Los perros como maestros de la empatía en el aula

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España es pionera en la terapia asistida por animales para la prevención del bullying.

El bullying es un problema serio en la comunidad educativa desde que la educación estandarizada existe. A pesar de su prevalencia, sigue siendo un tema infraestudiado en Latinoamérica. De acuerdo con la ONG Bullying sin fronteras, las estadísticas sobre el tema son escasas, las más recientes antes de las provistas este año por ellos mismos en colaboración con la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) datan de 1990.

México ha visto un gran aumento en las estadísticas de violencia estudiantil. Bullying sin fronteras sostiene que en los últimos tres años siete de cada diez niños sufrían acoso escolar, y recientemente esta cifra subió a ocho de cada diez, colocando a México en el primer lugar de bullying en el aula entre los países participantes de la OCDE. En Estados Unidos esta cifra es uno de cada cinco. Ante esta situación, el rubro educativo se ha concentrado en una posible solución a través de aliados que no hubiéramos imaginado antes: los perros.

La prevención tiene cuatro patas

En el 2017, la Fundación Affínity, en conjunto con la escuela Lleó XIII en Barcelona (Cataluña), lanzaron el programa piloto “Respétame”, que consiste en educación asistida por animales para combatir el acoso escolar. La iniciativa funciona como una asignatura más en el horario escolar. Dentro de este espacio se manejan terapias asistidas con perros que tienen como objetivo principal fomentar el respeto, prevenir el bullying y reforzar la inclusión entre los estudiantes.

“Desde un aumento de la autoestima, o de la tolerancia a la frustración, el reconducir conductas no adecuadas, el saber trabajar en equipo, algo que parece muy simple, pero que a ellos les cuesta”. Dice Maribel Villa, técnica de la fundación, refiriéndose a los estudiantes y los beneficios que el programa les otorga, esto en una rueda de prensa realizada en el 2018. Agrega que se pueden trabajar innumerables objetivos para mejorar la inteligencia emocional de los alumnos en un curso electivo como este.

Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity, explicó durante el mismo evento la clave por la cual los perros son tan efectivos en el proceso enseñanza-aprendizaje de herramientas para fortalecer la salud emocional de los estudiantes y prevenir el bullying, entre otras cosas. Buil sostiene que los canes proveen un espacio seguro que es instrumental para que niños y jóvenes ejerzan la escucha y la empatía sin sentirse juzgados. Gracias a esta dinámica, niños y adolescentes pueden formar vínculos saludables con los animales de terapia y repetir estos patrones positivos en la relación entre el alumnado y personas fuera del aula.

Lo que hay detrás del perro

Existen otras instancias de prevención del acoso a través de la terapia con perros en España, como la asociación asturiana Entrecanes, que realizan diversas intervenciones asistidas con perros en ambientes como escuelas, universidades y empresas. En materia de educación, ofrecen planes para intervenir en las escuelas y reforzar el aprendizaje de las habilidades sociales necesarias para prevenir o reducir el acoso escolar.

“El objetivo es mejorar la convivencia en el aula, la cohesión grupal y trabajar aspectos como las emociones, la resolución de conflictos o la empatía”, expresa Oscar Bueno, portavoz de la asociación Entrecanes para El País. Reiteró que los talleres de intervención están dirigidos ya sea a la prevención de acoso o a su disminución en caso de que ya se haya presentado, agregando que es importante entender la diferencia al momento de trazar las metas. Destacó que los talleres y programas de esta naturaleza no se apoyan solamente en los perros, sino en profesionales de la psicología, la docencia y contenidos teóricos que ayudan a poner en contexto lo que se necesita que los alumnos aprendan para forjar vínculos positivos.

Una segunda oportunidad para los canes

El enfoque de la terapia o educación asistida con perros es la de ayudar a personas con problemas específicos de aprendizaje, comportamiento y manejo de emociones, pero un beneficio no declarado es la oportunidad de una vida útil y feliz para los perros que realizan estas tareas, especialmente en Latinoamérica donde el problema del abandono de mascotas es tan rampante. En México, el 70 % de los perros viven en situación de calle, colocando al país en el primer lugar de abandono canino en América Latina. Durante la pandemia, el abandono de mascotas aumentó un 20 % de acuerdo a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT). El organismo sostiene que solo el 10 % de los animales en los albergues son adoptados.

México y el resto de Latinoamérica comienzan a ver las ventajas de rescatar perros para integrarlos a programas de terapia y acompañamiento de diversos propósitos. Ya sea para el apoyo de niños con autismo, manejo de duelo y educación asistida. Si bien no se cuenta en el continente con organizaciones con treinta años de experiencia en programas personalizados, como Affinity, lo que se puede encontrar son nuevas ideas y entusiasmo por aprender cómo potencializar esta vertiente de apoyo educativo y psicológico.

