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Enseñanza y aprendizaje en contingencia

Por: Eduardo Gurría B.

 

Todo proceso educativo conlleva dos elementos inherentes y complementarios uno del otro: por un lado, tenemos la enseñanza y sus múltiples facetas, sea cual fuere el tipo o el nivel de la enseñanza de que se trate, y otro aún mas importante, el aprendizaje que se pretenda adquirir al final del proceso.

Las teorías pedagógicas aportan diversos paradigmas educativos a los que se pueden adaptar didácticas mas o menos funcionales, según la diversidad de contextos que se presentan dentro del pluralismo social, económico y cultural

Pero hoy por hoy, vivimos cambios en la enseñanza históricos y relevantes que, como todo fenómeno de gran magnitud, repercutirán, inevitablemente, en el futuro a mediano y largo plazo y, aunque aún no podamos vislumbrar el grado de esa relevancia, si nos es posible adivinar que esos cambios serán trascendentales como, de hecho, ya lo son.

Los procesos educativos que se han tenido que implementar constituyen, queramos o no, una improvisación que queda muy lejos de lo que se puede considerar como un sistema, ya que un sistema es algo establecido, aunque no sea inamovible, ningún sistema lo es; recordemos que el sistema geocéntrico (Ptolomeo, siglo II d.C.) fue aceptado como verdad durante, aproximadamente, mil cuatrocientos años, hasta la revolución heliocéntrica de Copérnico (año 1507), y, aun así, hubo que ir mucho mas allá.

Las circunstancias actuales han llevado a las escuelas y a los docentes a generar estrategias para que los estudiantes no dejen de serlo, esto es, la educación en línea, pero ello no representa un paradigma educativo a implementarse en el futuro, sino que solo se trata de una medida emergente de la que hubo de echar mano ante una situación de contingencia inevitable.

Cierto es que la oferta educativa basada en las Tic’s se expande cada día mas, de ahí la proliferación de las plataformas virtuales, sin embargo, los resultados generales finales están muy lejos de ser considerados como efectivos, aunque indudablemente, hay resultados parciales, como podría ser el caso de los tutoriales, cuya efectividad está determinada por intereses personales y específicos.

Ante la improvisación, existe gran cantidad de maestros que ni están preparados para hacer llegar los contenidos mediante plataformas, ni cuentan con la infraestructura tecnológica que garantice la funcionalidad.

Por otro lado, la propia SEP no cuenta con los recursos necesarios y suficientes para desarrollar la educación a distancia, ya que también, y en primer lugar, ha tenido que improvisar.

Queda por mencionar el aspecto en el que mas debemos centrar nuestra atención: el aprendizaje. Sabemos que miles de estudiantes tampoco cuentan con la tecnología y/o las habilidades que se requieren para estudiar a distancia y si, aun al interior del aula el aprendizaje no es evidente, por mucho que se generen carpetas de evidencias, menos podremos garantizar el éxito, aunque sea parcial, al final del ciclo escolar que, como está visto, cerrará como va, como educación a distancia.

No se trata de minimizar la importancia del esfuerzo; malo habría sido que nada se hubiera hecho, de lo que se trata es de plantear una realidad que nos alcanzó hace mucho tiempo, antes de la calamidad pandémica y que se resume en la pregunta ¿los estudiantes, realmente están aprendiendo, o solo están cumpliendo, en el mejor de los casos, con las actividades con el propósito de acceder a una calificación que tranquilice a los padres de familia y a nuestras conciencias y, por fin, darle carpetazo al año escolar 2019-2020?

Otro punto de importancia es el hecho de que los docentes permanecen mucho mas tiempo frente a sus dispositivos ahora, que el que el que ocupaban frente a grupo en sus horas-clase, esto sin mencionar el tiempo de calidad, y sin pago, que siempre se ha empleado en preparación, revisión y calificación, lo que implica mayor desgaste y cansancio, además del desembolso que se ha tenido que hacer para hacerse de los recursos tecnológicos necesarios; el hecho de no tener que trasladarse al lugar de trabajo, a la escuela, y del tiempo y dinero que se puedan ahorrar en ello,  no compensa el esfuerzo y el gasto que día con día se realiza desde casa, que se ha convertido en una ventana a la que asoman, muchas veces, también,  los ojos inquisidores de los padres de familia.

Se ha vuelto imperativa la búsqueda de herramientas, como videos y actividades y estrategias diversos con el fin de que los maestros y los alumnos cumplan con un programa que no queda muy claro hasta dónde llegará.

De ahí que no podemos esperar que la educación en línea se convierta en un modelo pedagógico, no lo es ni lo será; la escuela física siempre será necesaria por su trascendencia social y para la evolución histórica de los pueblos, es un espacio para el desarrollo físico y mental, para las relaciones humanas y la interacción entre individuos.

