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Uruguay: Aprendizaje y servicio solidario fortalece relación entre comunidad educativa y sociedad

América del Sur/Uruguay/20-09-2020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

Otro de los valores de esta propuesta es que pone en el centro la solidaridad y también mucho énfasis en las capacitaciones a los docentes, en el trabajo en los centros y en cómo fortalecerlos.

El Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario realizó un foro en el que especialistas y autoridades compartieron resultados y reflexiones acerca de la investigación “Procesos de instalación del aprendizaje-servicio solidario en las políticas públicas”. El trabajo revela el impacto positivo de la promoción de esta iniciativa en nuestro país, informaron a LA REPÚBLICA desde la ANEP.

El foro fue organizado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (Clayss), Dirección de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y El Chajá.

La investigación se desarrolló en el marco del Programa “Desarrollo del Aprendizaje en Servicio Solidario en Uruguay”, estuvo liderada por un grupo encabezado por la profesora Nieves Tapia y contó con la coordinación de la profesora Alejandra Cativiela, Enrique Ochoa y Marianela Fernández del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (Clayss).

Asimismo, la indagación titulada “Procesos de instalación del aprendizaje-servicio solidario en las políticas públicas” fue llevada adelante por los doctores Javier Lasida y Daniel Giorgetti, y por el licenciado Felipe Miguez, quienes profundizaron en la realidad de la estrategia en Argentina y Uruguay.

Daniel Giorgetti (Argentina) comenzó rescatando los orígenes del Aprendizaje y Servicio Solidario (AYSS) en la Argentina, iniciado en 1997. También trazó la cartografía de los actores que se encuentran vinculados y apoyan esta práctica desde el Estado y la comunidad educativa.

Para el académico, quienes llevan adelante el Aprendizaje en Servicio Solidario manifiestan una cuestión identitaria, y se reconocen como integrantes de un colectivo.

Felipe Miguez relató cómo se asentó esta línea educativa en el país y los apoyos que conquistó durante este proceso.

En este sentido, puso énfasis en la importancia y el aporte invalorable de los diferentes componentes de la estrategia, tales como las capacitaciones que ofician como un soporte a los docentes en la implementación del AYSS, el acompañamiento a los centros educativos, y el Concurso de Educación Solidaria que implica un hito de reconocimiento y visibilidad, y un espacio para tender redes.

Por otra parte, destacó la Red Uruguaya de Aprendizaje y Servicio Solidario integrada por instituciones aliadas que expanden el uso de la propuesta pedagógica; y los productos de conocimiento teórico para quienes desean conocer la propuesta o ya trabajan con ella.

Javier Lasida resaltó tres aportes que este tipo de enseñanza realiza a la política educativa uruguaya: La experiencia efectiva de reforma curricular en los niveles de tomadores de decisión y en los centros educativos; el entusiasmo que genera a partir de sus propuestas en las comunidades; y el enriquecimiento de las relaciones escuela-comunidad, aportando temas que brindan relevancia a los aprendizajes y construyen diálogos significativos.

La moderadora Olga de las Heras, consejera del Consejo de Educación Inicial y Primaria, señaló la importancia de intercambiar acerca de “un tema tan convocante”.

“Principalmente, en lo que me compete, viene a mi memoria todo el recorrido que se ha hecho en Uruguay, que ha sido muy valioso. Vi la interna de este proceso y leí los testimonios que se obtuvieron en la investigación, que nos brindan muchos insumos para reflexionar con miras al próximo capítulo de esta investigación”, valoró.

Valores educativos

La directora sectorial de Planificación Educativa de la ANEP, Adriana Aristimuño, destacó la calidad y claridad de la investigación. “Esta experiencia es un caso exitoso con una fuerte incidencia de la sociedad civil en la política educativa, que en nuestras latitudes no es tan común, y este es un aspecto muy valorable”.

Aristimuño destacó que otro de los valores del aprendizaje y servicio solidario es la gran condensación de valores educativos que tiene la experiencia, “poniendo en el centro la solidaridad -que tiene mucho que ver con la actividad educativa en sí misma- y también mucho énfasis en las capacitaciones a los docentes, en el trabajo en los centros y en cómo fortalecerlos”.

Expresó además que a través de esta iniciativa también se logró empoderar a los alumnos, “algo muy fuerte y prometedor que fortalece la relación entre la comunidad educativa y la sociedad”.

Por su parte, el director de Educación del MEC, Gonzalo Baroni, también hizo énfasis en cómo repercute en el alumno este tipo de aprendizaje. “Al estudiante se lo encuentra empoderado y protagonista del proceso, y desarrolla competencias que no son específicas de las asignaturas. En un mundo cada vez más cambiante en el que el asignaturismo está siendo hackeado, realmente necesitamos estudiantes que puedan desarrollarse más en sus habilidades y competencias, que por asignaturas”.

Baroni celebró que en la estrategia uruguaya se optó por incorporar el AYSS en el nivel Primario, cuyos resultados evidenciaron “la cohesión de la escuela pública uruguaya, y la importancia y la trascendencia de cómo se lleva adelante”.

Ignacio Hernaiz, director de Educación del Fondo Nacional de las Artes (Argentina) y ex director de la Oficina de la OEI en Uruguay, recordó que en nuestro país cuando se gestó esta iniciativa en el ámbito del MEC se obtuvo un respaldo muy decidido.

“La participación de docentes y estudiantes fue muy positiva, y en las dos orillas ha sido una experiencia muy exitosa. El Aprendizaje y Servicio Solidario siempre tuvo un alto nivel de profesionalismo y una idea clara que fue desarrollada a pleno con una muy buena recepción en los centros educativos”, señaló.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/aprendizaje-y-servicio-solidario-fortalece-relacion-entre-comunidad-educativa-y-sociedad-id788723/
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Coronavirus en Argentina: la “grieta” gremial por el regreso a las escuelas en la Ciudad

La titular del gremio AMET dijo que hay una enorme cantidad de chicos desconectados y que hay que hacer acuerdos para que vuelvan las clases presenciales. UTE-Ctera se opone.