En México se formó la asociación de Terapeutas Caninos México AC, además de la comunidad de Perros de Terapia en México. Colombia también se ha sumado a la tendencia con organizaciones como LATIMOS, que incluye desde educación para perros hasta talleres de intervención con perros entrenados para dar terapia.

¿Habías oído hablar de la terapia asistida con animales en el salón de clases? ¿Has estado en alguna sesión de este tipo? ¿Cuál fue tu experiencia? ¿Conoces algún otro tipo de terapia con animales distintos a los perros? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/perros-contra-bullying

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¿Qué pasa en la UNAM?

Por: Roberto Rodríguez

En los últimos meses han ocurrido en la Universidad Nacional una serie de paros, toma de instalaciones y suspensión de actividades en varias de las entidades de la institución, principalmente en las escuelas del bachillerato. Al momento de escribir esta colaboración se mantienen en suspensión cuatro planteles de la UNAM: las preparatorias Tres, Siete y Nueve, así como la Facultad de Filosofía y Letras.

En noviembre del año pasado se suspendieron actividades dos semanas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. En esa coyuntura, el tema de la violencia de género ocupó el lugar central, y la solución del conflicto se derivó del compromiso institucional de atender a las demandas formuladas por el colectivo de mujeres que participó en la toma.

Un elemento común de las actuales expresiones de protesta ha sido el reclamo por la insuficiente atención a demandas relacionadas con acoso y otras formas de violencia de género. Desde la perspectiva de los grupos estudiantiles que han protagonizado o participado en esos eventos, las autoridades universitarias han sido omisas para resolver la problemática. También se ha señalado la inoperancia de dispositivos tales como protocolos, recomendaciones o campañas centradas más en la persuasión que en un efectivo rediseño de las pautas de convivencia universitaria.

En algunos casos, principalmente en las escuelas de bachillerato, a las demandas de género se han agregado otras: las condiciones de seguridad dentro y en el entorno de los planteles, los servicios de auxilio médico, el equipamiento de aulas y talleres, e incluso la disponibilidad de espacios para los colectivos de acción política y cultural. Persiste la exigencia de erradicar el porrismo en las escuelas y se han denunciado casos de posible corrupción o abuso de autoridad de funcionarios e incluso profesores, entre otros temas. Además se demanda la reformulación de los protocolos para la atención de las formas de violencia de género, en cuyo diseño participen los colectivos de mujeres estudiantes, la impartición de asignaturas obligatorias para concientizar a los estudiantes en la temática, así como la creación de servicios para el apoyo psicológico y jurídico a las víctimas.

Una de las demandas más complejas, presente en varios de los paros, es aquella que exige la expulsión o despido, según el caso, de estudiantes, académicos, funcionarios o trabajadores que han sido señalados, incluso en forma anónima, como posibles victimarios o cómplices de casos de acoso o violencia sexual. Las posibilidades de un procesamiento con justicia de acusaciones de esta naturaleza probablemente exceden las capacidades institucionales, por ello su solución no es sencilla como elemento de una negociación mutuamente satisfactoria entre las partes.

Una pregunta que ronda el ambiente es ¿se trata de movilizaciones aisladas, de movimientos articulados entre sí, o de protestas dirigidas desde el exterior universitario para desestabilizar a la institución? Las hipótesis de un complot contra la institucionalidad cobraron credibilidad en la coyuntura del proceso de elección del rector a finales del año pasado, entre otros factores por la participación en el proceso sucesorio de la directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. La reelección de Enrique Graue al frente de la Universidad no modificó sustancialmente la conflictividad de la protesta; quienes pensaban que una vez concluido el trámite de cambio o renovación de la rectoría se aplacaría el conflicto estaban equivocados, ello no ocurrió así, más bien al contrario.

No puede dudarse que los grupos promotores de las tomas de instalaciones se comunican entre sí, es de sentido común. Pero hay una distancia entre ello y la hipótesis de un único movimiento coordinado y articulado por una dirección central y estratégica. Es poco probable si se toma en cuenta la relativa diversidad de expresiones, demandas específicas, fórmulas de negociación e incluso la auto-caracterización de los colectivos protagonistas. Todo parece indicar, más bien, que hay una influencia recíproca en los repertorios de la protesta, en el eje compartido sobre las demandas de género y probablemente también en los esquemas de resistencia/negociación.

Desde luego es llamativa la dificultad que priva hasta el momento para la operación de canales de diálogo eficaces. El caso de la Facultad de Filosofía y Letras, en que las aproximaciones desde la autoridad con propósitos de una negociación convencional conducente a la devolución de las instalaciones han sido infructuosas. Tampoco han rendido el fruto esperado las opciones de intermediación entre las partes del conflicto, y no se advierte cuál podría ser la ruta de solución. En la Preparatoria 9, las cosas han cobrado un perfil todavía más complejo por la confrontación de grupos de estudiantes y padres de familia que buscan recuperar, motu proprio, las instalaciones. Cuando el espacio de autoridad es ocupado por otros actores, las cosas andan muy mal.