Sin embargo, debemos generar las estrategias necesarias para enfrentar de la manera correcta las problemáticas que se puedan presentar, como la que vivimos en la actualidad, y debemos estar preparados para que, en el futuro, cercano o lejano, estemos en la posibilidad de asumir la responsabilidad de la educación en tiempos de crisis y, para ello, tanto los particulares, como el gobierno deberán invertir en la capacitación y actualización, tanto de maestros como de alumnos y en los recursos materiales adecuados, con el fin de no dejar toda esta carga a los maestros y, en última instancia, a los padres de familia.

Por ello, es necesario reconocer la labor de los maestros, pero de los que no se han quedado cruzados de brazos, de los que día a día, se sientan frente a sus dispositivos y no se levantan hasta entrada la tarde porque, si bien, ellos no son los responsables de la contingencia de salud, sí serán los responsables de que la educación no se convierta, también, en una contingencia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/ensenanza-y-aprendizaje-en-contingencia/

Imagen: pixabay.com

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La dura realidad de los menores que estudian sin Internet en Chile

América del Sur/ Chile/ 26.05.2020/ Fuente: www.cnnchile.com.

Uno de los análisis que más se ha planteado en torno a la pandemia es que revela, o acrecienta, la desigualdad del país. Un ejemplo de aquello es la educación online que ha impuesto el gobierno para continuar con el aprendizaje durante la cuarentena que muchas comunas viven, pero esta medida no estaría beneficiando a todos por igual.

Así como en cualquier otro establecimiento público, las y los apoderados llegan hasta sus portones para retirar el material de estudio necesario para sus hijos, principalmente ante la imposibilidad de acceder a un computador.

Nancy Sepúlveda, profesora de la Escuela Alexander Graham, señaló que “con el correr del tiempo nos fuimos dando cuenta que no todos tenían acceso a entrar a la página, porque no había Internet o no tenían computador”.

A esto se suma que hay zonas completas del país en las que una conexión a Internet no es más que un sueño, algo que se espera cambiar.

María Alejandra Grebe, directora nacional de Educación, afirmó que entre los Ministerios de Educación y Transportes anunciaron “un convenio para iluminar Chile, y que ojalá de aquí a 2022 Chile esté iluminado, llegando con acceso a Internet a todas esas zonas que no lo tienen”.

Si bien se toma como un gran avance, no sería suficiente considerando todas aquellas familias que no tienen el dinero para costear un servicio que poco a poco toma mayor preponderancia.

Casi la mitad de los estudiantes de la educación pública no cuenta con una conexión de Internet en sus hogares. Para ellos no existe la educación online, sólo el trabajo duro en guías impresas.

Quienes no pueden acceder a la plataforma Aprendo En Línea reciben ayuda de sus establecimientos para que cuenten con sus guías y textos de trabajo que no pueden revisar por su cuenta.

Incluso, la directora Grebe señala que han sido los mismos estudiantes que mediante WhatsApp se han contactado con los docentes para resolver sus dudas. En otros casos han sido los mismos profesores los que han viajado a las casas de los estudiantes afectados.

Esta pandemia sin dudas pilló mal parados a varios recintos educacionales. Por ejemplo, el Instituto Superior de Comercio (Insuco) ni siquiera contaba con un sitio web. Allí, han logrado habilitar antiguos computadores para que los alumnos que no tengan uno puedan utilizarlos.

Andrea Bravo, directora del Insuco, aseguró que la dura realidad de algunos estudiantes más vulnerables se ha agudizado con la crisis sanitaria, pero que está presente siempre. “En tiempos normales sabemos que las primeras dos horas de clases, si bien es cierto debieran ser las más productivas, es difícil, porque los niños están esperando que toquen el timbre para alimentarse en el desayuno“, afirmó.

Así, esos pizarrones en las aulas aún vacías siguen a la espera del retorno de sus estudiantes, mientras algunos de ellos aún deben resolver cómo poder continuar con su aprendizaje ante tan desigual panorama.

Fuente de la noticia: https://www.cnnchile.com/coronavirus/reportaje-realidad-estudiantes-educacion-online_20200520/

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Libro (PDF): La crisis de la pubertad y sus consecuencias pedagógicas

Reseña: CLACSO

La crisis de la pubertad y sus consecuencias pedagógicas constituye uno de unos primeros textos argentinos donde se problematiza la adolescencia y se la convierte en una cuestión social y de estudio. Para Víctor Mercante, la pubertad es un retroceso en el desarrollo evolutivo, un momento de «pereza intelectual» con oscuras amenazas que deben ser encauzadas por el currículo y la pedagogía. Publicada originalmente en 1918, esta obra integró el corpus del movimiento que defendía la reforma educativa impulsada por el entonces ministro Carlos Saavedra Lamas. Dentro de ese movimiento, Mercante muestra una posición a la vez conservadora y cientificista.

