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El ACNUR trabaja con el Gobierno y socios de atención de emergencias para contener un brote de cólera entre los refugiados sur sudaneses recién llegados en el Distrito de Adjumani, Uganda

África/Uganda/18 de agosto de 2016/ Fuente: ACNUR

El Gobierno de Uganda y el ACNUR implementan medidas de contención tras la confirmación de un brote de cólera en el asentamiento de Pagirinya, abierto recientemente en el distrito de Adjumani.

El Gobierno de Uganda y el ACNUR implementan medidas de contención tras la confirmación de un brote de cólera en el asentamiento de Pagirinya, abierto recientemente en el distrito de Adjumani.

Se ha confirmado que 49 sur sudaneses y un ugandés han contraído la enfermedad. 44 de estas personas han recibido el alta tras recibir tratamiento médico en instalaciones sanitarias, mientras que dos han sido puestas en cuarentena.

Se están tomando medidas adicionales para evitar una mayor expansión del brote, como la desinfección de las casas de quienes contrajeron la enfermedad y el drenaje de su depósito de agua, así como una campaña de concientización puerta a puerta. Se ha restringido la venta de productos frescos en mercados y en los caminos. También se han intensificado las medidas sanitarias, como la cloratización de fuentes de agua, retirada de basura, refuerzo de instalaciones de lavado a mano, y distribución de pastillas potabilizadoras. Como resultado, el número de nuevos casos es reducido; no obstante, los equipos médicos continúan en observación para detectar a individuos que presenten potenciales síntomas.

El cólera es una enfermedad infecciosa aguda, que se contagia habitualmente por el consumo de alimentos y agua contaminados, y que puede resultar mortal. Los afectados presentan síntomas tales como diarrea acuosa aguda y vómitos.

La mayor parte de los afectados por el brote se encuentran en centros de recepción del asentamiento de Pagirinya, y de forma más reducida en el asentamiento en sí mismo y en el punto de recogida de Elegu. Pagirinya cobija en esto momentos a más de 30.000 refugiados sursudaneses, la mayoría de los cuales han llegado en las últimas seis semanas.

“Durante el último mes hemos recibido a un gran número de niños refugiados, que son particularmente vulnerables a esta enfermedad potencialmente letal”,  dijo el representante en funciones de Uganda, Bornwell Kantande. “Junto al Ministerio de Sanidad y a nuestras organizaciones socias, hemos implementado rápidamente medidas para contener el contagio. Seguimos haciendo lo máximo para reducir el número de personas que albergan los centros de recepción, no sólo para prevenir brotes epidémicos, sino también para que estas personas puedan comenzar a reconstruir sus vidas lo antes posible”.

La descongestión de los centros de tránsito y recepción es una de las principales prioridades. Los refugiados están siendo reubicados al asentamiento de Bidoibidi, en el distrito de Yumbe, de reciente apertura. En sintonía con la generosa política de Uganda en esta materia, se les proporcionará de parcelas de tierra para construir casas y sembrar cosechas agrícolas.

Más de 80.000 refugiados sursudaneses han huido a Uganda tras el estallido de violencia del 8 de julio en Yuba (capital de Sudán del Sur). Más del 85% de los recién llegados corresponde a mujeres y niños, siendo el 64% el porcentaje de llegadas de niños sobre el total de entradas. Los recién llegados informan que grupos armados atacan los pueblos, asesinando civiles, asaltan sexualmente a las mujeres y reclutando forzosamente a jóvenes y niños para engrosar sus filas.

Fuente:http://www.acnur.org/noticias/noticia/el-acnur-trabaja-con-el-gobierno-y-socios-de-atencion-de-emergencias-para-contener-un-brote-de-colera-entre-los-refugiados-sur-sudaneses-recien-lle/

Imagen: http://img2.europapress.net/fotoweb/fotonoticia_20160724084453-931439_9999.jpg

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El sufrimiento de los civiles en Alepo demanda una respuesta inmediata, subraya Comisión Investigadora

Asia/Siria/18 de agosto de 2016/Fuente: org

La Comisión Internacional de Investigación para Siria expresó preocupación hoy por la seguridad de los civiles, entre los que se contarían 100.000 niños que se encuentran en el este de la ciudad de Alepo, tras la reciente escalada de enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y rebeldes.