Las clases han iniciado y los paros siguen. Seguramente por ello las autoridades de la Universidad intentan una solución urgente. Pero el retorno a la “normalidad” confronta, precisamente, el tema central de la protesta. ¿Se espera que las comunidades de estudiantes y académicos operen como una presión para finalizar los paros? No es sencillo, por una razón: con cada vez mayor claridad se generaliza la opinión según la cual las demandas son legítimas aunque los medios para hacerlas cumplir no lo sean en la misma dimensión.

¿Y por lo tanto? Dos riesgos claros: uno es que los conflictos escalen en el entorno universitario, lo que podría suceder si no se consigue su anticipación y procesamiento. El otro es que el fenómeno pueda ser replicado en otras instituciones. Ello no es impensable e implica asumir, antes que sea tarde, respuestas que atiendan la problemática de género en cada una de las instituciones de educación superior y centros de bachillerato.

También hay una tarea para los legisladores: incorporar a la nueva Ley General de Educación Superior la perspectiva de género en su doble dimensión: oportunidades equitativas y respeto íntegro a la dignidad y seguridad de las personas.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/que-pasa-en-la-unam/

Imagen: https://pixabay.com/photos/unam-library-th-university-mexico-2167334/

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Hablemos de duelo: Manual práctico para abordar la muerte con niños y adolescentes

Hablemos de Duelo es un manual práctico, elaborado por Patricia Díaz Seoane y Fundación Mario Losantos del Campo FMLC (@FundacionMLC)que ayuda a los padres, profesores y adultos en general a solucionar sus dudas sobre el duelo infantil y a encontrar la mejor forma de explicar a los niños qué es la muerte, un tema a menudo difícil de abordar.

La autora de la guía es Patricia Díaz Seoane, psicóloga infanto-juvenil y miembro del equipo de expertas de la FMLC. La guía se distribuye gratuitamente en las charlas escolares que imparte FMLC, dentro del proyecto Hablemos de duelo y puede descargarse gratuitamente desde su página web.

En Hablemos de duelo puedes encontrar cómo atender las situaciones comunes y las excepcionales.

Este manual gratuito busca ser una herramienta práctica para ayudar a los padres y profesores a atender y acompañar el duelo infantil.

Ofrece respuestas concretas a las diferentes situaciones que pueden darse en el seno de la familia cuando fallece un ser querido, desde las dudas más habituales:
  • ¿Puedo llevar a mi hijo al tanatorio?
  • ¿Cómo le explico una incineración?
Hasta los escenarios más complejos 
  • ¿Debo comunicarle un suicidio?
  • ¿Cuándo es necesario buscar ayuda terapéutica?
El manual incluye también 
  • Un apartado especial sobre cómo atender el duelo en personas que padecen una discapacidad intelectual
  • Un capítulo dirigido a profesores, para facilitar la atención de los alumnos en el colegio, un lugar donde los niños pasan muchas horas al día y desde el cual pueden recibir un apoyo crucial para superar un duelo.
Fuente: https://creaconlaura.blogspot.mx/2016/12/hablemos-de-duelo-manual-practico-para.html
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Grafiteros y jóvenes sirios le dan color a un campo de refugiados en el Líbano

Líbano/22 de Mayo de 2017/Sinembargo.MX

“Painting On Camps Walls” formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future que busca usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios.

El campo de refugiados sirios en el valle de Beqaa, en el Líbano, donde viven casi un millón de refugiados, ahora tiene un toque de color gracias a un proyecto donde niños sirios ayudados por un dúo brasileño de grafiteros llamado Cosmic Boys decoraron una escuela con arte tecnicolor.

La campaña llamada “Painting On Camps Walls” (Pintando en los muros del campo) formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future (Futuro Cósmico) que quiere usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios. Participan Conexus Project, colectivo de arte nómada; Al Caravan, que organiza talleres educativos, de entretenimiento y culturales para niños y adultos sirios desplazados; Cosmic Boys, formado por Rimon Guimarães y Zéh Palito; encargada Sheila Zago; y la documentalista francesa Agathe Champsaur.

Todos lanzaron una campaña para financiar su trabajo y publican actualizaciones sobre el progreso de su trabajo en Facebook y YouTube.

Sus motivaciones aparecen a continuación:

“En un momento de fuerte flujo de inmigración debido a los conflictos internacionales, la gente busca oportunidades para sobrevivir, lugares para vivir –para esperar o comenzar una nueva vida. Muchos terminan viviendo en condiciones no ideales entre campamentos de refugiados y asentamientos, donde no se accede fácilmente a la educación y los niños y adolescentes a menudo dejan de estudiar.
[…]
Creemos que el arte puede traerles un poco de alivio, perspectiva y habilidades para hacer su espera menos dolorosa –y darles una voz para expresar lo que están experimentando, junto con la visibilidad internacional. Por lo tanto, nuestro objetivo es participar con niños y adolescentes refugiados que viven en estos espacios, tratando de convertir sus expectativas de vida baja, ¡en la esperanza de un brillante Futuro Cósmico!

