La escuela instruye; la familia, educa. Pero, ¿quién enseña a la familia? De esa necesidad nace esta sección que, sin pretender dar lecciones de vida, orientará, bajo preceptos bien actualizados, cómo formar una descendencia más integral, más plena, más participativa.
Culminó ya la algarabía de los primeros meses, luego de semanas con la casa llena de familiares y amigos que venían a conocer al pequeño. Porque un bebé inspira toda una sarta de emociones: curiosidad, ternura, temor, cariño, y todos alrededor desean ser partícipes de la aventura.
Lisandra, la madre, no puede presumir de su paciencia, definitivamente no posee esa cualidad a pesar de su juventud, o quizás, debido a ella. Luego de ocho meses, ahora que reina la calma en la vivienda, que el niño ha crecido, y ya no depende de la lactancia materna, quiere su vida de vuelta, la normalidad; sin embargo para ella no hay realidad posible sin su hijo.
Salir de esas “cuatro paredes” y tener un itinerario fuera de ellas ha pasado de la condición de deseo a la de necesidad y no solo desde el punto de vista social, también desde el económico: le han ofrecido trabajo como cocinera en un restaurante no estatal de la ciudad y con un salario considerable. Esa oportunidad no la esperará por mucho tiempo.
Tiene una razón de peso para dudar: el niño. Devendrá solución a sus inseguridades, a su soledad, o limitaciones monetarias, pero ¿será seguro dejarlo al cuidado de otra persona? ¿Acaso ella misma se siente preparada para ello? Por mucho dinero que perciba, nunca se equipara a todo cuanto pierde por estar alejada durante su primer año de vida.
Finalmente se decide, busca una cuidadora cerca del barrio con un horario bastante flexible. Los días de descanso los dedicará por completo al bebé y con el dinero podrá cubrir con mayor solvencia las necesidades materiales. La suerte está echada.
“Nace el niño y tiene un cerebro muy dispuesto para recibir todo tipo de aprendizaje, no hay ninguna otra etapa como esta con respecto a las adquisiciones. La actividad fundamental resulta la comunicación emocional con la figura materna o quien lo tenga a su cuidado la mayor parte del tiempo. El desarrollo personológico, todo cuanto resta en lo adelante depende, en gran medida, de la relación emocional con esa figura que lo va a proveer de atención, de afecto, de amor”, nos aclara la psicóloga Isabel Urquiza, quien aconseja:
– Disfrutar el rol parental, que no se aprende en la escuela, ni en un curso de postgrado. Ser padres significa tener a cargo, formar y guiar a otra persona, pero sobre todas las cosas, disponerse a amar a ese ser.
– Depende de usted otorgarle a sus hijos independencia, autonomía y estrategias personales para ir ajustándose al medio, por tanto es una gran responsabilidad de los padres el conversar mucho con ellos y estimularlos sensorialmente.
– Tendemos a protegerlos de los virus, de las caídas, sin embargo, un peligro muy serio puede ser la poca afectividad.
– Si usted ha decidido dejar al niño al cuidado de otra persona, debe cerciorarse de que las atenciones al bebé se harán con afecto, cariño y una abundante estimulación sensorial.
– La cercanía piel con piel es lo mejor que se le puede ofrecer a los hijos en el primer año de vida.
06 Agosto 2017/Fuente:La Capital /Autor: Matías Loja
Pase al frente», le dijeron; y el alumno se sentó en una sillita que provocaba vértigo, frente a un tribunal que iba a calificar su lección. No lucía nervioso, pero por las dudas se llevó unos papelitos con unos apuntes tipo «machetes» para no perder el hilo de su exposición: tenía por delante 30 minutos de reloj clavados y era mucho lo que había para desarrollar. Mientras el alumno disertaba sobre los adolescentes, la escuela y la cultura digital, a sus espaldas el aula comenzaba a resquebrajarse hasta caer a pedazos.