En un comunicado, los integrantes de la Comisión calificaron la situación de los civiles como “crítica” y exigieron una respuesta inmediata para los afectados.

Los expertos señalaron que los ataques en Alepo son el preludio de un asedio diseñado para forzar la captura de la ciudad a través de una estrategia de “rendición o fallecimiento por hambre”.

Los alrededores de la ciudad de Alepo reciben a diario bombardeos aéreos por parte de fuerzas gubernamentales o pro-gubernamentales causando bajas civiles en masa.

En lo que va de este año, más de 25 hospitales y clínicas han sido destruidos en ataques aéreos, matando a pacientes y personal sanitario. Otras dependencias que fueron destruidas son mercados y estaciones de agua potable.

El panel expuso que, en caso de establecerse, los corredores humanitarios solicitados por Naciones Unidas han de cumplir con condiciones humanitarias esenciales y los civiles que decidan no usarlos deben tener acceso irrestricto a asistencia humanitaria vital.

La Comisión urgió a las partes en conflicto a seguir las normas que rigen el derecho internacional.

Fuente: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=35634#.V7Xdz1vhDIU

Imagen: http://static.un.org/News/dh/photos/large/2016/August/08-08-2016Syria.jpg

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El ACNUR distribuye ayuda humanitaria a personas desplazadas por el huracán en Belice

Centro América/BELMOPAN, Belice, 18 de agosto de 2016 Fuente: ACNUR

La Agencia de la ONU para los Refugiados y sus socios están brindando asistencia humanitaria y de reconstrucción a las víctimas del huracán Earl, incluyendo a solicitantes de asilo del Triángulo Norte.

– Jorge saca el teléfono de su bolsillo y reproduce un corto vídeo que muestra las inundaciones y el techo de su casa que apenas se veía a la distancia, todo sumergido debajo de la masa de agua que lo rodeaba.

“Todo se perdió”, dijo, mirando a las otras personas que se reúnen en la oficina local de una ONG de Belice, Ayuda para el Progreso, a las afueras de la capital, Belmopan, en busca de ayuda para reconstruir sus vidas en la estela del Huracán Earl.

“Todo lo que teníamos ya no está”, dice Jorge de 42 años, quien es una de las 10.000 personas del pequeño país de América Central, cuya vida quedó devastada por Earl, que tocó tierra el 4 de agosto, dejando caer más de 30 centímetros de lluvia, y causó inundaciones generalizadas.

Originario de El Salvador, él es parte de 3.000 solicitantes de asilo que se vieron forzados a huir de la violencia sin precedentes de sus países: El Salvador, Guatemala y Honduras, región llamada Triángulo Norte de Centroamérica, y que ahora se han visto fuertemente afectados por la tormenta en Belice, donde viven actualmente.

Edgar* es otro de los afectados, él descansa en una hamaca dentro de un rancho en Armenia, Belice. La hamaca es su nueva cama, mientras su colchón se termina de secar. En la cercanía, su sobrino de nueve meses rebota en la andadera, sus ruedas se pegan en el piso viscoso de su casa.

“Todo lo que teníamos ya no está”.

Las familias viven temporalmente cerca de la capital, mientras pueden reconstruir sus propias casas, que ahora son solo una pila de tablas de madera y paja trenzada al otro lado de la quebrada en la comunidad, una consecuencia de la ira de Earl.

En los próximos días, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, en cooperación con Ayuda para el Progreso y otras agencias de la ONU, planea distribuir implementos de ayuda humanitaria y reconstrucción a personas vulnerables como ellos, como apoyo a los esfuerzos del Gobierno de Belice para enfrentar la devastación que dejó la tormenta.

Los implementos van desde materiales para la reconstrucción de sus hogares, tales como galvanizados para techos y madera, colchones, cobijas y kits de limpieza para restaurar los hogares que quedaron inhabitables por los escombros, el lodo y los daños del agua.

