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México: Retan a líder magisterial; maestros consideran burla desatención de AMLO

Por: Salina Cruz

Maestros de la sección 22 encararon a la líder de la gremial, Yenni Aracely Pérez Martínez, para exigirle resultados de esta y anteriores movilizaciones, los cuales consideran que existe sumisión de la comisión política ante las autoridades estatales y federales.

En el movimiento sectorial de Salina Cruz, Oaxaca docentes le dejaron en claro a la Secretaria General que no han visto resultados en los movimientos masivos que han hecho, paralizando todo el estado, sin lograr, por lo menos, una mesa de trabajo.

A la Comisión Política de la Sección 22, les remarcaron, que de no poder con el cargo, renuncien, ya que su falta de experiencia y mano dura, ha permitido que el gobierno les cierre las puertas pese a sus movilizaciones radicales, enfatizando que nunca en sus 44 años de lucha, la Sección 22 había sido minimizada, como lo están percibiendo con esta nueva dirigencia magisterial.

Dicha discrepancia se dio, luego de que la Secretaria General Yenni Aracely Pérez Martínez, señalara que, a más de 5 horas de movilizaciones, no habían logrado una mesa de trabajo con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuando el mandatario federal ya había culminado la inauguración del Rompeolas Oeste.

Luego de dichos señalamientos, acordaron retomar ese tema en una reunión general, para evitar que el enfoque de la movilización se viera afectada por diferencias internas, retomando la exigencia de una mesa de trabajo con el Gobierno Federal.

Fuente de la información e imagen: https://www.pressenza.com

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Nueva Escuela Mexicana: lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer

Por: Erick Juárez Pineda*

 

El sexenio está por concluir y la Nueva Escuela Mexicana no termina de nacer.

En mayo del 2018, el entonces candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, presentó en Oaxaca los “10 compromisos por la educación en México”. Uno de ellos, el séptimo, indicaba que, de llegar a la presidencia, debería elaborar conjuntamente con los maestros, padres de familia y pedagogos especialistas, “un plan educativo que mejore, de verdad, la calidad de la enseñanza sin afectar los derechos laborales del magisterio” (AMLO, 2018); y, al mismo tiempo, eliminar la “mal llamada Reforma Educativa” impulsada por el ex presidente Enrique Peña Nieto.

Al ganar las elecciones y consolidar los cambios al artículo tercero de la Constitución, comenzó la elaboración de las leyes secundarias que dieron cuerpo a los cambios legales. De ellas, surgió la Ley General de Educación, la cual menciona por primera vez de manera oficial, un nuevo concepto: La Nueva Escuela Mexicana (NEM), la cual, según el documento, tiene por objetivo “el desarrollo humano integral del educando, reorientar el Sistema Educativo Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad” (DOF, 2019).

Sin embargo, la concepción sobre los alcances y acciones puntuales de la NEM no fueron claros. Los diversos titulares de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que han desfilado por este gobierno han dado una interpretaciòn completamente distinta durante sus respectivas administraciones: Para Esteban Moctezuma, la NEM buscaba, sin decir cómo, una “educación de excelencia y calidad” (SEP, 2020); Delfina Gómez dio prioridad en concretar la implementación de nuevos planes y programas de estudio que fueron frenados por organizaciones de corte conservador por medio de amparos judiciales, y Leticia Ramírez trata de presentar nuevos libros de texto para el ciclo escolar 2023-2024, los cuales nacen al final del sexenio y en medio de diversas críticas y debates sobre el aterrizaje de los contenidos y las implicaciones que ellos tienen en la práctica docente.

Lo que también preocupa, es que la continuidad del proyecto educativo que no termina de nacer esté ligado directamente a los procesos electorales del 2024. No hay certeza de su seguimiento y corremos el riesgo que, como sucedió en esta administración, todo lo ya construido se elimine y comience de nuevo la implementación de políticas educativas que eliminen todas las acciones ya concretadas.

La Nueva Escuela Mexicana aún es un enigma para buena parte del magisterio nacional. No solo es un problema de falta de criterios y definiciones básicas, sino de tibias estrategias de comunicación, difusión y divulgación de todo lo que esto implica.