Zeh Palito (delante), Rimon Guimarães (centro) y Khaldoun Al Batal (atrás). Foto: Facebook de Conexux Project.

AL CARAVAN 

Desde 2013, Al Caravan ha estado llevando arte y otros esfuerzos educativos a los sirios desplazados. Para la organización, la idea nació un año antes, cuando la fuerza aérea del régimen sirio lanzó bombas sobre la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, durante el día, lo que obligó a sus habitantes a escapar y a abandonar sus hogares temporalmente.

Khaldoun Al Batal, cofundador de Al Caravan, contó a Global Voices la historia completa:

 “Éramos dos amigos, Kasem Hammad y yo, que sentimos el potencial de un lugar móvil para restaurar los bienes de la gente mientras estaban lejos de sus hogares, idealmente caravanas distribuidas en esa área para miniproyectos agrícolas. Piden a un fabricante que haga una “Caravana Mágica” para las actividades para niños. Nuestro equipo quedó roto cuando mi amigo murió en una incursión de las fuerzas sirias, pero insistí en continuar con el proyecto.

En enero de 2013, Al Caravan se dedicó a recorrer las zonas remotas para proporcionar aprendizaje básico, educación y actividades de entretenimiento a los niños desplazados. No sustituye a la escuela, sino que es una especie de refuerzo de la sociedad civil. El equipo creció a 15 activistas que sirven a cerca de mil 500 niños en tres provincias sirias, Idlib, Aleppo y Latakia. Hoy en día, Al Caravan está actuando en varias zonas de Siria y algunos campamentos de refugiados en Turquía, Líbano e incluso Alemania”.

A pesar de contar con una financiación limitada, Al Caravan reunió a un equipo de alrededor de 100 voluntarios dentro y fuera de Siria, junto con activistas del campo educativo para ofrecer su experiencia y trabajo a niños sirios y utilizar las redes sociales para comunicarse con el mundo exterior.

Los objetivos del proyecto son crear una generación que disfrute de las artes como parte esencial en la formación de la personalidad de los niños, lejos de la violencia, y también apoyo psicológico.

El trabajo de alrededor de 3 mil niños que participan en estas pinturas se expuso en París y Montreal, con planes de formar a 25 niños para presentar un espectáculo sobre los derechos de la niñez de las Naciones Unidas con sol vocal y canciones folclóricas.

En una reciente publicación en Facebook, Zeh anunció su visita a Damasco, Siria para pintar más paredes de esperanza:

“Cuarto día en Siria: En medio de la guerra, comenzamos a pintar nuestro mural en el centro de la capital del país. Un día muy importante en mi vida por la importancia que este mural lleva y por toda la situación que enfrenta este país. No quiero ser pretencioso pero, tal vez, también sea un día muy importante para el momento que vive el país. La chispa que inició la guerra en 2011 fue un grafiti hecho por adolescentes. Hoy, 2017, estamos aquí pintando un mural con el objetivo de difundir el amor y la esperanza a través del arte. Si conseguimos cumplir nuestra misión de pintar este mural sin ningún problema, este mural será el más grande del país. Algo que nos anima mucho y nos da la energía para seguir pintando en medio de todos los riesgos que corremos y toda la dificultad a la que nos enfrentamos por estar aquí. Pequeño detalle: llegamos al país en coche blindado y pintamos rodeados de seguridad armada.

Los sirios en general son gente muy receptiva, muy amistosa, siempre nos tratan de la mejor manera posible. En las calles, muchos soldados armados, revistas de autos y personas en todas las avenidas y varios puntos estratégicos de la ciudad. Sonido de bombas, aviones, disparos durante el día que se intensifican por la noche. Creo que ahora podemos “abstraer” los ruidos de la guerra que tiene lugar a seis kilómetros de donde estamos. La tensión está en todas partes, pero la alegría también. Algo difícil de explicar. El casco antiguo es magnífico y lleno de historias, el mercado, la arquitectura, la comida, todo muy único. La gente es hermosa y cariñosa a pesar de los pesares. Hoy el secretario de Cultura del país hizo un hermoso discurso público diciendo que llevamos “armas”… nuestros pinceles traen esperanza”.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/14-05-2017/3216639

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Profesora china expone su programa de apoyo psicológico en Foro Mundial de Educación y Habilidades

Asia/China/16 Abril 2016/Fuente: mba/Autor:Pueblo en Línea (China)

Yang Boya, la única profesora china clasificada entre los 10 mejores profesores del mundo por el Global Teacher Prize, dialogó con la audiencia global sobre sus programas de apoyo psicológico y sobre el sistema educativo de China.

Yang, de 28 años, es profesor de psicología de la Escuela Secundaria, afiliada a la Kunming Teachers College de la provincia de Yunnan. Ella ha establecido un centro donde los estudiantes pueden buscar orientación profesional a la hora de enfrentar los retos de la vida.

