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Neurociencia y aprendizaje

Autor: josé de Jesús Reveles

Hoy en día el estudio de la conducta y de los hábitos del ser humano, así como del funcionamiento completo de nuestro cerebro, ha permitido encontrar algunas respuestas y ha colaborado con una mejor implementación en el campo educativo. Los grandes avances de la neurociencia han consentido develar los mecanismos cerebrales que hacen posible el aprender, el recordar y el grabar la información de manera permanente en el cerebro.

Las neurociencias dentro de la educación permiten entender, y conocer de que manera el aprendizaje se hace más efectivo. Es bien sabido que el aprender es un proceso innato del ser humano y siempre estamos en constante aprendizaje.

Hoy por ejemplo Judy Willis, neurocientífica e investigadora de la relación entre educación y neurociencia, en el proceso de aprendizaje, argumenta que es necesario valorar el estado de ánimo del alumno, es decir, la predisposición que éste tenga hacia la captación de una información novedosa.

Estamos en el entendido, que, si el alumno está emocionalmente positivo, la información recibida será aprendida con mayor facilidad, de lo contrario, las horas frente al profesor poco o nada habrán valido la pena.

Por eso, a juicio de quien les escribe, resulta fundamental e importante la metodología dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que depende en gran parte de la manera cómo el estudiante se predisponga para aprender.

Entendemos entonces, en éste primer momento, que como lo arguye Willis, son las emociones las que conducen la memoria, esto significa que, si las emociones son placenteras, el rechazo a información novedosa será menor, y, por ende, el aprendizaje más efectivo.

Otro aspecto que no se debe dejar de lado es que, para la neurociencia, al cerebro agiliza el aprendizaje cuando se incorpora mediante esquemas, mapas, gráficos y cualquier otra herramienta que permita la formalidad y el orden. Dicha información se maximiza cuando ésta se relaciona con aprendizajes previos, es decir, vivencias personales que los alumnos tienen y que permiten entender mejor lo aprendido.

Ahora bien, para mejorar la calidad de la educación, el sistema educativo mexicano necesita adoptar propuestas innovadoras. Es allí donde surge como posibilidad inmediata la Neuroeducación como una de las propuestas a ser tomada en cuenta.

Por tal razón, es de vital importancia que, en las aulas de los diferentes niveles educativos en nuestro país, se implementen nuevos componentes que abran camino a un modelo de práctica pedagógica, que considere la armonía entre el cerebro, el aprendizaje y el desarrollo humano.

Fuente: https://www.elsoldezacatecas.com.mx/analisis/neurociencia-y-aprendizaje-1848418.html

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Más allá de la reforma educativa

Autor: Manuel Gil Antón

Tenemos un problema. Hay que reconocerlo y no es menor: luego de nueve o doce años de educación obligatoria establecida por la Constitución, los egresados no logran el aprendizaje mínimo esperado en cuanto a lectura de comprensión, redacción ordenada de un texto, solución de problemas aritméticos elementales y consolidación de las estructuras lógicas imprescindibles para generar razonamientos con cierto grado de abstracción.

Y eso ocurre con los que no abandonan (o son abandonados por) la escuela antes de ejercer, a plenitud, este derecho. Los que escapan a la exclusión. El nivel de aprendizaje que, en promedio, se logra en nuestro sistema educativo, no se corresponde con lo que sería posible, y necesario, para la formación sólida de las estructuras cognitivas que permitan a los jóvenes seguir incorporando conocimientos y someterlos, luego de su comprensión, a un análisis crítico que es la base de la autonomía en la asimilación de saberes en el futuro. El potencial del sistema es, en teoría, mucho mayor que sus resultados.

En estos años, tal situación fue atribuida, de manera exclusiva o principal, a la “calidad” de las maestras y profesores. La simplificación condujo a una “solución” tan reduccionista como el diagnóstico: la evaluación. Y cuanta más, mejor, pues produce, por sí misma —no como medio, sino como n— el cambio que generará incrementos sustantivos en el aprendizaje. Para asegurar que tal receta fuera surtida en la farmacia de la opción múltiple y otros mecanismos sin validez ni confiabilidad, se ató el sometimiento a ella so pena de perder el trabajo. Se le llamó, sin darse cuenta de la barbaridad que se expresaba, una evaluación “con dientes”: que mordiera, que desgarrara, que tuviera consecuencias.

La examinación superficial (mal llamada evaluación) fue colocada en el terreno laboral, no en el pedagógico, de tal manera que, para conservar el empleo, se acude a ella para “pasarla” sin que tenga nada que ver con la práctica cotidiana. En la pseudo evaluación se finca la más equivocada frase de los que, para bien, ya hacen maletas: cualquiera puede enseñar, si aprueba el examen. No cabe duda: por estas razones, y otras, la lógica que sostiene a esta reforma educativa, y los malabares jurídicos que hicieron para imponerla, debe ser desechada pues es una política basada en la ignorancia.