Por años, los diversos especialistas de todas las corrientes han señalado la importancia de tener proyectos educativos transexenales que vayan más allá de los posicionamientos partidistas y electorales. Hoy estamos, otra vez, ante el abismo y la incertidumbre.

Ya lo decía Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere; el nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos.”

*Periodista especializado en educación.

Fuente de la información: https://revistaaula.com

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Un libro sin recetas para la maestra y el maestro y la Nueva Escuela Mexicana: un acercamiento

Por: Erick Juárez Pineda

 

El concepto de la Nueva Escuela Mexicana que propone la reforma educativa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comenzó a conocerse en los discursos del entonces secretario Esteban Moctezuma Barragán.

Si bien, ese mismo nombre se usó en la propuesta educativa del entonces subsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez Morín durante el periodo de gobierno de Vicente Fox, no tuvo éxito ni impacto en la política educativa nacional.

Aunque en la reforma al artículo 3º de la Constitución no hace referencia a este concepto, sí se incluye un capítulo completo en el Decreto ​​por el que se expide la Ley General de Educación y se abroga la Ley General de la Infraestructura Física Educativa.[1]

Sin embargo, no fue hasta el final de la administración de Delfina Gómez Álvarez al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuando se trató de aterrizar en las aulas a la “Nueva Escuela Mexicana”.

En enero del 2022 comenzaron a circular de manera extraoficial, diversas versiones del Marco curricular y plan de estudios 2022 de la educación básica mexicana, el cual era un borrador de programas analíticos y la reorganización de los contenidos para preescolar, primaria y secundaria.

Finalmente, el 19 de agosto del 2022, se publica en el Diario Oficial de la Federación el “Plan de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria”, del cual, se desprende un anexo que describe los diversos elementos de construcción de la Nueva Escuela Mexicana.

Para acompañar este proceso, se anunció la nueva familia de Libros de Texto, materiales que, de acuerdo a documentos filtrados, estará integrada por: 1 libro de saberes disciplinares; 3 libros de proyectos integradores para el aula, la escuela y el espacio comunitario; 1 libro para la maestra y maestro; y, 1 libro de múltiples lenguajes.[2]

Incluso, Marx Arriaga, Director General de Materiales Educativos de la SEP, señaló en sus redes sociales que estos nuevos libros estarían listos el 7 de abril para así, comenzar el nuevo ciclo escolar 2023-2024 con estos textos.

De estos materiales, ha surgido una nueva filtración. Me refiero al texto “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro”, un libro que, según el mismo documento, busca “brindar una teoría que acompañe la revolución que realiza (el docente) en sus aulas”.

El texto (que no se debe tomar de manera oficial, pues actualmente circulan diversas versiones del mismo y no ha sido presentado por ninguna autoridad educativa), invita a los lectores a desarrollar “una conciencia crítica y una sensibilidad que permitan reconocer cuáles son las crisis sociales que se viven en su comunidad.”

Desarrollar esa conciencia es difícil, detalla el documento, ”le rodean tentaciones que buscan distraerlo, convencerlo de que sería mejor dejar todo tal y como está, vivir de manera apática y conformarse con lo que se tiene.”

El contenido se desarrolla en 12 ejes temáticos centrales: La nueva familia de libros de texto y su vinculación pedagógica; Obstáculos y resistencias para la implementación de la Nueva Escuela Mexicana; Ecología de saberes en el territorio escolar; Sobre la evaluación formativa y la calificación; El diseño creativo; Los profesionales de la docencia: revalorización de los maestros; La lógica de los campos y sus propuestas metodológicas; Escenarios: aula, escolar y comunitario; La escuela como un entramado social: necesidades y situaciones por atender; Los Campos formativos y su relación con los Proyectos; Los Contenidos y su relación con los Proyecto y Sugerencias metodológicas para el desarrollo de los proyectos educativos.

A continuación abordo de manera inicial cuatro elementos del libro que considero importantes: el concepto de comunidad; los aportes teóricos, epistemológicos y pedagógicos del documento; el lenguaje y los términos utilizados y la visión de la evaluación.