«En todo el país hay una enorme cantidad de niños, niñas y adolescentes que se han desconectado y no tienen la posibilidad de darle continuidad a su aprendizaje, por diversos motivos. De manera que este problema hay que enfrentarlo y reconocerlo. Hay que hacer acuerdos paritarios para que se vuelva a la presencialidad. Nos parece que empezar un camino como el que está haciendo la Ciudad de Buenos Aires es para analizarlo y medirlo día a día», dice a Clarín Sara García, secretaria general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET).

Así, dio el «visto bueno» a las clases en espacios públicos, la iniciativa porteña. Desde la otra vereda, el gremio docente Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera) insiste con el rechazo a la vuelta de las clases presenciales. Sea en las aulas o en las plazas.

Esta es la «grieta» gremial de la Educación en medio de la pandemia del coronavirus, entre pupitres vacíos y pantallas que no llegan a todos.

El contrapunto es un limbo, pese a que, este miércoles, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, lo subestimara. «No hay una puja con la Ciudad» por el retorno a clases, sólo son «miradas distintas», sostuvo. Pero, a la vez, el ministro aseguró que el territorio porteño es la única jurisdicción con la que tuvo «una discrepancia».

Trotta señaló que ya hay «6.500 computadoras listas para ser entregadas a la Ciudad, esperamos la autorización». Con esa cifra de dispositivos, buscan convalidar la cantidad de chicos y chicas que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta señaló como quienes no lograron continuar las clases de manera virtual.

La Ciudad realizó una presentación informal al Ministerio de Educación de la Nación para que 6.500 estudiantes tengan clases en espacios públicos como parques o plazas y otra cantidad -que serían unos 24.000- tengan clases presenciales en la calle y en la vereda de las escuelas tanto públicas como privadas. Proponía que las clases en espacios públicos arrancaran a partir del 28 de septiembre, para que los alumnos retomen el vínculo con sus docentes.

Los gremios docentes rechazaron la propuesta ese mismo día. «Es una actitud anticuarentena, que muestra un desconocimiento de los procesos educativos», afirmó la secretaria general de (UTE-Ctera) en Capital Federal, Angélica Graciano.

«La ministra (de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña) anunció que van a dar clases en las plazas y equiparó dar clases al aire libre a tomar una cerveza en la vereda de un bar, lo que habla del desconocimiento de los procesos educativos», siguió.

Volviendo a la Ciudad, Manuel Becerra, profesor de historia en territorio porteño y magister en historia de la UNSAM, dijo que «salir a comparar las escuelas con los bares ya te marca una postura que no tiene una mirada pedagógica sino de acomodar objetos en el espacio».

Por otra parte, Guillermina Tiramonti, investigadora del Área de Educación de Flacso, afirmó que «es necesario salir a buscarlos, conectarlos (a los alumnos que no lograron la continuidad pedagógica de manera virtual) y, ya que no tienen posibilidades de conectarse por internet, llevarlos a un centro para que puedan recuperar su escolaridad para mantenerlos conectados con la escuela». Consideró que «si se toman los recaudos necesarios, no hay riesgos sanitarios» en la propuesta del gobierno porteño.

Ahí coincidió el titular del Centro de Políticas Públicas y especialista en Educación, Gustavo Iaies, quien dijo a Télam que la idea del retorno a la presencialidad «aborda uno de los principales problemas que tiene la cuarentena para la escuela, que es la falta de sociabilización de los chicos y el corte de la relación de los chicos con los adultos de la escuela».

«Ya veremos cuánto más o menos podremos trabajar los contenidos escolares, pero me parece que es una hermosa iniciativa para iniciar el retorno», afirmó.

En tanto, en Provincia, la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, destacó que se trabaja desde hace meses junto a la Dirección General de Cultura y Educación en protocolos para cuando la situación sanitaria permita el regreso a las aulas. En el mismo sentido, dijo que se volverá a las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires recién «cuando lo aconsejen las autoridades sanitarias». La dirigente sindical remarcó: «La prioridad es lo sanitario».

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/coronavirus-argentina-grieta-gremial-regreso-escuelas-ciudad_0_HVUHR_F_8.html

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Todo el universo podría ser una red neuronal

Todo el universo sería una enorme red neuronal que concilia la relatividad general, la mecánica cuántica y los observadores: es el eslabón perdido del conocimiento humano.

Todo el universo en su nivel más fundamental sería una red neuronal, según explica el físico y cosmólogo Vitaly Vanchurin, de la Universidad de Minnesota en Duluth, en una prepublicación presentada en arXiv.

Vanchurin cree que la hipótesis de que todo el universo es una enorme red neuronal podría constituir el eslabón perdido del conocimiento humano, que permitiría reconciliar la mecánica cuántica y la relatividad general.

En su artículo, Vanchurin considera que las redes neuronales artificiales se comportan en la práctica como si la mecánica cuántica y la relatividad general ya se hubieran reconciliado.

La principal diferencia entre ambas teorías universales es el así llamado “problema del tiempo”: si para la mecánica cuántica el tiempo es universal y absoluto, para la relatividad general el tiempo es relativo, ya que no siempre discurre de la misma forma.

Hay otra diferencia notable entre ambas teorías universales, la conocida como el problema de la gravedad cuántica: los efectos gravitatorios del universo se confunden con los del mundo cuántico cuando las distancias entre objetos son mayúsculas y las energías extremas. Sin embargo, el problema es que no tenemos una teoría que explique este aparente imposible.

El tercer factor que enfrenta a ambas teorías universales son los llamados observadores: todavía no sabemos realmente qué papel desempeñamos en el conocimiento de la materia, ni en qué medida el mundo depende de nuestra observación. Hay todavía un apasionado debate sobre este tema y sobre la validez de la objetividad científica.