“Estamos trabajando con nuestras agencias hermanas de la ONU, nuestro socio nacional Ayuda para el Progreso y con otros actores para apoyar los admirables esfuerzos del Gobierno de Belice para asegurar una ayuda efectiva a quienes más lo necesitan”, dijo Soufiane Adjali, Representante del ACNUR en Belice.

Las 15 horas de destrozos de Earl, con vientos de 75 millas por hora, afectaron los seis distritos en Belice. Pero el Distrito de Belice, Orange Walk, Cayo – donde viven muchas de las personas de interés del ACNUR – y Stann Creek fueron golpeados particularmente duro. Armenia, por ejemplo, es una comunidad rural compuesta por familias que migraron a Belice en la década de los 90 y otros que han llegado recientemente.

“Estamos trabajando para asegurar una ayuda efectiva a quienes más lo necesitan”.

Jorge y su familia son parte de una nueva ola de refugiados de países del Triángulo Norte que han llegado a Belice huyendo de la violencia generalizada y de las letales en la región. La familia de Jorge llegó el año anterior, su solicitud de asilo está pendiente con el Gobierno de Belice.

En Valle de Paz, otro asentamiento histórico de refugiados, los líderes comunales reportan que al menos 100 familias se vieron afectadas por el Huracán Earl. En un distrito eminentemente agrícola, donde los residentes dependen de la producción de cultivos para su subsistencia, la devastación que Earl provocó a sus parcelas les ha dejado prácticamente sin medios de ganarse un ingreso.

En los días transcurridos desde Earl, el ACNUR, junto con su agencia nacional de implementación en la ejecución, Ayuda para el Progreso, ha recorrido las comunidades de inmigrantes en las zonas que rodean Belmopan, donde muchas familias afectadas carecen de disposiciones básicas, vivienda, camas y un saneamiento adecuado. Si bien el ACNUR sigue llevando a cabo evaluaciones sobre el terreno, las personas han asistido a Ayuda para el Progreso a solicitar ayuda con alimentos y materiales de construcción.

En colaboración con la Agencia de la ONU para el Desarrollo, el ACNUR solicitó la ayuda humanitaria de emergencia para apoyar a sus poblaciones de interés en esta crisis. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios respondió con una subvención de $46.000 dólares de los cuales $25.000 dólares ayudarán con los esfuerzos de recuperación para las familias de refugiados particularmente vulnerables en Belice.

* Los nombres son cambiados por motivos de protección.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/el-acnur-distribuye-ayuda-humanitaria-a-personas-desplazadas-por-el-huracan-en-belice/

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_08.2016.17_Belice_f2d8e2ec4e.jpg

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ACNUR advierte del hacinamiento y falta de fondos ante la agudización de la crisis de desplazamiento en Sudán del Sur

África/Sudan del Sur/ 13 de agosto de 2016/ Fuente: ACNUR

Con miles de refugiados huyendo de Sudán del Sur, los países vecinos están sufriendo la presión derivada del elevado número de personas desplazadas y de la grave falta de financiación necesaria para atenderlas. La región acoge ya a 930.000 refugiados y su número aumenta cada día. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está muy preocupada porque a pesar de que la población refugiada crece, los fondos para cubrir sus necesidades básicas se están agotando.

El estallido de la violencia en Yuba en julio parece haber inclinado la balanza contra una inminente solución política del conflicto en Sudán del Sur. Hay numerosos informes de enfrentamientos armados esporádicos, violaciones de derechos humanos, incluyendo violencia sexual y de género por parte de grupos armados, y sobre el empeoramiento de la inseguridad alimentaria, lo que inflige un inmenso sufrimiento. Las condiciones de seguridad son impredecibles, debido a los informes de la reanudación de los combates en los estados de Ecuatoria Central y Occidental, Bahr el Ghazal Occidental, Alto Nilo y partes de Unity.

Lo que agrava aún más la situación es el deterioro de la economía, que ha sufrido un aumento de la inflación sin precedentes, del 600 por ciento en el último año. Esta es la situación cuando se acerca el aniversario del acuerdo de paz, firmado en agosto de 2015. En áreas consideradas previamente estables, como Gran Ecuatoria y Gran Bahr-el-Ghazal, unas 200.000 personas se han visto obligadas a huir de la violencia.