El libro inicia con el argumento de que “la comunidad es la forma de organización de la que podemos aprender que la solidaridad, la igualdad, la justicia y el respeto son valores indispensables para la conciencia del ser humano”. Por ello, indica, “en la Secretaría de Educación Pública creemos en la educación como un proceso social en el que se trabaja en colectivo; ésta emerge de las raíces de la comunidad como expresión de los procesos sociales, culturales y educativos”.

Respecto a las aportaciones teóricas y pedagógicas, advierte que se han inspirado principalmente “en pensadores mexicanos y latinoamericanos, sobre todo aquellos que parten de la pedagogía crítica, las epistemologías del Sur y la educación popular como Paulo Freire, Boaventura de Sousa, Simón Rodríguez, Adriana Puiggrós y Estela Quintar, entre otros. Referencias que han sido pensadas y gestadas desde y para América Latina.”

El texto no es sencillo en su totalidad. Si bien, tiene elementos fáciles de analizar y comprender, existen partes en las que se requiere conocimiento previo de mayor complejidad o está escrito con términos que poco ayudan a su divulgación.

Al respecto, Luis Hernández Navarro (2023) advierte que el documento “está escrito con fraseología pretenciosa, hermetismo y uso y abuso de la jerga académica, que lo aleja de su propósito: explicar, de manera ordenada, accesible y concisa, el tema, para que los docentes que lo lean, comprendan con facilidad lo que se dice.”

Si bien, esto no se encuentra en todo el libro, sí predomina en ciertos elementos teóricos que requieren de mayor tiempo de análisis y estudio.

Sobre la evaluación, el archivo señala que “busca superar la confusión histórica que existe entre asignar un número, un valor o medir.”

Esta confusión, agrega, “ha generado que cuando se expresa que se ha realizado una evaluación, en realidad lo que se hizo es emitir un juicio, la mayoría de las veces en forma numérica, sin trabajar a plenitud el concepto evaluación y en particular, la potencialidad que la evaluación formativa ofrece para analizar, impulsar y mejorar los procesos vinculados con la formación y al aprendizaje.”

Al respecto propone una evaluación formativa, la cual “no se puede formalizar, surge del trabajo escolar, requiere que Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) estén en disponibilidad de reflexionar sobre sus logros, sus pendientes de trabajo, las dificultades que enfrentan y, sobre todo, sus compromisos personales y grupales para continuar trabajando.”

Sobre las calificaciones, reconocen que es una necesidad del sistema educativo que difícilmente refleja “la complejidad de los procesos que subyacen en la formación y el aprendizaje de los alumnos, pero necesita llevarse a cabo con criterios claros, asumidos por maestros y alumnos.”

En este sentido, propone que el maestro determine “para cada periodo de calificación las evidencias que tomará en cuenta para ello: trabajos escritos, elaboración de periódico mural, resolución de ejercicios, elaboración de alguna tarea en específico, resolución de un examen o cualquier otro tipo de evidencia, que puede concentrar a través de algunos de los instrumentos conocidos: portafolio, rúbrica, lista de cotejo.”

Sin embargo, advierten que la calificación “tiende a deformar el proceso educativo, en muchas ocasiones se convierte en la finalidad del trabajo escolar. Será necesario trabajar mucho para que ocupe el lugar que tiene en el sistema educativo, posibilitando que se trabajen con mayor profundidad los procesos que la evaluación en sentido pedagógico puede desarrollar.”

Este libro puede representar de manera más contundente a la Nueva Escuela Mexicana. Si bien, es un documento no oficial y por ello resulta complejo dar una visión integral del mismo por las diversas versiones filtradas en distintos medios; se debe reconocer que tiene elementos fundamentales para tratar de entender de manera más completa el proyecto educativo del actual sexenio. Ojalá hubiera llegado al principio de la reforma educativa y no al final del actual gobierno.

También corre el riesgo (al igual que toda la actual Reforma Educativa) de que esté sometida a los tiempos y lógicas partidistas y electorales. Por años, los expertos en educación y analistas educativos han dicho que para que un proyecto educativo pueda emitir sus primeros resultados, es necesario que sea transexenal y que a mediano plazo (al menos 15 años) se pueda hacer una evaluación del mismo.