Salto cuántico

Vanchurin da un salto de audacia para proponer, no la pretendida teoría del todo unificado, que explicaría todos los fenómenos físicos conocidos, mayúsculos y minúsculos, sino más bien abrir un posible trayecto que conduzca a ella.

Para conseguirlo propone añadir a la ecuación cósmica un tercer factor, además de la relatividad general y a la mecánica cuántica: el observador, ese oscuro objeto del deseo que ha llevado a convertir el conocimiento humano en un consenso, más que en una descripción objetiva e inapelable de lo real.

Aun asumiendo que la mayoría de los físicos considera la mecánica cuántica como el pilar de todo lo que conocemos, Vanchurin propone que la realidad es más sutil: todo emana de una red neuronal microscópica, tanto la mecánica cuántica, como la relatividad general y los observadores.

«La red neuronal es todo lo que existe. Es un sistema dinámico que experimenta una evolución de aprendizaje y, como resultado, experimentamos muchos fenómenos emergentes interesantes como el espacio-tiempo, las partículas y, quizás lo más importante, los observadores», declara a Turingchurch.

Por lo tanto, si queremos reconciliar los tres aspectos conocidos de la realidad, habría que considerar que el sustrato del universo es una red neuronal, presumiblemente cuántica: integraría las leyes de la relatividad general, los principios del mundo cuántico y el papel de los observadores en este nuevo marco teórico.

También resolvería el dilema de los supuestos multiversos de Everett y de las variables ocultas que, supuestamente, tendrían los secretos del mundo cuántico.

Según Vanchurin, las variables ocultas serían los estados de las neuronas individuales y las neuronas aprendices representarían a lo que llama variables cuánticas.

Aprendizaje profundo

Para comprender cómo ha sido concebida esta propuesta teórica, que ha suscitado escepticismo entre otros físicos, Vanchurin cuenta que es la deducción lógica del estudio de las redes neuronales artificiales a las que ha dedicado mucho tiempo.

Las redes neuronales artificiales están formadas por una serie de circuitos electrónicos que se comportan como las neuronas biológicas.

Son una rama de la Inteligencia Artificial que imitan al cerebro humano a través del llamado aprendizaje profundo, una forma de automatizar el análisis predictivo: la capacidad que tiene el cerebro biológico de analizar un amplio espectro de datos para anticipar posibles acontecimientos.

Analizando esta tecnología, Vanchurin apreció que la dinámica de aprendizaje de las redes neuronales artificiales era muy similar a la dinámica que se observa en los sistemas cuánticos.

Las dos teorías universales y los observadores conviven en los procesos de aprendizaje de las redes neuronales artificiales. Esta constatación le llevó a suponer que, en los niveles más básicos del universo, todo se reduce a lo mismo: a una red neuronal que todo lo engloba.

Vanchurin reconoce que la idea es una locura, pero al mismo tiempo señala, en declaraciones a Futurism, que será relativamente fácil rebatirla: sólo es preciso encontrar un fenómeno físico que no pueda modelarse como una red neuronal.

Eso no significa que vivamos en Matrix, concluye Vanchurin, sino que vivimos y formamos parte de una red neuronal universal, aunque no podemos notar la diferencia.

Referencia

The world as a neural network. Vitaly Vanchurin.  arXiv:2008.01540 [physics.gen-ph]

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/todo-el-universo-podria-ser-una-red-neuronal.html

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Entrevista a Francesco Tonucci: «Hablamos mucho de los niños, pero muy poco con los niños»

  • El maestro, pedagogo e investigador italiano cree que la escuela necesita «un cambio radical», ahora más que nunca
  • Se habla día tras día de los niños, de cómo han vivido el confinamiento, de cuáles son las consecuencias que estos meses tendrán en su aprendizaje o de cuánto necesitan volver a las aulas, pero, ¿por qué nunca se buscan las respuestas en ellos? Esto es lo que no comprende el maestro, pedagogo, investigador y dibujante italiano Francesco Tonucci, también conocido como “Frato”.Si él es una de las voces más respetadas dentro del ámbito educativo a nivel mundial posiblemente no solo sea por su formación, sino también y sobre todo por haber escuchado durante toda su vida lo que los niños tienen que decir respecto a las decisiones que les afectan.En este momento de incertidumbre y tensión por cómo se desarrollará la vuelta al cole en convivencia con el Covid-19, numerosas instituciones o entidades educativas de países como Argentina, Perú o Colombia acuden a Tonucci (Fano, 1940) para conocer cuáles son sus propuestas y tomar nota de algunas ideas que él defendió siempre y que ahora resultan más relevantes que nunca.

    Entre ellas, las que están ligadas de forma directa a la «La Ciudad de los niños», un proyecto que alumbró el italiano en 1991 con el propósito firme de «poner al niño en el lugar que ocupa el adulto trabajador, que se desplaza en automóvil».

    PREGUNTA: ¿Qué ha pasado con los niños en estos meses de pandemia?

    RESPUESTA: Lo primero es que hablamos mucho de niños, pero muy poco con los niños. Los únicos que están fuera de todos los debates son ellos. Es impresionante pesar que hace 30 años todos los países del mundo ratificaron en la Convención de los Derechos del Niño que tienen derecho a expresarse cada vez que se toman decisiones que les afectan y ahora en nada de lo que se está discutiendo sobre ellos se les consulta. Estamos en una situación de ilegalidad. Hay que decirlo así como es.

    Hablamos mucho de niños, pero muy poco con los niños

    Nosotros cuando empezó el desastre, la pandemia, a mitad de marzo, enviamos un mensaje a las «Ciudades de los niños y las niñas» para que los alcaldes convocaran a los consejos de los niños de forma virtual. De ahí y de varias encuestas que hemos promovido en distintos países extraemos tres conclusiones muy claras: que los niños extrañaron a sus amigos, que lo pasaron muy bien con sus padres (como nunca en su vida), y que estaban hartos de los deberes y de las clases virtuales.