De ello se deriva un análisis cuidadoso —sereno— de lo que hay que hacer, pues derogar o modificar sustancialmente esta reforma, siendo necesario, no es suficiente. ¿Por qué? Porque el problema educativo que enfrentamos sigue ahí, por lo que se impone, por prudencia y responsabilidad políticas, atender a la sentencia de Malatesta: “sólo se destruye lo que se sustituye”. En otras palabras: la condición para que se incrementen las posibilidades de aprendizaje, no serán resultado directo de abrogar o revocar lo mal hecho, sino en proponer un horizonte de transformación educativa que, por su diseño y tino en su puesta en marcha, no descanse en la amenaza, sino en el entusiasmo, no exento de exigencia, de todos los involucrados. Revertir la reforma, nada más, no es coherente con la esperanza abierta de la posibilidad de otro modelo de desarrollo para el país.

El nuevo gobierno, en estos meses, haría bien en no expresar propuestas deshilvanadas. Tiene una gran oportunidad de hacer lo contrario a lo que sucedió: escuchar. Sí, y a los verdaderos especialistas en esta dimensión de la vida social: las mejores maestras y profesores que tiene el país. Menos parloteo y más silencio para oír a los que saben. A los que, con gran desprecio, ignoraron los señores que creían saberlo todo desde su apabullante soberbia. Es tiempo de escucharlos para fincar la transformación en suelo firme. Hay tiempo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/mas-alla-de-la-reforma-educativa/

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Las claves de la neurociencia educativa

España / Autor: Aula Planeta 

Si bien el cerebro humano sigue siendo un gran misterio para el hombre, cada vez profundizamos más en su entendimiento. Fruto de ello, han aparecido nuevos campos de estudio que podemos englobar como neurociencia y que buscan vincular el estudio del cerebro con un mayor entendimiento del ser humano. Algunos de estos nuevos campos son el neuromarketing, la neuropsicología o la neuroética (por poner tres ejemplos que aúnan ciencias y humanidades) y, por supuesto, la neuroeducación.

Sin querer entrar en aspectos plenamente científicos (si alguien quiere entrar recomendamos los libros de José Antonio Marina (en el plano más divulgativo) y de Tomás Ortiz), podemos decir que la neuroeducación (o neurociencia educativa) es una nueva visión de la educación basada en el cerebro y su funcionamiento y que busca mejorar, potenciar y ajustar los procesos de aprendizaje gracias a aspectos combinados de psicología, neurociencia cognitiva, medicina o sociología.

Neurociencia a la práctica

La neuroeducación parte de la base de que no todos los procesos de aprendizaje ni todas las respuestas emocionales son iguales y que, teniendo en cuenta la plasticidad del cerebro, podemos adaptar el sistema de enseñanza para evaluar y mejorar la preparación del que enseña y para ayudar y facilitar el proceso de quien aprende. Estos son algunos de sus principios y objetivos:

  • La genética, el entorno (medio social, familiar y cultural) y la experiencia interaccionan en el cerebro para moldear al individuo y transformar el cerebro.
  • Los procesos cognitivos y emocionales trabajan asociados de forma que las emociones facilitan o dificultan el aprendizaje.
  • Los vínculos y el apego son básicos para el cambio ya que la interacción social es relevante para el aprendizaje. Un ejemplo de ello es la importancia que está tomando aprendizaje cooperativo.

La neurociencia educativa pone el énfasis en procesos cognitivos como la emoción, la curiosidad, la atención, la conciencia, la memoria o el sueño partiendo de la base de que se trata de procesos que implican a múltiples circuitos de diferentes áreas cerebrales y que pueden ser estimulados en un ambiente adecuado. Este conjunto de procesos que implican repetición, almacenamiento, selección o elaboración de información pueden ser estimulados gracias a la plasticidad cerebral, a un rol activo del individuo y a unos procesos cognitivos puestos en marcha gracias a una serie de capacidades y habilidades que vamos adquiriendo. Gracias a estos principios y procesos, la neurociencia educativa ha conseguido plantear nuevas técnicas y/o aproximaciones y ha permitido confirmar o desmentir algunos aspectos clave que podemos tener en cuenta a la hora de plantear el proceso de aprendizaje:

  • El entorno de la escuela influye en el aprendizaje en diferentes factores como la luz, el ruido externo, la temperatura o la propia arquitectura del centro
  • Se pueden planificar diferentes y procesos herramientas de enseñanza para fomentar el pensamiento crítico o creativo y promover la empatía.
  • Permite detectar e intervenir en relación con fallos o procesos psicológicos que puedan interferir en el aprendizaje normal, la memoria o la misma educación como pueden ser las dificultades en lectoescritura o matemáticas o la detección temprana de TDAH, ansiedad o dislexia.
  • La importancia del sueño en el aprendizaje y como su ausencia tiene efectos sobre la velocidad para procesar información.
  • El impacto positivo de la motivación en la enseñanza
  • La necesidad de la repetición para consolidar aprendizajes. No desde un punto de vista conductista si no desde diferentes perspectivas complementarias (corregir, evaluar, rectificar, etc.).
  • La “ciencia del cerebro” también ha desmentido algunos neuromitos como el uso del 10% de la capacidad cerebral o la idea de los hemisferios diferenciados (en realidad ambos hemisferios trabajan transfiriendo información constantemente).

 

Neurociencia para profesores

La neurociencia también ayuda y dota de herramientas al profesorado, no en vano, el hecho de poder sustentar la práctica docente en evidencias (neuro)científicas puede ser un paso de gigante al mejorar los conocimientos docentes en aspectos como la atención, la memoria o la emoción. Esta toma de conciencia de la práctica diaria nos puede permitir evaluar el propio desempeño, eliminar hábitos poco eficaces y mejorar en lo positivo. Además, de forma más evidente, podemos introducir o modificar prácticas y/o estrategias de aprendizaje. Por último, favorece el aprendizaje continuo y la atención a la diversidad tanto a nivel del desarrollo de clase, como a nivel de centro pudiendo dar importancia a factores que favorecen el aprendizaje antes citados.

