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El difícil ejercicio de la autonomía

Por:  Pedro Flores

Il progresso gioca contro la tua ingenuità,

Ma c’è la tua coscienza e prima o poi la spunterà!

Canción: Manichini, Renato Zero (1977)

Permítanme iniciar con una anécdota. Un colega de una universidad, que ocupaba un puesto directivo en un campus alejado de la Ciudad de México, fue cesado pues según le dijeron, él no estaba para pensar, sino para ejecutar. Lo remataron diciéndole que debía obedecer, o sea, no podía contradecir las órdenes del superior. Seguramente, a este colega le irá mejor al desligarse de una administración que impide la libertad de pensar por sí mismo y actuar.

Que una “universidad” busque suprimir la capacidad humana para pensar y actuar racionalmente refleja, por un lado, la profunda contradicción de esa institución de educación superior que, en su publicidad, dice estar orientada por el humanismo y por otro, muestra la difícil que es ejercer la autonomía dentro de nuestra democracia.

Lamentablemente, los ejemplos que ilustran la supresión de la autonomía no solamente se circunscriben al plano individual. Hay grupos como el de los indígenas, el de los jóvenes o el de los maestros que no han podido persuadir al gobierno, a los académicos e “intelectuales” que ellos mismos pueden imaginar y plantearse metas de desarrollo propio y que sólo requieren los espacios para realizar su visión razonada. A fuerza, ciertos grupos hegemónicos han querido imponerles una forma de vida que ellos mismos no comparten del todo. A los indígenas los han tachado de excéntricos o “manipulados”, a los jóvenes de carentes de “valores” y a los maestros de desconfiables cuando cuestionan y hacen valer su voz.

Pero aparte de los individuos y grupos, algunas instituciones que se dicen autónomas no han podido desplegar más ampliamente su potencial reflexivo y autogobierno. Ante las restricciones del presupuesto público, el gobierno central ha sabido cómo restringir la libertad de las instituciones de educación superior (IES) por medio de los marcos de evaluación imperantes. “Si no pasas el checklist de los CIEES (Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior) o cometes la osadía de cuestionar y no adherirte a los criterios del PNPC (Programa Nacional de Posgrado de Calidad), nomás no habrá recursos y el imaginario social te sancionará por ofrecer, supuestamente, una educación chafa”. Los PNPCzombies son contrarios a un sujeto educado.

El adiestramiento institucional no parece tener relación alguna con la educación de calidad. Es decir, aquella que se sustenta en un reconocimiento pleno de las facultades del individuo y que intenta, por medio del conocimiento y del aprendizaje, que los seres humanos desarrollemos la capacidad de ser independientes para pensar, decidir y actuar de manera razonada y en función de los otros.

La autonomía, hay que enfatizarlo, es radicalmente distinta a la idea de autosuficiencia (“yo las puedo de todas, todas”) y no sugiere que debemos girar ciegamente en torno a nosotros mismos sin considerar la responsabilidad que tenemos con los otros. Es así que una universidad puede ser muy autónoma pero debe rendirle cuentas a la sociedad, un grupo de indígenas puede saber plantearse un estilo de vida diverso pero sin que eso signifique fragmentar a un país o un joven puede abrazar con razón e inquietud la “contracultura”, pero no por eso obtiene el pasaporte para ser violento.

Pero, ¿si esta idea suena tan bien porque pocos la practican? Porque los costos de ser independiente en sociedades con reglas precarias (y anti meritocráticas) son muy altos y muy pocos están dispuestos a pagarlos. Si una escuela ofrece fundamentos para no adscribirse a los programas del Gobierno Federal, es probable que no fluyan los recursos; si un profesor o académico cuestiona sistemáticamente el proceder institucional, será marginado de la toma de decisiones en mayor grado que la voz lisonjera y cortesana; si un intelectual cuestiona con argumentos al caudillo, no habrá becas, premios ni ascensos o si un órgano constitucionalmente autónomo osa enfrentarse abierta y públicamente al oficialismo, puede perder la simpatía del poderoso; como si esto le asegurara su sobrevivencia y eficiencia organizacional.

