presidencial tiene el derecho a su ideología y a la libre expresión del pensamiento,  aquí el cuestionamiento es hacia la parte de la sociedad que lo apoya: en ella hay maestros, doctores, ingenieros, padres de familia, deportistas. Un vecino cualquiera, un comensal cualquiera en cualquier restaurante, cualquier artista, en cualquier lugar pulula la xenofobia y el racismo. ¿Qué es lo que tenemos que decirles a ellos que no son personajes públicos? ¿Qué es lo que este país tiene que cuestionarse como sociedad? Un padre racista cría hijos racistas, una comunidad racista tiene residentes racistas, un maestro racista educa alumnos racistas y así, y así…,  a excepciones pero son tan pocas y no estoy estereotipando. 

¿Por qué son tantos los seguidores de Trump que lo vitorean cada  vez que habla de emparejarse con Israel y los países aliados para acabar con Siria, Palestina y el mundo musulmán? Que habla desde una superioridad blanca caucásica vid del Ku klux klan y el fascismo al mejor estilo hitleriano. 

¿Por qué son tantos los afro descendientes y latinos los que lo apoyan? Bastedad de asiáticos. ¿Se les olvidó lo de Hiroshima? Esos latinos que niegan su raíz, su sangre, su herencia milenaria, latinos que odian Latinoamérica. Negros que viven y actúan bajo el estándar del hombre blanco anglosajón, que no se reconocen desde su identidad africana, ¿se les olvidó la esclavitud a la que fueron sometidos sus ancestros? ¿Desconocen las muertes de negros en manos de policías blancos caucásicos en crímenes de odio racial? ¿Se les olvidó la lucha por los Derechos Civiles  y sus tantos mártires? 

Esos negros tienen hijos negros que son discriminados en escuelas de blancos, ¿y apoyan un candidato como Trump? Y estos negros discriminan a la comunidad afro porque se creen superiores. Igual con los latinos, se creen anglos porque tienen documentos o porque nacieron aquí, pero ni naciendo aquí se les borrará del gen su herencia milenaria latinoamericana. Así resulten traidores como Cruz y  Rubio. 

Y como pieza importante para cualquier estudio sociocultural que se quiera hacer de este país, hay que tomar en cuenta que esta sociedad está conformada por inmigrantes de todas partes del mundo. Que tienen hijos  aquí de herencia asiática, latinoamericana, europea y africana. 

No podemos lapidar a la sociedad estadunidense basándonos en estereotipos de colores y similares porque ella tiene tanto de nosotros. Entonces queda preguntarnos, ¿nosotros en nuestros países de origen qué tan racistas y xenófobos somos? ¿Cuántos pronunciamos también discursos de odio racial como los de Trump? ¿Cuántos somos homofóbicos, clasistas, racistas, misóginos y patriarcales? ¿Fanáticos religiosos? 

¿Cuántos en nuestro países de origen hemos dado nuestro voto a personajes  dantescos como Trump? Que manejan las mismas políticas contra su propia gente. ¿Cuántos hemos dando nuestro voto por  estructuras neoliberales como las que ofrece Clinton? ¿Cuántos por nuestro color de piel, grado de escolaridad o estatus social hemos discriminado a otros? Si ahondamos un poquito más las respuestas nos van a sorprender. Veremos que somos tan o peor que el discurso de odio que promulgan Trump y sus seguidores.

No olvidemos que todo lo que sucede en Estados Unidos, por ser potencia mundial es el reflejo  inmediato de lo que nosotros somos como humanidad.  Cada vez que pensemos en el discurso de odio de Trump que nos sirva para auto analizarnos y cuestionarnos de nuestro papel en la sociedad y si nuestra doble moral da para continuar con el mismo discurso solapado en la conciliación y valores patriarcales  como el que maneja Hillary Clinton desde su falso feminismo. 

Audio: https://soundcloud.com/ilka-oliva-corado/el-racismo-de-trump-que-nos-refleja-como-humanidadBlog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/07/22/el-racismo-de-trump-que-nos-refleja-como-humanidad/ Ilka Oliva Corado. @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com

22 de Julio de 2016, Estados Unidos.

Ilka Oliva Corado. 

Blog: Crónicas de una Inquilina

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Blog de fotografía: En mi lente choteador.
Radioteca: Ilka Oliva Corado
Poemario: Luz de Faro.
Articulo enviado por su autora a la redaccion de OVE
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Los enredos de las redes

Por Carolina Vásquez Araya

Las redes de corrupción utilizan los recursos de la tecnología

El asesinato de Byron Lima, en un operativo tan sofisticado y eficaz como misterioso, ha comenzado a develar una serie de intrigas en donde se vincula a varios personajes oscuros del mundo criminal, algunos instalados en posiciones de enorme influencia. Lo que la opinión pública ha visto desfilar son hipótesis de las cuales podría extraerse una miniserie de enorme impacto televisivo.

Lo curioso de este maremágnum de enredos a cuál más repugnante, es el hecho de no haber sorprendido gran cosa a la ciudadanía, la cual -después de tener a la cúpula del anterior gobierno a punto de caer estrepitosamente ante la montaña de evidencias esgrimidas por la parte acusadora- ya espera una nueva serie de escándalos.

Pero volviendo a lo anterior, llama la atención la manera cómo algunos estrategas del lado oscuro de la política han comenzado a utilizar las redes sociales en campañas negras con el objetivo de descalificar el trabajo realizado por el Ministerio Público y la Cicig, pero especialmente destinadas a bajar a la Fiscal General de su peana, convencidos de insertar una cuña suficientemente poderosa como para detener la ola de revelaciones y escándalos de corrupción, así como de crímenes de alto impacto puestos en evidencia por el MP.