Llegados a este punto se nos puede hacer un mundo el aplicar recursos neurodidácticos en el aula, pero os hemos de decir que muchas de las acciones que ya estáis realizando tienen un sentido neurocientífico: los debates promueven la flexibilidad cognitiva, el trabajo en equipo la toma de decisiones y el uso de pictogramas a la hora de organizar a los alumnos les dota de herramientas de planificación y fomenta el aprendizaje por descubrimiento. A partir de aquí, os recomendamos que consultéis algún libro del amplio catálogo que se ha ido generando en los últimos años, sigáis al algún gran experto como Francisco Mora o consultéis la multitud de artículos que podéis encontrar por la red. Y, como siempre, nos gustaría recordaros que si os ha gustado este artículo no dudéis en difundirlo.

Fuente:

Las claves de la neurociencia educativa

ove/mahv

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Entrevista a Salvador Rodríguez: «El aprendizaje no es llegar a un sitio es el recorrido»

Por: Carolina Blázquez. EducActívate. 18/07/2018

Salvador Rodríguez es pedagogo, formador, asesor y autor de El blog de Salvaroj y del libro “La educación que deja huellas (y no cicatrices)“.

Su libro tiene por nombre “La educación que deja huellas (y no cicatrices)”. ¿Por qué escogió este título?

Porque la educación tiene que llegar a lo más profundo, a la esencia de la persona y realmente tiene que marcar para toda la vida. Es decir, lo superficial, lo que deja cicatrices es aquello que no sirve luego y en cambio lo que deja huella es lo que te va servir para aprender durante toda la vida, para poder adaptarte a los cambios, para tener éxito en los desafíos que te va plantear el futuro…

¿Cuál es para usted la última finalidad de la educación?

Preparar a las personas para tener éxito en la vida. Pero, ¿eso qué significa? Tener éxito en la vida quiere decir ser feliz. Eso significa desde conseguir un buen trabajo que te permita vivir cómodamente, poder dedicarte a aquello que te gusta, tener capacidad para adaptarte a los cambios… Ser feliz significa muchas cosas y la educación lo que tiene que hacer es dar las herramientas, los contenidos, las destrezas, las habilidades que nos permiten hacerlo.

En el segundo capítulo habla sobre los tópicos educativos. ¿Podría indicarnos alguno que crea imprescindible para empezar a curar las cicatrices de la educación tradicional?

Siempre se ha pensado que el estudio era una cuestión individual para la que necesitábamos casi una actitud monacal, de silencio, de estar concentrado en uno mismo. Pero está demostrado que el aprendizaje es social, que el cerebro aprende de una manera social, y por lo tanto, lo que tenemos que hacer para aprender es colaborar, cooperar, compartir… y no tanto cerrarnos en nosotros mismos.

¿Algún otro?

Siempre explico que cuando los historiadores del futuro estudien cómo teníamos a los niños en el aula dirán que los teníamos maltratados, porque tener a un niño encerrado durante 7 horas en un aula, sentado en una silla casi en silencio y en inmovilidad es contra natura. Creo que el aprendizaje necesita del movimiento y eso en nuestras escuelas hoy en día todavía no está claro, no es factible.

Se están viviendo continuos cambios educativos en los que se descubren nuevas disciplinas, metodologías, recursos… ¿cómo valora esta situación?

Lo fundamental es que estamos intentando olvidar y a veces olvidamos el pasado. En ocasiones inventamos lo que ya está inventado y eso no tiene ningún sentido. Si queremos cambiar la educación, debemos conocer muy bien la tradición pedagógica y a partir de ahí saber cómo aprenden los alumnos y plantear una educación que dé respuesta a esa realidad. A veces nos olvidamos que el objetivo de la escuela es que los niños y niñas aprendan, no que los profesores enseñen. La escuela tiene que cambiar y darle más protagonismo al alumno, que sea el centro del aprendizaje.

¿Cuál es la mejor metodología para aplicar en el aula?

No hay ninguna metodología milagrosa ni hay nada que dé respuesta absoluta a todo. Como escribí en mi blog, la mejor metodología es la ABSC: el aprendizaje basado en el sentido común. Es decir, nosotros tenemos un abanico de posibilidades metodológicas y nuestra obligación es conocerlas, desde la clase magistral hasta el flipped classroom, pasando por el aprendizaje colaborativo o el aprendizaje basado por proyectos y aplicarlo en función de las necesidades del contexto educativo, de lo que queremos conseguir con nuestros alumnos.

¿Qué materiales cree que promueven el aprendizaje significativo de los niños y niñas dentro del aula?

Indudablemente tienen que ser materiales muy abiertos, flexibles y modulares, que den una respuesta a las diferencias que va a encontrar el docente en el aula. Cada aula es diferente, pero es que cada persona es diferente. Hacer un material cerrado como lo que era antes un libro de texto no es una respuesta adecuada para la educación actual. Los materiales didácticos que pueden funcionar deben recoger diferentes posibilidades metodológicas y ofrecer un abanico de posibilidades muy amplio al profesorado. Especialmente en el ámbito de primaria, que es el que conozco más, el proyecto ZOOM de la Editorial Vicens Vives cumple con todas estas características.