En México, sigue habiendo profundas dificultades para ejercer la autonomía a nivel individual, escolar, grupal e institucional, pese a los avances democráticos y al admirable esfuerzo de personas que han demostrado que se puede sobresalir aún viviendo “fuera del presupuesto” y que aunque se “muevan, sí salen en la foto”; en la selfie de la decencia, honestidad y rectitud.

Fuente de Artículo:

El difícil ejercicio de la autonomía

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Desaparecer la desaparición.

Por: Sergio Friedemann.

El límite de la desaparición es la memoria. Sin la construcción de memorias sociales o colectivas, la desaparición sería perfecta, inconmovible. ¿Sería, por tanto, efectiva? Los negacionistas no quieren negar la desaparición, anulándola. Quieren desaparecer la desaparición para afirmarla y dejarla en el pasado como un hecho trascurrido y ejemplificador.

El gobierno nacional parece empeñado en desaparecer la desaparición de Santiago Maldonado. La palabra “parece” no es casual. El Gobierno sabe que (ya) no puede desaparecer la desaparición. Solo quiere negarla para afirmarla, ya no como reclamo de cierta justicia a ser alcanzada, sino como acontecimiento del pasado que no necesariamente deja de ser justo. La lucha por la memoria de los desaparecidos es la lucha por la actualización de ese pasado en el presente. Siguen desaparecidos, luego el delito continúa. El hecho sigue sucediendo, no es mero pasado.

El gobierno nacional parece empeñado en desaparecer de los establecimientos educativos el tratamiento de la desaparición de Santiago Maldonado. Primero fue la escuela pública, más controlable. Luego fue la universidad, a través de una denuncia que pasó por el Ministerio Público Fiscal, el Ministerio de Educación, el rectorado de la UBA, para arribar finalmente a la Facultad de Filosofía y Letras. Desde lo jurídico, se trata de un claro intento por vulnerar la autonomía universitaria consagrada por la Constitución. Pero no es un avasallamiento centralmente jurídico, sino político y pedagógico. Por ello, más allá de la respuesta legal correspondiente, que bien ha anticipado la facultad, debemos dar el debate respecto de qué significa que la desaparición de personas no deba ser, según nuestros representantes, un tema a tratar en las aulas.

La educación no puede no ser política. No necesariamente partidista o panfletaria. Pero educar es formar al ciudadano: niño, joven y adulto. No da lo mismo que la desaparición de un joven, sucedida tras una represión estatal, sea tratada en las aulas o ignorada como si ello no tuviera que ver con la ciudadanía y los derechos humanos. El intento por desaparecer de las aulas a Santiago Maldonado es la instalación renovada del “algo habrá hecho”. La renovada figura del desaparecido-porque-algo-habrá-hecho, llega una vez más de la mano de la figura del enemigo interno y su conexión internacional: terroristas mapuches, parias antinacionales. ¿Con qué extranjería sería más redituable identificarlos? Si se trata de tocar la sensibilidad del argentino medio, la identificación del enemigo interno con los chilenos o los ingleses no parece casual.

Hoy en la Argentina hay presos políticos. Hay un desaparecido. Se construye la imagen del enemigo interno, del subversivo y del terrorista, con nuevas y viejas palabras. Se persigue al militante en sus lugares de trabajo, se lo estigmatiza. Se equipara toda figura de la otredad al gobierno anterior, al que a veces no se lo nombra. Se reduce todo lo hecho a la figura del robo, de lo apropiado. “Se robaron todo”, no refiere solo a los millones de López. Se robaron todo, todo lo que históricamente perteneció a una reducida élite: la posibilidad de vacacionar, de consumir. “Se creyeron que podían cambiar el celular todos los años”. Se robaron también el control de la moneda. Se robaron nuestra soja. Y los mapuches se quieren robar nuestra tierra, nuestra patria. Son lo mismo. “Se robaron la plata de nuestros impuestos para darles todo a esos negros”. Pero ahora cambiamos. Ya no. Ya nadie roba. Ya nadie nos dice lo que podemos hacer y dejar de hacer. Desaparecer al otro, y negarlo para afirmarlo, vuelve a ser posible.