Los recursos informáticos han sido la novedad en esta saga que el país observa con asombro. De algún modo, la tecnología tan útil para las organizaciones criminales en cuanto a llevar controles financieros y contables de sus innumerables actos de corrupción, ha sido también su delatora, proporcionando a investigadores y fiscales el material necesario para armar casos prácticamente blindados contra el tráfico de influencias dentro del sistema judicial.

Es pertinente preguntarse qué hubiera sucedido en investigaciones sobre el desempeño de gobiernos anteriores si toda la ruta de sus actos se hubiera grabado en plataformas digitales. Es de todos conocida la antigua tradición de eliminar archivos cada cuatro años con el propósito de borrar rastros y dejar un aparato administrativo del Estado casi en punto cero para el siguiente equipo al mando. Recuerdo haberle preguntado a un coronel -quien había servido en el Estado Mayor Presidencial- sobre los archivos de esa dependencia, y me respondió muy tranquilo: “Ahí no hay nada”.

El registro de los actos de un equipo de gobierno debería estar bajo la estricta vigilancia de una instancia independiente y altamente especializada en el uso de recursos tecnológicos. Los misterios ya no tienen cabida en un sistema democrático en donde impere el estado de Derecho, como tampoco los obstáculos para el acceso a la información pública por parte de la prensa o de cualquier ciudadano interesado en conocer las acciones y decisiones de sus autoridades.

En estos tiempos es imprescindible poner cada vez mayor énfasis en la importancia de la fiscalización y el control por medio de instancias creadas para el efecto, quizá como un apoyo adicional a la Contraloría General de Cuentas, la cual al parecer nunca ha tenido la capacidad para controlar a fondo lo que está bajo su jurisdicción. Es obvio que de haber hecho una labor exhaustiva, algunos casos de defraudación del Estado actualmente en proceso nunca se hubieran producido.

La naturaleza humana tiene ese lado material que la lleva a buscar ventajas y privilegios a costa de sus semejantes. Si esa fuerza es poderosa en el ciudadano común, en sus autoridades es avasalladora. Por lo tanto, el único freno posible a la ambición desmedida es un sistema de justicia probo y eficiente

elquintopatio@gmail.com

@carvasar

Blog de la autora: http://www.carolinavasquezaraya.com

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Entrevista al economista Jorge Beinstein «El capitalismo se encuentra en su hora final»

Argentina/16 Julio 2016/Autor: Arnaldo Perez Guerra/Fuente: Rebelión

Destacado economista marxista, especializado en prospectiva y economía global, Jorge Beinstein es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Franche Comté-Besançon, Francia, y actualmente profesor emérito de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, donde dirige el Centro Internacional de Información Estratégica y Prospectiva (CIIEP). Ha sido académico en importantes universidades de Europa y América Latina, donde también ha dirigido relevantes proyectos de investigación. Entre sus últimos libros destacan: Comunismo o Nada, La ilusión del metacontrol imperial del caos: La mutación del sistema militar de los Estados Unidos, Capitalismo del siglo XXI, y Crónica de la decadencia: Economía global 1999-2009. Sus trabajos se pueden leer en la web beinstein.lahaine.org.

-¿Cuál es su opinión sobre Chile? Vivimos la doctrina del shock impuesta por la dictadura, el neoliberalismo salvaje, el extractivismo y endeudamiento, la despolitización…

-Creo que Chile nunca ha podido superar la tragedia del 11 de Septiembre. La dictadura remodeló a la sociedad chilena. No es el único caso, también en Argentina la dictadura cívico-militar instaurada en 1976 produjo degradaciones culturales y estructurales que han perdurado hasta hoy. Después de Pinochet ustedes han pasado a una suerte de democracia limitada comprimida por el modelo neoliberal que pudo instalarse y reproducirse como parte de una división internacional (colonial) del trabajo, de una economía global hegemonizada por los Estados Unidos pero que actualmente se está deteriorando rápidamente. Caen los precios de las materias primas sin perspectivas de repunte significativo y durable, eso afecta de manera decisiva al modelo neoliberal chileno.

La burguesía chilena creía que la masacre pinochetista y sus prolongaciones económicas y culturales ‘democráticas’ extirparían por completo la memoria histórica popular, bloquearían para siempre el surgimiento de alternativas antisistema. Es la eterna ilusión de los contrarrevolucionarios siempre desmentida por la realidad. América Latina vive actualmente una época oscura, de arremetidas derechistas, pero también de putrefacción capitalista, entonces lo que parecía imposible, las aspiraciones revolucionarias, puede reaparecer. Las latencias, las memorias subterráneas que se reproducen de manera invisible pueden converger con nuevas formas de crítica teórica y de lucha práctica hasta conformar una avalancha social. Dicha posibilidad no debe ser descartada sino más bien alentada. La evolución de la crisis global y regional abre esa perspectiva”.

Zarpazos de la lumpenburguesía

-¿Qué ocurre en Argentina tras la llegada de Macri al gobierno y cómo caracterizaría sus decisiones?

-Ha significado un violento giro hacia la derecha más extrema del arco político argentino. A los pocos días de asumir se produjeron transferencias de ingresos hacia las elites económicas que por su magnitud y velocidad no tienen precedentes en la historia económica argentina. Esto ha causado una fuerte contracción del mercado interno y en consecuencia la llegada de la recesión. El FMI pronosticó a comienzos de año una caída real del Producto Interno Bruto para 2016 del orden del 1%, aunque viendo lo que ya ha ocurrido en el primer cuatrimestre podemos hablar de un descenso superior al 3%, más allá de lo que anuncie en el futuro el gobierno a partir de cifras manipuladas. Desde la llegada de Macri, se ha producido un apagón estadístico. No se suministran más las cifras oficiales de desocupación, inflación y otros indicadores. No descarto la posibilidad de una suerte de híper-recesión si el gobierno no llega a controlar la dinámica depresiva que ha generado.