Uganda y Sudán han recibido 110.000 y 100.000 recién llegados respectivamente en 2016, sumando conjuntamente más del 90 por ciento de las llegadas contabilizadas en la región durante este año. La mayoría de los que huyeron a Sudán llegaron en los primeros seis meses del año debido a los combates en áreas previamente estables en el estado de Bahr el Ghazal Occidental, así como al deterioro de la seguridad alimentaria. Además de los números de refugiados, hay 1,61 millones de personas desplazadas dentro de Sudán del Sur.

En el caso de Uganda, tres cuartas partes de los refugiados llegaron tras el estallido del conflicto en julio, alcanzando picos de más de 8.000 personas en un día. Los testimonios de los recién llegados, de los cuales el 90 por ciento corresponden a mujeres y niños sobre todo de Yuba y otras partes de Ecuatoria Central, señalan un colapso del orden público en las zonas de las que son originarios. Los refugiados describen una violencia incontrolada, que incluye asesinatos, enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y grupos armados, robos y extorsiones por parte de estos últimos, que además impiden la salida de quienes no pueden pagar, así como agresiones sexuales a las mujeres. Los refugiados también cuentan que estos grupos armados están secuestrando niños mayores de 12 años en los colegios y amenazando a la población. También se apunta a un alza de las desapariciones de personas.

El Gobierno de Uganda ha abierto un nuevo asentamiento en el noroeste del país, en Yumbe, con capacidad para más de 100.000 personas. Se necesitan fondos de manera urgente para acelerar la reubicación de más de 45.000 refugiados que están en centros de recepción y de tránsito sobrecargados y severamente congestionados. Con tanta gente viviendo en un espacio tan limitado, la posibilidad de que se produzcan brotes de enfermedades es alta. Los equipos de ACNUR están supervisando de cerca la situación, pero se necesitan más recursos para responder eficazmente. Con algunos centros de recepción a más de cinco veces su capacidad, resultan críticas las intervenciones en materia de protección, particularmente las centradas en la prevención y la respuesta a la violencia sexual y de género, incluyendo servicios psicosociales. El elevado número de refugiados está sobrecargando los servicios locales de salud y educación.

El desarrollo del asentamiento Maaji III, que se abrió a principios de año, se ha visto paralizado, dejando a las instalaciones sin infraestructuras ni servicios básicos clave: por ejemplo la atención médica se está proporcionando en tiendas de campaña. En Adjumani, a unos 20 km de la frontera con Sudán del Sur, el abastecimiento de agua potable se hace a través de camiones cisterna -lo que ya de por sí resulta caro- hasta que se disponga de los recursos necesarios para perforar más pozos y ampliar los sistemas hídricos para que lleguen a las nuevas áreas de asentamiento. Adicionalmente, se precisará una inversión adicional importante para abrir nuevos asentamientos en los distritos de Adjumani y Yumbe.

Las lluvias torrenciales obstaculizan los esfuerzos de ayuda, retrasando las labores de reubicación y provocando daños en las carreteras. Se teme que, en caso de que se produzcan brotes de enfermedades, las capacidades y recursos existentes resulten insuficientes para responder de manera eficaz.

Ante la desesperada necesidad de la población de refugiados sursudaneses, cuyo número asciende ya a 930.000, ACNUR se enfrenta a una crítica escasez de fondos. Con un 20% de los fondos necesarios recibidos -122 millones de dólares sobre 608,8 millones- que ACNUR necesita para proporcionar asistencia a los refugiados en Sudán del Sur y en los seis países de asilo, muchas actividades se han visto suspendidas para poder proporcionar apoyo esencial a los recién llegados. Las regiones remotas de Uganda, Sudán, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana son las más afectadas por esta escasez, ya que ACNUR no contaba previamente allí con personal. Etiopía y Sudán, que han experimentado una afluencia masiva de llegadas, se han visto asimismo fuertemente afectados.

ACNUR elogia la generosidad de los países que mantienen sus fronteras abiertas a los refugiados sursudaneses y les proporcionan terrenos para establecerse. En particular, la Agencia aplaude la generosa legislación y el régimen normativo ugandés sobre refugiados, que entre otros beneficios permite a los refugiados tener libertad de circulación, derecho a buscar empleo y pone a su disposición parcelas de tierra en los que construir sus hogares y poder cultivar.