«Como psicóloga y maestra, desde hace cinco años desarrollé programas de apoyo para adolescentes», afirma Yang. «Hemos interactuado con muchos adolescentes de diferentes escuelas, tratando de entender sus problemas y aspiraciones».

Yang y su equipo se han dado cuenta que los valores de los adolescentes reflejan los valores de sus familias.

«Incluso cuando lograron mejorar dentro de nuestro programa, sus viejos hábitos regresaron tan pronto como volvieron a casa», asegura Yang.

Así que comienzaron a desarrollar un programa de entrenamiento dirigido a sus padres.

«Nuestro programa es altamente interactivo, utilizamos simulaciones, juegos de roles y otras actividades experimentales para ayudar a los padres a entender el desarrollo de un adolescente e irlos encaminando a lograr empatía con sus hijos para que logren caminar juntos por la vida».

De acuerdo a su estrategia, hay un triángulo fundamental para el éxito del programa de apoyo psicológico: los jóvenes, sus padres y el gobierno.

«Recibimos una llamada telefónica del gobierno local que quería colaborar para expandir y ampliar el programa. El apoyo gubernamental nos trajo más credibilidad, experiencia técnica y recursos, y también más especialistas dispuestos a colaborar”, enfatiza Yang.

Fuente de la noticia: http://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/profesora-china-expone-su-programa-de-apoyo-psicologico-en-foro-mundial-de-educacion

Fuente de la imagen:

http://mba.americaeconomia.com/sites/mba.americaeconomia.com/files/styles/article_main_image/public/field/image/captura_de_pantalla_2017-04-14_a_las_12.00.27.png?itok=z0doK

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España: Prevenir el acoso escolar desde el minuto cero

Europa/España/13 de septiembre de 2016/Fuente: elpais

El problema crece cada año y sufre de un mismo mal: la falta de respeto.

El acoso escolar es una realidad en nuestro país. Y además, es un problema que crece cada año en torno a una misma pauta de comportamiento: la falta de respeto. Parece difícil educar a nuestros hijos en valores cuando en la televisión, en la radio, en las redes sociales se representa el insulto y la rabia como algo normal. El acoso escolar o bullying, que puede a llevar, en casos extremos, a la muerte del menor, debe ser erradicado.

Esta lacra afecta al 4 % del alumnado, según datos del Ministerio de Educación, que pondrá en marcha este curso 2016-2017 un teléfono gratuito, atendido por psicólogos y que no deja huella telefónica, similar al que está habilitado para combatir la violencia machista, según anunció el Gobierno el pasado agosto. El servicio será también accesible para personas con discapacidad.

La Fundación ANAR, asociación que ayuda a niños y adolescentes en riesgo, dispone del teléfono 900 20 20 10, «número al que los estudiantes pueden llamar con toda la libertad y en el que se aconseja a las víctimas que den a conocer su situación a la familia y al entorno de amigos para que le puedan ayudar», según explican en su web. En el año 2015, su último informe, esta organización atendió 369.969 peticiones de ayuda en toda España, de las que 25.000 referían a algún tipo de violencia escolar. Estos casos crecieron un 75% con respecto al año anterior.

Atajemos el acoso desde el primer día de clase (o antes)

Prevenir el acoso escolar es una labor que los padres deben comenzar en casa. “Deben educar en empatía a su hijo, a ponerse en el lugar del otro; es importantísimo que el pequeño se acepte cómo es y que se guste. Debe aprender a asumir sus defectos”, explica Silvia Álava, psicóloga, escritora y directora del área infantil del Centro de Psicología Álava Reyes. “Además, tienen que trabajar la comunicación asertiva con él, que es aquella que ‘me permite respetarme a mí mismo, respetando siempre a los demás’. Que me ayuda a expresar lo que siento, sin herir a nadie”, prosigue Álava.

Una cuestión también importante es trabajar la relación de confianza con el menor. Muchos pequeños tardan en contar lo que les está ocurriendo, por vergüenza o por miedo. “Si les transmitimos que vamos a entenderles, que les escuchamos, que comprendemos sus problemas, que pueden confiar en nosotros, será mucho más fácil que, si está ocurriendo algo, nos lo cuenten”, añade.

Además, existen algunas pistas que podemos observar en el hogar, en caso de que el niño esté inhibido o sea muy introvertido. “No son síntomas, pero pueden ayudar”, recalca Álava. “Por ejemplo, si el niño está más tristón, si, de repente, sufre cambios drásticos de conducta, como comer mucho o dejar de hacerlo, no puede conciliar el sueño, etcétera. Pero, sin duda, la clave más importante es si, de forma reiterada, el pequeño expresa que no quiere ir al colegio. Repito no son síntomas, son pequeñas pistas”. En el colegio también se pueden dar cuenta de que algo raro pasa. Normalmente, estos menores suelen estar aislados en el patio, en los cambios de clase y su material escolar, sus libros o sus gafas aparecen rotos.