Pero el alumno no era otro que el sociólogo Marcelo Urresti, el salón de clases era el escenario del cine y teatro Arteón, y la lección formaba parte de un juego. El original formato de simulación de un tradicional examen oral inauguró un ciclo de conferencias llamado «Pase al frente», organizado por el proyecto Nuevo Mundo Educativo (NME). «Adolescentes, entornos de comunicación/aprendizaje y escuela media: encuentros, diferencias y disputas», fue el nombre de la exposición que brindó Urresti en Rosario. Las posibilidades de la experiencia autodidacta, la brecha entre docentes y alumnos; y el rol socializador de la escuela frente a un cultura que tiende a atomizar el consumo fueron algunos de los ejes de la charla del docente e investigador de la UBA y de Flacso. Si bien destacó la expansión en el acceso a las redes digitales, advirtió que ello no implica la eliminación de desigualdades. Y afirmó: «Si eso la escuela no lo compensa no podemos pensar en un sociedad democrática o igualitaria a futuro».
A lo largo su «lección», Urresti desarrolló cómo los adolescentes de hoy se ven atravesados, por primera vez en la historia, «por un conjunto de repertorios, saberes, información y datos que les otorgan una creciente autonomía». Un entorno cambiante plagado de novedades efímeras. «Cuando aparecieron los blogs —recordó— hubo muchos críticos culturales y especialistas en comunicación que dijeron que la educación iba a cambiar definitivamente y que incluso se acababa el periodismo. El periodismo no terminó y la tasa de mortalidad de los blogs es más o menos del 97 por ciento».
Al tiempo que corría la disertación de Urresti en el escenario del Arteón, a sus espaldas una pantalla mostraba un video que se repetía en loop. La imagen era un típico salón de clases —bancos, sillas y pizarrón— pero que con el transcurrir de los segundos comenzaba a derruirse. Primero las paredes, después el techo. Mientras Urresti contaba que los adolescentes desarrollan su experiencia y forma de relacionarse con el mundo a través de las redes digitales, en la pantalla del fondo la vieja escuela comenzaba a desplomarse.
«Las jóvenes generaciones —continuó el sociólogo— empiezan a gestionar sus propios proyectos de vida adulta y el aterrizaje en el mundo de la autosocialización en un contexto comunicativo cambiante», especialmente «en una población que no tiene una experiencia previa de lo que fue el mundo antes de internet».
Así, la cultura digital abrió una serie de cambios cada vez más vertiginosos que, a su entender, deberían habilitar un debate sobre el rol que le cabe a los docentes y a la institución escolar. «Buena parte de la escuela —continuó— se basó sobre la escasez de información existente en la sociedad. El monopolio y su autoridad dependían de esa característica, pero en nuestros días es claro que ese monopolio está siendo discutido. Aparecen muchísimas fuentes de información dispersas que no sólo cuestionan la escuela, sino a los docentes».
Urresti dio el ejemplo de los tutoriales de YouTube para explicar cómo, si antes alguien quería aprender una destreza dependía del saber de un experto, hoy esos videos son redes de colaboración que generan un canal de aprendizaje alternativo. Redes de «autoformación» que permiten que «el autodidacta de nuestros días tenga muchas más probabilidades de salirse con la suya que el de épocas anteriores, porque las redes digitales lo acompañan».
La brecha
De todas formas, y sobre la distancia entre maestros y alumnos ante la cultura digital, indicó que «ya se están incorporando a las escuelas nuevas generaciones de docentes y con el paso del tiempo esa brecha generacional va a empezar a mitigarse, en la media que los docentes jóvenes traen incorporadas estas cuestiones y las tratan de sumar con fines pedagógicos dentro de las aulas». Aunque igual la escuela tendrá que combinar «de la manera más inteligente, esas dos culturas: la letrada tradicional y la digital». En este punto, alertó que, más allá de sus beneficios, la cultura digital «también tiene muchísimas contraindicaciones desde el punto de vista educativo». Y que la escuela, «si tiene por objetivo lo educativo, va a tener que discutir los elementos antieducativos de la cultura digital, que son muchos y peligrosos».
Ante un escenario donde el avance de lógicas de mercado y discursos publicitarios piensan a los sujetos como meros consumidores, sostuvo que «a la escuela le queda renovar la garantía de lo público». Explicó que en otras épocas la televisión, si bien no era educativa desde lo escolar, lo era desde el punto de vista socializador, porque planteaba a una variedad enorme de personas estímulos comunes: los integrantes de una familia viendo un mismo programa de televisión. «En nuestros días esos estímulos comunes tienden a desaparecer, cada cual puede construir su propia memoria, hacer lo que quiere y hasta dos hermanos de una misma generación tener una experiencia informativa distinta. Eso desde lo educativo es muy complicado, porque tiene una lógica privatista y atomizante», apuntó el especialista.