Y la formación del profesorado, ¿es correcta o es insuficiente?

Es absolutamente insuficiente. Yo hace muchos años estuve de profesor en la Escuela de Magisterio en la Universidad de Barcelona y hay un desfase absoluto entre la realidad del aula y la formación que reciben los profesores. Es muy teórica, está poco basada en la realidad, las prácticas son escasas… Creo que habría que meter a los alumnos dentro de las escuelas que tengan experiencias de éxito, donde puedan ver buenas prácticas y conocer una manera diferente de cómo ellos aprendieron. El nuevo docente tiene una tendencia natural a enseñar de la forma en que fue enseñado, y la única manera de romper esto es que puedan conocer esas prácticas novedosas e innovadoras que realmente funcionan.

El blog de Salvaroj es un blog de referencia para muchos profesionales de la educación. ¿Cuál sería el consejo más valioso que podría darle a los docentes que le leen a habitualmente?

Yo lo que pretendo con lo que escribo es que los docentes reflexionen sobre los problemas de la educación. No les doy ni recetas ni soluciones mágicas, sino que les planteo situaciones, ideas, experiencias… Les motivo y les provoco para que puedan reflexionar y puedan entender su realidad educativa. Cada persona tiene que conocer su entorno, sus circunstancias, y reflexionar a partir de ellas.

¿Recomendaría a los docentes escribir un blog para compartir los conocimientos, experiencias y valores del día a día?

¡Sin duda alguna! Creo que compartir a través del blog es una manera de abrirse a la comunidad para que los demás sepan lo que haces y, a través de comentarios y de conocer a otras personas, intercambiar experiencias. Es brutal lo que se puede aprender y lo que se puede compartir.

Si tuviera que escoger 3 ideas clave de otros referentes de la educación, ¿cuáles serían?

Cogería la idea de Francisco Mora, el neurocientífico que dice que sólo se aprende lo que se ama. Me parece básico. Otra idea que es muy potente es la frase de Nelson Mandela “La educación es la arma más poderosa para cambiar el mundo” y eso nos lo tenemos que creer, porque sino lo que intentamos hacer con nuestros alumnos no sirve de nada. Y otra idea clave sería de César Bona que dice que hay que escuchar a los alumnos.

En uno de sus artículos afirma que “la evaluación no es calificación, sino que es diagnóstico”. Tal y como está planteado el sistema educativo, ¿es posible una evaluación de este tipo?

Es posible y es necesaria. Que sea obligatorio poner una nota numérica es importante porque marca el camino de los alumnos, pero que no es fundamental para el aprendizaje. En el libro de Paul Tough Cómo triunfan los niños se demuestra que no siempre triunfan los alumnos que tienen buen expediente académico, la obligación del docente es valorar otros aspectos como el carácter (perserverante, meticuloso…), la educación emocional… Todo eso marcará mucho más el éxito vital que tener un buen expediente. Este sólo demuestra que te has adaptado bien al sistema educativo, que has aprendido a responder lo que quieren, pero luego eso en la vida no te va a solucionar nada. Aunque por ley es obligatorio hacer una evaluación numérica, luego deberíamos evaluar, coevaluar y autoevaluarnos, algo fundamental para ser conscientes de lo que aprendemos y cómo lo aprendemos.

Los alumnos aprenden que lo importante es aprobar y no aprender. Asimismo los padres también se rigen por una evaluación cuantitativa. ¿Qué debemos hacer para cambiar esta perspectiva?

La perversión del sistema educativo actual nos enseña que lo importante no es aprender, sino aprobar. Para cambiar esta perspectiva debemos cambiar el sistema. Si vas a una clase de infantil, los niños son súper creativos. Cuando llegan a primaria aprenden que tienen que dar la respuesta que el profesor les ha dicho que tienen que dar y es ahí donde el aprendizaje empieza a morir.

Y la educación emocional, ¿cómo propone abordarla dentro del aula?

Primero haciéndola visible, ya que hay muchos profesores que piensan que la parte emocional no les corresponde a ellos, que es algo a trabajar en la familia. Yo creo que es cierto, pero no es exclusivo. Además, habría que trabajar sistemáticamente la educación emocional. O sea, es importante trabajar las matemáticas y la lengua, pero también es importante que los alumnos identifiquen sus emociones y las sepan gestionar. Es importante para aprender y para una convivencia en el aula que sea adecuada. Con una buena educación emocional se obtendrían unos resultado esperanzadores sobre el acoso escolar.

Asimismo, su libro propone 10 valores fundamentales para educar en el siglo XXI. ¿Podría escoger tres que crea imprescindibles?

La flexibilidad, la responsabilidad y la perseverancia. La flexibilidad, porque vivimos en un mundo que cambia constantemente. Las personas que se creen que ya lo saben todo son los que realmente no saben nada. La responsabilidad, porque las personas debemos ser responsables en todo momento, responsables de nuestro aprendizaje, de nuestros fracasos… Y perseverantes, ya que no podemos rendirnos a la primera, hay que insistir para llegar a los objetivos.

¿Cómo se imagina la educación del futuro?