    P: ¿La experiencia del confinamiento les puede haber afectado negativamente?

    R: Es cierto que siempre hay situaciones complicadas, pero en la mayoría de los casos que nos llegan vemos que ha sido una buena experiencia para ellos. Yo no creo que tengamos que tener miedo a cómo se recuperen porque no considero que el confinamiento haya sido un trauma, por una razón noble y por otra innoble.

    La noble es que lo pasaron en casa con sus padres y la innoble es que los niños ya estaban encerrados antes. No es que aprendieran a encerrarse en casa a raíz de la pandemia, es que no podían salir antes tampoco porque los niños hace tiempo que perdieron los espacios públicos. Solo pueden salir si están acompañados por sus padres.

    P: Ahora hay padres preocupados por el desfase curricular, por las carencias en su aprendizaje… ¿entiendes este temor?

    R: Es evidente que lo que la escuela enseñó en este tiempo es muy frágil, es un aprendizaje muy débil. El tema es que no era mucho más fuerte antes (…) Hay un porcentaje muy alto de niños que en la escuela se aburren, que no quieren ir. Y esto no es por culpa del virus.

    Pero preguntarse lo que han perdido me parece una forma ridícula. Lo que me gustaría es que se dedicara un tiempo para empezar el nuevo año escolar después de haber analizado lo que los niños han aprendido y lo que han ganado.

    P: ¿Qué han aprendido?

    R: Aprendieron a vivir, a reaccionar frente a un bombardeo de noticias horrorosas que todos los días entraban en su casa, a convivir con lutos, o con la enfermedad. Todo esto tiene que entrar en la escuela. No puede ser que la escuela se ocupe de lo otro. Fíjate, la escuela italiana asumió como lema el de «La escuela no para». Esto es absurdo. Si el mundo ha parado, la escuela tiene que parar, porque no parar lo único que significaba es que se seguía con un programa y que, mientras todo el mundo hablaba de un virus en la calle, igual en clase de ciencia se hablaba de la fotosíntesis.

    Elisa, una niña de 9 años de Lima, dijo en una encuesta que antes no podía entender estas cosas que pasan porque estaba en la escuela.

    Nosotros hicimos una propuesta que se llamaba «La casa como laboratorio». Pensamos que si todo se había parado y el mundo de los niños se había restringido a su casa, lo correcto era pedir a los padres que transformaran las actividades domésticas en las nuevas tareas, que los niños cocinaran con sus padres, lavaran la ropa o plancharan. O que les propusieran revisar fotos para reconstruir su historia personal, que tuvieran un diario secreto, que leyeran juntos en familia una novela media hora por día como si fuera un teatro… Y en muchos países se ha hecho.

    En Argentina, el ministro de Educación me llamó, hablé con él por Skype e hicimos una conferencia pública juntos. La próxima semana presentaremos un cuaderno que preparó el ministerio y que se está repartiendo en las escuelas. Ahí se incluye esta idea y avanzo también otras propuestas sobre la vuelta a las clases.

    P: Estas propuestas nada tienen que ver con ordenadores y tabletas…

    R: Es que la tecnología falló totalmente. Los niños no se encontraron con una didáctica a distancia y está claro que el uso de la tecnología para dar clase no funciona, pero tampoco la asistencia presencial es suficiente porque la clase magistral es una forma muy débil de transmisión de conocimiento. Lo que funciona es el conocimiento que desarrollan los alumnos buscando e investigando, no escuchando a los maestros.

    El uso de la tecnología para dar clase no funciona

    Me habría gustado que la escuela al menos usara las plataformas como instrumento para dialogar con los alumnos, para ayudarlos a entender lo que estaba pasando en el mundo y que expresaran sus sentimientos.

    P: Escuchamos continuamente a padres y políticos decir que los niños necesitan volver ya al colegio. ¿Cómo lo ves tú?

    R: Los niños no necesitan ir la escuela. Es falso, y con esto no quiero rebajar la importancia de la escuela. Si los niños han echado de menos la escuela es porque hoy en dia es el único lugar donde se pueden encontrar con los amigos, porque han perdido las calles.

    Un niño de Argentina nos dijo: «Nos quitaron de la escuela lo que más me interesaba, los amigos y el recreo, y se ha quedado lo que menos nos gustaba, las clases y las tareas».

    Si la escuela tiene el valor de entender lo que está pasando, tiene que estar estar dispuesta a un cambio radical que hoy en día es necesario.

    P: ¿Cuál es el giro que deberían dar los centros educativos?

    R: Los niños no pueden quedarse todos en un aula, frente a un maestro, sino formar parte de grupos independientes que trabajen por su cuenta como pasaba antiguamente. A esa imagen de escuela, que era la buena escuela de los buenos maestros de siempre, es muy fácil volver hoy en día con la pandemia porque un grupo puede estar en el pasillo y otro grupo en la clase, y reforzar así la autonomía que se ha perdido.

    El Artículo 29 de la Convención sobre los Derechos del Niño habla de que el objetivo de la educación es el desarrollo de la personalidad de los niños, de sus aptitudes, hasta el máximo de sus posibilidades. Ese es el objetivo que deben tener la familia y la escuela respecto a la educación y no el conseguir unos resultados previstos o evaluar a los niños respecto a lo que rindieron.

    Pero todo esto que vamos a plantear no se debería decidir lejos o arriba, a nivel de ministerios. Se debería abrir una mesa en cada escuela o en cada ciudad, una mesa en la que se sitúen cuatro protagonistas: la ciudad, la escuela, la familia y los niños. Que estén presentes los cuatro y todas las decisiones salgan de un debate compartido.

    P: ¿La pandemia podría hacernos despertar?

    R: Todas las veces que hay un trauma fuerte nos ponemos frente a la posibilidad de cambios. Tenemos que pensar que algo no ha funcionado hasta ahora y veo que gracias a la tragedia llegan propuestas antiguas, en mi caso de hace más de 50 años.