ACNUR apela a la comunidad internacional a que apoye a los países de asilo para proteger y asistir a los refugiados sursudaneses. La continuada escasez de fondos supondrá mayores desventajas para mujeres, niños y hombres que necesitan urgentemente de ayuda para superar el trauma del desplazamiento forzado y emprender la senda de la recuperación, la dignidad y la autosuficiencia. La incapacidad para proporcionar alimentos, cobijo, servicios básicos, asistencia psicosocial, educación y medios de subsistencia aumenta y prolonga la vulnerabilidad de la población refugiada.

Fuente:http://www.acnur.org/noticias/noticia/acnur-advierte-del-hacinamiento-y-falta-de-fondos-ante-la-agudizacion-de-la-crisis-de-desplazamiento-en-sudan-del-sur/

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Situación crítica para niños y niñas en Sudán del Sur

Africa/Sudan del sur/4 de agosto de 2016/Fuente:  guiaongs

La organización Plan Internacional lleva operando en Sudán del Sur desde el año 2006 por lo que conoce a la perfección lo que está sucediendo sobre el terreno. La ONG está advirtiendo en estos momentos de que el país atraviesa una situación crítica para los menores, para niños y niñas que se ven expuestos a trabajos forzados y a abusos y mucha violencia. “La población ya había experimentado desplazamientos forzosos, abusos y explotación, pero los acontecimientos recientes agravarán una situación ya de por sí difícil”, explica Concha López, directora general de Plan Internacional en España.

Los conflictos se han agravado en las últimas semanas y entre los acontecimientos más recientes se contabilizan cientos de muertos y numerosas personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares. Sin lugar a dudas los más pequeños están entre los colectivos especialmente afectados por una crisis que desde 2013 ha generado ya más de 2,3 millones de refugiados.

Este contexto en Sudán del Sur ha empezado a conocerse como una ‘crisis de la infancia’, pues se estima que en torno al 70% de los desplazados son menores de 18 años. Estos niños se ven afectados por la sequía y la inseguridad alimentaria, dos de cada tres sursudaneses sufren de estos problemas y la malnutrición severa es el pan nuestro de cada día. ¿Qué está sucediendo? Pues se generalizan enfermedades muy graves como el cólera, por ejemplo, ante la falta de agua potable.

Es por ello que desde Plan Internacional están haciendo un llamamiento para ayudar a esta región donde tanto infantes y adolescentes sufren problemas que ponen en riesgo su vida a diario. Sobre el terreno se desarrolla el Programa Mundial de Alimentos que trata la desnutrición infantil, cuidado de los menores de cinco años, de las embarazadas y los bebés en periodo de lactancia. en total se ha ayudado a más de 100.000 personas en las familias más vulnerables del país.

Como reseñábamos anteriormente, la ONG trabaja aquí desde 2006 y desde diciembre de 2013 ya se han registrado alrededor de 225.000 refugiados de Sudán del Sur que han llegado a Etiopía.

Plan Internacional cuenta con programas de protección y educación infantil en campos de desplazados situados en Pugnido y Kule.

Fuente: http://www.guiaongs.org/noticias/plan-internacional-en-crisis-sudan-del-sur/

Imagen: http://www.guiaongs.org/wp-content/uploads/2016/07/plan-internacional-sudan-del-sur.png

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El 98 % de las mujeres y niñas en Somalia han sufrido ablación, según Unicef

Somalía/2 de agosto de 2016/Fuente: agencia EFE

Mogadiscio,  (EFE).- El 98 por ciento de las mujeres y niñas han sufrido ablación en Somalia, la tasa más alta en todo el mundo, debido a que la mutilación genital femenina sigue siendo una práctica cultural «universal» en el país, alertó hoy Unicef.

En el informe «Análisis de la situación de los niños en Somalia 2016» presentado hoy en Mogadiscio, Unicef alerta de que este conflictivo país del Cuerno de África es uno de los menos seguros en el mundo para los menores, que solo durante año pasado sufrieron más de 2.000 violaciones graves.