Vulneran la autonomía, es cierto. Se meten con los docentes. Obstruyen la libre circulación de la palabra y quieren dirigirla. Pero no es simplemente evitar que se hable de Santiago en las aulas lo que buscan estos guardianes del olvido. Lo importante es el acto de repudiarlo, de igualarlo a la política, condenándola. El propósito no es desaparecer a Santiago de las aulas, sino hacer aparecer la figura del otro como enemigo. Lo más trágico no es la violación de la autonomía universitaria por parte del Estado, sino la recepción activa del mensaje por la sociedad. Si un conjunto amplio asume como propia la idea del enemigo interno, entonces hay hegemonía. La heteronomía de pensamiento de cierta ciudadanía que, inmersa en la humareda comunicacional, puede creer como cierta la idea de que la desaparición de Santiago o la persecución política de Milagro Sala son parte del “relato K”: esa es la gran victoria política de la nueva y vieja derecha: a su vez democrática y antidemocrática, consensual y autoritaria, hegemónica y coercitiva.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/67289-desaparecer-la-desaparicion

Imagen: https://media.minutouno.com/adjuntos/150/imagenes/028/447/0028447780.jpg

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La autonomía como elemento de segregación de alumnado y centros educativos

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

La autonomía, si no se hace dentro de un marco más o menos estricto y con recursos humanos, materiales y de conocimientos suficientes, puede provocar procesos de segregación escolar

Desde hace años, las evaluaciones internacionales como PISA insisten en que el sistema educativo español ha de aumentar la autonomía de sus centros educativos como una de las claves para la mejora de los resultados. Pero la autonomía necesita de algunas condiciones previas para que estas mejoras se produzcan. Esta es una de las conclusiones de Miquel Àngel  Alegre, analista del Instituto Catalán de Evaluación de Políticas Educativas (Ivàlua), en su aportación a la nueva edición de Indicadores comentados sobre el sistema educativo español 2017.

La idea es que la autonomía, por sí solo no es ni buena ni mala y, de hecho, mal ejercida, puede provocar procesos de segregación entre escuelas por diferentes motivos: académicos, socioeconómicos o de origen.

Para Alegre es necesario que la autonomía se desarrollo bajo algunas premisas. “La autonomía puede ser nociva para las escuelas que no disponen de los recursos necesarios par ejercerla: capital humano, conocimiento, recursos materiales, conexión con el territorio”, asegura. También puede ser contraproducente, dice, “expandir la autonomía escolar en contextos donde hay un número importante de escuelas desfavorecidas”.

Para el investigador, estos efectos más negativos de la autonomía también se relacionan con favorecer alguna clase de capacidad por parte de los centros educativos a la hora de seleccionar a su alumnado, ya sea por su rendimiento académico previo o por la afinidad de las familias con el proyecto educativo del centro.

Un proceso, el de la selección de las familias, que amplifica sus efectos cuando se desarrolla en zonas en las que es posible una mayor diversificación curricular entre los centros. Escuelas e institutos que tienen margen de maniobra para diferenciarse de otras por algún tipo de especialización curricular, lingüística, por tener horarios diferentes. Según Miquel Àngel Alegre “las preferencias de las familias por un tipo de colegio frente a otro están socialmente condicionadas”.