Si en el siguiente proceso electoral (2024) llegan personas que no son afines a esta iniciativa y deciden echar todo para atrás (como sucedió en 2012 y 2018) y establecer una nueva reforma educativa, nunca se sabrá si esto ha dado buenos o malos resultados.

Su análisis se debe realizar desde diversos planos y de la manera más objetiva posible. Sus aspectos positivos y negativos deben ponerse en una balanza para poder descartar o fortalecer su contenido y aplicación en las escuelas.

La tarea de los actores educativos no será fácil. El papel de las autoridades será dar acompañamiento y brindar las condiciones necesarias para que las y los docentes hagan su tarea. A los investigadores y expertos, les toca analizar y proponer elementos que ayuden a resolver las dificultades del sistema educativo nacional. A los medios de comunicación nos corresponde además de comunicar y divulgar los temas educativos, crear puentes entre docentes, investigadores y tomadores de decisiones para poner en la agenda de discusión, los temas relevantes en materia educativa. A los alumnos y padres de familia, ser más cercanos e involucrarse en los procesos educativos y el cuidado de las escuelas. A los docentes, retomar el liderazgo y exigir una verdadera revalorización del magisterio. [MLMS5]

Todas y todos tenemos tareas; son urgentes y toca ponernos de acuerdo.


*Erick Juárez Pineda. Periodista especializado en educación. 

Twitter: @elErickJuarez


[1] DECRETO por el que se expide la Ley General de Educación y se abroga la Ley General de la Infraestructura Física Educativa. (2019). Diario Oficial de la Federación. Recuperado 4 de febrero de 2023, de https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5573858&fecha=30/09/2019#gsc.tab=0

[2] Recomiendo la lectura de Abelardo Carro Nava “La nueva familia de libros de texto gratuitos. Algunas reflexiones” en Revista Aula https://revistaaula.com/la-nueva-familia-de-libros-de-texto-gratuitos-algunas-reflexiones/?fbclid=IwAR1uNYIhiSmVcKX41YkX1q6XbluWc_Gt4_fqHgPwS7TlUZOUUf7i-GdQELQ

Fuente de la información:  https://revistaaula.com

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Vuelve El Mexe a su sede original y reanuda actividades presenciales

Por: Juan Ricardo Montoya

Francisco I. Madero, Hgo., Tal como lo prometió en su campaña proselitista el presidente Andrés Manuel López Obrador, la escuela normal rural Luis Villarreal El Mexe, ubicada en Tepatepec, cabecera municipal de Francisco I. Madero, regresó ayer a sus instalaciones con clases presenciales.

Volvieron al plantel sus 240 alumnos, quienes laboraron a distancia desde marzo de 2020 y tomaron durante tres meses en el casco de la hacienda que por más de 80 años fue sede de la rectoría, para demandar que se reiniciaran las actividades con alumnos y profesores en el lugar.

El Mexe permaneció en receso durante 14 años, desde que el entonces gobernador priísta Miguel Ángel Osorio Chong cerró la normal el 6 de julio de 2008. La Universidad Politécnica de Francisco I. Madero operó en sus edificios hasta este martes.

Ayer se realizó una ceremonia en la explanada ubicada frente al casco de la ex hacienda de El Mexe, a la que acudieron funcionarios de las secretarías de Educación Pública federal y estatal. La Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH) omitió explicar por qué no asistió su titular, Natividad Castrejón Valdez.

En el acto se presentó a los estudiantes al ex diputado local por el partido Morena Armando Quintanar Trejo, egresado de El Mexe, como el nuevo rector de la normal rural Luis Villarreal. También se conoció a la plantilla de 20 profesores temporales, todos con posgrados en educación con especialidad en enseñanza rural e indígena, contratados por la SEPH.

Entre los concurrentes figuraron docentes de la escuela normal rural Vasco de Quiroga de Tiripetío, Michoacán, que brindaron a los alumnos de El Mexe durante dos años, de forma gratuita, clases por Internet ante la falta de mentores.