A pesar de los esfuerzos para frenar la ablación por parte de sanitarios, grupos civiles, clero y agencias de ayuda, esta práctica sigue siendo habitual y supone un importante riesgo para la salud de todas las jóvenes somalís, advierte el informe.

Además, los matrimonios infantiles siguen siendo una práctica habitual en Somalia, donde las autoridades y líderes religiosos no priorizan la protección de las chicas y cerca de la mitad de los matrimonios se producen con menores de 18 años, denuncia Unicef.

Esto se debe, entre otros factores, a la pobreza sistemática, la escasa escolarización, los altos niveles de mortalidad y el largo conflicto armado que azota el país.

«El futuro de la mayoría de las niñas en Somalia puede ser desolador. Nuestras leyes les pueden dar derechos y garantizar la igualdad hasta cierto punto, pero en la práctica todos sabemos que sus derechos son violados con frecuencia», lamentó la ministra de la Mujer, Zahra Samatar, quien prometió que su Gobierno desarrollará un plan para ofrecer un futuro a mujeres y niñas.

Somalia también tiene una de las tasas de mortalidad infantil más altas del mundo, ya que uno de cada siete niños no llega a su quinto cumpleaños y más de 300.000 menores de cinco años sufren malnutrición aguda.

El informe también alerta de los bajos niveles de escolarización en el país, donde más de la mitad de los niños no acuden al colegio.

«Los niños menores de 18 años suponen más de la mitad de la población y necesitan ser el centro de la agenda humanitaria y de desarrollo», aseguró el representante de Unicef en Somalia, Steven Lauwerier.

Junto a los niños, las mujeres somalís también afrontan problemas sanitarios graves: cada tres horas muere una mujer por complicaciones relacionadas con el embarazo, apunta el informe.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, caudillos tribales y bandas de delincuentes armados.

Fuente: http://www.noticieroindustrial.com/167_ultima-hora/3966116_el-98-de-las-mujeres-y-ninas-en-somalia-han-sufrido-ablacion-segun-unicef.html

Imagen: http://mm.servidornoticias.com/photos/t_610_370/d72/12009152w.jpg

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ACNUR solicita $115 millones de dólares adicionales para el retorno voluntario y la reintegración de refugiados somalíes

Somalía/28 de julio de 2016/Fuente ACNUR

EL plan también incluye la reubicación de 31.000 refugiados a Kakuma y la verificación de la población del campamento.

(ACNUR) – el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, solicitó a los donantes un adicional de $115 millones de dólares para financiar el retorno voluntario y la reintegración de refugiados somalíes del campamento en Dadaab, Kenia. El financiamiento también es necesario para la reubicación de refugiados de Dadaab hacia el campamento para refugiados Kakuma, así como para proyectos relacionados, e infraestructura en Kenia y Somalia. Anteriormente, el ACNUR solicitó $369,4 millones de dólares para la situación de Somalia. Con este pedido adicional, y con la re priorización de proyectos, el total de los requerimientos revisados del ACNUR para el 2016 para la respuesta en estos países afectados (Yibuti, Etiopía, Kenia y Somalia) es de $484,8 millones de dólares.

Posterior al anuncio del 6 de mayo del Gobierno de Kenia de cerrar el campamento Dadaab, el ACNUR presentó un plan de acción en la reunión de la Comisión Tripartita (Kenia, Somalia y el ACNUR), que tuvo lugar en Nairobi a finales de junio, y a la cual asistió el Alto Comisionado, Filippo Grandi. El plan destaca un proceso que pretende reducir la población de Dadaab, de 343.043 personas que viven ahí actualmente (326.611 somalíes), a 150.000 para finales de 2016. Los $115 millones solicitados se destinarán a una serie de actividades, incluyendo:

  • Reubicación de 16.000 refugiados no somalíes de Dadaab a Kakuma,
  • reubicación de 15.000 refugiados somalíes que actualmente están en proceso de reasentarse en Kakuma,
  • reubicación y reintegración de cerca de 42.000 de personas que se cree son kenianas, pero que están registradas como refugiadas,
  • verificación de la población de Dadaab, y una encuesta integral sobre intenciones de retorno y,
  • apoyo para un adicional de 50.000 refugiados somalíes que retornan voluntariamente de Dadaab a Somalia.