Corregir los excesos

Entre las medidas que Alegre enumera para que puedan corregirse algunos de los excesos que la autonomía puede producir se encuentra la apuesta “por la gestión centralizada de los procesos de escolarización del alumnado”, de manera que la Administración pueda impedir y controlar que los centros financiados con fondos públicos puedan “acabar adoptando prácticas de selección”.

También habría que establecer mecanismos con los que evitar “procesos más sutiles”, dice Alegre, como posibles movimientos en el proceso de preinscripción para animar a determinadas familias a que se matriculen y a otras desanimarlas.

Y por último, “hablar claramente de políticas de planificación escolar”. La idea es que las familias, después de equilibrarse los recursos entre los diferentes colegios, puedan “escoger entre proyectos educativos comparables y de calidad y no entre escuelas desiguales”.

Miquel Àngel Alegre participa en la tercera edición de los  Indicadores comentados sobre el sistema educativo español 2017, editados por la Fundación Sociedad y Educación. En la presentación, además de hablar de autonomía, también se habló de otros dos factores en los que España destaca: repetición escolar y resiliencia de su alumnado.

El catedrático de Sociología de la Complutense, Julio Carabaña, ha sido el encargado de hablar sobre el nivel de repetición del sistema educativo. La principal conclusión es que no hay conclusión para las dos preguntas claves: ¿por qué se repite tanto en España? y ¿por qué el índice se mueve al contrario que la crisis?

Asegura que durante los años de bonanza el porcentaje de repetición, al contrario de lo que parecería lo esperado, aumentó. Algo contraintuitivo si se piensa en la posibilidad de que el sistema pusiese las condiciones lo suficientemente fáciles como para que los alumnos que no estaban interesados en estudiar y sí en trabajar salieran lo antes posible del sistema escolar hacia el laboral. A esto se añade que cuando llegó el momento de crisis, la repetición descendió.

Dada la dificultad en la explicación de los factores que causan las subidas y bajadas de la tasa de repetidores, así como la imposibilidad de predecir la tasa de indoneidad a los 15 años estudiando la de los 12 años (hay grandes diferencias), Carabaña intenta aclarar otras cuestiones relacionadas con la repetición.

No es más cara

Esta es la primera, una idea repetida también desde la OCDE con insistencia a países como España, con tasas de repetición solo similares a las de Francia y Portugal. “La repetición no es cara o barata”, asegura Carabaña. Y explica que para que le costara al Estado 20.000 euros más al año “habría que suponer que estudiará tantos años como está repitiendo”. Algo que hoy por hoy no se calcula, que se ignora.

A esto, Julio Carabaña añade que, en contra de lo que se suele afirmar desde la OCDE, “nadie puede demostrar que un alumno aprende más o menos repitiendo”.

Resiliencia

Para cerrar la presentación del volumen editado por la Fundación Sociedad y Educación en colaboración con La Fundación Ramón Areces, participó el sociólogo de la Universidad de Zaragoza Pau Marí-Klose.

En su comentario habló de ese porcentaje de alumnos que se encuentran en el cuartil más bajo del nivel socioeconómico de PISA y que, a pesar de que les “tocaba” tener bajos resultados, obtienen unas puntuaciones iguales a las más altas. El porcentaje de estos alumnos, en España, es de 39%, uno de los más altos de la OCDE.

Según el profesor, esta resiliencia, criticada después por Carabaña, se apoya en cuatro pilares: el individuo, la familia, la escuela y el entorno comunitario. Cuatro puntos que pueden ayudar a superar unas dificultades socioeconómicas de partida que colocan a estas chicas y chicos en la estadística de los que debieran quedarse por el camino.