Entre los especialistas se discutía en los primeros meses acerca de cual era realmente el modelo económico macrista. Las decisiones económicas han sido tan salvajes, las contradicciones tan evidentes, el desastre tan grande que no cabe pensar que estamos ante un plan estratégico coherente apuntando a una reconversión capitalista de largo plazo, aunque sea oligárquica, sino ante un saqueo donde cada grupo dominante saca su tajada sin importarle lo que vaya a ocurrir en el futuro. Marchamos hacia una crisis de gobernabilidad impulsada por fuerzas entrópicas que se han desatado al derrumbarse el kirchnerismo. Las clases dominantes argentinas operan como una suerte de lumpenburguesía, de burguesía depredadora altamente destructiva. El fenómeno forma parte de un proceso global del mismo signo”.

-Háblenos de la “lumpenburguesía global dominante”…

-Tendríamos que arrancar desde los 70 cuando a partir de la estanflación la recuperación posterior se produjo con tasas de crecimiento económico global declinantes. Esa tendencia de largo plazo fue acompañada por una expansión de los negocios financieros que terminaron por financierizar al sistema mundial de tal manera que hacia 2008 la masa financiera mundial representaba unas veinte veces el Producto Bruto Global (PBG), solo los productos financieros derivados equivalían a unas 11 veces el PBG. El fenómeno forma parte de un proceso más amplio de ascenso del parasitismo como componente hegemónica del sistema capitalista mundial que por supuesto incluye también a la hipertrofia militar, a la narco-economía, al consumo suntuario de las élites globales y su plataforma productivo-comunicacional, etcétera. Se trata de un fenómeno originado hace casi medio siglo pero que en el siglo XXI se manifiesta como una mutación integral del sistema, como la transformación de su núcleo central dominante en una casta parasitaria. En ese sentido es posible establecer paralelismos con otras decadencias civilizatorias como por ejemplo la del Imperio Romano, etapa superior y final de la llamada civilización greco-romana.

La lumpenburguesía -hoy dominante a escala global con centro en el Imperio estadounidense-, es decir, una burguesía degenerada, parasitaria, marca un salto cualitativo en la trayectoria universal del capitalismo, así como la aristocracia militar-consumista de la decadencia imperial fue el resultado de la mutación terminal de Roma.

-Usted señala una crisis de la financierización de la economía mundial y que el Imperialismo despliega como último recurso la “Guerra de Cuarta Generación”: destruir las sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. ¿Podría caracterizar esto y ampliar su visión?

-La crisis de 2008 marcó el fin de la expansión acelerada de la trama financiera global, la misma fue una suerte de droga que permitió endeudarse a estados, empresas y consumidores de los capitalismos centrales, pero el ciclo del endeudamiento impune llegó al límite, la explosión de la mega burbuja inmobiliaria fue el punto de inflexión del sistema. Entonces los estados imperialistas realizaron enormes transferencias de fondos hacia los grupos financieros tratando, con éxito, de evitar su derrumbe. Pero no fue más que un parche y no la superación de la crisis.

En 2001, por ejemplo, los negocios con productos financieros derivados, la columna vertebral de la red especulativa global, acumulaban unos 95 billones (millones de millones) de dólares equivalentes a unas 2,8 veces el PBG. En 2005, llegaban a unos 280 billones (unas 6 veces el PBG), y a mediados de 2008, poco antes de la crisis alcanzaban cerca de 680 billones (11 veces el PBG). Se trataba de un crecimiento exponencial, pero a partir de ese momento esa masa especulativa dejo de expandirse, se volvió inestable y desde 2014 se fue desinflando velozmente. Entre fines de diciembre de 2013 y fines de diciembre de 2015 la contracción fue del orden del 30%. En 24 meses se esfumaron unos 220 billones de dólares… ¡Equivalentes a casi tres veces el PBG!

Hasta la crisis de 2008 la expansión financiera operó como una suerte de impulsor inflacionario de la economía mundial. Desde 2014 la contracción financiera opera como un motor deflacionario que empuja hacia abajo a la economía. Dicho de otra manera, en una primera etapa se desarrolló un círculo aparentemente virtuoso (en realidad perverso) donde las deudas crecientes y las ganancias especulativas inflaban el consumo de los países ricos, sus gastos estatales (especialmente los gastos militares), sus innovaciones tecnológicas, sus actividades productivas, lo que a su vez engordaba a la especulación financiera. Pero el funcionamiento de dicho mecanismo produjo finalmente un círculo vicioso depresivo donde la sobrecarga financiera comprime a la economía lo que a su vez deteriora y desinfla a la especulación. Nos encontramos ante la declinación turbulenta de un ciclo parasitario, la más grave crisis de toda la historia del capitalismo.

Si observamos lo sucedido con otras civilizaciones, vuelvo al caso romano, comprobaremos que cuando la pérdida de dinámica llega a un cierto punto la elite dominante trata de utilizar al máximo su último recurso: la fuerza militar. En nuestra civilización burguesa el Imperio -Estados Unidos y sus aliados vasallos occidentales-, intenta saquear al resto del planeta para así postergar su caída. El objetivo es apoderarse y agotar los recursos naturales de la periferia, marginar completamente a sus habitantes o súper explotarlos según los casos. Se trata de un megaproyecto estratégico tendiente a reducir drásticamente sus costos periféricos (mano de obra, insumos mineros y agrícolas, etcétera). Libia, Irak, Ucrania, Afganistán, Siria… nos muestran al Imperio destruyendo sociedades pero sin poder remplazar lo destruido por un nuevo orden colonial, lo que se instala es el caos porque lo que emerge no es una nueva división internacional del trabajo sino la decadencia global. La crisis del Imperio acentúa su locura belicista la que a su vez agrava la crisis”.