 

Autor/a:  Dussel, Inés – Otra  Mercante, Víctor   

Editorial/Editor: UNIPE

Año de publicación: 2014

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN :   978-987-27761-8-3

 

Descarga:   La crisis de la pubertad y sus consecuencias pedagógicas

Fuente  e Imagen:   http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=ar-050&d=13520

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Contra la pedagogía del “estándar”, la pedagogía de la diversidad

Por: Alicia García Tuñón y Lucía Castiñeira

Esta semana el Ministerio de Educación de la Ciudad incorporó materiales impresos denominados “actividades de revisión de aprendizajes”. ¿Qué son? ¿Quién las pensó? ¿Para qué?

Esta semana y con la nueva entrega de las miserables viandas y canastas alimentarias en las escuelas, el Ministerio de Educación de la Ciudad incorporó materiales impresos denominados “actividades de revisión de aprendizajes”. ¿Qué son? ¿Quién las pensó? ¿Para qué? ¿Por qué tanto las supervisiones de primaria como la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se opusieron?

Las mismas consistían en una serie de ejercicios prefigurados por grado y año, y una clave de corrección para les docentes. “Actividades de revisión” que no tenían en cuenta qué se estaba trabajando en las escuelas. Entonces la pregunta es: ¿Qué se buscaba “revisar” y para qué?

De dónde viene esta propuesta

El miércoles 13, el Director de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (unidad de la que proviene esta propuesta), Gabriel Sánchez Zinny, twitteó que se encontraba repartiendo los mencionados materiales en la Villa 31, mientras cientos de sus habitantes se encuentran sin agua y con niveles altísimos de contagio por la falta de implementación de protocolos en los barrios más vulnerados.

Hoy visitamos diferentes escuelas para colaborar con la entrega de las canastas escolares nutritivas, que en esta oportunidad están acompañadas por materiales y actividades para seguir de cerca los aprendizajes de los chicos y chicas de la Ciudad

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Los antecedentes de Sánchez Zinny lo preceden. Fue Director General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal y, entre otras cosas, responsable de las muertes de Sandra y Rubén en una escuela de Moreno. Es un empresario dedicado a mercantilizar la formación docente a través de distintos negociados. Presidía la empresa Kuepa, que se dedica a vender capacitaciones virtuales y plataformas digitales para educación.

En 2016, mientras era Director del INET (Instituto Nacional de Educación Tecnológica), firmó un convenio con IMS (Internet Media Services) en alianza con otras empresas para  tareas de formación en recursos humanos en TICs. El Director de Marketing de IMS es Ignacio Sánchez Zinny, hermano de Gabriel, lo que generó interrogantes por el conflicto de intereses en la firma de este convenio.

Como en varias provincias, en Buenos Aires también se firmaron convenios millonarios en dólares para la formación de los equipos directivos en liderazgos y gestores de las escuelas. Como la que firmaran con la Fundación Varkey por 2.016 millones de dólares en noviembre de 2017 para capacitar a 1600 docentes.

Sin consultar a los equipos directivos, de supervisores y mucho menos a les docentes, imprimieron más de un millón copias, invirtiendo un dinero que podría haberse usado para otros fines, como mejorar la calidad de los alimentos que se entregan o incluir elementos de protección para docentes y familias.

Las actividades deberán devolverlas en la próxima entrega para que les docentes las corrijan con las pautas que la misma plataforma sugiere.

Les supervisores del nivel primario de la ciudad, publicaron en las redes un comunicado en el que denuncian no sólo los altísimos costos logísticos para su distribución en lugar de proveer de acceso a internet gratuito y computadoras a las familias y docentes, sino también advierten por el peligro de seguir manipulando materiales sin los protocolos sanitarios correspondientes ante la pandemia.

Por otro lado, manifestaron su desacuerdo con la implementación de “estas pruebas estandarizadas encubiertas”. “Queremos expresar el desacuerdo sobre el control como política pública, ahora aplicado también a los aspectos pedagógicos”, agregaron les supervisores.

Los sindicatos docentes también se pronunciaron en contra de estas pruebas estandarizadas con las pretenden medir el desempeño de estudiantes y docentes.

“Las actividades impresas constituyen un nuevo intento gubernamental de implementar pruebas carentes de valor pedagógico, que no tienen en cuenta el contexto en el que se desarrollan los aprendizajes”, denunció la UTE.