Así, elementos como la autorregulación, la confianza, las estrategias de la escuela para enfrentar una posible desafección del alumnado socioeconómicamente desaventajado (en donde citó los extintos programas PROA), los estilos de parentalidad positiva (atención a los estudios de los hijos, altos niveles de comunicación y afectividad), o la posibilidad de contar con recursos públicos en el entorno como transportes, servicios de actividades extraescolares y de ocio o programas de mentoría horizontal ayudan, asegura Marí-Klose, o pueden ayudar a entender que chicas y chicos que deberían puntuar bajo en pisa, muy al contrario de lo previsto, puntúen a la cabeza.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/19/la-autonomia-como-elemento-de-segregacion-de-alumnado-y-centros-educativos/

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Larry Ferlazzo: “Ofrecer autonomía es clave para desarrollar la motivación”

06 de septiembre de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Larry Ferlazzo

¿Cuál es el rol del profesor en el contexto educativo actual?
Los profesores tenemos distintos roles. Uno de los más importantes es el de  ayudar a guiar a los estudiantes en el proceso de aprendizaje, en ocasiones mediante instrucciones directas y, en otras, con lo que algunos investigadores llaman el “descubrimiento asistido”. Además, los docentes debemos ser un modelo a seguir para los alumnos sobre cómo comportarse en la vida.

¿En qué aspectos?
Influenciamos a los estudiantes en la forma en la que nos vestimos, hablamos y nos relacionamos con los demás profesores y los alumnos. También es importante que nos preocupemos por descubrir qué sucede en sus vidas fuera del recinto escolar y cómo les podemos proporcionar consejos.

¿Destacaría algún otro rol?
Hay muchos otros roles que tenemos como profesores, pero el último que sugeriría es que los docentes debemos ayudar a desarrollar la motivación intrínseca de los estudiantes para que quieran seguir aprendiendo, por interés propio, lo que nosotros les estamos enseñando.

¿Cómo pueden los profesores ayudar a desarrollar su motivación?
Los investigadores han encontrado cuatro cualidades que son críticas para ayudar a los estudiantes a auto motivarse. La primera consiste en ofrecerles autonomía, dejándoles que tomen sus propias decisiones. Por ejemplo, permitiéndoles escoger el lugar en que se sientan en clase o con quien quieren trabajar en pequeños grupos.

¿Se trata de involucrar al estudiante en las actividades que se desarrollan en clase?
Sí, exactamente. Con ello no me refiero a que debamos darles opciones para tomar todas las decisiones, pero sí en los momentos en que tiene sentido. Otro elemento clave es el de promover competencia para que los estudiantes sientan que están mejorando en lo que están haciendo.

¿Qué estrategias sugiere para llevarlo a cabo?
Dando a los estudiantes feedback de calidad, no únicamente diciendo “¡buen trabajo!”, sino siendo muy específicos en resaltar lo que han hecho bien. Es muy importante que los estudiantes vean por ellos mismos sus progresos. Una buena manera de visualizar sus mejoras es comparando redacciones que escribieron al empezar el curso académico con otras que realizaron unos meses después.

¿En qué consiste la tercera cualidad?
Se trata de la importancia de las relaciones. Por una parte, pienso que es importante preguntar a los alumnos sobre cuáles son sus objetivos en la vida para poder conocerlos un poco más. También es fundamental permitir a los estudiantes trabajar en grupos pequeños para que puedan interactuar entre ellos y conocerse mejor.

¿Cuáles son los beneficios de esta cualidad?
Estas relaciones ayudarán a los alumnos a querer hacer más. Si ven que el profesor se preocupa por ellos, entonces estarán más abiertos a lo que el docente les pide para aprender. Finalmente, la última cualidad consiste en hacer ver a los estudiantes que lo que están haciendo en clase es relevante para su futuro y que les permitirá lograr sus objetivos más allá de las aulas.

¿Cómo se transmite esto en sus clases?
Al final de algunas clases les pido a mis alumnos que escriban sobre cómo creen que pueden aplicar lo que han aprendido en otras asignaturas o fuera de la escuela. Los estudiantes son como nosotros, es decir, estarán más dispuestos a querer aprender algo si les resulta de utilidad y pueden ponerlo en práctica en otros contextos y transferir el aprendizaje a situaciones no forzosamente académicas.