Hay veces en las que los padres se deciden por un cambio de colegio y esto no soluciona nada. Cada niño es un mundo. La experta explica que si el niño solicita de forma reiterada este cambio de centro, hay que pensarlo, aunque “tampoco se trata de decirle al pequeño que tiene que aguantar». El niño necesita contar con habilidades socioemocionales. Los padres deben conseguir, con la ayuda del colegio y en algunos casos de un especialista, que sus hijos sean autónomos, que se sientan seguros y asienten unas bases de comportamiento que consigan que el niño se respete y respete a los demás”, explica la experta.

Cómo actuar cuando sabemos lo que ocurre

“Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que trabajar tanto con los padres del acosado como los del acosador. Normalmente, enfocamos solo los esfuerzos en ayudar a la víctima, pero no reeducamos al acosador, lo que puede llevar a que esta situación se dé con otros niños, que se repita”, explica la experta.

La colaboración del colegio es fundamental. «Casi todos los centros cuentan con un protocolo de actuación en el que se activan distintos puntos que afectan al profesor y a los alumnos, entre otros entornos. No hay que olvidar trabajar con los testigos mudos, que son aquellos que han visto lo sucedido y no lo cuentan. Muchas veces ellos tienen la clave». Y lo que está claro es que ante cualquier agresión verbal o burla, los docentes deben cortar la situación desde el minuto cero, a través de la enseñanza en valores como la empatía, la solidaridad y el respeto a los demás», subraya esta psicóloga.

«Con todo esto, con esta preparación previa, el alumno puede sentir que tiene herramientas y puede enfrentar el problema. Y si ha sufrido acoso, con todo esto, puede tener una nueva oportunidad y creer que las cosas pueden cambiar. Que se siente fuerte», concluye Álava.

EL 75% DE LOS PADRES NO CONTROLA EL MÓVIL DE SU HIJO

Cuando le regalamos un móvil a nuestro hijo, ¿somos conscientes de cómo lo usa? ¿sabemos a los sitios que entra? ¿con quién se comunica? Una última encuesta elaborada por S2 Grupo, especializada en ciberseguridad, asegura que no. Según este informe, el 75% de los padres no hace ningún tipo de control parental del móvil de sus hijos y el 29% regaló a su hijo un smartphone antes de los 12 años. “Los padres no podemos olvidarnos de que también debemos ejercer nuestra función de cuidado en el entorno de las nuevas tecnologías”, ha destacado, en un comunicado, Miguel A. Juan, socio-director de S2 Grupo.

Control parental para evitar el acoso

Los datos expuestos contradicen los temores de los padres. A un 31% le inquieta que su hijo acose a otros pequeños; que envíe fotos íntimas, entre otras cuestiones, y a un 21% le preocupa que su hijo sea víctima de acoso, según explica el texto. El 18% reconoció que su pequeño había sufrido algún tipo de acoso.

Acuerdo entre padres e hijos para el uso del móvil

Para solucionar el problema, S2 Grupo ha creado un contrato en el que se incluyen 18 puntos que intentan hacer una reflexión sobre “tener un uso responsable del móvil”. Entre estos puntos, se encuentran, siempre sin invadir la intimidad de los jóvenes, revisar periódicamente el móvil para comprobar las aplicaciones, la configuración y el estado de seguridad adecuados. Además, incluye términos relacionados con la gestión del tiempo; el envío de fotografías personales o aprender a usarlo de forma correcta en sitios públicos. “Con este acuerdo, buscamos que los más pequeños se den cuenta de que el teléfono móvil no es un juguete ya que pueden exponerse a muchos riesgos como ser víctimas de chantajes o acoso, entre otros”, concluye el texto.

Este Acuerdo entre padres e hijos para el uso del primer teléfono móvil se puede descargar e imprimir desde la página web www.Hijosdigitales.es. 

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/06/mamas_papas/1473173756_491108.html

Imagen:ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/09/06/mamas_papas/1473173756_491108_1473174376_noticia_normal_recorte1.jpg

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Tanzania: Las Niñas del Serengueti, Crónica de un maltrato