Alisel Lara, dirigente del Comité Ejecutivo Estudiantil, intervino en la ceremonia. En su oportunidad, dijo que este martes damos un gran paso, es un acto histórico; el camino ha sido arduo, lleno de tristeza, hambre, frío, incertidumbre, pero lo más grande que hemos tenido es necesidad de estudiar, de ser mejores personas cada día. Hoy, la gloriosa normal Luis Villarreal abre sus puertas e inicia trabajos pedagógicos de forma presencial.

Destacó que esto no significa el fin de la lucha, y que los normalistas pugnarán hasta lograr que la normal cubra todas las necesidades de sus 240 alumnos, con un internado que dé albergue permanente a educandos de bajos recursos provenientes de otras entidades.

En entrevista, Mario Chávez Campos, director general de Educación Superior para el Magisterio del gobierno federal, dio a conocer que se prevé destinar a El Mexe el año entrante un presupuesto de 62 millones de pesos de recursos estatales y federales, así como del programa S300 para el fortalecimiento de la excelencia educativa.

Agregó que El Mexe necesita muchas cosas, entre ellas rehabilitar espacios. La intención es costear con dinero federal todo el proyecto integral, y el gobierno estatal otorgará recursos para la operación y funcionamiento para la normal, adelantó.

Tenemos (fondos) para hacer el internado y para concluir la rehabilitación y acondicionamiento del casco histórico, para una matrícula máxima de 480 estudiantes que tendrá El Mexe en todos los semestres, agregó.

A su vez, el rector Quintanar Trejo expuso que si bien se han manifestado diversas cifras para conformar el presupuesto para la escuela, no podemos asegurar ni decir que efectivamente tendremos ciertas cantidades.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

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La Violencia hacia la mujer y la 4T

Por: Karen Campos

El gobierno de la 4T, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, significa para muchos una esperanza de transformación social, un gobierno y un presidente que representa los intereses del pueblo trabajador, olvidado, empobrecido y sumergido en la extrema violencia gracias a los manejos corruptos y desmedidos de los gobiernos del PRI y el PAN.

Sin lugar a duda, este gobierno ha estado removiendo las aguas y está salpicando de beneficios a los sectores más vulnerables de la clase obrera con sus programas sociales, sin embargo, sólo las mueve en la superficie, sin acercarse al fondo turbio que ha originado todo este ambiente de miseria e inseguridad en la sociedad. En ese fondo turbio se encuentra el capitalismo, que para sobrevivir requiere alimentarse de la explotación hacia la clase obrera.

Con respecto a la cuestión de la mujer, no es un secreto para nadie que hay un enorme foco rojo en México por la violencia de género que, si bien es un mal heredado de gobiernos anteriores, el gobierno de la 4T no ha podido frenarla. ¿La violencia hacia la mujer es resultado de manejos estatales corruptos o de un sistema social decadente?

El gobierno de la 4T se ha declarado feminista, dado que por primera vez se ha logrado un gabinete paritario, lo cual, según su postura, es un avance y una clara muestra de igualdad entre hombres y mujeres. La presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres, Nadine Gasman, declaró que el 58% de las beneficiarias de los Programas para el Bienestar son mujeres de zonas rurales, empobrecidas, afromexicanas e indígenas. María Fabiola Alanís, titular de la Conavim, declaró que durante este gobierno ha habido una inversión histórica de 302 millones de pesos para los Centros de Justicia para las Mujeres y se han emitido 7 alertas por violencia de género. Todos estos podríamos considerarlos como avances significativos para resolver los problemas de las mujeres, pero analicemos algunos datos.