Para Urresti, en este marco la escuela «tiene el rol, como decía un mandato de la Unesco y que citaba Juan Carlos Tedesco, de enseñar a vivir juntos, porque hay cuestiones que tienen una entidad pública más allá de las partes, y si eso no lo hace la escuela estamos en un problema, porque los medios masivos no hacen eso y la familia hoy tampoco lo hace».
Pese a los avances tecnológicos, advirtió que el de las redes digitales «de ninguna manera es un sistema compensador o distributivo, simplemente es un sistema de amplitud de acceso». Y cerró: «Si la escuela no lo compensa no podemos pensar en un sociedad democrática o igualitaria a futuro».
Una transformación que cambió los modos de ser niños y adolescentes
En su disertación en Rosario, Urresti hizo hincapié en la aparición de las nuevas herramientas tecnológicas y las dividió en objetos de primera generación ya casi caduca (notebook y cámaras digitales), una segunda generación (smart TV, teléfonos inteligentes «que son microcomputadoras de mano» y hasta electrodomésticos que se pueden manejar desde los celulares), y una tercera generación (drones y visores 3D), que si bien su distribución aún no se han masificado, suponen un cambio «que va a completar nuestra experiencia de la información, el entretenimiento y hasta de la sexualidad».
Aseguró que «la comunicación masiva o de uno a uno la tenemos todo el tiempo en nuestros dispositivos», y que así se produce «una transformación cultural en nuestros chicos que se incorporan estas oleadas de comunicación, que los aleja de los modos tradicionales de ser niños y adolescentes».
La próxima conferencia de «Pase al frente» será el 28 de agosto y estará a cargo del investigador Cristobal Cobo (Fundación Ceibal). Para más información sobre el proyecto Nuevo Mundo Educativo escribir al email consultas@funpei.org o vistar el sitio www.nuevomundoedu.org
Fuente de la reseña: http://www.lacapital.com.ar/educacion/a-la-escuela-le-toca-renovar-la-garantia-lo-publico-n1445360.html
Fuente de la imagen: http://static.lacapital.com.ar/adjuntos/203/imagenes/021/155/0021155200.jpg
Quedan dos días para la segunda vuelta de la elección presidencial francesa y mucho se está hablando en España sobre ella. Yo también la sigo con bastante atención y, como en todas las elecciones que me tocan de cerca, he mirado las propuestas en el ámbito educativo de sus programas y su explicación en dos artículos de Libération.
El sistema educativo francés tiene un serio problema de falta de movilidad social. Según el informe PISA de la OCDE, es de los países que más reproducen las diferencias sociales de partida, por lo que la igualdad de oportunidades es, en realidad, una quimera. Ni Le Pen ni Macron analizan las causas que llevan al sistema educativo francés hasta esta situación, aunque EM sí expone la situación. Además hay que decir que En Marche tiene el doble de propuestas que el Frente Nacional en materia de educación, lo cual nos da una idea de la importancia otorgada por cada candidatura a este asunto.
Para avanzar en igualdad de oportunidades, el Frente Nacionalpropone darle más importancia al bachillerato. Sin embargo, a esas alturas ya es demasiado tarde. Las medidas deben implantarse desde la Educación Infantil. Para estas etapas, Le Pen propone eliminar los recursos adicionales que reciben las escuelas en zonas con más dificultades (REP y REP+, Red de Educación Prioritaria), que buscan reducir las desigualdades. Es decir, Le Pen habla de reducir desigualdades, pero en lugar de eso propone medidas que van en sentido contrario. Macron, sin embargo, propone lo siguiente: reforzar el papel de las guarderías (crèches), reducir las ratios a la mitad en1º y 2º de primaria en las REP y REP+,aumentar el salario del profesorado en esas zonas o no destinar allí a profesorado novel(menos de 3 años de experiencia). Una medida adicional es proporcionar cursos gratuitos que permitan al alumnado con más dificultades recuperar el nivel del curso (en primaria y secundaria, al menos). Estas medidas, aunque parciales, sí avanzan en la reducción de la desigualdad.