Progresismos y capas medias

-Los “progresismos” latinoamericanos parecen desgastados. ¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurre en Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, la caída del kirchnerismo, las negociaciones de paz en Colombia y la “normalización” de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos?

-Los progresismos latinoamericanos, desde sus versiones más conservadoras como la del Frente Amplio de Uruguay hasta las más radicalizadas como la de Venezuela intentaron reformar los sistemas capitalistas existentes, en algunos casos para humanizarlos, mejorarlos socialmente y en otros para superarlos gradualmente, no se produjeron revoluciones sino reformas más o menos audaces. Esas experiencias pudieron aprovechar la efímera mejora del comercio internacional de materias primas para combinarla casi siempre con ampliaciones de los mercados internos, sobre todo expandiendo el consumo popular. También aprovecharon el retroceso geopolítico del Imperio para construir políticas relativamente autónomas. Pero eso se fue agotando al profundizarse la crisis global a partir de 2008 y sobre todo desde 2014 cuando cayeron los precios de las materias primas a lo que se agregó una ofensiva muy fuerte de los Estados Unidos reconquistando su patio trasero latinoamericano. La misma comenzó desde la llegada de Obama a la Casa Blanca desplegando un complejo y flexible abanico de intervenciones, desde los ‘golpes blandos’ como en Brasil, Honduras, Paraguay y Argentina hasta acciones desestabilizadoras como en Venezuela pasando por el intento de abrazo-de-oso a Cuba y siguiendo por el plan de desarme de la guerrilla colombiana. En este último caso los Estados Unidos intentan lograr la rendición negociada de la insurgencia a través de una sofisticada trama envolvente de presiones directas e indirectas, anzuelos seductores y golpes bajos. Se trata de un juego típico de la llamada Guerra de Cuarta Generación destinada a someter a la insurgencia a una dinámica aparentemente de asimilación al sistema, realmente de destrucción, empezando por sus fundamentos ideológicos revolucionarios hasta llegar a su extinción estructural.

En su ofensiva contra el progresismo los Estados Unidos cuentan con la colaboración de las burguesías latinoamericanas completamente transnacionalizadas. Lumpenburguesías periféricas arrastrando a importantes segmentos de las capas medias.

-¿Se derechizan las capas medias latinoamericanas? ¿Neofascismo? ¿Contrarrevolución? ¿Qué ha contribuido a que el fenómeno ocurra?

-Lo que muestran países como Brasil, Argentina, Bolivia o Venezuela en su primera etapa próspera es que la prosperidad y la gobernabilidad del sistema no solo reanimaron la voracidad de las elites locales sino que además ‘aburguesó’ a las capas medias ascendentes, ayudó a su integración ideológica con la cima, depredadora, lumpenburguesa, del capitalismo local buscando al mismo tiempo diferenciarse de la clases bajas también ascendentes. Los medios de comunicación concentrados cumplieron un rol decisivo en ese proceso inyectando odio social en un espacio fértil para eso, asociando justicia social con despilfarro, democratización del poder político con corrupción, etcétera. Este brote de irracionalidad pequeñoburguesa forma parte de un fenómeno más amplio, global, de fascistización, que se extiende por Europa e incluye fenómenos como el del llamado ‘Estado Islámico’ en Oriente Medio. Los neofascismos centrales y periféricos aparecen como respuestas reaccionarias a la crisis produciendo a veces contrarrevoluciones no porque hayan existido tentativas revolucionarias reales sino precisamente por la ausencia de revoluciones antisistema capaces de superar la degradación capitalista.

De todos modos la instalación de regímenes reaccionarios no significa el comienzo de una nueva gobernabilidad de tipo elitista y colonial sino la instalación de mecanismos de saqueo que profundizan las crisis. Es lo que se constata en casos como los de Argentina, Brasil o Paraguay y en lo que podría llegar a ser una victoria neofascista en Venezuela.

BRICS y petróleo

-¿Estados Unidos va por el BRICS?

-Evidentemente sí, y acaba de obtener su primer éxito en Brasil. Pero su mega-estrategia global apunta contra China y Rusia. Ambas potencias han constituido una alianza estratégica de largo alcance que va desplazando a los Estados Unidos de Asia, estableciendo puentes importantes con Africa y América Latina. La intervención de la OTAN en Libia y otras en el resto de Africa así como la ofensiva imperialista en Latinoamérica pretenden entre otras cosas frenar la creciente influencia de China y Rusia. El problema del Imperio es que no tiene qué ofrecer a cambio del mercado chino a países como Brasil o Argentina, solo ofrece promesas de ‘inversiones’ mientras realiza o trata de realizar saqueos.

-Estados Unidos intenta apoderarse de las reservas de petróleo y gas mundiales: Afganistán, Irak, Siria, Libia, Ucrania, Yemen… ¿Venezuela?

-Uno de los temas decisivos de la disputa geopolítica euroasiática es el de la guerra energética donde las reservas de gas y petróleo ocupan un lugar central, el control de esas reservas pero también el del transporte: gasoductos y oleoductos, canales, estrechos y otras posiciones estratégicas. Por ejemplo en Asia, y sobre todo en la zona del Golfo Pérsico y de la Cuenca del Mar Caspio, está algo más del 65% de las reservas petroleras globales. Esa pelea se extiende hacia Africa en Nigeria y Angola y hacia América Latina, donde Venezuela ocupa un lugar decisivo con el 20% de las reservas mundiales de petróleo.