Pienso que será mucho más colaborativa, que será mucho más flexible, mucho más abiertamás personalizada, no tan estandarizada. Que indudablemente la educación formal va a ser importante, pero lo que es el marco extraescolar, la educación no formal va a tener cada vez más importancia. Creo que cada vez va a ser más importante, no ya lo que aprendemos, sino cómo lo aprendemos. Y nos vamos a dar cuenta que el aprendizaje no es llegar a un sitio, sino que es el camino, el recorrido.

Fuente: http://www.educactivate.com/salvador-rodriguez-el-aprendizaje-no-es-llegar-a-un-sitio-es-el-recorrido/

Fotografía: EducActívate

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¿Cómo la tecnología mide auténticamente el aprendizaje?

España / 15 de julio de 2018 / Autor: Juan Domingo Farnos / Fuente: Innovación y Conocimiento

La cuestión crítica, que he tratado de responder siempre , de cómo la tecnología puede medir auténticamente el aprendizaje relevante, primero requiere respuestas a otras seis preguntas importantes:

1.¿Qué se entiende por aprendizaje auténtico, aprendizaje relevante?

2-¿Qué se quiere decir con habilidades de pensamiento?

3-¿Cómo pueden los docentes involucrar con sus estudiantes en el aprendizaje efectivo y cómo puede medirse?

4-¿Qué visión tenemos para el aprendizaje y lo que parece?

5-Lo que define a un rendimiento de alta tecnología y ¿cómo puede medirse?

6-¿Los programas educativos incorporando tecnologías, permite a los estudiantes lograr el aprendizaje mediados las TIC durante el uso de tecnología de alto rendimiento?

 

El pensamiento crítico se puede definir de diferentes maneras. Los principales elementos de las diversas definiciones son:

1-Reconocer la parcialidad y subjetividad

2-Distinguir entre las cuestiones principales y secundarios

3-Distinguir entre información relevante e irrelevante

4-Criterios razonables en la evaluación de la información

5-Evidencia o contraejemplos buscar en una afirmación

6-Considererar la posibilidad de puntos de vista alternativos

7-Dispuesto a cambiar de opinión sobre la base de pruebas y argumentos

8-Establecer preguntas sobre las afirmaciones y conclusiones, definiciones y pruebas, opiniones y creencias

9-Percibir contradicciones

10-Estar preparado para explicar sus propios puntos de vista, opiniones y creencias, defender y adaptarse

11-Con cuidado y conscientemente aceptar o rechazar lo que se mide una afirmación

12-Recopilar información y adquirir conocimientos sobre un tema antes de llegar a un juicio concreto y determinante

13-Pensar críticamente acerca de un tema primero debe tener conocimiento.

 

 

 

 

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El mejor orden es:

Preguntas críticas como incentivo para aprender:

a)-Leer la intención y estudiar el asunto.
b)-Pensar críticamente acerca de los nuevos conocimientos, en busca de respuestas y formarse una opinión.

Hacer preguntas:

1-¿Es esto cierto?

2-¿Por qué es así?

3-¿Eso es un hecho o una opinión?

4-¿Los hechos son verificables?

5-¿Cómo el escritor llega a su conclusión?

6-¿Por qué es esto importante?

7-¿Cómo funciona?

8-Esta información proviene de una fuente confiable? ¿Qué otras fuentes dicen al respecto?

9-¿Es el autor del lenguaje cargado neutral o emocional?

(Tratemos de responder a las preguntas en sí mismas, en base a la información en la materia y la información de otras fuentes).

¿Qué preguntas críticas son significativos varía mucho según el tema. Piense en pedir prueba de un teorema en matemáticas y ciencias, el arte y la cultura, la psicología, la ley o la teología.

Si viene con preguntas también se puede utilizar la clasificación en diferentes tipos de preguntas y en consejos prácticos para dar con las preguntas sobre el tema.

“No puedo enseñar nada a nadie, sólo puedo hacerles pensar.”

Sócrates.
Como consecuencia:

a-Se aprende mejor cuando dejó de regular a pensar en el tema que cuando usted lee todo de nuevo juntos.

b-Si pensamos críticamente sobre el material que va a entenderlo mejor.

c-El pensamiento crítico es un objetivo de aprendizaje en sí mismo.

d-El aprendizaje no sobre las ideas de los demás o la aceptación acrítica de la autoridad.

e-Aprender significa desarrollo de sí mismo, capaz de evaluar de forma independiente la información y de una manera cuidadosa para formarse una opinión.

Se demuestra con todas esras premisas que existe una correlación entre el pensamiento crítico, la comprensión lectora y el rendimiento escolar…
El aprendiz debe participar en las tareas de aprendizaje que se adaptan a situaciones de “vida real”

a- En su preparación para este “mundo real”, tenemos el deber de considerar lo que los lugares de trabajo y comunidades requieren.

b-Muchas de las formas tradicionales de aprendizaje, tales como la memorización, y la evaluación en forma de opciones múltiples, desarrollar las habilidades que son útiles sólo en el ámbito escolar.

A diferencia del término “estudiante” en la relación tradicional profesor-alumno, este término es parte de un enfoque centrado en el tema de aprendizaje. El participio presente del “aprendizaje” está tratando de hacer que el valor de actante deseada por los partidarios de una enseñanza heurística. El alumno es un actor y activo en su propio aprendizaje. También se centra en el sujeto cognitivo y emocional.