Le Pen relaciona también la igualdad de oportunidades con un currículum único que niegue la autonomía a los centros escolares. Eso sí, únicamente hasta los 14 años, ya que pretende reducir la escolaridad obligatoria a esta edad, en lugar de mantenerla hasta los 16 años, lo cual me parece una barbaridad. En este sentido, Macronpropone una mayor autonomía de los centros, que pueden incluso contratar directamente al profesorado, mientras que en contrapartida habrán de realizar más evaluaciones externas (cada 3 años) que no estén enfocadas sólo a los resultados escolares y que, aunque serán públicas, no producirán ránkings escolares. Me cuesta creer esto último, ya que seguro que existirán quienes tengan interés en realizar clasificaciones con esos datos públicos, por lo que finalmente acabarán existiendo. Respecto a la contratación directa por parte de los centros, debemos tomarla con algo de distancia hasta que se implante porque puede llevar a otorgar empleos públicos por criterios poco transparentes.
Ambos candidatos abogan por una mayor selección antes de entrar en la universidad, lo que puede reproducir el aura de elitismo de la universidad y el mercado de trabajo franceses.
En cuanto al profesorado, el Frente Nacional propone restablecer la autoridad del docente aumentando las medidas disciplinarias (como meter en internados al alumnado más conflictivo) y reformar su formación para eliminar la pedagogía (que, según el FN, “no es una ciencia”). EmmanuelMacron propone, sin embargo, un mejor acompañamiento a lo largo de la carrera profesional, especialmente al inicio, así como reforzar la formación inicial y continua. Considero este enfoque mucho más adecuado para un correcto desarrollo profesional de los docentes.
En el programa de EM hay otras propuestas significativas más como: mejorar la conexión de la escuela con su entorno, abriéndolas al voluntariado y a los padres y madres; preparar informes del alumnado desde infantil hasta 3º de ESO para evaluar su progreso; mejorar la orientación escolar; o formar a un millón de jóvenes sin cualificación ni actividad profesional.
En el programa del FN encontramos también otras propuestas menores y algunas importantes como: aumentar el horario deaprendizaje del Francés en detrimento de otras materias (incluso del cálculo), en los primeros años de escolaridad; instaurar una nueva asignatura que se llame “civismo y derecho” que sustituya la filosofía en el último curso de algunos itinerarios y la asignatura de enseñanza moral y cívica; además de, como no podía ser de otra manera, prohibiral menos temporalmente la escolaridadobligatoria al alumnado de progenitores extranjeros, incluso si tienen sus papeles en regla.
Esta última medida representa muy bien el discurso antiinmigración que el Frente Nacional ha llevado a lo largo de toda la campaña y que impregna su programa electoral. No entiendo que ante la posibilidad de que Le Pen sea presidenta haya gente con posicionamientos ambiguos del tipo “Macron tampoco me gusta” o, incluso, que defiende abiertamente la abstención en esa votación. Me resulta chocante que alguien permita, por acción o por omisión, que estas medidas puedan llegar a implantarse en Francia con la excusa de que “son los otros quienes han permitido que lleguen hasta aquí”. Es muy frustrante que gente que se dice de izquierdas no actúe de verdad cuando llega el momento de luchar de verdad contra políticas que nos recuerdan la historia más negra de Europa.
Es posible que Macron no vaya a resolver el problema de la desigualdad del sistema educativo francés, es posible que no tenga el programa ideal tampoco en otros aspectos, pero tiene algunas ideas buenas. Que las diferencias, grandes o pequeñas, no nos hagan olvidar que tenemos un objetivo común: evitar por todos los medios que vuelva a tener el poder un partido xenófobo y totalitario. Me parece más que suficiente como para no ponerse de perfil si no queremos que triunfe la mala educación de Le Pen.
El sociólogo francés Alain Touraine reflexiona sobre del papel de la educación, la escuela y los maestros en el modelo social que describe para nuestros tiempos.