    Hoy las escuelas están pidiendo a la ciudad espacios vacíos para repartir los alumnos, pero a mí me gusta pensar que la ciudad puede ofrecer espacios llenos, que se puede hacer escuela fuera de las aulas visitando una fábrica, una editorial, un museo, una orquesta… invitar a la ciudad a ofrecerse a las escuelas con propuestas educativas.

    Me gusta pensar que se puede hacer escuela fuera de las aulas

    El virus nos ofrece una ciudad más correcta donde se respeten más las necesidades de los peatones que de los coches, como ocurre en Pontevedra, por ejemplo.

    P: ¿Qué propuestas concretas trasladas a quienes te consultan qué medidas se pueden tomar para la vuelta al cole?

    R: Que los niños se muevan solos. Parece un contrasentido, pero llevamos proponiéndolo muchos años. Si salen solos, será la mitad de la gente la que se mueve (…). También  planteamos que las calles cercanas a las escuelas se cierren al tráfico durante el tiempo de la apertura porque así la escuela puede aprovechar este espacio libre para el descanso, para hacer gimnasia… Ampliando su espacio también se crea un ambiente de respeto urbano.

    Otra propuesta que avanzo y que ahora tiene un sentido más fuerte es que todos los espacios de los centros se usen para crear laboratorios y talleres y no solo aulas. Hay que renunciar al aula y hacer espacios especializados en algo, en música, ciencia, arte, o tener una huerta como laboratorio de ciencias, por ejemplo, o una cocina.

    Hay que renunciar al aula y hacer espacios especializados

    Tendrían que ser grupos que pasan de un lugar a otro y no estar ocho horas sentados en el mismo lugar porque eso ahora mismo, solo por el tema sanitario, no debería estar permitido. Además, un niño que nació bailarín o una niña que nació mecánica no van a encontrar nada que les sugiera que tienen esa vocación. Serán burros en la escuela cuando quizá son genios potenciales en su sector. La escuela correcta debería ayudar a cada uno a buscar lo suyo.

    P: ¿Hay algún mensaje que quieras trasladar a los padres?

    R: Yo les diría que hablen con sus hijos, que intenten entender lo que los niños ganaron en este tiempo de clausura, porque seguro que todos ganaron mucho y crecieron mucho. Por ejemplo, una niña argentina de cinco años  decía que durante el confinamiento aprendió a dormir sola. (…) Hay que aconsejar a los padres que se pregunten también ellos qué aprendieron de sus hijos, qué descubrieron que no conocían antes.

    Y que, cuando todo esto termine les concedan mas autonomía, que les dejen salir solos de casa. Sería maravilloso que el virus, que ha sido una tragedia, les regalara eso a los niños.

    Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20200829/entrevista-pedagogo-investigador-italiano-francesco-tonucci/2041015.shtml

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Docentes: Constructores de Comunidades Educativas

 Juan Carlos Miranda Arroyo

 

Las y los docentes son, por definición y por vocación en la práctica, constructoras y constructores de comunidades educativas y de aprendizaje. Los son (y lo somos) como integrantes de grupos académicos colegiados y como líderes de los respectivos grupos de aprendizaje, que son parte de sus (nuestras) responsabilidades y compromisos profesionales.

Sobre esto, escribí antes lo siguiente: En relación con las políticas públicas educativas (PPE) en México, en la coyuntura actual, pienso que mientras la estrategia «Aprende en casa II» (SEP) no tenga como eje articulador la integración y ejercicio de las comunidades educativas, el proyecto gubernamental estará condenado al fracaso.

¿Qué propone la Secretaría de Educación Pública (SEP) con respecto a la construcción de comunidades educativas? Veamos algunos fragmentos de un documento oficial publicado recientemente: «…la comunidad educativa (se concibe) como un sistema abierto que se nutre de algunos elementos de un sistema más amplio -social, político, cultural, ideológico, económico- y de sus interacciones. A su vez, la comunidad estaría compuesta por un conjunto de subsistemas que se relacionan, interactúan y tienen objetivos comunes.» (1)

«Desde la perspectiva de Bronfenbrenner (1987), la familia y la escuela serían microsistemas en los que los educandos se desarrollan, mientras que la comunidad educativa sería el mesosistema en el que se interrelacionan ambos microsistemas. El conocimiento de estas interacciones resulta básico para comprender los patrones de actividad, los roles y, en general, el desarrollo de los educandos.»

«…el sistema educativo y la institución escolar son ámbitos idóneos para organizar a los agentes que se sitúan en los contextos de desarrollo de los educandos, ya que ningún otro espacio educativo posee la capacidad, el sistematismo y los recursos de los que dispone la escuela para llevar esto a efecto. Sin embargo, por otra parte, la institución escolar es un contexto cultural específico, y el hecho de construir la comunidad educativa en torno a una cultura determinada puede dificultar la organización eficaz de las interrelaciones que conduzcan a la consecución de las finalidades comunes.» (misma fuente)

La construcción de comunidades educativas hasta el momento, por parte de la SEP, es retórica, cuando ésta tendría que ser una línea esencial de las políticas públicas educativas, en los hechos, en la práctica cotidiana del «sistema». No sólo en las palabras.

La construcción de comunidades educativas, hoy, podría complementarse con dos líneas de acción centrales, que no veo en la estrategia gubernamental (SEP), es decir, no aparece explícitamente en el contenido y las acciones de las políticas públicas educativas en México (no lo veo al menos enfatizado): Poner como especial prioridad a la lectura y la escritura en la vida cotidiana de las y los estudiantes. Así como la formulación y resolución de problemas, no sólo en el campo del Pensamiento Matemático, sino también en todas las áreas o campos de conocimiento. Todo es cuestión de poner mayor atención a la enseñanza y aprendizaje de las habilidades intelectuales básicas.

Reitero: Las y los docentes no son «apóstoles» solitari@s de la educación. Por el contrario, su trabajo es, en esencia, colectivo, colegiado, de acompañamiento, de apoyo entre pares y de colaboración mutua.