“El ACNUR está comprometido con asegurar que todos los retornos a Somalia son voluntarios y que se lleven a cabo con dignidad, seguridad y protección de los refugiados en todo momento. Para poder hacer esto, estamos solicitando a los donantes de la comunidad internacional que apoyen esta solicitud adicionales, con el fin de que los somalíes que retornen puedan volver a sus países con las mejores oportunidades posibles para reestablecerse con sus familias con paz y estabilidad”, dijo Valentin Tapsoba, Director de ACNUR para África.

Los fondos adicionales también son requeridos para un incremento propuesto en el paquete de asistencia de retorno antes de la salida de Kenia y el retorno a Somalia. Se propone que el aumento de la concesión de retorno vaya de $150 dólares a $200 dólares para somalíes que retornan por tierra. Aquellos que tengan necesidades especiales recibirían un adicional de $75 dólares. Para el pequeño número de retornados que vuelvan por aire, la concesión crecerá de $100 dólares a $150 dólares, con un adicional de $30 dólares para quienes tienen necesidades especiales. A los retornados también se les dará un paquete con productos no alimentarios.

Del lado de Somalia, se busca el apoyo de los donantes para financiar un incremento en los paquetes de asistencia a retornados. Se propone eliminar el tope de $600 dólares por familia para la concesión de reinstalación, y en lugar ofrece a los retornados $200 dólares por persona, sin importar el tamaño de la familia, una movida que debería hacer que más familias numerosas opten por retornar. Con el fin de asistir la reintegración inicial, cada familia retornada será apoyada con un pago mensual de $200 dólares mensuales durante seis meses para ayudarlos a cubrir sus necesidades básicas. La posibilidad de brindar seguro de salud para los retornados urbanos también se considerará.

Se propone un aumento en las áreas de retorno y la presencia del ACNUR, con tres estaciones de paso adicionales por agregarse en Mandera/Belet Xawa, El Khalow/Ceel Wak y Anumel/Raskamboni así como incluir Afmadow, Dinsoor y Belet Xawa a las nueve áreas de retorno ya exixtentes. El acceso a los servicios sociales básicos es vital para la reintegración exitosa y las intervenciones se centrarán en los proyectos comunitarios de rápido impacto (menos de seis meses) para crear activos comunitarios en áreas para los retornados, los desplazados internos y las comunidades de acogida. La rehabilitación y/o la extensión de escuelas, centros de salud y otras infraestructuras básicas se implementarán para sostener el retorno, con un fuerte enlace con los respectivos planes y programas de desarrollo. También se propone establecer una plataforma transfronteriza de empleos para conectar a los retornados somalíes que buscan empleo con posibles empleadores.

Si se recibe el apoyo de donadores, se propone que se aumente la asistencia alimentaria de los tres a los seis meses, posiblemente más. Una asistencia educativa de $25 dólares mensuales por niño durante nueve meses es también parte de la propuesta. El apoyo en albergue y artículos no alimentarios será aumentado con la posibilidad de monetización del paquete de productos no alimentarios existente, y el ACNUR tiene la intención de apoyar a 22.500 hogares para construir albergues permanentes localizados con $ 1.000 dólares por familia. También se considerarán soluciones localizadas para los retornados urbanos a través de pago de la renta.

Se anticipa que la mayoría de la población de refugiados remanente, aproximadamente 170.000 personas retornarían a Somalia durante el curso de 2017 y posiblemente en inicios de 2018. Hasta la fecha, 170.000 somalíes han retornado a Somalia de Dadaab desde diciembre de 2014.

Fuente: http://www.acnur.org/noticias/noticia/acnur-solicita-115-millones-de-dolares-adicionales-para-el-retorno-voluntario-y-la-reintegracion-de-refugiados-somalies-del-campamento-de-dadaab/

Imagen: http://www.acnur.org/fileadmin/_processed_/csm_02.2012.21_somalia_unhcr_ce20a1af1c.jpg

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