Sus 91 años no le impiden seguir pensando y compartiendo con claridad y lucidez sus ideas acerca de la sociedad que viene. El sociólogo francés, uno de los máximos representantes del pensamiento europeo y premio Príncipe de Asturias 2010 junto a Zygmund Bauman, advierte que hemos pasado de una sociedad posindustrial a un modelo postsocial donde la sociedad, tal y como la conocemos, se descompone en favor de un sistema donde predomina el individualismo. Durante su visita a Barcelona con motivo de la conferencia Encuentros BCN reflexiona en exclusiva para AIKA acerca de la educación que viene:
Ayer pensaba que no podría dar una conferencia en español, estaba casi seguro de que me iban a salir puras palabras italianas, porque actualmente hablo italiano todos los días y español casi nunca. Estaba un poco asustado, la verdad, pero ha funcionado.
Le escuché y se le entendió perfectamente. Ha explicado que lo social ha desaparecido, y que hemos de pensar en términos individuales.
¿Cómo encaja la educación en el paradigma que usted plantea?
Es muy sencillo. La educación en nuestras sociedades era definida como socialización. ¡Eso era horrendo! Es horrendo utilizar la educación como una manera de incorporar los individuos a la sociedad, que es un sistema de poder. La cuestión es reemplazar la socialización, como meta de la educación, por la famosa subjetivación. El papel de la educación es aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo, especialmente de cada joven. No solamente, pero la población más importante es esa.
“El papel de la educación no es socializar, sino aumentar el grado de autonomía, de iniciativa y de crítica de cada individuo”
Yo fui educado en un liceo público, pero también en mi familia, con los métodos antiguos. Es decir, el profesor, el maestro —una palabra clave: ¡el maestro!—, transmitía ideas universales: la ciencia, la patria, la familia, la cultura (con una C grande), los grandes valores, etc. a jóvenes que vivían en un espacio limitado. Hay que eliminar eso. Entonces, la idea era realmente muy buena: frente a un mundo campesino donde la gente estaba dominada por una burguesía local rentista, se podían acercar temas universales a través de la escuela pública (y contra la Iglesia católica prácticamente, en el caso francés). Yo he vivido eso durante muchos años, largos años de guerra, y no era el momento para discutir órdenes, pero recibir esa educación para mí fue realmente un sufrimiento. Yo fui muy infeliz en la escuela.
¿La escuela de hoy en día está preparada para este cambio?
No. Yo creo que está muy atrasada, pero ha cambiado un poco. Lo que he descubierto, en el caso francés, es que un porcentaje relativamente alto de los maestros han cambiado. No son un 10% los que hacen otras cosas sino que hay un 30 o 40% que están tratando de cambiar la capacidad de expresión y de iniciativa de los jóvenes.
También he descubierto, con más distancia, que no son los maestros realmente los culpables de lo que pasa, es el sistema. El sistema es el ministerio centralizado y los sindicatos que viven del sistema. Aumentar el grado de autonomía e iniciativa para mí es fundamental. Primero, de los maestros, y segundo, y en consecuencia, de los alumnos. La burocratización de la escuela, de la educación, es responsable de este tipo de reproducción social. Cuando se discute sobre educación y hacen huelga en Francia, los sindicatos dicen que con 25 alumnos no se puede hacer nada, pero con 22 es muy fácil. ¡Es estúpido! No quieren cambiar nada. Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más.
“Cambiar cosas es difícil, pero cambiar ideas cuesta más”
El cambio no consiste en transformar la abstracción en actividades prácticas y de trabajar en una máquina. No se trata de eso, sino de dar más importancia, incluso en las notas de los alumnos (aunque hay que eliminar las notas lo máximo posible) a los medios técnicos y tecnológicos. Usando las palabras del mejor especialista en educación en Francia: hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia. Experiencia significa tecnología, pero también emociones y comunicación. No se puede aislar el conocimiento matemático, o a Platón, o la teoría de la relatividad, sino que es necesario vincular la experiencia, la interpretación y el análisis, no romper a favor de la abstracción, que es la reacción a lo concreto. No se debe eliminar lo concreto. Hay que pensar, por ejemplo, en colores, en formas, en movimiento…
¿Cómo encajan las nuevas tecnologías en ese marco?