África/Tanzania/6 de septiembre de 2016/Fuente y autor: radiopolar/Pablo Moraga
Cuando sus padres decidieron que había llegado el momento de mutilarla, Musamba era una niña de 11 años. Musamba, entonces, no terminaba de entender en qué consistía el ritual ni sus razones, pero escuchaba a los mayores y se sentía feliz, orgullosa.
― Las mujeres me explicaron que sería una fiesta grande, y que mis amigas y yo íbamos a recibir muchos regalos y mucho dinero para comprar zapatos y vestidos.
El padre de Musamba gastó todos sus ahorros. Sus vecinos bebían y bailaban. En esos días Musamba todavía no sabía que su vida ya estaba decidida. Se casaría temprano, tendría muchos hijos, trabajaría muy duro. Y no existían otros futuros posibles.
En muchos países de África (30), Asia y Oriente Medio la mutilación genital femenina ha marcado la entrada en la edad adulta de entre 100 y 150 millones de mujeres vivas. En Tanzania, existen 120 grupos étnicos diferentes y al menos 20 practican este ritual. Seccionan los clítoris de sus niñas, dicen, para reducir su deseo sexual y convertirlas en esposas fieles. Hace tan solo unos días, el Parlamento de la Unión Africana decidió prohibirla para intentar acabar con esta práctica discriminatoria y ancestral.
«En Tanzania la mutilación genital femenina es una infracción muy grave contra los derechos de las mujeres, pero no es la única. La mutilación es un ejemplo muy claro de la desigualdad y la violencia que sufrimos», dice Rhobi Samwelly.
Rhobi Samwelly es alta, enorme, con el pelo trenzado muy oscuro. Desde el año 2014 dirige la Safe House de Mugumu, en el distrito del Serengueti, un refugio para las niñas que huyen de la mutilación genital y otras formas de violencia.
A pesar de que la violencia de género es un fenómeno global ―una de cada tres mujeres de todo el mundo, el 34% la han sufrido―, los mayores niveles de desigualdad entre hombres y mujeres se dan en el África subsahariana, de acuerdo con la ONG ONE, Níger, Somalia, Malí y la República Centroafricana son los países más desiguales.
«A veces nos encontramos con niñas que han sido violadas por sus padres o por algún familiar. Muchas han recibido palizas brutales. Llegan a la Safe House con las caras inflamadas, o con hematomas en los ojos. Una de ellas tenía una herida de machete, muy profunda, en la pierna izquierda: su padre la atacó mientras intentaba escapar», detalla Samwelly.
La violencia de género está generalizada: muchos tanzanos consideran que golpear a sus parejas, privarles de necesidades básicas como ropa y alimentos, e insultar, gritar o amenazarles son «comportamientos aceptables» dentro del entorno doméstico. En el 2010, casi la mitad (el 45%) de las mujeres tanzanas de entre 15 y 49 años habían sido golpeadas o habían sufrido violencia sexual.
«Sólo teníamos capacidad para albergar a 40 niñas. Pero el primer año aceptamos a 136. ¿Puedes imaginártelo? Las niñas llegaban y nos pedían auxilio. No podíamos dejarlas solas». Rhobi y su equipo proporcionaron comida, educación y apoyo psicológico a todas las niñas. Recogieron sus datos y visitaron a sus familiares. Comenzaron una campaña contra la violencia de género. Después de escucharles, la mayoría de los padres prometieron que no mutilarán ni pegarían a sus hijas; y firmaron en un documento oficial delante de la policía.
Poco tiempo después de su mutilación, los padres de Musamba la casaron con un hombre de 30 años. «Entonces ni siquiera tenía pechos. No sabía qué significaba estar casada», recuerda.
Musamba estaba asustada. Intentó convencer a su mamá; fue inútil. El hombre había entregado 11 vacas a sus padres y el acuerdo ya estaba cerrado. En casi toda África, los hombres deben entregar dinero o animales a las familias de sus mujeres: el casamiento de una hija es una fuente de ingresos muy importante para los hogares pobres. Cuanta más necesidad, mayor es la tentación de casar a las niñas y cobrar sus dotes.
«La primera noche en la cabaña de mi marido la pasé llorando. No podía parar de llorar. Al día siguiente intenté escapar. Fui a la casa de mis padres y ellos me rechazaron. Mis hermanos mayores me pegaron muy fuerte y después me llevaron de vuelta», continúa Musamba.
De acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas, en 2010, el 37% de las mujeres de Tanzania de entre 20 y 24 años se habían casado antes de cumplir los 18. Si las tasas actuales se mantienen, entre los años 2011 y 2020 más de 140 millones de niñas menores de 18 contraerán matrimonio en todo el mundo: 39.000 todos los días.
Musamba dejó la escuela: debía trabajar para su marido, para su suegra y para los hermanos de su marido. Musamba traía agua, cuidaba el ganado, cultivaba, cocinaba.
«Pero lo peor eran las noches. Durante algún tiempo dormí en la habitación de mi suegra. Cuando pasaron seis meses ella me dijo: ‘lleva esta comida a tu marido’. Era muy tarde, pero yo tenía que obedecer. Si no, podían pegarme. Cuando llegué a la habitación de mi marido, él cerró la puerta y tuvimos sexo: me violó. Sólo sentía dolor. Fue mi primera vez».
― ¿Estabas enfadada con tus padres y con tus hermanos?