También le replicaron al Ministerio: “El GCBA podría evaluar su propio desempeño y responsabilidad en relación al acceso a la tecnología de las y los estudiantes que, mayoritariamente, no cuentan ni con dispositivos ni con conectividad adecuada para esta etapa excepcional que les toca vivir”.

Hacia una pedagogía de la diversidad

No es novedoso encontrarnos con este tipo de propuestas de parte del Ministerio porteño. Sus innumerables dispositivos enlatados y estandarizados (pruebas FEPBA, evaluaciones Aprender y Enseñar, Desafíos Escolares) ameritaría una nota aparte.

Estos adjetivos que parecieran extraviados del campo de la producción en serie que se cuelan en el ámbito pedagógico, dicen mucho acerca de la concepción de quienes gobiernan promoviendo un modelo educativo que busca homogeneizar y hacer lo que el sistema productivo hace con aquellas piezas que se salieron del estándar.

Contra esta opción, les docentes defienden una pedagogía de la diversidad. Pedagogía que valora procesos en lugar de resultados. Que piensa contra el modelo “en serie”, en procesos diversos, donde cada estudiante, desde su punto de partida, pueda realizar un recorrido de aprendizaje.

Así se concibe también la evaluación o revisión. Una evaluación que analice trayectorias, que compare un momento del aprendizaje con el punto de partida de dicho estudiante y no con “el estándar propuesto desde afuera”. Una evaluación realizada por les propies docentes y que, justamente, retome lo trabajado. Una evaluación que realmente evalúe lo brindado por el sistema educativo en lugar de medir, y con vara desigual, aquellos saberes adquiridos en otros contextos, o aquello que el sociólogo Pierre Bourdieu llama “capital cultural”.

Guillermo Fenoglio, maestro de la Escuela 11 de Almagro, planteó: “Lo que es cuestionable es lo que se pretende evaluar y su contextualización. No hay respeto por nuestro trabajo, no saben sobre qué estuvimos trabajando”.

Volviendo a este último intento de evaluación descontextualizada (Revisión de los aprendizajes) vemos, por ejemplo, propuestas para primer ciclo de primaria sobre la base de un cuento que no necesariamente ha sido leído y abordado por las docentes. ¿Cómo revisar entonces algo que no se trabajó? ¿Qué se evalúa ahí?

Por otro lado, reflexionó el docente Fenoglio: “No respetan las trayectorias individuales de les pibes. Es la misma evaluación para todes, al mejor estilo del Operativo Aprender. Es la misma actividad para pibes con dificultades y que requieren de un acompañamiento especial que para estudiantes que tienen autonomía”

En este contexto de crisis sanitaria, donde se ponen tan en evidencia los derechos vulnerados de una gran parte de quienes habitan la Ciudad de Buenos Aires, la gestión educativa debería preocuparse por emparejar puntos de partida, garantizar condiciones materiales, de conectividad, de acceso a las nuevas tecnologías y también de alimentación de todes les niñes.

Debería promoverse la igualdad en lugar de la homogeneización, revalorizar y fomentar el trabajo creativo de la docencia en lugar de  promover “enlatados”. Pedagogías de las trayectorias inclusivas que promuevan subjetivaciones en clave de revalorizar la diversidad,  y no en clave de meritocracia y estándares.

Fuente: https://notasperiodismopopular.com.ar/2020/05/14/contra-la-pedagogia-del-estandar-la-pedagogia-de-la-diversidad/

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La importancia de la neurociencia en el aprendizaje

Por.  EL HUFFPOST STUDIO

Asistimos a un momento en el que tomamos conciencia de la trascendencia que tiene el cerebro en el proceso de aprendizaje.

Durante las últimas décadas hemos asistido a un notable incremento de los estudios sobre la Educación. Tanta actividad investigadora ha contribuido a que en los últimos años estemos asistiendo a un boom científico, que intenta comprender cuál es el grado de importancia que ocupa la Neurociencia en el ámbito del aprendizaje.

Se ha abierto un campo de estudio fascinante acerca de la Neurociencia y cómo aplicarla a las técnicas de enseñanza y aprendizaje. Los actores que intervienen en estos procesos agradecen el material que les puede proporcionar un Curso de Neurociencia Educativa. Lo cierto es que este interés resulta comprensible ya que, según los expertos, nos encontramos ante la revolucionaria pedagogía del futuro.

Los profesionales de la docencia se aplican cada vez más en la “búsqueda de la dopamina en el aprendizaje”, según palabras de un artículo publicado en International Journal of New Education. Los educadores manifiestan su deseo de estar al día para poder proporcionar una solución educativa ajustada a las necesidades de sus estudiantes.

Neurociencia y Educación

Asistimos a un momento en el que tomamos conciencia de la trascendencia que tiene el cerebro en el proceso de aprendizaje. Ha llegado la hora de aprender a utilizar este órgano para mejorar la forma en que ofrecemos una respuesta educativa al alumnado.