Yo creo que las tecnologías como tales no son tan importantes. Lo importante es si la tecnología favorece la reintroducción de la experiencia, incluso en el aspecto de la comunicación y el aspecto afectivo. No hay que aislar el mundo escolar, no aislar al maestro del padre, de la madre, del amigo, de la amiga o del estudiante.
¿Las nuevas tecnologías ayudan a socializar o a desocializar, en el mundo educativo?
Depende de las tecnologías. La mayor parte de las tecnologías son colectivas, son máquinas. Yo diría que lo importante en las tecnologías es la información, porque no hay conocimiento sin información. Pero la información no tiene que estar aislada de la comunicación, que es fundamental, ni de las emociones, de lo afectivo. Es una idea clásica muy elemental pero fundamental.
“Hay que realizar un trabajo más cercano, más vinculado con la experiencia”
Del mismo modo, no se debe aislar lo mejor de lo inferior, que no hable solo la elite científica. No es fácil, porque necesitamos una elite científica, y no cualquier persona puede estudiar, por ejemplo, matemáticas a un nivel alto. Pero lo importante es que esta gente tenga la capacidad de ascender en su imaginación y no oponerse, no decir: “si tu eres bueno en matemáticas, no pierdas tu tiempo con pintura, juegos, amistades, conflictos o peleas”. Hay que subir hacia la abstracción y la creación científica o intelectual, pero en relación con toda la vida, como conjunto de experiencias afectivas y de comunicación. El éxito de una nación o un individuo está en la capacidad de pensar de forma abstracta y científica, pero eso no puede eliminar lo concreto, porque eso es una motivación de clase social.
Hablando de clase social, había dicho usted que la escuela era importante para disminuir las desigualdades…
No en el momento actual. La escuela, y hablamos de la escuela pública, aumenta las desigualdades. No las mantiene o las reproduce, sino que las aumenta. Hay que respetar la experiencia del alumno o de la alumna. Eso es importante. Por ejemplo, en Francia, no sé en España, está prohibido hacer estadísticas según el origen étnico de los estudiantes. Se hace por buenas razones, es muy respetable, pero el resultado es que cuando se habla en sociología de sectores especiales de la escuelas, de gente en situación difícil, son todos árabes. Ahí el efecto es absolutamente negativo por no utilizar las palabras, los datos, lo que todo el mundo sabe. ¡En el barrio todo el mundo sabe que en esa escuela son todos árabes!
“La escuela pública no mantiene o reconduce las desigualdades, sino que las aumenta”
Lo interesante es que la discriminación étnica es muy fuerte con los hombres y casi nula con las mujeres. Las mujeres, si buscan un empleo, dicen “yo me llamo Leila no se qué” y pueden conseguir el empleo. Si dices “Mohamed”, nunca lo vas a tener. La discriminación y la segregación afectan a los hombres, porque los hombres son considerados superiores.
¿La falta de escolarización no suele afectar más a las mujeres?
No. Incluso para los inmigrados, el nivel de escolarización es más alto para las mujeres que para los hombres. Hay que hablar de forma precisa. Las alumnas, las mujeres, obtienen un nivel de escolaridad más alto, pero tienen un nivel de expectativas más bajo. Hay un viejo estudio muy conocido de estudiantes de química. Las niñas estudiantes de química han resultado mejores y estudian más que los hombres, pero ¿cuánto ganarán dentro de cinco años como ingenieras químicas? Las expectativas de las mujeres son más bajas, a pesar de que hay más escolarización o mejores resultados escolares. La contradicción es impresionante, es una demostración de la sociología. Es evidente que no es un problema de competencia, de calidad o de inteligencia, es un puro mecanismo de interiorización, de discriminación. Las expectativas han resultado.
¿Qué papel le queda al profesor?
Más y más, se ve una relación inversa. En general, el alumno utiliza la tecnología para dar solución a los problemas, y el papel básico del maestro es ayudar al alumno o la alumna a incorporar un conocimiento o una técnica dentro de la experiencia multidimensional, afectiva y comunicativa del joven.
A lo largo de su larga carrera profesional ha escrito usted muchísimos libros. En la era de la tecnología, permítame la curiosidad, ¿escribe usted a mano?