¿Cuáles son las ventajas de que los estudiantes sepan automotivarse?
En muchas ocasiones los estudiantes no siguen nuestras lecciones en clase, sus mentes están en otro lado pensando en cosas distintas. Pero si les ayudamos a motivarse, entonces aprenderán más y, al mismo tiempo, nuestro trabajo como docentes resultará más sencillo.

¿Cuáles son los factores que propician que los estudiantes estén menos motivados a aprender?
Todos nuestros estudiantes quieren aprender, pero no siempre les interesa lo que nosotros les queremos enseñar. A veces les puede costar entender que lo que les enseñamos les será de utilidad en su vida.

¿Cree que la falta de motivación también está relacionada con la habilidad del profesor para enseñar?
Este es un elemento más, ya que los conocimientos del profesor, su formación y lo que nos permiten enseñar las administraciones educativas y las políticas de cada escuela, acaban incidiendo en el estudiante. Según unos estudios desarrollados en Estados Unidos, los profesores sólo tienen una influencia aproximada del 30% en los logros académicos de sus estudiantes. El resto, tiene que ver con su contexto social, la relación con sus padres, los administradores, las instalaciones escolares… Por tanto, como profesores podemos hacerlo muy bien, pero no hacemos milagros.

¿Cuáles son los principales retos que afrontan los docentes?
Uno de los principales retos que tenemos actualmente está localizado fuera de la escuela y está relacionado con la realidad en la que crecen los estudiantes. Hay chicos que provienen de familias con bajos ingresos o con importantes problemas sociales y estos factores les acaban afectando en su concentración en el aula, y como docentes les debemos ayudar.

Finalmente, ¿añadiría algún otro elemento importante a tener en cuenta para ayudar a la motivación de los estudiantes?
Me gustaría añadir la importancia de que los docentes hablemos periódicamente con los padres. Pero no sólo cuando hay un problema sino, especialmente, cuando se pueden comunicar noticias positivas sobre sus hijos. Si sólo hablamos con ellos para decir cosas negativas, los niños no tendrán motivación para aprender, al contrario, tendrán miedo. Un sentimiento contraproducente para el aprendizaje.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/larry-ferlazzo-ofrecer-autonomia-es-clave-para-desarrollar-la-motivacion/

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Libro: Pedagogía Erótica. Paulo Freire y El Ezln

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: Miguel Escobar Guerrero / Fuente: pt.indymedia.org

Resumen:

Este libro es el resultado de una investigación práctica y teórica, realizada en un trabajo cotidiano con estudiantes y apoyada en los planteamientos de Paulo Freire, en la lucha de resistencia y organización de las comunidades zapatistas, en el psicoanálisis sociopolítico, como en una propuesta nacida en nuestra praxis, la pedagogía erótica.

La pedagogía, como acto reflexivo sobre el hacer del profesor y los estudiantes, así como de la manera en que interactúan estos actores con relación a los contenidos, permite el acceso a la siguiente pregunta: ¿Los alumnos en su proceso educativo sólo aprenden información o comprenden la complejidad de los datos para resignifcarlos frente a la realidad social que viven? Sin duda, la mayoría de los planes y programas, los perfiles de egreso, tanto de la educación básica como de niveles tan avanzados como el universitario y los posgrados, abordan palabras como integral, autosuficiente, autónomo y demás adjetivos que implican un alto grado de conciencia. En la práctica las cosas son distintas, son letra muerta, porque de acuerdo con lo planteado por Miguel Escobar, en la mayoría de las escuelas, se fomenta la sumisión, el condicionamiento operativo y el miedo como principales herramientas de control.
Pedagogía erótica: Paulo Freire y el EZLN, publicado por Miguel Escobar Guerrero, es un libro que vincula la práctica educativa, la experiencia personal y el conocimiento teórico para generar puntos de reflexión y formas distintas de acercarse a lo social, porque cualquier formación educativa debería permitirle a los individuos reconocer su entorno, abrir los ojos para decir qué les conviene de acuerdo con sus intereses y no respondiendo a deseos ajenos. El libro se compone principalmente de seis capítulos, un epílogo y un anexo, a través de los cuales se generan los conceptos que darán sustento a la propuesta; una pedagogía erótica encaminada a fomentar la vida, a despertar a Eros para combatir el deseo devastador de Tánatos.