Aunque el precio del petróleo está bajo también es verdad que la producción global de petróleo convencional está planchada desde hace casi una década. La irrupción del petróleo de esquisto de Estados Unidos amplió el volumen extraído pero se trata de recursos limitados que en pocos años más -a comienzos de la próxima década- llegará a su máximo nivel y empezará a declinar. Obviamente el dominio de las principales fuentes energéticas permitiría a los Estados Unidos ponerle un pie en el pescuezo de China y otro en el de Europa y jugar al gato y el ratón con el competidor ruso haciendo subir y bajar los precios según su voluntad. Pero Estados Unidos no está ganando esa guerra: no pudo doblegar a Irán, gran exportador energético, no pudo desestabilizar a Rusia, otro gran productor, haciendo saltar por el aire la convergencia ruso-china, y hasta ahora no ha sometido a Venezuela.

-¿Qué piensa que ocurrirá con China y Rusia en las próximas décadas?

-Tanto China como Rusia pudieron emerger como grandes potencias aprovechando el último gran auge de la economía capitalista global. Rusia como potencia energética-militar y China como potencia industrial. En ambos casos las exportaciones hacia los países ricos fueron los motores de la prosperidad. Pero esa etapa global ha concluido. Los mercados desarrollados se comprimen y los Estados Unidos -liderando a la OTAN- acosa a esas naciones emergentes tratando de capturar grandes reservas de materias primas y quebrar el poderío militar en el caso ruso, y en el caso chino intentando esclavizar a la más grande clase obrera industrial del planeta: 250 millones de trabajadores, y subordinar a ese temible competidor financiero e industrial pero también tecnológico y con cada vez mayor capacidad militar. Liquidar la alianza estratégica ruso-china es el objetivo mayor de Occidente.

Pero por otra parte los capitalismos ruso y chino no están fuera de la crisis global, forman parte de ella, son afectados por sus turbulencias, sus contracciones comerciales. Tratan de desacoplarse parcialmente de la decadencia mundial atrincherándose en el espacio euroasiático. El proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, una gigantesca red de transporte marítimo y terrestre uniendo a los países de la región, constituye una de sus más grandes esperanzas. Lo que muestra la realidad es que no pueden escapar del desorden global, después de todo esas dos naciones protagonizaron en el siglo XX las dos más grandes tentativas de superación del capitalismo. La inviabilidad histórica del nacionalismo burgués en la era del capitalismo globalizado, aunque se trate de grandes países, abre allí la posibilidad de reintentar nuevamente tomar el cielo por asalto”.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214274

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Burocratismo, felicidad social y el Siglo XXI

Por: Heriberto Rivera

Entre los temas a debatir en el Congreso de la Patria esta el correspondiente a la suprema felicidad social, además de la agenda económica y la política en general.

La suprema felicidad social conforma una de las directrices para la construcción del socialismo del siglo XXI «a partir de la construcción de una estructura social incluyente, un nuevo modelo social, productivo, humanista y endógeno, se persigue que todos vivamos en similares condiciones»; con el nuevo modelo productivo socialista, se buscara la eliminación de la división social, de la estructura jerárquica y de la disyuntiva entre satisfacción de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la reproducción del capital.

En ese sentido el gobierno bolivariano viene implementando diversas políticas dirigidas a establecer y darle el cauce necesario a la felicidad social de nuestra gente; hoy Venezuela se encuentra en situación critica al estar sometida a una brutal guerra económica, la cual responde a los intereses económicos de quienes dominan el escenario del mercado en la cual también hay factores endógenos infiltrados en la revolución bolivariana.

En el Congreso de la Patria, se exhorta a sus participantes a generar propuestas de acción sobre la agenda económica Bolivariana y sus los diversos motores de impulso económico, las misiones sociales y propuestas para enfrentar la guerra económica en lo interno y externo.

El pueblo militante de la Revolución Bolivariana, que va mucho más allá de la militancia en un partido político, valora y se siente identificado con los esfuerzos que hace el gobierno y sus dirigentes por librar esta guerra apátrida, pero le surgen inquietudes al palpar en lo cotidiano, que los grandes obstáculos impiden avanzar con lograr los objetivos para obtener la suprema felicidad social.

La revolución necesita cada vez más el Estado socialista de nuevo tipo, y cada vez menos el burocratismo y los burócratas; cada vez que el pueblo requiere ser atendido en cualquier oficina publica, se encuentra con ese burocratismo que ha logrado infiltrarse en el gobierno, presentándose como no como problema sino como una solución; de se modo comienzan a prevalecer las soluciones ejecutivas, el hábito de cumplir sin discutir, las ordenes «de arriba», creando ilusiones de eficiencia; ese burocratismo significa la colocación de personas y funciones por encima del control y la critica, llenas de autoritarismo e impunidad apoyados en la reproducción de los «valores» del capitalismo.

El papel del estado como instrumento político es necesario para hacer posible la felicidad social, pero para ello se requieren funcionarios honestos, con trayectoria y capaces, que permitan a la vez conjugar la eficiencia gubernamental y la construcción del SSXXI con sus directrices, de lo contrario es caer en desviaciones que nos llevan hacia el «SOCIALISMO», es decir el egoísmo, la ventaja material y la arbitrariedad.

Un verdadero revolucionario, prefiere buscarse problemas para solucionar los problemas de la gente, lo cual es una virtud digna de reconocimiento social y no un estigma acusatorio y descalificador; problemas que logra resolver con una dinámica de competencia generativa, creadora y revolucionaria, donde en la toma de decisiones e instrumentación de las políticas predomine la democratización y no el centralismo burocrático, este, mutila la creatividad de las bases, fomenta el desinterés y frena las iniciativas de la militancia y de las direcciones locales.