(ríe) Es cierto que en mi caso hay dos cosas. Primero, es un aspecto físico o emotivo, tengo una relación del tipo amorosa-erótica con la escritura. Es hermoso, es un poco como hacer nacer, es una visión femenina, de crear. Segundo, empecé en la profesión muy joven, como profesor. Cuando escribí mi primer libro tenía 28 años.
Yo hablaba mucho con un amigo, y él me decía que en matemáticas el 10 % produce el 90 % del conocimiento. Le dije que lo mismo pasa con las ciencias sociales, solo que aquí no es el 10 sino el 5 % quién produce el 95 % del conocimiento. Yo creo que esa lógica es un mundo que atrae a los mediocres. Es un trabajo mal pagado, realmente muy mal pagado y con un estatus social muy limitado, pero te da mucha libertad. Ninguna persona me ha dado en toda la vida una orden.
¡Qué afortunado!
Es una suerte, he hecho absolutamente lo que quería hacer.
¿En este mundo en el que se valora tanto la ciencia y la tecnología, cree que se le da poco valor a las ideas de pensadores, de filósofos o sociólogos como usted?
Yo creo que en el momento actual hay un cambio de mundo, y tratar con ideas es difícil. Yo tenía un amigo físico que recibió un premio Nobel y decía: “Yo era incapaz y fui a un colegio experimental”. Y no le fue tan mal, ¡ganó un premio Nobel!. Es un poco lo mismo. La sociología no es un mundo exacto, es un trabajo de imbéciles muchas veces, aunque no siempre.
El corto o video titulado “A cloudy lesson» muestra, de forma sencilla, la línea entre educar y limitar. Resalta desde la imagen, las oportunidades de interación, implica relaciones de imposición o de creación y emancipación. Fue realizado en 2010 por la directora Yezi Xue y dura apenas dos minutos.
Los docentes a veces pensamos que debemos enseñar todo a los niños. Es cierto que tienen mucho que aprender, pero no podemos caer en el error de pensar que nuestra manera de hacer las cosas o de ver el mundo es más válida o, peor aún, es la única y correcta.
La función de los maestros y padres no es crear copias exactas de sí mismos sino darles las herramientas a los niños para que puedan desarrollar al máximo sus potencialidades y emanciparse. Educar es sinónimo de enriquecer, no de limitar. La educación no consiste en llenar la mente con conceptos y formas de hacer, sino en liberarla para que sea realmente libre para pensar y crear. Reflexionemos en nuestra práctica cotidiana las formas de limitar la mente de los niños y atarla a los convencionalismos…Cada vez que pretendemos que un niño o estudiante siga nuestros pasos, porque pensamos que es lo mejor para él o ella, le arrebatamos su autonomía y posibilidad de soñar…
Este corto “A cloudy lesson” se convierte en una oportunidad aleccionadora para los adultos y educadores. Su factura es impecable y aprovecha la historia inspirada en la relación entre un abuelo y su nieto, como reflejo de las relaciones padres-niños y docentes-estudiantes.
y tú agrega los aprendizajes que te genera…
Fuente del corto: http://www.rinconpsicologia.com/2017/03/un-extraordinario-corto-nos-muestra-que.html?m=1
n estos días en que estrenamos nuevo año, quiero insistir en que el verdadero objetivo de toda educación, y en consecuencia la tarea esencial de padres y educadores, es enseñar a vivir con autenticidad, a ser dueños de la propia vida, para convertirla en don y servicio a los demás.
La vida es un don maravilloso que nos fue dado graciosamente, como el más sublime de los regalos. Nadie pudo elegir nacer o no nacer, ni tuvo la posibilidad de escoger su forma física, su tamaño, el color de sus ojos, los tipos de su inteligencia. Tampoco pudo seleccionar a sus padres, ni el país donde nacer ni el tiempo histórico. Todos nacimos en una determinada matriz cultural que marca lo que somos y hacemos, lo que pensamos y creemos. Somos hijos de una familia concreta y de un país que debemos conocer, querer y servir. Somos únicos e irrepetibles y debemos asumir la vida con asombro, agradecimiento y humildad.