QUÉ ES NEUROCIENCIA

Desde 1995 la UNESCO mantiene que “la neurociencia es una disciplina que involucra tanto a la biología del sistema nervioso, como a las ciencias Humanas, Sociales y Exactas, que en conjunto representan la posibilidad de contribuir al Bienestar Humano por medio de mejoras en la calidad de vida durante todo el ciclo vital”.

Con el paso de los años el concepto no ha variado. La neurociencia del aprendizaje se ha constituido en un plano del conocimiento en el que interaccionan sectores tan diversos como la neurobiología, la psicología, la educación o la sociología.

El International Montessori Institute mantiene que el objetivo principal de la educación es modificar o influir en la conducta de los niños y niñas para favorecer su bienestar, desarrollo y adaptación a su entorno. Por ello, “conocer las bases biológicas de los procesos mentales ofrece herramientas prácticas para saber cómo diseñar metodologías pedagógicas que favorezcan los procesos de plasticidad cerebral y respeten el funcionamiento del cerebro”.

La combinación de distintas disciplinas, destinadas a indagar sobre el cerebro, ha permitido ahondar en cuestiones muy diversas. Entre otras muchas parcelas, el estudio puede aportar información tanto a nivel molecular como químico, patológico, cognitivo o conductual.

Cómo incide la neurociencia en el aprendizaje

Los nuevos descubrimientos en Neurociencia y Educación incitan al desafío. Los implicados tienen ante sí la posibilidad de transformar la manera de abordar la enseñanza y el aprendizaje.

Es posible advertir cierta emoción en el sector educativo. La oportunidad de usar la exploración fundamentada en el cerebro para mejorar la praxis en las aulas resulta apasionante.

Los maestros advierten los avances que se producen a la hora de comprender las necesidades individuales de sus alumnos. Estas revelaciones les permiten conectar a cada educando con el método más eficaz. Pero ¿qué está aportando la neurociencia al proceso de aprendizaje?

COMPRENDER EL DESARROLLO INFANTIL

Una incorporación más profunda de los estudios de desarrollo infantil para maestros de preescolar y primaria puede tener un gran impacto en el éxito posterior. Todavía son muchos los educadores que tienen ideas erróneas sobre la educación de la primera infancia.

Comprender qué impulsa a los niños a aprender y cómo superar mejor las desventajas tempranas puede tener un gran impacto en el éxito del aprendizaje a lo largo de los años. Abrazar la información proporcionada por la neurociencia puede cerrar esa brecha en la comprensión.

LA ADAPTACIÓN DE LAS AULAS

Las escuelas no deben estar compuestas por espacios encorsetados. La educación tradicional ha extendido el concepto de un aula destinada a mantener al niño quieto, sentado, en silencio. Lejos de favorecer la concentración y el gusto por la actividad, el alumno se ve más predispuesto a las distracciones y al desinterés.

APRENDIZAJE ESPACIADO

La Neurociencia aboga por permitir a los estudiantes elegir entre una guía de estudios variada. Además, afirma que espaciar las lecciones proporciona una absorción óptima. Aprender las ideas complicadas con el tiempo, en lugar de todo a la vez, mejora la comprensión.

APRENDIZAJES GRATIFICANTES

Los estudiantes necesitan repetición y enfoques variados para aprovechar al máximo el aprendizaje. Esto significa que los juegos, las actividades grupales, las lecciones físicas y el aprendizaje inconsciente pueden tener un lugar en el aula.

LA SOCIALIZACIÓN

Los humanos somos seres sociales. La incorporación y el enfoque de actividades sociales y la asignación de conexiones en el aula fomentan el aprendizaje. Este es un pequeño cambio que los maestros pueden emplear en clase para ayudar a los estudiantes a alcanzar su potencial.

Estas son algunas de las influencias que la Neurociencia puede ejercer en las aulas. La investigación sugiere que esta es una conexión positiva que puede beneficiar al sistema educativo y a la sociedad en general. Los investigadores están convencidos de que estas implementaciones serán las que irán modificando el campo del aprendizaje durante la próxima década.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es/entry/la-importancia-de-la-neurociencia-en-el-aprendizaje_es_5eb17a9dc5b6a15b6f46745e

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La tarea: ¡La madre de todas las batallas!

Por: Abelardo Carro Nava

¿Qué nos hace pensar que el cumplimiento de una tarea necesariamente refleja el aprendizaje logrado de un niño? O, mejor dicho, ¿en qué momento, la tarea, se convirtió en sinónimo de aprendizaje de los pequeños? Preguntas por demás sencillas pero que, en cierta medida, nos invitan a reflexionar en lo que cientos de maestros, padres de familia y niños están pasando en estos días donde, para acabar pronto, la contingencia sanitaria por el Covid-19 nos ha hecho ver y comprender que la escuela, y todo lo que ocurre dentro de ella, tiene un enorme significado.