― Sí. Estaba muy enfadada. Cada vez que regresaba a casa, me pegaban. Yo quería escapar, pero no tenía adónde ir. Y lloraba mucho.
Según una encuesta del Gobierno, el 20% de las mujeres de Tanzania han mantenido relaciones sexuales contra su voluntad. La mayoría (el 69%) fueron violadas por sus parejas o ex parejas. Sólo el 3% fueron forzadas por desconocidos. En 2014, un equipo del BMC International Health and Human Rights realizó un estudio en una zona rural en el sureste de Tanzania: casi todos los encuestados consideraron que una violación es un delito inaceptable si se lleva a cabo por un desconocido. Pero si un hombre obliga a su mujer a mantener relaciones sexuales, dijeron, éstas no pueden considerarse actos ilegales, pues una mujer casada «debería estar preparada para satisfacer los deseos sexuales de su marido en todo momento». «Cuando una mujer acepta el matrimonio da autoridad a su marido para utilizarla», señalaron.
El gobierno de Tanzania prohibió la mutilación genital femenina en 1998. Desde entonces es un delito castigado con hasta 13 años de cárcel. Sin embargo, el porcentaje de mujeres mutiladas disminuye muy despacio ―pasó del 18% en 1996 al 15% en 2010―. Y, según Human Rights Watch, no está claro si estas cifras pueden atribuirse a una reducción real de la práctica o a la ocultación de la misma.
«Las mujeres que practican las mutilaciones reciben seis euros por cada niña. Y la mayor parte de este dinero termina en los bolsillos de los líderes de las comunidades. Ellos eligen las mujeres, eligen las fechas, todo. Lo hacen porque es un negocio muy rentable. E involucran a los policías y a los políticos locales. No existe una voluntad política real para acabar con la mutilación genital femenina y la violencia contra las mujeres», denuncia Rhobi Samwelly.
«El sistema judicial de Tanzania no protege a las mujeres», añade el abogado de la Safe House, Wambura Kisika. Las leyes son ambiguas o insuficientes. Por ejemplo, para iniciar una investigación sobre una mutilación, la víctima debe presentar primero una denuncia, y esto ocurre muy pocas veces.
En Mugumu y en los alrededores sólo dos hombres entraron en la cárcel durante los últimos dos años. «Muchas víctimas no denuncian los matrimonios forzados y los abusos sexuales porque no conocen sus derechos, porque no confían en el sistema judicial o porque temen represalias. No existe una legislación clara, la policía actúa a menudo de forma negligente o discriminatoria contra las mujeres, y la corrupción está generalizada», advierte HRW. La Ley para el matrimonio de Tanzania no reconoce la violación conyugal como delito. Tampoco define qué es un «castigo corporal» y excluye las formas de violencia no físicas.
Musamba tuvo tres bebés; su marido le prohibió ir a un hospital ―probablemente para que los médicos no reparasen en las marcas de sus palizas― y dos de ellos nacieron en casa. «Tenía tanto miedo de su reacción que la última vez di a luz yo sola, en mi habitación», explica ella. «No me ayudó nadie. Él no supo nada hasta que regresó a casa».
Su marido le gritaba, le pegaba a menudo. En una ocasión Musamba dejó abierta la cerca para el ganado y perdió dos animales; él le rompió un brazo. Aquella noche Musamba no podía resistir el dolor; escapó y acudió a un centro de salud. Los médicos decidieron denunciar lo que había ocurrido y el marido de Musamba estuvo en la cárcel hasta que costeó su tratamiento.
Nada cambiaba. En esos días, él comenzó a pegarla con más frecuencia, con más fiereza. Una tarde Musamba recibió una paliza tan fuerte que se desmayó. Despertó horas más tarde en su habitación: no podía moverse, ni siquiera podía hablar, y respiraba y veía con dificultad. Había perdido varios dientes. Tenía el rostro tremendamente inflamado.
«Musamba denunció a su marido en una comisaría», relata Wambura Kisika. La policía la llevó hasta la Safe House y se quedó dentro algún tiempo. Ahora, nuestro equipo legal intenta ayudarla. Su marido está en la cárcel pero podría salir en cualquier momento. A pesar de las heridas de Musamba, el juez dice que no existen pruebas suficientes para procesar a su marido. Quizás ni siquiera acepte su divorcio. Probablemente permanecerá en la cárcel nueve meses, pagará una fianza y quedará libre.
Musamba buscó trabajos para ganarse la vida: porteó materiales de construcción, recogió tabaco; después alquiló una casa con sus ahorros.
― ¿Cómo imaginas tu vida dentro de cinco o seis años?
― Me gustaría conseguir un trabajo estable y ganar dinero para mis hijos. En cualquier caso, me gustaría seguir con ellos, y poder cuidarlos.
Musamba, ahora, tiene 21 años, el pelo corto, un vestido largo. En la habitación hay una mesa de madera muy baja, dos sillas, el piso de tierra, paredes resquebrajadas. Musamba está sentada en un taburete y acaricia a su hija más pequeña: dos años, camisita con flores.
La madre dice que piensa mucho en los últimos años.
― ¿Por qué crees que suceden cosas así?
― Porque las mujeres todavía no tenemos derechos.
Encoge sus hombros, como quien no entiende por qué tiene que explicar obviedades. Afuera, el calor es insoportable.
Fuente: http://radiopolar.com/noticia_123501.html
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