De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, existe una brecha salarial promedio del 15%, analizada desde 2017 hasta el primer trimestre del 2020, lo que representa que por cada $100 de salario de un hombre, una mujer obtiene $85. Esta brecha salarial evidentemente pone en desventaja económica a las mujeres con respecto a los hombres, por lo tanto, esta condición social genera un proceso de dependencia económica que obliga a las mujeres a permanecer o mantener relaciones de pareja, en muchas ocasiones violentas, debido a que su salario no es suficiente para mantener el hogar, generando un proceso de reproducción de la violencia y vulnerabilidad. Entonces, tenemos paridad en el Congreso, tenemos paridad en el gabinete gubernamental, pero de qué nos sirve si no tenemos paridad en los salarios y estamos bajo el yugo de la dominación económica que nos violenta como parte de la clase obrera y como mujeres. Esto no quiere decir que debamos entonces pugnar por que bajen los salarios de los hombres y los igualen a los de las mujeres, sino todo lo contrario, esto significa que tanto hombres como mujeres debemos organizarnos y luchar juntos, como clase explotada, por incrementar nuestros salarios y derechos laborales de por sí raquíticos y muy golpeados. Por lo tanto, esta declaración de la 4T sobre su feminismo muestra las claras limitantes de esta corriente, pues su paridad sólo representa un avance para las mujeres de arriba, las que no conocen el verdadero mundo de la pobreza y violencia que vivimos a diario las mujeres de la clase obrera. Así que no, esto no es un avance en el proceso de igualdad entre hombres y mujeres, al menos no para la mayoría de nosotras.

En México viven 65.5 millones de mujeres, de las cuales 50 millones están en riesgo de pobreza o en situación de pobreza. Esto significa que, de acuerdo con el último estudio de medición de la pobreza de la Coneval, 8 de cada 10 mujeres en el país viven bajo condiciones de pobreza o vulnerabilidad por la falta de ingresos o carencias sociales. El 67.1% de las mujeres mexicanas presenta al menos una carencia social, el 21.9% presenta tres o más carencias. Un tercio de la población femenina nacional económicamente activa o está afiliada al IMSS o al ISSSTE, lo que significa que no sólo no tiene acceso a la seguridad social, sino que tampoco podrá acceder a una pensión para el retiro o un crédito de vivienda. La pandemia ha profundizado aún más la crisis económica ya presente, donde las principales afectadas han sido las mujeres, pues los índices de desempleo femenino aumentaron con la crisis sanitaria.

Si bien los programas sociales están siendo de gran ayuda para los sectores más vulnerables de la población, estos no son suficientes, pues son como tal un apoyo, mas, no una solución al problema principal, que son la falta de empleo y oportunidades de desarrollo. Todas estas condiciones de pobreza y marginación también son un caldo de cultivo para la reproducción de la violencia hacia la mujer, pues al no existir las condiciones mínimas de salubridad, empleo y desarrollo educativo, la barbarie se reproduce. Estas condiciones obligan a las mujeres a buscar oportunidades de cualquier tipo para sobrevivir, como involucrarse con el crimen organizado, acceder a la prostitución, trabajar en empleos muy precarizados con nulos o pocos derechos laborales, donde los niveles de explotación y violencia son extremos. Por lo tanto, claro que estamos de acuerdo en que se entreguen programas sociales, incluso estos deberían extenderse para que más población pueda tener acceso a ellos, pero no podemos hacerlo cerrando los ojos ante el origen de todo este proceso de desigualdad social y barbarie que ha generado el capitalismo a partir de la acumulación de riquezas de una clase minoritaria que se vuelve cada vez más rica mientras nosotros nos volvemos cada vez más pobres.

Es necesario que, si el gobierno de la 4T quiere ser consecuente con su slogan de “Primero los Pobres”, se encamine entonces hacia la destrucción de este sistema de opresión, pues de lo contrario, se va a quedar en el camino intentando hacer este sistema “un poco más justo”, pues no hay nada justo en la defensa de la propiedad privada y en la apropiación del beneficio del trabajo ajeno, sin los cuales el capitalismo simplemente no podría existir.

Desde que inició el gobierno de AMLO y hasta mayo del 2021, ha habido 2,400 asesinatos de mujeres por razones de género y 7,100 han sido víctimas de homicidio doloso. En 2019 se registró el 89.6% de impunidad para casos de homicidio doloso y 51.4% de impunidad en feminicidios, teniendo un porcentaje general de impunidad del 94.8% de todos los delitos denunciados en 2020. El último reporte del INEGI indica que 10 mujeres son asesinadas al día en este país, más de la mitad son asesinadas por sus parejas o familiares cercanos y casi tres cuartas partes son asesinadas con armas de fuego o por estrangulamiento.