Nos dieron la vida, pero no nos la dieron hecha. Los seres humanos somos los únicos que podemos inventarnos a nosotros mismos e inventar el mundo. Como repetía Paulo Freire, la educación tiene sentido porque los seres humanos somos proyectos y podemos tener proyectos para el mundo. El futuro no es sólo porvenir, es sobre todo por-hacer. Los seres humanos somos creadores de nosotros mismos; la vida es un viaje y cada uno decide su destino. Podemos vivir dando vida o aplastando la vida. Por ello coexisten los santos y los criminales, personas dispuestas a matar y personas dispuestas a dar la vida por salvar a otros.
Enseñar a vivir plenamente es enseñar a ser libres. Pero la libertad que es autonomía responsable y superación de caprichos y ataduras, se confunde cada vez más con su contrario: la total dependencia, la esclavitud al mercado, los caprichos, las seducciones o las órdenes. Por ello, cuanto más se llenan las personas de cadenas, más libres se sienten.
Hoy hace falta mucho valor para ser libre, para salirse del rebaño y levantarse del egoísmo y la sumisión al vuelo valiente de la autonomía y el servicio. De ahí la necesidad de una educación que forme la voluntad y enseñe el coraje, la constancia, el vencimiento, el sacrificio, valores esenciales para llegar a ser libres.
En un mundo que cada vez más nos va llenando de cadenas, la genuina libertad debe traducirse en liberación, en lucha tenaz contra todas las formas de opresión, dominación y represión. Sólo donde hay libertad, hay disponibilidad para el servicio que ayuda a los demás a romper sus propias ataduras. Ser libre es, en definitiva, vivir para los demás, disponibilidad total para ayudar a cada persona a desarrollar sus potencialidades y lograr su propia autonomía, combatiendo todo tipo de dependencia y sumisión.
Somos libres, en definitiva, para amar, para servir. Toda auténtica vida humana es vida con los otros, es convivencia. La persona humana es imposible e impensable sin el otro. Como decía Albert Camus, “es imposible la felicidad a solas”. Lo propio del ser humano, lo que nos define como personas, es la capacidad de amar, es decir, de relacionarnos con los otros buscando su bien, su felicidad. Por ello, sólo será posible convivir, es decir, vivir con los demás, si aprendemos a vivir para los demás, pues el servicio es la forma más auténtica de expresar el amor. Vivir como un regalo para los demás, vivir sirviendo siempre, vivir combatiendo todo tipo de dominación, manipulación y explotación, es el medio privilegiado para encontrar la plenitud y la felicidad.
La alfabetización da autonomía a las personas y a la sociedad en su conjunto, afirmó este jueves la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
En un mensaje por el Día Internacional de la Alfabetización, que este año celebra su 50 aniversario, la UNESCO subrayó que desde que se proclamó la fecha en 1966 se han registrado muchos avances en este campo.
Uno de ellos es el número de jóvenes analfabetos, que se redujo en un 25% entre 1990 y 2015. Además, las mujeres tienen hoy más oportunidades para aprender a leer y escribir y en 43 países se ha logrado mejorar la paridad de género en este campo.
No obstante, un informe de ese organismo de la ONU con motivo de este día muestra que todavía hay 758 millones de adultos que no saben leer ni escribir, dos tercios de ellos son mujeres y 115 millones, jóvenes de entre 15 y 24 años. Por otra parte, África sigue siendo la región más rezagada.
El enviado especial de la UNESCO Forest Whitaker da un mensaje sobre la necesidad de invertir en este sector.
“El mundo tiene 1.800 millones de jóvenes. La mayoría vive en países que afrontan conflictos y pobreza. Estas personas merecen la oportunidad de participar en la sociedad. Al invertir en educación les permitiremos desarrollar las habilidades que necesitan para ser líderes para la paz y el cambio en sus comunidades”, dijo el actor estadounidense.
La UNESCO lleva a cabo en París un evento de dos días para celebrar el 50º aniversario de este día internacional, bajo el lema “Leer el pasado, escribir el futuro”. También lanzó una Alianza Mundial para la Alfabetización con el objetivo de movilizar fondos para la causa.
Tomado de: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=35763#.V_MBL4jhDIU
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