Considero que los elementos básicos para construir comunidades educativas y de aprendizaje, como PPE, son: Liderazgo académico; trabajo colegiado horizontal; apoyo institucional (tiempos, movimientos y recursos); asesoría y acompañamiento técnico-pedagógico; disposición de acompañamiento por parte de las familias, y agenda educativa. También es esencial, implícita y explícitamente, un replanteamiento acerca de la formación inicial y continua de las y los docentes, así como de las y los directivos escolares, y de las y los asesores técnico-pedagógicos.

Mientras no tengamos un programa de formación robusto y ampliamente discutido, en torno a esos trayectos de preparación profesional permanente, dirigidos a esas figuras educativas concretas (y sin burocratizaciones absurdas), con un enfoque hacia la construcción de comunidades educativas y de aprendizaje, será difícil que caminemos como nación en la ruta correcta para asegurar el derecho pleno a la educación de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.

Fuente consultada:

(1) SEP (2020). Guía del Taller Intensivo de Capacitación. “Horizontes: colaboración y autonomía para aprender mejor”. Ciclo escolar 2020-2021. Para el campo específico de “comunidad escolar”, la SEP cita a: POZO ANDRÉS, María del Mar DEL; ÁLVAREZ CASTILLO, José Luís; LUENGO NAVAS, Julián y OTERO URTZA, Eugenio. Teorías e instituciones contemporáneas de educación, Madrid, Biblioteca Nueva, 2004, pp. 125- 127. Disponible en:

http://www.ugr.es/~fjjrios/pce/media/2- EscuelaFamiliaComunidadEducativa.pdf

Y a: POSADA ESCOBAR, Jorge Jairo (2000). Notas sobre comunidad educativa. Bogotá: Universidad Pedagógica nacional. Disponible en:

http://www.bdigital.unal.edu.co/ 1513/7/06CAPI05.pdf

Fuente:  https://profelandia.com/docentes-constructores-de-comunidades-educativas/

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Declaración colectiva: es tiempo de alternativas en educación. Argentina

América del Sur/Argentina/23-08-2020/Autora: Dolores Bulit/Fuente: alteredu.com.ar

Es hora. Desde los años ´50 del siglo pasado a esta parte, en Argentina han germinado y crecido proyectos educativos transformadores, con diversas miradas pedagógicas, pero que tienen en común la búsqueda del bienestar integral de los y las que aprenden, trabajando en estrecha relación con su comunidad. Aunque no hayan inventado nada que no sepamos ya, su fortaleza reside en que han sido capaces de experimentar, evaluar y sostener en el tiempo sus prácticas transformadoras. Muchas veces, desafiando las trabas normativas, el desconocimiento generalizado, el miedo y la escasez de recursos (pueden conocer un panorama de estas propuestas en esta nota).

Son escuelas formales y espacios no formales muy diversos, con inspiración en la escuela serena, la educación popular, los enfoques Waldorf, Montessori, Reggio Emilia, Pikler, de Pedagogía 3000, escuelas experimentales nacidas del Instituto Speroni, generativas, escuelas vivas y libres, democráticas, comunidades y grupos de aprendizaje autodirigido, escuelas en la naturaleza, escuelas inspiradas en las prácticas y legados de los pueblos originarios, familias y personas en áreas rurales y urbanas de todo el país. Con organizaciones autogestivas, asociaciones civiles, cooperativas, sin fines de lucro en su mayoría, de Gestión Social en las provincias que lo han reglamentado o incluso sin personería alguna. Agrupadas en redes regionales y mundiales, comparten prácticas y construyen conocimiento y evidencias acerca del acompañamiento respetuoso del aprendizaje humano en distintas culturas y épocas.

¿Qué tienen en común y qué pueden aportar a este momento y a este sistema educativo en permanente cuestión? Priorizan el clima de confianza y bienestar como punto de partida para el aprendizaje, saben trabajar con formatos de tiempo, espacio y agrupamientos no convencionales, hacen evaluación formativa desde siempre, trabajan con ratios bajas y curriculums flexibles y transversales, en alianza directa con la naturaleza y toda la comunidad. A partir del distanciamiento social, miembros de estas experiencias y redes se encontraron de manera virtual en forma periódica desde abril para compartir sus vivencias y ofrecerse apoyo mutuo. De esas reuniones surgió la necesidad de crear una declaración conjunta para darse a conocer y demostrar su interés en ser escuchados en los ámbitos sociales, académicos y políticos que diseñan y discuten las políticas educativas del país.

Compartir esta declaración nos ayuda a difundir y hacer visible una realidad que crece de forma sostenida en cada provincia argentina. También, nos da la posibilidad a cada familia y cada proyecto de salir de nuestra zona cercana y unirnos en un pedido solidario común: otra educación es posible si nos involucramos. Para sumar adhesiones individuales, grupales o institucionales, se firma por acá: https://forms.gle/TtcrGkG9QMrXyMm8A

TIEMPOS DE ALTERNATIVAS EN EDUCACIÓN
Declaración de las Redes de Educación Alternativa de Argentina

“En esta nueva normalidad que atañe muy especialmente a la educación, desde nuestras escuelas y experiencias de aprendizaje no convencionales que hace décadas venimos renovando las prácticas del enseñar y el aprender en sintonía con las necesidades que impone este nuevo contexto, queremos manifestar nuestra voluntad de contribuir a la búsqueda de las soluciones que el presente y el futuro reclaman; en tal sentido, quisiéramos ser incluidos en las instancias de consulta de políticas públicas educativas en Argentina a partir de ahora, como un sector más que puede aportar desde su experiencia.

Estamos agrupados en comunidades educativas de pequeña escala, trabajamos de forma auto gestionada y con diversidad de miradas pedagógicas y conceptos filosóficos acerca de la educación. Nos encontramos en todo el territorio nacional, formando redes regionales o de afinidad, muchas veces dentro del marco de la educación formal y también en la educación no formal e informal.