Y es que, como bien sabemos, el proceso de enseñanza y de aprendizaje va más allá del cumplimiento de una tarea. De hecho, en anteriores entregas que tan amablemente me han publicado en este y otros espacios, he dado cuenta de ello; sin embargo, ese proceso no ha sido del todo comprendido por quienes, en este momento, tienen la responsabilidad de conducir los destinos de la educación de nuestro país. Me refiero, exclusivamente, a las diversas autoridades educativas que son parte del Sistema Educativo Mexicano (SEM). Tal parece que, indicarles a los maestros que les pidan a los alumnos el cumplimiento de más tareas para que éstos a su vez las resuelvan, genera más aprendizajes. Formula, a todas luces, incorrecta y harto equivocada.

¿Por qué sucede esto? Mi explicación se basa en varios puntos que, desde luego, si ustedes me lo permiten, iré desglosando a lo largo de este texto.

Por principio de cuentas, como órgano de control administrativo y normativo, la Secretaría de Educación Pública (SEP), desde hace mucho tiempo, ha evidenciado la poca o nula confianza que le tiene al magisterio mexicano. Pareciera ser que los maestros y maestras, no tienen un dejo de creatividad y pensamiento en cuanto a la función que a éstos les toca desempeñar como parte de su quehacer docente.

Al respecto, no niego que hay muchos mentores que difícilmente realizan sus actividades si la Secretaría o sus autoridades no se las piden o requieren, sin embargo, tampoco niego que hay quienes dan un poco más de lo que su función les exige. En cualesquiera de los casos, estos docentes, generalmente se hallan entre la espada y la pared, es decir, entre lo que “deben” hacer y lo que “quieren” hacer, dado el conocimiento que éstos poseen de los alumnos que tienen en sus manos.

Para nadie es desconocido que, si un profesor pretende echar a andar una propuesta innovadora – pedagógica y didácticamente bien sustentada – y, como resultado de ello, desarrolla una serie de actividades que no necesariamente corresponden a las que dicta la Secretaría o sus autoridades inmediatas, éstos, lo llaman a “cuenta” para que se “alinee” a las disposiciones oficiales o, de plano, para que deje de hacer lo que está haciendo porque, a decir de estos últimos, su propuesta es inadecuada aunque no haya un sustento alguno. Sobre este asunto, recuerdo muy bien que, hace algunos años, cuando la reforma peñanietista estaba a todo lo que daba y la evaluación al desempeño docente se aplicaba a rajatabla, muchos mentores recibieron, por parte de la SEP, una “retroalimentación” que difícilmente retroalimentaba. Imaginemos cuál sería el sustento que esta dependencia tendría u ofrecería para detener el o los proyectos que los profesores diseñaran.

En segundo lugar, sin entrar a tremendos “tecnisismos”, quiero abordar un poco el sentido de la palabra “tarea”. Y es que como bien sabemos, esta palabra se relaciona, de manera inmediata, con un deber. No en pocas ocasiones habremos escuchado decir a nuestra madre o padre: “tienes que hacer la tarea, no lo olvides”; o bien, cuando el profesor o profesora, justo antes de despedirnos, nos llegó a expresar: “de tarea, realizar los ejercicios de la página 115 de su libro de español”. Luego entonces, al ser concebido de esta forma, es claro que un deber conlleva una responsabilidad y cumplimiento por lo que, ya sea en la casa, en la biblioteca del pueblo o con los amigos en un cibercafé, el alumno cumple este cometido. En este sentido, ¿sabe usted cuántas materias lleva un alumno en la escuela? En efecto, a partir de las asignaturas que cursa es que, dependiendo el contenido, el profesor toma la decisión de dejarles tarea. Esto, con el propósito de favorecer y dar continuidad a su proceso formativo y de aprendizaje en un contexto no formal como el que representa su aula/escuela.

De esta forma, quiero hacer énfasis en esos elementos valiosos para que el profesor encomiende una tarea; éstos pueden ser: el contenido que está abordando, el nivel congnitivo/cognoscitivo de sus alumnos, las condiciones (incluyendo el contexto) en el que viven los pequeños y otros. Así, no debemos de perder de vista que, derivado de esos elementos y la decisión que el maestro haya tomado en su momento, éste pone en la mesa diferentes tipos de tarea para que sus estudiantes puedan realizarlas; retomaré tres que me parecen las más relevantes: a) de práctica, son aquellas en las que se refuerzan las habilidades o conocimientos recién adquiridos en clase como guías de ejercicios, cuestionarios, resúmenes, resolución de problemas, entre otras; b) de preparación, son aquellas en las que se intenta proveer información de lo que se verá en la siguiente clase, pueden ser leer, buscar información bibliográfica, obtener materiales para hacer un trabajo en el aula, etcétera; c) tareas de extensión, son aquellas en las que se fomenta el aprendizaje individualizado y creativo al enfatizar la iniciativa e investigación del estudiantes, éstas son tareas a largo plazo, proyectos continuos y paralelos al trabajo en el salón, etcétera (Roland Laconte 1981, citado en Ochoa 2012).