  • Por ejemplo, la enseñanza de la lógica:

Enseñanza Lógica
Aprendizaje Lógica
enseñar
permitir el aprendizaje independiente
formación en los métodos de enseñanza
permiten a los estudiantes aplicar sus propias estrategias de aprendizaje individuales
tener en cuenta los requisitos institucionales
centrarse en el alumno
intervenir activamente con los más bajos solicitar y proporcionar los medios para progresar desde el nivel
permiten que el más fuerte para maximizar su capacidad de aprendizaje
mantener las condiciones de una enseñanza colectiva, garantizando el progreso colectivo, a priori,
permitir la individualización del aprendizaje

La nueva “estrella” de este enfoque tuvo su estatus cambió considerablemente. Hay o sólo fue incluido, se convierte en cabeza de cartel, responsable de su aprendizaje. Teniendo en cuenta sus necesidades, intereses, sus estilos de aprendizaje, sus estrategias, problemas psicológicos: todo se hace para maximizar sus posibilidades de éxito. Aquí, como en el caso de la maestra, los roles que el alumno varían mucho según los autores, métodos y enfoques.

Los aprendices de centros formalizados deben entender que si bien son el centro del aprendizaje, son ellos mismos los que deben entender esta situación y responsabilizarse. Aceptar ser los “protas” de la película y no querer aceptar ninguna responsabilidad no tiene sentido y si hablamos de su educación menos.

 

 

¿Cuántos de nosotros hemos tenido que usar un examen de opción múltiple como parte de nuestro trabajo? El lugar de trabajo, por el contrario, va a exigir a los trabajadores que pueden “pensar críticamente y de manera estratégica para resolver problemas.

Para lograr una nueva manera de evaluación personalizada y adaptada a cada persona, tendremos que considerar en primer lugar la computadora como una herramienta cognitiva para participar con el alumno en las interacciones (los suyos y con otros) para construir una comprensión más completa más rica.“Como una herramienta cognitiva, el equipo permite al alumno exteriorizar su pensamiento, para enriquecerla, manipularla y cambiarlo, todo mediante la interacción con el o los modelos más conceptuales en el equipo en la forma de un diálogo (ya sea real y llevado a cabo con otros o en la cabeza del alumno) …

 

 

Las tres capacidades: un escaparate para la “meta”

 

 

APrendices
El profesor
Conocimiento (su importancia está disminuyendo)
Para él para buscar la información necesaria para su formación, para la realización de su proyecto.
En lugar de proporcionar y operar los documentos, se entera de dónde encontrarlos, cómo elegir ellos, leerlos, usarlos.
Las habilidades (convertido en la parte más importante)
Debe entender que lo importante es aprender a aprender: saber como aprenden (su estilo, estrategias), estar atentos a las estrategias de aprendizaje de los demás, tratando de adquirir, comparte.
Identificar estilos y estrategias de aprendizaje de los alumnos. Proponer actividades para el trabajo, para adquirir otros nuevos.
Las habilidades para la vida *

Saber colaborar, compartir, transmitir conocimientos y know-how.

Dentro del aula, el patrón dominante interactiva ya no es “cuestión de maestro-alumno retorno respuesta prof”, pero “alumno-alumno”, etc …

Ya no es “el centro” de espacio en las aulas. Se alienta a losaprendices a colaborar

 

 

 

El término centrado en el estudiante el aprendizaje (SCL) es ampliamente utilizado en la enseñanza y la literatura de aprendizaje. Muchos términos se han relacionado con el aprendizaje centrado en el estudiante, tales como el aprendizaje flexible ( Taylor, 2000 ), el aprendizaje experiencial ( Burnard 1999 ), el aprendizaje auto-dirigido y por lo tanto el término poco usado en exceso ‘centrada en el estudiante el aprendizaje “puede significar cosas diferentes para personas diferentes . Además, en la práctica se describe también por una serie de términos y esto ha conducido a la confusión que rodea su aplicación.

El concepto de aprendizaje centrado en el estudiante se ha acreditado ya en 1905 en Hayward y en 1956 a la obra de Dewey ( O’Sullivan 2003 ). Carl Rogers, el padre de la orientación centrada en el cliente, se asocia con la expansión de este enfoque en una teoría general de la educación ( Burnard 1999 ; Rogoff 1999 ). El término centrado en el estudiante el aprendizaje también se asoció con la obra de Piaget y, más recientemente, con Malcolm Knowles ( Burnard 1999 ). Rogers ( 1983 ), en «La libertad de información para los años 80 de su libro, describe el cambio en el poder desde el profesor de expertos para el alumno estudiante, impulsado por la necesidad de un cambio en el entorno tradicional en el que en este “llamado ambiente educativo, los estudiantes una actitud pasiva, apática y aburrida”.

En el sistema escolar, el concepto de la educación centrada en el niño se ha derivado, en particular, de la obra de Froebel y la idea de que el profesor no debe “interferir con este proceso de maduración, sino que actúan como una guía” ( Simon 1999 ) . Simon destacó que este estaba relacionado con el proceso de desarrollo o “preparación”, es decir, el niño aprenderá cuando él / ella está listo ( 1999 ).

“Los motivos centrales en los que las formas de enseñanza que difieren de la escolarización están condenados [en el argumento / Política / discurso educativo convencional] son que el cambio de la persona no es el motivo central de la empresa en la que tiene lugar el aprendizaje […]. El eficacia de la circulación de información entre pares sugiere, por el contrario, que la participación en la práctica, en lugar de ser su objeto, bien puede ser la condición para la efectividad del aprendizaje “.