Link de descarga:

http://ru.ffyl.unam.mx/bitstream/handle/10391/2942/Miguel_Escobar_Pedagogia_Erotica_2012.pdf;jsessionid=B8972E3B86E34F3FBEAF71074A45F994?sequence=1

Fuente de la Reseña:

http://pt.indymedia.org/conteudo/newswire/39200

 

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¿Por la autonomía de la educación?

Por: Alfredo Arnaud Bobadilla.

A principios del siglo pasado (1921), le tocó al pensador y educador mexicano José Vasconcelos construir las bases de lo que sería una de las instituciones más importantes con las que cuenta este país hasta la fecha: la Secretaria de Educación Pública.

Después del cisma de la Revolución mexicana, la nación se encontraba en una situación de crisis humanitaria, económica y social, por decir lo menos, con un Estado empobrecido, una sociedad fragmentada y derruida, índices de analfabetismo del orden del ochenta por ciento, y un sinnúmero de familias que no contaban ya con la figura del Pater familia. Fue con esa composición política, social y económica que Vasconcelos diseñó y puso en marcha toda una estrategia nacional que implicaba aprovechar los activos con los que se contaba en el momento, para atender y resarcir los pasivos: sería un ejército de madres de familia apenas instruidas, pero que sabían leer y escribir, y que requerían de un trabajo para dar sustento a su familia, las encargadas de instruir (sobre todo, alfabetizar) a aquellos que no habían tenido oportunidad de asistir a la escuela. Fue ésta, probablemente, una de las jugadas más astutas y visionarias que nos dejó el Maestro de la juventud de América, como lo llamaban sus coetáneos.

Con el paso de los años, el país se levantó, creció y se convirtió en una de las economías más importantes del mundo. No obstante, es una economía cuya hermana, la sociedad, adolece en estos momentos de los elementos básicos y fundamentales: justicia, equidad, igualdad de oportunidades, mala distribución de la riqueza, altísimos índices de corrupción e inseguridad, entre otros. Si bien, en su momento, la creación de una institución como la SEP que sentara las bases para la homogeneización de un sistema educativo nacional fue la mejor apuesta para el desarrollo del país, hoy en día, a casi un siglo de la creación de la Secretaría de Educación Pública, es nuestro deber reflexionar sobre los derroteros que nuestras políticas educativas y nuestro sistema educativo en su conjunto deben tomar hacia el futuro.

El sistema educativo ha pasado por varias reformas, muchas de ellas de gran calado y oportunas para la modernización y la puesta al día de planes y programas de estudio, métodos y metodologías de enseñanza-aprendizaje, incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las llamadas TICs, y sin embargo, el sistema educativo tal y como está diseñado y opera el día de hoy tiene un gran problema: está sujeto a los cambios sexenales de gobierno y a las reformas que cada nueva administración quiere imprimir en materia educativa. Más que beneficios, esto ha producido ruptura, desasosiego entre los profesores, incertidumbre en todos los actores que intervenimos de una u otra forma en el fenómeno educativo y contamos con propuestas para el apoyo y fortalecimiento de la calidad educativa en todos sus aspectos.