Es importante tener en cuenta que la igualdad es un principio socialista que le da sentido a la vida, mientras que el igualitarismo pequeño burgués es su sepultura: Sin rigor y competencia socialista no habrá socialismo triunfante. Debe entenderse que el poder es una relación entre iguales, el burocratismo confunde poder con dominación, lo cual es una aberración, porque crea castas estimulando el feudalismo administrativo, originando exclusividades y hasta una «nueva clase imprevista»

Para el Ché, el único antídoto para evitar el exclusivismo de los grupos dirigentes, además de la conciencia, era el más estrecho y permanente contacto con las masas: …» que los funcionarios estén en contacto directo con la producción (por lo menos una semana de sus vacaciones al año), sepan lo que es la producción, lo que es producir, los problemas que hay, todos los problemas que vive nuestro pueblo. Para que no se establezcan capas, estructuras, niveles diferentes que vayan creando una burocracia insensible a los problemas que tiene el pueblo, sino que constantemente vayan intercambiando experiencias…»

Preguntas generadoras: ¿cómo desarrollar en nuestros administradores y directivos la cultura del servicio a los demás, la «servidumbre honrosa» a la que se refería Martí, el poder del amor y no el amor al poder?, ¿cómo mandar obedeciendo?, ¿cómo utilizar el poder para servir, y no servirse del poder?, ¿cómo convertir el Código de Ética en un hecho de conciencia y no en una declaración doctrinal que se enseña como resguardo, pero no se siente y practica como ideología existencial?, ¿cómo evitar que la maldición corruptora del poder contamine con sus toxinas venenosas el tejido ético de muchos directivos y funcionarios?

Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a227152.html

Fuente de la imagen: http://thumbs.dreamstime.com/z/burocracia-7610899.jpg

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Hacerse la América

Por Asociación Italianisudamericani

Un fantasma recorre América Latina.  Es el fantasma de la restauración conservadora.
Macri 480

En su primer semana de “gobierno”, el golpista blando Michel Temer, en Brasil, decretó el fin de la gratuidad de la universidad pública, la desaparición del Ministerio de Cultura, el arancelamiento de la salud pública, una reforma previsional que reducirá los beneficios y prestaciones a millones, la anulación de contratos para la construcción de viviendas populares, la revisión de la diplomacia preferencial hacia Latinoamérica y recortes en el plan Bolsa Familia.

Un poco más al sur, su “colega” argentino Mauricio Macri dedicó sus primeros 5 meses a provocar una monumental redistribución de la riqueza a favor de los sectores económicamente más poderosos en su país al eliminar tributos que rendían tanto la explotación minera como las ventas externas de productos agropecuarios, devaluar un 50% la moneda local y desatar una suba indiscriminada de los precios, acompañada de aumentos del 400%, del 500% y hasta del 1000% en las tarifas de los servicios públicos, el transporte  y el combustible. Al mismo tiempo desactivó centenares de programas sociales; desfinanció la educación pública, la ciencia y la investigación; se desentendió de la atención sanitaria y la prevención; abrió la importación de miles de bienes que compiten con la producción local y está tratando de poner en venta empresas y emprendimientos estatales.

Llegó al gobierno prometiendo “pobreza cero”, pero paradójicamente en lo que va del año las estadísticas
(no las oficiales, que desde diciembre último no se difunden) miden que 1.400.000 nuevas personas cayeron bajo la línea de pobreza. Este número aumenta día a día, a medida que fábricas o negocios cierran sus puertas o reducen sus planteles, o el Estado despide a quienes llevaban adelante los programas discontinuados.A Temer hay que darle aún un poco de tiempo para obtener los logros de su amigo Macri. Los pilares en que se asientan ambos mandatos, por lo menos, son parecidos: buena parte de la dirigencia política corrupta (en su mayoría procesados los parlamentarios que suspendieron a Dilma; Macri por su parte arrastrando él mismo viejos procesos por contrabando y con un rol protagónico en los Panamá Papers), jueces corruptos y la prensa hegemónica en cada uno de sus países han sentado las bases para sus respectivos desembarcos en el poder.

Il Figlio

Hijo pródigo de una familia calabresa que en la Argentina hizo fortuna negociando con la dictadura militar y con el gobierno privatista y corrupto de Carlos Menem, el actual presidente argentino no se destaca por su interés por la cuestión social, ni en la cuestión moral o en la defensa de la producción nacional.

Una frase del mismo Macri lo pinta con claridad: al querer diferenciar a la Argentina de su viejo papel de “granero del mundo”, afirma que la quiere transformar en “el supermercado del mundo”. Nótese que el supermercado no produce lo que vende, es solo el último escalón en la cadena de comercialización, no agrega valor al producto y el empleo que crea es ínfimo (tanto en cuanto al volumen de sus ventas como en relación al proceso total de producción y comercio del bien en cuestión).

Es en este marco que a mediados de mayo llegaron a Buenos Aires más de cien empresarios y representantes de grandes grupos industriales italianos (Pirelli, Rosgan, Tenaris Dalmine, Sustech, Soimar Group, Thales Alenia y Petreven, entre otros), junto al viceministro de Desarrollo Económico, Ivan Scalfarotto, y autoridades de la Agencia para el Comercio Exterior, del Ente Nacional para el Turismo y de la Asociación de los Bancos Italianos.