En general, podemos apreciar que nuestros espacios, donde la cercanía y el contacto físico tienen una gran relevancia, han podido adecuarse a esta modalidad remota con facilidad, y entendemos que ello se debe a que existen vínculos profundos que persisten a pesar del distanciamiento físico y que han facilitado la comunicación. Algo que pudimos poner en claro es que los aprendizajes relevantes son los que nos permiten adquirir las habilidades y herramientas para entender y saber desempeñarnos en el mundo, en el lugar y tiempo que nos toca vivir. De modo que la vida en cuarentena ya no era algo a rechazar sino algo que podía y debía significar un profundo aprendizaje.

El retorno a la escuela presencial quizás sea una excelente oportunidad para no volver “a lo mismo”, y que muchas de las prácticas y las herramientas adquiridas en esta etapa puedan enriquecer las actividades futuras en todas las escuelas. Estamos ante una oportunidad magnífica de aprovechar este quiebre obligado para desaprender y mirar la educación y los aprendizajes, el modo de evaluar y acreditar saberes, de una nueva manera, para que la educación no sea una herramienta de control y reproducción y tenga un rol emancipador y transformativo a nivel personal y social.

Los espacios educativos no convencionales, surgidos del seno de la sociedad civil organizada colectivamente de diversas maneras, queremos contribuir a esa transformación educativa que es necesaria con urgencia, aportando nuestras experiencias, que han venido operando como verdaderos “laboratorios de lo posible” en cada rincón del país.

Valoramos la presencia del Estado garantizando derechos y abordando las profundas desigualdades de nuestra sociedad y, al mismo tiempo, vemos que es necesario que se brinden las facilidades para el operar sin trabas de nuestras organizaciones sociales que tienen una conexión, un saber privilegiado por la proximidad y una valiosa diversidad que pueden aportar dentro de un sistema educativo que nos reúna a todos y a todas. En ese sentido, solicitamos que se implemente la Educación de Gestión Social, como lo establece la Ley 26206/06, artículos 13, 14 y 140 para brindar un marco propio de legalidad y financiamiento a estas experiencias, de modo que se posibilite su gratuidad.

Argentina, Julio de 2020.
Firman esta Declaración las siguientes redes regionales de Educación Alternativa reunidas en la Red de Redes de Argentina: Entre Ríos;
Santa Fe; Buenos Aires; Córdoba; Noroeste; Noreste y Sur”.

Descargá la versión en PDF:

Captura de una de las reuniones quincenales de las redes de Argentina, con invitados de Uruguay.

Foto de portada: Encuentro Plural de Educaciones Posibles (EPEP), una reunión de tres días, anual, itinerante y autogestiva desde 2013. Resistencia, Chaco.

Fuente e Imagen: https://alteredu.com.ar/2020/07/14/es-tiempo-de-alternativas-en-educacion-redes-argentinas-presentan-una-declaracion-para-aportar-experiencia-y-ser-incluidas-en-politicas-publicas/
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Las ventajas y desventajas de la escuela pública y privada en el próximo ciclo escolar

Sitúo el análisis en el ámbito estricto de la escuela y para el caso de la educación básica. Y lo expongo en los términos que indica el título, por una razón fundamental: desde nuestra perspectiva, en esta coyuntura educativa el análisis debe orientarse hacia el niño y el aprendizaje. Y este se va a desarrollar ya sea en la escuela pública o la escuela privada. Y en ambas instancias se tienen ventajas, así como desventajas; y esos elementos son claves para el padre de familia. Por tanto, la línea argumentativa en el presente artículo se ubica en estos parámetros. Y para tal efecto, iniciamos con el caso de la escuela pública.

Bajo las condiciones que se han expuesto hasta el momento, ¿qué ventaja tiene la escuela pública con respecto a la escuela privada en el próximo ciclo escolar? Si un padre de familia tiene a su hijo en una escuela privada y lo quisiera inscribir en una pública, la ventaja que tendría sería en el plano económico, por el tema de las colegiaturas. No obstante, nuestro punto de análisis no es ese, sino el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y en este aspecto, hay más dudas que respuestas.

Me explico: en el artículo anterior, un servidor había adelantado algunas preguntas precisamente sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y señalaba lo siguiente: ¿cuál va a ser el rol del docente en este modelo de educación a distancia? ¿Qué tipo de práctica docente va a desarrollar? ¿Cómo va a ser el proceso de retroalimentación a los alumnos y a través de qué medios? ¿Cómo va a verificar la autoridad educativa que se esté cumpliendo, en términos de aprendizaje, con los niños, niñas, adolescentes, que van a cursar el próximo ciclo a distancia? (Educación Futura, 10 de agosto del 2020). Amplío estas interrogantes con el siguiente análisis: en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se tienen los siguientes aspectos fundamentales para el docente: 1) El proceso de diagnóstico, para saber en qué condiciones se recibe a los niños para el próximo ciclo escolar; 2) La planeación de los contenidos; 3) El planteamiento de los objetivos de aprendizaje; 4) La estrategia didáctica para la enseñanza de los contenidos; 5) El diseño del sistema de tareas; y 6) La evaluación de los aprendizajes. En estos aspectos el maestro estará siendo excluido en el modelo de educación a distancia que está planteando la SEP, porque -a como se observa – el proceso estará centralizado. Y eso tendrá costos importantes en el aprendizaje de los niños, porque prácticamente el docente entraría en el último eslabón de la cadena: en la evaluación.

Lo anterior lo afirmo, porque hasta el momento no se ha aclarado el rol didáctico que cumplirá el docente en el modelo de educación a distancia. Afino la pregunta: no se ha explicado cómo se va a vincular la figura del telemaestro -si me permiten la expresión-, con el maestro de grupo y el padre de familia. ¿Cómo se vincularán estas tres figuras en lo referente al aprendizaje del niño? Nada se ha dicho al respecto.