 

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Con todo ello:

a-la información y la tecnología de la comunicación deben ser utilizados por los aprendices para aprender en todo momento:. buscadores de información, analizadores y evaluadores, solucionadores de problemas y tomadores de decisiones; comunicadores y colaboradores… estando siempre informados, los ciudadanos responsables y los contribuyentes.

b-“El pensamiento crítico exige un esfuerzo persistente para examinar cualquier creencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de la evidencia que soporta y las nuevas conclusiones a las que tiende.

También requiere, en general la capacidad de reconocer los problemas, para encontrar medios viables para el cumplimiento de esos problemas, para reunir y mariscal de la información pertinente, a reconocer los supuestos y valores no declarados, para comprender y utilizar el lenguaje con precisión, claridad, y la discriminación, para interpretar los datos, a evaluar la evidencia y evaluar argumentos, a reconocer la existencia (o inexistencia) de las relaciones lógicas entre las proposiciones, para sacar conclusiones y generalizaciones garantizadas, para poner a prueba las conclusiones y generalizaciones a la que se llega, para reconstruir los patrones propios de las creencias sobre la base de la experiencia más amplia, y que preste a juicios precisos acerca de las cosas y las cualidades específicas de la vida cotidiana.

Vivimos cada vez más en un mundo de cambio acelerado. Las cosas no sólo están cambiando, están cambiando cada vez más rápido y más rápido. Y no sólo es el mundo un mundo de cambio acelerado, es un mundo de la intensificación de la complejidad y del peligro creciente. Si nuestros estudiantes no están aprendiendo a pensar de manera crítica, ¿cómo van a saber cómo cambiar su forma de pensar de acuerdo con los cambios del mundo?”…

Un proceso de gestión del conocimiento personal puede ayudar a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, donde el sentido de decisiones incluye la observación, el estudio, desafiantes (en especial los supuestos de uno), y la evaluación. El desarrollo de estas habilidades requiere práctica, retroalimentación apropiada y un ambiente que apoye el pensamiento crítico.……

“Como regla general, la innovación representa un cambio”.

Fuente del Artículo:

¿Cómo la tecnología mide auténticamente el aprendizaje?

ove/mahv

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Libro: 20 Principios Fundamentales De La Psicología Para La Enseñanza Y El Aprendizaje Desde La Educación Infantil Hasta La Enseñanza Secundaria (PDF)

España/ Autor: Javier Tourón (Versión española) / Fuente: Ministerio de Educación Perú

La ciencia psicológica ha contribuido enormemente a mejorar la enseñanza y el aprendizaje en el aula. Enseñar y aprender son dos acciones inextricablemente vinculadas a factores sociales y conductuales relacionados con el desarrollo humano, como la cognición, la motivación, la interacción social y la comunicación. La ciencia psicológica también puede aportar claves sobre una la instrucción eficaz, la creación de un clima en el aula que fomente el aprendizaje, y sobre el uso adecuado de los datos procedentes de la evaluación, tests y otros sistemas de medición, así como métodos de investigación que informen la práctica. En ese sentido, la labor de identificación y formulación de principios de la psicología, para su aplicación por parte de profesores desde la educación infantil hasta el final de la enseñanza secundaria fue llevada a cabo por un grupo de psicólogos estadounidenses pertenecientes a la Coalition for Psychology in Schools and Education, bajo los auspicios de la American Psychological Association (APA). Los 20 principios se clasificaron seguidamente en cinco áreas de funcionamiento psicológico. Los primeros ocho tienen que ver con la cognición y el aprendizaje y dan respuesta a la pregunta «¿Cómo piensan y aprenden los estudiantes?». Los siguientes cuatro (9–12) introducen la cuestión: «¿Qué motiva a los estudiantes?». Los principios 13–15 se refieren al contexto social y las dimensiones emocionales que afectan al aprendizaje y tratan de responder la pregunta: «¿Por qué son importantes el contexto social, las relaciones interpersonales y el bienestar emocional para el aprendizaje del alumno?». Los siguientes dos principios (16–17) se refieren a cómo el contexto puede condicionar el aprendizaje y plantean una pregunta más: «¿Cómo gestionar el aula óptimamente?». Por fin, los últimos tres principios (18–20) tratan de dar respuesta a una ulterior cuestión: «¿Cómo evaluar el progreso del estudiante?

Links para la Descarga:

https://www.apa.org/ed/schools/teaching-learning/20-principios-fundamentales.pdf

http://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/123456789/4824/20%20principios%20fundamentales%20de%20la%20Psicolog%c3%ada%20para%20la%20Ense%c3%b1anza%20y%20el%20Aprendizaje%20desde%20la%20educaci%c3%b3n%20infantil%20hasta%20la%20ense%c3%b1anza%20secundaria.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Fuente de la Reseña:

http://repositorio.minedu.gob.pe/handle/123456789/4824

ove/mahv

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Habilidades del docente del siglo XXII

España / 15 de julio de 2018 / Autor: Jordi Martí / Fuente: Xarxa TIC

No, no me he equivocado de siglo por culpa de un error tipográfico. Tengo muy claro a qué me estoy refiriendo y qué quiero decir cuando hablo del siglo XXII. Al igual que a algunos se les queda corto el 2.0 y llegan hasta el infinitopuntocero, creo que la perversión del concepto docente del siglo XXI obliga a plantearse un paso más allá. Y, en este caso, las recomendaciones van muy poco encaminadas a las habilidades que deben poseer y, mucho más, a las precauciones que debe tener ese docente que, al final, va a ser parte del cambio educativo. Bueno, quizás lo sea poco porque todos los que estamos en el aula sabemos lo que prima el contexto, pero sí que debe ser capaz de ver, denunciar y aplicar ciertas cuestiones en su día a día.