El Gobierno argentino anunció que esta delegación vino a definir inversiones que sostendrán el desarrollo del país, y puso de ejemplo 500 millones de dólares que FIAT piensa invertir en Córdoba. La realidad es otra: esta operación de la FIAT ya había sido decidida y anunciada durante el Gobierno de Cristina Kirchner.

Pero por otro lado, las medidas que ha tomado Macri hasta ahora con compañías como Aerolíneas Argentinas, la empresa satelital ARSAT, la central de energía nuclear Atucha o la misma petrolera estatal YPF demuestran su intención de ir ahogándolas para quitarles contenido y terminar vendiéndolas, tarde o temprano, a precio de saldo, y ese podría ser un buen objetivo para capitales ociosos. Ya lo hizo en los años ’90 Menem con capitales españoles, que terminaron vaciando las empresas estatales, no reinvirtiendo y cobrando tarifas siderales por los servicios que prestaban o por el combustible, desfinanciando así al país y contribuyendo a la debacle de fines del siglo XX. De todos modos, por ahora las prioridades de los empresarios italianos parecen ser otras.

En sus declaraciones a los medios argentinos (La Nación, 18 de mayo), el viceministro Scalfarotto pone las cosas en su lugar cuando llama a los potenciales partners argentinos no “socios” precisamente,  sino “nuestros clientes”, mencionando a las barreras aduaneras argentinas (las pocas que aún quedan) como un obstáculo a resolver para mejorar la relación bilateral.

En la misma nota, el viceministro afirma que “todos los sectores (el automotor, la industria, el agro y la infraestructura italiana) tienen una gran calidad y estamos dispuestos a competir lealmente con todos aquí y en otros lugares del mundo“.

Con esto se confirma que la delegación italiana no viene, como dice Macri, a traer trabajo, sino productos para vender acá.
Muy buen negocio para el “Made in Italy”: podrá ser “Sold in Argentina” en un momento en que a nivel mundial escasean los mercados donde colocar la producción. Pero no tan bueno para los productores (y los trabajadores) argentinos, con cuyos productos (y sus empleos) vienen a competir.

A 11.000 kilómetros de Buenos Aires, hace unos días la SACE (la Sociedad para el Seguro de Crédito a la Exportación italiana) definía así la movida: “la política de Macri podría incrementar en 300 millones de euro nuestras exportaciones hacia ese país, hoy estancadas en alrededor de 1.000 millones de euro” (Il Sole 24 ore, 13 de mayo de 2016). Más claro, echémosle agua. Nada de inversiones, nada de desarrollo, nada de la cultura del trabajo que trajeron nuestros padres o abuelos cuando vinieron a “fare l’America”. Solo negocios para una parte. La Argentina como mercado, los argentinos (y los italoargentinos) como consumidores y el Gobierno argentino como facilitador y socio de esos negocios.

Imagen tomada de: https://enriquezelena.files.wordpress.com/2015/08/neoliberalismo-1.jpg
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Remar a contracorriente

Por Carolina Vásquez Araya

Los esfuerzos de la Cicig y el Ministerio Público requieren apoyo ciudadano

Habría que ser muy ciego para sorprenderse por los hallazgos que la dupla Ministerio Público (MP) y la Comisión internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)  han revelado durante el tiempo transcurrido desde la revelación de los escándalos protagonizados por Pérez y Baldetti. Aun cuando anteriormente no hubiera evidencias concretas, la sospecha rondaba por el aire y abundaban los comentarios sobre los abusos de la pareja presidencial y sus adláteres.

Ese conocimiento no oficial –o, por decirlo de otro modo: las sospechas razonables- constituye motivo más que suficiente para provocar una respuesta ciudadana rotunda, categórica, poderosa, capaz de imponer un modo distinto de participación política a través de la denuncia y el involucramiento.

La pasividad deja de tener lugar en el escenario político cuando la estabilidad de una nación depende de acciones correctivas en aquellas instancias que sostienen los pilares de la democracia. Esto aplica muy especialmente cuando esa democracia ha sido casi mortalmente herida por un sistema diseñado para garantizar la impunidad de los carteles de la corrupción y, de forma paralela, la incapacidad de respuesta de una ciudadanía amansada.

En medio de la tormenta desatada por instituciones destacadas por su voluntad de imponer la depuración y aplicar la justicia, llama la atención el incesante incremento de hechos criminales en todos los rincones de Guatemala. La manera como se cometen feminicidios y ataques contra niños y adolescentes, violaciones sexuales, trata de personas, abuso contra niñas así como el nivel de saña de los asesinatos y la elección aparentemente aleatoria de víctimas, hablan de una estrategia específicamente diseñada para intimidar imponiendo una política de terror típica de sectores antidemocráticos.

Las capturas de corruptos y corruptores constituye un enorme avance en la búsqueda de cambios sustanciales en las estructuras de poder político y económico. Lo que falta es un soporte institucional capaz de hacer de esa limpieza profunda una política de Estado, a modo de consolidar una nueva forma de hacer las cosas. La barrida de una administración todavía deja en el aire a los corruptos y corruptores de las demás. Y aún faltan mecanismos capaces de prevenir los actos ilícitos de presentes y futuros gobernantes.

Es ahí en donde la ciudadanía debe jugar el papel que le corresponde, fiscalizando, denunciando y colocándose en el lado positivo de la ecuación aunque ello le signifique perder ciertos privilegios creados y sostenidos a propósito para burlar las leyes. En síntesis, una ciudadanía cuya labor será rechazar y abandonar el sistema corrupto actual para ayudar a construir uno transparente y apegado a la ética.