Agrego lo siguiente para clarificar el punto anterior: con el modelo de educación a distancia, al transformarse la dualidad tiempo-espacio en el que se desarrolla la clase, los maestros tienen que cambiar de forma sustantiva la planeación. ¿En qué aspectos? En primer lugar, al ser una educación a distancia, inexorablemente se tienen que seleccionar los contenidos que se le van a impartir al alumno de acuerdo con los objetivos de aprendizaje que se definan -vinculados con el perfil de egreso-. La educación a distancia, o no escolarizada -para utilizar la terminología de la SEP para educación superior-, es diametralmente distinta a la educación escolarizada. Por esencia, la educación no escolarizada implica una carga de contenidos más sintética que la educación escolarizada, por ende, requiere una selección cualitativa por parte del docente. Esto último no se va a poder realizar en la educación pública, debido a que ya estarán definidos los contenidos con anterioridad en los programas que se van a transmitir por televisión. En ese sentido, como lo señalamos en el párrafo anterior, el docente estará excluido.

En segundo lugar, lo ideal es que, para el modelo de educación a distancia, los docentes desarrollen un proceso de tareas integradoras para reducir la carga de trabajo a los niños -y, sobre todo, a los padres de familia- y no tareas por materias como ocurre tradicionalmente en la clase presencial. Esto tampoco va a poder desarrollarse con los alumnos, porque no hay condiciones para que los maestros trabajen un proceso de ese tipo.

En tercer lugar, si se considera el fenómeno migratorio que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública, no se tiene claro cuál va a ser la relación maestro-alumno para el próximo ciclo escolar; es decir, el número de alumnos que le va a tocar “atender” a cada maestro. Por simple sentido común, suponemos que esa relación se va a incrementar. Y la pregunta es: ¿qué va a hacer un maestro con un grupo de 50 alumnos o más, en un modelo de educación a distancia? Este punto es clave en referencia a los aprendizajes.

Integro un último punto: en un modelo no escolarizado, por definición el tema del aprendizaje recae de forma importante en el autoaprendizaje del alumno. Eso se puede desarrollar en el nivel universitario, no así en la educación básica. En este nivel educativo, necesariamente se debe acompañar el proceso de aprendizaje del niño. Y es aquí donde entra la figura del padre de familia. ¿Cómo le va a entrar el padre de familia a este proceso? Ojo: no es lo mismo culminar un ciclo escolar con un modelo improvisado de educación a distancia, que iniciarlo. Y en un escenario donde el modelo de educación a distancia se mantenga en todo el ciclo escolar, ¿cómo le van a hacer los padres de familia en todo ese tiempo? No se ha dicho nada. Por tanto, lo que hay es una gran incógnita.

Visto así, para el próximo ciclo escolar, la escuela pública nos ofrece más dudas que respuestas. Hay una nebulosa configurada en torno a un conjunto de preguntas. Y mientras no se aclaren estas interrogantes por parte de las autoridades educativas, las dudas se trocan en desventajas en lo referente a los aprendizajes de los niños.

En lo concerniente a las escuelas privadas, al hablar de desventajas, la mirada se orienta al tema de las colegiaturas, no en cuanto a los aprendizajes. Y cuando se señala esto último, se hace referencia a la baja calidad educativa. A lo anterior, bien vale señalar lo siguiente: Las escuelas privadas tuvieron un periodo de experiencia pedagógica y con ello están ajustando la planeación del próximo ciclo escolar, porque están ajustando las contradicciones internas que se presentaron a fines del pasado ciclo escolar.

En ese sentido, se observa una ventaja sustantiva con respecto a la escuela pública: las escuelas privadas van a desarrollar un modelo de educación a la distancia a través de las tecnologías. Ese proceso lo pueden desarrollar de manera interna, debido a que no operan en una lógica centralizada -como sí ocurre en la educación pública-. Y por ello, en lo referente al proceso de enseñanza-aprendizaje, tienen pleno control sobre la tarea didáctica que se va a desarrollar con los alumnos a través del docente. En ese sentido, cuando se presente el regreso a la clase presencial, el desfase de los aprendizajes será mucho menos pronunciado con respecto a los alumnos que cursaron el ciclo escolar en una escuela pública, porque el seguimiento va a ser más cercano con el alumno.

Por otra parte, las escuelas privadas tendrán la posibilidad de preparar el terreno para estar preparadas para un escenario de un modelo híbrido en la educación, sobre todo si se presentaran en el futuro otros fenómenos de pandemia. Un modelo híbrido que las propias escuelas podrían echar a andar en caso de que los niños se tengan que ausentar de la escuela una vez que se regrese al modelo presencial. Hasta antes de esta pandemia, si un niño se enfermaba y tenía que faltar a la escuela por motivos de salud, se perdía las clases, así como los contenidos observados durante ese tiempo. Con un modelo híbrido ese problema podría quedar solucionado. Y las escuelas privadas bien podrían hacerle frente a esa condicionante, y ello sería producto de esta experiencia que se va a vivir en el próximo ciclo escolar.

Así, si se expone en términos comparativos, se observan -hasta el momento- mejores condiciones en la escuela privada que en la pública. Y lo anterior es de suma preocupante si consideramos que la educación pública va a tener mayor peso en la matrícula por la migración que se va a presentar de la escuela privada a la escuela pública. Si antes de esta pandemia el rezago educativo de la escuela pública con respecto a la escuela privada -en educación básica- era importante -así lo indican las pruebas PISA y la prueba PLANEA-, con el siguiente ciclo escolar ese rezago se puede ampliar todavía más.

Entiendo que el gobierno federal está desarrollando un esfuerzo importante por sacar adelante el próximo ciclo escolar; pero se observa que se está trabajando por urgencias. O, en otras palabras, como señalamos en el artículo anterior: se garantiza el ciclo escolar, no así los aprendizajes.

Fuente: https://www.educacionfutura.org/las-ventajas-y-desventajas-de-la-escuela-publica-y-privada-en-el-proximo-ciclo-escolar/

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