Derivado del confinamiento por la pandemia, el Sistema Nacional de Seguridad Pública indicó que de enero a mayo del 2021 hubo 106,603 reportes de casos de violencia familiar, en todo 2020 se reportaron 220,031 casos, que ha sido la cifra más alta desde el 2015. Estos datos nos hacen preguntarnos si las inversiones a los Centros de Justicia para Mujeres y las alertas de género emitidas en los estados están siendo efectivas para combatir y erradicar la violencia hacia la mujer en México. Las cifras son crudas, la respuesta es no.

La violencia hacia la mujer no se da porque los sistemas de justicia no son eficientes (aunque son un reflejo de ésta), sino porque el tejido social está extremadamente dañado. Se podrá avanzar en instalar más centros de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia, aumentar los senderos seguros y la vigilancia, preparar a policías y ministeriales con perspectiva de género, desarrollar protocolos de atención y prevención de la violencia, casas y refugios para mujeres violentadas, etc. Puntos en que sabemos que el gobierno de la 4T invierte y procura atender. El problema real es que todas estas medidas solo son paliativos para disminuir la violencia, pero no para erradicarla, además de que tan solo con buenas intenciones no va a desaparecer un problema que radica en la estructura del sistema capitalista, la cual la 4T y sus políticas reformistas no están dispuestas a tocar y mucho menos a modificar.

Todos los días nos enfrentamos a una realidad de pobreza, hambre, marginación y violencia extrema, una realidad donde los sectores más vulnerables, las mujeres y la infancia, pagan las peores consecuencias. Desde el origen de la propiedad privada y la sociedad dividida en clases, la mujer ha sido colocada en un papel de subordinación y sumisión ante el hombre, lo que históricamente nos ha puesto en desventaja y vulnerabilidad económica y social. Para la sociedad dividida en clases, las mujeres no somos más que un elemento de propiedad del hombre, destinada a obedecer y callar, a servir y satisfacer, a reproducir y criar; estamos inmersas en un sistema donde las prácticas machistas y misóginas son aceptadas y aplaudidas social y culturalmente, pero éstas se reproducen no en beneficio de un género, sino en beneficio de una clase, que se aprovecha de nuestras condiciones de subordinación para obtener beneficios de la doble explotación. Para el capital las mujeres no somos más que una máquina de reproducción de la clase obrera y carne de cañón para la explotación asalariada y, mientras estas condiciones que originan la opresión de la mujer no cambien, la violencia hacia nosotras no podrá ser erradicada.

Es por esto que, aunque este gobierno progresista tenga las mejores intenciones de mejorar nuestras condiciones de vida para podernos desarrollar en un ambiente seguro y libre de violencia, no podrá avanzar sin una lucha decidida contra el sistema de opresión capitalista. Todas sus propuestas y planes estarán siempre limitados ante las necesidades de lucro de la clase burguesa, por lo que no podremos avanzar hacia un proceso de igualdad social. Para esto es necesario defender un programa diferente, un programa socialista, donde sí se planteé la necesidad de romper con el sistema capitalista, donde se combata, desde las bases de la organización obrera, a los defensores de la propiedad privada. Sólo de esta forma los hombres y mujeres de la clase obrera podremos tomar nuestro destino en nuestras manos e iniciar un proceso de reconstrucción social, eliminando la explotación y la miseria, educando a las nuevas generaciones en un ambiente de prosperidad y colectividad, donde la herencia sangrienta de la violencia hacia la mujer no sea más que un amargo recuerdo del extinto capitalismo voraz.

En aras de esta necesidad imperante de la lucha por el socialismo para la liberación de las mujeres y de la clase obrera, hacemos un llamado a organizarnos, apoyando las demandas transicionales que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida, pero empujando al movimiento a ir más allá, a no conformarnos con migajas reformistas. Lo queremos todo, porque somos nosotros, la clase obrera los que generamos la riqueza y es por ello que merecemos vivir en un mundo libre de la violencia y la barbarie del capital.

Fuente de la información e imagen:  https://marxismo.mx/

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