En ese esfuerzo monumental no solo se benefician las finanzas del Estado, también impacta con fuerza en la construcción de una nueva manera de ejercer ciudadanía y de hacer política. Una democracia fortalecida cierra naturalmente espacios a las organizaciones criminales que actualmente se sostienen de las columnas institucionales para florecer. Solo ese avance permitiría establecer sistemas de protección para la vida de las personas, muy espacialmente niños, niñas y mujeres quienes son actualmente las víctimas propiciatorias de esas redes infames del crimen organizado.

La democracia no existe aún. Ese sueño constituye una idea imposible de concretar mientras existan estructuras criminales desde los despachos oficiales, amparadas por un concepto viciado del quehacer político. Por eso es preciso construirla desde las bases, aprovechando los espacios abiertos por la Cicig y el MP para involucrarse y participar de esa nueva visión.

elquintopatio@gmail.com

@carvasar

Blog de la autora: https://carolinavasquezaraya.com

Imagen de uso publico tomada de: https://i.ytimg.com/vi/Q4YlCSho1Ps/hqdefault.jpg

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India: Bihar ‘toppers’ case isn’t unique: Education system is broken and no one wants to fix it

India: Bihar ‘toppers’ case isn’t unique: Education system is broken and no one wants to fix it

India/Junio de 2016/ firstpost.com

RESUMEN: ¿Qué necesitan nuestros políticos para despierten a la crisis que están destruyendo el sistema de educación escolar? Ni siquiera recientes revelaciones de los resultados de aprendizaje sorprendentemente pobres de los primeros de la clase XII en Bihar han sacudido a la clase política. Las últimas revelaciones de Bihar han provocado indignación entre los ciudadanos y la desesperación entre los estudiantes, que fueron agasajados un día y al dia siguiente a la papelera. Blanco de burlas pública, los estudiantes son, sin embargo, las víctimas del sistema, no sus arquitectos. El sistema de educación indígena – el cual está generando toda una generación de cerca de alfabetizados – está empujando a los jóvenes fuera de las estructuras de la economía del conocimiento. Por ahora nuestros legisladores y clases gobernantes deberían haber sacado todas las paradas para reintegrar al aula su santidad como lugar de aprendizaje; en lugar de usarlo como un espacio para simplemente marcar la asistencia. Pero la calidad de la educación primaria es la última cosa que agita a los políticos.
What will it take for our politicians to wake up to the crisis destroying the school education system? Not even recent revelations of the shockingly poor learning outcomes of Class XII toppers in Bihar have jolted the political class out of nonchalance. The latest disclosures from Bihar have sparked outrage among citizens and despair among students, who were feted one day and trashed the next, in full media glare. Butt of public ridicule, the students are however, victims of the system, not its architects.
The Indian education system — which is spawning a whole generation of near-literates — is pushing young people outside the structures of India’s fast-paced knowledge economy even before they have a chance to compete in the real world. By now our policymakers and governing classes should have pulled out all the stops to reinstate to the classroom its sanctity as a site of learning; instead of using it as a space to merely mark attendance. But the quality of primary education is the last thing agitating politicians. Never mind that the very demographic advantage they cite for India – its youth – are looking at a bleak future.
This is what a report in The Indian Express said in the case from Bihar just mentioned above: “While arts topper Ruby Rai pronounced political science as “prodigal science” and said the subject dealt with “cooking”, science topper Saurav Shrestha could not define proton and electron.” Faced with public outcry, the Bihar School Examination Board decided to go for a retest and interview of 13 top Class XII students. Saurav Shrestha and Rahul Raj, both Science students of Vaishali’s Vishnu Roy College, had their results cancelled. Ruby Rai, from the same college, did not appear for the retest because of ‘depression’, and has been given another week’s time to appear for a retest, failing which her result will also be cancelled.
This crisis in schooling is not however, peculiar to Bihar. State after state has reported large-scale failures in classes X and XII. Under Right to Education Act, regardless of their lack of performance, students can’t be failed, till class VIII. That policy is currently under review. This month, only 20 out of 120 students of Government Senior Secondary School at Pathiar, Kangra in Himachal Pradesh, passed the Class X examination. Seventeen other students ended up with compartments, while most others fared poorly in English, Math, and Science. That’s not all. Not a single student could pass Class X in as many as 16 government schools, while none passed Class XII in three schools, according to a report in The Indian Express.
Ironically, Himachal Pradesh once used to be among India’s top ranking states in primary schooling. Two years ago, the Annual Survey of Educational Research (ASER) revealed all was not well.
The ASER showed that 17 percent of Class VIII in rural schools could not recognise digits, 15% could not identify numbers between 10 and 99, while 0.5 percent could not read capital letters in English and 1.2 percent could not read even small letters.
That economic achievements do little by way of improving educational standards is corroborated by the abysmal learning outcome statistics of Gujarat. An annual evaluation drive, Gunotsav, has found students of classes VI to VIII unable to read and write simple words and sentences in Gujarati, besides failing to solve simple mathematical problems. The evaluation drive found that six lakh students of Class VI could not write in Gujarati.
In this situation, successive governments that claim to be committed to improving the lives of the underprivileged, should have, long ago, launched a national conversation on primary education. But we have little other than emotive campaigns in this country, on issues that can grab votes and eyeballs. For the moment, it is the volatile Uttar Pradesh – going to polls next year – which is at the centre of political attention, where dietary habits are making headlines.
There is simply no time to talk about the state of classrooms – the site where students are meant to acquire basic knowledge. It’s one thing to raise a clamour about textbook rewriting and historical personalities. But these meaningless controversies have no bearing on pedagogy or knowledge production in a context where the system itself is broken and no one wants to repair it.
Por: Monobina Gupta

Fuente: http://www.firstpost.com/india/bihar-toppers-case-isnt-unique-education-system-is-broken-and-no-one-wants-to-fix-it-2826416.html

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