Como seguramente usted imaginará, el cumplimiento de esa tarea arroja un producto o evidencia, misma que el docente, se encargará de revisar para realimentar/retroalimentar lo que, a su juicio, considere pertinente. Es claro pues, que esa evidencia puede o no demostrar el logro de un aprendizaje en términos de un contenido. Pongo un ejemplo muy sencillo, si la consigna fue dibujar un animal marino porque el contenido se relaciona con este tema; puede ser que el chico, después de haber realizado una investigación, decidió dibujar una tortuga marina, ya sea vista desde arriba o lateramente; en sentido estricto, la tarea la cumplió este niño y, en consecuencia, el aprendizaje se logró porque, además de la investigación, se dibujó a ese animal marino; sin embargo, imaginemos que un alumno no haya contado con los recursos, tal vez tecnológicos que empleó el otro estudiante, para investigar los tipos de animales marinos y, por ello, dado su conocimiento, dibujo una lombriz de tierra. También, en sentido estricto, la tarea se cumplió, es decir, el pequeño entregó su producto, pero el aprendizaje… ¿se logró? Ahí es donde la intervención docente se vuelve fundamental porque, a través de ella, y de algunos cuestionamientos que éste formule, podría lograr que su educando reflexionara sobre los tipos de animales marinos que existen, la diferencia que hay entre éstos y los terrestres, etcétera. En consecuencia, producto/evidencia no es sinónimo de aprendizaje.

Habría que pensar entonces, por qué la SEP, y buena parte de las autoridades educativas de los estados, exigen, diariamente, un sinfín de tareas escolares al igual que un número infinito de evidencias que, como he dicho, no necesariamente reflejan el logro de un aprendizaje.

En la semana pasada, publiqué un artículo que titulé “Hacer poco es mucho, pero la SEP no lo entiende”; consecuentemente considero que, si se le brinda la confianza necesaria a los docentes, éstos podrían, en la medida de sus posibilidades y recursos, adecuar las acciones que desarrollarían para que sus alumnos aprendieran en casa. ¿Se imagina aquel maestro de secundaria que tiene a su cargo más de 200 alumnos? Es demencial que se le pida que grabe un video que demuestre que está trabajando con sus alumnos, que realice una carpeta de “experiencias” de cada uno de éstos, que tenga la posibilidad de planear para que, si no es que todos, se conecten desde sus hogares para que trabajen a través de una plataforma, y un lago etcétera más.

¿Acaso el maestro o maestra no es padre o madre de familia?, ¿acaso no tienen que atender u orientar a sus hijos porque sus maestros también les han dejado tarea?, ¿acaso no tienen vida propia para desayunar, comer, cenar, pasar un tiempo con su familia, para hacer labores domésticas o en el campo, o para disfrutar de unos minutos de descanso?

Sí, además de la guerra que están librando médicos y enfermeras en nuestro país, la tarea, se ha convertido en la madre de todas las batallas que buena parte de la población está librando en estos momentos, y la SEP, tampoco ha entendido, entiende, ni entenderá esto.


Referencias:

Laconte, R. (1981). Citado en Rodas Ochoa, M.C. (2012). Las tareas escolares extraclase y su incidencia en el rendimiento de los estudiantes del tercer año educación general básica de la escuela Aurelio Ochoa Alvear de la Parroqui Tuti Cantón Cuenca (Doctoral dessertation)

Fuente: https://profelandia.com/la-tarea-la-madre-de-todas-las-batallas/

Imagen: https://pixabay.com/photos/children-drawing-education-4526384/

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Guía de la Internacional de la Educación para la reapertura de escuelas e instituciones educativas

IE / 11 de mayo 2020

Un número creciente de países está considerando reducir las restricciones y reanudar gradualmente la enseñanza. La Internacional de la Educación hace énfasis en cinco dimensiones que los gobiernos deben considerar, en diálogo con educadores y sindicatos, al planificar esta próxima fase de respuesta a la crisis de la COVID19.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado seis condiciones que deben cumplirse para que los gobiernos puedan empezar a levantar las actuales restricciones de movimiento social y físico relacionadas con la propagación del COVID-19:

  1. La transmisión de la enfermedad está bajo control.
  2. Los sistemas sanitarios son capaces de “detectar, examinar, aislar y tratar cada caso y de rastrear todos los contactos”.
  3. Los riesgos de las zonas críticas se han minimizado en lugares vulnerables, como las residencias de mayores.
  4. Las escuelas, centros de trabajo y otros lugares esenciales han establecido medidas preventivas.
  5. El riesgo de la importación de nuevos casos “está bajo control”.
  6. Las comunidades están plenamente informadas, comprometidas y capacitadas para vivir con arreglo a una nueva normalidad.