El problema, es que cada seis años tenemos que reinventarnos, echar por la borda lo que hizo la administración anterior y comenzar de nuevo; una dinámica que parecería haber sido diseñada por Prometeo. Hace unos días en la radio, se escuchó una voz (cuyo nombre, desgraciadamente, no puedo recordar) que hacía una propuesta muy interesante y que vale la pena retomar: ¿Podrá pensarse en darle autonomía al sistema educativo nacional para que pueda reunir a los mejores expertos en la materia y diseñar así un verdadero proyecto a 30 o 40 años que no esté sujeto a los procesos electorales y a tener que reinventarse cada seis años, sin que ello signifique, desde luego, que deje de ser obligación del Estado ser el garante del financiamiento de la educación?

Siendo la educación uno de los sectores estratégicos para el desarrollo de nuestro país en los próximos años, nos hacemos al menos un par de preguntas al respecto: ¿Veremos alguna vez a la educación en manos de personas honorables, expertas, que han dedicado toda su vida a la investigación educativa, y ponerla a salvo de la improvisación y de la discontinuidad de un proyecto de largo aliento? ¿Podremos imaginar como sociedad contar alguna vez con un presupuesto blindado multianual, transexenal, gamificado, estratificado orientado realmente a fortalecer las escuelas y las comunidades de alta y muy alta marginación; a establecer un plan maestro de infraestructura y equipamiento; a buscar fortalecer la formación inicial y continua de los profesores; a atraer a los mejores profesionistas al ámbito magisterial; a revalorar la figura de los profesores en todos los niveles educativos, entre otros muchos aspectos necesarios y urgentes, más allá de propósitos electorales?

Sería una noticia espectacular para nuestro país, y probablemente un ejemplo para el mundo entero pensar en celebrar la mayoría de edad de la Secretaría de Educación Pública, a los 100 años de su creación, llevando a cabo una nueva cruzada vasconceliana, otorgándole una merecida autonomía al sistema educativo de nuestro país.

Fuente: http://www.diarioaxaca.com/analisis/24-opinion/116533-ipor-la-autonomia-de-la-educacion

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/-zz4JbHtlfcc/TfkggTrnNNI/AAAAAAAAB8s/GG3dgwEHmNQ/s1600/escuela%255B1%255D.JPG

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Venezuela: La autonomía universitaria no es para delinquir

Venezuela / www.rnv.gob.ve / 16 de Agosto de 2017

Desde las universidades tradicionales se “bombardea, distorsiona y asfixia” cualquier política gubernamental, señaló este lunes el ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, quien denunció que sus autoridades se escudan en el concepto de autonomía universitaria para tapar acciones delictivas.

“La autonomía universitaria no es para delinquir ni para afianzar plataformas desestabilizadoras. La autonomía es para la libertad de pensamiento, cátedra, para poder construir planes y mecanismos de desarrollo que no sean condicionados por ninguna fuerza externa.”

Denunció, además, la presencia de grupos paramilitares al interno de la Universidad de los Andes (ULA), casa de estudio que al igual que la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Oriente (UDO) y la Universidad del Zulia (LUZ), han pretendido constituirse en un Estado dentro del Estado.

Fustigó el hecho de que se pretenda convertir las universidades en sedes de los partidos políticos en los que militan sus autoridades, esto a propósito de la reciente consulta interna celebrada por la MUD que tuvo como garantes a los rectores de la universidades Católica Andrés Bello (UCAB), Jorge Virtuoso, Carabobo, Jessy Divo, Metropolitana (Unimet), Benjamin Scharifker y la UCV, Cecilia García Arocha.

Roa descartó, durante el programa Encendidos de VTV, que esta postura sea compartida por el resto de las autoridades. “La mayoría de los rectores y de las universidades del país son defensores de la patria, no están en la línea del golpe de Estado. Están apostando al país, a la construcción de patria.”

El titular de Educación Universitaria hizo un llamado a los estudiantes, padres y representantes, a pronunciarse ante la inacción de algunas autoridades universitarias frente a las ralentización de las actividades académicas.

Fuente: http://rnv.gob.ve/la-autonomia-universitaria-no-es-para-delinquir/

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