Lo primero que debe hacer un docente del siglo XXII es tener sentido común y aplicar el principio de precaución ante todo lo que le están vendiendo. No puede tomarse acríticamente una moda o metodología educativa contando solo con la visión de quienes la usan o la venden. Una metodología debe ceñirse a un contexto y, quizás, no todas las estrategias metodológicas sean tan fácilmente exportables como nos las están vendiendo. No es malo conocer metodologías; lo erróneo es no preguntarse qué hay tras las mismas o por qué, si tan maravillosas son, la mayoría carecen de evidencia de mejora de aprendizaje.

Muy relacionado con lo anterior es ir construyendo, mezclando experiencia con inteligencia, una forma propia de dar clase. La comodidad es algo que nos hace ser mejores docentes por mucho que nos vendan que debemos estar saliendo continuamente de nuestra zona de confort. Si uno se siente a gusto dando clase, encuentra las estrategias que le permiten, dentro de las posibilidades ya comentadas anteriormente de afección sobre el alumnado, tiene un punto de partida más avanzado que empezar curso tras curso a hacer pruebas. No siempre son buenas las pruebas y, al final, hay maneras de dar clase que, adaptándolas, siguen teniendo su validez. Más aún si las combinamos con otras estrategias de esas que nos venden como únicas pero que, si son tomadas en la parte justa, nos pueden acabar de ayudar a definir nuestra manera de ser docentes.

La tecnología también es clave y la competencia digital exigible. Y cuando me refiero a la necesidad de que los docentes tengan competencia digital no me estoy refiriendo a que sean hábiles en el uso de programas de una determinada multinacional, se certifiquen por la misma o, simplemente, usen esa tecnología como base metodológica. La tecnología siempre debe ser una ayuda y jamás algo que complique dar clase. Si vemos que usar una herramienta complica el uso de tiza pues, sinceramente, yo me decantaría por la tiza. Un detalle, usar un libro de texto en pdf, meter PowerPoints a tutiplén o usar la última herramienta de moda no es ser competente digitalmente. Tampoco lo es tener un curso en Moodle donde vamos subiendo pdfs. Lo digo por aclarar el asunto.

Otra clave es el respeto por lo que están haciendo otros docentes en su aula. Claro que todos seguramente pensamos que nuestra metodología es fantástica pero, ¿no hemos quedado en que cada docente debe encontrar su manera propia de dar clase? Lo anterior es algo muy relacionado con la democracia dentro de los centros educativos, el ambiente de trabajo y la necesaria consideración de los compañeros como docentes capaces. Algo que para mí está claro. Por cierto, nada tiene que ver ese respeto que se ha de tener con la necesaria denuncia de determinadas prácticas que carecen de evidencia científica o empeoran, de forma demostrada y demostrable, el aprendizaje de los chavales. Y no hace falta ser muy hábil para entender que me estoy refiriendo a las inteligencias múltiples, a la creencia de determinados neuromitos, a la defensa de dar ciencias en inglés de algunos o a cualquiera que, seguramente, os viene a la cabeza.

Debemos ser también muy críticos con la formación docente y exigir a la administración una formación de calidad, alejada de determinados modelos centrados en personajes cuya relación con el aula (en forma de docencia o investigación seria -me refiero a algunas de las grandísimas investigaciones que se hacen desde la Universidad-) es, o ha sido, muy limitada. Más aún hemos de huir de aquellos que siempre nos cuentan la misma anécdota o nos defienden una metodología sin fisuras, dentro de un discurso que consiste solo en denostar a los demás. Si oís metodología tradicional frente a innovadora ya podéis huir. No existen los conceptos porque, al final, tan innovador es alguien que sabe dar una clase magistral (no lo que nos venden como clase magistral) que uno que trabaje por proyectos. Ya veis que no he entrado en el tema de metodologías activas porque, como todos deduciréis y más si estáis en el aula dando clase, viene de fábrica.

Las principales habilidades del docente del siglo XXII serán la de poder aislarse del ruido, de los cantos de sirena y, con todo lo que vaya aprendiendo (en las redes, en formaciones o, de la forma más fácil y eficaz, que es con sus compañeros de centro) poder configurar la mejor manera de dar clase. Seguro que aún así nos equivocamos pero, al menos, que nadie pueda decir que no lo estamos intentando, porque dar clase es más difícil de lo que parece. Y, por suerte, nuestros alumnos no son tornillos que salen de una fábrica de producción automatizada.

Seguro que como siempre me estoy dejando muchas cosas en el tintero pero creo que, a grandes rasgos, se entiende qué quiero decir. Bueno, eso espero.

Fuente del Artículo:

http://www.xarxatic.com/habilidades-del-docente-del-siglo-xxii/

ove/mahv

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