Dado que, en la mayoría de los países, las escuelas e instituciones educativas están cerradas, hay cuestiones críticas que los gobiernos deben tener en cuenta conforme se empiecen a reabrir gradualmente los centros para la primera infancia, las escuelas y las instituciones de enseñanza superior. Es imperativo que los gobiernos comuniquen de manera transparente y continua los planes para la reapertura de la enseñanza presencial y la medida en que están siendo asesorados por expertos sanitarios. Un diálogo social y político continuo con los educadores y sus sindicatos es la piedra angular de una estrategia educativa exitosa.

  1. Participar en el diálogo social y político
    Las autoridades públicas entablan un diálogo social y político continuo con los educadores y con sus sindicatos y organizaciones representativas para evaluar las necesidades y acordar medidas en materia de salud y seguridad para los estudiantes y el personal, así como el marco y los recursos para la transición de vuelta a la enseñanza y el aprendizaje in situ. Se tiene en cuenta la carga de trabajo adicional que surge por la exigencia paralela de la enseñanza presencial y en línea durante la reapertura gradual de las escuelas. Se respetan los derechos laborales de los docentes y del personal de apoyo a la educación y se mantienen unas condiciones de trabajo decentes.
  2. Garantizar la salud y la seguridad de las comunidades educativas
    Hay consenso y claridad respecto a las medidas de higiene necesarias para mantener la salud y seguridad de los niños, los estudiantes y el personal, así como respecto a las medidas preventivas para contener la propagación del virus. Todas las escuelas e instituciones educativas están equipadas para garantizar y mantener prácticas mejoradas de higiene y limpieza, y todo el personal está informado y formado para seguir las nuevas directrices. Los trabajadores de la educación tienen acceso garantizado a equipos de protección individual cuando sea necesario, y las autoridades públicas han designado fondos y personal adicionales para garantizar los requisitos de salud y seguridad. Además, se tiene en cuenta la situación de los estudiantes y los miembros del personal vulnerables o en riesgo y la de sus familias.
  3. Convertir la equidad en una prioridad máxima
    La equidad es un aspecto fundamental de todos los planes de transición, reconociendo que el impacto de la pandemia no es igual para todos y que los estudiantes y trabajadores de la educación que ya son vulnerables han sido y pueden seguir siendo los más afectados. Se ha establecido una estructura de apoyo para todos los estudiantes y miembros del personal vulnerables, para los que están soportando mayores dificultades y para los estudiantes que no han podido participar en las clases en línea o desde casa. Se elabora una estrategia para hacer frente a los posibles aumentos de las tasas de abandono escolar, prestando especial atención a las niñas y mujeres, y a las personas que corren el riesgo de convertirse en víctimas del trabajo infantil.
  4. Apoyar el bienestar y la recuperación física y emocional
    Se han establecido sistemas para apoyar el bienestar y la salud mental de los niños, los estudiantes y el personal docente, como, por ejemplo, mediante apoyo y asesoramiento psicosocial específico. Además de que la pandemia provoca estrés y ansiedad continuos, muchos niños, estudiantes y personal educativo también van a encontrar dificultades para volver a la escuela y adaptarse a las nuevas rutinas y a las restricciones a nivel de la interacción social. Existe un apoyo específico para quienes hayan sufrido una pérdida, abuso, violencia u otros traumas emocionales.
  5. Confiar en la profesionalidad de los educadores
    Las autoridades educativas se comprometen con los educadores y sus sindicatos a determinar y evaluar las repercusiones del cierre de las escuelas en la enseñanza, el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes. El marco para la transición de vuelta a la educación presencial se basa en la confianza en la profesionalidad y la práctica pedagógica de los trabajadores y trabajadoras de la educación. La claridad de los requisitos se alcanza en diálogo con los educadores y sus sindicatos para garantizar un trato justo e igualitario para todos los estudiantes y la continua autonomía profesional de los educadores.

Acceda a la guía aquí.

El link de enlace:

https://www.ei-ie-al.org/noticias/guia-de-la-ie-para-la-reapertura-de-escuelas-e-instituciones-educativas

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